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Mi familia me obligó a soportar una violenta terapia de conversión. Así que me fui de casa y nunca miré atrás.

Miércoles, 10 de enero de 2024
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IMG_1696Ser gay es mi identidad y eso no va a cambiar.

¿Iría realmente al cielo, a pesar de ser gay? Mientras crecía, esta pregunta me atormentaba. Mi primer y más significativo recuerdo de la infancia es cuando tenía 6 años y aprendí a “aceptar a Jesús en mi corazón”. ¿Realmente entendí lo que eso significaba o simplemente estaba buscando el amor de mis padres?

Crecí en un hogar cristiano estricto y fundamentalista en el estado de Lagos, Nigeria, donde mi familia se refería a la homosexualidad como “un pecado para Dios, digno de condenación eterna en el infierno”. En la iglesia, la escuela y el hogar se condenaba ser gay y, cuando se mencionaba, quienes me cuidaban lo describían como una abominación comparable a la violación, el asesinato y el abuso de menores.

Mi familia asistió al Centro Cristiano Gracia de Dios en la ciudad de Ikorodu. Temitayo Biodun fue nuestro pastor principal durante más de 15 años y tenía fuertes creencias anti-gay. Recuerdo vívidamente su sermón una fría tarde de miércoles, durante el servicio de mitad de semana, cuando dijo a los padres que aislaran, alienaran y entregaran a Satanás a sus hijos homosexuales.

Esta información contradecía lo que sentía por dentro. Sabía que era diferente, pero no podía explicar por qué. Muchos de mis compañeros masculinos estaban interesados en las chicas, el fútbol y los Power Rangers. Ese no fue mi caso. Me encantaba dibujar y jugar con muñecas y sabía que me atraía el mismo sexo. Esto fue confuso y también me hizo sentir como si expresar lo que había dentro de mí fuera un gran riesgo. No podía relacionarme con otros hombres en la escuela o en casa.

No quería ser rechazado por todos los que me rodeaban. No quería experimentar el dolor de la condenación eterna en el infierno. Entonces, decidí orar a Dios todos los días y todas las noches, rogándole que alejara mis sentimientos. Prácticamente comí, viví y respiré la Biblia en un intento de reprimir y negar quién era. Pero nada cambió dentro de mí.

Cuando tenía 15 años, mi madre vio cortes que yo mismo me había hecho en las manos. Confesé que estaba luchando contra la atracción hacia el mismo sexo y que no podía lidiar con Dios, la iglesia y la homosexualidad. Estaba devastada. Ella lloró, me insultó, le gritó a mi papá por ser indulgente e inmediatamente buscó la ayuda de pastores y planeó una sesión de liberación. Ella estaba preocupada y quería ayudarme a cambiar para poder unirme a ella y a mi papá “en la vida eterna con Dios”.

Un jueves soleado, cuando regresaba a casa del colegio, mis padres me llamaron a la sala de estar; Estaba presente un hombre vestido completamente de blanco a quien nunca había visto. Más tarde supe que el hombre era un líder religioso de una secta llamada La Eterna Orden Sagrada de Querubines y Serafines. Esta secta se diferencia del cristianismo convencional en que es conocida por su código de vestimenta con vestimenta blanca y por mantener que solo su fundador, Moisés Orimolade Tunolase, recibió el llamado a predicar el evangelio del Señor y sanar a los enfermos.

Lo que siguió fue una terapia de conversión de orientación religiosa. Mi primera interacción con la secta fue estándar. Las oraciones comenzaban con buenas notas, alejando los malos ojos, y luego aterrizaban en el espíritu de perversión, lujuria y homosexualidad. Fue una experiencia bastante horrible. La semana siguiente, mis padres me pidieron que fuera a un servicio en su lugar de adoración físico vestido con una prenda blanca. Hacia el final del servicio, me llamaron al frente del altar, donde los ancianos, profetas y profetisas me rodearon mientras oraban por mí.

Siguieron dando vueltas a mi alrededor, cantando, saltando, abofeteándome y pegándome. Luego me pidieron una escoba, con la que uno de los profetas me golpeó durante mucho tiempo. Mis gritos desgarradores rompieron la paz inquietante en la comunidad donde estaba ubicada la iglesia. Cuando terminaron, sentí un dolor insoportable en todo el cuerpo. Mi mamá se negó a dejarme ir a casa. Al parecer, uno de los Ancianos me había pedido que me quedara allí durante tres semanas. No tuve elección.

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Durante ese tiempo, me privaron de comida y agua y siempre me colocaron en medio de círculos de oración, donde me golpeaban como una forma de “expulsar el espíritu homosexual”. Ignoraron mis gritos de ayuda y misericordia. Para ellos, este pecado era demasiado abominable y requería medidas drásticas para liberarme de las cadenas con las que Satanás me había atado. Al final de las tres semanas, aprendí que la única forma de sobrevivir era hacer que la secta sintiera que habían ganado.

Tenía dolor, estaba cansada, olía mal, tenía hambre, estaba delgada y enferma. Estaba desesperada por volver a casa. Así que seguí con lo que se esperaba cuando mis días allí llegaron a su fin.

Al final de la sesión, mi mamá sospechó que nada había cambiado. Incluso el hombre de Dios a quien mi madre buscaba para “convertirme” sabía que ni siquiera su Dios podía cambiar mi yo auténtico.

Entonces decidió llevarme a otra casa de oración para liberarme del “Espíritu de los manierismos femeninos”. La casa de oración apestaba a incienso y tenía velas y hierbas de varios colores en exhibición. Me llevaron al altar, donde me esperaba un hombre de mediana edad vestido de blanco. Por miedo, me aferré a mi madre, quien me empujó y me dijo que obedeciera. Me desnudaron, me ataron las dos manos y me hicieron sentar dentro de una palangana roja que contenía aceite de oliva, cenizas y agua. 15 velas encendidas me rodearon, emanando calor al espacio. Me limpiaron con cinco pollos vivos antes de que les arrancaran la cabeza y recogieran la sangre en otro recipiente.

Seis horas después, las velas se habían derretido y mi cuerpo estaba tan entumecido que tuvieron que arrastrarme al otro lado del altar, donde me bañaron con una mezcla de agua tibia y sangre de pollo, acompañado del canto del Libro de Salmos. Después, me inyectaron a la fuerza una sustancia extraña. Me desmayé y me revivieron en el Hospital Universitario de Lagos (LUTH).

Cuando regresé a casa después del alta del hospital, empaqué mis pertenencias y me fui en silencio. Nunca intercambié palabras de despedida y nunca volví a ver a mi familia. Al salir de nuestro recinto familiar ese día, sentí una abrumadora sensación de temor. Era como una nube oscura y informe que se acercaba y me asfixiaba.

Tuve que dejar todo el estado. Mi experiencia allí me había hecho despreciarlo. Necesitaba estar en un lugar más seguro y Lagos no era una opción. Tenía que encontrar gente como yo, una comunidad donde pudiera ser yo mismo abiertamente. Los únicos amigos homosexuales que tenía en ese momento eran personas que había conocido en grupos de redes sociales y que vivían en grandes ciudades.

En Nigeria, el único lugar donde las personas LGBTQ+ pueden vivir abiertamente y con relativa seguridad son las ciudades más grandes como Abuja. Entré en foros de mensajes en línea y comencé a charlar con amigos homosexuales allí. Dijeron que allí había casas seguras para personas homosexuales como yo que habían dejado a nuestras familias. Entonces me mudé a Abuya. Ahora que estoy aquí, me siento incluida y en casa entre amigos encantadores.

Ser gay es mi identidad y eso no va a cambiar. He aprendido que todavía puedo vivir una vida recta y recta sin temor al rechazo o a la condenación eterna, y sin que las normas de la iglesia me pesen demasiado.

***

IMG_2334En septiembre de este año, en Chile, la Comisión de DDHH de la Cámara prueba prohibir en la Ley Zamudio las «terapias reparativas» de la homo/transexualidad.

En mayo de 2023, los obispos católicos de Minnesota, se manifestaron contra la ley que protege la atención médica de afirmación de género, en particular de los jóvenes trans y la prohibición de las terapias de conversión.

En Enero de 2023, el gobierno de Irlanda prometió promulgar una ley que prohíba las terapias de conversión antes de 2024.

El pasado mes de octubre de 2022, el Senado de México votó para prohibir todas las terapias de conversión. En agosto, la ya dimitida primera ministra del Reino Unido Liz Truss,  se posicionaba en contra de prohibir las terapias de conversión. El Partido Conservador había estado prometiendo una prohibición de la terapia de conversión en el Reino Unido desde 2018, y el año pasado finalmente produjo un documento de consulta. Sin embargo, la consulta estuvo plagada de banderas rojas, comparando el tratamiento médico afirmativo para niños trans con la terapia de conversión, brindando exenciones religiosas e incluso afirmando que los adultos pueden dar su consentimiento libremente a la terapia de conversión.

Las propuestas de legislación del Reino Unido empeoraron este año cuando se anunció que la prohibición solo cubriría la orientación sexual y no la identidad de género. Por otro lado, Escocia se ha separado de la postura arcaica de los Tories, produciendo su propio informe de un grupo asesor de expertos del gobierno. El informe integral fue bien recibido por la comunidad LGBTQ+, centró a los sobrevivientes en todas las áreas y estableció principios clave para legislar en contra de la terapia de conversión.

Estos incluyeron una prohibición futura que debe cubrir cualquier tratamiento, práctica o esfuerzo que tenga como objetivo cambiar, suprimir o eliminar la orientación sexual, la expresión de la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género de una persona, y brindar orientación específica sobre las experiencias de las personas de color LGBTQ+. – y sobrevivientes de grupos religiosos étnicos minoritarios.

En mayo, los obispos y las obispas de la Iglesia Anglicana de Gales celebraban que el Gobierno galés prohíba las “terapias” de conversión antiLGTBI. El pasado febrero, Israel prohibía las terapias de conversión para miembros de la comunidad LGTBQ+. Al otro lado del Atlántico, la Cámara de los Comunes de Canadá le dio su visto bueno el pasado diciembre,  por unanimidad, a un proyecto de ley para prohibir las pseudoterapias de conversión, y definitivamente el pasado enero de este año. Se trata de un veto total, no solo en menores de edad, y contempla penas de hasta cinco años de cárcel para quien inflija estas prácticas y hasta dos para quien se beneficie económicamente de las mismas o las publicite. El Senado aprobó el texto en una tramitación exprés apenas seis días más tarde y, tras recibir la firma de la gobernadora general, entró en vigor el pasado 7 de enero, y el pasado marzo les seguía Chile que prohíbe por ley las “terapias reparativasde la homosexualidad o la transexualidad.

Sin embargo, hace unos meses conocíamos que Boris Johnson cedía a la presión del lobby transexcluyente y dejará fuera de la prohibición de las «terapias» de conversión la identidad de género. Y más recientemente, el Consejo General del Poder Judicial español criticaba en su informe no preceptivo, la prohibición de las mal llamadas terapias, en el proyecto de la ley Trans española. A esto se sumaban las desafortunadas palabras de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, gracias a los votos de la extrema derecha, Díaz Ayuso quien  no sancionará al obispo homófobo Reig Plá por las terapias para ‘curar’ la homosexualidad’.

