Archivo

Entradas Etiquetadas ‘Dictadura militar’

Francisco, Yorio y Jalics: una memoria difícil

Sábado, 20 de mayo de 2023

Jalics-Yorio_2559354086_16545036_660x371Jalics: “Estoy reconciliado con los acontecimientos” 

“Superior en 1973, a la edad de 36 años, no estaba a favor de que los jesuitas se comprometieran en asuntos políticos”

“Los militares secuestraron a los dos jesuitas porque estaban cerca de un grupo de jóvenes laicos, que habían sido secuestrados días antes y porque pretendían limpiar la iglesia de los sacerdotes tercermundistas”

“Después de casi seis meses de secuestro, Yorio y Jalics aparecieron en octubre en un campo en Cañuelas. Estaban completamente desnudos”

(Settimana News).- En el diálogo con los hermanos jesuitas durante el viaje a Budapest (cf. Civiltà Cattolica 9 de mayo de 2023;  cf. SettimanaNews, qui),) el 29 de abril, el Papa Francisco respondió a una pregunta incómoda sobre dos jesuitas que, en el momento de su responsabilidad como provincial en Argentina (1973-1979), fueron encarcelados, torturados y después de unos meses, liberados: Orlando Yorio y Ferenc Jalics.

“Se desarrolló la leyenda de que yo sería quien los habría entregado para ser encarcelados. Sepan que hace un mes la Conferencia Episcopal Argentina publicó dos volúmenes, de los tres previstos, con todos los documentos relativos a lo sucedido entre la Iglesia y los militares. Allí se encuentra todo”. “Hice lo que creí que debía hacer para defenderlos”.

Totalmente exonerado por Jalics (Yorio murió en 2000), Francisco no niega la “distancia” con Jalics, incluso en su última conversación (“Vi que estaba sufriendo porque no sabía cómo hablarme”) y enfatiza: “Las heridas de esos años han permanecido tanto en mí como en él”. En general, “la situación en Argentina era confusa y no estaba del todo claro qué debía hacerse”. Francesco Strazzari reconstruye aquel clima a partir de sus contactos en los viajes efectuados a Argentina (Redacción de SettimanaNews)

***

Incluso bajo la breve presidencia de Isabelita Perón (1974-1976) hubo secuestros y desapariciones en los barrios de los pobres. Ya antes del golpe de Estado (24 de marzo de 1976), con el que se inició la dictadura despiadada, en la iglesia de Santa María Madre del Pueblo, el párroco Rodolfo Ricciardelli, una de las figuras más carismáticas y activas del movimiento de sacerdotes tercermundistas, junto con los sacerdotes Jorge Venazza y Carlos Mugica (asesinados en 1974), se habían dado cuenta del peligro de seguir trabajando en los monobloques del barrio.

Militantes de diferentes sectores operaban allí. Entre ellos estaban los jesuitas Orlando Yorio y Ferenc Jalics. Bergoglio había conocido a Yorio a principios de los años 60 en el Colegio Maximo. Fue su profesor en los dos años de teología. Jalics lo conoció en el mismo lugar y al mismo tiempo.

Los jesuitas en la dictadura militar

Bergoglio no compartía sus posiciones y su actividad. Durante mucho tiempo se había distanciado de ellos, provocando descontento en la Compañía argentina. Superior en 1973, a la edad de 36 años, no estaba a favor de que los jesuitas se comprometieran en asuntos políticos. Los dos jesuitas – también había otros – se habían orientado hacia los pobres con actividades pastorales, que tenían un propósito muy específico, claramente evangélico.

Vivían en el barrio Rivadavia y eran muy activos en el movimiento “Peronismo Básico” (PB.) Cuando ocurrió el golpe, ambos con el padre Luis Dourrón ya no contaban  con las autorizaciones necesarias para ejercer el ministerio. La Compañía de Jesús había decidido disolver la comunidad del barrio Rivadavia, permitiéndoles celebrar misa hasta que ingresaran en otra congregación o fueran incardinados en alguna diócesis.

ZJRHPQRELFANFJV425WZVFOVTQ

Jalics y Yorio no estaban entusiasmados con la solución, de hecho tuvieron una reacción muy dura. Dentro del Colegio durante todo un año discutieron con Bergoglio, permaneciendo en posiciones distantes. El mismo Bergoglio en una audiencia en 2010 anunció que ambos habían pedido abandonar la Compañía. La solicitud fue transmitida a Roma.

A Yorio y Dourron se les permitió abandonar la Compañía el 19 de marzo de 1976, mientras que Jalics decidió quedarse. Dourron fue incardinado en la diócesis de Morón, mientras Yorio esperaba. Bergoglio declaró en la audiencia: “Les ofrecí vivir en la curia provincial junto conmigo, los tres”.

Secuestros y tensiones

Del 11 al 23 de mayo de 1976, grupos vinculados a las fuerzas armadas de la dictadura allanaron las casas de militantes y habitantes del barrio Rivadavia y Bel Basso Flores. Yorio y Jalics, que tenían contactos con el “peronismo básico”, también fueron secuestrados.

“Mi primera impresión “, informó Bergoglio más tarde, “fue que los liberarían inmediatamente porque no tenían nada de qué ser acusados. Además, estaba convencido de que no era una operación para buscarlos a ellos solos, sino una redada en la que cayeron”. Los militares secuestraron a los dos jesuitas porque estaban cerca de un grupo de jóvenes laicos, que habían sido secuestrados días antes y porque pretendían limpiar la iglesia de los sacerdotes tercermundistas, a los que consideraban comunistas, como lo demuestran los asesinatos de los padres Palottini de la parroquia de San Patrizio en el barrio de Belgrano y otros en el mismo año.

El juicio de Horacio Verbitsky en su obra es despiadado: “Historia política de la Iglesia Católica” (III vol.). Criticando duramente las acciones de Bergoglio, afirmaba que se había propuesto limpiar la Compañía de “jesuitas zurdos”.

Únicos supervivientes

Después de casi seis meses de secuestro, Yorio y Jalics aparecieron en octubre en un campo en Cañuelas. Estaban completamente desnudos. Yorio llamó a Bergoglio y le informó de la liberación. Habían estado en la Escuela de Mecánica del Ejército junto con otros reclusos y luego fueron trasladados a un lugar, que no pudieron identificar.

