Comentarios desactivados en La bióloga Brigitte Baptiste, primera mujer trans en ser rectora de una universidad en Colombia
Como ya habíamos anunciado el pasado mes de julio, desde ayer mismo, la bióloga Brigitte Baptiste se ha convertido en la primera mujer trans en ser rectora de una universidad en Colombia. Baptiste, que hasta hace poco ejercía de directora general del prestigioso Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt, ha ayudado siempre a visibilizar y empoderar al colectivo LGTBI, a través de su propia experiencia personal.
La bióloga colombiana Brigitte Baptiste, considerada la mayor experta en sostenibilidad de su país, se acaba de convertir en la primera mujer trans en ser rectora de una universidad en Colombia. Según anunció la Universidad EAN el pasado mes de julio, Baptiste se pone desde septiembre al frente de esta institución con el objetivo de «consolidar el propósito superior de la Ean: el emprendimiento sostenible».
«Bajo su dirección, la Institución lanzará unalínea de consultoría corporativa que vinculará, a través de la investigación aplicada, a empresas y científicos en líneas como desarrollo de energías limpias y construcción sostenible. Un ejemplo de esta correcta articulación será la construcción del Ean Legacy, que se convertirá en el primer edificio del país construido bajo principios de economía circular y se inaugurará en junio de 2020», aseguraban a través de un comunicado los responsables de su fichaje.
#ComunicadoOficial | Nos complace informarle a la comunidad eanista y a la opinión pública que, a partir del primero de septiembre, asumirá como rectora de nuestra Institución la mayor experta en sostenibilidad de Colombia, @Brigittelgb. Más detalles: https://t.co/0xP1o5fHQK
Baptiste, casada con Adriana Vásquez —con quien tiene dos hijas—, ha ayudado siempre a visibilizar los derechos de la comunidad LGTBI. «Como soy bióloga, entiendo que la evolución se produce siempre a través de la variedad y de la diferenciación constante de la expresión sexual […] Si queremos respetar la naturaleza debemos entender que esa condición de lo raro es absolutamente positiva», confesaba la colombiana en una entrevista reciente.
Su curriculum, desde luego, no es una broma. Baptiste, que ahora tiene 55 años, se graduó en Biología por la Pontificia Universidad Javeriana y es experta en Conservación y Desarrollo Tropical. Durante los últimos diez años, había ejercido el cargo de directora general del prestigioso Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt y, desde hacía uno, era miembro del Consejo Superior de la Universidad EAN.
Sin duda, un importante paso adelante en materia de visibilidad para Colombia, un país en el que la población LGTBI (y muy singularmente el colectivo trans) sigue sujeto a una considerable discriminación social y en el que el avance de sus derechos se ha producido no por decisión de las fuerzas políticas representadas en el legislativo, sino a golpe de sentencia de la Corte Constitucional.
Comentarios desactivados en Colombia: la propuesta de referéndum para prohibir adoptar a parejas del mismo sexo y personas solteras recibe el aval del Senado
Preocupantes noticias las que no llegan desde Colombia, donde la iniciativa promovida por la senadora del Partido Liberal Viviane Morales para convocar un referéndum que prohiba adoptar a las parejas del mismo sexo (y de paso a todas las personas solteras, con el argumento de que los niños necesitan “un papá y una mamá”) avanza a paso firme. Este miércoles el Senado colombiano daba su apoyo a la iniciativa por 55 votos a favor y 22 en contra. La iniciativa discriminatoria debe pasar todavía el filtro de la Cámara de Representantes (donde es altamente probable su aprobación) y, finalmente, de la Corte Constitucional. El alto tribunal, que en su momento avaló la constitucionalidad de la adopción homoparental, parece quedar como la última esperanza de los partidarios de la igualdad.
Colombia, como hemos recogido estos últimos años, ha dado pasos de gigante en lo que al reconocimiento de la homoparentalidad se refiere gracias a su Corte Constitucional. En noviembre de 2015, el más alto tribunal colombiano daba su visto bueno a la adopción homoparental conjunta por seis votos contra dos. Lo hacía centrándose en los derechos de los menores, “especialmente aquellos en situación de abandono, a tener una familia”. Un derecho que “se puede hacer efectivo brindándoles cualquier tipo de familia que se encuentre constitucionalmente reconocido, bien sea de aquellas conformadas por vínculos jurídicos, de las que surgen por vínculos naturales, o de las que se conforman por la voluntad responsable de sus integrantes”. Hay que tener en cuenta, en este sentido, el importante precedente que la misma Corte Constitucional sentó en 2011, cuando en otra histórica sentencia determinó que las parejas del mismo sexo están protegidas por el derecho constitucional a“conformar una familia”.
A los pocos días de la sentencia sobre la adopción, la Corte Constitucional fallaba también a favor de una pareja de hombres que en su momento no pudo registrar a sus dos hijos nacidos en Estados Unidos mediante gestación subrogada, ordenando además adecuar el formato de los registros de nacimiento para que estos admitiesen a los hijos de parejas del mismo sexo. La Corte consideró que los argumentos contrarios a estas inscripciones “se basan en una interpretación tradicional y heterosexual de la familia que aunque se encuentra plenamente protegida por la Constitución, no es la única unión familiar amparada por la Carta”. Ello llevó, pocas semanas después, a que por primera vez dos mujeres pudiesen registrar como madres a su hija, concebida por inseminación artificial en la propia Colombia, sin tener que recurrir a la vía de la adopción en el seno de la misma pareja. Fue ya posteriormente, en primavera de este año, cuando la Corte Constitucional de Colombia fallaba a favor del matrimonio igualitario, una cuestión que en Colombia se ha mantenido jurídicamente disociada de la adopción homoparental.
