Archivo

Entradas Etiquetadas ‘Evangelio’

¿Es mejor que el Sínodo no diga nada en absoluto?

Lunes, 7 de octubre de 2024

IMG_7706La publicación de hoy es del editor en jefe de Bondings 2.0, Robert Shine.

Las lecturas litúrgicas de hoy para el vigésimo séptimo domingo del Tiempo Ordinario se pueden encontrar aquí.

Las lecturas litúrgicas de hoy ponen fin a una semana difícil para mí.

Las lecturas, en las que leemos que “Dios los hizo hombre y mujer” y que el divorcio está aparentemente prohibido, han sido tan duramente utilizadas contra las personas LGBTQ+ y las personas divorciadas que no tenía muchas ganas de reflexionar sobre ellas.

Esto es particularmente cierto porque, en Roma, fui testigo de cómo la asamblea del Sínodo sobre la Sinodalidad comenzó con una nota decepcionante. Sus líderes, e incluso el Papa Francisco, parecen querer encerrar bajo llave cuestiones consideradas demasiado controvertidas. No es de sorprender que estas incluyan (y tal vez sean principalmente) cuestiones de género y sexualidad.

Persistí en esta reflexión porque confío en que Dios habla a través de las Escrituras y está hablando a través del Sínodo, aunque todavía no entienda bien el mensaje. Hay interpretaciones positivas para la comunidad queer de los mitos de la creación del Génesis que podría haber examinado. Y hay pequeños destellos de esperanza positiva para la comunidad queer en Roma si miro con suficiente atención. Pero decidí usar la lectio divina para orar con el Evangelio como lo hago la mayoría de las mañanas.

Mi práctica de la lectio divina es quizás un poco menos formal de lo que se practica más comúnmente. Leo el pasaje tres veces. En la primera lectura, lo tomo como un todo. En la segunda lectura, estoy atento a lo que me llama la atención del versículo o frase. En la tercera lectura, tomo sólo una palabra y la reflexiono un poco. A veces, me siento un rato con la palabra. A veces, tengo un poco de prisa por la mañana. Tuve la tentación de apresurarme cuando comencé a orar con el Evangelio de hoy.

En mi primera lectura, no podía quitarme de encima la frustración de que Jesús pareciera condenar el divorcio, y en términos tan fuertes. Después de una pausa, en la segunda lectura, surgió una frase que me sorprendió: “ningún ser humano debe separarse”. Las palabras de la misma prohibición que me frustraban eran ahora las que se me quedaron grabadas. Luego leí el Evangelio una tercera vez, y cuando llegué a esta frase, la palabra que permaneció en mi mente fue “no”.

No” no es una gran palabra para un católico. El llamado al discipulado se trata de decir “” a Dios; Los males de la Iglesia provienen, en su mayoría, de decir “no”. Durante tres años, respondí “” a la invitación del Papa Francisco en este viaje sinodal, a menudo con gran entusiasmo y esperanza. En este viaje, traté de decir “” a lo que emergía y a lo que podría ser posible. Me uní a tantos católicos que comprendieron que esta irrupción del Espíritu Santo podría significar un gran avance para la Iglesia. ¿Por qué estaba ahora obsesionado con el “no”? Tal vez era solo una obsesión por una mala semana. Dejé la reflexión a un lado, pensando que mi cabeza estaría más despejada más tarde.

Sin embargo, el “no” se me quedó grabado. Esto es lo que creo que Dios estaba sugiriendo: por mucho que la fe sea un ejercicio de apertura y disposición, a veces necesitamos tener límites claros. Los fieles de todo el mundo han dejado en claro que la inclusión LGBTQ+ es una de sus principales preocupaciones y prioridades. Entonces, si la asamblea del Sínodo de este mes no puede hacer una declaración positiva sobre las personas LGBTQ+ este mes, no debería decir nada en absoluto.

Al defender esta omisión en el informe final, los delegados pro-LGBTQ+ estarían diciendo “no” a la rearticulación de enseñanzas negativas y dañinas, a dar un paso atrás en los logros alcanzados bajo el Papa Francisco y a permitir que un bloque minoritario que se opone tan fervientemente a la igualdad LGBTQ+ sea la voz decisiva.

Como dice el refrán, “Si no tienes nada bueno que decir, mejor no decir nada”.

Homofobia religiosaPara ser claros, un resultado así sería algo decepcionante. Es desgarrador que la Asamblea General del año pasado ni siquiera pudiera incluir a las personas LGBTQ+ por su nombre en su informe final. Es un error que algunos líderes y delegados del Sínodo estén trabajando tan duro para mantener las cuestiones LGBTQ+ fuera de la agenda, especialmente considerando lo prominentes que fueron en las consultas anteriores. Y es una oportunidad perdida no solo para las personas queer y sus aliados, sino para toda la Iglesia Católica.

Pero decir “no” a los falsos compromisos y al lenguaje degradante en la Asamblea podría ser en realidad el “” de la fe. Es cierto que la iglesia global está dividida. Es honesto que las tensiones sobre género y sexualidad no se hayan podido abordar, ni siquiera mediante un proceso tan extenso. Y podría ser constructivo si toda esta verdad y honestidad impulsara a la iglesia a una mayor descentralización, permitiendo que las iglesias locales y regionales avancen a diferentes velocidades.

La asamblea del Sínodo tal vez no pueda lograr los avances que esperamos. Pero, como mínimo, los delegados deberían decir “no” a dar marcha atrás, para que con un vibrante “” podamos seguir adelante en nuestras parroquias, escuelas, congregaciones y ministerios con el verdadero trabajo de inclusión LGBTQ+.

—Robert Shine (él), New Ways Ministry, 6 de octubre de 2024

Fuente New Ways Ministry

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

“En defensa de la mujer”. 27 Tiempo Ordinario – B (Marcos 10, 2-16)

Domingo, 6 de octubre de 2024

1109-mateo-15-la-fe-de-la-mujer-cananeaLo que más hacía sufrir a las mujeres en la Galilea de los años treinta del siglo I era su sometimiento total al varón dentro de la familia patriarcal. El esposo las podía incluso repudiar en cualquier momento abandonándolas a su suerte. Este derecho se basaba, según la tradición judía, nada menos que en la ley de Dios.

Los maestros discutían sobre los motivos que podían justificar la decisión del esposo. Según los seguidores de Shammai, solo se podía repudiar a la mujer en caso de adulterio; según Hillel, bastaba que la mujer hiciera cualquier cosa «desagradable» a los ojos de su marido. Mientras los doctos varones discutían, las mujeres no podían elevar su voz para defender sus derechos.

En algún momento, el planteamiento llegó hasta Jesús: «¿Puede el hombre repudiar a su esposa?». Su respuesta desconcertó a todos. Las mujeres no se lo podían creer. Según Jesús, si el repudio está en la ley, es por la «dureza de corazón» de los varones y su mentalidad machista, pero el proyecto original de Dios no fue un matrimonio «patriarcal» dominado por el varón.

Dios creó al varón y a la mujer para que fueran «una sola carne». Los dos están llamados a compartir su amor, su intimidad y su vida entera, con igual dignidad y en comunión total. De ahí el grito de Jesús: «Lo que ha unido Dios, que no lo separe el varón» con su actitud machista.

Dios quiere una vida más digna, segura y estable para esas esposas sometidas y maltratadas por el varón en los hogares de Galilea. No puede bendecir una estructura que genere superioridad del varón y sometimiento de la mujer. Después de Jesús, ningún cristiano podrá legitimar con el evangelio nada que promueva discriminación, exclusión o sumisión de la mujer.

En el mensaje de Jesús hay una predicación dirigida exclusivamente a los varones para que renuncien a su «dureza de corazón» y promuevan unas relaciones más justas e igualitarias entre varón y mujer. ¿Dónde se escucha hoy este mensaje?, ¿cuándo llama la Iglesia a los varones a esta conversión?, ¿qué estamos haciendo los seguidores de Jesús para revisar y cambiar comportamientos, hábitos, costumbres y leyes que van claramente en contra de la voluntad original de Dios al crear al varón y a la mujer?

José Antonio Pagola

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

“Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”. Domingo 06 de octubre de 2024. Domingo 27º ordinario

Domingo, 6 de octubre de 2024

54-ordinarioB27 cerezoLeído en Koinonia:

Génesis 2, 18-24: Y serán los dos una sola carne.
Salmo responsorial: 127: Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.
Hebreos 2, 9-11: El santificador y los santificados proceden todos del mismo.
Marcos 10, 2-16: Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.

 En la primera lectura nos encontramos con el segundo relato de la creación, que está centrado en la creación del hombre y de la mujer, ambos formados de tierra y aliento divino. Los dos son hechura de Dios, y por lo tanto deberían ser iguales, a pesar de su diversidad. La relación perfecta entre los dos no está garantizada ni escrita en su sangre: es una conquista de la libertad que ellos deben construir. Un proyecto de unidad que compromete la responsabilidad de cada uno.

El autor de la carta a los hebreos nos dice que la pasión y la muerte de Jesús no son fines en sí mismos, sino solamente un camino hacia la resurrección y la salvación plena. Los cristianos no nos podemos quedar contemplando al crucificado del viernes santo, construyendo nuestra vida desde el dolor, el sufrimiento y la muerte. La misma epístola nos dice que el propio Jesús “en los días de su vida mortal presentó, con gritos y lágrimas, oraciones y súplicas, al que lo podía salvar de la muerte”. Esto quiere decir que él mismo luchó por encontrar una alternativa que no estaba sujeta a su voluntad sino a hacer la voluntad del Padre. Estamos en hora de superar todo tipo de devoción que se queda en la contemplación de los sufrimientos y dolores de Jesús y construir nuestra vida cristiana desde la esperanza que nos ofrece la resurrección.

En el evangelio, los fariseos ponen a prueba a Jesús preguntándole qué piensa sobre el divorcio y si era lícito repudiar a una mujer. La respuesta de Jesús es significativa cuando caemos en cuenta de que, tanto en el judaísmo como en el mundo greco-romano, el repudio era algo muy corriente y estaba regulado por la ley. Si Jesús respondía que no era lícito, estaba contra la ley de Moisés. Por eso les devuelve la pregunta y les dice que la ley de Moisés es provisional y que ahora se han inaugurado los tiempos de la plenitud en los que la vida se construye desde un orden social nuevo, en el que el hombre y la mujer forman parte de la armonía y el equilibrio de la creación. La novedad de esta afirmación de Jesús saltaba a la vista; en su interpretación desautorizaba no sólo las opiniones de los maestros de la ley que pensaban que a una mujer se le podía repudiar incluso por una cosa tan insignificante como dejar quemar la comida, sino incluso, relativizaba la misma motivación de la ley de Moisés. Además tiraba por tierra las pretensiones de superioridad de los fariseos, que despreciaban a la mujer, como despreciaban a los niños, a los pobres, a los enfermos, al pueblo. Nuevamente, al defender a la mujer, Jesús se ponía de parte de los rechazados, los marginados, los ‘sin derechos’.

Pero como los discípulos en esto compartían las mismas ideas de los fariseos, no entendieron y, ya en casa, le preguntaron sobre lo que acababa de afirmar. Jesús no explicó mucho más, simplemente les amplió las consecuencias de aquello: “Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra la primera; y lo mismo la mujer: si repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio”.

El segundo episodio de nuestro evangelio nos presenta un altercado de Jesús con sus discípulos porque ellos no permiten que los niños se acerquen a Jesús para que él los bendiga. Los discípulos pensaban que un verdadero maestro no se debía entretener con niños porque perdía autoridad y credibilidad. Decididamente algo no era claro en ellos. No acababan de asimilar las actitudes de Jesús ni los criterios del Reino. Y Jesús se enojó con ellos; su paciencia también tenía límites y si algo no toleraba era el desprecio hacia los marginados. Y les dijo con mucha energía: dejen que los niños se me acerquen. ¿Con qué derecho se lo impiden, cuando el Padre ha decidido que su Reinado sea precisamente en favor de ellos? ¿No entienden todavía que en el Reino de Dios las cosas se entienden totalmente al contrario que en el mundo?

Los niños que no pueden reclamar méritos, carecen de privilegios y no tienen poder, son ejemplo para los discípulos, porque están desprovistos de cualquier ambición o pretensión egoísta y por eso pueden acoger el Reino de Dios como un don gratuito. De los que son como ellos es el Reino de Dios, dice Jesús.

Es necesario que nuestra experiencia cristiana sea verdaderamente una realidad de acogida y de amor para todos aquellos que son excluidos por los sistemas injustos e inhumanos que imperan en el mundo. Nuestra tarea fundamental es incluir a todos aquellos que la sociedad ha desechado porque no se ajustan al modelo de ser humano que se han propuesto. Si nos reconocemos como verdaderos seguidores de Jesús, es necesario comenzar a trabajar por la humanidad que a los débiles de este mundo se les ha arrebatado.

Una nota crítica:

Para este tema del evangelio, que centrará hoy la homilía de este domingo en muchas comunidades cristianas, el divorcio, la liturgia propone como primera lectura el relato de la creación del hombre y de la mujer, en el relato del Génesis, lógicamente. Por ser de la Biblia, por ser del Génesis, por ser del relato de la creación… todo pareciera dar a suponer que contiene en sí mismo el fundamento religioso último y máximo de la visión cristiana del matrimonio. Probablemente, en muchas homilías, el relato bíblico se constituirá en la única referencia, en la referencia totalizante y suprema, y se querrá sacar de ella el fundamento integral de la postura actual de la Iglesia sobre el matrimonio. ¿No será eso fundamentalismo?

Hoy ya sabemos que el relato de la «creación» no es un relato científico, de historia natural; más aún: no tiene nada que decir ante lo que la ciencia nos dice hoy sobre el origen de la Tierra, de la Vida, de nuestra especie humana o sobre nuestra sexualidad. El relato no es histórico, no hay que entenderlo como una narración de algo que realmente ocurrió… hoy nadie sostiene lo contrario. En las catequesis bíblicas solemos decir ahora que tenemos que «tratar de captar lo que los autores bíblicos querían decir…», que no era lo que la mera letra dice… En realidad, no se trata ni de eso siquiera, porque los autores bíblicos no escribían para nosotros, ni estaban pensando en un mensaje distinto de lo que leemos.