Bergoglio trabajó para que el secretario de la nunciatura ayudara a Yorio a obtener autorización para incardinarse en la diócesis de Quilmes. Luego fue enviado a Roma para estudiar derecho canónico. Jalics fue a los Estados Unidos, donde vivía su madre.

Yorio murió en 2000 en Montevideo, donde trabajó en la parroquia Santa Bernardeta. Bergoglio mantuvo relaciones con Jalics a lo largo de los años. En 1978 Jalics encontró hospitalidad en el monasterio de Wilhelmsthal, en el sur de Alemania. Luego se mudó a Budapest en 2017, donde murió de Covid en 2021.

El 15 de marzo de 2013, hizo una declaración muy importante y largamente esperada: “Años más tarde tuvimos la oportunidad de conversar con el Padre Bergoglio sobre lo que había sucedido. Luego celebramos la Misa junto con la gente y nos dimos un abrazo solemne. Estoy reconciliado con los acontecimientos y considero que el asunto está cerrado”.

Fuente Religión Digital

General, Iglesia Católica , , , , , , , , , , ,

Memoria: ¿Por qué se habla de 400 desaparecidxs LGBT en Argentina?

Sábado, 1 de abril de 2023

0DFB11F6-B310-4D70-AD60-C91490C0A995

¿De dónde sale la cifra de 400 detenides y desaparecides LGBT víctimas del Terrorismo de Estado en Argentina?

 (Actualizada el 24/3/2023)

Al cumplirse otro aniversario del Golpe cívico-militar, con un modelo de Memoria, Verdad y Justicia que es ejemplo en el mundo y ha logrado condenar a más de mil personas en Argentina por delitos de lesa humanidad, activistas de la diversidad sexual vienen denunciando que los crímenes contra personas LGBT+ no han sido aun visibilizados ni castigados. Desde el activismo de la diversidad sexual, muches reclaman esto con la cifra simbólica de 400, una manera de pedir Memoria, Verdad y Justicia por las personas LGBT+ desaparecidas.

[LEE TAMBIÉN: #24M Por qué no se habla de persecución a LGBT+ en dictadura]

De dónde sale esta cifra

La primera mención a este número apareció publicada en 1987, en el libro de Carlos Jáuregui “La homosexualidad en Argentina”. Luego, en 1996, en un texto para revista Nx Jáuregui amplió: “Nuestra comunidad, como toda minoría en tiempos dictatoriales, fue víctima privilegiada del régimen. El fallecido rabino Marshal Meyer, miembro integrante de la CONADEP (Comisión Nacional para la Desaparición de Personas), creada durante el gobierno radical, expresó en 1985 a quien esto firma, que la Comisión había detectado en su nómina de diez mil personas denunciadas como desaparecidas, a cuatrocientos homosexuales. No habían desaparecido por esa condición, pero el tratamiento recibido, afirmaba el rabino, había sido especialmente sádico y violento, como el de los detenidos judíos”.

[LEE TAMBIÉN: #24M Santa Fe: reparación histórica para trans perseguidas en dictadura]

«Cuatrocientos homosexuales»

La cifra estimaba a muy grandes rasgos “cuatrocientos homosexuales”. En aquellos tiempos, la palabra “homosexuales” era un modo de designar a todas las identidades que no eran estrictamente heterosexuales. Incluía a gays, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y más. El contexto de aquella cifra era un número que en 1985 y con muchas limitaciones, recién empezaba a perfilarse y con los años, las denuncias, se convirtió en 30.000 personas desaparecidas. Pero las detenciones y persecuciones a personas LGBT no habían empezado en terrorismo de Estado.

[LEE TAMBIÉN: #24M “Los maricones”, memorias de la represión a gays y trans]

Ivanna: sobreviviente de la dictadura

Ivanna Aguilera es una sobreviviente trans. Tenía 13 años aquella tarde de mayo de 1976 en Rosario. Eran las siete y estaba junto a otras compañeras, frente al Automóvil Club en la Plaza de San Martín, a cinco cuadras de su casa, cuando vio venir un camión y dos jeeps del Ejército, según contó a Presentes. ”Nosotras recién estábamos descubriéndonos, saliendo a la calle. Íbamos a la plaza porque habíamos encontrado a una compañera trans, la Poropá, la primera que conocíamos. El camión paró y nos subieron a las trompadas. La compañera mayor nos protegió. Nos llevaron al Batallón 121 (ahí funcionó un centro clandestino de detención), donde fui apaleada, abusada sexualmente en grupo, picaneada en mi genitalidad y quebrada. Todo era acompañado con insultos sobre mi identidad: maricón, puto, degenerado, ustedes son una enfermedad, hay que matarlos de chiquitos”.

BA3886F4-280C-4256-AABE-4EE8AAEDB471Ivanna Aguilera.

Ivanna cuenta que estuvo 72 horas secuestrada con sus compañeras. “Nos tiraron en un descampado a todas. Pero después una no sobrevivió”, dice. Más tarde, Ivanna sería detenida reiteradas veces. “Nos llevaban presas por nuestra sexualidad. Pero jamás nos ponían junto con lxs compañerxs presos politicxs, sino con la población común: violadores, delincuentes, ladrones. Y algunos volvían a abusar de nosotras. A las pocas que quedamos vivas nos pasó lo mismo. ¿Por qué nos llevaban y torturaban? Jamás nos lo dijeron. No estábamos en un gremio”, dice Ivanna.

Hoy vive en Córdoba y es presidenta de Devenir Diverse. “Las travas no tenemos justicia. Hace pocos años que empezamos a trabajar con ella. Y este genocidio para con nuestros cuerpos LGBTQ+ no se terminó cuando llegó la democracia. Hace sólo unos años que tenemos ley de identidad de género. Antes íbamos a un hospital y nos llevaban detenidas, por edictos policiales que fueron creados por la dictadura”.

23 de marzo de 2020
Edición: María Eugenia Ludueña

Fuente Agencia Presentes

General, Historia LGTBI, Homofobia/ Transfobia. , , , ,

«Hoy podemos escribir otros Nunca Más con la memoria LGBT»

Viernes, 31 de marzo de 2023

2023022-Matias-Maximo-010-foto-Eugenia-Kais-1200x600

BUENOS AIRES, Argentina. La dictadura cívico-militar dejó marcas dolorosas y profundas para la Argentina. Si bien se conocen las violencias que padecieron las personas LGBT+ en el Terrorismo de Estado, salvo casos aislados, la persecución, tortura, secuestro y desapariciones que sufrieron gays, lesbianas, trans y travestis no forma parte de registros oficiales ni está relatada en los libros sobre este tramo de la historia.