En definitiva, toda una serie de pronunciamientos en favor de la realidad familiar homoparental que desataron las iras de los homófobos, según los cuales la Corte Constitucional, con este tipo de sentencias, está legislando de espaldas al Congreso, donde es altamente improbable que fuesen aprobadas. Especial éxito tuvo la iniciativa de la senadora liberal Viviane Morales, de convicciones evangélicas (y que contó para ello con el apoyo de numerosos congresistas de diversas fuerzas políticas) para promover un referéndum de reforma constitucional que solo permita adoptar a parejas de distinto sexo. Parejas del mismo sexo (que acaban de estrenar ese derecho) y personas solas (que ya lo disfrutaban) perderían la posibilidad de adoptar a los miles de niños que en Colombia carecen de una familia. Morales debía reunir un número de firmas equivalente al 5% del censo electoral (1.665.000), pero gracias a la intensa movilización tanto de los grupos evangélicos como de las parroquias católicas consiguió de hecho rebasar los 2 millones.
Voto a favor del Senado
Una vez superado el número de firmas necesario, es el Congreso el que debe pronunciarse. La primera cámara parlamentaria en pronunciarse ha sido el Senado. En septiembre, su Comisión primera aprobaba la iniciativa por 10 votos a favor y solo 2 en contra. Este martes, 13 de diciembre, el pleno del Senado le daba su respaldo, tras un agitado debate, por una diferencia menor, pero aún así amplia: 55 votos a favor y 22 en contra. A continuación, la iniciativa de Viviane Morales (que no ha dudado en recurrir a argumentos abiertamente homófobos, como que los hijos de parejas del mismo sexo se ven sometidos a abusos sexuales o que se ve alterado su desarrollo afectivo) debe ser discutida en la Cámara de Representantes, donde todo apunta a que también será aprobada.
La propuesta de referéndum, finalmente, debe ser sometida a revisión de constitucionalidad por la Corte Constitucional, lo que resulta paradójico ya que los derechos que el referéndum pretender retirar a una minoría fueron reconocidos precisamente por una decisión previa de la propia Corte. Varios exmagistrados de la Corte, de hecho, se han pronunciado públicamente en contra de la iniciativa:
Es en este punto del proceso en el que reposarían las esperanzas de los partidarios de la igualdad. Si aun así la iniciativa de referendum fuese declarado exequible (está claro que la presión a la que los miembros de la Corte se verán sometidos puede ser realmente insoportable) se procederá a su convocatoria. Para que el resultado sea considerado válido, requiere no solo que el resultado sea superior al 50% de los votos emitidos, sino que el voto afirmativo exceda de la cuarta parte del total del censo.
El presidente Santos, en contra
Precisamente este miércoles, durante una visita que está realizando a España, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos (a cuya reelección contribuyó de forma indiscutible el colectivo LGTB) se mostraba públicamente en contra del referéndum. “Yo no estoy a favor de esa posición. Nosotros somos un Gobierno que ha promovido los derechos de todos los colombianos, incluyendo las minorías homosexuales”, declaraba.
Una postura que, por desgracia, no comparte la mayoría de los legisladores de su propio partido, el Partido de la U. En la votación que tuvo lugar el martes, 11 senadores del Partido de la U votaron a favor del referéndum, mientras que 6 lo hicieron en contra.
Multitud de niños en espera de ser adoptados
Lo verdaderamente paradójico de todo este asunto, en cualquier caso, es que la iniciativa de Viviane Morales para limitar la adopciones tiene lugar cuando el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) se ha visto obligado a lanzar una campaña para promover la adopción debido a la caída en el número de menores adoptados que se ha registrado en Colombia en los últimos años, lo que hace que cada vez más niños tengan que permanecer al cargo del estado sin poder acceder al cariño de una familia.
Comentarios desactivados en Colombia: los avances en homoparentalidad, en serio peligro por una iniciativa de referéndum promovida por una senadora liberal
Preocupante situación la que vive Colombia, cuyos recientes avances en materia de homoparentalidad se enfrentan al posible éxito de la iniciativa promovida por la senadora del Partido Liberal Viviane Morales, que desde hace más de un año persigue la convocatoria de un referéndum para promover una reforma constitucional que prohiba a las parejas del mismo sexo (y de paso a todas las personas solteras, con el manido argumento de que los niños necesitan “un papá y una mamá”) adoptar en ese país. Tras acabar de reunir en primavera las firmas necesarias, la pelota está ahora en el tejado del Congreso. Y por el momento ha pasado el primer filtro, gracias a una clase política entregada a los prejuicios más conservadores, tanto desde el tradicional ámbito católico como desde el cada vez más pujante lobby evangélico.
