Juan de Yepes, hijo de Gonzalo de Yepes y de Catalina Álvarez, nació en Fontiveros (Ávila) en el año 1542. Tras una niñez llena de miseria, entró en 1563 en el Carmelo. En 1567, año de su ordenación sacerdotal, conoció a Teresa de Jesús en Medina del Campo y decidió seguirla en la fundación de la nueva familia del Carmelo. Fue primero carmelita descalzo en Duruelo, en 1568, y ocupó a continuación el cargo de maestro y formador.
En 1572 lo reclamó Teresa para confesor del monasterio de la Encarnación del que era priora. Fue perseguido y encerrado, entre diciembre de 1577 y agosto de 1578, en la cárcel conventual de Toledo, donde realizó una fuerte experiencia del sufrimiento y de la «noche oscura». Tras salir de la cárcel, se incorporó a la vida de la naciente Reforma y ocupó el cargo de superior en Segovia. Murió en Ubeda el 14 de diciembre de 1591. Fue canonizado por Benedicto XIII en 1726 y proclamado doctor de la Iglesia por Pío XI el 24 de agosto de 1926.
En la Fiesta del poeta enamorado de lo Indecible, Juan de la Cruz, traemos esta preciosas palabras… Hasta su prosa es poesía. El ritmo y la cadencia lo acompañan en revestir de palabra lo inefable.
La obra de Juan es un tratado ecológico, una espiritualidad telúrica. La primera mitad del Cántico Espiritual es un canto de amor a la creación y de comunión con ella. Versos arrobadores que cantan el desposorio con la creación. La relación entrañable con el cosmos, con la madre tierra, muestra una espiritualidad telúrica admirable:
“Buscando mi amores…
¡Oh cristalina fuente…!
Mi Amado las montañas…
La música callada
la soledad sonora
la cena que recrea y enamora”.
*
Cántico espiritual
***
“Míos son los cielos y mía es la tierra; mías son las gentes, los justos son míos y míos los pecadores; los ángeles son míos, y la Madre de Dios y todas las cosas son mías; y el mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo para mí. Pues, ¿qué pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto, y todo es para ti. No te pongas en menos ni repares en meajas que se caen de la mesa de tu Padre.”
* Oración de alma enamorada
*
San Juan de la Cruz
***
Juan de la Cruz es un enamorado de Dios. Trataba familiarmente con él, hablaba constantemente de él. Lo llevaba en el corazón y en los labios, porque constituía su verdadero tesoro, su mundo más real. Antes de proclamar y cantar el misterio de Dios, es su testigo; por eso habla de él con pasión y con dotes de persuasión no comunes: «Ponderaban los que le oían, que así hablaba de las cosas de Dios y de los misterios de nuestra fe, como si los viera con los ojos corporales». Gracias al don de la fe, los contenidos del misterio llegan a formar para el creyente un mundo vivo y real. El testigo anuncia lo que ha visto y oído, lo que ha contemplado, a semejanza de los profetas y de los apóstoles (cf. 1 Jn 1,1-2).
Como ellos, el santo posee el don de la palabra eficaz y penetrante; no sólo por la capacidad de expresar y comunicar su experiencia en símbolos y poesías transidos de belleza y lirismo, sino por la exquisitez sapiencial de sus dichos de luz y amor, por su propensión a hablar «palabras al corazón, bañadas en dulzor y amor», «de luz para el camino y de amor en el caminar».
La viveza y el realismo de la fe del doctor místico estriban en la referencia a los misterios centrales del cristianismo. Una persona contemporánea del santo afirma: «Entre los misterios que me parece tenía grande amor era al de la Santísima Trinidad y también al del Hijo de Dios humanado». Su fuente preferida para la contemplación de estos misterios era la Escritura, como tantas veces atestigua; en particular, el capítulo 17 del evangelio de san Juan, de cuyas palabras se hace eco: «Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo» (Jn 17,3).
Teólogo y místico, hizo del misterio trinitario y de los misterios del Verbo Encarnado el eje de la vida espiritual y el cántico de su poesía. Descubre a Dios en las obras de la creación y en los hechos de la historia, porque lo busca y acoge con fe desde lo más íntimo de su ser: «El Verbo Hijo de Dios, juntamente con el Padre y el Espíritu Santo, esencial y presencialmente está escondido en el íntimo ser del alma… Gózate y alégrate en tu interior recogimiento con él, pues le tienes tan cerca. Ahí le desea, ahí le adora».
¿Cómo consigue el místico español extraer de la fe cristiana toda esa riqueza de contenidos y de vida? Sencillamente, dejando que la fe evangélica despliegue todas sus capacidades de conversión, amor, confianza, entrega. El secreto de su riqueza y eficacia estriba en que la fe es la fuente de la vida teologal: fe, caridad, esperanza. «Estas tres virtudes teologales andan en uno».
Una de las aportaciones más valiosas de san Juan de la Cruz a la espiritualidad cristiana es la doctrina acerca del desarrollo de la vida teologal. En su magisterio escrito y oral centra su atención en la trilogía de la fe, la esperanza y el amor, que constituyen las actitudes originales de la existencia cristiana. En todas las fases del camino espiritual son siempre las virtudes teologales el eje de la comunicación de Dios con el hombre y de la respuesta del hombre a Dios.
La fe, unida a la caridad y a la esperanza, produce ese conocimiento íntimo y sabroso que llamamos experiencia o sentido de Dios, vida de fe, contemplación cristiana. Es algo que va más allá de la reflexión teológica o filosófica. Y la reciben de Dios, mediante el Espíritu, muchas almas sencillas y entregadas.
Al dedicar el Cántico espiritual a Ana de Jesús, anota el autor: «Aunque a Vuestra Reverencia le falte el ejercicio de teología escolástica con que se entienden las verdades divinas, no le falta el de la mística que se sabe por amor en que no solamente se saben, mas juntamente se gustan». Cristo se les revela como el Amado; aún más, como el que ama con anterioridad, como canta el poema de «El pastorcico» .
*
Carta apostólica Maestro en la fe,
en el IV centenario de la muerte de san Juan de la Cruz, 8-10.
***
“Fuera de su nativa España, San Juan de la Cruz nunca fue un santo muy popular. Su doctrina es considerada como “difícil”, y le exige a los demás la misma austeridad intransigente que él practicó durante su vida entera. Sin embargo, un estudio más ceñido a su doctrina…, probaría que San Juan de la Cruz poseía todo el equilibrio, la prudencia y la “discreción” que caracteriza a la más elevada santidad. No es un fanático aplicado a sobrecargar a sus subordinados con fardos insoportables que acabarían por reducirlos a ruinas morales y físicas. Las exigencias que formula son inflexibles en lo esencial pero flexibles en sus aspectos accidentales. Su único propósito consiste en situar al hombre entero, cuerpo y alma, bajo la guía del Espíritu de Dios. En la práctica, San Juan de la Cruz se opuso inexorablemente al formalismo y la inhumanidad de quienes comparaba con “herreros espirituales” que martillaban violentamente las almas de sus víctimas para hacerlas calzar en algún modelo convencional de perfección ascética. Sabía muy bien que este tipo de ascetismo era uno de los más defectuosos, porque a menudo era una manifestación de incorregible orgullo espiritual. La claridad y la lógica de este carmelita español, sumada a su insuperable y experimentado conocimiento de las cosas de Dios, lo sitúan de lejos como uno de los más grandes y más confiables de todos los teólogos místicos”.
Hoy es el día de Juan de la Cruz, representante supremo de la ecología enamorada. El concibe la naturaleza como espacio y camino de amor, en este tiempo de experiencia y tarea ecológica.
En Dubai, COP 28, se busca la manera de reducir los carburantes tóxicos para que el mundo pueda tener mejor salud, de forma que sea espacio de amor para los hombres.
Preparando la Navidad, plazas y calles se adornan con motivos ecológicos: Renos y abetos… Mi amado las montañas, los valles solitario, nemorosos.
Es tiempo para recordar dos cantos ecológicos supremos de Juan de la Cruz: Cántico Espiritual B: Canto 5 y 14/15.
| Xabier Pikaza
Juan de la Cruz (1542-1591), poeta y mítico católico de Castilla, España, ha sido, heredero de una intensa tradición ecológica judía y musulmana, medieval y renacentista, en comunión de espíritu con los grandes creadores y reformadores cristianos. Sus versos marcan lo que puede ser el punto de partida de la nueva espiritualidad cósmica y enamorada.
Benito Espinosa (1632-1677), el iniciador judío (hispano-holandés)de la modernidad dijo “Deus sive natura”, Dios es principio viviente (humano-divino) de la naturaleza. Juan de la cruz, le abrió camino, desde una perspectiva hispano-judía universal, elevando su inmenso canto cósmico sagrado de la naturaleza, del que tomo y comento una estrofa simple (Canto 4) y una doble (Canto 14-14).
CANTO 5. Mil gracias derramando pasó por estos sotos
Mil gracias derramando pasó por estos sotos con presura, y, yéndolos mirando, con sola su figura vestidos los dejó de hermosura.
Este pasaje ofrece rasgos de fábula (los mismos bosques hablan), pero, a diferencia de las fábulas, ofrece una revelación de Dios por la naturaleza, en la línea de muchos salmos del AT, como ratifica el libro de Sabiduría o Rom 1-3. La Biblia sabe que “cielo y tierra proclaman la gloria de Dios” (Sal 19) y que el mismo cosmos actúa así como mensajero de su voz, señal de su misterio. A diferencia de Francisco, Juan de la Cruz no empieza preguntando a los astros del alto (sol, luna y estrellas…), sino a “sotos”, lugares bajos de Dios por los que pasan los pastores…
Las criaturas son como un rastro del paso de Dios, por el cual se rastrea su grandeza, potencia y sabiduría. Según dice san Pablo, el Hijo de Dios es resplandor de su gloria y figura de su sustancia (Heb 1,3). Es, pues, de saber que con sola esta figura de su Hijo miró Dios todas las cosas, que fue darles el ser natural…El mirarlas mucho buenas (cf. Gen 1,31) era hacerlas mucho buenas en el Verbo, su Hijo (CE 5, 3.4).
De este paso de amor (Dios) por el mundo trata nuestro texto, hablando así de la creación, por la que Dios refleja su gloria y hermosura en todo lo creado, de manera que ellas, las creaturas del mundo, son positivas, buenas, amorosas, aunque no sean sin más el Amado en contra de lo que sucede en algunos dualismos extremos, que condenan el mundo como malo. En contra de ellos, Juan de la Cruz interpreta el mundo como encarnación y presencia de Dios [1].
Esta es una ecología de la mirada. Las ovejas, que ella había guardado en su tiempo de pastora, no causaban sobresaltos ni problemas: estaban quietas, domesticadas, dóciles a perros y pastores y podíamos hallarlas siempre que quisiéramos, entre las majadas al otero. Pero ahora, al iniciar su ejercicio de amor, alejándose de los caminos trillados del trabajo de la tierra, la Amante ha preguntado a bosques, flores y espesuras, y ellos han podido y querido responderle, recogiendo así la voz del Amado [2].
El paso del Amado, Dios excelso, presencia de Belleza, por los sotos o espacios inferiores, define y establece todo lo que existe, como experiencia primordial de hermosura, que sólo en amor logra conocerse.La tarea primordial del hombre, el gozo que marca y configura su existencia, consiste en vincularse a la hermosura del paso del Amado Dios entre las cosas.
Mil gracias derramando. En el fondo de este verso, parece reflejarse el signo del sol-fuego que expande sin cesar sus rayos, como fuente de Vida que mana y derrama el agua por los campos, de manera desbordada, generosa, estando en todo, siendo, al mismo tiempo, lejana y esquiva. Es como un foco o manadero múltiple de gracia, que es totalmente nuestro, pero se evade y desaparece tan pronto como intentamos poseerle por la fuerza. Es nuestro, todo nuestro, y sin embargo ya no está si queremos agarrarle [3].
Pasó por estos sotos con presura. El Amado va cruzando y derramando gracia, porque ser es crear en amor, como saben los que aman. De esa forma actúa Dios: Lo hace todo, pero no se impone sobre nada, ni exige cosa alguna. De esa forma “es”, haciendo que las cosas sean. Lo enriquece todo, pero nada se reserva; todo lo puede, de nada se apodera. Por eso va pasando raudo, abriendo sendas con su propia vida.
Pasar por los sotos es criar los elementos, que aquí llama sotos; por los cuales dice que derramando mil gracias pasaba, porque de todas las criaturas los adornaba que son graciosas… Y dice que este paso fue con presura, porque las criaturas son las obras menores de Dios – que las hizo como de paso –, porque las mayores… eran las de la Encarnación del Verbo y misterios de la fe cristiana… (CE 5, 3).
El Amado es Pascua, paso y presencia de amor, como ciervo que aparece y lo ilumina todo con su rayo y después desaparece, a fin de que podamos buscarle mejor, de manera que buscándole seamos, pues si no pudiéramos hacerlo moriríamos. Más tarde, cuando la Amante vaya encontrando al Amado (al final del itinerario), el tiempo podrá retardarse, de modo que la presura del paso se vuelva eternidad y la rapidez se vuelva calma amorosa, como evoca otro poema: “Quedéme y olvidéme /el rostro recliné sobre el Amado; /cesó todo y déjeme /dejando mi cuidado / entre las azucenas olvidado” (Noche 8) [4].
Y, yéndolos mirando, con sola su figura. Todo lo que existe es mirada de Amado, de forma que la misma hermosura de montes y prados es reflejo de sus ojos que nos miran, haciendo así que todo sea hermoso y todo bueno porque miró Dios y descubrió que las cosas eran buenas, haciéndolas buenas, como dice Juan de la Cruz (CE 5,4; cr.Gén 1,31). El Amado miró y con sus ojos fue llenando todo de hermosura, para que pudiéramos ser al responderle también con nuestros ojos [5]
Con sola su figura. Los científicos del siglo XVII y XVIII decían que Dios era matemático, pues todo lo había construido con números, leyes y signos de geometría (o álgebra). Juan de la Cruz ha penetrado en un nivel más hondo pues sabe que Dios no ha creado las cosas con leyes de ciencia, sino con la luz de su mirada. La realidad menos perfecta, de tipo material, puede empezar a medirse con leyes sobre átomos y fuerzas que están ante nosotros, pero la misma física sabe que la realidad más honda es luz, un cruce misterioso de miradas.
La mirada posesiva viola, desnuda y destruye al mirado. Al contrario, la mirada gratuita del Amado viste de gracia y enriquece a quienes mira [6]. Conforme a Gén 3, los hombres caídos se vieron desnudos, tuvieron vergüenza y debieron vestirse con ropas externas (de fibra de higuera). El deseo posesivo nos desnuda de manera que debemos revestirnos de materia opaca (ropas), pues no somos ya capaces de vivir en un espacio de miradas transparentes. Pero aquí se ha invertido ese proceso de recubrimiento, porque el amor, cuando es profundo y verdadero, no tiene ya necesidad de trajes exteriores, pues viste y reviste de hermosura a personas y a cosas [7].
Canto 14‒15: Mi amado las montañas
Mi Amado las montañas, los valles solitarios nemorosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos, el silbo de los aires amorosos (CE 14)
El Papa Francisco habla de la ecología “enamorada” de Juan de la Cruz, destacando unas palabras centrales de su comentario: «Las montañas tienen alturas, son abundantes, anchas, y hermosas, o graciosas, floridas y olorosas. Estas montañas es mi Amado para mí. Los valles solitarios son quietos, amenos, frescos, umbrosos, de dulces aguas llenos, y en la variedad de sus arboledas y en el suave canto de aves hacen gran recreación y deleite al sentido, dan refrigerio y descanso en su soledad y silencio. Estos valles es mi Amado para mí» (CE XIV-XV, 6-7).
San Francisco de Asís había cantado, una por una, las grandes criaturas como hermanas (sol y luna, estrellas y elementos: tierra y agua, fuego y aire…). Más que hermanas, ellas son para San Juan de la Cruz realidad y presencia del Amado. No hay ecología sin enamoramiento de vida, que se expresa en forma de amor hacia los otros.
Dice la amante que todas estas cosas (montañas, valles…) es su Amado en sí y lo es para ella, porque en lo que Dios suele comunicar en semejantes excesos, siente el alma y conoce la verdad de aquel dicho que dijo San Francisco, es a saber: ¡Dios mío y todas las cosas!
La ecología es un tema político y económico, científico y social, pero es sobre todo fondo un tema de enamoramiento. Sólo por amor se respeta, se admira y se cuida el mundo, para gloria de Dios, para bien de los demás seres humanos. El mundo es, según eso, Un don que se da y comparte gratuitamente, sabiendo que cuanto más doy y comparto más tengo, pues las cosas sólo se disfrutan cuando se regalan y comparten. Los cinco elementos aquí cantados (montes, valles, islas, ríos, silbido del aire) no son referencia al Amado, sino el mismo Amado, que es montes y valles…
– Elección de elementos. San Francisco había sido más tradicional, citando, con el sol, luna y estrellas, las cuatro esencias o elementos básicos: tierra y agua, aire y fuego. Juan de la Cruz ha prescindido de los astros y del fuego (que aparece sólo en CE 39) y ha destacado algunos rasgos importantes de tierra, agua y aire, construyendo un universo simbólico de gran densidad que contrapone montes y valles, islas y ríos, para insistir finalmente en el silbo del viento, que volveremos a escuchar en CE 39. Pues bien, ese universo simbólico “es” Dios, no un simple camino que lleva a Dios.