“Los 40 años de democracia con algunos derechos conseguidos, nos da posibilidad de empezar a meter nuestras historias dentro de la construcción de la historia para ganar otras subjetividades que nos permitan existencias más libres”, afirma a Agencia Presentes el periodista Matías Máximo, autor del libro El Nunca más de las locas. Resistencia y deseo en la última dictadura.

El libro fue editado por Marea Editorial dentro de la colección Historia Urgente. Sale a la luz este año cuando se cumplen cuatro décadas de democracia ininterrumpida en la Argentina. Cuenta las historias de secuestros y desapariciones sufridas por la comunidad LGBT durante ese período y las contrasta con sus formas de construir memoria y resistencia.

“Hay un dicho que dice que la historia la escriben los que ganan. Es claro que por muchos años no fuimos los que ganaban. Fuimos una cadena de persecuciones, de violencias, de destrucciones tanto del aparato terrorista del Estado como de parte de la sociedad civil y de la Iglesia”, explica Máximo.

Contar la dictadura

20230322-Tapa-NuncamaslocasFINAL-IMPRENTA-¿Con qué complejidades te encontraste a la hora de escribir este libro?

-Vengo trabajando el tema desde hace más o menos diez años, desde que hice la primera nota donde se vincula la diversidad sexual con ese período de la última dictadura. Cada capítulo del libro hace foco en un tema específico. Una de las complejidades fue darle un gran tiempo de escucha a esas personas que son sobrevivientes y hoy tienen entre 60 y 70 años. No fueron entrevistas, fueron más bien conversaciones, encuentros en donde se pasó desde lo feo hasta lo lindo. Uno de los propósitos fue hablar también del deseo. No sólo de reconstruir la historia desde una perspectiva de la heteronorma, de hacer una pornografía del dolor. La búsqueda fue también reconstruir otras formas posibles de hacer memoria, donde el deseo y la resistencia tengan un espacio.

-La narración del libro y la selección de historias plantea un relato distinto sobre la dictadura, ¿cómo lo lograste?

-La propuesta narrativa es llevar adelante otro recorrido. Hay varios libros donde se aborda este período de otro modo: Princesa Montonera, de Mariana Eva Pérez o la forma de acercarse a su historia, Marta Dillon en el libro Aparecida. Hay libros en donde se plantea salir de la solemnidad para abordar la memoria y contarla desde otras formas. Al hacerlo, el horror suele mezclarse con momentos de fiesta, de humor negro. Hay en nuestra narrativa, en la forma en la que recordamos, tal vez por un instinto de supervivencia, una mezcla permanente de humor negro. Por otro lado, cualquier persona de más de 60 años que haya vivido en la Argentina esos años y fuera o no de la comunidad LGBT, va a tener algo para contarte. Va a tener historias de persecución, de expulsión, de miedo a caer preso. Fue una realidad cotidiana.

Denunciar la violencia entre la violencia

¿Qué analizás de lo que sucedió en su momento con la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) y la falta de registro de diversidades en el listado del Nunca Más?

20220322-ALOLAR_1-El informe Nunca Más que en su momento hizo la CONADEP cumplió una función importante en aquel tiempo. El informe se terminó al año y fue un material súper importante para la instrucción de la causa del Juicio a las Juntas (1985). Pero si lo analizamos con otra perspectiva, hubo muchísimas cosas que quedaron por fuera. Más que reclamarle que sume páginas al Nunca Más, me parece que podemos escribir otros Nunca Más hoy. Fue un trabajo histórico y cumplió su función. Ahora dentro es raro que dentro de ese informe no aparezcan ninguna vez las palabras gays, travestis, lesbianas o cualquiera de los sinónimos que se usaban para las personas cuya orientación sexual o identidad de género se corriera de la heteronorma.

También hay que pensar en las condiciones específicas, en la escena de cómo era ir a denunciar a la Conadep. A la entrada había policías. ¿Cómo te ibas a acercar a denunciar que tu compañera travesti está desaparecida si esos mismos policías eran quienes aplicaban los edictos por lo que te podían detener por ropa contraria al sexo o por incitación al acto carnal? Había mucho miedo de que te llevaran detenido por cualquier cosa que te inventaran. Quién iba a ir a denunciar a esas personas. Cómo iba el informe a recibir esos testimonios si históricamente no estaban dadas las condiciones para denunciar este tipo de desapariciones específicas.

«Es difícil construir memoria cuando tu vida es un exilio»

-Era difícil denunciar también por una cuestión con la identidad de género que no coincidía con el documento

20230322-TRASAS_1En el libro aparecen varios testimonios que dicen que para ellas la democracia comenzó con la Ley de Identidad de Género, en 2012. En la época de la dictadura la identidad no sólo no se respetaba, sino que había cuestiones correctivas. Por ejemplo, las violaciones sexuales y pelar la cabeza aparece en la mayoría de los relatos, y eso es violencia específica. Muchos dicen que no hubo una persecución específica pero sí hubo un sistema de persecuciones que empezaron a funcionar a mediados de los 50 y siguieron en la Ciudad de Buenos Aires hasta 1998 y en las provincias hasta entrado los 2000. Todos estos años en los cuales para muchas personas volvió la democracia para otras siguió existiendo una forma de persecución constante.

-Hablar de estos temas, de esta memoria hasta hace poco invisibilizada, ¿es un paso más en la democracia?

-Siempre van a haber más derechos para conseguir, pero existe un avance desde donde podemos estar pensando otros temas como la construcción de la memoria. Esta memoria no sólo hace más rica a la democracia, sino que aporta a la memoria de todas las personas más allá de su orientación sexual y su identidad de género. Es difícil construir memoria cuando tu vida es permanentemente un exilio. Cuando todas las semanas te tenés que mudar de alguna pensión o caés en cana. Las condiciones materiales para construir memoria fueron muy diferentes a las que tuvo la heteronorma. ¿Tenemos la misma memoria? A mí me parece que no. A mí no me interesa tener la misma construcción de memoria solemne a la que aspira cierta historia oficial. Prefiero una memoria plagada de subjetividades donde las voces locas tengan un espacio.

