El festival de temáticas LGBTIQ+ más antiguo del país se desarrollará entre el 17 y 21 de octubre en el Centro Cultural España y en la Cineteca Nacional.
Por decimoquinto año consecutivo el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual producirá en octubre próximo el Festival Internacional de Cine LGBTIQ+ (Cine Movilh), la muestra de películas con temáticas de la diversidad sexual y de género más antigua del país.
En total 14 largometrajes, cortometrajes y documentales darán vida al Festival, que entre otras temáticas abordan “la homo/transfobia laboral, religiosa, gubernamental, familiar o médica, el amor de parejas, la diversidad sexual y de género en la adolescencia, la violación a derechos humanos cometidas en regímenes dictatoriales o de transición a la democracia y la discriminación interseccional”, señaló el productor del certamen, Gonzalo Velásquez.
“Invitamos a todas las personas al Festival, a asistir en familia, con amigos/as o solos/as y a disfrutar de películas que sensibilizan en la realidad LGBTIQ+ y en el respeto que merecen todos los seres humanos, sea cual sea su orientación sexual o identidad de género. Al igual que en todas las versiones pasadas, el acceso al Festival es liberado y gratuito”, apuntó.
El Festival tendrá lugar entre el 17 y 19 de octubre a las 19:30 horas en el Centro Cultural España (Avenida Providencia 927, Metro Salvador) y el 20 y 21 de octubre a las 20:00 horas en la Cineteca Nacional del Centro Cultural Palacio La Moneda (Plaza de la Ciudadanía 26, Metro Moneda).
En su XV versión el Festival cuenta con los apoyos del Centro Cultural España, de la Cineteca Nacional y del Centro Niemeyer.
Toda la información, programación y sinopsis se encuentran aquí
Tiene todos los componentes que nos pueden gustar. Por un lado el director. El gran Pedro Almodóvar. Por otro, los actores: Pedro Pascal y Ethan Hawke.
Y, por otro, que solo existe una sola película que hable de amor gay en el super masculino y heterosexual mucho del western, Brokeback mountain.
«Extraña forma de vida» es definida por Almodóvar como un “western queer en el sentido de que hay dos hombres, y se aman, y tienen que lidiar con esa situación”.
¿De qué se trata Extraña forma de vida? “Un hombre cruza a caballo el desierto que le separa de Bitter Crek. Viene a visitar al Sheriff Jake. Veinticinco años antes, ambos trabajaron juntos como pistoleros a sueldo. Silva viene con el pretexto de reencontrarse con su amigo de juventud, y en efecto celebran su encuentro, pero a la mañana siguiente el sheriff Jake le dice que la razón de su viaje no es el recuerdo de su vieja amistad”.
No lo eso, porque entre estos dos hombres siempre ha habido algo más que una amistad.
El 26 de mayo se estrena en nuestro país. La película, que ha sido producida por Deseo, tiene este nombre por un fado de Amalia Rodrígues, que sugiere que «no hay existencia más extraña que aquella que se vive de espaldas a tus propios deseos».
Kiti Mánver en el cartel de ‘Mamacruz’, película española en Sundance La Claqueta
Patricia Ortega competía en la competición internacional del Festival de Sundance con esta historia sobre la sexualidad en la tercera edad y en una Sevilla donde la Semana Santa domina el imaginario
Javier Zurro
21 de enero de 2023
En España siempre ha habido un problema con la sexualidad. 40 años de dictadura y de nacional-catolicismo han hecho mella, y todavía se viven las consecuencias. Esa herencia religiosa hace que, para muchos, el sexo sea algo oscuro, sucio y avergonzante, de ahí que muchas mujeres hayan vivido negando su propio deseo. La ficción empieza a romper esos tabúes y comienza a traspasar ciertas líneas. Por ejemplo, en la sexualidad en la vejez. Pocas historias han mostrado con naturalidad a cuerpos ancianos. Aquí también se manifiesta el machismo de industrias como el cine, habituada a mostrar galanes de 60 años con parejas décadas menor. Las mujeres, a partir de los 50, se convierten en abuelas en el cine.
Todo eso se resquebraja. Lo mostró el año pasado Buena suerte, Leo Grande, donde Emma Thompson destrozaba prejuicios con un desnudo integral que era una declaración de intenciones. Precisamente aquel filme se presentó en el Festival de Sundance, mismo lugar donde se verá por primera vez la película española Mamacruz, dirigida por la venezolana Patricia Ortega y que realiza la misma operación. Esta vez cambiamos a Emma Thompson por nuestra Kiti Mánver y se le añade un contexto social y político mucho más interesante, el de un pueblo sevillano donde la religión y la Semana Santa tienen mucha importancia. El descubrir sexual de la protagonista, a la que llaman todos Mamacruz, se hará a través del imaginario católico. Ya su póster es una declaración de intenciones, con Kiti Mánver a punto de besar un cristo. Una escena que se repite en un filme valiente y que abre conversaciones importantes y necesarias.
Mamacruz nace de un hallazgo inesperado, el que la directora hizo mientras cuidaba a su madre durante la quimioterapia que recibía en Maracaibo, en Venezuela. De repente, en su cuarto encontró una foto que no había visto hasta ese momento. Una fotografía de su madre desnuda. “Mi mamá siempre ha sido superconvencional y yo era la oveja negra, entonces a raíz de esa foto surgió algo muy bonito entre las dos, una conversación muy bonita y yo empecé a escribir primero un cuento, un relato sobre ella y sobre mi abuela que fue mutando y se convirtió en un tratamiento de guion que empecé a mover por laboratorios de guion, porque hay ideas que cuajan y otras que no, y este cuajó maravillosamente”, cuenta Patricia Ortega.
La autora escribió primero la historia para Venezuela, que adaptó luego a un pueblo sevillano, pero subraya que en Venezuela “todavía hay una militancia católica muy fuerte” y su familia es “supercatólica”. “Pero cuando conocí a Olmo [Figueredo, productor español con La Claqueta] decidimos que la película fuera española y él me sugirió Sevilla. Cuando fui a Sevilla y descubrí la Semana Santa dije, esto es increíble, es mucho más fuerte todo que en Maracaibo, era perfecto para la historia. Así que no tuve que hacer ningún esfuerzo por adaptarla porque acá se contaba perfectamente”, explica.
Tienes una obra como el Éxtasis de Santa Teresa que lo que describe evidentemente es orgásmico y muy sensual
Patricia Ortega — Directora de cine
Para Patricia Ortega ese tabú del sexo y el cuerpo no tiene que ver solo con una generación, sino que se perpetúa en las más jóvenes. A ella le sorprendió ver en Sevilla a cofrades tan jóvenes. Descubrió una ciudad que ha crecido con una idiosincrasia y una práctica del catolicismo que ella describe como “muy pagana”. “Los colores, la fiesta que se arma, el fervor, no tiene nada que ver con el Vaticano ni con las normas de la Iglesia. Es muy popular, es muy colorido. Yo lo agarré más desde allí, desde el color, desde lo popular, de cómo las personas se apropian de la religión y hacen lo que les da la gana, independientemente de lo que diga el Vaticano”, añade.
Ahí viene lo rompedor de Mamacruz, y lo que muchos calificarán como provocador. Patricia Ortega utiliza todo ese imaginario de la Semana Santa y de lo católico, mantillas, mantos y cristos, como potenciador de lo erótico y la sexualidad de la protagonista, que se excita viendo el torso desnudo de Jesucristo. “Yo creo que la religión tiene mucho erotismo”, dice Ortega entre risas. “Es que tienes una obra como el Éxtasis de Santa Teresa que lo que describe evidentemente es orgásmico y muy sensual. Y tú lees a Santa Teresa y dices: a ver, esta mujer estaba cachonda también, ¿es evidente, no? O el versículo de la Biblia que nosotros usamos, del Cantar de los Cantares, que también está en una escena que es evidentemente erótica. La religión, como expresión cultural, también tiene erotismo, porque es imposible que los seres humanos, que son los que han representado estas figuras, no están exentos de la sensualidad o de las pasiones que hay allí en todo”.
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En el proceso de documentación y escritura la directora vio el documental ¡Dolores, guapa!, que cuenta la relación del colectivo LGTB con la Semana Santa y donde “retrata muy bien que hay muchos imagineros que usan a sus amantes como modelos para hacer el Cuerpo de Cristo”. “Por eso es que hay Cristos buenorros”, dice riendo Patricia Ortega. “Yo me asombré con un Cristo que hay en Cádiz, que es un Cristo buenorro. Yo decía, pero este Cristo musculoso, de dónde salió. Me parece muy divertido y me parece, no simplemente polémico, sino muy interesante hablar sobre esto, quitar ese estereotipo de que la gente que cree o que es practicante, aunque yo no lo sea, tiene que ser oscura u ortodoxa. Hay mucha gente que vive la sensualidad y el erotismo a través de sus creencias, por eso quise verlo desde allí, desde esta mujer que empieza siendo muy ortodoxa, muy convencional, con mucha culpa, pero que se va liberando y va reinterpretando y llenando de sensualidad su creencia”.