La verdad es que no deberíamos abandonar una postura de profunda humildad en este campo, porque los cristianos, durante casi toda nuestra historia, hasta hace unos cien años –algo más para los protestantes– hemos estado pensando lo contrario de esto que ahora decimos. Hemos estado pensando que eran textos históricos, que había que entender al pie de la letra y que había que creerlos ciegamente, y que su contenido era real, e incluso «más que científico, estaba por encima de la ciencia» (la ciencia no podría contradecirlos): porque eran textos directamente divinos, revelados, y por tanto dogmáticos. Hace apenas 100 años el Pontificio Instituto Bíblico, la máxima autoridad oficial católico-romana, condenó taxativamente a quienes pusieran en duda el «carácter histórico» de los once primeros capítulos del Génesis… y en todo el conjunto de la Iglesia se pensaba así, desafiando arrogantemente a la ciencia.

Durante siglos, durante más de un milenio, el texto del relato de la creación que hoy leemos ha sido utilizado para justificar directa o indirectamente el androcentrismo, o sea, la inferioridad de la mujer, creada «en segundo lugar», y «de una costilla de Adán». Más aún: durante más de dos mil años –y aún hoy, para la mayor parte de la civilización occidental– este texto ha justificado el antropocentrismo, el mirar y entender la realidad toda como puesta al servicio de este ser diferente, superior a todos los demás, «sobre-natural», que sería el ser humano, poniéndolo todo bajo «el valor absoluto de la persona humana», a cuyo servicio y bajo cuyo dominio habría puesto Dios toda la «creación», con el mandato de explotar omnímodamente la naturaleza: «crezcan y multiplíquense, y dominen la Tierra»…

Desde hace medio siglo un coro reciente y creciente de científicos y humanistas achacan a los textos bíblicos la minusvaloración y el desprecio que la tradición cultural occidental ha sentido y ejercido sobre la naturaleza, hasta provocar la actual crisis ambiental que nos ha puesto al borde del colapso y amenaza con colapsar efectivamente.

Viene todo esto a decir que hoy no podemos deducir directamente de los textos bíblicos nuestra visión de los problemas humanos -matrimonio y divorcio incluidos-, como si la construcción de nuestra visión moral y humana dependiera de unos textos que en buena parte contienen las experiencias religiosas de unos pueblos nómadas del desierto hace unos tres mil años… Sería bueno que los oyentes de las homilías supieran discernir con sentido crítico la dosis de fundamentalismo que algunas de nuestras construcciones morales clásicas pueden contener. Sería todavía mejor que los autores de las homilías incorporaran a sus contenidos esta visión crítica y esta superación del fundamentalismo. Debemos salir del bibliocentrismo: no podemos vivir encerrados en un libro, con toda nuestra perspectiva, categorías y normas sometidas al limitado alcance cultural de un libro de hace varios milenios… Si queremos buscar las palabras más profundas que puedan iluminarnos, debemos buscarlas también y sobre todo en la Realidad, en la Naturaleza, en el libro del cosmos, de la Vida y de nuestra propia misteriosa naturaleza…

Leer más…

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

6.10.24. Iglesia es familia: curar padres; abrazar, bendecir y empoderar niños (Dom 27 TO, Mc 10, 13-16)

Domingo, 6 de octubre de 2024

la-familia-en-la-bibliaDel blog de Xabier Pikaza:

Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: “Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.” Y los abrazaba y los bendecía (empoderaba) imponiéndoles las manos.

Esta postal consta de dos partes. (a) Tres milagros de niños sin nombre, a quienes Jesús curando a sus padres (archisinagogo, cananea, hombre de poca fe). (b) Una iglesia  que abraza, bendice, e impone sus manos (concede autoridad) a los niños (. El texto base está tomado de La Familia en la Biblia

Situar el tema

 Jesús no ha insistido en la fecundidad de la mujer (en su tarea de madre), ni ha desarrollado que se sepa el primer mandamiento de Gen 1, 27: “Creced,  multiplicaos, llenad la tierra…».  Le interesan los niños en sí, necesitados de ayuda para vivir y así, por ellos, ha destacado el aspecto “natal” de la existencia, el hecho de que todos dependemos unos de los otros, especialmente los niños, un elemento esencial de su mensaje.

No insiste en  problemas muy “actuales” (concepción y embarazo, control de natalidad y aborto…), sino en los niños ya nacidos como tarea básica de la comunidad cristiana. Lógicamente, su mensaje ha de entenderse desde su proyecto general de Reino y desde la situación actual de la familia, en el centro de una gran paradoja.  Desde fondo quiero ofrecer  en esta postal un pequeño evangelio de los niños, centrado en dos motivos importantes de los evangelio, en especial del de Marcos

1.TRES MILAGROS. EL PROBLEMA ON LOS PADRES, NO LOS NIÑOSArchisinagogo con hija (Mc 5, 21-42)

            Es un hombre importante del sistema socio-religioso, tiene una hija enferma, y no encuentra manera de curarla. Por eso acude a Jesús pidiéndole ayuda

Enfermedad de familia. Es un archi-sinagogo (como un arzi-obispo). Dirige la sinagoga famosa de Cafarnaúm, pero no puede curar/educar a su hija que al descubrirse mujer, con el primer flujo de sangre, doce años, parece apagarse y morir, como diciendo que no tiene sentido madurar a la vida (sometimiento) de mujer en aquellas circunstancias.

Son muchas las niñas/mujeres que han sufrido y sufren al llegar a esa edad, dominadas bajo un gran trastorno personal y de familia. Es normal que sientan la condición y exigencia de su cuerpo, diferente ya y diferenciado, preparado para el amor y la maternidad, pero amenazado por un duro control familiar y una ley de varones (padres y hermanos, vecinos y posibles esposos) que especulan sobre ellas, convirtiéndolas en rica y frágil mercancía. Se descubren objeto del deseo de unos hombres que quizá no las respetan, ni escuchan, y así responden de la única forma que pueden, enfermando, a no ser que alguien les conceda fuerza para vivir.

Parece que esta niña, hija del archisinagogo, no se atreve a recorrer la travesía de su feminidad amenazada, dentro desu familia y de su entorno. Es víctima de su condición de mujer, y se siente condenada por el fuerte deseo de posesión de los varones (machos) y por la dura ley sacral de una sociedad que le convierte en víctima sumisa de las leyes de pureza y de los miedos, de los planes y violencias de los otros (varones, representantes de la ley de familia). Hasta ahora podía haber sido feliz, niña en la casa, hija de padres piadosos (sinagogos), resguardada y contenta en el mejor ambiente. Pero, al hacerse  mujer, se descubre moneda de cambio, objeto de deseos, miedos, amenazas, represiones.

  Le han bastado doce años. Ha madurado de pronto,  con la primera menstruación, en la escuela de la feminidad amenazada, y en ese momento descubre (conoce con su cuerpo y/o su alma) lo que significa ser mujer en esa circunstancia, padeciendo en su cuerpo adolescente (que debía hallarse  resguardado en su casa familiar), un tipo de terror que sufren de manera especial las mujeres amenazadas: hemorroísas, leprosas… Por su misma condición  de niña hecha mujer empieza a vivir amenazada por la muerte.

Según Marcos, la sinagoga/iglesia era el lugar donde se escondía el demonio del poseso (Mc 1, 21-28), y donde el sábado importaba más que la salud del hombre de la mano seca (3, 1-6)… Lógicamente, el Archisinagogo parecía tener todo lo bueno y, sin embargo, no podía acompañar a su hijaen la travesía de su maduración como mujer; animaba a su  comunidad, pero tenía que matar o dejar morir (como nuevo Jefté, cf. Jc 11) a su hija.

La niña tendría que haber sido feliz, deseando madurar para casarse con otro archisinagogo como su padre, repitiendo así la historia de su madre y de las mujeres “limpias”, envidiadas, de la buena comunidad judía. Pero a los doce años, edad en la que debían empezar a cumplirse sus sueños de vida, ella renuncia. No acepta este tipo de existencia, y no tiene medios o capacidad  para optar por un camino diferente; no le queda más salida que la muerte. Y de esa forma, de un modo quizá inconsciente, “decide” vitalmente morir, en gesto callado de autodestrucción, sometida a un tipo de enfermedad que, por la palabra final de Jesús (¡dadle de comer!: 5, 43), parece tener rasgos de anorexia.

Esta es signo (paradigma) de miles y millones de adolescentes que empiezan a ser mujeres padeciendo  un tipo de enfermedad vinculada con el ser mujer en estas circunstancias, niñas con miedo, amenazadas por un tipo de sociedad violenta, llena de violaciones y opresiones.

La escena nos introduce en el centro de una crisis de familia que se manifiesta y estalla en su miembro más débil, que es la hija. No sabemos nada de la madre (que aparece sólo hacia el final: Mc 5,40), aunque podemos imaginar que sufre con la hija, identificándose con ella (pues en aquel contexto social había una simbiosis quizá más fuerte que hoy entre madres e hijas). El drama está representado por el padre, que puede presidir la sinagoga (ser jefe de comunidad) pero que resulta incapaz de ofrecer compañía, palabra y ayuda a su hija. Por eso, como va indicando paso a paso el evangelio de Marcos, el verdadero milagro (para curación de la hija) será la conversión del padre, que deberá creer y  transformarse por el testimonio de la hemorroísa, para acoger y educar a la hija.

Terapia de familia, análisis del “milagro”. Leído en ese fondo, el texto ofrece una terapia de padre (familia), semejante a la de Mc 9, 14-29 (pasaje del que hablaremos más tarde). La niña cerrada en sí no tiene fuerzas, no puede superar el muro que eleva en torno de ella el entorno social, de manera que por sí misma no puede curarse, a no ser que cambie el entorno, es decir su padre, el jefe judío de la sinagoga, a quien podemos ver como representante de muchos padres que, buscando su propia seguridad, siguen dejando de hecho que sus hijos/as mueran o se destruyan, incapaces de encontrar familia.

 ‒ Enferma la hija (thygatrion) y su padre  va en busca de Jesús para pedirle que la cure (Mc 5, 22-24b).  Tiene doce años  y sin embargo el texto la presenta por dos veces como niña (paidion, korasion: 5, 40-41) que  acentúa su rasgo infantil, presexuado. Es como si no quisiera madurar y hacerse mujer,  de manera que intenta quedarse fijada en la infancia. Precisamente porque eso es imposible, y porque no puede resolver su situación, ella se va muriendo. Como representante de una estructura social y religiosa que es incapaz de ofrecer  vida a su hija, este Archisinagogo busca a Jesús, pidiendo que le imponga las manos para que se salve (5, 23). Este hombre habita, según eso, en un espacio de contradicción, siendo causa de enfermedad y muerte para su niña, pero, como presintiendo su culpa, va hacia Jesús para pedirle su ayuda.

Jesús viene y entra en la habitación de la niña con su padre y su madre (5, 37-40  Jesús toma consigo además a tres  discípulos varones (Pedro, Santiago y Juan: 5, 37).  No van como curiosos, ni están allí de adorno. Son miembros de la comunidad  o  familia mesiánica (cristiana) que ofrece espacio de maduración y garantía de solidaridad a la niña que se hace mujer. Significativamente son varones, pero llegan a la casa con Jesús como seres humanos  (respetuosos, no dominadores), para entrar en la habitación de una niña enferma que, según se dice, probablemente ha muerto, está muriéndose, por miedo a crecer entre los hombres. Superando un tipo de sinagoga donde la niña parece condenada a morir, encontrarnos aquí una familia cambiada, un padre y una madre que desean compartir una esperanza de vida con la niña, en medio de un grupo de discípulos que pueden ofrecer un espacio de madurez solidaria, es decir, de Iglesia. En ese nivel, la niña no es  judía ni cristiana, en clave confesional,  sino simplemente una persona que empieza a vivir como mujer, en compañía de los padres y de los discípulos que entran en su habitación y son testigos del gesto Jesús, que le agarra por la mano le dice que se levante.
Leer más…

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

El problema del divorcio y la bendición de los niños. Domingo XXVII. Ciclo B

Domingo, 6 de octubre de 2024

divorcioDel blog El Evangelio del Domingo, de José Luis Sicre sj:

La formación de los discípulos, a la que Marcos dedica la segunda parte de su evangelio, abarca aspectos muy diversos y no se atiene a un orden lógico. Si el domingo pasado se habló de amigos y enemigos, y del problema del escándalo, el evangelio de hoy se centra en el divorcio. El relato contiene dos escenas: en la primera, los fariseos preguntan a Jesús si se puede repudiar a la mujer y reciben su respuesta (2-9); en la segunda, una vez en la casa, los discípulos insisten sobre el tema y reciben nueva respuesta (10-12).

 Los fariseos y Jesús

 Desde allí se encaminó al territorio de Judea al otro lado del Jordán. De nuevo concurrió a él la gente y, según su costumbre, los enseñaba. 2Se acercaron unos fariseos y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:

            ‒ ¿Puede un hombre repudiar a su mujer?

                Les contestó:

            ‒ ¿Qué os mandó Moisés?

                Respondieron:

            ‒ Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.

                Jesús les dijo:

            ‒ Porque sois obstinados escribió Moisés semejante precepto. Pero al principio de la creación Dios los hizo hombre y mujer, y por eso abandona un hombre a su padre y a su madre, se une a su mujer, y los dos se hacen una carne. De suerte que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha juntado que el hombre no lo separe.

La pregunta de los fariseos resulta desconcertante, porque el divorcio estaba permitido en Israel y ningún grupo religioso lo ponía en discusión. Desde antiguo se admite, como en otros pueblos orientales, la posibilidad del divorcio. Más aún, la tradición rabínica piensa que el divorcio es un privilegio exclusivo de Israel. El Targum Palestinense (Qid. 1,58c, 16ss) pone en boca de Dios las siguientes palabras: «En Israel he dado yo separación, pero no he dado separación en las naciones»; tan sólo en Israel «ha unido Dios su nombre al divorcio».

            La ley del divorcio se encuentra en el Deuteronomio, capítulo 24,1ss donde se estipula lo siguiente: «Si uno se casa con una mujer y luego no le gusta, porque descubre en ella algo vergonzoso, le escribe el acta de divorcio, se la entrega y la echa de casa…»

Un detalle que llama la atención en esta ley es su tremendo machismo: sólo el varón puede repudiar y expulsar de la casa. Pero la ley es conocida y admitida por todos los grupos religiosos. A la pregunta de los fariseos cualquier judío piadoso habría respondido: sí, el hombre puede repudiar a su mujer.

