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Un reportero de ‘Viva la vida’ se somete a un exorcismo para “curar la homosexualidad”

Sábado, 29 de febrero de 2020
Comentarios desactivados en Un reportero de ‘Viva la vida’ se somete a un exorcismo para “curar la homosexualidad”

índiceAunque parezca increíble, en nuestro país se siguen realizando prácticas para curar la homosexualidad. Así lo hace una iglesia evangélica: mediante un rito consistente en usar aceites y hablar en supuesto arameo para “expulsar los demonios” y conseguir así una reconversión sexual.

Un reportero del programa ‘Viva la Vida’ ha grabado esta sorprendente práctica. Para ello, asiste a una terapia dirigida a jóvenes que “tienen un trastorno”, que achacan a la situación familiar y a una posesión maléfica. Hecho el ‘diagnóstico‘, toca empezar con el ritual. Como si se tratara de un exorcismo, con unción de aceite incluida, casi rozando el trance, hacen esta terapia.

Religosas o no, las llamadas terapias de reversión están prohibidas expresamente en España sólo en cuatro Comunidades Autónomas: Aragón, Valencia, Andalucía y Madrid, donde se han grabado estas imágenes con cámara oculta. Una prohibición que se extenderá a todo el país en cuanto se apruebe, como está previsto, la Ley contra la Discriminación de las Personas LGBTI.

El reportero Roberto se sometió a una cura contra la homosexualidad en un taller de una iglesia evangélica de Madrid, que realiza estas terapias en jóvenes.

A lo que fue sometido Roberto, se le podría denominar como ‘exorcismo’. Grabado con cámara oculta el reportero pudo conseguir un documento gráfico completo sobre la práctica llevada en este lugar. Previamente el reportero es diagnosticado antes de comenzar el ‘ritual’. El ‘curandero’ comienza el ritual hablándole a Dios para que este acabe con el sufrimiento del reportero. “Te pido Padre Santo que saques todo espíritu inmundo que haya de fornicación, de adulterio y de homosexualismo”.  No falta el ¡Satanás fuera de este cuerpo en nombre de Jesús!

En toda la ceremonia el reportero tiene que repetir palabras que le dice el curandero: “Rompe toda atadura, rompe toda vinculación, hacia la pornografía, hacia malos sentimientos, hasta sentimientos equívocos, en el nombre de Jesucristo”. El show es tal que el curandero entra casi en trance cuando le coge de las manos y reza.

Obviamente el programa fue muy comentado en las redes sociales que criticaron que estos actos siguieran llevándose a cabo sin impunidad alguna. Como hemos comentado anteriormente en España las terapias de conversión son ilegales en Madrid, Andalucía, Aragón y Valencia. A la espera de la nueva Ley contra la Discriminación de las Personas LGTB.

***

Las últimas noticias acerca de este esperpento de las falsas “terapias” fue que la asociación española Abogados Cristianos se querella contra Ignacio Aguado por hacer pública la multa a la coach de terapias para personas LGTBI, y que, ante la protesta ciudadana, el Ministro de Educación de Israel se retractaba de su apoyo a las terapias de “curación” para gays.

Una tendencia creciente a la prohibición

En Europa la pionera fue Malta, que aprobó una ley en 2016. Irlanda y el Reino Unido también están dando pasos en esta dirección. En España, mientras tanto, la prohibición de este tipo de intervenciones ha sido ya contemplada en varias normas autonómicas y es una de las disposiciones que prevé la prometida ley en favor de la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI, que se discutió en el Congreso de los Diputados (aunque el PP intentó «colar»una proposición alternativa, en forma de enmienda a la totalidad, que no contemplaba este aspecto). Un proyecto que naufragó con la convocatoria de elecciones anticipadas.

