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Palabra clave: ‘Fiducia Supplicans’

A vueltas con Fiducia Supplicans, sacerdotes gays y rechazos homofóbicos

Sábado, 6 de abril de 2024

IMG_3728Robert Mickens

Ensayo centrado en Fiducia Supplicans y sacerdotes homosexuales

Robert Mickens, editor de La Croix International y católico gay, escribió un ensayo sobre Fiducia Supplicans centrándose no en las parejas LGBTQ+, sino en los clérigos que ofrecen tales bendiciones, especialmente aquellos que son homosexuales. Mickens señala inmediatamente que el principal clérigo de la iglesia, el Papa Francisco, es justamente celebrado como alguien que “no nos juzga” y ha ayudado a reparar el daño causado por las enseñanzas de la iglesia sobre la homosexualidad. Pero el autor es menos digno de elogio de otros clérigos, y por eso explica:

Se podría argumentar que el nuevo documento del Vaticano sobre las bendiciones no está realmente dirigido a parejas del mismo sexo u otras personas que se encuentran en situaciones irregulares. Más bien, en realidad está destinado a quienes los bendicen: obispos, presbíteros y diáconos. Constituyen un segmento minúsculo de todo el Pueblo de Dios, pero las encuestas sugieren que muchos (algunos dicen que una gran mayoría) de nuestros sacerdotes católicos tienen una orientación homosexual. Pero no todos son iguales, obviamente”.

Con esto, Mickens quiere decir que si bien hay sacerdotes homosexuales que han aceptado su orientación sexual y la han integrado en sus vidas y ministerio, muchos sacerdotes homosexuales no lo han hecho. Algunos de los prelados más negativos hacia LGBTQ son hombres homosexuales que dejan que sus propias luchas se desarrollen de manera dañina. Por lo tanto, sostiene Mickens, no es seguro asumir que los sacerdotes homosexuales en general darían la bienvenida a Fiducia Supplicans. Pero tal vez, escribe, este sea el punto:

“Con la publicación de Fiducia supplicans, un anciano Papa jesuita de América Latina ha abierto un avispero de controversia que zumba con más furia entre el clero católico, especialmente en las altas esferas. Ha abierto el hervor de la homofobia que es tan evidente dentro de sus filas, entre hombres a quienes muchos de nosotros sólo podemos declarar: ‘Protestas demasiado‘”.

***

Sacerdote jesuita dialoga con personas en conflicto por las bendiciones

IMG_3731P. Joe Hoover SJ

Otro ensayo proviene del jesuita P. Joe Hoover, editor de poesía en America, que aborda la cuestión del consentimiento de los católicos a las enseñanzas papales, consciente de que existen diferentes niveles de autoridad e importancia. Hoover pregunta: “¿Tienes que creer todo lo que la iglesia enseña si no se alinea con la evidencia de tu propio radar teológico personal?” Ciertamente, el asentimiento a dogmas como el de la Encarnación es más fácil; aceptar cuestiones menores de ética, tal vez no tanto. A esto, Hoover ofrece sus propios problemas:

No ha sido fácil conseguir mi propio ‘credo’ sobre esta enseñanza. Me decepcionó que el Vaticano pareciera eludir todo el proceso sinodal al hacer esta declaración. Una decisión sobre un problema teológico espinoso dictada repentinamente “desde arriba” claramente socava el nuevo proceso de la iglesia de reunir aportes “desde abajo” para abordar, entre otras cosas, problemas teológicos espinosos. . .

“Por ‘¡Creo!’ no me refiero necesariamente a un instantáneo ‘¡Estoy de acuerdo!’ con lo que la iglesia dice cada vez que lo dice. Dios sabe que esos días probablemente ya pasaron. Pero cuando se trata de pronunciamientos eclesiásticos tan desafiantes, tal vez un discípulo cristiano cartesiano, atomizado, capitalista, gran hombre teórico, solitario, emprendedor, todo en mis propios términos y tardomoderno como yo pueda al menos declarar: ‘Creo que Dios está allí. Creo que la voluntad de Dios está obrando”.

Hoover recurre a la espiritualidad ignaciana como base para “escuchar atentamente las propuestas difíciles [de la iglesia], tratar de encontrar lo que es bueno, pedir aclaraciones y ser paciente con sus fallas”. Aboga por “la coherencia en la teología, la liturgia y la práctica pastoral; es importante”, pero finalmente argumenta: “Para hacer eco de lo que Gamaliel dijo al Sanedrín sobre los primeros discípulos [en los Hechos de los Apóstoles], dejemos esta declaración. Echadlo de los miedos hiperanalíticos y cismáticos de la mente. Si es de origen humano, se fragmentará y se desvanecerá. Pero si viene de Dios, nada en la tierra podrá expulsarlo”.

Finalmente, Hoover concluye con un guiño a la humildad:

Y el acto de pedir una bendición a alguien que no soy yo, buscar ayuda metafísica de un sacerdote, reconocer que hay una verdad más allá de lo que puedo formular por mí mismo: todo eso se agita contra el mismo ego impulsado y atomizado. La actitud occidental, autosuficiente y autosuficiente de “Soy mi propia iglesia” del consenso liberal tardomoderno.

“Dos personas se acercan a un sacerdote y le dicen, en efecto: ‘Sabemos que la iglesia considera pecaminosa nuestra unión. No lo aprueba ni lo respaldará. Pero de esa iglesia queremos una bendición de todos modos. ¿Por qué? Porque lo necesitamos”.

“¿Quieres fe, quieres humildad? Ahí está. Justo ahí. Credo.”

Fuente La Croix International/America

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“Fiducia Supplicans” es un desafío que ofrece grandes esperanzas y oportunidades

Jueves, 4 de abril de 2024

IMG_3184Tres líderes católicos perciben una gran esperanza y oportunidad para las personas LGBTQ+, así como para la iglesia en general, en la declaración del Vaticano de diciembre de 2023 que permitió bendiciones a parejas del mismo sexo.

En una conversación el domingo pasado organizada por New Ways Ministry, titulada “Being Blessed: The Challenge of Fiducia Supplicans,” (“Ser bendecido: el desafío de Fiducia Supplicans”), dos teólogos y un líder pastoral hablaron sobre la compleja recepción de Fiducia Supplicans, la innovadora declaración del Vaticano sobre las bendiciones.

Xavier Montecel, profesor asistente de la Universidad St. Mary, San Antonio, Texas; SimonMary Aihiokhai, Profesor Asociado de Teología de la Universidad de Portland, Oregon; y Yunuen Trujillo, Coordinador de Formación Religiosa (español) para el Ministerio Católico con Personas Lesbianas y Gays de la Arquidiócesis de Los Ángeles, resaltaron las posibilidades que este documento plantea para los católicos LGBTQ+, así como los desafíos que plantea para una iglesia que aún está en camino.

Montecel presentó tres cambios que caracterizan esta declaración. Primero, ve que la posibilidad de bendiciones representa un cambio en la bienvenida que los católicos LGBTQ+ reciben de la iglesia. Él afirmó:

“. . . [P]or primera vez se reconoce la validez de su presencia […] en nuestras comunidades. Después de la publicación de la declaración, es posible permanecer en nuestras comunidades de fe. No sólo que [las parejas del mismo sexo] están aquí, sino que ustedes deberían estar aquí, que tienen un lugar aquí. A un nivel más funcional, antes de la declaración, ningún sacerdote de la Iglesia católica podía bendecir explícitamente a una pareja del mismo sexo. Y después de la declaración, ahora cualquier sacerdote puede hacerlo con la sanción de las máximas autoridades de la iglesia”.

En segundo lugar, Montecel destacó el giro pastoral del documento como “el método del Papa Francisco en acción”. Dijo que el documento gira hacia el acompañamiento y la misericordia, al tiempo que se niega a “permitir que el ideal se convierta en enemigo del bien”. En tercer lugar, el académico subrayó el desarrollo de una teología de las bendiciones abierta a todos, particularmente en la afirmación de la declaración de que “la posibilidad de que las bendiciones sean apropiadas con o sin ciertos prerrequisitos morales”. Estos cambios, si bien son importantes, todavía dejan margen para el crecimiento. Montecel expresó su preocupación sobre “hasta qué punto este [documento] crea una especie de segunda clase teológica en la que se instalan las personas LGBTQ y otras personas en situaciones irregulares”.

SimonMary Aihiokhai situó Fiducia Supplicans dentro de un contexto teológico más amplio, argumentando que esta declaración se basa en la conciencia de la iglesia como una comunidad que no se detiene y cuyo movimiento es dirigido por el Espíritu Santo. Contrastó la teología que se centra en la estabilidad de la iglesia con la apertura al cambio guiada por el Espíritu de Fiducia Supplicans. Observó que “se ha producido un cambio sísmico, alejándose de una noción muy constante de estabilidad hacia una adopción más pneumatológica [dirigida por el Espíritu] de lectura de los signos de los tiempos”.

Esta nueva perspectiva invierte la dinámica esperada de quién aprende de quién en la iglesia, particularmente en lo que respecta a las realidades LGBTQ+. En lugar de preguntar qué deberían aprender de la iglesia los católicos LGBTQ+ en relaciones del mismo género, Aihiokhai preguntó: “¿Cómo habla el Espíritu a la iglesia a través de estas relaciones?

Yunuen Trujillo enfatizó cuánto bien sería para esas parejas y para la iglesia en general ser testigos de los católicos LGBTQ+ pidiendo y recibiendo bendiciones. Ella hizo la conmovedora pregunta: “¿Por qué es tan difícil para algunas personas dentro de la iglesia regocijarse con la idea de bendiciones para parejas del mismo sexo y otras parejas? ¿Porqué es tan dificil?” Trujillo sugirió una respuesta: “La iglesia institucional y nuestras comunidades parroquiales han estado demasiado alejadas de la experiencia vivida por los católicos LGBTQ”, defecto que esta declaración comienza a rectificar.

Trujillo también destacó cómo las parejas recibirán la gracia potencial y los beneficios espirituales de estas bendiciones:

“Ahora hay bondad en nosotros. Hay cosas buenas en nuestras relaciones, pero eso no significa que sean perfectas, ¿verdad? . . . [Todavía somos humanos, todavía tenemos muchas cosas que mejorar. Y necesitamos la ayuda de Dios y de nuestra comunidad para que nuestras relaciones prosperen. Y aquí es donde podemos venir humildemente y pedirle a Dios que nos ayude. . . . Fiducia Supplicans [afirma], pedimos humildemente una bendición para que ‘todo lo que es verdadero, bueno y humanamente válido en [nuestras] vidas’, lo que ya existe en nuestras vidas y relaciones, ‘sea enriquecido, sanado y elevado’. por la presencia del Espíritu Santo”. En el período de preguntas y respuestas, los participantes del seminario web preguntaron sobre algunas de las ambigüedades y tensiones en el documento y en su recepción”.

Al abordar algunas de las realidades pastorales de la recepción de la declaración, Trujillo señaló que la desigualdad de su recepción por parte de diferentes líderes pastorales significa que debido a que “hay todo este desorden, hay mucha gente que está resultando herida”. Ella advirtió:

“Muchos de nuestros espacios parroquiales son emocionalmente tóxicos, por lo que si alguien se acerca a un sacerdote que no ha iniciado este viaje de discernimiento sobre este tema, puede ser muy dañino. . . . Si tu sacerdote no está en este camino de discernimiento, no te arriesgues a salir lastimado, porque tenemos que amarnos a nosotros mismos antes de amar al prójimo y a Dios o al mismo tiempo”.

Al discutir la recepción global de Fiducia Supplicans, Aihiokhai, un nigeriano que enseña en los Estados Unidos, relató la animada aunque a veces difícil conversación que ocurre en África entre obispos, religiosos, trabajadores pastorales y teólogos sobre cómo entender la declaración. Relató cómo los miembros de la Red Católica Panafricana de Teología y Pastoral (Pactpan) han estado teniendo “una conversación muy confusa” desde la publicación del documento en diciembre, pero argumentó que “esta conversación es mejor que no tenerla en absoluto”. Algo está pasando y es bueno. Es desordenado y lo bello siempre es desordenado”.

A pesar de estos desafíos, todos los panelistas expresaron su esperanza de que esta declaración haya abierto puertas para una mayor acogida y acompañamiento pastoral de los católicos LGBTQ+ en la iglesia. Como explicó Trujillo:

Aquí hay gracia y quizás haya algo nuevo que el Espíritu Santo está tratando de decirnos y a lo que no hemos prestado atención. Por eso mi esperanza es que este no sea un documento final, sino un documento dentro de una serie de documentos que aparecerán a lo largo de ese viaje que, con suerte, terminará en celebración. Esa es mi esperanza. No creo que este sea un viaje que podamos controlar. No es un viaje que el Papa pueda controlar. Este es el viaje del Espíritu Santo y no se puede detener al Espíritu Santo”.

Una grabación del seminario web de 1 hora ya está disponible en el sitio web del Ministerio New Ways. Para verlo, haga clic aquí.

—Brian Flanagan (él/él), Ministerio New Ways, 1 de marzo de 2024

Fuente New Ways Ministry

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La “Fiducia Supplicans” está comenzando, no terminando, el diálogo entre la Iglesia, dicen los teólogos

Lunes, 18 de marzo de 2024
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Gran parte de la cobertura informativa inicial sobre Fiducia Supplicans, la declaración del Vaticano que permite bendiciones para las llamadas parejas “irregulares”, se centró en cómo estaban respondiendo los obispos: quiénes la acogieron con agrado, qué conferencias episcopales se resistieron, etc. Ahora, dos meses después, los teólogos ofrecen análisis más detallados de la declaración y sus implicaciones. La publicación de hoy presenta ideas de teólogos recopiladas durante las semanas anteriores.

IMG_3331SimonMary Aihiokhai, teólogo de la Universidad de Portland, Oregón, escribió en el National Catholic Reporter que la declaración se extiende más allá de la cuestión de las relaciones LGBTQ+. A través de Fiducia Supplicans, el Papa Francisco continúa sus esfuerzos por dar la bienvenida a “aquellos que han sido otrizados porque no encajan perfectamente con las expectativas canónicas y teológicas habituales”. La declaración, según Aihiokhai, es una invitación a todas las personas a someterse más plenamente al Espíritu Santo y ofrecer una amplia acogida:

“[L]a bendición no se trata de evidencia de perfección. Más bien, es una declaración de fe de que la gracia perdurable de Dios todavía está presente, incluso en aquellas situaciones que tal vez no comprendamos completamente. La fe evoca en nosotros la convicción de que a través de nuestra comunión en Cristo, todos daremos los frutos del Espíritu en el mundo y unos hacia otros. Por lo tanto, se puede argumentar que la bendición es en sí misma una forma de sumisión al Espíritu Santo, quien puede crear un giro hacia el discernimiento para la armonía de nuestras vidas y el amor por la vida abundante de Dios. . .

“[D]ebemos dar la bienvenida a esta apertura de la iglesia a las parejas del mismo sexo como una que nos ofrece la oportunidad de encarnar un espíritu de discernimiento, al tiempo que apoyamos a aquellos en tales relaciones para que vivan plenamente sus vidas como hijos de Dios para que puedan experimentar auténticamente una vida abundante. Ya sean relaciones heterosexuales o entre personas del mismo sexo, ninguna relación puede ser saludable sin el apoyo de la comunidad. En este caso, el papel de la iglesia es fundamental para mediar los caminos de vida de las parejas del mismo sexo. Al apoyarlos, la iglesia ritualiza su creencia de unidad en Cristo”.

(Aihiokhai fue panelista en el seminario web del Ministerio New Ways, “Ser bendecido: el desafío de Fiducia Supplicans”, ayer. Una grabación estará disponible pronto. Para obtener más información sobre una grabación, haga clic aquí).

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Lisa Sowle Cahill, teóloga del Boston College, describió la declaración de bendiciones como “una solución pastoral que permite a los católicos y a los líderes católicos en diferentes contextos afirmar el documento de forma selectiva”. Sin embargo, ella intervino sobre las divisiones eclesiales que se han desarrollado, escribiendo para Outreach:

Nosotros, los ‘occidentales’, debemos respetar otras culturas y estar dispuestos a recibir críticas y advertencias sobre nuestras convicciones y prácticas profundamente arraigadas en torno a los roles de género y las normas sexuales, como en otros asuntos. Debemos respetar a quienes creen sinceramente que las enseñanzas de la iglesia los obligan a oponerse a muchos avances para las personas LGBTQ que nosotros, en Occidente, damos por sentado. Debemos colaborar con ellos de manera constructiva y amistosa siempre que sea posible”.

Aún así, Cahill afirma que las diferencias sobre las bendiciones no deberían perjudicar el testimonio católico de los derechos humanos LGBTQ+, y alienta a la próxima asamblea del Sínodo sobre la Sinodalidad en octubre de 2024 a asumir esa tarea.

IMG_1855Ish Ruiz, un teólogo gay latino de la Universidad Emory, dijo que su respuesta a la declaración fue “una alegría increíble”. Sin embargo, se mostró ambivalente acerca de las formas en que las bendiciones “se formulan como una forma de ayudar a las personas LGBTQ+ con sus estilos de vida pecaminosos”, pero se centró en lo positivo. La NCR  informó:

“Incluso con esa decepción, Ruiz alentó a las parejas del mismo sexo a acercarse a sus sacerdotes para recibir una bendición.

“La fe católica, más que un conjunto de documentos, está realmente contenida en las experiencias vividas por los fieles”, dijo Ruiz.

“‘Tengo la esperanza de que los fieles en la práctica probablemente continúen haciendo lo que han estado haciendo todo el tiempo, que es ignorar estas enseñanzas que afirman’ que ‘nuestro amor es de alguna manera menor‘, dijo”.

IMG_2300Brian Flanagan, teólogo gay y miembro principal del New Ways Ministry, describió a Fiducia Supplicans como “un gran, pequeño paso adelante”. Flanagan enfatizó “profundas implicaciones pastorales para los católicos de todo el mundo”, incluso con los límites de la declaración. Le dijo a NCR:

“‘No estamos en un punto en la Iglesia católica en el que podamos tener algún tipo de enfoque y consenso sobre cómo responder oficialmente al matrimonio entre personas del mismo sexo todo el tiempo. Pero creo que esto realmente proporciona mucha libertad para que las personas más cercanas a la gente en el terreno utilicen su mejor criterio pastoral para asegurarse de que las personas sepan que son amadas y bienvenidas en la iglesia‘”.

IMG_3337Mary Hunt, cofundadora de la Alianza de Mujeres para la Teología, la Ética y los Rituales (WATER), afirma que la declaración “destruyó” cualquier concepción de que la iglesia se estaba volviendo más inclusiva a través del proceso sinodal. En su ensayo, se muestra bastante negativa acerca de Fiducia Supplicans al leerla como un ejercicio del poder papal. Ella escribe, en parte:

Fiducia Supplicans es una prueba de Rorschach para una iglesia profundamente conflictiva. Algunos están encantados de que personas del mismo sexo finalmente puedan recibir una bendición de un sacerdote ordenado. Otros, incluidos muchos obispos africanos (con excepción de los del norte de África) han rechazado la directiva de plano por considerarla herética. Por muy complicado que sea todo esto, las bendiciones son poca cosa en comparación con los desafíos a la autoridad papal por parte de los conservadores y el enigma de los decretos papales para los progresistas. . .Así que la nueva declaración sobre las bendiciones no es un paso adelante en el catolicismo, donde el ánimo anti-LGBTQI+ es una leyenda”.

IMG_3338 P. Joseph Loïc Mben, SJ, especialista en ética del Instituto Teológico de la Compañía de Jesús de Camerún, reconoce que la declaración es de hecho un avance en la tradición católica, como ha sucedido anteriormente en la historia de la Iglesia. Aunque el documento mantiene una valoración negativa de las relaciones entre personas del mismo sexo, el sacerdote escribe en La Croix  que la Fiducia Supplicans no es un fin, sino la apertura a un proceso continuo:

El desarrollo no es nuevo en la Iglesia, pero debe realizarse de manera coherente con la Tradición. El teólogo estadounidense John T. Noonan propone el siguiente criterio como guía para el desarrollo doctrinal y moral: ‘Que vuestro amor abunde cada vez más, y cada vez más en intuición y plena comprensión, para discernir lo que es mejor’ (Fil 1, 9 -10 a). Así, para el apóstol Pablo, el crecimiento del amor va acompañado de un crecimiento del intelecto y del discernimiento. . .

“Me parece necesario precisar que este texto es una declaración que constituye una primera posición adoptada por la Iglesia oficial ante una nueva situación. Por tanto, no es una opinión definitiva al respecto. Podemos tratarlo como un juicio prudencial que simplemente implica tomar nota de él incluso si no necesariamente estamos de acuerdo con los detalles expresados”.

IMG_3340Massimo Faggioli, teólogo e historiador de la iglesia de la Universidad de Villanova, publicó análisis en Commonweal y La Croix International que se centraron en la relación de la declaración con la sinodalidad. En La Croix, Faggioli sostiene que el “carácter sinodal” de la declaración de bendiciones es “muy discutible”, en parte debido a cómo se desarrolló y cómo se ha recibido (o no). Faggioli precisa que la oposición de los prelados africanos plantea nuevas cuestiones. En un momento, escribe en un punto directamente relevante para la inclusión LGBTQ+:

“[L]as a estas alturas se debe explicar por qué a África se le puede dar una exención en este tema mientras que a Alemania u otro país no se le puede dar una en otras cuestiones. El hecho es que el camino de la Iglesia Católica en este siglo no es sólo de conversión sinodal, sino de una conversión sinodal dentro de un proceso convulso de globalización del catolicismo. Esto ha sido muy visible durante el pontificado de Francisco y especialmente desde la publicación de Fiducia supplicans. En el mapa mundial del catolicismo actual no sólo hay culturas extremadamente diversas en materia de sexualidad, LGBTQ y género. También hay eclesiologías vividas de manera muy desigual. La sinodalidad exige una dinámica diferente para asegurar la participación de los distintos componentes eclesiales en la producción y recepción de la enseñanza de la Iglesia. . .Pero algunos de los obispos, como el cardenal Ambongo, aparentemente todavía conservan una voz, un voto y un poder de veto que otros obispos y otros miembros de la Iglesia no tienen”.

