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Al igual que el Adviento, católico transgénero escribe sobre “incertidumbre y espera” en su viaje de género

Sábado, 24 de diciembre de 2022

índiceMaxwell Kuzma

Un católico transgénero ha escrito una reflexión de Adviento sobre la experiencia de espera y sorpresa cuando se trata de su viaje de sexualidad y género.

Maxwell Kuzma, un católico trans de Ohio, escribió sobre las conexiones entre su viaje personal y la temporada de Adviento en el  National Catholic Reporter.

Kuzma abrió escribiendo que “la incertidumbre y la espera” eran características definitorias de ser un joven católico LGBTQ. Sus experiencias de sexualidad y luego de género fueron diferentes a las de sus compañeros, lo que significa que “la plenitud de mi identidad no podía ser discutida con las personas en las que se suponía que podía confiar en mi viaje de fe”. Este período adolescente también incluyó incomodidad con su cuerpo y esperar, como le habían dicho, a superarlo como lo hacen la mayoría de los adolescentes.

Kuzma conservó su fe en este período y fue un miembro activo de su parroquia. Sin embargo, escribe, “mi viaje de fe estaba pasando por dolores de crecimiento similares” y “fuera de la Misa, sentí un abismo cada vez mayor entre yo y otros católicos”. Él continúa:

“Escuché que la pubertad se describe como una transformación natural hermosa y desordenada que implicaría momentos y sentimientos incómodos, pero que finalmente terminaría en una especie de paz y armonía interna, un momento ‘ajá’ en el que todo encajó en su lugar. Pero a medida que mi cuerpo cambió, se volvió cada vez más extraño para mí a medida que pasaba el tiempo. Luché por dar sentido a la incomodidad de mi vida diaria. Fue difícil para mí conectarme con otros católicos que no parecían compartir la relación incómoda que yo tenía entre el cuerpo y el espíritu”.

12.22.22 Illustration by Max Kuzma_0

Ilustración de Maxwell Kuzma

Kuzma se dedicó a su trabajo en la producción de videos para grupos católicos, invirtiendo por completo en el avance de su carrera y aún “esperando que Dios haga que todo funcione”. Este camino solo condujo al agotamiento y forzó un tiempo de reflexión y descanso necesarios, lo que llevó a Kuzma a preguntarse dónde estaba Dios en su vida, específicamente en su vida interior que había sido descuidada en favor del trabajo. Este tiempo libre condujo a una apertura:

“Pasó el tiempo y comencé a sanar. Me permití considerar las cuestiones aterradoras de la identidad sexual y de género. Conocí a los ancianos de la comunidad LGBTQ —muchos eran personas de fe— quienes, a su manera tranquila y firme, me mostraron cómo era sostener aparentes contradicciones. Mi vida de oración cambió. Al ver que las personas de fe LGBTQ son fieles a sí mismas y a Dios, me di cuenta de que podría haber un camino a seguir para mí. Este tipo de encarnación no se parecía a nada que me hubiera permitido considerar.

“Mientras pensaba en esta posibilidad, sentí a Dios cerca de mí de una manera que nunca antes había sentido. No era una valla publicitaria enorme; no fue un gesto performativo; fue una nueva intimidad conmigo misma que me permitió entender la Escritura ‘ama a tu prójimo como te amas a ti mismo’ por primera vez porque finalmente pude amar las partes de mí que no eran cisgénero o heterosexual. La forma en que finalmente aprendí a amarme a mí mismo fue inesperada, tan inesperada como la llegada del rey del universo a un establo sucio y desordenado. No hubo una respuesta fácil, y los cabos sueltos no se ataron instantáneamente, pero el mundo poco a poco se hizo más brillante. La vida comenzó a ser más fácil”.

Kuzma concluye su reflexión señalando que, a medida que vivía de manera más auténtica, también podía apreciar la vida. Y cierra:

“Empecé a entender que durante esos momentos dolorosos en los que Dios se sentía tan distante, en realidad estuvo allí todo el tiempo, esperando que yo reconociera el amor que había derramado sobre mí, esperando que yo también recibiera ese amor en mi cuerpo. como mi alma.”

