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Dame tus sollozos

Jueves, 4 de marzo de 2021
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Del blog Nova Bella:

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Ven, dame tus sollozos y estréchate en mis brazos,

y deja que te bese las mejillas

mojadas. Criatura que te acoges,

caída en ese rapto de la pena,

a un pecho tan oscuro. Y escucha cómo bate

dentro el amor, allí, naciendo el mundo.

*

Francisco Brines

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad

Polaridades

Jueves, 4 de marzo de 2021
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Two Seated Men Looking at Each Other --- Image by © Images.com/Corbis

Two Seated Men Looking at Each Other — Image by © Images.com/Corbis

Hay polos enfrentados que tiran de nosotros en direcciones opuestas

Según el diccionario, polaridad “es la condición de lo que tiene propiedades o potencias opuestas, en partes o direcciones contrarias”. Lo de direcciones contrarias nos suena bastante porque seguramente nos habrán acusado más de una vez de comportarnos de manera contradictoria y otras muchas, a regañadientes, hemos tenido que reconocer que era verdad. Consuela un poco que le pasara también a san Pablo cuando decía que no sabía los que le pasaba: en vez de hacer lo que quería, hacía justamente lo contrario (Cf Rom 7, 15).

La culpa –decimos– es de esos polos enfrentados que tiran de nosotros en direcciones opuestas y nos llevan a decir por ej.: “yo soy de los convencidos de las bondades del madrugar, pero, cuando suena el despertador, pienso ¡cuántos beneficios tiene también el sueño!”. “Soy defensor acérrimo de lecturas serias y profundas y prefiero los documentales de la 2, pero, claro, necesito también distenderme y por eso me engancho a las series de Netflix…”. “El colesterol disparado me ha hecho decidir un cambio en mis hábitos de alimentación, pero tampoco voy a hacerle un feo a mi cuñada que ha traído esta sobrasada de Mallorca…”. “Ya sé que la oración es importantísima, pero es que no quiero evadirme de la realidad y para no correr ese peligro, nunca le dedico tiempo…”

Antes de llegar a amargas conclusiones sobre la condición humana en general y la propia en particular, conviene leer en Marcos 6, 30-52 cómo armonizaba sus polaridades el que era “igual a nosotros menos en el pecado…”, pero tan bipolar como el que más (el calificativo es de González Faus, no mío).

Ocurre después del signo de los panes (¿quién habla de multiplicación?). No había sido una operación tipo “buffet libre para todos”, sino una señal enigmática a conservar en la memoria para seguir haciéndose preguntas: qué pan es este que falta, pero que no se compra; que hay que ofrecer aunque sea insuficiente; que está vinculado a “lo de arriba” a través de la bendición; que no se agota aunque se reparta sin medida.

Inmediatamente después Jesús “obligó a sus discípulos a embarcarse y a ir delante a la otra orilla y, después de despedir a la gente, subió al monte a orar” (Mc 6,45). Hay un matiz claro de urgencia y de cierta precipitación en su manera de actuar, como si le apremiara el deseo de quedarse solo: uno de sus polos –el de su relación secreta con el Padre– tira de él de manera irresistible y él cede a esa atracción, sube al monte y se pone a orar. Pero después su otro polo, el que le atrae hacia nosotros, “se activa” y le hace mirar desde arriba y desde lejos la barca en la que sus amigos reman trabajosamente con viento contrario. Y entonces deja la oración y baja del monte para ir a su encuentro con aquella extravagante ocurrencia de “caminar sobre el agua” y decirles: “No tengáis miedo, soy yo”. Ya está de nuevo con ellos, ya ha  retomado su lugar familiar y “el viento se calmó”. No es una precisión metereológica, sino una manera de decir que las oposiciones han quedado reconciliadas y los contrarios armonizados.

Que cuando “el Bipolar” oraba, no desenganchaba la atención hacia su gente; que era precisamente subir al monte lo que le daba mejor perspectiva para contemplarlos. Que el Distante –apartado y a solas–, seguía siendo el Atento, el Cercano, el Amigo que no se desentendía.

Cuánta falta nos hace aprenderlo.

Dolores Aleixandre

(Alandar, Febrero 2021)

Espiritualidad

Imaginarios trans en los ritos de paso: simbolismo y potencia

Jueves, 4 de marzo de 2021
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Utilizamos el verbo ‘transicionar’ para referirnos a la experiencia concreta transgénero, pero lo cierto es que todos los seres humanos sin distinción transicionamos a lo largo de nuestra vida. Valorar y proteger a la gente que tiende puentes, derriba fronteras, cose desgarros y sana grietas es algo que deberíamos aprender de otras culturas.