En Commonweal, un punto que señala Faggioli es cómo Fiducia Supplicans puede impactar la asamblea del Sínodo de octubre:

En cuanto a Fiducia supplicans y el Sínodo: la cuestión fundamental es si, y cómo, Fiducia supplicans y su recepción afectan la posibilidad de consenso sobre temas delicados en la segunda asamblea de octubre. Quizás Fiducia supplicans sea la manera que tiene Francisco de decirnos que sólo el Papa, no el Sínodo, está a cargo, o que sólo el Papa puede tomar medidas cuando no hay consenso sobre los temas más delicados”.

Finalmente, algunos otros teólogos y pensadores que han opinado sobre Fiducia Supplicans incluyen: el Fr. Agbonkhianmeghe Orobator, SJ; Michael Sean Winters; Austin Ivereigh; y Shmuly Yanklowitz.

—Robert Shine (él/él), Ministerio New Ways, 26 de febrero de 2024

Fuente New Ways Ministry

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P. Dan Horan: “Fiducia Supplicans” es un paso pequeño e importante hacia la visibilidad LGBTQ+

Martes, 5 de marzo de 2024
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IMG_2919P. Daniel Horan

Para el franciscano P. Daniel Horan, Fiducia Supplicans, la declaración del Vaticano que permite bendiciones para parejas del mismo sexo, es un paso pequeño, pero importante, hacia la visibilidad LGBTQ+ en la iglesia.

Horan, teólogo y columnista del National Catholic Reporter, reconoce que “la mayoría de la gente ha abrazado la declaración positiva y bastante práctica” sobre las bendiciones para las parejas “irregulares”. Lo alaba:

Aunque el gesto puede ser pequeño, la publicación de Fiducia Supplicans señala un alejamiento importante del status quo de borrado y deshumanización. Quizás esta declaración sea suficiente reconocimiento, visión y contemplación de las personas LGBTQ+ para que, con el tiempo, la comunidad de fe en general (de la cual los católicos LGBTQ+ son igualmente parte) pueda abrirse para aprender más sobre ellas y de ellas.

“Que muchas personas LGBTQ+ se sientan vistas y reconocidas ahora por los líderes de su comunidad religiosa es algo muy bueno. Quizás sea el comienzo de algo más, pero mientras tanto es al menos un pequeño reconocimiento de la plena dignidad, valor y humanidad de las personas LGBTQ+”.

Horan divide a los críticos de Fiducia Supplicans en “dos categorías generales”. En el primero están los críticos del documento que temen que el permiso para tales bendiciones cause confusión sobre si las parejas del mismo sexo pueden casarse, y entre ellos se encuentran obispos de África y Europa del Este. El segundo grupo, sin embargo, son los críticos que Horan considera más peligrosos porque temen incluso el simple reconocimiento de que las personas LGBTQ+ existen:

“… [E]parece que hay quienes están enojados porque se reconoce que las personas LGBTQ+ existen en el mundo. Esta frustración homofóbica se encuentra más comúnmente en las redes sociales y en comentarios anónimos en Internet, pero otros han hecho público su descontento.

“Algunos parecen redoblar el lenguaje más incendiario y pastoralmente insensible (por no mencionar teológicamente dudoso) que ha aparecido en documentos católicos sobre las personas y el ministerio LGBTQ+ a lo largo de los años”.

Para Horan, lo que precisamente hace que Fiducia Supplicans sea significativo, y también sospechoso a los ojos de algunos críticos, es que reconoce la humanidad de las personas LGBTQ+. Horan explica:

“En otras palabras, lo que no ha recibido mucha atención en estas últimas semanas es la importancia de que las personas LGBTQ+ finalmente sean vistas y reconocidas por la iglesia institucional. Durante mucho tiempo, las formas en que se ha descrito o abordado, a menudo in absentia, a las personas LGBTQ+, ya sean solteras o en pareja, se han hecho de manera inherentemente deshumanizante.

“En la iglesia, las personas queer y el amor queer han sido borrados tanto por malentendidos como, a veces, por intolerancia abierta. Los debates sobre si los documentos oficiales de la iglesia, como los del sínodo sobre la sinodalidad, podrían o no utilizar el acrónimo “LGBTQ+” reflejan en sí mismos el fuerte deseo de algunas personas de seguir negando la existencia y las experiencias de las personas queer.

“Y esta es una de las razones por las que Fiducia Supplicans es particularmente significativa. Para poder declarar que quienes mantienen relaciones entre personas del mismo sexo pueden y deben recibir bendiciones de los ministros de la iglesia si así lo solicitan, ¡primero se debe reconocer que esas personas realmente existen en el mundo!”

Horan sostiene que la negación pasada y actual de la iglesia hacia las personas LGBTQ+ es “ignorancia deliberada en su peor expresión”, afirmando:

“Creo que las dinámicas anteriores han provocado un círculo vicioso de ignorancia en la iglesia cuando se trata de personas LGBTQ+. El mensaje amplio ha sido “No eres bienvenido aquí” o incluso “No reconocemos tu existencia o experiencia”, lo que, con razón, ha llevado a muchos miembros de la comunidad LGBTQ+ a cerrarse y marcharse”.

Debido a los temores de la iglesia institucional, muchos católicos se han perdido todas las alegrías de la comunidad LGBTQ+, lo que perpetúa el ciclo de incomprensión y exclusión. Sin embargo, Horan cree que Fiducia Supplicans es un pequeño paso hacia la comprensión y el reconocimiento. Él concluye:

No quiero exagerar ni la intención ni el impacto de Fiducia Supplicans. Es un movimiento muy pequeño que no cambia mucho sustancialmente. Siempre podríamos bendecir a las personas, tal como bendecimos tantas otras cosas en el mundo. La iglesia no ha ajustado su comprensión de quién puede ser admitido en un matrimonio sacramental. . .

“Que muchas personas LGBTQ+ se sientan vistas y reconocidas ahora por los líderes de su comunidad religiosa es algo muy bueno. Quizás sea el comienzo de algo más, pero mientras tanto es al menos un pequeño reconocimiento de la plena dignidad, valor y humanidad de las personas LGBTQ+”.

—Sarah Cassidy (ella/ella) y Robert Shine (él/ella), New Ways Ministry , 8 de febrero de 2024

Fuente New Ways Ministry

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Munilla a lo suyo con sus obsesiones… pide explícitamente la retirada de ‘Fiducia Supplicans’

Lunes, 4 de marzo de 2024
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IMG_3296La compara la declaración vaticana con el apoyo de la Ortodoxia Rusa a Putin

“Ante tanto caos generado, tenemos suficientes signos para concluir que la solución es rectificar; es decir, retirar ‘Fiducia Supplicans’, señala el obispo de Orihuela-Alicante

“Eso sí, al Metropolita del Patriarcado Ruso, nos atrevemos a pedirle que aplique la misma coherencia para condenar la invasión de Putin a Ucrania, por apartarse de la moral cristiana, perpetra en ‘X’ el polémico prelado

Ante tanto caos generado, tenemos suficientes signos para concluir que la solución es rectificar; es decir, retirar ‘Fiducia Supplicans'”. El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, no se esconde, y pide directamente a la Santa Sede (y, por elevación, al Papa que firmó la validez de la declaración de Doctrina de la Fe) la retirada del texto que permite las bendiciones no sacramentales de parejas ‘irregulares‘.

En su púlpito de ‘X’, el polémico prelado -junto a Jesús Sanz, los dos principales arietes de la oposición hispana al Papa Francisco- lamenta el “caos generado” por la declaración vaticana, considerando que “era suficiente el ‘responsum’ del año 2021“, el que impedía cualquier tipo de bendición a las uniones homosexuales.

En un paso más hacia la deriva, Munilla compara la polémica con Fiducia con el apoyo del Patriarcado Ortodoxo de Moscú a la invasión rusa de Ucrania,mezclando este tema con el de las uniones gay, y utilizando la captura de pantalla de una noticia en la que la Iglesia Ortodoxa Rusa “condena” la declaración papal “por apartarse de la moral cristiana”.

“Eso sí, al Metropolita del Patriarcado Ruso, nos atrevemos a pedirle que aplique la misma coherencia para condenar la invasión de Putin a Ucrania, por apartarse de la moral cristiana, culmina Munilla, que parece otorgarle más autoridad a Kirill que a Francisco.

Fuente Religión Digital

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La Iglesia Ortodoxa Rusa condena Fiducia Supplicans por apartarse de la moral cristiana

Sábado, 2 de marzo de 2024
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IMG_3303Hilarión Alfeyez

La semana pasada se celebró por videoconferencia una reunión plenaria de la Comisión sinodal Bíblica y Teológica de la Iglesia Ortodoxa Rusa, presidida por Hilarión Alfeyez, Metropolitano de Budapest y Hungría. En el orden del día figuraba, por deseo del Patriarca Kirill, el análisis de la declaración Fiducia Supplicas del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Uniéndose a la fachosfera de todas las confesiones religiosas, afirma que el texto vaticano es un golpe de muerte al ecumenismo entre católicos y ortodoxos

Según informa el Patriarcado de Moscú, el punto principal del orden del día de la reunión fue la discusión del texto de la declaración “Fiducia supplicans”, adoptada por la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Iglesia Católica Romana. La orden de analizar el documento fue dada a la Comisión Teológica Bíblica sinodal por Su Santidad el Patriarca Kirill de Moscú y de toda Rusia.

La reunión comenzó con el discurso inaugural del metropolitano Hilarion, en el que hizo una breve reseña de las direcciones actuales del trabajo de la comisión, y también informó sobre las tareas que debían resolverse en el marco del pleno.

Los participantes en el encuentro expresaron sus posiciones sobre el contenido teológico de la declaración “Fiducia supplicans”, que por primera vez en la historia de la Iglesia católica propone formas de bendición de las “uniones entre personas del mismo sexo”. Los miembros de la Comisión Teológica Bíblica sinodal fueron unánimes en que esta innovación reflejaba un marcado alejamiento de la enseñanza moral cristiana.

El Metropolita Alfeyev ya advirtió el pasado mes de diciembre que Fiducia Supplicans anula cualquier posibilidad de unión entre su Iglesia y Roma.

Los resultados del trabajo de la Comisión Teológica Bíblica sinodal sobre este tema se enviarán para su consideración a Su Santidad el Patriarca Kirill de Moscú y de toda Rusia.

La Comisión Teológica Bíblica Sinodal es el organismo teológico y doctrinal del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Creada el 28 de diciembre de 1993,  es sucesora de la Comisión del Santo Sínodo para la Unidad de los Cristianos (creada en 1979), que, a su vez, fue sucesora de la Comisión de la Iglesia Ortodoxa Rusa sobre Relaciones Intercristianas (creada el 28 de agosto de 1960).

Fuente Agencias

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“Fiducia Supplicans: los que comen con las manos limpias”, por Leandro Gaitán

Miércoles, 31 de enero de 2024
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IMG_2484“¿No es una monstruosidad bendecir a la tripulación de un bombardero nuclear para que tenga éxito en su misión?

Para muchos laicos, sacerdotes, obispos y cardenales, dicha declaración es una suerte de puerta abierta al mismísimo Averno (las redes sociales son un testimonio lapidario de tales reacciones)”

Ante semejante conmoción, no puedo evitar recordar cuando, en el año 1945, el padre George Zabelka bendijo a la tripulación del Enola Gay y del Bockstar para que tengan éxito en su misión: arrojar sendas bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki”

“Los laicos y sacerdotes que ahora juntan firmas en Change.org para hacer lobbismo mediático contra el Papa Francisco y presionarle para que anule FS (como si la Iglesia fuera una democracia y no una institución jerárquica), ¿dónde estaban en aquel momento?”

“Cuando alguien se horroriza fácilmente con los pecados ajenos nunca está demás responderle con un ‘tu quoque’ (tú también) o dicho de manera coloquial, ¿y por casa cómo andamos?”

Recuerdo que hace algunos años, cuando redactaba mi tesis doctoral, estudié el surgimiento de la llamada generación Beat, un movimiento contracultural formado por jóvenes que se revolvían, entre otras cosas, contra el moralismo hipócrita de la sociedad estadounidense de aquellos años (50’ y 60’). Una sociedad en la que una joven podía ser señalada y criticada si utilizaba una falda un poco más corta de lo “permitido” o en la que se retiraba el saludo a una pareja de novios que decidía convivir antes del matrimonio.

Una sociedad que, no obstante, aplaudía como foca la frenética carrera armamentista, las carnicerías humanas de Corea y Vietnam o que perdía la compostura si una persona de color no cedía el asiento a una persona blanca en el autobús (porque muchos estaban a favor de la segregación racial). Eso sí, una sociedad que, al mismo tiempo, jamás faltaba a los servicios religiosos los días domingos.

Con similar perplejidad “beat” contemplo la forma escandalosa con que han reaccionado algunos sectores de la Iglesia por la declaración Fiducia Supplicans(desde ahora, FS). Para muchos laicos, sacerdotes, obispos y cardenales, dicha declaración es una suerte de puerta abierta al mismísimo Averno (las redes sociales son un testimonio lapidario de tales reacciones).

Ante semejante conmoción, no puedo evitar recordar cuando, en el año 1945, el padre George Zabelka bendijo a la tripulación del Enola Gay y del Bockstar para que tengan éxito en su misión: arrojar sendas bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. No eran una pareja, eran un grupo. Según parece, se puede bendecir a un grupo que se une para utilizar armas de destrucción masiva contra población civil.

Y también se pueden bendecir armas, aunque recientemente el Papa Francisco recomendara dejar de hacerlo (¡otra vez el progre y buenista de Bergoglio metiendo sus narices donde nadie le llama!). No tengo noticias de que ese acontecimiento haya generado peticiones tan airadas al entonces Papa Pío XII para que se prohibieran ese tipo de bendiciones. No tan airadas como las que generó FS. Según declara el mismo padre George Zabelka: “Que yo sepa, ningún cardenal ni obispo estadounidense se opuso a estos bombardeos masivos. El silencio en estos asuntos resulta ser aprobación”.

IMG_2480¿Dónde estaban los conservadores en aquel momento para oponerse a semejante monstruosidad? ¿O no es una monstruosidad bendecir a la tripulación de un bombardero nuclear para que tenga éxito en su misión (más aún en un contexto de guerra no-nuclear)? Pues eso aconteció antes del rupturista, discontinuista y cuasi-cismático Concilio Vaticano II (perdón por la ironía). Sospecho entonces que, para los que todavía guardan cierta nostalgia de aquellos tiempos pretéritos, la bendición del padre Zabelka estuvo de maravillas, no así —faltaría más— las bendiciones que permite FS.

También recuerdo que, en el año 1999, el Papa San Juan Pablo II besó solemnemente el Corán delante del imán chiíta de la mezquita de Khadum. Pregunto entonces: si permitir la bendición de parejas irregulares o del mismo sexo es una forma de aprobación, el beso solemne del Corán por parte del Santo Padre, ¿no fue también una especie de aprobación?

Quizás algún lector pensará que estoy incurriendo en falsa analogía, o para decirlo de otra manera, que estoy mezclando “churras con merinas”. Pues no me parece una comparación desacertada. Vamos unos años más adelante. En 2006 el Papa Benedicto XVI bendijo a los exponentes de las comunidades musulmanas de Italia y a los embajadores de los países de mayoría islámica acreditados ante la Santa Sede. Sus palabras fueron éstas: “¡Que el Dios de la paz os llene con la abundancia de sus bendiciones, al igual que a las comunidades que vosotros representáis!”.

¿Fue una bendición litúrgica o de corte pastoral-informal (según el distingo de FS)? Entiendo que fue una bendición pastoral. Los musulmanes que, por su misma condición, no reconocen a Jesucristo como segunda persona de la Trinidad (habiendo tenido, en muchos casos, la posibilidad de conocer el cristianismo), ¿viven o no en pecado? ¿Se puede bendecir una comunidad que no manifiesta ninguna intención de arrepentimiento por negar la divinidad de Jesucristo, ni mucho menos, de conversión al cristianismo? Pues parece que sí se puede, al menos sí de manera informal.

A pesar de eso me pregunto: ¿dónde estaban los conservadores para rechazar en masa la bendición de musulmanes? ¿dónde estaban las Conferencias Episcopales de África para oponerse al Papa Benedicto XVI por bendecir a miembros de una religión que, aún hoy, persigue, secuestra, tortura y asesina masivamente a los cristianos en distintas regiones de aquel continente (y fuera también)? ¿por qué nadie alzó la voz para advertir que un católico no puede besar un libro que legitima toda forma de violencia contra los “infieles” (es decir, contra los mismos católicos)? Qué es más “pecaminoso”, ¿rechazar la divinidad de Jesucristo y combatir a quienes la afirman, o ser homosexual, reconocer la divinidad de Jesucristo y pedir una bendición informal para que el mismo Señor Jesucristo le otorgue su ayuda?

Hago aquí un breve paréntesis para aclarar que no es mi intención emitir juicios de valor sobre el actuar de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, sino poner en evidencia una contradicción o, por qué no decirlo con todas las letras, una hipocresía. De lo hecho por estos papas, podría decirse que un gesto de caridad no conlleva la aceptación del error.

Ejemplos en sintonía con los recién mencionados hay para hacer dulce. Recordaré uno más. Las bendiciones de narcotraficantes, mafiosos y delincuentes de toda índole. En 1991, el padre Rafael García Herreros bendijo al narco-criminal Pablo Escobar Gaviria y a su séquito de sicarios. Fue otra bendición en grupo, no en pareja. Todos asesinos que fueron bendecidos a pesar de no dar señales de arrepentimiento por el mal cometido y de perseverar en su conducta nefanda. Sí, hablo de Pablo Escobar Gaviria, el mismo que apenas dos años antes, había ordenado hacer estallar un avión de Avianca en pleno vuelo para asesinar a un candidato presidencial. No hubo sobrevivientes de aquel atentado (110 fallecidos).

Otra vez pregunto: ¿estaba el padre García Herreros aprobando solapadamente el actuar de esos criminales con su bendición? Los laicos y sacerdotes que ahora juntan firmas en Change.org para hacer lobbismo mediático contra el Papa Francisco y presionarle para que anule FS (como si la Iglesia fuera una democracia y no una institución jerárquica), ¿dónde estaban en aquel momento? ¿dónde estaban todos los que hoy actúan como auténticas estrellas del lobby “anti-Bergoglio” en las redes sociales para gritar a voz en cuello que esa bendición grupal era inaceptable? Insisto, podría seguir con la casuística ad infinitum. No quiero meterme, por ejemplo, en el oscuro terreno de la política. Bendiciones y comuniones concedidas a dictadores, líderes y miembros de grupos terroristas, etc., en la mayoría de los casos sin que esta gente muestre signos de arrepentimiento ni abandone sus actividades delictivo-criminales.

IMG_2485No puedo evitar experimentar perplejidad “beat” al observar cómo aquellos que callaron ante las situaciones recién descriptas, hiperventilan al pensar que una pareja en situación irregular o del mismo sexo pueda acercarse al despacho parroquial para pedir una bendición e invocar la asistencia de la Gracia. Se parecen a los ortodoxos rusos quienes, por boca del Obispo Hilarión Alfeyev, han afirmado que, a causa de FS, ya no será posible “esperar una futura unidad entre católicos y ortodoxos”.

Sí, ha leído correctamente, lo afirmaron los ortodoxos rusos, que han bendecido submarinos nucleares con misiles balísticos intercontinentales y plataformas de lanzamiento de misiles nucleares desde tierra que podrían convertir una ciudad con millones de habitantes en un páramo infernal sin posibilidades de supervivencia siquiera para las cucarachas. Sin ir más lejos, el patriarca ortodoxo ruso Kirill dijo, el pasado mes de octubre, que las bombas y las ojivas atómicas rusas están bajo la protección de San Serafino de Sarov. ¡Menos mal! Muy tranquilos estarán ahora sus potenciales víctimas sabiendo que, eventualmente, serán borrados de la faz de la Tierra por misiles que se encuentran bajo la protección del santo ruso. Si estas absurdidades no fueran hechos reales, pensaría que son bromas típicas de un 28 de diciembre.

Continúo con mi perplejidad “beat”. Una perplejidad que asume dimensiones mastodónticas cuando pienso en los pecados cometidos “de la cintura para arriba”. Cuando pienso, por ejemplo, si puede un sacerdote bendecir a un comunista, a un fascista o a un capitalista recalcitrante. Sí, también leyó bien, a un capitalista de esos que comulga de rodillas, pero luego te quiere convencer de que está muy bien que una multinacional instale una fábrica en un pueblo perdido de Honduras, para contratar gente a la que hace trabajar 12 hs. por día (de lunes a lunes) produciendo polos que la empresa vende a 60 € en Madrid, Berlín o Londres, mientras les paga (a esos “empleados”) 1 € al mes. Vuelvo sobre lo mismo: parece que es correcto bendecir a gente que defiende y promueve ideas/políticas que justifican, de diferentes maneras, el abuso desmedido de poder sobre otros (frecuentemente en condiciones de vulnerabilidad extrema). ¿Será que me estoy fijando en menudencias? ¿Será que, a fin de cuentas, lo único importante es que sean heterosexuales?

Mi perplejidad “beat” alcanza cotas insospechadas cuando observo que, el gran escándalo de FS, parece deberse a que se mete en un tema de índole sexual. Recuerdo, en este sentido, las reacciones que provocó en su tiempo la publicación de la encíclica Humanae Vitae del Papa Pablo VI. Humanae Vitae y Fiducia Supplicans son, probablemente, los dos documentos del post-concilio que mayor cantidad de reacciones negativas han provocado. En el primer caso, por parte del sector “progresista” y en el segundo caso, del sector “conservador”.