Colombia ha dado pasos de gigante en lo que al reconocimiento de la homoparentalidad se refiere gracias a su Corte Constitucional. En noviembre pasado, el más alto tribunal colombiano daba su visto bueno a la adopción homoparental conjunta por seis votos contra dos. Lo hacía centrándose en los derechos de los menores, “especialmente aquellos en situación de abandono, a tener una familia”. Un derecho que “se puede hacer efectivo brindándoles cualquier tipo de familia que se encuentre constitucionalmente reconocido, bien sea de aquellas conformadas por vínculos jurídicos, de las que surgen por vínculos naturales, o de las que se conforman por la voluntad responsable de sus integrantes”. Hay que tener en cuenta que ya en 2011, en otra histórica sentencia, la Corte Constitucional de Colombia determinó que las parejas del mismo sexo están protegidas por el derecho constitucional a“conformar una familia”.
A los pocos días de la histórica sentencia sobre la adopción la Corte Constitucional fallaba también a favor de una pareja de hombres que en su momento no pudo registrar a sus dos hijos nacidos en California mediante gestación subrogada, ordenando además adecuar el formato de los registros de nacimiento para que estos admitiesen a los hijos de parejas del mismo sexo. La Corte consideró que los argumentos contrarios a estas inscripciones “se basan en una interpretación tradicional y heterosexual de la familia que aunque se encuentra plenamente protegida por la Constitución, no es la única unión familiar amparada por la Carta”. Ello llevó, pocas semanas después, a que por primera vez dos mujeres pudiesen registrar como madres a su hija, concebida por inseminación artificial en la propia Colombia, sin tener que recurrir a la vía de la adopción en el seno de la misma pareja.
Posteriormente, ya en primavera de 2016, la Corte Constitucional de Colombia fallaba a favor del matrimonio igualitario, una cuestión que en Colombia se ha mantenido jurídicamente disociada de la adopción homoparental.
En definitiva, toda una serie de pronunciamientos en favor de la realidad familiar homoparental que desataron las iras de los homófobos, según los cuales la Corte Constitucional, con este tipo de sentencias, está legislando de espaldas al Congreso, donde es altamente improbable que fuesen aprobadas. Especial éxito tuvo la iniciativa de la senadora liberal Viviane Morales, de convicciones evangélicas (y que contó para ello con el apoyo de numerosos congresistas de diversas fuerzas políticas) para promover un referéndum de reforma constitucional que solo permita adoptar a parejas de distinto sexo. Parejas del mismo sexo (que acaban de estrenar ese derecho) y personas solas (que ya lo disfrutaban) perderían la posibilidad de adoptar a los miles de niños que en Colombia carecen de una familia. Morales debía reunir un número de firmas equivalente al 5% del censo electoral (1.665.000), pero gracias a la intensa movilización tanto de los grupos evangélicos como de las parroquias católicas consiguió de hecho rebasar los 2 millones.
Comisión 1ª del Senado: 10 votos a favor y 2 en contra de la iniciativa homófoba
Una vez superado el número de firmas necesario, es el Congreso el que debe pronunciarse. Si la iniciativa pasa el filtro de Cámara de Representantes y Senado, debe ser entonces sometida finalmente a revisión de constitucionalidad por la Corte Constitucional. Solo en caso de ser declarado exequible se procederá a su convocatoria. Si se llega a celebrar, requiere no solo que el resultado sea superior al 50% de los votos emitidos, sino que el voto afirmativo exceda de la cuarta parte del total del censo.
Aún queda, en definitiva, recorrido por delante antes de perder la batalla de los derechos. Pero las señales no son desde luego tranquilizadoras: la iniciativa de Morales (que no ha dudado en usar argumentos abiertamente homófobos para promocionar su iniciativa, como que los hijos de parejas del mismo sexo se ven sometidos a abusos sexuales o que se ve alterado su propio desarrollo afectivo, presentando por ejemplo “un riesgo elevado de actividad sexual temprana y embarazo adolescente” entre las hijas) ha pasado el primer filtro hace pocos días: la Comisión primera del Senado, donde tras dos sesiones y dos audiencias públicas fue aprobada nada más y nada menos que por 10 votos a favor y solo 2 en contra.
Y si la iniciativa es finalmente aprobada por el Congreso (lo que a día de hoy parece verosímil) será la propia Corte Constitucional la que deberá revisarla… y dirimir si es constitucional someter a referéndum derechos fundamentales de una minoría, reconocidos precisamente como consecuencia de una decisión previa de la propia Corte. Varios exmagistrados de la Corte, de hecho, se han pronunciado públicamente en contra de la iniciativa:
Como bien decía un editorial que el diario El Espectador publicó tras conocerse el resultado de la votacion, “El problema con la pregunta del referendo, y con el apoyo que ha recibido en su primer debate en el Congreso, es que dice que es justo que una mayoría de personas decida, sustentándose en prejuicios y estudios científicos con falencias, que hay familias mejores que otras, y proyectos de vida que valen más que otros. Eso es una discriminación inaceptable y que vulnera el derecho de los niños huérfanos a tener más opciones de ser adoptados”.
Lo que está claro es que en esa coyuntura la presión a la que los miembros de la Corte se verán sometidos puede ser realmente insoportable…
Multitud de niños en espera de ser adoptados
Estaremos atentos a lo que sucede. Lo paradójico de todo este asunto es que la iniciativa de la homófoba Morales para limitar la adopciones tiene lugar cuando el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) se ha visto obligado a lanzar una campaña para promover la adopción debido a la caída en el número de menores adoptados que se ha registrado en Colombia en los últimos años, lo que hace que cada vez más niños tengan que permanecer al cargo del estado sin poder acceder al cariño de una familia.