Con Mamacruz también quiere poner a la mujer en la vejez en el centro del deseo y de la historia, porque no recordaba nunca que el cine se centrara en estas historias, sino que cuando hablaba de ellas era en “películas muy oscuras o tristes”. “Parece que la gente después de los 70 años no follara o no sintiera deseo, o pareciera que cuando te haces mayor ya no eres un ser sensual… eso no puede ser. Yo quería borrar el estigma de la edad. Que esta abuela deje de ser una abuela y se convierta en una mujer. Su cuerpo deja de tener el peso de la abuela y se convierte en un cuerpo que quiere jugar, un cuerpo sensual, un cuerpo que siente como cualquier cuerpo similar”, apunta Ortega que también quiere romper con los cuerpos canónicos, porque para el cine parece que “la belleza, el erotismo y la sensualidad solo tienen que ver con la juventud y con un cierto tipo de cuerpo”.
El difunto y gran actor Michael K. Williams fue aclamado por la crítica por su interpretación del personaje gay Omar Little en The Wire, pero no siempre se sintió cómodo con la idea de interpretar a un homosexual.
En sus memorias: Scenes From My Life (Escenas de mi vida), publicadas antes de su trágica muerte el año pasado a la edad de 54 años, Williams reveló que al principio temía aceptar el papel de Omar debido a la naturaleza estereotipada de la mayoría de los personajes gays de la época.
“En cuanto a la homosexualidad de Omar, fue rompedora hace 20 años, y admito que al principio me daba miedo interpretar a un personaje gay“, escribió Williams. “Creo que mi miedo inicial a la sexualidad de Omar procedía de mi educación, de la comunidad que me crió y de los estereotipos obstinados de los personajes homosexuales. Hice mío a Omar. No estaba escrito como un tipo, y yo no lo interpretaría como tal”.
El personaje de Omar fue muy elogiado cuando se estrenó The Wire de HBO en 2002. En una época en la que los personajes homosexuales en la pantalla se construían en torno a tropos ya cansados de lo que significa ser LGBTQ+, Omar se sentía refrescantemente auténtico.
La sexualidad de Omar proporcionó una importante representación a principios de la década de 2000 -en particular para los homosexuales negros-, teniendo en cuenta que los derechos LGBTQ+ a ambos lados del charco seguían lamentablemente rezagados.
Sin embargo, en la pantalla, su sexualidad era lo menos destacable del personaje. Para muchos fans del colectivo LGBTQ+, se trataba de uno de los primeros casos en los que un personaje gay tenía toda una personalidad aparte de con quién se acostaba.
Omar era, como señaló el escritor Ernest Owens tras la muerte de Williams el año pasado, “duro, seguro de sí mismo, sexual, divertido y gangsta”, y no una “caricatura hipersexual y demasiado extravagante”.
This is heartbreaking. Michael K. Williams’ portrayal of Omar in The Wire was a tour de force, and his was one of the first unapologetically gay, Black characters I saw depicted on screen.
An adult gay black man who didn't have a shred of insecurity and was totally comfortable in his own skin and was also the coolest and most feared outlaw character in the entire show. The early 2000s weren't prepared.
A pesar de sus dudas iniciales, Williams sabía lo monumental que sería el personaje, tanto para la representación como para su propia carrera.
Recordando el momento en que le dijo a su madre que interpretaría a un hombre gay, Williams escribió: “Recuerdo que ayudé a mi madre a llevar la compra a su apartamento y le hablé de este nuevo papel que había reservado. Desde el primer momento supe que iba a dar mucho que hablar. Este personaje va a cambiar mi carrera”, dije. “Pero la cosa es que… dudé. Es abiertamente gay. Bueno, nena”, me dijo, “esa es la vida que has elegido y yo la apoyo”. Ella no había aceptado las artes ni mi interés por ellas, pero para mí, esa era su versión de aliento”.
Las memorias de Williams también revelan cómo, a pesar de ser consciente de que el personaje de Omar era mucho más que gay, el actor luchó para que la representación hiciera referencia explícita a su sexualidad.
En una sección de sus memorias, Williams escribe: “En lo que respecta a Omar y su amante Brandon (interpretado por Michael Kevin Darnall), parecía que todo el mundo bailaba alrededor de su problema de intimidad.
“Se tocaban el pelo, se rozaban los labios y cosas así. Sentí que si íbamos a hacerlo, debíamos ir a por todas. Creo que los directores estaban asustados, y le dije a uno de ellos: ‘Sabes que los gays follan, ¿verdad?'”.
“Cuando entré y besé a Michael en los labios, todo el mundo dejó de hacer lo que estaba haciendo y se quedó boquiabierto. Hace veinte años, los hombres -especialmente los de color- no se besaban en televisión. No quiero decir que fuera raro; quiero decir que no ocurría”.
Pedro Almodóvar dirige una película western con un romance gay entre Ethan Hawke y Pedro Pascal.
Se llama “Extraña forma de vida” y se estrenará el próximo mes de mayo en el Festival de Cannes. El nombre viene de un fado de Amalia Rodrígues. “La letra de ese fado sugiere que no hay existencia más extraña que aquella que se vive de espaldas a tus propios deseos”.
Según ha adelantado el propio cineasta en el podcast ‘At Your Service’ de Dua Lipa, su nuevo proyecto será un “western queer, en el sentido de que hay dos hombres y se aman” donde los personajes que encarnan Pascal y Hawke vivirán esa situación de “una forma opuesta”.
“Se trata de la masculinidad en un sentido profundo, porque el western es un género masculino”, ha avanzado Almodóvar, al tiempo que ha señalado que la cinta “tiene muchos de los elementos del oeste”, como el rancho o el ‘sheriff’, según recoge el portal especializado ‘Variety’.
Gran parte de la cinta se ha rodado en nuestro país. En Tabernas, Amería. Extraña forma de vida nos cuenta la historia del ranchero Silva, que cruza el desierto a caballo para visitar al sheriff Jake.
“Tiene muchos elementos del wéstern, como los pistoleros, el rancho o el sheriff, pero creo que en la gran pantalla nunca se han producido conversaciones de este tipo y en este contexto”, explicó el ganador del Óscar a mejor película extranjera en 1999 por “Todo Sobre Mi Madre”.
En la categoría documentales venció la cinta chilena “Soy niño” y en cortos la española “El bosque de la Quimera”
La película española “Finlandia”, dirigida por Horacio Alcalá, resultó ganadora como “mejor largometraje” en el XIV Festival Internacional de Cine LGBTIQA+ (CINE MOVILH) que se desarrolló entre el 12 y el 16 de octubre en el Centro Cultural España y en la Cineteca Nacional.
La cinta, que aborda la convivencia de una diseñadora con las muxes en el estado de Oaxaca, en el sur de México, resultó ganadora según la votación del público, mientras que el documental chileno-francés “Soy Niño”, de Lorena Zilleruelo, obtuvo similar reconocimiento al relatar las experiencias de Bastián, un adolescente trans.
A su vez el español “El Bosque de la Quimera”, de Antonio Fernández Bernal, ganó en la categoría Mejor Cortometraje con su historia sobre un joven con síndrome de Down.
El productor del Festival de Cine Movilh, Gonzalo Velásquez, felicitó “a todas las películas ganadoras, las cuales reflejan las nuevos debates sobre la realidad LGBTIQA+, en especial los relacionados con la discriminación interseccional. Estamos felices por el exitoso desarrollo del Festival, así como por los debates que generó entre los espectadores/as”.
El XIV Festival Internacional de Cine LGBTIQA+ ( CINE MOVILH ) contó con los apoyos de la Fundación Interamericana, del Centro Cultural España, del Centro Cultural La Moneda y del Centro Niemeyer.
El Festival Internacional de Cine Movilh se desarrollará el 12, 13 y 14 de octubre en el Centro Cultural España y el 15 y 16 de octubre en la Cineteca Nacional.
Un total de 11 películas de seis países darán vida alXIV Festival Internacional de Cine LGBTIQA+ (Cine Movilh), el cual se desarrollará entre el 12 y el 16 de octubre en el Centro Cultural España y en la Cineteca Nacional del Centro Cultural La Moneda.