Difícilmente se puedan encontrar documentos o situaciones en la historia reciente de la Iglesia que hayan generado tanto “pataleo” como cuando los Papas se pronunciaron sobre temas vinculados a la sexualidad. Parece que los católicos nos empeñamos porfiadamente en dar la razón a quienes afirman que, para la Iglesia, el tema sexual es materia de escándalo. Abro aquí otro paréntesis para decir que de ningún modo estoy minimizando la importancia antropológico-teológica de la sexualidad, solo pretendo expresar la sorpresa que me produce este particular fenómeno. Los papas han escrito documentos sobre diversidad de temas muy sensibles y complejos. Sin embargo, nunca han logrado suscitar reacciones tan destempladas como cuando han hablado sobre temas relacionados con la sexualidad.

Esto sigue, mi estado de desconcierto y estupefacción casi supera al de los jóvenes “beat” cuando pienso en las contradicciones de la propia vida, esas que quizás no se ven ni son evidentes para los que nos rodean (y de las que nadie está exento, yo el primero). Me refiero, por ejemplo, al varón o mujer heterosexual, eventualmente casado/a por iglesia y con hijos (modelos arquetípicos del laico “bendecible”), que quizás mira pornografía en momentos de soledad, engaña directa o indirectamente a su cónyuge, le maltrata psicológica o físicamente, ignora a sus hijos porque prioriza el éxito profesional y el dinero, difama a los demás, es avaro, soberbio, mentiroso, envidioso, etc.

Todos pecados que confiesa ante el sacerdote cada quince días, pero en los que sistemáticamente vuelve a caer, frecuentemente sabiendo que los repetirá y sin hacer demasiado esfuerzo (o ninguno) para evitarlos, y sin que eso le afecte o provoque una particular crisis de conciencia.

Esa persona, incluso asiste a misa, comulga y recibe la bendición todos los domingos y fiestas de guardar. Situaciones como la recién descripta constituyen el pan nuestro de cada día en la vida de la Iglesia, y todos lo aceptamos porque tiene que ver con la impronta paradojal y dramática de la existencia humana. Tiene que ver, en definitiva, con el hecho fácilmente verificable de que todos somos pecadores, de que nuestra naturaleza está herida por el pecado.

El problema es cuando, quienes así viven, se creen legitimados para actuar como guardias en un panóptico desde donde miran, juzgan y deciden a quién se sube o se baja el pulgar. Y desde ese panóptico, se han lanzado a las redes sociales para escupir sus venenos contra FS y el Papa Francisco. Cuando alguien se horroriza fácilmente con los pecados ajenos nunca está demás responderle con un “tu quoque” (tú también) o dicho de manera coloquial, ¿y por casa cómo andamos?

Hagamos una revisión exhaustiva de nuestras propias vidas y luego veamos qué autoridad tenemos para “tirar la primera piedra” (Jn 8,7). En efecto, ¿es éticamente plausible vivir señalando a quienes “no comen con las manos limpias”, como relata el conocido pasaje evangélico (Mc 7, 1-8 y 14-23), sin atender al estado del propio corazón (quizás convertido en un auténtico lodazal)?

Ante esta lamentable situación de inflexibilidad y vehemente rechazo hacia FS, y ya en el paroxismo de la perplejidad “beat”, me viene a la mente una frase de San Josemaría Escrivá sobre la que creo, modestamente, que convendría reflexionar: “Ten entrañas de piedad, y no olvides que [ese pecador] aún puede ser un Agustín, mientras tú no pasas de mediocre” (Camino, nº 675). Hago un pequeño añadido a esta frase para terminar: tal vez, recibida en el momento adecuado, el tipo de bendición “al paso” que permite FS, podría suponer un antes y un después en la aparición de ese nuevo “Agustín”.

Fuente Religión Digital

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La urticante asimetría de la gracia: raíz de ‘Fiducia supplicans’

Miércoles, 24 de enero de 2024
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IMG_2246Teología de la bendición ¿Modernismo puro?

“Las redes sociales se pueblan de videos reaccionando en contra del último documento del Dicasterio para la Doctrina de la fe”

“Tanto Fernández como Francisco parecen haber pateado el tablero con esta ‘novedad’ en torno a lo que bien podríamos llamar el último capítulo en la Teología de la bendición”

“El movimiento sorprende, despierta urticarias y activa levantamientos apocalípticos, que recuerdan aquellos tiempos en que en el mercado se discutían a viva voz cuestiones de alta teología dogmática”

“Hay algunos elementos que pueden servir para entender la contienda. Aquí los menciono para alentar el diálogo superador”

“Un accionar del Espíritu por fuera de las fronteras visibles de la lglesia y su moral”

Las redes sociales se pueblan de videos reaccionando en contra del último documento del Dicasterio para la Doctrina de la fe. Tanto Fernández como Francisco parecen haber pateado el tablero con esta “novedad” en torno a lo que bien podríamos llamar el último capítulo en la Teología de la bendición. El movimiento sorprende, despierta urticarias y activa levantamientos apocalípticos, que recuerdan aquellos tiempos en que en el mercado se discutían a viva voz cuestiones de alta teología dogmática. Hace mucho que la discusión teológica no se pone tan picante y actual.

Hay algunos elementos que pueden servir para entender la contienda. Aquí los menciono para alentar el diálogo superador.

La realidad que embiste a la idea

Muchos hermanos creyentes, la inmensa mayoría, no están alineados con la exigente, sofisticada e intrincada moral católica. Por infinidad de motivos, muy variados. Pero no lo están. Y aun así, “irreverentes” ellos, desean a Dios. Tienen necesidad de Él. Lo añoran, conscientes de su incorrección, de su estar lejos de lo que la institución entiende como ideal. Ante esta realidad se presentan dos opciones. 

 La primera es la postura clásica: se los llama al orden, invitándolos a reformar sus vidas para adecuarse a la prolijidad de la existencia «en gracia». El guión sugiere decir de mil modos posibles: «Vengan y sean como nosotros. Ustedes pueden. Decídanlo y punto». Así funciona el razonamiento básico, que supone varias cosas: a) que el necesitado de Dios tiene claridad meridiana respecto de lo que está bien y lo que está mal, b) que está completamente seducido por la belleza y la conveniencia de la vida teologal, c) y que dispone de una “determinada determinación” para un cambio de vida rotundo que queme las naves de su triste vida pecadora y abrace la virtud, guiado por los pastores de su Iglesia que son auténticos baqueanos del Espíritu. ¿Qué puede salir mal?

Malas noticias: ni lo ven tan claro, ni se sienten atraídos por la opacidad de una institución que no trasunta la vitalidad transformante de Aquel que hace nuevas todas las cosas (cf. Ap 21, 5). Y para rematar: aunque lo vean, y quieran, no pueden. Una buena parte de la historia de la doctrina de la Gracia se resume en esta línea divisoria de aguas. Y sin embargo, a pesar del fracaso estrepitoso de esta actitud pastoral, sigue pautando la pastoral en demasiadas iglesias locales.

La segunda respuesta es la aproximación personal, compasiva, que primerea la misericordia como condición de posibilidad de lo que sigue. Los evangelios están plagados de situaciones concretas de este tipo: Jesús come con los indeseables, con los corruptos, con los de vida ligera. No solo con los pobres y enfermos, sino con los marginados morales (Lc 7, 36-50; 19,1-10). El padre misericordioso sale al encuentro del hijo traicionero, licencioso y torpe (el mote “pródigo” solo romantiza la bajeza moral del que mata a su padre en vida y se atomiza en pasiones desenfrenadas) y lo abraza, antes de escuchar su discurso aprendido e interesado. Es el modo de anunciar el Reino: muy en línea con la encarnación, cruzando una vez más la barrera clara y distinta que separa lo profano de lo sagrado, lo puro de lo impuro, lo divino de lo humano. El “primereo” es su estilo, pues la iniciativa salvífica activa de Dios es el núcleo de la novedad del evangelio respecto de la ley judaica. Dios se pone al hombro la tarea de redención porque el hombre no ve claro, no se siente atraído y por sobre todas las cosas, por más que quiera: no puede. Crujen los huesos de Pelagio desde la tumba, pero es así.

De aduanas y varas de medida

Hay una configuración institucional que necesita trascenderse para comprender el mensaje de la doctrina sobre la bendición: la iglesia es mucho más que la garante de la moral occidental y cristiana. Mal le ha ido en este rol, luego de que saltaran a la luz las atrocidades de su pasado remoto y no tan remoto. Desde el cesaropapismo, la bula Unam sanctam, las querellas de las investiduras, los papados mundanos y orgiásticos, las indulgencias que construyeron San Pedro, la Inquisición, las relaciones carnales con el poder, el absolutismo monárquico, la complicidad con las dictaduras y gobiernos opresivos, los abusos sexuales, la pederastia, los crímenes de los orfanatos de Canadá, Irlanda, los desfalcos en el Vaticano de Francisco, etc. etc. etc. ¿De veras queremos insistir en el rol de doctores de la ley versión 2.0? Spoiler: no nos da la altura moral… para medir la moral de los demás como función fundamental de nuestra existencia. Lo que no implica cancelar el contenido moral de nuestra vivencia espiritual, claro está. Pero estoy convencido de que la furia con la que la posmodernidad nos enrostra nuestras miserias morales es simplemente el fruto de la larga y machacona insistencia eclesial en supervisar la moral de Occidente sin anunciar el kerigma, de exigir el fruto sin haber sembrado y de priorizar el resultado por encima de la gratuidad de la gracia.

Ser sacramento del amor infinito de Dios (FS 42 -45) implica para la iglesia renunciar a ese rol de poder arriba descripto que no debe (¡ni puede!) llevar adelante. La lógica descentralizadora del Concilio Vaticano II recupera la noción de sacramento poniendo la misma razón de ser de la iglesia en el «ir de Dios hacia el hombre», y de su necesidad de significar tangiblemente su gratuidad resucitante. La iglesia no es la meta: la meta es el Padre. Somos los embajadores de la moción reconciliadora de la Pascua (2Cor 5,17 – 21), no de la venganza del Señor: esa perspectiva ya fue abolida por Jesús en la sinagoga (Lc 4, 16-20).

La teología de la bendición parece indignar a una parte importante de la Iglesia todavía convencida de un rol que tanto el evangelio como el mundo repelen. Es que Fiducia supplicans exige que la iglesia abandone el centro y se instale en las periferias existenciales, donde lejos del fariseo panóptico foucaultiano se ve mucho más claro, en blanco sobre negro, lo que intuye Pablo en la segunda carta a los Corintios: «Te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad» y «porque cuando soy débil, entonces soy fuerte» (2Cor 12, 7.10).  Es que de eso estamos hablando, en definitiva. De la centralidad de la primacía de la gracia por sobre la moral.

La gracia: ¿condición de posibilidad o resultado de la virtud? 

El giro sustancial en teología de la Gracia lo dio K. Rahner cuando a mediados del siglo XX cambió lo que se entendía por primer analogado de esta realidad: ya no la gracia creada sino la increada. No tanto el hombre regenerado en Cristo, sino Dios mismo dándosenos. Durante siglos la doctrina tomista de la gracia creada había formateado (y sigue haciéndolo) la visión de la moral cristiana. Fruto de la justificación, el hombre es recreado en Cristo y está ya en condiciones de seguirlo, de merecer y de obrar santamente. Nada más real que esto. ¿Quién lo discute? Lo cierto es que la recepción del Aquinate olvidó destacar la imprescindible vinculación entre esta renovación interior del hombre con la fuerza personal del Dios que lo habita, el mismo Dios que es la causa permanente de esa realidad estable de agraciamiento. Con sutileza y solidez, Rahner vuelve a posar la atención en la causa continua de tal regeneración que es, una vez más, Dios mismo dándosenos.  Y con este golpe magistral causó un efecto muy necesario: la gracia ya no será primeramente la prolijidad de una vida en puntillosa sintonía con la doctrina sino la entrega permanente, incondicional y asimétrica que el mismo Dios es, en la persona del Espíritu. Y solo en segundo lugar la gracia será la respuesta del hombre a esta donación. Así queda esbozado el retrato de la gracia como vínculo, en el Espíritu, con el mismo Dios que se nos da, continua e irrefrenablemente.

¿Modernismo puro? No lo creo. Lo que este teólogo pone sobre la mesa es la misma raíz de la maternidad virginal de María, dogma que aprecian con frenesí los mismos sectores conservadores que hoy atacan a Fernández y a Francisco. La asimetría incondicional de Dios para dar vida nueva que exige la prescindencia del concurso humano de varón para engendrar a Jesús es el epítome de la precedencia del primereo de Francisco, de la lógica evangélica y cristológica que rompe el círculo vicioso de la ley y el pecado y permite un nuevo comienzo. Es cierto que se necesitó del fiat mariano para este paso, pero otro dogma ilumina la singularidad de este movimiento de fecundidad: el de la inmaculada concepción de María. Una vez más, un punto para la iniciativa divina que trasciende la respuesta humana, cimentándola.

¿A dónde vamos con este giro dogmático? Es necesario señalar la reciedumbre teológica de Fiducia supplicans. No es una concesión blanda a los sectores progresistas, sino una afirmación categórica de la gratuidad y la incondicionalidad de la gracia, de su asimetría y precedencia respecto de la respuesta humana de la que lejos de ser su resultado, es más bien su origen y condición de posibilidad. Sin una experiencia real y tangible de la excedencia de Dios respecto de la propia virtud, no hay conversión posible. Si la espiritualidad no va más allá de la moral no puede servirle de fundamento. Fernández sostiene con gran lucidez la primacía del kerigma que responde al clamor confiado y fecunda -pneumatológicamente- la  apertura temerosa a la paternidad divina.

Se insinúa un proceso de conversión, o mejor dicho el inicio de acercamiento que coincide por un lado con el aguijoneo de la nostalgia de Dios y por otro por la premura de ubicar la propia contingencia en las manos del que todo lo conforta (cf. Fil 4,13). 

Es imprescindible entender que una bendición no necesariamente «legitima» el proceder errado del que la recibe. Afirmar eso sería como entender que una madre es permisiva y laxa porque expresa cariño a su hijo díscolo, porque le recuerda que lo ama incondicionalmente. En la lógica vivencial de la maternidad se intuye curiosamente lo contrario: es la gratuidad del afecto lo que permitirá en un futuro que el hijo recapacite, si es que esto sucede, sostenido por un vínculo que no depende de su elección sino que la habilita. Una bendición no necesariamente «legitima» pero siempre «agracia», porque la gracia está más allá y más acá de la ley. Decir lo contrario supone arrancar del evangelio la teología paulina presente en Romanos y en Gálatas.

Por una pedagogía de la atracción

Identificar a la Gracia con la persona del Espíritu permite entender lo que parece estar de fondo en todo el documento del Dicasterio para la Doctrina de la fe: el carácter personal y procesual de la gracia, que no siempre coincide de modo taxativo con la nitidez propia de la ley de cuño más cristológico.

Que el Espíritu actúa antes y después de Jesús es una verdad de perogrullo, atestiguada tanto por el Antiguo Testamento (el Espíritu aleando sobre las aguas: Gn 1,2;  el Espíritu en los profetas: Ez 37, Is 11) como por el Nuevo Testamento (Jn 14, Hch 2). Pero lo interesante y sugerente es que Lucas nos aporta un accionar del Espíritu por fuera de las fronteras visibles de la lglesia y su moral. El episodio de Felipe con el eunuco etíope (Hch 8, 26-39) lo deja bien claro: hay una conversión que antecede al diálogo con el apóstol. Es verdad que termina en bautismo, pero se inicia de modo independiente.

Por eso resulta tan sugerente que se asocie la práctica de la bendición extralitúrgica al Espíritu (FS 31.33), pues da cuentas de su accionar propedéutico, pedagógico y didáctico que nos recuerda con mucha frescura lo que Trento en su Decreto sobre la Justificación describe como parte del proceso interno del que todavía no está justificado: la gracia lo excita y lo ayuda (capítulo V) y el hombre se inclina hacia Dios, lo desea y se dispone a esperarlo (capítulo VI). Lo dice Trento, no la teología queer. Es pura gracia “actual”, anticipada que seduce y atrae a la persona a la misma conversión. De allí que el deseo de Dios sea retratado por el documento como una semilla del Espíritu cuyo crecimiento no debe sofocarse sino más bien alentarse. Toda la patrística viene en auxilio de este rol pedagogo del mismo Dios que hace de la inquietud por él un efecto de esa atracción pascual propia del crucificado resucitado («cuando sea levantado en alto, atraeré a todos hacia mí» Jn 12,32).

Creo de veras que el documento de Fernández ofrece muchas pistas para cuestiones que son incluso más decisivas que el mismo desencadenante pastoral de las bendiciones “irregulares”. La excedencia de la espiritualidad respecto de la moral, la ubicación estratégica de la iglesia en las fronteras existenciales y su consecuente rol kerigmático y no tan aduanero, la maternidad graciosa de sus gestos y la ampliación del registro estrictamente legalista que nos sitúa más cerca de la letra que mata que del Espíritu que vivifica (cf. 1 Cor 3,6).  Ojalá aprovechemos la oportunidad para que, como suele darse en la historia de la iglesia, una situación puntual y concreta -como en este caso es la situación de las uniones irregulares o del mismo sexo- ponga en marcha un diálogo fecundo que permita ver con más nitidez y contundencia lo que parece ser el núcleo místico, dogmático y pastoral de la discusión: la gratuidad y la universalidad de la gracia y su primacía asimétrica sobre la respuesta del hombre.

Fuente Religión Digital

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James Alison: “La genialidad de la Fiducia supplicans es que sale del laberinto ‘por arriba’

Viernes, 19 de enero de 2024
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james-alisonLas nuevas reglas del juego de ‘Fiducia supplicans’: La Iglesia es para los pecadores“

“Percibo que hay dos ‘cosas’ sucediendo simultáneamente en los asuntos LGBT en la Iglesia. Una de ellas implica acciones procesuales; la otra, acciones de gobierno”

“Los cambios en las relaciones, que tienen lugar en tantas culturas diferentes y a diferentes velocidades, no pueden saltarse imponiendo nuevas enseñanzas sin grave riesgo de cisma”

“La genialidad de la Fiducia supplicans es que sale del laberinto ‘por arriba’, utilizando una reflexión sobre las bendiciones para elaborar una presentación práctica católica de la abundancia de la gracia. Que luego la extiende en el grado máximo posible: a todos nosotros”

“Pronto veremos si el cardenal Víctor Manuel Fernández y sus colegas están a la altura de la promesa de Fiducia supplicans”

(The Tablet).- Me quedé bajoneado al recibir la noticia de un documento más del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) que me afecta a mí y a aquellos entre los que ejerzo mi ministerio directamente, todos nosotros en situación precaria dentro de la vida de la Iglesia. El DDF no tiene por meta elaborar nuevas doctrinas, sino que nos brinda el statu quo de maneras más o menos bien logradas.

Su último intento fue tan mal logrado que opté por satirizarlo como berrinche en Religión Digital para disminuir el nivel de escándalo causado a muchas personas homosexuales y a quienes nos aman. ¿Tendría que volver a hacer lo mismo esta vez? Decidí no involucrarme en las reacciones inmediatas, sino esperar a que se calmaran un poquito.

Hay que pensar despacio para “escapar de los laberintos por arriba”, una práctica que el Santo Padre recomendó en su discurso anual a la Curia días después de la publicación de Fiducia Supplicans. Así que, siguiendo su consejo, y desde una cierta “vista de helicóptero“, percibo que hay dos “cosas” sucediendo simultáneamente en los asuntos LGBT en la Iglesia. Una de ellas implica acciones procesuales; la otra, acciones de gobierno.

 Lenta pero silenciosamente – y mucho más a través de las relaciones personales que de la enseñanza oficial– se dan acciones puntuales y empujones que nos están llevando hacia un lugar en el que el conocimiento antropológico sobre quiénes somos se vuelve no controvertido: aprendimos que las personas LGBT no somos personas heterosexuales defectuosas y, por lo tanto, que los intentos de categorizar quiénes somos y cómo vivimos mediante deducciones negativas a partir del acto matrimonial abierto a la procreación, son erróneos y perjudiciales. Este es el camino “sinodal” en proceso.

Llevará tiempo, porque los cambios en las relaciones, que tienen lugar en tantas culturas diferentes y a diferentes velocidades, no pueden saltarse imponiendo nuevas enseñanzas sin grave riesgo de cisma. Pero el movimiento va claramente en una dirección: la de aprender que las personas LGBT estamos diciendo la verdad al compartir de manera fehaciente lo que hemos aprendido sobre nosotros mismos y que, en nuestro camino de conversión para llegar a ser hijos e hijas de Dios, la gracia nos alcanza a partir de lo que somos, y no a pesar de ser lo que somos.

El reciente Sínodo avanzó en este proceso pidiendo, por amplia mayoría, una reconsideración de nuestra antropología tradicional para incluir lo que estamos aprendiendo inductivamente sobre el ser humano. Para ello, los delegados propusieron reuniones de alto nivel con garantías de confidencialidad para que pueda hablarse con franqueza. Reuniones en las que algunos de nosotros podríamos hablar en primera persona como testigos. Porque, como es obvio, no puede haber un verdadero debate “sobre nosotros” sin nosotros.

IMG_2304Al mismo tiempo que acontecen estas acciones procesuales, también tenemos actos de gobierno, de los que Fiducia Supplicans es un ejemplo especialmente afinado. Estos últimos actos tienen una finalidad por encima de todo: fomentar la unidad y evitar el cisma. En este sentido es como acojo de manera cálida el nuevo documento. Recordemos que no hay ningún organismo cristiano importante que haya sido capaz de tratar este asunto sin la amenaza, o la realidad, del cisma. Los que se han negado a encarar este tema han tenido que renunciar al cristianismo básico y aliarse con expresiones violentas de “los poderes de este mundo“, incluyendo la criminalización e incluso las ejecuciones, para mantener una pretendida pureza que sólo a ellos mismos engaña.