23 de marzo de 2023
Maby Sosa
Eugenia Kais
Edición: María Eugenia Ludueña

General, Historia LGTBI , , , , , ,

Pañuelazo recuerda a 400 detenides-desaparecides por el Terrorismo de Estado en Argentina

Miércoles, 29 de marzo de 2023

18-03-23-acto-repudio-golpe-y-Lgtbiq-13-1536x1025

Homenaje a les desaparecides LGBT+ por el Terrorismo de Estado, en la semana de la Memoria y aniversario del Golpe en Argentina.

BUENOS AIRES, Argentina. Más de 20 organizaciones de la diversidad sexual se encontraron este sábado en Buenos Aires para recordar a les 30 mil desaparecides por el Terrorismo de Estado en Argentina y a les 400 detenides desaparecides LGBTI+. El acto se realizó en la Plaza Carlos Jáuregui y convocó al activismo de la diversidad sexual y de los derechos humanos.

El abrazo de Nora y Norma

Nora-Cortinas-y-Norma-Castillo.-Foto-Agustina-Ramos-Presentes-1536x1156Nora Cortiñas y Norma Castillo. Foto: cobertura de Agustina Ramos

En el acto Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, se abrazó con Norma Castillo, militante histórica por los derechos humanos y de la comunidad LGBTIQ+. En 2010 Norma se unió con Ramona «Cachita» Arévalo, su gran amor, en el primer casamiento de mujeres de América Latina y el Caribe por vía judicial.

El homenaje contó con la presencia de las funcionarias Greta Pena, titular del INADI, y de la la subsecretaría de Políticas de Diversidad del Ministerio de Géneros, Agustina Ponce. También participaron el acto Ernesto Gaya, de la Agrupación H.I.J.X.S – CABA, y las organizaciones que integran el Frente Orgullo y Lucha.

https://twitter.com/PresentesLatam/status/1637197153998192647?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1637197153998192647%7Ctwgr%5Ed53e4ee1a437e8a358958f94a50ccc74fc4e35d2%7Ctwcon%5Es1_c10&ref_url=https%3A%2F%2Fagenciapresentes.org%2F2023%2F03%2F20%2Frecuerdan-a-400-detenides-desaparecides-por-el-terrorismo-de-estado-en-argentina%2F

Qué pasó con la represión a la diversidad

Hubo emoción, memoria, batucada, feria y un Pañuelazo para conmemorar a les 30000 desaparecides al cumplirse el 24 de marzo 47 años del Golpe de Estado en Argentina. Y se leyó el documento: “La dictadura no sólo implicó un autoritarismo político sino también moral. La represión al movimiento popular no excluyó la persecución a lesbianas, bisexuales, gays, maricas, travestis y trans como parte de los dispositivos de disciplinamiento de la sociedad. Pero esa represión a la diversidad no fue procesada socialmente ni formó parte de las causas judiciales por las violaciones a los Derechos Humanos, por eso reivindicando los históricos avances en materia de Memoria, Verdad y Justicia queremos visibilizar la historia de la violencia estatal contra las personas LGBTI+ que fuimos, somos y seremos parte de las luchas de nuestros pueblos”.

18-03-23-acto-repudio-golpe-y-Lgtbiq-10-1536x1180

Desde Madrid, otro activista histórico Héctor Anabitarte participó a través de estas palabras: Quisieron eliminar toda manifestación sexual que no fuera la impuesta por la tradición judeo-cristiana y su concepción heteropatriarcal de lo que debe ser una sociedad. Sabían muy bien que la sexualidad en sí misma es cuestionadora, es rupturista, es desestabilizadora y los administradores de la moral, de la culpa, no lo podían tolerar”, escribió. Y recordó: Todos los derechos y entre ellos el derecho a disponer del propio cuerpo, lo único que verdaderamente nos pertenece. Como bien dijo la poeta lesbiana Alejandra Pizarnik: «Que tu cuerpo sea siempre un amado espacio de revelaciones».

Qué dice el documento que se leyó

El rabino Marshall Meyer (1930/1993) de la Comunidad Bet El, integrante de la Comisión Nacional para la Desaparición de Personas (CONADEP) en un encuentro con el histórico activista Carlos Jáuregui en 1985, sostuvo que la Comisión había detectado en su nómina de personas denunciadas como desaparecidas a cuatrocientos homosexuales. Si bien no habían desaparecido por ese motivo, el tratamiento recibido había sido especialmente sádico y violento. Como así también el de los detenidos judíos. Fue recién en el año 2011 que la CONADEP recibió la declaración de personas travestis y trans detenidas en centros clandestinos.

18-03-23-acto-repudio-golpe-y-Lgtbiq-17-1536x1025Desde el movimiento LGBTI+ queremos visibilizar la historia de lucha de nuestro movimiento, por eso reivindicamos al Frente de Liberación Homosexual (FLH) que nos convocaba a amar libremente en un país liberado. Al mismo tiempo reclamamos por el derecho a la verdad, a saber que paso con las personas LGBTI+ detenidas desaparecidas, a conocer sus historias militantes y que se visibilice la represión que sufrieron por su orientación sexual e identidad de género.

Durante el primer año del golpe, el Grupo Nuestro Mundo, antecesor del Frente de Liberación Homosexual,  – fundado entre otros por Héctor Anabitarte, delegado del sindicato de correos y militante Comunista – denunció ante los medios los arrestos arbitrarios que sufrían las personas LGBTI+. Y cómo se las obligaba a firmar declaraciones incriminatorias amparadas en edictos policiales como el “2 H”. También el escritor y activista del FLH, Néstor Perlongher (1981) realizó denuncias similares, en las que señaló la existencia de una “limpieza moral” a través de razias policiales y detenciones.

«Están dentro de lxs 30 mil»

Queremos visibilizar y reivindicar esas historias de militantes perseguidxs, que hoy sabemos tuvieron un tratamiento especialmente cruento por lo que ahora llamamos orientación sexual e identidad de género. No separamos sus historias personales de sus militancias políticas y sociales, están dentro de lxs 30.000.

En el inicio de la semana de la memoria, queremos expresarnos y abrazarnos para seguir defendiendo nuestra democracia que está cumpliendo 40 años ininterrumpidos. Y seguir construyendo con el ejemplo y la guìa de les 30 mil esa patria libre, justa, soberana y diversa que soñamos.