En cualquier caso, conviene recordar que el Consejo General de la Psicología, órgano coordinador y representativo de los Colegios Oficiales de Psicólogos de toda España, emitió ya en 2017 un comunicado en el que recordaba que las intervenciones que prometen «curar» la homosexualidad carecen de fundamento. No es ninguna novedad, pero en estos momentos en los que la promoción de este tipo de intervenciones parece reverdecer en nuestro país (casos recientes como el de la “terapeuta” Elena Lorenzo o las charlas de Jokin de Irala o de Richard Cohen así parecen indicarlo) toda aclaración es bienvenida. Mientras, el año pasado sufrimos un seminario sobre ayudar a cambiar sentimientos homosexuales. En todos casos, nuestros amigos de HazteOir estuvieron ahí apoyando a los homófobos…

Mientras tanto, el Parlamento Europeo ha exigido la prohibición de estas terapias.

En EE.UU., gran aliado de Israel, California fue el primero en hacerlo en 2012, no sin controversia. Le siguieron el también estado de Nueva Jersey (varios meses después), Washington D.C. (cuyo Consejo legislativo aprobó la norma por unanimidad en 2014) y más tarde se sumaron los estados de  OregonIllinoisVermont,  Nuevo MéxicoRhode Island, Nevada, Connecticut, Washington,  Hawái, MarylandDelaware y New HampshireNueva York, Colorado y Massachusetts, cuyo texto entró en vigor el pasado 8 de abril tras la firma del gobernador republicano Charlie Baker.

En abril se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Y el pasado 8 de mayo, la Cámara de Representantes de Maine aprobó el proyecto de ley 1025 por 91 votos a favor (de demócratas, independientes y cinco republicanos) frente a 46 en contra (todos ellos republicanos). Su tramitación continuó en el Senado, donde salió adelante el día 21 de mayo por 25 votos afirmativos (de los demócratas y cinco republicanos), frente a 9 contrarios (todos republicanos).

Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo aprobó por ejemplo el pasado enero por decisión unánime de sus concejales.

En abril se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo aprobó por ejemplo el pasado enero por decisión unánime de sus concejales.

Y recientemente, el estado de Utah ha prohíbido a los profesionales médicos practicar «terapias» de conversión en menores de edad. De esta manera, la lista de estados y territorios estadounidenses que prohíben las mal llamadas «terapias» reparadoras o de conversión en menores de edad suma un nuevo miembro. El gobernador de Utah, bastión del mormonismo, firmó el mes pasado una orden ejecutiva para prohibir estas peligrosas prácticas que pretenden modificar la orientación sexual o la identidad de género. La medida sale adelante por el empeño del mandatario republicano, después de que las cámaras legislativas la rechazaran. Utah se convierte en el 19º estado de los Estados Unidos (además de Washington D.C. y de Puerto Rico) en vetar estos infames procedimientos, si bien la prohibición solo se aplicará a profesionales médicos. El siguiente podría ser Virginia.

No” rotundo de los especialistas a las “terapias” reparadoras.

“Terapias” reparadoras: no solo inútiles, también peligrosas

La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.

En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.

Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.

«Nada que Curar», la guía que ayuda a combatir con información científica las denominadas terapias de conversión

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Fuente Dosmanzanas/Cristianos Gays

General, Homofobia/ Transfobia., Iglesias Evangélicas , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

El estado de Utah prohíbe a los profesionales médicos practicar «terapias» de conversión en menores de edad

Viernes, 31 de enero de 2020
Comentarios desactivados en El estado de Utah prohíbe a los profesionales médicos practicar «terapias» de conversión en menores de edad

220px-2013-05-23_Gary_R_HerbertGobernador Gary Herbert

La lista de estados y territorios estadounidenses que prohíben las mal llamadas «terapias» reparadoras o de conversión en menores de edad suma un nuevo miembro. El gobernador de Utah, bastión del mormonismo, firmó el martes pasado una orden ejecutiva para prohibir estas peligrosas prácticas que pretenden modificar la orientación sexual o la identidad de género. La medida sale adelante por el empeño del mandatario republicano, después de que las cámaras legislativas la rechazaran. Utah se convierte en el 19º estado de los Estados Unidos (además de Washington D.C. y de Puerto Rico) en vetar estos infames procedimientos, si bien la prohibición solo se aplicará a profesionales médicos. El siguiente podría ser Virginia.