Utilizamos el verbo ‘transicionar’ para referirnos a la experiencia concreta transgénero, pero lo cierto es que todos los seres humanos sin distinción transicionamos a lo largo de nuestra vida. Pasamos por cambios endocrinos brutales que difícilmente nos hacen parecer la persona que dejamos atrás. Algunos ejemplos de ello podrían ser la pubertad, el embarazo, el envejecimiento, la menopausia. Dichos ritos de paso vitales no están exentos de artificio. En su transcurso, nos inscribimos voluntariamente en hormonaciones químicas, prótesis, cirugías, depilaciones láser, injertos, incisiones, extirpaciones. En la mayoría de los casos, desconectamos emocionalmente de esos cambios o los vivimos con una buena dosis de autoodio. La sociedad, mientras, los ignora, invisibiliza o juzga.  Si esos cambios se relacionan con la sexualidad, generan más terror. Así, pasamos de puntillas por la posibilidad de experienciar e irradiar la transformación social, tomar la parte por el todo convirtiendo nuestra capacidad de cambio físico en una potencia social. No existe sociedad sin imaginario simbólico y, por eso, urge empezar a incorporar en nuestra formación como individuos modelos poderosos de evolución personal. Qué mejor que la experiencia transgénero para ello. La capacidad de llenar ese espacio vacío entre fronteras, de atravesarlo, de ir “entre” algo está reflejada en el prefijo latino trans-. Valorar y proteger a la gente que tiende puentes, derriba fronteras, cose desgarros y sana grietas es algo que deberíamos aprender de otras culturas. Hay que reconocer por su valía a la gente que dedica su vida a poner el prefijo trans– delante de cada verbo fundamental en las acciones de la vida: transmutar, transgredir, transplantar, transicionar.

Muchas comunidades, más allá del monolítico paradigma occidental moderno, han respetado el poder del cambio personal. En ocasiones, se han mantenido ceremonias que protegen y honran los más distintos tipos de metamorfosis, así como sus ritos de paso, entendidos como un momento vital significativo que, idealmente, se acompaña con el cuidado intergeneracional y el reconocimiento público del avance en el camino de la vida.

En estas sociedades, algunos de sus miembros eligen encarnar la fuerza latente de la transformación por su intensidad y valentía. Se les conoce por distintos nombres. Aquí y ahora los llamamos trans y los atacamos sin pensar que quien logra romper la oscura tradición del género binario y se erige por encima de esa cárcel social está representando para todas el poder de emerger como ningún otro agente social. Cuando una persona trans decide dar el paso de visibilizarse como tal está encarnando una potencia extraordinaria: la confianza en el poder del cambio. Como sociedad que tiene un horizonte de justicia al que aspirar, la presencia de esa potencia debería ser un lugar en el que mirarnos, una política transgresora que crea conocimiento desde el cuerpo. Y así lo entienden otras comunidades con un esquema de pensamiento menos pobre y, por tanto, mucho más interesante que el nuestro. Aquí ofrezco solamente tres ejemplos de ello, pero hay muchos: los Fa’afafine en Samoa, los Omeguid de los Kuna de Panamá o los Buguis en las Islas Célebes, entre otros.

Los occidentales aún estamos lejos de sentir el respeto debido a la potencia trans que exhiben algunos pueblos americanos. Para la nación Mojave los llamados “dos espíritus” encarnan el equilibrio sagrado, el motor de la creación y la cuna de su cosmogonía. Por eso, cuentan con rituales específicos para transicionar, como la menstruación performativa. En 1990, se actualizó esta tradición acuñando el término en inglés two-spirit, en el marco de la Tercera Convención Anual de Gays y Lesbianas Nativoamericanos/Primeras Naciones, en Cánada. El objetivo de la cumbre consistió en proteger la tradición de respeto por aquellos que son a la vez hombres y mujeres, y reivindicar la resistencia a la colonización, que incluye la lucha contra la transfobia impuesta por Europa. Por tanto, se hizo hincapié en el binarismo de género como una violencia cultural más del imperialismo. Para continuar con el modo en que los indígenas de Norte América entendían el género, es muy recomendable el libro de Serena Nanda, Gender Diversity: Crosscultural Variations (1999), donde además se incide en la violencia que las dañinas etiquetas europeas de lo “normal”, lo “natural” y lo “moral” han provocado alrededor del mundo. Los two spirit abrazan en lo simbólico la unidad dual y, por tanto, el equilibrio en la contradicción.

En la India, quizá el país más rico en tradiciones trans, encontramos a las hijra. Algunas de ellas se identifican como mujeres u hombres, mientras que otras permanecen como identidades no-binarias. Las hijra, aunque no está claro qué nivel de aceptación tienen en sus comunidades, cuentan con parteras expertas en sus ritos de paso: las dai ma, que ofrecen cuidados especializados a las castraciones y las orquiectomías sagradas; incluyendo alimentación, oración y reposo. La deidad a la que se consagran las hijra es Bahuchara Mata, quien está íntimamente ligada a la fertilidad, ya que se entiende que aquellos que transicionan a hijra ofrecen a la diosa su capacidad de reproducirse y ésta se la trasmuta por aumento de poder. Las familias de aquellos que una vez llamados no transicionan son castigadas con la impotencia por generaciones. Las hijra representan dos caras interesantes de la creación: transmutar la fertilidad de la procreación humana en poder creativo personal.