Las películas de Bélgica, Brasil, Chile, Francia, España y Rumania cuentan historias de las personas LGBTIQA+ al interior de sus familias, lugares de trabajo y las cárceles, así como la realidad de la diversidad sexual y de género en la niñez, adolescencia, la juventud y la edad adulta. Junto a la discriminación, la migración, el amor y la realidad de las personas LGBTIQA+ con síndrome de Down, otros temas que tratan las películas son los pueblos autóctonos y la transición social, legal y corporal de las personas trans.
“Se trata de películas que no están disponibles en salas, ni en plataformas digitales. Es una selección especial para el Festival de Cine Movilh, la muestra de su tipo más antigua y más masiva del país”, señaló el productor del evento, Gonzalo Velásquez.
Las funciones tendrán lugar el 12, 13 y 14 de octubre a las 19:30 horas en el Centro Cultural España (Avenida Providencia 927, Metro Salvador) y el 15 y 16 de octubre a las 19:00 horas en la Cineteca Nacional (Plaza de la Ciudadanía 26, Metro Moneda)
En su nueva versión, el Festival de Cine Movilh cuenta con los apoyos de la Fundación Interamericana, del Centro Cultural España, del Centro Cultural La Moneda y del Centro Niemeyer.
Esta coproducción estonio-británica, que se estrenó el año pasado pero que de repente ha cobrado relevancia tras la invasión rusa de Ucrania, examina algunas de las formas en que un aparato estatal represivo y homófobo marca a los ciudadanos con la vergüenza. Basada en una historia real según los créditos iniciales, el escenario es a finales de la década de 1970, cuando la Unión Soviética aún ocupaba las naciones bálticas.
El joven ruso de provincias Sergey Serebrennikov (interpretado por el actor británico Tom Prior, también uno de los coautores del guión, junto con el director estonio Peeter Rebane y el creador de la historia Sergey Fetisov) está haciendo su servicio nacional en una base del ejército en Estonia. Tiene un tímido flirteo con la bella local Luisa (Diana Pozharskaya), secretaria en la base de un oficial al mando, y es amigo de su compañero de litera Volodja (Jake Henderson).
Sin embargo, cuando a Serguéi le asignan una especie de ayudante de cámara para el elegante piloto de caza Roman Matvajev (el actor ucraniano Oleg Zagorodnii), la atracción entre los dos hombres se vuelve física y pronto se besan con discos de Tchaikovsky y se escapan a Tallin para ver una representación del Pájaro de Fuego de Igor Stravinsky, de ahí el nombre de la película.
Por desgracia, era una época en la que la homosexualidad estaba prohibida en el ejército soviético -aunque la situación actual no es mucho mejor- y una fuente anónima delata al oficial local del KGB, por lo que Sergey y Roman tienen que ocultar su amor. El servicio de Sergey llega a su fin, y se traslada a Moscú para formarse como actor, encontrando un círculo más bohemio que le permite mantener la puerta del armario entreabierta, si no del todo. Pasan algunos años y, al estilo del clásico melodrama, Roman vuelve a aparecer, incapaz de abandonar a Sergey (como dicen en Brokeback Mountain), aunque entretanto se haya casado y haya tenido un hijo.
En última instancia, es una historia bastante triste, no muy diferente de Brokeback, dada la ambientación de época y el tema del amor oculto. Pero el director Rebane, aunque bastante competente, no es Ang Lee. Prior y Zagorodnii tienen ciertamente una química romántica, pero los diálogos son a menudo un poco rígidos y hay algo extraño en las películas en las que los personajes hablan en inglés en lugar del idioma en el que se supone que hablan, en este caso el ruso. Se puede entender por qué los cineastas decidieron hacerlo así, pero hace que la película parezca anticuada y torpe. Es una pena, porque la exploración de la película sobre el amor, el coraje y el precio de decir la verdad es tan oportuna como siempre, y especialmente para los rusos.
El Major J Suresh (izda) y el cineasta indio Onir (dcha).
Un director gay de Bollywood criticó la decisión del gobierno indio de prohibir su película sobre un oficial del ejército gay.
Onir, cuyo nombre de nacimiento es Anirban Dhar, es mejor conocido por Mr Brother…Nikhil, una de las primeras películas hindi convencionales que explora el VIH y las relaciones entre personas del mismo sexo.
Inspirado en la historia de la vida real del oficial retirado del ejército gay Major J Suresh, quien renunció a las fuerzas por su sexualidad, el cineasta ha propuesto la película We Are.
Pero el Ministerio de Defensa de la India supuestamente bloqueó sus esfuerzos por su representación “ilegal” de soldados LGTBIQ, dado que el personal LGBT+ no puede servir abiertamente en las fuerzas armadas de la India, informó NDTV.
Para Onir, el gobierno se ha aprovechado de un requisito introducido hace dos años que exige que los cineastas obtengan autorización del Ministerio de Defensa para producir películas sobre las fuerzas armadas.
El cineasta indio solo quería contar la historia de un “soldado gay que se enamora”. Le dijo a The Independent que el gobierno no otorgó a su guión un Certificado de No Objeción, ya que lo solicitó en diciembre. “Lo que en sí mismo es problemático”, dijo Onir al periódico británico, “porque India tiene una junta de certificación de películas que debería estar haciendo este trabajo”.
Onir recibió un escueto correo electrónico de la agencia gubernamental después de enviar el guión para su aprobación, afirmó. “Quería hacer algo que lo celebrara y al mismo tiempo destacara el camino a seguir en términos de asegurar los derechos civiles y cambiar las percepciones sociales [de la comunidad queer]”, dijo el hombre de 52 años.
Entre las cuatro historias estaba Suresh, quien escribió por primera vez en su weblog, Blog personal de un mayor indio orgulloso y extrovertido, en 2020, causando un revuelo, sobre las luchas que enfrentó al “reconciliar la parte militar/exmilitar y la parte gay” de su vida. Durante mucho tiempo había sentido que los dos “no pueden / no encajan. Pero poco a poco me di cuenta de que esta era una lucha absolutamente injustificada a la que me había sometido, probablemente impulsada por los niveles más bajos de aceptación social en India”, agregó.
Y ahora, el ex oficial del ejército indio, el comandante J Suresh, se encuentra nuevamente en los titulares. El guión del cineasta Onir sobre un oficial del ejército gay, inspirado en la vida de Suresh, ha sido rechazado por el Ministerio de Defensa, lo que indica que la comunidad LGBTQI+ aún no ha encontrado la plena aceptación en la India.
Suresh dice que está “tratando de evitar sensacionalizar esta controversia actual” dada su naturaleza delicada cuando nos ponemos en contacto con él. “Tengamos en cuenta que la batalla para que los gays sirvan abiertamente en el ejército es generalmente la última y más difícil batalla en la lucha por los derechos LGBT. La comunidad tiene tantas batallas que ganar, como luchar por el matrimonio, la adopción, la herencia de lasparejas, etc. ”, agrega.
Habiendo perdido a su padre por Covid-19 en mayo de 2020, dice que ahora tiene más responsabilidades con su madre y su hermano. “Estoy pasando por algunas circunstancias muy restrictivas en mi vida. Así que no estoy en la misma situación que en 2020 y no puedo correr los mismos riesgos”, dice el ex oficial del ejército indio. Además, comparte que trató de buscar apoyo en 2020, pero no pudo encontrarlo, y ahora se encuentra en circunstancias muy diferentes.
Preguntado sobre qué siente acerca del rechazo del guión de Onir y qué es exactamente lo que debe cambiarse, y él responde: “Este problema actual tiene dos dimensiones. Uno es la negación de la libertad de expresión de Onir… El rechazo de su guión equivale a eso. En segundo lugar, está la política discriminatoria del ejército contra los homosexuales. Solo podemos tomar el primero por ahora. Para resolver el segundo, el ejército puede ordenar una revisión y cambiar la política a una más inclusiva, o bien, necesita un desafío legal mucho mayor en los tribunales”.
La historia de Suresh, dijo Onir, era “interesante” e inspiró el recuento “ficticio”. “Escribí sobre un militar gay que se enamora”, explicó Onir, “se da cuenta de que no puede expresar su amor abiertamente mientras sirve en el ejército, renuncia y finalmente se acerca a su amante. Ni siquiera entro en ningún discurso sobre si está bien o mal”.
PinkNews contactó al Ministerio de Defensa para hacer comentarios.
Elías (hermano de Luana), Gabriela Mansilla, Luana y Eleonora Wexler en el estreno de la película
Es la primera ficción del mundo sobre la temática de infancias trans y se basa en la historia real de Luana. En 2013, “Lulú” fue precursora en Argentina en conquistar el Documento Nacional de Identidad (DNI).
Es la primera ficción del mundo sobre la temática de infancias trans y se basa en la historia real de Luana. En 2013, “Lulú” fue precursora en Argentina en conquistar el Documento Nacional de Identidad (DNI) de acuerdo a su autopercepción, sin haber judicializado el caso. La película, dirigida por Federico Palazzo, versiona el libro de Gabriela Mansilla, mamá de Luana y activista.