Ya en febrero del año pasado se presentó un proyecto de ley en el legislativo estatal que acabó fracasando por falta de apoyos. En noviembre, el gobernador republicano Gary Herbert propuso un texto alternativo que usaría la vía administrativa, en lugar de la penal, para perseguir estas pseudoterapias. Herbert consiguió el apoyo de la iglesia mormona, que ejerce una gran influencia en Utah y a la que él mismo pertenece, a cambio de que la norma solo se aplicara a profesionales de la salud mental.

El texto, aprobado el pasado martes como orden ejecutiva, clasifica las «terapias» de conversión como «conductas antiprofesionales» y prevé la suspensión o revocación de la licencia médica para los especialistas que las pongan en práctica en menores de edad. Los sacerdotes y terapeutas religiosos están expresamente exentos del veto, siempre que no estén en posesión de una licencia profesional. A pesar de esta importante limitación, los activistas LGTBI han saludado la medida y esperan que sirva de acicate para que se aprueben otras similares en estados conservadores como Utah.

Flag_of_UtahCalifornia fue el primer estado de Estados Unidos en prohibir el uso de las «terapias» reparadoras o de conversión en menores de edad en 2012, no sin gran controversia. Le siguieron el también estado de Nueva Jersey (varios meses después) y Washington D.C. (cuyo Consejo legislativo aprobó la norma por unanimidad en 2014). Más tarde se sumaron OregónIllinoisVermontNuevo MéxicoRhode IslandNevadaConnecticutWashingtonHawái, MarylandDelawareNew HampshireNueva YorkColorado y Massachusetts. El próximo estado podría ser Virginia, cuyo Senado aprobó el pasado martes un proyecto de ley que ahora pasará a la Cámara de Delegados.

En abril del año pasado se les unió Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares.

Las últimas noticias acerca de este esperpento de las falsas “terapias” fue que la asociación española Abogados Cristianos se querella contra Ignacio Aguado por hacer pública la multa a la coach de terapias para personas LGTBI, y que, ante la protesta ciudadana, el Ministro de Educación de Israel se retractaba de su apoyo a las terapias de “curación” para gays.

Una tendencia creciente a la prohibición

En Europa la pionera fue Malta, que aprobó una ley en 2016. Irlanda y el Reino Unido también están dando pasos en esta dirección. En España, mientras tanto, la prohibición de este tipo de intervenciones ha sido ya contemplada en varias normas autonómicas y es una de las disposiciones que prevé la prometida ley en favor de la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI, que se discutió en el Congreso de los Diputados (aunque el PP intentó «colar»una proposición alternativa, en forma de enmienda a la totalidad, que no contemplaba este aspecto). Un proyecto que naufragó con la convocatoria de elecciones anticipadas.

En cualquier caso, conviene recordar que el Consejo General de la Psicología, órgano coordinador y representativo de los Colegios Oficiales de Psicólogos de toda España, emitió ya en 2017 un comunicado en el que recordaba que las intervenciones que prometen «curar» la homosexualidad carecen de fundamento. No es ninguna novedad, pero en estos momentos en los que la promoción de este tipo de intervenciones parece reverdecer en nuestro país (casos recientes como el de la “terapeuta” Elena Lorenzo o las charlas de Jokin de Irala o de Richard Cohen así parecen indicarlo) toda aclaración es bienvenida. Mientras, el año pasado sufrimos un seminario sobre ayudar a cambiar sentimientos homosexuales. En todos casos, nuestros amigos de HazteOir estuvieron ahí apoyando a los homófobos…

Mientras tanto, el Parlamento Europeo ha exigido la prohibición de estas terapias.