Comentarios desactivados en En una decisión histórica, la Corte Constitucional de Colombia avala la adopción homoparental conjunta
En una decisión que bien puede calificarse como histórica, por seis votos contra dos, la Corte Constitucional de Colombia ha dado su visto bueno a la adopción homoparental conjunta. Lo hace apenas nueve meses después de una primera resolución contraria que entonces pudo salir adelante gracias al voto de desempate de un conjuez conservador elegido al azar.
La Corte Constitucional debía pronunciarse de nuevo sobre el tema al haberle llegado una segunda demanda, interpuesta por el abogado Sergio Estrada, que ya había iniciado su trámite de resolución antes de que se conociera el anterior fallo, y en la que el planteamiento era distinto: la discusión giraba en este caso alrededor del déficit de derechos que tienen los menores sin hogar en Colombia, en tanto no pueden ser adoptados por familias diversas. De nuevo, como sucediera en la ocasión anterior, el ponente del fallo era el magistrado Jorge Iván Palacio. Pero a diferencia de lo que ocurrió hace unos meses (momento en que los ocho magistrados titulares que había en ese momento en activo se dividieron al 50%) no ha sido necesario recurrir a un conjuez elegido al azar que deshiciera el empate (aunque hace unos meses parecía que tendría que ser de nuevo así).
En esta segunda ocasión, con la Corte Constitucional constituida por sus nueve magistrados, seis han votado a favor de la ponencia de Palacio (María Victoria Calle, Luis Ernesto Vargas, Gloria Stella Ortiz, Alberto Rojas, Miryam Ávila y el propio Palacio) y dos en contra (Luis Guillermo Guerrero y Gabriel Mendoza). Jorge Pretelt no participó en el debate, alegando enfermedad. Miryam Ávila participó en el debate como sustituta provisional de otro magistrado que ya había cesado en el cargo.
Como hemos señalado, esta vez la discusión de la Corte ha girado en torno a lo derechos de los menores, “especialmente aquellos en situación de abandono, a tener una familia”. Un derecho que ahora la Corte considera que “se puede hacer efectivo brindándoles cualquier tipo de familia que se encuentre constitucionalmente reconocido, bien sea de aquellas conformadas por vínculos jurídicos, de las que surgen por vínculos naturales, o de las que se conforman por la voluntad responsable de sus integrantes”. Hay que tener en cuenta aquí que ya en 2011 en otra histórica sentencia, la Corte Constitucional de Colombia determinó que las parejas del mismo sexo están protegidas por el derecho constitucional a“conformar una familia”.
El alto tribunal colombiano, en este sentido, considera que según la Constitución, la ley y los tratados internacionales suscritos por Colombia “la orientación sexual de una persona no trae consigo una limitante física o mental para adoptar” y que “impedir que un menor tenga una familia fundándose en la orientación sexual de una persona representa una restricción inaceptable de los derechos del niño y viola su interés superior, protegido en la Constitución”. El proceso de adopción, por tanto, debe ser “neutro frente al sexo de las parejas”.
Superado el anterior fallo
Queda así superado el anterior fallo, que sí permitía a las parejas del mismo sexo la adopción del hijo biológico del otro miembro de la pareja (ya el año pasado el más alto tribunal colombiano había avalado por seis votos contra tres que una mujer lesbiana pudiera adoptar a la hija biológica de su pareja, concebida por inseminación artificial) pero que se resistía a dar el visto bueno a la adopción conjunta.
Comentarios desactivados en La adopción homoparental vuelve a la Corte Constitucional de Colombia y será un conjuez progresista el que deshará el empate
La Corte Constitucional debía pronunciarse de nuevo sobre el tema al haberle llegado una segunda demanda, interpuesta por el abogado Sergio Estrada, que ya había iniciado su trámite de resolución antes de que se conociera el anterior fallo, y en la que el planteamiento era distinto: la discusión giraba en este caso alrededor del déficit de derechos que tienen los menores sin hogar en Colombia, en tanto no pueden ser adoptados por familias diversas. De nuevo, como sucediera en la ocasión anterior, el ponente del fallo era el magistrado Jorge Iván Palacio, favorable a reconocer el derecho, y de nuevo este martes volvía a repetirse el empate a cuatro votos a favor de avalar la ponencia de Palacio y cuatro votos en contra. La diferencia es que en esta ocasión el conjuez llamado a deshacer el empate será Jaime Córdoba, expresidente de la Corte y antiguo Defensor del Pueblo, que durante sus años como miembro regular del más alto tribunal (entre 2001 y 2009) siempre se pronunció a favor de los derechos LGTB.
Hace dos meses el elegido al azar entre los 18 conjueces con los que cuenta la Corte para deshacer empates fue José Roberto Herrera, de claro perfil conservador, que acabó por inclinar la balanza contra la adopción homoparental conjunta pese a los numerosos informes favorables que habían sido remitidos a la Corte Constitucional: del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, de la Defensoría del Pueblo, del Colegio Colombiano de Psicólogos o de varias universidades (como la Universidad Nacional de Colombia, la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad del Valle y la Universidad de los Andes, que ya en 2012 emitieron informes a favor) o de la Universidad Externado de Colombia.
