Mapa de albergues de la Iglesia para atender a migrantes en México

Miércoles, 19 de febrero de 2025
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Como la emergencia sigue, mantenemos esta pequeña nota del post que, íntegramente, puede verse pinchando aquí

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Dichosos los que creen sin haber visto ( Jn 20, 29)

Domingo, 27 de abril de 2025

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(Fuente foto: Olympus Digital Camera)

 

Apaga mis enojos,
pues que ninguno basta a deshacedlos,
y véante mis ojos,
pues eres lumbre de ellos,
y sólo para ti quiero tenerlos.

Descubre tu presencia,
y máteme tu vista y hermosura;
mira que la dolencia
de amor, que no se cura
sino con la presencia y la figura.

*

San Juan de la Cruz, Cántico Espiritual, estrofas 10 y 11

***

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

“Paz a vosotros.”

Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:

– “Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.”

Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:

“Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:

– “Hemos visto al Señor.”

Pero él les contesto:

– “Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.”

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: “Paz a vosotros.”

Luego dijo a Tomás:

– “Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.”

Contestó Tomás:

“¡ Señor mío y Dios mío!”

Jesús le dijo:

“¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.”

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

*

Juan 20, 19-31

***

 

¡Encontrar a Dios! Mira, estoy sin luz. Me parece que podría decir frases bonitas (y entusiasmarme con ellas), pero justamente pronunciadas demasiado deprisa, de manera superficial. Me encuentro en una situación en la que mi creer ya no se me presenta como un conocer algo sobre Dios, como un «Credo», sino como la piedra de toque de mi fe. Si yo creyera de verdad, ¿seguiría siendo aún presa de insignificantes contrariedades con tanta frecuencia? No, entonces nada sería objeto de desprecio, sino que todo quedaría iluminado por este inimaginable y rico cumplimiento de todo. En consecuencia, es mi fe la que tiene que ser reanimada…

Pero ¿dónde se encuentra su debilidad? Creo, a buen seguro, que Jesús es Dios que ha venido entre nosotros y ha dado vida a mi vida. Creo, ciertamente, en Jesús, verdadero hombre, que murió crucificado y resucitó de entre los muertos: como Dios verdadero, «la muerte ya no tiene poder sobre él». Sí, Jesús, creo que has resucitado. Tú, el Hijo de Dios encarnado, «la fidelidad encarnada de Dios», has resucitado con tu cuerpo de hombre. Creo que has vencido a la muerte, también la mía. ¿Pero creo de una manera vital en esta resurrección de la carne, de mi carne, como afirmo en el Credo? ¿Justamente como la vivió Jesús y como la leo en los cuatro evangelios? No entraré de verdad en la resurrección de Jesús más que si digo un «sí»incondicional a mi resurrección. Este «sí» a mi destino personal es el que debo pronunciar antes que nada, más allá de todas las falsas apariencia de los sentidos, un «sí» a un «yo que continúa en una vida nueva».

Es preciso que mi voluntad se comprometa con este «sí» a mi supervivencia gloriosa, para aue mi «sí» a Cristo sea algo diferente a un simple sonido vocal.

*

Jacques Loew,
Dios se encuentra con el hombre,,
Milán 1985, pp. 164-167, passim.

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“Abrir las puertas”. 2 Pascua – C (Juan 20,19-31)

Domingo, 27 de abril de 2025

IMG_0899El evangelio de Juan describe con trazos oscuros la situación de la comunidad cristiana cuando en su centro falta Cristo resucitado. Sin su presencia viva, la Iglesia se convierte en un grupo de hombres y mujeres que viven «en una casa con las puertas cerradas, por miedo a los judíos».

Con las «puertas cerradas» no se puede escuchar lo que sucede fuera. No es posible captar la acción del Espíritu en el mundo. No se abren espacios de encuentro y diálogo con nadie. Se apaga la confianza en el ser humano y crecen los recelos y prejuicios. Pero una Iglesia sin capacidad de dialogar es una tragedia, pues los seguidores de Jesús estamos llamados a actualizar hoy el eterno diálogo de Dios con el ser humano.

El «miedo» puede paralizar la evangelización y bloquear nuestras mejores energías. El miedo nos lleva a rechazar y condenar. Con miedo no es posible amar al mundo. Pero, si no lo amamos, no lo estamos mirando como lo mira Dios. Y, si no lo miramos con los ojos de Dios, ¿cómo comunicaremos su Buena Noticia?

Si vivimos con las puertas cerradas, ¿quién dejará el redil para buscar las ovejas perdidas? ¿Quién se atreverá a tocar a algún leproso excluido? ¿Quién se sentará a la mesa con pecadores o prostitutas? ¿Quién se acercará a los olvidados por la religión? Los que quieran buscar al Dios de Jesús nos encontrarán con las puertas cerradas.

Nuestra primera tarea es dejar entrar al Resucitado a través de tantas barreras que levantamos para defendernos del miedo. Que Jesús ocupe el centro de nuestras iglesias, grupos y comunidades. Que solo él sea fuente de vida, de alegría y de paz. Que nadie ocupe su lugar. Que nadie se apropie de su mensaje. Que nadie imponga un estilo diferente al suyo.

Ya no tenemos el poder de otros tiempos. Sentimos la hostilidad y el rechazo en nuestro entorno. Somos frágiles. Necesitamos más que nunca abrirnos al aliento del Resucitado para acoger su Espíritu Santo.

José Antonio Pagola

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“A los ocho días, llegó Jesús”, Domingo 27 de abril de 2025. 2º Domingo de Pascua

Domingo, 27 de abril de 2025

27-pascuaC2 cerezoLeído en Koinonia:

Hechos de los apóstoles 5, 12-16: Crecía el número de los creyentes, hombres y mujeres, que se adherían al Señor.
Salmo responsorial: 117: Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
Apocalipsis 1, 9-11a. 12-13. 17-19: Estaba muerto y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos.
Juan 20, 19-31: A los ocho días, llegó Jesús.

El libro de los Hechos, el Apocalipsis y el evangelio de Juan se escribieron casi por la misma época. La Iglesia de Jesús, formada por muchas y diferentes comunidades, estaba recogiendo las diversas tradiciones sobre Jesús histórico y cada comunidad las reelaboraba y contaba de acuerdo a las nuevas situaciones que estaban viviendo. Eran tiempos de grandes conflictos con el imperio romano y con los fariseos de Jamnia (norte de Jerusalén), donde radicó el único grupo oficial judío que sobrevivió a la destrucción del templo el año 70. Es en este momento cuando se fragua la bifurcación de caminos entre el judaísmo oficial y el judaísmo cristiano, o judíos que creían en el también judío Jesús. A posteriori, la teoría (la hermenéutica, la interpretación que tenemos que elaborar para tranquilizar nuestros corazones y nuestras mentes dándonos un sentido) ha dicho que es que Dios decidió abrir una nueva etapa histórica manifestando un misterio escondido desde siempre, y otras varias teologías. Los estudios históricos hoy están en capacidad de trazarnos ya, más o menos, las causas históricas e ideológicas que de hecho cristalizaron en la separación. Hoy, a la altura de estos tiempos en los que la historia y la arqueología nos permiten conocer casi con toda seguridad cómo fue de distinta aquella historia, no estamos obligados a historificar la teología; tenemos derecho a saber la verdad, y a reconocer la teología como teología, como creación hermenéutica, que aquellas generaciones de cristianos necesitaron para interpretar y recrear su historia, pero que nosotros, en una sociedad culta y científica –con otra epistemología– no necesitamos para interpretar-recrear la realidad, podemos aceptar la historia como fue, como hoy sí sabemos que fue.

Lo mismo nos pasa con respecto al «calendario» de la muerte de Jesús – Pascua – Pentecostés… Lucas se tomó la libertad de imaginar/crear un calendario, un cronograma, que podemos de decir que se sacó de la manga, o sea, de su creatividad y genialidad catequética. Tan bien hecha resultó, que fue la que se llevó el gato al agua, la que se impuso, no por a la fuerza, sino por lo bien hecha que estaba y lo catequéticamente práctica que resultaba. (Estamos en un caso semejante a lo de la bifurcación entre cristianismo y judaísmo: lo que teologizamos no es realmente lo que sucedió con respecto al judaísmo oficial de Jamnia, pero es lo que «se impuso» –tampoco por imposición, sino por practicidad teórica; como sabemos, esta separación incluso abismo entre la realidad histórica real y nuestra propia visión-interpretación histórica, es mucho más frecuente que lo que ordinariamente pensamos).

En efecto, veamos. Jesús entra y se coloca en medio de la comunidad. Sopla sobre ellos/as y dice que les envía el Espíritu Santo. Para la comunidad de Juan (en la que, con la que escribe), la Pascua de Resurrección y Pentecostés acontecieron el mismo día en que Jesús resucitó. No hay que esperar 50 días para Pentecostés.

Y en esa Pascua-Pentecostés «toda la comunidad» de discípulos y discípulas recibe la autoridad para perdonar los pecados. Esto corresponde a la tradición que también Mateo ha conservado en su evangelio (Mt 18,18) y que luego la Iglesia, en su proceso de clericalización (reinterpretación clerical ésta sí, impuesta con poder de coerción) fue perdiendo, pero que sí recuperaron las Iglesias Evangélicas con la Reforma Luterana, que significó un esfuerzo sincero por reconciliarse con la historia real. Entonces, en el siglo XVI todavía no era tan posible como lo es hoy, por el avance de la ciencia; Ello querría decir que el avance del conocimiento de la humanidad, nos obliga a reconciliarnos con la realidad histórica, que cada vez conocemos mejor, y nos obliga a tomar conciencia del carácter construido de nuestras interpretaciones teológicas; tradicionalmente ha sido posible convivir con creencias y elaboraciones míticas, pero cada vez se nos hace más necesario relegar las creencias y las interpretaciones al cajón de las curiosidades históricas –con frecuencia muy ricas e instructivas– para quedarnos con una visión digna de esta humanidad que vive en una sociedad de conocimiento.

En la segunda parte de este evangelio nos encontramos con el diálogo de Jesús y Tomás. Hace tres años, nuestro comentarista, en este mismo comentario a este evangelio, escribió:

«Ojos que no ven corazón que no siente», dice el refrán. Cuentan que cuando Yury Gagarin, el astronauta ruso, regresó de aquel primer paseo a las estrellas, dijo: “He andado por el cielo y no he visto a Dios”. Pobre Yury tan parecido a Tomás, que podría llamarse su mellizo.

