Archivo

Entradas Etiquetadas ‘Vida’

7.5.23. Camino, verdad y vida. Evangelio de cada día (2023), Biblia de toda la vida.

Domingo, 7 de mayo de 2023
Comentarios desactivados en 7.5.23. Camino, verdad y vida. Evangelio de cada día (2023), Biblia de toda la vida.

2CA919D9-C762-4F16-9232-00C5A2BB45BDIMG_9649Del blog de Xabier Pikaza:

El evangelio de hoy (dom. 5 Pascua, Jn 14,1-12) presenta a Jesús camino, verdad y vida: ¿Quién ese ése que viene y me dice: Soy tu camino, tu verdad y vida? ¿Quién puede hablarme a sí en este mundo en un mundo de abandonados, perdidos, arrojados sin camino vida?

Ése que viene a tu encuentro esta mañana de pascua es Jesús, Dios amigo/compañero que te dice: Soy tu camino, verdad y vida…  Así lo mostraré comentando este pasaje (Jn 14, 1-12), con el evangelio de todos los días del año (2023) y con la Biblia-Ciudad de todos los lugares y tiempos del mundo

 El evangelio de hoy (dom. 5 Pascua, Jn 14,1-12) presenta a Jesús camino, verdad y vida: ¿Quién ese ése que viene y me dice: Soy tu camino, tu verdad y vida? ¿Quién puede hablarme a sí en este mundo en un mundo de abandonados, perdidos, arrojados sin camino vida?

Ése que viene a tu encuentro en la mañana de pascua es Jesús, Dios amigo/compañero que me dice y te dice: Soy tu camino, verdad y vida…  Así mostraré comentando este pasaje (Jn 14, 1-12), con los evangelio de todos los días del año (2023) Biblia-Ciudad de todos los lugares y tiempos del mundo

Voz que llama y nos dice: Quiero ser-con-vosotros ¿venís a mi casa, compartís mi ciudad?

 No es un muerto del pasado, ni un fantasma de mentira, sino aquel que te da la mano, te abre el corazón, te pone en pie y te dice: vamos, soy contigo, hacemos camino, seremos Verdad, tendremos Vida, uno en el otro y para el otro.

No es voz de ultratumba(un muerto fantasma), ni mandato de dominio, que te niega (¡sólo yo soy, tú no eres…!), sino canto de amor hondo que te dice soy el que soy contigo para que tú seas, para que seamos… Invitación de amor que insiste diciendo: Tengo para ti y para mí, para nosotros (para todos) una casa, la casa de mi Padre, la casa de mis hermanos. Así empieza este diálogo de Jesús con sus dos amigos íntimos, uno se llama Tomás, otro Felipe… Pero pueden ser y son María, Salomé, Susana…

Texto. Tengo una casa para ti, una Ciudad para todos

En la casa de mi Padre hay muchas estancias (moradas, salas de estar, habitaciones íntimas…) si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos un lugar, un hogar? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»

Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.»

Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.» Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí?… Creed en mis obras, en lo que yo hago, en lo que haréis vosotros:. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre.” (Jn 14, 1-12).

Tengo una casa (la casa del Padre), soy tu ciudad, el espacio y tiempo de tu vida.

para que vengas, para que vengamos, para que nos amemos y seamos. Advertirá el lector que he cambiado un poco el final de la lectura, poniendo al final del camino, la verdad y la vida la casa de Dios, la morada- ciudad de la vida.

Las moradas del Padre, la casa de mi Padre, mi casa…. “En la casa de mi Padre hay muchas moradas o estancias…”. Todos los caminos llevan no a Roma, sino al Padre, a las Moradas del amor, que supo describir Santa Teresa, toda la vida buscando su casa, que era la casa del Padre, del amado, preparada para ella.

Jesús es Camino, es plaza, es ciudad Caminantes somos (¡navegantes!), y todos los caminos se centran y condensan para nosotros Cristo. Por eso, quien toma su camino, que es camino de Evangelio, está ya en manos del Padre.

En este evangelio hay dos maestros caminantes que preguntan, dos voces que preguntan: una es de Tomás, otra de Felipe. Significativamente, ellos aparecen más tarde como autores de los dos evangelios misteriosos más significativos de la Iglesia, uno es el de Tomás, otro el de Felipe… el tercero es tu evangelio, tu camino de Jesús

El “yo” de Jesús: soy el Camino, Verdad y la Vida

Si alguien me ama cumplirá escuchará mi vos, nos amaremos y mi Padre le amará y vendremos a él haremos en él una morada” (Cf. Jn 14, 23). Que todos seamos uno, como tú, Padre, en mí y yo en tí…para que sean uno como nosotros somos uno; Yo en ellos y Tú en mí… para que el mundo conozca que Tú me has enviado y que les amas como a mí me has amado (17, 20-23).

En mi ciudad hay mucha tarea: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque voy al Padre (Jn 14, 12).

Así termina este evangelio, de un modo admirable… Es como si yo le dijera a Jesús: No soy nadie, no puedo nada, no te valgo. Pero Jesús me contesta, te contesta… Estoy contigo y puede. Yo te necesito, y harás mis obras y aún mayores…

 No quiso que fuéramos menores que él, sino mayores, que hiciéramos lo que él hizo, y cosas aún más grandes que las suyas. Que no nos limitáramos a mirarle y adorarle diciendo “tú eres Dios y nosotros pobres hombres”. Al contrario, precisamente por eso, por ser él Dios y nosotros hombres, pudo decirnos que hiciéramos sus obras y aún mayores, pues él se iba al Padre para eso, pues él iba al Padre y nos daba su Espíritu

No somos súbditos de un Jesús siempre mayor, sino herederos suyos, capaces de aumentar y mejora su obra.

Éste es un evangelio provocador y escandaloso que termina con unas palabras increíbles (que quizá pocos creen de verdad en esta iglesia): Os aseguro: quien cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo voy al Padre.

Las obras (erga) de Jesús han sido claras a lo largo del evangelio de Juan, en una línea semejante a la Mt 11, 2-4 (cf. Lc 7, 18-23):los ciegos ven, los cojos andan, que los leprosos quedan limpios, los sordos oyen… los pobres reciben la buena noticia.

 La iglesia es según eso el lugar (la casa la comunidad comunidad) donde se realizan las obras de Jesús y aún mayores… Por eso, Jesús termina el evangelio de este domingo (Jn 14, 1-12) diciendo que ellos seguirán haciendo la obras que él ha hecho y aún mayores. Pues bien, yo me atrevo a pensar humildemente que, en sentido general, la iglesia posterior no ha creído ni cree en esto que ha dicho aquí Jesús: ¡Ella no se cree capaz de hacer las obras que hacía Jesús y aún mayores!

Éste es el tema del evangelio este 7 de Mayo del 2023, en un tiempo abierto a la nueva creación de Dios… Jesús fue haciendo unas obras, y al final, cuando se iba, nos dijo que el Padre quería hacer por nosotros sus obras, y aún mayores… Éste es el evangelio de nuestra casa, el Jesús de nuestra ciudad y camino..,, no para pararnos y morir, sino para retomar el camino de la verdad y la vida

Libro de la Casa/Iglesia del Padre,  con el evangelio de cada día del año (2023)

En la línea de las reflexiones anteriores he preparado una introducción y comentario al evangelio de cada día de este año 2023. Un evangelio en cuya portada está la casa… la casa de Dios, la casa de la Iglesia… nuestra casa, con una reflexión para cada día.

 Es un libro de reflexiones bíblicas, de oraciones, de contamplaci`´onpara buscar cada día un breve tiempo de lectura, meditación y contemplación de los evangelios según la liturgia

             Evangelio de Dios somos, y por eso es importante que dediquemos cada día un pequeño tiempo (de diez a quince minutos) para leer, meditar, contemplar y aplicar el evangelio, siguiendo las lecturas de la misa, en unión con los cristianos que avivan, razonan y celebran su fe, siguiendo los textos de la liturgia. Leer más…

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , ,

Iglesia naciente, sufriente, creyente. Domingo 5º de Pascua

Domingo, 7 de mayo de 2023
Comentarios desactivados en Iglesia naciente, sufriente, creyente. Domingo 5º de Pascua

Caminando-con-Jesus-300x300Del blog El Evangelio del Domingo, de José Luis Sicre sj:

Como indiqué el domingo pasado, las tres lecturas de los domingos de Pascua nos hablan de los orígenes de la Iglesia, de las persecuciones de la Iglesia, y de nuestra relación con Jesús.

Iglesia naciente

            La primera lectura nos cuenta la institución de los diáconos y el aumento progresivo de la comunidad, subrayando el hecho de que se uniesen a ella incluso sacerdotes.

En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, diciendo que en el   suministro diario no atendían a sus viudas. Los Doce convocaron al grupo de los discípulos y les dijeron:

– «No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos de la administración. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea: nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra.»

La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando. La palabra de Dios iba cundiendo, y en Jerusalén crecía mucho el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.

            La comunidad de Jerusalén estaba formada por judíos de lengua hebrea y judíos de lengua griega (probablemente originarios de países extranjeros, la Diáspora). Los problemas lingüísticos, tan típicos de nuestra época, se daban ya entonces. Los de lengua hebrea se consideraban superiores, los auténticos. Y eso repercute en la atención a las viudas. Lucas, que en otros pasajes del libro de los Hechos subraya tanto el amor mutuo y la igualdad, no puede ocultar en este caso que, desde el principio, se dieron problemas en la comunidad cristiana por motivos económicos.

            Los diáconos son siete, número simbólico, de plenitud. Aunque parecen elegidos para una misión puramente material, permitiendo a los apóstoles dedicarse al apostolado y la oración, en realidad, los dos primeros, Esteban y Felipe, desempeñaron también una intensa labor apostólica. Esteban será, además, el primer mártir cristiano.

Dignidad de la Iglesia sufriente

            La primera carta de Pedro recuerda las numerosas persecuciones y dificultades que atravesó la primitiva iglesia. Lo vimos el domingo pasado y lo veremos en los siguientes. Pero este domingo, aunque se menciona a quienes rechazan a Jesús y el evangelio, la fuerza recae en recordar a los cristianos difamados e insultados la enorme dignidad que Dios les ha concedido.

            Mientras los judíos, después de la caída de Jerusalén (año 70), se encuentran sin templo ni posibilidad de ofrecer sacrificios al Señor, los cristianos se convierten en un nuevo templo, en nuevos sacerdotes que ofrecen víctimas a Dios por medio de Jesucristo.

            Al final, recogiendo diversas alusiones del Antiguo Testamento, traza una imagen espléndida de la comunidad cristiana: «Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa».

            En nuestra época, cuando la Iglesia parece cada vez menos importante y se ve atacada y condenada en numerosos ambientes, estas palabras de la carta nos pueden servir de ánimo y consuelo.

Queridos hermanos:

Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo. 

Dice la Escritura: «Yo coloco en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado.» Para vosotros, los creyentes, es de gran precio, pero para los incrédulos es la «piedra que desecharon los constructores: ésta se ha convertido en piedra angular», en piedra de tropezar y en roca de estrellarse. Y ellos tropiezan al no creer en la palabra: ése es su destino.

Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa. 

Camino, verdad y vida

Iglesia creyente

            El evangelio nos sitúa en la última cena, cuando Jesús se despide de sus discípulos. En el pasaje seleccionado podemos distinguir tres partes: el hotel, el camino hacia él, los huéspedes.

            El hotel

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»

            En la primera parte, Jesús sabe el miedo que puede embargar a los discípulos cuando él desaparezca y queden solos. Y los anima a no temblar, insistiéndoles en que volverán a encontrarse y estarán definitivamente juntos en el gran hotel de Dios, repleto de estancias. Como diría san Pablo, hablando de lo que ocurrirá después de la muerte: «Y así estaremos siempre con el Señor». Esta primera parte, válida para todos los tiempos, adquiere especial significado en esos meses en los que la epidemia del coronavirus ha causado tantas muertes y miles de personas no han podido ni siquiera despedirse de su seres queridos. No están solos. Están con el Señor.

            El camino.

Tomás le dice:

-«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»

Jesús le responde:

-«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.»

            La objeción lógica de Tomás, realista como siempre, le permite a Jesús ofrecer una de las mejores definiciones de sí mismo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida.» ¿Cómo hablar de Jesús a quienes no lo conocen o lo conocen poco? La mejor fórmula no es la del Concilio de Calcedonia: «Dios de Dios, luz de luz…». Es preferible esta otra: camino, verdad y vida.

            Sugiere que para llegar a Dios hay muchos caminos, pero para llegar a Dios como Padre el único camino es Jesús. El musulmán alaba a Dios como Fuerte (Alla hu akbar). El cristiano lo considera Padre.

            Jesús es también la verdad en medio de las dudas y frente al escepticismo que mostrará más tarde Pilato. La pregunta correcta no es: «¿Qué es la verdad?», sino «¿Quién es la verdad?». La verdad no es un concepto ni un sistema filosófico, se encarna en la persona de Jesús.

Jesús es también la vida que todos anhelamos, la vida eterna, que empieza ya en este mundo y que consiste «en que te conozcan a ti, único dios verdadero, y a quien enviaste, Jesucristo».

            Los huéspedes

Felipe le dice:

– «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»

Jesús le replica:

– «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre.»