“Yo nena, yo princesa” cuenta la lucha de una madre primero en el seno de su familia y luego en la vida pública para velar por los derechos de su hija trans. Narra la incomprensión de médicos y psicólogos posicionados desde una mirada biologicista y patologizadora. De esta manera, la película muestra lo que viven las personas travestis y trans, y la constante batalla frente a los mandatos sociales pero también la importancia del activismo de la diversidad sexual.
A lo largo de la película se van mostrando las faltas de políticas públicas que acompañen a las familias en los primeros años. También los problemas en acceder a la educación, la salud, la circulación de afecto, el esparcimiento y la recreación, para llegar a la conclusión de que, en nuestra sociedad, el problema es estructural y merece la construcción colectiva de espacios habitables que no pongan en riesgo sus vidas.
El film es un ensayo crítico y una profunda reflexión sobre los prejuicios y los saberes instituidos, poniendo en debate la necesidad de romper con este mundo cis-heteronormado, patriarcal y binario, para pensar en formas de educación que abracen lo diverso y normalicen lo “anormal”.
“Es una historia de amor con una interpelación hacia el mismo amor, hacia la construcción de familia que tenemos como idea instalada en la sociedad. Van a empezar a replantearse qué es ser varón, qué es mujer. Se van a encontrar con una niña que no solo les va abrir la cabeza. Es una película donde se defiende desde muy temprana edad ‘el quién soy’ ante todos los obstáculo que tienen esta cultura machista, patriarcal, capitalista, binaria, biologicista y va a generar muchos interrogantes. Anhelamos la empatía y el respeto con el que soñamos con el proyecto”, dijo a Presentes Gabriela Mansilla.
La construcción de un personaje desde el amor
La actriz Eleonora Wexler, que en la película encarna a la mamá de Luana, dijo a Presentes:
“Es histórico en el mundo abordar la historia de una niña trans como lo es Luana, además protagonizada por otra niña trans como lo es Isabella. Es un compromiso social enorme por todo lo que hay para contar, decir y concientizar. Hablar de infancias trans era realmente un desafío, implicaba entrar en un mundo inexplorado y yo me considero una persona con una mentalidad super abierta y de repente me chocaba con todo esto que existe y desconocía”.
Para construir su personaje, se reunió con Luana y Gabriela en la casa de ambas. Tenía previsto estar una hora, pero el encuentro duró cuatro. “El desafío de la película tiene que ver con educar desde el amor y lo que implica habilitar la escucha, con el acompañamiento, con cómo es y qué significa la autopercepción, qué sucede en los primeros años de esas infancias, lo importante del rol familiar allí y la importancia de la identidad para poder tener espacio en la sociedad, y para eso yo tenía que poder dialogar con ellas, era sumamente necesario”, agregó la actriz.
Integraron el elenco junto a Wexler, Juan Palomino, Isabella G. C, Lidia Catalano, Valentina Bassi, Valentino Vena, Mariano Bertolini, Paola Barrientos, entre otres.
La historia de Lulú
La historia comienza en 2009, tres años antes de la aprobación de la Ley de Identidad de Género. El caso de Luana tomó estado público en 2013, cuando Gabriela Mansilla contó en los medios obre lo que estaba atravesando junto a su hija. Ese mismo año, luego de una lucha sostenida, Luana recibió el DNI en manos de su madre en un acto con el entonces jefe de gabinete bonaerense Alberto Pérez y el fallecido dirigente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), César Cigliutti.
Hoy Gabriela es fundadora y presidenta de la Asociación Civil Infancias Libres. Se define como militante por las niñeces y adolescencias travestis y trans. Además es escritora, conferencista y madre de les mellices Luana y Elías. Hace cuatro años la contactaron de la productora “Tronera” para adaptar su libro al cine.
“Creo que es un proyecto importante y hubo gran sensibilidad y disposición por parte del equipo. Fue un aprendizaje para todo el elenco, el equipo de técnicxs y todas las personas que participaron porque había que comprender qué era lo qué se iba a contar y desde qué lugar, considerando que es una historia contemporánea”, contó Gabriela a Presentes.
Luana tenía 6 años cuando le dieron el Documento Nacional de Identidad, hoy tiene 14. Su visibilidad logró ayudar a otras niñeces: después de esto, 1400 infancias lo tramitaron en el país y además logramos instalar un gran debate en la agenda política.
“Yo nena, yo princesa” fue producida por Grupo Octubre, Arco Libre, Tronera Producciones y Universidad Nacional de la Matanza. Fue declarada de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación, el Ministerio de Educación de la Nación y el ente de Cultura de la Provincia de Tucumán.
El Día de los Muertos es una celebración mexicana que se lleva acabo entre el 1 y 2 de noviembre, y ha servido de inspiración para honrar a las personas fallecidas en varios países del continente y está vinculada a las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos y celebraciones paganas como Halloween, que se celebra internacionalmente en la noche del 31 de octubre.
Es una fecha muy importante que ha inspirado películas como la preciosa Coco de Disney Pixar. Y ahora también ha inspirado un emocionante anuncio de Doritos que trata del amor gay, visibiliza el amor LGTB en la tercera edad y también empodera a las personas a ser ellas mismas, independientemente de su edad.
Es tan emocionante que en solo 5 días ya lleva casi dos millones y medio de visualizaciones. Podemos ver a una familia que va a honrar la memoria de Alberto, un hombre mayor ya fallecido. Alberto decide aparecer en el mundo de los vivos y presentar a su pareja, Mario.
LesGaiCineMad fundado en 1996 es el festival internacional de cine de temática LGBT+ con mayor reconocimiento internacional de Madrid.
Creado con el objetivo de dar visibilidad a este colectivo, durante veinticinco ediciones, ha dado visibilidad a miles de películas y ha hecho posible el estreno de largometrajes en salas comerciales gracias al apoyo de la Fundación Triángulo.
En la actualidad el festival cuenta con un fondo de más de 3000 películas de temática LGBT+.
La cita cinematográfica tendrá lugar en diferentes espacios de la Comunidad de Madrid entre los días 3 y 14 de noviembre.
Presentaciones de obras cinematográficas LGTB+ que serán presentadas en diferentes salas como el Cine Doré o la Sala Berlanga.
Sigue todas las novedades en sus redes sociales para saber como y donde acudir a esta cita de cine.
Después de protagonizar varias películas, los famosos estudios de Hollywood le echaron a la calle en 1964 por ser homosexual
El actor estadounidense Tommy Kirk, que protagonizó numerosas series y películas infantiles a mediados del pasado siglo, ha muerto esta semana a los 79 años de edad en Las Vegas, donde residía, tal y como informa The Hollywood Reporter. Un fallecimiento en soledad con el que termina una vida marcada por la decisión de los estudios Disney de expulsarle en 1964 tras descubrir que era homosexual y mantenía una relación con otro hombre.
Kirk, de aspecto desgarbado, nació en Kentucky en 1941, aunque muy pronto se mudó a Louisville junto a su padre, mecánico, su madre, secretaria, y sus cuatro hermanos. Precisamente fue a raíz de su elección en lugar de su hermano mayor Joe para un papel menor en ‘Ah Wilderness!‘, a los 13 años de edad, cuando se dio a conocer y arrancó una prolífica carrera como actor de series de televisión y películas.
La serie ‘The Hardy Boys Mysteries of Ghost Farm‘, incluida en el programa ‘The Mickey Mouse Club’, le lanzó al estrellato, aunque su estreno como protagonista principal en el cine no llegó hasta 1957, en la película ‘Fiel amigo‘ que narraba la historia de amistad entre un joven campesino y un perro vagabundo. ‘Los Robinsones de los mares del sur’, ‘El bosque sin retorno’ o ‘El club del pijama’ fueron otras producciones en las que participó con un papel principal.
Expulsado en 1964 de Disney por ser homosexual
Sin embargo, en 1964, y pese a que el propio Walt Disney, propietario de los estudios, se había referido a él como su “amuleto de la suerte“, fue expulsado después de que sus jefes descubrieran que era homosexual y mantenía una relación con otro joven. Una situación que terminó marcando su carrera como actor y a la que se refirió años después en una entrevista.
“Cuando tenía 17 ó 18 años acepté por fin que era gay y que eso no iba a cambiar. No sabía las consecuencias que podría tener, pero sí tuve el presentimiento de que destruiría por completo mi carrera en Disney y, seguramente, mi futuro como actor”, confesó Tommy Kirk en su día. Y estaba en lo cierto…
Tras su salida de Disney apenas fue capaz de encontrar papeles importantes y terminó coqueteando con el mundo de las drogas. Incluso fue detenido por posesión de marihuana en 1965. Participó en algunas películas y series menores en los 70 y desapareció prácticamente por completo de la escena hasta 1995, participando en varias películas (‘Attack of the 60 foot Centerfold’, ‘Liss Miss Magic’, ‘Billy Frankenstein’ o ‘The Education of a Vampire’).