Sin embargo, Jesús, además de ser un judío piadoso, se muestra muy cercano a las mujeres, las acepta en su grupo, permite que le acompañen. ¿Estará de acuerdo con que el hombre repudie a su mujer? Así se comprende el comentario que añade Mc: le preguntaban «para ponerlo a prueba». Los fariseos quieren poner a Jesús entre la espada y la pared: entre la dignidad de la mujer y la fidelidad a la ley de Moisés. En cualquier opción que haga, quedará mal: ante sus seguidoras, o ante el pueblo y las autoridades religiosas.

divorcioLa reacción de Jesús es tan atrevida como inteligente. Porque él también va a poner a los fariseos entre la espada y la pared: entre Dios y Moisés. Empieza con una pregunta muy sencilla que se puede volver en contra suya: “¿Qué os mandó Moisés?” Y luego contraataca, distinguiendo entre lo que escribió Moisés en determinado momento y lo que Dios proyectó al comienzo de la historia humana.

En el Génesis, Dios no crea a la mujer para torturar al varón (como en el mito griego de Pandora), sino como un complemento íntimo, hasta el punto de formar una sola carne. En el plan inicial de Dios, no cabe que el hombre abandone a su mujer; a quienes debe abandonar es a su padre y a su madre, para formar una nueva familia.

Las palabras de Génesis 1,27 sugieren claramente la indisolubilidad: el varón y la mujer se convierten en un solo ser. Pero Jesús refuerza esa idea añadiendo que esa unión la ha creado Dios; por consiguiente, «lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». Jesús rechaza de entrada cualquier motivo de divorcio.

La aceptación posterior del repudio por parte de Moisés no constituye algo ideal, sino que se debió a «vuestro carácter obstinado». Esta interpretación de Jesús supone una gran novedad, porque sitúa la ley de Moisés en su contexto histórico. La tendencia espontánea del judío era considerar toda la Torá (el Pentateuco) como un bloque inmutable y sin fisuras. Algunos rabinos condenaban como herejes a los que decían: «Toda la Ley de Moisés es de Dios, menos tal frase». Jesús, en cambio, distingue entre el proyecto inicial de Dios y las interpretaciones posteriores, que no tienen el mismo valor e incluso pueden ir en contra de ese proyecto.

Los discípulos y Jesús

Entrados en casa, le preguntaron de nuevo los discípulos acerca de aquello. El les dice:

            ‒ Quien repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio contra la primera. Si ella se divorcia del marido y se casa con otro, comete adulterio. 

            Esta escena saca las conclusiones prácticas de la anterior, tanto para el varón como para la mujer que se divorcian. Las palabras: Si ella se divorcia del marido y se casa con otro, comete adulterio, cuentan con la posibilidad de que la mujer se divorcie, cosa que la ley judía solo contemplaba en el caso de que la profesión del marido hiciese insoportable la convivencia, como era el caso de los curtidores, que debían usar unos líquidos pestilentes. En cambio, la legislación romana sí admitía que la mujer pudiera divorciarse. Por eso, algunos autores ven aquí un indicio de que el evangelio de Marcos fue escrito para la comunidad de Roma. Aunque en los cinco primeros siglos de la historia de Roma (VIII-III a.C.) no se conoció el divorcio, más tarde se introdujo.

Reflexión final

            Cada vez que se lee este evangelio en la misa, donde los matrimonios que participan no están pensando en divorciarse, y las religiosas no pueden hacerlo, cabe pensar que podría haber sido sustituido por otro. Sin embargo, la realidad del divorcio se ha difundido tanto en los últimos años, y afecta de manera tan directa a muchas familias cristianas, que es bueno recordar el ideal propuesto por el Génesis de la compenetración plena entre el varón y la mujer. Hay motivos para dar gracias a Dios los que siguen unidos y para pedir por los que se hallan en crisis y por los que han emprendido una nueva vida.

 

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

Domingo XXVII del Tiempo Ordinario. 06 de octubre de 2024

Domingo, 6 de octubre de 2024

F009E04F-6D4C-4CB4-A575-1C2040C10C44

Al verlo, Jesús se enfadó”.

(Mc 10, 2-16)

El evangelio de hoy viene con un paréntesis. Hay un texto entre paréntesis que puede omitirse por razones pastorales. Sucede en más de una ocasión y es cierto que a veces el texto es muy largo pero en lugar de quitarle al evangelio podríamos acortar homilías…

Nos racionan el evangelio igual que la comunión. Las formas con las que comulgamos se parecen poco al pan que se come en una cena.

Sea como sea cuesta creer que exista alguna razón pastoral por la cual haya que omitir estos tres versículos de hoy, en un evangelio que, por otra parte, es corto.

Es cierto que parece que habla de dos temas que no tienen nada que ver. Por un lado, la obstinación de los varones con el divorcio. Por el otro, los niños que se acercan a Jesús.

Lo que hay de fondo es lo mismo: exclusión. Los varones (los judíos y los discípulos) están a favor de excluir a las mujeres, dejarlas fuera. Y los discípulos también quieren dejar fuera a los niños. Excluirlos. Impedir que toquen a Jesús.

Es la tentación del poder que nos hace creer que solo un pequeño grupo, o una sola persona es la que conoce y sabe lo que es mejor para todas las demás. A más poder, mayor tentación. Y cuántos más años se ostenta el poder más nos aliamos con él. Hasta el punto de volvernos ciegas a nuestras propias injusticias.

Todos los poderes son peligrosos pero quizá el peor de todos es el poder “religioso” que en último término nos hace creer que nuestro punto de vista es la voluntad de Dios.

Jesús no se cansó de advertirnos en este sentido: No llaméis Padre…”, “escoged el último puesto”, “el que quiera ser el primero… Nos sabemos de memoria las palabras de Jesús, pero aun así caemos una y otra vez.

Es muy complicado ser hermanas y hermanos, siempre buscamos algo que nos coloque en un escalafón diferente. “Que si yo llevo ya muchos años”, “que si a mí me han encargado esto…” Nos guste o no todos tenemos dentro el virus de la exclusión y más activo de lo que queremos reconocer.

Tan familiar que ni lo vemos y todos sus efectos nos parecen razonablemente justificables. Lo que en otras personas apuntamos como pecado, racismo o exclusión, cuando está en nuestro “haber” le cambiamos el nombre. Si negamos información a alguien es para su bien o por el bien de una tercera persona. Cuando no escuchamos a alguien es porque no sabe del tema.

Nuestra empatía no es tan amplia y acogedora como nos gustaría y lo más fácil es “culpar” al otro, como hacían los varones al excluir a las mujeres o como hacían los discípulos al excluir a los niños.

Oración

Trinidad Santa, no permitas que ande buscando piedras con las que castigar a las demás cuando mi pecado es el mismo. Amén.

*

Fuente Monasterio de Monjas Trinitarias de Suesa 

***

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

Si hay verdadero amor, el matrimonio es indestructible.

Domingo, 6 de octubre de 2024

Matrimonios GaysDOMINGO 27º (B)

Mc 10, 2-16

Seguimos en el contexto de subida a Jerusalén y la instrucción a los discípulos. La pregunta de los fariseos, tal como la formula Marcos, no es verosímil. El divorcio estaba admitido por todos. Lo que se discutía eran los motivos que podían justificar un divorcio. En el texto paralelo de Mateo dice: ¿Es lícito repudiar a la mujer por cualquier motivo? Esto sí tiene sentido, porque lo que buscaban los fariseos era meter a Jesús en la discusión de escuela.

En tiempo de Jesús el matrimonio era un contrato entre familias. Ni el amor ni los novios tenían nada que ver con el asunto. La mujer pasaba de ser propiedad del padre a ser propiedad del marido. El divorcio era renunciar a una propiedad que solo podía hacer el propietario, el marido. No debemos pretender encontrar respuestas a los problemas del matrimonio de hoy en soluciones que se dieron hace dos mil años. Las relaciones matrimoniales y familiares han cambiado drásticamente y necesitan soluciones nuevas.

No podemos hablar hoy de matrimonio sin hablar de sexualidad; y no podemos hablar de sexualidad sin hablar del amor y de la familia. Son los cuatro pilares donde se apoya una verdadera humanidad. Es la situación social que más puede afectar al progreso de lo específicamente humano; debemos aprovechar al máximo los conocimientos de las ciencias humanas y no quedarnos anclados en visiones arcaicas, por muy espirituales que parezcan.

El matrimonio es el estado natural de un ser humano adulto. En el matrimonio se despliega el instinto más potente del hombre. Todo ser humano es por su misma naturaleza sexuado. Bien entendido que la sexualidad es algo mucho más profundo que unos atributos biológicos externos. ¡Cuánto sufrimiento se hubiera evitado y se puede evitar aún si se tuviera esto en cuenta! La sexualidad es una actitud vital instintiva que lleva al individuo a sentirse varón o mujer y le permite desplegar la naturaleza característica de cada sexo.

La base fundamental de un matrimonio está en una adecuada sexualidad. Un verdadero matrimonio debe sacar todo el jugo posible de esa tendencia, humanizándola al máximo. La plenitud humana consiste en la posibilidad de darse al otro y ayudarle a ser él, sintiendo que en ese darse, encuentra su propia plenitud. En esta posibilidad de humanización no hay límites. Es verdad que tampoco los hay al utilizar la sexualidad para deshumanizarse. La línea divisoria es tan sutil que la mayoría de los seres humanos no llegan a percibirla.

Lo importante no es el acto sino la actitud de cada persona. Siempre que se busca por encima de todo el bien del otro y es expresión de verdadero amor, la sexualidad humaniza a ambos. Siempre que se busca en primer lugar el placer personal, utilizando al otro como instrumento, deshumaniza. El matrimonio no es un estado en que todo está permitido. Estoy convencido de que hay más abusos sexuales dentro del matrimonio que fuera de él.

Hoy no tiene sentido hablar de matrimonio sin dejar claro lo que es el amor. Si una relación de pareja no está fundamentada en el verdadero amor, no tiene nada de humana. Pero lo complicado es aquilatar lo que queremos decir con amor. Es una palabra tan manoseada que es imposible adivinar lo que queremos decir con ella en cada caso. Al más refinado de los egoísmos, que es aprovecharse de lo más íntimo del otro, también le llamamos amor.

El afán de buscar el beneficio personal arruina toda posibilidad de unas relaciones humanas. Esta búsqueda de otro, para satisfacer mis necesidades, anula todas las posibilidades de una relación de pareja. Desde la perspectiva hedonista, la pareja estará fundamentada en lo que el otro me aporta, nunca en lo que yo puedo darle. La consecuencia es nefasta: las parejas solo se mantienen mientras se consiga un equilibrio de intereses mutuos.

Esta es la razón por la que más de la mitad de los matrimonios se rompen, sin contar los que hoy ni siquiera se plantean una unión estable, sino que se conforman con sacar en cada instante el mayor provecho de cualquier relación personal. Desde estas perspectivas, por mucho que sea lo que una persona me está dando, en cualquier momento puedo descubrir a otra que me puede dar más. Ya no tendré motivos para seguir con la primera. También puede darse el caso de encontrar otra persona que, dándome lo mismo, me exige menos.

El amor consiste en desplegar la capacidad de darse sin esperar nada a cambio. No tiene más límites que los que ponga el que ama. Aquel a quien se ama no puede poner los límites. Pero la superación del falso yo y el descubrimiento de mi auténtico ser es limitado y debemos reconocerlo. Debemos tomar conciencia clara de cuál es la diferencia entre el servicio y el servilismo. Jesús dijo que tan letal es el someter al otro como dejarse someter. Si la pareja ha superado mi capacidad de aguante, debo evitar que me someta y aniquile.

Desde nuestro punto de vista cristiano, tenemos un despiste monumental sobre lo que es el sacramento. Para que haya sacramento, no basta con ser creyente e ir a la iglesia. Es imprescindible el mutuo y auténtico amor. Con esas tres palabras, que he subrayado, estamos acotando hasta extremos increíbles la posibilidad real del sacramento. Un verdadero amor es algo que no debemos dar por supuesto. El amor no es puro instinto, no es pasión, no es interés, no es simple amistad, no es el deseo de que otro me quiera. Todas esas realidades son positivas, pero no son suficientes para el logro de una mayor humanidad.

20091022-matrimonio-gay-iglesia

Cuando decimos que el matrimonio es indisoluble, nos estamos refiriendo a una unión fundamentada en un amor auténtico, que puede darse entre creyentes o no creyentes. Puede haber verdadero amor humano-divino aunque no se crea explícitamente en Dios, o no se pertenezca a una religión. Es impensable un auténtico amor si está condicionado a un limitado espacio de tiempo. Un verdadero amor es indestructible. Si he elegido una persona para volcarme con todo lo que soy y así desplegar mi humanidad, nada me podrá detener.

El divorcio, entendido como ruptura del sacramento, es una palabra vacía de contenido para el creyente. La Iglesia hace muy bien en no darle cabida en su vocabulario. No es tan difícil de comprender. Solo si hay verdadero amor hay sacramento. La mejor prueba de que no existió auténtico amor, es que en un momento determinado se termina. Es frecuente oír hablar de un amor que se acabó. Ese amor, que ha terminado, ha sido siempre un falso amor, es decir, egoísmo que solo pretendía el provecho personal interesado y egoísta.

Los seres humanos nos podemos equivocar, incluso en materia tan importante como esta. ¿Qué pasa, cuando dos personas creyeron que había verdadero amor y en el fondo no había más que interés recíproco? Hay que reconocer sin ambages que no hubo sacramento. Por eso la Iglesia solo reconoce la nulidad, es decir, una declaración de que no hubo verdadero sacramento. Y no hacer falta un proceso judicial para demostrarlo. Es muy sencillo si en un momento determinado no hay amor, nunca hubo verdadero amor y no hubo sacramento.

Fray Marcos

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

El amor conyugal.