La situación en otros países

Canadá y Francia se unieron al reducido grupo de países que han prohibido las pseudoterapias de conversión, ya sea de manera general o en menores de edad el pasado mes de enero. Le siguió Nueva Zelanda el pasado 15 de febrero, y el pasado marzo les seguía Chile que prohíbe por ley las “terapias reparativasde la homosexualidad o la transexualidad.

En EE.UU., California fue el primero en hacerlo en 2012, no sin controversia. Le siguieron el también estado de Nueva Jersey (varios meses después), Washington D.C. (cuyo Consejo legislativo aprobó la norma por unanimidad en 2014) y más tarde se sumaron los estados de  OregonIllinoisVermont,  Nuevo MéxicoRhode Island, Nevada, Connecticut, Washington,  Hawái, MarylandDelaware y New HampshireNueva York, Colorado y Massachusetts, cuyo texto entró en vigor en 2019 tras la firma del gobernador republicano Charlie Baker.

En abril del mismo año  también  se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Y en mayo, la Cámara de Representantes de Maine aprobó el proyecto de ley 1025 por 91 votos a favor (de demócratas, independientes y cinco republicanos) frente a 46 en contra (todos ellos republicanos). Su tramitación continuó en el Senado, donde salió adelante el día 21 de mayo por 25 votos afirmativos (de los demócratas y cinco republicanos), frente a 9 contrarios (todos republicanos).

Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo hemos aprobó por ejemplo en enero de 2019  por decisión unánime de sus concejales, así como el estado de Utah.

Y en julio, era Ciudad de México quien prohibía las «terapias» de conversión de la orientación sexual y la identidad de género. Y en octubre de 2020, en el Estado de México. y en julio de 2021 el Estado de Yucatán.

En Europa la pionera fue Malta, que aprobó una ley en 2016. Irlanda y el Reino Unido también están dando pasos en esta dirección. La siguió Alemania el año pasado, aunque con un texto limitado a los menores de edad y con ciertas ambigüedades que el próximo Gobierno de Olaf Scholz se ha comprometido a revisar. El próximo país en sumarse será posiblemente Francia, cuya Asamblea Nacional aprobó en octubre, también por unanimidad, el veto a las pseudoterapias de conversión. Irlanda ha dado pasos en la misma dirección, antes de la disolución del Parlamento con la convocatoria de elecciones en 2020, y también se debate sobre el asunto en Austria. En mayo de este año, el Gobierno británico de Boris Johnson anunció un proyecto de ley, mientras que en Albania existe un veto de facto, toda vez que el colegio de Psicología prohíbe a sus miembros la práctica de cualquier procedimiento encaminado a intentar cambiar la orientación sexual o la identidad de género, ya sea en menores de edad o en adultos.

En España, mientras tanto, la prohibición de este tipo de intervenciones ha sido ya contemplada en varias normas autonómicas y era una de las disposiciones que preveía la prometida ley en favor de la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI que se discutió en el Congreso de los Diputados (aunque el PP intentó «colar»una proposición alternativa, en forma de enmienda a la totalidad, que no contemplaba este aspecto).  Un proyecto que naufragó con la convocatoria de las elecciones de abril de 2019. Tras la repetición electoral, el acuerdo de Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos contempla «la aprobación de una Ley contra la Discriminación de las Personas LGTBI incluyendo la prohibición a nivel nacional de las llamadas terapias de reversión».

Y, por fin, El Gobierno de España presidido por Pedro Sánchez, presentó el pasado junio el proyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos LGTBI, que incluye la prohibición de las pseudoterapias de conversión  aprobado por el Consejo de Ministros, iniciando ya su trámite para su debate y aprobación en el Congreso de los Diputados que culminó el pasad9 22 de diciembre con su aprobación por mayoría en el Congreso de los Diputados (188 votos a favor, 150 en contra y 7 abstenciones), el pleno del Congreso Diputados  de España aprobó y que ha sido remitido al Senado para su ratificación.

En cualquier caso, conviene recordar que el Consejo General de la Psicología, órgano coordinador y representativo de los Colegios Oficiales de Psicólogos de toda España, emitió ya en 2017 un comunicado en el que recordaba que las intervenciones que prometen «curar» la homosexualidad carecen de fundamento. No es ninguna novedad, pero en estos momentos en los que la promoción de este tipo de intervenciones parece reverdecer en nuestro país (casos recientes como el de la “terapeuta” Elena Lorenzo o las charlas de Jokin de Irala o de Richard Cohen así parecen indicarlo) toda aclaración es bienvenida. Mientras, el año pasado sufrimos un seminario sobre ayudar a cambiar sentimientos homosexuales. En todos casos, nuestros amigos de HazteOir estuvieron ahí apoyando a los homófobos…

Mientras tanto, el Parlamento Europeo ha exigido la prohibición de estas terapias.

«No» rotundo de los especialistas a las pseudoterapias reparadoras

california-terapias-conversion-fraude-696x473La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. A nivel internacional, ya en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las terribles «terapias»reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas (los riesgos incluyen depresión, ansiedad y comportamiento autodestructivo). Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.

En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.

Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.

De hecho, en julio de 2021, nos enterábamos de que el Vaticano frenaba las “terapias de conversión” e instruía a los obispos españoles a desautorizar a un grupo de ex-gays. Sin embargo, con la dimisión del obispo  Xavier Novell nos enterábamos de que éste, participó, y avaló, ‘terapias de conversión’ de homosexuales hasta que fue frenado por el Vaticano. otros prelados que avalaban dichas prácticas (según las víctimas) serían: José Ignacio Munilla, Javier Martínez, Arturo Ros y  Juan Antonio Reig  avalarían estas prácticas.

Hace unos días conocíamos que funcionarios de escuelas cristianas acusados de intentar ‘exorcizar’ a un adolescente gay para expulsar ‘demonios

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La historia de “X. X.”, un eclesiástico homosexual que pasó por las ‘terapias de conversión’ y “pensó que no tenía más opción que suicidarse”

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«Nada que Curar», la guía que ayuda a combatir con información científica las denominadas terapias de conversión

Fuente LGTBQNation/Cristianos Gays

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La pastora evangélica amiga del PP organiza un acto con una secta nigeriana que ofrece “curar” la homosexualidad

Viernes, 21 de abril de 2023
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FsPREyHX0AAdD14La pastora evangélica Yadira Maestre junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el alcalde José Luis Rodríguez Almeida y el Presidente del PP Alberto Núñez Feijoo durante el acto del PP celebrado en Madrid.

En el más puro estilo de Bolsonaro y Trump… La pregunta que nos hacemos es qué pensarán los del “Soy homosexual y del PP”, los Javier Maroto, Iñaki Oyarzabal, o Jaime De los Santos…

Yadira Maestre, la líder evangélica vinculada al partido de Feijóo, está a cargo de la organización de una ceremonia con la pastora Evelyn Joshua, líder de una iglesia que publicita milagros homófobos.

La pastora ultraconservadora que “sana” la homosexualidad colabora con el PP desde hace años

El Gobierno de Rajoy firmó un acuerdo con la pastora ultraconservadora para que presos limpiaran gratis su templo

Por Danilo Albin

Pocas semanas después de participar en un acto del PP, la pastora evangélica Yadira Maestre tiene otro escenario en mente. Los días 28 y 29 de abril abrirá la puerta del polideportivo de Fuenlabrada a Evelyn Joshua, una telepredicadora nigeriana que ofrece curaciones milagrosas de todo tipo. En su catálogo de “sanaciones” figura la homosexualidad.

Maestre y su iglesia, el Centro Apostólico Cristo Viene, están volcados en la organización del evento que tendrá a Joshua como protagonista y en el que se llevarán a cabo supuestas curaciones mágicas. La entrada será gratuita y no se permitirá el acceso a menores de 12 años. El recinto elegido es de propiedad municipal con capacidad para 5.700 personas.

Los interesados en recibir curaciones milagrosas tendrán que pasar primero por el templo de Maestre, situada en el barrio de Usera. Allí deberán presentar, antes del 24 de abril, un “informe médico” y “cualquier dispositivo médico” que el afectado esté utilizando.

La encargada de curarles será Evelyn Joshua, pastora principal y líder del denominado Ministerio Cristiano carismático La Sinagoga, Iglesia de Todas Las Naciones (SCOAN), con sede en una calle de Lagos (Nigeria) que lleva el nombre de su marido, el también telepredicador T.B. Joshua. Ambos son propietarios de Emmanuel TV, una cadena que cuenta con más de un millón de suscriptores en YouTube.

“Espíritu de la homosexualidad”

En la sede de la SCOAN se han registrado actos cargados de homofobia. Algunos han ocurrido con personas allí presentes, mientras que otros han tenido lugar pantalla de por medio gracias a Emmanuel TV. En esta última categoría entra la historia de Rodrigo, un mexicano que contó que “desde sus primeros años, se había encontrado atraído por su mismo sexo” e incluso “confesó haber dormido con dos hombres en el pasado”.

Entonces llegó la curación a todos sus males. “Sus palmas estaban sudorosas, su cuerpo vibraba y se sentía mareado”, dice el relato publicitado por SCOAN en castellano.

“Espíritu de la homosexualidad desalojado” es el título de otro milagro, en este caso producido en la propia sede de la secta. El protagonista fue Sumaila Benjamin, natural del estado de Edo en Nigeria, quien “se veía afligido por el espíritu de la homosexualidad”.

“Su problema comenzó cuando tenía dieciséis o diecisiete años. En aquella época trabajaba para un jefe que permitía que sus trabajadores masculinos durmiesen todos juntos, y Sumaila comenzó a notar que, mientras dormía, alguien le bajaba los pantalones“, señala la iglesia de la pastora Joshua. “Su necesidad de mantener relaciones con su mismo sexo se acrecentó y siguió atormentándolo”, añade.

“Afecto por los hombres”

En el caso de Marcelo, un hombre argentino que viajó a Lagos para ser “liberado” de su homosexualidad, el esperpéntico relato sitúa una violación como punto de partida de la atracción por personas del mismo sexo.

Su “curación” se produjo un fin de semana de abril de 2016. “El domingo pasado, cuando el hombre de Dios le hizo la profecía primero y lo liberó después, sintió como si caminase por el aire, como si una descarga eléctrica lo hubiera alcanzado”, relata la secta.

La cosa no terminó ahí. “Después de la oración, el espíritu lo abandonó para siempre, y dejó de sentir afecto por los hombres. Ahora ya es capaz de ver la belleza en una mujer, y ha dejado de sentirse atraído por las personas de su mismo sexo“, subraya.

