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Adviento 2018: Busca tiempo para Dios.

Miércoles, 5 de diciembre de 2018
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Del blog de Amigos de Thomas Merton:

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“¡Arriba, tú, hombrezuelo! ¡Huye un poco de tus ocupaciones! Entra un instante en ti mismo, apartándote del tumulto de tus pensamientos. Arroja lejos de ti las preocupaciones que te agobian y aparta de ti las inquietudes que te oprimen. Búscate tiempo para Dios y descansa. Habla con Dios y dile con todas tus fuerzas: “Quiero, oh Señor, buscar tu rostro” (salmo 27,8). Señor mío y Dios mío, enseña a mi corazón dónde y cómo tengo que buscarte, dónde y cómo puedo encontrarte”.

*

San Anselmo

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Anuncio del Adviento 2018

Miércoles, 5 de diciembre de 2018
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velas660x650-1200x800-e1543178364218Carmen Herrero Martínez, Fraternidad Monástica de Jerusalén
Tenerife

ECLESALIA, 30/11/18.- Adviento, tiempo de gracia, tiempo privilegiado de espera. Adviento, anuncio de presencia y liberación. La espera y esperanza se visten de fiesta, de júbilo y alegría para recibir a Aquél que viene, el anunciado por los Profetas, el esperado de los pueblos y naciones, el Príncipe de la paz. ¡Maranatha, ven Señor, Jesús!

Una doncella virgen, una hija de Israel, llamada María, lleva en su seno un niño: un niño va a nacer, un niño se nos ha dado, y él nos trae una vida nueva. Él es la justicia y el derecho, el árbitro de las naciones, consejero, príncipe de la paz. En María se cumplen la Promesa de Dios a su pueblo: “Cuando llegó la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley” (Gal 4, 4).

Las gentes otean de lejos el horizonte, el momento de la venida del Mesías; ellas salen a su encuentro con gozo y jubilo, puesta la esperanza en ese niño que va a nacer, el Hijo de la Promesa, de la esperanza y consolación de Israel.

Grandes y chicos se visten de fiesta, ataviados como una joven doncella, con sus mejores galas; todos se pasean por las calles con hidalguía y gozo de quienes salen al encuentro de Aquel que, desde antaño esperaban. ¡Maranatha, ven Señor, Jesús!

El traje más bello y admirable que viste el cortejo es la espera paciente después de siglos; enjoyados con el collar de la esperanza. Esta joya que desde tiempos remotos los hijos de Israel la custodian y la aman, como a la hija predilecta, salida de sus entrañas.

Los trajes de gala, de este cortejo están formados por su deseo ardiente de ver a Aquel que les trae la liberación, la salvación; Aquel que ya está llegando, al horizonte se percibe la estrella iluminando el camino que lleva al pobre portal de Belén, donde el Rey de reyes, nacerá, el Enmanuel, el Dios hecho hombre. ¡Misterio insondable, misterio de amor y plenitud de entrega! “Dios hecho materia, para que la materia sea divinizada” (San Máximo, confesor).

Quienes queremos prepararnos, a la venida, de tan esperado y querido Niño, nos unimos a este gran cortejo de hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños que representan toda la humanidad; dejándonos revestir de la belleza y profundidad interior que este cortejo nos transmite. “Canta de júbilo y alégrate, hija de Sión; porque voy a venir, y habitaré en medio de ti, declara el Señor” (Zacarías 2,10).

Tal vez, tu situación no sea fácil, ni tu estado de ánimo esperanzado para recibir al Enmanuel, hecho niño; con sencillez y desde tu propia realidad, ábrete y acoger en el “pesebre” de tu corazón a este Niño que viene a salvarte, a traerte la paz, la plenitud de vida. Adviento es una invitación a levantar la mirada hacia el nacimiento de la Vida, hacia Aquél que viene a liberarnos de toda esclavitud. La Navidad es la manifestación del gran amor y ternura de Dios por su criatura, por cada uno de sus hijos. Por tu parte, adora y confía y el nacimiento de Jesús se hará realidad en tu corazón. Adviento, tiempo de sentir a Dios encarnado como la plenitud de todo hombre y mujer; porque Jesús ha asumido nuestra propia naturaleza uniéndonos a la suya. Por el bautismo, somos uno con Cristo, hijos en el Hijo, herederos de la Promesa.