            Una nueva interrupción, esta vez de Felipe, desemboca en el pasaje más difícil y desconcertante. Ahora no hace falta recorrer ningún camino para llegar al Padre. Para verlo, basta con mirar a Jesús. Estas palabras, que a oídos de los judíos sonarían como pura blasfemia, nos invitan a creer en Jesús como se cree en Dios; a creer que, quien lo ve a él, ve al Padre; quien lo conoce a él, conoce al Padre; que él está en el Padre y el Padre en él. Y al final, el mayor desafío: creer que nosotros, si creemos en Jesús, haremos obras más grandes que las que él hizo. Parece imposible. El padre del niño epiléptico habría dicho: «Creo, Señor, pero me falta mucho. Compensa tú a lo que en mí hay de incrédulo».

            La Iglesia debatirá durante siglos la relación entre Jesús y el Padre, y no llegará a una formulación definitiva hasta casi cuatrocientos años más tarde, en el concilio de Calcedonia (año 452). El evangelio de Juan anticipa la fe que hemos heredado y confesamos.

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , ,

Quinto Domingo de Pascua. 07 Mayo, 2023

Domingo, 7 de mayo de 2023
Comentarios desactivados en Quinto Domingo de Pascua. 07 Mayo, 2023

AC30A917-4E02-4EF6-B87A-44B074A6E8DC

 

Llevo tanto tiempo con vosotros, ¿y todavía no me conoces, Felipe?”.

(Jn 14, 1-12)

Así, de primeras, ¿cómo te imaginas a Jesús en este momento?

Sí, sí, así. Me refiero a eso que percibes que puede haber detrás de sus palabras, de esta frase, además, sin reparar en el contexto. Más bien tal vez te suene algo así como “Llevo taaaaaaanto tiempo…, ¡¡¿y todavía no me conoces, Felipeee?!!”, a modo mosqueo in crescendo. Aunque también se me ocurre que tal vez, solo tal vez, te lo imagines desanimado; Jesús desanimado, frustrado, triste, encontrándose con sus límites y su ser de barro. En definitiva, Jesús humano.

Pero vamos a entrar en el contexto. Este evangelio nos sitúa en la que llamamos última cena. Jesús ha hecho un gesto de servicio a sus discípulos, les ha lavado los pies; un servicio en esa época asignado a las mujeres y a los esclavos. Y ahí se ha encontrado con la objeción de Pedro, un tanto fanfarrón: “no me lavarás los pies”, pero también con su seguimiento incondicional cuando le responde: “Señor, no sólo los pies, también las manos y la cabeza”. En definitiva, Pedro humano.

Cenan, y al terminar Jesús parte un pan y se lo reparte, toma una copa de vino y se la pasa. Hace un gesto de entrega. Y ahí, se encuentra con que otro discípulo, Judas, sale del lugar en el que están porque ha quedado con las autoridades religiosas para llevarles, a cambio de unas monedas, hasta Jesús. Judas el oportunista, el “por interés te quiero Andrés”, el negociante. Judas humano, al fin y al cabo.

Y ahora, después de estos gestos tan significativos y culmen de su vida, ahora que les está hablando del Padre, que se reconoce Hijo y Hermano… es aquí cuando descubre que otro de los suyos, Felipe, o no se ha enterado de nada o de muy poco. Felipe el despistado, distraído, tal vez incluso el “mente embotada”. Felipe humano, claramente humano.

Ahora sí. Ahora, ¿cómo te imaginas a Jesús en este momento? Adéntrate a verlo, apostando por los suyos una vez más, dándoles otra oportunidad a pesar de todo. En definitiva… Jesús humano.

Oración

Abre nuestros ojos, Señor.

Y abre nuestro corazón, Señor.

Abre nuestra escucha a tu susurro “no temáis, soy yo”.

Amén.

*

Fuente Monasterio de Monjas Trinitarias de Suesa

***

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , ,

Jesús no es otro Dios sino el mismo Dios-Vida.

Domingo, 7 de mayo de 2023
Comentarios desactivados en Jesús no es otro Dios sino el mismo Dios-Vida.

homilia

DOMINGO 5º DE PASCUA (A)

Jn 14,1-12

El contexto de este evangelio es el discurso de despedida después de la cena en el evangelio de Juan. En el capítulo 13 el centro es Jesús. Termina con la despedida, diciendo: a donde yo voy vosotros no podéis venir. En este capítulo 14 el centro es el Padre. El ambiente es de profunda inquietud y zozobra. La traición de Judas, el anuncio de la negación de Pedro, el anuncio de la partida. Todo es terriblemente inquietante. Está justificada la repetida invitación a la confianza. La clave del mensaje en este capítulo es la relación de Jesús y la de sus discípulos con el Padre.

Aunque Juan pone en boca de Jesús todo el discurso, en realidad se trata de reflexiones de la comunidad a través de muchos años de vivencias. Lo que se propone como futuro es ya presente para el que escribe y la comunidad para la que se escribe. Pero este presente deja entrever un nuevo futuro que el Espíritu irá realizando. Se nota la dificultad que tiene la comunidad de expresar su experiencia. Esta vivencia pascual está anclada en la presencia viva de Jesús, del Espíritu y del Padre. Los tres forman parte de una Realidad que los acompaña y les transforma.

Creed en Dios y creed también en mí. “Pisteuete eis”, no significa creer, en el sentido que damos hoy a la palabra. Sería “creer en sentido bíblico, es decir, poned la confianza en alguien. Juan utiliza esta construcción 30 veces, aplicada a Jesús. Solo en 12,44 y aquí pone como término a Dios, indicando claramente la identidad de ambas adhesiones. La confianza en Jesús y la confianza en Dios son la misma realidad. Si buscan a Dios, están en el buen camino, porque están con él. No tienen nada que temer porque en Jesús está ya el Padre con el que está identificado.

En el hogar de mi Padre, hay sitio para todos. El lenguaje mítico nos puede despistar. Jesús va al Padre para procurarles un tipo de relación con Dios, similar a la suya. No se trata de un lugar, sino del ámbito del amor de Dios. En el corazón de Dios, todos tienen cabida. Todos estamos llamados a formar en Dios una misma Realidad con Él. Jesús está en el seno del Padre y todos pueden descubrirse allí.

Todo es lenguaje mítico-simbólico. Me voy, me quedo, vuelvo, no se puede entender literalmente. Esta teología es clave para entender la marcha de Jesús y a la vez, su permanencia. Aunque la formulación es mítica, el mensaje sigue siendo válido. Hoy tendríamos que decir que la meta de todo está en Dios. Lo que tenemos que descubrir y vivir ya aquí es esa identificación con Dios. En Jesús, Dios ha manifestado su proyecto para el hombre, que se tiene que realizar en cada uno.

Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Lo que se quiere decir está más allá de la capacidad del lenguaje. Camino, Verdad, Vida hacen referencia al Padre que está, identificado con Jesús. No hay un Jesús separado que se identifica con Dios sino una única Realidad que se manifiesta en Jesús. Se han dado infinidad de interpretaciones desde los primeros padres y siguen hoy los exégetas intentando desentrañar el significado del texto que desborda toda explicación.

Jesús es Camino, que empieza y termina en Dios. No hay ningún espacio entre Jesús y Dios. Desde Dios hasta Dios no puede haber ningún trecho. Jesús es, como todo ser humano, un proyecto ya realizado, porque recorrió el camino que le llevó a la plenitud humana. Ese camino es el amor total que abarca toda su vida. Los que le siguen deben recorrer también ese camino es decir ir de Dios que es su origen hasta Dios que es la meta. En el AT el camino era el cumplimiento de la Ley. Ahora es Jesús.

Yo soy verdad, es decir, soy lo que tengo que ser. No se trata de la verdad lógica sino de la verdad ontológica que hace referencia al ser. Jesús es auténtico, hace presente a Dios, que es su verdadero ser. Lo contrario sería ser falso. “Yo soy” es el nombre que se dio a sí mismo Dios en la zarza. Juan repite hasta la saciedad el “yo soy”. El complemento puede ser cualquiera: puerta, pastor, camino, vida, verdad, vid. Si descubro y vivo que Dios está identificado conmigo, ya lo soy todo.

Yo soy Vida, es decir, lo esencial de mi ser está en la energía (Dios) que hace que sea lo que soy. “El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me coma vivirá por mí.” Está hablando de la misma Vida-Dios que se le ha comunicado a él y que se nos comunica a nosotros. De la misma manera que no podemos encontrar la vida biológica independientemente de un ser que la posea, así no podemos encontrarnos con un Dios ahí fuera separado de un ser que lo manifieste.

Nadie va al Padre sino por mí. También se podía decir: a nadie viene el Padre si no es por mí. En c. 6 había dicho: “nadie viene a mí si el Padre no lo atrae”. Las dos ideas se complementan. Para el que nace del Espíritu, el Padre no es alguien lejano ni en espacio ni en tiempo, su presencia es inmediata. Hacerse hijo es hacer presente al Padre. La identificación con Jesús hace al discípulo participar de la misma Vida-Dios. Ni el Padre tiene que venir de ninguna parte ni nosotros tenemos que ir.

“Si llegáis a conocerme del todo, conoceréis también a mi Padre”. Una vez más se refleja el “ya, pero todavía no” de la primera comunidad. El seguimiento de Jesús es un dinamismo constante. No se trata de progresar en el conocimiento, sino en la comunión por amor. El conocimiento vivencial de Jesús, hará que el Padre se manifieste en el discípulo. Lo que pide Felipe es una teofanía como las narradas en el AT. Piensa que Jesús es un representante de Dios, no la presencia de Dios.

¿Cómo dices tú, muéstranos al Padre? Esta queja es una clara reflexión pascual. En su vida pública, sus seguidores no entendieron ni jota de lo que era Jesús. Felipe sigue separando a Dios del hombre. No ha descubierto el alcance del amor-Dios ni su proyecto sobre el hombre. No se han enterado de que Dios sólo es visible en el hombre. Desde esta perspectiva, Jesús podía decir: quien me ve a mí, ve a mi Padre. Y, si me amarais os alegraríais de que vaya al Padre porque el Padre es más que yo. Seguimos cayendo en la trampa de querer ver a Dios.

“Las exigencias que os propongo no son mías”. “Remata” no significa dicho o palabra sino propuesta, exigencia manifestada en la vida. A continuación, habla de obras: “el Padre que permanece en mí, él mismo hace las obras”. Las obras son la manifestación de que Dios está en Jesús. El Padre ejerce su actividad creadora a través de Jesús. Él propone las “exigencias” que Dios le pidió y realizó.

Fray Marcos

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , ,

Caminantes.

Domingo, 7 de mayo de 2023
Comentarios desactivados en Caminantes.

293034B9-10D6-438E-BB33-14DB84928620

Juan 14, 1-12

«Yo soy el camino, la verdad y la vida»

Si hay un adjetivo que le cuadra bien al evangelio, es “interpelante”. Si el evangelio no nos interpela; si no afecta a nuestras vidas, no sirve para nada. Podemos sentirnos muy ufanos del conocimiento profundo que tenemos de él, podemos presumir de lo bien que lo interpretamos a la luz de la exégesis más moderna e independiente, podemos teorizar y elucubrar sobre él hasta la saciedad, pero si no respondemos, «de nada nos sirve».

El evangelio es una constante invitación a caminar, y Jesús es el camino. Pero un camino no es para conocerlo, sino para recorrerlo. Y es cierto que podemos decidir no caminar, optar por instalarnos en este mundo y olvidar nuestro destino, pero es evidente que a la larga esta actitud nos va a producir vacío y angustia, porque, como decía Kierkegaard, «no podemos ignorar lo eterno que hay en nosotros».

Una excelente metáfora de la vida podría ser la ascensión a una montaña. El montañero que sacude la pereza, abandona la comodidad del refugio y se echa al monte en busca de la cima, se siente vivo, motivado, estimulado por cada obstáculo que logra superar, y en muchos momentos exultante de optimismo y felicidad. El que decide permanecer al abrigo del refugio, se aburre, se hastía y acaba frustrado y asqueado. La cima que Jesús nos propuso a los cristianos es una sociedad fraterna, humana y solidaria, y el camino que nos lleva a la cima es Jesús mismo; sus criterios, su ejemplo, su compromiso con la misión hasta dar la vida por ella, su convencimiento de que merecía la pena hacerlo…

En momentos de máxima tribulación es cuando encontrar un buen camino adquiere toda su importancia. Imaginémonos perdidos en el monte, hace frío, se acerca la noche, no vemos salida… y de pronto encontramos un camino prometedor. ¡Estamos salvados!, pensamos, y nos apresuramos a tomarlo con la esperanza de que nos devuelva a la vida.

Hoy vivimos momentos de gran tribulación. Hoy estamos en una encrucijada histórica en la que está en juego nuestra civilización e incluso nuestra supervivencia. Hemos seguido el camino que nos proponía el mundo y es evidente que nos hemos equivocado. El resultado es un planeta herido de muerte donde las sequías se han generalizado y los océanos agonizan. Donde la ostentación y el derroche conviven con la miseria, donde la vida se banaliza, la sociedad se mercantiliza, las relaciones humanas han dejado de ser humanas y el hombre es todavía más lobo para el hombre…

Los cristianos conocemos otro camino, pero de momento preferimos seguir en el refugio discutiendo si los que vienen son galgos o podencos. Es preciso salir del refugio y enfilar la cima con decisión y con la esperanza de que otros nos sigan… o estamos perdidos. Jon Sobrino, jesuita compañero de Ignacio Ellacuría en el Salvador, nos invita a reanudar la marcha y nos marca una meta ajustada a la situación que vive el mundo: «Debemos caminar hacia la civilización de la austeridad compartida»… ¿Empezamos?