Domingo, 6 de octubre de 2024

adopt_gay03Mc 10, 2-16

Mc 10, 2-16

«Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre»

Jesús, como siempre, va mucho más allá de la pregunta planteada: «¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer? … Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre» … Dios une en el amor, y el amor conyugal es probablemente la experiencia que más nos acerca a Dios; su mejor reflejo; lo que más nos ayuda a intuir su esencia. Es por ello que esta unión siempre se ha considerado un sacramento, es decir, un hito excepcional en el encuentro con Dios.

Tradicionalmente hemos caído en el error de pensar que Dios une por medio del sacerdote y a través del rito matrimonial, pero la unión ya existía desde mucho antes de llegar a la ceremonia; la ceremonia es sólo el signo, el sacramento es la vida en común de los esposos.

Pero esa unión que proclama el oficiante puede ser, o no, obra de Dios. Si la unión está basada en el amor es obra de Dios y es indisoluble; el hombre no puede separarla porque es mucho más fuerte que él. Pero el amor no es el único vínculo que lleva a una pareja al pie del altar, pues las hay que llegan unidas por el dinero, la conveniencia social, los intereses familiares o la mera atracción física…  y no parece que Dios haya tenido mucho que ver en ellas, y podrán ser efímeras.

Por otra parte, no todo lo que parece amor es amor. Muchas parejas se casan muy enamoradas y luego fracasan, y la causa está en que el enamoramiento se parece mucho al amor, pero no es amor. El enamoramiento es pasión, y las pasiones nos convierten en personas pasivas; inermes ante ellas. El amor es esencialmente acción, lo que significa que el salto del uno al otro requiere esfuerzo, trabajo, respeto y compromiso… No es gratis, pero cuando se logra, todo el esfuerzo parece poco.

Sabemos que nuestro amor es verdadero cuando se manifiesta en el deseo de la felicidad del otro; en sentirse bien si el otro está bien aun cuando esto suponga un sacrificio propio. Porque amar es básicamente dar, no recibir. La esfera más importante del dar es el dar de sí mismo y cuando se da así, no se puede dejar de recibir; de hacer de la otra persona un dador, y compartir ambos la alegría de lo que han creado (Erich Fromm).

Un último apunte. La Iglesia se basa en el texto del evangelio de hoy para defender a ultranza el ideal del matrimonio indisoluble basado en el amor. Y es un ideal admirable que se funda en una de las manifestaciones humanas más positivas y humanizadoras como es el amor conyugal. Pero un ideal es un ideal, y no es bueno convertirlo en una exigencia que condene a los cónyuges fallidos a una convivencia imposible, o cuya quiebra lleve consigo el rechazo de la Iglesia hasta el punto (al que se llegó) de negar los sacramentos a personas que se sentían necesitadas de ellos.

Miguel Ángel Munárriz Casajús 

Para leer un artículo de José E. Galarreta sobre un tema similar, pinche aquí

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

Igualdad del hombre y la mujer.

Domingo, 6 de octubre de 2024

pictures-of-jesus-mary-martha-1104492-galleryNO VIVIMOS EL PLAN DE DIOS DESDE LA CREACIÓN Y ASÍ NOS VA

Vaya por delante que es únicamente por el compromiso adquirido con Fe Adulta de comentar la liturgia de este domingo, que me dispongo a escribir unas letras porque si por mí fuera, no gastaría ni tinta ni esfuerzo en comentar unas lecturas en las que tenemos que emplear un montón de tiempo en explicar lo que no quieren decir, y entresacar el auténtico mensaje de liberación y de vuelta a los orígenes al principio de la Creación.

Por eso, resulta muy doloroso, y quienes establecen los textos bíblicos para las lecturas litúrgicas tendrían que saberlo, volver una y otra vez a escuchar esos pasajes que no nos proporcionan un juicio moral de Jesús ante situaciones como el divorcio, porque ese no era en ningún momento su propósito, y sin embargo nos vuelven a recordar que no vivimos el ideal por el que fuimos creados: la igualdad, la mutualidad, la complementación entre los sexos.

La cuestión del evangelio del domingo se centra en la pregunta con doble intención por parte de los fariseos a Jesús sobre si le está permitido al marido repudiar a la mujer. ¿Por qué le hacen esa pregunta si saben que la ley mosaica lo permite? ¿Qué quieren, que Jesús diga que no, y “pillarle” contradiciendo la ley de Dios dada a Moisés?

Para darles respuesta Jesús se remonta al Génesis (parte del texto que se nos presenta como primera lectura de la liturgia de hoy) Gn 2: 18-24. “Dios los hizo varón y hembra por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y serán los dos un solo ser; de modo que ya no son dos, sino un solo ser”.

Por lo obstinados que sois”… les dice Jesús os dejó escrito Moisés ese mandamiento. El plan de Dios era otro muy distinto…pero el egoísmo, la búsqueda de placer instantáneo, la falta de compromiso real en una relación de amor maduro lleva a “destrozar” la vida de tantas mujeres que a lo largo de la historia han sido y siguen siendo tratadas como objetos.

Jesús, con su predicación del Reino de Dios, cimienta las relaciones humanas en el amor, en el entendimiento mutuo, en el respeto y en el servicio bien entendido. Precisamente Jesús nos presenta a un Dios Abba que está por encima de la ley y los preceptos: la ley mata, el espíritu da vida.

Resulta imposible reconciliar el Dios ley y el Dios Abba de Jesús. Son dos lenguajes tan diferentes, dos experiencias tan distintas que solo pueden llevar al conflicto.

¿Buscamos en Jesús respuestas a cuestiones concretas que tienen que ver con las decisiones morales? Jesús apela a nuestra conciencia, a nuestra dignidad, de manera personal. No hay una ley que aplique a todos los casos por igual.

Y además, ¿cómo vamos a entender esa pregunta hoy cuando en aquellos tiempos la mujer era vista como propiedad del marido, su alianza de matrimonio era algo acordado entre dos varones: él y el padre de la novia? Se podía deshacer de ella como quien se deshace de algo que ya no le sirve. ¿Cómo podemos usar este texto para decir que en nuestra religión no aceptamos el divorcio? ¿Tenía entonces la mujer alguna posibilidad de romper el compromiso con su marido?

Recientemente, ante la noticia de la vuelta de los talibanes al gobierno de Afganistán después de tantos años de guerra, el mundo occidental se ha puesto en pie y reaccionamos entre otras cosas a su “maltrato y abuso” de las mujeres.

Las mujeres estamos cansadas de tener que defender nuestros derechos con respecto a los varones en múltiples áreas de nuestras vidas y cómo no, en la iglesia católica. Sí, puntualizo en la iglesia católica, porque otras iglesias cristianas hace tiempo que se han dado cuenta de que el patriarcado ha dominado durante demasiados siglos nuestras culturas y también ¡cómo no!, nuestra manera de hacer iglesia. No es que otras comunidades lo tengan ya todo conseguido, pero desde luego sus decisiones responden más a los signos de los tiempos que las nuestras.

No podemos admitir en pleno siglo XXI que las mujeres sigamos sufriendo el “dominio” de los varones. Sin embargo, nos deberíamos preguntar en nuestras comunidades cristianas, ¿cómo vivimos la igualdad, la mutualidad, la paridad entre mujeres y hombres? ¿Se hace real el mensaje de Jesús de liberación de cargas culturales, religiosas, tradiciones en lo que se refiere a los ministerios, las tomas de decisiones? LAS MUJERES DECIMOS QUE NO. El plan de Dios desde el principio de la creación no lo vivimos… y así nos va.

Carmen Notario, SFCC

Fuente espiritualidadintegradoracristiana.es

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

Amor y divorcio.

Domingo, 6 de octubre de 2024

Ripped paper with man and woman silhouettes symbolizing divorced couple.Vector available.

06 octubre 2024

Mc 10, 2-16

Es propio de los textos sagrados absolutizar una norma moral, que se consideraba fundamental en la época en que fueron escritos. Por eso, cuando, con el paso del tiempo, aparece en los humanos una forma diferente de verla, las religiones -en general, todos los que hacen una lectura literalista de aquellos escritos- alzan la voz contra el cambio, reclamando que se siga cumpliendo lo que la moral religiosa propugnaba.

Esto es especialmente palpable, como era de esperar, en lo relativo al campo de la sexualidad: un tema sensible e incluso tabú para el mundo religioso, en el que, sin embargo, los cambios culturales han sido vertiginosos en un tiempo relativamente breve. Basta ver, como muestra, el modo como se plantea todavía hoy la cuestión de la homosexualidad en no pocos ámbitos religiosos, que la siguen considerando como “pecado nefando”.

El problema no es otro que la absolutización de lo que en su momento era una norma intocable, unida al literalismo aplicado a la lectura de los textos religiosos. Lo absolutizado se considera de validez eterna, porque se cree -eso dice la lectura literal- que expresa, sin excepciones posibles, la voluntad divina.

En mi opinión, ambos principios son, sin embargo, erróneos: absolutización y literalismo han sido también creencias socialmente construidas, que no se sostienen nada más que en la adhesión ciega de un cierto fanatismo, que prefiere la seguridad del “siempre ha sido así” a la indagación honesta de la verdad, desde el propio momento que nos toca vivir.

Viniendo al texto que leemos hoy, nadie duda de que en todo amor genuino se busca “ser dos en una sola carne”. Pero una cosa es el horizonte hacia el que se camina y otra, en ocasiones bien diferente, lo que es posible vivir a una pareja concreta. Son tantos los condicionamientos de todo tipo -la mayor parte de ellos y los más graves, inconscientes- que puede llegar el momento en que el divorcio sea la actitud más adecuada.


Enrique Martínez Lozano

Fuente Boletín Semanal

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

El divorcio no es un triunfo sino una terapia

Domingo, 6 de octubre de 2024

IMG_7813Del blog de Tomás Muro La Verdad es libre:

01.- Matrimonio / Familia

        La Palabra de este domingo aborda esta realidad tan humana como difícil que es el matrimonio: sus dimensiones, sus problemas.

        No es bueno que el hombre esté sólo  hemos escuchado en la primera lectura.

        El ser humano no se realiza sólo, sino que somos personas y ser persona significa “ser en relación”. No somos solamente individuos aislados, sino que somos, vivimos y nos realizamos con los demás en el mundo. El ser humano vive en grupo en familia, con el pueblo, con la sociedad, con los amigos, con Dios. Somos relación.

La afectividad, la sexualidad y el amor son también una relacionalidad.

02.- Los seres humanos somos iguales en dignidad.

        De una manera mítica, casi como un dibujo animado, el Génesis nos dice que la mujer nace de la costilla de Adán: podría significar que hombre y mujer son del mismo aliento vital (respiración), lo cual significa que somos y tenemos la misma  dignidad: hombre y mujer los creó.

        Pero las antropologías de los pueblos, las mismas religiones han creado una sima en la apreciación y valoración entre el hombre y la mujer. (Los movimientos feministas actuales dan fe de esta situación).

        Esta cuestión habría que tenerla en cuenta a la hora del problema de la unión y así como de la posible ruptura matrimonial (divorcio).

        Por otra parte, en el AT el divorcio era un derecho del hombre, no de la mujer. La mujer no podía pedir la ruptura.

03.- Realidades tan hermosas como difíciles.

        Las lecturas de la Eucaristía de hoy nos sitúan ante importantes dimensiones de la vida: el amor, la afectividad, la sexualidad, el matrimonio, la convivencia, la familia, las relaciones, etc., realidades hermosas, pero al mismo tiempo, difíciles. La convivencia, lo social y comunitario es difícil siempre.

        Y hoy en día es mayor la complejidad de los problemas porque se da un maremagnum de concepciones diversas de la sexualidad, modos de legalizar -o no- el matrimonio canónico, civil, parejas de hecho, parejas del mismo sexo, trans, duración del amor,  el sentido de la fidelidad y de la responsabilidad, las posibles rupturas

04.- El matrimonio es una unión en amor.

        Se supone que cuando una pareja se casa (seamos clásicos), es porque se aman y deciden compartir la vida y realizarla juntos.

        ¿Pero  cómo vivir esta realidad cuando el amor fracasa?

        Lo primero que podemos decir es que ha fracasado un proyecto vital.

    Un matrimonio puede fracasar por mil motivos: por desaveniencias, infidelidades, incompatibilidades, desencuentros, enfrentamientos familiares, motivos económicos, etc.

05.- El fracaso del divorcio como terapia

        ¿Es necesario la separación o el divorcio?

El divorcio es la salida a un amor que ha llegado a punto muerto, es una cierta terapia a un fracaso del amor originario.

A algunos católicos les encantaría que Roma permitiera el divorcio y los divorciados que han vuelto a casarse pudieran comulgar

De hecho en algunas Iglesias ortodoxas permiten segundas nupcias como una salida al fracaso del primer matrimonio, con el sentido de “remedio” por aquello de que mejor casarse que quemarse” (1Cor. 7: 9). Port otra parte, todo el mundo tiene derecho a rehacer su vida.

Pero el divorcio (o la nulidad), necesario por otra parte, no solucionaría el problema de fondo.

Los fracasos matrimoniales y el divorcio no son una cuestión eclesiástica, aunque esta cuestión adquiere una dimensión especial en la iglesia. El fracaso en el amor es una cuestión humana.

Creo yo que el divorcio no es un éxito sino una terapia para un fracaso.

Hay situaciones insostenibles de malos tratos, de incomprensión, de incompatibilidad, diferencias, de infidelidad, de hijos que pueden hallar salida en el divorcio (o nulidad).

Un divorcio / separación no es sino que un amor en punto muerto. Hasta aquí hemos llegado y no podemos  continuar. Todo lo que había de amor, ilusión, proyectos, encuentro, etc. ha concluido.

Algunas situaciones se solucionan con el divorcio, pero el fracaso del amor, el sufrimiento, no. La imposible convivencia, la educación de los hijos, incluso la economía pueden encontrar salida en un divorcio, pero el fracaso y el problema de fondo permanecen.

De hecho el divorcio es una legislación que legaliza una ruptura, pero no mejora a las personas. Puede mejorar algunos aspectos de la vida, pero no mejora la situación del fondo de la persona.

        El divorcio no vuelve buenos y fieles a los divorciados

Es un ejemplo: Si un juez absuelve o concede la amnistía a un delincuente, ello no significa que tal delincuente mejore su condición íntima moral, personal.