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“Atraía a casados”

La secta también se arroga la capacidad de curar a mujeres descarriadas. Así ocurrió en el caso de Mafora, una joven sudafricana que “se había casado a la tierna edad de veintiún años, y su vida no tardó en precipitarse en el caldero del consumo de tabaco y alcohol, y en las aventuras fuera del matrimonio”. Su pecado: “Atraía a los hombres casados”.

El turbulento matrimonio acabó en divorcio hace ahora cinco años, pero la actividad demoníaca no cesó, sino que pareció intensificarse“, decía el testimonio difundido en agosto de 2018. La mujer “comenzó a participar activamente en aventuras con hombres casados, amparándose en el ilícito eslogan de sin ataduras”, agrega el grupo liderado por Evelyn Joshua. El próximo 28, la telepredicadora aterrizará en Fuenlabrada de la mano de la pastora amiga del PP.

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Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.

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La historia de “X. X.”, un eclesiástico homosexual que pasó por las ‘terapias de conversión’ y “pensó que no tenía más opción que suicidarse”

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«Nada que Curar», la guía que ayuda a combatir con información científica las denominadas terapias de conversión

 

Fuente Público/Cristianos Gays

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Desestimado en Nigeria un caso contra 47 hombres gays

Martes, 3 de noviembre de 2020
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106131-20111207Juez desestima el caso de 47 hombres nigerianos acusados de sexo gay después de que los fiscales ni siquiera se presentasen

Un juez nigeriano desestimó un caso contra 47 hombres acusados de sexo gay después de que los fiscales no se presentaron en el tribunal ni llamaron a testigos. El caso de alto perfil fue ampliamente visto como una prueba de la ley de prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo (SSMPA) del país, que castiga las relaciones homosexuales con hasta 14 años de prisión. 

Los hombres fueron arrestados en una redada en un hotel de Lagos en 2018. La policía afirmó que estaban siendo “iniciados” en un club gay, pero los hombres insistieron en que era solo una fiesta de cumpleaños.

A pesar de que los 47 acusados se declararon inocentes, un día después de su arresto fueron identificados públicamente por la policía en una conferencia de prensa televisada. La atención de los medios hizo que los hombres fueran fuertemente estigmatizados en los dos años previos al juicio.

Su terrible experiencia finalmente terminó el martes (27 de octubre), cuando el juez Rilwan Aikawa sobreseyó el caso debido a la “falta de un enjuiciamiento diligente”. Los fiscales ni siquiera se atrevieron a asistir a la audiencia en el Tribunal Superior Federal de Lagos, ya que anteriormente no habían presentado testigos en un caso que había sido aplazado en varias ocasiones.

Emmanuel Sadi, de la Initiative for Equal Rights (Iniciativa para la Igualdad de Derechos), dijo que el resultado del caso planteó dudas sobre la ley utilizada para acusar a los hombres. “Ni siquiera se puede construir un caso en torno a eso”, le dijo a Aljazeera. “Espero que [el gobierno] se dé cuenta de lo redundante que es como ley y que estén dispuestos a eliminarla o revocarla”.

La SSMPA fue aprobada por el ex presidente nigeriano Goodluck Jonathan en 2014. Además de prohibir las relaciones entre personas del mismo sexo, también hace que una persona que “se registre, opere o participe en clubes, sociedades y organizaciones gays, o que, directa o indirectamente, haga una demostración pública relación amorosa entre personas del mismo sexo” condenable a 10 años de prisión.

Los abogados de la acusación y la defensa dijeron a Reuters que nadie ha sido condenado según la ley, lo que llevó al juicio a ser visto como un caso de prueba que podría ayudar a establecer la carga de la prueba. Si bien los hombres celebraron el sobreseimiento del caso, aún deben vivir con el estigma que causó. Uno de los acusados, Chris Agiriga, dijo que el fallo no lo ayudaría a reconciliarse con su familia que lo había rechazado por el asunto. “Desde los últimos dos años, esto ha causado mucho daño en mi vida”, dijo.

LGTBfobia de Estado en Nigeria

Mientras la Comunidad LGTBI de Nigeria nos da una lección de Orgullo a todos, la última noticia que publicábamos el pasado enero, era la referente a un hombre azotado 14 veces en un día como “terapia de conversión” por ser gay.  En 2018, Adeniyi Raji, un solicitante de asilo en el Reino Unido quien tras rechazar su solicitud de asilo  se enfrenta a la deportación a Nigeria anteriormente, Nneka Obazee, que intentaba suicidarse tras ser detenida para ser deportada a su país de origen, Nigeria, donde podría enfrentarse a la cárcel o incluso la muerte por lapidación al ser lesbiana.

Estas noticias lamentablemente no son novedad en el país africano. De hecho, esta redada se suma a otras similares. Recientemente, seis personas fueron arrestadas con los mismos cargos. Fue en el estado de Abia, donde de nuevo se enfrentan a penas de cárcel. Hace un año recogíamos en esta página la detención de otras 40 personas tras participar en un evento informativo sobre el VIH. Y en abril de 2017 nos hacíamos eco de la detención de otras 53 personas, acusadas de haber participado en una «boda gay». La mayoría de los detenidos eran jóvenes de entre 20 y 30 años.

Todas estas detenciones se dan bajo el amparo de un Estado que es agente perseguidor. En Nigeria, país con un influyente movimiento evangélico cristiano en el sur y un fuerte apoyo a la ley islámica en el norte, las relaciones homosexuales se castigan con penas que pueden llegar hasta los 14 años de cárcel o incluso hasta la muerte por lapidación en los estados del norte en los que además se aplica la sharía o ley islámica (el estado de Kaduna, de hecho, es uno de los que aplican en parte de su territorio). El pasado mes de abril recogíamos que 53 personas fueron detenidas en el país, acusadas de haber participado en una “boda gay”. La mayoría de los detenidos eran jóvenes de entre 20 y 30 años, que ya prestaron declaración ante el juez y que todavía esperan que se dicte sentencia.

Asímismo cabe recordar que a principios de 2014 el presidente Goodluck Jonathan promulgó una ley, que agrava el tratamiento penal para cualquier actividad relacionada con la realidad LGTB. Desde su entrada en vigor, de hecho, no han cesado de sucederse los actos de barbarie de la población civil contra las personas LGTB de Nigeria, alentados por los líderes políticos y religiosos, que han creado un ambiente de profunda homofobia social. Hemos informado de algunos de estos terribles hechos, aunque es de suponer que la información de la mayoría de este tipo de actos execrables no alcance a los medios de comunicación occidentales.

Así, por ejemplo, en enero de 2014, una multitud de miles de personas rodeaba un tribunal islámico, donde se juzgaba a once hombres acusados de practicar la homosexualidad, exigiendo su ejecución inmediata. Meses después, cuatro de los detenidos, que confesaron los hechos probablemente bajo tortura, fueron condenados a recibir públicamente 15 latigazos y al pago de una multa o un año de prisión. En febrero del mismo año, otra horda enfurecida asaltó los domicilios de doce homosexuales en la capital, Abuja, a quienes terminaron por arrancar de sus casas y golpearles incluso ante las puertas de la comisaría local. En las mismas fechas, en la localidad sureña de Port Harcourt, otros dos homosexuales fueron arrastrados fuera de su hogar y obligados a realizar actos sexuales ante una multitud agresiva.

En enero de 2015, la policía islámica de Kato, una ciudad al norte de Nigeria, comunicaba la detención de doce personas por participar en la celebración de una supuesta boda entre dos personas del mismo sexo. La ley vigente en Nigeria, anteriormente citada, castiga con hasta 14 años de prisión a quienes participen en una ceremonia de unión homosexual. En noviembre 21 estudiantes fueron detenidos acusados de prostitución masculina, según un periódico local.

En marzo de 2016, una turba violenta atacó a 20 jóvenes de quienes sospechaban, por su aspecto afeminado, que eran homosexuales. Todos ellos habían sido arrastrados fuera de sus casas y reunidos para golpearlos sin compasión. La brutal paliza a que les sometieron hizo temer por sus vidas. Ninguna de las víctimas quiso presentar denuncia, por temor a las represalias de sus agresores y por no enfrentarse al estigma de ser considerados homosexuales públicamente. En mayo, seis jóvenes fueron detenidos en Benin City acusados de mantener relaciones sexuales.

En el mes de octubre del mismo año, fue detenido un hombre acusado de mantener relaciones homosexuales, tras negarse a ser víctima de un chantaje. Al parecer, todo fue urdido por una pareja de madre e hijo, que se dedican a extorsionar a homosexuales con la amenaza de denuncia. Tras la negativa, la Policía procedió casi inmediatamente al arresto.

Posteriormente, en diciembre dimos la noticia de que un magistrado del Tribunal de Damaturu, la capital del estado de Yobe, había condenado a cinco hombres a sendos siete años de prisión por haber mantenido relaciones sexuales con personas de su mismo sexo.

En abril de  2017, publicamos la detención de 53 personas, a quienes se acusaba de participar en la celebración de una supuesta “boda gay”.

Y en abril de este año 2020 nos hacíamos eco de que un Oficial de policía nigeriano bisexual y su compañero estuvieron a punto de ser asesinados por matones.Todo lo que hizo un agente de policía fue presuntamente tener sexo con su pareja masculina en Nigeria, sin embargo, Chibuike Ukazu y su pareja fueron brutalmente golpeados y desnudados por una turba de jóvenes.

Actuaciones de este tipo provocaron que el Parlamento Europeo aprobara en marzo de 2014, con el acuerdo de los principales grupos, una resolución de condena a las leyes homófobas de Uganda y Nigeria. El texto de la resolución solicitaba su derogación y proponía que si no había marcha atrás se suspendiese a los dos países del acuerdo de Cotonú sobre intercambio comercial y asistencia entre la Unión Europea y los estados de África, Caribe y Pacífico.

Sin embargo, la directora del programa africano del Centro Europeo para la Gestión de Políticas de Desarrollo (ECDPM), Faten Aggard-Clerx, muy crítica con lo que considera una postura hipócrita de la Unión Europea, se preguntaba, en referencia a Nigeria, si el organismo europeo está dispuesto a “mantener sus valores a pesar de sus intereses en algunas partes de África”. Aggard-Clerx denunciaba que la Unión Europea no había alzado la voz contra las leyes homófobas aprobadas en Etiopía en 2004, pero sí lo hacía una vez que las condenas por homosexualidad iban a carecer de la posibilidad de indulto. También ponía el ejemplo del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, muy criticado por aprobar una ley fuertemente homófoba, pero alabado por su papel en Sudán del Sur.

Parece haber servido de poco, sin embargo. En enero de 2017 nos hacíamos eco de un informe de la organización The Initiative for Equal Rights, que denunciaba hasta 152 graves vulneraciones de los derechos humanos de la población LGTB entre diciembre de 2015 y noviembre de 2016. Evidentemente, se trata de las denuncias que han llegado a conocimiento de las organizaciones de defensa de los derechos humanos. En un país en el que la homosexualidad está fuertemente castigada por el Código Penal y sufre un fortísimo rechazo social, el número real es con seguridad mucho mayor.