“Caminemos a la luz del Señor. Preparad los caminos del Señor, para que todo el mundo contemple la salvación de Dios” (Is 40,3). Desde este mensaje de esperanza nos disponemos a celebrar el Adviento. Tiempo de gracia que nos invita a la conversión, a preparar el camino, el “pesebre” de nuestro corazón, la morada de Dios; una morada digna donde Jesús pueda nacer y sentirse acogido, arrullado y tiernamente amado. “El Amor no es amado” exclamaba san Francisco. Adviento nos invita a amar, con todo el corazón, a ese niño que pronto va a nacer, nuestro Salvador.

Adviento es un encuentro con Dios que sale en busca de la persona, y la persona que va al encuentro con su Creador. Podemos decir que el Adviento es “encuentro” de Dios con su criatura y de la criatura con su Dios. El Adviento es un camino orante donde se va tejiendo la amistad entre Dios y el alma; Dios, haciéndose hombre, eleva a su criatura a la categoría de Dios. ¡Maravilla de maravilla! ¿Quién la podrá comprender?

El romance de San Juan de la Cruz, sobre la Encarnación, puede iluminarnos y ayudarnos a profundizar este inefable misterio de Amor trinitario. Juan de la Cruz, el gran místico que comprendió y vivió el misterio esponsal entre Dios y el alma, el Misterio de la encarnación.

ROMANCE SOBRE LA ENCARNACIÓN

(Poesía de San Juan de la Cruz “Romance nº 3, del nacimiento 16, 9 -Obras completas de san Juan de la Cruz-. Biblioteca Autores cristianos)

Ya que el tiempo era llegado
en que hacerse convenía
el rescate de la esposa,
que en duro yugo servía
debajo de aquella ley
que Moisés dado le había,
el Padre con amor tierno
de esta manera decía:

Ya ves, Hijo, que a tu esposa
a tu imagen hecho había,
y en lo que a ti se parece
contigo bien convenía;
pero difiere en la carne
que en tu simple ser no había.
En los amores perfectos
esta ley se requería:
que se haga semejante
el amante a quien quería;
que la mayor semejanza
más deleite contenía;
El cual, sin duda, en tu esposa
grandemente crecería
si te viere semejante
en la carne que tenía.

Mi voluntad es la tuya
justicia y sabiduría,
y la gloria que yo tengo
es tu voluntad ser mía.
Iré a buscar a mi esposa,
y sobre mí tomaría
sus fatigas y trabajos,
en que tanto padecía;

y porque ella vida tenga,
yo por ella moriría,
y sacándola del lago
a ti te la volvería.
Entonces llamó a un arcángel
que san Gabriel se decía,
y envíalo a una doncella
que se llamaba María,
de cuyo consentimiento
el misterio se hacía;
en la cual la Trinidad
de carne al Verbo vestía;
y, aunque tres hacen la obra,
en el uno se hacía;
y quedó el Verbo encarnado
en el vientre de María.
Y el que tenía solo Padre,
ya también Madre tenía,
aunque no como cualquiera
que de varón concebía,
que de las entrañas de ella
él su carne recibía;
por lo cual Hijo de Dios
y del hombre se decía.
Y quedó el Verbo encarnado
en el vientre de María.

*  *  *  *  *

Ante tal misterio de Amor, la acción de gracias, la adoración y la contemplación, nos adentran en él.

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

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80 años de Jon Sobrino, el principio misericordia y la Iglesia de los pobres

Miércoles, 5 de diciembre de 2018
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Jon Sobrino, SJ, PresidentÕs Speaker Series, Santa Clara University FMP DB# 2690 Contribuyó decisivamente al desarrollo de una cristología latinoamericana

“Su objetivo es recuperar al Jesús histórico y lo más histórico de Jesús de Nazaret: su práctica liberadora”

(Juan José Tamayo, teólogo).- El 3 de diciembre tuvo lugar en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de San Salvador (El Salvador) la celebración de los 80 años de Jon Sobrino, que cumplirá el 27 de diciembre. Es una efemérides que, como la de nuestro colega y amigo Leonardo Boff, de la misma edad, que recibió un homenaje el 28 de noviembre en el Instituto Teológico Franciscano de Petrópolis, debemos conmemorar quienes hemos hecho con ellos el largo camino de la teología de la liberación, no exento de persecuciones, censuras y condenas.