Aniversario del Golpe genocida

A 47 años del golpe genocida decimos:

¡Somos comunidad, orgullo y lucha!
¡Viva el FLH!
¡Son 30mil!
400 LGBTI+ Detenidxs Desaparecidxs, ¡Presentes!

Acompañamos a Madres de Plaza de Mayo, Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas e HIJOS. Sumando la bandera de la diversidad al histórico reclamo de Memoria, Verdad y Justicia.

18-03-23-acto-repudio-golpe-y-Lgtbiq-16-1536x1098

Foto: Alejandro Reynoso

20 de marzo de 2023
Cobertura en redes: Agustina Ramos
Alejandro Reynoso
Edición: María Eugenia Ludueña

Fuente Agencia Presentes

General, Historia LGTBI, Homofobia/ Transfobia. , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

“La verdad los hará libres”: El esfuerzo de la Iglesia para comprender mejor la Dictadura argentina

Martes, 14 de febrero de 2023

3DDBA2FA-B8B5-45D4-BF46-361F2A7C1809Del blog de José Luis Modino:

Una obra en tres tomos fruto de 10 años de trabajo

La obra es fruto del trabajo de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina, de “un equipo de docentes e investigadores que se abocaron a escrutar los archivos por primera vez accesibles”

“Ser un aporte a la historiografía argentina en orden a comprender mejor un periodo tan doloroso de nuestra historia reciente”

“Exhortamos a quienes tengan datos sobre el paradero de niños robados, o conozcan lugares de sepultura clandestina, que se reconozcan moralmente obligados a acudir a las autoridades pertinentes”

La reciente publicación del primer tomo de “La verdad los hará libres”, una obra pensada en tres tomos que es “el fruto de un largo proceso de sistematización e investigación impulsado por la Conferencia Episcopal Argentina, con la colaboración de organismos de la Santa Sede, que comenzó en el año 2012 con la clasificación de la documentación existente en torno a la década del 70 del siglo pasado y custodiada en los archivos de la Conferencia Episcopal y de la Santa Sede”, ha llevado a la Conferencia Episcopal Argentina a escribir una carta de presentación.

Nunca se avanza sin memoria

El escrito comienza citando el número 249 de la Fratelli tutti, donde el Papa Francisco dice que “Es fácil hoy caer en la tentación de dar vuelta la página diciendo que ya hace mucho tiempo que sucedió y que hay que mirar hacia adelante. ¡No, por Dios! Nunca se avanza sin memoria, no se evoluciona sin una memoria íntegra y luminosa. Necesitamos mantener viva la llama de la conciencia colectiva, testificando a las generaciones venideras el horror de lo que sucedió que despierta y preserva de esta manera el recuerdo de las víctimas, para que la conciencia humana se fortalezca cada vez más contra todo deseo de dominación y destrucción”.

La obra es fruto del trabajo de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina, de “un equipo de docentes e investigadores que se abocaron a escrutar los archivos por primera vez accesibles”. En el primer tomo ya publicado, “ofrece un marco de comprensión de la realidad social y eclesial argentina en la segunda mitad del siglo XX deteniéndose tanto en las concepciones teóricas como en las acciones concretas que alimentaron las diversas formas de conflictividad y violencia”.

En relación al segundo, que verá la luz próximamente, la carta de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina dice que “afronta las vicisitudes y contradicciones de la Iglesia católica durante los años del llamado Proceso de Reorganización Nacional con la intención de revelar, de forma cronológica e integral, todo el ciclo de los acontecimientos desde el Golpe de Estado de 1976 hasta el regreso a la democracia en 1983”. Por su parte, “el tercero ofrecerá una serie de ensayos con diversas lecturas teológicas e históricas acerca de lo sucedido en aquel tiempo”.

Comprender mejor un periodo tan doloroso de la historia argentina

El objetivo de la obra es “ser un aporte a la historiografía argentina en orden a comprender mejor un periodo tan doloroso de nuestra historia reciente. En ese sentido, la carta dice que “la Conferencia Episcopal Argentina, consciente de su misión de servir a la sociedad, ha querido primeramente ordenar y clasificar sus archivos en orden a hacerlos asequibles a aquellos que, cumpliendo debidamente la reglamentación vigente, quisieran escrutar con honestidad intelectual las fuentes en orden a historiar científicamente un periodo difícil de la vida argentina”.

Un trabajo encargado a especialistas con el que se quiere cumplir lo dicho en 2012: “Nos sentimos comprometidos a promover un estudio más completo de esos acontecimientos, a fin de seguir buscando la verdad, en la certeza de que ella nos hará libres (cf Jn 8,32)”. Desde el episcopado se recalca que “de nuestra parte hemos colaborado con la justicia, cuando se nos solicitó información, de la cual podamos disponer. Además, exhortamos a quienes tengan datos sobre el paradero de niños robados, o conozcan lugares de sepultura clandestina, que se reconozcan moralmente obligados a acudir a las autoridades pertinentes”. Algo que es visto como oportunidad “para lograr que en nuestra Patria crezca la paz y la justicia”.

Biblioteca, General, Iglesia Católica , , , , , ,

Argentina: Reparación a mujeres trans víctimas de la dictadura: “Finalmente nos escucharon”

Viernes, 9 de septiembre de 2022

F66C6D30-7D11-4B68-8384-3E28B946F47CEl gobierno bonaerense las reconoció como presas políticas

Julieta González relata a Página/12 cómo fueron los días en los que estuvo secuestrada en el Pozo de Banfield: los abusos, las humillaciones, los Falcon manchados con sangre y el llanto de un bebé nacido en ese campo de concentración.

“Te llena saber que después de 40 y pico de años diciendo nuestra verdad finalmente nos escucharon, dice con emoción Julieta González, una mujer trans que el martes fue reconocida como presa política por el gobierno bonaerense después de haber estado detenida en el centro clandestino de detención conocido como el “Pozo de Banfield”.

Julieta vivió toda su vida en Tigre. Una noche fue secuestrada mientras estaba con otras dos compañeras ejerciendo el trabajo sexual en la Avenida del Libertador, a la altura del Club Atlético San Isidro (CASI). No recuerda si fue en 1977 o en 1978 porque entonces las violencias eran muchas, cotidianas y asfixiantes. Pero sí recuerda cómo –con sus 20 años a cuestas– fue llevada desde la Brigada de Martínez al lugar que conocía como el “Área Metropolitana” de Banfield.