 

Miguel Ángel Munárriz Casajús

Para leer el comentario que José E. Galarreta hizo en su momento, pinche aquí

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , ,

Estudio orante de la palabra.

Domingo, 7 de mayo de 2023
Comentarios desactivados en Estudio orante de la palabra.

publicacionvdomingo-de-pascuaJn 14, 1-12

COMENTARIO V DOMINGO DE PASCUA

(7 de Mayo 2023)

Suenan cantos de Resurrección a la vez que tambores de guerra. Rememoramos los comienzos del Cristianismo y a la vez pasamos un poco ante tanta palabra, y tanto por asimilar. O tal vez, simplemente, un año más, pasamos página después de leer por encima los comentarios… yo preguntaría ¿Cuál es tu comentario? ¿Cuánto profundizas de todo lo leído? ¿Has probado de escribir tus reflexiones?

Sabemos que si no se trabajan los textos, entran y salen con demasiada facilidad y es por ello que necesitamos más y más. Es el síndrome del que no digiere bien y siempre tiene hambre.

Por ello voy a intentar, con mucha sencillez, invitaros a trabajar un poquito los textos de esta semana, método que puede servir para cualquier texto.

Es hacer el estudio orante de la Palabra. El trabajo del monje y de la monja que en su silencio escudriñan la Palabra hasta hacerla suya. Y el método es muy sencillo, y hoy es practicado por millones de cristianas y cristianos laicxs de todas las iglesias cristianas.

1. Leemos los textos, despacio, varias veces.

2. Dejamos que resuene dentro alguna palabra, sin forzar

3. Volvemos a leer, uno tras otro, los textos, despacio, a lo largo de la semana, en tu tiempo de silencio orante, de madrugada, sin noticias, sin ruido… y dejamos resonar una frase…

4. Tomamos nota y oramos lo que se nos ha comunicado

5. Tratamos de escuchar lo que Dios a través de su Palabra mezclada con mi vida, mi realidad socio-política me está comunicando.

6. Dialogo con esta Palabra dirigida a mí personalmente y después, sólo después, tomo decisiones, compromisos…

El evangelio de hoy a mí me resonaba así:

“No estéis intranquilos; mantened vuestra adhesión a Dios manteniéndola a mí… Si llegáis a conocerme conoceréis también a mi Padre… Quien me ve a mí está viendo al Padre… Os lo aseguro: Quien me presta adhesión, hará obras como las mías… (Jn 14, 1-12)

Hay una progresión del Evangelio donde Jesús comparte su identidad con el grupo y les hace partícipes de ella, indicándoles su linaje, su identidad compartida, el sentido de su consagración por su pertenencia consciente y libre a un envío claro, firme a anunciar esta buena noticia, porque la llevamos en nuestro ADN.

La segunda lectura, la 1Pe1, 5 y 9) me llega hondamente:

“…también vosotrxs como piedras vivas, vais entrando en la construcción del templo espiritual, formando un sacerdocio santo… Vosotrxs, sois linaje elegido, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo adquirido por Dios…” (1Pe1, 5 y 9)

¿Qué sientes ante esta Palabra dirigida a ti? Tú y yo somos piedras vivas, sacerdocio real, pertenencia de Dios… ¿Se nos puede dar, regalar más? ¿Nos quejamos de que los y las laicas no tenemos lugar en una institución hecha por varones que se apropian de lo de todos? Cuando lo sientas por dentro, reclama tu herencia, poniéndola al servicio del Pueblo de Dios…

Y la primera lectura nos dice cómo podemos hacerlo:

“…nosotrxs nos dedicaremos a la oración y al servicio del mensaje” (Hechos 6, 4)

Ahí está la fuerza. Dedicarnos al máximo al mensaje: orado y proclamado de mil maneras y estilos.

Ese compartir la Palabra o predicación no es exclusiva de los ordenados, es para todo creyente, como los textos de Resurrección le dicen a María Magdalena que anuncie que Él vive a los que luego se autoproclaman los herederos…

Reclamemos nuestra herencia con la Palabra en la mano y sobre todo en las entrañas, como fuego que quema la mediocridad y nos da la fuerza para surgir de entre las cenizas de un cristianismo que por falta de poner en práctica la Palabra está agonizando.

Es interesante que la primera lectura hace que nos identifiquemos con los invitados a servir las mesas en lugar de escuchar en el corazón que se nos envía como discípulxs a estar con el Resucitado, adheridas a él y compartirlo, comunicarlo.

Me atrevo a decir que una interpretación sesgada de estos textos nos han paralizado y puesto en multitud de servicios importantes sí, pero en detrimento de una predicación real, viva, en nuestros hogares, comunidades…

Muchas personas pueden servir las mesas, incluso los no creyentes lo hacen mejor que nosotrxs. Nosotrxs tenemos otra llamada, otra tarea, nos la concedan los ordenados canónicamente o no; es la llamada que viene de dentro. Desde los 16 años, después de una experiencia importante de Jesús Vivo en mí, predico, muy pocas veces en el contexto litúrgico, porque como mujer no tengo derecho. Pero como hija de Dios soy enviada y dotada de cualidades idóneas para ello: poder estudiar, escribir, proclamar presencial y online…es imparable.

Quien experimenta esta invitación por dentro deja de perder el tiempo y de poner pegas y de exigir espacio canónico, y como ellas y ellos, los primeros, en sus casas y aldeas, en sus campos y orillas comparten, comunican, forman comunidades de apoyo y de anuncio. Todo lo demás es historia. La fuerza está en el origen, en tu origen, en tu identidad y herencia.

Magda Bennásar Oliver, sfcc

espiritualidadintegradoracristiana.es

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , ,

Ver al “Padre”, vivir en paz.

Domingo, 7 de mayo de 2023
Comentarios desactivados en Ver al “Padre”, vivir en paz.

IMG_9598Domingo V de Pascua

07 mayo 2023

Jn 14, 1-12

El autor (autores) del cuarto evangelio construye(n) un extenso “discurso de despedida” (o “testamento espiritual”) de Jesús, que abarca los capítulos 13 al 17, en el que insiste(n) en temas que al propio autor le resultan particularmente queridos, y entre los que destaca el referido a la unidad.

Si en un capitulo anterior había puesto en boca de Jesús la expresión: “El Padre y yo somos uno” (Jn 10,30), ahora vuelve sobre ello, haciéndole afirmar que “quien me ve a mí, ve al Padre”.

En el cuarto evangelio, Jesús se vive en la consciencia clara de ser uno con el Padre. Y esa es la fuente de su amor, su confianza, su paz y su alegría.

Ser uno con el Padre -ser uno con el Fondo de lo que es- no es una creencia, ni es fruto de la voluntad. No es algo que pudiéramos alcanzar tras haber cumplido determinados requisitos. Es lo que ya somos, aunque con frecuencia vivamos ignorándolo en la práctica. Es justamente esa ignorancia la que impide vivir los rasgos que acabo de enumerar.

“Quien me ve a mí, ve al Padre”: ¿qué significan esas palabras? Aplicadas a Jesús por el autor del evangelio, son válidas para todos nosotros. Si sabemos mirar, podremos ver al Padre en todos los seres, y lo veremos también en nosotros mismos. Porque lo que el evangelio llama “Padre” no es sino lo realmente real, el Fondo que sostiene y del que están brotando en permanencia todas las formas, nosotros incluidos.

El “Padre” es nuestra identidad última, Aquello que es consciencia, vida, amor… La experiencia y la palabra de Jesús constituyen una invitación para que sepamos descubrirlo y, más allá de las inercias que nos hacen vivir en la superficie de lo que somos, con sus secuelas de hastío y vacío, nos reencontremos con la verdad más profunda de nosotros mismos. Solo ahí es posible experimentar la plenitud.

¿Llego a descubrir lo que somos en profundidad?

Enrique Martínez Lozano

Fuente Boletín Semanal

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , ,

No perdáis la calma / ¿Sacerdotes o psiquiatras?

Domingo, 7 de mayo de 2023
Comentarios desactivados en No perdáis la calma / ¿Sacerdotes o psiquiatras?

IMG_9615Del blog de Tomás Muro La Verdad es Libre:

01.05.2023

01.- Nuestro corazón está turbado, hemos perdido la calma.

Jesús nos anima a vivir en paz, que no se turbe nuestro corazón.

Estas palabras las dice Jesús en un contexto de mucha agitación: Judas ha salido ya de la cena, los acontecimientos últimos de Jesús se van precipitando, los discípulos presienten la pérdida de Jesús.

El mismo Jesús en el huerto de los olivos (Getsemaní) se siente angustiadoy con una tristeza mortal (Mc 14,33-34) ante lo que se le venía encima. Mi alma está triste hasta la muerte, (Mt 26,38).

    También nosotros podemos estar turbados y perder la calma por mil motivos: por razones de salud-enfermedad, por desestabilizaciones físicas, psíquicas, por decepciones profundas, por el mismo pecado, por los cansancios existenciales…

La frustración, la decepción, la ansiedad, el miedo y la angustia, la acedia, la melancolía, la tristeza, el stress, la depresión, el vacío pueden embargar nuestra vida.

    Incluso la misma religión ha sido y sigue siendo causa de pavor y angustia, porque la religión tiene un gran poder para crear angustia, miedo, culpabilidad, escrúpulos, condenación, infierno… Esta experiencia de terror religioso es la experiencia de la que parte Lutero hacia la confianza, hacia la justificación en Cristo.

Y lo malo es que ese miedo religioso parece que se quiere recuperar e instalar en muchos sectores del ámbito católico actual.

Sin embargo el miedo y el “terrorismo” (terror) no son cristianos, no es un “arma” con la que Cristo jugara. ¡Cuántas veces Jesús repite: No tengáis miedo

Jn 6,20 (saliendo del lago) Pero Él les dijo : Soy yo; no temáis.

Jn 14,1 No perdáis la calma, creed en Dios: creed también en mí.

Jn 14,17 La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tengáis miedo.

Jn 16, 33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo

Jn 20,19-21 Entonces, al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas los discípulos encontraban por miedo a los judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros.

Jesús crea paz y serenidad en la vida, Jesús no es fuente de angustia y tragedia religioso-eclesiástica. El cristianismo es la posibilidad de vivir en calma, en paz. No temáis: confiad.

02.- Depresión (y suicidio).

    Tal vez en nuestro tiempo la depresión (y su deriva hacia el suicidio) [1] es una de las enfermedades más extendidas e impregnan la vida de muchos de nuestros conciudadanos

    Se suele decir que la depresión es la enfermedad del alma de nuestro tiempo.

Por depresión entendemos el conjunto de síntomas que determinan un estado de ánimo triste y “abatido”, con una falta de interés y carencia impulsiva, una inhibición motriz y psíquica, con contenidos mentales típicamente depresivos y con determinados trastornos somáticos. [2]

    Esta situación nos lleva a preguntarnos ¿por qué hoy en día la depresión, tristeza, la ansiedad invade el alma humana?

La sociedad científica moderna (postmoderna) nos ha llenado la vida de cosas para vivir, pero no nos ofrece ganas de vivir. Tenemos cosas para vivir, lo que no tenemos son ganas ni sentido para vivir.

03.- ¿Ocaso de la religión ó de del sentido de la vida?

    Decía Einstein que “preguntarse por el sentido de la vida es ser religioso.

    Mucho se está discutiendo sobre si tiene que impartirse la asignatura de religión en la escuela o no. No lo sé. Pero es grave que no se imparta pensamiento, filosofía, sentido de la vida. Luego ya vendrá, si tiene que venir, el cristianismo. Un maestro –los planes de educación, la consejería de cultura y educación, el ministerio de educación- han de transmitir que la vida tiene sentido. El mismo Nietzsche, -ateo macizo- se dio cuenta de que mejor cualquier sentido- a ningún sentido.

Nos falta el espíritu del Génesis por el que el barro deviene ser viviente. Carecemos de “aliento vital”.

    La depresión es una enfermedad psíquica con hondas raíces y causas espirituales.

    Por eso su terapia habrá de ser psiquiátrico-farmacológica, pero también necesariamente de corte espiritual.

    Dicho de manera coloquial, el psiquiatra es necesario, pero al mismo tiempo es necesario un tratamiento psíquico espiritual, un acompañamiento espiritual.

Cuando digo acompañamiento espiritual no me refiero a aquellos “confesores contables de pecados y dispensadores de broncas y condenaciones pontificales al penitente”, sino que me refiero a que la melancolía, el vacío existencial, la depresión necesitan de un mundo espiritual, quizás también alguien de la comunidad cristiana o humana que acompañe en ese valle de cañadas oscuras.

La farmacopea es necesaria, pero la depresión no es un problema exclusivamente médico, sino humano, que necesita una palabra cálida, serena y sensata que trate de devolver las ganas de vivir y, como los dos de Emaús, podamos sentir: ¿no ardía nuestro corazón?

04.- Confiad.

    La confianza (fe) y el miedo son opuestos. En la confianza, en el amor no hay temor, (1Jn 4,18). No tenemos miedo a aquella persona en la que confiamos, más bien todo lo contrario, la estimamos, la queremos, nos fiamos de ella.

    El Dios de JesuCristo no es de “armas tomar” (posiblemente el Dios que hemos recibido, sí es un Dios con el que hay que andar con “mucho cuidado”). Al Dios de Jesús no le hemos de temer, y no porque tengamos las “cuentas claras”, sino porque Dios es amor. Confiad

    La esperanza es la relación amable con el futuro. La relación amable nace de la confianza. Confío, me fío, por tanto, espero.