Herrera dio entonces más peso a las opiniones contrarias, como las del procurador general Alejandro Ordoñez, bien conocido por su homofobia; la Conferencia Episcopal de Colombia; la Universidad de La Sabana, del Opus Dei (que sembró la polémica con un informe que llegaba a calificabar a las personas homosexuales de enfermas, del que luego tuvo que desdecirse) y diversas organizaciones conservadoras, como la Fundación Marido y Mujer (que llegó a pedir al papa Francisco que ejerciese su influencia) o CitizenGO, “franquicia” colombiana de HazteOír y que utiliza sus mismos métodos de movilización. Otro de los que se oponían es el pastor evangélico y concejal de Bogotá Marco Fidel Ramírez, famoso por sus campañas homófobas. Conociendo el perfil de Córdoba, es menos probable que este se deje ahora guiar por opiniones tan sesgadas.
Y es que la ponencia que avala el sí a la adopción homoparental, un largo documento de 146 páginas que el diario El Espectador ha hecho pública, deja poco lugar a dudas. “La Corte Constitucional concluye que la adopción de niños por personas con orientación sexual diversa, en general, y por parejas del mismo sexo, en particular, no afecta por sí misma el interés superior del menor, ni compromete de manera negativa su salud física y mental o su desarrollo integral. Así lo indican las experiencias recogidas del derecho comparado, entre las que se destacan decisiones legislativas y fallos de tribunales internacionales donde siempre se ha tenido en cuenta la primacía de los derechos de los menores y la evidencia probatoria debidamente acopiada”, determina la propuesta de sentencia.
Un elemento importante de la ponencia de Palacio es que atiende fundamentalmente a proteger los derechos de los niños en situación de abandono, al considerar que impedir que puedan ser adoptados por parejas del mismo sexo, a las que la propia Corte Constitucional ya reconoció en 2011 el derecho a conformar una familia, supone un déficit de protección al menor. “No existe un criterio razonable para restringirle a los menores en situación de orfandad el derecho a tener una familia o limitarlo únicamente a aquellas integradas por un hombre y una mujer”, afirma la ponencia.
En Colombia, precisamente, se da la paradoja de la curva de adopciones ha descendido significativamente: mientras en 2010 fueron 3.058 los menores que encontraron un hogar, en 2014 tan solo lo hicieron 880, según datos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (que todavía tiene registrados a 5.439 niños esperando una familia).
Queda fuera de la discusión la constitucionalidad la posibilidad de que uno de los miembros de una pareja del mismo sexo pueda adoptar a los hijos del otro, que sí reconocía el anterior fallo y que de hecho ya en agosto de 2014 el más alto tribunal colombiano había avalado en un caso concreto.
Comentarios desactivados en La Corte Constitucional de Colombia cede a la presión conservadora y rechaza que las parejas del mismo sexo puedan adoptar conjuntamente
Como se esperaba, No pudo ser. José Roberto Herrera, el conjuez conservador encargado de deshacer el empate en la Corte Constitucional de Colombia entre partidarios y contrarios a la adopción homoparental, se ha inclinado por consagrar la discriminación de las parejas del mismo sexo y negarles el derecho a adoptar hijos conjuntamente. Herrera no ha tenido más remedio, eso sí, que excluir de la negativa un supuesto que ya con anterioridad había avalado la Corte: la adopción del hijo biológico del otro miembro de la pareja.
Pese a los numerosos informes favorables a la adopción homoparental remitidos a la Corte Constitucional, lo cierto es que ya desde que se conoció el nombre del conjuez se temía este resultado. Herrera es conservador, católico y lo primero que hizo fue “pedir a Dios” que lo iluminara. “Solamente le pido a Dios que me ilumine y a toda la sociedad que tenga la confianza que la Corte Constitucional va a tomar la decisión que le corresponde y que debe ser respetada, independientemente de mi ideario liberal desde la cuna. Mi decisión va a ser en derecho y ajustada a la Constitución”, declaró tras ser elegido al azar entre los 18 conjueces con los que cuenta la Corte para deshacer el empate entre los cuatro magistrados favorables a la ponencia del magistrado Jorge Iván Palacio y los cuatro contrarios a la misma (ponencia que concluía que no hay impedimento constitucional a que las parejas del mismo sexo, que de hecho ya tienen reconocido por la propia Corte Constitucional el derecho a conformar una familia, puedan adoptar).
La Corte sí avala la adopción de los hijos biológicos de la pareja
Eso sí, a falta de conocer los detalles, según el tuit hecho público por la Corte Constitucional que ha anunciado el fallo las parejas del mismo sexo sí podrán adoptar “cuando la solicitud recaiga en el hijo biológico de su compañero o compañera permanente”. Difícilmente podría ser de otra manera, si se tiene en cuenta que ya en agosto el más alto tribunal colombiano avaló por seis votos contra tres que una mujer lesbiana pudiera adoptar a la hija biológica de su pareja, concebida por inseminación artificial.