– Naturaleza, Dios en amor. Aquí no hay ciudades ni plazas, no hay estados políticos ni pueblos. En un momento anterior (CE 3), Juan de la Cruz había aludido a los fuertes y fronteras, dejando abierta la amenaza de las divisiones y luchas sociales, la lucha de unos hombres contra otros. Es como si todas las restantes cosas hubieran quedado superadas y sólo contara el amor universal que vincula todo lo que existe, un amor que es Dios, unas realidades (montes, ríos…) que son Dios para los hombres. Ahora, al ver/admirar el mundo está viendo a Dios, pues como decía San Agustín: Ves la Trinidad si ves la caridad (Vides Trinitatem si caritatem vides, De Trinitate, VIII, 8,12).
– Un silbo de amor. Todas las criaturas culminan en el aire hecho llamada de amor. En esa línea (adaptando un famoso título de K. Rahner, “Oyente de la palabra”),definimos al hombre como aquel que puede escuchar y acoger el silbo amoroso de Dios. Pastores, ganados guardianes se comunican muchas veces por silbidos que sólo ellos entienden. También los enamorados en la noche silban y así se reconocen, de un modo personal, enviando sus mensajes. Pero sólo los enamorados de Dios escuchan el silbo de Dios (su llamada) en la voz del viento.
La amante había dicho descubre tu hermosura (CE 11) y el Amado, apareciendo como ciervo vulnerado en el otero, ha respondido, CE 13). De esa forma, la amante recupera en el Amado todas las cosas, transfiguradas en amor, en un canto cósmico que vincula (identifica mundo y Dios). Hasta ahora, el mundo había ofrecido diversos perfiles de majadas y oteros (CE 2), montes y riberas (CE 3), bosques y espesuras (CE 4) donde podían rastrearse las huellas del Amado (CE 5). Pero ahora, el Amado/Dios se revela como mundo (CE 14) [8].
San Francisco había cantado, una por una a las criaturas como hermanas (sol y luna, estrellas y elementos: tierra y agua, fuego y aire…). Más que hermanas, ellas son para Juan de la Cruz expansiones y presencia del Amado. No las separa, diciendo “amada montaña, amados valles”, sino que las une y vincula con el único Amado, pues Dios se identifica con ellas, un Dios que no es ya padre ni madre, ni siquiera creador, sino, sencillamente Amado (divino, humano), en cada una de las cosas:
Dice la esposa que todas estas cosas (montañas, valles…) es su Amado en sí y lo es para ella, porque en lo que Dios suele comunicar en semejantes excesos, siente el alma y conoce la verdad de aquel dicho que dijo San Francisco, es a saber: ¡Dios mío y todas las cosas! De donde, por ser Dios todas las cosas al alma y el bien de todas ellas, se declara la comunicación de este exceso por la semejanza de la bondad de las cosas… Que, por cuanto en este caso se une el alma con Dios, siente ser todas las cosas Dios, según lo sintió San Juan, cuando dijo: Lo que fue hecho en Él era vida Y así no se ha de entender que lo que aquí se dice que siente el alma es como ver las cosas en la Luz o las criaturas en Dios, sino que en aquella posesión siente serle todas las cosas Dios (Jn 1, 4. Juan de la Cruz CE, 14, 5).
Juan de la Cruz sabe que las cosas no son Dios (ni un amado humano) y pocos han destacado como él la fragilidad y finitud del mundo. Pero, en otro sentido, vinculándose al Amado, él sabe o, mejor dicho, siente que todas son Dios para él, siendo el Amado. En el ámbito del conocimiento racional, ellas son diferentes del amado, en dura objetividad. Pero en contemplación de amor son hermanas, son el mismo Amado. Sólo quien ama descubre y sabe que, desbordando argumentos y razones, todas las cosas son Amado, pues en él existen y se hacen presentes (cf. Jn 1, 1-5; Col 1, 15-18) [9].
Mi Amado, las montañas. Ellas son lo primero: altura de Dios que se desvela sobre la fuente de amor, cuando el Amado “asoma por el otero” de su vida hecha belleza que se expande de manera generosa, imponente y cercana.
Las montañas tienen alturas, son abundantes, anchas, hermosas, graciosas, floridas y olorosas. Esas montañas es mi Amado para mí (CE 14-15, 6)
Los valles solitarios nemorosos. El mismo monte es valle solitario por el que discurre el agua de la fuente fresca, plenitud de enamorados, espacio nemoroso, bosque sagrado del Dios que en todas las cosas nos ama:
Los valles solitarios son quietos, amenos, frescos, umbrosos, de dulces aguas llenos, y en la variedad de sus arboledas y suave canto de aves hacen gran recreación y deleite al sentido, dan refrigerio y descanso en su soledad y silencio. Esos valles es mi Amado para mí (CE14-15, 7).
Las ínsulas extrañas. El Amado es lo más alto y lo más bajo, monte y valle. Pues bien, aquí aparece, al mismo tiempo, como el más lejano, sorprendente y distinto, allende los mares. Las ínsulas más raras son Dios para el amante:
Las ínsulas extrañas están ceñidas con la mar y allende de los mares, muy apartadas y ajenas de la comunicación de los hombres… Y así por las grandes y admirables novedades y noticias extrañas, alejadas del conocimiento común, que el alma ve en Dios, le llama (a Dios) ínsulas extrañas (CE14-15, 8).
Los ríos sonorosos. El Amado que era Fuente plateada es aquí fluir de vida, corriente de agua creadora que discurre con fragor inmenso y poder inasequible (cf. Ez 1, 24-25). Corrientes y aguas bravías no son enemigas de Dios (cf. Gn 1, 1-2; Sal 46, 3-4), sino potencia del Amado:
Los ríos tienen tres propiedades: la primera, que todo lo que encuentran embisten y anegan; la segunda, que hinchen todos los bajos y vacíos que hallan delante; la tercera, que tienen tal sonido que todo otro sonido privan y ocupan. Y porque, en esta comunicación de Dios que vamos diciendo, siente el alma en Él estas tres propiedades, dice que su Amado es los ríos sonorosos… voz infinita… (CE14-15, 9).
El silbo de los aires amorosos… La voz perene del río, que todo lo arrastra y aturde, voz del Dios fuerte, se vuelve suave silbo amoroso, llamada de vida que invita, en lo más íntimo del alma, susurro de gracia que anima en nosotros la existencia:
Llámale silbo porque, así como el silbo, del aire causado, se entra agudamente en el vasillo del oído, así esta sutilísima y delicada inteligencia se entra con admirable sabor y deleite en lo íntimo de la sustancia del alma, que es muy mayor deleite que todos los demás(cf. CE 14-15, 14).
Los grandes fenómenos (montes y valles, ínsulas y ríos) desembocan y culminan en este silbido de amor en la hondura de Dios (cf. 1 Rey 19, 11-13). Pero ahora este silbido no se opone a los signos anteriores (huracán, terremoto, fuego), que Elías había sentido sin ver allí a Dios, sino que los asume y culmina. La naturaleza entera silba desde Dios en amor. Posiblemente existen otros tipos de enamoramiento, que estrechan y reducen la atención del amante, que queda así achicado, cerrado en el mundo reducido de sus propias visiones. Pero nuestro amor ensancha y amplía la mirada del amante, que ahora puede contemplarlo todo de un modo más hondo, como el primer día de la creación, aprendiendo así a nombrar en Dios en todas las cosas.
San Francisco había sido más tradicional, citando, con el sol, luna y estrellas, las cuatro esencias o elementos básicos: tierra y agua, aire y fuego. Juan de la Cruz ha prescindido de los astros y del fuego (que aparece sólo en CE 39) y ha destacado algunos rasgos importantes de tierra, agua y aire, construyendo un universo simbólico de gran densidad que contrapone montes y valles, islas y ríos, para insistir finalmente en el silbo del viento, que volveremos a escuchar en CE 39. Pues bien, ese universo simbólico no es un camino que lleva a Dios, sino el mismo Dios, revelándose en su belleza y misterio [10].
– Naturaleza virgen. Este es un canto a la naturaleza, sin intervención humana. Aquí no hay ciudades ni plazas, no hay estados políticos ni pueblos. En un momento anterior (CE 3), Juan de la Cruz había aludido a los fuertes y fronteras, dejando abierta la amenaza de las divisiones y luchas sociales, la lucha de unos hombres contra otros. Pues bien, aquí han desaparecido esos rasgos de una guerra inter-humana y nos hallamos ante un mundo virgen, abierto sólo al amor, sin castillos ni campos militares. Es como si todas las restantes cosas hubieran quedado superadas y sólo contara el amor universal que vincula todo lo que existe, un amor que es Dios, unas realidades (montes, ríos…) que son Dios para los hombres [11].
– Un silbo de amor. Todas las criaturas culminan en el aire hecho llamada de amor. En esa línea (adaptando el título de un libro de K. Rahner, “Oyente de la palabra”),definimos al hombre como aquel que puede escuchar y acoger el silbo amoroso de Dios. Pastores, ganados y perros guardianes se comunican muchas veces por silbidos que sólo ellos entienden. También los enamorados en la noche silban y así se reconocen, de un modo personal, enviando sus mensajes. Pero sólo los enamorados de Dios escuchan el silbo de Dios (su llamada) en la voz del viento [12].
NOTAS
[1] El mundo es presencia del Amado (Dios), pues los hombres no han sido criados para servir y someterse a Dios, como han dicho algunos moralistas ilustrados, sino para acoger y gozar su belleza enamorada en todas las cosas (bosques, prados…; cf. Jn 1, 1-3).
[2] Bosques y praderas han escuchado a la Amante y le responden. No hablan de ovejas que pastan en rebaños, sino del Ciervo de Amor que pasa y penetra en la espesura, sin que podamos aferrarle o encerrarles en los cortijos o majadas que vamos construyendo Para la Amante enamorada, el mundo entero habla del Ciervo de amor, que aparece ante ella como fuente de todas las palabras, manantial de creación (Jn 1, 1-14, cf. Col 1, 15), multiforme Amor, Amado.
[3] El Dios Amado de SJC no es una simple efusión de bondad impersonal, sino Alguien a quien queremos amar, una persona, que desea ser buscada y que así se va y se oculta cuando pensamos haberla poseído, de manera que debemos dejar todo y salir a buscarle, hasta que él quiera respondernos.
[4] Este paso parece estar marcado por la prisa, es decir, por el deseo de que Dios se encarne del todo. Pero esa prisa no es signo de la imperfección del mundo (y mucho menos de Dios), sino expresión de nuestra propia imperfección en el amor, pues no hemos penetrado todavía en las “subidas cavernas” de su misterio (cf. CE 37). De esa forma, aquello que pudiera parecer impotencia (el Amado se va tan de prisa que parece que jamás le alcanzaremos) se vuelve estímulo, aguijón que nos impulsa para seguirle raudos en la marcha hacia su amor, en inquietud amorosa.
[5] En este momento, el Amado es ante todo una mirada que nos saca de la oscuridad para que existamos, una conversación de ojos que nos provoca y eleva, tras despertarnos cuando estábamos dormidos, un brillo de Pasión que nos alza, nos enciende y nos pacifica, haciéndonos capaces de emprender la marcha hacia la verdad de nuestra vida, que es Vida en-amorada (en el Amor que es Dios).
[6] Los ojos no son para mirar cosas sin más, sino para mirarse unos a otros y descubrirse en amor.
[7] El bosque y la pradera se convierten de esa forma en lugar para el encuentro, lugar donde el Amado se irá mostrando en gratuidad abierta a la hermosura (cf. CE 11). En un determinado nivel, Dios ha hecho el mundo para que los hombres trabajen en sus cosas y así puedan construir su vida. Lo ha creado para que piensen, resuelvan los problemas que ese mismo mundo les plantea y de esa forma se piensen a sí mismos… Pero todo eso acaba siendo al fin subordinado. Dios ha creado este mundo para que así contemplemos su belleza, viviendo de esa forma en ella.
[8] Juan de la Cruz cita a Francisco, asumiendo el espíritu y fuerza de su Canto de las Criaturas.
[9] Muchos contemplativos y amantes, neoplatónicos, cabalistas judíos y renacentistas, sufíes musulmanes o místicos cristianos, han tenido una experiencia parecida, en perspectiva filosófica y/o religiosa. Muchos grandes pensadores de la modernidad, Espinosa y Schelling, Hegel y Nietzsche, parecen haber vislumbrado esa experiencia de la totalidad divina del mundo (aunque en forma menos amorosa). Juan de la Cruz vincula mundo y Amado, en enamoramiento personal y trasfiguración cósmica.
[10] En un momento anterior (CE 4), SJC había contrapuesto montes y riberas, como signo de totalidad; pero había evocado también otras oposiciones (flores y fieras: lo que atrae y lo que aleja). Aquí evoca la totalidad de elementos también contrapuestos (montañas-valle, ríos-islas), que culminan en el silbo del aire.
[11] SJC ha querido llevarnos a la naturaleza primigenia para que encontremos allí a Dios en soledad y en comunión completa con el mundo. Ciertamente, esa contemplación cósmica de Dios resulta inseparable de la justicia de la comunión interhumana y de la experiencia de la cruz, pero este elemento cósmico resulta fundamenta-
[12] En este contexto ha recordado SJC el carácter paciente o receptivo del entendimiento humano, que puede acoger la “inteligencia sustancial” de Dios, como Elías “a la boca de la cueva”, cuando escuchó el “silbo de aire delgado” de Dios (1 Rey 19, 12; cf. CE14, 13). Para SJC, el aire tiene otras funciones, que culminan en el “boca a boca” del beso enamorado (CE 17 y 39), pero aquí aparece como portador del “divino silbo que entra por el oído del alma”. El Cánticose vuelve así un ejercicio de escucha, en la línea de las revelaciones bíblicas, desde Elifaz que recibió en su oído “las venas de un susurro” divino (Job 4, 12-16), hasta Pablo “que oyó palabras secretas que al hombre no es lícito hablar” (2 Cor 12, 4).
[13]Montes y valles, ínsulas o ríos parecen apagarse en la noche, y queda el cosmos en su unidad, como música de cielo, sobre las restantes melodías A la música de las esferas astrales ha dedicado fray Luis de León varios poemas, que he comentado en Cántico Espiritual, Paulinas, Madrid 1992, 74-93
Visitar a Juan de la Cruz es siempre un disfrute. Más allá de lo útil, que nunca falta en la cita, se da la dicha del encuentro con un hombre entero. Si fue recordado por quienes le trataron como alguien sumamente amable y afectuoso, todavía ahora, al escucharle en letra de molde, una impresión muy cálida cobija al que se acerca.
Juan de la Cruz se hace próximo y aproxima a lo profundo del ser y de la vida. A la bondad y a la luz. Acerca a Dios. Y, cerca de él, se aprende libertad.
Palabras graves y pequeños consejos, poemas inmensos junto a dichos y letrillas, densa teología, sabiduría y alguna regañina… En su arquilla, que eso parecen sus obras completas, hay multitud de cosas. No es que tenga de todo, es que con él se vislumbra el Todo.
No deja de ser impresionante que el mismo hombre que habla de la terrible profundidad que puede alcanzar la noche de los humanos y de la maravillosa hondura que tiene Dios en todas las personas, ese mismo hombre es capaz de resumir todo el itinerario de la fe, diciendo que se trata de «estar bien con Dios». Así de sencillo.
Eso escribía Juan, desde Segovia, a una doncella de un pueblecito de Ávila. Y con mucha suavidad, reconducía la conversación que llevaban entre manos, pacificándola e invitándola a ir hacia dentro. A conocerse y reconocerse ante Dios, a no gastarse en lo que no llena y a no vaciarse en lo que consume.
«Procure el rigor de su cuerpo con discreción» –apuntaba– nada de excesos externos, Juan era enemigo de toda exterioridad. En cambio, la animaba a la «mortificación y no querer hacer su voluntad y gusto en nada». Y eso –una vez más hay que recordarlo hablando de este santo– no tiene nada que ver con generarse fastidio a uno mismo sino, como él mismo aclara: todo se refiere a «la pasión del Señor» y eso quiere decir que, al igual que Jesús, cualquier renuncia está dirigida a unir la voluntad al Padre bueno y, por tanto, a cuidar de los demás.
Juan creía que los artificios violaban la sinceridad y, en su mayor parte, «el rigor» del tipo que sea, es búsqueda y alarde de sí. Mientras que no buscar la propia voluntad y gusto es, literalmente, preocuparse del bien de los demás, descentrarse del ego y poner delante la alegría y el bien de los otros.
A esta mujer, y en otros lugares de sus escritos, invita Juan a hacer hábito de la presencia de Dios, a acostumbrarse a encontrarle en cualquier circunstancia, para «estar bien con Él». Si a la doncella le recuerda que Dios siempre da gracia, es decir, siempre da su Espíritu para vivir, en otra ocasión dirá que «cuanto más se fuere habituando el alma en dejarse sosegar», en dejarse en las manos de Dios, más crecerá la «amorosa noticia» de Dios.
Y no solo eso. Estar bien con Dios siempre será estar bien con uno mismo: avanzar por el camino de la integración, de la sanación y la liberación. A la doncella le hablará de lograr «toda en todo» vivir en el amor. La unificación profunda. En otro escrito, hablará de «paz interior y quietud y descanso». Y la paz es siempre señal de plenitud.
Después, como si quisiera resumir el evangelio y ponerlo en las manos de todos, desgranando cómo se está bien con Dios, escribió un Dicho que decía:
«Andar a perder y que todos nos ganen es de ánimos valerosos, de pechos generosos; de corazones dadivosos es condición dar antes que recibir, hasta que vienen a darse a sí mismos, porque tienen por gran carga poseerse, que más gustan de ser poseídos y ajenos de sí, pues somos más propios de aquel infinito Bien que nuestros».