    La esperanza será la fuerza que nos impulsa a vivir con ánimo tanto personal como comunitario en la paz de Cristo. Confiamos en el futuro, en el horizonte, en la Vida.

Jesús llama al futuro “estancias” o “banquete abierto a todos”, quizás “vuelta a la casa del padre del hijo perdido” que podemos ser nosotros. ¿Quién sabe cómo será el futuro? De algún modo hemos de hablar… La cuestión no es cómo será el futuro, el cielo [3], sino lo decisivo es que será.

El cielo no es un lugar, sino terminar en Cristo. El lugar final del ser humano, el sentido de la vida es Dios.

No perdáis la calma, confiad.

[1] La Consejería de Educación y Salud han presentado hace pocos meses un protocolo para reducir la conductas suicidas en los colegios de Euskadi.

[2] JOSÉ SARAIVA MARTINS, La depresión: fenómeno clínico, antropología bíblica, fe cristiana, en: Actas Actas de la XVIII conferencia internacional sobre la Depresión, Ciudad del Vaticano, 2004, p 19.

[3] ¿Hace cuánto tiempo que no hemos hablado ni hemos escuchado algo sobre el cielo, de la casa del Padre?

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , ,

Jesús Lozano Pino: La vida es una enfermedad mortal de transmisión sexual.

Miércoles, 3 de mayo de 2023
Comentarios desactivados en Jesús Lozano Pino: La vida es una enfermedad mortal de transmisión sexual.

carpe-diem-vida-e1504898311341La “búsqueda de la inmortalidad” es una de las aspiraciones más antiguas del ser humano, y se encuentra presente en muchas culturas y civilizaciones desde tiempos ancestrales en diferentes formas y expresiones. En la mitología griega, los dioses olímpicos eran retratados como seres inmortales, y los faraones egipcios se creían semidioses que tenían la capacidad de vivir para siempre en el más allá. En la filosofía antigua griega, también se reflexionaba sobre la inmortalidad del alma, y se buscaba encontrar la clave para lograr la eternidad.

En la actualidad, aún existen diversas corrientes espirituales y religiosas que prometen la inmortalidad del alma o la resurrección después de la muerte, entre ellas la cristiana. Sin embargo, es importante destacar que la búsqueda de la inmortalidad ha sido cada vez más asociada a la ciencia y la tecnología en el siglo XXI, con teorías que proponen la extensión de la vida a través de la biotecnología o la criogenización, entre otros métodos… Estamos ante algo tan antiguo que se llamó el Elixir de la eterna juventud y que hoy suena tan nuevo en nuestra sociedad desacralizada, donde el hombre ₋al igual que el mismísimo capitalismo₋ pone todos los rituales y esfuerzos de su parte para intentar perpetuarse y no cesar jamás. Estamos ante un mito científico al que queremos llegar a cualquier precio, una nueva religión.

Pero, ¿quién, si pudiera, no daría todo lo que tiene para conseguirlo?

El elixir de la eterna juventud es una leyenda que ha existido desde hace siglos en diversas culturas y mitologías. Según la leyenda, este elixir es una sustancia mágica que tiene la capacidad de detener el proceso de envejecimiento y mantener a quien lo consume joven y saludable por siempre. En la cultura china, existe la leyenda del “Elixir de la Vida“, que se originó en la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.) y afirma que el emperador Qin Shi Huang buscó la fórmula del elixir para prolongar su vida. También en la cultura persa, se habla del “Agua de la Vida que concedía la juventud eterna… Me parece un dato no menos que curioso, al hilo de lo que estamos reflexionando, el diálogo y la escena de Jesús mantiene con la samaritana a la que le ofrece el agua con la que jamás volverá a tener sed, pero lo dejaré para otra ocasión porque esta cuestión se saldría de la intención primaria de este escrito: “Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna” (Jn 4,13-14).

En la actualidad, la ciencia ha avanzado en el estudio del envejecimiento y la búsqueda de métodos para prolongar la vida, pero aún no existe un elixir mágico que garantice la eternidad, quizá sí evitar el dolor, luchar contra la enfermedad y retrasar la llegada del envejecimiento, “enfermedad” que muchos tendremos la suerte de vivir. En todo caso, nuestra sociedad del siglo XXI lo que intenta es eludir las leyes y categorías espacio-temporales que nos gobiernan, aunque sea enmascarándolascomo lo hacen los filtros y programas de belleza en las redes sociales.

Por otro lado, todos queremos perpetuarnos, no caer en el olvido, en el sin-sentido de nacer para morir y después acabar en la nada. En este sentido, hace poco (no sé dónde lo vi, creo que en un programa de tv) una anciana dejó grabado antes de morir un vídeo-mensaje, creo que en las redes sociales, pidiendo que no la olvidaran, tal y como nos transmite de forma insuperable la película Coco, pues existe una muerte que podemos llamar “la muerte última”, la que te hace desaparecer para siempre, la del olvido, precipitando la gravosa pregunta de cuál ha sido el sentido que ha tenido mi efímera existencia y, sobre todo, qué huella ha dejado en los demás. Algunos dicen que escribir un libro, hacer historia, patentar un invento o hacer un descubrimiento, incluso tener un hijo son destellos de una búsqueda insaciable del ser humano que, de alguna forma, no quiere cesar jamás.

La mayoría de los científicos trabajan en proyectos para mejorar la calidad de vida y prevenir enfermedades relacionadas con el envejecimiento, y esto está bien pero no podemos olvidar tan pronto el deseo de inmortalidad y las horribles consecuencias que aparecen en Frankenstein, la in-olvidable obra de Mary Shelley escrita en el s. XIX. Está claro que hoy día tenemos más a mano la oportunidad, no de ser eternos pero sí de ampliar nuestra posibilidad y mejora de vida.

inmortalidad-1626191387

Esto, aunque es justo y necesario, un deber de la ciencia, no es nuestra salvación, ya que olvidamos –aquella frase que muchos atribuyen a Sartre en la que se afirma que “LA VIDA ES UNA ENFERMEDAD MORTAL DE TRANSMISIÓN SEXUAL”, al menos la vida humana.

¡Qué se lo pregunten a ANA OBREGÓN con todo el debate ético y legal que ha abierto sobre la gestación subrogada y el nacimiento de su hijo-nieto! …Y es que, si todavía no está a mi alcance hacer un replicante exacto de la persona amada (recordemos el debate bioético en la película de El sexto día, protagonizada por Arnold Schwarzenegger), al menos podré calmar (sólo temporalmente) mi deseo reviviéndolo en Ana Sandra, hija póstuma de su hijo y nieta-hija de su abuela. Pero… ¡no le podía fallar…! Le prometió que saldría de la enfermedad, y le falló. Pero, ¿es que acaso estaba en su mano que viviera o no? No quiero trivializar, mucho menos ridiculizar la cuestión. Se entiende que la pérdida de un ser querido es un acontecimiento existencial traumático que mueve todos los resortes en los que nos apoyamos.

La verdad es que desde que nacemos, como de alguna manera advertía Martin Heidegger, somos lo suficiente mayores como para morir. Esta es la verdad, la realidad que no queremos asumir. Por ello nuestra vida, en cierto modo, es inauténtica, ya que queremos evadirnos de esta espada de Damocles que todos tenemos encima y que es, junto al sufrimiento, la otra cara de la moneda de la vida-felicidadPor ello la vida se vive con angustia. Por ello la vida se pierde de sentido y se desorienta en el bosque de la existencia. Por ello vivimos distraídos, descentrados y olvidándonos de que somos seres finitos en busca de infinitud. Por ello nos aterroriza morir, cesar, dejar de existir, pero ¿también de ser? Aquí la fe tiene cabida y no creo que solamente sea como pura ilusión o salida, como escapatoria.

Quiero entender que ese futuro posible no será como en las mejores series de zombies, ni como las mejores películas pías. Honestamente no sé cómo será pero sí cómo no será. Intuyo que llegará de una forma espiritual, incluso ₋podíamos decir₋ cósmica, pues somos tierra, somos polvo de estrellas, pero dudo mucho de que sea un revivir la misma carne, más de lo mismo. No me preguntéis por qué lo sé. No lo sé. Sólo sé que no lo puedo saber. Lo que sí sé es que todos nos negamos a aceptar esta clase de suerte.

Vivimos como si fuésemos eternos e inmortales o, mejor dicho, queriendo olvidar de que la vida tiene límites. No, no podemos conseguir todo lo que deseamos, el deseo juega en otra liga… En este sentido, recuerdo las palabras de Jesús a Nicodemo: lo nacido de la carne es carne, mas lo del espíritu no. Entiendo que, si quiero tener futuro, debo alimentar el espíritu, esa otra parte de mí que me identifica como único e intransferible y que da sentido a mi existencia y a la de los que me rodean en mi co-existencia. Como afirma Leonardo Boff, “Siempre que triunfa la justicia sobre las políticas de dominación, siempre que el amor supera la indiferencia, siempre que la solidaridad salva vidas en peligro ahí está ocurriendo la resurrección, es decir, la inauguración de aquello que tiene futuro.

Si la muerte, la enfermedad, el tiempo y el espacio y la naturaleza nos limita (y debe ser así, si no queremos usurparle el puesto a Dios), el amor milita y vive para siempre.

Jesús Lozano Pino

Fuente Fe Adulta

Espiritualidad , , , ,

Transparencia

Martes, 25 de abril de 2023
Comentarios desactivados en Transparencia

Del blog Nova Bella:

AA9AE203-45EF-4212-A2E7-A8787151FEA9

“La vida es una navegación tan íntima

que cabe en la transparencia de una lágrima”,

*

Javier Lostalé 

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , ,

Silencio

Sábado, 22 de abril de 2023
Comentarios desactivados en Silencio

Del blog Nova Bella:

6BD577D5-3431-450D-9500-4B5CB65F0360

Si va a morir, con él muere;

Si va a vivir, con él vive.

Entre muerte y vida, calla,

Porque testigos no admite.

*

Luis Cernuda

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , ,

“Resucitar es saberme vivo”, por Pedro Miguel Lamet

Jueves, 20 de abril de 2023
Comentarios desactivados en “Resucitar es saberme vivo”, por Pedro Miguel Lamet

Alabar-a-DiosLeído en su blog:

Pascua del Despertar

Llega la Pascua y con ella una cierta locura.

No hay una prueba física, científica y racional de la resurrección.

Los apóstoles despertaron por dentro, descubrieron que la muerte no existe, que desde siempre eran seres sin tiempo en el tiempo, pertenecían a la explosión de luz que une lo creado con lo increado, manifestación de lo inmanifestado, y eso les cargó de comprensión y fuerza.

Ocurrió en la historia. Pero cualquier ser humano despierto pudo resucitar y podrá resucitar siempre, si entra por la contemplación iluminada en el no tiempo.

Llega la Pascua y con ella una cierta locura. Los discípulos se hacen un lío. María de Magdala, la enamorada, no reconoce a Jesús a primera vista. Los de Emaús huyen atrapados por la murria. Tomás quiere meter su mano en la llaga del costado. Y en el centro, la polémica de la tumba vacía, que tanto preocupará a los teólogos.

No hay una prueba física, científica y racional de la resurrección. La gran experiencia definitiva de que Cristo ha resucitado es la transformación de aquel grupo de pescadores ignorantes y atemorizados, cuyo líder ha sido ejecutado a las puertas de Jerusalén, la confluencia de sus testimonios.

Jesús ahora atraviesa paredes, está y no está, despierta la duda o inflama el corazón. La experiencia del resucitado, aunque se apoya en hechos históricos, requiere la fe o en cierto modo la mística. En mi opinión, los apóstoles despertaron por dentro, descubrieron que la muerte no existe, que desde siempre eran seres sin tiempo en el tiempo, pertenecían a la explosión de luz que une lo creado con lo increado, manifestación de lo inmanifestado, y eso les cargó de comprensión y fuerza.

Hoy abunda la noche, el miedo, las puertas tranqueadas, los corazones solitarios, las tesis e ideas que dividen, el enfrentamiento agresivo de creyentes e increyentes e incluso de fieles entre sí, como siempre hubo, hasta ocasionar incluso guerras de religión. La resurrección ocurre en lo íntimo de cada conciencia y fuera de ella.

De poco vale que se demuestre la autenticidad de la sábana santa o que se encuentre un papiro más antiguo para convencer de su verdad. Es una verdad a la vez histórica y metahistórica. Porque la mejor historia es la escrita con las vivencias de los hombres.

Resucitar es ver más, romper nuestros códigos, tocar la alegría del Ser. “El que cree en mí tiene vida permanente”. (Jn 5.25)

Ocurrió en la historia. Pero cualquier ser humano despierto pudo resucitar y podrá resucitar siempre, si entra por la contemplación iluminada en el no tiempo. Y, sin embargo, no es un hecho solo espiritual, sino también material en cuanto cualquier resucitado es capaz de transformar la materia, las injusticias, la dinámica del odio y el dolor, e incluso nuestra falsa sensación de morir.

Desde esta perspectiva es un acontecimiento cósmico que disuelve todos nuestros miedos y angustias y que puede experimentar cualquier hombre que se abra a lo profundo del hombre.

Resucitar es descubrir que puedo volar, saberme vivo para siempre, en este momento aquí y ahora, sin depender de las arrugas, el paso del tiempo, el dolor y hasta la misma muerte.

General , ,

“Pascua de Jesús y Pascua universal”, por José Arregi.