“Nos trataban como si fuéramos un extraterrestre. Te miraban de arriba a abajo. Como si fueras un marciano, cuenta. Primero las llevaron a buscar un calabozo donde meterlas. “Vi una persona en una celda, sentada en el piso. Toda flaquita y con el pelo largo enredado. Cuando abren la puerta, mira hacia donde estábamos y después vuelve a agachar la cabeza”.

Como ese lugar estaba ocupado, las empujaron a buscar otro calabozo. Las instalaron en uno que tenía una letrina. Nos trajeron dos colchones que estaban llenos de sangre –como con coágulos de sangre– y pelos. Ahí comenzó el martirio”, relata. Para las mujeres trans que estaban alojadas ahí dentro lo común eran los abusos sexuales y los cachetazos ante cualquier mínima resistencia.

A ellas también las usaban como mano de obra esclava en el centro clandestino: tenían que cocinar en unas ollas grandes, limpiar, lustrar botas e incluso picar cascotes. “Párense como hombres”, les gritaban. Si osaban responder, lo que venían eran los golpes.

Las tareas de limpieza incluían lavar los autos que se usaban para secuestrar. Era común que se encontraran ropas rotas y ensangrentadas, pero hay un recuerdo de un Falcon amarillo que, más de 40 años después, aún la estremece. El auto estaba lleno de sangre en los asientos y en el baúl. A veces me miro las manos y pienso que están manchadas con sangre porque nos hacían lavar esos coches”, cuenta.

Durante el día, el Pozo de Banfield funcionaba casi como una dependencia policial más –con sus violencias y arbitrariedades– pero los movimientos se escuchaban particularmente de noche. A Julieta y a sus compañeras les habían prohibido subir hacia los pisos superiores. Un día escucharon que, desde arriba, les preguntaban dónde estaban. “En el Área Metropolitana de Banfield”, se animaron a responder ellas.

El sonido de los motores de los autos son todavía un recuerdo vívido para ella, que hacen que durante las noches esté atenta al menor ruido. Hay otro sonido que no puede olvidar. Los gritos de una mujer y después el llanto de un bebé en el Pozo de Banfield, un lugar usado como una maternidad clandestina dentro de lo que se conoce como el Circuito Camps. “¿Quién será ese bebé? A mí me gustaría decirle: ‘Yo estuve en tu nacimiento. Yo te escuché llorar’. Ojalá Dios haya iluminado a esa criatura”, dice.

Algo parecido a la justicia

Julieta, de 65 años, estuvo el martes en La Plata para recibir el certificado que la reconoce como una presa política y la hace beneficiaria de una pensión graciable a partir de la ley 14042. La acompañó su mamá de 90 años. Qué emoción ver que hoy te reconocen cuando tantas veces vi que te humillaban”, le dijo.

En medio de los abrazos y las fotos, se acercó un hombre joven para saludarla. “Los presento. Él es el juez Ernesto Kreplak”, les dijo una funcionaria que participaba del acto. Kreplak es el juez que procesó a los represores que tuvieron bajo su órbita al Pozo de Banfield por lo que padecieron Julieta y otras siete personas trans que fueron llevadas a ese lugar. En su resolución de abril de este año, el juez reconoció que estas personas fueron víctimas de una violencia diferencial en razón de su orientación sexual e identidad de género.

La investigación sobre lo sucedido con Julieta se hizo conjuntamente con la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de La Plata, con el especial impulso de la auxiliar fiscal Ana Oberlin, quien venía trabajando desde hace unos años en casos que nunca habían tenido respuesta judicial. Contó con la ayuda del Archivo de la Memoria Trans, que acercó a otras personas que habían estado secuestradas y nunca habían contado su historia en los tribunales –vistos como un escenario más asociado a la violencia y al maltrato que como una instancia de justicia y reparación–.

Se escucharon sus testimonios y se generaron distintas imputaciones. Eso habilitó que se las considerara presas políticas en manos del terrorismo de Estado. En ese momento fue cuando se intensificaron las violencias, lo que incluyó haber estado en un centro clandestino de detención, tortura y exterminio. Esa persecución se dio en el marco del modelo que quería imponer la dictadura en lo que hace también a lo sexo-genérico: haber transgredido la cis-heteronormatividad iba a ser castigado con mayor saña entonces”, explica Oberlin, que resalta que siguen escuchando testimonios y que quienes quieran acercarse para contar sus historias van a ser recibidas.

Algo parecido a la reparación

El martes, el gobierno provincial no solo reconoció –en el marco del día del detenido-desaparecido– a Julieta sino también a Carla Fabiana Gutiérrez, una mujer trans que se exilió en Europa. Ella fue secuestrada en el verano de 1976-1977, cuando tenía catorce años y sometida a todo tipo de abusos y humillaciones. No pudo viajar pero mandó un video desde Italia, donde vive.

“Fue un acto con características distintas por todo lo que representa este grupo tan vulnerado y se percibió esa sensación de reparación y justicia”, afirma Matías Moreno, subsecretario de Derechos Humanos bonaerense. Si en el imaginario de la dictadura no entraban las disidencias políticas, gremiales o estudiantiles, tampoco entraban las disidencias sexuales”, añade.

A Julieta todavía le cuesta creer que el reconocimiento sea cierto. Será posiblemente otro hito en su historia, como lo fue recibir en 2012 el documento con el nombre que ella había elegido como propio a los catorce años. “El gobierno de Cristina no solo me dio mi identidad, sino que me devolvió la dignidad”, dice. “La vida también recompensa”.

Hace un tiempo, Julieta volvió una vez al Pozo de Banfield con un equipo de periodistas de Brasil. Sintió la conmoción de estar nuevamente cerca de esas paredes llenas de humedad. Sintió la presencia de quienes no pudieron salir de ese infierno. En las últimas horas recibió una invitación para ir al sitio de memoria que allí funciona, sacarse una foto y que su historia se cuente allí. “Es la historia y tiene que saberse para que no pase nunca más. Ojalá que la reparación sea para todas las chicas mayores de 60 que pasaron por este proceso”, pide.