En 2006, conscientes del grave error que habían cometido en su día y con el evidente cambio de mentalidad de la sociedad con el paso de los años, Disney le otorgó el título de ‘Leyenda Disney‘.
La 13 ª versión del Festival incluye cintas de Cuba, Chile, España, Italia y Reino Unido que serán difundidas el 13, 14 y 15 de octubre a las 19:30 horas en el Centro Cultural España (CCE), ubicado en Avenida Providencia 927, Metro Salvador.
Entre otras temáticas, las cintas abordan la realidad LGBTQ+ al interior de las familias, las iglesias, el Deporte, la migración y el trabajo, dando especial énfasis a la infancia, la adolescencia y los adultos mayores.
El acceso es liberado y gratuito, debiendo llegar las personas 15 minutos antes de cada función con mascarilla y con pase de movilidad para poder ingresar.
“Estamos muy felices y emocionados de volver con este Festival. Si bien las condiciones sanitarias actuales no permiten realizar este año la muestra en más salas, las proyecciones en el Centro Cultural España serán un nuevo punto de partida para el este Festival de Cine, el cual es pionero en su tipo y, desde sus inicios, ha educado y entretenido con historias sobre la diversidad sexual y de género”, señaló el productor del evento, Gonzalo Velásquez
“Invitamos a todas las personas ha reencontrarnos una vez más en torno a la cultura y el arte, tras dos años distanciados y sin poder vernos”, finalizó Velásquez, tras agradecer al Centro Cultural España, la Embajada Británica y el British Council por apoyar el certamen.
Toda la programación del 13 Festival Internacional de Cine Movilh se encuentra aquí
La Academia de Hollywood ha abogado este domingo por el futuro del cine y de la diversidad en la industria cuando las salas de cine son solo un recuerdo vago para millones de personas.
2020 fue el año del coronavirus y, la temporada de butacas vacías y exhibidores al borde de la quiebra, provocada por el virus a la economía global. Quizá por eso los miembros de la Academia han dado como ganadora de la noche del Oscar a una película sobre los estragos de la crisis y la búsqueda del norte de la gente común. Nomadland, de la cineasta china Chloé Zhao, se ha llevado tres premios ―película, dirección y actriz― en la edición 93ª de los galardones, que será recordada como los atípicos Oscar de la pandemia.
Zhao se ha convertido en la segunda mujer en llevarse el premio de dirección. “Esto es para cualquiera con fe y que se aferre a la bondad que tiene en su interior”, dijo la directora, quien llevó a la gala a algunas de las personas nómadas que hablan sobre su vida en la ficción. La cineasta es la primera asiática y no caucásica que triunfa en la categoría. El 32% de las nominadas esta noche eran mujeres, un incremento, aún pequeño, si se lo compara con años anteriores. Esta edición registró nuevamente un récord de mujeres ganadoras: 15 ganaron 17 premios (Zhao y Frances McDormand se llevaron dos cada una), empatando un hito de 2018. Esta fue la primera ocasión que dos directoras aspiraban al Oscar. La otra candidata era Emerald Fennell, quien conquistó el primer Oscar de la noche, a mejor guion original por Una joven prometedora, una película que filmó en solo 23 días.
El mejor actor protagonista fue Anthony Hopkins por su interpretación de un anciano aquejado por la demencia en El padre, dirigida por el dramaturgo francés Florian Zeller.
Chadwick Boseman, fallecido a los 43 años en agosto del año pasado por un cáncer de colon cerró su carrera encarnando a Levee, un ambicioso trompetista de la banda de Ma Rainey, una volcánica cantante en La madre del blues. La película de Netflix se llevó los premios de vestuario y el de maquillaje y peluquería, que tenía entre los ganadores al español Sergio López-Rivera, maquillador personal de Viola Davis, protagonista del drama. Sergio López-Rivera, Mia Neal y Jamika Wilsona subieron a recoger su Oscar: “Gracias a nuestros antecesores que no tiraron la toalla, que siguieron luchando”, dijo Neal, “aquí estamos rompiendo el techo de cristal, abriendo un futuro mejor para todos. Porque en esta industria trabajan personas negras, trans, indígenas y sé que un día no será extraño: será lo normal” También hubo otros ganadores latinos, los responsables del sonido de Sound of Metal: la venezolana Carolina Santana, y los mexicanos Carlos Cortés, Michelle Couttolenc y Jamie Baksh.
La surcoreana Youn Yuh-Jung, la abuela de Minari, se ha convertido en la segunda asiática en ganar un premio de actuación desde 1957, cuando fue premiada Miyoshi Umeki por Sayonara. La ganadora afirmaba: “Nos categorizan como negros, blancos, amarillos, cafés. No está bien que nos dividan así, ¿saben? Si ponemos todos los colores juntos es mejor. Hasta el arcoíris tiene colores. Los colores realmente no importan”, dijo Youn.
Regina King recordaba los disturbios en Minneapolis por el juicio por el asesinato de George Floyd. “Como madre de un niño negro sé el miedo que se vive en las calles y el miedo que padecen muchas familias en casa. Solo queremos que nuestros hijos lleguen bien a su hogar. Esperemos que esta sentencia marque un punto y aparte en nuestra historia”, defendió la actriz.
También tuvo palabras sobre la cuestión el ganador del Oscar a Mejor Actor de Reparto, Daniel Kaluuya, por un papel en una película ciertamente militante como Judas y el mesías negro. “Gracias al movimiento de los Panteras Negras aprendí a amarme tal como era. A respetar a mi comunidad y todo lo que ella significaba”, afirmó.
También se acordaron los realizadores del cortometraje Two Distant Strangers, ganadores del Oscar a Mejor Cortometraje de Ficción. Travon Free dijo: “Hoy han muerto tres personas a manos de la policía. También lo harán mañana, porque de media tres personas al día mueren a manos de las fuerzas de seguridad, y la mayoría son personas negras. No podemos ser indiferentes al dolor ajeno”.
Thomas Vinterberg, Oscar por mejor película internacional por Otra ronda, recordó a su hija mayor, Ida, fallecida en accidente de coche cuatro días antes de que empezara el rodaje. “Es un milagro lo que ha pasado y ella es parte de él. Este Oscar es un monumento para ella”, dijo el director sobre el escenario.
Tan solo Frances McDormand tuvo palabras para los cines, que en Estados Unidos han estado cerrados durante meses y acumulan pérdidas que han abierto una profunda herida en el tejido de la industria. “Lleven a ver a sus amigos y familiares, cuando sea seguro, a ver Nomadland en la pantalla más grande posible”, dijo la oscarizada actriz que anoche se llevó su tercera estatuilla.
En 2020, la taquilla global ingresó solo 12.000 millones de dólares, una caída de 72% que responde al cierre de los cines. En el mismo tiempo el mercado del streaming creció un 33% en Estados Unidos y un 30% en el resto del mundo. Los suscriptores para estos servicios en línea crecieron un 26% en 2020 en todo el mundo rebasando por primera vez los 1.000 millones de personas en plataformas como Netflix, quien lideró en nominaciones este año con 36. Este gigante de Hollywood obtuvo siete premios, pero ninguno en las categorías de interpretación y de los grandes, Mank, de David Fincher, ganó mejor dirección de fotografía y diseño de producción.
“Soul” como cabía esperar ha arrasado en animación. La película más escatológica de la maquinaria Pixar-Disney nos asombró a pesar de su parquedad en el tratamiento de Dios, propia de quien quiere garantizarse a todos los públicos y toda la recaudación
Peio Sánchez en su blog Cine espiritual para todos:
Como si fuera un impulso escondido el cine se detiene ante las fragilidades. Las películas premiadas en este año de la pandemia global, con los cines arrasados y las plataformas digitales haciendo el agosto, tienen en común este rasgo característico: los seres humanos habitamos la debilidad.
Normadland era nuestra apuesta. Y esta vez el cine de perdedores ha logrado vencer. La mejor película de este año es una historia sobre los descartados, una mujer que forma parte de los trabajadores ambulantes del que era considerado el país más rico del mundo. Con la directora novel de origen chino Chloé Zhao también premiada y con una inmensa Frances McDormand que se supera cada actuación desde Fargo pasando por Tres anuncios en las afueras hasta recalar nuevamente en el Oscar a la mejor actriz. Este wéstern con la cabalgadura de una vieja caravana pero que toca las fibras de la existencia, rozando la melancolía, pero apuntando a la esperanza. Donde se muestra que en medio de las cenizas nacen las flores, que el amor es posible y que hay una misteriosa presencia que acompaña como las notas de un villancico.
