“Más bien nos sentimos muy preparados, a muchos padres los niños les llegan sin manual, para nosotros ellos fueron nuestros ángeles. Nosotros hemos recibido mucha capacitación sobre límites y crianza positiva para enfrentar las diferentes etapas del crecimiento. Los niños recibieron atención sicológica y de apoyo escolar. Ahora se les puede reconocer como niños felices, les encanta jugar bola y play. Han tenido algunos problemas de aprendizaje y llevan terapia del lenguaje, pero era esperable. La idea es que sigan adelante”, comentó Sergio.

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