Viendo, por tanto, cómo los asuntos LGBT se han convertido en una cuestión “barómetro“, un “punto álgido hermenéutico” para toda una serie de otras cuestiones –cultura, psicología, historia colonial, cambios en la estructura familiar– me he preguntado durante mucho tiempo ¿llegado el momento, cómo ejercería el sucesor de Pedro su ministerio de unidad en este ámbito? Ese ministerio es intrínseco a la catolicidad de la Iglesia y, si se ejerce bien, tendrá efectos mucho más allá de las estructuras visibles de la Iglesia católica.

Ahora tengo la respuesta a mi pregunta. Aunque el proceso de aprender la verdad en este asunto avance demasiado despacio para quienes vivimos en algunos países, y demasiado rápido para quienes viven en otros, ciertamente avanzará. Y el DDF ha establecido una especie de toldo andante bajo el que todos estamos invitados a emprender el proceso de trabajar las conciencias: las “reglas del juego” para garantizar la unidad y evitar el escándalo, con la promesa de que lo disciplinario se ejercerá con un toque ligero.

Primero: establecer una presentación firmemente conservadora de la enseñanza tradicional. Segundo: estirar casi hasta el límite todo lo permisible dentro de esa enseñanza.

Y esta es, en mi opinión, la genialidad de Fiducia Supplicans, y la razón por la cual es fiel al pensamiento del Papa Francisco tras Amoris Laetitia (cosa que manifiestamente no lo era el Responsum del DDF de 2021): sale del laberinto “por arriba“, utilizando una reflexión sobre las bendiciones para elaborar una presentación práctica católica de la abundancia de la gracia. Que luego la extiende en el grado máximo posible: a todos nosotros.

¡Qué privilegiado soy por haber realizado mis estudios formales de teología en Brasil! Ejercí mi ministerio en parroquias en las que una ínfima parte de la población vivía en un primer matrimonio “debidamente formalizado“. Un cardenal conservador me instó a que anduviera con mucha soltura en temas canónicos y evitara cualquier enseñanza moral que no fueran los Diez Mandamientos, para no agobiar a los fieles. Todo esto estaba muy lejos de las tentaciones de fariseísmo, tan fuertes en los países anglófonos. La Reforma ha dejado una fuerte impronta en nuestra recepción del cristianismo; y nuestros líderes religiosos, incluso los católicos, se dejan seducir muy fácilmente por representaciones moralistas y legalistas de la “bondad.

Fiducia Supplicans ofrece, pues, las “reglas del juego” según las cuales se debe vivir la catolicidad para mantener su unidad: la Iglesia es para los pecadores. Todos vivimos en el fango y, sin embargo, todos somos capaces de quedarnos transformados en diamantes partiendo de donde estamos. Deja la enseñanza oficial donde está, al menos por el momento, pero nunca la utilices para juzgar a los demás, porque ése es el camino al infierno. Mientras tanto, aprende a percibir a las personas que podrías haber despreciado como “bendecibles” en lugar de “reprobables“, y luego deja que la sutil gracia de Dios opere la eficacia de la bendición en sus –en nuestras– vidas, y en lo que podemos aprender unos de otros sobre quiénes somos realmente.

Así pues, una comprensión católica totalmente tradicional de la Gracia, que no se preocupa demasiado por el pecado, que se hace visible a través de un rico repertorio de bendiciones, todo ello con mano suave en lo que respecta a la disciplina: esta es la vía para mantenernos unidos en el proceso de aprendizaje que los asuntos LGBT están provocando en todo el mundo.

Hay que decir, sin embargo, que sí se ha tocado una nueva nota al insistir en que las parejas del mismo sexo son “bendecibles” en lugar de “reprobables.

IMG_2305Imaginen, si quieren, que viven en un reino insular, quizá en algún lugar del Mar del Norte. Imaginen que a sus costas llegan personas en pateras. Algunos los llaman “inmigrantes ilegales“, otros “solicitantes de asilo“. En el primer caso, se presume que no son “nosotros” y que nunca podrán serlo, por lo que deben ser tratados como delincuentes y deportados. En el segundo caso, sea cual sea su estatus, vengan de donde vengan y hayan llegado aquí como hayan llegado, todo debe resolverse lenta y pacientemente, ya que su deseo de ser “de los nuestros” puede ser real y legítimo y, al menos inicialmente, debe suponerse que lo es. Con el tiempo, puede que no sólo sean “de los nuestros“, sino incluso de los “mejores” entre nosotros.

Sin embargo, a diferencia de cualquier fantasía del Mar del Norte, en el Reino de Cristo todos los residentes son de hecho también inmigrantes, y se manifiesta la autenticidad de su residencia al extender hacia abajo escaleras para otros que puedan llegar a sumarse, en lugar de recogerlas en contra de otros a los que temen. Y al hacerlo, descubren que incluso las reglas bien establecidas del Reino por el que viven empiezan a cambiar a medida que su “nosotros” deja de definirse frente a un “ellos” del que saben muy poco. Empiezan a ser “contagiados” por un mayor deseo de bendecir, y un reconocimiento de que han sido bendecidos por aquellos de los que se atrevieron a hablar bien.

Pronto veremos si el cardenal Víctor Manuel Fernández y sus colegas están a la altura de la promesa de Fiducia supplicans: ¿Serán ecuánimes a la hora de repartir codazos a los distintos sectores de la Iglesia? ¿Serán tan firmes a la hora de sacar a las jerarquías africanas de su reticencia a apoyar la despenalización (sin la cual la idea de “bendecible” en lugar de “reprobable” no tiene ninguna posibilidad) como lo son a la hora de frenar a los alemanes en su camino hacia los ritos escritos formales para las bendiciones? En los próximos años habrá muchas oportunidades de poner a prueba la declaración Fiducia Supplicans en su rol de ayuda al gobierno en la unidad, muchas ocasiones de ver esta aventura en acción mientras nuestras conciencias se esfuerzan por llegar a una veracidad compartida.

Cuando era joven, me entusiasmaba el relato de Chesterton llamado Ortodoxia. Ahora, al leer atentamente Fiducia Supplicans, al ser testigo del proceso del Espíritu y de los actos de gobierno en constante evolución que sirven a ese proceso, percibo algo de lo que Chesterton quería decir con el “carro celestial” que lleva la “verdad salvaje, tambaleante pero erguida“. ¡Que empiece el juego!

Fuente Religión Digital

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Iglesia Católica Española y Fiducia Supplicans: División de opiniones.

Viernes, 12 de enero de 2024
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José Cobo, a RD: “En Madrid se aplicará ‘Fiducia supplicans’ con la intensidad que pide el Papa”

“Los críticos responden más grupos de presión que no son católicos

El Arzobispado de Madrid ha tenido que amonestar seriamente a dos sacerdotes que hicieron campaña pública para desobeder a Francisco y la declaración sobre las bendiciones a parejas en situación irregular o uniones homosexuales

“Pueden expresar su opinión, pero nunca en espacios civiles, en páginas de Internet, que nada tienen que ver con la dinámica eclesial , y que en definitiva se manifiesta opuestos a la doctrina ordinaria del Santo Padre”, recalca

Julio Millán: Sobre el sentido pastoral de las bendiciones: Dios es Padre con corazón de Madre. “Quien pide una bendición sólo solicita el auxilio De Dios para vivir mejor”

Padre Ángel: “Hemos nacido para bendecir, no para maldecir. Lo que siempre había que maldecir son las guerras”

Portugal: La Conferencia Episcopal expresa su “plena comunión” con el papa Francisco

Los obispos franceses también avalan las bendiciones a parejas en ‘situación irregular‘. El episcopado galo se une al portugués, a la espera de una nota conjunta de la CEE.

El cardenal de Madrid, José Cobo, lo tiene claro. “En Madrid vamos a aplicar totalmente la doctrina del Papa, y por eso vamos a aplicar ‘Fiducia supplicans’ con la intensidad que merece y pide el documento, y quien no esté de acuerdo, le invito a que lo lea“, afirma el purpurado en conversación con Religión Digital.

El arzobispo de Madrid, a quien la polémica de varios sacerdotes, comandados por curas de Toledo y Cádiz, estaban promoviendo una campaña para desobedecer a Francisco, sostiene que “se trata de una polémica artficial, se ha sacado todo de contexto“. Y aprovecha para recordar al clero que “tienen un juramento de fidelidad al Papa”, algo que pudo subrayar hace poco ante los responsables de las otras dos diócesis principalmente implicadas en la polémica. Cerro publicó una nota reclamando a los sacerdotes dar un paso atrás, mientras que Zornoza, al menos en público, no hizo nada.

Lo que sí sucedió es que, ahora, los promotores de la iniciativa ya no son sacerdotes, sino en su mayoría seglares. Los curas que iniciaron la campaña ya no aparecen como tales en la plataforma, aunque su firma -en privado- sigue en la misma. Algo así ha sucedido con varios curas de Madrid, a quienes el cardenal Cobo tuvo que llamar a capítulo y reconvenirles seriamente.

“Fueron llamados a consulta y se les ha pedido explicaciones para que aclaren su postura, sostienen fuentes diocesanas consultadas por RD, que añaden que el planteamiento de Cobo es rotundo: “Pueden expresar su opinión, pero nunca en espacios civiles, en páginas de Internet, que nada tienen que ver con la dinámica eclesial , y que en definitiva se manifiesta opuestos a la doctrina ordinaria del Santo Padre”.

“Se les ha amonestado seriamente, se les ha preguntado si tienen algo en contra del Papa y se les ha recordado su juramento de fidelidad al Santo Padre”, admite, a preguntas de RD, el cardenal Cobo, antes de entrar en el retiro que, desde este domingo, inicia una treintena de obispos españoles y que, para muchos, servirá para aclarar conceptos y comenzar a mirar al horizonte de marzo y a unas elecciones en la Conferencia Episcopal donde puede saltar la sorpresa.

“Un sacerdote no puede formar parte de un foro civil, público, en el que se insulta al Papa”, añade Cobo, quien insiste en que “aquí se va a aplicar totalmente la doctrina del Papa”. “Estamos en una situación de misión, y algunos siguen reaccionando como si viviéramos una Iglesia de conservación”, lamenta el cardenal de Madrid. ¿Por qué tanto crítico desde visiones de Iglesia? “Creo que se dejan llevar más por la ideología y responden más a grupos de presión que no son católicos“, asegura, tajante, el cardenal Cobo. “No se dan cuenta en las manos de quién están“, culmina.

Los obispos piden a las parroquias “una inmensa capacidad de acogida” y perdón a quienes se han sentido excluidos

Fernando Prado, obispo de San Sebastián, , ante las bendiciones a parejas ‘irregulares‘ y uniones gay: “No podemos mirar hacia otro lado. No podemos mandarlos al infierno”

Vicente Jiménez: “Acogeré en Huesca y en Jaca la posibilidad de bendecir a parejas en situaciones irregulares y a las del mismo sexo”

Arturo Ros, obispo de Santander: “La bendición es un regalo de Dios siempre. No hay nadie en la puerta pidiendo credenciales de cristianos que cumplen fielmente la doctrina de la iglesia, nos quedaríamos solos.

Los obispos, sobre la rebelión de los curas de Toledo: “Es la vuelta al conservadurismo eclesial”

El ‘clan’ de Toledo condena las bendiciones a homosexuales, pero acoge y encubre a pederastas.

Sanz y Munilla, de nuevo, contra el Papa: “‘Fiducia Supplicans’ es un documento que confunde y defrauda”

Jesús Sanz llama ‘mastuerzo‘ al cardenal Fernández

“No vamos a bendecir el pecado”: la ‘fachosfera digital’ se planta contra la decisión del Vaticano de bendecir a uniones de hecho y parejas homosexuales

Denuncian a la Renovación Carismática por equiparar la homosexualidad con la violación o el canibalismo

Fuente Religión Digital

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La rebelión del ‘clan de Toledo’: un obispo y varios curas piden a Francisco anular ‘Fiducia Supplicans’

Viernes, 5 de enero de 2024
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El obispo de Moyobamba, encargada a la archidiócesis de Toledo, con parte de su clero RRSS

Inician una recogida de firmas porque “no podemos aceptar este tipo de bendiciones

“Santo Padre, por el bien de la Iglesia, anule Fiducia Supplicans“. Esta es la petición que, a través de Change.org, han puesto en circulación el pasado 31 de diciembre un grupo de sacerdotes españoles para recabar firmas con la finalidad de que, apenas dos semanas después de su publicación, el papa Francisco deje sin efecto la declaración de Doctrina de la Fe “sobre el sentido pastoral de las bendiciones”

Los cuatro sacerdotes promotores -a los que se han unidos otras 19 personas consagradas y laicas- fundamentan su solicitud en su adhesión “a la verdad revelada, recogida en la Biblia y en la Tradición e interpretada por el Magisterio secular de la Iglesia”, por lo que estiman que “bendecir parejas en situación irregular o en convivencia homosexual, aunque sea de forma extralitúrgica, contradice el plan de Dios”

Esta declaración, que en la práctica supone no aplicar cuando les sea solicitada conforme a lo establecido en la nota doctrinal dicha bendición pastoral, está encabezada por ‘el clan de Toledo‘, un grupo de sacerdotes salidos de las diócesis primada (tres de ellos) y uno de Cádiz

Tirón de orejas (suave) de Cerro a los curas que se rebelan contra ‘Fiducia Supplicans’: “No es irreformable”. El arzobispo de Toledo les pide una actitud “que permita mantener la comunión con el Sucesor de Pedro”

Excomulgan a un párroco italiano por tildar a Francisco de “usurpador”

“Santo Padre, por el bien de la Iglesia, anule Fiducia Supplicans“. Esta es la petición que, a través de Change.org, han puesto en circulación el pasado 31 de diciembre un grupo de sacerdotes españoles para recabar firmas con la finalidad de que, apenas dos semanas después de su publicación, el papa Francisco deje sin efecto la declaración de Doctrina de la Fe “sobre el sentido pastoral de las bendiciones”, documento que posibilita la bendición de parejas en situación irregular, aunque subrayando que tal acto no pueda considerarse una unión sacramental.

 Los cuatro sacerdotes promotores -a los que se han unidos otras 19 personas consagradas y laicas- fundamentan su solicitud en su adhesión “a la verdad revelada, recogida en la Biblia y en la Tradición e interpretada por el Magisterio secular de la Iglesia”, por lo que estiman que “bendecir parejas en situación irregular o en convivencia homosexual, aunque sea de forma extralitúrgica, contradice el plan de Dios” y por lo que, en conciencia no podemos aceptar el reconocimiento de este tipo de bendiciones”.

Esta declaración, que en la práctica supone no aplicar cuando les sea solicitada conforme a lo establecido en la nota doctrinal dicha bendición pastoral, está encabezada por ‘el clan de Toledo’, un grupo de sacerdotes salidos de las diócesis primada (tres de ellos) y de Cádiz (el que ha iniciado esta petición a través de las redes sociales): José Manuel Alonso Ampuero, sacerdote diocesano de Toledo, fidei donum en Lurin (Perú); Julio Alonso Ampuero, sacerdote diocesano de Toledo, fidei donum en Lurin (Perú); José María Cabrero Abascal, sacerdote diocesano de Toledo (España); y Antonio Diufaín Mora, sacerdote de la diócesis de Cádiz y Ceuta (España). A ellos se han unido como promotores ante esta insólita iniciativa varias consagradas y laicos de las diócesis de Cádiz, Toledo, Sevilla, Perú, México y los Estados Unidos.

IMG_2194Antonio Diufaín, en una foto de archivo RRSS

“Antonio Diufaín fue ecónomo del obispo Rafael Zornoza en Cádiz y gestionó la diócesis como una empresa con una dureza extrema. Tanta, que el propio obispo se vio obligado a retirarle del cargo, pero sigue en la diócesis”, señala una fuente consultada por Religión Digital sobre el principal promotor de la petición al Papa.

Párroco en San Severiano, en Cádiz y canónigo ecónomo adjunto, existe una conexión previa entre el sacerdote y la diócesis de Toledo, puesto que estuvo entre los años 2007 y 2012 como misionero en la prelatura peruana de Moyobamba, cuya administración ha sido encargada por la Santa Sede a la sede primada española.

En Moyobamba, después de un año de párroco en la provincia de Picota, “sirvió simultáneamente en diversas responsabilidades diocesanas: delegado episcopal para la Formación de los Laicos y para los Medios de Comunicación Social; director del Canal Católico San Gabriel (radio, televisión e internet de la Prelatura); profesor de Sociología y de Medios de Comunicación Social en el Seminario; Secretario General de Cáritas diocesana; canciller-secretario general del obispado; Capellán del Monasterio de Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote y Confesor en la Catedral de Moyobamba”. En 2012 retornó a la diócesis después de más de 17 años de servicio misionero en América.

IMG_2195Los hermanos Julio Alonso y José Manuel Ampuero, en Lurín, en una imagen del programa ‘Misioneros por el Mundo

Y en América sigue José Manuel Alonso Ampuero, en cuya diócesis de Lurín ha sido rector del Seminario durante 13 años, siendo actualmente profesor de Teología Espiritual  en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima, y colaborador en la Casa de Retiro «Sagrada Familia» de Lurín.

Lejos de cerrar nuestros templos, que todos podamos acercarnos al Señor de la Vida”, señaló durante la pandemia de covid, tras sumarse el Vaticano a las medidas preventivas derivadas del confinamiento a nivel mundial y decretadas por el conjunto de las naciones. Eran aquellos días en los que algunos sacerdotes y pastores cuestionaban no sólo la existencia de la pandemia -hablaban de ‘plandemia‘ como una hoja de ruta premeditada por supuestos entes supranacionales-, sino también la necesidad de la vacuna, alineándose de manera fanática con las teorías ‘conspiranoicas’.

IMG_2196Julio Alonso Ampuero RRSS

En la misma diócesis peruana se encuentra su hermano Julio Alonso Ampuero, que realizó sus estudios también en el Seminario diocesano de Toledo, donde fue varios años formador, así como profesor en el Instituto Superior de Estudios Teológicos “San Ildefonso”. Tras estudiar Sagrada Escritura en Roma y Jerusalén, es profesor de Sagrada Escritura y director de la Casa de Retiros «Sagrada Familia» de Lurín. Ha escrito varias obras divulgativas en la Fundación Gratis Date y colabora con blogs ultraconservadores.

También de Toledo es José María Cabrero Abascal, delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Toledo desde 2012 hasta 2022, habiendo ejercido como director del Secretariado de Pastoral de Migraciones, reconvertido luego enMigraciones y Movilidad Humana. Desde julio de 2022 es párroco in solidum y moderador de la cura pastoral de la parroquia de Santa Bárbara de Toledo.

IMG_2197Jose Maria Cabrero Abascal RRSS

Dos días después de realizada esta petición pública, otro pastor salido de Toledo, y ahora obispo de prelado de Moyobamba, Rafael Escudero López-Brea, hacía público un ‘mensaje pastoral’ “ante el desconcierto sin precedentes provocado por la Declaración Fiducia supplicans en el clero y muchos fieles de esta Prelatura y de tantos lugares del orbe católico”.

Llegado a Perú en 2004 con el primer grupo de sacerdotes diocesanos de Toledo que atienden la prelatura de Moyobamba, y consagrado dos años después obispo por el entonces cardenal primado, Antonio Cañizares, Escudero asegura en su carta a sus sacerdotes, religiosos y fieles que “no pocos hermanos en el episcopado y sacerdotes, contraviniendo la moral objetiva de la Sagrada Escritura y de la Sagrada Tradición, llevan mucho tiempo confundiendo al pueblo de Dios con la bendición indiscriminada de estas uniones objetivamente desordenadas y por lo tanto pecaminosas, incurriendo en horrendo sacrilegio”.

IMG_2198El obispo de Moyobamba, Rafael Escudero Prelatura de Moyobamba

“Bendecir a las parejas en una situación irregular y a las parejas del mismo sexo es un abuso grave del Santísimo Nombre de Dios, que invocan sobre una unión objetivamente pecaminosa de fornicación, adulterio, o aún peor de actividad homosexual”, afirma en su mensaje.

Por eso, asegura el obispo Escudero que, “ante la falta de claridad del documento, debemos seguir la praxis ininterrumpida de la Iglesia hasta la fecha, que es bendecir a toda persona que pide una bendición, y no a las parejas del mismo sexo o en situación irregular”.

***

El arzobispo de Toledo les pide una actitud “que permita mantener la comunión con el Sucesor de Pedro”.

Tirón de orejas (suave) de Cerro a los curas que se rebelan contra ‘Fiducia Supplicans’: “No es irreformable”

Reprimenda con guante de seda a sus curas díscolos. Cinco días después de que un grupo de sacerdotes de Toledo promoviese a través de las redes sociales una recogida de firmas solicitando al papa Francisco la retirada de la declaración ‘Fiducia supplicans sobre el sentido pastoral de las bendiciones’, el arzobispo Francisco Cerro ha enviado un comunicado a al presbiterio de la sede primada en la que les pide “un esfuerzo por acoger esta palabra autorizada de la Iglesia” a la vez que les insta a “evitar la dialéctica pública de confrontación”. “Toda duda o aclaración necesaria se puede dirigir por cauces internos, más conformes al espíritu de familia que debería caracterizar la vida de la Iglesia”, señala el texto, que también lleva la firma de su obispo auxiliar, César García Magán.

 El comunicado, hecho público este viernes, 5 de enero, viene a reconocer que ambos pastores (uno de ellos, además, secretario general de la Conferencia Episcopal Española, García Magán) se han decidido a actuar sobre los promotores de una iniciativa en la que los curas manifiestan que “en conciencia no podemos aceptar el reconocimiento de este tipo de bendiciones”tras la nota de prensa difundida ayer por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe a propósito de la recepción que estaba teniendo la citada declaración doctrinal apenas tres semanas después de su difusión.