Fuente Pink News/Cristianos Gays

General, Homofobia/ Transfobia. , , , , , ,

Los 57 arrestados como sospechosos de ser gays en Nigeria son Acusados de pertenecer a un «culto secreto»

Jueves, 6 de septiembre de 2018
Comentarios desactivados en Los 57 arrestados como sospechosos de ser gays en Nigeria son Acusados de pertenecer a un «culto secreto»

640x0-youtube-nz0yeftsv1c-acusados-de-pertenecer-a-un-culto-secreto-los-57-arrestados-como-sospechosos-de-ser-gays-en-nigeriaFoto Youtube

Era noticia que publicábamos hace unos días. El pasado domingo, 26 de agosto, un grupo de alrededor de 80 personas se encuentra celebrando un cumpleaños en un hotel de Egbeda, en la provincia de Lagos, cuando son interrumpidos por una redada de la policía que arresta a 57 de los invitados como sospechosos de estar participando en «actividades homosexuales». Se trata de la segunda acción policial de este tipo en el mes de agosto en Nigeria, después de que arrestaran a 6 personas en otro hotel del estado de Abia por la misma razón. Este jueves, 30 de agosto, un tribunal les acusa con tres cargos de conspiración, reunión legal y por pertenecer a un «culto secreto».

Un magistrado ha ordenado que los arrestados permanezcan en prisión bajo fianza de 200.000 narias (alrededor de 475 euros), aplazando el proceso para el 10 de septiembre. Los artículos 214 y 217 del capítulo 21 del Código Penal de Nigeria condena las relaciones entre personas del mismo sexo con penas de hasta 14 años de cárcel, aunque en 12 estados del norte donde se aplica la ley Sharia podrían haberse enfrentado a la muerte por lapidación. Todos los acusados se han declarado inocentes de todos los cargos, así como niegan la versión de la policía de lo sucedido.

«Fui a una fiesta de cumpleaños y la mayoría de nosotros no nos conocemos (…). Fui invitado por mi amigo Muyiwa, y no solo éramos chicos en la fiesta, estábamos con algunas chicas y otras estaban en las habitaciones del hotel vistiéndose para la fiesta», declara un arrestado de 25 años de edad que asegura que estaba simplemente adquiriendo una bebida en el pasillo cuando irrumpe la policía arrestando a cualquier persona, incluyendo algunas chicas que después dejaron marchar, así como no les comunicaron los cargos por los que les arrestaban hasta dos días después. «Al principio, la policía nos dijo que encontraron algunas drogas ilegales, como shisha, tramadol y otras, pero los que estaban en posesión [de estas sustancias] salieron y reclamaron su posesión (…). Nos acusaron de ser homosexuales. Yo no lo soy, fui allí de fiesta. También nos acusaron de ser iniciados, pero no se fundó ningún material de iniciación con nosotros o en el lugar», asegura el joven.

«Estaba en la recepción cuando llegó la policía y me dijeron que me echara al suelo, lo que hice con gusto porque sabía que no había cometido ningún delito. Pero he sido acusado de ser gay. Todos los esfuerzos por explicar a la policía y mostrarles la prueba de mi invitación al desfile y las imágenes resultaron rechazados», declara otro arrestado de 23 años de edad que asegura que estaba hospedado en el hotel por una noche de vuelta de una competición en la que había participado y que no conoce a ninguno de los invitados a la fiesta. También asegura no conocer previamente a ninguno de los invitados otro de los arrestados, que simplemente vio que se estaba celebrando algo y decidió unirse a la fiesta.

Son habituales en Nigeria este tipo de actuaciones policiales en lugares públicos en los que se producen reuniones de personas que son acusadas de estar realizando «actos homosexuales». La primera ministra británica reconocía la responsabilidad en la herencia homofóbica de la era colonial que persiste en 36 países de los 53 que conforman la Commonwealth. «Lamento profundamente el hecho de que se introdujeran esas leyes, y el legado de discriminación, violencia e incluso muerte que persiste hoy», declaraba Theresa May, asumiendo la responsabilidad del Reino Unido en este terrible legado cultural.

LGTBfobia de Estado en Nigeria

Mientras la Comunidad LGTBI de Nigeria nos da una lección de Orgullo a todos, la última noticia que publicábamos era la referente a Adeniyi Raji, un solicitante de asilo en el Reino Unido quien tras rechazar su solicitud de asilo  se enfrenta a la deportación a Nigeria anteriormente, Nneka Obazee, que intentaba suicidarse tras ser detenida para ser deportada a su país de origen, Nigeria, donde podría enfrentarse a la cárcel o incluso la muerte por lapidación al ser lesbiana.

Estas noticias lamentablemente no son novedad en el país africano. De hecho, esta redada se suma a otras similares. Recientemente, seis personas fueron arrestadas con los mismos cargos. Fue en el estado de Abia, donde de nuevo se enfrentan a penas de cárcel. Hace un año recogíamos en esta página la detención de otras 40 personas tras participar en un evento informativo sobre el VIH. Y en abril de 2017 nos hacíamos eco de la detención de otras 53 personas, acusadas de haber participado en una «boda gay». La mayoría de los detenidos eran jóvenes de entre 20 y 30 años.

Todas estas detenciones se dan bajo el amparo de un Estado que es agente perseguidor. En Nigeria, país con un influyente movimiento evangélico cristiano en el sur y un fuerte apoyo a la ley islámica en el norte, las relaciones homosexuales se castigan con penas que pueden llegar hasta los 14 años de cárcel o incluso hasta la muerte por lapidación en los estados del norte en los que además se aplica la sharía o ley islámica (el estado de Kaduna, de hecho, es uno de los que aplican en parte de su territorio). El pasado mes de abril recogíamos que 53 personas fueron detenidas en el país, acusadas de haber participado en una “boda gay”. La mayoría de los detenidos eran jóvenes de entre 20 y 30 años, que ya prestaron declaración ante el juez y que todavía esperan que se dicte sentencia.

Asímismo cabe recordar que a principios de 2014 el presidente Goodluck Jonathan promulgó una ley, que agrava el tratamiento penal para cualquier actividad relacionada con la realidad LGTB. Desde su entrada en vigor, de hecho, no han cesado de sucederse los actos de barbarie de la población civil contra las personas LGTB de Nigeria, alentados por los líderes políticos y religiosos, que han creado un ambiente de profunda homofobia social. Hemos informado de algunos de estos terribles hechos, aunque es de suponer que la información de la mayoría de este tipo de actos execrables no alcance a los medios de comunicación occidentales.

Así, por ejemplo, en enero de 2014, una multitud de miles de personas rodeaba un tribunal islámico, donde se juzgaba a once hombres acusados de practicar la homosexualidad, exigiendo su ejecución inmediata. Meses después, cuatro de los detenidos, que confesaron los hechos probablemente bajo tortura, fueron condenados a recibir públicamente 15 latigazos y al pago de una multa o un año de prisión. En febrero del mismo año, otra horda enfurecida asaltó los domicilios de doce homosexuales en la capital, Abuja, a quienes terminaron por arrancar de sus casas y golpearles incluso ante las puertas de la comisaría local. En las mismas fechas, en la localidad sureña de Port Harcourt, otros dos homosexuales fueron arrastrados fuera de su hogar y obligados a realizar actos sexuales ante una multitud agresiva.

En enero de 2015, la policía islámica de Kato, una ciudad al norte de Nigeria, comunicaba la detención de doce personas por participar en la celebración de una supuesta boda entre dos personas del mismo sexo. La ley vigente en Nigeria, anteriormente citada, castiga con hasta 14 años de prisión a quienes participen en una ceremonia de unión homosexual. En noviembre 21 estudiantes fueron detenidos acusados de prostitución masculina, según un periódico local.

En marzo de 2016, una turba violenta atacó a 20 jóvenes de quienes sospechaban, por su aspecto afeminado, que eran homosexuales. Todos ellos habían sido arrastrados fuera de sus casas y reunidos para golpearlos sin compasión. La brutal paliza a que les sometieron hizo temer por sus vidas. Ninguna de las víctimas quiso presentar denuncia, por temor a las represalias de sus agresores y por no enfrentarse al estigma de ser considerados homosexuales públicamente. En mayo, seis jóvenes fueron detenidos en Benin City acusados de mantener relaciones sexuales.

En el mes de octubre del mismo año, fue detenido un hombre acusado de mantener relaciones homosexuales, tras negarse a ser víctima de un chantaje. Al parecer, todo fue urdido por una pareja de madre e hijo, que se dedican a extorsionar a homosexuales con la amenaza de denuncia. Tras la negativa, la Policía procedió casi inmediatamente al arresto.

Posteriormente, en diciembre dimos la noticia de que un magistrado del Tribunal de Damaturu, la capital del estado de Yobe, había condenado a cinco hombres a sendos siete años de prisión por haber mantenido relaciones sexuales con personas de su mismo sexo.

En abril de este 2017, publicamos la detención de 53 personas, a quienes se acusaba de participar en la celebración de una supuesta “boda gay”.

Actuaciones de este tipo provocaron que el Parlamento Europeo aprobara en marzo de 2014, con el acuerdo de los principales grupos, una resolución de condena a las leyes homófobas de Uganda y Nigeria. El texto de la resolución solicitaba su derogación y proponía que si no había marcha atrás se suspendiese a los dos países del acuerdo de Cotonú sobre intercambio comercial y asistencia entre la Unión Europea y los estados de África, Caribe y Pacífico.

Sin embargo, la directora del programa africano del Centro Europeo para la Gestión de Políticas de Desarrollo (ECDPM), Faten Aggard-Clerx, muy crítica con lo que considera una postura hipócrita de la Unión Europea, se preguntaba, en referencia a Nigeria, si el organismo europeo está dispuesto a “mantener sus valores a pesar de sus intereses en algunas partes de África”. Aggard-Clerx denunciaba que la Unión Europea no había alzado la voz contra las leyes homófobas aprobadas en Etiopía en 2004, pero sí lo hacía una vez que las condenas por homosexualidad iban a carecer de la posibilidad de indulto. También ponía el ejemplo del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, muy criticado por aprobar una ley fuertemente homófoba, pero alabado por su papel en Sudán del Sur.

Parece haber servido de poco, sin embargo. En enero del pasado año nos hacíamos eco de un informe de la organización The Initiative for Equal Rights, que denunciaba hasta 152 graves vulneraciones de los derechos humanos de la población LGTB entre diciembre de 2015 y noviembre de 2016. Evidentemente, se trata de las denuncias que han llegado a conocimiento de las organizaciones de defensa de los derechos humanos. En un país en el que la homosexualidad está fuertemente castigada por el Código Penal y sufre un fortísimo rechazo social, el número real es con seguridad mucho mayor.

