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El escritor peruano Juan Carlos Cortázar habla sobre su libro “Como si nos tuvieran miedo”.

Sábado, 27 de mayo de 2023
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726632-web-juancortazar-04Cortázar está casado con un chileno y recorrió la noche de Santiago para sacar inspiración y datos para su novela . Imagen: Sebastián Freire

El escritor peruano Juan Carlos Cortázar estuvo en el stand peruano de la Feria del Libro

Me vine a vivir a Santiago porque la escena gay es más interesante”

Juan Carlos Cortázar: “Como la racial, creo que la transfobia es una de las violencias más profundas”

Juan Carlos Cortázar vivió en Argentina pero sin ningún parentesco con nuestro prócer literario, se hizo escritor en Buenos Aires (se dedicaba a la gestión pública) y esperó a jubilarse para meterse de lleno con la escritura. Desde entonces publicó Cuando los hijos duermen y Como si nos tuvieran miedo, entre otros; este último, el libro que sale en breve en nuestro país por Alto Pogo. Dos mujeres trans indígenas intentan sobrevivir poniendo una peluquería y evadiendo así la transfobia cotidiana y los destellos de la guerra interna del Perú de la que también formaron parte y de la que huyen sin mirar atrás.

Por Flor Monfort

19 de mayo de 2023 –

“Recios y barbudos, muy seguros tras sus discursos de justicia social, de igualdad, ¿qué necesidad de algo así? De acribillar con saña, de atacar con bronca los cuerpos y despedazarlos como si les tuvieran miedo, tanto miedo” escribe Juan Carlos Cortázar poco después de la muerte de una personaja trans a la que matan en su novela Como si nos tuvieran miedo, editada por Ferragosto y ahora en Argentina por Alto Pogo. Cortázar aclara “el título se lo robé a Donoso” pero él no estaba hablando de los cuerpos desobedientes a los que este autor peruano da voz y vida. Cuerpos que cargan con las ambiguedades más insoportables para tantos otros mortales que quieren disciplinarlos, castigarlos o tratarlos como escoria. Angie y Miluska tienen una pequeña peluquería en un barrio marginal: tres sillones rojos bastan para armar ese campo de resistencia, de belleza y alianza afectiva.

¿Cómo armaste estos personajes?

–Traté de entroncar, en la medida de mis posibilidades, con una mirada trans. Por eso investigué mucho, tardé cuatro años en escribir la novela. Yo puedo ser todo lo gay del mundo pero ser trans es otra cosa, totalmente distinta. Escuché muchas cosas, horas de escucha: muchas chicas travestis que se dedican al trabajo sexual y dicen que no se van a operar porque perderían trabajo. O transformistas que van con rugbiers, se meten los huevos para arriba, la pija para atrás y tienen sexo con ellos. Hay algo ahí que calienta mucho y a mí me interesa hablar sobre el deseo. Para mí el deseo se abre paso, como los ríos, y cuando se abre camino genera cosas que son hermosas pero a la vez tortuosas (la homofobia, la transfobia, etc) pero a la larga cuando se abre paso también genera imágenes, experiencias, situaciones bellas y luminosas. Hombres maduros que salen del clóset como yo, la gente me dice “qué valiente” y no fue para nada un acto de valentía, no pude hacer otra cosa porque es el deseo que se abre paso. Y no te lo voy a negar, fue lindo pero a la vez dejó un reguero de problemas, gente herida, quilombos. Uno no puede ir por la vida pensando que los actos de libertad no tienen costo.

Un peruano de apellido Cortázar en Buenos Aires

Juan Carlos vivió dos veces en Buenos Aires: la primera tres años, “entre el ultimo año del innombrable y antes de la debacle del 2000”, dice. Y luego en el segundo gobierno de Cristina, del 2011 al 2014. “De hecho tengo una hija porteña, que ahora tiene 23, y aparte dos hijos adoptivos. La primera vez vivía en Caballito, y la segunda vez en Cerviño y Oro así que re porteñazo”.

¿Cómo era llamarte Cortazar viviendo acá?

–Esta es una anécdota que es verdad: yo estaba haciendo la formación de dos años en Casa de Letras. Siempre se sumaba gente pero éramos un grupo de seis u ocho estables. Y también se sumaban docentes nuevos. Cada quien que entraba me decía “¿vos sos algo de…?” y yo tenía dos respuestas: la falsa pero verosímil, que era “ah, el tío Julio?” y la gente decía “aaaahhh”, en Chile diríamos quedaba peinada para atrás. Y la segunda respuesta, que es verdadera pero inverosímil, es “yo soy papá de Julio Cortázar”, que es verdad, porque mi hijo adoptivo se llama Julio. Cuando adoptas un niño grande no le cambias el nombre, y él ya vino a casa llamándose Julio.

¿Cómo te hiciste escritor? Contame esa historia.

–Yo me salí del clóset grande, a los 42, 43. Tenía un trabajo que pagaba las cuentas muy bien pero yo lo odiaba. Y en un momento me di cuenta que si no hacía algo que me llenara me iba a volver loco o a devenir asesino serial. En ese entonces yo estaba trabajando en Washington, no me gustaba Estados Unidos para nada asi que pedí un pase y me mandaron a Chile. Me dedicaba a la gestión publica. Y me acuerdo que en ese momento dije “¿qué hago?”. Compré una batería y me puse a hacer un taller de escritura. Al mismo tiempo aprendí a ser gay (risas). La batería nunca la saqué de las cajas hasta hace muy poco (y descubrí que es muy difícil) y luego (año 2010) me metí a un taller. Me dije claramente “esto va a ser un hobbie”, pero bueno, acá estamos. Luego llegué a Argentina y me metí en la Casa de Letras después de leer en una contratapa que un autor había ido allí. Me metí de cabeza a hacer la formación, los cursos, etc. me enseñaron Brindisi, Brizuela, la Gabriela Cabezón, Selva Almada… Así que no tengo tanto tiempo escribiendo, unos diez años.

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La primera edición de la novela de Cortázar que llega a Argentina de la mano de Alto Pogo.

Y ahí pudiste renunciar…

-A mí la escritura me salvó la vida, porque yo padecí mucho trabajo pero estaba atado a él. Yo trabajaba en el Banco Interamericano de Desarrollo. Estos organismos internacionales tienen un sistema de jubilación anticipada a los 55. Así que yo contaba los días como los presos. Sigo dando clases de gestión pública pero ya soy libre.

¿Tenés una rutina de escritura?

–Hasta hace poco yo tenía una disciplina más ordenada. Hasta Como si nos tuvieran miedo tenía un orden más estricto, pero ahora estoy escribiendo cuentos de barroco andino, que es muy homoerótico (siempre he dicho que entrar a una iglesia colonial es una clase de gay life, con esos cuerpos maravillosos). Yo he tenido un pasado militante cristiano de izquierda pero bueno, ahora estoy en otra onda. El barroco español tiraba unos cuerpos…. y ahora que terminé estos cuentos me doy cuenta que he tenido un ritmo de trabajo mucho más relajado. Antes trabajaba sobre la base de una idea, hoy día escribo más a partir de una sensación, de una imagen, de una frase.

¿Cuál fue la inspiración para Como si nos tuvieran miedo, que no es una voz que te corresponde biográficamente pero que tomaste para escribir?

–Yo he sido muy militante en mi juventud, así que ahora no tengo ganas de repetir el plato. Me parece fantástico militar pero yo no escribo por militancia. Puede tener consecuencias pero no es lo que busco. Cuando me propuse el proyecto quise descentarrme de mi voz de hombre cisgénero blanco. Ya había escrito algunos cuentos con personajes trans, de hecho Angie y Melgar, que es el barrio donde transcurre la acción, ya los había inventado para un cuento anterior, así que empecé a buscar por ahí. Acá en Santiago en el mundo gay el arco trans está muy presente, y esa fue una primera idea. Y al poco tiempo fue esta matanza en una discoteca en Orlando (de hecho la peluquería de la novela se llama Orlando) que me impactó mucho. La prensa peruana empezó a retomar casos de violencia contra la comunidad lgbt y hubo varios en la época de la guerra interna del MRTA. Había dos movimientos subversivos: el MRTA y Sendero Luminoso. Hubo una matanza muy importante en una ciudad de la selva con este discurso de limpia social; matar a los maricones que infectan a la juventud. Y esto me pareció interesante porque conectaba con mi experiencia militante. El MRTA tenía este gran tronco que es el guevarismo y parte del discurso del Hombre Nuevo, donde no entran ni la lesbiana ni el maricón ni les trans ni nadie. Ahi me hizo click y me fijé en esa matanza, que se llamó las Gardenias, fue en 1989.

Y tu novela sucede en 1992…

–Sí, la anclé en ese año porque pasaron muchas cosas: Fujimori cerró el Congreso, matanzas a cada rato, hubo el atentado más grande en Lima donde tiraron abajo un edificio, Tarata.

¿El MRTA y Sendero actuaban separados?

–Sí, Sendero fue el más poderoso, el más sangriento, la mirada maoista los hacía mas intransigentes y estaban más nucleados en las ciudades, mientras el MRTA actuaba más en la selva. Ambos tenían una lógica de limpieza moral. Cuando investigué los archivos de la Comisión de la verdad, pregunté si había testimonios de personas lgbt y me dijeron que había muy pocos. Solo hay uno que es público, que ni siquiera es de una persona homosexual sino que es de una mujer que vio cómo mataban a un grupo de homosexuales en la selva. Y ahi ficcioné esa imagen, que era muy fuerte: les ataban a un poste y les cortaban el pene. No los mataban a tiros sino que castigaban los cuerpos. La novela inicia con una cosa que yo vi, que fue que en una ladera de Lima prendieron fuego una oz y un martillo. Miluska militó en Sendero y se sale y se esconde en la peluquería.

Tenerle más miedo a los compañeros que a los enemigos…

–Maricones hay en todos lados y en Sendero tiene que haber habido. Es un personaje bien difícil de clasificar en que está, pero se da cuenta que la van a matar entonces se hace la muerta y escapa. El temor es que la descubran y es ahí donde ella termina escondida en esta peluquería con Angie. Creo que es algo poco explorado y que la ficción puede ayudar a entender. El horror de vivir por un lado con miedo a los militares y por el otro a los ex compañeros.

Eso también explica que hay personas que no salen del clóset.

–En Cuando los hijos duermen, hay dos personajes, uno es un hombre maduro con hijos que decide salir del clóset, y conoce otro hombre que decide no salir del clóset para seguir cerca de sus hijos. ¿Cuál de las decisiones es mejor? No hay respuesta. Cuando yo le planteé a mi ex mujer que quería estar con hombres pensé en esta opción de tener una vida alterna secreta y si no elegí eso fue porque soy muy malo mintiendo. Yo me salí del closet en inglés porque en ese momento estaba en Estados Unidos y creo que eso me ayudó mucho, aprender todo el lenguaje gay en otra lengua. Mi familia era bastante liberal, yo estudiaba en un colegio católico, progre pero católico al fin, pero yo no me lo decía, en mi cabeza no tenía palabras. Supongo que me gustan los hombres desde que nací pero no tenía capacidad de expresarlo.

¿Qué pensas de las críticas por escribir personajes trans sin serlo?

–Shakespeare nunca fue a Venecia ni a Dinamarca, sin embargo sus historias ocurren allí. Cervantes nunca fue un terrateniente empobrecido de Castilla y sin embargo ahí tienes al Quijote, y Homero no era ni troyano ni guerrero. Menciono estos ejemplos no por compararme sino por mencionar que desde el origen la literatura consiste en este desequilibro entre nutrirte de lo que vives e impersonar lo que no eres. Ese es el arte. Yo no tengo problema con la autoficción pero no me llama la atención. Si escribo un cuento de dos chicos sicarios gays en Cuzco, no soy ninguna de todas esas cosas: ¿y? El arte no tiene que ser testimonial. Hay gente que lo hace muy bien y me encanta, Lemebel por ejemplo. Pero cada uno tiene que escribir desde su musa. Mi literatura es realista pero no busco hacer una réplica de la realidad.

Fuente Página12

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“Homosexualidad. Las razones de Dios”(4): Resumen Cap. VIII: Razones para una Teología LGTBI

Lunes, 15 de mayo de 2023
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29058Cómo anunciábamos, a comienzos del pasado mes de diciembre, el autor de este libro recientemente publicado por la Editorial San Pablo,  nos ofrece una sorpresa, la posibilidad de ir, poco a poco publicando en esta página una serie de reseñas del libro que abran el apetito y las ganas de adentrarse en él…

«Es urgente la necesidad de una Teología más positiva en relación con la sexualidad en general y de la homosexualidad en particular».
Joseph Bernardin, cardenal norteamericano.

Solo el hombre y la mujer homosexual conocen la validez de su experiencia, especialmente de su experiencia amorosa y solo él o ella pueden conectar la misma con su fe en Dios. El amor sentido nos llama a salir de nosotros mismos y el amor al otro, con el otro, en el otro, se puede y se debe convertir en un camino excepcional para experimentar la presencia de Dios.

La comunidad cristiana LGTBI inclusiva debe reflexionar el Evangelio desde lo que es, desde ella misma, abriéndose a lo que el amor de Dios quiera decirle.

Para las personas creyentes, existe una identidad que rebasa y supera la basada en el sexo. Esta Identidad (con mayúsculas) es el poder identificarnos, nada menos que como hijos de Dios, seamos sexualmente lo que seamos.

Si la Iglesia antepusiera esta identidad filial (hijos de Dios) a cualquier otra, el hombre y la mujer homosexuales deberíamos encontrarnos especialmente a gusto y cómodos en la Comunidad eclesial, pues el día que la Iglesia acepte plenamente la identidad bautismal, anteponiéndola a cualquier otra, entonces ni el hijo heterosexual de Dios sentiría rechazo o animadversión por el hijo homosexual de Dios, ni este último podría sentir resentimiento alguno contra el primero.

Al homosexual cristiano le resulta penoso que sea la sociedad laica la que esté proponiendo dichos valores y derribando las barreras existentes, y sea la Institución eclesial la que, precisamente, batalle contra ello.

Juan nos recuerda (Jn 1,12-13) que «los seres humanos no nacen de la sangre de mujer, ni del deseo del hombre, sino que nacen de Dios». Somos sus hijos y el ritual del Bautismo nos lo hace presente, exigiéndonos excluir las categorías que hasta hoy nos dividían, para así verificar una nueva clase singular y especial de pertenencia, invalidando las diferencias identitarias sexuales y de género, y prevaleciendo la identidad fraternal en Jesús.

El Éxodo del pueblo israelita sería la metáfora perfecta del éxodo que hemos de realizar los hombres y las mujeres homosexuales. Israel estaba oprimido por el pueblo egipcio. Nosotros lo hemos estado, durante veintiún siglos, por el «pueblo heterosexual». Israel tuvo que atravesar el desierto de la libertad, camino de la Tierra prometida. La Comunidad homosexual está atravesando el desierto de la libertad hacia la Tierra prometida de la igualdad. Las penurias del pueblo israelí en la travesía fueron enormes, costosas, extremadamente difíciles, al igual que lo es la «travesía» de los homosexuales: rechazo, condena y hasta la misma muerte. Pero lo más importante de todo el proceso es que la liberación de Israel está inspirada en Dios, fundamentada en Él, al igual que lo está la liberación homosexual.

Pero también es necesario dejar atrás el posible rencor que, como oprimidos, podemos sentir hacia quienes nos rechazan, convirtiéndonos así en una comunidad que habrá logrado caracterizarse por su compasión y perdón.

La salida del armario supone, ante todo, salir del «armario interior», salir de una auto-opresión que muchos homosexuales llevan (o hemos llevado) dentro, consecuencia de la cultura heterosexista dominante. Solo si se verifica la auto-salida estaremos dispuestos para la salida social y cultural, que nos ha esclavizado durante siglos. Así estaremos llamados a rehacernos como personas diferentes y a vivir de modo diferente, forjándonos una comunidad diferente con un modo de vida distinto, que nos ayude igualmente a potenciar y desarrollar una sociedad nueva; porque, a diferencia del pueblo de Israel que salió y se alejó definitivamente de Egipto, la Comunidad homosexual seguirá viviendo en la sociedad que la oprimió, ayudándola a lograr su cambio radical hacia una sociedad igualitaria, comprensiva y aceptadora de la más profunda realidad humana.

Desde un punto de vista de fe, ¿qué significado podría tener «salir del armario»? Cuando un hombre o una mujer deciden reconocer y compartir lo que son y a quienes aman, no hacen más que actualizar el «comportamiento eucarístico» de Jesús: este, reconociéndose a sí mismo y a sus amigos lo que es, a continuación, se da a sí mismo en la Eucaristía. Ese es el fundamento de Jesús: reconocerse y darse. Y ese es el fundamento de lo que se viene en llamar «salir del armario»: reconocerse y darse. Reconocer la propia identidad sexual, dándose, igual que Jesús, a todos sin excepción, incluyendo a los que hasta hoy nos rechazaron. Por lo tanto, «salir del armario» nos hace sentirnos hijos de Dios, reconociéndonos seguidores de Jesús, al poder celebrar en nosotros mismos su acción eucarística.

1. Salir de la culpa: «culpar a la víctima».

Como si la persona homosexual hubiese elegido nacer homosexual. Fueron sus padres los que decidieron su creación. Les saliera como les saliera, los únicos responsables son los «creadores», nunca el ser creado. Sin embargo, por elemental que parezca lo expuesto, son muchos los padres y madres cristianas que no dudan en afirmar que su hijo es el culpable de su homosexualidad y, como si fuese una opción libremente elegida (y que puede por tanto dejar de tenerse), rechazan al mismo. Igualmente la Iglesia, que entiende el papel co-creador de los padres con respecto al último Creador (Dios) de la vida del hijo, culpa a este de su orientación sexual, des-responsabilizando a Dios de haber permitido, en su acto creador, la característica homosexual de la persona creada por Él.