Descubrir que «somos más propios de aquel infinito Bien que nuestros» y que la infinita bondad es nuestra, nos hace generosos y nos lleva a sentir con el evangelio. Juan sabía que solo «el hilo del amor» descubre esa pertenencia y une a Dios. Por eso, confiaba a esa experiencia la salud del corazón y la transformación de la vida:
«Hace tal obra el amor después que le conocí que si hay bien o mal en mí todo lo hace de un sabor y al alma transforma en sí y así en su llama sabrosa la cual en mí estoy sintiendo apriesa sin quedar cosa, todo me voy consumiendo».
Eso es estar bien, dejarse ganar por el amor. Eso es estar bien con Dios, dejar que su amor consuma todo lo que no es Él.
“La experiencia mística de Juan de la Cruz se entiende entonces como un camino a través de la noche oscura (activa y pasiva) de los sentidos, como un desprendimiento radical de nuestros apegos a las cosas de este mundo, como una dolorosa superación de nuestro egocentrismo, como una búsqueda de Dios sin forma, imagen ni figura”
“Juan de la Cruz toma esta relación amorosa como matriz para la verbalización poética de su experiencia mística, que le condujo a la unidad inseparable del amor a Dios y del amor al prójimo”
“La crisis actual de Dios es una «crisis de fe». Nos resulta difícil encontrar un camino de fe responsable entre la Escila del agnosticismo creciente de muchas personas de buena voluntad y la Caribdis del cristianismo-aleluya de evangélicos y carismáticos católicos”
| Mariano Delgado*
San Juan de la Cruz (1542-1591) es considerado el místico de la «noche oscura». En su estudio Saint Jean de la Croix et le problème de l’expérience mystique (París 1924), Jean Baruzi calificó la «noche oscura» como la creación más original e incluso el único auténtico símbolo de su mística. Muchos autores le han seguido. La experiencia mística de Juan de la Cruz se entiende entonces como un camino a través de la noche oscura (activa y pasiva) de los sentidos, como un desprendimiento radical de nuestros apegos a las cosas de este mundo, como una dolorosa superación de nuestro egocentrismo, como una búsqueda de Dios sin forma, imagen ni figura.
Tal interpretación se basa en parte en la prosa del propio Juan de la Cruz, que comparaba su experiencia de Dios con la ardua ascensión a una montaña por un camino angosto y oscuro. Una vez alcanzada la cima, uno se encuentra de frente con la absoluta NADA, porque Dios está ausente, oculto (Deus absonditus), pues es el completamente Otro para nuestros sentidos, que permanece oscuro y elude cualquier intento de comprenderlo o «aprehenderlo». Entonces sólo queda clamar: «¿Adónde te escondiste, / Amado, y me dejaste con gemido?»
Los comentarios en prosa pretenden encajar la experiencia mística, que es «simbólica» en sus poemas, en el lecho de Procusto de la teología escolástica y mística. No es de extrañar que Juan de la Cruz interrumpiera su obra tras comentar sólo dos de las ocho estrofas de su poema más famoso «En una noche oscura». Pues los comentarios oscurecen en parte el rayo divino que destella en los poemas. Su experiencia de la noche oscura parece más accesible si miramos los poemas. Pues como decía Hans Urs von Balthasar, san Juan de la Cruz fue elevado a la categoría de Doctor de la Iglesia más bien como poeta que como prosista.
¡Oh noche que juntaste…!
Su poema más famoso se caracteriza por la dinámica de un éxodo sereno y anhelante en una noche oscura hacia un encuentro estimulante que nos proporciona la experiencia de sabernos amados y nos hace olvidar todas nuestras preocupaciones. A primera vista, ésta es también la estructura de una relación amorosa humana feliz, razón por la cual el poema atrae a los lectores incluso sin una interpretación teológica. Juan de la Cruz toma esta relación amorosa como matriz para la verbalización poética de su experiencia mística, que le condujo a la unidad inseparable del amor a Dios y del amor al prójimo.
Él –que apenas llegaba a 150 cm de estatura a causa del raquitismo infantil, una enfermedad de los pobres– sabía que a partir de cierto momento de su vida fue «buscado», «tocado», «llagado» y «trocado» o transformado por Dios; y sabía que la iniciativa había partido del propio Dios, que nos amó primero (cf. Jn 15,16) y que nos busca mucho más intensamente de lo que nosotros podamos buscarle a él.
El poema habla de la «noche» de dos maneras. Por un lado, es la noche oscura de la salida «con ansias en amores inflamada … / estando ya mi casa sosegada». Por otro lado, es la noche del feliz encuentro, al que se acude «sin otra luz y guía / sino la que en el corazón ardía». Este guía, metáfora en última instancia de la «fe» en la noche oscura de la vida, era, sin embargo, «más cierto que la luz del mediodía». El punto culminante del poema se encuentra en la quinta estrofa, en la que se alaba especialmente la noche oscura del encuentro:
«¡Oh noche, que guiaste! ¡Oh noche amable más que la alborada! ¡Oh noche que juntaste amado con amada, amada en el amado transformada!»
Incluso en una época como la nuestra, en la que sólo quedan restos secularizados o culturales del antiguo simbolismo de la fe, debería ser comprensible de qué noche oscura se habla aquí. Es la noche de Belén, la noche de la Encarnación, en la que tiene lugar «el maravilloso trueque», del que hablan los Padres y el último Concilio en Gaudium et spes 22: Dios (el Amado) se unió con la naturaleza humana (el Amado) y así, en cierto sentido, con todo ser humano.
Para Juan de la Cruz, esta unión es algo así como la «condición de posibilidad» de nuestra vocación divina (deificatio). Por eso nos ha dejado esta sentencia de claridad meridiana: «Lo que pretende Dios es hacernos dioses por participación, siéndolo él por naturaleza, como el fuego convierte todas las cosas en fuego» (D 106). Esta transformación es un doloroso «proceso de purificación» que a veces conduce a experiencias de la noche oscura o de la ausencia de Dios. Pero el poema trata sobre todo del misterio de la Encarnación como «núcleo» de la fe cristiana y recomienda sólo ésta (sola fide) como camino hacia Dios.
Aunque es de noche
El segundo poema con la noche como Leitmotiv o hilo conductor trata de «la fonte que mana y corre», es decir de la que fluyen las «caudalosas corrientes» de la gracia divina, «aunque es de noche». No sólo riegan «cielos» y «las gentes», sino también los «infiernos», como dice Juan de la Cruz en una estrofa atrevida. El universalismo de la salvación en la experiencia mística también da que pensar a la teología dogmática.
«Al que tenga sed yo le daré de la fuente del agua de la vida gratuitamente», nos dice el libro de la Apocalipsis 21,6. San Juan de la Cruz estaba convencido de que Dios llama a todas las criaturas a hartarse de este agua, «aunque a oscuras porque es de noche». En la noche oscura de la vida, conoce esta fuente únicamente por la fe, que «que es una hábito del alma cierto y oscuro» (2S 3,1).
La fe es cierta porque sabe cómo es Dios y, por tanto, es la que mejor puede conducirnos a Él: «Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él» (1 Juan 4,16). La fe es, pues, «maravillosa» para quien se atreve a creer, porque –como la nube oscura y tenebrosa en el peregrinar de los hijos de Israel por el desierto– «es noche oscura, da luz al alma, que está a oscuras» (2S 3,6).
Aunque la luz de la Encarnación «brilla en la tiniebla« (Juan 1,5), la fe también es «oscura»: porque aquí en la tierra, en las condiciones de finitud, «aún es de noche» (2S 3,5), pero también porque habla de cosas «que nunca vimos ni entendimos en sí ni en sus semejanzas, pues no la tienen» (2S 3,3). Esta oscuridad de la fe forma parte también de la noche oscura o de la experiencia de la ausencia de Dios en la propia historia vital y el sufrimiento del mundo.
Aventurarse en la fe oscura
La Carta Apostólica «Maestro en la fe» (14 de diciembre de 1990), con la que el Papa Juan Pablo II abrió las celebraciones del cuarto centenario de la muerte de san Juan de la Cruz en 1991, habla de la noche oscura colectiva de nuestro tiempo, caracterizada especialmente por la experiencia de la ausencia de Dios debido a las catástrofes humanitarias y a las guerras, así como al repetido holocausto de tantos inocentes. Ante el retorno de la religión que se observa desde mediados de los años 1980, teólogos como Johann B. Metz diagnosticaron no sólo una «crisis de la Iglesia», sino también y sobre todo de una «crisis de Dios», que es también una forma sutil de su ausencia: está escondido bajo el manto del anhelo religioso-esotérico del presente, pero también en la profundidad de la historia de esperanza y sufrimiento de la humanidad.
La crisis actual de Dios es una «crisis de fe». Nos resulta difícil encontrar un camino de fe responsable entre la Escila del agnosticismo creciente de muchas personas de buena voluntad y la Caribdis del cristianismo-aleluya de evangélicos y carismáticos católicos. San Juan de la Cruz nos recomienda asumir el riesgo de una fe «cierta», pero también «oscura» como camino hacia Dios. Ésta no es capaz de responder a preguntas como la que el teólogo Romano Guardini reservó para Dios mismo en la hora de su muerte: «¿Por qué, Dios, para la salvación los terribles rodeos, el sufrimiento de los inocentes, el pecado?»
En la noche oscura de nuestras vidas, el místico de Fontiveros, como quien dice uno de nosotros tocado por la gracia de Dios, nos invita a «confiar» en un Dios que es «amor» y que será justo con todos, combinando el amor y la misericordia.
* Mariano Delgado es Catedrático de Historia de la Iglesia y Director del Instituto para el Estudio de las Religiones y el Diálogo Interreligioso de la Universidad de Friburgo en Suiza así como Decano de la Clase VII (Religiones) de la Academia Europea de Ciencias y Artes de Salzburgo.
La legislación propuesta aún tiene un largo camino por recorrer, pero los defensores son optimistas.
Por Mira Lazine Lunes, 2 de diciembre de 2024
Polonia, dio un paso histórico en favor de los derechos LGBTQ+ después de prohibir el discurso de odio contra la orientación sexual y el género en un nuevo conjunto de regulaciones.
Actualmente, las leyes del país prohíben el discurso de odio por motivos de raza, religión y etnia. “Estas disposiciones no brindan protección suficiente a todos los grupos minoritarios que son particularmente vulnerables a la discriminación, los prejuicios y la violencia”, dijo el Ministerio de Justicia nacional.
“Las nuevas regulaciones tienen como objetivo implementar más plenamente la prohibición constitucional de la discriminación y cumplir con las recomendaciones internacionales sobre los estándares de protección contra el discurso de odio y los delitos de odio”, agregó el ministerio.
El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha criticado anteriormente la falta de protección del país contra los delitos de odio para las personas LGBTQ+.
Sin embargo, el último mandato presidencial de Duda termina el año que viene, y el partido gobernante espera poder conseguir a alguien que lo reemplace a tiempo para convertir la legislación en ley.
Bart Straszewski, un activista LGBTQ+ en Polonia, dijo a PinkNews: “Me sentí como un ciudadano de segunda categoría, y nos trataron como ciudadanos de segunda categoría. El gobierno te está diciendo que no mereces derechos iguales, que no estás creando familias y que eres un agente de Occidente que intenta luchar contra los valores familiares o la tradición.
“La atmósfera era hostil. Sentíamos que no nos querían aquí, pero aún así estábamos aquí, aún estábamos luchando por nuestro país porque somos parte de él“, agregó Straszewski.
Polonia anteriormente no ha sido amigable con los derechos LGBTQ+. Durante el gobierno del partido Ley y Justicia (PiS), el país se convirtió en uno de los países más ferozmente anti-LGBTQ+ de Europa. En Polonia y Hungría, la situación de las personas LGBT + era, y sigue siendo cada día más difícil.Los gobiernos en el poder hasta ahora han implementado una política abiertamente LGBTfóbica.Los activistas LGBT + piden a las instituciones europeas que los protejan.Margot, una activista no binaria que se ha convertido en un símbolo en Polonia, anunció que “nuestra investigación muestra que el 70% de los polacos LGBT + tienen pensamientos suicidas” antes de abordar un SOS.“Cuando nos unimos a la Unión, firmamos los tratados y dimos nuestro acuerdo sobre el respeto de los derechos humanos, la igualdad, la libertad, el estado de derecho. Estos valores no son respetados por Polonia hoy. Una de las respuestas debe ser financiera: es una de las herramientas más efectivas “, dijo a TÊTU el eurodiputado abiertamente gay Robert Biedroń.
Y, tras las recientes elecciones legislativas realizadas en Polonia que, afortunadamente, dieron la victoria a Donald Tusk, parece que nos llegan buenas noticias en orden a eliminar la LGTBIfobia de Estado. El primer ministro aseguró en rueda de prensa que había hablado con la ministra Katarzyna Kotula a fin de presentar el proyecto de ley sobre uniones civiles, que incluirá el reconocimiento legal claro sobre las uniones homosexuales. El mandatario también ha sugerido que disolverá el Fondo Eclesiástico que compensa a la Iglesia por los bienes confiscados durante la época comunista. Tusk indicó que llevará a cabo consultas con los líderes de los otros partidos de la coalición gobernante para determinar si el proyecto tendrá carácter gubernamental o parlamentario.
La letra, la literalidad, el legalismo frente a cualquier texto bíblico no refleja la voluntad de quienes lo escribieron, sino la dificultad que tiene mucha gente hoy para aceptar que viven en un mundo construido por fragmentos de historia, enunciados cercenados, relatos hechos pedazos, ritos recodificados y formas de autoridad teatralizadas.1
Apropiarse y esconder con la Biblia los propios miedos e inseguridades ante la realidad que tantas veces nos desconcierta es una cobardía. Cuando tras la crucifixión los discípulos estaban escondidos por miedo a lo que pudiera ocurrirles, se les apareció Jesús y les dio el Espíritu (Jn 20,22), ese que como el viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido pero no sabes de dónde viene ni a dónde va (Jn 3,8). El Cuarto Evangelio no solo llama a una vida que nos hace libres, sino que su propia creación es un ejemplo de esa vida y de esa libertad, de la forma en la que el Espíritu actúa.
Hay gente que es divina, nosotras somos testigues de cómo diviniza la masculinidad, la heterosexualidad, la normalidad, la blancura de la piel, el alzacuellos, la riqueza, el binarismo, los cuerpos perfectos, o el apellido. Como es capaz de construir seres (in)humanos sólides, compactas, sin fisuras. Y quizás para esa gente divina la literalidad de la Biblia, como el mantenimiento de sus privilegios, es un bien y un regalo divino que están dispuestas por todos los medios a proteger.
Las persones queer no tenemos la suerte de poder leer así el Cuarto Evangelio porque, al igual que él, nos hemos construido a trozos. Además no todos nuestros trozos son hermosos, algunos de ellos contienen fragmentos de rechazo, de vergüenza, de odio, de fracaso, de errores cometidos y de otras cosas de las que no estamos orgulloses. Trozos que nos implantaron cirujanos divinos que no nos amaban, o que nos esculpimos nosotres con nuestras propias manos. Con todos esos pedazos –los buenos y lo no tan buenos– tratamos de construirnos, de crear una identidad frente a –y con– las demás, y no es fácil hacerlo porque se nos ven las costuras con las que tratamos de juntarlos, y las contradicciones son a menudo demasiado evidentes.
Pero como en el Cuarto Evangelio, estoy convencido de que las costuras y las contradicciones pueden llegar a decir más sobre nosotres que los trozos que unen, porque es en ellas donde se manifiesta nuestra determinación por seguir a Jesús, por dar sentido a nuestras vidas y a las de las personas que tenemos cerca. En ellas se vislumbra la esperanza queer, esa que no está dispuesta a rendirse nunca, y a reescribirse todas las veces que sea necesario para tener vida. Una vida auténtica que –como dijo el personaje de La Agrado en la película Todo sobre mi madre– nos permita parecernos lo más posible a eso que siempre hemos soñado de nosotras mismas. O incluso, que vaya más allá de nuestros sueños, para crear sueños compartidos de liberación.
Carlos Osma
Fragmento del libro El Discípulo Queer Jesús ∀maba
Varios asistentes a discotecas en Moscú, la capital de Rusia, han sido declarados culpables de “vandalismo mezquino” después de redadas policiales en tres lugares en virtud de la draconiana ley de propaganda anti-LGBTQ+ del país.
El sábado (30 de noviembre), tres clubes nocturnos LGBTQ+ (Arma, Inferno y Mono) fueron objeto de redadas por parte de las fuerzas de seguridad rusas “como parte de las medidas para combatir la propaganda LGBT”, según un informe de la agencia de noticias estatal rusa TASS.
Un clip compartido en las redes sociales mostraba a los asistentes al club sentados en el suelo con las piernas cruzadas y las manos detrás de la cabeza mientras policías con equipo antidisturbios se movían entre la multitud y gritaban órdenes, mientras que otro filmaba a personas siendo sacadas de un lugar hacia un vehículo policial.
Según una fuente que habló con el medio de noticias Vyorstka, los asistentes al club de Mono recibieron avisos de reclutamiento militar por parte de la policía.
🚨 Russia: Putin regime enforcers raided 3 largest Moscow nightclubs on Friday night —
Simachev, Mutabor/ARMA and Mono.
Many men taken to the military conscription offices.
Women eventually released after their passports were photographed.
Raids with police K9s lasted for hours. pic.twitter.com/T4oeVZEDQE
Durante la misma redada, el director de una agencia de viajes para hombres homosexuales también fue arrestado por “organizar giras para miembros de la comunidad LGBT”, según The Moscow Times.