Fuente Universogay/Cristianos Gays

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Nigeria: 57 arrestados en una redada acusados de mantener relaciones homosexuales. Se enfrentan a una posible pena de 14 años de cárcel

Jueves, 30 de agosto de 2018
Comentarios desactivados en Nigeria: 57 arrestados en una redada acusados de mantener relaciones homosexuales. Se enfrentan a una posible pena de 14 años de cárcel

lagos-arrested-lagos-state-police_640x345_acf_croppedDesgraciadamente Nigeria vuelve a ser noticia por la LGTBfobia de Estado. 57 hombres han sido arrestados, acusados de homosexualidad y consumo de drogas. Pueden ser condenadas con hasta 14 años de cárcel. Esta última redada se suma a otros episodios similares en un país que penaliza por ley las relaciones entre personas del mismo sexo y donde nueve estados del norte tienen en vigor la pena de muerte, al aplicarse allí la ley islámica.

De nuevo Nigeria salta a los medios por la persecución de Estado contra las personas LGTB. El pasado domingo 26 de agosto, una redada a las dos de la madrugada acabó con 57 personas detenidas y acusadas de mantener relaciones homosexuales.

Al haber sido arrestadas en Egbeda (estado de Lagos), encaran una posible condena de 14 años. Pero podría haber sido incluso peor, pues de haberse encontrado en algunos de los estados donde se aplica la ley islámica, la condena habría sido a muerte. Además del cargo por relaciones homosexuales, les acusan también de consumo de sustancias prohibidas, según las declaraciones en rueda de prensa del portavoz de la policía.

Sin embargo, los asistentes niegan los cargos, en especial rechazan la acusación de homosexualidad, lo cual, dada la persecución legal, es una línea de defensa comprensible. Argumentan o bien que la fiesta no era gay o que asistieron a ella por otros motivos al de que fueran homosexuales: «Era una fiesta de cumpleaños y la mayoría de nosotros no nos conocíamos… No solo éramos chicos, había también algunas mujeres con nosotros y otras estaban en las habitaciones del hotel vistiéndose para la fiesta», declaró uno de los detenidos, un graduado de 25 años en Comunicación por la Universidad Olabisi Onabanjo.

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LGTBfobia de Estado en Nigeria

Mientras la Comunidad LGTBI de Nigeria nos da una lección de Orgullo a todos, la última noticia que publicábamos era la referente a Adeniyi Raji, un solicitante de asilo en el Reino Unido quien tras rechazar su solicitud de asilo  se enfrenta a la deportación a Nigeria anteriormente, Nneka Obazee, que intentaba suicidarse tras ser detenida para ser deportada a su país de origen, Nigeria, donde podría enfrentarse a la cárcel o incluso la muerte por lapidación al ser lesbiana.

Estas noticias lamentablemente no son novedad en el país africano. De hecho, esta redada se suma a otras similares. Recientemente, seis personas fueron arrestadas con los mismos cargos. Fue en el estado de Abia, donde de nuevo se enfrentan a penas de cárcel. Hace un año recogíamos en esta página la detención de otras 40 personas tras participar en un evento informativo sobre el VIH. Y en abril de 2017 nos hacíamos eco de la detención de otras 53 personas, acusadas de haber participado en una «boda gay». La mayoría de los detenidos eran jóvenes de entre 20 y 30 años.

nigeria-policeTodas estas detenciones se dan bajo el amparo de un Estado que es agente perseguidor. En Nigeria, país con un influyente movimiento evangélico cristiano en el sur y un fuerte apoyo a la ley islámica en el norte, las relaciones homosexuales se castigan con penas que pueden llegar hasta los 14 años de cárcel o incluso hasta la muerte por lapidación en los estados del norte en los que además se aplica la sharía o ley islámica (el estado de Kaduna, de hecho, es uno de los que aplican en parte de su territorio). El pasado mes de abril recogíamos que 53 personas fueron detenidas en el país, acusadas de haber participado en una “boda gay”. La mayoría de los detenidos eran jóvenes de entre 20 y 30 años, que ya prestaron declaración ante el juez y que todavía esperan que se dicte sentencia.

Asímismo cabe recordar que a principios de 2014 el presidente Goodluck Jonathan promulgó una ley, que agrava el tratamiento penal para cualquier actividad relacionada con la realidad LGTB. Desde su entrada en vigor, de hecho, no han cesado de sucederse los actos de barbarie de la población civil contra las personas LGTB de Nigeria, alentados por los líderes políticos y religiosos, que han creado un ambiente de profunda homofobia social. Hemos informado de algunos de estos terribles hechos, aunque es de suponer que la información de la mayoría de este tipo de actos execrables no alcance a los medios de comunicación occidentales.

Así, por ejemplo, en enero de 2014, una multitud de miles de personas rodeaba un tribunal islámico, donde se juzgaba a once hombres acusados de practicar la homosexualidad, exigiendo su ejecución inmediata. Meses después, cuatro de los detenidos, que confesaron los hechos probablemente bajo tortura, fueron condenados a recibir públicamente 15 latigazos y al pago de una multa o un año de prisión. En febrero del mismo año, otra horda enfurecida asaltó los domicilios de doce homosexuales en la capital, Abuja, a quienes terminaron por arrancar de sus casas y golpearles incluso ante las puertas de la comisaría local. En las mismas fechas, en la localidad sureña de Port Harcourt, otros dos homosexuales fueron arrastrados fuera de su hogar y obligados a realizar actos sexuales ante una multitud agresiva.

En enero de 2015, la policía islámica de Kato, una ciudad al norte de Nigeria, comunicaba la detención de doce personas por participar en la celebración de una supuesta boda entre dos personas del mismo sexo. La ley vigente en Nigeria, anteriormente citada, castiga con hasta 14 años de prisión a quienes participen en una ceremonia de unión homosexual. En noviembre 21 estudiantes fueron detenidos acusados de prostitución masculina, según un periódico local.

En marzo de 2016, una turba violenta atacó a 20 jóvenes de quienes sospechaban, por su aspecto afeminado, que eran homosexuales. Todos ellos habían sido arrastrados fuera de sus casas y reunidos para golpearlos sin compasión. La brutal paliza a que les sometieron hizo temer por sus vidas. Ninguna de las víctimas quiso presentar denuncia, por temor a las represalias de sus agresores y por no enfrentarse al estigma de ser considerados homosexuales públicamente. En mayo, seis jóvenes fueron detenidos en Benin City acusados de mantener relaciones sexuales.

En el mes de octubre del mismo año, fue detenido un hombre acusado de mantener relaciones homosexuales, tras negarse a ser víctima de un chantaje. Al parecer, todo fue urdido por una pareja de madre e hijo, que se dedican a extorsionar a homosexuales con la amenaza de denuncia. Tras la negativa, la Policía procedió casi inmediatamente al arresto.

gettyimages-463808219-650x440Posteriormente, en diciembre dimos la noticia de que un magistrado del Tribunal de Damaturu, la capital del estado de Yobe, había condenado a cinco hombres a sendos siete años de prisión por haber mantenido relaciones sexuales con personas de su mismo sexo.

En abril de este 2017, publicamos la detención de 53 personas, a quienes se acusaba de participar en la celebración de una supuesta “boda gay”.

Actuaciones de este tipo provocaron que el Parlamento Europeo aprobara en marzo de 2014, con el acuerdo de los principales grupos, una resolución de condena a las leyes homófobas de Uganda y Nigeria. El texto de la resolución solicitaba su derogación y proponía que si no había marcha atrás se suspendiese a los dos países del acuerdo de Cotonú sobre intercambio comercial y asistencia entre la Unión Europea y los estados de África, Caribe y Pacífico.

Sin embargo, la directora del programa africano del Centro Europeo para la Gestión de Políticas de Desarrollo (ECDPM), Faten Aggard-Clerx, muy crítica con lo que considera una postura hipócrita de la Unión Europea, se preguntaba, en referencia a Nigeria, si el organismo europeo está dispuesto a “mantener sus valores a pesar de sus intereses en algunas partes de África”. Aggard-Clerx denunciaba que la Unión Europea no había alzado la voz contra las leyes homófobas aprobadas en Etiopía en 2004, pero sí lo hacía una vez que las condenas por homosexualidad iban a carecer de la posibilidad de indulto. También ponía el ejemplo del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, muy criticado por aprobar una ley fuertemente homófoba, pero alabado por su papel en Sudán del Sur.

Parece haber servido de poco, sin embargo. En enero del pasado año nos hacíamos eco de un informe de la organización The Initiative for Equal Rights, que denunciaba hasta 152 graves vulneraciones de los derechos humanos de la población LGTB entre diciembre de 2015 y noviembre de 2016. Evidentemente, se trata de las denuncias que han llegado a conocimiento de las organizaciones de defensa de los derechos humanos. En un país en el que la homosexualidad está fuertemente castigada por el Código Penal y sufre un fortísimo rechazo social, el número real es con seguridad mucho mayor.

Fuente Dosmanzanas/Cristianos gays

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Tras rechazar su solicitud de asilo en el Reino Unido, Adeniyi Raji se enfrenta a la deportación a Nigeria

Sábado, 16 de junio de 2018
Comentarios desactivados en Tras rechazar su solicitud de asilo en el Reino Unido, Adeniyi Raji se enfrenta a la deportación a Nigeria

dfghjkljhgf-237x160A pesar de que la homosexualidad es considerada un delito en Nigeria y de haber recibido una paliza y amenazas de muere, la solicitud de asilo por orientación sexual en el Reino Unido de Adeniyi Raji ha sido rechazada, por lo que ahora se enfrenta a la posible deportación si no prospera la apelación que ha interpuesto. 

Residente de Lagos, Adeniyi Raji, de 43 años de edad, es sorprendido por su esposa en la cama con otro hombre, lo que le lleva a huir del país tras divorciarse, perder sus trabajo y recibir una paliza y amenazas de muerte a través de las redes sociales. Solicita asilo en el Reino Unido en noviembre del año pasado, siendo puesto en libertad bajo fianza tras pasar por los centros de detención Harsmondsworth y Tinsley House. Después de que un tribunal de inmigración de primer nivel rechazara su solicitud, se encuentra actualmente en proceso de apelación y en riesgo de ser deportado de nuevo a Nigeria.

«Decidí ir al Reino Unido para buscar refugio y protección humanitaria [porque] mi vida estaba en peligro en Nigeria (…). Fui atacado en varias ocasiones. [Mi] exesposa nos sorprendió a mí y a mi expareja en la cama. Inmediatamente levantó la alarma, tan pronto como nos vio. La gente se reunió y comenzó a golpearnos severamente. Después, se divorció de mí», declara Raji, explicando que su jefe le despide por ser homosexual, siendo víctima del escarnio al publicar la policía su imagen y sus datos personales en los medios de comunicación con el objetivo de que le delataran y pudieran detenerle para enfrentarse a «la ira de la tierra como resultado de mi orientación sexual», siendo amenazado a través de las redes sociales con comentarios como «realmente dese que te mataran ese mismo día», «sabes que la práctica gay es una abominación en nuestra tierra» y «será mejor que abandones tus prácticas gays, si no podrías conseguir que te mataran en este país».