En EE.UU., gran aliado de Israel, California fue el primero en hacerlo en 2012, no sin controversia. Le siguieron el también estado de Nueva Jersey (varios meses después), Washington D.C. (cuyo Consejo legislativo aprobó la norma por unanimidad en 2014) y más tarde se sumaron los estados de  OregonIllinoisVermont,  Nuevo MéxicoRhode Island, Nevada, Connecticut, Washington,  Hawái, MarylandDelaware y New HampshireNueva York, Colorado y Massachusetts, cuyo texto entró en vigor el pasado 8 de abril tras la firma del gobernador republicano Charlie Baker.

En abril se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Y el pasado 8 de mayo, la Cámara de Representantes de Maine aprobó el proyecto de ley 1025 por 91 votos a favor (de demócratas, independientes y cinco republicanos) frente a 46 en contra (todos ellos republicanos). Su tramitación continuó en el Senado, donde salió adelante el día 21 de mayo por 25 votos afirmativos (de los demócratas y cinco republicanos), frente a 9 contrarios (todos republicanos).

Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo aprobó por ejemplo el pasado enero por decisión unánime de sus concejales.

En abril se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo aprobó por ejemplo el pasado enero por decisión unánime de sus concejales.

terapiasdeodioNo” rotundo de los especialistas a las “terapias” reparadoras.

“Terapias” reparadoras: no solo inútiles, también peligrosas

La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.

En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.

Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.

«Nada que Curar», la guía que ayuda a combatir con información científica las denominadas terapias de conversión

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Fuente Dosmanzanas/Cristianos Gays

General, Homofobia/ Transfobia., Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Mormones) , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

Los ciudadanos estadounidenses apoyan mayoritariamente el matrimonio igualitario y las leyes contra la discriminación de las personas LGTB

Miércoles, 9 de mayo de 2018
Comentarios desactivados en Los ciudadanos estadounidenses apoyan mayoritariamente el matrimonio igualitario y las leyes contra la discriminación de las personas LGTB

prri-300x155Un reciente estudio llevado a cabo en los Estados Unidos revela un aumento significativo en quienes apoyan los derechos LGTB en cuestiones como el matrimonio igualitario o las leyes de protección de las minorías sexuales. Según la filiación política, solo los republicanos conservadores se oponen al matrimonio igualitario y apoyan que los proveedores de servicios discriminen a los ciudadanos LGTB. Si se tiene en cuenta la confesión religiosa, lo hacen los evangelistas y mormones, mientras que, por ejemplo, los protestantes no evangélicos, los católicos, los judíos o los musulmanes aceptan mayoritariamente tanto el matrimonio entre personas del mismo sexo como las leyes contra discriminación de las minorías sexuales.

Public Religion Research Institute es una organización estadounidense sin ánimo de lucro que se dedica a la investigación de las relaciones entre religión, cultura y política. Recientemente ha dado a conocer una encuesta, realizada a lo largo del año 2017, a la que han dado el nombre de «Atlas de los valores americanos», en la que se detallan las opiniones de la población estadounidense sobre diversos asuntos. Particularmente interesante es el resultado del sondeo sobre temas relacionados con la población LGTB, como la aceptación del matrimonio entre personas del mismo sexo, la posibilidad de que los proveedores de servicios puedan denegar su atención a los ciudadanos LGTB en razón de sus creencias religiosas, o la necesidad de que haya leyes especiales que protejan contra la discriminación en el trabajo, los servicios públicos o el acceso a la vivienda.

El matrimonio igualitario

En el conjunto de la población estadounidense, el 61 % se muestra partidaria de que las parejas del mismo sexo puedan contraer matrimonio, mientras que el 30 % se declara contraria (el resto no expresa su opinión). Esto supone un incremento en la aceptación considerable desde la aprobación del matrimonio igualitario por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos en junio de 2015. En fechas tan recientes como el año 2013, tan solo se mostraba partidaria una exigua mayoría del 52 %, mientras que se oponía el 42 % de la población. El matrimonio entre personas del mismo sexo es más aceptado por las mujeres, entre las que hay un 65 % de partidarias, que entre los hombres, cuyo apoyo es del 58 %.