—Robert Shine (él/él), New Ways Ministry, 23 de diciembre de 2022

Fuente New Ways Ministry

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“El fuerte se hizo débil”, por Gabriel María Otalora.

Viernes, 23 de diciembre de 2022

corazonmariaDe su blog Punto de Encuentro:

10.12.2022 | Gabriel Mª Otalora

Cuando soy débil, entonces soy fuerte, dice Pablo, en su segunda Carta a los Corintios. Antes, Jesús llamó bienaventurados a los pobres, entre otras afirmaciones paradójicas que dan razón de la esperanza que atesora la idea de fortaleza que se hace débil para fortalecerse. La debilidad de la humildad, de la misericordia, del perdón, del amor verdadero. De tanto escuchar y leer estas llamadas del Evangelio, no nos impactan lo suficiente en la conducta de quienes procuramos vivir en cristiano. Y para eso están los tiempos fuertes, como el Adviento.

Siguiendo con Pablo, él nos cuenta una experiencia sobre su debilidad. Le pide a Dios ¡tres veces! que le quite el aguijón -no se especifica qué tipo de mal era-, pero la divina respuesta fue que le bastaba la Gracia, porque “mi poder se perfecciona en la debilidad”.

Todos pasamos por debilidades que en no pocas ocasiones nos conducen a estados de sufrimiento y hasta de desesperación. Sin duda que le hemos pedido al Señor que las quite de nuestra vida, pero ellas siguen en nosotros. ¿Por qué sufrimos con ellas? No hay respuesta directa al misterio del sufrimiento. Sin embargo, el mismo Jesús había hecho esta oración al Padre pidiendo que le quite el cáliz de la Pasión y el Padre no le respondió… en ese momento.

Es preciso hacer la voluntad de Dios, seguir su senda, aunque no responda a la oración… en ese momento. Nos basta su Gracia. Porque Dios cumple todas sus promesas aunque no cumpla todos nuestros deseos puntuales; hoy no es siempre, y en los terrenos de Dios la lógica divina solo se vislumbra amando: Él tomó nuestras flaquezas (por amor) y cargó con nuestras enfermedades (Is 53,4).

En cada Adviento se nos invita a reconocer la vida vulnerable de Dios alumbrándose a través de una sencilla mujer, María, en medio de los poderes de turno -el poder teocrático del Sanedrin, el poder de Herodes y el poder de los romanos. Dios se vino a encarnar, no en el gran imperio del momento, ni en un gran Templo como el de Jerusalén, Atenas o Corinto, sino que se fija en una joven de un territorio pobre e insignificante, de donde no se espera que pueda salir algo bueno (Jn 1,46).

María es la gran protagonista del Adviento divino, gracias a su fiat, abierta a la acción de Dios y creyendo contra toda esperanza sin poder humano alguno. Me pregunto qué sentiría ella en el momento de recibir los despojos de Jesús recién bajado del madero, cuando lo prometido era que su niño iba a ser especial, nada menos que el Mesías que traería consigo la historia de amor que pueda imaginarse, hecha realidad para todos. Pero de tanto repetirlo, acabamos construyendo una imagen de María irreal, etérea y cuasi divina, “superhumana”, sin el acento en que puso su vida al servicio radical de la Vida. María nos invita a la escucha humilde para preparar la Navidad de la Buena Nueva de Cristo vivida entre debilidades y esperanzas.

Pero ella también es nuestra intercesora =

María de la Esperanza

María de Nazareth,
compañera de nuestra vida,
quédate con nosotros.
Te necesitamos, madre buena,
vivimos tiempos difíciles,
atravesamos bajones,
tenemos caídas,
nos inmoviliza la apatía,
nos da rabia el brillo de la injusticia.

María,
contágianos tu fuerza,
ayúdanos a vivir con alegría.
Que no nos desalienten las espinas de la vida,
que no perdamos la utopía,
madre buena,
de creer que es posible otro mundo mejor.
Que no bajemos los brazos
en la lucha por la justicia divina.
Que no se enturbie nuestra mirada,
y no veamos la luz del Señor
que nos acompaña siempre,
y sostiene en los momentos duros.