Son muchos los lazos que me unen con Jon Sobrino desde que, en 1982, le invitamos en la Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII a participar en el II Congreso de Teología sobre “Esperanza de los pobres, esperanza cristiana. De entonces para acá han sido numerosos los encuentros que hemos mantenido y en los que hemos participado en España, El Salvador y otros países de América Latina. Hoy quiero sumarme a la celebración de la UCA con este breve perfil de su personalidad y de su pensamiento.

Jon Sobrino es uno de los más cualificados teólogos latinoamericanos de la liberación, que trasciende las fronteras de América Latina y cuenta con un reconocimiento mundial. Su principal aportación es historificar los principales contenidos teológicos, liberados del universalismo abstracto, y reubicar los grandes temas del cristianismo en el contexto de los oprimidos. Entre sus aportaciones más relevantes cabe destacar: el método teológico, la cristología, la eclesiología, la espiritualidad y la imagen de Dios.

La teología de Sobrino parte de un lugar eclesial preferente, la Iglesia de los pobres, y de un lugar social privilegiado: el mundo de los pobres, las mayorías populares de América Latina, y muy especialmente de El Salvador, pequeño país desangrando por una guerra de 12 años con más de 80.000 muertos y cientos de miles de desplazados y exiliados. El mundo de los pobres, afirma, da que pensar, capacita para pensar y enseña a pensar.

El horizonte de su reflexión es el principio-misericordia. La misericordia informa todas las dimensiones del ser humano, también del pensamiento, y de la existencia cristiana, también de la teología. Esta no puede limitarse a ser una fría inteligencia de la fe que pasa de largo ante el sufrimiento de los seres humanos, como el sacerdote y el levita de la Parábola del Buen Samaritano. Ha de entenderse como inteligencia del amor y de la misericordia, que se hace cargo del dolor de las víctimas desde la com-pasión, denuncia a quienes lo provocan y toma partido por las personas empobrecidas y los pueblos crucificados.

Junto con otros teólogos de la liberación, como Leonardo Boff y Juan Luis Segundo, Sobrino ha contribuido de manera decisiva al desarrollo de una cristología latinoamericana elaborada desde el mundo de los pobres como lugar socio-teologal, que conduce a Jesús de Nazaret, el Cristo Liberador. Su cristología se guía por la parcialidad a favor de los excluidos, la esperanza y la praxis.

Su objetivo es recuperar al Jesús histórico y lo más histórico de Jesús de Nazaret: su práctica liberadora. Subraya el carácter relacional de Jesús con Dios y su Reino. Pone el acento en la cruz y la resurrección. Su reflexión sobre la resurrección se centra en el Dios de Jesús que hace justicia a las víctimas poniéndose de su lado, rehabiliándolas en su dignidad y devolviéndoles la vida.

Sobrino ha desarrollado una creativa reflexión sobre la Iglesia, articulada en torno a los pobres. Estos constituyen el horizonte referencial de la comunidad cristianas y su principio de constitución, organización y estructuración. La nueva forma de ser comunidad es la Iglesia de los pobres en el seguimiento de Jesús y el proseguimiento de su causa de liberación, en continuidad con el movimiento igualitario de hombres y mujeres que Jesús puso en marcha.

La espiritualidad es otro de los campos donde brilla con luz propia Jon Sobrino, quien la saca del estrecho marco de la ascética, donde ha estado encerrada durante siglos, y la sitúa en el horizonte de la historia y en el centro de los procesos de liberación. La espiritualidad es constitutiva del ser humano, como lo es corporeidad, la sociabilidad, la practicidad, y se convierte en una dimensión tan necesaria del ser cristiano como la liberación.

Sobrino destaca la conexión entre espíritu y práctica, liberación y seguimiento de Jesús. La liberación necesita tanto de la praxis como del espíritu. La santidad no puede quedarse en la esfera privada, sino que tiene que influir en el cambio de las estructuras. El encuentro entre espiritualidad y liberación da como resultado la “santidad política”.

En su reflexión sobre Dios parte de la experiencia latinoamericana. En un continente donde la vida de las mayorías oprimidas se ve amenazada a diario, Dios aparece como generador, defensor y garante de vida, y es experimentado como protesta última contra la muerte. La afirmación del Dios de la vida lleva derechamente a optar por la vida de los pobres e incluso a dar la propia vida.