Tras las redadas, el servicio de prensa del Tribunal de Distrito de Lefortovo en Moscú afirmó que siete personas arrestadas fueron declaradas culpables de vandalismo menor, alteración del orden público y por “falta de respeto a la sociedad, acompañada de lenguaje obsceno en un lugar público”.
“Estos ciudadanos cometieron una infracción administrativa, que se expresó en una evidente falta de respeto a la sociedad, acompañada de lenguaje obsceno en un lugar público”, se lee en un comunicado emitido por el tribunal.
Además, El 23 de noviembre, en un sorprendente acto de represión, un grupo de agentes policiales irrumpió en el club nocturno Zebra de Vorónezh, durante una fiesta privada queer de disfraces. Aproximadamente 40 personas se encontraban presentes en el evento, entre ellas la reconocida artista drag Zaza Napoli. Las autoridades han abierto un caso penal contra los organizadores, presentando cargos de “extremismo“. Esta acusación parece estar vinculada a la conocida prohibición de la “propaganda LGTB+” en el país, un delito que podría llevar a penas de hasta diez años de prisión. Además, los asistentes fueron sometidos a interrogatorios que las autoridades denominaron como una “charla preventiva“, mientras que el club ha sido clausurado de manera temporal.
Este no es un incidente aislado. A principios de noviembre, otro club queer, Black Clover, en Kírov, fue objeto de una redada similar. En esa ocasión, tres artistas drag y la dueña del establecimiento fueron acusados de organizar una “comunidad extremista“. Las agencias estatales describieron el bar como un “promotor de propaganda de relaciones sexuales no tradicionales” y un “incitador de odio” hacia quienes no toleran la diversidad de género. Estos hechos son parte de una serie de medidas represivas que buscan desmantelar cualquier espacio inclusivo para la comunidad LGTB+.
Organizaciones de derechos humanos, como Human Rights Watch y la Russian LGBT Network, han documentado exhaustivamente el aumento de la represión hacia la comunidad LGTB+ bajo el actual régimen ruso. Las acciones incluyen la implementación de leyes que prohíben la “propaganda de relaciones no tradicionales” y el uso de acusaciones de “extremismo” como justificación para detenciones, allanamientos y cierre de espacios queer. La Russian LGBT Network ha destacado que estos operativos no solo persiguen el cierre de clubes o eventos, sino que buscan intimidar a las personas queer y consolidar una narrativa estatal que deshumaniza a esta comunidad.
Los recientes casos en Vorónezh, Kírov y Chitá son sólo algunos de los episodios que reflejan una campaña más amplia de hostigamiento hacia las personas LGTB+ en Rusia. Este tipo de incidentes se desarrollan dentro de un clima de creciente hostilidad, alimentado por leyes y políticas estatales que promueven el odio y la discriminación. A pesar de esta represión, organizaciones de derechos humanos continúan denunciando estos abusos y ofreciendo apoyo a las víctimas de estas persecuciones.
Las redadas en Moscú y en otros lugares, son las últimas de una larga serie de ataques esporádicos y por motivos políticos a lugares desde que el gobierno ruso promulgó su prohibición de la llamada propaganda LGBTQ+, mediante la cual declaró que el “movimiento público LGBT internacional” -que no es un movimiento organizado o grupo real, como extremista en 2023.
El gobierno de Rusia también ha tomado medidas en los últimos años para legislar la exclusión de la comunidad LGBTQ+ de la vida pública, incluidas prohibiciones de cuidados que afirmen el género, prohibiciones de adopción y matrimonio entre personas del mismo sexo y ninguna protección contra la discriminación por parte de personas queer.
Ayer publiqué una nota sobre la Ballena que tragó a Juan de la Cruz, en la Cárcel Calzada de la Iglesia imperial de Toledo donde estuvo encerrado mucho tiempo, como él escribe más tarde a una amiga monja. Logró salir como el profeta antiguo y se fue hacia Nínive/Andalucía, como Jonás, a proclamar su evangelio de libertad.
Hoy, vigilia de su fiesta, me han encargado su pregón las Hermanas del Convento antiguo de Córdoba de la Nueva Andalucía, como indica el programa (hora 19, Argentina; hora 23 España). El convento fue fundado y costeado por uno de los “cepedas”, sobrino/nieto de Santa Teresa, de aquellos que fueron a América para acallar hambre, sentar plaza y hacer fortuna.
Allí queda el convento, allí siguen las hermanas, creando espacio de oración y acogido. Así me acogieron un día, invitándome a su oración y a su mesa. Así me honran este año, invitándome a proclamar por zoom el pregón y vigilia de San Juan de la Cruz.
El tema será el mismo de la postal de ayer, con una semblanza tomad de mi Diccionario de Pensadores (en la portada va una imagen de Juan de la Cruz).
Felicidades a todos, en primer lugar a las hermanas/amigas del convento de Córdoba, buen día de fiesta de San Juan del Adviento (la Virgen preñada ya va de camino) para todos
| X. Pikaza
Juan de la Cruz(1542-1591).
Teólogo y místico católico , de la Orden del Carmen Descalzo. Nació entre Ávila y Salamanca y acompañó a Teresa de Jesús en la reforma del Carmelo, ocupando cargos de responsabilidad. Había estudiado humanidades en el Colegio de la Compañía de Jesús de Medina del Campo y Teología en la Universidad de Salamanca. Por su experiencia personal, expresada en una intensa obra poética y en comentarios de tipo teológico, es quizá el mayor poeta y testigo del amor cristiano en la tradición de occidente. En su vida y obra confluyen diversas tendencias.
Su pensamiento tiene un fondo bíblico judío, de manera que puede aparecer como un comentario al Cantar de los Cantares; algunos de sus elementos se inspiran en la tradición platónica, tal como ha sido recreada por los renacentistas italianos e hispanos de los siglos XV y XVI; pero, en un sentido escrito, es un contemplativo cristiano, alguien que ha traducido la experiencia de la encarnación y la pasión del Dios en Cristo en símbolos de amor.
En un sentido muy precisos, Juan de la Cruz (=SJC) es el mayor de todos los pensadores cristianos. Por eso quiero dedicarle cierta extensión (Juan de la Cruz: Fila 4, 2º por izda)
Vida y obra. Nace en 1542, Fontiveros (Avila) y queda pronto huérfano de padre. Su madre, tejedora de oficio, sin protección familiar ni dinero, busca trabajo en Arévalo (1548) y Medina del Campo (1551), rica ciudad de Castilla. Así conoce la estrechez y pobreza rigurosa de los pobres de su tiempo. Del 1559 al 1563 trabaja en el hospital de infecciosos (de enfermedades venéreas) de Medina, entrando así en contacto con la miseria y dureza de la vida. Al mismo tiempo cursa humanidades en el Colegio de la Compañía de Jesús, uno de los centros más prestigiosos de cultura humanista y literaria de su tiempo. Conoce a los clásicos latinos, se familiariza con la poesía renacentista.
El año 1963, ingresa en la Orden de los Carmelitas, en Medina (1963), con el nombre de Juan de San Matías. Estudia en la Universidad de Salamanca, donde es delegado de estudiantes, interesándose por la espiritualidad y teología bíblica más que por la escolástica. Abandona la Universidad sin acabar los estudios. Se ordena presbítero (1567) y encuentra a → Teresa de Jesús, aceptando su Reforma de la Orden del Carmen, para iniciar así la nueva rama de los Carmelitas Descalzo, el año1568, en Duruelo y Mancera, dos lugares apartados, junto a Peñaranda (Salamanca), siendo después maestro de novicios y rector en Alcalá de Henares.
De 1572 a 1577 es Confesor del Monasterio de la Encarnación de Ávila, donde Teresa de Jesús es superiora. Realiza una intensa función de maestro y director espiritual, especialmente de religiosas. El año 1577, acusado de falta de obediencia contra la Orden de los Carmelitas (Calzados) y contra la Iglesia, es recluido en una cárcel conventual de Toledo, de donde se evade a los ocho meses. Vive allí sus más hondas experiencias de amor en soledad y las recoge en sus poemas, especialmente en el Cántico Espiritual, que expresan su madurez personal y le permiten realizar su tarea de maestro de almas.
Se escapa de la cárcel y del año 1578 al 1590 ejerce, como Prior o Rector de los conventos de Jaén, Baeza, Granada y Segovia y como Definidor de los Descalzos, viajando por las dos castillas, Andalucía y Portugal. Comenta sus poemas y escribe tres libros de iniciación y dirección espiritual, que después indicaré.
Culminada básicamente su producción literaria en 1586, tras haber realizado una obra muy intensa de dirección espiritual y de organización de la Reforma del Carmelo, SJC cae en desgracia ante las nuevas autoridades de la Orden, siendo relegado por los superiores, que quieren apartarle de los centros de influjo, destinándole para la fundación de México. Pero no logra embarcar, pues muere antes en Úbeda (Jaén), el 14 de diciembre de 1591, a los 49 años, pidiendo que le lean en su lecho de muerte Cantar de los Cantares.
(comunidad del convento de Cepeda, Córdoba/Argentina, comunidad movida, comunidad amiga, que quiere compartir con vosotros la vigilia de San Juan de la Cruz).
Los libros de SJC nacieron de su experiencia personal y de su contacto con personas a quienes dirigía y, en general, aparecen como un comentario de sus versos. Había escrito y divulgado también otros poemas significativos, por su contenido teológico o espiritual (Romance de la Trinidad, El Pastorcico, La Fonte, Super Flumina Babylonis); pero sólo comentó por extenso tres de ellos, porque le parecían más significativos o porque así se lo pidieron las personas de su entorno:
a. La Subida y La Noche empiezan siendo comentarios paralelos de las ocho estrofas del poema En una noche oscura, / con ansias, en amores inflamada…
Pero en un caso y en otro, SJC olvida pronto los versos y escribe de hecho un tratado (en dos partes o dos libros) sobre el proceso de purificación de aquellos que quieren encontrar a Dios, esto es, ascender (ser elevados) hasta su presencia.
b. El Cántico Espiritual comenta las 39 (CA) o las 40 (CB) estrofas del poema del mismo nombre, donde SJC ofrece una versión nueva del Cantar de los Cantares de la Biblia, en la que se expresa como poeta y analista, creador y hermeneuta del amor enamorado. Siguen influyendo en esta obra las negaciones de Subida y Noche, pero ellas son ahora un presupuesto o medio. Lo que importa es el encuentro de amor.
c. La Llama de Amor Viva, que expone y comenta cuatro canciones que empiezan Oh llama de amor viva, / que tiernamente hieres…, es la obra teológicamente más honda de SJC y en ella muestra que al fin sólo importa y queda Dios, como fuego interior que consume y consuma la vida de los hombres. Desaparecen las restantes referencias: no hacen falta purificaciones ni caminos largos. El fuego de Dios lo llena todo.
Éstos son los libros. Parecen escritos al azar y, sin embargo, ofrecen una poderosa visión de conjunto de la experiencia de un hombre que ha descubierto y cultivado el amor de Dios en la experiencia del amor humano. SJC es poeta de ese amor. Pero, siendo poeta, es también hermeneuta: no sólo dice y despliega en amor su experiencia, sino que la interpreta, desde su visión del cristianismo (de la Biblia) y la cultura de su tiempo.
SJC vive en una época de crisis humana y religiosa, al interior de la gran aventura imperial y colonial de la corona española. Pero esa aventura no le importa, ni tampoco las luchas de católicos contra protestantes en Europa, ni la gloria externa de la Iglesia católica. Sólo le importa una cosa: que hombres y mujeres aprendan a querer a Dios y que se quieran.
Ciencia de amor: Dios y los hombres. Este SJC, cantor supremo del amor en occidente, fue un castellano del siglo XVI pero sus versos pueden comentarse desde la perspectiva más amplia de la cultura moderna, que más que amor ha buscado poder y dinero, poniendo de esa forma en riesgo la hondura y verdad de la existencia humana. SJC fue poeta y así expresó su amor en versos, como testigo de una experiencia intensa de iluminación y unidad afectiva que le vincula con una determinada tradición religiosa y antropológica (Cantar de los Cantares, neoplatonismo…). Pero, al mismo tiempo, fue un teórico (un teólogo) y escribió los comentaros a sus versos, situándolos también en el trasfondo de la filosofía y teología de su tiempo.
SJC ha evocado a Dios con experiencia y cantos de amor humano. No demuestra su existencia, ni define su esencia con argumentos. No razona ni arguye, hace algo previo y más hondo: avanza en el camino del amor, para cantarlo con palabra y melodía emocionada, ofreciendo a quienes quieran escucharle el más sincero y bello testimonio de su propio recorrido. Así proclama su amor a Dios con versos y razones de dos enamorados, que descubren y recrean el camino de la naturaleza y de la historia, como si en ellos y por ellos viniera a sustentarse (y se sustenta) el universo.
Mirados en una línea abstracta, en perspectiva de naturaleza, los dos amores (divino y humano) podrían separarse, de manera que lo atribuido a uno debería sustraerse al otro, conforme a una ley de oposiciones. Pero, en un plano concreto, de encuentro personal, los dos amores se identifican, de forma que no se puede hablar de dos realidades separadas, sino de un mismo y único despliegue afectivo, de un itinerario de búsqueda, entrega y comunión en Cristo, gran enamorado (Amado y Amante, según las perspectivas), que es el primer protagonista del Cántico.
Por eso, en su raíz, no existen dos amores sino un amor profundo donde se encuentran y vinculan (identifican) Dios y el hombre, sin dejar de ser distintos.
Siendo amor en sí, Dios integra y ama a los hombres en su mismo amor divino (paterno), por Jesús, el Cristo, a quien en esa perspectiva se suele llamar Hijo, siendo, al mismo tiempo, Amado.
Amando a Dios, su Realidad más honda, los hombres han de amarse unos a otros, de tal forma que compartan así la Realidad divina, en su misma comunicación y acogida personal (en el Espíritu divino). Jesús es “hombre y Dios al mismo tiempo”, una única persona, no por suma de elementos sino por unificación y encuentro enamorado.
Amor y vida humana.
SJC no ha sido un filósofo profesional, sino un testigo del amor humano, que se sitúa y nos sitúa en el comienzo de la modernidad, en el camino que va del Renacimiento a la Ilustración. Por eso podemos concederle un lugar entre los forjadores teóricos de esa modernidad (Descartes y Hegel, Kant y Nietzsche), que ha desembocado en el sistema de teoría y acción que hoy omina sobre el mundo.
SJC estuvo inmerso en una cultura y una época pasada, de la que nos sentimos, en parte, separados, pues vivió y murió antes de la gran revolución intelectual y social, que ha desembocado en nuestro sistema neo-liberal y capitalista. Pero, al mismo tiempo, él es nuestro contemporáneo, uno de esos hombres que han marcado y seguirán marcando nuestra historia por situarse en el cruce de los grandes caminos de la vida, allí donde empezaban a expresarse ya los rasgos de la modernidad racionalista, capaz de conquistar el mundo, pero huérfana de amor y comunión personal. En ese fondo emerge él, como testigo y portador de una experiencia universal, que se expresa en aquellos que, fundándose en Jesús, vinculan la mística de unión con Dios y el ejercicio del amor enamorado.
Fue un hombre des-mesurado en el sentido radical de la palabra, tanto en sus negaciones (por su rechazo de una racionalidad discursiva que pretende conocerlo y dominarlo todo) como en sus afirmaciones (por su búsqueda de amor ilimitado). Pero superando las medidas ordinarias, él ha podido revelarnos la más honda medida del amor cristiano, llevándonos más allá de una racionalidad discursiva y dominadora, instrumental y egoísta, que nos acabaría destruyendo, para situarnos ante el Dios de ls Vida que es amor.
Ciertamente, el camino enamorado del Cántico de SJC no es el producto de ningún proceso político o moral, ni siquiera religioso (en el plano institucional), sino una revelación originaria de la Realidad más honda, esto es, del mismo ser divino. En ese sentido decimos que pertenece al Ser originario, que es Salud-salvación, no al nivel de los entes objetivos, que pueden organizarse de un modo instrumental. Desde ese fondo empezaremos hablando de los dos niveles de ese amor salvador, que es intimidad con Dios y es comunión interhumana.
Dos amores, un Amor de fondo
Enamoramiento interhumano. El Cántico de amor se mueve básicamente en dos niveles o registros: a. el registro del amor humano entre dos enamorados; b. el nivel del amor enamorado del hombre (= alma) hacia Dios. Los dos planos se implican, como en la encarnación de Cristo, de tal manera que todo en ese amor es divino, siendo todo humano. El mismo proceso de enamoramiento de dos hombres presenta, según eso, un carácter mesiánico y escatológico, viniendo a presentarse como revelación de amor divino, principio fundador y meta de toda realidad.
Así hablamos de enamoramiento humano y de intimidad divina. Este es el principio de toda alternativa cristiana: sin amor de Dios y/o enamoramiento personal, hombres y mujeres corren el riesgo de volverse máquinas de un sistema de producción y consumo, destruyéndose a sí mismos. El amor humano de dos enamorados constituye el registro de base en el que se mueve el Cántico en cuanto poema, que asume y recrea de algún modo los cantos de amor de la historia de la humanidad (desde la perspectiva de occidente), tal como culminan de algún modo en el Cantar de los Cantares de la Biblia.
Así escribe Juan de la Cruz a su amiga Catalina, que anda triste y sola, lejos de Madre Teresa: “Consuélese conmigo, que más desterrado estoy yo, y solo por acá, pues después que me tragó aquella ballena y me vomitó en este extraño puerto; nunca más merecí verla ni a los santos de por allá. Dios lo hizo bien; pues, en fin, es lima el desamparo, y para gran luz el padecer tinieblas… Encomiéndeme a Dios. Yo no la quiero decir de por acá porque no tengo gana. De Baeza, y julio 6 de 1581. Su siervo en Cristo, Fray Juan de la Cruz. (Es para la Hermana Catalina de Jesús, carmelita descalza, donde estuviere)”.