Pero lo interesante es ver cuáles son las actitudes ante la igualdad de derechos de las parejas del mismo sexo según filiación política, confesión religiosa o grupo étnico.

En cuanto a la filiación política, los republicanos son el único grupo en el que es mayoritaria la oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo, aunque sobre todo es debido a la intransigencia de los más conservadores, quienes, lamentablemente, son quienes mayor influencia política tienen dentro del partido.

  • Ciudadanos favorables al matrimonio igualitario por filiación política:
    • Republicanos: 42 %.
      • Republicanos liberales: 58 %.
      • Republicanos moderados: 59 %.
      • Republicanos conservadores: 36 %.
    • Demócratas: 73 %.
      • Demócratas liberales: 87 %.
      • Demócratas moderados: 67 %.
      • Demócratas conservadores: 52 %.
    • Independientes: 66 %.
      • Independientes liberales: 82 %.
      • Independientes moderados: 72 %.
      • Independientes conservadores: 49 %.

Por confesión religiosa, cada vez es mayor la aceptación entre quienes profesan distintas creencias, oponiéndose mayoritariamente a los derechos LGTB los ciudadanos que pertenecen a las iglesias protestantes evangélicas, la iglesia mormona y a los testigos de Jehová. Los protestantes pertenecientes a las etnias negra o hispana se encuentran muy divididos, con una exigua mayoría también contraria a la igualdad de derechos de las parejas del mismo sexo. En el caso de los musulmanes, una también reducida mayoría (el 51 %) es favorable al matrimonio entre personas del mismo sexo, pero quienes se oponen suman tan solo el 34 % de los entrevistados, con un 15 % que no tiene opinión al respecto.

  • Ciudadanos favorables al matrimonio igualitario por confesión religiosa:
    • Unitarios: 97 %.
    • Budistas: 80 %.
    • No afiliados: 80 %.
    • Judíos: 77 %.
    • Hindúes: 75 %.
    • Protestantes de etnia blanca no evangélicos: 67 %.
    • Católicos de etnia blanca: 66 %.
    • Ortodoxos: 66 %.
    • Católicos de etnia hispana: 65 %.
    • Musulmanes: 51 %.
    • Protestantes de etnia negra: 48 %.
    • Protestantes de etnia hispana: 43 %.
    • Mormones: 40 %.
    • Protestantes evangélicos: 34 %.
    • Testigos de Jehová: 13 %.

No hay ningún grupo étnico cuyos componentes se opongan mayoritariamente al matrimonio entre personas del mismo sexo, a diferencia de lo que ocurría en 2013, cuando la oposición entre los ciudadanos de etnia negra era mayoritaria (solo lo apoyaba el 41 %).

  • Ciudadanos favorables al matrimonio igualitario según grupo étnico:
    • Etnia blanca: 63 %.
    • Etnia negra: 52 %.
    • Etnia hispana: 61 %.
    • Etnias de origen asiático y de las islas del Pacífico: 72 %.
    • Nativos americanos: 56 %.
    • Otros grupos étnicos: 66 %.

Existe una gran brecha generacional entre los mayores de 65 años y quienes tienen entre 18 y 29 años, que se refleja en todos los grupos, tanto políticos como étnicos o religiosos. Solo el 47 % de los ciudadanos mayores de 65 años apoyan el matrimonio igualitario, mientras que entre los más jóvenes el porcentaje alcanza el 77 %.

Como dato curioso, el matrimonio entre personas del mismo sexo es apoyado mayoritariamente en todos los estados a excepción de Luisiana, Misuri, Alabama, Tennessee, Virginia Occidental y Carolina del Norte.

Oposición a la denegación de servicios a las personas LGTB por cuestiones religiosas

mapa-de-leyes-discriminatorias-en-los-estados-unidos-300x240La población estadounidense se muestra mayoritariamente contraria a que los proveedores de servicios pueden denegar sus prestaciones a las personas LGTB o a las parejas del mismo sexo arguyendo sus creencias religiosas. El 60 % de los encuestados se opone a que los dueños de los distintos negocios puedan negarse a ofrecer sus servicios a la población LGTB, mientras que un 33 % cree que debería permitirse. A pesar de ello, proliferan las leyes que lo permiten, en algunos o en todos los servicios, y cada vez son más las proposiciones de ley al respecto.