Por ello, “nos sentimos movidos a dirigiros estas indicaciones, con la intención de que contribuyan a leer el documento en esa hermenéutica de la ‘reforma en la continuidad’ y que permitan mantener nuestra comunión eclesial con Jesucristo, que pasa por la comunión con el Sucesor de Pedro, señala el comunicado, aunque también les recuerda que el documento de Doctrina de la Fe “participa del Magisterio ordinario del Papa, por llevar la firma del Sumo Pontífice”, pero que “no se trata de una intervención definitiva o irreformable”…

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Pablo, “Fiducia Supplicans” y las nuevas traducciones bíblicas basadas en el amor y el respeto

Jueves, 4 de enero de 2024
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Del blog Tras las Huellas de Sophia:

Introducción. 2. Los textos del Nuevo Testamento y su traducción. 3. Qué dice la 1ra. Carta a los Corintios sobre la homosexualidad. 4. “Malakós/ Malakoi”  y “Arsenokoites”: 5. Por qué habilitar una bendición.  6. Todos, Todos y Todos,  somos Iglesia. 7. Cómo dañamos al 7 % (O al 19,7 %!)  de nuestros miembros de la Iglesia.8. Evolución en los paradigmas de la Iglesia Católica. 9. Conclusión.

1. Introducción.

La Declaración Fiducia Supplicans sobre el sentido pastoral de las bendiciones”  sólo establece, en la parte pertinente,  que “(…) es precisamente en este contexto en el que se puede entender la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo, sin convalidar oficialmente su status ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio. La presente Declaración quiere ser también un homenaje al Pueblo fiel de Dios, que adora al Señor con tantos gestos de profunda confianza en su misericordia y que, con esta actitud, viene constantemente a pedir a la madre Iglesia una bendición.”

Es increíble la cantidad de reacciones extremas que ha generado esta Declaración,  que lo único que propone  es habilitar la realización de una bendición (es decir,  “decir el bien” a unas personas).

Gran parte de este rechazo refiere a la posibilidad de bendecir a “parejas del mismo sexo”.

2. Los textos del Nuevo Testamento y su traducción.

Cabe destacar que “ninguno de los veintisiete escritos de este conjunto (Nuevo testamento) fue compuesto en arameo, ni siquiera los evangelios más primitivos… no hay ninguna obra del Nuevo Testamento que fuera redactada en arameo o bien en hebreo. Todo fue escrito en griego,  incluso el Evangelio de Mateo, aún cuando una tradición del s. II  afirme que éste escribió primero la obra en arameo y cada uno luego la tradujo como pudo”. [1]  A ello se agrega que no se conserva en la actualidad ninguna versión original, que haya salido de la pluma de quien haya sido autor de alguno de los 27 libros del Nuevo Testamento.  Los originales se han perdido, hasta acá. Se conservan copias de copias de copias. Las versiones más antiguas datan del siglo IV.

En consecuencia, cuando analizamos un texto de las Escrituras,  lo que leemos es un documento que primero fue copiado; y luego, copiado;  y ese proceso una y otra vez;  y posteriormente fue traducido, del griego, a nuestro propio idioma.

Sin embargo, toda traducción implica ineludiblemente una interpretación de lo que se está leyendo,  y que, quien lo traduce,  deje en el nuevo texto su impronta y sus ideas.

El texto que se traduce será como mucho el más cercano al texto original, pero evidentemente no el original. Este carácter “provisional” del texto tiene implicaciones teológicas importantes…Cualquiera que haya sido la (…) variación del texto neotestamentario, las variantes ponen en guardia frente a un modo de hacer teología que parta de un texto “solidificado”. La Palabra de Dios está testimoniada por diversos manuscritos, ninguno de ellos con garantías de transmitir el texto que salió de la mano de un autor sagrado. En cambio, ya que el autor humano de la Biblia es también una comunidad creyente viva (Israel en su momento,  y la Iglesia, después) el verdadero intérprete debe ser esa comunidad”. [2]

3. Qué dice la 1ra. Carta a los Corintios sobre la homosexualidad.

Según el teólogo y biblista Ariel Alvarez Valdés [3], en  el Nuevo Testamento, el único autor que condena las relaciones homosexuales es el Apóstol Pablo, específicamente en las cartas a los Corintios (I), Romanos y Timoteo.

Recordemos entonces, lo dicho anteriormente,  es decir, que los textos, escritos en griego,  fueron sucesivamente copiados a lo largo del tiempo; que no se cuenta con el original de los mismos;  y que lo que se  lee en nuestro propio idioma es una traducción.

Con ese aspecto en mente,  y a modo de ejemplo, analizaré la Primera Carta a los Corintios. De los dieciséis capítulos de la misma, interesa para el tema el número seis.

Entrando en el contexto de la misiva, vemos que, previo a redactar esta carta,  Pablo se había enterado de que en Corinto los Cristianos alguna vez habían concurrido a un juez para resolver sus pleitos. No le agrada tal idea.

Dice Pablo en la carta: “¿No saben que los Santos juzgarán al mundo? Nosotros (los Santos) juzgaremos a los mismos ángeles, (y entonces) cuánto más podremos juzgar los problemas de esta vida…”   Aquí, Pablo piensa que los Corintios cristianos no deben ir a los jueces no cristianos, porque estos últimos no tienen los mismos valores que ellos.  ¡Cómo puede ser que les lleven un planteo a alguien que no comparte los mismos valores de la comunidad cristiana!. Por lo tanto, lo que està diciendo Pablo es que, para él,  los jueces civiles no eran aceptables,  porque no eran creyentes. Éste es el contexto en el cual Pablo, a continuación,  habla de lo que es la injusticia y  “los injustos”.

En efecto, en Cor. 6 ver. 9-10, dice Pablo (y a continuación lo transcribiré tal como podemos llegar a encontrarlo en la Biblia de Jerusalén, para luego escribir su versión griega en fonética):

Los injustos no participarán en el Reino de Dios. Ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados (malakós), ni los homosexuales (arsenokoites), ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores ni los estafadores”

Éstos son los términos (“malakós” que traducen por “afeminados” y  “Arsenokoites” que se ve traducido por “homosexuales”) que suelen citarse como prueba de que Pablo condena a la homosexualidad.

Veamos cada uno de ellos.

4.Malakós/ Malakoi” y “Arsenokoites:

En esta carta de Pablo, en las versiones en Español, la palabra “malakos” ha sido traducida por el término “afeminados“. Sin embargo, su significado original en griego es “blando” o “débil“.

En efecto, para Ariel Alvarez Valdez,  “malakos” debería traducirse como “miedoso” o “cobarde“, refiriéndose a aquéllos que vivían de manera refinada y no participaban en la lucha, siendo considerados injustos por acaparar recursos.

En la reciente obra “Los libros del Nuevo Testamento” de Antonio Piñero [4] también se traduce la palabra “Malakoi” por “blanditos”.

En cuanto a la palabra “arsenokoites“, traducirla como “homosexual“,   es en primer lugar un anacronismo, ya que la palabra “homosexual” recién fue creada en 1869 y no existía en la época de Pablo.

En segundo lugar, traducir “arsenokoites” como “homosexual” es también una traducción errónea,  ya que el término griego mencionado no aparece en ningún otro texto conocido y su significado exacto sigue siendo objeto de debate.

Este debate se da en razón de que, para componer esta palabra “doble”  el autor utilizó la raíz “Arsen” o “Arseno”, que refiere a hombre tanto adulto como menor de edad;  y en cambio no utilizó la palabra “Andrós” que sí significa hombre mayor de edad.  Además, la palabra “arsenokoites” no se observa en ningún otro texto, canónico o extra bíblico.[5] Entonces, para Ariel Alvarez Valdez  y otros autores,  en realidad el término estaría refiriendo a la pederastia (dado que el tipo de “hombre” que menciona alude tanto a un hombre adulto como a uno menor de edad), siendo la pederastia una práctica aceptada en la antigua Grecia, que involucraba a un hombre mayor con un niño o adolescente.

En resumen, al menos en la carta a los Corintios, Pablo no condenaba la homosexualidad en el sentido moderno, sino prácticas específicas de injusticia y abuso, tales como la explotación de unos por otros, y la pederastia.  “Si en la lista las dos palabras forman una unidad, como parece, Pablo no se refería aquí, entonces, a las relaciones homosexuales en general, sino más bien a aquéllas en que podía haber un abuso o violación. No refiere a las relaciones entre dos personas libres y responsables.” [6]

El caso de la 1ra. Carta a los Corintios es sólo un ejemplo. Hay muchos otros ejemplos donde se evidencian malentendidos lingüísticos e históricos que han conducido al dolor y la exclusión de grupos enteros de personas.  Hay toda una corriente de exégetas, historiadores,  filólogos, que realizan nuevos análisis de las enseñanzas bíblicas, teniendo  muy presente el contexto sociocultural concreto de las normas y prohibiciones morales y éticas. “Se nos pide, por tanto, una reflexión muy profunda y seria sobre este tema, que nos ayude a liberarnos de muchos prejuicios y a profundizar en el talante evangélico. Una reflexión que nos lleve a una auténtica práctica evangélica y a ser “Buena Noticia” en un mundo que margina, injustamente, a los homosexuales”. [7]

5. Por qué habilitar una bendición.

Lo que se está habilitando en “Fiducia Supplicans”  consistirá en “bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo, sin convalidar oficialmente su status ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio”.

¿Cuál sería la razón de rechazar la posibilidad de bendecir a parejas del mismo sexo?. ¿No es bueno acaso que dos personas quieran bendecir la permanencia de su relación,  de modo tal que puedan continuar en el tiempo, brindándose afecto, contención y amor?.

Para Ariel Alvarez Valdez, el Evangelio nos enseña que no podemos discriminar a nadie. Debemos animarnos a tomar nuevas ideas, en este aspecto.  Si nosotros creemos que Dios es un Dios de amor, mientras haya una madre que ame  a su hijo no “heteronormativo”, ¿Cómo podemos pensar que Dios va a dejar de amar a esa persona o amarlo menos,  sea de la orientación sexual que sea,  si su mamá o su papá sí lo aman?

¿Quiénes somos nosotros,  para negarle ese amor, y decir que Dios no lo ama?Si nosotros sabemos que Dios ama incondicionalmente a todos y todas, nosotros no podemos contaminar la exégesis con nuestras propias emociones tóxicas.  Yo tengo que decir que Dios ama a todos los hombres porque el último hombre tiene un papá o  una mamá que lo aman  mucho, y si ese papa o mamá lo aman, cómo no los va a amar Dios? Al contrario, teológicamente hablando, nosotros todos,  como representantes del Evangelio, tenemos que estar comprometidos en un respeto absoluto a todas las personas”. [8]

6. Todos, Todos y Todos somos Iglesia.

  • 1. El Papa Francisco ha abogado por la inclusión y la acogida de todas las personas, independientemente de su situación o identidad.

En efecto, Francisco ha expresado en varias ocasiones su deseo de que la Iglesia sea una casa abierta para todos, acogiendo a aquellos que se sienten marginados o excluidos. Ha hablado sobre la importancia de la misericordia, la compasión y la inclusión, instando a los católicos a ser comprensivos y amorosos hacia todas las personas.

En una sociedad diversa y plural, todos contribuimos al tejido social que nos une. Cada individuo, sin importar su orientación sexual, forma parte esencial de nuestra comunidad. Reconocer que todas las identidades y expresiones son valiosas nos enriquece como sociedad y como cuerpo eclesial. Las personas LGBTQI+ son una parte integral de todos nosotros y nosotras, aportando sus experiencias, talentos y perspectivas únicas. Al apreciar y amar a “todos, todos, todos”, fortalecemos la unidad que nos define como comunidad. Celebrar la diversidad no solo es un acto de inclusión, sino también un reconocimiento de que somos más fuertes y completos cuando abrazamos a todos los miembros de nuestra sociedad

Veamos algunas estadísticas que nos muestran qué parte de nuestro tejido social, comunitario y eclesial es LGTBQI+. Al hacerlo,  debemos tener en cuenta que siempre los informes en realidad tendrían  que arrojar cifras mayores, dado que es posible que algunas personas no se sientan cómodas revelando su identidad LGBTQI+ en encuestas, lo que puede afectar la precisión de los informes.

Según una confiable plataforma global de estadísticas e información, en el año 2021, el 10 % de la población en general estaba constituido por personas no heterosexuales (que se identificaron como: homosexuales (35), bisexuales 4%) asexuales (1%), pan sexuales (1%), y N/n/c (1%). El 90 %  restante se identificaba como heterosexual). [9]

  • 3. Estadística en Gallup:

La empresa de asesoría y análisis Gallup sostiene que las estadísticas muestran un importante crecimiento de las personas que se perciben como perteneciendo al grupo LGTBQI+. Hay un cambio incluso de 2020 a 2021.  “El porcentaje actual es doble del que se exhibió cuando Gallup primero midió la identificación LGTBQ hace una década”. [10]

Con datos expresados en 2022, Gallup informa que, al menos en E.U.,  en 2022 el crecimiento de las personas que respondían que se identificaban como homosexuales o bisexuales, arribó a un 7,2 % en las personas adultas, en el grupo nacido antes de los años 1980.

Luego, entre los millenials (generación nacida a partir de los años 1980) el porcentaje es de 11,2 %.  Y, para la generaciones aun más jóvenes,  el porcentaje se incrementa mucho más, porque en el grupo llamado “generación Z”  (nacidos entre 1997 y 2004,  edades que van entre los 18 y los 25 años),  se observó que se identificaban  como LGTB en un porcentaje hasta el 19,7 %.    “Cada uno de los porcentajes es más alto en una nueva generación, que el porcentaje de las generaciones anteriores.” [11]  Probablemente porque las personas se sienten más libres de expresar la verdad sobre sí mismas, en la medida que la sociedad va abandonando la discriminación y la exclusión.

  • 4. Síntesis de ambas estadísticas.

Es decir que, para la primera de las estadísticas, de todas las personas que nos rodean, un 10 % no es heterosexual;  y para la segunda empresa de estadísticas, al menos un 7,2% de las personas no es heterosexual (en personas adultas),  llegando el porcentaje hasta en un 19,7 % en el caso de personas jóvenes, entre 18 a 25 años.

7. Cómo dañamos al 7 % (o al 19,7 %!) de nuestros miembros de la Iglesia.

Si no se reconoce y visibiliza esta realidad, se condena a las personas (ya desde pequeñas) a vivir en un tipo de sociedad donde se diferencia férreamente los valores y los roles de la “masculinidad” y la “feminidad” heterosexual, y se ataca a aquellos sujetos que voluntaria o involuntariamente transgreden esas normas socialmente pautadas de comportamiento para hombres y mujeres heterosexuales.

Estas personas, aún creyentes o habiendo nacido en el seno de familias creyentes, serán objeto de “burlas, insultos y ridiculización, rumores, intimidación, empujones, golpes, robos o destrucción de pertenencias, marginación social, acoso cibernético, agresión física o sexual” [12]

Es posible que los miembros no heterosexuales de nuestra Iglesia se vean en la necesidad de ocultar su orientación sexual;  puede que no puedan hablarlo ni siquiera en sus propios hogares.  Sus familiares también pueden verse señalados en parroquias y otros lugares de reunión religiosa,  con lo cual también podrían verse en la necesidad de ocultarse y ocultar a quien es LGTBQI+ de su familia.

La presión de ocultar la orientación sexual puede contribuir a niveles elevados de ansiedad y depresión. La discriminación y el estigma asociados con la orientación sexual pueden afectar negativamente la autoestima de esas personas, haciéndolas sentir menos valiosas o aceptadas. El temor al rechazo puede hacer que eviten situaciones sociales o se distancien de amigos y familiares. Es más, el acoso y la discriminación constantes pueden aumentar el riesgo de pensamientos suicidas y comportamientos autolesivos.

“La violencia dirigida hacia los bisexuales, las lesbianas y los homosexuales (o violencia por odio) difiere de la violencia “cotidiana”. La violencia por odio contiene acciones con las que se intenta dañar o intimidar a las personas debido a su raza, etnia, orientación sexual u otro estatus de grupo minoritario. (…) La violencia por odio tiene mayor impacto tanto en la víctima que la sufre como en el grupo social al que pertenece la víctima. Los bisexuales, las lesbianas y los homosexuales pueden ser particularmente vulnerables a los efectos psicológicos negativos de la violencia por odio debido a que (…) (b) los bisexuales, las lesbianas y los homosexuales que consideran que su orientación sexual es negativa, es decir, que tienen homofobia internalizada, pueden aceptar esta noción -negativa- , lo cual puede incrementar su distrés psicológico después de ser víctima de una agresión, (c) debido a que la identidad de los bisexuales, las lesbianas y los homosexuales con frecuencia se desarrolla al margen de la familia y la comunidad de origen, los miembros de esta población no disfrutan automáticamente del apoyo de la familia y la comunidad cuando ellos son víctimas de violencia. [13]

Aquellas personas que sienten la necesidad de ocultar su orientación sexual tienden a autoexcluirse; además, el bullying y la discriminación en el entorno educativo o laboral pueden afectar el rendimiento académico y profesional, creando barreras para el éxito personal.

8. Evolución en los paradigmas de la Iglesia Católica:

Montserrat Escribano y Enric Vilá [14]  sostienen que en la Iglesia Católica puede observarse una evolución de paradigmas, pasando desde el Paradigma del Miedo y la Exclusión, al Paradigma de la Misericordia (o “lástima”),  y luego al Paradigma del Reconocimiento.

En el paradigma del miedo y la exclusión  (que los mencionados autores consideran “un primer estadio eclesial”) la Biblia se ha interpretado de manera literal y se han utilizado diversos pasajes para condenar a las personas homosexuales. Los pasajes más comúnmente citados incluyen la destrucción de las ciudades de Sodoma y Gomorra,  o el Levítico, donde se les aplica el término “abominación”. También son ejemplo de esta etapa, interpretaciones literales de cartas del Apóstol Pablo,  como hemos visto más arriba.

En el paradigma de la misericordia, o “segundo paradigma eclesial”, se supera la criminalización de las personas LGTBQI+, “pero persiste considerar sobre ellas la sombra de enfermedad,  y la concepción de pecado por su estilo de vida”. [15]   A esta etapa corresponden las  declaraciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe en que se subrayaba el deber de “tratar de comprender la condición homosexual”  y se observaba que la culpabilidad de los actos homosexuales debía ser juzgada con prudencia. También en este segundo paradigma se ubican dos puntos del actual Catecismo de la Iglesia:  el punto N. 2357: “El origen psíquico de la homosexualidad permanece en gran medida inexplicado”, y el N. 2358: “Las personas homosexuales deben ser acogidas con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellas, todo signo de discriminación injusta”.

El paradigma del reconocimiento, según Escribano y Vilá [16],  “se inaugura con Francisco a partir de sus ya célebres palabras «si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? (…).  El problema no es tener esta tendencia, debemos ser hermanos”.

Sin embargo, resta aún que este nuevo paradigma  sea internalizado y puesto en práctica por miembros de la Jerarquía de la Iglesia.

Lamentablemente,  una actitud que se mantenga en el paradigma “I” (miedo y exclusión) o en el Paradigma “II” (lástima o misericordia) genera nítidamente en nuestra Iglesia la discriminación de las personas LGTBQI+, y no sólo de ellas sino también de sus familiares.

El consiguiente efecto, en particular en las mismas personas LGTBQI+, es de una total desconfianza hacia la Institución religiosa, donde deben ocultarse, o bien directamente no se sienten amados y acogidos de igual manera que las personas heterosexuales.

9. Conclusión.

Como conclusión a lo expuesto, se puede decir que la “Declaración Fiducia Supplicans”  ha generado reacciones extremas debido a su propuesta de habilitar la bendición de parejas en situaciones irregulares, incluyendo parejas del mismo sexo.

La discusión sobre la aceptación de la diversidad sexual dentro de la Iglesia ha llevado a examinar críticamente textos del Antiguo y Nuevo Testamento, que a menudo se citan para condenar la homosexualidad. Es esencial reconocer la complejidad de la interpretación de estos textos, dados los desafíos asociados con la traducción y la transmisión a lo largo del tiempo.

Por otra parte, la estadística muestra que las personas LGBTQI+ constituyen una parte significativa de la población, y la Iglesia, al adoptar paradigmas de miedo y exclusión o bien sólo de “misericordia”, puede afectar profundamente la salud mental y el bienestar de sus miembros no heterosexuales. La discriminación, el bullying y la presión para ocultar la orientación sexual pueden tener efectos negativos como la ansiedad, la depresión y la desconfianza hacia la institución religiosa.

El Papa Francisco ha abogado por un paradigma de reconocimiento que enfatiza la acogida, el respeto y la compasión hacia todas las personas, independientemente de su orientación sexual. Sin embargo, es crucial que este enfoque sea internalizado y practicado por la jerarquía y la feligresía en general, para lograr una auténtica inclusión.  En última instancia, celebrar la diversidad y reconocer que todas las identidades y expresiones son valiosas contribuirá a fortalecer la unidad en la sociedad y en la Iglesia. La aceptación incondicional de las personas LGBTQI+ es fundamental para construir una comunidad basada en el amor y el respeto mutuo. Es indispensable abandonar interpretaciones bíblicas obsoletas y a adoptar una nueva perspectiva religiosa basada en el amor y el respeto hacia todas las personas sin ninguna distinción.

Al fin y al cabo [17] también podemos elegir inspirarnos en otra carta de Pablo,  a los cristianos de Galacia (3,28) en la cual el Apostol dejó bien  en claro que la promesa de Dios está destinada a todos (Todos, Todos, Todos),  por medio de la fe en Jesucristo, cuando dice “Todos sois uno, en Cristo Jesús”.

(*) Abogada (U.N.Litoral, Argentina). Profesora (IFDC San Luis, Argentina). Especialista en Educación y DDHH (IFDC San Luis, 2017), Especialista en Educación en entornos virtuales (U.N. Quilmes 2023),  Magister en Derecho del Trabajo (UNTREF,Argentina), Miembro de la Mesa Interreligiosa de San Luis, Argentina. Ha asistido a  Curso bíblico  “La vida pública de Jesús y el Reino de Dios” (Fundación Diálogo, 2023),”Conversaciones sobre teologìa feminista, una materia pendiente” (Universidad Católica de Córdoba y Fundación Jean Sanet, con trabajo final, Febrero 2021), Curso Boston College “Historia, Teología y pràctica de la Sinodalidad”, (Marzo 2023), Certificado en formación bíblica (Curso sobre Evangelio San Mateo, Centro Biblico Verbo Divino, 2023).  Alumna del Curso de Hebreo de la Universidad de La Punta (San Luis) nivel VII.  Autora de “Derechos de las mujeres a acceder a puestos de jerarquía y autoridad en las organizaciones religiosas”, “Mujeres relevantes en la vida de Jesús y en la Iglesia Primitiva”.