Anthony Hopkins es “El padre”. Con 83 años este Oscar reincidente y testamental premia a un enorme actor que es aupado por el dramaturgo francés Florian Heller que se estrena por la puerta grande. También premiado el guion adaptado basada en la obra “Le Père” del mismo director, que cuenta la historia de la fragilidad de un anciano que pierde la memoria-cordura acompañado por el amor impotente de Anne, su hija, en este caso interpretada por Olivia Colman, que también era nuestra “Fauvorite” como actriz secundaria. La muerte y la memoria forman parte de la entraña de los contadores de historias, ahora es narrada en forma de thriller donde el espectador queda apresado en la mente que se desvanece del anciano que todos seremos. Con la vejez de Hopkins nos asomamos a la fragilidad que seremos donde se nos concede el regalo de ser amados.
“Soul” como cabía esperar ha arrasado en animación. La película más escatológica de la maquinaria Pixar-Disney nos asombró a pesar de su parquedad en el tratamiento de Dios, propia de quien quiere garantizarse a todos los públicos y toda la recaudación. Sin embargo, su mirada al más allá está rebosante de sentido y optimismo en la medida en que reconoce la dimensión espiritual de los seres humanos que enfrentamos la vulnerabilidad pudiendo caer en cualquier alcantarilla, como hace el Joe Gardner el pianista de jazz. Un poco de “¡Qué bello es vivir!”, unos gramos de “El cielo puede esperar” y bastante de inspiración cristiana entreverada de las religiones del alma a solas.
“Lo que el pulpo me enseñó” ha arrebatado a “El agente topo” el Oscar al mejor documental. No es frecuente la calidad en Netflix-Dólar, pero la excepción confirma la estrategia empresarial. Craig Foster es un documentalista sudafricano que demás de buzo está en una fuere crisis personal y antes que tratar su fragilidad personal en el diván se sumerge en la naturaleza oceánica. Y allí asombrosamente se hará “amigo” de un pulpo durante más de cien inmersiones. La conexión con la naturaleza se convierte en una fuente espiritual de resistencia y la capacidad de rehacer los tentáculos perdidos en la dura pelea vital. Una forma de superar las pérdidas y nacer de nuevo. Una metáfora significativa para los tiempos que corren donde lo humano se trasciende.
El minari es el perejil oriental con un sabor entre amargo y fresco que salva a una familia. Aunque aspiraba “Minari. Historia de mi familia” a los Oscar a mejor película, mejor dirección y mejor actor, se ha quedado con la consolación del Oscar a la mejor actriz de reparto para Youn Yuh-jung, que hace de una abuela incombustible. Esta película de tintes autobiográficos nos coloca en un lugar entre el fracaso y el sueño americano para una familia coreana. Aquí la resiliencia procede de los viejos que enfrentan las pruebas y las limitaciones con una sabiduría que procede de lo más profundo. Nada es fácil, nada es simple pero las oportunidades pueden estar en lo más pequeño. Y nuevamente una alianza de los niños y los viejos.
Para una industria en plena convulsión de transformaciones en las ventanas de visionado, el que Hollywood premie a relatos existenciales de corte espiritual donde las fragilidades emergen y los invisibles se hacen visibles es de agradecer. La pandemia necesita relatos porque la humanidad busca contarse. Esperemos que este aprendizaje venga para quedarse y no arrase el cine-series basura que han adormecido tantos confinamientos.
John Logan ha sido nominado a los premios de la Academia por ‘Gladiator’, ‘The Aviator’ y ‘Hugo’. (JB Lacroix / Getty / Pixabay)
John Logan, el escritor tres veces nominado al Oscar detrás de Skyfall y el Moulin Rouge, hará su debut como director con una nueva película de terror ambientada en un campo de conversión.
Whistler Camp es una “historia de empoderamiento queer”, según Deadline, y actualmente está en proceso de casting.
La película será realizada por Blumhouse Productions, que produjo éxitos de taquilla de terror como Get Out, The Purge e Insidious. El estudio tiene varias otras películas actualmente en producción, incluida una secuela de Halloween, una secuela de Purge y The Black Phone.
El estudio aún no ha confirmado cuándo se espera que Whistler Camp comience a filmar o se publique.
El fundador de Blumhouse, Jason Blum, hizo un breve comentario en Twitter: “Queríamos hacer una película con John Logan y se le ocurrió la idea * perfecta *”.
Adam Robitel, director de Insidious: The Last Key y Escape Room, se unió a la conversación en Twitter y escribió: “Esto es lo mejor que he escuchado. John Logan es un genio del siguiente nivel. Esto es fantástico.”
Si bien Logan no es conocido por sus escritos de terror, su reciente incursión en el género con la serie de televisión Penny Dreadful fue aclamada por la crítica.
Logan ha tenido una carrera impresionante como escritor en películas bien recibidas, incluidos los capítulos de James Bond, Skyfall y Spectre, Rango y Sweeney Todd. También ha escrito y adaptado producciones teatrales de éxito como Moulin Rouge! y Red, que le valió un premio Tony en 2010.
Whistler Camp marcará el debut de Logan como director de un largometraje.
Según los informes, también está trabajando en el guión de una nueva película biográfica de Michael Jackson con Graham King, quien anteriormente produjo la película biográfica de Freddie Mercury, Bohemian Rhapsody.
Logan recibió atención en 2012 después de que algunas escenas en Skyfall fueran descritas como “cargadas de erotismo” entre Javier Bardem y Daniel Craig. En ese momento, dijo: “Algunas personas afirman que es porque soy, de hecho, gay, pero no es cierto en absoluto. Ha habido muchas formas de hacer el gato y el ratón e intimidar a Bond, y pensamos que lo que realmente incomodaría a la audiencia es la intimidación sexual. Así que decidimos que deberíamos jugar la carta y disfrutarla”.
Los fanáticos del cine ya están pidiendo respuestas sobre el casting y las fechas de estreno en línea.
We’ve wanted to make a movie with #JohnLogan and he came up with the *perfect* idea ⛺️
“Entre nosotras“, es una película francesa cuyo título original es “Deux” que aunque data de 2019, llegó a los cines de España el pasado 19 de febrero llega a la gran pantalla en España y que ha contado con diversas nominaciones: como mejor película de habla no inglesa en los Globos de Oro, en los Critics Choice Awards y en los Satellite Awards. 4 nominaciones, incluyendo mejor ópera prima en los Premios César y preseleccionada al Oscar 2021.
La ópera prima de Filippo Meneghetti tiene como argumento un secreto de décadas, una historia de amor entre Nina y Madeleine, dos mujeres jubiladas que para el resto son vecinas que van y vienen como si fueran simples conocidas. Ellas llevan casi toda la vida ocultando una relación y soñando con dejarlo todo atrás y huir a Roma para iniciar una nueva vida sin armarios (que se ha alargado demasiado). En este estado estacionario todo da un giro que lo cambia todo: la hija de Madeleine descubre la naturaleza de la relación. Aunque no lo hará de golpe.
La puesta en escena, elegante y sobria, se apoya principalmente en la interpretación de dos notables actrices, Barbara Sukowa y Martine Chevallier. Meneghetti nos acerca a una historia de amor lésbica completamente única que muestra que se pueden vencer. una película de amor en la tercera edad que da visibilidad a algo que no suele pasar desapercibido: las relaciones homosexuales en la edad madura.
El director Filippo Meneghetti, entrevistado por 35milímetros y afirma que le gustaría que Entre Nosotras llegase a edades y sensibilidades diferentes, porque cree que “es un mensaje muy importante y necesario, pero no hay un público específico a quien se lo haya querido dirigir”.
De todas formas, afirma que “A mí me encantaría que sobre todo los jóvenes fuesen a verla porque creo que es menos usual que la gente joven vaya a ver este tipo de películas. Después de varias proyecciones de la película en Francia, muchos jóvenes han venido a comentarme reflexiones sobre la película y es algo que me pone muy contento. Hemos recibido premios de jurados estudiantiles y jurados jóvenes en diversos festivales. Creo que tal vez de una forma contraintuitiva, puede realmente llegar a los jóvenes.”
Acerca de la poca visibilidad lésbica en el cine, para el director considera: “Para mí era importante poder llegar a contar este relato, para rellenar un hueco que considero algo vacío en la industria. Como cineasta, y siendo consciente de la responsabilidad que puedo tener con las imágenes que produzco, creo que es importante ayudar a contar historias que son necesarias y que no se suelen ver”.