06.- Fidelidad

        El problema de fondo es el de la fidelidad personal. Fidelidad no solamente en el plano sexual, que también, sino fidelidad a la persona: fidelidad para con uno mismo y para los demás: esposo / esposa e hijos.

Los humanos somos “trenes” de largo recorrido, no “express”. Nuestra vida se configura con compromisos existenciales: compromisos propios personales: de matrimonio, de vocación, de responsabilidades, de fidelidad a los talentos que Dios nos ha dado, fidelidades a las personas que conviven con nosotros, fidelidad a Dios.

07.- Que Dios ayude a vivir el amor.

        Que Dios nos ayude a vivir en el amor original de la vida.

        Que nos mantengamos en la fidelidad al amor y a las responsabilidades de la vida

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

“Mujeres, niños y tantos excluidos: principales destinatarios del Reino”, por Consuelo Vélez

Domingo, 6 de octubre de 2024

IMG_7821

De su blogFe y Vida:

Comentario al evangelio del domingo XXVII del Tiempo Ordinario 6-10-2024

Jesús está hablando desde otro contexto, otra cultura y por eso, el énfasis de este texto no está puesto en si Jesús condena el divorcio sino en la postura de Jesús frente a las mujeres.

Entender los valores del reino de Dios que siempre pone de primeras a los excluidos, no porque sean mejores, sino porque el reino es gratuidad

Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: ¿Puede el marido repudiar a la mujer? Él les respondió:

+ ¿Qué les prescribió Moisés?

Ellos le dijeron:

– Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.

Jesús les dijo:

Teniendo en cuanta la dureza de su corazón escribió para ustedes este precepto. Pero desde el comienzo de la creación, Él los hizo varón y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y los dos se harán una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.

Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto. Él les dijo:

 Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.

Le presentaban unos niños para que los tocara: pero los discípulos les reñían. Más Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo:

Dejen que los niños vengan a mí, no se lo impida, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo les aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él. Y abrazaba a los niños y los bendecía poniendo las manos sobre ellos.

(Mc 10, 2-16)

El evangelio de Marcos nos trae este domingo dos escenas que nos van a recordar quiénes están en el centro del Reino de Dios. En este caso se va a referir a las mujeres y a los niños. Pero veamos, en cada caso, cuáles son las connotaciones propias.

Sobre las mujeres, el contexto es de poner a prueba a Jesús con las preguntas que le hacen. Los fariseos conocen perfectamente la Ley, pero al hacerle ese tipo de preguntas a Jesús muestran la intencionalidad de ver qué dice para poder acusarlo. Es una actitud que está presente en algunos sectores de Iglesia. Aferrados a leyes y normas hacen preguntas que no siempre se pueden responder con un sí o con un no, pero precisamente así quieren acusar al interrogado de estar del lado de la norma o de no estar. Vale la pena recordar que los asuntos humanos son mucho más complejos y por eso no se resuelven con una respuesta afirmativa o negativa. En estos casos no podemos olvidar que ha de intervenir siempre el discernimiento, la atención a las situaciones concretas que rodean cada caso y, en último término, al recinto sagrado de la conciencia de cada uno -por supuesto una conciencia moral bien formada- que toma la última decisión.

Pero volvamos al caso que nos ocupa. Los fariseos le preguntan a Jesús si el marido puede repudiar a la mujer. Jesús responde apelando a lo dicho por Moisés y aclarando que ese precepto se debe a la dureza del corazón de las personas. Continúa diciendo que, desde el principio, Dios creó al varón y a la mujer y la pareja humana está llamada a ser una sola carne. Por eso, aquello que es contrario al plan original de Dios, resulta inaceptable. Precisamente, la figura esponsal remite al amor de Dios a su pueblo, amar fiel para siempre.

Conviene advertir que Jesús está hablando desde otro contexto, otra cultura y por eso, el énfasis de este texto no está puesto en si Jesús condena el divorcio sino en la postura de Jesús frente a las mujeres. En esa cultura ellas no pueden tomar la decisión de separarse y, por el contrario, el varón puede hacerlo por casi cualquier motivo. El firmar el acta de repudio pareciera que liberaría a la mujer para casarse de nuevo, pero en la práctica, era muy difícil que eso ocurriera. La mujer repudiada corría la suerte de las viudas, totalmente desamparada. El apelo, entonces, a que la separación no debería ocurrir porque no es la voluntad de Dios, responde más a salvaguardar la vida y dignidad de las mujeres. Si lo miramos desde la actualidad hemos de recordar que ninguna violencia contra las mujeres ha de ser tolerada, así eso suponga la ruptura del vínculo matrimonial.

Marcos en su evangelio señala la casa como aquel lugar de intimidad, donde se reúne la familia del reino y dónde se puede instruir sobre dichos valores. Por eso el evangelio se refiere a la pregunta que nuevamente los discípulos le hacen a Jesús, estando ya en casa, sobre el mismo tema. Jesús sigue insistiendo en la llamada a la vivencia de ese amor que es capaz de hacer de dos un proyecto común, pero sin que eso signifique que Jesús está respondiendo a problemas actuales de manera literal.

Continua el evangelio tomando como centro de la conversación a los niños y, en este contexto, ellos son símbolo de la gratuidad del reino. No hay que hacer ningún mérito para recibir el don del reino. En efecto, los niños no son apreciados en esa cultura hasta que se hagan mayores de edad y por eso, más que símbolo de inocencia o de pureza, son signo de exclusión que Jesús corrige al bendecirlos poniendo las manos sobre ellos. Y, precisamente, el reino se da a todos aquellos que la sociedad excluye, juzgando que no merecen nada. Jesús pide esa actitud de saberse nada para entender, por contraste, la gratuidad del reino que se nos regala.

Busquemos, entonces, entender los valores del reino de Dios que siempre pone de primeras a los excluidos, no porque sean mejores, sino porque el reino es gratuidad real y verdadera.

(Foto tomada de: https://www.redentoristasdecolombia.com/mujeres-y-ninos/)

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

Francisco de Asís, vestido de Evangelio

Viernes, 4 de octubre de 2024

En la fiesta del cristiano por excelencia, Francisco, el Poverello de Asís… Siguiendo su ejemplo, se nos invita a despojarnos  de todo lo superfluo y revestirnos con la desnudez del Evangelio:

S.Francesco'StripBenedetto

Francisco, hijo de un rico comerciante de Asís, nació en 1181 (o 1182). Disuadido de sus ideales de gloria caballeresca a raíz de las experiencias decisivas de su encuentro con los leprosos y de la oración ante el crucifijo en la iglesia de San Damián, Francisco abandonó su familia y comenzó una vida evangélica de penitencia. Con los numerosos compañeros que muy pronto se unieron a él, comprendió que estaba llamado a vivir el Evangelio sine glossa, como fraternidad de menores a ejemplo de Jesús y de sus discípulos. Al año siguiente a la aprobación de la Regla y vida de los hermanos menores en  1223 por el papa Honorio III, Francisco recibió los estigmas del Crucificado, sello de la conformidad con su único Señor y Maestro. Cuando murió, en 1226, Francisco era un hombre extenuado por la fatiga y por las enfermedades y, al mismo tiempo, un hombre reconciliado con el sufrimiento, consigo mismo y con toda criatura. Fue canonizado en 1228 y es patrono de Italia y de los ecologistas.

***

“Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.

Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.

Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.

Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.

Alabado seas, mi Señor por la hermana Agua,
la cual es muy humilde, preciosa y casta.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.

Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.

Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.

Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.

Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad…”

*

San Francisco de Asís.
Cántico de las Criaturas

lumic3a8redepaques

***

Su vida estuvo enteramente caracterizada -hasta el momento de la conversión- por la búsqueda de un modelo que pudiera educar y plasmar su natural propensión al canto.

Lo encontró de repente en el Señor Jesús, en la belleza de su vida narrada por el Evangelio y, en particular, en el luminoso canto nuevo de su muerte en la cruz.

Dejó que la pasión marcara cada uno de sus pasos y afinara de manera progresiva todas las fibras de su persona con la humanidad del Hijo de Dios, que se entregó por completo a sí mismo por nosotros.

Francisco oró así: «Te ruego, oh Señor, que la ardiente y dulce fuerza de tu amor arrebate mi mente de todas las cosas que hay bajo el cielo, para que muera yo de amor por tu amor, como tú te dignaste morir por amor a mi amor» (oración Absorbeat).

Su camino estuvo siempre acompañado por confirmaciones y consuelos. Su predicación y su ministerio tocaron el corazón de las personas y suscitaron decisiones de conversión y de reconciliación.

Su manera de seguir radicalmente al Señor se volvió, cada vez más, casa hospitalaria para otros muchos hermanos y hermanas, que encontraron en su itinerario personal una modalidad radical y actual de interpretar y vivir el Evangelio de la nueva estación histórica que avanzaba. Sin embargo, en el tiempo del monte Alverna, parece apagarse el canto fluente.

En esta estación encuentra Francisco la prueba más terrible: las fatigas originadas por un movimiento que se institucionaliza -que pierde en intensidad evangélica y llega incluso a dudar sobre la posibilidad de que sea integralmente practicable su estilo de vida- repercuten en su misma fe.

La pregunta sobre la verdad de sus intuiciones más profundas y la duda sobre el origen divino de su proyecto de vida resuenan en un silencio opresor en el que Dios no parece hablarle ya, a pesar de haberlo buscado con tanta tenacidad.

Francisco experimenta el abandono de Dios y se retira de los hermanos para no mostrar su semblante, que ha perdido la serenidad habitual. El canto nuevo, por consiguiente, no le fue dado en un momento de paz y consolación, sino en un momento en el que -como dice el salmista- «fallan los cimientos» (Sal 11,3) y todas las seguridades parecen hundidas

*

C. M. Martini – R. Cantalamessa,
La cruz como raíz de la perfecta alegría,
Verbo Divino, Estella 2002, pp. 15-16).

***

Leer también: Francisco de Asís, signo del futuro”, por José Arregi.

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , ,

“Mayor atención a lo emocional”, por Gabriel Mª Otalora

Jueves, 3 de octubre de 2024

jesus-resucitadoDe su blog Punto de Encuentro:

Con tantos cambios y crisis, los sentimientos (negativos) a veces nos desbordan. La solución a corto plazo parece la más sencilla: centrarnos en lo racional para intentar salir del agujero afectivo. El problema es que esta es la manera de reprimir muchas emociones y de olvidarnos de que así es difícil desarrollar una parte muy importante de la inteligencia. No en vano, nuestros sentimientos condicionan todas nuestras percepciones, pensamientos y acciones además de afectar a las relaciones con quienes nos rodean.

La incapacidad o “analfabetismo emocional” para reconocer los propios sentimientos impide actuar adecuadamente sobre los sentimientos negativos. Lo bueno es que los sentimientos son controlables, y de ahí viene la expresión “inteligencia emocional”. Así, cuando decidimos traer al presente sentimientos positivos, no hay sitio para que afloren a la vez los sentimientos negativos; y viceversa. O unos, u otros. Cuando siento agradecimiento no puedo sentirme resentido. Precisamente una de las bases de la madurez humana es la capacidad de tender a sentir en positivo dominando la tendencia a regodearnos en lo negativo, tan ligada a la peligrosa autocompasión.

Si no le damos importancia al conocimiento de nuestras emociones, tampoco llegaremos al conocimiento de nuestras limitaciones y recursos, y acabaremos siendo refractarios al aprendizaje que da la experiencia, en este caso emocional. Y solo cuando conectamos con nuestras fortalezas y nuestras debilidades, es posible trabajar la confianza sobre pilares seguros, lo que somos de verdad con nuestras capacidades; y entre las más importantes, está la de reconocer las emociones y sus efectos positivos para conjugar la razón con nuestro lado emocional.

Los Evangelios presentan un retrato muy humano de Jesús. Sin embargo, su faceta emocional ha sido puesta en duda por no pocos que le presentan casi como un estoico o un ser hierático; por ejemplo, san Juan Crisóstomo, nada menos, fue uno de los que dijo “Cristo nunca se rio”. Afirmación tan rotunda pone en duda su misma humanidad en algo tan esencial como la emoción primaria de reírse. No pocos cristianos prefieren todavía imaginar a Cristo desprovisto de las pasiones, es decir, sin el gozo y la alegría tan esenciales en cualquier buena noticia; más aun si se trata de “la mejor Noticia”.

Jesús invitó a reír en las Bienaventuranzas (Mt 5; Lc 6), y contó parábolas que acababan en regocijo (Lc 15) Incluso a veces le reprendieron por mostrarse muy alegre (Lc 7, 34). Hay bastantes más ejemplos: a nadie que se le acusa de comilón y borracho (Mt 11, 19) se le imagina con semblante adusto y refractario a la risa. Lo que ha ocurrido es que algunos mal iluminados de la Iglesia decidieron encauzar la piedad popular desde el dolorismo que no tienen nada de Buena Noticia: a través de un discurso de permanente seriedad, arrepentimiento y dolor, la imagen de Jesús aparece como un ser capaz de sufrir mas no de sonreír. Pero no siempre fue así…

Ya existió en el mundo católico una costumbre llamada “la risa de Pascua” (risus Paschalis). Los fieles se reían durante la celebración del culto de la Pascua en algunos países del norte de Europa (al menos hasta el siglo XVI). Los propios predicadores, durante la Misa de Pascua, sí. El clero provocando deliberadamente la risa de sus fieles en el interior del templo para así celebrar la resurrección de Cristo.

Finalmente vencerá el freno a esta manifestación de alegría pascual comunitaria desenfadada cuando la religión se convierte en un asunto más privado que público, y ritos como la risa pascual quedaban fuera de lugar. Pero san Pablo preguntaba: “¿Dónde está muerte tu victoria? ¿Dónde está muerte tu aguijón?” (1Cor 15,55).

Julien Green escribe en suautobiografía cuando le rondaba la conversión al catolicismo: lo que frenaba dar el paso era la poca fe de los cristianos en la fuerza viva de sus sacramentos. “Entraba en las iglesias y observaba las caras aburridas de los asistentes. ¿Creían aquellos hombres en lo que decían creer?” Examinaba a la salida de Misa los gestos frívolos y el escritor francés resume su experiencia en una frase terrible, “Bajan del Calvario y… hablan del tiempo”.