Quizá más conocidas en el hispanismo sean las muxhes, el tercer sexo zapoteca. Los infantes que transicionan a muxhes no conocen la discriminación, sus vecinos no lxs violentan, sino que acompañan, haciendo de su rito de paso un momento de apoyo colectivo. El problema aparece cuando deben salir de su comunidad para estudiar o trabajar. Ahí es donde se les exige adherir su género al sexo de nacimiento, se lxs discrimina y agrede. En diciembre de 2019, la revista Vogue dedicó su portada en México y Reino Unido a las muxhes y, de alguna manera, realizó un ejercicio único de transculturalidad entre británicos, sorprendidos por la vitalidad de la inclusión trans zapoteca, y la ancestralidad de la hipersensualidad muxhe. Una muxhe puede ser pensada como un puente que conecta nuevas luchas con una raíz cultural mucho más profunda y antigua que la europea moderna.

La antigüedad de los ritos de paso trans se documenta desde la civilización sumeria, quienes ya practicaba la “la ceremonia de girar la cabeza”, donde el hombre se convirtió en mujer y la mujer en hombre, que hoy estudia Betty De Shong Meador como parte del culto a la diosa Innana. Quienes giraban la cabeza eran conocidos como la gente de la caña, ese el espacio intermedio entre el pantano y la tierra. Kurgarra y Galatur, mitos de la transexualidad, contaban con ubicaciones sagradas en el templo de Innana, ya que habían sido ellos quienes la habían rescatado del Inframundo como seres sagrados, capaces de habitar lo intermedio. La gente de la caña simboliza un cruce interesante entre la vida y la muerte, encarnan esa idea de lo trans como el espacio privilegiado de puente entre dos realidades.

Obviamente, la experiencia trans y las identidades LGBTTIQ no son monolíticas ni estandarizadas. Hay tantas formas de transicionar como personas y para muchas no hay espejo al que mirar ni tradición en la que apoyarse. Igualmente, aquellos que tienen la suerte de pertenecer a las muchas culturas transinclusivas pueden sentir lejano y ajeno el activismo occidental. Si se pudiera, en un ejercicio de síntesis, aprender una lección de las transiciones respetadas y acompañadas es que las necesitamos. Necesitamos esa potencia transgresora de confianza total en el cambio justo aquí y ahora, seas quien seas, porque, cuando vengan las transiciones de cualquier tipo, su simbología será una ayuda inestimable. Muchos pueden seguir pensando que lo trans les toca desde muy lejos o no lo hace en absoluto. Es más un hábito mental que una realidad, hábito que voy a desafiar con el siguiente ejemplo para finalizar.

Si aún resulta dudoso por qué o cómo transicionar nos habla directamente a todxs, pensemos en el siguiente rito de paso habitual en mujeres nacidas mujeres. Éste supone un cambio endocrino, se da un quirófano, conlleva una cirugía, tiene que ver con quitar un elemento interno (que no se odia pero que se desea retirar), suele provocar algún tipo de disforia (aunque no sea específicamente la de género) y es censurado; a veces, perseguido. Estoy describiendo una interrupción voluntaria del embarazo, escena que así descrita, enfocada en el momento de operar el cambio, guarda ciertas concomitancias con algunas transiciones. Si pudiéramos, como sociedad, dotar estos momentos de un simbolismo que abrazara la contradicción (two-spirits), la transmutación de fertilidad en poder personal (hijra), lo ancestral de la práctica (muxhes) y una relación equilibrada con los cruces vida/muerte (gente de la caña) transformaríamos el autoodio que Occidente imprime en estas transiciones vitales por un momento mucho más profundo, incluso en una comprensión integrada de la evolución personal. Es por eso que aquí y ahora necesitamos defender la experiencia trans, su mitología, tradiciones, rituales, fortaleza y valentía. Es por esto que nadie que viva bajo el injusto y miope esquema de pensamiento occidental contemporáneo puede permitirse prescindir del lenguaje, potencia y experiencia del movimiento trans en cualquiera de sus formas. No solo las personas transexuales necesitan una historia, tradición e imaginario simbólico de referencia, todxs podemos encontrar en el acto de transicionar un momento de gran fortaleza y belleza que incorporar a nuestro vocabulario por superviviencia personal y justicia social. Respetar el cambio transgénero es proteger todas las transiciones por las que pasamos y pasaremos, puesto que este es la más desafiante y valiente para una sociedad aterrorizada, pacata y limitante en afectos y celebraciones de la vida como la nuestra.