Hoy no nos atrevemos a tratar así a Yury Gagarin, ni al llamado «ateísmo científico» que en esa anécdota él simboliza. Los cristianos hemos estado dos o tres siglos enfrentados al materialismo científico, irreconciliablemente enfrentados a su ateísmo. La Iglesia empeñada en la existencia de un Dios concebido como un Señor, creador, todopoderoso, que lee nuestras conciencias, providente, que todo lo supervisa y lo autoriza o no, que habita en el cielo, que dice, piensa, decide, se ofende, se arrepiente, perdona… Y el ateísmo científico negando la existencia de tal «Señor», de rostro y características tan antropomórficas… La fe –decíamos entonces– consiste en «creer lo que no se ve», someter nuestro entendimiento y aceptar las fórmulas de la fe de la Iglesia aunque nos parezcan increíbles… Y se nos recordaba que tendríamos más mérito que Tomás el Apóstol, que sólo creyó cuando vio…

Se acabó aquel enfrentamiento inútil, aquel diálogo de sordos en el que las dos partes sólo tenían media verdad. Tenía razón el ateísmo científico en rechazar una imagen tan cosificada (dios como un ser, como un ente) y tan antropomórfica de Dios. Reivindicaba una verdad que los cristianos no acababan de entender. Había que dar la razón a Gagarin: efectivamente, por allí no pudo ver a Dios porque ese dios-ente celestial… no existe –y si efectivamente lo hubiera visto, habría que decirle que no era Dios eso que habría visto–. La fe no consiste en imaginar o en aceptar la existencia de un Señor por encima de las nubes ni en las alturas espaciales por donde Gagarin paseó; allí efectivamente no hay nada. Podemos seguir sintiendo la presencia del Misterio, a la vez que no creemos en duendes, en espíritus ni en divinidades antropomórficas. La fe es otra cosa. No es sumisión irracional del pensamiento, ni aceptación obligada de fórmulas o dogmas, o relatos míticos. El valor ejemplar de Tomás el Apóstol metiendo sus dedos en las llagas de Jesús, decididamente, no sirve en directo como metáfora para interpretar la fe en la coyuntura actual del mundo, por mucho que la forcemos. Es necesario dar un salto hacia delante, un salto cualitativo, por el que Dios deja de ser considerado un ente, ni un Señor, ni un habitante de las alturas del cielo… y la fe deja de ser sumisión del entendimiento, humillación de la persona, renuncia a la visión de la ciencia. Se acabó el tiempo del enfrentamiento con la razón y con la ciencia. Es preciso actualizar nuestras ideas, porque, con frecuencia, al hablar de la fe seguimos repitiendo los mismos tópicos sobrepasados del «creer lo que no se ve», de renunciar a la seguridad de lo que vemos, de ofrecer «el obsequio de nuestra razón», de humillarnos ante Dios… El ateísmo científico es un problema del siglo XIX, la ciencia actual abandonó esa posición hace bastante tiempo. Seguir utilizando para hablar de la fe aquellas metáforas combativas, no sólo no nos hace bien, sino que es dañino. Leer más…

Pikaza

Domingo, 27 de abril de 2025

2D2F0619-DB52-4D6A-8E85-FF6D0900E238Del blog de Xabier Pikaza:

“Dichosos los que crean a pesar de lo que ven”. Domingo 2º de Pascua. Ciclo C.

Domingo, 27 de abril de 2025

thomas-et-jesusDel blog El Evangelio del Domingo, de José Luis Sicre sj:

NOTA PREVIA: Este domingo se conoce como de la Divina Misericordia, devoción promovida a partir de 1930 por una religiosa polaca, Sor María Faustina, e instituida como fiesta por Juan Pablo II. Ya que el tema de la misericordia divina ha sido central en la Semana Santa, me limito a comentar los textos bíblicos, centrados especialmente en la fe.]

   Todas las apariciones de Jesús resucitado son peculiares. Incluso cuando se cuenta la misma, los evangelistas difieren: mientras en Marcos son tres las mujeres que van al sepulcro (María Magdalena, María la de Cleofás y Salomé) y también tres en Lucas, pero distintas (María Magdalena, Juana y María la de Santiago), en Mateo son dos (las dos Marías) y en Juan una (María Magdalena, aunque luego habla en plural: «no sabemos dónde lo han puesto»). En Mc ven a un muchacho vestido de blanco sentado dentro del sepulcro; en Mt, a un ángel de aspecto deslumbrante junto a la tumba; en Lc, al cabo de un rato, se les aparecen dos hombres con vestidos refulgentes. En Mt, a diferencia de Mc y Lc, se les aparece también Jesús. Podríamos indicar otras muchas diferencias en los demás relatos. Como si los evangelistas quisieran acentuarlas para que no nos quedemos en lo externo, lo anecdótico. Uno de los relatos más interesantes y diverso de los otros es el del próximo domingo (Juan 20,19-31).

             Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

            – Paz a vosotros.

            Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:

            – Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. 

            Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:

            – Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados! quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.

            Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:

            – Hemos visto al Señor.

            Pero él les contestó:

            – Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.

            A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:

            – Paz a vosotros.

            Luego dijo a Tomás:

            – Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

            Contestó Tomás:

            – ¡ Señor Mío y Dios Mío!

            Jesús le dijo:

            – ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto. 

            Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo tengáis vida en su nombre.

Las peculiaridades de este relato de Juan

1.- El miedo de los discípulos. Es el único caso en el que se destaca algo tan lógico, y se ofrece el detalle tan visivo de la puerta cerrada. Acaban de matar a Jesús, lo han condenado por blasfemo y por rebelde contra Roma. Sus partidarios corren el peligro de terminar igual. Además, casi todos son galileos, mal vistos en Jerusalén. No será fácil encontrar alguien que los defienda si salen a la calle.

2.- El saludo de Jesús: «paz a vosotros». Tras la referencia inicial al miedo a los judíos, el saludo más lógico, con honda raigambre bíblica, sería: «no temáis». Sin embargo, tres veces repite Jesús «paz a vosotro. Algún listillo podría presumir: «Normal; los judíos saludan shalom alekem, igual que los árabes saludan salam aleikun». Pero no es tan fácil como piensa. Este saludo, «paz a vosotros» sólo se encuentra también en la aparición a los discípulos en Lucas (24,36). Lo más frecuente es que Jesús no salude: ni a los once cuando se les aparece en Galilea (Mc y Mt), ni a los dos que marchan a Emaús (Lc 24), ni a los siete a los que se aparece en el lago (Jn 21). Y a las mujeres las saluda en Mt con una fórmula distinta: «alegraos». ¿Por qué repite tres veces «paz a vosotros» en este pasaje? Vienen a la mente las palabras pronunciadas por Jesús en la última cena: «La paz os dejo, os doy mi paz, y no como la da el mundo. No os turbéis ni os acobardéis» (Jn 14,27). En estos momentos tan duros para los discípulos, el saludo de Jesús les desea y comunica esa paz que él mantuvo durante toda su vida y especialmente durante su pasión.

3.- Las manos, el costado, las pruebas y la fe. Los relatos de apariciones pretenden demostrar la realidad física de Jesús resucitado, y para ello usan recursos muy distintos. Las mujeres le abrazan los pies (Mt), María Magdalena intenta abrazarlo (Jn); los de Emaús caminan, charlan con él y lo ven partir el pan; según Lucas, cuando se aparece a los discípulos les muestra las manos y los pies, les ofrece la posibilidad de palparlo para dejar claro que no es un fantasma, y come delante de ellos un trozo de pescado. En la misma línea, aquí muestra las manos y el costado, y a Tomás le dice que meta en ellos el dedo y la mano. Es el argumento supremo para demostrar la realidad física de la resurrección. Curiosamente se encuentra en el evangelio de Jn, que es el mayor enemigo de las pruebas física y de los milagros para fundamentar la fe. Como si Juan se hubiera puesto al nivel de los evangelios sinópticos para terminar diciendo: «Dichosos los que crean sin haber visto».

4.- La alegría de los discípulos. Es interesante el contraste con lo que cuenta Lucas: en este evangelio, cuando Jesús se aparece, los discípulos «se asustaron y, despavoridos, pensaban que era un fantasma»; más tarde, la alegría va acompañada de asombro. Son reacciones muy lógicas. En cambio, Juan sólo habla de alegría. Así se cumple la promesa de Jesús durante la última cena: «Vosotros ahora estáis tristes; pero os volveré a visitar y os llenaréis de alegría, y nadie os la quitará» (Jn 16,22). Todos los otros sentimientos no cuentan.

5.- La misión. Con diferentes fórmulas, todos los evangelios hablan de la misión que Jesús resucitado encomienda a los discípulos. En este caso tiene una connotación especial: «Como el Padre me ha enviado, así os envío yo». No se trata simplemente de continuar la tarea. Lo que continúa es una cadena que se remonta hasta el Padre.

6.- El don de Espíritu Santo y el perdón. Mc y Mt no dicen nada de este don y Lucas lo reserva para el día de Pentecostés. El cuarto evangelio lo sitúa en este  momento, vinculándolo con el poder de perdonar o retener los pecados. ¿Cómo debemos interpretar este poder? No parece que se refiera a la confesión sacramental, que es una práctica posterior. En todos los otros evangelios, la misión de los discípulos está estrechamente relacionada con el bautismo. Parece que en Juan el perdonar o retener los pecados tiene el sentido de admitir o no admitir al bautismo, dependiendo de la preparación y disposición del que lo solicita.

“Dichosos los que crean a pesar de lo que ven”

    En este pasaje del evangelio se da un importante cambio en los destinatario. En la primera parte, Jesús se dirige a los once: a ellos les saluda con la paz, a ellos los envía en misión y les da el Espíritu. En la segunda se dirige a Tomás, invitándolo a no ser incrédulo. En la tercera se dirige a todos nosotros:Dichosos los que crean sin haber visto.

    Podríamos añadir: Dichosos los que crean a pesar de lo que ven”. Basta pensar en las desgracias que ocurren a menudo en nuestro mundo, en los grandes fallos de la Iglesia, en las luchas más o menos ocultas por el poder dentro de ella, en otros detalles contrarios al evangelio. Para muchos, estos motivos son suficientes para abandonar la Iglesia o incluso la fe. Conviene escuchar a Jesús, que nos dice: Bienaventurados los que creen a pesar de lo que ven.

Una primera lectura que hay que leer con atención (Hechos 5,12-16)

    El evangelio ha proclamado dichosos a quienes creen sin ver. La primera lectura habla de la dicha de ver milagros y beneficiarse de ellos. Comienza diciendo que “los apóstoles hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo”. Y termina subrayando el papel principal de Pedro; en opinión de la gente, incluso su sombra basta para curar a alguno. Por eso le traen enfermos hasta de los alrededores de Jerusalén.

       En una lectura rápida, parece que son estos milagros los que favorecen la expansión de la comunidad cristiana (“crecía el número de los que se adherían al Señor). Sin embargo, lo que cuenta Lucas es más sutil.

       Además de los apóstoles, juega un papel capital la comunidad (los fieles se reunían en común en el pórtico de Salomón”). Y es a ella a la que se adhieren los nuevos creyentes.

       Los milagros de los apóstoles y de Pedro continúan la labor de Jesús, que “pasó haciendo el bien”. Esos enfermos se benefician de ellos, pero no entran en la comunidad cristiana. Los que pasan a formar parte de ella son los que ven la forma de vida de la comunidad. En esta época de secularización, con la disminución creciente de los cristianos, es importante recordar que el numero de los creyentes depende en gran parte del ejemplo que demos a los demás.

Por manos de los apóstoles se realizaban muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Todos se reunían con un mismo espíritu en el pórtico de Salomón; los demás no se atrevían a juntárseles, aunque la gente se hacía lenguas de ellos; más aún, crecía el número de los creyentes, una multitud tanto de hombres como de mujeres, que se adherían al Señor.

La gente sacaba a los enfermos a las plazas y los ponía en catres y camillas para que, al pasar Pedro, su sombra, por lo menos, cayera sobre alguno. Acudía incluso mucha gente de las ciudades cercanas a Jerusalén, llevando enfermos y poseídos de espíritu inmundo, y todos eran curados.