Por filiación política, solo los republicanos se muestran partidarios de la discriminación de las personas LGTB por cuestiones religiosas, aunque los republicanos liberales y moderados se declaran contrarios. Una vez más, las políticas de las corrientes más conservadoras son las que priman en la mayoría republicana.

  • Ciudadanos contrarios a la discriminación de las personas LGTB en la prestación de servicios. Por filiación política:
    • Republicanos: 40 %.
      • Republicanos liberales: 63 %.
      • Republicanos moderados: 55 %.
      • Republicanos conservadores: 41 %.
    • Demócratas: 76 %.
      • Demócratas liberales: 85 %.
      • Demócratas moderados: 72 %.
      • Demócratas conservadores: 63 %.
    • Independientes: 60 %.
      • Independientes liberales: 77 %.
      • Independientes moderados: 63 %.
      • Independientes conservadores: 44 %.

Por confesión religiosa, de nuevo son los miembros de las confesiones protestantes evangélicas y mormona quienes se declaran partidarios de la discriminación de los ciudadanos LGTB. Los estadounidenses pertenecientes al resto de confesiones religiosas se oponen a que las leyes permitan denegar servicios basándose en la orientación sexual de los clientes y con la excusa de la objeción de conciencia.

  • Ciudadanos contrarios a la discriminación de las personas LGTB en la prestación de servicios. Por confesión religiosa:
    • Unitarios: 86 %.
    • Budistas: 73 %.
    • No afiliados: 72 %.
    • Judíos: 70 %.
    • Protestantes de etnia negra: 65 %.
    • Protestantes de etnia blanca no evangélicos: 60 %.
    • Católicos de etnia hispana: 60 %.
    • Católicos de etnia blanca: 59 %.
    • Ortodoxos: 57 %.
    • Hindúes: 56 %.
    • Protestantes de etnia hispana: 55 %.
    • Musulmanes: 51 %.
    • Mormones: 40 %.
    • Protestantes evangélicos: 39 %.

Tampoco hay ningún grupo étnico cuyos componentes sean partidarios de la discriminación en el acceso a servicios de las personas LGTB, si bien son los ciudadanos de etnia negra quienes se manifiestan contrarios en mayor número.

  • Ciudadanos contrarios a la discriminación de las personas LGTB en la prestación de servicios. Por grupo étnico:
    • Etnia blanca: 58 %.
    • Etnia negra: 66 %.
    • Etnia hispana: 61 %.
    • Etnias de origen asiático y de las islas del Pacífico: 60 %.

Únicamente hay tres estados donde sus ciudadanos se muestran mayoritariamente a favor de esta discriminación: Utah, Dakota del Norte y Dakota del Sur.

Apoyo a las leyes de protección contra la discriminación

El 70 % de los ciudadanos estadounidenses se declara a favor de la existencia de leyes que impidan que las personas LGTB puedan ser discriminadas por su orientación sexual o identidad de género en el trabajo, servicios públicos o el acceso a la vivienda. Tan solo un 23 % se muestra contrario a la existencia de esas leyes. Por género, el 73 % de las mujeres apoya las leyes antidiscriminatorias, mientras entre los hombres lo hace el 65 %. Los mayores de 65 años apoyan estas medidas en un 61 %, mientras que los jóvenes entre 18 y 29 años lo hace en un contundente 78 %.