Las relaciones entre personas del mismo sexo se castigan con 14 años de prisión en Nigeria. Después de Pakistán y Bangladesh, Nigeria es el país de donde proceden la mayor cantidad de solicitudes de asilo basadas en la orientación sexual. Hasta 362 solicitudes de este tipo procedentes de Nigeria se presentan en el Reino Unido entre el 21 de junio de 2015 y marzo de 2017, de entre las que solo 63 consiguen el reconocimiento como refugiados, rechazando el 81 % restante. Según un informe de The Iniciative for Equal Rights, en 2016 llegan a producirse hasta 152 violaciones de los derechos de personas homosexuales.

«En Nigeria, la gente pone una llanta alrededor de tu cuello y te queman, y a nadie le importa; o te golpean hasta que mueres, y a nadie le importa. El Ministerio del Interior no cree en el impacto de las amenazas de los actores no estatales. La mayoría de las veces es difícil de probar [que alguien es gay], porque viven su vida privada en la clandestinidad. La mayoría no tiene un historial de vida [gay]. Ha habido un aumento en el número de nigerianos que buscan asilo en el Reino Unido sobre la base de su sexualidad», explica Bisi Alimi, ciudadano de origen nigeriano que dirige una campaña para apoyar los derechos de los miembros de la comunidad LGBT de Nigeria que solicitan asilo en el Reino Unido.

«El tribunal ha analizado su caso y ha anulado todas sus pruebas de que corre grave riesgo si lo trasladan a Nigeria, pero no ha habido pruebas de que los documentos no son genuinos», explica Bhaveshri Patel-Chandegra, abogado de Raji y especialista en inmigración del bufete de abogados Duncan Lewis. «A menudo son tratados como mentirosos», puntualiza Alimi, explicando que convierten en la responsabilidad de los refugiados demostrar que son homosexuales, lo que ya pone en riesgo sus vidas en caso de que sean deportados de nuevo a Nigeria, lo que le sucedía a Aderonke Apata, cuya solicitud era rechazada por considerar que no podía ser lesbiana si tenía hijos.

«El Reino Unido tiene un orgulloso historial de otorgar asilo a quienes necesitan nuestra protección y cada solicitud se considera cuidadosamente en función de sus méritos individuales. Hemos trabajado en estrecha colaboración con organizaciones y organizaciones benéficas, incluido Stonewall, UK Lesbian & Gay Inmigratin Group, y el alto comisionado de la ONU para los refugiados para mejorar nuestra orientación y capacitación para los trabajadores sociales de asilo», sostiene un portavoz del Ministerio del Interior.

LGTBfobia de Estado en Nigeria

Mientras la Comunidad LGTBI de Nigeria nos da una lección de Orgullo a todos, la última noticia que publicábamos era la referente a una solicitante de asilo en el Reino Unido, Nneka Obazee, que intentaba suicidarse tras ser detenida para ser deportada a su país de origen, Nigeria, donde podría enfrentarse a la cárcel o incluso la muerte por lapidación al ser lesbiana.

En Nigeria, país con un influyente movimiento evangélico cristiano en el sur y un fuerte apoyo a la ley islámica en el norte, las relaciones homosexuales se castigan con penas que pueden llegar hasta los 14 años de cárcel o incluso hasta la muerte por lapidación en los estados del norte en los que además se aplica la sharía o ley islámica (el estado de Kaduna, de hecho, es uno de los que aplican en parte de su territorio). El pasado mes de abril recogíamos que 53 personas fueron detenidas en el país, acusadas de haber participado en una “boda gay”. La mayoría de los detenidos eran jóvenes de entre 20 y 30 años, que ya prestaron declaración ante el juez y que todavía esperan que se dicte sentencia.

Cabe recordar que a principios de 2014 el presidente Goodluck Jonathan promulgó la mencionada ley, que agrava el tratamiento penal para cualquier actividad relacionada con la realidad LGTB. Desde su entrada en vigor, de hecho, no han cesado de sucederse los actos de barbarie de la población civil contra las personas LGTB de Nigeria, alentados por los líderes políticos y religiosos, que han creado un ambiente de profunda homofobia social. Hemos informado de algunos de estos terribles hechos, aunque es de suponer que la información de la mayoría de este tipo de actos execrables no alcance a los medios de comunicación occidentales.

En enero de 2014, una multitud de miles de personas rodeaba un tribunal islámico, donde se juzgaba a once hombres acusados de practicar la homosexualidad, exigiendo su ejecución inmediata. Meses después, cuatro de los detenidos, que confesaron los hechos probablemente bajo tortura, fueron condenados a recibir públicamente 15 latigazos y al pago de una multa o un año de prisión. En febrero del mismo año, otra horda enfurecida asaltó los domicilios de doce homosexuales en la capital, Abuja, a quienes terminaron por arrancar de sus casas y golpearles incluso ante las puertas de la comisaría local. En las mismas fechas, en la localidad sureña de Port Harcourt, otros dos homosexuales fueron arrastrados fuera de su hogar y obligados a realizar actos sexuales ante una multitud agresiva.

En enero de 2015, la policía islámica de Kato, una ciudad al norte de Nigeria, comunicaba la detención de doce personas por participar en la celebración de una supuesta boda entre dos personas del mismo sexo. La ley vigente en Nigeria, anteriormente citada, castiga con hasta 14 años de prisión a quienes participen en una ceremonia de unión homosexual. En noviembre 21 estudiantes fueron detenidos acusados de prostitución masculina, según un periódico local.

En marzo de 2016, una turba violenta atacó a 20 jóvenes de quienes sospechaban, por su aspecto afeminado, que eran homosexuales. Todos ellos habían sido arrastrados fuera de sus casas y reunidos para golpearlos sin compasión. La brutal paliza a que les sometieron hizo temer por sus vidas. Ninguna de las víctimas quiso presentar denuncia, por temor a las represalias de sus agresores y por no enfrentarse al estigma de ser considerados homosexuales públicamente. En mayo, seis jóvenes fueron detenidos en Benin City acusados de mantener relaciones sexuales.

En el mes de octubre del mismo año, fue detenido un hombre acusado de mantener relaciones homosexuales, tras negarse a ser víctima de un chantaje. Al parecer, todo fue urdido por una pareja de madre e hijo, que se dedican a extorsionar a homosexuales con la amenaza de denuncia. Tras la negativa, la Policía procedió casi inmediatamente al arresto.

Posteriormente, en diciembre dimos la noticia de que un magistrado del Tribunal de Damaturu, la capital del estado de Yobe, había condenado a cinco hombres a sendos siete años de prisión por haber mantenido relaciones sexuales con personas de su mismo sexo. En abril de este 2017, publicamos la detención de 53 personas, a quienes se acusaba de participar en la celebración de una supuesta “boda gay”.

Actuaciones de este tipo provocaron que el Parlamento Europeo aprobara en marzo de 2014, con el acuerdo de los principales grupos, una resolución de condena a las leyes homófobas de Uganda y Nigeria. El texto de la resolución solicitaba su derogación y proponía que si no había marcha atrás se suspendiese a los dos países del acuerdo de Cotonú sobre intercambio comercial y asistencia entre la Unión Europea y los estados de África, Caribe y Pacífico.

Sin embargo, la directora del programa africano del Centro Europeo para la Gestión de Políticas de Desarrollo (ECDPM), Faten Aggard-Clerx, muy crítica con lo que considera una postura hipócrita de la Unión Europea, se preguntaba, en referencia a Nigeria, si el organismo europeo está dispuesto a “mantener sus valores a pesar de sus intereses en algunas partes de África”. Aggard-Clerx denunciaba que la Unión Europea no había alzado la voz contra las leyes homófobas aprobadas en Etiopía en 2004, pero sí lo hacía una vez que las condenas por homosexualidad iban a carecer de la posibilidad de indulto. También ponía el ejemplo del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, muy criticado por aprobar una ley fuertemente homófoba, pero alabado por su papel en Sudán del Sur.

Parece haber servido de poco, sin embargo. En enero del pasado año nos hacíamos eco de un informe de la organización The Initiative for Equal Rights, que denunciaba hasta 152 graves vulneraciones de los derechos humanos de la población LGTB entre diciembre de 2015 y noviembre de 2016. Evidentemente, se trata de las denuncias que han llegado a conocimiento de las organizaciones de defensa de los derechos humanos. En un país en el que la homosexualidad está fuertemente castigada por el Código Penal y sufre un fortísimo rechazo social, el número real es con seguridad mucho mayor.

Fuente Universogay/Cristianos Gays

General, Homofobia/ Transfobia. , , , , , , , , ,

La Comunidad LGTBI de Nigeria nos da una lección de Orgullo a todos

Jueves, 7 de junio de 2018
Comentarios desactivados en La Comunidad LGTBI de Nigeria nos da una lección de Orgullo a todos

marcha-lgtbi-muertes-nigeria-696x522La organización LGTBI Bisi Alimi se atreve a marchar en el Día Nacional de Luto de Nigeria con pancartas que recuerdan a las víctimas de la violencia LGTBfóbica.

Ser homosexual en Nigeria es ilegal y puede suponer pena de muerte o de 14 años de prisión

Llega el verano y arranca la temporada de Orgullos que, como ya sabéis, va de enero a diciembre aunque el momento fuerte sea todo el mes de junio. Y resulta que antes de que arrancara el Pride Month (como se llama ahora) en Nigeria un grupo de activistas nos pasaron la mano por la cara demostrando qué  es realmente el Orgullo. Aunque, técnicamente, esto no ha sido un Orgullo.

El pasado 28 de mayo en Nigeria se celebró el Día Nacional de Luto, que es el día en que el país conmemora las vidas de todos los nigerianos que murieron en diferentes actos de violencia. Pero en la marcha, celebrada en Lagos, suele olvidarse a las víctimas de una violencia muy concreta que este año han decidido alzar la voz: el colectivo LGTB+.

La Fundación Bisi Alimi, que recibe el nombre de un activista que tuvo que huir del país en 2004 tras anunciar su homosexualidad en televisión, se atrevió a organizar una pequeña manifestación para recordar a todas las personas LGTB+ que han muerto a manos de la violencia LGTBfóbica en el país. Que es mucha.

Ser homosexual es ilegal en Nigeria y está castigado con pena de muerte por lapidación en los estados norteños del país mientras en los del sur puede suponer una condena de hasta 14 años de cárcel. Como han señalado varios activistas, el simple hecho de salir a la calle con pancartas que mencionan a las personas LGTBI+ podía haberles supuesto un tremendo problema con la justicia; y así es como la Fundación Bisi Alimi ha demostrado qué significa realmente el Orgullo (aunque no fuera un Orgullo).

Esto es INCREÍBLE, @bisialimi. Es tan VALIENTE, vuestro equipo se merece algunos ELOGIOS. Dios mío, organizar una manifestación con pancartas LGTBI y no ser linchados es un magnífico desarrollo. ¿Cómo lo habéis conseguido?

En las pancartas que los miembros de Bisi Alimi mostraron durante la manifestación podían leerse frases como “Nuestro silencio por los asesinatos de nigerianos LGTBI ya no es de oro” o “También recordamos a las personas LGTBI de Nigeria asesinadas por ser quiénes eran” o “Las personas LGTBI también son asesinadas ¿por qué nos callamos?