Fuente Pikara Magazine

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Más de 120 personas trans accedieron a pensión reparatoria en Uruguay

Jueves, 4 de marzo de 2021
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ley-trans-web_007_1200w-1200x600Por Stephanie Demirdjian para la diaria

Foto: Mariana Greif

La Ley Integral para Personas Trans, aprobada en octubre de 2018, habilita un régimen reparatorio para las personas trans nacidas antes del 31 de diciembre de 1975 que hayan sido víctimas de violencia institucional y/o privadas de libertad debido a su identidad de género. Las solicitudes para acceder a esta prestación son recibidas y analizadas por la Comisión Especial Reparatoria, que se conformó en junio de 2019 con representantes de organismos públicos y de la sociedad civil.

Desde su creación hasta diciembre de 2020, la comisión aprobó 123 de las 198 solicitudes recibidas, según información del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) a la que accedió la diaria. Del total de aprobadas, la mayoría (64) corresponde a personas que viven en Montevideo. Por otro lado, sólo cuatro fueron rechazadas y las otras 71 están en proceso de estudio.

El artículo 10 de la ley establece que podrán recibir la reparación quienes documenten que sufrieron “daño moral o físico” y que fueron “impedidas del ejercicio pleno de los derechos de la libre circulación, acceso al trabajo y estudio, debido a prácticas discriminatorias cometidas por parte de agentes del Estado”. En cambio, no podrán hacerlo las personas que sean titulares de una jubilación, pensión, retiro o subsidio transitorio por incapacidad parcial -salvo que prefieran la prestación reparatoria- o quienes perciban ingresos de cualquier naturaleza superiores a 15 bases de prestaciones y contribuciones (BPC) mensuales (que a febrero de este año superarían los 73.000 pesos). La prestación reparatoria para las personas trans equivale a tres BPC mensuales, un monto que con los valores vigentes equivale a 14.610 pesos. Es vitalicia y retroactiva.

Las solicitudes se reciben en un sobre cerrado en la oficina 707 de la sede central del Mides, en las Oficinas Territoriales de la cartera o a través del correo leytrans@mides.gub.uy. En principio, no es obligatorio reunir documentos o testigos: sólo es necesario presentar una fotocopia de la cédula y un informe detallado sobre el o los episodios de violencia institucional.

Recabar pruebas

A partir de ese material, la Comisión Reparatoria recaba pruebas para comprobar el relato. En general, el primer paso es un pedido de acceso a los fichajes del Ministerio del Interior (MI). Un obstáculo que puede presentarse allí es que la persona no haya quedado registrada y, por lo tanto, no se puede contar con la prueba documental. En ese caso, se pasa a la segunda vía subsidiaria, que es la testimonial. “Esta prueba es importantísima porque podemos contar con testigos que puedan dar veracidad de lo que esta persona cuenta, que hayan visto toda la situación y que hayan sido acompañadas, porque a veces se nos ha dado que son compañeras que han estado juntas en ese momento”, explicó a la diaria la directora de la División de Derechos Humanos del Mides, Rosa Méndez, que preside la comisión. La tercera es la “vía residual”, que consiste en una declaración jurada con el relato de la situación vivida.

Méndez dijo que en el último año, debido a la pandemia, la mayoría de los procesos pasaron a ser en formato virtual y muchas de las entrevistas “se vieron retrasadas”, pero destacó que el trabajo de la comisión no se vio interrumpido “ni en los peores meses”.

Para la jerarca, cumplir con la prestación reparatoria es “importantísimo”, primero porque así lo dice la ley y es el deber del Estado darle cumplimiento, pero sobre todo porque se trata de “garantizar derechos a estas personas que han sufrido y que siguen siendo una población vulnerada”. “Más allá de esta reparación, que es histórica y puntual, es una población que necesita ser mucho más respetada, mucho más visibilizada y menos discriminada”, aseguró Méndez. “Porque acá hay un tema puntual de discriminación y de odio que se sigue viviendo en el día a día y que se ve en las redes sociales y en otros contextos […] Dentro del colectivo de la diversidad sexual, es la población más vulnerada”.

Saldar una deuda histórica

“Por lo que me comentan las compañeras que ya están cobrando la reparatoria, están no felices pero sí contentas, porque te están retribuyendo por algo por lo que pasaste tanto dolor y tantas injusticias y eso no hace feliz a una persona, pero reconforta”, aseguró a la diaria Karina Pankievich, presidenta de la Asociación Trans del Uruguay (ATRU), una de las organizaciones civiles que está representada en la Comisión Reparatoria. La activista dijo que muchas mujeres trans que accedieron a la reparación estaban en situación de calle o vivían en refugios “y hoy por hoy pueden tener para pagarse una pensión o construir un espacio donde vivir por sus propios medios”. “Les ha cambiado la vida”, reflexionó.