Curiosamente, a pesar de este mayoritario apoyo, no existe una ley de ámbito nacional que impida ese tipo de discriminaciones. La aprobación de la ENDA (Employment Non-Discrimination Act) ha sido pospuesta reiteradamente, y su futuro es más que incierto. Por otra parte, tan solo 19 estados y el Distrito de Columbia prohíben explícitamente la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género en el empleo, los servicios públicos y el acceso a la vivienda. Dos estados más, New Hampshire y Wisconsin, tan solo penalizan la discriminación basada en la orientación sexual, pero no en la identidad de género, y el estado de Utah impide la discriminación en el empleo y la vivienda, pero no en los servicios públicos. Los otros 28 estados no tienen ninguna disposición legal que prohíba la discriminación de las personas LGTB.

Según la encuesta, el apoyo a las medidas antidiscriminatorias es mayoritario entre los ciudadanos de todas las filiaciones políticas, incluso entre quienes se declaran como republicanos conservadores. La falta de concordancia entre estas respuestas y las políticas efectivas (incluida la negativa republicana en las cámaras parlamentarias a aprobar leyes al respecto) quizás se deba a que, a pesar del apoyo, no se trata de un asunto que movilice a la población o pueda decidir su voto.

  • Ciudadanos favorables a las leyes contra la discriminación de las personas LGTB. Por filiación política:
    • Republicanos: 58 %.
      • Republicanos liberales: 65 %.
      • Republicanos moderados: 68 %.
      • Republicanos conservadores: 56 %.
    • Demócratas: 79 %.
      • Demócratas liberales: 87 %.
      • Demócratas moderados: 76 %.
      • Demócratas conservadores: 63 %.
    • Independientes: 72 %.
      • Independientes liberales: 82 %.
      • Independientes moderados: 77 %.
      • Independientes conservadores: 60 %.

Sorprendentemente, los ciudadanos de todas las confesiones religiosas se declaran partidarios de que las leyes impidan la discriminación de las personas LGTB en el trabajo, los servicios públicos y el acceso a la vivienda. Incluso los mormones, protestantes evangélicos y testigos de Jehová son mayoritariamente favorables a la existencia de estas leyes.

  • Ciudadanos favorables a las leyes contra la discriminación de las personas LGTB. Por confesión religiosa:
    • Unitarios: 95 %.
    • Judíos: 80 %.
    • No afiliados: 79 %.
    • Budistas: 78 %.
    • Hindúes: 75 %.
    • Católicos de etnia blanca: 74 %.
    • Protestantes de etnia blanca no evangélicos: 71 %.
    • Católicos de etnia hispana: 70 %.
    • Ortodoxos: 69 %.
    • Mormones: 69 %.
    • Musulmanes: 65 %.
    • Protestantes de etnia negra: 65 %.
    • Protestantes de etnia hispana: 59 %.
    • Protestantes evangélicos: 54 %.
    • Testigos de Jehová: 50 %.

Aunque los ciudadanos de todos los grupos étnicos se declaran a favor de las leyes antidiscriminatorias, son los de etnia blanca los que muestran un mayor apoyo a su existencia.

  • Ciudadanos favorables a las leyes contra la discriminación de las personas LGTB. Por grupo étnico:
    • Etnia blanca: 71 %.
    • Etnia negra: 66 %.
    • Etnia hispana: 69 %.
    • Etnias de origen asiático y de las islas del Pacífico: 75 %.

Ese apoyo es mayoritario en todos los estados que componen los Estados Unidos, aunque, como señalábamos, en la mayoría de ellos no existen legislaciones al respecto.

Fuente Dosmanzanas

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Un estudio en mormones muestra que los matrimonios de hombres gais con mujeres tienen más probabilidades de acabar en divorcio

Lunes, 19 de enero de 2015
Comentarios desactivados en Un estudio en mormones muestra que los matrimonios de hombres gais con mujeres tienen más probabilidades de acabar en divorcio

mi-marido-no-es-gay-cap1-300x218Estos días cobran especial fuerza los resultados de un estudio que refuerza la tesis de que la orientación sexual no es modificable, y menos aún mediante un matrimonio. En concreto, muestra que los matrimonios entre mormones de distinto sexo en los cuales el marido es gay tienen muchas más probabilidades de acabar en divorcio. Podrá parecer una perogrullada, pero la emisión en Estados Unidos de un reality protagonizado precisamente por mormones gais que se han casado con mujeres lo ha devuelto al primer plano de la actualidad. Y ya casi cien mil personas piden la retirada del reality “Mi marido no es gay”…