Sábado, 15 de abril de 2023
Comentarios desactivados en “Pascua de Jesús y Pascua universal”, por José Arregi.

autonomie_paysanneDe su blog Umbrales de luz:

De nuevo es Pascua. Es la Pascua de Jesús, el profeta crucificado, imagen singular para los cristianos de la esperanza de todos los crucificados. Es la Pascua de la primera luna llena de primavera que tantas culturas han celebrado desde milenios antes de nuestra era cristiana: chinos, indios, sumerios, babilonios y hebreos, y los pueblos mayas de la América central que, miles de años antes de que a su tierra la llamáramos así, en el reflejo de la luna ya veían de noche el irresistible poder de la vida.

Es la Pascua de la Tierra. La Pascua del trigo y de todos los cereales: el grano muere, germina y vuelve a brotar en los campos, para convertirse en pan fraterno, pan de la eucaristía o pan de la mesa doméstica, el mismo pan sagrado para quien sabe mirar y saborear, partir y compartir. Es la Pascua de los agricultores y pastores del Neolítico, que vivían al compás de novilunios y plenilunios, solsticios y equinoccios, al ritmo de la Madre Tierra y del cosmos sin medida.

La vida revive. En cada brote de viña, en cada flor de cerezo se hace presente la energía de todo el universo, se manifiesta el fuego del Ser, la fuerza de la Vida, el misterio que llamamos Dios y que recibe otros muchos nombres y que ningún nombre puede expresar. El gorrión lleva ya su brizna en el pico al hueco del tejado, para construir su nido y criar. Hasta la tortuga de agua que tenemos en la terraza despierta ya de su letargo invernal. Uno de los dos términos griegos que los textos bíblicos cristianos conocidos como ‘Nuevo Testamento’ emplean para decir que Jesús resucitó significa literalmente eso: ‘despertar’. El otro término utilizado significa ‘levantarse’. La vida despierta y vuelve a levantarse después de la noche en todas sus formas. Es lo que confesamos los cristianos, y así lo esperamos a pesar de todo; en nuestras pobres manos llevamos esa brizna de esperanza, como la tierra el grano.

Pero más de un cristiano que haya leído los párrafos que preceden se habrán preguntado: ¿y dónde queda, entre tanta pascua la Pascua cristiana, la de Jesús? Comprendo tu perplejidad, hermano, hermana, pero déjame que te diga con la convicción y humildad de que soy capaz: No opongas la Pascua cristiana a la Pascua de la Tierra y de las demás religiones y culturas. No pienses que la Pascua de Jesús sea la única, ni siquiera la suprema, la realización perfecta de todas las pascuas. Jesús nunca lo pensó. Él vivió hasta morir, y murió hasta resucitar, como el grano, como el profeta mártir, como todos los profetas y mártires, sin etiquetas. La muerte es pascua, que en hebreo significa ‘paso’.

He dicho “no pienses que…”, pero me corrijo: acerca de todas estas cuestiones que se llaman de fe, pero donde la fe no se juega, piensa o “cree” libremente lo que más convincente y razonable te parezca, pero no te apresures a denunciar lo que digo como disolución del evangelio de Jesús. Lo universal sin forma solo se realiza en formas particulares. Así lo hizo Jesús. Hazlo así también tú. La Pascua plena está aún sin hacerse del todo. Hagamos Pascua. Hagamos revivir la llama de la vida en nosotros en las muchas sombras que nos habitan, en las muchas formas en que la muerte nos hiere.

Así lo hizo Jesús, y así resucitó. Su resurrección, como la nuestra, no tiene nada que ver –subrayo: nada– con que su sepulcro hubiese quedado vacío, con que su cuerpo muerto hubiese desaparecido de pronto ‘milagrosamente’ y luego aparecido de nuevo ‘milagrosamente’ a sus discípulas y discípulos. Su resurrección no tiene nada que ver con ningún hecho ‘milagroso’ fuera del milagro de la vida: la bondad más fuerte que la muerte. Jesús resucitó en su vida de profeta bueno, rebelde y sanador, libre y liberador. Resucitó en su compasión, su comensalía, su solidaridad con los últimos. Y por eso murió y, por eso, en su muerte resucitó, pues, como se dice en la dura y hermosa película La forma del agua, “la vida es lo que queda del naufragio de nuestros planes”.

Esa es la verdadera Pascua de Jesús, pero solo será verdad también en nosotros en la medida en que vivamos como él lo hizo, hasta morir de pura vida, como todas las personas que pasan la vida haciendo el bien, simplemente, como la semilla y la flor, sin mirar al fruto.

(Texto publicado el 1 de abril de 2018)

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

Pascua

Jueves, 13 de abril de 2023
Comentarios desactivados en Pascua

Del blog Nova Bella:

Luizo_Vega_Cementerio_Pere_Lachaise_París_001-417x500

Libre de la opresión, de la venganza…,
A otro mundo de luz, ya renacido,
Donde dolor ni muerte, ya no alcanza…

*

Emilio Salamanca

Resurreccion-Cristo-278x425

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , ,

“Jesucristo Verdaderamente Vive”

Domingo, 9 de abril de 2023
Comentarios desactivados en “Jesucristo Verdaderamente Vive”

an-indulgence-of-100-days-iiiw

Cristo, resucitado y glorioso
es la fuente profunda de nuestra esperanza.
Su resurrección no es algo del pasado;
Entraña una fuerza de vida
que ha penetrado el mundo.

Donde parece que todo ha muerto,
por todas partes vuelven a aparecer
Brotes de la resurrección.
Es una fuerza imparable.

Verdad que muchas veces
parece que Dios no existiera:
Vemos injusticias, maldades, indiferencias
y crueldades que no ceden.

Pero también es cierto
que en medio de la oscuridad
siempre comienza a brotar algo nuevo,
que tarde o temprano produce un fruto.

En un campo arrasado
Vuelve a aparecer la vida,
tozuda e invencible.
Habrá muchas cosas negras,
Pero el bien siempre tiende
A volver a brotar y difundirse.

Cada día en el mundo renace la belleza,
Que resucita transformada
A través de los tormentos de la historia…
esta es la fuerza de la resurrección
y cada evangelizador
es un instrumento de este dinamismo.

*

Papa Francisco

 Exhortación Apostólica  “La alegría del Evangelio” n.276.

Fuente: Red Mundial de Comunidades Eclesiales

***

¡Cristo verdaderamente ha resucitado!

¡Feliz Pascua!

lumic3a8redepaques

***

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo a quien quería Jesús, y le dijo:

– “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.”

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro. Vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no había entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

*

Juan 20, 1-9

***

En el fluir confuso de los acontecimientos hemos descubierto un centro, hemos descubierto un punto de apoyo: ¡Cristo ha resucitado!

Existe una sola verdad: ¡Cristo ha resucitado! Existe una sola verdad dirigida a todos: ¡Cristo ha resucitado!

Si el Dios-Hombre no hubiera resucitado, entonces todo el mundo se habría vuelto completamente absurdo y Pilato hubiera tenido razón cuando preguntó con desdén: «¿Qué es la verdad?». Si el Dios-Hombre no hubiera resucitado, todas las cosas más preciosas se habrían vuelto indefectiblemente cenizas, la belleza se habría marchitado de manera irrevocable. Si el Dios-Hombre no hubiera resucitado, el puente entre la tierra y el cielo se habría hundido para siempre. Y nosotros habríamos perdido la una y el otro, porque no habríamos conocido el cielo, ni habríamos podido defendernos de la aniquilación de la tierra. Pero ha resucitado aquel ante el que somos eternamente culpables, y Pilato y Caifas se han visto cubiertos de infamia.

Un estremecimiento de júbilo desconcierta a la criatura, que exulta de pura alegría porque Cristo ha resucitado y llama junto a él a su Esposa: «¡Levántate, amiga mía, hermosa mía, y ven!».

Llega a su cumplimiento el gran misterio de la salvación. Crece la semilla de la vida y renueva de manera misteriosa el corazón de la criatura. La Esposa y el Espíritu dicen al Cordero: «¡Ven!». La Esposa, gloriosa y esplendente de su belleza primordial, encontrará al Cordero.

*

Pavel Florenskij,
Il cuore cherubico,
Cásale Monferrato 1999, pp. 172-174, passim

***

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , , , , , , , , , ,

Amanece la Vida

Sábado, 8 de abril de 2023
Comentarios desactivados en Amanece la Vida

p17mos63n91po31q5f1r2n7821kuj2

VIGILIA PASCUAL: La piedra

“El primer día de la semana, de madrugada, cuando aún estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido apartada” (Jn 20,1)

¿Quién no se siente sepultado a veces? ¿Cuáles son nuestras piedras? Las que no nos dejan salir a la vida, continuar, crecer, ampliar horizontes, relacionarnos con los demás, amar…

Todos tenemos ataduras y mortajas que ni sabemos nombrar quizás y que necesitamos que alguien nos desate. Todos tenemos momentos de oscuridad, en los que no reconocemos el camino que tenemos delante, aunque lo veamos. No reconocemos a Jesús (Camino, Verdad y Vida), pero Él siempre está ahí, dispuesto a mover la piedra de nuestro sepulcro, dispuesto a iluminar nuestra mirada, a pronunciar nuestro nombre con dulzura para despertarnos el alma, para darnos un nuevo comienzo, con Él, una y otra vez. ¿O no es verdad que, en nuestra vida, hay a veces pequeños milagros cotidianos (casi siempre con nombre y apellido) que nos resucitan, que nos ayudan a continuar, a dar un paso más, a atravesar puertas cerradas e iluminar oscuridades?

¡No hay piedra que no se pueda mover! o lo que es lo mismo “¡para Dios no hay nada imposible!”.

Así resucita la vida, día a día. Así ruedan las piedras de nuestros sepulcros, con su ayuda. Así amanece la vida, con suavidad, con serenidad, con luz, con una voz que pronuncia nuestro nombre, una voz que nos llama a mover las piedras de otras tumbas, a dar vida a otros, para resucitarnos unos a otros, para salir con Jesús, del sepulcro.

Esta noche, entonaremos con alegría el ¡Aleluya! Porque “fue en esta noche santa, cuando apartando la losa, salió Cristo victorioso”.

Ya no hay piedra ni sepulcro. Jesús no está en él, y nosotros tampoco.

¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

AMANECE LA VIDA

Como cuando esperas, sin saber siquiera
qué es lo que pasa, qué es lo que anhelas
como cuando sabes que no quedan fuerzas
pero algo te dice que habrá cosas buenas
como al caminar junto a un campo
en la siembra
parece que escuchas brotar de la tierra
la vida que empieza, la vida que empieza

Como despertarse sin cuándo ni dónde
y la luz en los ojos te orienta y responde
como si ese peso que impide seguir
hubiera cambiado y te impulsa a vivir
como si una piedra impidiese salir
a tu corazón que no puede latir
y de pronto se mueve, y de pronto es ligera

ASÍ, SUAVEMENTE AMANECE LA VIDA
Y DERRIBA LA PIEDRA QUE SELLA LOS DÍAS
ASÍ, POCO A POCO UNA VOZ QUE ACARICIA
PRONUNCIA TU NOMBRE, Y DESPIERTA LA DICHA
ASÍ, NUEVAMENTE,
ASÍ CADA DÍA…

ASÍ, SUAVEMENTE AMANECE LA VIDA
Y DERRIBA LA PIEDRA QUE SELLA LOS DÍAS
ASÍ, POCO A POCO UNA VOZ QUE ACARICIA
PRONUNCIA MI NOMBRE Y DESPIERTA LA DICHA
ASÍ, NUEVAMENTE… ASÍ RESUCITA…
ASÍ, SUAVEMENTE… AMANECE LA VIDA

Salomé Arricibita

Para descargar la canción pinche el siguiente enlace: Amanece_la_Vida.mp3 y dele al botón derecho del ratón y guardar como…

Fuente Fe Adulta

Espiritualidad , , , ,

Ante la Cruz…

Viernes, 7 de abril de 2023
Comentarios desactivados en Ante la Cruz…

tumblr_nj6e8hWvCX1u3bmemo4_500

 

ANTE LA CRUZ

Ante la cruz me llamas
en tu agonía.
Ante la cruz me llamas.
Y he aquí que tropiezo
con las palabras.

Porque si dices ante
¿no me pides, Señor,
sino que mire
frente a frente la cruz
y que la abrace?

Si te miro, Señor,
y Tú me miras,
es un horno de amor
lo que en ti veo,
y lo que veo en mí,
Señor, no es nada,
nada, nada, Señor,
sino silencio.

Un silencio vacío:
si Tú lo llenas
se habrá hecho la luz
en las tinieblas.

Y si en la cruz te abrazo
y Tú me abrazas,
el silencio, Señor,
es más palabra.

Ante la cruz, Señor,
aquí me tienes,
ante la cruz, Señor,
pues Tú lo quieres.

II

VÍA DOLOROSA

I

PARA DECIR LO QUE PASÓ AQUEL VIERNES…

…a Jesús, en cambio, lo hizo azotar
y lo entregó para que fuese crucificado.
(Mt.27,26)

Para decir lo que pasó aquel viernes
en los palacios de Jerusalén y en sus afueras
no bastan las palabras.
Por eso no hay
en las avenidas del relato
-Mateo, Marcos, Juan- sino una capa
de misericordia, un leve
y condensado recuerdo a los azotes.
Para decir lo que pasó aquel viernes
en los palacios de Jerusalén: la sangre,
los insultos, los golpes, la corona
de espinas,
los gritos, la locura, la ira desatada
contra el más bello y puro de los hombres,
contra el más inocente…
para decir lo que pasó aquel viernes
solo valen las lágrimas.