Este discurso de «culpar a la víctima» debe ser inaceptable para nosotros, las personas LGTBI y, por tanto, no ya rechazarlo, sino obviarlo, «salir» de él a toda prisa, tal como lo hicieron los israelitas al salir de Egipto.

Además, en el sentimiento de culpa se fundamenta el mayor mal que puede sufrir el homosexual: su homofobia internalizada: «me siento culpable de lo que siento y soy, y por tanto he de rechazarme», vendría a decirle su propia voz interna. Así, el sentimiento de culpa es el arma más potente que la sociedad católica ha usado para intentar «detener» la práctica homosexual y la expansión de esta: «Dios te rechaza y, por ello, nosotros te rechazamos y tú has de sentirte culpable por ello». Este discurso de auténtico terror psicológico debe ser urgentemente contrarrestado por el hombre y la mujer homosexuales con el amor. El amor a sí mismo, dando gracias a Dios por haber sido creados con esta identidad sexual; el amor al otro, ejerciéndolo con la libertad requerida por los hijos de Dios, y el amor a los «acosadores», al fin ignorantes de lo que supone poseer el don con que Dios nos ha bendecido: tener la identidad sexual que Él, con su gracia ha querido otorgarnos. Por tanto, el sentir culpa de haber recibido ese regalo, ese privilegio de Dios, es literalmente absurdo y solo conduce a dar la razón al heterosexual opresor y a su discurso homófobo. Salir del sentimiento de culpa se hace por tanto necesario y urgente.

2. Salida del rechazo a quienes rechazan:

La tentación inmediata del rechazado (en cualquier ámbito) es rechazar al rechazante. Sin embargo, es algo que el homosexual reprobado por la Iglesia y parte de la sociedad tendría que evitar. La Iglesia lo rechaza, pero él no debiera hacerlo.

Así, la Comunidad homosexual cristiana será la nueva levadura que fermente la vieja masa eclesial, adherida a los esquemas de este mundo. Es la Comunidad homosexual la llamada a «contagiar» a la Iglesia de nuevos esquemas que hagan posible la implantación del Reino de Dios. Es imposible todo lo anterior si las personas LGTBI optamos por rechazar a los que nos han rechazado. Los hombres y las mujeres homosexuales tenemos derecho a pertenecer a la comunidad eclesial que nos ha rechazado. Tenemos derecho a permanecer y el deber de hacerlo. Solo permaneciendo en ella podemos aportar a esta los singulares y revolucionarios valores manifestados reiteradamente por Jesús, precisamente los que constituirían su nuevo Reino.

Pero es que tenemos al mismo Jesús como modelo a seguir: Jesús revolucionó literalmente los conceptos básicos de la religión judía; no la rechazó, ni se apartó de ella. Permaneciendo en ella, pudo enmendarle la plana a toda la jerarquía de aquella religión. A los que institucionalmente la representaban y a las leyes que la regían. Desde dentro de la religión judía anunció su propuesta de nuevo proyecto de vida para los humanos.

Jesús criticó duramente bastantes leyes de su propia religión, de su propia «Iglesia» e incluso animó abiertamente a no cumplir todas aquellas que menoscababan la dignidad del hombre o atropellaban sus más elementales derechos. Sin embargo, Jesús siguió dentro de dicha religión y esto le costó la vida, pues no olvidemos que fueron los sumos sacerdotes los que pidieron su muerte. Ese es el ejemplo que nos deja Jesús: no es necesario salir de la Iglesia católica para poder estar en desacuerdo (y actuar en consecuencia) con la parte doctrinal de esta que no reconozca abiertamente la dignidad de las personas LGTB. Y desde luego, jamás abandonarla por el daño que haya causado y siga causando a los hombres y a las mujeres homosexuales. Quien lo hiciera, podría subvertir el propio mensaje de Jesús. Todo lo anterior queda resumido en la petición que nos hace monseñor Olivier: «Permaneced y amad a la Iglesia y, desde dentro, ayudadla a progresar en el reconocimiento de vuestro amor». Los homosexuales debemos alejarnos de la tentación de rechazar a una Iglesia que nos rechaza, al tiempo que denunciamos el compendio de unas directrices que son injustas y opresoras. Una Iglesia que se aleja del ejercicio de la comprensión y aceptación plena del hecho homosexual, necesita urgentemente de buenas dosis de generosidad, comprensión y compasión. Necesita con urgencia de aceptación (en contrapartida al rechazo que practica). Y quizás por encima de todas las demás necesidades, necesita del perdón, porque en definitiva no tiene conciencia del enorme daño que sigue causando.

El hombre y la mujer homosexuales tenemos el reto de esforzarnos en crear espacios de fraternidad abierta, donde homosexuales y heterosexuales, hombres y mujeres, clérigos y laicos, pudiéramos convivir, en línea eucarística, en solidaridad y auténtica paz, desterradas definitivamente y para siempre la condena y el rechazo.

Tras el éxodo (salida de Egipto) al pueblo israelita le esperaba la «Tierra prometida».

La Tierra Prometida de las personas LGTB es el «Sermón del Monte», y en el mismo, Jesús nos tiene en cuenta y nos nombra:

A. Bienaventurados los pobres de Espíritu (…)

El homosexual es, socialmente, pobre. Se le ha hurtado todo privilegio que la sociedad otorga al heterosexual. Privilegios y derechos: a unirse a quien ama con el reconocimiento de aquella, a poder adoptar hijos, a poder expresar libremente su amor, tal como sí lo puede expresar el heterosexual. Se le prohíbe desempeñar determinados trabajos (en el ámbito laboral de la Iglesia, ser profesor de religión, sin ir más lejos); se ve excluido de reuniones sociales y familiares por el solo hecho de ser lo que es. Y por encima de todo no tiene acceso (si es creyente) a que su amor, el que comparte con otro homólogo, pueda ser bendecido por la Iglesia a la que pertenece. Y muchos etcéteras más.

B. Bienaventurados los pacíficos (…)

El hombre y la mujer homosexuales son esencialmente pacíficos. Han sido perseguidos y violentados y muy excepcionalmente han contestado con violencia.

C. Bienaventurados los que lloran (…)

D. Bienaventurados los perseguidos (…)

Ambas bienaventuranzas se conjugan y complementan. Si algo ha sido connatural al homosexual ha sido la persecución y el llanto. Por ello Jesús nos llama bienaventurados.

E. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia (…)

Seguramente se trate de la Bienaventuranza más fácil de asumir y cumplir por el homosexual: justicia. Sí, «hambre y sed» de hacer justicia a siglos de rechazo y oprobio, de condena, de dolor y sufrimiento «gratuito», solamente porque la sociedad heterosexista dominante optara por no admitir en su seno a quienes, sin molestar ni perjudicar a nadie, deseamos libremente amar y ejercer nuestra sexualidad de modo diferente al establecido.

F. Bienaventurados los misericordiosos (…)

Inmediatamente después de la justicia, viene el aplicar la misma con misericordia. Misericordia significa «perdón». De nuevo una Bienaventuranza al pleno alcance del hombre y la mujer homosexual. Perdonar tanto agravio y sufrimiento causado por los padres y madres que no fueron capaces de comprender las circunstancias que vivíamos sus hijos. Perdonarlos, porque ellos en definitiva fueron los primeros en sufrir (y mucho). A ser misericordiosos con una sociedad que nos excluyó de todos sus parabienes y privilegios con que envolvió las «otras» relaciones (las heterosexuales) y que además nos castigó duramente con leyes opresoras y discriminatorias, incluida la pena de muerte, solo por sentir el amor y gozar del sexo de modo distinto a la mayoría social. Ser misericordiosos y perdonar a una jerarquía eclesiástica que durante siglos no ha sabido serlo con nosotros. Sí, perdón por tanta ignorancia consentida, por tanta hipocresía demostrada. Perdón para todos, pues en realidad y como seguro que diría Jesús «no saben lo que hacen». Verdaderamente ahí está la base de la misericordia y el perdón: en creer que padres, sociedad e Iglesia han torturado psicológica y emocionalmente (y en ocasiones, hasta físicamente) «porque no sabían lo que hacían». Justicia, por supuesto. También misericordia y perdón.

G. Bienaventurados seréis cuando os insulten, os persigan y levanten contra vosotros toda clase de calumnias por mi causa. Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en el cielo (…)

Parece como si Jesús, al pronunciar esta Bienaventuranza, estuviese pensando en todos los homosexuales que habían de sufrir insultos, persecuciones y toda clase de calumnias, a lo largo de los siglos venideros.

Me tomo la licencia de interpretar aquí las palabras de Jesús «por mi causa», en el sentido de que los homosexuales lo son porque Dios-Padre lo ha querido así. Ahora su Hijo los recuerda en el mensaje central de su doctrina, de su Buena Noticia. Más adelante (Mt 5,13 y Lc 11,33-34) se explicita por boca de Jesús: «vosotros sois la sal de la tierra… vosotros sois la luz del mundo… no se enciende una lámpara para colocarla debajo del celemín, sino sobre el candelabro…»

Así, la Comunidad homosexual está llamada a hacer realidad este provocador programa de Jesús que haría que toda la humanidad se estableciese en una auténtica Tierra de promisión, donde se verificaría al fin el sueño de vivir relaciones fraternales entre todos los seres humanos.

Esta tendría que ser la vocación específica de las personas LGTBI: liberar a la sexualidad de sus limitaciones patriarcales y heterosexistas y reintegrarla en una espiritualidad plena donde se dé gracias al Creador por habernos creado como seres sexuados. En definitiva, el amor sexual (sea homosexual o no) debería ser facilitador (y no evitador) de la comunión con lo divino en el encuentro con la otra persona. Más aún, la actividad sexual debería conllevar un nuevo enfoque del placer, alejándolo de la mera genitalidad, en la que los amantes podamos experimentar una clara sensación de trascendencia que rebase la realidad de los límites físicos. Los hombres y las mujeres LGTBI estamos en disposición privilegiada de ahondar en esta vertiente espiritual liberados, como estamos, de tener que centrarnos en tareas reproductoras y en el debate secular de si estas son las que agradan a Dios y bendice a los que las practicamos y condena a los que no.

Y es que, al final del arcoíris, nos aguarda un no definitivo a la violencia endémica del ser humano, a la opresión de unos sobre los otros. Por el contrario, nos espera un sí total a la paz, a la solidaridad, a la generosidad y la gratuidad. Un sí definitivo e inclusivo al Reinado de Dios en la Tierra

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Pedro Miguel Lamet: El futuro de la Religión según José María Castillo. Reflexiones sobre su último libro.

Jueves, 4 de mayo de 2023
Comentarios desactivados en Pedro Miguel Lamet: El futuro de la Religión según José María Castillo. Reflexiones sobre su último libro.

9788433032188Leído en su blog:

Al prologar sus “Memorias”, definí su libro como la confesión de un profeta de nuestro tiempo, y, como tal, de un hombre rompedor, libre, molesto para unos, providencial para otros, que a sus noventa y dos años de vida escribe sus memorias sin tapujos, con humildad y osadía

Llega a afirmar que la Teología es “un saber sometido a censura”. Su clave para entenderla es la encarnación como humanización de Dios

Castillo en su nuevo libro ha desarrollado de una manera, si cabe más radical y apasionada, esta tesis tantas veces defendida, de que lo que más daño ha hecho al cristianismo y a la Iglesia es convertirse en Religión establecida y renunciar a vivir el Evangelio

De ahí la importancia que el profesor Castillo concede al “Dios humanizado”, que ve como única vía de hacer presente a Dios en nuestro lacerado mundo, y por una Iglesia que esté centrada en el Evangelio, porque “una Iglesia empeñada en observar fielmente la Religión es una institución que vive y comunica un Evangelio falsificado”

En su opinión, lo que la gente de hoy rechaza de La Iglesia no es la “maldad”, sino la “mentira”, la contradicción entre lo que predica y lo que vive

Al final pide como utopía cristiana diócesis más pequeñas, obispos nombrados por participación de la base, actualización de la liturgia inspirada en la primera Cena, estudio bíblico por parte de los fieles del Evangelio, diálogo con las Conferencias Episcopales y el obispo de Roma, y sobre todo insistencia en el Evangelio como una forma de vida y seguimiento de Jesús.

Mis preguntas sobre el futuro de la religión:

1: Aparte del cristianismo y la Iglesia: ¿no está buscando el hombre de hoy una experiencia de Dios por libre? ¿No era el tiempo dedicado a la oración la fuente del mensaje troncal de Jesús y  “la vid y los sarmientos”?

2: ¿No ha puesto Dios en el fondo del hombre una semilla de radical inquietud y búsqueda de lo transcendente, donde quiera que esté? ¿No ha llegado el momento de maduración de la humanidad que pueda acceder a cierta mística, aunque sea en calderilla?

A través de la oración o el silencio, un vacío, una nada ilimitada, no pocos hombres y mujeres buscan hoy su verdadera identidad. Ya lo dijo también Jesús: “Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”. (Mt 6.6).

| Pedro Miguel Lamet

El pasado jueves 13 de abril tuve la oportunidad de presentar junto a José Manuel Vidal el último libro de José María Castillo, “Declive de la Religión y futuro del Evangelio”, en la iglesia de San Antón, ese espacio de libertad que mantiene vivo el padre Ángel. Un libro excelente sobre muchas de las contradicciones que vivimos en la Iglesia. Pero quiero ofrecer aquí el texto escrito y completo de mi intervención porque considero importante que se conozcan algunos matices que expuse allí, ya que, aunque comparto enteramente la tesis de Castillo, creo que se están produciendo otros hechos que quizás puedan complementar y ampliar cómo se vive hoy la Religión en sentido amplio en muchos puntos de nuestro mundo.

Hace un par de años, cuando José María Castillo, me concedió el privilegio de prologar sus Memorias escribí: tienes entre las manos la confesión de un profeta de nuestro tiempo, y, como tal de un hombre rompedor, libre, molesto para unos, providencial para otros, que a sus noventa y dos años de vida escribe sus memorias sin tapujos, con humildad y osadía, gracias a una prodigiosa mezcla de vida y pensamiento, que constituye todo un aldabonazo a nuestra sociedad y sobre todo a la Iglesia católica a partir de la centralidad del Evangelio.

La experiencia del profesor Castillo

Subrayaba entonces su experiencia humana e intelectual en los centros de estudio donde ha ejercido su profesorado como Córdoba, Granada, Roma, El Salvador y otros muchos lugares. Sobre ello Pepe afirma: “Esta Iglesia, a la que tanto debo, es la Iglesia que vive en una enorme y palpable contradicción. Es la contradicción que consiste en que la Iglesia enseña (o pretende enseñar) exactamente lo contrario de lo que vive. Y es el “clero”, lo digo sin rodeos, el que lleva la batuta de esta enorme orquesta ruidosamente desafinada”. Particularmente sensible a las contradicciones, estas estallan en su vida cuando se le prohíbe enseñar en Granada y al mismo tiempo se le admite, e incluso se le anima, a hacerlo en la UCA de San Salvador. “¿En Granada yo era peligroso y en El Salvador no lo era? ¿Cómo se explica esta contradicción?”. ¡Por lo visto la razón formal es que la de Granada era facultad eclesiástica y la de San Salvador civil! Como si la verdad dependiera de etiquetas.

Sea como fuere, la trayectoria teológica de Pepe Castillo, insuflada de una enorme cultura y cientos de libros asimilados y otros escritos por él, es una continua superación de censuras y de problemas de libertad de cátedra. Llega a afirmar que la Teología es “un saber sometido a censura”. Su clave para entenderla es la encarnación como humanización de Dios. Por eso afirma en una estrecha unión de inmanencia y trascendencia: “Si luchamos en serio por ‘humanizar’ esta sociedad y este mundo, entonces y sólo entonces, podremos pensar en serio que estamos luchando por ‘divinizar’ nuestra existencia” Para señalar lo que distingue a un cristiano del que no lo es, afirma que se produce cuando “sólo queda en pie el amor, la bondad y el comportamiento que cada cual ha tenido en su vida con sus semejantes”.

Pues bien, en este libro que presentamos, titulado Declive de la Religión y futuro del Evangelio, Castillo ha desarrollado de una manera, si cabe más radical y apasionada, esta tesis tantas veces defendida, de que lo que más daño ha hecho al cristianismo y a la Iglesia es convertirse en Religión establecida y renunciar a vivir el Evangelio. Lo hace a través de 55 breves capítulos de fácil y amena lectura, donde expone esta contradicción desde muy diversos ángulos, como un berbiquí o vueltas de tornillo donde de forma histórica, exegética y teológica; lo que permite al lector taladrar de manera sencilla y a la vez implacable el fondo de estas contradicciones.

El Dios humanizado

Ya en sus Memorias y en sus otros libros Castillo defendía que el problema del hombre es Dios, y solamente en el Evangelio de Jesús, algo que en su opinión la Iglesia ha olvidado, volvemos a la centralidad. “Hizo falta pasar por la crisis religiosa, que provocó la Ilustración, para darnos cuenta de que a Dios no lo conocemos. Y ahora, que hemos entrado, en picado, en la crisis de la Religión y de Dios, empezamos a tomar conciencia de que al Dios trascendente solamente podemos conocerlo en la humanización de Dios, tal como lo vemos y lo palpamos en el Evangelio, en la vida y en las obras de Jesús”De ahí la importancia que el profesor Castillo concede al Dios humanizado, que ve como única vía de hacer presente a Dios en nuestro lacerado mundo, y por una Iglesia que esté centrada en el Evangelio, porque “una Iglesia empeñada en observar fielmente la Religión es una institución que vive y comunica un Evangelio falsificado”.

No hace falta recordar que Pepe ha declarado en muchas ocasiones su amor a la Iglesia, “pero precisamente porque la quiero tanto -afirma-, por eso no me puedo callar lo que yo veo como el fenómeno de fondo que ha desquiciado lo que quiso Jesús, mi verdadero Señor, cuando se despojó de todo rango y dignidad, de toda posesión de bienes y grandeza”. Por eso la Iglesia no tiene futuro si no es desde el seguimiento de Jesús y recuperando como centro el Evangelio. En su opinión lo que la gente de hoy rechaza de La Iglesia no es la “maldad”, sino la “mentira”, la contradicción entre lo que predica y lo que vive, y será creíble cuando sea capaz de romper las fronteras discriminatorias entre el clero y el laicado, el hombre y la mujer, y no convierta los ritos en una forma de liberarse de los miedos o de enorgullecerse como el fariseo frente al pobre publicano.