La investigación, publicada en marzo de 2014 por Journal of Counseling Psychology, fue liderada por John Dehlin, estudiante de doctorado de la Universidad de Utah (el estado mormón por excelencia) y Bill Bradshaw, profesor retirado de la Brigham Young University, que de hecho pertenece a la iglesia mormona. Utilizó una amplia muestra de 1.612 mormones y ex mormones LGTB. El ámbito abarcado fue de 48 estados de Estados Unidos y 22 países; el 75 % eran hombres, el 91 % blancos. El 42 % eran solteros, el 35 % estaban en pareja homosexual mientras que el 16 % mantenían un matrimonio heterosexual.

Según el estudio, entre el 51 y el 69 % de los matrimonios “mixtos” (en cuanto a orientación sexual) acaban en divorcio, un porcentaje muy superior al del 25 % que se encuentra en la población mormona en general. Asimismo, más del 70 % de los mormones LGTB o atraídos por su mismo sexo terminan por abandonar de una forma u otra la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (nombre oficial de la iglesia mormona). Solo el 29 % seguían participando en la iglesia de una forma activa. El 36 % ya no lo hacían, el 25 % la habían abandonado formalmente mientras que un 7 % habían sido excomulgados. El 3 % restante de los encuestados habían sido apartados oficialmente de la iglesia, sin llegar a ser excomulgados. La mayoría de ellos, por cierto, habían intentado en algún momento de sus vidas modificar su orientación sexual sin éxito.

misionero-mormon04-480x480El método de obtención de la muestra consistió en buscar activamente las respuestas mediante convocatorias en diferentes páginas web. Dichas páginas incluyen desde sitios pro-mormones como North Star International hasta páginas críticas como la del propio Dehlin, Mormon Stories. Este método es conocido como “muestreo de bola de nieve” (snowballing) y aunque no sea el preferible desde el punto de vista científico sí que se considera aceptable para ciertos asuntos y poblaciones donde otros métodos, sobre todo el de muestra aleatoria, resultan más complicado por la dificultad para encontrar sujetos que investigar. Con todo, precisamente por el riesgo que comporta este método, el director de la investigación afirma haber hecho todos los esfuerzos para “evitar cualquier sesgo”.

Esta investigación cobra estos días especial interés con la emisión de My Husband’s Not Gay (Mi marido no es gay), un reality de la cadena TLC que muestra a cuatro hombres mormones de Utah, tres de ellos casados con mujeres, que aseguran sentirse atraídos por los hombres pero que, debido a sus convicciones morales y religiosas, han decidido resistir la “tentación”.

Este programa ha tenido ya algunas emisiones y ha dado ya lugar a escenas entre cómicas y grotescas. Es el caso de uno de los protagonistas que no tuvo otra ocurrencia que comparar el hecho de ser gay con comer donuts. “Me comería tres donuts al día pero por las mañanas quiero caber en mis pantalones. Así que podrías decir que estoy orientado hacia los donuts. Y si fuera honesto conmigo mismo, comería muchos más donuts de lo que hago ahora. ¿Me estoy negando a mí mismo porque no coma tantos donuts como me gustaría? No”, fueron literalmente sus palabras.

Más allá de la risa o pena que pueda provocar, el hecho es que estos programas pueden ser muy dañinos para personas vulnerables y dar alas a quienes siguen defendiendo las peligrosas “terapias” reparadoras. También se ha señalado lo preocupante del programa por lo que transmite de las mujeres que se casan con hombres gais, dando valor a una cultura en la que estas llegan a sacrificarse hasta el punto de casarse con quienes saben que no les satisfarán en el plano sexual.

General, Homofobia/ Transfobia., Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Mormones) , , , , , , , , , , , , , , ,

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