Un fallo referido solo a la familia recurrente pero que se consideró entonces que establecía un precedente fundamental para casos similares (parejas del mismo sexo en las que uno de los miembros quiera adoptar a los que ya son reconocidos legalmente como hijos del otro). Ahora la Corte Constitucional lo generaliza, en lo que supone el único aspecto positivo que se puede extraer de una sentencia decepcionante.
Comentarios desactivados en En Colombia, una universidad del Opus Dei califica la homosexualidad como una “enfermedad” para oponerse a la adopción homoparental
La decisión final del la Corte Constitucional de Colombia sobre la adopción homoparental, como explicamos hace pocos días está en manos de José Roberto Herrera, un conjuez que deberá deshacer el empate entre los magistrados a favor y en contra. El perfil conservador de Herrera no permite ser optimistas, pese a que la mayoría de los conceptos remitidos a la Corte Constitucional por universidades, ONG y organismos independientes son favorables. Uno de los contrarios es el emitido por la Universidad de La Sabana, que llegó a calificar a las personas homosexuales como enfermas, y que ha generado gran polémica.
La Universidad de la Sabana, vinculada al Opus Dei, ha mantenido siempre una posición contraria a los derechos LGBTI, a diferencia de las más importantes universidades colombianas (Nacional, Los Andes, Javeriana y del Valle) que sí han mostrado su posición favorable a la adopción homoparental con base en la evidencia científica. En esta ocasión fue la Facultad de Medicina la que envió el concepto negativo (que puedes descargar desde la web de El Espectador) en el que puede leerse que “las personas homosexuales y lesbianas merecen nuestro respeto como personas, pero hay que señalar que su comportamiento se aparta del común, lo que constituye de alguna manera una enfermedad”, que las personas homosexuales “presentan una salud más deteriorada con mayor tasa de enfermedades mentales, más frecuencia de VIH sida y de otras enfermedades de transmisión sexual, con un índice de suicidio mayor” o que las parejas del mismo sexo “son mucho más inestables”, “están afectados de diferentes situaciones emocionales y físicas” y “cometen más abusos sexuales”.
“Pensando en el mejor bienestar para los hijos es evidente que una ‘familia’ [comillas en el original] sin el modelo para el hijo del padre y de la madre, inestables, constituida por personas con riesgos alto de consumo de sustancias psicoactivas y con índices altos de suicidio no son más adecuadas, el adoptado está en mayor riesgo de sufrir abusos sexuales”, llega a afirmar (deficiente redacción incluida) el documento.
Este concepto generó una gran cantidad de reacciones públicas y también ante el Colegio Colombiano de Psicólogos (que por cierto ha emitido su propio concepto favorable a la adopción homoparental). Sostener la tesis de que la homosexualidad es una enfermedad puede llevar incluso a que el Departamento de Psicología de la Universidad de La Sabana pierda su legitimidad, lo que afectaría a sus estudiantes y graduandos. Quizá por estas consecuencias Obdulio Velásquez, rector de la Universidad de La Sabana, no tuvo más remedio que retractarse. “Decir que la homosexualidad es una enfermedad es un error, no existen argumentos para asegurar algo así. Acepto como rector de la institución que fue un error decirlo y le pediremos a la Corte que descarte ese concepto”, afirmó Velásquez.
Pese a la más que forzada rectificación, La Universidad de La Sabana sigue oponiéndose a la adopción homoparental e insiste en que “los hogares de parejas homosexuales pueden ser seriamente riesgosos para la salud e integridad de los niños desamparados”, remitiéndose para ello a un segundo concepto que utiliza estudios sesgados (la mayoría de ellos publicados entre 1965 y 1995) e incluso a los resultados de una encuesta realizada por una emisora de radio.
Es más, este martes se ha conocido la grabación de una clase impartida por Gabriel Mora Restrepo, profesor de Derecho Constitucional de la misma universidad, en la que este llega a afirmar que “deben callar hasta el extremo…por las prácticas que realizan, como pederastia, sexo con animales y entre ellos… incesto, nadie tiene por qué aceptar ese tipo de enfermedad”. “Hay que tratarlos con mucha tranquilidad y respeto y sobre todo con amor, a la gente homosexual, porque si es cierto que es una enfermedad, como lo es, les duele que les digan que están enfermos”, añade…
Y además, la Iglesia Católica en Colombia ratifica su oposición a la adopción de niños por parejas homosexuales
El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Mons. Luis Augusto Castro, ratificó este miércoles la posición de la iglesia Católica en Colombia de rechazo a la adopción por parte de parejas del mismo sexo. Castro aclaró que ni siquiera en el caso en que el menor de edad sea hijo biológico de uno de los miembros de la pareja, la adopción puede considerarse como la vía idónea para garantizar sus derechos. «En los dos casos hay una infracción de los derechos del niño. En los dos se niega maternidad o paternidad», insistió.
El secretario General del Episcopado, Mons. José Daniel Falla, leyó un comunicado firmado por Castro en el que la Iglesia ratifica su posición. Ese documento será enviado a la Corte para que lo considere a la hora de tomar una decisión frente al tema.
En los seis puntos que componen el comunicado, la Iglesia señala que en el derecho internacional y en la legislación colombiana la adopción es considerada como una medida de protección al menor de edad y nunca como un derecho de los adoptantes. En ese sentido, «planear la cuestión de la adopción en términos de ‘discriminación’ es un error porque supone hacer pasar por encima de los derechos prevalentes del menor las reivindicaciones e intereses de los adoptantes», señala el documento.