Pankievich considera que incluir el régimen reparatorio en la ley era, en definitiva, asegurarse de que las personas trans, que se enfrentan a múltiples obstáculos a la hora de encontrar trabajo, puedan vivir “más dignamente” su vejez. “Porque una mujer trans a los 50 o 60 años no puede ejercer el trabajo sexual”, especificó la activista. Según el primer censo de personas trans, realizado por el Mides en 2016, 67% de esta población ejerció el trabajo sexual en algún momento de su vida. “Quisiéramos como sociedad civil manifestar también el deseo de que en el futuro el trabajo sexual no sea una opción o la única opción” para las personas trans, dijo Pankievich, “por eso dentro del proyecto de ley se puso la reparatoria para mujeres mayores de 40 y pico de años”.

La titular de ATRU dice que tiene “potestad” para hablar de la violencia institucional basada en la identidad de género porque la vivió en carne propia. “Las violencias fueron de todo tipo: golpes, maltratos, violaciones, extorsiones, un montón de cosas. Fue una época muy difícil que queremos olvidar pero lamentablemente hay momentos que te hacen volver atrás en el tiempo y recordar, por eso es tan importante que todas las compañeras que sufrieron ese tipo de violaciones puedan hacer esta reparación”, aseguró Pankievich. “Si no, lo que nos pasó va a quedar -como tantas cosas en la vida- impune”.

La activista trans habla en nombre de una generación de mujeres que fueron violentadas, vulneradas, discriminadas y estigmatizadas por el Estado pero también por sus propias familias. El censo ya mostraba que 25% de las personas trans había abandonado el hogar familiar a los 18 años, producto de conflictos que se desencadenaron a partir del cambio de identidad de género.

“Muchas de nosotras fuimos excluidas de nuestros hogares cuando teníamos 11, 12 o 13 años”, lamentó, “y hoy por hoy ver que capaz que aceptan a sus hijas e hijos, mujeres trans y varones trans, y les dan ese apoyo que nosotras no tuvimos, es el futuro que vamos a tener en el mañana, porque pueden estudiar y no tienen que salir fuera del grupo del hogar a ejercer el trabajo sexual como nosotras”. Las más jóvenes tienen hoy, además, una ley integral que las ampara.

Hacia una implementación total de la ley

La directora de Derechos Humanos del Mides aseguró que, a más de dos años de la aprobación de la ley trans, la implementación no llegó todavía al 100% pero se está “en la búsqueda del cumplimiento”. En ese sentido, hay un trabajo “muy activo” del Consejo Nacional de Diversidad Sexual, que preside justamente su cartera con otras entidades del Estado y organizaciones de la sociedad civil.

Una de las situaciones que más preocupa a los colectivos trans tiene que ver con los cupos laborales. Un informe elaborado el año pasado por la Oficina Nacional de Servicio Civil (ONSC) reveló que durante el primer año íntegro de vigencia de la ley, sólo ingresaron a organismos del Estado siete personas trans. Esto representa apenas 0,03% de los cupos generados en toda la administración, lejos del 1% que estipula la normativa.

Méndez dijo que el cupo laboral trans se cumplió en el programa Uruguay Trabaja del Mides pero que está a medio camino a nivel de los ministerios y la administración central, “porque aún no está reglamentada la propia ley sobre los cupos laborales dentro de la ONSC”. Recordó a la vez que en 2019 no hubo llamados de la administración central porque fue un año electoral y que 2020 fue “un año atípico para todas y todos”. De todas formas, adelantó que mantuvo conversaciones con la ONSC sobre el tema y que el Consejo Nacional de Diversidad Sexual planea citar a sus representantes para hacer un seguimiento.

Por otra parte, Méndez dijo que se trabaja en un proyecto con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional para la inclusión laboral y educativa, mediante becas de estudio.

Acceso a la salud

La atención a la salud de las personas trans es otro terreno en el que hay que “trabajar muchísimo”, dijo la funcionaria, “no solamente por el lado de lo que prevén los artículos en cuanto a la hormonización y la reasignación de sexo”, sino para derribar las barreras a las que se enfrentan en el acceso a los servicios. “Ahí tenemos un gran trabajo para hacer de capacitación y sensibilización a profesionales y es parte de lo que todavía no se está cumpliendo”, señaló.

Lo que sí hizo el Mides fue un convenio con el Centro de Referencia Amigable de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República para derivar a personas trans que busquen atención, orientación y asesoramiento en salud mental.

“Empezamos a trabajar en 2019 [en la implementación de la ley], hubo un cambio de gobierno, después llegó la pandemia y pensamos que era más prioritario darles una ayuda económica a las compañeras trans y trabajar en la reparatoria para poder darles una mano”, explicó Pankievich. “Las políticas sociales se van a seguir haciendo porque queremos que todos los artículos que están en la ley se cumplan, no solamente la reparatoria: educación, salud, trabajo”, agregó. “Las ganas están, la lucha continúa”.