Lectura del libro del Apocalipsis 1,9-11a.12-13.17-19

     Durante los domingos de Pascua, la segunda lectura se toma del libro del Apocalipsis, recogiendo pasajes sueltos, sin conexión especial entre ellos. Pero el Apocalipsis de Juan es una obra muy adecuada para la época de Pascua, porque alienta la esperanza en medio de las persecuciones y asegura que el triunfo ya conseguido por Jesús repercutirá en toda la Iglesia. El fragmento de hoy constituye el comienzo (mutilado, naturalmente) de la obra.

Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el Reino y en la perseverancia en Jesús, estaba desterrado en la isla llamada Patmos a causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.

El día del Señor fui arrebatado en espíritu y escuché detrás de mí una voz potente, como de trompeta, que decía: «Lo que estás viendo, escríbelo en un libro y envíalo a las siete iglesias».

Me volví para ver la voz que hablaba conmigo y, vuelto, vi siete candelabros de oro, y en medio de los candelabros como un Hijo de hombre, vestido de una túnica talar y ceñido el pecho como un cinturón de oro. Cuando lo vi caí a sus pies como muerto, pero él puso su mano derecha sobre mí diciéndome: «No temas; yo soy el Primero y el Último, el Viviente; estuve muerto pero ya ves: vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo. Escribe, pues, lo que estás viendo: lo que es y lo que ha de suceder después de esto.

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II Domingo de Pascua. 24 de Abril, 2022

Domingo, 27 de abril de 2025

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“En la tarde de aquel día, el primero de la semana,
y estando los discípulos con las puertas cerradas por miedo a los judíos, llegó Jesús, se puso en medio y les dijo:
“¡La paz esté con vosotros!”

(Jn 20, 19-31)

Tal vez nos resulta una escena muy familiar la de los discípulos. Un domingo por la tarde, encerrados en casa, ellos por miedo a los judíos, nosotros por… pánico al lunes. Sí, una razón tan simple como real. Pereza, modorra, o como lo queramos llamar, por comenzar otra semana, comenzar nuestras obligaciones, trabajo, estudios, gimnasio, extraescolares de los niños, aguantar al jefe, a los compañeros, a los clientes, y así, un largo etcétera.

Aguantar a los demás. Reflexionemos un poco. Los demás. Todos, absolutamente todos formamos parte de ese “los demás” para alguien. Esto quiere decir que a ti y a mí también nos tienen que aguantar los demás; con nuestras risas y también con nuestras lágrimas; con todo lo bueno que les aportamos y también con nuestras puertas cerradas; con nuestros viernes pero también sacamos a relucir nuestras tardes de domingo… ¿nos damos cuenta de ello o solo vemos lo de “los demás”?

Y es entonces, sin duda, en nuestras lágrimas, en nuestras puertas cerradas, en nuestras tardes de domingo cuando se pone Jesús en el medio y nos dice: “¡La paz esté con vosotros!” Él llena con su presencia cualquier resquicio de temor, cualquier oscuridad.

Y ahora, otro interrogante, ¿para creernos esto nos bastan las palabras o dejamos que aparezca nuestro Tomás interior?

Oración

Jesús, tú eres nuestro Maestro, a quien seguimos.
Tú nos dices una y otra vez “dichosos los que creen sin haber visto”.
Ayúdanos a creer que estás en medio de nuestras noches dándonos paz,
en medio de nuestras tormentas, en medio de nuestras soledades.
Ayúdanos a creer que estás cuando no te vemos.

*

Fuente: Monasterio Monjas Trinitarias de Suesa

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A Jesús lo descubrieron dentro de ellos, porque empezaron a vivir lo que Él vivió.

Domingo, 27 de abril de 2025

michel-ciry_-incredulite-deDOMINGO 2º DE PASCUA (C)

Jn 20,19-31

Lo que los textos quieren expresar con la palabra resurrección, es la clave de todo el mensaje cristiano. Pero es algo mucho más profundo que la reanimación de un cadáver. Sin esa Vida que va más allá de la vida biológica, nada de lo que dice el evangelio tendría sentido. El relato fue la manera de trasmitir a los demás la vivencia pascual. Lo que quieren comunicar a otros es la experiencia de que seguía vivo porque ellos vivían lo que él vivió.

La cristología de la resurrección no fue ni la única ni siquiera la primera forma de expresar la experiencia que de Jesús vivo tuvieron los discípulos después de su muerte. Hay por lo menos tres cristologías que se dieron antes o al mismo tiempo que hablar de la resurrec­ción de Jesús. La primera fue Jesús juez escatoló­gico que vendría a juzgar a todos.

Otra cristología es la de Jesús taumaturgo, que manifestaba con su poder la fuerza de Dios. Para ellos los milagros eran la clave que permitía la compren­sión de Jesús. Esta cristolo­gía es muy matizada ya en los mismos evangelios; seguramente, porque, en algún momento, tuvo excesiva influencia y se quería contrarrestar el carácter de magia que tenía.

Una tercera cristología, que tampoco se expresa con el término resurrección, es la que considera a Jesús como la Sabiduría de Dios. Sería el Maestro, que, conectando con la Sabiduría preexistente, nos enseña lo necesario para llegar a Dios. También tiene un trasfondo bíblico muy claro. En el AT se habla innumerables veces de la Sabiduría.

Ninguna de ellas hace referencia a la resurrección. La experiencia pascual fue interpretada como exaltación y glorificación del humillado, tomando como modelo el AT. Estas maneras de explicar su experiencia, fueros concentrándose en la cristología pascual, que encontró en la idea de resurrección el marco más adecuado para comunicar la vivencia pascual.

Ni las apariciones ni el sepulcro vacío fueron el origen de la primitiva fe. Estos relatos se habrían elaborado poco a poco como un intento de comunicar con imágenes muy vivas y que entraran por los ojos la experiencia pascual. Esa vivencia fue fruto de un proceso interior en el que tuvo mucho que ver la comunidad reunida, como expresan los relatos.

En Jesús, al morir, no pasó nada, pero en los discípulos se dio una transformación que les hizo cambiar la manera de entender a Jesús. Ese proceso de “iluminación” de los primeros discípulos se ha perdido. No solo sería importante para conocer lo que pasó en ellos, sino porque es ese mismo proceso el que tiene que realizarse en cada uno de nosotros.

La resurrección quiere expresar la idea de que su meta fue la Vida no la muerte. La misma Vida de Dios: Esto no supone la anulación de la “persona”, sino su máxima potenciación. Los relatos responden a un esquema judío que nos dan la clave de interpretación:

No dan ese paso alegremente, sino con dudas. Hoy la incredulidad se personaliza en Tomás. Tomás no era más incrédulo que los demás, insiste en la reticencia de uno para que quede claro lo difícil que fue a todos aceptara la nueva realidad que les desborda.

En todas las apariciones se repite un esquema muy concreto. Todo apunta a que la experiencia no es buscada, sino que se impone. a) Una situación de la vida real. b) Jesús se presenta sin esperarlo. c) Jesús les saluda. d) Hay reconocimiento e) Reciben una misión.

Fray Marcos

Fuente Fe Adulta

Creer en Jesús: una forma de vivir.

Domingo, 27 de abril de 2025

Juan-20-19-31-1Jn 20, 19-31

«Dichosos los que no han visto y han creído»

Los discípulos que formaban el círculo más cercano a Jesús creyeron en él hasta el punto de dejarlo todo por seguirle. Convivieron largo tiempo con él, escucharon mil veces su doctrina, pero llegaron al pie de la cruz convencidos de que seguían al Mesías davídico que iba a unir al pueblo, derrocar al gobierno corrupto de Herodes, expulsar a los romanos, devolverle a Israel su antiguo esplendor y someter a sus vecinos al culto a Yahvé en el Templo de Jerusalén…

Aquella fe murió en la cruz y fue definitivamente enterrada en el sepulcro vacío. De sus cenizas nació la fe definitiva; no en el Mesías triunfante, sino en el crucificado; una fe que ni siquiera pudieron imaginar antes de aquel asombroso proceso de conversión al que hemos denominado experiencia pascual. Vimos en el texto del pasado domingo que fue el discípulo amado el primero en creer al ver el sepulcro vacío… «Entró también el otro discípulo, vio y creyó»... En el evangelio de hoy la conversión se extiende a todo el grupo y se expresa de forma brillante en boca de Tomás: «Señor mío y Dios mío». Jesús no era el que ellos habían esperado, sino algo mucho mejor.

Aquellos hombres y mujeres habían sido testigos de su bautismo, de su caminar por tierras de Galilea enseñando y curando, de sus parábolas, de su enfrentamiento con la autoridades judías, de su pasión, de su muerte… y a partir de entonces fueron testigos de Jesús resucitado y dedicaron su vida a dar testimonio de él para que otros creyesen. A muchos los mataron por ello. La fe de toda la Iglesia, nuestra propia fe, se basa en la de aquellos testigos; y quizá no tanto por la información que nos transmitieron, sino porque su manera fértil y contagiosa de vivir al estilo de Jesús fue su mejor testimonio; el que en definitiva dio lugar al seguimiento de Jesús hasta nuestros días.

Nosotros hemos creído en Jesús «sin haber visto» y nos sentimos dichosos por ello, pero corremos el mismo riesgo que sus discípulos: que tratemos de amoldarlo a nuestra mentalidad, nuestra ideología o nuestros deseos, y que en realidad creamos en un mito estéril creado por nuestra mente a nuestra medida…

¿Cómo saberlo?

Pues la mejor forma es preguntarnos si nuestra fe en Jesús cambia o no cambia nuestra vida; si nos lleva a compadecer y compartir, a trabajar por la paz y la justicia, si nos hace más veraces, si nos mueve a perdonar, si nos libra de la esclavitud del dinero… y, en definitiva, si vivimos abrazados a la misión de proclamar la buena Noticia con nuestro modo de vivir; si nuestra vida es testimonio.

«Vosotros sois la sal de la Tierra, pero si la sal se vuelve insípida ¿con qué se la salará? No sirve más que para tirarla fuera… Vosotros sois la luz del mundo… No se enciende una lámpara para ponerla debajo del celemín»

Miguel Ángel Munárriz Casajús 

Para leer un artículo de José E. Galarreta sobre un tema similar, pinche aquí

Fuente Fe Adulta

Mi Señor y mi Dios = En ti encuentro la vida.

Domingo, 27 de abril de 2025

37ccc91824d528e3fab643f8cf002759DOMINGO 2º DE PASCUA (C)

(Jn 20, 19-31)

Estas cinco palabras son una proclamación de la fe cristiana porque a través de una experiencia personal e intransferible, la persona reconoce que el Jesús histórico que caminó, predicó, sanó…hace más de dos mil años, es el Cristo que existía desde el principio, el plan de Dios hecho persona para que todas podamos llegar a ser hijas en el Hijo.

Esta es la experiencia de resurrección de Jesús y la nuestra propia que nada ni nadie nos podrá arrebatar. Tomás no estaba cuando Jesús se presentó en medio de los discípulos después de su resurrección y ellos, a pesar de su entusiasmo, no consiguieron convencerle de que era Él y que le habían visto y tocado.

Tuvo que pasar otra semana, como pasa con los procesos, que se alargan en el tiempo hasta que la persona está preparada, y por sí misma reconoce a Cristo; a partir de esa experiencia empieza a vivir de manera diferente.