 

En un momento de la manifestación la policía se acercó a una de las participantes, pero no hubo problemas. “Algunos policías vinieron a pedirme que les explicara qué significaba LGBTI.” explica la activista Rebecca E. Rose, “lo hice y me preguntó si tenía permiso para llevar esa pancarta. Le dije: ‘No necesito permiso, conozco la ley’. El hombre nos dejó en paz“.

Acuérdate de estos valientes nigerianos y nigerianas cuando venga el próximo hetero a decirte que ya no hace falta el día del Orgullo. Y acuérdate también del inmenso privilegio del que disfrutas por haber nacido donde has nacido cuando este año te subas a enseñar abdominales en una carroza.

LGTBfobia de Estado en Nigeria

La última noticia que publicábamos era la referente a una solicitante de asilo en el Reino Unido, Nneka Obazee, que intentaba suicidarse tras ser detenida para ser deportada a su país de origen, Nigeria, donde podría enfrentarse a la cárcel o incluso la muerte por lapidación al ser lesbiana.

En Nigeria, país con un influyente movimiento evangélico cristiano en el sur y un fuerte apoyo a la ley islámica en el norte, las relaciones homosexuales se castigan con penas que pueden llegar hasta los 14 años de cárcel o incluso hasta la muerte por lapidación en los estados del norte en los que además se aplica la sharía o ley islámica (el estado de Kaduna, de hecho, es uno de los que aplican en parte de su territorio). El pasado mes de abril recogíamos que 53 personas fueron detenidas en el país, acusadas de haber participado en una “boda gay”. La mayoría de los detenidos eran jóvenes de entre 20 y 30 años, que ya prestaron declaración ante el juez y que todavía esperan que se dicte sentencia.

Cabe recordar que a principios de 2014 el presidente Goodluck Jonathan promulgó la mencionada ley, que agrava el tratamiento penal para cualquier actividad relacionada con la realidad LGTB. Desde su entrada en vigor, de hecho, no han cesado de sucederse los actos de barbarie de la población civil contra las personas LGTB de Nigeria, alentados por los líderes políticos y religiosos, que han creado un ambiente de profunda homofobia social. Hemos informado de algunos de estos terribles hechos, aunque es de suponer que la información de la mayoría de este tipo de actos execrables no alcance a los medios de comunicación occidentales.

En enero de 2014, una multitud de miles de personas rodeaba un tribunal islámico, donde se juzgaba a once hombres acusados de practicar la homosexualidad, exigiendo su ejecución inmediata. Meses después, cuatro de los detenidos, que confesaron los hechos probablemente bajo tortura, fueron condenados a recibir públicamente 15 latigazos y al pago de una multa o un año de prisión. En febrero del mismo año, otra horda enfurecida asaltó los domicilios de doce homosexuales en la capital, Abuja, a quienes terminaron por arrancar de sus casas y golpearles incluso ante las puertas de la comisaría local. En las mismas fechas, en la localidad sureña de Port Harcourt, otros dos homosexuales fueron arrastrados fuera de su hogar y obligados a realizar actos sexuales ante una multitud agresiva.

En enero de 2015, la policía islámica de Kato, una ciudad al norte de Nigeria, comunicaba la detención de doce personas por participar en la celebración de una supuesta boda entre dos personas del mismo sexo. La ley vigente en Nigeria, anteriormente citada, castiga con hasta 14 años de prisión a quienes participen en una ceremonia de unión homosexual. En noviembre 21 estudiantes fueron detenidos acusados de prostitución masculina, según un periódico local.

En marzo de 2016, una turba violenta atacó a 20 jóvenes de quienes sospechaban, por su aspecto afeminado, que eran homosexuales. Todos ellos habían sido arrastrados fuera de sus casas y reunidos para golpearlos sin compasión. La brutal paliza a que les sometieron hizo temer por sus vidas. Ninguna de las víctimas quiso presentar denuncia, por temor a las represalias de sus agresores y por no enfrentarse al estigma de ser considerados homosexuales públicamente. En mayo, seis jóvenes fueron detenidos en Benin City acusados de mantener relaciones sexuales.

En el mes de octubre del mismo año, fue detenido un hombre acusado de mantener relaciones homosexuales, tras negarse a ser víctima de un chantaje. Al parecer, todo fue urdido por una pareja de madre e hijo, que se dedican a extorsionar a homosexuales con la amenaza de denuncia. Tras la negativa, la Policía procedió casi inmediatamente al arresto.

Posteriormente, en diciembre dimos la noticia de que un magistrado del Tribunal de Damaturu, la capital del estado de Yobe, había condenado a cinco hombres a sendos siete años de prisiónpor haber mantenido relaciones sexuales con personas de su mismo sexo. En abril de este 2017, publicamos la detención de 53 personas, a quienes se acusaba de participar en la celebración de una supuesta “boda gay”.

Actuaciones de este tipo provocaron que el Parlamento Europeo aprobara en marzo de 2014, con el acuerdo de los principales grupos, una resolución de condena a las leyes homófobas de Uganda y Nigeria. El texto de la resolución solicitaba su derogación y proponía que si no había marcha atrás se suspendiese a los dos países del acuerdo de Cotonú sobre intercambio comercial y asistencia entre la Unión Europea y los estados de África, Caribe y Pacífico.

Sin embargo, la directora del programa africano del Centro Europeo para la Gestión de Políticas de Desarrollo (ECDPM), Faten Aggard-Clerx, muy crítica con lo que considera una postura hipócrita de la Unión Europea, se preguntaba, en referencia a Nigeria, si el organismo europeo está dispuesto a “mantener sus valores a pesar de sus intereses en algunas partes de África”. Aggard-Clerx denunciaba que la Unión Europea no había alzado la voz contra las leyes homófobas aprobadas en Etiopía en 2004, pero sí lo hacía una vez que las condenas por homosexualidad iban a carecer de la posibilidad de indulto. También ponía el ejemplo del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, muy criticado por aprobar una ley fuertemente homófoba, pero alabado por su papel en Sudán del Sur.

Parece haber servido de poco, sin embargo. En enero del pasado año nos hacíamos eco de un informe de la organización The Initiative for Equal Rights, que denunciaba hasta 152 graves vulneraciones de los derechos humanos de la población LGTB entre diciembre de 2015 y noviembre de 2016. Evidentemente, se trata de las denuncias que han llegado a conocimiento de las organizaciones de defensa de los derechos humanos. En un país en el que la homosexualidad está fuertemente castigada por el Código Penal y sufre un fortísimo rechazo social, el número real es con seguridad mucho mayor.

Fuente | Gay Star News, vía EstoyBailando/Cristianos gays

General, Historia LGTBI, Homofobia/ Transfobia. , , , , , ,

Detenidos más de 40 hombres en Nigeria acusados de “actos homosexuales” tras participar en un evento informativo sobre VIH

Miércoles, 2 de agosto de 2017
Comentarios desactivados en Detenidos más de 40 hombres en Nigeria acusados de “actos homosexuales” tras participar en un evento informativo sobre VIH

activista_nigeria-300x150Repugnante la última actuación de las autoridades de Nigeria: en su triste cruzada contra la diversidad de orientación sexual e identidad de género, una nueva redada se ha saldado con la detención de más de 40 hombres, acusados de “actos homosexuales”. Por desgracia, este tipo de intervenciones por parte de la policía, que contravienen el derecho internacional, no son ninguna novedad en este país del continente africano. Sin embargo, resulta especialmente significativo el hecho de que los arrestados se encontraban en un evento informativo sobre el VIH/sida, en el marco de un ambiente festivo, dentro del salón de un hotel de Lagos. La activista LGTB nigeriana Bisi Alimi ha dicho que “estos hombres estaban tratando de salvar sus vidas y hacer su país mejor, con la prevención de la propagación del VIH”.

Sin poder ofrecer una cifra exacta de arrestos, algunos medios hablan de unos 42 hombres detenidos, acusados de “actos homosexuales”. Al parecer, estas víctimas de la LGTBfobia de estado se encontraban en el salón de un hotel de Lagos, celebrando una reunión en la que resolverían sus dudas y recibirían asesoramiento e información en relación al VIH/sida.

Más concretamente, la policía de la división de Owode Onirin detiene a 42 personas sospechosas de ser homosexuales en una redada realizada este sábado, 29 de julio, en el Hotel Vincent, en el estado de Lagos de Nigeria. “Es cierto. Alrededor de 42 presuntos homosexuales fueron arrestadas y el hotel ha sido clausurado mientras continúa la investigación. Están bajo custodia del Grupo de Trabajo del Estado de Lagos y serán acusados pronto ante el tribunal”, confirma Olarinde Famous-Cole, portavoz de la policía. “Se han informado de que el hotel aloja a homosexuales. Estaban allí esta tarde cuando los policías les descubrieron. Alrededor de 40 de ellos fueron pillados in fraganti”, según declara un vecino de la zona, identificado como Tunji, indicando que la redada se desarrolló alrededor de las tres y media de la tarde, quien también señala que no es la primera vez que este establecimiento acoge encuentros de homosexuales.

Sin embargo, Bisi Alimi, activista LGBT nigeriano, puntualiza que el acto en el que fueron pillados “in fraganti”, fue el de hacerse pruebas del VIH y recibir asesoramiento y educación al respecto. Una información vital y necesaria para un país en el que alrededor de tres millones y medio de personas viven con el virus según un informe de 2015. “Estos hombres estaban tratando de salvar sus vidas y hacer de su país un lugar mejor previniendo la expansión del VIH”, explica Alimi, quien vive como refugiado en el Reino Unido desde que recibiera amenazas de muerte en su país.

El Gobierno de Nigeria parece ignorar que este tipo de acciones persecutorias son muy negativas para frenar el avance de la pandemia, a pesar de ser uno de los países del mundo más afectados por sus efectos. En este sentido, solo hace falta a acudir al informe publicado por ONUSIDA del año pasado: “la situación fue particularmente difícil en Nigeria, que en 2015 ocupó el segundo lugar del mundo en relación a la epidemia de VIH. Nigeria tuvo el mayor número de nuevas infecciones entre los niños en el mundo; se calcula que 41.000 [entre 28.000-57 000]. Aproximadamente, es el equivalente a los ocho países siguientes juntos. Solo ha habido un 21% de nuevas detecciones pediátricas por VIH en Nigeria desde 2009, en comparación con el 60% de promedio entre los otros países prioritarios del Plan Mundial”. Con todo, aún con más de tres millones y medio de personas que viven con VIH en este país, el Gobierno nigeriano demuestra que no le importa que se desincentive el interés de la ciudadanía por luchar contra la pandemia.

Como ocurre en otros países en los que se criminaliza la homosexualidad, no importa la orientación sexual real de las víctimas: a menudo es suficiente una sospecha, un juicio por las apariencias o un simple intento de “desacreditar” a un enemigo. El caso es que estos hombres se enfrentan a una pena de prisión que puede ascender hasta los 14 años, además de otras posibles penas como los azotes o latigazos.