Esta carta de Juan a su amiga Catalina se encuentra fácilmente en cualquier edición de Juan de la Cruz (Obras completas).
La reflexión y manifiesto de reforma de la Iglesia antigua y actual por amor, en la línea de Juan de la Cruz está tomada de Ejercicio de Amor, San Juan de la Cruz, San Pablo, Madrid 2017. Las imágenes son de esa obra y de las ruinas de la Cárcel/convento de Toledo, donde Juan de la Cruz escribió sus poemas de reforma de la iglesia y de la humanidad por amor, para la vigilia de su fiesta, este Adviento 2025.
| Xabier Pikaza
Una noche de Octava de la Virgen de Agosto (entre el 16-18. VIII. 1578), tras casi nueve meses de dura prisión en una cárcel-convento de Toledo, donde le habían llevado y enterrado desde Ávila (tras haberle secuestrado del 2 al 3 del XII de 1577), Juan de Yepes (a quien llamaremos San Juan de la Cruz: SJC), logró descerrajar las llaves de su encierro, abrir el ventanal del alto muro y descolgarse con riesgo y audacia hasta una calle baja de Toledo, junto al Tajo.
Le habían juzgado y condenado por rebelde, corría mucho riesgo su vida, y sintió el deber de conservarla y proclamar la historia de amor que allí había experimentado y fijado en bellísimas canciones, en contra de aquellos que le tenían condenado por opuesto al mandato de un tipo de Iglesia.
Salió a medio vestir, en la oscuridad ardiente de Toledo, y buscó el refugio delas carmelitas amigas, que primero le escondieron en la Iglesia, y luego hallaron la manera de ponerle a salvo, con amigos influyentes, de forma que pudo escapar de la ciudad donde le buscaba la policía toledana y encontrar asilo, trasladándose después a Andalucía.
Saltó de la altura sin nada, enfermo grave, con un hábito raído, pero llevaba en su memoria y corazón (y en un cuadernillo que al fin pudo escribir) el mayor de sus tesoros: Unos poemas de prisión y libertad, entre los que despuntaban treinta canciones de amor, en las que había condensado su más honda experiencia de vida, su visión del evangelio y su proyecto de reforma, como protesta contra la prisión donde habían querido enterrar el evangelio, su Cántico Espiritual, el más hondo poema de la Iglesia moderna[1].
Desde la cárcel de Toledo
Estrictamente, esas canciones no pueden tomarse como su autobiografía, pero condensaban, mejor que ningún posible texto de confesiones o memorias, el manantial de su experiencia y el proyecto de su nueva trayectoria en el “extraño puerto” de Andalucía donde le llevaron sus hermanos reformados. Así lo supieron las madres del convento de Toledo que le escucharon recitarlas (cantarlas) de forma emocionada, al acogerle con celoso secreto en su Iglesia, mientras reparaban sus vestidos y sus fuerzas, para que pudiera tomar el camino de Andalucía, bajo la protección de un amigo canónigo del Hospital de Toledo donde le llevaron primero para curarle a escondidas.
No había sido fácil mantener el ánimo y la vida en aquel penal, donde le habían juzgado, condenado y sepultado en secreto, los hermanos calzados de su Orden, con la aprobación (al menos tácita) de la jerarquía de la Iglesia, empezando por el Nuncio de Roma. Le culpaban de insolencia y desacato, de oposición a la autoridad y desobediencia a la Iglesia, en tiempos de fuerte crisis, cuando la unidad era más necesaria que nunca y los riesgos de falsas reformas se extendían por doquier, siguiendo el ejemplo protestante.
Sus adversarios no eran perversos ni injustos, tenían sus razones de orden y concordia en la sociedad cristiana, y así le instaron a volver a la “obediencia” religiosa, queriendo convencerle al principio con buenas razones, para que dejara la “reforma”, pues su ejemplo serviría para que también otros se reformaran (como sigue haciendo hoy falta, año 2025, con cárceles peores que aquellas) , de manera que se evitara el grave riesgo de escisión del Carmelo, con las consecuencias que ello podía implicar para la Iglesia. Ciertamente, estaba en juego un problema personal de Juan de Yepes, un “fraile” piadoso que desafiaba a sus pretendidos superiores con su libertad; pero en el fondo había también un problema eclesiástico y social, en un tiempo y país donde la Iglesia era un momento esencial del Estado.
En esa situación, Juan de Yepes se mantuvo fiel a su conciencia, rechazando y condenando el orden superior de una Iglesia oficial, representada por sus acusadores. Ciertamente, las cosas no estaban claras, ni siquiera en lo referente a la Madre Teresa de Jesús, inspiradora y promotora de la Reforma del Carmelo, a la que Juan de Yepes se había sumado. Mientras esa Reforma intra-católica fuera cosa de “mujeres”, monjas encerradas en conventos recogidos, sin influjo directo en la marcha de la Iglesia, se pensaba que no había peligro. Pero el peligro surgió y se extendió desde el momento en que Teresa logró que algunos varones como Juan de Yepes (hombre de letras, que había querido ser cartujo y aislarse del mundo), con estudios y conocimiento, presbíteros de la Iglesia asumieron la Reforma.
Hoy como entonces, la reforma de la Iglesia, que ha de barrer un tipo de cárcel toledana o vaticana, tiene que empezar por monjas valerosas como las de Teresa, y por hombrecillos (“medio hombre” le llamó Teresa) como Juan de la Cruz, capaces de crear y cantar canciones de amor y libertad (gocémonos, amado: Cántico 36)
Ése es el riesgo que veía la iglesia oficial toledana, dirigida por el nuncio vaticano, venido para organizar las cosas a su forma desde Roma. No se trataba del riesgo protestante, que parecía quedar lejos de España, sino de algo incluso más funesto y peligroso en el catolicismo: La Reforma iniciada en el Camelo por Teresa de Jesús, y asumida de un modo radical por Juan de Yepes, representaba una Protesta contra una Iglesia de grandes poderes y poco evangelio.
San Juan de la Cruz no tenía más autoridad ni poder que la palabra, la oración en libertad, y la tarea de la transformación personal. No tenía tercios, como los de Flandes o los del Milanesado y Nápoles, pero sus cantos de amor y libertad tenían más fuerza que todas las legiones de Roma.
Sin duda, Teresa de Jesús aprovechó sus influjos político-sociales, como mujer crecida en el seno de una burguesía influyente de “provincia”, pero con acceso a obispos y señores, e incluso al mismo rey Felipe II, y así pudo evitar la persecución directa, aunque debió pasar por tribulaciones y dificultades. Pero la situación era distinta para hombre menos influyentes en lo externo, como Juan de Yepes.
SJC provenía de una familia pobre (con parientes muertos literalmente de hambre: El hambre, la gran señora….), pero se hallaba dotado de inmensa sensibilidad e inteligencia. Había pasado muchas penurias, trabajando desde niño en hospitales y lugares de máxima miseria, pero, al mismo tiempo, había estudiado en los centros escolares más prestigiosos de su tiempo (jesuitas de Medina de Campo, Universidad de Salamanca). Profesó en la Orden del Carmelo y luego y, ordenado sacerdote, quiso entrar cartujo, para entregarse en soledad a la contemplación, fuera de los muros de opresión de un mundo que él había conocido bien, en el mercado de Medina (gran centro de comercio) y en la Universidad de Salamanca (centro de cultura universal).
Pero Teresa de Jesús le buscó en Medina, y le instó a dejar la idea de cartujo, asumiendo en vez de ello la Reforma que ella buscaba, para él y para otros, desde el mismo interior del Carmelo, en pobreza radical, en encuentro con Jesús, desde las márgenes del mundo. Eran y siguieron siendo muy distintos. Teresa era mujer de más mundo, y buscaba un Carmelo abierto a las corrientes sociales de su tiempo; SJC era en el fondo un ermitaño de amor, un hombre de pobreza interior y exterior, y así nunca dejó de ser un eremita.
Ciertamente, Teresa, que le necesitaba para su Carmelo, no quiso que él dirigiera oficialmente la Reforma, pues confiaba para ello en otras personas (en especial en el P. J. Gracián). Pero valoraba su experiencia de Dios y su sabiduría, y le juzgaba necesario para la Reforma, por el testimonio de su vida y sus dotes de educador. Y así fue como SJC vino a ser la figura más representativa del Carmelo Reformado (1968-1977), en la soledad de Duruelo y Mancera (entre Salamanca y Ávila) y, sobre todo, en la ciudad universitaria de Alcalá de Henares, donde siguió en contacto con la mejor cultura de su tiempo.
De un modo consecuente, en un momento clave, cuando a Teresa de Jesús le nombraron priora del gran convento “calzado” de la Encarnación de Ávila, donde había iniciado la vida religiosa y planeado su Reforma, ella misma quiso y logró que SJC fuera confesor y director espiritual de aquel convento, cosa que fue, desde 1572 hasta 1577, en que le llevaron preso. La Reforma no había logrado estabilizarse todavía, no se podía prever su resultado, si quedaría como un simple cambio espiritual en algunos conventos de mujeres, o si crearía un nuevo movimiento de vida en la Iglesia (es decir, en la sociedad).
El resultado dependía de Teresa de Jesús y de algunos reformados como SJC, pero también de sus opositores, entre ellos bastantes carmelitas calzados, que no aceptaban la “aventura” reformista, y otros eclesiásticos con poder e influjo social, empezando por nuncios romanos poco propensos a los cambios. En ese contexto, a lo largo de cinco largos años, SJC vivió bastante cerca de Teresa, en la etapas que ella estuvo en la Encarnación, asumiendo la tarea de escuchar y despertar, convertir, moderar y animar a más de cien religiosas de todas las clases sociales (señoras, mujeres libres, criadas…) en aquel gran convento, que Teresa de Jesús quiso y no pudo ganar para su reforma [2].
Fue una gran labor, un contacto directo con la realidad, es decir, con la vida concreta de varias docenas de mujeres que eran monjas por vocación espiritual, pero también por presión social y por necesidad. Fue un experimento de aquello que pudo haber sido y no fue la reforma de conjunto de la Orden del Carmelo, sin la creación de una rama distinta de carmelitas, con lo que eso suponía de rechazo (y en el fondo de condena) de los carmelitas antiguos (=calzados). Podríamos decir que su obra de confesor y reformador de carmelitas de la Encarnación no triunfó en lo externo, pero aquellos años marcaron su vida y le hicieron hombre de experiencia de amor, compañero, amigo y director de mujeres que optaban por asumir y recorrer en libertad un camino de iniciación/purificación en el amor, en la línea de lo que dirán sus Canciones. Allí descubrió en principio en sentido y las implicaciones de una Reforma expresada como Ejercicio de Amor, concretado de un modo especial en mujeres.
Reforma incierta, juicio obscuro
Quizá no era mucho lo que SJC pudo hacer externamente, pero tuvo una gran repercusión y significó un peligro para los que no aceptaban ese tipo de reforma del Carmelo. Por eso, los adversarios de la Reforma decidieron apartarle del camino, con un golpe de efecto, raptándole en secreto y llevándole preso (también en secreto, y conforme al Derecho “cristiano” y de la Vida Religiosa de aquel tiempo) a la cárcel conventual de Toledo donde quisieron que renunciara a la Reforma y aceptara la autoridad establecida del Carmelo Calzado, primero con argumentos de ley, después con halagos y finalmente con amenazas.
No era fácil optar sin más, desde la Ley oficial de la Iglesia (y desde la política religiosa de Felipe II en España), por la Reforma del Carmelo. Había muchos cabos sueltos, de manera que no podemos condenar sin más a los que encarcelaron a Juan de la Cruz.
En conjunto, ellos tenían sus razones, pero la forma de imponerlas nos parece hoy (2017) no sólo excesiva, cruel, nada cristiana y contraproducente, sino poco sensata, pues no sabían con quien se habían enfrentado, Juan de Yepes, ¡un hombre débil, pero capaz de mantenerse firme en medios de la persecución, precisamente por conciencia, porque sabía ya que el amor está por encima de toda ley, como iré poniendo de relieve en el comentario a las sus canciones de amor. Éste era el contexto:
En la Orden del Carmen se habían agravado las tensiones jurisdiccionales entre carmelitas calzados (la Orden antigua, oficial) y descalzos (los de Santa Teresa). Los primeros, decididos a evitar la separación de un grupo cada vez más nutrido de frailes, fueron impulsados por la curia romana y el papa; los segundos, seguidores de la regla primitiva no mitigada y ávidos de rigor, fueron apoyados por Felipe II, promotor de una reforma «a la hispana», rápida y radical. En 1575, el capítulo general de los carmelitas, reunido en Piacenza, determinó enviar un visitador de la orden para calzados y descalzos, el P. Jerónimo Tostado, con el objetivo de suprimir los conventos fundados sin licencia del General de la Orden [3].
No era fácil decidir en aquellas circunstancias, ni justificar sin más una reforma que parecía oponerse al orden establecido, y así eran muchos (quizá mayoría) los que empezaron respaldando a la autoridad oficial de la Orden, representada por los Calzados del gran convento de Toledo, a pesar de lo que diga con su habitual retórica la Madre Teresa en una carta en la que escribe al mismo rey Felipe II, intercediendo por Juan de la Cruz, y añadiendo que preferiría que hubiera caído en manos de moros más que de religiosos calzados [4].
Los que encarcelaron a SJC tenían sus razones que, posiblemente, en sentido jurídico, eran tan válidas como las razones de los reformados, al menos en eso momento, en el año 1577-1578. ¿Quién era aquel frágil y aún joven religioso, de 37 años, con aires de espiritual, para oponerse a la autoridad de la Iglesia establecida? ¿Qué sentido tenía buscar una Reforma, centrada especialmente en mujeres a las que él educaba para que desplegaran su vida en libertad interior y autonomía de amor, con riesgo de romper el orden establecido?
Parecía claro que debía mantenerse la tradición y la autoridad de las instituciones, al servicio de la Iglesia, con monjas sumisas a la jerarquía. La opción de SJC (con la Madre Teresa) aparecía ante muchos como una aventura poco realista, quizá como un oportunismo, un riesgo en contra de la verdadera libertad que se mantiene en el orden de la Iglesia, en un momento de autoridades cruzadas (la de Felipe II y la de Roma).
En principio, los que optaron por el Carmen Calzado, con su autoridad sobre la Reforma, venían con la autoridad de un Capítulo General (celebrado en Piacenza (1975) y con el apoyo de F. Sega, Nuncio del Papa en España (1577-1581). Por eso, los que juzgaron a SJC estaban en “derecho” para hacerlo.
Ellos, los jueces de SJC en Toledo (empezando por el P. Jerónimo Tostado, que fue el Visitador enviado por el Capítulo de Piacenza, para calzados y descalzos) no pueden tomarse como “terroristas”, sino al contrario, eran hombres de ley. Ciertamente, utilizaron métodos de nocturnidad y ocultamiento, con prisión conventual, que hoy nos parecen contrarios a Derecho; pero eran los que entonces se empleaban en la Iglesia, y mucho más en los tribunales de la Inquisición.
No estamos, pues, ante una historia de buenos y malos, como si los descalzos (y en especial SJC) fueran buenos y los calzados malos. No se trata de bondad o maldad moral, de personas concretas, sino de estructuras de Iglesia, y, en esa línea, la forma de actuar de los calzados en Toledo fue la que entonces se empleaba, en la sociedad civil y en la Iglesia. No estamos, según eso, ante el conflicto de unos jueces perversos (calzados de Toledo), contra un pobre indefenso (SJC), sino ante un juicio normal de autoridad de la Iglesia.
Es evidente que entre los ochenta carmelitas calzados del Carmen de Toledo había muchos moralmente intachables y santos en sentido legal, fieles a su conciencia, cumplidores de órdenes. Ellos tenían sin duda sus razones (aunque muchos pudieran sentirse molestos ante la forma de tratar a SJC, entre ellos el “carcelero” final que tácitamente le ayudó a fugarse). Lógicamente, sus raptores se juzgaban moral y religiosamente justificados para actuar como hicieron, en defensa de la Orden, de la paz social y la Iglesia.
Por eso empezaron proponiendo a SJC que se retractara, que hiciera lo justo, volviendo al Carmelo establecido. Es normal que le ofrecieran una recompensa si lo hacía: Tendría lugar y ocasión para ser santo en el viejo Carmelo, siguiendo sus estudios, ocupando cargos de importancia y manteniendo la obediencia debida, dentro de la Iglesia, sin escándalos ni divisiones.
«El cristiano actual debería ser educado para percibir el sacramento más allá de los estrechos límites de los siete sacramentos»
(Leonardo Boff).
En medio de una crisis tan dramática como la que estamos viviendo en nuestros días, intentando sobrevivir día a día, ayudando como mucho a la gente de nuestro entorno, es difícil levantar la mirada y el corazón, para vislumbrar salidas, para compartir proyectos, para encontrar significados.
Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia de Dios, a través de los cuales se otorga la vida divina al creyente, según la doctrina de la Iglesia. Por lo tanto, para recibir la gracia deberemos vivir una vida sacramental, que supere el estrecho margen de los siete sacramentos, descubriendo el encanto y la diafanidad de la vida, que sigue brotando en cientos de manantiales a nuestro alrededor. Un agua fresca que se nos ofrece, se nos da vida y que no podemos desaprovechar.