[1] Piñero, Antonio, “Los Libros del Nuevo Testamento”. Trotta, 3ra edicion, nov 2022, Madrid, pg.  17.

[2] Chapa, Juan, “Transmisión e interpretación del Nuevo testamento. Diálogo desde la traducción”.  ISSN 0049-3449versión On-line ISSN 0717-6295   Teol. vida vol.60 no.1 Santiago  2019 http://dx.doi.org/10.4067/S0049-34492019000100041

[3] Alvarez Valdés, A, (2022, junio 25). San Pablo y la Homosexualidad. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=dS_GaZh0gkA

[4] Piñero, Antonio, edición, “Los libros del Antiguo Testamento” Editorial Trotta,  3ra edicion, Noviembre 2022, Madrid, pg. 200.

[5] Vila Enric, en “Biblia y orientación sexual”, en que dice Vila:  “La segunda palabra es un neologismo que aparece por primera vez precisamente en 1 Cor 6,9”.  Cuadernos Cristianisme i Justícia.  Barcelona, Setiembre 2022,p. 18 disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf

[6] Vila Enric, en “Biblia y orientación sexual”, Cuadernos Cristianisme i Justícia.  Barcelona, Setiembre 2022,p. 18 disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf

[7] Vila Enric, en “Biblia y orientación sexual”, Cuadernos Cristianisme i Justícia.  Barcelona, Setiembre 2022,p. 18 disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf

[8] Alvarez Valdez, A, (2022, junio 25). San Pablo y la Homosexualidad. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=dS_GaZh0gkA

[9] Fernandez, Rosa, “Orientación sexual: distribución porcentual de la población mundial por tipo en 2021”  30-10-2023, Sitio Statista, disponible en https://es.statista.com/estadisticas/1381292/orientacion-sexual-distribucion-porcentual-de-la-poblacion-mundial-por-tipo/

[10] Jones, J. M. (2023, febrero 22). U.S. LGBT identification steady at 7.2%. Gallup. https://news.gallup.com/poll/470708/lgbt-identification-steady.aspx  (T. del A).

[11] Jones, J. M. (2023, febrero 22). U.S. LGBT identification steady at 7.2%. Gallup. https://news.gallup.com/poll/4707S08/lgbt-identification-steady.aspx  (T. del A).

[12] Jennett, M., “Stand up for us, challenging homophobia in schools”. Department of Health, Londres, 2004, p. 20.

[13] Ortiz-Hernandez, Luis y Garcia Torres, Maria Isabel, “Efectos de la violencia y la discriminación en la salud mental de bisexuales, lesbianas y homosexuales de la Ciudad de México” Cadernos de  Saúde Pública 21 (3), Jun 2005, https://doi.org/10.1590/S0102-311X2005000300026, disponible en Scielo.

[14] Escribano, Montserrat y Vilá Enric, “El reconocimiento de las personas LGTBIQ+ en la Iglesia” Cuadernos Cristianisme i Justícia.  Barcelona, Setiembre 2022,disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf p.10

[15] Escribano, Montserrat y Vilá Enric, “El reconocimiento  de las personas LGTBIQ+ en la Iglesia” Cuadernos Cristianisme i Justícia.  Barcelona, Setiembre 2022,disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf p.11

[16] Escribano, Montserrat y Vilá Enric, “El reconocimiento  de las personas LGTBIQ+ en la Iglesia” Cuadernos Cristianisme i Justícia.  Barcelona, Setiembre 2022,disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf p.12  con cita de Papa Francisco, (2013). “Viaje apostólico a Río de Janeiro con ocasión de la XXVIII jornada mundial de la juventud, Conferencia de prensa del santo padre Francisco durante el vuelo de regreso a Roma”, Domingo 28 de julio de 2013.

[17] Y siguiendo aquí a Vila Enric, en su final de “Biblia y orientación sexual”, Cuadernos Cristianisme i Justícia.  Barcelona, Setiembre 2022,p. 18 disponible en https://www.cristianismeijusticia.net/sites/default/files/pdf/es229.pdf

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“La Biblia no puede ser un arma arrojadiza en contra de las personas homosexuales”

Lunes, 22 de abril de 2024

IMG_6971El teólogo y activista Enric Vilà presenta su primer libro, ‘Cristian*s rar*s‘ en la sala de actos de Cristianismo y Justicia, ante un centenar de personas

El sacerdote y teólogo Andrés Torres Queiruga acompañó a Vilà en una presentación en la que también participaron Ramon M. Nogués, Xavier Alegre y Lucía Montobbio, que actuó de moderadora

En el mundo actual, eres raro si eres homosexual y eres raro, también, si eres cristiano “, apuntó Vilà para deshacer la incógnita, al principio de su intervención

La obra ofrece un análisis sobre las cuatro “fuentes clave“, como definió el autor, que, desde el campo de la teología, han sido relevantes en las llamadas teologías LGTBI y queer (en catalán, “raro“)

(Agencia Flama).- Para el sacerdote y teólogo Andrés Torres Queiruga (Ribeira, A Coruña, 1940), “la Iglesia todavía tiene que madurar si quiere aceptar el matrimonio homosexual”. De este modo se expresó, el pasado jueves en la sala de actos de Cristianismo y Justicia, ante un centenar de personas que asistieron a la presentación de CRISTIAN*S RAR*S (Claret, 2024), el primero libro del teólogo y activista Enric Vilà  (Barcelona, 1965). “Él ha sido un buen consejero para mí a la hora de publicarlo —admitía Vilà en Flama antes del acto— y, como me dijo, puede ser una obra que puede ayudar a darle la vuelta a la actual concepción eclesial sobre este colectivo”.

Queiruga acompañó a Vilà en una presentación en la que también participaron el antropólogo, biólogo y escolapio  Ramon M. Nogués, el filósofo y jesuita  Xavier Alegre , y la periodista  Lucía Montobbio, que actuó como moderadora, y en la que el primero que se preguntaban las personas que asistieron fue cuál era significado que hay detrás del título de la publicación. “En el mundo actual, eres raro si eres homosexual y eres raro, también, si eres cristiano “, apuntó Vilà para deshacer la incógnita, al principio de su intervención.

La obra ofrece un análisis sobre las cuatro “fuentes clave”, como definió el autor, que, desde el campo de la teología, han sido relevantes en las llamadas teologías LGTBI y queer (en catalán, “raro“); así, se centra en la Biblia inclusiva y el amor de Jesús, y repasa el pasaje de la  curación del criado del centurión . A continuación, narra cómo personas LGTBIQ+ han logrado un reconocimiento eclesial; ya continuación, presenta razones bíblicas, teológicas, morales, éticas y experienciales para la defensa de un matrimonio homosexual consentido por la Iglesia. Por último, detalla la forma en que estas comunidades han conseguido ecuménicamente “una plena igualdad de sus integrantes en las iglesias”, como resumió el también miembro de la Asociación Cristiana de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Cataluña (ACGIL),

Fiduccia Supplicans permitirá dar pasos adelante”

Tras partir de la base de que “Jesús nunca dijo nada sobre la homosexualidad y no hizo ninguna condena”, Vilà reconoció que en momentos de la historia “la Biblia ha sido utilizada como arma arrojadiza por parte de ‘algunos sectores que han querido hacer daño al colectivo homosexual”. Su concepción, en cambio, es que “la palabra de Dios es una palabra que podría definirse como inspiradora “.

Preguntado sobre Fiducia Supplicans , documento doctrinal que publicó el pasado mes de diciembre el Dicasterio para la Doctrina de la Fe para profundizar en el significado pastoral de las bendiciones, Vilà afirmó que “es un texto positivo” y que, al pretender ampliar la doctrina, “genera pasos adelante, pero también ciertas incomodidades”, dijo Vilà. “Pero cuanto más podamos argumentar las ideas que tenemos y que defendemos desde hace años, más podremos seguir conociéndonos unos a otros”, concluyó

Fuente Religión Digital

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La Declaración de Bendiciones del Vaticano es un progreso “esencial pero incómodo”, escribe un teólogo

Jueves, 18 de abril de 2024

IMG_3924Xavier Montecel

En un ensayo de Commonweal sobre la declaración del Vaticano que aprueba las bendiciones para parejas del mismo sexo, el teólogo Xavier Montecel examina la importancia del documento para las conversaciones LGBTQ+ centrándose, como dice su título: “What ‘Fiducia supplicans’ has changed – and what is has not.” (“Lo que ‘Fiducia supplicans’ ha cambiado – y lo que ha cambiado no.”) Montecel destaca la incomodidad del intento de la declaración de mantener la doctrina de la iglesia sobre la actividad sexual entre personas del mismo sexo y al mismo tiempo proporcionar lo que él llama “una solución pastoral”.

Montecel, colaborador invitado anterior de Bondings 2.0, comenzó señalando lo que no ha cambiado: “la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la moralidad de los actos homosexuales”, como dice la propia declaración. Sin embargo, lo que ha cambiado es más difícil de comprender. Los cambios se destacan cuando se compara Fiducia Supplicans con el responsum ad dubium de 2021 emitido por la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), que inicialmente prohibió tales bendiciones, citando dos razones. Primero, las bendiciones declaradas responsum no pueden significar gracia en las relaciones sexuales consideradas “objetivamente desordenadas“. En el duro lenguaje del responsum, Dios “no bendice ni puede bendecir el pecado”. Y en segundo lugar, la CDF advirtió que tales bendiciones podrían parecer demasiado similares al sacramento del matrimonio, especialmente en cualquier contexto litúrgico o público.

Montecel respalda firmemente el arraigo de Fiducia Supplicans en lo que él llama “prudencia pastoral”, y sostiene que la preferencia de la declaración por el “cuidado y acompañamiento pastoral sobre la aplicación doctrinal” refleja profundamente el pontificado del Papa Francisco y sus intentos de hacer “espacio para la realidad de las personas que están en el camino de la santidad, negándose a que lo perfecto se convierta en enemigo de lo bueno”. Además, las restricciones pastorales impuestas a las bendiciones en Fiducia Supplicans (es decir, los requisitos de espontaneidad, no formalidad y, en términos generales, una forma de bendición “no litúrgica”) parecen, según la declaración, evitar el peligro de confusión. con el sacramento del matrimonio.

Fiducia Supplicans evita la pregunta de si las relaciones entre personas del mismo sexo pueden ser bendecidas, lo que lleva a lo que Montecel identifica como incomodidad. El explica:

La solución ofrecida por la declaración no aborda adecuadamente la afirmación teológica central de la Responsum [2021], que es lo más dañino para los católicos LGBTQ. El Responsum argumentó que no sólo es inapropiado sino realmente imposible que la Iglesia bendiga a parejas del mismo sexo porque una bendición no puede significar gracia en el contexto de una relación que no está ordenada a la gracia. En lugar de revisar esta sentencia, la declaración propone una solución pastoral. Limita la preocupación del Responsum sobre la tergiversación sólo a las bendiciones litúrgicas y sugiere que, en el contexto de las relaciones entre personas del mismo sexo, una actitud personal de sinceridad y arrepentimiento es suficiente para merecer otro tipo de bendición. No se hace mención del amor entre dos personas, de su resistencia y entrega, de la vida y la familia que pudieron haber construido juntos, o del testimonio gozoso de su unión a la Iglesia. Tampoco se menciona la presencia y acción de Dios en estas relaciones. Una vez más, la relación se reduce a la actividad sexual de modo que no puede ser reconocida como un lugar de gracia”.

Montecel sostiene que esta medida proporciona espacio para el desarrollo continuo de la doctrina y es un paso adelante en relación con la respuesta de 2021. Y, sin embargo, ofrecer a las parejas del mismo sexo “una categoría inferior de bendición”, y el hecho de que doctrinalmente “el magisterio todavía considera a los católicos LGBTQ y sus relaciones como pecaminosos”, “como incapaces de llevar la gracia digna de expresar a través de la bendición”, hace que esto “ un paso adelante esencial pero incómodo” en nuestro camino juntos como católicos. En las palabras finales de Montecel:

“Sin embargo, hasta que el magisterio se dé cuenta de que las parejas del mismo sexo son en sí mismas una bendición para la Iglesia, que sus relaciones no se pueden reducir al sexo y que Dios habla en la vida y el amor que comparten, todavía queda trabajo por hacer. hecho.”

En febrero, el New Ways Ministry recibió a Xavier Montecel, junto con el líder pastoral Yunuen Trujillo y el teólogo SimonMary Aikhiokai, para una conversación sobre Fiducia Supplicans y sus implicaciones. Una grabación del panel, “Ser bendecido: el desafío de Fiducia Supplicans”, está disponible aquí.

—Brian Flanagan (él/él), New Ways Ministry , 2 de abril de 2024

Fuente New Ways Ministry

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Jefe de doctrina del Vaticano sobre leyes de criminalización: “Cuando las leí quise morir”

Jueves, 18 de abril de 2024

IMG_4009En una conferencia de prensa para dar a conocer la nueva declaración del Vaticano sobre la dignidad humana, que fue noticia por condenar la teoría de género y la atención sanitaria que afirma el género, el cardenal que dirige la oficina de doctrina también hizo comentarios positivos sobre la homosexualidad. Sin embargo, también redobló los aspectos antitransgénero de la declaración.

El cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano, hizo sus comentarios el lunes al presentar Dignitas Infinita, una declaración de amplio alcance sobre la dignidad inherente e inalienable de cada persona. Los defensores católicos LGBTQ+ han criticado duramente la declaración por sus valoraciones negativas de la “teoría de género” y el “cambio de sexo”, que revelan la comprensión errónea del Vaticano de la identidad de género y la falta de participación de personas transgénero y no binarias en su desarrollo.

Sin embargo, durante la conferencia de prensa, que fue la primera como prefecto, Fernández destacó otro apartado de la declaración, que reiteró la condena de la Iglesia a la discriminación y criminalización por motivos de orientación sexual. También habló positivamente de la declaración anterior del dicasterio, Fiducia Supplicans, sobre la bendición de las parejas en situaciones “irregulares”, y cuestionó el lenguaje que utiliza la enseñanza de la iglesia sobre la homosexualidad. Segúnto Vatican News:

“’¡Estamos a favor de la despenalización! No hay duda”, exclamó el cardenal Fernández. [Este] punto de vista [fue] ya expresado por muchos obispos y que el Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha reiterado ahora, denunciando la violencia contemplada a nivel legal en algunos países, o permitida, “como si nada pasara”. .’

“’Estamos ante un gran problema’ y ‘un ataque a los derechos humanos’, dijo, expresando su ‘asombro’ por haber leído comentarios de católicos que bendecían las leyes contra los homosexuales dictadas por el gobierno militar de un determinado país: ‘Cuando Al leerlos me quería morir.’

“A quienes señalaron que tal vez debería cambiarse el Catecismo de la Iglesia Católica, que considera los actos homosexuales ‘intrínsecamente desordenados(algo que, en opinión de muchos, alimentaría la violencia contra los homosexuales), el jefe del Dicasterio respondió que [el término] ‘intrínsecamente desordenado’ es de hecho ‘una expresión fuerte… Necesita ser explicado mucho, tal vez podamos encontrar una expresión más clara’.

“Sin embargo, sugirió que en el fondo de esto está la intención de reafirmar que ‘la belleza del encuentro entre un hombre y una mujer que pueden estar juntos y tener una relación íntima de la que nace una nueva vida, es algo que no se puede comparar con otro. Los actos homosexuales tienen una característica que no puede reflejar ni remotamente esa belleza‘”.

Cuando se le preguntó por qué incluyó a Fiducia Supplicans en sus declaraciones en la conferencia de prensa, Fernández explicó:

“[Las bendiciones], sugirió, es un tema ‘ciertamente menos central, menos importante’ pero todavía ‘en el corazón’ de Jorge Mario Bergoglio, quien ‘quería ampliar la comprensión de las bendiciones fuera del contexto litúrgico para desarrollar su riqueza pastoral’.

“Tiene derecho a hacerlo”, enfatizó el cardenal Fernández, al optar por reflexionar sobre la última declaración Fiducia Supplicans del DDF al inicio de su intervención para aclarar algunas cuestiones relacionadas con el texto vaticano. . .

Cuando un periodista sugirió que el Cardenal parecía a la defensiva sobre la Fiducia Supplicans, el Cardenal aclaró: ‘La realidad es que hasta ayer no pensé en decir nada… pero estos días desde el Vaticano y desde fuera me dijeron: no podemos actuar’. como si nada hubiera pasado, como si estuviéramos escapando de la realidad con todo el caos ocurrido. Por eso amplié mi discurso‘”.

Al mismo tiempo, Fernández redobló la condena de Dignitas Infinita a la teoría de género y las transiciones de género, que afirmó “empobrece una visión humanista” y por tanto, “no parece aceptable la idea del matrimonio entre personas del mismo sexo o la eliminación de las diferencias”. Sobre las transiciones de género, el cardenal comentó:

“'[Es una tendencia] a querer crear la realidad’ que lleva al ser humano a sentirse ‘omnipotente’ y pensar ‘que con su inteligencia y voluntad es capaz de construirlo todo como si no hubiera nada delante de él’. “La seriedad” del tema “se vuelve especial” cuando se trata de niños sometidos a tratamientos quirúrgicos u hormonales: primero se debe “iluminar” su libertad. Sugirió que discutir este tema y en el contexto de los niños, es tan serio que podría requerir su propio documento por completo”.

En la rueda de prensa también intervinieron monseñor Armando Matteo, secretario del dicasterio doctrinal, y la profesora Paola Scarcella, profesora de las universidades de Roma Tor Vergata y Lumsa y que también es defensora de los derechos de las personas con discapacidad.

Publicaciones anteriores sobre Dignitas Infinita

What Transgender Catholics and Their Allies Are Saying About Dignitas Infinita (Bondings 2.0) Lo que dicen los católicos transgénero y sus aliados sobre Dignitas Infinita”

““A Painful Lack of Understanding”: Theologians Respond to Vatican’s Latest Declaration (Bondings 2.0) (““Una dolorosa falta de comprensión”: los teólogos responden a la última declaración del Vaticano”)

The Strawman of “Gender Theory” in the Vatican’s New Document (Fr. Daniel P. Horan)(“El hombre de paja de la “teoría de género” en el nuevo documento del Vaticano”

Vatican Document on Human Dignity Fails LGBTQ+ People” (New Ways Ministry) (“El documento del Vaticano sobre la dignidad humana falla a las personas LGBTQ+”) 

New Vatican Document Condemns Gender Transitions and Undefined ‘Gender Theory’(Bondings 2.0) (“Nuevo documento del Vaticano condena las transiciones de género y la ‘teoría de género’ indefinida” 

—Robert Shine (él/él), Ministerio New Ways, 12 de abril de 2024

Artículos relacionados

National Catholic Reporter, “Vatican condemns surrogacy, gender-affirming surgery, gender theory in new doctrinal note” ( “El Vaticano condena la subrogación, la cirugía de afirmación de género y la teoría de género en una nueva nota doctrinal”)

Our Sunday Visitor, Everyone has the same human dignity no matter what“ (“Todos tenemos la misma dignidad humana pase lo que pase”)

Fuente New Ways Ministry

 

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“Una dolorosa falta de comprensión”: los teólogos responden a la última declaración del Vaticano

Martes, 16 de abril de 2024

“Básicamente poco serio”, “no sólo insultante, devastador” y “una dolorosa falta de comprensión”. Estas son las valoraciones de algunos teólogos católicos sobre Dignitas Infinita, el documento del Vaticano sobre la dignidad humana publicado el lunes que condena la “teoría de género” y el “cambio de sexo”, valoraciones que aparecen en la publicación de hoy.

Ayer, Bondings 2.0 presentó breves reacciones iniciales a Dignitas Infinita por parte de ocho LGBTQ+ o católicos aliados. Hoy presentamos las voces de ocho teólogos destacados, enumerados a continuación en orden alfabético por apellido. Los artículos anteriores de nuestra cobertura y análisis continuos de la nueva declaración, como la declaración del Ministerio New Ways, se enumeran a continuación.

Sin títuloElizabeth Sweeny Block es profesora asociada de Ética Cristiana en el Departamento de Estudios Teológicos de la Universidad de St. Louis y autora de numerosos artículos sobre identidad de género y personas transgénero:

Si uno lee Dignitatis Infinita teniendo en mente a las personas transgénero, entonces ve que las bases para la exclusión se sientan en las secciones iniciales. Por ejemplo, así como se nos dice que la dignidad es intrínseca a la persona, no se puede perder ni retirar y es anterior a cualquier reconocimiento, también se nos dice que “la elección de expresar esa dignidad y manifestarla plenamente o de oscurecerla es intrínseca a la persona”. depende de la decisión libre y responsable de cada uno” (22). Incluso antes de llegar a la sección sobre “Teoría de género”, el documento nos recuerda la dignidad inherente al cuerpo de cada persona (de hecho, verdadera y significativa), pero este trabajo preliminar está sentado para que se pueda presentar un argumento particular sobre los cuerpos trans y no binarios. El documento condena, en términos muy claros, la discriminación injusta, incluido el encarcelamiento, la tortura y la privación de la buena vida, debido a la propia “orientación sexual”, y por esto podemos estar mínimamente agradecidos. Sin embargo, repite los mismos argumentos infundados desligados de la ciencia y la medicina: que la “teoría de género” permite a las personas convertirse en Dios y que “cualquier intervención de cambio de sexo” viola la dignidad humana, continuando esta última los errores de Estados Unidos. Nota doctrinal de los obispos al asumir que todas las personas trans buscan una “intervención de cambio de sexo”. El nuevo documento del Vaticano señala que la dignidad se ve comprometida cuando no se valora la integridad física y mental (4), pero, por supuesto, es la integridad física y mental lo que buscan las personas trans y no binarias. Su dignidad y florecimiento requieren que los escuchemos a ellos y a sus necesidades, en lugar de avergonzarlos por no adherirse al llamado orden natural que los excluye.