María,
tú también pasaste tiempos de incertidumbre,
de no entender las cosas que pasaban,
de sufrimiento y soledad.
Y saliste adelante,
fuerte en la debilidad,
con entrega.
Nos enseñaste con tu ejemplo,
todos los días.
¡Cómo cuesta decirle sí al Señor!
Enséñanos a esperar en el Señor,
a confiar en su palabra,
a dejarnos guiar por su Espíritu,
a llenarnos de alegría.
Enséñanos a escuchar su voz,
en la realidad de cada día,
en el sufrimiento de tantos.

María,
enséñanos a orar
para no perder la Esperanza
para discernir nuestro lugar y misión.
Enséñanos a orar para no desalentarnos
en las dificultades y contratiempos.
(Extracto de Aciprensa)

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Este adviento, apostándolo todo por un mundo sin violencia anti-LGBTQ+

Martes, 20 de diciembre de 2022

C654F100-C153-40C4-BC5C-C4CAEB66C178La reflexión de hoy es de la colaboradora de Bondings 2.0 Allison Connelly-Vetter, cuya biografía está disponible aquí.

El Adviento es mi tiempo litúrgico favorito. Las canciones, los rituales y las oraciones que marcan las cuatro semanas antes del nacimiento de Jesús me mantienen anclado en el presente, un rechazo litúrgico a cambiar la preparación navideña espiritual por la preparación navideña material. Juan el Bautista y el arcángel Gabriel me recuerdan que viene algo grande: un nuevo líder hacia una nueva vida en un mundo nuevo.

Este año, mi práctica de Adviento, mi reorientación hacia ese nuevo mundo, se siente un poco más desesperada y un poco más urgente.

A la medianoche del 20 de noviembre de 2022, el último domingo antes de que comenzara el Adviento, cinco personas fueron asesinadas y veinticinco más resultaron heridas en el tiroteo masivo en el Club Q, un club nocturno LGBTQ en Colorado Springs, mientras la gente celebraba y bailaba. Este horrible acto de violencia anti-queer ocurrió en el Día del Recuerdo Trans, cuando yo y muchos otros ya estábamos de luto y recordando a las más de 35 personas trans y no binarias asesinadas en 2022. Me llenó de dolor y rabia: en este , acto específico de violencia en el Club Q, y en los muchos, muchos actos de violencia contra las personas trans en todo el país.

Y yo ya estaba furioso. A principios de esa misma semana supe que uno de mis amigos había muerto en junio. Aunque la causa de la muerte de mi amiga no fue revelada por su familia, fue repentina, trágica, inesperada y prevenible. Aparte de mi conmoción y la desagradable sensación de haber estado enviando mensajes de texto y correos electrónicos y contactando a esta amiga muerta durante los últimos cinco meses, me enojó mucho que muriera. Su muerte fue absoluta y escandalosamente prevenible, porque la sociedad le falló en todas las formas imaginables. Mi amiga necesitaba ayuda como vivienda, atención médica, transporte y el perdón de su iglesia por un error que lamentaba profundamente.

Las personas a menudo responden a muertes como la de mi amigo con llamadas para “controlar a sus seres queridos” porque nunca sabemos quién podría estar luchando. No estoy negando la importancia de las conexiones personales. Pero el apoyo emocional y material individual no es rival para la negación abrumadora y sistémica de la dignidad, el cuidado y los recursos básicos que afecta a tantas personas.

No hay razón para que mi amiga haya muerto cuándo y cómo lo hizo, pero las personas con poder hicieron que el dolor y el aislamiento como el de ella no solo fueran posibles, sino inevitables.

Al igual que su muerte, cada acto de violencia contra una persona trans o queer, y aquellos que habitan los espacios trans y queer, es total y exasperantemente prevenible. Especialmente sus muertes. Los actos individuales de violencia están totalmente habilitados y empoderados por la homofobia sistémica, la transfobia y el culto social a las armas de muerte. Ninguna cantidad de apoyo individual supera por completo estos sistemas.