Más allá de los siete sacramentos, hay otros muchos que surgen a nuestro alrededor, que hay que descubrir y otros que podemos derramar y ofrecer a los demás. Como el sacramento de la ternura: «No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura», ha dicho en varias ocasiones el papa Francisco. La ternura con los demás es un sacramento que transforma las relaciones, revitaliza la ilusión, despierta la alegría. El sacramento de la ternura camina de la mano del cariño, que sienta las bases de una profunda humanidad.
Detrás de las muchas experiencias que acumulamos en la vida, podemos descifrar los signos sacramentales que pueden ayudarnos a comprender su significado, aprendiendo a encontrar lo positivo de cada circunstancia.
Pero la mayor felicidad que podemos obtener en la existencia, es cuando descubrimos el misterio y el sacramento del otro, que nos ayuda a encontrar nuestra identidad más honda, pues el otro nos fecunda, nos ayuda a caminar, a descubrir nuestras deficiencias, nuestra potencialidad, nuestra bondad. Llegamos pues a ser nosotros mismos cuando somos con y para los demás.
En el contacto con el otro que sufre, sea por problemas personales o a consecuencia de la injusticia social, aflora el sacramento de la solidaridad, que refleja lo mejor de la condición humana, la cercanía, identificación y com-pasión con el dolor y el lamento, para transformarlo en superación, sanación y liberación.
La naturaleza es uno de los sacramentos más diáfanos de la belleza y del misterio de Dios. Es algo a recuperar en nuestro mundo, especialmente por las personas que vivimos en las grandes ciudades. Dejarse asombrar por el intenso azul del mar, por la majestuosidad de las montañas, por el vuelo de las aves, por la hermosura de las flores, por el frío de la nieve o el ardor del desierto, por la inmensidad del cosmos y sus millones de estrellas… Es un verdadero sacramento de encuentro y de admiración, para llegar a sentirnos uno con nosotros mismos, con los demás y con el universo entero. Todo con todos.
Imprescindibles para respirar, son el sacramento de la alegría y el buen humor,que hacen agradable nuestra vida y la de los demás. El sacramento de la amistad, que nos hace sentirnos acompañados y confiados en cada circunstancia de la existencia. El sacramento del amor, que lo abarca todo, da sentido a todo, todo lo renueva. Y otros muchos sacramentos más, que dan significado y un nuevo sabor y color a la existencia…
«Felices quienes han logrado reconocer en cada momento de su existencia los innumerables sacramentos que se les ofrecían».
Tema nuevo, pero,al mismo tiempo antiguo con lenguajes diferentes. Así y todo, importante en el mundo occidental por la pluralidad de significados del ego. El ego es valorado ydesvalorado, defendido y atacado según el ángulo desde donde se contemple, se viva y se explique. Por eso, me atrevo yarriesgo a hablar de élasí como enseñarlo, de ahí la palabra “dicea”. Por tanto “egodicea”.
Para comprender mejor mi intención, el punto de partida debiera ser para la persona lectora su propia experiencia, no las creencias o enseñanzas. Además, sabiendo las diferentes explicaciones sobre qué es el ser humanodesde la biología, la psicología, la filosofía, la teología, las diferentes religiones y últimamente las neurociencias. ¿No ha encontrado la persona lectura ante muchos sustantivos el prefijo “neuro”? El último que he encontrado ha sido en la revista “Muy interesante”: El neuropecado. Y en otro lugar, “Iberdrola”: Los neuroderechos. Tenemos un buen campo de investigación. Pero es preciso simplificar.
Pues bien, ante este magno panorama, no hay otro camino que sentir y explicarse el ser humano a sí mismo: ¿Qué entiende por ego? Ciertamente, hay que leer para informarse y formarse. Los mapas ayudan y más si están bien hechos y nos inspiran confianza, pero es preciso partir de nuestro territorio, de nuestra interioridad para formular nuestro propio mapa que puede coincidir con otros autores: El mapa no es el territorio.
De ahí, mi riesgo y atrevimiento de presentar un mapa o un intento de “egodicea”. Y para ello debo indicar qué autores me han inspirado. El primer autor, de inicio, es Sigmund Freud(1856-1939). Recalco de inicio. Pone las bases con la metáfora del caballo: El jinete (ego, que conecta con la realidad), el caballo (ello, el mundo pasional sin límites) y las riendas (superego o las normas ancestrales, tribales, familiares junto con el ideal o ideales, que debe clarificarse). Y sin olvidar nunca, la gran aportación freudiana: el inconsciente individual.
Luego, ampliado por Carl G. Jung (1875-1961) con su inconsciente colectivo, dinamizado con los arquetipos, que mueven lo individual como colectivo. Y pone en juego diversos personajes: El héroe, el triunfador, etc.
Posteriormente, completado con una cartografía más amplia, que abarca lo perinatal, toda la movida del embarazo, realizada por Stan Grof (1930-…). Y la visión de la psicología transpersonal con Michael Washburn (1943- …). Sintetizando: El ego psicoanalítico.
Todos ellos vienen del psicoanálisis o de la psicología profunda. Y se entiende por “profunda” porque se busca y analiza los entresijos escondidos en nuestro interior. Yel ego tiene una tendencia a negarlos porque molestan, pero al mismo tiempo por ser dinámicos pueden ayudar o fastidiar. Y conocer esta sombra es de un gran beneficio para el sujeto como para la colectividad.
Ya he indicado antes, la metáfora del jinete que monta a caballo con sus propias riendas. El jinete o el ego cuanto mejor conozca su caballo, el mundo pasional, que son las pulsiones, más que instintos, que es el ello, mejor los podrá gestionar con un criterio sano, razonable, madurativo, es decir, pensar por sí mismo y construir su propio criterio para saber adaptarse a la realidad, no conformarse a ella. Ciertamente que debe tener en cuenta las normas, los ideales, la sociedad y, a pesar de todo esto, el jinete o el egotendrá que hacer su propio criterio. Le será preciso dialogar con su superego, que son los valores de la sociedad actual como las anteriores. Y qué ideal le exige. Si es “un ego ideal”, es un narcisismo. Y el narcisismo es un término que rige a partir de Freud y que su nomenclatura clásica es orgullo o soberbia. Osi es“un ideal para el ego”, entonces es un trabajo propio para elaborar su propia escala de valores, su axiología.
Voy a dar un paso más. Intuyo que todo eso es nuevo para la persona lectora. La herencia cultural, aún vigente, es que somoscuerpo/alma o materia/espíritu o memoria/entendimiento/voluntad reprimiendo o suprimiendo el mundo pasional. Pero este mundo emocional hoy queda más manifiesto con el libro “la inteligencia emocional”, que publicó en el 1995 Daniel Goleman (1946…). Se habló muchísimo y aún se habla mucho hoy en día. Pero, Freud ya marcó el cambio: Lo pasional hay que integrarlo, no reprimirloni suprimirlo. Y así ha sido y es.Sabemos que con la inteligencia emocionalse tiene en cuenta, pero a costa de negar el auténtico inconsciente tanto freudiano como junguiano.
Para este aspecto, hay la metáfora de la imagen del “iceberg” o la montaña de hielo. La parte que el ego conoce es solo lo que hay en la superficie y con algo de esfuerzo lo que alcanza la vista desde la cima, pero no así todo el resto. Y quien mueve el iceberg no es el que está en la punta de la superficie, sino lo que está escondido o profundo; como el caballo,que es el mundo de los deseos, el que guía. De ahí, el gran esfuerzo en conocer el fondo del iceberg o el caballo a través de la reflexión, del silencio, de la lectura y también de una ayuda, no precisamente siempre clínica, de un acompañante.
Por tanto, podemos considerar la estructura anímica como un teatro. Sus estancias o lugares: el consciente (el escenario y las butacas), el preconsciente (lo que se esconde detrás de las bambalinas y fácil de saberlo), el inconsciente (lo debajo del teatro y las buhardillas). A más en este teatro actúan personajes:Ello, ego y superego.
Y estos personajes o instancias que forman parte de esta estructura anímica, que no mental. El “ello” tiene un origen biogenético, la fuerza pasional de todos los presentes. El “ego” su origen es psicogenético que es conformado en base a lo pulsional, el actor. Y el superego es también psicogenético pero adquirido en base a las costumbres, normas sociales junto con el apuntador y público.
Y para ir concluyendo, el egodebe ir pasando por etapas diferentes como infancia, adolescencia, juventud, madurez, ancianidad y a la par niveles de consciencia diferentes: el arcaico, el mágico, el mítico, el racional y el integral.
Todo ello para una nueva materia: la “egodicea”. Y nos explica EL PROCESO MADURATIVO INTEGRAL a través de pre–ego, ego y trans–ego como nos indica la psicología transpersonal. Muy importante el “trans”, que es ir más allá de sí mismo o despertarse en un nivel más profundo de totalidad u “holístico”.
Por tanto, ni cuerpo ni alma; ni materia ni espíritu, ni solo un manojo de nervios o neuronas,sino UN PROCESO MADURATIVO INTEGRALgracias a que el ego es un ser hablante. Todo cuanto he intentado narrar hay que verificarlo cada uno personalmente: EXPERIMENTAR.
De entre los centenares de eventos organizados de cara al Jubileo de 2025 que se celebrarán en Roma -adonde se espera que acudan más de 30 millones de peregrinos- hay uno que, cuando faltan nueve meses, ha levantado ya gran expectación, algunos sentimientos encontrados y también duras críticas por parte de algunos sectores LGTBI, que acusan al Vaticano de ocultar un acto lleno de simbolismo y que llevará en peregrinación a la basílica de San Pedro, para cruzar la Puerta Santa y ganar las indulgencias plenarias, a miembros de ese colectivo que así lo deseen. Y es que, lamentablemente, el Vaticano ha dado marcha atrás y ha decidido borrar y no publicitar en su calendario oficial del Jubileo 2025 la controvertida peregrinación LGTB.
Aunque el evento ya no figura en la página oficial del Vaticano, la Tenda de Jonathan continúa publicitándolo en su sitio web, señalando que había recibido la aprobación del Vaticano para organizar una peregrinación oficial destinada a “los creyentes LGBT+, sus familias y sus trabajadores pastorales”.
Si bien, una búsqueda del evento en Google aún lleva al sitio web del Jubileo del Vaticano, la peregrinación LGBTQ+ ya no figura entre los eventos oficiales del Jubileo y el enlace lleva a un mensaje de “Página no encontrada”.
A pesar de su eliminación del sitio web oficial del Jubileo 2025, el evento parece mantenerse según lo planeado. La peregrinación comenzará el 5 de septiembre con una vigilia en la Iglesia jesuita del Gesù, donde descansan los restos de San Ignacio de Loyola. Al día siguiente, los participantes cruzarán la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro y regresarán a la Iglesia del Gesù para asistir a una misa presidida por el obispo Francesco Savino, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Italiana.
Por otro lado, el obispo ultraconservador Joseph Strickland, obligado a dimitir por su acoso crítico al Papa Francisco, reaccionó con preocupación. Tras conocer la noticia de la aprobación inicial del evento, instó a sus seguidores a rezar por “la conversión del Papa Francisco y por todas las almas que están siendo llevadas a la oscuridad por él y los cardenales que promueven esta agenda”. Estas declaraciones fueron compartidas a través de un artículo de Breitbart News, donde Strickland subrayó su desacuerdo con lo que considera una contradicción con el Evangelio.
A pesar de todo ello, publicamos los siguientes artículos que animan a ver la “botella medio llena” en toda esta lucha por alcanzar la total inclusividad de las personas LGTBIQ+ en el seno De la Iglesia Católica Romana…
***
La noticia de que el Vaticano ha incluido un evento de peregrinación LGBTQ+ durante el próximo Año Jubilar de 2025 conmovió profundamente mi corazón porque me trajo recuerdos de otro Año Jubilar, hace 25 años.
“Una peregrinación del grupo italiano “La Tenda di Gionata”, prevista para el próximo mes de septiembre, figura entre los centenares de manifestaciones previstas para el Jubileo…
“Se espera que el grupo, que describe su objetivo como promover la acogida de las personas LGBT dentro de la Iglesia, organice una vigilia de oración en una parroquia local de Roma antes de viajar a la Basílica de San Pedro”.
Aunque el evento no está patrocinado por el propio Vaticano, figura entre los cientos de eventos enumerados por el Vaticano que tendrán lugar durante el año jubilar. Tendrá lugar en la Iglesia del Gesù de Roma, la iglesia madre de la orden de los jesuitas, el 6 de septiembre de 2025. Según un informe de ANSA, el periódico italiano Il Messagero recibió confirmación del Vaticano sobre el evento. El periódico comentó:
“El Jubileo de 2025 abrirá sus puertas a la primera peregrinación dedicada específicamente a los gays y LGBT+. . . .una novedad absoluta, impensable hasta hace unos años, fruto de una atención pastoral que se extiende a medios normalmente considerados marginales… [L]a histórica iglesia barroca del Gesù ha promovido la acogida de los peregrinos LGBT+, sus padres, trabajadores y todos aquellos que gravitan hacia estas asociaciones arcoíris. … “
La peregrinación se titulará: “Iglesia: hogar para todos, cristianos LGBT+ y otras fronteras existenciales”. El evento cuenta con el apoyo del Papa Francisco, el arzobispo Rino Fisichella, responsable de los eventos del Año Santo, el cardenal Matteo Zuppi de Bolonia, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, y el padre Arturo Sosa, superior general de los jesuitas.
Entonces, ¿por qué esta noticia tocó tan profundamente mi corazón?
Tengo edad suficiente para recordar el Año Jubilar declarado por el Papa Juan Pablo II en 2000 para conmemorar los dos milenios del cristianismo. De hecho, estuve en Roma ese verano para la primera celebración del Orgullo Mundial que se estaba llevando a cabo en la Ciudad Eterna. Los organizadores me invitaron a pronunciar un discurso en la conferencia sobre religión y homosexualidad, que fue un evento importante del Orgullo Mundial.
Una de las cosas que más recuerdo de esa época fue el enojo expresado por el Vaticano y el propio Papa porque el Orgullo Mundial se estaba celebrando en Roma durante el Año Jubilar. Quizás lo particularmente irritante para Juan Pablo II fue que el evento del orgullo se llevaría a cabo en la primera semana de julio, que era la misma semana en que los peregrinos de la Polonia natal del Papa estaban programados para inundar la ciudad. Y, de hecho, dondequiera que miraras veías gente con pañuelos de color rojo brillante, un símbolo de la herencia polaca.
El ambiente en la ciudad era increíblemente tenso. La retórica anti-gay del Vaticano había alimentado el sentimiento anti-gay más allá de la Iglesia Católica, y muchos grupos políticos italianos de derecha denunciaban el Orgullo Mundial, que culminaría con una marcha desde la Porta San Paolo hasta el Coliseo. Mensajes anti-gay estaban pegados por todos los edificios de la ciudad. Un mensaje en particular permanece fuerte en mi memoria: “¿Gay al Colosseo? Sí, con i leoni.” (Traducción: “¿Gays en el Coliseo? Sí, con leones”).
El tema del Año Jubilar es “Peregrinos de la esperanza”. ¡Esta noticia, especialmente si se compara con un Jubileo anterior, ofrece una inmensa esperanza!
—Francis DeBernardo, Ministerio New Ways, 10 de diciembre de 204
De entre los centenares de eventos organizados de cara al Jubileo de 2025 que se celebrarán en Roma -adonde se espera que acudan más de 30 millones de peregrinos- hay uno que, cuando faltan nueve meses, ha levantado ya gran expectación, algunos sentimientos encontrados y también duras críticas por parte de algunos sectores LGTBI, que acusan al Vaticano de ocultar un acto lleno de simbolismo y que llevará en peregrinación a la basílica de San Pedro, para cruzar la Puerta Santa y ganar las indulgencias plenarias, a miembros de ese colectivo que así lo deseen.
Se trata de una peregrinación del grupo italiano ‘La Tenda di Gionata’ (La Tienda de Jonathan), prevista para el 5 y 6 septiembre próximo, “un momento especial de espiritualidad en la histórica iglesia barroca del Gesù que acogerá a los peregrinos LGBTQ+, a sus padres y a todas las asociaciones de este colectivo“, adelantó el diario ‘Il Messaggero’ ,y continuará el sábado siguiente con un acto en la basílica de San Pedro, con la participación de dicha asociación, que desde hace años acompaña a las personas LGTBI en su camino de fe y otras organizaciones.
La peregrinación finalizará nuevamente en la Iglesia del Gesù, donde está enterrado San Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas.
Encuentro de cristianos LGBTI
Fuente LTDG
“Todos son bienvenidos”
El pro-prefecto del dicasterio para la Evangelización y responsable de la organización del Jubileo, Rino Fisichella, confirmó a la agencia Ansa el acto diciendo que “todos son bienvenidos” y explicó que esta iniciativa nació a instancias de la citada asociación y que está en el calendario, como muchas otras.
Sin embargo, algunas asociaciones del colectivo LGTBI subrayaron que “no se trata de un Jubileo LGTBI” porque, “de hecho, no hay rastro de este evento por el momento en el calendario del Año Santo“.
El padre Pino Piva, uno de los jesuitas más activos en la acogida de católicos homosexuales, había hecho meses atrás una petición al Vaticano: “Escribimos una carta explicando por qué queríamos estar allí. Y después de muchos meses, respondieron positivamente, incluida nuestra petición de pasar por la Puerta Santa“, se lee en el diario romano.
Pero en la página de internet gay.it piden que el papa Francisco intervenga en este caso sobre la acogida de los creyentes LGTBI. “En las reuniones a puerta cerrada, Francisco demostró que tiene actitudes a veces misericordiosas y otras desagradables. Ha llegado el momento de que el propio papa elimine un tabú que todavía es fuerte en los círculos eclesiásticos“, señala.