Fuente Agencia Presentes

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Informe anual sobre los derechos LGTBI en Europa: la pandemia de la COVID-19 pone de manifiesto la debilidad de los derechos alcanzados

Jueves, 4 de marzo de 2021
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IMG_2050ILGA Europa ha emitido su informe anual sobre la situación de los derechos LGTBI en el continente europeo y los países de Asia Central. Tal como lo efectuó el pasado año, el informe se ha publicado de manera separada a la clasificación por países, que se dará conocer posteriormente. El documento de ILGA Europa destaca que la pandemia mundial causada por la COVID-19 ha puesto de manifiesto la debilidad del progreso alcanzado en cuanto a los derechos LGTBI, especialmente vulnerable a la explotación por parte de quienes se oponen a los derechos humanos. Los informes recibidos por ILGA Europa desde los distintos países señalan un aumento de los abusos y de la incitación al odio contra las personas LGTBI tanto en el ámbito familiar como social, destacando sobre todo la utilización por parte de funcionarios gubernamentales y representantes de fuerzas políticas para usar a la población LGTBI como chivo expiatorio de la pandemia.

Los datos que han llegado a ILGA Europa en 2020 desde los distintos países europeos y de Asia Central han puesto de manifiesto la debilidad de los derechos alcanzados con tanta dificultad a lo largo de los últimos años. Han aumentado extraordinariamente los abusos y la incitación al odio hacia las personas LGTBI, que en muchos casos han tenido que volver a vivir en entornos familiares y sociales de gran hostilidad. Mientras las organizaciones de defensa de los derechos LGTBI han tenido que orientar su trabajo a proveer necesidades básicas como el alojamiento o la alimentación, en muchos países los gobiernos han excluido específicamente a este colectivo de sus paquetes de ayudas. Han resurgido los discursos contra la población LGTBI por parte de las autoridades políticas, convirtiéndola en el chivo expiatorio de la pandemia, sobre todo en aquellos países con regímenes autoritarios.

El aumento de los discursos de incitación al odio se ha comprobado tanto en fuentes oficiales como en los medios de comunicación y las redes sociales. Los discursos de odio contra los ciudadanos LGTBI por parte de miembros de partidos políticos han aumentado considerablemente en Albania, Azerbaiyán, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Chequia, Estonia, Finlandia, Hungría, Italia, Kosovo, Letonia, Moldavia, Macedonia del Norte, Polonia, Rusia, Eslovaquia y Turquía. Por parte de líderes de las distintas confesiones religiosas se han propagado en Bielorrusia, Grecia, Eslovaquia, Turquía y Ucrania, llegando incluso a culpar directamente a las personas LGBTI de la expansión de la COVID-19. También se han incrementado en las redes sociales de Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chequia, Malta, Montenegro, Rusia y Turquía, y en los medios de comunicación clásicos de Eslovenia y Ucrania. La incitación al odio es un problema permanente en Georgia, Irlanda, los Países Bajos, Macedonia del Norte, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, España y el Reino Unido.

La prohibición de los actos del Orgullo y otro tipo de eventos en defensa de los derechos LGTBI, que forman parte de los derechos de reunión y manifestación, ha sido creciente. Estas prohibiciones han estado a la orden del día en Polonia y Hungría, con gran repercusión internacional, y también en los países de Asia Central. Informantes de distintos países han expresado su temor de que las medidas legislativas y la presión social LGTBIfoba de Polonia y Hungría se expandan a otros territorios. En Bielorrusia se produjeron brutales represiones que incluyeron arrestos, detenciones y torturas de personas LGTBI. Existen procesos judiciales abiertos contra manifestantes LGTBI en Rusia y en Turquía, mientras que en Ucrania se reprimieron los actos del Orgullo de Odessa. En Bulgaria los manifestantes fueron atacados por extremistas y en Francia aumentó la brutalidad policial contra las protestas.

ILGA Europa expresa una gran preocupación por el incremento en la oposición a los derechos de las personas trans en toda Europa, que está afectando al avance del reconocimiento legal de género. El retroceso es palpable en Austria, Croacia, Finlandia, Hungría, Lituania, Rusia, Eslovaquia, Eslovenia y el Reino Unido, mientras que existe un estancamiento en Alemania, Andorra, Chipre, Chequia, Georgia, Kosovo, Montenegro, Macedonia del Norte y Suecia. Las fuerzas que se oponen al reconocimiento de la autodeterminación del género esgrimen falsos perjuicios a los derechos de las mujeres o la supuesta «protección de la infancia» que tiene como consecuencia la exclusión de los menores trans de las medidas legislativas.