Sobrino se refiere con frecuencia a la afirmación de San Ireneo de Lyon: gloria Dei, homo vivens, que traduce así: “la gloria de Dios es que vivan los pobres”. Esta interpretación fue citada por monseñor Romero -hoy san Romero- en el discurso de concesión del doctorado honoris causa de la universidad de Lovaina.

El asesinato de seis compañeros jesuitas y de dos mujeres la fatídica madrugada del 16 de noviembre de en 1989 en la UCA a manos del batallón Atlacatl, el más sanguinario del Ejército salvadoreño, estableció un antes y un después en la vida y la obra, en la mente y el corazón de Jon Sobrino, marcados desde entonces por el sello del martirio. Con motivo del óctuplo asesinato, afirmó: “Experimenté un corte real en mi vida y un vacío que no se llenaba con nada”.

Tras treinta años de sospechas detectivescas sobre su cristología por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el cardenal Joseph A. Ratzinger, el Vaticano, siendo ya papa Ratzinger, censuró sus libros Jesucristo liberador. Lectura histórico-teológica de Jesús de Nazaret y La fe en Jesucristo. Ensayo desde las víctimas -dos de las más importantes cristologías del siglo XX-, y acusó a Sobrino de ofrecer una imagen distorsionada de Jesucristo, ya que subrayaba desmesuradamente la humanidad de Cristo y no afirmaba con suficiente claridad su divinidad. La Notificación del Vaticano afirma haber encontrado en estos libros “diversas proposiciones erróneas o peligrosas que pueden causar daño a los fieles”.

La censura provocó una corriente cálida de solidaridad con Sobrino y una justificada indignación en todo el mundo, así como una crítica severa por parte de no pocos colegas para quienes la Notificación del Vaticano no tenía en cuenta los avances teológicos de los últimos cincuenta años, recurría a una argumentación deductiva y era ajena a la fe de los pobres y a la opción por ellos, tal como fue asumida por Medellín.

Mientras le llovían los testimonios de solidaridad de todo el mundo, Sobrino guardó silencio, un silencio muy elocuente, que quizá fuera la mejor respuesta ante tamaña e infundada censura contra uno de los testigos privilegiados de los mártires salvadoreños. Es posible que recordara a Atahualpa Yupanqui: “La voz no la necesito. Sé cantar en el silencio”. Aquella censura dejó menos huella en su vida y su trabajo intelectual que el martirio de los profetas salvadoreños, desde Rutilio Grande, pasando por Monseñor Romero, hasta los compañeros y las dos mujeres de la UCA.

Fuente Religión Digital

Cristianismo (Iglesias), General , , ,

Plumofobia: un rechazo interno

Miércoles, 5 de diciembre de 2018
Comentarios desactivados en Plumofobia: un rechazo interno

gay-2792177_1280-minInteresante artículo de Guido Astolfi que hemos leído en Cáscara Amarga:

 La plumofobia comienza a extenderse cada vez más. Consiste en la discriminación entre miembros del colectivo LGTB por su excesiva “pluma”.

El colectivo LGBTTTIQA1 es experto en destrucciones y guerras pues ha sobrevivido a hostilidades por parte del patriarcado heterosexual gran parte de la historia contemporánea. Sin embargo, es víctima de otra guerra, una dolorosa y que lacera sus entrañas: insultos como “Pinche jota”, “Vestida”, “Afeminada” parecen ser un común entre la violenta sociedad mexicana actual. Y no, en esta ocasión no nos referimos a este tipo de expresiones cuando surgen de personas homofóbicas, sino cuando provienen desde el mismo colectivo LGBTTTIQA. Esta discriminación ha sido denominada plumofobia.

¿Qué es la plumofobia?

La plumofobia es un término construido principalmente por medios electrónicos y algunos impresos españoles a partir de la derivación de homofobia como la aversión hacia la homosexualidad o hacia las personas homosexuales2 y de pluma que es una expresión coloquial española que refiere “Afeminamiento en el habla o los gestos de un varón”. De este modo, se entiende al concepto plumofobia como la aversión hacia el afeminamiento o hacia las personas con afeminamiento, así como el comportamiento masculino de las mujeres.

Este tipo de marginación surgió del propio sistema de dominación machista, pero se ha enraizado hasta los confines del propio Colectivo, el cual pretendiera ser un oasis de inclusión y aceptación, pero que ha resultado ser tan selectivo como el mismo sistema que pretende transformar.