¿Cómo nos ven ahora?, ¿qué emociones nos transparentan? Examen de conciencia emocional…

Espiritualidad , , , , , , , , , ,

La infinita abundancia del espíritu de Dios

Lunes, 30 de septiembre de 2024

IMG_1424La reflexión de hoy es de Leslye Colvin, colaboradora de Bondings 2.0, cuya biografía está aquí.

Las lecturas litúrgicas de hoy para el vigésimo sexto domingo del Tiempo Ordinario se pueden encontrar aquí.

La ley del SEÑOR es perfecta… Los preceptos del SEÑOR son verdaderos, todos ellos justos… Límpiame de mis faltas ocultas“. (Salmo 19)

Me siento honrada por cada invitación a escribir para New Ways Ministry. Como aliada, busco hablar desde lo profundo de la verdad de Dios y no tropezar con mis propios defectos. “Límpiame de mis faltas ocultas“, una línea de las lecturas litúrgicas de hoy, expresa la humildad del salmista David y el reconocimiento de su imperfección. Al igual que David, yo también oro para que Dios me limpie de mis faltas ocultas, sabiendo que el Gran Misterio Divino está más allá de lo que podemos conocer, comprender o verbalizar plenamente.

Soy consciente de que, como mujer heterosexual y cisgénero, recibo privilegios inmerecidos. Ciertamente, doy por sentado muchos de ellos. Antes de mi nacimiento, las palabras de Dios fueron distorsionadas para establecer y mantener sistemas injustos diseñados para negar la dignidad humana de mis hermanos LGBTQIA+.

Nacida en los Estados Unidos de América en un cuerpo negro, también sé cómo las Escrituras fueron distorsionadas antes de mi nacimiento para establecer y mantener sistemas injustos diseñados para negar mi dignidad humana. Desafortunadamente, sabemos bien por experiencia vivida que nuestra amada iglesia no fue ni es inmune a estas y otras injusticias. En consecuencia, nos unimos a aquellos desde tiempos inmemoriales cuyas labores por la justicia nos benefician en este momento y lugar, confiados en que nuestros esfuerzos harán avanzar la lucha para ir más allá del confinamiento de cajas predeterminadas.

Perfectas, verdaderas y justas son la ley y las ordenanzas de Dios. Reconocemos el valor aspiracional de estos ideales. Mirando hacia atrás en la historia de la salvación, vemos cómo estos términos se han utilizado para guiar a las personas de fe que buscan servir a Dios. Esto incluye a aquellos que se acercan a Dios seriamente con sus limitaciones y su hambre de conocer a Dios más íntimamente.

Lamentablemente, a menudo de manera trágica, hemos visto las mismas palabras utilizadas como arma para denunciar y negar la dignidad humana de otros, incluidos nosotros mismos y aquellos que amamos. ¿Cómo aprendemos a vivir plenamente cuando incluso nuestra iglesia y comunidad de fe pueden no apreciar la naturaleza expansiva del amor de Dios y su capacidad de ir más allá de las cajas y abrazarnos a todos nosotros, a cada uno de nosotros?

Si bien la ley y las ordenanzas de Dios son perfectas, verdaderas y justas, nosotros, como seres humanos, tenemos una capacidad limitada para comprenderlas y transmitirlas por completo. Cegados por lo que nos han enseñado a ver, podemos enorgullecernos de nuestros puntos ciegos mientras nos aferramos ferozmente a nuestras anteojeras. En algún momento, cada uno de nosotros y cada generación debemos luchar con la forma en que nuestras experiencias vividas influyen en nuestra perspectiva. ¿Qué experiencias han ampliado o minimizado el espacio de nuestro corazón? ¿Qué hemos aceptado como verdad cuando la fe o la razón nos cuestionan? ¿Cuándo hemos elegido guardar silencio por miedo o vergüenza?

IMG_7778La primera lectura litúrgica de hoy nos dice que Dios descendió en la nube para hablar con Moisés. Es intrigante considerar que ni Dios ni la nube pudieron ser contenidos. Dios humilló a Dios mismo para encontrarse con Moisés donde él estaba. Asimismo, Dios viene a nuestro encuentro donde estamos. El pensamiento es tan profundo que me da escalofríos. El Dios Altísimo nos encuentra donde estamos. El encuentro se desarrolla. No nos corresponde a nosotros controlarlo ni dirigirlo.

El escritor de las Escrituras nos recuerda la abundancia inconmensurable de Dios y del Espíritu de Dios cuando Dios comparte el espíritu de Moisés con otras 70 personas. Esto no era como preparar una comida para uno y tener 70 invitados inesperados. Está más allá de un concepto matemático. El espíritu de Moisés no se agotó. Fue como encender 70 velas con una sola llama. La luz y el calor se incrementaron sin disminuir la llama inicial.

Luego nos enteramos de que dos de los ancianos de la lista no habían estado en la tienda designada a la hora señalada. Aun así, ellos también recibieron el espíritu de Dios. Al escuchar que estos dos que estaban ausentes ahora están testificando, Josué asume una responsabilidad que no le corresponde y se queja ante Moisés. ¿Estaba Josué intentando poner a Dios en una caja? ¿Esperaba que Moisés negara la presencia del Espíritu de Dios con estos hombres? Ciertamente, Josué se sintió decepcionado cuando Moisés cuestionó sus celos y afirmó el testimonio de los otros dos.

Siglos después, Jesús se encuentra en una situación similar cuando sus discípulos se quejan de que otros predican en el nombre de Jesús. Jesús aclaró la situación respecto a los curanderos desconocidos. Al igual que Moisés, afirmó la naturaleza expansiva de Dios que no debe ser restringida ni negada.

Dos mil años después, todavía hay quienes desean controlar a Dios para servirse a sí mismos. Al hacerlo, confiados en saber que tienen todas las respuestas correctas, cierran y bloquean sus corazones a la gracia y la incertidumbre de la sorpresa.

Hoy nos acordamos de los peregrinos que viajan a Roma para participar en el Sínodo sobre la sinodalidad. Nuestros respectivos corazones caen a lo largo de un continuo de gran alcance de esperanza y deseo por las posibilidades de este momento. Del mismo modo, los corazones de los peregrinos están abiertos en diversos grados al proceso de sinodalidad. Algunos regresan a Roma con el corazón tocado por el encuentro con voces de la periferia, abiertos al Espíritu que se mueve entre ellos. Otros, sin embargo, pueden llegar con la intención de encerrar a Dios en una caja.

Sabemos que el Dios al que servimos, el Dios que nos llama por nuestro nombre, el Dios que nos libera, el Dios que nos encuentra donde estamos, no está en una caja. Independientemente de las decisiones del Sínodo, nuestro trabajo de buscar encarnar la ley y las ordenanzas de Dios continuará. Que el Dios vivo toque los corazones y las mentes de quienes participan en el Sínodo sobre la sinodalidad.

—Leslye Colvin (ella/ella), 29 de septiembre de 2024

FuenteNew Ways Ministry

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

“Luchamos por la misma causa”. 26 Tiempo Ordinario – B (Marcos 9,38-43.45.47-48)

Domingo, 29 de septiembre de 2024

IMG_7372Con frecuencia, los cristianos no terminamos de superar una mentalidad de religión privilegiada que nos impide apreciar todo el bien que se promueve en ámbitos alejados de la fe. Casi inconscientemente tendemos a pensar que somos nosotros los únicos portadores de la verdad, y que el Espíritu de Dios solo actúa a través de nosotros.

Una falsa interpretación del mensaje de Jesús nos ha conducido a veces a identificar el reino de Dios con la Iglesia. Según esta concepción, el reino de Dios solo se realizaría dentro de la Iglesia, y crecería y se extendería en la medida en que crece y se extiende la Iglesia.

Y sin embargo no es así. El reino de Dios se extiende más allá de la institución eclesial. No crece solo entre los cristianos, sino entre todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad que hacen crecer en el mundo la fraternidad. Según Jesús, todo aquel que «echa demonios en su nombre» está evangelizando. Todo hombre, grupo o partido capaz de «echar demonios» de nuestra sociedad y de colaborar en la construcción de un mundo mejor está, de alguna manera, abriendo camino al reino de Dios.

Es fácil que también a nosotros, como a los discípulos, nos parezca que no son de los nuestros, porque no entran en nuestras iglesias ni asisten a nuestros cultos. Sin embargo, según Jesús, «el que no está contra nosotros está a favor nuestro».

Todos los que, de alguna manera, luchan por la causa del hombre están con nosotros.«Secretamente, quizá, pero realmente, no hay un solo combate por la justicia –por equívoco que sea su trasfondo político– que no esté silenciosamente en relación con el reino de Dios, aunque los cristianos no lo quieran saber. Donde se lucha por los humillados, los aplastados, los débiles, los abandonados, allí se combate en realidad con Dios por su reino, se sepa o no, él lo sabe» (Georges Crespy).

Los cristianos hemos de valorar con gozo todos los logros humanos, grandes o pequeños, y todos los triunfos de la justicia que se alcanzan en el campo político, económico o social, por modestos que nos puedan parecer. Los políticos que luchan por una sociedad más justa, los periodistas que se arriesgan por defender la verdad y la libertad, los obreros que logran una mayor solidaridad, los educadores que se desviven por educar para la responsabilidad, aunque no parezcan siempre ser de los nuestros, «están a favor nuestro», pues están trabajando por un mundo más humano.

Lejos de creernos portadores únicos de salvación, los cristianos hemos de acoger con gozo esa corriente de salvación que se abre camino en la historia de los hombres, no solo en la Iglesia, sino también junto a ella y más allá de sus instituciones. Dios está actuando en el mundo.

José Antonio Pagola

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

“El que no está contra nosotros está a favor nuestro”. Domingo 29 de septiembre de 2024. Domingo 26º de tiempo ordinario

Domingo, 29 de septiembre de 2024

53-OrdinarioB26 cerezoDe Koinonia:

Números 11, 25-29: ¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo fuera profeta!
Salmo responsorial: 18: Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
Santiago 5, 1-6: Vuestra riqueza está corrompida.
Marcos 9, 38-43. 45. 47-48: El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Si tu mano te hace caer, córtatela

Una clave de comprensión para las lecturas de este domingo: «Nadie puede ser excluido del servicio que se realiza en nombre de Dios».

En medio de las tradiciones del pueblo israelita por el desierto, el libro de los Números nos presenta el relato del «reparto» del espíritu de Moisés, entre setenta miembros del pueblo. La intención es que Moisés no tenga que llevar la carga solo. Con esta decisión de Yavé, la responsabilidad queda repartida: cada uno de quienes han recibido «parte» del espíritu que estaba en Moisés debería ser profeta en el pueblo. Ahora bien, tendríamos que atenernos al contexto para intuir qué características implicaba la tarea de estos personajes.

El capítulo 11 del libro de los Números nos da cuenta de las etapas de la marcha por el desierto; la narración se centra en una dificultad que tiene el pueblo: llevan varios meses comiendo maná y ya se encuentran hastiados: «tenemos el alma seca» (v. 6), «no vemos más que maná» (v. 6b), y con esto viene la tentación de añorar el tiempo de abundancia de comida en Egipto. Por aquí podemos intuir la grave dificultad en que se halla Moisés, ¿cómo hacer para que el pueblo no siga pensando en Egipto? El desierto es el gran desafío. Detrás está Egipto, con su abundancia, pero también con su esclavitud. Hacia delante está la promesa de una tierra, una libertad, una vida digna, pero que hay que conquistar a precio de privaciones, sacrificios, esfuerzos.

El relato causa admiración porque Yavé monta en cólera… Es un recurso literario para introducir la preocupación de Moisés, que se expresa en una bella oración de intercesión por el pueblo. La solución que plantea Yavé es la adecuada: reunir setenta representantes del pueblo para repartir entre ellos el espíritu que estaba en Moisés; de esa manera la dirección, orientación y concientización del pueblo sería obligación de muchos y no sólo de Moisés.

El espíritu que se dona a todas estas personas viene a ser, entonces, profético; es decir, está en función de profetizar. Hay que asumir que esta actividad profética está orientada a ayudar al pueblo a tomar más y más conciencia del plan de Dios con ellos, a entender lo que hay realmente detrás: Egipto y su abundancia de comida pero con su esclavitud que es lo contrario al plan divino, y lo que está por delante: un desierto inevitable, desafiante, mortal, pero al fin y al cabo, un medio que es necesario asumir para poder llegar a la tierra de la libertad, tierra de promisión. A cualquier persona del pueblo que, entendiendo las cosas así, «catequizara» a sus hermanos en este sentido había que verlo como profeta «autorizado» no porque hubiera estado necesariamente en la tienda del encuentro, sino por estar en comunión con el ideal de Yavé.

Ese parece ser el caso de Eldad y Medad. Ellos no estuvieron en el momento del reparto del espíritu y sin embargo estaban profetizando. Viene la reacción de Josué, el mismo que más tarde se encargará de guiar a su pueblo en los trabajos de conquista y ocupación de la tierra prometida. Josué no entiende todavía que todo el que influya de manera positiva en la conciencia del ser hermano, debe ser considerado profeta, y por eso aconseja a Moisés que lo prohíba (v. 28). Por su parte, Moisés ha captado muy bien que en el trabajo de liberación del pueblo, todos y todas tienen una gran tarea, y responde a Josué con palabras aparentemente duras, pero que en definitiva buscan también abrir la conciencia de su ayudante: «ojalá todo el pueblo fuera profeta» (v. 29); ojalá cada uno asumiera con verdadero empeño la tarea de concientizarse y concientizar a su semejante, a su prójimo, ¿no es eso justamente lo que Dios quiere y espera? A Josué pues, no le preocupaba mucho la necesidad de que cada miembro del pueblo tuviera una conciencia bien formada para continuar hacia adelante por el desierto; le preocupaba más defender lo «oficial», lo «autorizado» por Dios en la tienda del encuentro, es decir lo «instituido», la defensa de «los derechos de Dios».