Pero Tomás no creyó porque vio con sus propios ojos y tocó con sus manos. Tomás vio precisamente porque creyó que el Jesús de Nazaret que él conocía muy bien, al que acompañó en muchos de sus viajes y a quien escuchó en innumerables ocasiones, con quien se sentó a la mesa y comió, el que fue crucificado y murió en la cruz, ese mismo Jesús era su Señor y su Dios.

Este es el punto que el autor desea remarcar antes de cerrar el evangelio:

Jesús le dijo. ¿Has creído porque me has visto? Dichosos los que sin ver creen.” Jn 20:29

Precisamente es para aquellos que creen sin ver para quienes el evangelio está escrito. Ni este evangelio ni ninguno de los otros intenta sustituir la experiencia de haber estado “allí” de manera presencial.

El evangelio es la proclamación no de acontecimientos sino de la verdad esencial: que Jesús de Nazaret de quien hablan es en verdad “Mi Señor y mi Dios” Jn 20:28.

La bienaventuranza pronunciada  por Jesús, “Dichosos los que sin ver han creído” no marca dos tipos de creyentes, dos clases de cristianos. No existen los discípulos de segunda clase, dice Kierkegaard. Todos estamos al mismo nivel cuando hablamos de la fe en quien es realmente  Jesús de Nazaret para nosotros.

Si la bienaventuranza estuviera en aquellos “que no han visto”, entonces, es la bienaventuranza de ser librados de la tentación que no  solo Tomás, sino todos los contemporáneos de Jesús podrían haber experimentado. Después de todo, de los miles que vieron y oyeron a Jesús, solo unos pocos en toda Palestina creyeron en él.

La frase de Tomás “A menos que vea…y meta mi mano” (Jn 20:25), hace eco de la frase de Felipe, “Señor. Muéstranos al  Padre y nos basta” (Jn 14:8). Ni Tomás, ni Felipe, ni ninguno de los discípulos de Jesús tanto del pasado como del presente se puede zafar de la verdad de esta afirmación de la carta a los Hebreos: “La fe es la convicción de las cosas que no se ven”  (Heb 11:1).

La fe, nos recuerda Pablo “viene de lo que se oye y lo que se oye viene de la predicación del Cristo” (Rm 10.17). Esto mismo se puede decir de las apariciones de la resurrección  como de todas las palabras, hechos y milagros de Jesús en este y en todos los evangelios.

¿Es para ti, es para mí Jesucristo mi Señor, mi Dios? ¿Es una afirmación que se ha quedado estancada o es un proceso en el que veo el cambio en mi vida a medida que lo pongo en práctica? ¿En qué se traduce en este momento concreto de mi vida?

La fe es para vivirla en comunidad, pero solo crece en la medida que cada uno de sus miembros alimenta diariamente esa relación personal con el Cristo que a cada una nos lleva por derroteros diferentes porque el amor nunca es igual, ni se puede copiar, es personal e intransferible.

Carmen Notario

Fuente Fe Adulta

La ignorancia pide pruebas.

Domingo, 27 de abril de 2025

Bulgaria.6-640x589Comentario al evangelio del domingo 27 abril 2025

Jn 20, 19-31

Está bien que la mente exija pruebas en todo lo que se refiere al mundo de los objetos, porque la experiencia nos dice que los humanos fácilmente caemos en la credulidad, dejándonos llevar por engañosos cantos de sirena.

Sin embargo, en la dimensión profunda de lo real no caben pruebas, lo cual no significa caer en una credulidad infantil. Significa permanecer en silencio y, acallada la mente, acoger lo que en el silencio se nos regala.

Es ignorancia pedir pruebas de la resurrección -como hace Tomás, en este relato-, porque supone confundir completamente los niveles o dimensiones de lo real. Parece que Tomás no practicaba mucho el silencio de la mente y eso explica que lo confundiera todo.

El silencio no pide pruebas. En realidad, no las necesita; esta necesidad es solo de la mente y del yo, en su ilusorio afán de controlar todo. El silencio nos sitúa en “otro lugar”, donde no hay preguntas ni petición de pruebas. Hay un hondo y luminoso descanso en el no-saber y acogida gozosa y agradecida de lo que ahí se nos quiera revelar.


Enrique Martínez Lozano

Fuente Boletín Semanal

En una Iglesia en la que Cristo está presente hay paz, alegría y aliento vital. (Gracias, Francisco).

Domingo, 27 de abril de 2025

IMG_0908Del blog de Tomás Muro La Verdad es libre: 

01.- A la muerte del papa Francisco.

      El lunes, 21 de abril, fallecía Jorge Mario Bergoglio, obispo de Roma, papa Francisco.

        Creo que ha sido un hombre, un pastor bueno que ha intentado llevar a la iglesia por caminos más evangélicos, una iglesia más sencilla, más de los pobres y humildes, “un hospital de campaña”.

        Quizás no ha conseguido, no ha podido llevar a cabo lo que soñaba y hubiese deseado, pero nos deja su idealismo, su espíritu.

        Los historiadores y los medios de comunicación dirán muchas cosas sobre Francisco.

        Me queda y me brota un sentimiento de agradecimiento hacia su persona, hacia su espíritu eclesial.

        Como buen pastor que ha sido, descansa ya en las “verdes praderas del Reino”.

02.- La Pascua en la Iglesia actual.

        Francisco ha vivido y ha muerto en Pascua. Nosotros también vivimos y moriremos en la Pascua del Señor.

        Los textos bíblicos son siempre los mismos, también los de Pascua. Pero las situaciones tanto personales como sociales y eclesiales cambian.

        El evangelio de hoy es un relato eclesial. JesuCristo no estaba presente en aquella comunidad eclesial (joánica) naciente y, por eso, se encontraban al atardecer (sin luz y sin “luces”), encerrada, con las puertas cerradas, con miedo a la sociedad (a los judíos), sin aliento vital, sin ganas de vivir.

        ¿No ha sido esta la situación de la iglesia en el largo y tardo postconcilio? Creo que ha sido el papa Francisco el que ha intentado remontar el vuelo en los doce años de su pastoreo como obispo de Roma. Ha intentado abrir puertas y caminos.

03.- ¿Y si nos remontamos al origen?

        Una comunidad cristiana, una iglesia en la que Cristo se hace presente vive en paz, con alegría y con espíritu, aliento vital

El texto de hoy se remonta al origen, al Génesis y a la resurrección: al primer día de la semana: a la luz y a la vida.

Jesús repite sobre los discípulos las mismas palabras que Dios pronunció  sobre Adán en el Génesis

Exhaló  su aliento sobre ellos y les dijo: recibid Espíritu, Vida. (Y Adán,- el ser humano- llegó a ser viviente, la comunidad cristiana se llenó de alegría, paz e ilusión (Espíritu).

        Cuando en la Iglesia no hay paz, cuando escasea o falta el espíritu y la alegría, volvamos al Espíritu del Señor, que se cernía en el caos inicial y en el caos eclesiástico. La presencia de Cristo nos confiere paz, alegría y espíritu, aliento vital y ganas de vivir.

04.- ¿No hemos intuido una Iglesia que mira al origen?

        El contexto eclesial de Francisco ha sido más evangélico que tiempos no lejanos. El paradigma ha cambiado. Lo principal ya no es el miedo, la doctrina y la ultraortodoxia a ultranza y contra quien sea. Hemos vuelto, al menos como mentalidad, al paradigma evangélico: Cristo, los pobres, el diálogo, la sencillez. Estamos en el núcleo central del evangelio del Señor: una iglesia sencilla, pobre, abierta a todos.

Hemos escuchado y visto que lo principal y central en la Iglesia es Cristo, no la Curia, ni el Magisterio. Cristo fundamenta el ministerio eclesial del magisterio, no al revés.

Suena a evangelio en estado puro escuchar que lo principal es la caridad: los pobres: una iglesia pobre y de los pobres. Una iglesia del buen samaritano es creíble y vivible. Una iglesia del Santo Oficio es más problemática.

Los gestos de Francisco han sido de sencillez:

  • las vestimentas cotidianas.
  • la celebración del jueves santo con los presos en una u otra cárcel de Roma. ¡El lavatorio de los doce”!: lava los pies de dos muchachas, una de ellas musulmana!
  • Francisco fue amante de la libertad de conciencia. En una audiencia con periodistas les decía: “muchos de vosotros no seréis creyentes, pero igualmente os bendigo…”
  • Llama la atención que en los doce años de pastoreo de Francisco no se ha condenado a ningún teólogo.
  • Y hemos visto cómo el pastor, Francisco, no impone nada, sino que pide a su iglesia que ore por él.
  • Hemos oído hablar de la periferia y no del “centro”.
  • Hemos oído hablar con afecto de y hacia los curas, hacia los pobres y “cartoneros”, hacia los emigrantes, hacia los marginados.

05.- Tomás no estaba en el grupo.

        Las grandes cuestiones de la vida son comunitarias: la familia, el pueblo, la cultura, el idioma,  la fe, los valores.

Tomás no estaba en el grupo. Por eso se marcha y no llega a la fe.

Es muy difícil vivir fuera del grupo, de la familia, del pueblo, de la propia cultura, de la comunidad cristiana.

Tomás vuelve a un grupo que “ha visto al Señor”, es decir un grupo que vive en paz, en alegría e ilusión. Si Tomás vuelve al grupo es porque en ese grupo se puede vivir y convivir en la paz y alegría del Señor. Nadie vuelve a Egipto o a Auschwitz.

Por eso dice a Cristo: ¡Señor mío y Dios mío!

¿Por qué se ha marchado tanta gente de la Iglesia y de la fe?

        ¿Por qué, como Tomás, se ha marchado tanta gente del grupo,  de la Iglesia?

        Es cierto que la iglesia se había tornado una institución cerrada, que infundía miedo., pero no es menos cierto, que han cambiado los “dioses” y los ídolos del pueblo. Hoy decimos “Señor mío y Dios mío” al dinero, a la patria, a las armas, al placer, etc.

¿Y si la iglesia fuese un remanso de paz, de sosiego, de convivencia, de contento, de vida? ¿Quién no quiere vivir en paz y alegría?

Algo de esto ha intentado sembrar el papa Francisco,

Gracias, Francisco, y descansa en paz. Amén.

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“Que podamos creer en el testimonio de la resurrección”, por Consuelo Vélez

Domingo, 27 de abril de 2025

IMG_0911De su blog Fe y Vida:

II Domingo de Pascua (27-04-2025)

Jesús se apaerce a los suyos pero las apariciones son la forma para decirnos que Jesús ha resucitado a una nueva vida, con otras características, con el cuerpo resucitado del que habla Pablo a los Corintios

Tomás no está con ellos y es la ocasión para que él haga una profesión de fe.

Las palabras de Jesús a tomás: dichosos los que sin ver creyeron, ya no son para Tomás sino para todos los que hoy tenemos que creer sin ver.

Este tiempo pascual y estos diferentes textos de apariciones de Jesús nos ayudan a profundizar en el núcleo de nuestra fe: Jesús ha resucitado

Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo:

“¡La paz esté con ustedes!”.

Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo:

“¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes”.

Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió:

“Reciban al Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”.

Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Los otros discípulos le dijeron:

– “¡Hemos visto al Señor!”.

Él les respondió:

– “Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré”.

Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo:

– “¡La paz esté con ustedes!”.

Luego dijo a Tomás:

“Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe”.

Tomas respondió:

– “¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dijo:

“Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!”.

Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro. Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.

(Juan 20, 19-31)

Este segundo domingo de Pascua continua con los textos de apariciones de Jesús a los suyos. En la vigilia pascual recordamos el texto de la tumba a la que van María Magdalena, Pedro y Juan y la encontraron vacía. Esta es otra manera de afirmar que Jesús no está entre los muertos porque ha resucitado. El evangelio de Juan, continua con la aparición a María Magdalena, pero este texto no lo ha colocado en la liturgia en este domingo, sino que pasa a la aparición a los discípulos que están encerrados por temor a los judíos.

Jesús literalmente se les aparece -no entró por la puerta- pero esto no se refiere a poderes extraordinarios de Jesús para atravesar las puertas, sino que es la forma de decirnos que Jesús, efectivamente, ha resucitado a una nueva vida, con otras características, con otro cuerpo, ese cuerpo resucitado del que Pablo le hablará a los corintios 1 Cor 15,42-44). Pero esa nueva manera de estar no está desconectada de su vida histórica y por eso les muestra sus manos y su costado. Y en esto va a consistir la afirmación de fe de los discípulos: el crucificado es el resucitado. En otras palabras, a la vida histórica de Jesús, Dios le ha dado su sí con la resurrección.

El relato continúa mostrando los dones escatológicos que trae la resurrección: la paz, el Espíritu Santo que los capacita para perdonar los pecados y el envío misionero.

Luego viene una segunda parte del texto, en la que el protagonista es Tomás que no estaba con ellos. Y lo que va a estar en juego es el creer sin ver, como lo hizo el discípulo amado en el evangelio del domingo pasado. Por eso, nuevamente el primer día de la semana, los discípulos están reunidos y esta vez si esta Tomás con ellos. Él ya había afirmado que no se iba a contentar con algún fantasma del que tal vez, él creía hablaban sus hermanos. Él quiere meter el dedo en sus clavos y la mano en su costado. Es decir, afirmar la resurrección del crucificado. En ese contexto vuelve Jesús a aparecerse a ellos y responde a la petición de Tomás. Pero lo que interesa es la frase del creer sin ver. Esta llamada ya no es para Tomás sino para todos los que hoy tenemos que creer sin ver. Recordemos que todo el evangelio de Juan quiere ser testimonio de fe para los que hemos de creer por lo que el evangelio nos relata.

Precisamente este tiempo pascual y estos diferentes textos de apariciones de Jesús nos ayudan a profundizar en el núcleo de nuestra fe: Jesús ha resucitado y nuestra vida dará testimonio o no lo dará de esta experiencia de fe. Dar testimonio del Resucitado es actuar como él actúo. De lo contrario, nuestra fe no da razón de lo que afirmamos. Que estos textos nos ayuden a renovar nuestra fe y ahondar nuestro testimonio.

(Foto tomada de: https://formacionpastoralparalaicos.blogspot.com/2020/04/ii-domingo-de-pascua-jesus-y-santo-tomas.html)

“Tu signo”, por Joseba Kamiruaga Mieza CMF.

Domingo, 27 de abril de 2025

IMG_0884De su blog Kristau Alternatiba (Alternativa Cristiana):

Abandonamos apresuradamente el sepulcro, dejando de buscar entre los muertos a uno que estuviera vivo.

O al menos así debería ser.

Así es como me gustaría que fuese. Para mí. Para ti. Por nuestras comunidades tan devotas del crucifijo y tan poco dispuestas al encuentro con el Resucitado.

Esto es lo que me gustaría en estos tiempos en que prevalecen la oscuridad y la desesperación. Y el miedo.

Porque sí, tienes razón, no es fácil convertirse a la alegría. Abandonar el dolor. No amarlo.

Creer, confiar, poder decir también que los discípulos se alegraron cuando vieron al Señor.

Esta alegría cristiana, que es tristeza superada, exige una conversión todavía más radical que el exigente camino de la Cuaresma, ¿verdad?

No te hagas la víctima, no te sientas el centro de una conspiración, deja de mendigar juicios positivos de los demás, deja de pensar que el mundo (y Dios) está en nuestra contra, trata de evitar por todos los medios el sufrimiento que la vida inevitable y necesariamente nos pone delante para poder crecer.

Todo el mundo está dispuesto a creer en Dios, siempre y cuando Él nos garantice una vida sin dolor.

O sin demasiado dolor. Muchos están dispuestos a sentarle en el banquillo de los acusados: porque Dios no detiene las guerras, después de que nosotros o nuestra indiferencia o nuestra pereza las hayamos provocado.

Hay un largo camino por recorrer.

El Gólgota y el sepulcro están a escasos metros de distancia. Pero se convierten en un abismo infranqueable si no dejamos de llorar sobre nosotros mismos, como María Magdalena, y de quejarnos, como los discípulos de Emaús.

El tiempo de Pascua es un viaje de la desesperación a la alegría.

Del miedo a la confianza. De la guerra a la paz del corazón.

Jesús ha resucitado, por supuesto. Ahora nos toca a nosotros resucitar.

Los discípulos, tanto hombres como mujeres, trabajaron duro.

Los apóstoles trabajaron duro.

Tomás luchó.

El gemelo

A Tomás le apodan Dídimo, que significa gemelo.

Tomás es semejante a nosotros, es idéntico a nosotros, nosotros somos Tomás. Yo soy Tomás.

Él es igual a nosotros en su fe sufriente, dubitativa y cojeando.

¡Cómo quisiéramos vivir la bienaventuranza que pronuncia Jesús!

¡Cómo nos gustaría, en serio, ser felices aunque no lo hayamos visto!

Para nosotros, sin embargo, la fe es más sufrimiento e inquietud que felicidad. Creemos, sí, claro, fuimos y vimos. El Evangelio se ha revelado a los ojos de nuestra alma como la respuesta más sencilla y creíble, coherente y armoniosa a las grandes preguntas de la vida.

Si Dios es bueno, ¿por qué experimentamos violencia y odio? ¿Por qué en este odio siempre sucumben los débiles y los inocentes? Si Dios es luz, ¿por qué la oscuridad ocupa tanto espacio en mis pensamientos?

Creemos, sí, pero ese dolor siempre está presente.

Tomás es nuestro gemelo en esta fe vacilante nuestra.

Pero se nos asemeja también en el sentimiento de profunda desilusión hacia los hermanos creyentes, hacia los hombres de Iglesia.

De esta Iglesia que describen como perdida, que aparece (a menudo) en problemas, que parece abrumada por los escándalos.

Los otros

¡Hemos visto al Señor! Sus amigos se lo dicen con entusiasmo.

Quizás sea admisible, pero ¿cómo puedes creerles? ¿Cómo podrán Pedro y Andrés decirle esto llenos de alegría?

Ninguno de ellos estaba presente bajo la cruz. Nadie testificó. Nadie murió por Él. Todos huyeron y toda su fe quedó destrozada ante el primer destello de la espada. Una fe falsa. Más hipócritas que los hipócritas fariseos.

Tomás se siente decepcionado y amargado consigo mismo.

Y no cree en el testimonio de quienes, como él, han mostrado toda su fragilidad disruptiva.

Él es nuestro gemelo, Tomás.

Cuando los hombres y mujeres de Iglesia nos hacen sufrir, cuando niegan las palabras que profesan, cuando dicen y no hacen. Tomás es el patrón desilusionado de tantas personas que no son capaces de ver la presencia del Resucitado en esta multitud heterogénea que somos.

Pero, a diferencia de nosotros, Tomás permanece. Él no se va dando un portazo.

Él no se siente mejor.

Permanece, en esta Iglesia inconsistente. Y lo hace muy bien. Porque Jesús viene especialmente por él.

Ocho días después.

No estaba allí la primera vez. Quizás no había pensado que fuera apropiado estar con sus amigos. Quizás se llenó de lágrimas sólo por estar en compañía. Tal vez le inquietaba el sentimiento de culpa que se había apoderado de los corazones de todos. Y así, se perdió aquel primer encuentro.

Paciencia. Dios también espera a los que llegan tarde, como él. Al igual que nosotros.

Ligereza

Aquí está el Resucitado. Ligero, bello, sereno. Él sonríe, emana una fuerza abrumadora.

Otros lo reconocen y vibran. Tomás, todavía herido, lo mira incrédulo.

El Señor se acerca ahora a él y le muestra las palmas de sus manos traspasadas.

«Tomás, sé que has sufrido mucho. Yo también he sufrido mucho: mira aquí».

Y Tomás cede. La ira, el dolor, el miedo y la confusión se derriten como la nieve al sol.

Ahora cae de rodillas y besa esas heridas y llora y ríe.

“¡Mi Señor! ¡Dios mío!”

Pronuncia la primera profesión de fe de un creyente. La más desafiante.

La más grande.

Creer sin ver no es creer sin ninguna evidencia.

Pero la prueba que Jesús da a Tomás es inesperada: el dolor compartido.

La fe dolorosa que llevamos en el corazón, las preguntas que a veces se convierten en dudas insoportables, pero sólo quien duda cree, son compartidas por el Señor. Es un dolor sano, una inquietud sana que nos lleva a escarbar en la vida, a no vivirla resignadamente, a mirar más allá.

La prueba más espectacular de la resurrección de Cristo: sus manos traspasadas, como traspasados están nuestros ojos y nuestros pensamientos.

Hasta aquí llega la misericordia de Dios.

Esta es la señal que cambió a Tomás. Y a muchos otros que no se no ha contado, escribe Juan.

Recuerda cuál fue tu signo.

Recuerda cómo descubriste que eras amado.

Joseba Kamiruaga Mieza CMF

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Comentarios Evangélicos y Reflexiones para el II Domingo de Pascua, 27 de abril de 2025

1.- Aquella paz que fluye de las heridas.

2.- En el corazón del cielo nuestro alfabeto del amor.

3.- Aquella presencia y aquella voz que nos hacen rendirnos.

4.- La Resurrección no cancela la cruz, culmen del amor.

5.- La invitación del Resucitado a superar las barreras.

6.- Tu signo.

Llamados al despertar.

Sábado, 26 de abril de 2025

Del blog Amigos de Thomas Merton:

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Algunas máximas espirituales de Pablo de Ors (Biografía de la luz).

Todos estamos llamados al despertar/El evangelio es la historia de nuestra propia vida: una guía para aprender a ser quienes somos y para tener el coraje de vivir de otra manera/Jesús no fue sólo un profeta, sino un extraordinario poeta que captó como pocos las aspiraciones y oscuridades del corazón humano y que supo expresarlas con admirable belleza”.

“También nosotros seamos o no conscientes, caminamos hacia nuestro Gólgota particular. Siempre nos dirigimos hacia la entrega de lo que somos. Siempre estamos subiendo, de un modo o de otro, a Jerusalén. Estamos optando permanentemente entre avanzar o retroceder, entre vivir caminando hacia la muerte o morir agarrándonos a la vida… Seguir a Jesús supone siempre caminar hacia un calvario”.

No aceptamos nuestra condición de peregrinos. No queremos padecer, morir ni resucitar, lo que significa que no queremos lo que esta vida implica… Desprenderse, entregarse, morir: ese es el plan…no es la lógica del mundo”. Es el camino del discípulo de Cristo.