II

SIMÓN DE CIRENE SE ENCUENTRA CON LA CRUZ

Al salir encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón,
y le obligaron a que cargara con la cruz de Jesús.
(Mt. 27, 32)

Pesan los días y pesan los trabajos
y en las venas el cansancio es veneno
que apresura los pasos hacia el dulce
reposo del hogar;
los pasos hacia el dulce
abrazo del amor y del sueño.
Ni siquiera
hay espacio en el alma para el canto
de un pájaro. Tampoco para el sordo
rumor que empieza a arder
sobre el polvo en la plaza.
Viene Simón el de Cirene convertido
en pura sed, en pura
materia de fatiga.
Esa cruz
le sobreviene como un alud de asombro
y rebeldía.
Pero
entre la náusea de la sangre sabe
que siempre hay un dolor que añadir al dolor.
Entre la náusea de la sangre mira
y encuentra esa mirada como un pozo
encendido,
como un pozo
donde se funde el Galileo
con el dolor del mundo.
Apenas un instante y el abrazo
del corazón y la madera hasta la cima.
Vuelve Simón el de Cirene. Queda
una cruz en su piel.
Y una mirada.

magdalena-maria-y-juan

III

MUJER EN JERUSALÉN

Lo seguía muchísima gente, especialmente
mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él.
(Lc. 23, 27)

Mis ojos suben por las calles de Jerusalén
bajo una lluvia de dolor,
bajo una lluvia
que va a lavar el mundo.
Mis ojos suben arrimados
a la cal de las paredes
mientras todo el fragor del sufrimiento
se hace eco en mis párpados.
Puedo sentir tu sed,
la quemazón de tus rodillas rotas
sobre los filos de la tierra.
Toma mi corazón, toma mis lágrimas,
déjalas que ellas laven tus heridas
ahora que soy
mujer en Jerusalén y que te sigo.
Mis ojos se adelantan
por los empedrados de Jerusalén
para encontrar los tuyos.
Y no hay en ellos
rebeldía.
Bajo la cruz
Tú eras una antorcha
de mansedumbre. Derramabas
una piedad universal con cada aliento.

Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí
(Lc.23,28)

¿Y cómo no llorar, Señor?
Déjame, al menos,
si no llorar por Ti, llorar contigo.

III

GÓLGOTA

I

EL CORAZÓN DE LAS MUJERES

Muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea
para asistirlo, contemplaban la escena desde lejos.
(Mt 27, 55)

Estirándose sobre la distancia,
el corazón de las mujeres
se hizo cruz en el Gólgota.
¡Oh corazón de las mujeres, cruciforme,
arca lúcida,
oscura estancia del amor y permanente
arcaduz del misterio!
¡Oh corazón de las mujeres,
prodigioso arroyo fiel que mana
desde el mar de Galilea hasta el Calvario!
¡Y más allá del Calvario, hasta los límites
verticales y alzados,
hasta la orilla de la fe donde se trueca
el destino del hombre!
Mujeres, con vosotras he visto
la salvación del mundo,
su rostro ensangrentado, la medida
de sus brazos abiertos,
la extensión de su abrazo,
que acerca hasta nosotros
la dádiva incansable de sus manos
abiertas y horadadas para siempre.
Y he visto su corazón de par en par,
su corazón como una cueva dulce,
su corazón, abrigo
para toda intemperie.
He visto con vosotras
los pies del redentor, nunca cansados
de venir hacia mí, también heridos
de mí, por mí, también clavados
para la eternidad.
¡Oh pies de Cristo
impresos
sobre la arena de mi corazón!
¡Oh Cristo que atrajiste
hasta Ti el corazón de estas mujeres,
déjame ahora
latir en su latido:
contemplarte.

2007-04-06T11_29_59-07_00

II

STABAT MATER

Estaba la madre al pie
de la cruz. La madre estaba.
Enhiesta y crucificada,
color de nardo la piel.
En el pecho el hueco aquel
que vacío parecía.
No me lo cierres, María
que quiero encerrarme en él,
que quiero encerrarme y ver
todo lo que tú veías.
Sé tú mi madre, María,
como lo quería Él.

theotherchristandresserrano

III

CIERRA EL CIELO LOS OJOS …

Desde el mediodía hasta las tres de la tarde
la tierra se cubrió de tinieblas.
(Mt. 27, 45)

Cierra el cielo los ojos:
cae
la noche a plomo sobre el mediodía
de aquel viernes de abril en el Calvario.
No puede el cielo ser tan impasible
cuando en la cruz está muriendo un hombre,
ya solo sufrimiento y sangre,
cuando muere
el amado de Dios.
¿O acaso vuelve el rostro el cielo
también
y es abandono
lo que creían sombra?
Pesa, pesa, pesa…
Pesa esta oscuridad
que hace crujir los hombros
mientras el ser se vence
inexorablemente hacia el abismo.
Esta tiniebla tiene
peso, longitud, altura,
y penetra en el alma
y duele y vela
la mirada de Dios en la distancia.
¿No hay otro modo, Señor, no hay otro modo
de morir, de vivir, que hacer a ciegas
esta larga jornada de camino?
Pues si ha de ser así, Señor, te pido
que al menos en la muerte no me falte
un bordón de plegaria: que no olvide
tu nombre dulce con el que llamarte.

IV

EL GRITO

Y Jesús, dando de nuevo un fuerte grito entregó su espíritu
(Mt.27, 50)

Un grito. Luego el silencio.
Y en silencio estoy aquí
mientras resucitas Tú
y resucitan los muertos.
¡Cristo, ten piedad de mí!

Con Cristo

*

Mercedes Marcos Sánchez,

Poeta ante la Cruz (Meditación en Mateo)

***

Hoy la Iglesia nos invita a un gesto que quizás para los gustos modernos resulte un tanto superado: la adoración y beso de la cruz. Pero se trata de un gesto excepcional. El rito prevé que se vaya desvelando lentamente la cruz, exclamando tres veces: “Mirad el árbol de la cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo”. Y el pueblo responde: “Venid a adorarlo.

El motivo de esta triple aclamación está claro. No se puede descubrir de una vez la escena del Crucificado que la Iglesia proclama como la suprema revelación de Dios. Y cuando lentamente se desvela la cruz, mirando esta escena de sufrimiento y martirio con una actitud de adoración, podemos reconocer al Salvador en ella. Ver al Omnipotente en la escena de la debilidad, de la fragilidad, del desfallecimiento, de la derrota, es el misterio del Viernes Santo al que los fieles nos acercamos por medio de la adoración.

La respuesta “Venid a adorarlo” significa ir hacia él y besar. El beso de un hombre lo entregó a la muerte; cuando fue objeto de nuestra violencia es cuando fue salvada la humanidad, descubriendo el verdadero rostro de Dios, al que nos podemos volver para tener vida, ya que sólo vive quien está con el Señor. Besando a Cristo, se besan todas las heridas del mundo, las heridas de la humanidad, las recibidas y las inferidas, las que los otros nos han infligido y las que hemos hecho nosotros. Aun más: besando a Cristo besamos nuestras heridas, las que tenemos abiertas por no ser amados.

Pero hoy, experimentando que uno se ha puesto en nuestras manos y ha asumido el mal del mundo, nuestras heridas han sido amadas. En él podemos amar nuestras heridas transfiguradas. Este beso que la Iglesia nos invita a dar hoy es el beso del cambio de vida.

Cristo, desde la cruz, ha derramado la vida, y nosotros, besándolo, acogemos su beso, es decir, su expirar amor, que nos hace respirar, revivir. Sólo en el interior del amor de Dios se puede participar en el sufrimiento, en la cruz de Cristo, que, en el Espíritu Santo, nos hace gustar del poder de la resurrección y del sentido salvífico del dolor.

*

M. I. R.
Omelie di pascua. Venerdi santo,
Roma 1998, 47-53

***

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , , , ,

Viernes Santo: 7.3.23. La Pasión según san Mateo: Te ayudaré Dios mío para que no me abandones (E. Hillesum)

Viernes, 7 de abril de 2023
Comentarios desactivados en Viernes Santo: 7.3.23. La Pasión según san Mateo: Te ayudaré Dios mío para que no me abandones (E. Hillesum)

Chagall(p320)Larger (2).0Del blog de Xabier Pikaza;

Los mejores  intérpretes de la Pasíón de Dios (Cristo) Según Mateo en el siglo XX han sido  dos judíos:

(a) Marc Chagall (1897-1985) ha sido el más hondo pintor de crucificados; algunas de sus imágenes irán acompañando trabajo.  

(b)  Etty Hillesum (1914-1943), escritora y pensadora judía asumió de forma admirable el camino de la pasión de Dios según  Mateo (25,31-46), siendo ajusticiada, como Jesús, acompañando a Dios en su dolor en un campo nazi. 

Etty Hillesum (judía/cristiana) ejemplar ha realizado la más honda tarea de acompañar/consolar a Dios acompañando y consolando a los hombres y mujeres sufrientes, en el holocausto (shoah) de los nazis.

 Así lo indicará esta reflexión que tiene dos partes.  (a) Una visión general sobre  su vida  desde el evangelio de Mateo. (b) Una lectura de la pasión de Dios y el dolor de los hombres, en el evangelio de Mateo.

Las  reflexiones de la primera parte están inspiradas  básicamente en  Leandro Siqueiros: El diario de Etty Hillesum: buscar a Dios en el Holocausto http://wwwespiritualidadprogresista.blogspot.com/2010/10/etty-hillesum-una-de-las-mas.html y en J.I González Faus. “Etty Hillesum. Una vida que interpela”. Ed. Sal Terrae, 2008.

ETTY HILLESUM. VISIÓN GENERAL.

Introducción

Etty_Hillesum_1939E. Hillesum fue judía (aunque no se identifique con ninguna sinagoga particular) y lee el evangelio de Mateo desde su percepción radical judía, sin necesidad de “dejar” su judaísmo (abjurar) para leer el evangelio de Jesús, haciendo de esa forma un intenso camino religioso que es judíos siendo al mismo tiempo cristianos..

E. Hillesum no asume el cristianismo “oficial” (no se bautiza, ni forma parte de ninguna iglesia), porque no tiene “tiempo ni espacio para ello” y, sobre todo, porque está recorriendo un camino previo de “identificación” con el camino de Jesús, a quien ni siquiera nombre, porque quien a ella le importa es Dios.

Y sin embargo E. Hillesum esuna de las mejores intérpretes del evangelio de Mateo y de su experiencia de la pasión de Dios, que se identifica con el dolor de los hombres, conforma a la palabra originaria de Mt 25,31-40:Tuve hambre y me disteis de comer (o no me disteis de comer…).

Hillesum retoma, sin quizá saberlo, una hondísima experiencia rabínica del dolor de Dios que se expresa en el dolor de los hombres… (tema esbozado por el pensador judío A. Heschel, 1907-1972, en numerosas obras, sobre todo en su interpretación de los salmos). En esa línea, ella se siente llamada a “acompañar y consolar” a Dios en su dolor, en un gesto que puede vincularse con el de algunos salmos y, sobre todo, con un tipo de experiencia profética que ha sido tematizada por Ella no nombra a Mateo, ni a Jesús, pero está haciendo el “camino de Reino” (camino de Dios) en la línea de Mateo…

Contexto vital

Su nombre era Esther/Etty Hillesum y había nacido el 15 de enero de 1914 en Middelburg, en Holanda. Su padre, Louis Hillesum, enseñaba lenguas clásicas. Su madre era experta en lenguas modernas y literatura.

Etty obtuvo su primer diploma en Derecho en la Universidad de Ámsterdam; después se matriculó en la facultad de Letras para el estudio de las lenguas eslavas. Más tarde, cuando comenzó a estudiar la carrera de psicología, estalló la guerra. El día 15 de julio de 1942, en plena guerra, ,

Etty trabajó como mecanógrafa en una de las secciones del Consejo Hebraico holandés. Como en otros territorios ocupados, esta organización había nacido bajo la presión de los alemanes y actuaba de puente entre los nazis y la población judía.

Desde agosto de 1942 hasta el fin de septiembre de 1943, Etty Hillesum se ofreció voluntaria para trabajar como asistenta y enfermera en el campo de concentración de Westerbork, como enviada del Consejo Hebraico.  Actuó como correo de la resistencia y llevaba consigo cartas y mensajes de los prisioneros, además de recoger medicinas para llevar al campo.

Ante la barbarie que percibía a su alrededor en una Europa enloquecida, Etty se refugia en la experiencia religiosa interior y especialmente en la oración íntima e intensa. Escribe: –«(…) Las amenazas y el terror crecen día a día. Me refugio en la oración como un muro oscuro que ofrece seguridad, me refugio en la oración como si fuera la celda de un convento; ni salgo, tan recogida, concentrada y fuerte estoy.