Quizás la mayor novedad, que ya ha apuntado Pepe en otros escritos, es su sintonía con el papa Francisco. La humanidad de un papa que a duras penas tolera distinciones y superioridades y centra su pastoral en la cercanía con los pobres, los ancianos, los inmigrantes, los enfermos, los más pequeños. Quizás un aspecto que corrobora este talante de Francisco es que en los diez años de su pontificado no ha condenado a un solo teólogo, en contraste con lo que he señalado en un reciente artículo publicado en “Vida Nueva”Los años de la mordaza, una época donde casi a diario asistíamos a un episodio de censura, condena, represión o castrantes medidas contra la investigación y libertad teológica, de opinión, información y expresión, fenómeno que, como sabemos, experimentó, el profesor Castillo en propia carne.

Frente a la Religión, entendida como estructura de poderío, dinero y corrupción, que está propiciando la desafección y decadencia de la Iglesia, defiende como solución la vuelta al seguimiento de Cristo y su Evangelio. Comulgo enteramente pues con la tesis de este lúcido último libro de mi maestro y amigo, así como sus consecuencias finales que rozan la utopía: diócesis más pequeñas, obispos nombrados por participación de la base, actualización de la liturgia inspirada en la primera Cena, estudio bíblico por parte de los fieles del Evangelio, diálogo con las Conferencias Episcopales y el obispo de Roma, y sobre todo insistencia en el Evangelio sobre todo como una forma de vida y seguimiento de Jesús, más allá de ritos y ceremonias, “que se revela la humanización  del Dios transcendente y en la que se humaniza el ser humano”.

Otra búsqueda de lo trascendente

Ahora bien, como Pepe es un hombre de diálogo y apertura humanista, tengo un par de dudas que me sugiere la lectura de esta obra profética y que ahora quiero proponerle:

Primero: La tesis de José María Castillo está dirigida al pueblo de Dios católico y cristiano. Pero ¿cómo proponer una liberación al que ya no lo es para un mundo secularizado, que más que anticlerical y ateo, da espalda definitiva a las religiones monoteístas y ante tanta angustia busca un camino, el que sea? ¿Se le puede ofrecer y presentar de forma ejemplar y creíble el estilo de Jesús a ese mundo? Pero ¿y si ya está, como sucede de hecho, de espaldas o indiferente a todo eso?

Segundo: Karl Rahner dijo antes de morir que “el siglo XX ha sido el siglo del Hombre, y el XXI será el siglo de Dios”. ¿Qué quería decir con esta osada afirmación? ¿Se puede decir que esta profecía se está cumpliendo? En mi humilde opinión, el hombre actual secularizado, desde la libertad y la mayoría de edad que arranca de su nueva autonomía alcanzada a partir de la Ilustración, busca, tomando de aquí y de allá, una vía propia de espiritualidad para relacionarse con la trascendencia por libre. Está, podríamos decir, en un proceso de acercarse a la divinidad o al fondo trascendente de la realidad desde una síntesis personal, donde hay mucha ganga, sí, pero también una búsqueda sincera desde “el sabor a más de este mundo, a través de prácticas de oración de Oriente y Occidente, meditación, silencio, yoga, zen, contemplación o como se quiera llamarlo. Esto no es una elucubración, es un hecho hoy también constatable, junto al sin sentido y el deterioro de una sociedad dominada por la tecnocracia

Castillo dedica un párrafo en la página 217 a la “intensa y frecuente vida de oración que practicaba Jesús”. Pero ¿no es lo más central de su vida? ¿No era su unión con el Padre la fuente esencial, principal y continua de su vida? ¿No es su imagen de la vid y los sarmientos, junto al mandamiento del amor, el mensaje troncal a sus seguidores poco antes de morir?

Por supuesto que comparto enteramente, como imprescindible y urgente, la tesis de que el seguimiento ha de ponerse en la vida, los principios éticos que nos legó, que suponen primero dejar, renunciar a todo, sobre todo del propio ego, principal escollo de los apóstoles para entender el Reino anunciado a los pobres. Pero esto, ¿no lo llegaron a alcanzar sus seguidores más comprometidos solo plenamente al recibir, después unidos en oración con María, la venida del Espíritu Santo en Pentecostés?

Y de aquí se deduce en consecuencia otra pregunta: ¿Qué hace un hombre perdido en una isla o en su mundo ajeno al mensaje del Evangelio o inmerso en tradiciones y religiones que nada tienen que ver con Jesús? A veces no tienen otro referente que su Religión, aunque sea primitiva y limitada ¿El concepto de Religión solo se puede circunscribir entonces a estructuras de poder, dinero y sometimiento? ¿No hay algo más? ¿No ha puesto Dios en el fondo del hombre una semilla de radical inquietud y búsqueda de lo transcendente, donde quiera que esté? ¿No ha llegado el momento de maduración de la humanidad que pueda acceder a cierta mística, aunque sea en calderilla?

La experiencia de lo Uno

El monje benedictino Willigis Jäger, maestro zen y autor de numerosos libros de espiritualidad, reconoce, a pesar de sus limitaciones, que las religiones han sido un factor importante en la evolución desde que el hombre se hace las preguntas “de dónde”, “hacia qué” y “por qué”, aunque concluye que la mística es al mismo tiempo el punto de partida y el fin de toda religión, y que es sobre todo una experiencia, la experiencia de lo Uno. “Lo Uno -exclama en su libro Sabiduría eterna- es mi verdadera naturaleza y la de todos los seres”. Una mística, una vivencia personal, que no deber ser una huida del mundo, sino la única fuente duradera de toda praxis.

A través de la oración o el silencio, un vacío, una nada ilimitados, no pocos hombres y mujeres buscan hoy su verdadera identidad. Ya lo dijo también Jesús: “Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” (Mt 6.6). Es lo que él mismo hacía tantas noches y amaneceres de su vida.  La recompensa no es otra que la conciencia de pertenencia a un mar de amor del que somos olas, y, por consiguiente, como olas también somos Mar. De aquí que el mandamiento de Jesús sea amarnos los unos a los otros, el único imperativo que nos devuelve a nuestra auténtica naturaleza como pedazos que somos de ese Uno. Es lo que han vivido los grandes maestros también del cristianismo con San Juan de la Cruz, Teresa de Jesús, Ignacio de Loyola. Por ejemplo, la gran palanca de este último, los Ejercicios Espirituales, que tantas veces el propio Castillo ha practicado y dirigido para interiorizar el seguimiento de Jesús. Y es que no hay Marta sin María. El propio Pablo, con todos sus defectos señalados por Castillo, era un místico.

Pepe Castillo en este libro testimonial, profético y necesario, pone el acento, con lenguaje asequible, datos irrefutables y fuerza radical, en la contradicción que hemos vivido en nuestras instituciones respecto a esa doctrina hecha vida en Jesús. Ese es su mérito. Para que fuera un aldabonazo y despertarnos de tópicos y conciencias dormidas, quizás era necesario que se centrara solo en eso, en el escándalo eclesial de la contradicción entre la doctrina y la práctica. Muchas gracias una vez más, Pepe, por tu valentía, tu profesionalidad teológica y denuncia iluminada, cuando defiendes una y otra vez al subrayar “lo determinante y decisivo en el cristianismo, y por tanto en la Iglesia: porque Jesús es la encarnación de Dios, es la humanización de Dios. Dios se ha revelado a la humanidad humanizándose Él”.

Para adquirir el libro de José María Castillo, “Declive de la Religión y futuro del Evangelio”.

Pedro Miguel Lamet

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Nuevo libro, “Hearts Ablaze”, ofrece parábolas bíblicas desde una perspectiva queer

Jueves, 27 de abril de 2023
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IMG_9547Un nuevo libro ofrece una “lectura fresca de historias antiguas”, respondiendo a la pregunta: “¿Dónde está la rareza en las Escrituras?” Hearts Ablaze: Parables for the Queer Soul, escrito por Rolf R. Nolasco Jr., ofrece reflexiones sobre diez parábolas desde una perspectiva queer que busca invitar a las personas a la misión liberadora de Jesús.

Ryan McQuade revisó el libro para el National Catholic Reporter, y elogia la escritura de Nolasco diciendo que “no está interesado en probar la validez de nuestra perspectiva queer a través de las Escrituras”. Más bien, se elogia a Nolasco por “traer una lente extraña a las Escrituras y ver qué misterios se revelan”. Si bien muchas reexaminaciones extrañas de las Escrituras ofrecen imaginaciones reconfortantes, esa no es la tarea de Hearts Ablaze. McQuade destaca dos ejemplos:

“Puede ser reconfortante imaginar que la amistad de Jonatán y David podría haber sido algo más, o que Pablo confirmó el espectro de género cuando dijo: ‘ya no son hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús’. Pero al final de el día, tú, yo y el predicador fanático de la esquina sabemos que si retrocediéramos en el tiempo y le preguntáramos a Jonathan, David y Paul si tenían un concepto de teoría queer, no lo harían”.

La tarea de Nolasco en Hearts Ablaze es ser un recurso para las iglesias y ministerios que afirman queer que responden a las necesidades espirituales de los cristianos LGBTQ+. En la introducción del libro, Nolasco explica:

“Tomé en serio los contextos socioculturales y políticos de los que surgieron los textos, pero no tuvieron la última palabra en lo que significan las parábolas. … La diferencia que espero hacer es centrar las particularidades de la vida queer en la forma en que las he experimentado y encarnado y usar los textos para enriquecer y expandir esa vida para que florezca”.

Como las parábolas fueron los métodos principales a partir de los cuales Jesús enseñó, Hearts Ablaze usa parábolas como “el vehículo perfecto para transmitir la rareza de las Escrituras”. Nolasco describe las parábolas como “verdades travesti” debido a que las parábolas “nos atraen o provocan una historia que es familiar, vívida y extraña (como una actuación travesti) y luego nos dejan allí desconcertados y asombrados”.

“Las parábolas de Jesús son muy extrañas”, escribe Nolasco, “en sus intentos de evocar tanto el ‘deleite y la instrucción de innumerables personas como la ofensa de otros’… que se negaron a que su versión de la realidad fuera interrogada y perturbada”. Las diez parábolas que juega Nolasco son: el Buen Pastor, el Gran Banquete, el Grano de Mostaza, el Tesoro Escondido, el Sembrador, el Vino Nuevo en Odres Viejos, el Hijo Perdido, el Buen Samaritano, los Talentos y los Sabios y los Necios. Constructores. Estas parábolas se basan en el corazón radical de Dios que Nolasco describe como el “divino narrador queer”.

En un testimonio de la divina narración queer de las parábolas, McQuade destaca la reflexión de Nolasco sobre la parábola del hijo pródigo, señalando que “se alienta a los lectores a reflexionar sobre la rareza exhibida en el retrato del padre que rompe todas las convenciones de la cultura y patriarcado.” El amor del padre se convierte en el tema central de la historia, ya que el padre responde con amor y compasión al amor rechazado y perdido de los hijos. Nolasco describe el tema de la parábola como tal: “El amor que se rechaza y el amor que se echa de menos son contrarrestados por el amor del padre, pase lo que pase. Es raro de principio a fin”.

“Lo queer”, describe McQuade en su reseña, “se convierte en una lente que se ofrece a todos, un estado de ánimo para ver más allá de las convenciones del ‘amor’ cis/heteronormativo y, en cambio, las expresiones ilimitadas de un amor que se hace queer. ”

En una época en la que las Escrituras suelen ser un arma para la opresión de la comunidad LGBTQ+ y las leyes contra las actuaciones drag se multiplican, Hearts Ablaze ofrece una narrativa alternativa. Los mensajes de Cristo, en particular a través de las parábolas, presentaban una visión invertida del mundo donde los primeros eran los últimos y los últimos los primeros, donde todas las personas, especialmente las marginadas, eran acogidas. Era un mensaje radical y extraño para los oídos de la jerarquía. Hoy, tal vez sea el momento de encarnar las “expresiones ilimitadas de amor” conocidas a través del “Divino narrador queer” y trabajar para encender las vidas de todos los cristianos LGBTQ+ y aliados.

—Bobby Nichols (él/él), New Ways Ministry, 21 de abril de 2023

Fuente New Ways Ministry

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“Homosexualidad. Las Razones de Dios” (3), Capítulo: Las razones de Dios, de Miguel Sánchez Zambrano

Lunes, 27 de marzo de 2023
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Cómo anunciábamos, a comienzos del pasado mes de diciembre, el autor de este libro recientemente publicado por la Editorial San Pablo,  nos ofrece una sorpresa, la posibilidad de ir, poco a poco publicando en esta página una serie de reseñas del libro que abran el apetito y las ganas de adentrarse en él…

«Dijo Dios: “Hágase”, y vio Dios cuanto había hecho. Todo estaba muy bien».

Génesis 1,3.

Parto de la razonable idea de que todo lo que existe en la Naturaleza, creado por Dios, este lo ama y lo bendice, incluida la sexualidad de la persona.

Dios nos creó sexuados. La sexualidad y el placer que conlleva es, sin lugar a dudas, el gran regalo de Dios hecho al hombre y a la mujer, creados por Él.

Desgraciadamente, dentro de la Iglesia y la tradición cristiana, dicha sexualidad se ha visto como un problema (un muy serio problema), en vez de como un regalo de Dios.

¿Cómo Dios ha podido darnos a las personas homosexuales el don de serlo y a continuación, negarnos su práctica? Esto es lo que predica la Iglesia.

La relación heterosexual, la sustentó en dos poderosas razones: que hombre y mujer pudieran expresarse su amor de modo total, emocional y físicamente y que a través de ese acto de amor se canalizase el modo de reproducirse.

¿Cuáles pudieran ser las razones de Dios para contemplar en su plan la creación de hombres y mujeres homosexuales? Hombres y mujeres con posibilidad de amar y ser amados, pero no de procrear con sus iguales.

Razón nº. 1:

Por extraño que pueda parecer, Dios glorifica a quienes no procrean,  no tienen hijos.

En Isaías 56,4-5 se lee que a los que no puedan, u opten por no tener hijos, como María y José, pero sí amar y construir su vida junto al ser amado, «Dios les dará algo mejor que tener hijos o hijas», según la expresión del profeta. Ese «algo mejor»  que tener descendencia va a ser nada menos que la gloria, siempre claro, que cumplan su voluntad.

En realidad, la «no procreación» queda definitivamente glorificada en María y José, y en el propio Jesucristo. Todos ellos incumplieron con el mandato divino de «creced y multiplicaos».

Razón nº. 2:

Jesús nace en el seno de una pareja no procreativa, que es la elección (obligada) de todo hombre o mujer que se une en pareja con un igual. Además, la mujer (María) tiene un hijo (el propio Jesús) de «otro padre» (el Espíritu Santo), o sea, tenemos una madre soltera, un padre que elige ser eunuco funcional y adopta a Jesús.

Madre soltera, padre eunuco funcional, hijo también eunuco funcional y matrimonio que queda sin descendencia. Este es el tipo de familia que Dios designa y escoge para la encarnación de Jesús. Realmente una familia muy singular y nada que ver con el patrón católico oficial, en dónde Jesús asume el destino de millones de hijos de matrimonios irregulares, de mujeres violadas y de hijos de parejas homosexuales.

En definitiva, si para Dios constituirse en familia es más que suficiente amar y hacer la voluntad de Dios, sin incluir la procreación, nos encontramos con que la familia formada por dos homosexuales va a ser del entero agrado de Dios.

Razón nº. 3:

La justificación del acto sexual por la sola procreación proviene de la filosofía estoica, no de la Biblia ni, ni de las palabras de Jesús. Es San Agustín quien recoge esta idea de tendencia pagana y la asume,
oscureciendo así la verdadera moral cristiana.

En el Génesis Dios manifiesta claramente que «no es bueno que el hombre esté solo». Esta afirmación la hace totalmente desligada del «creced y multiplicaos». O sea, dota a la persona de dos necesidades: la necesidad de intimidad-compañía y la necesidad de procrear. La imposibilidad de una no anula la posibilidad de la otra. A los heterosexuales, que no pueden procrear, no se les priva del acto unitivo-sexual. Igual consideración reclamamos para nosotros los homosexuales que, por razones obvias, tampoco podemos hacerlo.

Razón nº. 4:

La esencia del amor de Dios es la gratuidad. Esa es la esencia del amor homosexual. La mayor renuncia con que se van a encontrar los amantes homosexuales, es que su relación no tendrá descendencia. Así es como se gesta un amor plenamente gratuito. El amor entre dos iguales es la más cercana analogía al amor de Dios. Un amor que no puede nada, que no espera nada.

He ahí la grandeza del mismo y, al mismo tiempo, también hay que reconocerlo, la dificultad del mismo. El amor entre dos iguales solo podrá encontrar su fuerza, su permanencia, su crecimiento, si toma como referencia permanente el propio amor de Dios. Si lo logra será tan duradero, tan verdadero, como es el de Dios y, por tanto, Dios será su mayor sostén, su permanente aliento y alimento.