“Llegar a uno mismo no es más que morir a quienes fuimos. Pocos han presentado la muerte como una fiesta… ¡Alégrate, caminante espiritual, pues vas a morir para nacer a tu verdadero yo!”.

Un templo es un lugar para educarse en el misterio. Por eso se entra en él con respetuoso silencio. Por eso se hacen allí reverencias, genuflexiones y postraciones… Para mostrar con el cuerpo que no pretendemos comprender ni dominar la realidad, sino respetarla”.

“La ley fundamental de todo camino espiritual es la aceptación de que la realidad no está ahí en primera instancia para ser comprendida y manipulada, sino para ser reconocida y agradecida”.

“El templo es el edificio en el que entramos para ser conscientes de que somos templo. El templo es un lugar sagrado porque nos recuerda, debería hacerlo, que somos sagrados. El templo es un cuerpo de piedra que apunta al cuerpo de carne y hueso que es cada ser humano. Si entras en el templo, es para entrar en tu cuerpo, no para quedarte en lo externo”.

El templo es también nuestra conciencia”.

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“Cuestiones de género”, por P. Joseba Kamiruaga Mieza CMF

Sábado, 26 de abril de 2025

IMG_0788Si se introduce el término «ideología» en un motor de búsqueda, hoy en día, las muchas sugerencias que se encuentran no se refieren a las ideologías de antaño, destinadas a adoctrinar para que no piense, sino al género, y a esta ideología del género se le atribuyen todo tipo de «maldad»: corrompe a los jóvenes, destruye las familias, favorece a los homosexuales, socava la moralidad, y así sucesivamente. Conclusión apresurada: esta ideología debe ser definitivamente rechazada. Lo que cuenta son solo los dos sexos (masculino y femenino) que, al copular, se aman y generan de forma totalmente natural hijos sanos, felices y heterosexuales. ¡Un bonito determinismo biológico!

Pero volvamos a la realidad. Porque no solo hay dos sexos (la biología, la psicología y la filosofía lo confirman), porque las relaciones sexuales no presuponen necesariamente el amor, porque el amor sigue siendo un complejo de emociones, racionalidad, elecciones, madurez, que no puede ni debe ser exclusivo de las parejas heterosexuales, parejas que, por cierto, no siempre respetuosos con la moral, no siempre capaces de cuidar de sus hijos, ni de hacer que crezcan bien.

La ideología de género es una fantasía que huele a retórica maliciosa. La teoría de género no. Hace algunas décadas se comprendió que el término «mujeres» era incorrecto para referirse a las hembras, y el término «hombres» para referirse a los «varones»: los genitales siguen siendo una cosa, los roles sociales, culturales, etc., otra. Para resaltar la diferencia entre la pertenencia biológica (mujeres y hombres) y los roles socioculturales, se empezó a hablar en los círculos académicos de género para indicar precisamente la diferencia sexual entre mujeres y hombres, por un lado, y la diferencia entre mujeres y hombres, por otro. Estoy simplificando, ya que he especificado que no solo existen dos sexos.

Parecía todo sencillo, pero las cosas se complicaron a medida que se desarrollaba la teoría de género. El determinismo o el destino biológico no parece haber desaparecido de ningún horizonte conceptual. Basta pensar que, en los no lejanos años setenta, en los Estados Unidos de América, en plena revolución sexual, una de las razones en contra de la posibilidad de que las mujeres pilotaran aviones era el hecho de que su inestabilidad hormonal (¿y, por tanto, mental?) era mensual. O que solo recientemente las características del trastorno disfórico premenstrual, ya presente en el apéndice del DSM (la biblia de los psiquiatras) IV, en la última versión, la V, resultan mucho más marcadas y destacadas.

Sobre este supuesto destino biológico, al final debe prevalecer la sabiduría, pero también el debate. A partir del material en bruto de la biología, la teoría de género nos ayuda a comprender que el sexo y la sexualidad humana no deben ser «instintivos», sino que son moldeados por nosotros, los humanos, por nuestra cultura y nuestra sociedad. Sin embargo, la categoría por excelencia social sigue siendo la de género. Lo social no está determinado de una vez por todas y, por lo tanto, es modificable. Es evidente que lo social puede resultar opresivo, en el sentido de que, si eres mujer, debes comportarte como tal según los estándares de tu sociedad, asumiendo los roles que esta te atribuye, y lo mismo vale para los hombres. Sin embargo, hombres y mujeres pueden salir de este estado de cosas, no por transgresión, sino porque se dan cuenta de lo poco éticos que son algunos estándares, por ejemplo, el de la subordinación de las mujeres a los hombres, o en cualquier caso, la desigualdad de los roles que desempeñan. No olvidemos nunca echar un vistazo a la brecha de género. Al deshacernos de los estándares insensatos, los hacemos irrelevantes al menos para nosotros mismos, adquirimos una mayor libertad de ser y hacer, e incluso de a quién queremos amar. ¿Qué hay de malo en ello? Solo se necesita, de hecho, tener una cierta dosis de valentía. Por supuesto, este coraje puede conducir a la homosexualidad, pero no necesariamente, y los amores homosexuales suelen contener una mejor ética, ya que los roles dentro de la pareja resultan más igualitarios que los de las parejas heterosexuales. Aquí nos encontramos ante un buen dilema para los ideólogos del género, que querrían abolir la categoría de género. De hecho, no comprenden que lo que ellos aborrecen, como el amor homosexual, puede ser precisamente una consecuencia rápida de la caída de esa categoría.

Podríamos seguir. Por ejemplo, ¿habéis pensado alguna vez que un individuo puede  tener sexo femenino (o masculino) y pertenecer al género «opuesto», es decir, ser un hombre (o una mujer)? ¿O que no todas las mujeres son diferentes de todos los hombres? Por ejemplo, muchas mujeres siguen siendo sexualmente cosificadas en las sociedades occidentales gracias a los roles de género aceptados, pero algunas consiguen mantenerse al margen. ¿O que en el momento en que se rechazan los roles sociales impuestos, se consigue desarrollar una verdadera personalidad, fuera de los roles de género?

La creencia de que todas las mujeres presentan similitudes sigue siendo solo normativa, es útil para obligarlas a comportarse de ciertas maneras, para legitimar ciertas prácticas y para deslegitimar otras. Sirve, por ejemplo, para respaldar el hecho de que a hombres y mujeres se les reserven roles sociales y sexuales distintos desde el punto de vista cognitivo, por ejemplo, que hombres y mujeres deben respetar normas de género diferentes, que los rasgos físicos y psicológicos de los hombres deben ser masculinos, mientras que los de las mujeres deben ser femeninos. Y la tradición, a la que los defensores de la ideología de género apelan a menudo como si fuera sagrada, ha legitimado sin duda el dualismo hombre/mujer, al que se han aplicado categorías consideradas antagónicas como masculino/femenino, racional/irracional, activo/pasivo, cultural/natural, objetivo/subjetivo, etc. Estas contraposiciones deben rechazarse por ser absurdas, injustas y superfluas, ya que no hacen más que asegurar a los hombres un orden simbólico superior y a las mujeres un orden simbólico inferior.

Sobre el género habría mucho más que decir, pero este no es el lugar. Lo que importa sigue siendo la clara distinción entre la ideología de género, llena de prejuicios, y la teoría de género, que nos lleva a razonar, en un momento en el que razonar parece un pecado mortal.

P. Joseba Kamiruaga Mieza CMF

Las personas transgénero forman parte de los ritos funerarios del Papa Francisco hoy

Sábado, 26 de abril de 2025

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El féretro del Papa Francisco fue acompañado por ujieres papales y la guardia suiza del Vaticano a principios de esta semana. (Vatican Media)

Un grupo de personas transgénero se encuentra entre las aproximadamente 40 personas seleccionadas para formar una guardia de honor en las escaleras de la Basílica de San Pedro para ofrecer el último adiós al Papa Francisco al concluir su misa fúnebre hoy, informó Vatican News.

El reportaje explicó por qué se incluyó a las personas transgénero en este grupo especial:

Para ellas, las “últimas” de la sociedad, esta vez será un privilegio ser las últimas. Las últimas en despedir a Francisco antes del entierro del féretro, que tendrá lugar entre la Capilla Paulina (la capilla del icono de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la Basílica de Liberia, como lo deseó el Pontífice, tras el funeral en la Plaza de San Pedro”.

También se explicaron otros detalles de este gesto litúrgico:

Todos llevarán una rosa blanca en la mano. Serán unas cuarenta, todas colocadas la mañana del sábado 26 de abril en la escalinata de Santa María la Mayor. Pobres, personas sin hogar, presos, personas transgénero y migrantes se despedirán, pero sobre todo darán las gracias, a un Papa que para muchos de ellos fue como un padre”.

Estos detalles fueron proporcionados por teléfono por el obispo Benoni Ambarus, obispo auxiliar de Roma, quien explicó que la idea surgió de una conversación entre él y el maestro de ceremonias del Vaticano, Mons. Diego Ravelli.

En honor al compromiso tenaz y decisivo de Francisco con los pobres y marginados del mundo, ambos prelados decidieron reunir a una representación de las diversas categorías de personas vulnerables, incluyendo personas sin hogar, migrantes, presos o ex presos y familias pobres. La idea es que todas las personas predilectas del Papa lo acompañaran en sus últimos pasos.

Francis DeBernardo, Director Ejecutivo del New Ways Ministry, comentó:

El propio Papa Francisco no podría haber ideado un homenaje más apropiado para resumir su ministerio, ni una lección más contundente sobre el tipo de alcance que intentaba enseñar a la iglesia a practicar”.

DeBernardo añadió:

El hecho de que personas abiertamente transgénero desempeñen un papel importante en una liturgia formal del Vaticano bien podría ser el primer milagro de los varios necesarios para canonizar al Papa Francisco, una realidad que muchos de nosotros ya conocemos”.

Ambarus explicó que las personas transgénero seleccionadas son aquellas que conoce personalmente y a quienes acompañamos a través de una pequeña comunidad de monjas que trabajan con ellas.

Tienen historias muy hermosas”, continuó Ambarus. “Una en particular, cuando nos conocimos incluso antes de Navidad, acababa de firmar su primer contrato laboral con la ayuda de Cáritas Roma [una organización caritativa católica]. Estaba emocionadísima”.

También estarán presentes presos de la cárcel de San Rebibbia, la prisión romana cuyas puertas Francisco abrió como Puertas Santas para el Jubileo de la Esperanza de 2025. Ambarus estuvo presente en ese profundo gesto, elogiando a Francisco por convertir una prisión en una catedral por un día.

Los planes funerarios buscan honrar las prioridades de Francisco, por supuesto, pero también brindar consuelo a las personas vulnerables que ha dejado atrás y recordar a la Iglesia y al mundo que no olviden a sus “hijos predilectos“, dijo Ambarus. Continuó:

Queda para ellos, para las personas que viven esta realidad carcelaria, un gran sentimiento de orfandad, porque esto es lo que escucho, esto es lo que me escriben, esto es lo que me cuentan. Se sienten huérfanos de padre, por un lado; por otro, me escribieron el otro día: ‘Seguiremos apegados a esa esperanza a la que nos invitó a aferrarnos'”. Y esta esperanza también es que «la sociedad civil y todos nosotros no los olvidemos, como el Papa Francisco nos invitó a menudo a hacer».