Uche Maduagwu, un célebre integrante de Nollywood y famoso agitador en las redes sociales, se ha declarado “orgullosamente gay”. Aprecia a los demás y comparte solo el amor.
El actor nigeriano, conocido por criticar a políticos y celebridades con su problemática cuenta de Instagram, se declaró gay el jueves (28 de enero).
En una serie de publicaciones en Instagram, Maduagwu imploró a sus seguidores que vivieran sus verdades mientras pedía al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que desafiara las “leyes inhumanas de Nigeria contra los homosexuales respetuosos de la ley”.
En Nigeria, la gente queer se enfrenta a la amenaza inminente de 14 años de prisión y la pena de muerte, con jefes de organizaciones benéficas de derechos humanos que dicen que la homosexualidad “es una pulgada más alta” que el incesto y con unidades policiales que los abusaron y torturaron brutalmente.
Después de todo, el país se encuentra entre los países más peligrosos del mundo para las personas LGBT +.
Al compartir una fotografía de sí mismo con un texto que dice “orgullosamente gay”, Maduagwu le dijo a sus casi 90.000 seguidores. Una publicación compartida por African movie story (@uchemaduagwu): “Aprecia a los demás y comparte solo el amor. Necesitamos respetar las decisiones de las personas para no juzgarlas”.
En un video, dijo: “No dejes que nadie te intimide. Sal, muestra tu identidad. Tú eres quien eres, muchacho, eres quien eres. No dejes que nadie te intimide”, enfatiza nuevamente, diciendo que es gay y “orgulloso”.
La declaración desafiante y sin remordimientos de Maduagwu sobre quién es se produce solo una semana después de que Bolu Okupe, el hijo de un ex asistente presidencial de alto rango de Nigeria, también se declarara homosexual. Sosteniendo triunfalmente una bandera del Orgullo LGBT + detrás de él, un Bolu sin camisa, con sede en París, Francia, se puso unos pantalones cortos ajustados con rayas de arcoíris para anunciar al mundo: “Sí, soy gay AF”.
Pero el padre del joven de 27 años, Doyin, ex asistente especial en medios y publicidad del ex presidente Olusegun Obasanjo, quien calificó el hecho de ser gay como “no bíblico y no africano”, no quedó impresionado.
Bolu también sufrió duras críticas de los usuarios de las redes sociales, así como de su propia familia, y un usuario de Instagram dijo que si estuviera en Kenia sería “un cadáver”. Pero el padre de Bolu le contestó, defendendo a su hijo: “Toda tu mentalidad es trágica”, respondió Boyo. “Lo siento por usted. “¿Tu religión te ha convertido en un imbécil psicótico que crees que está bien matar gente?”
Estas noticias lamentablemente no son novedad en el país africano. De hecho, esta redada se suma a otras similares. Recientemente, seis personas fueron arrestadas con los mismos cargos. Fue en el estado de Abia, donde de nuevo se enfrentan a penas de cárcel. Hace un año recogíamos en esta página la detención de otras 40 personas tras participar en un evento informativo sobre el VIH. Y en abril de 2017 nos hacíamos eco de la detención de otras 53 personas, acusadas de haber participado en una «boda gay». La mayoría de los detenidos eran jóvenes de entre 20 y 30 años.
Todas estas detenciones se dan bajo el amparo de un Estado que es agente perseguidor. En Nigeria, país con un influyente movimiento evangélico cristiano en el sur y un fuerte apoyo a la ley islámica en el norte, las relaciones homosexuales se castigan con penas que pueden llegar hasta los 14 años de cárcel o incluso hasta la muerte por lapidación en los estados del norte en los que además se aplica la sharía o ley islámica (el estado de Kaduna, de hecho, es uno de los que aplican en parte de su territorio). El pasado mes de abril recogíamos que 53 personas fueron detenidas en el país, acusadas de haber participado en una “boda gay”. La mayoría de los detenidos eran jóvenes de entre 20 y 30 años, que ya prestaron declaración ante el juez y que todavía esperan que se dicte sentencia.
Asímismo cabe recordar que a principios de 2014 el presidente Goodluck Jonathan promulgó una ley, que agrava el tratamiento penal para cualquier actividad relacionada con la realidad LGTB. Desde su entrada en vigor, de hecho, no han cesado de sucederse los actos de barbarie de la población civil contra las personas LGTB de Nigeria, alentados por los líderes políticos y religiosos, que han creado un ambiente de profunda homofobia social. Hemos informado de algunos de estos terribles hechos, aunque es de suponer que la información de la mayoría de este tipo de actos execrables no alcance a los medios de comunicación occidentales.
Así, por ejemplo, en enero de 2014, una multitud de miles de personas rodeaba un tribunal islámico, donde se juzgaba a once hombres acusados de practicar la homosexualidad, exigiendo su ejecución inmediata. Meses después, cuatro de los detenidos, que confesaron los hechos probablemente bajo tortura, fueron condenados a recibir públicamente 15 latigazos y al pago de una multa o un año de prisión. En febrero del mismo año, otra horda enfurecida asaltó los domicilios de doce homosexuales en la capital, Abuja, a quienes terminaron por arrancar de sus casas y golpearles incluso ante las puertas de la comisaría local. En las mismas fechas, en la localidad sureña de Port Harcourt, otros dos homosexuales fueron arrastrados fuera de su hogar y obligados a realizar actos sexuales ante una multitud agresiva.
En marzo de 2016, una turba violenta atacó a 20 jóvenes de quienes sospechaban, por su aspecto afeminado, que eran homosexuales. Todos ellos habían sido arrastrados fuera de sus casas y reunidos para golpearlos sin compasión. La brutal paliza a que les sometieron hizo temer por sus vidas. Ninguna de las víctimas quiso presentar denuncia, por temor a las represalias de sus agresores y por no enfrentarse al estigma de ser considerados homosexuales públicamente. En mayo, seis jóvenes fueron detenidos en Benin City acusados de mantener relaciones sexuales.
En el mes de octubre del mismo año, fue detenido un hombre acusado de mantener relaciones homosexuales, tras negarse a ser víctima de un chantaje. Al parecer, todo fue urdido por una pareja de madre e hijo, que se dedican a extorsionar a homosexuales con la amenaza de denuncia. Tras la negativa, la Policía procedió casi inmediatamente al arresto.
Posteriormente, en diciembre dimos la noticia de que un magistrado del Tribunal de Damaturu, la capital del estado de Yobe, había condenado a cinco hombres a sendos siete años de prisión por haber mantenido relaciones sexuales con personas de su mismo sexo.
Actuaciones de este tipo provocaron que el Parlamento Europeo aprobara en marzo de 2014, con el acuerdo de los principales grupos, una resolución de condena a las leyes homófobas de Uganda y Nigeria. El texto de la resolución solicitaba su derogación y proponía que si no había marcha atrás se suspendiese a los dos países del acuerdo de Cotonú sobre intercambio comercial y asistencia entre la Unión Europea y los estados de África, Caribe y Pacífico.
Sin embargo, la directora del programa africano del Centro Europeo para la Gestión de Políticas de Desarrollo (ECDPM), Faten Aggard-Clerx, muy crítica con lo que considera una postura hipócrita de la Unión Europea, se preguntaba, en referencia a Nigeria, si el organismo europeo está dispuesto a “mantener sus valores a pesar de sus intereses en algunas partes de África”. Aggard-Clerx denunciaba que la Unión Europea no había alzado la voz contra las leyes homófobas aprobadas en Etiopía en 2004, pero sí lo hacía una vez que las condenas por homosexualidad iban a carecer de la posibilidad de indulto. También ponía el ejemplo del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, muy criticado por aprobar una ley fuertemente homófoba, pero alabado por su papel en Sudán del Sur.
Parece haber servido de poco, sin embargo. En enero de 2017 nos hacíamos eco de un informe de la organización The Initiative for Equal Rights, que denunciaba hasta 152 graves vulneraciones de los derechos humanos de la población LGTB entre diciembre de 2015 y noviembre de 2016. Evidentemente, se trata de las denuncias que han llegado a conocimiento de las organizaciones de defensa de los derechos humanos. En un país en el que la homosexualidad está fuertemente castigada por el Código Penal y sufre un fortísimo rechazo social, el número real es con seguridad mucho mayor.
Funny Boy es una película dramática canadiense de 2020, dirigida por Deepa Mehta. [ Una adaptación de la novela Funny Boy de 1994 de Shyam Selvadurai, la película se centra en la mayoría de edad de Arjie Chelvaratnam, un joven tamil de Sri Lanka que está aceptando su homosexualidad en el contexto de las crecientes tensiones entre los tamil y los cingaleses antes. el estallido de la Guerra Civil de Sri Lanka.