LGTBfobia de Estado en Nigeria

En Nigeria, país con un influyente movimiento evangélico cristiano en el sur y un fuerte apoyo a la ley islámica en el norte, las relaciones homosexuales se castigan con penas que pueden llegar hasta los 14 años de cárcel o incluso hasta la muerte por lapidación en los estados del norte en los que además se aplica la sharía o ley islámica (el estado de Kaduna, de hecho, es uno de los que aplican en parte de su territorio). El pasado mes de abril recogíamos que 53 personas fueron detenidas en el país, acusadas de haber participado en una “boda gay”. La mayoría de los detenidos eran jóvenes de entre 20 y 30 años, que ya prestaron declaración ante el juez y que todavía esperan que se dicte sentencia.

Cabe recordar que a principios de 2014 el presidente Goodluck Jonathan promulgó la mencionada ley, que agrava el tratamiento penal para cualquier actividad relacionada con la realidad LGTB. Desde su entrada en vigor, de hecho, no han cesado de sucederse los actos de barbarie de la población civil contra las personas LGTB de Nigeria, alentados por los líderes políticos y religiosos, que han creado un ambiente de profunda homofobia social. Hemos informado de algunos de estos terribles hechos, aunque es de suponer que la información de la mayoría de este tipo de actos execrables no alcance a los medios de comunicación occidentales.

En enero de 2014, una multitud de miles de personas rodeaba un tribunal islámico, donde se juzgaba a once hombres acusados de practicar la homosexualidad, exigiendo su ejecución inmediata. Meses después, cuatro de los detenidos, que confesaron los hechos probablemente bajo tortura, fueron condenados a recibir públicamente 15 latigazos y al pago de una multa o un año de prisión. En febrero del mismo año, otra horda enfurecida asaltó los domicilios de doce homosexuales en la capital, Abuja, a quienes terminaron por arrancar de sus casas y golpearles incluso ante las puertas de la comisaría local. En las mismas fechas, en la localidad sureña de Port Harcourt, otros dos homosexuales fueron arrastrados fuera de su hogar y obligados a realizar actos sexuales ante una multitud agresiva.

En enero de 2015, la policía islámica de Kato, una ciudad al norte de Nigeria, comunicaba la detención de doce personas por participar en la celebración de una supuesta boda entre dos personas del mismo sexo. La ley vigente en Nigeria, anteriormente citada, castiga con hasta 14 años de prisión a quienes participen en una ceremonia de unión homosexual. En noviembre 21 estudiantes fueron detenidos acusados de prostitución masculina, según un periódico local.

En marzo de 2016, una turba violenta atacó a 20 jóvenes de quienes sospechaban, por su aspecto afeminado, que eran homosexuales. Todos ellos habían sido arrastrados fuera de sus casas y reunidos para golpearlos sin compasión. La brutal paliza a que les sometieron hizo temer por sus vidas. Ninguna de las víctimas quiso presentar denuncia, por temor a las represalias de sus agresores y por no enfrentarse al estigma de ser considerados homosexuales públicamente. En mayo, seis jóvenes fueron detenidos en Benin City acusados de mantener relaciones sexuales.

En el mes de octubre del mismo año, fue detenido un hombre acusado de mantener relaciones homosexuales, tras negarse a ser víctima de un chantaje. Al parecer, todo fue urdido por una pareja de madre e hijo, que se dedican a extorsionar a homosexuales con la amenaza de denuncia. Tras la negativa, la Policía procedió casi inmediatamente al arresto.

Posteriormente, en diciembre dimos la noticia de que un magistrado del Tribunal de Damaturu, la capital del estado de Yobe, había condenado a cinco hombres a sendos siete años de prisión por haber mantenido relaciones sexuales con personas de su mismo sexo. En abril de este 2017, publicamos la detención de 53 personas, a quienes se acusaba de participar en la celebración de una supuesta “boda gay”.

Actuaciones de este tipo provocaron que el Parlamento Europeo aprobara en marzo de 2014, con el acuerdo de los principales grupos, una resolución de condena a las leyes homófobas de Uganda y Nigeria. El texto de la resolución solicitaba su derogación y proponía que si no había marcha atrás se suspendiese a los dos países del acuerdo de Cotonú sobre intercambio comercial y asistencia entre la Unión Europea y los estados de África, Caribe y Pacífico.

Sin embargo, la directora del programa africano del Centro Europeo para la Gestión de Políticas de Desarrollo (ECDPM), Faten Aggard-Clerx, muy crítica con lo que considera una postura hipócrita de la Unión Europea, se preguntaba, en referencia a Nigeria, si el organismo europeo está dispuesto a “mantener sus valores a pesar de sus intereses en algunas partes de África”. Aggard-Clerx denunciaba que la Unión Europea no había alzado la voz contra las leyes homófobas aprobadas en Etiopía en 2004, pero sí lo hacía una vez que las condenas por homosexualidad iban a carecer de la posibilidad de indulto. También ponía el ejemplo del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, muy criticado por aprobar una ley fuertemente homófoba, pero alabado por su papel en Sudán del Sur.

Parece haber servido de poco, sin embargo. En enero de este mismo año nos hacíamos eco de un informe de la organización The Initiative for Equal Rights, que denunciaba hasta 152 graves vulneraciones de los derechos humanos de la población LGTB entre diciembre de 2015 y noviembre de 2016. Evidentemente, se trata de las denuncias que han llegado a conocimiento de las organizaciones de defensa de los derechos humanos. En un país en el que la homosexualidad está fuertemente castigada por el Código Penal y sufre un fortísimo rechazo social, el número real es con seguridad mucho mayor.

Fuente Dosmanzanas/Universogay/Cristianos  Gays

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Escalofriante relato de un joven gay nigeriano: ‘La policía me amenazó con una sonda anal por tener gestos femeninos’

Martes, 15 de diciembre de 2015
Comentarios desactivados en Escalofriante relato de un joven gay nigeriano: ‘La policía me amenazó con una sonda anal por tener gestos femeninos’

ugandaEl Papa con el Presidente de Uganda

El Papa estuvo en África, un continente donde la homofobia campa a sus anchas… Visitó Uganda, donde recientemente se aprobó un ley que permitirá disolver las asociaciones LGTBI… No dijo nada acerca de la intolerable homofobia que se está imponiendo en Nigeria con leyes injustas y castigos salvajes y que es apoyada por los obispos locales. No pidió explicaciones por la persecución y asesinatos de tantas personas LGTB. No condenó a estos presidentes homófobos a pesar de la esperanza surgida entre el activismo LGTBI y que quedó frustrada…  ¿Les habrá felicitado por sus politicas homófobas como hizo la Iglesia católica nigeriana ante el recrudecimiento de la persecución contra los homosexuales? El silencio es complicidad.

Apaleamientos públicos y detenciones ilegales son el día a día de los gays en Nigeria. Un país que tiene algunas de las leyes más draconianas en el mundo contra la homosexualidad y al norte del país hasta la pena de muerte para quienes practiquen sexo gay. El portal Gay Star News ha denunciado esta situación contando la historia de Delle, un joven de 19 años de edad cuyo nombre verdadero ocultan para evitar represalias, que fue detenido en la calle en un control policial y le amenazaron con realizarle una prueba con una sonda anal sólo porque tenía una ‘mirada y ademanes femeninos’.

Activistas nigerianos celebraron el Día Internacional de los Derechos Humanos haciendo un llamamiento para lograr una Nigeria libre e igualitaria. Y que mejor manera que contar los angustiosos momentos que vivió este joven y que reflejan la realidad de los homosexuales nigerianos.

Delle es un chico gay de 19 años que vive en la capital de Nigeria, Lagos, con su familia. Un día de octubre se dirigía al banco para sacar dinero para su padre en Lagos Continental, uno de los distritos más conflictivos de la ciudad: “Cuatro policías me pararon en la calle. Me dijeron que parecía muy femenino y, de inmediato, sospecharon que era gay. No me visto de mujer pero mi voz y mis gestos sí lo son. Me ordenaron que les diera mi teléfono y se pusieron a buscar en mis mensajes. Yo no tenía nada incriminatorio pero me dijeron que la gente como yo éramos los que dañamos al país”, explica Delle.

“Los policías me dijeron que me llevaban a la comisaría y me amenazaron con hacerme una prueba con una sonda anal para demostrar que yo no había sido penetrado“, relata el joven.

Usar una sonda rectal para determinar si alguien ha tenido sexo anal está completamente desacreditada por los médicos y no prueba nada. Se considera invasiva y una forma de tortura por parte de expertos en derechos humanos. Sin embargo, es una práctica habitual de la policía, sobre todo, en África y Medio Oriente.

Por suerte, Delle conocía sus derechos legales: “Me di cuenta de que no tenían nada en mi contra. Tampoco tenían derecho a intimidarme. Después de tenerme retenido un largo rato, me dejaron ir”, explica el joven que ha tenido mucha suerte porque lo normal es que los gays sufran todo tipo de torturas policiales.

el-papa-y-el-presidente-de-nigeria_560x280El Papa con el presidente de Nigeria

Pero su historia es muy común en Nigeria, donde el acoso policial y las represalias populares contra la comunidad LGBTI está generalizada y en gran parte no declarada.

Para Delle, el impacto de la homofobia en el país es mucho mayor que este incidente. Los gays son considerados técnicamente criminales y se enfrentan ala persecución si su orientación sexual se conoce más allá del pequeño grupo de amigos gays.

“Es muy difícil tratar de simular ser algo que no eres. Sobre todo para alguien como yo que tengo que tratar de fingir ser hetero para pasar desapercibido. No tengo otra opción. Si mi familia lo supiera no creo que me aceptasen. Continuamente me preguntan cuándo voy a tener una novia. Decirles que soy gay sería el fin de mi relación con mi familia”, comenta Delle.

Los nigerianos son todavía muy homofóbicos. Si alguna vez hay una oportunidad para nosotros de tener nuestra libertad es muy lejana. Tenemos una vida muy triste aquí. Yo realmente quiero irme de este país. Tengo tantas cosas que quiero hacer por mí mismo, pero debido a la situación no puedo ser yo mismo y me pierdo muchas oportunidades”, se queja el joven nigeriano.

A Delle le encantaría tener novio y poder pasear de la mano con él: Quiero tener novio y una relación en la que pueda ser yo mismo. No puedo seguir este ritmo de fingir más. Por lo menos, yo quiero salir de las ‘garras’ de mis padres y ser lo que soy verdaderamente.

Delle tiene un mensaje para la comunidad LGBTI internacional: “Oro para que las personas de otros países nos ayuden. Queremos cambiar. Con personas que ayuden a comprender la aceptación y con el apoyo de sus gobiernos, esperamos que puedan enviar este amor hacia nuestra comunidad LGBTI de Nigeria“.

Los nigerianos están pidiendo que se utilice el hastags #FreeAndEqualNaija para poner de relieve el apoyo a esta causa.

Fuente Ragap

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