Luciana Bertoia

Por Luciana Bertoia

2 de septiembre de 2022

Fuente Página12

***

General, Historia LGTBI , , , , , , , , , , ,

Karina Pintarelli, la primera sobreviviente trans de la dictadura en recibir una reparación del Estado Nacional

Lunes, 29 de agosto de 2022

75E13DDB-2E39-4843-8690-80498C21ADD7

Es poeta, tiene 64 años y durante años sufrió persecución y torturas policiales por su identidad de género.

 En la casa de Merlo que comparte con tres amigas, la activista y poeta trans Karina Pintarelli, se dedica hoy a descansar. Sabe que es una sobreviviente: tiene 64 años y una vida atravesada por múltiples violencias tatuadas en la piel. El 15 de julio pasado, mientras dormía, llegó el sobre con la noticia que le puso fin a la lucha de sus últimos cinco años. El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos reconocía las violencias y persecuciones que sufrió por motivo de su identidad de género durante la última dictadura militar. Se convertía, así, en la primera trans en recibir una reparación de este tipo por parte del Estado nacional.

“Lo puedo contar en vida. Esto es un reconocimiento de lo que vivimos. Me gustaría hacer llegar lo que se vivió y lo que se vive actualmente. A mis compañeres, decirles que sigan luchando, que luchando se puede conseguir las cosas”, dice Karina, sentada en el jardín de «Casa Leonor», donde convive con Morena, Agustina y Cielo. A las tres mujeres -también trans- las conoció en el centro de integración de mujeres y personas LGBT+ en situación de calle, “Frida”.

Las vidas de Karina

Karina tuvo muchas vidas: una infancia en el barrio porteño de Paternal junto a su madre, la vasca Irma, y sus hermanos, Mario y Liliana. Vivió en ocasiones en situación de calle; otras, en Europa. También en hogares, comisarías, cárceles y hospitales psiquiátricos donde fue destinada a compartir espacios con varones. Se dedicó a la prostitución desde sus 22 años. Fue acompañada y acompañante. Dirigió el centro Frida y escribió poemas que retratan sus vivencias, los cuales reunió en el libro Me quedé en Karina (2019).

Actualmente, es de las pocas personas travestis y trans que se encuentran con vida para contar lo que vivió en el período dictatorial (1976-1983). También en democracia, cuando las violencias no cesaron para el colectivo.

“Viví presa. Vivía 30 días adentro, salía en libertad unos días, después me volvían a detener 30 días más. Iba de comisaría en comisaría, ahí estaba 4, 5 días esperando el traslado a Devoto”, cuenta a Presentes con un mate en la mano y un pulóver negro que la arropan del frío invernal. Y asegura: “Era por mi identidad”.

En el 2018 gestó la idea de hacer algo con sus recuerdos. Mientras usaba sus treinta minutos de manejo de una computadora en el centro Frida, leyó la noticia sobre una mujer trans de la provincia de Santa Fe reconocida por el Estado provincial por ser sobreviviente de la dictadura. Fue en el marco de la Ley Provincial 13.298, que establece el pago de una pensión mensual a las personas que acrediten haber sido «privadas de su libertad por causas políticas, gremiales o estudiantiles», entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983.

“Leí que en Santa Fe una chica trans hizo la reparación y yo venía con ganas de hacer algo, pero no sabía qué, cómo empezar, qué herramientas utilizar. Hasta que le comenté a Flor lo que quería hacer y ahí empezamos la lucha”, cuenta Karina.

Flor” es Florencia Montes Páez, politóloga e integrante desde sus inicios de la organización No Tan Distintes (NTD), la cual trabaja “con, por y para” mujeres y diversidades en situación de calle. En sus 11 años de existencia, NTD llevó adelante distintas iniciativas, entre las cuales se encuentran la creación y gestión del centro de integración Frida. Ese proyecto ya no lo impulsan, pero dio lugar a otros, como la casa Leonor.

“Cuando Kari arrancó con todo esto no teníamos nada. Fuimos a construirlo, a ver cómo se podía hacer lo de la reparación, si era posible. Ahora le decimos ‘reparación’, antes no sabíamos nada de nada”, dice Florencia, recordando aquel momento.

La búsqueda de pruebas

A65A880C-A3D9-4BBC-A124-B068577B9139Ese año comenzaron a acompañar a Karina en su lucha el Observatorio de Género en la Justicia de la ciudad de Buenos Aires, y las organizaciones NTD y Abogadxs por los Derechos Sexuales (AboSex). Esta última, en el 2015 había lanzado, junto a más de 200 organizaciones, la campaña “Reconocer es Reparar”. La iniciativa propone una ley que repare a las víctimas de la violencia institucional por motivo de identidad de género.

Así, la primera acción que tuvieron que llevar adelante -y la más difícil- fue recabar la prueba. “Fuimos a buscar tres expedientes: uno en la provincia de Buenos Aires, uno del servicio penitenciario y otro de la Policía Federal. El de la provincia de Buenos Aires lo comieron las ratas, nos dijeron, así que no lo tuvimos”, cuenta Montes Páez.

Finalmente, dieron con el expediente de la Policía Federal. “Un expediente así (hace un gesto separando su dedo índice del pulgar unos 10 centímetros), cuya carátula era de ‘Pederasta’. Se lo hacen a fines de los años ’60 y lo último que hay en su prontuario es del año ‘96. Treinta años de prontuario”, detalla Florencia.

El legajo de Karina sorprende y no gratamente porque es como la prueba viva de la sistematicidad de las detenciones por la aplicación de edictos policiales. Lo que básicamente evidencia las violencias y la criminalización de las identidades de género”, explica, por su parte, Sofía Novillo Funes, abogada integrante de AboSex. Se refiere a los edictos de la Policía Federal Argentina, en particular los incisos 2F (escándalo público e incitación al acto carnal) y 2H (vestir prendas contrarias al sexo).

Para la prueba también “fue muy importante contar con un relato en primera persona de los hechos vividos por Karina”, agrega Novillo Funes.

Arte con prontuarios

Con lo reunido y el despertar de recuerdos, Karina armó una obra multifacética que se llamó “El tiempo en mis manos”. Estuvo compuesta por el libro de poemas Me quedé en Karina, que desde Serigrafistas Queer usaron para hacer una propuesta visual. También, por una instalación audiovisual curada por Mariela Scafati y Daiana Rose que se llamó Prontuario, donde mostraron parte del expediente. “Me gusta expresar lo que siento, lo que viví, mis sentimientos. De todo lo que fue mi vida. Hay muchas personas en mi misma situación”, dice Karina.