Miembros del coiectivo La tenda di Gionata de acompañamiento a cristianos LGBTI
Fuente LTDG
La versión de ‘La Tenda di Gionata’
Sin embargo, esta polémica no parece existir en la organización ‘La Tenda di Gionata‘. Según una comunicación alojada en su web, señalan que “en la Iglesia católica, el Jubileo es un año dedicado ‘a la remisión de los pecados, la reconciliación y la conversión’. Una tradición que tiene sus raíces en la Biblia, donde se celebraba cada 50 años como un tiempo de descanso para la tierra y una oportunidad para restablecer la correcta relación con Dios, entre las personas y con la creación”.
“Por este motivo -prosigue la comunicación-, ante el Jubileo de 2025, anunciado por el Papa Francisco, la asociación La Tenda di Gionata ha pedido poder organizar una peregrinación jubilar el 6 de septiembre de 2025, que ahora se incluye entre los eventos informados por la secretaría del Jubileo“, confirma, linkando el evento a la web del propio Jubileo 2025, como puede verse aquí.
“Ese día, junto a otras realidades cercanas, peregrinaremos con los creyentes LGBT+, sus familias y los agentes pastorales que los acompañan, como lo hacemos desde 2018, a la Puerta Santa de San Pedro, para vivir juntos. este tiempo en el que todos estamos llamados ‘a llevar la buena nueva a los pobres, a proclamar la liberación a los presos y la vista a los ciegos; liberar a los oprimidos, proclamar el año de gracia del Señor” (Lc 4,18-19; cf. Is 61,1-2), simplemente redescubrir que todos somos hijos e hijas en camino hacia el Padre‘, concluye la información.
Tras prohibir inicialmente ciertos himnos, incluido “All Are Welcome”, el obispo de Jefferson City, Shawn McKnight, ha dado marcha atrás con las restricciones y ha prometido un proceso sinodal sobre el tema de la música en la misa, según America.
El decreto del obispo emitido en octubre incluyó en la lista negra obras de tres compositores que fueron acusados creíblemente de abuso sexual: David Haas, el difunto padre Cesáreo Gabarain y Ed Conlin.
El decreto también prohibió 12 himnos específicos que la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos consideró “doctrinalmente problemáticos”: “All Are Welcome” de Marty Haugen; “Ashes” de Tom Conry; “Bread of Life” de Bernadette Farrell; “Celtic Alleluia: Sending Forth” de Christopher Walker y Fintan O’Carroll; “Covenant Hymn” de Rory Cooney y Gary Daigle; “For the Healing of the Nations”, de Fred Kaan, John Wade y Randall DeBruyn; “God Has Chosen Me”, de Bernadette Farrell; “Halleluya! We Sing Your Praises”, una composición sudafricana anónima; “Led by the Spirit”, de Bob Hurd; “Many and Great”, del padre paulista Ricky Manalo; “Table of Plenty”, de Dan Schutte; y “Three Days”, de M.D. Ridge y Casey McKinley.
Las razones para prohibir un himno iban desde “promover puntos de vista doctrinalmente incorrectos sobre el pueblo judío y la antropología cristiana” hasta “resaltar las dimensiones comunitarias y sociales de la Eucaristía, sin dar también el énfasis adecuado al sacrificio de Cristo y su presencia real”.
Los católicos locales estaban particularmente molestos por la inclusión en la lista negra de “All Are Welcome” (“Todos son bienvenidos”), un himno favorito de los católicos que apoyan una iglesia inclusiva, en particular para las personas LGBTQ+. Un rápido vistazo a la letra revela que ninguno de los temas que mencionó McKnight está presente en la canción, que contiene versos como “Construyamos una casa donde el amor pueda morar” y “Aquí la cruz se mantendrá como testigo/Y un símbolo de la gracia de Dios/Aquí como uno solo reclamamos la fe de Jesús” antes del coro “todos son bienvenidos”.
McKnight se retractó del decreto y, en su lugar, pidió que haya un proceso consultivo para la selección de la música. El National Catholic Reporter citó las reflexiones de McKnight sobre el cambio, que originalmente había compartido con The Catholic Missourian:
“La decisión de prohibir canciones y compositores específicos condujo a una animada discusión, incluso en las redes sociales, así como a historias y opiniones compartidas en algunos medios de comunicación católicos fuera de la diócesis.
“‘Ahora está claro que no se produjo un proceso auténticamente sinodal de mayor consulta antes de su promulgación.
“‘Es inspirador ver tanta pasión y entusiasmo por la música que anima nuestras liturgias católicas’, dijo. “Siempre que vemos este tipo de fervor entre los fieles, nuestra iglesia nos da la manera perfecta de responder: una respuesta sinodal”.
En relación con la prohibición inicial de “All Are Welcome”, Bob Batastini, un músico pastoral de Michigan que ha tocado música en iglesias católicas durante siete décadas, dijo al National Catholic Reporter que, “nunca, nunca en mi vida, nadie me ha dicho que un himno es inapropiado, nunca sobre una base teológica o bíblica”, cuando se emitió la prohibición por primera vez.
Meredith Stidham, pianista y directora musical de la parroquia Holy Spirit en Centralia, Missouri, se hizo eco de la decepción de Batastini, pero agregó: “No le quita valor a la celebración de la Eucaristía. No le quita valor a mi fe”.
El proceso consultivo permitirá que las personas se involucren más en las decisiones sobre los himnos y la misa. “En lugar de relegar a los fieles a un lugar externo como comentaristas sobre una decisión, con su única respuesta siendo la obediencia o la desobediencia, es mejor invitar a todos en nuestra diócesis a un proceso de discernimiento”, dijo McKnight.
—Elsie Carson-Holt, New Ways Ministry, 2 de diciembre de 2024
Pero, según se informa, los jugadores del Manchester United descartaron un plan para usar chaquetas de arcoíris en apoyo a la comunidad LGBTQ+ después de que Noussair Mazraoui se negara a participar, citando sus creencias religiosas, según un informe.
Antes de su partido con el Everton el domingo (1 de diciembre), el equipo había planeado salir a la cancha con chaquetas de arcoíris en apoyo de la campaña Rainbow Laces, que promueve la inclusión LGBTQ+ en el deporte.
The Athletic informó que a pesar de los planes, Mazraoui, que es musulmán, se negó a usar una y citó sus creencias religiosas a sus colegas como la razón.
En respuesta, el equipo decidió que nadie usaría la chaqueta para que no lo señalaran públicamente. Según el sitio web, esta decisión se tomó apenas horas antes del inicio del partido. “Los jugadores tienen derecho a tener sus propias opiniones individuales”
El Manchester United ha respondido que da la bienvenida a todos y está “firmemente comprometido con los principios de diversidad e inclusión”.
Su declaración agregó: “Demostramos estos principios a través de una variedad de actividades, incluido el apoyo a nuestro club de seguidores Rainbow Devils y campañas para celebrar a nuestros seguidores LGBTQ+ y combatir todas las formas de discriminación. Los jugadores tienen derecho a tener sus propias opiniones individuales, particularmente en relación con su fe, y estas a veces pueden diferir de la posición del club”.
Pero el incidente denunciado ha molestado a la comunidad LGBTQ+ y sus aliados, y el grupo de seguidores LGBTQ+ del United, Rainbow Devil, expresó su decepción en X.
El miércoles (4 de diciembre), recurrieron a la plataforma para compartir una declaración en la que escribieron que la noticia de que no se usarían las chaquetas fue una “gran decepción”.
“Respetamos el derecho de este jugador a tener sus propias opiniones, aunque también nos sentimos decepcionados por haber puesto al resto del equipo en una posición en la que sintieron que no podían usar sus chaquetas”, continuó el comunicado. “También nos preocupa el tipo de efecto negativo que este incidente podría tener en cualquier jugador del club que pueda estar luchando con su sexualidad”.
El grupo concluyó, escribiendo que continuará su trabajo con el club para garantizar la inclusión.
Del mismo modo, el futbolista del Crystal Palace, Marc Guehi comenzó a vandalizar el brazalete de arcoíris del capitán escribiendo “Amo a Jesús” en él. Desde entonces, ha recurrido a Instagram para escribir en su historia: “Jesús te ama. Que Dios te bendiga”.
La campaña Rainbow Laces de Stonewall, que busca abordar el odio anti-LGBTQ+ en el deporte, ha demostrado haber mejorado las actitudes de los fanáticos del deporte hacia la comunidad LGBTQ+.
El año pasado, el organismo rector de la FIFA prohibió a los futbolistas que llevaran brazaletes arcoíris en la Women’s World Cup (Copa Mundial Femenina) de Australia y Nueva Zelanda. Sin embargo, algunos jugadores encontraron formas sutiles de mostrar su apoyo a la comunidad LGBTQ+.
Denuncian irregularidades en el reconocimiento legal de menores de parejas de mujeres y otras personas con capacidad de gestar.
Afirman que la normativa actual perpetúa desigualdades estructurales y obstáculos burocráticos.
Exigen una reforma urgente para garantizar la igualdad real y efectiva.
Madrid, 02/12/2024.– La Federación Estatal LGTBI+ alerta sobre las graves irregularidades detectadas en la aplicación de la Ley 4/2023, cuyo objetivo es garantizar la igualdad real de las personas LGTBI+. Específicamente, estas irregularidades afectan al reconocimiento legal de la filiación de menores de parejas de mujeres y otras personas con capacidad de gestar, generando discriminación y vulneración de derechos fundamentales para las familias LGTBI+.
Aunque la Ley 4/2023 eliminó el requisito de matrimonio para el reconocimiento de la filiación, en la práctica, las familias continúan enfrentándose a múltiples obstáculos. En los registros civiles se exige que ambas madres comparezcan presencialmente para inscribir a sus hijos, hijas e hijes, un trámite que no se solicita a parejas heterosexuales.
Paula Iglesias, presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, lamenta que esta situación persista: “es inaceptable que las familias LGTBI+ tengan que enfrentarse a estas barreras para registrar a sus menores. La ley es clara: el matrimonio no puede ser una condición para la filiación. Es responsabilidad del Estado garantizar la igualdad real y que estas discriminaciones cesen de inmediato”.
El problema se agrava por la incoherencia entre las normativas actuales. Mientras la Ley 4/2023 modificó el Código Civil para facilitar el acceso igualitario a la filiación, el artículo 44 de la Ley del Registro Civil continúa remitiendo a la Ley de Reproducción Asistida de 2006, que vincula este derecho al matrimonio. Esta falta de armonización jurídica perpetúa inseguridades jurídicas y desigualdades, especialmente para parejas no casadas.
Cristina P. Álvarez, vocal de feminismos y formación de la Federación, remarca la necesidad urgente de actuar: “es indignante que las familias LGTBI+ se enfrenten a procesos burocráticos más complejos e innecesarios, así como a un trato desigual. Las instituciones deben garantizar que todas las personas tengan los mismos derechos de filiación, independientemente de su estado civil. No se trata de privilegios, sino de igualdad, y la igualdad no admite demoras ni excepciones. Las familias diversas necesitan políticas que respalden sus derechos”.
La Federación Estatal LGTBI+ ha hecho un llamado urgente al Ministerio de Igualdad para que garantice la aplicación efectiva de la Ley 4/2023 y le insta a actuar de inmediato para la reforma de la Ley de Reproducción Asistida, en particular su artículo 7.3, para eliminar cualquier mención al matrimonio como requisito para la filiación y eliminar las incongruencias y barreras legales registrales que siguen perpetuando la discriminación contra las parejas de mujeres y otras personas con capacidad de gestar.
“Es hora de que nuestras leyes reflejen una igualdad real y efectiva, también en su aplicación. Por ello, se debe garantizar que ninguna familia vuelva a pasar por situaciones de discriminación como estas, que generan en nuestro colectivo profunda angustia y temor ante la dificultad de registrar a nuestros menores”, concluye Iglesias.
Cómo sucedió la aparición de la Virgen en Guadalupe (escrito del indio Nican Mopohua, del siglo XVI):
Un sábado de 1531, a principios de diciembre, un indio llamado Juan Diego iba muy de madrugada del pueblo en el que residía a la ciudad de México a asistir a clase de catecismo y a oír la santa misa. Al llegar ¡unto al cerro llamado Tepeyac amanecía, y escuchó que le llamaban desde arriba del cerro diciendo:
-«Juanito, Juan Dieguito».
El subió a la cumbre y vio a una Señora de sobrehumana belleza, cuyo vestido era brillante como el sol, la cual, con palabras muy amables y atentas, le dijo:
-«Juanito, el más pequeño de mis hijos, yo soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive. ¡Deseo vivamente que se me construya aquí un templo, para en él mostrar y prodigar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa a todos los moradores de esta tierra y a todos los amadores míos que me invoquen y en mí confíen. Vas donde el señor obispo y le manifiestas que deseo un templo en este llano. Anda y pon en ello todo tu esfuerzo».
El se arrodilló y le dijo:
–«Señora mía, voy corriendo a cumplir lo que me has mandado. Yo soy tu humilde siervo».
Y se fue de prisa a la ciudad y en derechura al palacio del obispo, que era fray Juan de Zumárraga, religioso franciscano. Cuando el obispo oyó lo que le decía el indiecito Juan Diego, no le creyó. Solamente le dijo:
–«Vienes otro día y te oiré despacio».
Juan Diego se volvió muy triste, porque no había logrado que se realizara su mensaje. Se fue derecho a la cumbre del cerro y encontró allí a la Señora del Cielo, que le estaba aguardando. Al verla, se arrodilló delante de ella y le dijo:
–«Señora, la más pequeña de mis hijas, niña mía, expuse tu mensaje al señor obispo, pero parece que no lo tuvo por cierto. Comprendí por la respuesta que me dio que pensó que quizás es una invención mía que tú quieres que te hagan aquí un templo, y que eso no es una orden tuya. Por lo cual te ruego que le encargues a alguno de los principales que le lleve tu mensaje, para que le crean, porque yo soy un pobre hombrecillo, el último de todos. Perdóname que te cause esta gran pesadumbre, señora y dueña mía».
Ella le respondió:
–«Oye, hijo mío, el más pequeñito, es preciso que tú mismo solicites y ayudes a que con tu mediación se cumpla mi voluntad. Mucho te ruego, hijo mío, y aún te mando, que otra vez vayas mañana a ver al señor obispo. Dile que yo en persona, la siempre Virgen María, Madre de Dios, te envía, para hacerle saber mi voluntad: que deben hacer aquí el templo que les pido».
Pero, al día siguiente, el obispo tampoco le creyó a Juan Diego y le dijo que era necesaria alguna señal maravillosa para que se pudiera creer que era cierto que lo enviaba la misma Señora del Cielo. Y lo despidió.
El lunes, Juan Diego no volvió al sitio donde se le aparecía nuestra Señora, porque su tío Bernardino se puso muy grave y le rogó que fuera a la capital y le llevara un sacerdote para confesarse. El dio la vuelta por otro lado del Tepeyac, para que no lo detuviera la Señora del Cielo y así pudiera llegar más pronto a la capital. Mas ella le salió al encuentro en el camino por donde iba y le dijo:
-«Ten entendido, hijo mío, el más pequeño, que no es tan importante lo que te asusta y aflige. No se entristezca tu corazón ni te llenes de angustia. ¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre? ¿Acaso no soy tu ayuda y protección? No te aflijas por la enfermedad de tu tío, que en ese momento ha quedado sano. Sube ahora a la cumbre del cerro y hallarás distintas flores. Córtalas y tráelas».
Juan Diego subió a la cumbre del cerro y se asombró muchísimo al ver tantas y exquisitas rosas de Castilla, pues era aquel un tiempo de mucho hielo, en el que no aparece rosa alguna por allí, y menos en esos pedregales. Llenó su poncho o larga ruana blanca con todas aquellas bellísimas rosas y se presentó a la Señora del Cielo. Ella le dijo:
-«Hijo mío, ésta es la prueba que llevarás de parte mía al señor obispo. Te considero mi embajador, muy digno de mi confianza. Ahora te ordeno que sólo delante del señor obispo despliegues tu manta y descubras lo que llevas. Contarás todo lo que viste y admiraste, para que puedas inducir al prelado, con objeto de que se construya el templo que he pedido».
Juan Diego se puso en camino, ya contento y seguro de salir bien. Al llegar a la presencia del obispo, le dijo:
-«Señor, hice lo que me mandaste hacer: pedí a la Señora del Cielo una señal. Ella aceptó. Me despachó a la cumbre del cerro y me mandó cortar allá unas rosas y me dijo que te las trajera. Así lo hago, para que en ellas veas la señal que pides y cumplas su voluntad. Helas aquí».
Desenvolvió luego su blanca manta y, así que se esparcieron por el suelo todas las diferentes rosas de Castilla, se dibujó en ella y apareció de repente la preciosa imagen de la Virgen María, Madre de Dios, tal cual se venera hoy en el templo de Guadalupe en Tepeyac.
Con los planes de expulsión salvaje de inmigrantes de Trump, podremos verla así…
El tema de María en la liberación cristiana e integral de los pobres y oprimidos va a surgir como el resultado del encuentro entre la devoción popular mariana (que es la propia de esos pobres) y la aspiración y movilización de esos mismos pobres en busca de su dignidad, de sus derechos y de su libertad violados por sistemas socialmente injustos y muchas veces políticamente opresivos.
