Me llamo Luisa Notario, soy lesbiana, feminista y activista LGTB”; así comienza la carta de presentación de Luisa Notario, la primera mujer que estuvo al frente de la principal asociación de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGTB) del País Valenciano, y que ahora se lanza a la arena política para incorporarse a la lista electoral de Compromís per València.

Según ella misma afirma, “a lo largo de mis años de activismo en el movimiento LGTB he trasladado mi vida privada a la esfera pública para contribuir a la visibilidad de las mujeres lesbianas, como herramienta imprescindible para acabar con la estigmatización y la invisibilidad que tanto daño nos hace”. Es lo que la impulsó hace 10 años a ponerse al frente de Lambda, y es lo que, entre otros motivos, la empuja a dar este paso junto con la coalición de izquierdas, verde y valencianista. Notario ha añadido: “Compromís cree en la pluralidad de la misma manera como yo he creído siempre en la diversidad; es necesario poner al frente del Ayuntamiento a personas que no se avergüencen de dicha diversidad: ya sea lingüística, étnica, o de orientación sexual. Porque en esta ciudad cabemos todos y todas”.

Finalmente, Luisa Notario ha destacado su apuesta por un cambio en el modelo de “practicar la política” por parte de las instituciones: “Me presento para integrar la lista de la ciudad de Valencia porque soy una de las que sueña con ese cambio que esta ciudad necesita; con un gobierno que escuche y dialogue con la ciudadanía, con los movimientos sociales, con la sociedad, y quiero contribuir a lograr ese cambio para tomar el timón de esta ciudad llevada a la deriva por sus actuales gobernantes.”

El apoyo a la cultura valenciana, la apuesta por la sostenibilidad, el empuje a la economía local y la participación de los movimientos sociales son los principales ejes de acción de una mujer que quiere incorporar “una manera de hacer política diferente; tengo claro que los pequeños problemas de la vida diaria necesitan grandes soluciones, porque al final, como decimos las compañeras feministas, los problemas del ámbito privado, son también públicos”.

Fuente Ociogay