En cuanto a los derechos de las parejas LGTBI, existe un estancamiento en varios países, como Andorra, Bulgaria, Chequia, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Serbia y Eslovaquia. En la parte positiva se encuentra la aprobación del matrimonio igualitario en Irlanda del Norte y el avance en el proceso legislativo para su implementación en Suiza. También destaca la importancia de la introducción de las uniones civiles en Montenegro y la promesa del gobierno serbio de aplicar una medida semejante en este 2021.

Pero ILGA Europa advierte de que mucho del progreso conseguido en los últimos años se está cuestionando por la falta de aplicación práctica. Aunque en varios países la legislación ha avanzado considerablemente a favor de los derechos LGTBI, muchas de esas medidas no se están aplicando de hecho, por falta de voluntad política. Eso ocasiona que en muchos de esos países las personas LGTBI deban acudir a los tribunales para que sus derechos sean reconocidos o para que se aclare la legislación existente.

La situación en España

En el apartado correspondiente a España, ILGA Europa informa sobre la situación de los distintos derechos en 2020.

La situación creada por la COVID-19 ha endurecido los problemas de los solicitantes de asilo LGTBI, que han sufrido ataques por parte de extremistas LGTBIfobos. Para ayudar a paliar esa situación, la asociación Kifkif inauguró el centro Pedro Zerolo para acoger a 20 solicitantes de asilo y refugiados LGTBI.

El grueso de los discursos de odio se ha dirigido en 2020 contra las personas trans. ILGA Europa destaca los ataques hacia las mujeres trans por parte de la presidenta del Partido Feminista, Lidia Falcón. También señala que un sector del PSOE se ha unido al discurso de odio tránsfobo propio de la ultraderecha, al calificar el derecho de la autodeterminación de género como una amenaza al feminismo y clamar contra la llamada «teoría queer». ILGA Europa destaca que la posición oficial del PSOE es tradicionalmente de apoyo a las reivindicaciones del colectivo LGTBI, pero que este posicionamiento de un sector del partido ha ocasionado en los dos últimos años un retraso en la reforma de las leyes a favor de los derechos trans.

En cuanto a la violencia contra las personas LGTBI en España, ILGA Europa hace referencia al informe del Ministerio del Interior del pasado año, según el cual en 2019 se documentaron 278 crímenes de odio contra las personas LGTBI. Sin embargo, señala que según el EU LGTBI Survey II de la Agencia Europa de los Derechos Fundamentales, tan solo el 16 % de los delitos de odio son denunciados a las autoridades o a las organizaciones de defensa de los derechos LGTBI. Los distintos Observatorios contra la LGTBIfobia reclaman la aprobación de leyes que protejan a las personas LGTBI de estas agresiones. ILGA Europa distingue en este apartado los asesinatos de dos mujeres trans en Asturias en los dos últimos años.

Debido a la pandemia de la COVID-19, en 2020 no pudieron llevarse a cabo con normalidad las celebraciones del Orgullo LGTBI, limitándose a actos online. El lema de 2020 hacia especial referencia a los derechos de las mujeres trans.

En la parte positiva, ILGA Europa destaca la sentencia del Tribunal Constitucional que declaró inconstitucional la prohibición del cambio registral del sexo a los menores trans. También refiere la aprobación en Cantabria de la ley LGTBI, con la única oposición de los diputados de ultraderecha. En el plano social y cultural, señala la salida del armario del cantante Pablo Alborán y la candidatura de Valencia para los Gay Games de 2016.

Fuente Dosmanzanas

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El presidente de Ghana, Nana Akufo-Addo, promete nunca legalizar el matrimonio igualitario

Jueves, 4 de marzo de 2021
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Ghana President, Nana Akufo-Addo attends the fifty-sixth ordinary session of the Economic Community of West African States in Abuja on December 21, 2019. (Photo by Kola SULAIMON / AFP) (Photo by KOLA SULAIMON/AFP via Getty Images) Nana Akufo-Addo, presidente de Ghana. (KOLA SULAIMON / AFP a través de Getty)

En medio de una intensa protesta internacional por el trato que el país da a los ciudadanos LGBT +, el presidente de Ghana ha prometido nunca legalizar el matrimonio igualitario en un golpe devastador pero esperado.

Al romper su silencio de días, Nana Akufo-Addo trató de enfatizar que los derechos queer no cederán ni una pulgada en el corto plazo bajo su presidencia de cuatro años, informó Africa News .

Hablando en la proclamación del segundo arzobispo de la Iglesia Anglicana de Ghana en Asante Mampong en la región de Ashanti el sábado (27 de febrero), Akufo-Addo repitió las palabras que había dicho una y otra vez.