En la misma línea, nos presenta el evangelio de Marcos para este domingo, una situación semejante con los discípulos de Jesús. Apenas transmitida por Jesús la lección sobre quién es el mayor (Mc 9,33-37), se produce un incidente que tiene que ver con la exclusividad de los miembros del grupo seguidor de Jesús. Juan le cuenta a Jesús que le han impedido a un hombre expulsar demonios en su nombre porque no se trataba de uno de los miembros del grupo (v. 38). No hay una pregunta, cómo hacer en casos semejantes, qué posición asumir, etc. La respuesta de Jesús es sabia, «nadie que obre un milagro en mi nombre puede después hablar mal de mí» (v. 39), y «el que no está contra nosotros, está con nosotros». En la tarea de construcción del reino nadie tiene la exclusiva. Tal vez los discípulos no tenían claro o no recordaban que su pertenencia al grupo de Jesús fue un don de pura gratuidad; ninguno de ellos presentó ante Jesús un concurso de méritos para ser elegido; fue Jesús quien se presentó ante ellos, se les atravesó a cada uno por su camino y los llamó, aun a sabiendas de que no eran ni los mejores ni lo más representativo de su sociedad. En ese sentido también otros y otras pueden seguir siendo llamados. En cada hombre y en cada mujer Dios ha sembrado las semillas del bien; cómo y cuándo esas semillas comienzan a germinar y dar frutos, eso es decisión de cada uno. A veces nos parecemos a Juan y al resto de discípulos, nos ponemos celosos de quienes sin pertenecer a la institución hacen obras mejores que las nuestras. Y sale inevitablemente la frase: «pero ése o ésa es de tal o cual religión, o de tal o cual grupo…». Anteponemos a la vocación universal de hacer el bien y a la práctica del amor, unos intereses mezquinos y unos criterios de autoridad y de exclusividad absolutamente rechazados por Jesús (cf. Mc 9,39)

El diálogo de Jesús con sus discípulos refleja la situación de la comunidad para la cual Marcos escribe su evangelio. Una comunidad quizás muy consciente de lo que eran las exclusiones, pero al mismo tiempo en peligro de ser exclusivista, con una excusa quizás aparentemente sana: «ser o no ser de los nuestros», «ser o no ser del camino», «estar o no estar en el proceso…», y en fin otras talanqueras que pretendidamente intentan justificarse con la excusa de defender la «pureza» de la fe o del «credo» o del «orden» o, en definitiva, de «defender los derechos» de Dios.

Pues bien, cuando se cae en el extremo de «defender» a Dios, o los «derechos» de Dios, lo que se logra en definitiva es minimizar a Dios, ponerlo en ridículo ante el mundo, y la consecuencia más inmediata, la que previó Jesús y quizás la que ya se veía en la primera comunidad, era la del escándalo a los más pequeños. A Jesús le preocupan los «pequeños», no sólo los menores de edad, sino los que apenas empiezan a intuir la dinámica del reino con la subsiguiente imagen de Dios que él propone.

Con todo, a través de los siglos, los peligros de la comunidad primitiva se convierten en hechos reales: cuántos creyentes promotores del bien, de la justicia y de la paz excluidos o en entredicho sólo porque «no eran de los nuestros», cuántos Josués y Juanes empeñados todavía en «defender» una pretendida exclusividad que, por supuesto, nadie posee, con lo cual lo único que logran es escandalizar cada vez más a muchos, haciéndoles creer que Dios es tan pequeño, que puede reducirse a los estrechos límites de un grupo o de una institución, aunque sus adeptos se cuenten por millares.

Si logramos tomar conciencia de que Dios es más grande que un grupo o una institución y que en ningún momento nuestra vocación es la de defender unos supuestos derechos de Dios, sino simplemente servir, ponernos en función de construir el Reino con y desde las múltiples posibilidades que ello implica dada la insondable riqueza del mismo espíritu, entonces jamás se nos ocurrirá pensar si éste o aquél es o no es «de los nuestros», sino mejor… ¡como cooperar más y mejor con aquél o aquélla que tan bien están luchando por construir aquí el Reino! Leer más…

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

Milagros de Jesús. Desafío y riesgo del “milagro” en la iglesia y en la sociedad

Domingo, 29 de septiembre de 2024

IMG_7782Del blog de Xabier Pikaza:

He comenzado el curso de los milagros de Jesús en Marcos y en la iglesia los dos  sábados  anteriores – 1, 2 – (imagen 2). Hoy expongo el tema decisivo (en la línea del del evangelio del domingo: 29.9.24, presentando  la vida de Jesús y de iglesia en Marcos como itinerario de milagros (=milagro).

Milagro no es un acto externo de poder/dominio sobre otros, con-versión (meta-noia) del corazón, iluminación interior (Tabor, Transfiguración), en gratuidad personal y comunicación de amor a otros.

Algunos aceptaron el milagro de Jesús y le siguieron, pero otros le mataron por el “milagro” que él era, que él hacia, pues su forma de vivir y dar vida iba en contra del poder establecido  de políticos, sacerdotes y dueños de dinero, porque él era (y sigue siendo) una amenaza para los intereses de los “interesados”.

Participe quien quiera en el curso; siga si le parece el esquema que ofrezco. El milagro de Jesús (=Jesús milagro) sigue siendo un peligro para los intereses de soberbia de aquellos que “se creen” (=nos creemos)  más y quieren actuar como superiores por derecho de “superioridad” y  por dogmatismo político, estatal, social o religiosa, utilizando una propaganda tejida de mentiras.

MILAGRO Y CONVERSIÓN 1, 1-3, 12

*1, 12-13. Hay un milagro de Jesús y unos milagros  de Satán

El milagro de Jesús va  en contra de los milagros falsos de Satán, que destruyen al ser humano, prometiéndole unos beneficios  aparentes que  se oponen a la verdadera humanidad:

-Mt 4 y Lc 4 concretan los “milagros falsos” de Satanás, el diablo que destruye al hombre: Poder económico, poder político y poder religioso…

-Marcos no detalla esos falsos milagros de Satán que destruyen al hombre… sino que deja que el evangelio los vaya mostrando…Todo el evangelio es una “narración” (descubrimiento) del milagro de Jesús en contra de los “milagros destructores” de Satán

*1, 14-15: Meta- noia, cambio de corazón y milagro.

Jesús anuncia y ofrece meta-noia, cambio de mente/corazón

Este es su milagro fundamental, contra dia-nois de Lc 1, 51: Dispersó a los soberbios de dia-noia de su corazón

Contra Mc 7, 21: Del mal corazón brotan hoy dia-logismoi que son principio de todo mal. Milagro: pasar de los dia-logismoi a la metanoia

  • 1, 21-28: un endemoniado en la sinagoga. Liberar el ámbito sagrado. Enseñanza como curación1,29-31: Empezando por una mujer; curar suegra de Simón en sábado, en casa, diaconía eclesial

– 1, 32-39. Sumario: Noche de curaciones en Cafarnaúm. Pueblo de enfermos ante la casa de Simón.

– 1, 40-45: leproso en descampado; curación contra control sacerdotal (el curado no va a sacerdotes)

– 2, 1-12: curación y perdón, la fe los amigos perdona y cura; paralítico de Cafarnaúm

– 3, 1-6: curación en sábado; el hombre de la mano seca. Salud por encima del sábado/religión formal.

  • 3, 7-12. Sumario.  Enfermos a la orilla del mar

PRIMERA MISIÓN. SUPERAR LA PURA LEY. 3, 13-8, 26.

IMG_7781*- 3, 13-15. Los Doce. Institución. Primer ministerio: Envío: expulsar a los demonios(misión iglesia). Milagro, expulsión de lo demoníaco…). Superar el poder de los demonios, que tienen “colonizada” la tierra. Mito de fondo. Invasión demoníaca….

– 4, 35-41. Tempestad calmada… Paso al otro lado

–  5, 1-20: Legionario de Gerasa; curación humana, integración social.

 – 5, 21-24a.27-42: Hija de Jairo: 12 años. Curación/resurrección de la hija del archisinagogo.

– 5, 24b-34: Hemorroisa, flujo de sangre; curación y pureza de mujer

 *- 6, 1-5.Nazaret,  Sumario negativo: no pudo hacer allí ningún milagro; enfermos incrédulos de Nazaret. El milagro es la “fe” (fe en Dios, fe en la vida, fe en los demás… Fe en la Pascua de Cristo. Vivir en fe, creer, eso es el milagro

* – 6, 6b-13.31. Envío para “milagros”…. Más que para enseñar cosas… Sumario: de dos en dos, expulsar demonios, ungir enfermos… (diarquía, no monarquía). Milagros se hacen en comunión: el milagro es ir de dos en dos…

*- 6, 35-44. Primera multiplicación/alimentación, junto al lago. Enseñar y  alimentar

El milagro es la enseñanza nueva (como en 1,27: Didakhê  kainê,  nueva enseñanza). Vincular nuevo/testamento, nueva alianza, con nueva enseñanza: Enseñanza que cura/alimenta

-Par Mateo 14, 13-21): Curar y alimentar. Mc enseñar y alimentar… Enseñar para alimentar….  Para que los hombres coman (compartan los panes y los peces), nueva enseñanza… No se trata de un cambio externo, material, sino de un cambio interno, de corazón, de forma de vida.

– 6, 45-52. Paso al otro lado, hacia Betsaida (zona de Pedro…: Jn 1, 44). Milagros, suscitan oposición De nuevo Tempestad, Jesús caminando en las aguas. Resistencia al auténtico milagro.  Verdadero milagro. Caminar sobre un mar tempestuoso, pasar al otro lado. También los seguidores de Jesús, tienen que pasar sobre las aguas…

*- 6, 53-56. Sumario: los enfermos en Gennesaret. Presencia de Jesús, presencia sanadora…

-Enfermedad, los hombres en camillas…El hombre como ser que no puede andar…

– Jesús camellero: Capacitara para andar

*-7, 20-21. Curar el corazón. Lo que sale en corazón… Curación, cambio del corazón. Superar los dia-logismoi… Cambio de corazón, conversión. Antes de “provocar milagros en otros” hay que cambiar el propio corazón

– 7, 24-30: La siro-fenicia y su hija; mujer pagana y misión universal. Pan…para hijos para   perritos…

– Madre e hija: La humanidad entera

-Pan para perros, pan para hijos…. El milagro es que todos son hijos de Dios…

– El milagro es la comunicación universal, la curación universal

– 7, 31-37: curación e iniciación bautismal : el sordomudo de la Decápolis… al otro lado, en la zona del legionario de Gerasa: : Abrir oídos y boca. Curar, dar la palaba.

 – Signo sacramental …  Effeta: Tocar los oídos y la boca.

Leer más…

Biblia, Espiritualidad , , , , , , ,

29,9. Iglesia, ciudad abierta . Contra el monopolio Zebedeo (Mc 9, 38-41)

Domingo, 29 de septiembre de 2024

evangelio-de-marcosDel blog de Xabier Pikaza:

El evangelio nos sitúa en un ámbito de iglesia y en ella , en ella, Juan Zebedeo, hermano de Santiago, ha impuesto su control. De manera sorprendente, Marcos rechaza su decisión  pues rompe va en contra del espíritu de comunidad abierta que él está propugnando (Texto base: Pikaza, Evangelio de Marcos)

El texto anterior (9, 33-37) afirmaba que el más importante es para el Reino (y la Iglesia) es el niño, y se oponía al peligro de una autoridad o jerarquía impositiva. Pues bien, este nuevo texto (9, 38-41) rechaza la autoridad del grupo oficial (de los Doce) sobre el legado mesiánico de Jesús [1].

Texto

(a. Juan)38 Juan le dijo: Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos impedido, porque no nos sigue a nosotros.

(b. Jesús) 39 Jesús replicó: No se lo impidáis, porque nadie que realice en mi Nombre un gesto de poder podrá hablar luego mal de mí. 40 Pues el que no está contra nosotros está a favor nuestro.

(c. Ampliación) 41 Os aseguro que quien os dé para beber un vaso de agua en nombre de que sois del-Cristo no quedará sin recompensa [2].

Tema de fondo

 Como representante oficial de la comunidad, Juan quiere ejercer un control sobre el poder mesiánico de Jesús (que sólo ellos, los de la “buena comunidad” pueden ejercer). Pues bien, en contra de eso, fiel a todo su camino, Jesús rechaza a Juan y sigue presentando su proyecto, de un modo abierto, a todos los que quieran apelar a su “Nombre”, rompiendo así las estructuras de una iglesia “zebedea”.

Jesús no ha venido formar una secta o comunidad cerrada donde la institución deba imponerse, ni fundar un grupo oficial de realizadores de milagros. Quiere que el impulso de su doctrina (nombre poderoso) y la vida de sus discípulos pueda extenderse más allá de las fronteras de la Iglesia organizada. Por eso, los cristianos, nacidos del amor universal de Jesús, no tienen que esforzarse por mantener su identidad utilizando leyes exclusivistas. Más que el triunfo de su grupo han de querer que el bien mesiánico se extienda, es decir, que se realicen «milagros» en nombre de Jesús [3].

 9, 38. Juan: Se lo hemos impedido

38 Juan le dijo: Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos impedido, porque no nos sigue a nosotros.

 Aparece como representante de una iglesia bien establecida (con su estructura interna) y actúa en nombre de ella (se lo hemos impedido: ekôlyomen). Así aparece  como jefe de aquellos que no han entendido (o no han querido aceptar) la enseñanza anterior de Jesús. Los mismos que buscaban antes los primeros puestos quieren ahora dominar y controlar el movimiento de Jesús, quien les ha dado el poder de expandir el evangelio, expulsando a los demonios y curando a los enfermos (6, 6b-13; cf. 3, 14-15). Es normal que se organicen, para cumplir mejor su tarea. No se les puede acusar porque quieran imponer condiciones y controles, impidiendo que otros, de fuera del grupo, utilicen el nombre de Jesús (9, 38) [4].

De esa manera, según Marcos, los de Juan han querido convertirse en la primera iglesia oficial. Humanamente, en clave social, hay que darles razón. Es como si hubieran inscrito en un registro religioso este nombre, de forma que sólo ellos poseen el derecho de llamarse los del Cristo (cf. 9, 41). Lógicamente, ellos reaccionan con violencia, oponiéndose al exorcista ajeno ((se los hemos impedido: ekôlyomen auton!), iniciando así un camino de imposición que se ha vuelto normal en largos trechos de historia cristiana.