Datos sobre la plumofobia

Para entender la plumofobia del Colectivo es necesario mostrar datos duros que resulten representativos. En 2016, la revista inglesa Gay Times realizó un estudio donde indica que el 57% de los homosexuales que actúan como heterosexuales (“straight acting”) consideran que los homosexuales afeminados dañan la reputación y dan una mala imagen del colectivo, de modo que un gran porcentaje de los straight acting analizados se sienten más identificados con el sector heterosexual que con el colectivo LGBTTTIQA, así mismo es mucho más claro el por qué el 33% de ellos indicaron no haber sido discriminados en los últimos cinco años3. Cabe destacar que este estudio no ha sido replicado en México, tampoco en ningún país de habla española.

¿Qué está pasando con la plumofobia?

¿Qué sugieren los resultados de este estudio? La respuesta más clara y contundente es la interiorización de la homofobia por parte del Colectivo, resultado de la imposición de la construcción del género, es decir, seguimos perpetuando prejuicios sobre el comportamiento y actitud que un hombre o una mujer debe ser o tener pese al hecho de que el Colectivo es resultado del rompimiento con esta imposición.

La plumofobia ha desgarrado lo que podría ser la integración colectiva en pos del reconocimiento de nuestros derechos humanos civiles y ha convertido en arena de lucha el interior del Colectivo, resultado de la valorización otorgada a la cultura de la superficialidad.

La superficialidad ha sido alimentada por diversos factores dentro de los cuales destacan los medios de comunicación, esencialmente aquellos donde la imagen cobra un valor significativo, como la televisión y el cine, que han mostrado como único modelo la antigua figura tradicional del hombre como un ser hiper masculinizado, viril, rígido, siempre atento a las insinuaciones sexuales, competitivo, poderoso, triunfador, fuerte, dominante, seguro de sí mismo, rudo: siempre demostrando que es un hombre en contraposición con la figura tradicional femenina: delicada, sumisa, tierna, llorosa, insegura, miedosa y débil.

Así la figura homosexual masculina es caricaturizada bajo un modelo femenino lleno de debilidad, mientras que la figura homosexual femenina es exagerada bajo características de rudeza innecesaria y resentimiento contra los hombres.

Es evidente que esta cultura de lo superficial ha sido engrosada con otros rechazos más como la gordofobia, mucho más evidente después del surgimiento de redes sociales como Grindr o Tinder que han reforzado la idea de la imagen como elemento primordial en la interacción humana.

Por ello es importante reconocer este patrón de rechazo en nuestro comportamiento a fin de combatirlo: hay que fomentar nuestra tolerancia a través de la información, recordar la amplitud del lenguaje en virtud de no perpetuar tradiciones homófobas, pero esencialmente abrir nuestras mentes y corazones a la diversidad y al respeto por aquello que, tal vez no compartimos, pero que sin duda debemos tratar con la misma dignidad que nos gustaría ser tratados, es decir, sin escarnio ni burla de ningún tipo.

1 LGBTTTIQA: Colectivo Lesbico, Gay, Bisexual, Trasvesti, Transexual, transgénero, Intersexual, Queer y Asexual

2 (Real Academia Española , 2018)

3 (Withey, 2016)

Bibliografía

Abundancia, R. (27 de Junio de 2017). Plumofobia: puedes ser gay o lesbiana, pero que no se note. El País, págs. https://smoda.elpais.com/moda/plumofobia-puedes-gay-lesbiana- no-se-note/.

Bermejo, D. (27 de Junio de 2017). ‘Plumofobia’, así es la homofobia entre gays que se multiplica en Internet. El Mundo España, pág.http://www.elmundo.es/f5/comparte/2017/06/27/5950fa0a46163f5d4b8b465d.html.

Durán, A. (2017). Plumofobia, racismo y discriminación en las apps de ligue gay. Vice España, https://www.vice.com/es/article/xy7q4a/apps-gay-discriminacion-lgbt.

Real Academia Española . (2018). Homofobia. Obtenido de Real Academia Española :http://dle.rae.es/?id=KbVHzwk

Withey, J. (27 de Octubre de 2016). Over half of ‘straight acting’ gay guys think ‘feminine gay men give them a bad reputation’. Gay Times, págs. http://www.gaytimes.co.uk/news/52306/over-half-straight-acting-gay-guys-think- feminine-gay-men-give-bad-reputation/.

Fuente Cáscara Amarga

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