–Jeromiah Taylor, Ministerio New Ways, 26 de abril de 2025

Fuente New Ways Ministry

Cuáles fueron los hitos y pendientes del Papa Francisco y la agenda LGBT

Sábado, 26 de abril de 2025

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Durante su gestión en el Vaticano, el Papa Francisco en más de una ocasión se refirió a las personas LGBT.

22 de abril de 2025
Agencia Presentes

Desde que asumió como Papa en 2013, pero también en su etapa de cardenal, Francisco Bergoglio se expresó en distintas ocasiones sobre los derechos de las mujeres y de las personas de la diversidad sexual, terreno en que la Iglesia Católica ha mantenido, salvo contadas excepciones, posiciones muy retrógradas. Si bien el Papa se alineó a su institución, tuvo actitudes, a veces contradictorias, pero más progresistas que sus antecesores.

En contra del Matrimonio Igualitario, a favor de la unión civil 

El cardenal Bergoglio fue en 2010 uno de los principales detractores de la Ley de Matrimonio Igualitario, durante el debate de la normativa en el Congreso de la Nación y su posterior aprobación en Argentina. Como Papa nunca aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero tuvo gestos de apertura a la diversidad sexual que marcaron hitos en la historia de la Iglesia católica.

En diciembre de 2018, el Vaticano autorizó por primera vez la bendición de parejas homosexuales. Lo hizo a condición de que esta se realice por fuera de los ritos de la liturgia para que no sea confundida con el matrimonio.

También se mostró a favor de la unión civil de personas LGBTIQ+: “La gente homosexual tiene derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Nadie debería ser expulsado o sentirse miserable por ello”, dijo el entonces líder de la Iglesia católica en el documental Francesco.

Homosexualidad: “Somos todos hijos de Dios

En 2023 recapituló sus mensajes sobre homosexualidad. En una entrevista para Periodismo Puro, programa de Jorge Fontevecchia (Argentina), dijo que no era un delito y habló de aceptar a la diversidad.

Hablé tres veces de la homosexualidad. La primera cuando dije esta frase: ‘Si una persona es homosexual y busca a Dios, ¿quién soy yo para juzgarlo?’. Segundo, cuando dije a un papá y a una mamá: ‘Nunca echen de la casa a un hijo o una hija homosexual. Acéptenlo, elaboren eso en familia’. Y la tercera, donde hablé de la criminalización. Lamentablemente hay 30 países más o menos que criminalizan hoy en día la homosexualidad. Eso es muy grave. Todos los hijos de Dios y cada uno busca a Dios y lo encuentra por el camino que puede. Dios solamente aparta a los soberbios, los demás pecadores estamos todos en la fila”, dijo entonces.

En sintonía, en otra entrevista con The Associated Press de enero de 2023, distinguió los conceptos “pecado” y “delito”.

En respuesta a una pregunta sobre la postura de la Iglesia sobre la homosexualidad, dijo: “Somos todos hijos de Dios. Y Dios nos quiere como estamos y con la fuerza que luchamos cada uno por nuestra dignidad. Ser homosexual no es un delito. ‘Si, pero es pecado’ (dicen). Bueno, pero distingamos pecado de delito. Porque también es pecado la falta de caridad con el prójimo. ¿Y vos cómo andás? Cada hombre y cada mujer tiene que tener una ventana en su vida donde pueda volcar su esperanza y donde pueda ver la dignidad de Dios. Y ser homosexual no es un delito, es una condición humana”.

Sobre las personas travestis y trans

En la película Amén, Francisco responde, el Papa fue entrevistado por varias personas jóvenes, entre ellas una persona no binaria que le preguntó sobre las identidades trans y no binarias. Su respuesta se hizo viral.

-¿Ve un espacio en la Iglesia para las personas trans y las personas no binarias o el colectivo LGTB?

Toda persona es hija de Dios, toda persona. Dios no rechaza a nadie, Dios es padre. Yo no tengo derecho a echar a nadie de la Iglesia, más un deber es recibir siempre. La Iglesia no puede cerrarle la puerta a nadie.

-¿Y qué piensa de aquellas personas de iglesia o sacerdotes que promueven el odio y utilizan la Biblia para sustentar esos discursos de odio?

Esa gente son infiltrados (risas). Son infiltrados que aprovechan la escuela de la iglesia para sus pasiones personales, para su estrechez personal. Es una de las corrupciones de la iglesia, ¿no cierto? Esas ideologías cerradas que en el fondo toda esa gente tiene un drama interno, un drama de incoherencia interior muy grande, que viven para condenar a los demás porque no saben pedir perdón por sus propias faltas. En general uno de estos tipos de condena es un incoherente, tiene algo adentro, entonces se libera condenando a los otros, cuando tendría que agachar la cabeza y mirar su culpa. Pero el día que la iglesia pierda su universalidad, ciegos, sordos, cojos, buenos, malos, todos deja de ser iglesia. Todos tienen cabida.


Sobre la “Ideología de género

Durante las entrevistas que brindó en los últimos años, el Papa Francisco aludió a la agenda transfeminista como “ideología de género”.

Una de esas ocasiones fue en una entrevista a la periodista Elisabetta Piqué en el diario La Nación. “Siempre distingo lo que es la pastoral con las personas que tienen orientación sexual diversa de lo que es la ideología de género. Son dos cosas distintas. La ideología de género, en este momento, es de las colonizaciones ideológicas más peligrosas”, expresó.

En esa misma entrevista, tras ser consultado por el DNI binario que existe en la Argentina, dijo. “Hay gente un poco ingenua que cree que es el camino del progreso y no distingue lo que es respeto a la diversidad sexual o a diversas opciones sexuales de lo que es ya una antropología del género, que es peligrosísima porque anula las diferencias, y eso anula la humanidad”.

Un año después de esa entrevista, en marzo de 2024, el Papa Francisco recibió en audiencia a los participantes en la conferencia “Hombre-Mujer Imagen de Dios. Por una antropología de las vocaciones”, promovida por el Centro de Investigación y Antropología de las Vocaciones. Allí, se expuso su texto “Borrar la diferencia es borrar la humanidad”.

El peligro más feo, más feo es la ideología de género de nuestro tiempo, que borra las diferencias y hace que todo sea igual; borrar la diferencia es borrar la humanidad. El hombre y la mujer, en cambio, se mantienen en fecunda ‘tensión’”.

Derecho al aborto

En distintas oportunidades a lo largo de los años, asoció al aborto con un asesinato. “No se debe esperar que la Iglesia cambie su posición en este tema. Quiero ser completamente honesto al respecto. No es un tema que esté sujeto a supuestas reformas o “modernización”. No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana. Pero también es cierto que hemos hecho poco para acompañar adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy difíciles, en las que el aborto se les presenta como una solución rápida a sus profundas angustias, especialmente cuando la vida que crece en ellas ha surgido como consecuencia de la violencia o en un contexto de extrema pobreza. ¿Quién puede dejar de entender situaciones tan dolorosas?”.

No obstante, desde la despedida de la agrupación Católicas por el Derecho a Decidir rescataron su gesto en el documental “Amén, Francisco responde”, cuando recibió a un grupo de jóvenes. “En aquel grupo de jóvenes estaba nuestra compañera Milagros Acosta, una catequista santiagueña integrante de nuestra organización. Fue en ese espacio donde, de su mano, el Papa recibió generosamente nuestro símbolo de lucha: el pañuelo verde. Aquel gesto simple y profundo representó un momento de reconocimiento, no solo hacia ella, sino hacia miles que, desde la fe y desde los feminismos, seguimos luchando por una vida digna para todes.”

Líderes católicos LGBTQ+ reaccionan a la muerte del Papa Francisco

Sábado, 26 de abril de 2025

IMG_0890Tras la muerte del Papa Francisco, las reacciones a su papado han dominado la prensa. Bondings 2.0 está recopilando reacciones sobre el legado LGBTQ+ del Papa desde diversos sectores de la iglesia, defensores LGBTQ+ y la sociedad civil de todo el mundo. Presentaremos reacciones en una serie de publicaciones esta semana.

La entrega de hoy ofrece algunos comentarios proporcionados por líderes del ministerio católico LGBTQ+. La mayoría destaca la calidad sin precedentes de su enfoque LGBTQ+, con muchas reflexiones sobre las interacciones personales que tuvieron con el difunto pontífice. Casi todos están agradecidos por el acercamiento de Francisco a los católicos LGBTQ+, y algunos expresan la esperanza de que el próximo Papa siga el ejemplo de Francisco. (Para la respuesta del New Ways al fallecimiento del Papa Francisco, haga clic aquí.)

En un homenaje particularmente sentido, el católico gay casado Christopher Vella, quien se desempeña como copresidente de la Global Network of Rainbow Catholics, (Red Global de Católicos Arcoíris), expresó su dolor por la muerte de Francisco, así como su eterna gratitud y su esperanza en el futuro de la Iglesia:

IMG_0933Chris Vella

Tuve la gracia de conocer a nuestro querido Francesco hace un par de años, cuando, junto con otros líderes de la Red Global de Católicos Arcoíris, lo conocimos durante la audiencia semanal de octubre de 2023. Recuerdo claramente sus palabras, animándonos a seguir trabajando con nuestra comunidad LGBTIQ+: ¡Andare avanti! ¡Sigan adelante! Sembrad la buena nueva. Sembrad esperanza. Esto es probablemente lo que nos dice ahora mismo, al dejarnos para ir a la Casa del Padre. Aunque parezca contradictorio que tuviera que dejarnos durante este Año Jubilar de la Esperanza, nos anima a no perder la esperanza y a confiar nuestra Iglesia al Espíritu Santo, fuente de toda esperanza”.

IMG_4106Marianne Duddy-Burke

En un artículo para The Advocate, Marianne Duddy-Burke, directora ejecutiva de DignityUSA y copresidenta de la Red Global de Católicos Arcoíris (GNRC), resumió el legado LGBTQ+ de Francisco de esta manera:

Durante el papado de Francisco, las personas LGBTQ+, nuestras preocupaciones, necesidades y dones, se convirtieron en parte integral de la Iglesia. Ya no somos invisibles ni sin voz. Este es el legado perdurable de Francisco para nuestra comunidad”.

En una declaración publicada en el sitio web de DignityUSA, Duddy-Burke también reconoció que el legado del Papa Francisco también mostró algunos puntos ciegos:

Aun con el reconocimiento de tantas palabras y acciones positivas, las enseñanzas de la Iglesia e incluso algunos documentos recientes del Vaticano siguen siendo problemáticos. Muchas personas y familias LGBTQ+ acogieron con satisfacción el pronunciamiento de que las parejas del mismo sexo pueden ser bendecidas por sacerdotes y permitir que las personas transgénero sean bautizadas y sirvan como padrinos. Sin embargo, la equiparación de Dignitas Infinita de la necesidad de las personas transgénero de aceptar su género con males como la pobreza y el abuso sexual, y su incapacidad para cambiar las enseñanzas catequéticas que afirman que ser gay es incompatible con el plan de Dios para la humanidad, continúa generando discriminación e incluso violencia”.