Sin títuloMiguel Díaz es John Courtney Murray, S.J., catedrático de Servicio Público en la Universidad Loyola de Chicago, y se desempeñó como presidente de los EE.UU. Embajador ante la Santa Sede de 2009 a 2012, y es autor de Queer God de Amor:

Dignitatis Infinita comienza correctamente afirmando la piedra angular de la antropología teológica cristiana: “Cada persona humana posee una dignidad infinita… que prevalece en y más allá de cada circunstancia, estado o situación que la persona pueda encontrar” (1). Esta Declaración sitúa maravillosamente la dignidad humana dentro del origen teocéntrico y el destino de todas las personas. Reconoce las formas en que “la dignidad del individuo puede manifestarse libre, dinámica y progresivamente; con eso también puede crecer y madurar” (22). Pero las declaraciones de la Declaración sobre género y sexualidad evidencian que la enseñanza oficial de la Iglesia Católica Romana necesita un mayor crecimiento y madurez con respecto a la comprensión de la dignidad humana de las personas LGBTQ+. Muchos de nosotros que nos identificamos como católicos LGBTQ+ deberíamos cuestionar el continuo fracaso de nuestra Iglesia a la hora de escuchar nuestras experiencias humanas concretas y la naturaleza teocéntrica de estas experiencias. En entornos políticos caracterizados por guerras culturales, las enseñanzas religiosas mal informadas sobre el género y la sexualidad, que perpetúan las antropologías esencialistas y binarias, amenazarán trágicamente y se utilizarán como armas contra las vidas de los cuerpos queer ya vulnerables, especialmente los cuerpos trans.

Sin título1Craig Ford Jr, es profesor asistente de Teología y Estudios Religiosos en St. Norbert College y profesor adjunto en el Instituto de Estudios Católicos Negros de la Universidad Xavier, Luisiana:

Como es el caso de tantos documentos que abordan temas morales controvertidos hoy en día, Dignitas Infinita nos ofrece un horizonte moral loable pero también nos obliga a preguntar cuánto tiempo transcurrirá hasta que la enseñanza oficial de la Iglesia realice más plenamente ese mismo horizonte.

Necesitamos un mundo, como proclama el documento, donde la dignidad humana sea inalienable, inviolable y sagrada. Pero también necesitamos un mundo donde la imaginación oficial de la Iglesia nos lleve a formas más matizadas de celebrar la libertad humana como la capacidad de alinear nuestras vidas con el llamado de Dios, algo que, para las personas trans y no binarias, también incluye la transición de género.

Dignitas Infinita presta una mirada escéptica hacia los esfuerzos de las personas trans por seguir el llamado de Dios en sus vidas, considerándolos como (mal)usos de la libertad de la persona en violación de su naturaleza humana. Sin embargo, la historia que nos cuentan las personas trans nos invita a una comprensión ampliada de la naturaleza humana, al igual que las personas de color y las mujeres han obligado a reconsiderar concepciones previamente inadecuadas de la naturaleza humana en el pasado.

Sin títuloJason Steidl Jack es profesor asistente de estudios religiosos en la Universidad de St. Joseph en Nueva York y autor de Ministerio católico LGBTQ: pasado y presente:

La mala comprensión que tiene el Vaticano de la “ideología de género” y las experiencias trans es una teología fundamentalmente poco seria que ofrece sólo caricaturas básicas de la teoría y la ciencia de género mientras denigra las vidas sagradas de las personas trans y de otras personas de género diverso. Lamentablemente, Dignitas Infinita causará graves daños a quienes ya se encuentran entre los más vulnerables de la sociedad y de la Iglesia.

Therese Lysaught es profesora en el Instituto Neiswanger de Bioética y Política de Salud de la Facultad de Medicina Stritch y del Instituto de Estudios Pastorales de la Universidad Loyola de Chicago, miembro de la Academia Pontificia para la Vida y editora del Journal for Moral Theology:

Sin títuloDignitatis Infinita marca la primera vez que la Santa Sede trata los temas complejos e hiperpolitizados de la teoría de género y las intervenciones médicas para personas transgénero en un documento autorizado. Tergiversa profundamente estos temas y demuestra una dolorosa falta de comprensión de ambos. A pesar de señalar correctamente que siguen siendo “objeto de considerable debate” entre los expertos científicos (n° 57), el DDF parece creer que no se necesitan más estudios, que seis párrafos son suficientes para tratar estos temas difíciles y sensibles, y que la única evidencia necesaria para respaldar sus afirmaciones iniciales de que la teoría de género y las intervenciones médicas para las personas transgénero son moralmente equivalentes a la pobreza, la guerra, la trata de personas, el abuso de los inmigrantes, el aborto y el abuso sexual del clero son textos de prueba de documentos del Papa Francisco. Después de cinco años, uno hubiera esperado un análisis cuidadoso y exhaustivo, informado por evidencia científica rigurosa, erudición teológica académicamente sólida, así como las perspectivas de las mujeres y las propias personas transgénero. En cambio, el DDF ha promulgado precisamente el tipo de reclamos que históricamente se han utilizado para marginar a las mujeres y a las personas LGBTQ+, justificar la violencia contra ellas y violar su dignidad.

roche-maryMary Doyle Roche es profesora asociada de Estudios Religiosos en el College of the Holy Cross, Worcester, Massachusetts, y autora de Escuelas de Solidaridad: Familias y Enseñanza Social Católica:

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) lucha por recibir sus propias ideas sobre el bien intrínseco de la persona cuando se trata de la dignidad de las personas LGBTQIA+, particularmente las personas trans y no binarias: que la imagen de Dios está confiada a la libertad humana y para que la semejanza de la persona con Dios crezca en respuesta al amor de Dios. [22]. El documento señala las “inmensas posibilidades de encuentro y solidaridad”… “en la búsqueda honesta de toda la verdad” que son posibles en esta época. Pero el documento no refleja tal encuentro con personas que se esfuerzan por vivir la libertad a la que están llamados, una libertad que no es simplemente un ejercicio de control sobre el cuerpo o la identidad, como sugiere el DDF, sino una libertad para relaciones auténticas con uno mismo y los demás. La falta de un encuentro genuino pone en duda el compromiso con la dignidad intrínseca y punto.

ruiz-ish-fullIsmael Ruiz es profesor postdoctoral Provost-Candler en Estudios Católicos en la Escuela de Teología Candler de la Universidad Emory, y ha publicado y trabajado extensamente sobre la inclusión LGBTQ+ en la educación católica:

Con un suspiro, el documento declara hermosa y poderosamente que la dignidad humana es infinita para todas las personas… y con otro suspiro, borra, invalida y –en última instancia– viola la dignidad de las personas transgénero. Sus dificultades son las mismas que las de declaraciones magistrales anteriores: falta de consulta con la experiencia vivida por las personas trans, falta de compromiso con la investigación académica contemporánea sobre género, combinación de orientación sexual e identidad de género, declaraciones autorreferenciales, argumentos testaferros. sobre las personas trans bajo la categorización de “ideología de género”, la paranoia sobre la teoría de género y la destrucción del tejido social mediante la eliminación de la diferencia, y el añadido de convertir a las personas transgénero en chivos expiatorios a raíz de las reacciones conservadoras a Fiducia Supplicans. No importa cuánto edulcorantes hagan el Papa Francisco y los demás funcionarios del Vaticano a través de advertencias pastorales, este documento es otro recordatorio de lo que las personas gays, lesbianas, bisexuales y (especialmente) transgénero anhelan pero se les niega continuamente: reconocimiento, gracia, y dignidad presentes en la plenitud de su queerness.

imagesCristina L.H. Traina es la Cátedra Avery Cardinal Dulles, S.J., de Teología Católica en la Universidad de Fordham, donde enseña teología y ética cristianas:

Como ya han señalado otros, las conclusiones de Dignitas Infinita sobre sexo y género son descuidadas e infundadas, lo que resulta insultante para los católicos LGBTQ. Pero peor aún, la declaración viola el proceso sinodal. El otoño pasado, la asamblea del Sínodo de los Obispos en Roma pidió descripciones teológicas del ser humano que “capten la complejidad de los elementos que emergen de la experiencia o el conocimiento de las ciencias” (III.15.g) y “[los integren] en un síntesis más madura” (III.14.h). En particular, pidió relatos del ser humano antes de Dios que nos ayuden a reflexionar moralmente sobre la “corporeidad” (III.15.g), incluida la sexualidad. Prevenir esa conversación sinodal global en curso con una nueva declaración que no involucra la sabiduría de la iglesia en general ni siquiera cumple con los propios estándares de conocimiento de las asambleas sugiere que las deliberaciones del Sínodo son una farsa. Y eso no es sólo un insulto, es devastador.

Publicaciones anteriores sobre Dignitas Infinita

What Transgender Catholics and Their Allies Are Saying About Dignitas Infinita” (“Lo que dicen los católicos transgénero y sus aliados sobre Dignitas Infinita”) (Bondings 2.0)

The Strawman of “Gender Theory” in the Vatican’s New Document” (Fr. Daniel P. Horan) (“El hombre de paja de la “teoría de género” en el nuevo documento del Vaticano” (P. Daniel P. Horan)

Vatican Document on Human Dignity Fails LGBTQ+ People” (“El documento del Vaticano sobre la dignidad humana falla a las personas LGBTQ+” (Ministerio Nuevos Caminos)

New Vatican Document Condemns Gender Transitions and Undefined ‘Gender Theory’”  (“Nuevo documento del Vaticano condena las transiciones de género y la ‘teoría de género’ indefinida” (Bondings 2.0)

—Brian Flanagan (él/él), Ministerio New Ways, 11 de abril de 2024

Fuente New Ways Ministry

General, Homofobia/ Transfobia., Iglesia Católica , , , , , , , , , , , , ,

“La polarización homofóbica en la Iglesia”, por Jesús Martínez Gordo, teólogo

Miércoles, 10 de abril de 2024

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“La mayoría heterosexual no puede imponerse -y menos, en nombre de la voluntad de Dios- sobre la minoría homosexual”

“El debate -sobre todo, sinodal- para propiciar un acercamiento empático a la homosexualidad va a ser la recolocación -todavía pendiente de ser recibida por muchos católicos- de la “ley natural” y de la moralidad a ella vinculada”

“La tradicional doctrina sobre la homosexualidad -y las actitudes católicas a ella vinculadas- presentaban (y siguen teniendo) dificultades para eludir su inclusión en las doctrinas y actitudes homofóbicas”

“La inclinación homosexual no era para santo Tomás una cuestión cultural, sino antropológica”

“Los actos humanos –como coronación de la inclinación connatural– son buenos o malos dependiendo de si la relación que un homosexual mantiene con la persona amada es única, fiel y gratuita

En los Sínodos de los años 2014 y 2015, además de aprobar la plena acogida eclesial de los divorciados y casados civilmente, también se abordó la cuestión de la homosexualidad.

 Y, con ella, se inauguró el debate sobre la relación entre, por una parte, la perspectiva o paradigma -teológico, pastoral y moral- asentado, hasta entonces, en la llamada “ley natural” y, por otra parte, la fundada tanto en los recientes resultados alcanzados por las ciencias humanas (la razón en libertad) como en la creación de todos los seres humanos “a imagen y semejanza de Dios”, incluidos los homosexuales.

En el origen de este debate sinodal se encontraba la histórica rueda de prensa concedida por el Papa Francisco en el avión que le trasladaba de Río de Janeiro al Vaticano (Jornadas Mundiales de la Juventud) el 28 de julio de 2013. A preguntas de los periodistas, después de referirse a los divorciados vueltos a casar civilmente, se manifestó partidario de cambiar el trato y la actitud ante la homosexualidad: “Si una persona es homosexual y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”.

IMG_3684El resultado de esta intervención papal y del debate -sobre todo, sinodal- para propiciar un acercamiento empático a la homosexualidad va a ser la recolocación -todavía pendiente de ser recibida por muchos católicos- de la “ley natural” y de la moralidad a ella vinculada. Y, con dicha recolocación, la percepción de que la tradicional doctrina sobre la homosexualidad -y las actitudes católicas a ella vinculadas- presentaban (y siguen teniendo) dificultades para eludir su inclusión en las doctrinas y actitudes homofóbicas.

 Desde entonces, los católicos estamos urgidos a mover ficha. Y más pronto que tarde, si no queremos ser considerados como también responsables de la homofobia que aletea (y lo sigue haciendo actualmente) en la “extrapolación cultural”, es decir, en la absolutización de un dato que, recibido de la cultura, se empieza a percibir como difícilmente compatible tanto con las más recientes investigaciones sexuales como con el corazón doctrinal de la Escritura.

Pero, además, la reciente decisión papal de permitir la bendición de parejas homosexuales o de personas en situaciones irregulares (Declaración “Fiducia supplicans”, 2023) ha evidenciado, por un lado, la atención que se ha de prestar a la cultura y, a la vez, la obligación de evitar lo que se podría llamar “la polarización cultural; un fundamentalismo que no solo ronda a los “secularizados europeos”, sino también a otros países y sensibilidades no tan entregados -aparentemente- a los cantos de sirena de la modernidad, cuanto a una tradición insostenible a la luz de los actuales avances, antropológicos y escriturísticos.

 Dicha extrapolación se caracteriza por someter la verdad escriturística de que todos hemos sido creados por Dios a los dictados de unos supuestos culturales que ya no son de recibo porque -quienes los asumen acríticamente- acaban excluyendo y condenando a una minoría -en este caso, homosexual- en nombre de la mayoría heterosexual, acogida y reconvertida en supuesta “universalidad heterosexual”. Tal es -además del escriturístico- el error lógico y racional en el que incurre la extrapolación fundamentalista y homófoba que -recibida hasta el presente como cultural y teológicamente normal- hay que dejar en la cuneta.

 Por lo visto hasta el presente, se trata de un cambio o conversión que bastantes católicos pueden percibir como excesivamente rápido, cuando no como un despropósito. Tanto, que parece resultar particularmente difícil de ser asumido por muchos de los que han pertenecido a una generación que nació, vivió y asumió -como incuestionables y sólidamente fundadas- las llamadas verdades innegociables, ancladas en la “ley natural”, y, por ello, reflejo de la voluntad de Dios.

Pero vayamos por partes.

IMG_3685La ley natural

Como es sabido, la propuesta de revisar la doctrina católica sobre la homosexualidad fue clausurada en el Sínodo de 2014, gracias a la capacidad de bloqueo que tiene la minoría. Dicha minoría -formada, en aquella ocasión, por una buena parte de los obispos centroafricanos, por algunos estadounidenses (con el cardenal R. L. Burke al frente) y por otro grupo de prelados europeos -sobre todo, del este- no estaba dispuesta a ir más lejos de lo sostenido al respecto en el Catecismo Católico.

Ante esta situación, la estrategia desplegada por los responsables sinodales se centró en intentar aprobar en el Sínodo de octubre de 2015 todo lo referido a los divorciados casados civilmente, dejando a un lado la posibilidad de tratar la homosexualidad con un mínimo de empatía, habida cuenta de las dificultades que -al parecer insuperables- presentaban no sólo los obispos estadounidenses, sino, sobre todo, la gran mayoría de los centroafricanos con algunos europeos, en particular los del este. Empeñarse en tratar este asunto, intentando una evolución doctrinal, moral y jurídica más amable, no ofrecía garantía alguna de que pudiera superarse el bloqueo en el que había quedado sumido en el Sínodo del año anterior.

No quedaba otra salida que concentrar las fuerzas en alcanzar la mayoría sinodal requerida para que, al menos, los divorciados casados civilmente pudieran reincorporarse plenamente en la comunión eclesial.

La discriminación eclesial de los homosexuales

 Sin embargo, semejante bloqueo sinodal no impidió que hubiera aportaciones que, como la del dominico Adriano Oliva, sostuviera la procedencia de un cambio no solo de perspectiva, sino también doctrinal, en lo tocante a las personas homosexuales [1].

 IMG_3688Según A. Oliva había que revisar la equiparación moral que el Catecismo acababa estableciendo, de hecho, entre comportamiento homosexual y sodomía. Al ser consideradas ambas como “intrínsecamente desordenadas”, al homosexual que pretendiera ser, a la vez, cristiano solo le quedaba renunciar a toda relación sexual.

Ahora bien, prosiguió, era una exigencia que les discriminaba con respecto a las personas heterosexuales, ya que, al obligarles a no realizar “actos homosexuales” y proponerles la vida célibe como única alternativa, les cerraba la posibilidad de elegir. Urgía, por eso, a repensar la doctrina moral recogida en el Catecismo para desterrar cualquier atisbo de injusta discriminación y poder acoger a estas personas en la Iglesia “con sensibilidad y delicadeza.

Sodomía y homosexualidad en Sto. Tomás

 Metido en tal tarea, denunció, apoyado en otras investigaciones, la improcedencia de identificar los “comportamientos homosexuales” con el pecado de “sodomía”. Tal asociación no era de recibo. Había que desecharla y, obviamente, no quedaba más remedio que revisar la supuesta inmoralidad de los actos homosexuales y de la misma homosexualidad a la luz de tal desmarque. Y propuso seguir y adentrarse en la puerta abierta por santo Tomás.

El Santo de Aquino, informó A. Oliva, se tomaba en serio la realidad y la vida concreta de las personas. Por eso, no aceptaba la existencia de la naturaleza humana en abstracto, sino sólo concretada en las personas de carne y hueso. Y tampoco una ley natural única y uniforme, sin gradualidad, sin una diferenciada obligatoriedad y al margen de las excepciones. Partiendo de esta manera unitaria de ver la realidad y la vida se preguntó, estudiando el caso de la sodomía, si era conforme con la condición humana la existencia de una inclinación y de un placer “innatural” o “contra la naturaleza”, es decir, con personas del mismo sexo.

La “connaturalidad” de la homosexualidad

 Su respuesta fue que dicha inclinación, y, por tanto, la búsqueda del placer correspondiente, sin dejar de ir contra la naturaleza específica y general del ser humano, era, sin embargo, “connatural” o “según la naturaleza” de esa persona individualmente considerada. Era así como se concretaba la naturaleza humana general y específica. En esto consistía su “alma”, es decir, lo que constituía y cualificaba a cada ser humano en cuanto tal.

Por tanto, la inclinación homosexual no era para santo Tomás una cuestión cultural, sino antropológica. Desgraciadamente, una vez llegado a esta conclusión no la desarrolló. Se limitó a continuar con sus consideraciones sobre el acto sodomítico como pecado contrario al mandamiento de Gn 1,28 de crecer y multiplicarse.

La moralidad del comportamiento homosexual

IMG_3690 Esta aportación, apuntó A. Oliva, abría las puertas a un oportuno desarrollo doctrinal en lo relativo a la concepción del amor, de la sexualidad y del mismo matrimonio. Y más, a partir del momento en el que la Iglesia había reconocido que en la vida matrimonial se daban circunstancias en las que era posible desligar el mandato de procrear y la mutua comunicación del amor.

 Pero no solo facilitaba articular la mutua comunicación del amor y la procreación desde la centralidad de la primera. Oportunamente puesta al día, también permitía superar la discriminación de los homosexuales; posibilitaba su acogida eclesial con sensibilidad y delicadeza y diferenciaba la sodomía de la homosexualidad.

 En efecto, apuntó A. Oliva, la revelación cristiana reconoce que el acto sexual –fundado en la inclinación connatural– es moralmente aceptable si queda inserto en una relación única, fiel y gratuita. Por tanto, los actos humanos –como coronación de la inclinación connatural– son buenos o malos dependiendo de si la relación que un homosexual mantiene con la persona amada es única, fiel y gratuita.

Cuando mantiene un trato en estos términos, está desarrollando aquello que le constituye y cualifica como ser humano singular (el “alma”) es decir, está realizando y desarrollando plenamente su existencia de persona homosexual, sin tener que frustrar –como así lo pide el Catecismo– su connatural capacidad de amar. Se estaría hablando de una relación homosexual que, por atenerse a dichas notas, tendría que ser acogida por los católicos como moralmente aceptable, de forma análoga a la heterosexual.

 A la luz de esta aportación era posible diferenciar la naturalidad y connaturalidad de la inclinación homosexual –aplicable a la bisexualidad y a la transexualidad– de la sodomía. Este último sería un acto moralmente reprobable, porque mantiene una relación en la que no existen para nada amor exclusivo, fidelidad y gratuidad. Al carecer de ello va “contra la naturaleza” de la persona homosexual que pretende ser cristiana.

 Evidentemente, la relación de una pareja homosexual no es identificable con un matrimonio, porque no puede estar abierta, por sí misma, a la procreación. Pero conviene tener presente, apuntó A. Oliva, que santo Tomás no aceptó que dicha procreación fuera la esencia del matrimonio y del acto sexual.

IMG_3675Si se aplicara semejante doctrina habría que concluir, sostuvo el Aquinate, que la relación entre José y María tampoco fue matrimonial y que, por ello, no fue una unión verdadera y perfecta, sino aparente y falsa. Y otro tanto sostiene el magisterio pontificio en la carta encíclica “Humanae vitae” (1968) cuando, afrontando la cuestión de la paternidad responsable, admite la posibilidad de una relación sexual única, fiel y gratuita, y excepcionalmente no abierta a la procreación.

Por eso, concluyó el dominico, cuando la relación homosexual es vivida en dichos términos, cuesta no reconocerla como habitada por elementos de verdad y como un camino de santificación. Por ello no tendría que haber problema alguno para que los homosexuales católicos pudieran participar en los sacramentos ni para que fueran integrados plenamente en la comunidad eclesial.