Podemos concluir que el amor que surge entre dos iguales realmente es un don gratuito de Dios, que lo otorga a los elegidos libremente por Él. A este amor, naturalmente, también pueden acceder los que, siendo heterosexuales, bien son estériles, o bien renuncian a la procreación. En uno de los dos apartados se encuentra la pareja de María y José. Y esto no es así porque sí. En Dios siempre hay una intención que abre posibilidades al amor. Esa posibilidad es el proyecto de Amor (con mayúsculas) más grande jamás imaginado. Para Dios todo es posible, si está abierto a la realización amorosa. La familia «diseñada», para que Él pueda encarnarse, dista del ideal de «familia cristiana». El verdadero acto de amor de María y José es el consentimiento pleno de ambos,que significa la posibilidad que Dios se haga hombre. Acto de amor inimaginable en ninguna otra religión o corriente espiritual. Dios, a través del ángel pide permiso (literalmente) a una mujer para poder encarnarse en ella. Precisamente a una mujer, ciudadana de segundo orden. Ella plantea sus dudas y el ángel la deja con total libertad de elección. ¡Todo el Plan redentor de Dios pendiente de la aceptación de una mujer!, todo queda en suspenso hasta que María asiente, da el permiso y comienza el prodigio. Solo el amor hace prodigios. Da igual a través de quién se manifieste ese amor: entre un hombre y una mujer (José y María), que no tendrás descendencia, o entre un hombre y un hombre o entre una mujer y una mujer que también ejerzan su sexualidad igualmente como culmen de su amor, también sin descendencia. ¿Puede aún haber dudas de que Dios bendice toda unión basada en el amor y que cumpla su voluntad, aunque esa unión no sea procreativa?

Razón nº. 5:

Dios para crear, no actúa de modo sexual. El potencial creativo de Dios proviene del amor. Él mismo es Amor y por tanto, el Amor es el que crea.

Las palabras de Platón, sin ningún tipo de matiz religioso, resumen con precisión lo expuesto en estas líneas: «aunque el amor entre dos hombres no engendre hijos, genera ideas bellísimas, arte y hechos de valores eternos».

Sexualidad no es igual a genitalidad. La rebasa, la supera, al ser una fuerza integradora de la personalidad, que permite la apertura al otro o a la otra.

El amor es el sentimiento con que Dios ha caracterizado y distinguido a toda criatura humana, con reproducción o sin ella. Esta sí que es una muy buena razón para que Dios haya contemplado la creación de seres homosexuales y, en definitiva, a los ojos de la Iglesia poco tendría que importar si la relación amorosa es o no reproductiva, recordando de nuevo que el cristianismo no se reproduce por la biología, sino por la conversión y que la única identidad que debería importar a la Iglesia, antes que ninguna otra incluida la identidad sexual, debería ser la de hijos de Dios, la que nos iguala y nos hace hermanos

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Cómo Tom de Finlandia pasó de menospreciado ‘pornógrafo’ a uno de los artistas más icónicos del mundo

Sábado, 11 de marzo de 2023
Comentarios desactivados en Cómo Tom de Finlandia pasó de menospreciado ‘pornógrafo’ a uno de los artistas más icónicos del mundo

lámina-sellos-Tom-de-FinlandiaEn los años 80 pasó de ser un ilustrador a respetado dibujante

Tom de Finlandia creó un arte profundamente subversivo y poderosamente erótico, pero en vida se le tachó a menudo de “pornógrafo”.

El artista, cuyo verdadero nombre era Touko Valio Laaksonen, se ha hecho famoso por sus icónicos dibujos eróticos de hombres con músculos abultados, pantalones ajustados y chaquetas de cuero. Desafiantemente queer, sus obras se encuentran en camisetas y botellas de vodka, y en respetadas galerías de todo el mundo.

Pero durante su vida fue rechazado por muchos en el mundo del arte, recuerda su íntimo amigo Durk Dehner.

“[Le] dedicaban a Tom críticas que lo clasificaban primero como pornógrafo y un poco más tarde como ilustrador”, explica Dehner. “No percibían cuál era el contenido de su obra fuera de dibujos cachondos. No vieron que estaba creando una visión para que sus compañeros homosexuales se relacionaran con él”.

Laaksonen nació en 1920 en Finlandia, donde la homosexualidad siguió siendo un delito penal hasta la década de 1970.

De algún modo, se atrevió a dar a conocer su arte, a pesar de que la homosexualidad era un tabú muy arraigado. En 1957, algunos de sus dibujos se publicaron en una revista estadounidense llamada Physique Pictorial, pero incluso entonces tuvo que someterse a la ley. En aquella época era ilegal representar “actos homosexuales manifiestos” en Estados Unidos, así que tuvo que pecar de precavido con sus primeros dibujos.

Las actitudes y la cultura de las décadas de 1950 y 1960 hicieron que Laakonsen no tuviera realmente la oportunidad de prosperar como artista hasta la década de 1970. Hasta 1973 no pudo dejar su trabajo a tiempo completo en una agencia de publicidad para dedicarse plenamente a su oficio.

En 1977, Laaksonen viajó a Estados Unidos para exponer su obra, y fue allí donde conoció a Dehner por primera vez. Ambos se hicieron amigos y fundaron juntos la Tom Of Finland Company, una organización dedicada a proteger sus derechos de autor y sus imágenes.

Dehner, que también es cofundador de la Fundación Tom of Finland, sigue recordando lo clara que era la visión de Laaksonen y cómo el mundo del arte, poco a poco, fue respetando y acogiendo al hombre que definió la imaginería erótica queer.

“Tom vio cómo a los homosexuales no se les proporcionaba ningún modelo positivo, se les veía como pervertidos, criminales, degenerados, como marginados de la sociedad”, explica Dehner. “Se propuso como misión ver si podía influir en el cambio dentro de la comunidad gay presentando a sus hombres en un [lugar] positivo, feliz y bien adaptado… Tom robó los arquetipos masculinos del macho alfa heterosexual y lo convirtió en marica”.

índiceDurk y Tom, fotografiados por Jim Wigler alrededor de 1984.

Tom de Finlandia llegó a ser venerado como “artista fino”

Los hombres que aparecían en sus dibujos eran libres, desinhibidos y no parecía importarles que nadie les estuviera mirando. Eso atraía a los hombres homosexuales de la generación de Laaksonen, dice Dehner, y con el tiempo desarrolló una ardiente base de seguidores.

Pero nunca tuvo un éxito inmediato. Aunque en la década de 1970 ya contaba con un ardiente grupo de seguidores queer, seguía siendo ignorado en gran medida por el mundo del arte.

En la década de 1980, las cosas empezaron a cambiar gradualmente. En ese momento, Laaksonen ya estaba cerca del final de su vida. “En los años 80 pasó de ser ilustrador a ser un respetado dibujante, y de ahí pasó a llamarse artista plástico”, recuerda Dehner. “Hasta principios de la década de 2000 no se utilizaron sobre él las palabras ‘maestro dibujante’ y ‘maestro artista'”.

Laaksonen nunca llegó a ver el éxito que alcanzaría su obra. Murió en 1991 a la edad de 71 años y, aunque ya era muy respetado, sus dibujos han adquirido desde entonces un significado cultural como nunca se había visto en vida del artista.

“No pasa de moda porque representa a la humanidad en una iluminación sexual”, dice Dehner, que recuerda haber visto colas de hombres haciendo cola para conocer a Laaksonen cuando organizó una exposición en San Francisco a finales de los 70. Aquella experiencia le mostró que los dibujos eran mucho más que músculos abultados.

“Fui testigo de largas colas de jóvenes que permanecían de pie pacientemente para poder mirarle a los ojos, estrecharle la mano y darle las gracias por darles una imagen positiva de cómo podían ser felices y estar bien adaptados. En ese momento me di cuenta de que no sólo era un buen artista, sino que había cambiado la forma en que la gente se veía a sí misma. Cambió la forma de ser de antes y de ahora”.

índice1Durk Dehner, presidente de la Fundación Tom of Finland, habla durante un seminario en el segundo día del festival de creatividad Eurobest.

La percepción pública de su obra cambió rápidamente tras la muerte del artista. En 1995, la Tom of Finland Clothing Company lanzó una línea de moda inspirada en sus dibujos y en las tendencias contemporáneas, un acto que ayudó a consolidar oficialmente su obra. En 2014, el servicio postal finlandés dedicó una serie de tres sellos de inconfundible toque homoerótico a Tom de Finlandia.

Hoy, su obra se expone en algunas de las galerías de arte más renombradas del mundo, incluido el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Su colocación en esta venerada institución dice mucho de lo que su obra ha llegado a significar y de lo mucho que han cambiado las percepciones desde que fue condenado al ostracismo y tachado de pornógrafo.

Para las personas queer, la importancia de su obra no ha hecho más que aumentar con el paso de los años.

Han pasado más de 30 años desde su muerte, pero Dehner ve lo vital que fue -y sigue siendo- su figura dentro de las comunidades queer.  “Tom era y es nuestro padre, el padre que no tuvimos”, dice.

Fuente PinkNews

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Ifti Nasim, poeta gay pakistaní

Viernes, 10 de marzo de 2023
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47CD6A9F-DFCE-4A76-B674-5D5755E73D33La poesía puede captar el miedo y la alegría que conlleva formar parte de la comunidad LGBTQ+. Ifti Nasim, gay paquistaní-estadounidense, utilizó la suya para llegar a otros que sufren persecución.

Nasim fue un pionero para el pueblo LGTBIQ+ pakistaní, y se cree que fue el primer poeta abiertamente gay del país del sur de Asia. Dedicó su vida y su arte a luchar por los derechos LGBTQ+ y a aumentar la aceptación dentro de la comunidad musulmana.

 Nasim nació en lo que hoy se conoce como Faisalabad, la tercera ciudad más grande de Pakistán, el 15 de septiembre de 1946, casi un año antes de que el país lograra la independencia.

Creció en el seno de una gran familia islámica tradicional y sufrió acoso y aislamiento durante toda su juventud. Se sentía condenado al ostracismo y sabía que nunca podría vivir como un hombre abiertamente gay.

En Pakistán, las personas LGBTQ+ se enfrentaban -y aún se enfrentan- a la estigmatización. Las relaciones sexuales entre hombres están tipificadas como delito -una ley promulgada por primera vez bajo el dominio británico- y la pena máxima es la cadena perpetua. El país, de mayoría musulmana conservadora, tiene arraigadas creencias sobre la orientación sexual y la identidad de género. Las personas LGBTQ+ experimentan diversos grados de tolerancia debido a las tradiciones culturales.

Durante toda su vida, Nasim luchó contra la opresión. A los 16 años, estaba leyendo un poema suyo de contenido político en una protesta contra la ley marcial cuando un soldado le disparó en la pierna.

Nasim se vendó la herida y regresó a casa sin contárselo a nadie. Al final se descubrió la herida y permaneció en cama durante meses, lo que arruinó su prometedora carrera en la danza clásica Kathak.

A los 20 años, Nasim huyó de Pakistán para escapar de la persecución y se trasladó a Estados Unidos tras leer un artículo en una revista que promocionaba la aceptación de las personas LGBTQ+ en el país.

Recordaba haber leído sobre una “cosa llamada movimiento gay” y sobre cómo la gente queer “vivía feliz para siempre” en Estados Unidos, según una grabación del difunto poeta archivada por el SAAD (South Asian American Digital Archive).

“Y en Pakistán, ser gay, abiertamente gay, significa ser intervenido a balazos o que te corten tus… recursos”, dijo. La familia no te habla. Así que significa… que te obligaron a vivir en un armario, y [todo] Pakistán es un gran armario donde vive todo el mundo”.

Como Nasim acabó descubriendo, el movimiento sobre el que leyó fue el impulsado por los disturbios de Stonewall de 1969, el momento álgido de la historia de la lucha moderna por los derechos LGBTQ+.

Llegó solo y estudió en la universidad, donde continuó con su poesía antes de ayudar a sus hermanos a emigrar a Estados Unidos.

Nasim pasó la mayor parte de su vida en Chicago, Illinois. La ciudad del Medio Oeste no sólo se convirtió en su hogar, sino también en un lugar donde explorar su identidad.

Al principio le daba miedo entrar en un bar gay, pero pronto descubrió que estaban llenos de “la gente más simpática del planeta”. Nasim dijo que formar parte de la comunidad gay le dio una confianza que nunca antes había experimentado.

Nasim ayudó a fundar Sangat en 1986, una de las primeras organizaciones LGBTQ+ sudasiáticas de Estados Unidos. El grupoapoyaba a los sudasiáticos homosexuales de la zona y permitió a Nasim retribuir a la comunidad LGBTQ+ de Chicago, que tanto le había dado.

Incluso con una carrera en crecimiento y una defensa incansable, Nasim dedicó gran parte de su tiempo a escribir. Publicó varios libros de poemas en urdu, punjabi e inglés sobre la persecución de las personas LGBTQ+ y la vida de los homosexuales en los países musulmanes.

Se hizo más conocido por su premiado libro de poesía urdu titulado Narman, palabra que significa “hermafrodita” o “mitad hombre, mitad mujer” en persa.

Se dice que este poemario es la primera expresión abierta del deseo y los temas homosexuales en lengua urdu. Su publicación suscitó polémica, pero fue aclamada por la crítica e inspiró a otros poetas paquistaníes.

Nasim abordó cuestiones relativas a la tolerancia del Islam hacia las personas LGBTQ+. Afirmó que Dios “no me habría creado si no quisiera que llevara una vida feliz y plena. Dios no crea basura”.

Por su impactante labor, Nasim ingresó en el Salón de la Fama LGBT de Chicago en 1996.

En su tercer y último libro, Abdoz, Nasim siguió tratando temas LGBTQ+. Su colección de poesía de 2005 contenía estas líneas: “Siento que mi vida ha transcurrido en un submarino/El viaje ha terminado; no he visto nada”.

Tras sufrir un infarto el 22 de julio de 2011, Ifti Nasim falleció en un hospital de Chicago a la edad de 64 años. Los activistasrecordaron a Nasim como una luz brillante en la duradera lucha por los derechos LGBTQ+ en Estados Unidos.

Un defensor describió a Nasim como un “pionero en la comunidad musulmana y del sur de Asia, mientras que otro recordó cómo fue una “plataforma de aterrizaje para muchos inmigrantes LGBT”.

Fuente Pink News

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Miguel Sánchez Zambrano: «La aceptación de las personas LGTBI, junto al sacerdocio femenino, será el mayor desafío con el que se va a enfrentar la Iglesia en el siglo XXI»

Lunes, 6 de marzo de 2023
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Captura web_3-3-2023_195023_Interesante entrevista con  Miguel Sánchez Zambrano, sobre su libro Homosexualidad. Las Razones de Dios,  del que ya hemos hablado en el blog:

«Me quedo con el estudio en profundidad que he realizado para fundamentar y exponer las razones para lograr desmontar la condena de la homosexualidad por la Iglesia»

6 febrero, 2023.

Miguel Sánchez Zambrano, sobrino de la filósofa María Zambrano, nació en Granada en 1953. Es farmacéutico, terapeuta sistémico y ayudador, (prefiere este término al anglicismo coach. Cofundador en 1983 y director de Hogar 20 hasta 1999. También es miembro fundador de las Asociaciones AVALON (VIH) y APREX (ex-toxicómanos) y del Comité Antisida de Granada. En la actualidad dirige el Centro de Terapias y Atención a las Familias. Es autor de numerosos artículos en prensa y como creyente manifiesta abiertamente su amor a la Iglesia. Acaba de publicar “Homosexualidad. Las razones de Dios” (Edit. San Pablo), presenta el viernes, 10 de marzo, a las 19,30 horas, en el Centro “María Zambrano” de Granada (Avda. de América, 55).

– ¿Cuáles han sido las principales motivaciones a la hora de escribir este libro?

Hago mío el motivo por el que San Pablo edita el primer libro sobre homosexualidad: “el objetivo es provocar el diálogo y de incentivar profundizar sobre el tema”. Me motiva que mis hermanos y hermanas gays y lesbianas, encuentren un capítulo, una palabra con la que identificarse, que los haga un poco más libres, un poco más felices y que mis hermanos y hermanas heteros, vivan felizmente su sexualidad, sin rechazar ni avergonzarse de quienes no somos igual a ellos. El Superior-Provincial de España de los Jesuitas, Antonio España, vaticina que “este libro será una ayuda grande para la Iglesia”. Esa es mi mayor ilusión.

– ¿Cuál ha sido el proceso seguido para darle forma?

Ha sido un arduo trabajo de investigación bíblica sobre el tema, que comencé hace más de 10 años. En el tintero aguarda escribir cómo se habría desarrollado el proceso evolutivo de la Iglesia, celebrando que un gran número de sus hijos, Dios los ha querido Homosexuales. Sé que es un sueño, pero no imposible, pues la Iglesia se ha enfrentado a retos mayores, como fue su desgaje de la religión judía, su matriz, teniendo en cuenta que era la religión del propio Jesús.

La página inicial (Sabías que…,) ¿pretende centrar la atención sobre hechos determinantes en la visión histórica de la homosexualidad?

Así es. Son hechos de la escritura silenciados históricamente por la Iglesia, que demuestran que la homosexualidad es una identidad sexual querida por Dios, como no puede ser de otro modo, al haberla dispuesto Él en un determinado número de persona. Ni perversidad, ni enfermedad. Se trata de una variante de la sexualidad, que Dios ha querido se dé en la naturaleza humana, e igualmente en el reino animal.

– ¿Qué le agradó más del prólogo de Carlos Domínguez Morano S.J.?

Me emociona Carlos Domínguez, pues en su prólogo resume la intención del libro y sería extraordinario que se cumpliera su deseo, al afirmar que su lectura “puede ayudarnos a todos, sencillamente a ser mejores persona”.

– De todas las razones que desarrolla en sus páginas centrales comenzó por la suya propia, seguida de las razones para demostrar el sufrimiento, desmontar el rechazo, la condena, el cambio de la Iglesia, las razones de Dios, el matrimonio y la adopción, para una Teología homosexual, para el perdón y para soñar…  ¿Cuáles considera fundamentales?

Me quedo con el estudio en profundidad que he realizado para fundamentar y exponer las razones para lograr desmontar la condena de la homosexualidad por la Iglesia, que se ha basado en textos del Antiguo Testamento, de hace más de 3.000 años. Especialmente el Levítico condena toda relación que no facilite la procreación: la masturbación, la eyaculación fuera de la mujer o la relación durante la menstruación, e igualmente la homosexualidad. O sea, toda relación no procreativa y es lógico, pues el autor sagrado trata de asegurar la natalidad, la supervivencia de aquel pueblo que ha de atravesar un desierto para llegar a la Tierra Prometida. Sorprende que, de todas aquellas leyes judías, sea exclusivamente la referente a la homosexualidad, la que siga condenada y reprobada por la Iglesia. Igualmente se castiga recortarse la barba (pena de muerte), trabajar en sábado o vestirse con dos clases de tejido. Sobra cualquier comentario.