“Lo he dicho antes, permítanme para concluir enfatizar nuevamente”, dijo el líder del Nuevo Partido Patriótico, “que no será bajo la presidencia de Nana Addo Dankwa Akufo-Addo que el matrimonio entre personas del mismo sexo será legal, que el entre personas del mismo sexo se legalizará en Ghana, nunca sucederá en mi tiempo como presidente. Permítanme repetir, nunca sucederá en mi tiempo como presidente“.

Después de que uno de los pocos grupos de derechos LGBT + de Ghana abriera una nueva oficina y un espacio seguro para la comunidad, se convirtió en un blanco de críticas conservadoras, lo que indica la profundidad de la ira que sienten hacia los ghaneses LGTBI.

La oficina, que recibió el respaldo de funcionarios de la Unión Europea, se ha convertido en un campo de batalla entre un incipiente grupo de derechos LGTBI y un grupo pequeño pero poderoso de conservadores religiosos.

Los organizadores de los llamados “valores familiares” han instado a las fuerzas del orden a arrestar a sus miembros; estuvieron cerca después de una redada policial ilegal a principios de esta semana. Agentes de seguridad nacional irrumpieron en el edificio y lo cerraron por la fuerza. Ahora los líderes de derechos LGBT + en Ghana temen por su seguridad

En Ghana, la homosexualidad es ilegal y el sentimiento anti-LGBT + es común, expresado por legisladores y líderes religiosos y codificado por sus leyes de la era colonial.

Los residentes LGTBI han escapado de ser quemados vivos por los vigilantes, robados, abusados y chantajeados por los pescadores de Grindr y el imán jefe del país ha culpado del coronavirus al “transgénero y el lesbianismo” y ha llamado a las personas LGBT + “demoníacas”.

La difícil situación del colectivo LGTBI en Ghana

En Ghana las relaciones homosexuales son ilegales y pueden conllevar penas de cárcel, aunque en las ciudades más grandes –como Accra o Kumasi– pueda hablarse incluso un tímido y discreto «ambiente». El clima de opresión se extiende, en cualquier caso, a las élites políticas.  Y es que, aunque legalizar la homosexualidad en Ghana no es una opción, podría serlo por la presión internacional. En septiembre de 2015, sin ir más lejos, el candidato a la presidencia George Boateng proponía fusilar a «corruptos, gais y lesbianas». Ese mismo año, en dosmanzanas nos hacíamos eco de varios ataques y amenazas homófobas que atemorizaron a la población LGTB de este país.

En noviembre de 2013, el propio Ministerio de Educación decretaba la persecución de los alumnos percibidos como gais o lesbianas a raíz de la denuncia de una alumna que aseguraba sentirse presionada por sus compañeras para «practicar el lesbianismo». En abril de ese año, dos colegios expulsaban a 53 alumnos por ser supuestamente homosexuales. Anteriormente, en julio de 2011, el ministro para la región occidental del país ordenó el arresto de todas las personas homosexuales en su jurisdicción, poco después de que una pareja de hombres fuera desterrada de su localidad por celebrar una ceremonia privada de boda. Un año antes, cientos de personas participaban en una manifestación homófoba cuyo organizador recurrió al argumento de la supuesta «homosexualización» de los jóvenes ghaneses a manos de los extranjeros.

Según el último informe sobe homofobia de Estado de ILGA«en los últimos años se han documentado varias dethttps://www.gofundme.com/f/lgbt-rights-ghana-community-support-fundenciones de personas adultas por actos sexuales consensuales entre personas del mismo sexo. Las detenciones a menudo implican abuso psicológico, exposición perjudicial ante los medios de comunicación y exámenes médicos». El informe también asegura que «la policía local atrapa y atrae a personas LGBT (predominantemente hombres homosexuales) a través de los medios de comunicación social» y menciona un episodio sucedido en septiembre de 2020, cuando «los medios de comunicación locales indicaron que 11 mujeres lesbianas fueron detenidas en la ciudad de Aflao, en la región del Volta, después de que se diera a conocer un video de dos de ellas presuntamente implicadas en actos sexuales».

No parece, en este sentido, que las declaraciones que el presidente de Ghana hizo en 2017, cuando reconocía en una entrevista que solo era cuestión de tiempo que las relaciones homosexuales fueran legales en el país, se vayan a materializar próximamente. El propio Nana Akufo-Addo advertía que ello solo ocurriría cuando la opinión pública del país mostrase más signos de tolerancia “al igual que en otras partes del mundo”. De hecho, aquellas tibias declaraciones ya le merecieron al presidente las críticas de líderes de la oposición y medios de comunicación locales.  Y es que, aunque legalizar la homosexualidad en Ghana no es una opción, podría serlo por la presión internacional

Puedes ayudar a LGBT+ Rights Ghana

Si lo deseas, puedes contribuir a ayudar financieramiente al colectivo LGBT+ Rights Ghana a través de la plataforma GoFundMe en este enlace.

Fuente Pink News/Cristianos Gays

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