Este retirarme en la celda cerrada de la oración, se vuelve para mí una realidad siempre más grande, y también un hecho siempre más objetivo. La concentración interna construye altos muros entre los cuales me reencuentro yo misma y mi totalidad, lejos de todas las distracciones. Y podré imaginarme un tiempo en el cual estaré arrodillada por días y días, hasta no sentir los muros alrededor, lo que me impedirá destruirme, perderme y arruinarme.» (Diario, 18 de mayo de 1942)

99AAE285-E507-4B1C-B043-47F5D2926DE3Etty Hillesum, en Auschwitz y ejecutada Mientras, seguía aumentando el número de deportaciones de civiles judíos. En el año 1943, Etty llegó a la conclusión de que la prisión era inevitable y se negó a aceptar los escondites que se le ofrecieron para no ser capturada por la Gestapo. Después de meditarlo, Etty se entregó a las SS el día 6 de junio de 1943, junto a sus padres y a sus hermanos. Etty dejó sus diarios a unos amigos, con los que también mantuvo una larga correspondencia durante su encarcelamiento en Westerbork. En una de las cartas afirma:

El paisaje que tenemos alrededor aparece de improviso mutado, el cielo se vuelve bajo y negro, nuestro modo de sentir la vida sufre grandes mutaciones y nuestro corazón se vuelve completamente gris y milenario. Pero no es siempre así. Un ser humano es una cosa bien singular. La miseria que reina aquí es verdaderamente indescriptible. En las grandes barracas se vive como topos en una cloaca.» (Carta de 3 de julio de 1943)

Este intercambio epistolar terminó con una tarjeta postal con fecha 7 de septiembre de 1943, arrojada desde un camión de ganado. Describe la repentina inclusión de ella y su familia en un transporte hacia Auschwitz que salió con 987 reclusos, incluidos 170 niños. La postal se despide con estas palabras: «Me esperaréis, ¿verdad?».

Los diarios . Etty, buscadora de Dios

La evolución espiritual y religiosa del Etty ocupa el primer plano en su diario. Se inicia con una Etty que es una mujer laica y que no practica ninguna religión. En esta etapa de su vida, el nombre de Dios aparece en el diario más como una expresión literaria o como un factor sociológico que con un sentido de fe religiosa, como dice González Faus. Poco a poco la espiritualidad de Etty va presentando una serie de tonalidades, colores y acentos propios. Pero a la vez, están muy cercanos a nuestra realidad actual.

En primer lugar, Etty se mostrará cada vez más sensible a la presencia de Dios, una presencia en todas las cosas y en todos los seres. Una presencia que unifica totalmente su ser. Una presencia que le hace sospechar que Dios tiene que ver con la búsqueda de la liberación interior y con la sensación que tantas veces ha sentido de que la vida merece la pena a pesar de todo.

Tratando de encontrarse a sí misma, se convierte en Buscadora de Dios.Un rasgo que destaca en su camino espiritual es que va descubriendo a Dios en su interior.

SE VA SINTIENDO HABITADA POR DIOS. 

Dentro de mí hay un pozo muy profundo. Y ahí dentro está Dios. A veces me es accesible. Pero a menudo hay piedras y escombros taponando ese pozo y entonces Dios está enterrado. Hay que desenterrarlo de nuevo. Me imagino que hay gente que reza con los ojos dirigidos hacia arriba. Ellos buscan a Dios fuera de sí mismos. También hay otras personas que agachan la cabeza profundamente y que la esconden entre sus manos; creo que esa gente busca a Dios dentro de sí misma” (26 de agosto de 1941)

 “Dios, cógeme de tu mano, te acompaño obedientemente, sin resistirme. No rehuiré nada de lo que me llegue en la vida, lo asimilaré con todas mis fuerzas. Pero dame de vez en cuando un breve instante de tranquilidad. Tampoco pensaré, en toda mi inocencia, que la paz, en caso de que me llegue, vaya a ser eterna. También aceptaré la intranquilidad y la lucha que volverán a continuación. Me gusta estar protegida por el calor y la seguridad, pero tampoco me rebelaré si entro en el frío, siempre y cuando sea de tu mano.

Iré a todas partes de tu mano y quiero procurar no tener miedo. Intentaré irradiar algo del amor, del verdadero amor humano que hay en mí, en cualquier parte que esté”.

Y volverá aún sobre este tema en el último cuaderno de su diario:“Amo tanto al prójimo, porque amo en cada persona un poco de ti, Dios. Te busco por todas partes en los seres humanos, y a menudo encuentro un trozo de ti. Intento desenterrarte de los corazones de los demás”. (15 de septiembre de 1942). Y el mismo día en el que moría J. Spier, es capaz de recordarlo de esta manera:

“…Tú, gran persona comprensiva, buscador de Dios, que encontraste a Dios. Has buscado a Dios por todas partes, en cada corazón que se abría a ti –y cuántos han sido-, y en todas partes encontraste un pequeño fragmento de Dios. Nunca te has rendido” (15 de septiembre de 1942).

79689130-5F9A-4F96-9E4A-41E55BEFA027

AYUDAR A DIOS

Etty elabora su propio lenguaje simbólico y místico. En esos tiempos de terror, como ella los califica, “ayudar a Dios, para Etty, es encontrarle un resguardo dentro de sí, ofrecerle hospitalidad, buscarle un cobijo en las personas sufrientes que encuentra, salvar un pedacito de Dios en los seres humanos…Salvar la existencia de Dios en la desventura. Ser huésped y amiga” (W. Tommasi); “Ayudar a Dios es ayudar al amor que no tiene más fuerza que su misma oferta” (González Faus).

En este sentido destaca  esta oración:

Corren malos tiempos, Dios mío. Esta noche me ocurrió algo por primera vez: estaba desvelada, con los ojos ardientes en la oscuridad, y veía imágenes del sufrimiento humano. Dios, te prometo una cosa: no haré que mis preocupaciones por el futuro pesen como un lastre en el día de hoy, aunque para eso se necesite cierta práctica…

Te ayudaré, Dios mío, para que no me abandones, pero no puedo asegurarte nada por anticipado. Sólo una cosa es para mí cada vez más evidente: que tú no puedes ayudarnos, que debemos ayudarte a ti, y así nos ayudaremos a nosotros mismos.

Es lo único que tiene importancia en estos tiempos, Dios: salvar un fragmento de ti en nosotros. Tal vez así podamos hacer algo por resucitarte en los corazones desolados de la gente. Sí, mi Señor, parece ser que tú tampoco puedes cambiar mucho las circunstancias; al fin y al cabo, pertenecen a esta vida…

Y con cada latido del corazón tengo más claro que tú no nos puedes ayudar, sino que debemos ayudarte nosotros a ti y que tenemos que defender hasta el final el lugar que ocupas en nuestro interior

Leer más…

Biblia, Espiritualidad , , , , , ,

6.4.23. Jueves Santo. Pascua del pan y del “vino”: La próxima copa en el Reino

Jueves, 6 de abril de 2023
Comentarios desactivados en 6.4.23. Jueves Santo. Pascua del pan y del “vino”: La próxima copa en el Reino

caravaggio-cena-emmausDel blog de Xabier Pikaza:

Jesús celebró un día como hoy la antigua fiesta de pascua judía, pero con sentido nuevo

No la celebró el día oficial  sino un día anterior, como despedida  invitación a su nueva fiesta (la próxima copa en el reino)

Esta cena de Jesús fue y sigue siendo el principio de las celebraciones cristianas, como indicaré, insistiendo en sus rasgos: (a) la próxima copa será en el reino; (b) mientras tanto, hombres y mujeres formamos un cuerpo, carne y sangre de amor

En ese fondo ha destacado Juan el signo de Jesús, viña y Cordero, nuestra vinculación con todo el universo  (Jn 1; Jn 6; Jn 19)

INTRODUCCIÓN. NOTAS ESENCIALES

1. Jesús celebró su cena de despedida y comunión en un contexto pascual judío, pero transformado. Fue una fiesta “real,histórica”, pero  y formulada de un modo litúrgico y eclesial por los primeros cristianos (1 Cor, Sinópticos)

2. Esta cena evocaba antiguos motivos hebreos:la liberación de Egipto, la fiesta del cordero… la comida de los primeros panes del año. Pero Jesús prescinde del cordero y se centra en dos signos “vegetarianos” de tipo universal: el pan de harina amasada, la copa de zumo vegetal.

3. El pan (artos, artúa) esun alimento amasado y “cocido” de semillas/frutos vegetales, que en oriente eran y son de cereal (trigo, cebada…), peropueden ser de cualquier semilla equivalente (arroz, maíz, soja…). Todo intento de limitarse a un pan de puro trigo es consecuencia de mal etnocentrismo y de mala traducción de los textos.

4. La copa es en principio de zumo de uva…, pero ninguno de los textos  (Mc, Mt, Lc, 1 Cor)l o dice. Todos utilizan “poterion”,  en el sentido de “copa” para beber. No dicen  si el zumo está fermentado (si es mosto o vino), ni si ha de ser sólo de uva o de otro tipo de fruta o semilla (de manzana o pera, de granada, dátiles o naranjas etc.. . Limitarse al vino-vino (zumo de uva fermentado) va en contra del sentido universal del texto.

5. Comunión “sacerdotal”: haced esto en memoria de mí. Estas palabras u otras semejantes están supuesta en Mc y Mt, aunque sólo aparecenen Lc 22,19 y 1 Cor 11, 25, y se dirigen a todos los miembros  de las comunidades cristianas, que así aparecen como comunidades “sacerdotales”, en el sentido especírico de Jesús. Ni Lucas ni Pablo (ni mucho menos Marcos y Mate olas restringen a los “doce apóstoles” y a sus sucesores obispos y presbíteros, por razones evidentes para cualquier lector del NT.

6.  La iglesia posterior, en su praxis jurídica “oficial” solemne, ha restringido (limitado) esas palabras (con la presidencia eucarística) a un tipo de “ministros ordenados varones” (e incluso célibes). Pero esa limitación (que ha cumplido en un tiempo su servicio) va en contra de la amplitud del NT carece actualmente de sentido, de formas que debe devolverse a las comunidades su “autoridad y responsabilidad”l eucarística, como está viendo ya gran parte del “sensus fidelium” de la iglesia católica.

7. Fiesta del amor fraterno…De un modo u otro, celebrada con pan-trigo o pan-arroz…, con mosto o vino de uva o con bebida de patata, naranja o limón…, esta fiesta de la cena de Jesús es sacramento de amor fraterno, como seguiré mostrando. Esto es algo que sabían bien los escolásticos  del siglo XIII , cuando distinguían y vinculaban el signo-sacramento de la misa y su res o esencia que era y sigue siendo el amor mutuo de los “creyentes”.

He desarrollado estos motivos en Fiesta del pan, fiesta del vino; Historia de Jesús; Comentario de Marcos y Comentario de Mateo

1. LA PROXIMA COPA EN REINO. LOGION DE LA DESPEDIDA (MC 14, 25  par).

 Sintiéndose en peligro, sabiendo que su vida estaba amenazada, que sus amigos podían abandonarle y sus enemigos condenarle a muerte, Jesús quiso cenar con sus compañeros, ratificando su compromiso de alianza y promesa, como proclama este logion(Mc 14, 25) que no se limita a esperar pasivamente la llegada del Reino, sino que la provoca. Todo el mensaje anterior de Jesús en Galilea y su venida a Jerusalén, puede interpretarse a partir de estas palabras centrales/finales de su vida:

En verdad os digo, que ya no volveré a beber del fruto de la vidhasta el día en que beba con vosotros el vino nuevo en el reino de Dios (Mc14, 25 par).

 Por medio estas palabras y este gesto (compartir una copa de vino con sus discípulos),Jesús pide a Dios que llegue (que envíe) el Reino, prometiendo (asegurando) al mismo tiempo a sus compañeros (discípulos) que el Reino llega y que él (Jesús) entregará su vida hasta el finpara que llegue, en la línea de su oración: Padre, venga (envía) a nosotros el Reino.

Jesús está “representando” (culminando) su tarea mesiánica ante Dios y ante sus compañeros.Jesús no es profeta mesiánico a solas, separado de los otros, sino dirigente de una iglesia o grupo mesiánico (los Doce), con el que comparte su camino y proyecto de Reino.

 Jesús no está a solas, no es un mesías separado, sino rodeado de un cuerpo de compañeros, que forman el germen de su iglesia. Por eso no se compromete él solo, frente a todos, sino con su grupo, formado no sólo por los Doce,sino  también por mujeres  y amigos que le han venido acompañando.

Jesús no conoce de antemano los detalles de su entrega de amor y de muerte, como un adivino (pues el conocimiento de posibles adivinos no es personal y verdadero, de carne y sangre, sino de imaginación). Sólo se conoce de verdad con cuerpo y alma, no sólo con el entendimiento, sino con la voluntad y la vida entera, con la carne y la sangre,  en unión con una comunidad de vida. Ahora al fin, tras haber recorrido un largo camino con y por sus amigos/discípulos, en el momento de la gran prueba, Jesús les confía su identidad, el compromiso y sentido supremo de su vida.

  No ha venido a luchar contra sacerdotes y legionarios romanos, sino a presentar ante unos y otros,  su proyecto de reino, que culmina en un compromiso de abstinencia escatológica: no beber más vino, ni celebrar más fiestas hasta que llegue el Reino.

Éste es un compromiso de fidelidad en amor hasta la muerte, culminando su camino,ratificanso su opción de Reino, esto es, de vida comparida: En verdad os digo, que ya no volveré a beber del fruto de la vid … (Mc14, 25 par).

Por eso, al decir “no volveré” a beber con vosotros, Jesús está ratificando sucamino anterior de mesianismo. No ha sido un mesías aislado, no ha podido decir “yo soy hijo de Dios, pero vosotros no…”, sino que ha sido y sigue siendo hijo de Dios con aquellos con quieres comparte el mismo vino de fiesta, el mismo pan de vida. Al decir “no volveré ya más hasta…”, él está indicando que la comunión de vida y destino permanece, aunque puedan traicionarle…El próximo abandono de los doce y en particular el de algunos (Judas, Pedro) no destruirá la fidelidad divina de su compromiso.