– En su nota final afirma que en su caso jamás ha sufrido desprecio, rechazo o condena directa sobre su persona por su homosexualidad ¿A qué cree que se ha debido?

Quizás las personas que me conocen, les han importado más mis hechos, mi vida y no con quien comparto mis sentimientos. Sea o no ese el motivo, sí me considero privilegiado.

– En las últimas páginas se incluyen documentos para la bendición nupcial en uniones de parejas del mismo sexo ¿Cree que pueda llegar el momento en el que la Iglesia pueda bendecir a una pareja homosexual?

Si la Iglesia llega a plantearse seriamente bendecir a las parejas de igual género, ha de cambiar toda la moral sexual. Para la Iglesia, las relaciones fuera del matrimonio son pecado, tanto las homosexuales como las hetero. Al no poder casarse, una pareja homosexual que, amándose tenga una relación íntima, estará pecando (al igual que una heterosexual) y consecuentemente no pueden ser bendecidos. Es muy difícil entender que sea pecado lo que Dios mismo ha dispuesto en la Naturaleza (la relación sexual) y sólo tras el sacramento del matrimonio, el sexo sea bueno a los ojos de Dios.

– ¿Para qué un anexo de léxico castellano para el desprecio homosexual?

Para hacer evidente hasta qué punto se ha llegado socialmente a despreciar, ridiculizar y mofarse de la homosexualidad y los homosexuales. El castellano contiene hasta 48 palabras que nos ofenden y nos hieren.

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El autor en una actividad celebrada en el Centro María Zambrano (Granada)

– ¿Quiénes consideran que pueden ser los principales destinatarios de su libro?

Este libro interesa a todo aquel que desee conocer cómo la Teología y la moral católica han desvirtuado el hecho homosexual, condenándolo, al extrapolar la lógica condena de la violencia homosexual (lo que intentaron los sodomitas con los enviados del Señor) con la relación homosexual fundamentada en el amor mutuo. Igualmente analizo en qué pasajes bíblicos puede fundamentarse la Iglesia para levantar la condena y acoger a los homosexuales en igualdad con los heterosexuales, considerando que la identidad de todos como hijos de Dios, debe prevalecer por encima de cualquier otra identidad, incluida la sexual. Y especialmente me dirijo a todo aquel que, por su homosexualidad, haya sufrido desprecio, condena, acoso o incluso se haya sentido culpable, exponiendo cómo llegar a superar todo es cúmulo de sufrimiento y dolor, pues como escribe mi tía, la filósofa María Zambrano, “solo cuando el hombre acepta íntegramente su propio ser, comienza a vivir por entero”.

– ¿Desea añadir algo más?

Sí, repetir que el pecado de Sodoma, base de la condena homosexual, fue el intento de sus habitantes de violar a los enviados de Dios. El autor condena dicha violencia y por tanto, la inhospitalidad de los sodomitas. En ningún momento se condena la unión amorosa de dos personas del mismo género que mantengan una relación amorosa estable y libremente elegida. Por tanto, la pregunta es: ¿Qué piensa hacer la Iglesia con nosotros, los homosexuales que decidimos vivir nuestra relación en el mismo marco de amor fiel que la unión hombre-mujer?

Pienso que la aceptación de las personas LGTBI, junto al sacerdocio femenino, será el mayor desafío con el que se va a enfrentar la Iglesia en el siglo XXI, al no poder eludir la obligación de discernir sobre la realidad humana de la homosexualidad. Es un reclamo de amor y justicia de millones de homosexuales cristianos, al que solo ella puede dar respuesta desde la fe. Por último, expresar mi disponibilidad para debatir sobre este tema, con cualquier grupo o persona que le interese, siempre desde el respeto profundo a la Iglesia y sin caer en rechazar a quienes nos rechazan.

Fuente El Ideal de Granada

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“El retrato secreto de Jesús”, por Carmiña Navia Velasco.

Viernes, 3 de marzo de 2023
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retrato-secreto-jesusPedro Miguel Lamet, publicó en el 2018, una novela histórica, cuyo protagonista es Jesús de Nazaret. Un protagonista siempre referenciado por las palabras de otros, nunca mirado de frente en su actuar o en su interior. La historia de Jesús el maestro galileo, puede ser quizás la historia más repetidamente contada a lo largo de los siglos en el mundo occidental. Podemos decir que cada uno tiene su  propio y único Jesús. El de esta novela es original y fascinante.

El autor nos muestra una personal visión de su protagonista a partir de la investigación “despegada” de un gentil: un tribuno romano con vocación de intelectual que al ser encargado de descubrir las rebeliones contra Roma, se desvía hacia el descubrimiento del  mensaje evangélico. La trama novelística muy bien tramada nos lleva por los recovecos de Jerusalén y del imperio para descubrir tramos de la historia, tanto de la social-política amplia, como de las pequeñas y más íntimas de los y las protagonistas.

Nos queda muy claro cuál es el Jesús de Lamet. Su adhesión al Maestro pasa por: Su crítica radical al templo y a toda forma religiosa que se queda en los ritos y las obligaciones y que oprime.

Su escogencia clara por los débiles y los márgenes de esta sociedad basada en el prestigio, el dinero y los privilegios.

Y sobre todo su propuesta del amor universal, gratuito y sin medidas entre toda la humanidad.

Aún para los conocedores del Evangelio, la figura delineada por el narrador en la novela es muy atrayente y su convincente forma de presentarla, igual.

Por supuesto, el trabajo previo realizado por el escritor es exhaustivo y muy serio. Hay investigación histórica, ambiental y geopolítica. La novela se sumerge en el imperio romano desde sus intríngulis más sutiles y sus sentimientos más escondidos. El trabajo realizado sobre la mujer de Pilatos muestra claramente cómo enlazar la ficción y la realidad obteniendo un resultado de real verosimilitud.

En todo este entramado encontramos, no obstante, un lunar a mi juicio muy grande: La figura de “la Magdalena” como se le llama más de una vez. Pedro Miguel Lamet en lugar de atenerse a los datos que la historia y la literatura de la época de Jesús pueden arrojar, se deja llevar por los prejuicios y falsos presupuestos de la formación anti-femenina del cristianismo. Ya está reconocido por la academia, por los estratos eclesiales más serios (en 1969, se reconoce la confusión y se cambia la lectura del evangelio en su fiesta), e inclusive por el cine que no hay testimonios reales que permitan identificar a María de Magdala con una prostituta. La iglesia oficialmente ha reconocido que esa falsa identificación se debió a una confusión entre diferentes mujeres que aparecen en los textos evangélicos.

Parece sin embargo, que al autor de nuestra novela le resultó más cómodo y tal vez más atractivo o “picante” mantener el equívoco y repetir una vez más una de las grandes mentiras de la historia: que María Magdalena, seguidora de Jesús de Nazaret y primera testigo de su resurrección, venía de la prostitución. Esta falta de rigurosidad se nota ampliamente. La novela construye la figura del profeta de Galilea a partir de conversaciones entre el investigador-narrador y distintos personajes significativos (casi exclusivamente hombres) por sus encuentros con Jesús. Hacia el final de la obra, el personaje entrevistado es precisamente María de Magdala. Su presentación en general es floja y su personaje no tiene tanta consistencia como otros.

Es una lástima, porque en nuestros días cuando los que el materialismo rampante invita a presentaciones seductoras de Jesús, esta podría haber sido, a más de novedosa, fascinante por lo desarrollado y trabajado que aparece el mandamiento del amor… Pero se desperdicia y desprecia una vez más al público femenino porque se insiste en minimizar el papel que una figura como la de ella jugó realmente en todo el desarrollo del cristianismo primitivo. Después de la lectura, disminuye el deseo de leer No sé cómo amarte, del mismo autor, en la que parece que María de Magdala es protagonista central.

Cali, Febrero de 2023

Cfr. Pedro Miguel Lamet: El retrato secreto de Jesús de Nazaret. Novela Histórica. Ediciones Mensajero, 2018

Fuente Fe Adulta

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Nuevo libro católico LGBTQ+ es una valiosa contribución a la conversación de la Iglesia

Martes, 28 de febrero de 2023
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5609-2“El dolor de pertenecer a una religión que no quiere reconocer tu humanidad es evidente a lo largo de las obras reveladas de Dios”, escribe Rachel Rastelli en una reseña reciente de un nuevo libro sobre temas católicos LGBTQ+ escrito por el secretario nacional de DignityUSA, Sam Albano.

Escribiendo en el National Catholic Reporter, Rastelli conecta el libro, cuyo título completo es God’s Works Revealed: Spirituality, Theology, and Social Justice for Gay, Lesbian, and Bisexual Catholics, (Las obras de Dios reveladas: espiritualidad, teología y justicia social para católicos homosexuales, lesbianas y bisexuales), con su propia perspectiva como católica queer. Ella señala todo lo que aún debe hacerse para que la iglesia sane su relación con los católicos LGBTQ+, especialmente la falta de voces LGBTQ+ en roles de liderazgo en la iglesia. Ella simpatiza con el punto de vista de Albano y escribe:

“Como católico milenario queer, uno de los principales problemas que percibo en la Iglesia Católica hoy en día es la falta de educación sobre todo lo relacionado con LGBTQIA+ por parte de las personas en posiciones de autoridad dentro de la iglesia. Se están tomando decisiones y se están publicando declaraciones de personas que… no están en comunión con la comunidad LGBTQIA+ de ninguna manera significativa. Al hablar de lo que no saben, los funcionarios de la iglesia han creado una confusión que ha provocado mucho dolor.

“El dolor de pertenecer a una religión que no quiere reconocer vuestra humanidad se manifiesta a lo largo de las Obras de Dios Reveladas. Sin embargo, el autor se muestra respetuoso en sus expresiones de descontento y dolor. Este libro no es alguien que critica a una institución; es un intento sincero de diálogo desde un punto de vista que en gran medida ha sido ignorado por aquellos en posiciones de autoridad dentro de la Iglesia Católica”.

Rastelli escribe que mientras leía el libro de Albano, se sorprendió por lo mucho que la conmovió porque sabía “de antemano que Albano y yo tenemos conclusiones diferentes sobre la enseñanza de la iglesia sobre el acto sexual.* Esperaba que este libro me desanimara un poco. .” Luego ella continúa:

“No estaba preparada para lo impactante que sería tener a alguien hablando dentro del contexto de la enseñanza de la iglesia desde y para mi punto de vista como persona queer, un fenómeno muy raro en los medios católicos.

“Dado que la mayoría de las enseñanzas y documentos de la iglesia sobre la experiencia LGBTQIA+ están escritos por personas heterosexuales, tienden a sonar como declaraciones de ‘nosotros contra ellos’. Esto no quiere decir que las personas heterosexuales no puedan ministrar efectivamente a las personas dentro del paradigma LGBTQIA+; más bien, muestra que cuando toda la enseñanza y el ministerio para las personas LGBTQIA+ proviene solo de personas heterosexuales, no es vivificante ni efectivo. La comunidad queer son miembros importantes del cuerpo de Cristo, y el liderazgo en la Iglesia Católica hace un gran daño al ignorarnos o no buscar pastorearnos y fortalecernos espiritualmente”.

Si bien Rastelli dice que no está segura de cómo se siente con respecto al libro de Albano, hace un buen trabajo al buscar puntos en común con la autora y al describir cuán importante es que las personas LGBTQ+ hablen en la iglesia, no solo que los líderes de la iglesia hablen de ellas. . E insta a los lectores a aprender de aquellos con quienes no están de acuerdo, un valioso aporte para los católicos de todas las identidades.

“La Iglesia Católica no está destinada a ser una cámara de eco”, escribe. “Necesitamos escuchar a todos los miembros para amarnos y cuidarnos realmente”.

Su reseña concluye:

“Aunque tenemos opiniones diferentes, confío en que Albano haya llegado a sus conclusiones después de años de oración y agonía; de hecho, ¡este libro es una prueba! — y pido que se me dé la misma confianza y consideración. No lo veo como un conflicto de intereses o una traición a mi sistema de creencias para animar a la gente a leer este libro. La Iglesia Católica no está destinada a ser una cámara de eco. Necesitamos estar escuchando a todos los miembros para amarnos y cuidarnos verdaderamente unos a otros.

“Podría haber pasado por alto esta oportunidad o haber descartado este libro como propaganda de izquierda. Je n’ai pas. Tú tampoco deberías.

La reseña de Rastelli es una instantánea franca de la diversidad en la comunidad católica LGBTQ+ y un comentario sobre la vida que ha traído a la iglesia cuando a las personas LGBTQ+ se les permite hablar.

–Grace Doerfler (ella/ella), New Ways Ministry, 10 de febrero de 2023

*Aunque Rastelli no explica cuál es la diferencia de opinión entre Albano y ella misma, en el libro Albano critica la enseñanza de la iglesia sobre las relaciones entre personas del mismo sexo.

Fuente New Ways Ministry

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“La verdad los hará libres”: El esfuerzo de la Iglesia para comprender mejor la Dictadura argentina

Martes, 14 de febrero de 2023
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3DDBA2FA-B8B5-45D4-BF46-361F2A7C1809Del blog de José Luis Modino:

Una obra en tres tomos fruto de 10 años de trabajo

La obra es fruto del trabajo de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina, de “un equipo de docentes e investigadores que se abocaron a escrutar los archivos por primera vez accesibles”

“Ser un aporte a la historiografía argentina en orden a comprender mejor un periodo tan doloroso de nuestra historia reciente”

“Exhortamos a quienes tengan datos sobre el paradero de niños robados, o conozcan lugares de sepultura clandestina, que se reconozcan moralmente obligados a acudir a las autoridades pertinentes”

La reciente publicación del primer tomo de “La verdad los hará libres”, una obra pensada en tres tomos que es “el fruto de un largo proceso de sistematización e investigación impulsado por la Conferencia Episcopal Argentina, con la colaboración de organismos de la Santa Sede, que comenzó en el año 2012 con la clasificación de la documentación existente en torno a la década del 70 del siglo pasado y custodiada en los archivos de la Conferencia Episcopal y de la Santa Sede”, ha llevado a la Conferencia Episcopal Argentina a escribir una carta de presentación.

Nunca se avanza sin memoria

El escrito comienza citando el número 249 de la Fratelli tutti, donde el Papa Francisco dice que “Es fácil hoy caer en la tentación de dar vuelta la página diciendo que ya hace mucho tiempo que sucedió y que hay que mirar hacia adelante. ¡No, por Dios! Nunca se avanza sin memoria, no se evoluciona sin una memoria íntegra y luminosa. Necesitamos mantener viva la llama de la conciencia colectiva, testificando a las generaciones venideras el horror de lo que sucedió que despierta y preserva de esta manera el recuerdo de las víctimas, para que la conciencia humana se fortalezca cada vez más contra todo deseo de dominación y destrucción”.

La obra es fruto del trabajo de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina, de “un equipo de docentes e investigadores que se abocaron a escrutar los archivos por primera vez accesibles”. En el primer tomo ya publicado, “ofrece un marco de comprensión de la realidad social y eclesial argentina en la segunda mitad del siglo XX deteniéndose tanto en las concepciones teóricas como en las acciones concretas que alimentaron las diversas formas de conflictividad y violencia”.

En relación al segundo, que verá la luz próximamente, la carta de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina dice que “afronta las vicisitudes y contradicciones de la Iglesia católica durante los años del llamado Proceso de Reorganización Nacional con la intención de revelar, de forma cronológica e integral, todo el ciclo de los acontecimientos desde el Golpe de Estado de 1976 hasta el regreso a la democracia en 1983”. Por su parte, “el tercero ofrecerá una serie de ensayos con diversas lecturas teológicas e históricas acerca de lo sucedido en aquel tiempo”.

Comprender mejor un periodo tan doloroso de la historia argentina

El objetivo de la obra es “ser un aporte a la historiografía argentina en orden a comprender mejor un periodo tan doloroso de nuestra historia reciente. En ese sentido, la carta dice que “la Conferencia Episcopal Argentina, consciente de su misión de servir a la sociedad, ha querido primeramente ordenar y clasificar sus archivos en orden a hacerlos asequibles a aquellos que, cumpliendo debidamente la reglamentación vigente, quisieran escrutar con honestidad intelectual las fuentes en orden a historiar científicamente un periodo difícil de la vida argentina”.

Un trabajo encargado a especialistas con el que se quiere cumplir lo dicho en 2012: “Nos sentimos comprometidos a promover un estudio más completo de esos acontecimientos, a fin de seguir buscando la verdad, en la certeza de que ella nos hará libres (cf Jn 8,32)”. Desde el episcopado se recalca que “de nuestra parte hemos colaborado con la justicia, cuando se nos solicitó información, de la cual podamos disponer. Además, exhortamos a quienes tengan datos sobre el paradero de niños robados, o conozcan lugares de sepultura clandestina, que se reconozcan moralmente obligados a acudir a las autoridades pertinentes”. Algo que es visto como oportunidad “para lograr que en nuestra Patria crezca la paz y la justicia”.

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“Homosexualidad. Las razones de Dios”(2): Razones para el cambio de la Iglesia.

Miércoles, 8 de febrero de 2023
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29058«Pedimos tiempo a los homosexuales. Amad a la Iglesia y, desde dentro, ayudadla a progresar en el reconocimiento de vuestro amor».

Monseñor Olivier Ribadeau Dumas.
Portavoz de la Conferencia Episcopal francesa.

