Se trata de una orden de alejamiento y de la prohibición de comunicarse con la víctima por un plazo de dos meses prorrogables por la presunta autoría de un delito de lesiones y otro de discriminación por razón de sexo enmarcado en los delitos contra los derechos fundamentales recogidos en el artículo 510 del Código Penal.

Pese a la retirada de la denuncia, argumentada por la víctima en sus dudas a la hora de identificar al autor dado que los hechos ocurrieron de noche, la Fiscalía ha decidido proseguir las actuaciones en defensa del colectivo hacia el que iba dirigida la agresión, han informado fuentes del Ministerio Público.

La víctima puede renunciar a los derechos que le corresponden por el resultado lesivo causado, pero no tiene potestad para impedir a la Fiscalía que continúe con la causa, según las fuentes, que precisan que el joven estará además obligado a acudir si es llamado como testigo, aunque ya no como perjudicado.

Daniel Peinado fue abordado hace una semana y media por dos jóvenes con los que se cruzó cuando paseaba a su perra. Uno de ellos se acercó al joven transexual, al que conocía por un vídeo que circulaba en las redes sociales, y empezó a proferir contra él expresiones vejatorias y humillantes mientras le daba golpes y patadas, según la Policía Nacional.

El acompañante del presunto autor de los hechos no participó, según la Policía, en las agresiones verbales ni físicas, por lo que no fue arrestado.

Una vez que la víctima denunció las agresiones en comisaría, la Policía abrió una investigación aplicando el protocolo contra los denominados delitos de odio, que establece protección a la víctima en todo momento y el apoyo necesario para su seguridad.

Fuente Agencias/Cáscara amarga