También se llama a la Corte a revisar las numerosas investigaciones científicas que ponen en evidencia serias dudas sobre la idoneidad de parejas del mismo sexo para brindar un adecuado desarrollo para los menores».
En un cuarto punto, la iglesia señala que la Corte no está capacitada para legislar o modificar la Constitución, por lo que debe respetar el artículo 42 que consagra la naturaleza de la familia como la unión de hombre y mujer. Así mismo, le dice a la Corte que para tomar una decisión debe respetar los valores éticos, sociales y religiosos de los ciudadanos, por lo que insiste en que «la democracia no avanza con imposiciones unilaterales».
Por último, la iglesia dice que aguarda por que los magistrados tomen decisión basados en la Constitución y en los valores que fundan la Nación. Frente a un hipotético caso de que la decisión de la Corte sea favorable para las parejas del mismo sexo, Castro reiteró que la posición de la Iglesia se mantendrá inamovible e insistió en que es clave para la formación de los menores tener la figura de padre y madre.
Comentarios desactivados en La decisión del Constitucional colombiano sobre la adopción homoparental queda en manos de un magistrado conservador
La Corte Constitucional de Colombia no ha podido llegar a un acuerdo sobre el derecho de las parejas del mismo sexo a la adopción, produciéndose un empate a cuatro entre partidarios y opositores. La decisión queda ahora en manos de José Roberto Herrera, expresidente de la Corte, que actuará como conjuez para deshacer el empate. Los augurios no son buenos: Herrera es conservador, católico y lo primero que ha hecho es “pedir a Dios” que lo ilumine.
“Solamente le pido a Dios que me ilumine y a toda la sociedad que tenga la confianza que la Corte Constitucional va a tomar la decisión que le corresponde y que debe ser respetada, independientemente de mi ideario liberal desde la cuna. Mi decisión va a ser en derecho y ajustada a la Constitución”, ha declarado Herrera, encargado de deshacer el empate registrado en la Corte Constitucional entre los cuatro magistrados favorables a la ponencia del magistrado Jorge Iván Palacio y los cuatro contrarios a la misma (ponencia que concluye que no hay impedimento constitucional a que las parejas del mismo sexo puedan adoptar). “La Corte en este tipo de decisiones trascendentales siempre acierta y será en derecho, apegada a la Constitución. No prevalecerá el criterio que se pueda tener, sino el cumplimiento de las obligaciones de un magistrado de proceder de forma imparcial”, añadía José Roberto Herrera, que ha asegurado que su decisión se conocerá como muy tarde el 25 de febrero. Herrera fue elegido al azar entre los 18 conjueces con los que cuenta la Corte.
El diario El Espectador resumía hace unos días en un completo artículo los principales argumentos de la ponencia de Jorge Iván Palacio. Primero, la Constitución le asigna al Estado el deber de garantizarles a los niños en situación de abandono el derecho fundamental a tener una familia. Segundo: formar parte de una familia posibilita el ejercicio de otros derechos fundamentales de los menores. Tercero: el derecho de los menores a tener una familia se puede hacer efectivo brindándoles cualquiera de los tipos de familia que se encuentran constitucionalmente reconocidos (en Colombia, la Corte Constitucional ya ha fallado a favor del derecho de las parejas del mismo sexo a conformar una familia). Cuarto: las familias conformadas por parejas del mismo sexo se encuentran constitucionalmente reconocidas. Y quinto: impedir o dificultar la conformación de un núcleo familiar para el desarrollo integral y armónico de los niños por la condición sexual de los adoptantes resulta absurdo.
Pero por otra parte, el Centro Democrático consideran que directamente la ciudadanía debe decidir si se debe modificar el concepto de familia. El Centro Democrático propone que la Consulta Ciudadana debería ser el mecanismo para dirimir la polémica que se presenta por que las parejas del mismo sexo puedan adoptar niños, decisión que se encuentra manos de la Corte Constitucional. Así lo dijo la senadora, María del Rosario Guerra y el representante a la Cámara, Federico Hoyos, quienes están promoviendo este mecanismo. Aseguran que “si la concepción constitucional de familia, como núcleo de la sociedad, pretende ser modificada, debe ser la propia ciudadanía colombiana la que defina qué tipo de familia y sociedad quiere, o en su defecto el Congreso”. Desde el Centro Democrático insisten en que debe primar “el derecho de los niños sobre el de las minorías que hoy reclaman la posibilidad de adoptar”, por lo que debería ser la sociedad en su conjunto quien tome la decisión final de lo que más le conviene a los menores y a la familia en general.
En caso de que la Corte finalmente se pronuncie en contra, se dará la paradoja de que convivirán una sentencia genérica contraria y una específica favorable a la adopción homoparental. En agosto pasado, el más alto tribunal colombiano avaló por seis votos contra tres que una mujer lesbiana pudiera adoptar a la hija biológica de su pareja, concebida por inseminación artificial. Un fallo referido específicamente a la familia recurrente pero que se consideró entonces que establecía un precedente fundamental para casos similares (parejas del mismo sexo en las que uno de los miembros quiera adoptar a los que ya son reconocidos legalmente como hijos del otro).