Ley natural mayoritaria, no universal

Pero esto, siendo mucho, no era todo. La aportación de A. Oliva permitió percatarse -como he adelantado- de otro dato sumamente relevante: que la ley natural no era universal, sino mayoritaria, habida cuenta de que, normalmente, se procede a su formulación de manera inductiva. Y, como consecuencia de ello, se ha entendido que lo mayoritario es universal, comprendiendo las excepciones como errores, extrapolaciones o desviaciones inaceptables.

 Afortunadamente, en nuestros días nos hemos percatado y hemos asumido que la mayoría heterosexual no puede imponerse -y menos, en nombre de la voluntad de Dios- sobre la minoría homosexual, por muy minoritaria que sea. Ello quiere decir que la ley moral -tenida, hasta el presente, como sacrosanta porque en ella se visualiza la voluntad de Dios- no es tal, al no ser universal, sino mayoritaria, y no atender debidamente a la minoría homosexual.

El sesgo homofóbico

 A partir de esta aportación de A. Oliva se empezó a comprobar el sesgo homofóbico -cuando no, la incuestionable homofobia- de los defensores a ultranza de la llamada ley natural y de la moral sexual resultante a partir de dicha ley natural; socializada, como es evidente, en amplias capas de la sociedad civil y de la Iglesia.

 No queda más remedio que encontrar otro fundamento -teológico y doctrinal- para condenar la homosexualidad o, en su imposibilidad, cambiar el registro doctrinal, jurídico y moral al respecto.

El dilema es claro.

IMG_3676 Y con ello, la percepción de que la doctrina, la moral y las actitudes eclesiales ante la homosexualidad -acogidas hasta el presente como verdades innegociables- tienen más de limitada extrapolación cultural que de verdad racional (atenta a los descubrimientos sexológicos) y a las aportaciones doctrinales con fundamento escriturístico, es decir, tienen dificultades para no deslizarse y eludir la polarización homofóbica.

 Los católicos y los obispos alemanes son, sin duda, los que -a lo largo de estos últimos años- se han adentrado por este camino con más lucidez y coraje. Es de lo que habrá que hablar en otra entrega

 [1] Cf. A. OLIVA, “L’amicizia più grande. Un contributo teologico alle questioni sui divorziati risposati e sulle coppie omosessuali”. Florencia, Nerbini, 2015. J. MARTINEZ GORDO, “Estuve divorciado y me acogisteis. Para comprender ‘Amoris laetitia’”, PPC, Madrid. 2016

Fuente Religión Digital

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El obispo detrás del documento de bienvenida transgénero del Vaticano sobre los sacramentos

Miércoles, 10 de abril de 2024

IMG_3774Obispo José Negri

Cuando el Vaticano afirmó que las personas transgénero podrían ser bautizadas en 2023, los funcionarios respondían a las preguntas de un obispo sobre las personas LGBTQ+ y los sacramentos. Desde entonces, el periódico brasileñoEl País describió a ese obispo, los detalles sobre cómo surgieron las instrucciones del Vaticano y lo que podría significar toda la historia.

Como se informó en noviembre pasado, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó un responsum ad dubia, o documento que responde preguntas, sobre si las personas transgénero, incluidas aquellas que han pasado por una transición médica, pueden ser bautizadas como católicas, así como servir como padrinos. y testigos del matrimonio. La respuesta, que también se refería a las parejas queer, fue en gran medida olvidada ya que apenas unas semanas después, ese mismo dicasterio publicaría una declaración sobre las bendiciones, Fiducia Supplicans, que iniciaría un debate sobre la bendición de las parejas LGBTQ+ que continúa hoy.

Sin embargo, la respuesta del dicasterio en noviembre es un paso positivo que debe recordarse, y cómo se produjo comenzó muy lejos de Roma. Según El País:

“[E]l proceso comenzó en Brasil, en la oficina de un obispo en São Paulo. En concreto, comenzó con una carta con seis preguntas dirigida a la [entonces] Congregación para la Doctrina de la Fe y firmada por el obispo José Negri, de la diócesis de Santo Amaro, en la zona sur de la ciudad más poblada de América Latina. . .

“[El obispo] planteó las seis preguntas clara y directamente. La primera pregunta: ‘¿Se puede bautizar a una persona trans?’ La cuarta indagación: ‘¿Puede una pareja del mismo sexo aparecer como progenitores de un niño a bautizar si este fue adoptado o concebido por otros métodos, como la gestación subrogada? La respuesta del organismo que se ocupa de las cuestiones doctrinales y teológicas de la Iglesia (la antigua Inquisición) también fue concisa en su respuesta de tres páginas, que incluía múltiples notas a pie de página.

Cuatro meses después de que Negri presentara sus preguntas, la respuesta del dicasterio se hizo pública tras obtener la aprobación papal. Según El País, el propio obispo se ha negado a comentar o ser entrevistado sobre el proceso de interrogatorio o su resultado.

Inicialmente, algunos observadores creían que las preguntas sobre las personas LGBTQ+ y los sacramentos planteadas a la oficina doctrinal procedían de obispos más afirmativos que buscaban ampliar la atención pastoral inclusiva. Pero el informe de El País confunde esa idea, reflejando la compleja realidad de los obispos en la iglesia del Papa Francisco:

“[Al igual que] Jorge Mario Bergoglio de Argentina, Negri está a favor de que la jerarquía católica ‘escuche a las periferias’, ya sean urbanas, sociales o económicas. Anteriormente, fue obispo en Blumenau, en la zona más blanca de Brasil, tierra colonizada por inmigrantes alemanes que conservan la lengua e incluso celebran el Oktoberfest. Hace unos años presidió el comité de protección de la infancia de la Conferencia Episcopal Brasileña; en ese momento, prometió que la Iglesia enfrentaría firmemente el abuso sexual en su medio.

“El obispo de Santo Amaro “pertenece al espectro más conservador” de la Iglesia en Brasil y “es un obispo prudente”, explica Paulo Ricardo, del Instituto de Estudios Religiosos (ISER). La diócesis que preside cuenta con unos dos millones de católicos y debe su fama al padre Marcelo Rossi, del movimiento de Renovación Carismática Católica, que fue un verdadero fenómeno de masas en los años 90 gracias a sus discos, un Grammy Latino, misas espectáculo y métodos modernos. de evangelización”.

El País señala que la cuestión de las personas LGBTQ+ está surgiendo en toda la iglesia brasileña, donde los derechos legales están muy avanzados, pero la violencia contra las personas transgénero está en niveles récord. Incluso si el obispo Negri tiene una inclinación más conservadora, sus compañeros católicos están agradecidos por sus preguntas y la respuesta del Vaticano:

“Luis Rabello, de 35 años, secretario ejecutivo de la red brasileña de grupos católicos LGBTQ+, saluda los cambios introducidos por el Papa Francisco porque ‘sirven para dar visibilidad’ a un grupo que ‘siempre ha existido en la Iglesia, tanto entre los fieles como entre los fieles’. como catequistas.” Se alegra de que el Vaticano finalmente haya adoptado normas para resolver cuestiones que hasta ahora se han tratado caso por caso. . .

“[Rabello] sostiene que las preguntas del obispo Negri a la Congregación para la Doctrina de la Fe responden a una demanda social. ‘Las personas LGBTQ+ exigen más espacio en la Iglesia; están exigiendo respeto”. Explica que es una tendencia que ha crecido en los últimos años con los cambios sociales y la comunidad LGBTQ+ inspirada en los gestos del actual Pontífice. Rabello señala que el Papa Francisco ha recibido a personas trans en la Santa Sede. Funcionario de profesión, cree que las recientes sentencias del Vaticano son “muy importantes para educar a los sacerdotes, a los obispos…”

Desde Brasil, las preguntas del obispo Negri generaron claridad sobre la aceptación plena de las personas trans en la vida sacramental de la iglesia. Desde Brasil, el Papa Francisco pronunció su famoso “¿Quién soy yo para juzgar?” comentarios en 2013. Y desde Brasil, con sus más de 120 millones de católicos, parece que el ministerio LGBTQ+ seguirá creciendo e incluso llegará a liderar América Latina y el mundo al hacerlo.

—Robert Shine (él/él), Ministerio New Ways, 23 de marzo de 2024

Fuente New Ways Ministry

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Las parejas LGBTQ+ no sólo deben ser bendecidas: son bendiciones para la Iglesia

Martes, 9 de abril de 2024

IMG_3188Yunuen Trujillo

El debate sobre Fiducia Supplicans, la declaración del Vaticano que permite bendiciones para parejas en situaciones consideradas “irregulares” por los líderes de la iglesia, ha llevado a un católico LGBTQ+ a reflexionar no solo sobre el amor entre personas del mismo sexo, sino también sobre todas las formas de amor que la iglesia no acepta plenamente. y que bendición son.

Yunuen Trujillo, autora y líder del ministerio LGBTQ+, así como colaboradora de Bondings 2.0, escribió sobre sus reflexiones sobre el amor y las relaciones a la vista de Fiducia Supplicans. Ella escribe en U.S. Catholic:

“En ciertos círculos dentro de la Iglesia católica, el matrimonio y la procreación a menudo se consideran simbólicos, utilizados como símbolo de cumplimiento de reglas, una forma de determinar quién está dentro y quién no. Esto a menudo deja a muchos católicos amorosos aparentemente fuera de la comunidad que es su iglesia: parejas que están casadas sacramentalmente pero eligen no tener hijos, parejas que tienen hijos pero eligen no casarse sacramentalmente, madres solteras y personas heterosexuales y del mismo sexo. parejas que físicamente no pueden tener hijos, por mencionar sólo algunas. . .

“A menudo practicamos formas imperfectas de amor, pero en su etapa más perfecta, el amor conduce a la plenitud y la plenitud. Una unión alimentada por el amor es una unión que suma; no resta. En el mejor de los casos, el amor dice: “Soy más yo porque estás aquí”; ‘Sigo creciendo porque ustedes apoyan mi crecimiento’; ‘Soy más libre porque te amo’; “Estoy más cerca de Dios porque veo lo Divino en ti”; ‘Tú eres mi espacio seguro’. En su expresión más perfecta, ambas personas en una unión continúan su crecimiento juntas y se apoyan mutuamente en lugar de limitarlo”.

Trujillo aborda más específicamente la declaración de bendiciones, que, según señala, no cambia la enseñanza de la iglesia sobre el matrimonio y emite algunas restricciones sobre las bendiciones que puede implicar una pareja LGBTQ+. Aun así, incluso con estas restricciones, Trujillo señala que “[algunos] católicos parecen desconcertados ante esta posibilidad”. Ella plantea un desafío a los detractores, y de hecho a toda la iglesia, de que Fiducia Supplicans no se trata solo de cómo la iglesia puede bendecir a las parejas “irregulares”, sino de cómo la iglesia puede entender a esas parejas como ellas mismas como una bendición. Ella concluye:

“Esta apertura a bendecir es un reconocimiento de la existencia del amor que da gracia en las llamadas ‘relaciones irregulares’ y una invitación para que todos reflexionemos sobre cómo estas uniones ya enriquecen a nuestra iglesia.

“No tengo ninguna duda de que una relación como la retratada en [la película] Un paseo para recordar es sagrada. De manera similar, no tengo ninguna duda de que las uniones comprometidas y amorosas de los católicos LGBTQ, así como de otros católicos heterosexuales en matrimonios civiles o matrimonios sin hijos, son vivificantes y bendiciones en sí mismas. El Espíritu Santo nos llama a discernir cómo son una bendición para la iglesia y, en consecuencia, a bendecirlos a cambio”.

—Robert Shine (él/él), Ministerio New Ways, 25 de marzo de 2024

Fuente New Ways Ministry

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Aborto, eutanasia, género, abusos, trata, feminicidios, hambre o guerra: el Vaticano denuncia todas las “violaciones de la dignidad humana” en un mundo globalizado

Martes, 9 de abril de 2024

IMG_4009Ninguna sorpresa, dada la calculada ambigüedad del papa Bergoglio (sí, aquí es más Bergoglio que Francisco), pero incluir a las personas transgénero dentro de lo que denomina “Violaciones graves” contra la dignidad humana es algo más que un despropósito alejado de todo criterio científico, es una gran  crueldad gratuíta. La medida para comprobarlo es el alborozo de los medios de la Fachisfera. Dios le perdone.

Las dos ‘almas‘ de la Iglesia, confrontadas en ‘Dignitas Infinita‘, el último texto de Doctrina de la Fe

Dignitas Infinita aborda “algunas violaciones graves de la dignidad humana”, que van desde “el drama de la pobreza” hasta la “violencia digital”, pasando por la condena inequívoca del aborto, la eutanasia o la teoría de género, mientras reclama la lucha contra las guerras, la trata de personas, la violencia contra las mujeres o los abusos sexuales

Cinco años de trabajo y varios borradores, tras los que no puede definirse quién es el autor real del texto, aunque lleve la firma de Fernández y la aprobación explícita del Papa Francisco, en audiencia del pasado 25 de marzo

“Ninguna guerra vale la pérdida de la vida, aunque solo sea de una sola persona humana”, ni “el envenenamiento de nuestra casa común”, ni “la desesperación de los que están obligados a dejar su patria”

“Es hora de condenar con determinación, empleando los medios legislativos apropiados de defensa, las formas de violencia sexual que con frecuencia tienen por objeto a las mujeres”, con especial hincapié en el feminicidio

“Ayudar al suicida a quitarse la vida es, por tanto, una ofensa objetiva contra la dignidad de la persona que lo pide, aunque con ello se cumpliese su deseo

Lee Dignitas Infinita, el último documento de Doctrina de la Fe

Las claves de fondo de ‘Dignitas Infinita’ según el cardenal Fernández: compromiso con la dignidad humana más allá de toda circunstancia

‘Tucho‘ Fernández: “‘Fiducia Supplicans’ incluye una innovación magisterial (…). Está en el corazón pastoral de Francisco. El prefecto de Doctrina de la Fe defiende la vigencia de la bendición a parejas ‘irregulares'”Jesús Bastante

“Tucho” Fernández presentó el nuevo documento sobre la Dignidad: “Muestra la evolución de la Iglesia”, por Hernán Reyes Alcaide

Bernardo García: “’Dignitas infinita’ es un aporte para abolir la maternidad subrogada”

Las dos almas de la Iglesia, siempre unidas, siempre en conflicto, están presentes en Dignitas Infinita, la última declaración vaticana sobre la dignidad humana, que este mediodía se presenta en Roma. La lucha por la dignidad de los desfavorecidos, junto al mantenimiento de una férrea doctrina moral, continúan conviviendo en la base de un texto que, firmado por el cardenal ‘Tucho Fernández’, hunde sus raíces en el trabajo previo de su antecesor, Luis Ladaria. Cinco años de trabajo y varios borradores, tras los que no puede definirse quién es el autor real del texto, aunque lleve la firma de Fernández y la aprobación explícita del Papa Francisco, en audiencia del pasado 25 de marzo.

A lo largo de sus 66 puntos (con una larga presentación, una introducción, cuatro bloques y una conclusión), ‘Dignitas Infinita’ no dejará contento a ninguno de los representantes de dichas almas o, al contrario, favorecerá que cualquiera pueda arrimar el ascua a la sardina de sus ideologías. En lo esencial, un fuerte llamado del Vaticano a “prestar mayor atención a las graves violaciones de la dignidad humana que se produce actualmente en nuestro tiempo”, para lo que el dicasterio “tomó medidas para reducir la parte inicial  […] y elaborar con más detalle lo que el Santo Padre había indicado”.

Violaciones graves” contra la dignidad humana

Sin duda, la parte del león está en la cuarta parte del texto, en el que ‘Dignitas Infinita” aborda “algunas violaciones graves de la dignidad humana”, que van desde “el drama de la pobreza” hasta la “violencia digital”, pasando por la condena inequívoca del aborto, la eutanasia o la teoría de género, mientras reclama la lucha contra las guerras, la trata de personas, la violencia contra las mujeres o los abusos sexuales.

 El drama de la pobreza: en este punto, el primero destacado por el documento, Roma insiste en que se trata de “uno de los fenómenos que más contribuye a negar la dignidad de tantos seres humanos”, y que supone “una de las mayores injusticias del mundo contemporáneo”. “Todos somos responsables, aunque en diversos grados, de esta flagrante desigualdad”, recalca el dicasterio

Respecto a la guerra,otra tragedia que niega la dignidad humana”, el Vaticano recuerda que es una “derrota de la Humanidad”, y que “ninguna guerra vale la pérdida de la vida, aunque solo sea de una sola persona humana”, ni “el envenenamiento de nuestra casa común”, ni “la desesperación de los que están obligados a dejar su patria”.

“Todas las guerras, por el mero hecho de contradecir la dignidad humana, son «conflictos que no resolverán los problemas, sino que los aumentarán»”, recalca el texto, que pide “salir de la lógica de la legitimidad de la guerra”. 

Respecto a los migrantes, el documento los reconoce como “las primeras víctimas de las múltiples formas de pobreza”, por lo que “es siempre urgente recordar que «todo emigrante es una persona humana que, en cuanto tal, posee derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y en cualquier situación”.

La trata, “crimen contra la Humanidad”

El Vaticano también incluye la trata de personas entre las graves violaciones de la dignidad humana, denunciando a “explotadores y clientes” y recordando que “la Iglesia y la humanidad no deben abandonar la lucha contra fenómenos como el comercio de órganos y tejidos humanos, explotación sexual de niños y niñas, trabajo esclavo, incluyendo la prostitución, tráfico de drogas y de armas, terrorismo y crimen internacional organizado”. “La trata de personas es un crimen contra la Humanidad” sostiene ‘Dignitas Infinita’.

Los abusos sexuales son otro de los puntos abordados por el texto, que admite que ”todo abuso sexual deja profundas cicatrices en el corazón de quienes lo sufren” y advierte que “se trata de sufrimientos que pueden llegar a durar toda la vida y a los que ningún arrepentimiento puede poner remedio”

Por su parte, el Vaticano denuncia que “las violencias contra las mujeres es un escándalo global, cada vez más reconocido”, y recalca las “desigualdades graves entre mujeres y varones” incluso “en los países más desarrollados y democráticos”. “Es hora de condenar con determinación, empleando los medios legislativos apropiados de defensa, las formas de violencia sexual que con frecuencia tienen por objeto a las mujeres”, con especial hincapié en el feminicidio.

Rotundo ‘No‘ al aborto y la maternidad subrogada 

Donde no cambia la doctrina moral de la Iglesia es en cuestiones como la del aborto, donde Roma continúa definiéndolo como un delito “particularmente grave e ignominioso”, denunciando que “la aceptación del aborto en la mentalidad, en las costumbres y en la misma ley es señal evidente de una peligrosísima crisis del sentido moral, que es cada vez más incapaz de distinguir entre el bien y el mal”, y utilizando “una terminología ambigua, como la de ‘interrrupción del embarazo’ (…). Pero ninguna palabra puede cambiar la realidad de las cosas: el aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento”.

“La Iglesia, también, se posiciona en contra de la práctica de la maternidad subrogada”, insiste el documento, que denuncia cómo esta práctica convierte al niño “en un mero objeto”. Y es que, apunta el texto, “la práctica de la maternidad subrogada viola, ante todo, la dignidad del niño” y “la dignidad de la propia mujer que o se ve obligada a ello o decide libremente someterse”.

No hay condiciones en ausencia de las cuales la vida humana deje de ser digna y pueda, por tanto, suprimirse

El nuevo documento vaticano también arremete con fuerza contra la eutanasia y el suicidio asistido, cuestionando la denominación de “leyes de muerte digna”. “Está muy extendida la idea de que la eutanasia o el suicidio asistido son compatibles con el respeto a la dignidad de la persona humana”, admite Roma, que señala la importancia de unos “cuidados paliativos apropiados y evitando cualquier encarnizamiento terapéutico o intervención desproporcionada”, pero aclara: “No hay condiciones en ausencia de las cuales la vida humana deje de ser digna y pueda, por tanto, suprimirse”. Y va más allá: “Ayudar al suicida a quitarse la vida es, por tanto, una ofensa objetiva contra la dignidad de la persona que lo pide, aunque con ello se cumpliese su deseo”.

Al tiempo Doctrina de la Fe denuncia “el descarte de las personas con discapacidad”, que “sufren a veces marginación, cuando no opresión, al ser tratadas como auténticos descartados”.

La “colonización ideológica” de la “teoría de género”

IMG_4011Una de las grandes novedades del documento es su firme condena de la “teoría de género”. Pese a condenar que “en algunos lugares se encarcele, torture e incluso prive del bien de la vida, a no pocas personas, únicamente por su orientación sexual”, Roma denuncia las “colonizaciones ideológicas, entre las que ocupa un lugar central la teoría de género, que es extremadamente peligrosa porque borra las diferencias en su pretensión de igualar a todos”.

Así, el Vaticano afirma que la teoría de género “pretende negar la mayor diferencia posible entre los seres vivos: la diferencia sexual”. En este sentido, concluye Roma, “resulta inaceptable que algunas ideologías de este tipo, que pretenden responder a ciertas aspiraciones a veces comprensibles, procuren imponerse como un pensamiento único que determine incluso la educación de los niños”. Por lo tantos debe rechazarse todo intento de ocultar la referencia a la evidente diferencia sexual entre hombres y mujeres”.

Anomalías genitales

El cambio de sexo, el Vaticano sostiene que “por regla general, corre el riesgo de atentar contra la dignidad única que la persona ha recibido desde el momento de la concepción”, aunque no excluye la posibilidad de que “una persona afectada por anomalías genitales, que ya son evidentes al nacer o que se desarrollan posteriormente, pueda optar por recibir asistencia médica con el objetivo de resolver esas anomalías”.

Finalmente, el documento hace una referencia a la “violencia digital”, que pone en peligro “la buena reputación de cualquier persona con noticias falsas y calumnias”. “De hecho, el ambiente digital también es un territorio de soledad, manipulación, explotación y violencia, hasta llegar al caso extremo del dark web”, concluye el documento, que incide en que, con estas prácticas, “el respeto al otro se hace pedazos y, de esa manera, al mismo tiempo que lo desplazo, lo ignoro y lo mantengo lejos, sin pudor alguno puedo invadir su vida hasta el extremo”.

Fuente Religión Digital

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