Cómo anunciábamos, a comienzos del pasado mes de diciembre, el autor de este libro recientemente publicado por la Editorial San Pablo,  nos ofrece una sorpresa, la posibilidad de ir, poco a poco publicando en esta página una serie de reseñas del libro que abran el apetito y las ganas de adentrarse en él…

Un libro escrito por un buen amigo de esta página, alguien fiel a la misma y que generosamente ha ayudado a mantenerla viva… Un libro que puede resultar una buena sugerencia para regalar en cualquier ocasión… ¿por ejemplo por San Valentín?

Comparto con los amigos de “Cristianos Gays” el resumen de un nuevo capítulo del libro de mi autoríaHomosexualidad. Las Razones de Dios”, que denomino “Razones para el cambio de la Iglesia”, siendo el primer libro editado por una editorial católica (San Pablo) respecto al tema que nos ocupa.

………………………………………..

Este es el criterio actual de la Iglesia sobre la homosexualidad y los homosexuales:

1. «La condición homosexual, al no ser libremente elegida, no puede ser pecaminosa».

2. «El acto homosexual, al estar privado de su finalidad de procrear, es intrínsecamente desordenado y pecaminoso».

En el primer punto, la Iglesia ya no condena la homosexualidad por moralmente pecaminosa, pues al reconocer que «la condición homosexual no es libremente elegida», la condena queda automáticamente dinamitada. Es un paso de gran importancia.

El punto segundo, revela lo penoso que resulta que sea precisamente la Iglesia, depositaria del Amor con mayúscula, la que identifique el acto sexual con el acto reproductivo. En el reino animal, sexualidad y reproducción están íntimamente ligados, pero al llegar al ser humano, el instinto se transforma en libertad y la sexualidad eclosiona en el amor.

¿Es tan difícil para la Iglesia admitir esa conexión identitaria entre sexualidad y amor, sin tener que pasar por la procreación? El Concilio atribuyó dignidad propia a la sexualidad, cuando la descendencia esté excluida (GS 50), refiriéndose a personas heterosexuales que no son fértiles. Pero en la pareja homo (que no procrea) queda marginada y condenada su relación. Además, si la Iglesia admite los métodos naturales para evitar la procreación, ¿cómo rechazar las relaciones en las que la Naturaleza no contempla dicha procreación, como sucede en la relación íntima entre iguales?

La Iglesia ya no puede eludir la obligación de discernir, iluminada por la fe, en la realidad humana de la homosexualidad. Es un reclamo de amor y justicia que debe ser atendido. La Iglesia debe iluminar un cambio de actitudes y criterios, sin olvidar que solo ella puede hacerlo desde la Fe.

La pregunta es: ¿Qué piensa hacer la Iglesia con nosotros los homosexuales, que decidimos vivir nuestra relación en el mismo marco de amor fiel que la unión hombre-mujer? Esta modalidad de relación sexual-amorosa no está condenada en la Biblia. Lo único que se condena es la violencia (lo que intentaron los sodomitas) del mismo modo que está condenada en las relaciones heterosexuales. La aceptación de las personas LGTBI y la formación consiguiente de familias sería, sin temor a exagerar, el mayor desafío con el que se va a enfrentar la Iglesia en este siglo XXI.

Veamos lo que dice el Antiguo y el Nuevo Testamento sobre la relación afectivo- amorosa entre iguales: en el Antiguo recordamos la historia de David y Jonathan y de Ruth y Noemí, que son suficientemente elocuentes.

Pero vayamos al Nuevo Testamento. Nos centramos en la sanación del siervo del centurión (Mt 8,5-13). Llama poderosamente la atención las palabras griegas que utiliza Mateo en relación al siervo del militar romano: «entimos» y «pais», que se traducen como «mi muchacho amado». Lo primero a resaltar es que esta denominación queda fuera del lenguaje habitual de un militar hacia un esclavo. ¿Por qué le llama “mi muchacho amado” ante Jesús?

Con relación sexual o sin ella, Jesús se encuentra con un estrecho vínculo afectivo- amoroso entre dos hombres. Jesús pudo aprovechar la coyuntura para definirse sobre cómo habría de ser y no ser, la relación de amor entre dos hombres y esto es lo que sucedió:

El militar le expresa con vehemencia «Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una sola palabra tuya bastará para sanar a mi muchacho amado». Y el Señor le responde premiándolo, ensalzando todo lo que encerraba el corazón del centurión: amor por un igual y fe.

¿No deberían ser estas dos claves (amor y Fe) las que deberían de bastar a la Iglesia para aceptar en plenitud a quien las sintiera y manifestara amar y tener fe, aunque ese amor fuese por otro igual? A Jesús le bastó y con la curación milagrosa, «debida a la fe de un homosexual», según opina el Teólogo Xabier Pikaza, bendijo aquel amor y aquella fe y por tanto, implícitamente, aquella relación en la que “el centurión es candidato idóneo al rótulo actual de homosexual”, concluye Pikaza.

Por último, destacar las declaraciones de 20 obispos y cardenales de Europa, África y América que apoyan y acogen explícitamente el movimiento LGTBI. Entre todas destaco al fallecido Arzobispo de Ciudad del Cabo y Nobel de la Paz, Desmond Tutu: «A muchos de nosotros nos produce angustia imaginar que Dios puede crear a alguien y decirle: “te odio por cómo te he hecho”. No quisiera ir a un cielo que fuera homófobo. No, mejor me disculparía y diría que quiero ir a otro lugar. Con gran dolor contemplo la represión de hermanos africanos cuyo único crimen es practicar el amor. El odio, en ninguna de sus formas tiene lugar en la casa de Dios».

Raúl Vera, obispo de Saltillo (Méjico), declaró en 2019, refiriéndose a los homosexuales: «Este banquete de la Eucaristía es para ustedes que tantas veces saborean el desamor, desprecio y odio».

El Arzobispo de Múnich y Presidente de la Conferencia Episcopal alemana, además de estrecho colaborador del Papa, Reinhard Marx, al periódico Angsberger Algmeine, expresando públicamente sentirse arrepentido de no haber actuado en contra de la ley que prohíbe la homosexualidad en Alemania, declarando que «La Iglesia no ha sido precisamente pionera en la defensa de los derechos de los homosexuales», añadiendo que «Debemos expresar nuestro arrepentimiento por no oponernos a la persecución de los homosexuales. La legislación del matrimonio homosexual no constituye un ataque a la Iglesia», concluyendo que «La historia de los homosexuales en nuestra sociedad es una historia pésima, porque hemos hecho mucho para marginarlos. Debemos pedirles perdón, pues no se puede decir que la relación entre dos hombres, si son fieles, no tiene ningún valor».

Es gratificante recoger lo expresado por el obispo brasileño Antonio Carlos Cruz Santos: «Si la homosexualidad no es una enfermedad, si no es una elección, desde la perspectiva de la fe, solo puede ser un Don. El Evangelio por excelencia es el Evangelio de la inclusión. Es una puerta sí, pero siempre está abierta». Añadiendo: «El homosexual puede vivir su orientación de una forma digna y ética o de la forma promiscua, pero la promiscuidad puede vivirse en cualquier orientación sexual. Si la persona no elige ser gay, la atracción por el mismo sexo solo puede ser un regalo de Dios, pero quizás nuestros prejuicios nos impiden recibir ese Don».

Monseñor Olivier Ribadeau-Dumas, portavoz de la Conferencia Episcopal gala, expresó: «En la relación amorosa de dos personas del mismo sexo, hay algo de Dios que habla allí. Entiendo lo impacientes que estáis los homosexuales. Dadnos tiempo. Amad a la Iglesia y, desde dentro, ayudadla a progresar en el reconocimiento de vuestro amor».

Igualmente, emocionan las declaraciones del obispo auxiliar de Detroit, ya jubilado, Thomas John Gumbleton: «Creía firmemente que mi homosexualidad era una elección mía y por tanto un pecado. Mi punto de inflexión fue cuando mi propio hermano, casado y con cuatro hijos, salió del armario».

Por último, resaltar el trabajo de laicos muy comprometidos, como los asociados en CRISMHOM en Madrid o la página en Internet de «Cristianos Gays», coordinándose con grupos ecuménicos y laicos.

La esperanza se abre camino. El conjunto de las anteriores declaraciones, todas ellas inclusivas, pueden ser el comienzo de un nuevo paradigma eclesial que aborde el tema que nos ocupa con una sensibilidad que se abre camino en amplios sectores de la Iglesia, sin posible vuelta atrás.

El autor, Miguel Sánchez Zambrano

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Nuevos libros del Papa Francisco y Benedicto XVI destacan el contraste sobre la homosexualidad

Sábado, 4 de febrero de 2023
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Francisco-Benedicto-Vaticano_2003509659_12200527_660x371Las declaraciones sobre las personas homosexuales aparecen en dos nuevos libros, uno del Papa Francisco y otro de Benedicto XVI, el Papa emérito fallecido, y como era de esperar se encuentran en los enfoques positivos y negativos que se esperan de cada prelado.

La paura come dono (“El miedo como regalo”) es una entrevista del tamaño de un libro entre el Papa Francisco y un psicólogo italiano que abordó temas que van desde el cambio climático hasta la formación sacerdotal. Cuando se le preguntó sobre las personas homosexuales, Francisco respondió, para  Vatican News:

“’Dios es Padre y no niega a ninguno de Sus hijos… Y el estilo de Dios es la cercanía, la misericordia y la ternura. No juicio y marginación. Dios se acerca con amor a cada uno de sus hijos, a todos y cada uno de ellos. Su corazón está abierto a todos y cada uno. El es Padre. El amor no divide, sino que une’”.

Estas palabras hacen eco de las declaraciones que el Papa ha hecho anteriormente, como hablar con los padres de niños LGBTQ+ y en una carta a la Hna. Jeannine Gramick. Usó un lenguaje similar esta semana cuando, durante una entrevista con Associated Press, pidió el fin de las leyes que criminalizan a las personas LGBTQ+. Para conocer el registro completo del Papa Francisco sobre temas LGBTQ+, haga clic aquí.

Benedicto XVI hizo comentarios negativos sobre la homosexualidad en su nuevo libro, ¿Qué es el cristianismo?, que pidió que se publicara solo después de su muerte. La mayoría de los ensayos, todos escritos durante la jubilación del Papa emérito, se publicaron anteriormente. Sólo cuatro de los 16 eran nuevos. Según The Telegraph, Benedicto escribió sobre los hombres homosexuales en los seminarios y el sacerdocio:

“Los ‘clubes’ gay operan abiertamente en los seminarios católicos, las instituciones que preparan a los hombres para el sacerdocio, afirmó el difunto Papa Benedicto XVI. . La existencia de “clubes de homosexuales” es particularmente frecuente en los EE. UU., dijo Benedict en su libro, y agregó: “En varios seminarios, los clubes homosexuales operan más o menos abiertamente”.

“Citó el ejemplo de un obispo estadounidense que supuestamente permitió que sus seminaristas, o sacerdotes en formación, vieran películas pornográficas ‘presuntamente con la intención de hacerlos capaces de resistir comportamientos contrarios a la fe’”.

En 2005, bajo Benedicto XVI, el Vaticano prohibió la admisión de hombres homosexuales al sacerdocio, que el Papa Francisco aprobó en 2016 y 2018. El Papa emérito hizo otras afirmaciones sobre la formación sacerdotal en su nuevo libro, sugiriendo que en ” no pocos seminarios, los estudiantes sorprendidos leyendo mis libros son considerados indignos para el sacerdocio”, y agregó que sus libros están “ocultos como literatura peligrosa”.

Después de la muerte de Benedicto XVI, muchos comentaristas establecieron contrastes entre su legado y el historial del Papa Francisco. Estos dos nuevos libros dejan en claro cuán diferentes son realmente sus enfoques de la homosexualidad. Si bien la enseñanza de la iglesia permanece constante entre los papados, el Papa Francisco enfatiza constantemente lo personal y lo pastoral. Para él, el estilo de Dios es, y por lo tanto el enfoque de la iglesia debe ser, no sobre el juicio, sino sobre el amor. Se reúne repetidamente con personas LGBTQ+ y sus familias. Desafortunadamente, Benedicto XVI se basó en estereotipos defectuosos y escribió de manera abstracta.

Hay una lección clara de este contraste. Cuantos más católicos LGBTQ+ y aliados puedan encontrarse personalmente con los líderes de la iglesia y hacerlo con amor, más se hará posible la inclusión ampliada en la iglesia. Como escribe el Papa Francisco, “El amor no divide, sino que une”.

—Robert Shine (él/él), New Ways Ministry, 27 de enero de 2023

Fuente New Ways Ministry

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6 fotografías que retratan el dolor de quienes perdieron a sus parejas por el VIH

Martes, 31 de enero de 2023
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Hay una serie de HBO que es una maravilla. No solo por la calidad de la interpretación, la fotografía y la ambientación. Sino que también porque acerca a las nuevas generaciones a una realidad brutal que golpeó especialmente a la comunidad LGTB, entre muchas otras personas, durante los 80 y lo 90. Una epidemia que se leyó en ese momento como un castigo divino por ser homosexual, drogadicto o prostituta.

La serie It´s a Sin, nos cuenta la historia de Ritchie, Colin y Roscoe, chicos de 18 años de edad que comienzan una nueva vida en el Londres de 1981. Pero la vida les presenta un desafío cuando un virus misterioso, el VIH, aparece. Es divertida, es dura, amena, dolorosa.

Como la vida misma.

El fotógrafo sudafricano, Gideon Mendel, puso rostro al dolor del VIH de esos años con su cámara, y nos dejó unas impactantes imágenes de varios jóvenes homosexuales en sus últimos días de vida, rodeados de su novios y familias.

El VIH y el estigma de padecerlo fue un dolor añadido para sus víctimas. Estas imágenes, el amor entre tanto dolor, deberían llegar a todos lados.

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Fuente Oveja Rosa

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Nuevos libros exploran el pasado, el presente y el futuro del ministerio católico LGBTQ+

Sábado, 28 de enero de 2023
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92AE5004-DE4F-4699-9311-DB59D6B3AF4DLos editores católicos han lanzado tres nuevos libros que se enfocan o incluyen temas LGBTQ+, destacando la demanda de los fieles de más recursos para construir una iglesia inclusiva y una sociedad igualitaria.

LGBTQ Catholic Ministry: Past and Present (Ministerio Católico LGBTQ: Pasado y Presente)

Jason Steidl Jack, un teólogo gay y colaborador de Bondings 2.0, ofrece en este libro de Paulist Press una historia del movimiento católico LGBTQ+, sobre sus raíces más tempranas, grupos de larga data como DignityUSA y New Ways Ministry, e iniciativas más nuevas, como el trabajo del padre . James Martín. Las notas del editor del libro:

“A veces, la historia de estas relaciones es difícil de contar. El maltrato de la iglesia a los católicos LGBTQ es desgarrador. Sin embargo, esta dolorosa historia se abre a la esperanza del futuro. Los católicos LGBTQ y sus aliados son tenaces. Décadas de ministerio brindan una visión de lo que es posible en comunidades comprometidas con la justicia y la misericordia. Este libro amplificará sus historias para inspirar a las personas y aliados LGBTQ hoy”.

La Hna. Jeannine Gramick, cofundadora del New Ways Ministry , dijo que el trabajo de Steidl Jack ofrece “ejemplos conmovedores de cómo la Iglesia puede caminar junto con los católicos LGBTQ en el llamado del Papa Francisco a la sinodalidad“. Marianne Duddy-Burke, directora ejecutiva de DignityUSA, dijo que el libro permite a los lectores “entrar en las esperanzas, los desafíos, la determinación y la persistencia de quienes trabajan duro en este viñedo siempre desafiante”. Para obtener más información sobre el libro, haga clic aquí.

5EFF2A7D-9DA7-4FAE-87A0-BD7220A51794God’s Works Revealed: Spirituality, Theology, and Social Justice for Gay, Lesbian, and Bisexual Catholics (Las obras de Dios reveladas: espiritualidad, teología y justicia social para católicos homosexuales, lesbianas y bisexuales)

Sam Albano, líder nacional de DignityUSA, además de escritor y educador, presenta una “visión convincente, desafiante y alegre de vivir” como lesbiana, gay o bisexual católica en este nuevo libro también de Paulist Press. La descripción del editor explica:

“[El libro] se basa en el pozo profundo de la teología tradicional, la enseñanza católica y las Sagradas Escrituras, al mismo tiempo que desafía las suposiciones que excluyen a los católicos LGB de la posibilidad de la expresión sexual, la vida matrimonial y la participación en la vida de la Iglesia”.

En un prólogo, el obispo John Stowe, OFM, Conv., comenta que Albano “presenta no tanto un rechazo de lo que enseña la Iglesia como un compromiso crítico con esa enseñanza que señalará sus insuficiencias y exige un mayor refinamiento y reflexión”. Para obtener más información sobre el libro, haga clic aquí.

Welcome All as Christ: Reimagining Parish Hospitality92618247-8398-48F4-ABDB-1C24613FFD82 (Bienvenidos a todos como Cristo: reinventando la hospitalidad parroquial)

Si bien no se enfoca específicamente en temas LGBTQ+, el nuevo libro de John T. Kyler incluye a la comunidad queer como parte de su enfoque general para mejorar la vida parroquial. Padre Dan Horan, OFM, un destacado defensor, describe el libro como un recurso “excelente” y “accesible” para los trabajadores pastorales, de modo que “¡la instrucción  de san Benito de “recibir a todos como Cristo” podría convertirse en el verdadero lema del ministerio pastoral hoy!”

Bienvenidos a todos como Cristo es el texto introductorio de la nueva serie de libros de Liturgical Press, “Temas contemporáneos en el liderazgo parroquial“. Kyler es el editor general de recursos parroquiales en Liturgical Press, y es autor del galardonado Search Me: A Way of the Cross in Solidarity with the LGBTQ Community, publicado por Clear Faith Publishing.

Más adelante este año se publicarán dos entregas adicionales de la serie de liderazgo parroquial:

Becoming the Good News: A New Approach to Parish Evangelization (Convertirse en la buena noticia: un nuevo enfoque para la evangelización parroquial) de Michael J. Sanem se publicará en abril de 2023.