IMG_0939Yunuen Trujillo

Un análisis de la relación de Francisco con la jerarquía estadounidense, publicado en America, incluyó una cita de Yunuen Trujillo, miembro de la junta directiva de New Ways Ministry, quien dijo que el poder de los actos simbólicos de Francisco empoderaba a los católicos a ser inclusivos:

Para quienes ya sentían en su corazón que querían ser acogedores, pero que también sentían que la Iglesia les exigía lo contrario, el Papa Francisco les hizo sentir que tenían permiso para ser acogedores.”

Joe Stanley, presidente de LGBT Catholics Westminster (Católicos LGBT de Westminster), la extensión pastoral de la Diócesis de Londres del Reino Unido, recordó la que quizás sea la declaración más famosa del Papa Francisco con respecto a las personas LGBTQ+:

IMG_0935Joe Stanley

Como católicos LGBT+, recordamos especialmente el comentario que hizo al regresar de Brasil en julio de 2013: «Si alguien es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?».

“La humildad, compasión y respeto demostrados en esta declaración no cambiaron, por supuesto, la enseñanza católica sobre el tema, pero marcaron un cambio importante de tono respecto al de sus predecesores, y nos alentó mucho en nuestra misión de ocupar nuestro lugar en el Cuerpo de Cristo”.

También nos animó mucho la cálida bienvenida que nos brindó Su Santidad durante varias audiencias con él en el Vaticano, así como, por ejemplo, su continua relación con la comunidad trans en Roma.”

IMG_0938Martín Pendergast

Sobre el encuentro que los católicos LGBT de Westminster tuvieron en 2016 con el Papa Francisco, el secretario del grupo, Martin Pendergast, recuerda lo siguiente al Gazette-Herald del Reino Unido:

Fue un encuentro breve, pero con mucha calidez, y les estrechó la mano a todos. Cuando le expliqué que éramos un ministerio oficial de la diócesis, dijo: «¡Qué maravilla! ¡Qué maravilla.

IMG_0940Stan “JR” Zerkowski

Stan “JR” Zerkowski, director ejecutivo de Fortunate Families y director de Catholic, dijo al Bay Area Reporter que Francisco será recordado por luchar contra “la globalización de la indiferencia”. Continuó:

Lo hizo tratando a cada persona como un hijo valioso y precioso de Dios. La aplicación pastoral con generosa misericordia fue su misión para los líderes de la Iglesia.

El padre jesuita James Martin escribió una reflexión para Outreach sobre su conexión con Francisco, una que nunca esperó tener. Cabe destacar que reflexiona sobre las consecuencias del uso por parte de Francisco de un insulto italiano para los hombres homosexuales en una reunión a puertas cerradas con la conferencia episcopal de Italia. Martín tomó una oportunidad de discutir el asunto con el Papa, quien al verlo nuevamente agradeció a Martín por su desafío:

IMG_0941 P. James Martin, SJ

Entonces el Papa dijo: «Gracias por nuestra reunión del otro día. Me fue útil. Necesitaba escuchar eso». Él sonrió y me dio un pulgar hacia arriba.

Pensé: ¿Quién hace esto? ¿Quién agradece a alguien por una reunión difícil? ¿Quién agradece a alguien por ser desafiado? La respuesta: una persona abierta al Espíritu Santo. Una persona que no tiene miedo de escuchar. Una persona verdaderamente humilde. Algo así no te convierte en una persona santa por sí solo, pero es una parte importante de la santidad.

Reconociendo la frustración que sienten algunos defensores de la reforma de la Iglesia ante la falta de cambios doctrinales y disciplinarios realizados durante el papado de Francisco con respecto a las cuestiones LGBTQ+, Martin evaluó el impacto del ministerio pastoral de Francisco como totalmente positivo:

Todos estos gestos, encuentros y deseos de encuentro fueron en sí mismos una forma de enseñanza. Como Jesús, Francisco enseñó no solo con palabras, sino con hechos. Y los católicos LGBTQ y sus familias me han repetido repetidamente la gran diferencia que ha supuesto este cambio de enfoque.”

En un artículo de opinión aparte en el New York Times sobre Francisco, Martin mencionó el cambio radical del Papa respecto al trato que dieron sus predecesores al Ministerio New Ways y a su cofundadora, la Hna. Jeannine Gramick, como un ejemplo de su “enseñanza” indirecta.

IMG_4121Michael O’Loughlin

El director ejecutivo de Outreach, Michael O’Loughlin, escribió sobre su propia experiencia como católico gay y casado, y atribuyó al Papa Francisco la renovación de su fe:

Al tratar a los católicos LGBTQ como miembros plenos de la Iglesia, al crear un espacio para que compartamos nuestras historias, Francisco aseguró que se escribirán muchos más capítulos; el único límite es nuestro propio compromiso de vivir radicalmente el Evangelio”.

–Jeromiah Taylor, New Ways Ministry, 23 de abril de 2025

Para mayor información:

Bondings 2.0: Pope Francis’ Easter Passing Invites Us to Meet Christ on the Way to Galilee —(El paso de Pascua del Papa Francisco nos invita a encontrarnos con Cristo en el camino a Galilea) — Un hombre transgénero católico reflexiona sobre la muerte del Papa Francisco ocurrida el lunes de Pascua.

Fuente New Ways Ministry

Cardenales homófobos conspirando y amenazando…

Sábado, 26 de abril de 2025

IMG_1012Müller amenaza con un posible cisma si no se elige a un Papa ortodoxo

Su soberbia no soportó el haber sido cesado y busca su venganza amargada

El cardenal Gerhard Müller ha asegurado que la Iglesia católica se enfrenta al riesgo de un cisma si el próximo Papa sigue la línea más cercana al Evangelio impulsada en los últimos tiempos. El purpurado ha manifestado cómo ve la situación actual de la Iglesia en una entrevista concedida al periodista Tom Kington del diario británico The Times, realizada en su lujoso apartamento situado a escasos metros del Vaticano.

En vísperas del cónclave que elegirá al sucesor de Francisco, Müller ha asegurado  a The Times, con el cinismo que le caracteriza,  que “la Iglesia no es un juego de poder como el que muestra esa película”, en referencia a la reciente película Conclave, a la que tildó de irrelevante respecto a la realidad del proceso de elección papal.

Afirmó que hablará en las congregaciones generales, que comenzarán tras el funeral del papa, porque considera que “se lo debe a su conciencia”, suponemos que cuando la encuentre… Según explicó, “la alternativa sería una Iglesia que corre el riesgo de dividirse en dos si no se elige a un papa ortodoxo”, así, con un par…

El cardenal perseguidor de las disidencias, aseguró que “ningún católico está obligado a obedecer una doctrina que sea errónea” y añadió que “el catolicismo no consiste en obedecer ciegamente al Papa sin respetar las Sagradas Escrituras, la tradición y la doctrina de la Iglesia”.

Müller expresó a The Times su desacuerdo con algunas decisiones tomadas durante el pontificado de Francisco, como la bendición a parejas del mismo sexo autorizada en 2023. Aunque el Vaticano señaló que la medida no implicaba la aprobación del matrimonio homosexual, Müller sostiene que “era obviamente contraria a la doctrina de la Iglesia” y defiende que “Dios instituyó el matrimonio entre un hombre y una mujer”.

También se mostró crítico con el concepto de “fraternidad” entre católicos y musulmanes, subrayando que “los católicos son hermanos y hermanas en Cristo”. En relación con la política exterior del Vaticano, cuestionó el acuerdo con China sobre el nombramiento conjunto de obispos, y lo comparó con la política de apaciguamiento hacia los regímenes totalitarios de los años treinta: “No se pueden hacer pactos con el diablo”, afirmó, pero por lo que parece si con Trump…

El cardenal declara en la entrevista que el próximo Papa no debe ”buscar el aplauso del mundo secular, que ve a la Iglesia como una organización humanitaria que hace trabajo social”. En su opinión, el futuro pontífice debe centrarse en “la verdad revelada”.

En absoluta contradicción con su constante aparición mediática buscando influir en el Cónclave, advirtió sobre la influencia de los medios de comunicación en la percepción de los cardenales electores: “Existe el riesgo de que digan: “Debemos continuar””. En cambio, indicó que los electores “tienen la responsabilidad de elegir a un hombre que sea capaz de unificar a la Iglesia en la verdad revelada”.

Lanzando un venenoso “cóctel molotov”,  rechaza las etiquetas de “liberal” o “conservador”, señalando que “la cuestión no es entre conservadores y liberales, sino entre ortodoxia y herejía”. Y concluyó con un indecente escupitajo: “Rezo para que el Espíritu Santo ilumine a los cardenales, porque un papa hereje que cambie cada día según lo que digan los medios sería catastrófico”.

 

Fuente Agencias

Una de cada 3 mujeres lesbianas ha sufrido acoso

Sábado, 26 de abril de 2025

IMG_1007Según la encuesta Estado LGTBI+ 2024 elaborada por la Federación Estatal LGTBI+ con datos de 40dB

La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+) alerta de que 1 de cada 3 mujeres lesbianas ha sufrido acoso y 1 de cada 10 ha sufrido una agresión física o sexual. Así se desprende de la investigación Estado LGTBI+ 2024, elaborada por la Federación Estatal LGTBI+ con datos de la agencia 40dB. Además, desvela que el 35% de las lesbianas de entre 18 y 24 años (generación Z) ha sufrido acoso escolar.

Así, con motivo del Día de la Visibilidad Lésbica, que se conmemora este sábado, 26  de abril, la coordinadora del Grupo de Políticas Lésbicas de la Federación Estatal LGTBI+, Inés B. García, explica que las mujeres lesbianas están expuestas a un elevado grado de violencia en todos los ámbitos.  “Al margen del acoso y la violencia física y sexual, enfrentamos también discriminación laboral, hipersexualización y estigmatización en ámbitos tan diversos como la cultura, la política, la sanidad, el deporte o la educación”, alerta.

En España, aunque contamos con marcos legales que reconocen nuestros derechos, la igualdad real sigue sin llegar a todas. La lesbofobia, alimentada por los discursos de odio, sigue estando presente en nuestras calles, en las aulas, en los medios de comunicación y en las instituciones”, expone.  En este sentido, apunta que “además, ser lesbiana racializada, migrante, tener alguna discapacidad, vivir en un entorno rural o ser joven o de edad avanzada, aumenta los niveles de vulnerabilidad y discriminación”.

La Federación Estatal LGTBI+ reivindica un Pacto de Estado contra los Discursos de odio hacia los grupos vulnerables

Por eso, la Federación Estatal LGTBI+ reivindica un Pacto de Estado contra los Discursos de odio hacia los grupos vulnerables, que evite la legitimación de la violencia y la estigmatización desde los ámbitos públicos y las redes sociales. “Exigimos un compromiso institucional firme frente a los discursos de odio así como políticas públicas con perspectiva interseccional y una educación en diversidad afectivo-sexual real y efectiva, que ayude a combatir el acoso escolar, la desinformación y los prejuicios”, declara García.

Además, manifiesta que “las mujeres lesbianas reivindicamos la existencia de referentes visibles, de representaciones dignas y diversas en todos los espacios”. “No aceptamos retrocesos. Nuestros derechos no se debaten, se garantizan y nos vemos obligadas a seguir defendiéndolos ante la amenaza de los movimientos ultras antiderechos que cada vez toman más fuerza a nivel internacional”, declara.

NOTA. Día de la Visibilidad Lésbica 24042025

 

Fuente FELGTBI+

Recordatorio

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