“Con el imaginario de la dictadura capaz pensás que estuvo en un centro clandestino. No. A Kari la levantaba la policía y la llevaba a Devoto sistemáticamente. Estaba en pabellones de varones. Recibía torturas, todas vinculadas a su identidad de género para castigarla, disciplinarla, lastimarla. Todo con el aval del contexto de dictadura”, repasa Florencia.

En 2020, Karina, junto al Observatorio y las organizaciones que la acompañaron, presentó ante la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación una solicitud de reparación por las violencias sufridas como víctima de la violencia del terrorismo de Estado.

Finalmente, el 15 de julio de este año, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos decidió resolver a favor de Karina al atender su reclamo. El informe técnico de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación dio por probado “el ensañamiento contra las personas trans como parte de la Doctrina de la Seguridad Nacional”.

Otras herramientas represivas

El dictamen destacó el carácter “dinámico” de la política reparatoria integral y el rol de la Policía Federal en el marco del terrorismo de Estado. Además, resaltó el uso de las contravenciones como herramienta represiva. Concluyó, finalmente, que el Estado asume “que las mujeres trans, en su encarnación del género, fueron consideradas agentes subversivos”.

“Este reconocimiento a favor de Karina es un precedente fundamental y una gran deuda pendiente que todavía existe en relación a las personas trans adultas y adultas mayores”, sostiene Novillo Funes.

En este sentido, remarca que lo que vivieron “no fue solamente durante la dictadura cívico militar, sino que esa criminalización persistió luego”. Incluso “todavía existen provincias que cuentan con códigos contravencionales que criminalizan las identidades de género”.

Reconocer es reparar

90D3FCD0-F3F3-482E-BA2D-F25F6C46CFE7“Es muy importante escuchar a las compañeras y que el Congreso de la Nación sancione el proyecto de ley Reconocer es Reparar para que esto dignifique y repare las experiencias de las compañeras travestis y trans”, afirma.

Karina hoy está tranquila, feliz y, sobre todo, descansa. Comparte sus días junto a More, Agus y Ciela en la casa Eleonor, un lugar que pudieron alquilar “a un precio popular” y sin controles.

“Estoy contenta por Kari, por lo que le salió y que siga luchando hoy en día”, dice Morena, una joven trans de 31 años, que acompaña a Karina cada 15 días al psicólogo y también viaja para traerle su medicación.

“Me levanto, le cocino, lavo su ropa, veo qué le falta. De una u otra manera estamos con ella porque es una persona grande ya”, dice, por otra parte, Cielo (41), que llegó desde Perú a la Argentina hace 15 años. Es la cocinera del grupo y ese mediodía horneaba un pollo con papas.

“Vivimos como familia, porque eso es lo que somos. La Kari es como mi mamá, ella (Morena) es como mi hermana. La idea es ya no tener ese código de la calle con esos berretines. Cuesta, pero acá vamos”, agrega.

Al cierre de la entrevista, Florencia recuerda que ese día, más temprano, pensaban en qué diría la madre de Karina si estuviera viva.

¿Qué diría?

«Estaría contenta, como toda vasca. Estaría contenta de que me reconozcan».

10 de agosto de 2022
Agustina Ramos
Ariel Gutraich
Edición: Ana Fornaro
Fuente Agencia Presentes

General, Historia LGTBI , , , , , ,

En Argentina hacen justicia con mujeres trans sobrevivientes de la dictadura militar

Martes, 22 de mayo de 2018

640x0-noticias-roberto-miguel-lifschitz-entrego-la-resolucion-que-otorga-el-beneficio-de-pension-a-carolina-boettiRoberto Miguel Lifschitz entregó la Resolución que otorga el beneficio de pensión a Carolina Boetti. - Foto: Uso permitido

Un total de 20 mujeres trans recibirán el beneficio de una pensión como parte del programa de Reparación Histórica.

En Argentina una mujer trans de 54 años fue la primera en recibir el reconocimiento de Reparación Histórica como sobreviviente de la última dictadura militar finalizada en el año 1983. En un acto histórico el gobernador de la provincia de Santa Fe, Roberto Miguel Lifschitz, entregó la Resolución que otorga el beneficio de pensión a Carolina Boetti. Se trata de la primera de las 20 beneficiarias incluidas en la ley provincial de reparación histórica N° 13298.

Este hecho sin precedente se realizó en el marco del Día Internacional de lucha contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género. Al momento de hacer entrega del beneficio, el gobernador ofreció un contundente mensaje.

“Han pasado 40 años desde el proceso militar y uno piensa que conoce todo lo que ocurrió durante aquellos años, sin embargo seguimos encontrando evidencia de lo genocida que fue la dictadura militar, con la represión, la violación de todos los derechos humanos, y con un nivel de crueldad muy pocas veces vistos en el país y en el mundo. Poner evidencia esta faceta, lo que hizo la dictadura en la comunidad trans, los actos de represión y persecución es mostrar otra cara de lo significó ese proceso”, dijo.

Sobre el reconocimiento destacó que tal vez no cambian el pasado, pero sí mejoran el futuro. Esto es importante para que podamos construir una sociedad más tolerante y más abierta, que todas las personas puedan sentirse iguales en la diferencia”.

El grupo de mujeres manifestó su agradecimiento y emoción ante la concreción del primer reconocimiento y relataron las historias vividas debido a los ataques y persecución que sufrieron durante los años del último régimen militar en Argentina.

Por su parte, el subsecretario de Políticas de Diversidad Sexual, Esteban Paulón, indicó que lo ocurrido en la Provincia de Santa Fe es un paso importante para el colectivo trans de todo el país, ya que se trata de un reclamo nacional”, aseguró.

Informó que en esa región deben existir unas 200 mujeres trans mayores de 55 años, sin embargo, solo 21 sobrevivieron a la violencia y el terrorismo de Estado. “Hemos ido recuperando esas historias con el equipo de la Secretaría de Derechos Humanos y estamos transitando este camino de la reparación histórica, como parte del ejercicio de la memoria”, dijo.

Fuente Universogay

General, Historia LGTBI , , , , , , , ,

Recordatorio

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Yo, por supuesto, a petición de los autores, eliminaré el contenido en cuestión inmediatamente o añadiré un enlace. Este sitio es gratuito y no genera ingresos.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un lugar de entretenimiento. La información puede contener errores e imprecisiones.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.