. New Ways and Next Steps: Developing Parish LGBTQ+ Ministry, (Nuevas formas y próximos pasos: desarrollo del ministerio parroquial LGBTQ+ ), por Francis DeBernardo, director ejecutivo del New Ways Ministry, se publicará en el otoño de 2023.

Para obtener más información sobre el libro de Kyler y toda la serie, haga clic aquí.

Para obtener más información sobre la cobertura de Bondings 2.0 de los libros católicos LGBTQ+, incluidas las reseñas publicadas en el blog, haga clic aquí. Para obtener más información sobre las publicaciones propias de New Ways Ministry, haga clic aquí.

—Robert Shine (él/él), Ministerio New Ways,

Fuente New Ways Ministry

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Nuevo Libro “Queer God de Amor” es “Provocador e Iluminador”

Jueves, 26 de enero de 2023
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U2ZPunPj_400x400La publicación de hoy es del colaborador invitado Nicholas Hayes-Mota. Nicholas es candidato a doctorado y docente en ética teológica en Boston College. Su investigación incluye exploraciones de la conexión entre la agencia moral y política; el papel público de la religión en las democracias liberales contemporáneas; y la relación entre las teologías pública, política y de la liberación. Para obtener más información sobre Nicolás, haga clic aquí.

La publicación de hoy es una reseña del nuevo libro de Miguel H. Díaz Queer God de Amor de Fordham Press, una entrega de la serie “Disruptive Cartógrafos: Doing Theology Latinamente”. Puedes encontrar más información sobre el libro haciendo clic aquí.

Dentro del rico linaje de maestros espirituales católicos, San Juan de la Cruz (1542-1591) tiene una figura distintiva. En el mundo de habla inglesa, quizás sea más conocido por su tratado sobre La noche oscura, una gran obra de misticismo a la que debemos la idea popular de una “noche oscura del alma”. Aunque el mismo San Juan en realidad no usó esa frase, sí describió experiencias de angustia espiritual y ausencia divina, de maneras que todavía hablan poderosamente hasta el día de hoy, una de las razones del interés permanente en su trabajo.

Sin embargo, dentro del mundo de habla hispana, San Juan de la Cruz es igualmente conocido como uno de los más grandes estilistas poéticos en el idioma español, que era su lengua materna. De hecho, sus obras teológicas emblemáticas, incluida La noche oscura, toman la forma de elaborados comentarios sobre poemas místicos que compuso especialmente para ese propósito. Y en español, es aún más difícil pasar por alto el hecho de que los poemas de San Juan son sexys. muy sexys.  En un lenguaje sorprendentemente hermoso, figura la relación entre Dios y el alma humana como un romance entre amantes, que culmina en el éxtasis de la unión. Es más, aunque Juan no siempre genera el alma, o Dios, de la misma manera, en algunas de sus representaciones, tanto el amante como el amado son (implícita o explícitamente) masculinos.

D32E63F7-715B-43CE-AC84-6875C4CAE090¿Qué vamos a hacer hoy con el misticismo eróticamente cargado de Juan y sus sugerencias de homoerotismo? Esa pregunta es el punto de partida del nuevo libro de Miguel Díaz, Queer God de Amor, que ofrece una lectura teológica queer, latina y católica de San Juan. [1] Como algunos lectores sabrán, el viaje del libro hasta la publicación fue tenso, ya que el editor original de Díaz (Orbis) se retiró abruptamente en el último minuto antes del lanzamiento programado del libro. Es una suerte que el libro encontrara otro hogar en Fordham University Press en poco tiempo. Como estudio de Juan de la Cruz, Queer God de Amor es maravillosamente provocativo e iluminador. Y para los católicos queer y latinos, como yo, es un salvavidas teológico.

Uno podría pensar que el erotismo de San Juan sugeriría su trabajo como un recurso para todos aquellos que luchan por dar sentido teológico a la sexualidad humana, ya sean teólogos profesionales, católicos practicantes (especialmente católicos LGBTQ) o buscadores espirituales de muchas tendencias. Sin embargo, como observa Díaz, la mayoría de los estudiosos y muchos lectores de San Juan minimizan el aspecto erótico de sus escritos, tendiendo en cambio a “espiritualizarlo” (“él no está hablando realmente de eso”…) o simplemente ignorarlo. Sin embargo, simplemente “no se puede negar la sexualidad” evidente en la poesía de Juan, argumenta Díaz. Lejos de ser incidental, la sexualidad era parte integral de la espiritualidad de Juan, que reconocía la unión sexual humana como el análogo más apropiado para la unión mística con Dios.

La famosa “Noche Oscura” en sí misma, por ejemplo —el poema, más que el comentario— no trata inmediatamente sobre la angustia espiritual o la ausencia divina en absoluto. Basándose en un género consolidado de poesía amorosa ibérica, narra la furtiva cita nocturna entre un amante y su amada, y la “transformación del uno en el otro” que tiene lugar cuando se unen. “Sobre mi pecho florido que le guardé solo/allí se durmió/y yo acariciándolo”, exclama San Juan en una estrofa, antes de contar cómo su amante “me hirió el cuello, suspendiendo todos mis sentidos”. Asimismo, en otro poema llamado “Llama de amor viva”, Juan comienza rogándole a su amante que deje de ser tímido y “rompa el velo de este dulce encuentro” (“rompe la tela de este dulce encuentro”). A partir de ahí, la seducción —de Juan por Dios y del lector por la poesía de Juan— sólo se intensifica.

Sin embargo, para ser claros, el objetivo de Díaz en Queer God de Amor no es argumentar que la teología de San Juan es solo, o incluso principalmente, sobre el sexo. Menos aún es afirmar que Juan, un fraile carmelita y célibe por votos, era él mismo sexualmente activo o gay; como señala Díaz, no hay evidencia para ninguna de las afirmaciones. En cambio, el libro de Díaz está tramando algo más plausible y profundo. En esencia, Queer God de Amor es una exploración de cómo Juan de la Cruz entendió la conflictiva relación entre la espiritualidad y la sensualidad, especialmente, pero no solo, la sexualidad. Es también un argumento apasionado que, en este sentido, el santo todavía tiene mucho que enseñarnos hoy.

Jesus-Kiss-Auto-Correct-by-Scott-Sella-FriendLo que más aprecié del libro de Díaz fue su profundidad teológica. En sus capítulos centrales, el autor lleva a sus lectores al corazón trinitario de la teología de San Juan, enfocando la visión distintiva de Dios que informó la piedad del santo, su poesía y, sí, su erotismo. Para Juan, muestra Díaz, Dios es ante todo una comunión relacional de Personas, cuya esencia es el amor, y cuyo amor extático el uno por el otro se desborda tanto que no pueden resistirse a crear a otros para compartir su amor. Mientras tanto, nosotros, como personas humanas, somos los recipientes doblemente bendecidos del amor divino. A través de la Encarnación, Dios nos invita a la unión, ya través del fuego del Espíritu, Dios nos seduce a entregarnos cada vez más plenamente a esa unión, en cuerpo y alma. Y debido a que nosotros mismos somos creados a la imagen del Dios Triuno, nuestras relaciones con otras personas humanas, incluidas nuestras relaciones sexuales, reflejan y participan del mismo Amor por y para Quien fuimos hechos.

Díaz invita a sus lectores a dibujar esta visión amorosa del Dios de San Juan como recurso para nuestra propia espiritualidad. Para los lectores queer en particular, sugiere, tanto la teología de Juan como su poesía tienen un potencial único para ayudarnos a discernir la gracia que obra en nuestro diario vivir y amar, y a ver nuestras relaciones queer como lo que realmente son: no fuentes de vergüenza, sino participaciones en la “llama viva” del amor de Dios.

Por supuesto, Díaz también reconoce que nuestras relaciones no siempre son vehículos de gracia. Nuestra sexualidad, como muchas otras cosas sobre nosotros, puede salir mal de varias maneras, especialmente cuando olvidamos que su propósito y destino final es la unión con Dios. Como ético teólogo, terminé el libro con la curiosidad de que Díaz dijera más sobre cómo sería en la práctica llevar nuestras vidas sexuales queer sanjuanistamente (“a la manera de San Juan”). Asimismo, deseé una mayor discusión sobre el papel apropiado del ascetismo, tan importante para Juan, en nuestras relaciones con Dios y con los demás. Sin embargo, aunque Queer God de Amor solo comienza a abordar estas preguntas, proporciona una sólida base teológica para explorarlas más a fondo. Eso, en sí mismo, es una gran contribución.

Permítanme concluir con una nota personal. Aparte de ser teólogo, soy un costarricense-americano gay católico, casado con un mexicano-americano católico gay; También soy hijo y sobrino de dos profesores de literatura española, quienes me enseñaron a amar a San Juan de la Cruz mucho antes de que estudiara teología o aceptara mi sexualidad. Para mí, por lo tanto, una alegría particular al leer este libro fue experimentarlo entretejiendo tantas partes de mi vida juntas: mi familia y mi fe, mi herencia cultural y mi formación teológica, mi sexualidad y mi espiritualidad. Sospecho que estoy lejos de ser el único lector que tendrá esta experiencia. Queer God de Amor nos recuerda que esos mismos aspectos de nosotros mismos que podemos ver separados, Dios los ve unidos, y así lo están, envueltos en el amor extático y todo-inclusivo de nuestro Amante divino. Para todos los católicos, pero especialmente, quizás, para aquellos que son homosexuales, esta es una teología que vale la pena tomar en serio. Más importante aún, es un Evangelio por el cual podemos vivir.

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[1]  Los editores de la serie del libro observan acertadamente, en su introducción, que aquellos que pertenecen a la comunidad “latina” se refieren a nosotros mismos ya nuestras comunidades en una multiplicidad de formas. Díaz, escribiendo como un cubanoamericano gay, usa con mayor frecuencia “latin@” o “latinx”, el último de los cuales tiene como objetivo incluir a aquellos que no se identifican con el género binario normativo. Para ese propósito, prefiero el término “latino”, que actualmente es menos conocido en los EE. UU., pero más utilizado por las comunidades queer en América Latina, y mucho menos difícil de manejar en español.

—Nicholas Hayes-Mota, 19 de enero de 2023

Fuente New Ways Ministry

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El escritor Alejandro Palomas, víctima de la pederastia en la Iglesia, relata su infierno en una desgarradora autobiografía

Sábado, 14 de enero de 2023
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9954FCE1-111F-43AA-94C4-514ECD1DDD03El pasado mes de enero, el escritor barcelonés Alejandro Palomas, integrante de la plataforma Tolerancia O, fundada por víctimas de abusos sexuales en la Iglesia católica, relató públicamente que, cuando tan solo era un niño, sufrió abusos sexuales a manos de un hermano de la Salle de Premià de Mar. Recientemente, el ganador del premio Nadal publicó Esto no se dice (Destino), una autobiografía que recoge su infancia de abusos y violencia y, al mismo tiempo, revela el poder de la imaginación y de la escritura como la última tabla de salvación.

La infancia de Alejandro Palomas, conocido por su trilogía de novelas Una madre, Un perro y Un amor, estuvo marcada por la ausencia de amor paterno, los abusos sexuales, el acoso escolar y una hipersensibilidad que varias veces le llevó al borde del suicidio. El pasado mes de enero, el escritor detalló públicamente los abusos que sufrió a manos de un religioso de La Salle que fue su tutor y profesor de lengua en los años setenta.

En su autobiografía Esto no se dice, el escritor asegura que siempre mantuvo una complicada relación con su padre, que detestaba su amaneramiento y, en varias ocasiones, se quedó desnudo y empezó a masturbarse frente a él. «Me trataba muy mal», ha contado al respecto. «Era un modelo de hijo que él no había deseado y me lo hacía saber. Era un hombre muy castigador, creo que porque su padre lo había sido con él. No sabía expresar el amor con nadie y en mí veía las cosas que no le gustaban de él, sus inseguridades, y descargaba en mí su furia».

Las cosas no fueron más fáciles en el Colegio de La Salle de Premià al que llegó con seis años, después de que su familia se mudara de Barcelona a Vilassar de Mar. Desde el minuto uno, Palomas tuvo que hacer frente al acoso escolar y la crueldad de muchos de sus compañeros. «Aquello era un infierno», contó. «Éramos 40 o 45 niños, solo niños, en clase, y estábamos todo el día con aquellos curas. Yo era un niño con altas capacidades y con lo que ahora se llama alta sensibilidad. Allí, me convertí en un chico muy solitario, muy triste, que se relacionaba mal con los demás».

Palomas, que entonces tenía ocho años y cursaba 4º de EGB, encontró cierto consuelo en el religioso y profesor Jesús Linares (fallecido en octubre, a los 90 años, en la residencia de Cambrils donde vivía). El susodicho se convirtió en esa época en la persona que solía llevarlo a casa cada vez que somatizaba el constante terror y sufrimiento psicológico en amigdalitis y fiebre. Así empezaron los abusos. «Él con la mano izquierda conducía y con la derecha me manoseaba a mí, que estaba estirado en el asiento trasero, por dentro del calzoncillo», relató Palomas. «Luego, se masturbaba, metiéndose la mano por el bolsillo del pantalón. La segunda era conmigo sentado en el asiento del copiloto. Hacía lo mismo, siempre empezando con cosquillas».

Cuando acabó aquel curso, Palomas fue a las colonias de verano. Jugando al tenis, recibió una pedrada que le rompió el cristal de las gafas en la cara. Lo llevaron a la enfermería, al frente de la cual estaba su abusador. Linares decidió que el niño debía quedarse ingresado, en observación. Durante aquella noche, apareció por su habitación en tres ocasiones. La primera, le ató las manos para evitar que él mismo se tocara el ojo y se hiciera daño, y luego se marchó, cerrando la puerta con llave. La segunda vez, le examinó, empezó a sobarle, e incluso intentó meterle un dedo en el ano. La última, intentó directamente penetrarle. Poco después de aquello, Palomas le contó todo lo que estaba viviendo a sus padres, que acudieron al colegio a denunciarlo. La orden de La Salle se limitó a pedir «discreción», y a decirles que no volvería a ocurrir.

A partir de ese momento, Linares no volvió a tocar al escritor. Sin embargo, todas aquellas agresiones dejaron consecuencias psicológicas en Palomas, cuya vida adulta ha estado presidida por un gran sentimiento de soledad y por la imposibilidad de vivir su sexualidad con naturalidad. «Tienes la sensación que todo lo humano, todo lo que tocas, lo estropeas, con lo que prefieres encapsularte», dijo en una entrevista. «El abusado aprende muy rápido que no solo es un niño abusado, sino que no puede hablar y tendrá que lidiar con eso solo. Y en mi caso, he vivido con un fino cristal a mi alrededor en todas mis relaciones. No me sé vincular. No tengo esa capacidad. La única forma que me lo permite es la literatura, a través de contar mis experiencias al mundo. Pero en el plano real no puedo, no me fío de nadie, directamente no sé hacerlo».

La denuncia pública de Palomas se sumó a las 251 recogidas en el informe elaborado por el diario El País y enviado al Vaticano y a la Conferencia Episcopal Española en diciembre de 2021. Como consecuencia, se propuso una comisión parlamentaria de investigación sobre los abusos a menores por miembros de la Iglesia católica. El presidente de la Confederación Episcopal dijo que la Iglesia investigaría todos los casos, pero que no aceptaría una comisión independiente. «La Iglesia es muy poderosa en este país, es muy difícil mover cosas que tengan que ver con la Iglesia», lamentaba Palomas. «Su poder fáctico sigue siendo inmenso. Y lo entiendo. Venimos de ahí, nuestra sociedad y nuestra cultura vienen de ahí. Así que no quiero un 100% de resultados, pero un 10% sí […] En cualquier caso, lo que más me preocupa no es tanto ya qué hay que hacer con la institución, sino la falta de prevención. A día de hoy no existe, no hay nada, y los niños están desprotegidos. ¿Quién protege a los niños en este momento? […]. Si yo tuviera hijos estaría flipando».

Fuente Dosmanzanas

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“Homosexualidad. Las razones De Dios” Cap. 1º: “Mis razones”

Miércoles, 28 de diciembre de 2022
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29058Cómo anunciábamos, a comienzos de este mes, el autor de este libro recientemente publicado por la Editorial San Pablo,  nos ofrece una sorpresa, la posibilidad de ir, poco a poco publicar en esta página una serie de reseñas del libro que abran el apetito y las ganas de adentrarse en él…

Un libro escrito por un buen amigo de esta página, alguien fiel a la misma y que generosamente ha ayudado a mantenerla viva… Un libro que puede resultar una buena sugerencia para regalar en Navidad o Reyes.

El esperado libro “Homosexualidad. Las razones de Dios” ya está en la calle. Es la primera vez que una editorial de Iglesia (San Pablo) aborda en profundidad este tema.

Su autor, Miguel Sánchez Zambrano, nos envía un resumen del primer capítulo titulado “Mis razones”

MIS RAZONES

Angustia tengo por ti, que me fuiste muy dulce.
Más maravilloso me fue tu amor, que el amor de las mujeres
.

David a la muerte de Jonatán.
(2 Samuel 1,26)

Tenía 14 años cuando el padre escolapio nos reunió en clase para darnos algunas «orientaciones sobre sexualidad». La charla duró una hora (naturalmente sin opción alguna a preguntar, lo hubieras entendido o no). Daba igual comprenderla, pues se trataba de asimilar o grabar lo dicho, sin posibilidad de objetar nada de lo expuesto. De aquella hora solo recuerdo con nitidez los segundos que pudieran durar las siguientes palabras: «…y tened muy claro que, si tenéis alguna vez relaciones con una chica, Dios os castigará con el infierno, y si se os ocurre hacerlo con un chico, entonces será mucho más horrible para Dios y os castigará doblemente. Nunca lo hagáis con una chica, pero jamás, nunca jamás, se os ocurra hacerlo con un chico».

Hacía tres años que había descubierto la sexualidad con otro chico. Aquel juego de preadolescentes me pareció un regalo de Dios que, de golpe, tras las duras palabras del padre escolapio, se transformó en un tremendo temor al más severo de los castigos.