Estos cristianos de Juan pretenden la exclusiva de Jesús, quizá por identidad y egoísmo (¡este camino es nuestro!), pero quizá también por mantener la pureza del nombre de Jesús y por identidad de grupo (¡sólo nosotros lo hacemos bien!). )No tendrán razón? )Para qué sirve una Iglesia o comunidad mesiánica si hay otros que apelan a Jesús y curan a los posesos (realizan su función) fuera de ella? Pero Jesús no es como estos cristianos de Juan: acaba de pedirles que acojan a los niños en su nombre (9, 37); por eso les dice ahora que acepten a los de fuera, si emplean el nombre de Jesús para obras buenas [5].

 − Juan es  jefe del grupo Zebedeo y  necesita que la iglesia de Jesús sea una estructura clara, con una identidad propia (como otros tipos de judaísmo), con poder sobre los bienes mesiánicos. Históricamente, este Juan ha sido (tras la muerte de Jesús) un hombre de la Iglesia de Jerusalén, compañero de Roca, como supone Hch 3-4 y Gal 2, 9, un hombre de autoridad, que quiere imponer (extender) su poder no sólo en Samaria (cf. Hech 8, 14), sino también en Galilea, donde también le encontramos (probablemente), para «controlar» el despliegue de los exorcismos de Jesús

El exorcista “no comunitario” (que no forma parte de la comunidad de Juan) podría formar parte de los nazoreos de Galilea, donde han existido grupos de “cristianos” libres, personas que apelan a Jesús, pero no se integran dentro del modelo eclesial de Juan (o de Roca y los Doce de Jerusalén). Los que son como este exorcista saben que Jesús había sido profeta y sabio, sanador y amigo de marginados, gran exorcista. En esa línea, las comunidades galileas no empezaron siendo instituciones organizadas o unificadas desde arriba, como los esenios de Qumrán; no forman un rabinato de buenos escribas, ni una sociedad de creyentes con un “dogma” común, sino un movimiento de exorcistas, a quienes aquí parecen oponerse otros «cristianos» de Jerusalén (de la línea de Juan y de Roca) que quisieron aparecer como portadores de un carisma que ellos deben controlan [6].

 Lógicamente, en el momento en que Juan (el grupo zebedeo) ha querido organizarse de un modo exclusivo, con un mando unificado, han podido surgir y han surgido conflictos de competencia entre asociaciones personas que se vinculan a Jesús pero no forman parte de la comunidad oficial (zebedea) de sus discípulos. Así lo indica este relato, que refleja disputas eclesiales, centrándolas en Juan, que intenta controlar a los exorcistas galileos, como se dice que hizo en Samaria (cf. Hch 8, 14). La pregunta de fondo no es ya la disputa entre Jesús y el Diablo (como en 3, 22-30), sino la de saber «quién puede asumir y realizar la tarea mesiánica de Jesús»: si sólo los representantes de la iglesia establecida (de Juan) o también los exorcistas libres, que siguen actuando en nombre de Jesús, en Galilea, sin formar parte de esa iglesia oficial (zebedea) [7].

Es evidente que Juan actúa como autoridad eclesial, como representante de los discípulos centrales (de Jerusalén), queriendo interpretar y actualizar el proyecto de Jesús, a quien presenta como maestro (didaskale). Antes era Roca quien aparecía como Satanás/tentador de Jesús. Ahora es Juan  Zebedeo (cf. 10, 35-45) quien desea controlar con la fuerza (ha controlado ya) los exorcismos de Jesús, en nombre de una comunidad constituida como instancia de control social, oponiéndose, con otros (¿con los Doce?) al exorcista no comunitario [8].

            ¿Cómo y con quiénes lo ha hecho? ¿Quiénes son los que impedido con su  fuerza (ekolyomen) que aquel hombre siga realizando exorcismos en nombre de Jesús? El texto no lo dice, pero es claro que los de Juan han empleado algún tipo de violencia física o moral (verbal) y han conseguido lo que pretendían: ¡Se lo hemos impedido! Nos hallamos ante una de las primeras persecuciones intra-eclesiales (cuya existencia aparece clara en las disputas a las que alude Pablo en Gálatas) [9].

IMG_7745

 9, 39-40. Jesús dice no se lo impidáis: iglesia, ciudad abierta

39 Jesús replicó: No se lo impidáis, porque nadie que realice en mi Nombre un gesto de poder podrá hablar luego mal de. 40 Pues el que no está contra nosotros está a favor nuestro.

Sentido básico. Según Marcos, Jesús no ha creado un grupo de control religioso, ni quiere el triunfo de “su” iglesia en cuanto tal, en clave de poder, sino que es profeta de una gracia abierta a todos, no rabino de escuela cerrada, ni nombre sagrado de un grupo de iniciados que desean adquirir notoriedad con gestos milagrosos. Precisamente para defender sus exorcismos, él ha rechazado a familiares y escribas (Mc 3, 20-35), condenando a Roca como Satanás eclesial, cuando intentaba oponerse a su camino de entrega (8, 33). Ahora, a fin de ratificar el carácter universal de los exorcismos, debe condenar el deseo de imposición de Juan y de aquellos que quieren adueñarse de su nombre y tarea, para controlar de esa manera a los demás [10]:

 —a: Principio general: ¡No se lo impidáis! (9, 39a). Jesús rechaza así a los que han querido acallar por ley (o por fuerza) al “exorcista” ajeno. De esa forma eleva su programa de Reino por encima del control zebedeo y abre un camino de evangelio (iglesia) más allá de la cerca que quieren imponerle. Ciertamente, este Jesús de Marcos quiere que los partidarios de Roca y de Juan retomen el camino de la Iglesia en Galilea, donde el joven de la pascua les pide que vayan (cf. 16, 7-8); pero si quieren hacerlo (volver a Galilea) han de aceptar como cristianos (seguidores de Jesús) a otros exorcistas y grupos mesiánicos.

Resultaría fascinante saber quiénes eran esos exorcistas no zebedeos ni tampoco marcanos, pues parece que Marcos no se identifica tampoco con ellos, como veremos, aunque quiere que tengan libertad para apelar al nombre de Jesús al realizar sus exorcismos. Me inclinaría a pensar que pueden estar en la línea de la comunidad Q, no integrada en el grupo de Marcos, pero tampoco rechazada por él. De todas formas, se trata de un tema difícil de resolver pues, como veremos, el documento Q (cf. Lc 11, 23; Mt 12, 30) contiene una fórmula que parece opuesta a la de Marcos [11].

Razón 1ª:Pues nadie que haga en mi Nombre un acto de poder (un milagro)… (9, 39b).El Nombre de Jesús (su mensaje fundante) es mayor que la iglesia. Por eso es bueno que se extienda y actúe, que ayude a los hombres a curarse y vivir, de un modo poderoso. No es Jesús quien se pone al servicio de la iglesia sino al contrario, es la iglesia la que debe ponerse al servicio del Nombre de Jesús, es decir, de su acción liberadora.

Leer más…

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

De amigos y enemigos. Domingo 26. Ciclo B

Domingo, 29 de septiembre de 2024

vaso de aguaDel blog El Evangelio del Domingo, de José Luis Sicre sj:

Jesús enseñaba a menudo a base de frases breves, que se pueden memorizar fácilmente; por ejemplo: «El Hijo del Hombre no ha venido a llamar a los justos sino a los pecadores». Los evangelistas reunieron más tarde esas frases, agrupándolas por el contenido o por alguna palabra clave que se repetía. En el evangelio de hoy podemos distinguir las siguientes:

01.- “Quien no está contra nosotros está a favor nuestro”.

Juan le dijo:

Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.

Pero Jesús dijo:

No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros.

Juan se presenta muy ufano ante Jesús para contarle lo que han hecho con uno que echaba demonios en su nombre. Jesús, en vez de elogiar esa conducta, les hace caer en la cuenta de que han actuado de forma poco lógica: quien hace un milagro en nombre de Jesús no hablará mal de él. Luego añade una enseñanza general. Frente a la postura de ver enemigos por todas partes, enseña a ver amigos: «Quien no está contra nosotros, está a nuestro favor

            ¿Por qué han actuado los discípulos de ese modo? Si relacionamos el evangelio con la primera lectura de hoy, el motivo serían los celos. El libro de los Números cuenta que Josué, cuando se entera de que Eldad y Medad están profetizando en el campamento, lo interpreta como un ataque a la dignidad de Moisés y le pide a este que se lo prohíba. La escena recuerda bastante a la del evangelio, con el agravante de que Josué le dice a Moisés que se lo prohíba, mientras que los discípulos se atribuyen el poder de prohibir, sin contar primero con Jesús. El fallo de los discípulos radicaría en ese celo injustificado y algo mezquino.

Sin embargo, conviene tener en cuenta otra posible interpretación. Dos veces justifican los discípulos su conducta aduciendo que ese individuo «no va con nosotros». Según ellos, hay que excluir a todo el que no los acompañe.

Debemos recordar que Jesús era un predicador itinerante, acompañado de los doce, de un grupo de mujeres y de otros discípulos más. Este grupo, muy radical, había renunciado al domicilio estable, a la familia y a las posesiones. En el contexto de esta vida tan dura, de tanta renuncia para seguir a Jesús, se entiende la insistencia de Juan y los discípulos en que ese «no va con nosotros». No ha renunciado al domicilio estable, a la familia, a las posesiones, pero se permite echar demonios en nombre de Jesús.

El relato pudo tener mucha importancia para la iglesia primitiva, ya que en ella se fueron imponiendo las comunidades urbanas, en las que no se renunciaba al domicilio estable, ni a la familia y las posesiones. La tentación de los cristianos itinerantes, con su vida tan dura, era excluir a los otros, a los que «no van con nosotros». Este pasaje les enseña a comportarse con moderación y a tolerar otras formas de vida. Lo esencial no es «ir con nosotros» sino «estar a favor nuestro».

02.- “Quien os dé a beber un vaso de agua en atención a que sois del Mesías os aseguro que no perderá su paga.

El episodio anterior terminaba con la enseñanza: “Quién no está contra nosotros está a nuestro favor”. Esta frase da un paso adelante. Habla del que toma una postura positiva ante los seguidores del Mesías, simbolizada en el gesto de dar un vaso de agua.

03.- Dos trampas (dos escándalos) en el camino.

En griego, el sentido básico de “escándalo” es el de «trampa», la tendida en el suelo, que hace caer a una persona o a un animal. Si recordamos que la vida cristia­na es un seguimiento de Jesús, un caminar detrás de él, se comprenden los dos peligros de los que habla el evangelio:

a) Poner trampas a los pequeños

Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de estas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar.

Que alguien le ponga una trampa a uno de los pequeños que creen, lo haga caer y se quede descolgado del grupo que sigue a Jesús. Estas palabras resultan enigmáticas, porque no queda claro a quién se dirigen. ¿Quién puede escandalizar? ¿Un cristiano o una persona ajena a la comunidad (escriba, fariseo, saduceo, pagano)? ¿Quiénes son los pequeños que creen: un grupo dentro de la comunidad o todos los cristianos? La historia de la iglesia y la vida corriente demuestran que todos los casos son posibles. El tropiezo puede ponerlo una persona no cristiana, con sus críticas y ataques a Jesús y su mensaje. Pero también cualquier actitud nuestra, cualquier palabra, que aparta a otros del seguimiento de Jesús, de la forma de vida que él propone, cae bajo su condena.

El gran peligro del escándalo no es sólo la pornografía, las películas violentas, la droga, sino tantas cosas que se aceptan con naturalidad dentro de la Iglesia (lujo, vanidad, ambición, prestigio), incluso a los más altos niveles.

Jesús deja muy clara la gravedad del pecado al hablar de la condena que merece: ser arrojado al mar con una enorme piedra atada al cuello. Se refiere a la piedra superior del molino grecorromano, que giraba tirada por un asno, un caballo o un esclavo. Tirar al mar o al río era un castigo especialmente cruel, ya que el cadáver quedaba insepulto, algo terrible en la mentalidad judía y griega.

Estas palabras tan duras plantean un serio problema: ¿carece de perdón el escándalo? ¿No basta el arrepentimiento y la penitencia, ni siquiera de por vida? Negar la posibilidad de perdón iría en contra del evangelio. Pablo, que fue motivo de escándalo para tantos cristianos, no se tiró al mar con una piedra al cuello. Entregó su vida a propagar la fe en Jesús.

b) Ponerme trampas a mí mismo

Y si tu mano derecha te escandaliza (te es ocasión de pecado), córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga.

Y si tu pie te escandaliza (te es ocasión de pecado), córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehenna.

Y si tu ojo te escandaliza (te es ocasión de pecado), sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga.

Las diversas posibilidades las enumera Mc hablando de la mano, el pie y el ojo. Jesús ha dicho en otra ocasión que el peligro viene del interior del hombre. Ahora, esas tendencias negativas se ponen en marcha a través de lo que hacemos (la mano), del sitio al que nos dirigimos (pie), de lo que miramos (ojo). Sugerencias para hacer un examen de conciencia.

Para dejar clara la gravedad de lo que puede ocurrir, Jesús exhorta a cortar la mano o el pie, o sacarse el ojo. Estas palabras no hay que interpretarlas al pie de la letra, porque después de habernos cortado una mano y un pie, y habernos sacado un ojo, surgirían nuevas tentaciones y necesitaríamos seguir con la otra mano, el otro pie y el otro ojo. Y no entraríamos en la vida mancos, cojos y tuertos, sino ciegos y sin ningún miembro.

En el caso anterior, el castigo era sumergir en el mar; aquí, ir a parar a la gehena, «al fuego inextinguible», «donde el gusano no muere y el fuego no se apaga». La gehena como lugar de castigo se basa en la tradición apocalíptica judía; el gusano y el fuego, en unas palabras del libro de Isaías. A los pintores y a los predicadores les han dado materia abundante de inspiración, a menudo desbocada.

Reflexión final

            En pocas palabras nos da Marcos abundante materia de reflexión y de examen sobre nuestra actitud ante los demás y ante nosotros mismos: ¿excluimos a quienes no van con nosotros, a quienes consideramos que no viven un cristianismo tan exigente como el nuestro? ¿Valoramos el gesto pequeño de dar un vaso de agua, o nos escudamos en la necesidad de grandes gestos para terminar no haciendo nada? ¿Pongo obstáculos a la fe de la gente sencilla o de los menos importantes dentro de la iglesia? ¿Me voy tendiendo trampas yo mismo que me impiden caminar junto a Jesús?

 

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

Recordatorio

Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.

Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada. no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.

Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.