Comentarios desactivados en El Gobierno de Colombia pone fin a su largo silencio en materia de derechos LGTBI y se posiciona a favor de la adopción homoparental
El anuncio de que la Corte Constitucional se pronunciará en breve sobre una acción de tutela de una mujer lesbiana que pide ser reconocida como madre adoptiva del hijo biológico de su pareja ha alentado una serie de reacciones positivas por parte del Ministerio de Salud, del Ministerio del Interior y de la Defensoría del Pueblo. Se trata de hecho de la primera vez el gobierno de Juan Manuel Santos se pronuncia explícitamente a favor del reconocimiento de derechos LGBTI en Colombia. Todo un signo del cambio operado después de que el colectivo LGTBI apoyara a Santos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales frente al candidato uribista.
El Ministerio de Salud ha avalado en un concepto jurídico la adopción por parte de parejas del mismo sexo. En el documento el director jurídico de esta entidad, Luis Gabriel Fernández, sostiene que “no existe ningún riesgo para la salud y el bienestar de los menores de edad derivada de la adopción por parte de parejas del mismo sexo (…) Por el contrario, la orientación sexual de los padres es, en general, indiferente para el desarrollo cognitivo y social de los menores. Adicionalmente, en muchos casos, como en la adopción de menores de alto riesgo, puede contribuir a su bienestar”.
De la misma forma indica que “el único factor diferenciador en el bienestar de menores adoptados o criados por parejas del mismo sexo está en el estrés y las dificultades que pueden causar las restricciones legales y el estigma”. En otras palabras, el mayor problema para los menores adoptados es la homofobia de la sociedad, no la orientación sexual de los padres adoptivos.
El propio ministro de Salud, Alejandro Gaviria, ha puesto mucho énfasis en declaraciones radiofónicas en que la recomendación de su ministerio se basa estrictamente en la evaluación de la evidencia científica disponible. El ministro también respondió a la pregunta de si la sociedad colombiana está preparada para este cambio, argumentando que esa es precisamente una de las funciones del estado: divulgar la evidencia centífica y así permitir cambios sociales y culturales de ideas que en buena parte están sostenidas por el desconocimiento.
También el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, se ha posicionado a favor de la adopción homoparental. “Personalmente he venido defendiendo la posibilidad de que el ordenamiento constitucional permita la adopción por parte de las parejas del mismo sexo. De todas maneras respetamos la decisión que tome la Corte Constitucional sobre la posibilidad de que las parejas de homosexuales puedan adoptar”,ha declarado.
La Defensoría del Pueblo, organismo independiente que vela por los derechos humanos en Colombia, se ha manifestó también de acuerdo. “La posición de la Defensoría debe estar acompañada de una política humanitaria clara, hay familias que tienen las comodidades de adoptar niños que se encuentran en difícil situación, ¿cómo prohibirle a unas personas con una inclinación sexual diferente que puedan darle educación y dedicación a esos niños?”, ha declarado el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora.
Caben pocas dudas, en cualquier caso, de que la actitud proactiva del gobierno Santos sobre la adopción homoparental en este segundo mandato se relaciona con el hecho de que el colectivo LGTBI fuera uno de los que hicieron posible su victoria en la segunda vuelta de las pasadas elecciones presidenciales frente al candidato uribista, Óscar Iván Zuluaga, fuertemente apoyado por las iglesias evangélicas, pentecostales y carismáticas, para las cuales la oposición a los derechos LGTBI es clave.
Mientras tanto, en la Corte Constitucional…
El pasado 21 de agosto la Corte Constitucional sesionó para resolver por fin la acción de tutela interpuesta por una pareja de lesbianas de Medellín, Ana Leiderman y Verónica Botero, después de tenerla tres años sobre la mesa. Se trata, recordamos, de dos mujeres que ante la imposibilidad de formalizar su matrimonio en Colombia contrajeron en 2005 unión civil en Alemania. Más tarde decidieron ser madres, para lo cual Leiderman se inseminó artificialmente con esperma donado por un conocido de la pareja. Tuvieron una niña, pero solo Leiderman figura legalmente como tal. En enero de 2009 Verónica Botero presentó una acción de tutela para que se le permitiera adoptarla, lo que dio lugar a una espiral judicial que acabó encallando en la Corte Constitucional, que ya en varias ocasiones anteriores ha amagado con emitir una sentencia favorable para después demorarla.
La única institución oficial contraria a la adopción homoparental es la Procuraduría General de la Nación, al frente de la cual se sitúa el homófobo Alejandro Ordoñez (un fervoroso católico que ha hecho de la lucha contra los derechos LGTBI uno de los ejes de su acción), quien ya presentó su concepto contrario a la Corte Constitucional. La Iglesia católica también ha enviado una carta manifestando su oposición.
La organización Colombia Diversa, por su parte, presentó ante la Corte dos estudios sobre el desarrollo de los menores de edad entre parejas del mismo sexo, uno de la Sociedad Estadounidense de Sociología y otro del Instituto Williams de la Universidad de California. Se han posicionado también a favor la Universidad Nacional de Colombia, la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad del Valle y la Universidad de los Andes. La Universidad de La Sabana, del Opus Dei, se ha posicionado en contra. Todas han hecho llegar sus conceptos a la Corte Constitucional.
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