La cuestión puede plantearse así: ¿de qué manera influye la piedad y espiritualidad popular mariana en las aspiraciones y tareas de liberación de los pobres? ¿Tiene María un lugar en una sana teología espiritual de la liberación de los pobres? La respuesta eclesial es afirmativa. Puede ser articulada teológicamente e integrarse en la tradición mariológica de la iglesia. Ello es posible debido a que el tercer mundo católico ha ido tomando conciencia, casi simultáneamente: a) de los caminos de su liberación, b) de la naturaleza colectiva que ésta tiene en los pobres, c) de las potencialidades liberadoras de su catolicismo popular y de su piedad mariana.
Por eso, la relativamente reciente reflexión cristiana sobre la liberación ha dado un lugar a María desde el inicio, al lado del lugar central de Jesucristo. Esta mariología liberadora se ha ido enriqueciendo en los últimos años, no sólo con la experiencia espiritual de las comunidades cristianas y con la elaboración de los teólogos, sino muy decisivamente con intervenciones del magisterio de la iglesia. Los enfoques de Juan Pablo II sobre María y la liberación, la dignidad de los pobres y la justicia, expresados sobre todo en sus viajes a América Latina, son abundantes al respecto.
No se trata de extrapolar los evangelios a nuestra situación actual, ni de forzar las fuentes de la revelación, haciendo de María una militante de la liberación y de la justicia, en los términos y maneras que hoy lo entendemos. Ello sería tan errado como innecesario. Si María tiene un lugar en la liberación y justicia de los pobres, es por su actitud y por su capacidad de inspiración evangélica y humanizadora, y no tanto como modelo de acción militante. Así como María es también modelo de acción misionera e inspiración y criterio para los misioneros, aunque ella nunca haya sido misionera en el sentido que hoy lo entendemos. No; de cara a la misión o a la liberación, María no fue una militante, ni hay que buscar en ella modelos de militancia según los términos actuales.
El lugar de María en la liberación es mucho más profundo: ella nos revela por el testimonio de su vida las grandes actitudes cristianas que deben acompañar a los militantes de la liberación; por la función maternal que ejerce en los hijos de Dios ella inspira y nutre las motivaciones de los cristianos que luchan por la liberación y la justicia; ella es un signo que alimenta la esperanza cristiana en la liberación total de los pobres y sufrientes. María es necesaria para que los pobres y oprimidos tengan presentes las actitudes y criterios que se requieren para hacer de su liberación un camino auténtico de libertad de toda forma de servidumbre humana. María les testimonia, por su pobreza y humildad, que la verdadera liberación y libertad no es hacerse rico, ni actuar insolidariamente, ni buscar poder para abusar de otros más débiles, ni acceder al desarrollo para caer en servidumbres nuevas de hedonismo y materialismo.
La contribución de María a una espiritualidad de solidaridad liberadora con los pobres puede resumirse así:
1. La Predilección de María por los pobres y oprimidos.
María formó parte del pueblo llano de su tiempo, compartió su vida ardua y anónima. (El grado sociológico de la pobreza de María —o de Jesús, para el caso— no tiene importancia aquí.) Por ello se identifica con los sencillos y modestos de la tierra. Al compartir su suerte les revela su dignidad: la madre de Dios y de los hombres es una mujer como ellos. Esta solidaridad de María con la pobreza y los pobres es ya un factor en su liberación, pues la liberación comienza y se alimenta con el descubrimiento de la dignidad de los pobres y de su mutua solidaridad.
Esta opción preferencial por los pobres en María no es sólo un hecho evangélico: en la condición ardua y pobre del nacimiento de Jesús, en la inseguridad de la persecución de Herodes, que la llevó a exiliarse en Egipto con su familia, en la vida opaca y modesta de Nazaret como una mujer más del pueblo, etc. Es también un aspecto de la devoción popular mariana. El pueblo sencillo y pobre siente a María cercana, una de ellos. Las tradiciones sólidas de apariciones marianas (Guadalupe, Lourdes, Fátima como ejemplos bien conocidos) se dan en lugares pobres y a gente sencilla, a menudo niños y niñas. Los grandes lugares de veneración mariana son visitados sobre todo por los más pobres, necesitados, sufrientes y oprimidos, aun sociopolíticamente. Todo esto encierra un gran mensaje mariano sobre la dignidad de los pobres y una llamada a la solidaridad por su liberación humana.
2. María arroja una nueva luz en la liberación de inspiración cristiana.
Ésta se afirma esencialmente en la dignidad de los pobres y en los derechos que esta dignidad reclama. La liberación es la plenitud de la dignidad humana. La liberación tiene también por base la solidaridad fraterna de todos los hombres, creados todos a semejanza de Dios e hijos de Dios por gracia. La liberación debe conducir no sólo a sistemas más justos, sino sobre todo a la convivencia fraterna, debe transitar por los caminos de la solidaridad y no por las vías del odio, de la violencia y la lucha ciega y sistemática. Los logros puramente materiales de la liberación son relativos y aun ambiguos si no conducen a crecer en dignidad y en fraternidad de lo cual María fue modelo y es inspiración.
3. María era consciente y solidaria con las miserias y servidumbres del pueblo de Israel.
Participaba en el anhelo de liberación de ese pueblo; integró ese anhelo en la promesa de Dios y en la obra de Cristo como redentor del pecado y como salvador de toda servidumbre humana. María dio a los anhelos de liberación de su pueblo un horizonte de esperanza en la venida del reino de Dios, que haría nuevas todas las cosas.
Esta actitud de María está condensada en su Magnificat (Lc 1,46-55). En el tercer mundo creyente se reza el Magníficat teniendo presente esta actitud. En algunos lugares se ha convertido en un texto clave para entender la actitud de María en la liberación de su pueblo. El propio magisterio de la iglesia ha hecho uso de él en este sentido (cf Puebla 297; instrucción sobre “Libertad cristiana y liberación”, Cong. de la Fe, n. 48; encíclica de Juan Pablo II sobre la “Bienaventurada Virgen María en la vida de la iglesia peregrina” (Redemptoris Mater, n. 37). El tema ha sido reiterado por el propio papa Juan Pablo II, particularmente en sus viajes a Iberoamérica, comenzando por su homilía en Zapopán, México (AAS LXXI, p. 230). En todo esto no hay abuso sociológico o ideológico con respecto al Magníficat; sólo la constatación de que las promesas de Dios, que se han comenzado a realizar con la venida de Cristo, por las que María da gracias al haber sido elegido como humilde instrumento, incluyen la realización de un reino de justicia entre los hombres. Un reino que enaltece a los humildes y derriba a los poderosos, que colma de bienes a los hambrientos y despide vacíos a los ricos (Lc 1,51-53). Esta promesa forma parte para siempre de la esperanza de los pobres, de la que María es un testigo privilegiado.
El mordiente liberador de la piedad mariana, ¿es sólo una hermosa teoría o responde a experiencias y hechos? ¿Ha habido momentos en la historia de esos pueblos en que María haya simbolizado e inspirado la causa de la justicia y la libertad? Hechos pasados y recientes responden que sí. Aunque en esto las motivaciones del pueblo o de los líderes sean complejas y se dé siempre la tentación de utilizar política o ideológicamente la devoción religiosa con las ambigüedades consiguientes, existe siempre el hecho de que en momentos de crisis, cuando está en juego la libertad, la intuición religiosa popular vio en María una protección y un símbolo de Dios que hace suya la justa causa de los pobres. Todo país en que la devoción mariana tiene una envergadura popular podría contribuir con ejemplos. Ya recordamos más atrás el caso, entre otros, del lugar de María en las gestas de emancipación de los países de Iberoamérica. Ejemplos contemporáneos tampoco faltan, desde los campesinos mexicoamericanos que en California luchan por sus reivindicaciones bajo el estandarte de la Virgen de Guadalupe hasta el pueblo filipino, que en 1986 cambió su sistema de gobierno no con armas ni puras consignas políticas, sino con manifestaciones pacíficas presididas por imágenes de María y rezando el rosario.
«A los pobres ni siquiera se les perdona su pobreza», señalaba una vez el Papa Francisco. Y precisamente para proclamar que la indigencia no es una culpa ni un destino ineludible, la Jornada de los Pobres se celebra este Domingo 17 de noviembre, como un día de justicia y de solidaridad. Están en juego los derechos de las personas y las comunidades y la supervivencia de miles de millones de personas. Mientras tanto, sin embargo, se ha llegado a teorizar y poner en práctica una ‘arquitectura hostil’, para deshacerse de su presencia incluso en las calles. Pero los pobres no son números a los que apelar para presumir de obras y proyectos. Los pobres son personas a las que hay que tender la mano. Son jóvenes y ancianos solitarios a los que hay que invitar a casa para compartir una comida. Hombres, mujeres y niños que esperan una palabra amiga. Y la misión de la Iglesia es dar testimonio de compartir con los más frágiles. El Magisterio de la Iglesia siempre ha considerado la pobreza como una grave privación de bienes materiales, sociales y culturales que atenta contra la dignidad de la persona. Los pobres son los que sufren condiciones inhumanas en lo que respecta a la alimentación, la vivienda, el acceso a la atención médica, la educación, el trabajo y las libertades fundamentales.
La Iglesia, estimulada por el Papa Francisco, aborda el sufrimiento y las dificultades de la sociedad, mirando a las periferias del mundo. La expresión «opción prioritaria» (u «opción preferencial») por los pobres fue integrada en la doctrina social de la Iglesia por San Juan Pablo II. El Nuevo Testamento no condena a los ricos, sino la idolatría de la riqueza y que el sistema actual se mantiene gracias a la cultura del despilfarro, por lo que crecen la desigualdad y la pobreza. La globalización ha ayudado a muchas personas a salir de la pobreza, pero ha condenado a muchas otras al hambre. Es cierto que en términos absolutos ha crecido la riqueza mundial, pero también han aumentado las desigualdades y han surgido nuevas pobrezas. Este sistema se mantiene gracias a esa cultura del descarte: hay una política, una sociología y también una actitud de descarte. Cuando en el centro del sistema ya no está el hombre sino el dinero, cuando el dinero se convierte en ídolo, hombres y mujeres quedan reducidos a meros instrumentos de un sistema social y económico caracterizado, de hecho dominado por profundos desequilibrios. Y así se descarta lo que no sirve a esta lógica: es esa actitud la que descarta a los niños y a los ancianos, y la que afecta también a los jóvenes ni-ni, los que ni estudian ni trabajan.
¿Cuál será el próximo descarte? Una jornada así es también una invitación a detenerse a tiempo, a no resignarse, a no considerar este estado de cosas como irreversible. Hay que intentar construir una sociedad y una economía en las que el hombre y su bien, y no el dinero, estén en el centro. Hace falta ética en la economía y hace falta también ética en la política.
Sin una solución a los problemas de los pobres, no resolveremos los problemas del mundo. Urgen programas, mecanismos y procesos orientados a una mejor distribución de los recursos, a la creación de empleo y a la promoción integral de los excluidos. En los orígenes del cristianismo, San Juan Crisóstomo afirmaba: «No compartir los propios bienes con los pobres es robarles y privarles de la vida. Los bienes que poseemos no son nuestros, sino de ellos». Esta preocupación por los pobres está en el Evangelio y en la tradición de la Iglesia. La pobreza no es miseria. La miseria es indignidad, la pobreza es una forma de vida. El imperativo es no abandonar nunca a nadie. Hay que despertar la impaciencia de la caridad. Los pobres necesitan que les levantemos las manos, que nuestros corazones vuelvan a sentir el calor del afecto, que nuestra presencia supere la soledad. El pobre necesita del amor samaritano. A veces basta poco para devolver la esperanza: contemplar, detenerse, compadecerse, escuchar, consolar, ayudar.
50 buses recorrieron Valparaíso con un mensaje que conmemora los 25 años de la despenalización de la homosexualidad en Chile. Tras una larga investigación, el Movilh lanzó además un documento sobre la historia de la despenalización, un hito que marcó un antes y un después para los derechos LGBTIQ+
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) lanzó una campaña para conmemorar los 25 años de la despenalización de la homosexualidad en Chile, así como la historia sobre ese hito que dejó de tipificar como delincuentes a las personas LGBTIQ+
La historia sobre la despenalización, de 34 carillas, da cuenta de todo el debate político, legislativo, social, cultural y mediático que tuvo lugar en la década de los 90 para reformar el artículo 365 del Código Penal, el cual en esa época sancionaba con cárcel las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo mayores de 18 años.
La reforma fue aprobada el 15 de diciembre del 1998 en la sala de la Cámara de Diputados y el 22 de diciembre del mismo año en el Senado. Sin embargo, se debió esperar al 2 de julio de 1999 para que la ley 19.617 fuese promulgada y al día 12 del mismo mes para su publicación en el Diario Oficial, pues el 30 de diciembre de 1998 el gobierno del presidente Frei le hizo diversas observaciones; ninguna relacionada con el artículo 365; que debieron ser analizadas por la Cámara de Diputados y el Senado.
El triunfo histórico que despenalizó las relaciones sexuales homosexuales de los mayores de 18 años contó con apoyos transversales, siendo un hecho poco conocido que Sebastián Piñera, cuando era senador, presentó una indicación para derogar la penalización en razón de la orientación sexual.
El cambio legal, empero, dejó en evidencia las inconsistencias o limitaciones del Parlamento de la época, pues mantuvo la penalización, y en consecuencia los estigmas, en los menores de 18 años, en tanto la edad de consentimiento sexual para heterosexuales se fijó en 14 años. Esta discriminación fue superada recién en 2022, cuando se igualaron las edades de consentimiento sexual de homosexuales y heterosexuales, derogándose completamente el artículo 365.
Junto al lanzamiento de la historia sobre estos hechos, el Movilh está realizando una campaña en 50 buses que circulan por el centro de Valparaíso, cuyas lunetas señalan “A 25 años de la despenalización de la homosexualidad: Orgullosos del camino recorrido”
Dicha campaña, que recupera la memoria histórica de los derechos LGBTIQ+, cuenta con el apoyo del Gobierno Regional de Valparaíso, aprobado por su Consejo Regional.
*Historia de la despenalización de la homosexualidadaquí
Los estudiantes y profesores del St. Norbert’s College, De Pere, están rechazando el reciente cambio de política de su escuela para reconocer sólo dos categorías de sexo, masculino y femenino.
El Departamento de Teología y Estudios Religiosos de la escuela en Wisconsin organizó recientemente una conversación sobre el tema, titulada “Communio significa todo: una discusión sobre la identidad de género en SNC”, a la que asistieron docenas de estudiantes, profesores y miembros de la comunidad, informó Green Bay Gazette.
Craig Ford, profesor adjunto de teología y estudios religiosos, dijo a NBC 26:
“Hay mucho desacuerdo dentro de la Iglesia sobre lo que significa hablar sobre género y sexualidad. Entonces, ¿por qué no llevamos esa conversación a nuestras aulas, a nuestras instituciones?… Creo que en realidad es la mejor representación del catolicismo”.
El canal de noticias fue invitado a asistir al evento por un miembro de la facultad, pero un empleado de la universidad lo rechazó en la puerta porque no era un evento autorizado por la universidad.
Ford también dijo que le preocupaba que el plan de estudios de la escuela pudiera cambiar en el futuro. La administración dijo que no habría cambios “en este momento”, pero Ford interpreta que eso significa que puede haber cambios futuros con respecto a la identidad de género. “No es necesariamente el final, porque no nos han dicho que es el final”, dijo Ford. “En este momento, ¿no hay cambios planificados? Amigos, ese no es el final”.
En el panel, los profesores de teología dijeron que se habían ofrecido a brindar asesoramiento y aportar una perspectiva de la facultad basada en la evidencia a la conversación sobre políticas, pero los líderes de la escuela no aceptaron esa oferta.
La escuela cambió su política de género en septiembre. En un correo electrónico a la facultad y al personal, los administradores de St. Norbert dijeron que la universidad actualizaría el lenguaje en los próximos meses en varios materiales de la universidad, incluidas las solicitudes de inscripción, los formularios y el sitio web de la universidad, para reconocer solo los géneros masculino y femenino.
La universidad dijo que el cambio de política tenía como objetivo alinearse con las pautas recientes emitidas por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano en la declaración Dignitas Infinita, que reafirmó la oposición de la iglesia a la atención que afirma el género y las identidades de género diversas, insistiendo en que el género se basa únicamente en el sexo asignado a una persona al nacer.
Desde la nueva política, la universidad ha cambiado los carteles en los baños de “baño para todos los géneros” a solo “baño” y ha cambiado las opciones de género y pronombre disponibles en los formularios en línea.
Cassidy Catalano, una estudiante transgénero, fue una de las panelistas en el evento reciente. Dijo que se siente sorprendida por los cambios y que ya no confía en la escuela. “No estamos informados de lo que estos cambios van a incluir“, dijo Catalano. “No sabemos qué ha sucedido, qué sucederá”.
“Nosotros, como cuerpo estudiantil, nos sentimos irrespetados“, dijo Catalano. “Sentimos que no nos escuchan“. Otros estudiantes se hacen eco de los sentimientos de Catalano.
“Hay un abismo entre las comunidades queer y cristiana que es infinitamente imposible de sortear para los cristianos queer”, dijo Milana Lutes, una estudiante de primer año. Aunque la escuela es una institución católica, ella cree que está “ensanchando ese abismo, en lugar de ayudar a quienes arriesgan tanto a superarlo”.
—Elsie Carson-Holt (ella), New Ways Ministry, 6 de diciembre de 2024
Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.
Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.
El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.
Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada.
no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.
Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.
Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.
Nuevos Miembros
Para unirse a este grupo es necesario REGISTRARSE y OBLIGATORIO dejar en el FORO un primer mensaje de saludo y presentación al resto de miembros.
Por favor, no lo olvidéis, ni tampoco indicar vuestros motivos en las solicitudes de incorporación.
Comentarios recientes