Jesús está convencido de que su tiempo de mundo acaba, y así lo proclama, no con un signo de penitencia, un bautismo de muerte (un sacrificio), sino con una señal de fiesta y alegría. La renuncia (no beberé…) implica, según eso, una esperanza más alta. Jesús deja de beber vino porque ha cumplido su misión en la tierra y porque espera la llegada del Reino, que no será tiempo ni lugar de castigo, sino de fiesta, de vino de Reino (de fiestas pentecostales). Conforme al rito externo, Jesús está celebrando un rito pascual (de presencia de Dios y de liberación), pero no lo hace con el pan de pascua pascua, sino de vino de los tabernáculos o chozas que representan la culminación del tiempo del mundon [1].

            Jesús ha ofrecido su mesa (pan y peces) a los marginados y pobres, a publicanos y multitudes. Ahora, en el momento final, asumiendo y recreando la más honda tradición israelita, él declara y proclama ante sus amigos que ha cumplido su tarea, ha recorrido su camino: sólo queda pendiente la respuesta de Dios, el vino del Reino. De esa forma pasa del “vino antiguo” de esta fiesta de despedida (que el ritual de la institución eucarística interpreta, como sangre de alianza: Mc 14, 23-24) al “vino nuevo” de la culminación mesiánica Todo lo que podía y debía hacer humanamente lo ha hecho. Por eso, en nombre de Dios les invita a tomar la próxima copa en el Reino [2].

 3. EUCARISTÍA, COMUNIÓN DE REINO.

  1. El signo de la copa. Sólo vive de verdad quien da su vida por otros.

En su forma actual, el relato eucarístico [3]. consta de dos signos, uno de pan, otro de vino (cf. Mc 14, 22-24), que, al unirse, forman el mejor retrato de Jesús hombre de pan compartido y vino de Reino. El texto completo, ha sido elaborado litúrgicamente en el contexto de la despedida, según la doble tradición de Mc 14, 23-24/Mt 26, 26-30 y de 1 Cor 11, 23-25 y Lc 22, 15-20). En ese contexto sitúan los sinópticos y Pablo la institución “eucarística”, no como cena de pascua antigua sino como anticipo (anuncio y promesa) del banquete mesiánico, de manera que la misma copa de invitación (no beberé más… ) viene a interpretarse (ofrecerse y entenderse) como copa de alianza escatologica.

Tomo una copa, bebieron todos de ella, y les dijo:Esto es mi sangre de la alianza (Mc 14, 22 par).

 No es copa de anuncio de lo que vendrá más tarde, sino de revelación de lo que está sucediendo, de lo que ha sido y es ahora su vida de fidelidad y servicio por el reino, no a solas (separado de los otros) , sino en comunión de vida con sus compañeros de Iglesia. Así lo entiende Jesús, así lo hace y lo dice, como he desarrollado en Marcos:

Tomó una copa (potêrion), en signo de agradecimiento (eukharistía). Mientras un grupo de hombres y/o mujeres sean capaces de beber juntos una copa podrán vincularse a Dios, no están abandonados sobre un mundo adverso. El mismo vino, fruto de la tierra y del trabajo humano, es para ellos presencia de Dios, expresión del valor de la vida. Jesús no ofrece a sus compañeros una sesión de ayuno, hierbas amargas, en plano de sudores, sino el más gozoso, bello y exigente producto de su entorno, el vino, que, no siendo bebida ordinaria (los pobres no pueden tomarla cada día, como el pan), es signo de alegría y abundancia futura para todos. En ese contexto, Jesús quiere que sus discípulos puedan vivir en plenitud de gozo, empezando a beber ya en este mundo el vino prometido para el Reino (tema de fondo de Jn 2, bodas de Caná).

– Y bebieron todos de ella (de la copa),en gesto muy preciso de participación. Por un lado, se dice “todos”; por otro lado, se dice “de una misma copa” (ex autou), la de Jesús, por la que todos se vinculan, comprometiéndose a compartir su misma suerte, en alianza de vida, no como pacto social de intereses. Esta es copa de vida y de muerte; vivir para compartir una misma llamada de Dios, muriendo unos en (con) otros y todos en Cristo, resucitando de esa forma en el Reino. Teniendo eso en cuenta, en sentido estricto, las palabras interpretativas: «Ésta es la Sangre de mi alianza» (Marcos y Mateo) y «es la nueva Alianza en mi Sangre» (Pablo y Lucas), no eran necesarias, pues el gesto resulta suficiente: Jesús, mensajero perseguido del Reino de Dios, amenazado de muerte por sus adversarios, ofrece a sus amigos (y por ellos a todos), en signo de solidaridad y esperanza, una copa que simboliza su sangre (vida) entregada por el Reino; y ellos por su parte beben, comprometiéndose a nacer, vivir, morir y renacer en con/por Jesús, formando la iglesia de la humanidad mesiánica.

– Y les dijo: “Esto” es mi sangre, de la alianza (= ésta es la alianza de mi sangre). Para los israelitas, la sangre constituye el mayor de los tabúes, como presencia temporal de la vida eterna de Dios. Ellos pueden comer carne de animales,  pero nunca su sangre «porque es la vida de la carne y os la he dado para uso del altar, para expiar por vuestras vidas, porque la sangre expía por la vida» (Lev 17, 10-12; cf. Gen 9, 4). El Dios bíblico se ha reservado la sangre, como signo de vida originaria, de manera que comer carne con su sangre o beber sangre constituye la mayor impureza (cf. Hech 15, 29). La sangre/vida no se “juega” (no se compra ni vende), simplemente se comparte, se regala, como, alianza de Dios.

            De esa forma, manteniendo su experiencia de vida, Jesús ha ofrecido a los discípulos su sangre en el signo del vino, invitándoles a compartirla. Ellos lo han hecho, se han comprometido. Parece que la suerte está fijada: Todos vivirán, compartiendo el don del reino, dándose vida, muriendo unos por otros y en otros, abriendo con su muerte la puerta del Reino.Ya no se puede hablar de jerarquías separadas (unomayores, otros menores), sino de vida y resurrección de unos en otros [4]. Leer más…

Biblia, Espiritualidad , , , , , , ,

La eucaristía es signo de lo que fue Jesús, de lo que nosotros debemos ser.

Jueves, 6 de abril de 2023
Comentarios desactivados en La eucaristía es signo de lo que fue Jesús, de lo que nosotros debemos ser.

cena-del-corderoJUEVES SANTO(A)

Jn 13,1-15

La liturgia de este día se centra en el recuerdo de la cena: el lavatorio de los pies y las palabras y gestos que dieron lugar a la eucaristía. Ni los evangelistas, ni los exégetas se ponen de acuerdo si fue o no fue una cena pascual. No tiene mayor importancia. Para nosotros lo esencial está en lo que va más allá del rito judío de la cena pascual. Esta Pascua no es ya la pascua de los judíos. Es sorprendente que los tres evangelistas que narran la institución de la eucaristía, no hablen del lavatorio de los pies, y Juan que narra el lavatorio de los pies, no dice nada de la institución de la eucaristía.

Tampoco sabemos el sentido exacto que quiso dar Jesús a aquellos gestos y palabras. La protesta de Pedro deja claro que, en aquel momento, los discípulos no entendieron nada. Sin embargo, el recuerdo de lo que Jesús hizo en la última cena se convirtió muy pronto en el sacramento de nuestra fe. Y no sin razón, porque en esos gestos, en esas palabras, está encerrado lo que fue Jesús durante su vida y todo lo que tenemos que llegar a ser nosotros. Por eso, la liturgia de hoy es de las más densas de todo el año.

Debemos tomar conciencia de la importancia de lo que celebramos, como la toma el evangelista Juan cuando ha hecho esa grandiosa obertura: “Consciente Jesús de que había llegado su “hora”, la de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que estaban en el mundo, les demostró su amor en el más alto grado”. Pero no es menos sorprendente el final del relato: “¿Entendéis lo que he hecho con vosotros? Me llamáis “Maestro” y “Señor”; y decís bien, porque lo soy. Si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, sabed que también vosotros debéis lavaros unos a otros”.

Comenzamos por el lavatorio de los pies. No porque sea más importante que la eucaristía, sino porque espero que esta reflexión nos ayude a comprenderla mejor. En ese gesto, Cristo está tan presente como en la celebración de la eucaristía. Lavar los pies era un servicio que solo hacían los esclavos. Jesús quiere manifestar que él está entre ellos como el que sirve. Lo importante no es el hecho sino el simbolismo que encierra. La plenitud de Jesús como ser humano está en el servir a los demás.

El más espiritual y místico de los evangelistas, el que más profundiza en el mensaje de Jesús, ni siquiera menciona la ‘institución de la eucaristía’. Sospecho que la eucaristía se había convertido ya en un rito mágico y formal, vacío de contenido, y Juan quiso recuperar para la última cena el carácter de recuerdo de Jesús como don, como entrega. Jesús denuncia la falsedad de la grandeza humana que se apoya en el poder o en el dominio de los demás, pero proclama que la verdadera plenitud humana está en parecerse a Dios que se da siempre y a todos sin condiciones ni reservas.

Poco después de este texto dice Jesús: “Os doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros como yo os he amado”. Esta es la explicación definitiva a lo que acaba de hacer. Para el que quiere seguir a Jesús, todo queda reducido a esto: ¡Amaos! No dijo que debíamos amar a Dios, ni siquiera que debíamos amarle a él. Debemos amar a los demás como Dios ama, como Jesús amó. La eucaristía no es una devoción más, que comienza y termina en la iglesia. Debemos hacer un esfuerzo por superar la tentación de seguir oyendo misa y tratar, por todos los medios, de celebrar una eucaristía.

En este relato del lavatorio de los pies, no se dice nada que no se diga en el relato del pan partido y del vino derramado; pero en la eucaristía corremos el riesgo de quedarnos en una visión ritualista y espiritualista que no afecta a mi vida concreta. La presencia de Cristo en el pan y en el vino, entendida de una manera estática y física, nos ha impedido descubrir el aspecto vivencial del sacramento y nos ha dejado al margen de la verdadera intención de Jesús al compartir esos gestos con sus discípulos.

Tenemos que hacer un esfuerzo por descubrir el verdadero signifi­cado de la eucaristía a la luz del lavatorio de los pies. Jesús toma un pan y mientras lo parte y lo reparte les dice: esto soy yo. Recordemos que “cuerpo”, en la antropología judía del tiempo de Jesús, quería decir persona, no carne. Como si dijera: meteos bien en la cabeza que yo estoy aquí para partirme, para dejarme comer, para dejarme masticar, para dejarme asimilar, para desaparecer dando mi propio ser a los demás. Yo soy sangre (vida) que se derrama por todos, es decir, que da Vida a todos, que saca de la tristeza y de la muerte a todo el que me bebe. Eso soy yo. Eso tenéis que ser vosotros.

Por haber insistido exclusivamente en la presencia “real” de Cristo en la eucaristía, nos acercamos al sacramento como a una realidad misteriosa, pero que no tiene valor de persuasión, no me lleva a ningún compromiso con los demás. La presencia real, por el contrario, debía potenciar el verdadero significado del gesto. Nos debía recordar en todo momento lo que Jesús fue y lo que nosotros, como cristianos, debemos ser. El haber cambiado este sentido dinámico por una adoración, ha empobrecido el sacramento hasta convertirlo en algo aséptico, que nada me exige y nada me aporta.

Lo que Jesús quiso decirnos en estos gestos es que él era un ser para los demás, que el objetivo de su existencia era darse; que había venido no para que le sirvieran, sino para servir, manifestando de esta manera que su meta, su plenitud humana solo la alcanzaría cuando llegara a la donación total en la muerte asumida. Solo un Jesús destrozado puede ser asimilado e integrado en nuestro propio ser. Descubrir que destrozarnos para que nos puedan comer es también la meta para nosotros, es el primer objetivo de todo ser humano. Pero de esto hablaremos mañana, Viernes Santo.

Juan no menciona la eucaristía en el relato de la última cena, pero en el c. 6 encontramos la explicación de lo que es la eucaristía. “Yo soy el pan de Vida”. “Quien viene a mí, nunca pasará hambre; el que cree, nunca pasará sed”. Queda claro que comer el pan y beber la sangre, es un signo (sacramento) de la adhesión a Jesús, que es lo importante. Se trata de identificarse con su manera de ser hombre al servicio de los demás hasta deshacerse por ellos. El peligro que tenemos hoy los cristianos es acercarnos al sacramento como medio de unirnos a Dios, olvidándonos de los demás.

Dice más adelante: “El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo el que me “come” vivirá por mí”. No hay una explicación más profunda de lo que significa este sacramento. Jesús tiene la misma Vida de Dios, y todo el que le siga tendrá también esa misma Vida, que no se verá alterada por la muerte. Para hacer nuestra esa Vida, debemos aceptar la “muerte” a todo lo que hay en nosotros de caduco, de terreno, de transitorio, de individualismo, de egoísmo. Sin esa muerte, nunca podrá haber Vida. No se trata de renunciar a nada, sino de conseguirlo todo.

Fray Marcos

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad , , , , , , ,

Recordatorio

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Yo, por supuesto, a petición de los autores, eliminaré el contenido en cuestión inmediatamente o añadiré un enlace. Este sitio es gratuito y no genera ingresos.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un lugar de entretenimiento. La información puede contener errores e imprecisiones.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.