Rodada en Colombo, la película está protagonizada por Arush Nand como Arjie en la infancia y Brandon Ingram como Arjie en su adolescencia, así como por Nimmi Harasgama, Ali Kazmi, Agam Darshi, Seema Biswas, Rehan Mudannayake y Shivantha Wijesinha. Su producción se anunció por primera vez en 2018. La película se distribuirá internacionalmente a través de Netflix.
La película fue incluida en la lista de los diez mejores largometrajes de Canadá de fin de año de TIFF. Fue seleccionada como la entrada canadiense al Mejor Largometraje Internacional en los 93rd Academy Awards.
Los miembros de la comunidad tamil han criticado la falta de actores tamiles en el elenco principal a pesar del enfoque de la película en los personajes tamiles. Mehta ha declarado que, si bien inicialmente eligió actores tamiles para la película, no pudieron continuar por varias razones, incluidas la condición de refugiados que interfieren con las solicitudes de visa y el temor de hacer una película sobre la homosexualidad, que todavía es ilegal en Sri Lanka. Ella afirma haber tenido dificultades para encontrar actores tamiles adicionales dispuestos a ser parte de una película gay. Debido a la falta de hablantes nativos de tamil de Sri Lanka en la representación de Funny Boy de Mehta, algunos miembros de la comunidad han descrito el idioma tamil hablado en la película como inconexo y, a veces, ininteligible. También ha habido denuncias de que las inexactitudes en el idioma contribuyen a borrar la identidad tamil. Mehta respondió a las críticas en torno al idioma tamil enviando la película a la India para su doblaje en posproducción. Después de proyectar la película final, algunos miembros de la comunidad han dicho que si bien el tamil hablado en la versión revisada es mejor que el original, todavía no es el tamil hablado en Sri Lanka.
Aquí hay algo un poco melodramático sobre este extraño drama de Sri Lanka, recogido por la compañía de Ava DuVernay, Array, y publicado por Netflix. Es la historia de un chico gay tamil, Arjie (interpretado primero por Arush Nand y después por Brandon Ingram), que crece en los años 70 y 80 a medida que aumentan las tensiones entre los tamiles y la mayoría cingalesa. La narración de historias funciona mejor en la primera mitad, con algunas escenas conmovedoras mientras el pequeño Arjie lucha por entender por qué a los chicos no se les permite usar lápiz labial y jugar a ser la novia en los juegos de disfraces.
Nand lo toca muy bien. Arjie es un niño de ocho años irrefrenablemente soleado de una familia privilegiada, pero sus tías le llaman sonriente “un chico divertido” – o como dice su primo, “un marica”. Su padre está perpetuamente decepcionado porque su hijo no está interesado en el cricket. Sólo su fría y viajera tía, Radha (Agam Darshi), le entiende, pintándole las uñas de los pies de rojo en secreto y llevándole al teatro. De vez en cuando, la directora Deepa Mehta cambia al joven Nand por el actor que interpreta al adolescente Arjie (Ingram), y el chico mayor se convierte en un espectador de su infancia, observando con un dolor emocional.
La segunda parte de la película es mucho menos exitosa, ya que Ingram asume las funciones de actor; no es su culpa, pero parece demasiado mayor para interpretar a un joven de 16 años o más. Así que el romance entre el joven y abierto Arjie y su primer amor, un chico cingalés que conoce en la escuela, es completamente poco convincente. El sexo entre homosexuales era ilegal en Sri Lanka en el decenio de 1980 (sigue siendo un delito tipificado en la ley, que se castiga con 10 años de cárcel), pero aquí prácticamente no hay sensación de peligro. Tampoco hay mucho en el conflicto sectario que retumba en el trasfondo: la historia se va acumulando hasta los asesinatos del Julio Negro de 1983, el inicio de la guerra civil. Al final la historia es contada de forma bastante suave, los bordes se suavizan sentimentalmente.
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Jude Dry de Indiewire escribió: “Íntimo y bellamente interpretado, Funny Boy es un drama visualmente exuberante sobre la mayoría de edad ambientado en medio de un feroz conflicto étnico que es regionalmente específico, pero trágicamente universal”.
Pat Mullen, de ThatShelf, calificó a Funny Boy “una película animada, conmovedora y refrescante y de corazón abierto. La película de Mehta ofrece audazmente una fábula humanista, extraída de la experiencia vivida y transmitida desde el corazón. Invita al público a ver el mundo a través de los ojos de los demás. desgarradora y hermosa.Los dos artistas innovadores, Ingram y Mudannayake, son bastante extraordinarios en sus primeros protagonistas de la película. Tienen una química excelente a medida que los jóvenes se descubren a sí mismos de nuevo. Ambos son verdaderos naturales con Ingram que permite gradualmente a Arjie florecer y Mudannayake demostrando un ladrón de escenas con su presencia magnética. (No es difícil ver por qué Arjie está tan enamorado) “.
Tracy Brown, de Los Angeles Times, escribe: “Es precioso y refrescante cuando los personajes queer de las historias sobre la mayoría de edad se enamoran sin tener que superar ninguna confusión interna sobre sus identidades, por lo que la historia de Arjie y Shehan es muy conmovedora”.
Andrew Parker de The Gate declaró: “Funny Boy maneja los dos ángulos principales del material con respeto y compasión, lo cual es un testimonio del material fuente de Selvadurai y algunas de las imágenes más fuertes de Mehta hasta la fecha … esta historia puede verse como otro gran ejemplo de cómo se permite que los abusos a los derechos humanos sean desenfrenados porque quienes los experimentan guardan silencio en un intento por seguir la corriente nacionalista “.
Chris Knight, del National Post, lo calificó con 3 estrellas de 5 y declaró que “si eso no fue suficiente presión, también ha provocado la ira de los tamiles canadienses por su falta de diversidad, no hay suficientes tamiles jugando tamiles” y por los acentos imperfectos que requirió doblaje adicional en posproducción “. [11]
Falling, primer largometraje de Viggo Mortensen como director, se ha alzado esta semana como ganadora del Premio Sebastiane, galardón que a iniciativa de Gehitu comenzó a concederse en el año 2000 a la mejor obra de temática LGTB de entre las que participan en cualquiera de las secciones del Festival de San Sebastián. La argentina Las mil y una, de Clarisa Navas, ha obtenido por su parte el Sebastiane Latino, un segundo galardón que se concede desde 2013.
«Por recordarnos que hay luchas que nunca terminan. La de un hijo homosexual y un padre que encarna las derechas tóxicas del mundo. Porque frente al enfrentamiento propone el debate y no ponernos a la altura del agresor. El eslabón más débil (el marica) rompe con la cadena de agresión familiar. En ella vencen el amor y el diálogo del cual se benefician las nuevas generaciones, que crecen en libertad». Así argumenta la página web del Premio Sebastiane la concesión del galardón a una película escrita, dirigida y protagonizada por Viggo Mortensen, actor estadounidense de fama mundial. Se da la circunstancia de que Mortensen era homenajeado este mismo año por el Festival de San Sebastián con la concesión del Premio Donostia a toda su carrera.
Falling, una coproducción británico-canadiense, narra la historia de John Peterson (interpretado por el propio Mortensen), un hombre gay que vive en California con su marido y su hija adoptiva y que se hace cargo de su padre, un anciano granjero huraño y homófobo, interpretado por Lance Henriksen, cuando este ya se muestra incapaz de vivir solo. La película se estrena en salas comerciales españolas el próximo 2 de octubre. A continuación insertamos el tráiler, con subtitulos en castellano:
El Premio Sebastiane Latino ha recaído, por su parte, en la coproduccion argentino-alemana Las mil y una, de la directora Clarisa Navas, una cinta que retrata la relación entre Iris y Renata, dos chicas de una barriada humilde interpretadas por Sofía Cabrera y Ana Carolina García. «Cuando Iris conoce a Renata, entre los monoblocks de Las Mil viviendas, siente una atracción inexplicable. La nueva presencia de Renata incomoda y los prejuicios se esparcen. Ante la hostilidad, ellas y su pequeño grupo de amigos serán la resistencia queer, haciendo que esas arquitecturas derruidas se vuelvan tan cómplices como riesgosas, y que sus encuentros sean luz en las noches del barrio», describe el argumento la web de los Sebastiane.
«El jurado ha decidido otorgar este premio a ‘Las mil y una’ por ser una película que narrativa y técnicamente refleja con gran naturalidad las vivencias disidentes de un grupo en un entorno marginalizado», apunta la web de los premios. «Muestra la vulnerabilidad y la fuerza que conviven en los diversos tipos de personas del acrónimo LGTBI», explica el jurado de GEHITU, para quien Clarisa Navas «demuestra que se puede hablar en una película de los afectos y sexualidad de los adolescentes con realismo y sin que la ‘magia’ de la historia de amor central se pierda».
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