Al terminar la charla, ya a solas y con el miedo (pánico) a ser «descubierto», le pregunté sobre lo dicho en clase. Sin darle más importancia vino a repetir una a una las palabras condenatorias ya oídas anteriormente.

Mucho tiempo después, estudiando mi caso (soy Psicoterapeuta) entendí que en aquel momento quedé en estado de shock. Por último, decir que vivía una fe experimentada desde pequeño, educado en las Siervas del Evangelio de Granada y en una familia de arraigada tradición católica. El trauma emocional sufrido tras las palabras del escolapio, lo gestionó mi mente somatizándolo en un foco epiléptico, que se manifestó a mis 22 años, dando así salida a la fuerte tensión acumulada durante los años precedentes.

El máximo dolor que puede llegar a sufrir el homosexual cristiano se fundamenta en que por un lado, mientras la Iglesia le dice: Dios te condena si vives según la identidad sexual que El te ha dado», en su corazón, la voz de Dios le dice: «Te amo y te bendigo cuando actúas según el don de ser homosexual que yo te he dado». Por tanto, todo homosexual que mantiene su fe y que logra no abandonar la Iglesia, tras escuchar los pronunciamientos de ciertos prelados, tiene que pasar por el proceso de lograr distinguir entre la voz de Jesús (que le dice que le ama tal cual es, que quiere acompañarlo y que habita en su corazón) y la voz de la Iglesia que le dice que Dios rechaza lo que hace. Y este proceso es un camino de crecimiento espiritual ciertamente muy doloroso.

Y es que la Iglesia ha llegado, por ahora, a un callejón sin salida, además de a una gran paradoja: trato de respeto, compasivo y comprensivo hacia la persona homosexual y rechazo frontal, por «intrínsecamente desordenado», según el Catecismo, hacia la relación homosexual.

El foco epiléptico, consecuencia de la profunda división mental que vivía fue diagnosticado y controlado eficazmente y de inmediato por el psiquiatra y sacerdote claretiano, Rafael Gómez Manzano. Con una fuerte medicación de 11 grageas diarias y un régimen de vida muy estricto, en 2017 la epilepsia quedaba totalmente asintomática, constatando la sanación la Resonancia Magnética que el Neurólogo González Maldonado me mando hacer. O sea, estaba curado. Pregunté al doctor: «Entonces, en realidad, ¿qué es lo que ha quedado en mi cerebro?». Él me respondió: «Mira, Miguel, si se tratase de una herida, lo que te ha quedado es la cicatriz de la misma. Tu “herida mental” se ha cerrado. Había desaparecido la división en mi mente. Había recuperado mi salud mental, pero me quedaban otras dos «áreas» dañadas, la psico-emocional y la espiritual, al haber sido un sacerdote de quien recibí aquella fatídica condena. En 2021 logré sanar ambas, tras haber realizado el proceso de Justicia Restaurativa y haberme encontrado con el Provincial Escolapio P. Jesús Elizari, que me levantó la condena y me bendijo, pidiéndome perdón y mostrando su dolor por lo ocurrido y las consecuencias que había padecido.

Y frente a tanto dolor, la esperanza que nos va infundiendo el papa Francisco.

A los homosexuales cristianos, nos es urgente e imprescindible que el Papa sea capaz de tener las ideas muy claras y muy definida la dirección que opte por tomar. Nuestra esperanza se fundamenta en su cometido profético. La Iglesia ha de recuperar urgentemente su función esencial: defender la vida, erradicar todo posible sufrimiento y bendecir a los que, por amor, decidan compartir sus vidas con un igual, tal como lo hace con los heterosexuales y que estos no resulten, como hasta hoy, privilegiados. Todos somos hijos de Dios, todos somos iguales. Así nos lo enseñó Jesús y así lo predica la Iglesia.

Las páginas de este libro desean ser solo una aportación más (tal como opina la Editorial S. Pablo al decidir publicarlo) una aportación que fomente el diálogo e incentive la profundización sobre el tema.

Me mueve la posibilidad (aunque sea solo posibilidad) de que mis hermanos y hermanas gays y lesbianas (personas LGTBI), encuentren un capítulo, una frase, una palabra con la que identificarse y, reconociéndola como propia, los haga un poco más libres, un poco más felices y, porque no, un poco más creyentes y que mis hermanos y hermanas heteros vivan felizmente su sexualidad, sin rechazar ni avergonzarse de quienes no somos igual a ellos. Me sentiré colmado si esto ocurre en uno solo de los que hayáis decidido leerme. Y si no fuese así, siempre me quedará la esperanza de que eso ocurra en algún otro futurolector.

Extraído del libro “HOMOSEXUALIDAD. LAS RAZONES DE DIOS” (San Pablo 2022)

***

RAZONES PARA DESMONTAR LA CONDENA

«Amas a todos los seres; si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado (…). En todos los seres está tu Espíritu inmortal».

Sabiduría 11,24-26

«Todo amor, se tenga o no conciencia de ello, es amor de Dios».

Ibn Arabi, judío murciano del siglo XII

«Es posible amar lo que somos sin odiar lo que no somos».

Kofi Annan, ex-Secretario General de la ONU

«Yo no soy quién para juzgar a los homosexuales».

Papa Francisco

«Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel o su orientación sexual. El odio se aprende, igual que se aprende a amar».

Nelson Mandela

Los textos bíblicos en los que se basa el rechazo y condena a la homosexualidad se encuentran fundamentalmente en los libros del Génesis, Levítico, Deuteronomio, Jueces y Romanos.

El Levítico. Este libro es, en verdad, un documento histórico extraordinario al ser la base social organizativa de una determinada sociedad, la judía de hace muchos cientos de años, en un determinado tiempo y en unas especialísimas circunstancias.

La sociedad judía acababa de constituirse como tal, ocupando su propio territorio (la Tierra prometida) y necesitaba organizarse social y políticamente. Sucede que, al sentirse pueblo elegido por Dios, las que tenían que haber sido meras leyes, normas o disposiciones para organizar su convivencia, todas ellas quedan «bañadas» por su propia orientación religiosa. No hace falta ir muy lejos para encontrar sociedades que articulan sus leyes y normas de convivencia en base a una religión concreta. Así lo hizo la España franquista, que las articuló según las bases de la doctrina católica, en este caso de modo extremadamente ortodoxo. Parece congruente que una vez acabado dicho periodo político, desaparezcan dichas leyes y se articulen las nuevas, según las necesidades reales de la sociedad de su tiempo.

Tal ocurrió en nuestro país entre 1975 y 1978. Lo que ya no resulta congruente es que una legislación de un pueblo articulada hace miles de años permanezca vigente en nuestros días, en el ámbito eclesial, al menos en algunos aspectos, como ocurre con el tema que nos ocupa.

Nos encontramos pues con aquel pueblo, el judío que tiene que asegurar a toda costa su supervivencia. Por ello, todo lo que impidiese o no facilitase el hecho procreativo sería digno de reprobación y condena. En esas condiciones concretas, la práctica homosexual, la masturbación, la eyaculación fuera del cuerpo de la mujer o, simplemente, la relación cuando esta estuviese en periodo menstrual (imposible procrear) eran, lógicamente y debido a aquellas especiales circunstancias, hechos igualmente condenados.

Llama la atención que, de entre todas las prácticas citadas, sea exclusivamente la homosexual la que en pleno siglo XXI continúa reprobada y calificada como «pecado nefando». Esto no es solo injusto sino extremadamente sorprendente. Ni existen aquellas circunstancias históricas, ni la sociedad está en peligro de extinción. Y no dejaría de ser curioso o anecdótico, si no fuera por la cantidad de sufrimiento humano que este inexplicable hecho ha traído consigo a través de los siglos: persecuciones, hogueras, prisiones, tortura, muertes aterradoras en campos de concentración… y todo por el solo hecho de ser homosexual. La masturbación ha quedado relegada, siempre en el plano religioso, a ser un pecado, digamos de «segundo orden», como aún lo considera la Iglesia, y la eyaculación fuera del cuerpo femenino o el acto sexual durante la menstruación, como actividades sexuales condenadas, se perdieron en la noche de los tiempos. ¿Por qué la condena del acto homosexual y los que lo practican sigue con inusitada vigencia en la Iglesia católica y la cultura que esta alimenta?

No existen en la historia cultural y religiosa de la humanidad unos textos que hayan causado mayor dolor y muerte a tan ingente número de personas y, lo más triste, que los sigan causando.

Es necesario tener presente desde este momento que, junto a los versículos en que el Antiguo Testamento propone el máximo castigo a quienes realicen actos homosexuales, aparecen en igual grado de rechazo, e igualmente prohibidas y castigadas, las siguientes instrucciones:

1. Sembrar un campo con dos clases de semillas o vestir con dos clases de tejidos.

(Lev 19,19)

2. Comer sangre, bajo pena de ser extirpado del pueblo.

(Lev 17,10).

3. Raparse la cabeza o recortarse la barba.

(Lev 19,27).

4. Comer animal muerto o despedazado por las fieras.

(Lev 22,8).

5. Castigar con la muerte a quien blasfeme.

(Lev 24,10).

6. Yacer con mujer durante la menstruación.

(Lev 20,18).

7. Acostarse con varón como con mujer.

(Lev 18,22).

¿En qué difieren las prohibiciones?, ¿debemos los cristianos obedecerlas o sencillamente enmarcarlas en la vida de un pueblo en una época concreta (alejada de nosotros en siglos) y con razones ajustadas a su realidad social, radicalmente diferente a la nuestra? La Iglesia abandonó la obediencia a las seis primeras, ¿por qué persiste en actualizar la condena de la séptima?

Entonces, ¿qué es lo que directamente se condena en la Biblia, respecto al tema sexual? Veamos:

1. El abuso sexual a un hombre. Esto es, la violación del mismo (Gén 19,5-6). Sin embargo, es muy llamativo que no condena la violación a la mujer.

2. El divertimento sexual con un hombre, naturalmente sin el consentimiento de este.

(Jue 19,22).

3. La prostitución sagrada tanto masculina como femenina.

(Dt 23,18-19).

4. La relación sexual con un hombre. (Lev 18,22 y Lev 20,13).

5. La relación sexual entre dos mujeres o dos hombres llevados por la pasión exclusivamente. (Rom 1,26-27).

6. Actos sexuales con animales (zoofilia).

(Lev 18,23).

7. Relaciones sexuales con niños.

(1Tim 1,10).

Queda clara la condena a las relaciones esporádicas, el abuso, el divertimento sexual, la violación, la prostitución sagrada, etc. Ni por una vez aparece condenada la relación homosexual-homoafectiva mutuamente consentida.

Se condena la relación sexual entre hombres, pero en unas circunstancias muy precisas que el autor sagrado no ha querido obviar. Estas circunstancias son el ejercerla de modo violento y el practicarla sin el consentimiento explícito del otro, obviando su dignidad como persona libre con opción a elegir. En ningún momento el autor se refiere a la comisión de actos sexuales en un marco de amor y respeto mutuo. Por si fuera poco, el intento de agresión homosexual quiebra el mandato de hospitalidad de la Ley mosaica y es en este hecho, donde se centra la máxima gravedad y repudio de los hechos narrados.

La Iglesia (con sobrados doctores en veintiún siglos de existencia) no ha considerado clarificar todo lo anterior y haber evitado así un indecible sufrimiento a millones de personas.

Es por tanto injusto aplicar los pasajes bíblicos a aquellas personas que, siendo de idéntico sexo, se sienten atraídos, se enamoran, se aman y deciden vivir su compromiso «hasta que la muerte los separe», en idéntico deseo a como lo formulan los hetero. No se trata ni de perversión, ni de vicio, ni de enfermedad que sea necesario curar, sino de una variante de la expresión amorosa y sexual, tan lícita y digna de respeto como la mayoritaria.

Si todas estas consideraciones las tuviese en cuenta la Iglesia católica, no solo abandonaría su condena a toda relación entre dos iguales, sino que podría abrirse a su bendición, sin ningún reparo.

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Un diccionario para tiempos rotos

Martes, 27 de diciembre de 2022
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Trea publica el ‘Diccionario de arte cristiano’, un dique contra la ignorancia y el olvido

No saber el nombre de las cosas: les pasa a los que necesitan aprenderlo y también a quienes lo han olvidado. No saber qué es un sagrario, una custodia o un cáliz

¿Cómo entender el mundo de las catedrales y de los templos, el de la literatura y el arte en general, sin un conocimiento básico del lenguaje cristiano?

Diccionario de Arte Cristiano, de Trea

El Diccionario de arte cristiano de Francisco Javier Monclova y Antonio Pérez, editado en Trea, es la gran recopilación para nuestro tiempo de términos cuyo significado se ha venido perdiendo en nuestra sociedad

Esta obra monumental de erudición e ilustración extraordinarias, fruto de largos años de trabajo paciente y laborioso, se alza como un dique contra la ignorancia y el olvido

No saber el nombre de las cosas: les pasa a los que necesitan aprenderlo y también a quienes lo han olvidado. No saber qué es un sagrario, una custodia o un cáliz. Ignorar el nombre específico de ornamentos y sacramentos, simbolos y figuras. Desconocer a quiénes representan las imágenes de culto que presiden altares y retablos. Habitar una sociedad en la que el puente entre el culto y la cultura se ha roto y permanece hundido: he aquí uno de los signos de nuestro tiempo.

En esta sociedad donde ya no quedan en pie los puentes entre lo que da sentido a la vida y lo que la recibe, hay una sed profunda de espiritualidad pero ¿cómo calmar esta sed sin la posibilidad de nombrar los signos y las realidades que la despiertan y la mantienen viva? Le sucede a nuestro tiempo como al amante que codicia el cuerpo de su conquista amorosa sin importarle su nombre ni su vida.

¿Cómo calmar esta sed de espiritualidad sin la posibilidad de nombrar los signos y las realidades que la despiertan y la mantienen viva?

Es verdad que los nombres no son las cosas mismas y que no basta con saber su nombre. Es necesario saber lo que significan. Han perdido ya gran parte de su significado los nombres que componen el léxico del culto y la religión pero no han perdido su nombre. Como barcas vacías y varadas entre la niebla ahí siguen, hechura de los siglos.

“¿Cómo entender el mundo de las catedrales y de los templos, el de la literatura y el arte en general, sin un conocimiento básico del lenguaje cristiano?”

El Diccionario de arte cristiano de Francisco Javier Monclova y Antonio Pérez, editado en Trea, es la gran recopilación para nuestro tiempo de términos cuyo significado se ha venido perdiendo en nuestra sociedad, marcada por una cultura ajena a su raíz, el culto cristiano ¿Cómo entender el mundo de las catedrales y de los templos, el de la literatura y el arte en general, sin un conocimiento básico del lenguaje cristiano?

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Para salir al paso de esta contradicción, verdadero puente roto en nuestra sociedad, el Diccionario de arte cristiano, obra monumental de erudición e ilustración extraordinarias, fruto de largos años de trabajo paciente y laborioso, se alza como un dique contra la ignorancia y el olvido. Y es que no saber el nombre de las cosas que han venido conformando nuestro patrimonio cultural durante siglos es, sin duda, un signo de nuestro tiempo. La aparición de este Diccionario es, a su vez, otro. Éste, a su vez, necesario.

Fuente Religión Digital.

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«Gente de Dios, ¡Dios qué gente!», de Santiago Riesco Pérez,

Martes, 20 de diciembre de 2022
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885496a202e095003879169f41b1fce5Santiago Riesco Pérez, periodista, sriesco@gmail.com
Madrid

ECLESALIA, 02/12/22.- “Me han publicado los de PPC un libro y quizá les pueda interesar a los lectores de Eclesalia”, escribí en un wasá al cincuenta por ciento de este servicio informativo, a César Rollán. Y le envié el enlace donde la editorial explica de qué va y quién lo escribe. “¡Qué bueno!” me contestó enseguida el marido de Cristina Plaza, la otra mitad de este proyecto que, como yo, recibís otras siete mil personas interesadas en las cosas de Dios y de la Iglesia y de ser felices haciendo felices a los demás dejando este mundo mejor de como lo encontramos. “Seguro que sí les interesa…” me decía César en un mensaje lleno de cariño al tiempo que me invitaba a escribir una presentación de la criatura. Y aquí estoy.

El libro lleva como subtítulo “Apuntes de un reportero trotamundos. Son textos que he ido escribiendo -en su mayoría- durante los dieciocho años que he trabajado como reportero y guionista del programa de TVE Pueblo de Dios. Al cambiar de trabajo me invitaron a seleccionar, organizar, revisar y completar mis viajes por el mundo de la mano de los pobres. Y eso hice.

En algo menos de 250 páginas esbozo retratos de personas, en su mayoría anónimas, en las que he visto a Dios. Son esos santos de la puerta de al lado a los que se les caen las virtudes de los bolsillos sin darse cuenta y como quitándose importancia. Gente de Dios. En la segunda parte cuento historias que son invisibles a la tele. Batallitas que pasan detrás de las cámaras y en las que me ha sido imposible no ver la mano del que siempre está con nosotros. Aunque haya quien no le vea, quien no le crea y hasta quien le niegue ¡Dios qué gente!

Mi obispo -y el de todos los madrileños- que también tiene cargo en la Conferencia Episcopal y que además es cardenal de la Iglesia de Roma, Carlos Osoro, ha escrito el prólogo. Mi admirado José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización de la Salud, religioso camilo y escritor prolífico es el que ha hecho posible este libro y ha redactado una deliciosa presentación. Pone el broche final el padre Jesús María Ruiz Irigoyen, director de la revista Humanizar, junto al que aprendí lo más importante del periodismo: respetar la dignidad de las personas sin faltar a la verdad. Sólo por leer lo de estos tres tipos llenos de Dios merece la pena invertir unos euros para viajar desde casa, conocer lo mejor de lo peor y descubrir que lo esencial es invisible a la tele. Ojalá os animéis a rezarlo. Y que me contéis qué os ha parecido

Feliz Adviento…, y lo que sigue.

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