Este Adviento creo —tengo que creer— en la venida de un mundo nuevo. Creo que Jesús viene con nuevas promesas, nuevas capacidades, una nueva forma de vivir y relacionarse en la que la muerte por opresión es simplemente imposible. Jesús nació en una comunidad que fue aplastada por el imperialismo romano, con gente muriendo de muertes prevenibles, perseguidos por su cultura e identidad, con una amenaza constante de violencia y odio. Estaban tan desesperados por la liberación como yo.

Jesús arriesgó todo lo que tenía: sus amistades, sus relaciones familiares, su reputación y su vida, con la creencia de que el mundo no tiene por qué ser así. Jesús conoce íntimamente mi indignación y angustia, y aún promete que nosotros, colectivamente, somos capaces de co-crear algo mejor que esto, mejor que la violencia y el aislamiento y la desesperación, mejor que asesinar a personas trans y mejor que aterrorizar a los bares gay y mejor que abandonar Locos o enfermos mentales para morir demasiado jóvenes y demasiado solos. Jesús viene a este mundo: Dios, el Creador de cada estrella y uña del pie, entre nosotros en carne y sangre, para cumplir esta promesa, darnos recursos, cuidarnos, guiarnos y mostrarnos cómo hacer eso para nosotros y para los demás.

Este Adviento, me juego todo a la creencia de que otro mundo es posible. Yo creo —tengo que creer— que la vida en la que Jesús cree, el modo de ser que Jesús compromete en nuestra memoria, está llegando. Está cerca. Es pronto. Es posible.

—Allison Connelly-Vetter (ella/ella), New Ways Ministry, 19 de diciembre de 2022

Fuente New Ways Ministry

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El adviento de José y María.

Lunes, 19 de diciembre de 2022

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Ojos limpios y serenos
para otear el horizonte sin miedo
y verte en otros rostros siempre.

Brazos fuertes y extendidos
para abrazar con seguridad y mimo
a todos los débiles y perdidos.

Manos suaves y cálidas
para acariciar a ancianos y niños
y crear redes de vida.

Oídos abiertos y atentos
para escuchar los susurros y gritos
y llegar a tiempo a tu encuentro.

Olfato sensible y bien dispuesto
para percibir las fragancias y olores
que te preceden y hacen presente.

Pies firmes y ligeros
para andar por la vida
siguiendo tu brisa y tus sendas.

Corazón tierno y grande
para sentir tus latidos
en este aquí y ahora que vivimos.

Entrañas maternales
para acogerte siempre
aunque nos sorprendas y descoloques…

en las noches oscuras
y en las alboradas,
vengan con pesadillas o blanca escarcha.

Así es el Adviento de José y María,
Así queremos que sea el nuestro cada día.

*

Florentino Ulibarri
Fe Adulta

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , ,

En tu casa

Lunes, 19 de diciembre de 2022

6B892300-B8E2-4365-A136-8B1BB542D536El sueño de José, detalle del altar mayor en la Iglesia de San José en Bad Urach, Alemania

Este Adviento, Bondings 2.0 te invita a hacer un viaje espiritual a través de reflexiones guiadas sobre las lecturas de los cuatro domingos de la temporada. El ejercicio de reflexión a continuación se puede hacer individualmente, con un amigo cercano o en un grupo de intercambio de fe. Los reflejos están especialmente diseñados para personas LGBTQ y aliados.

Estos ejercicios de Adviento son parte de la serie Journeys de New Ways Ministry: una colección de selecciones bíblicas, preguntas de reflexión, oraciones y meditaciones en video.

Esperamos que estas ayudas espirituales los ayuden a todos en sus propios viajes. Para las lecturas de este domingo, haga clic aquí.

Si desea compartir algunas de sus reflexiones con otros lectores de Bondings 2.0, no dude en agregar las respuestas que tenga en la sección “Comentarios” de esta publicación.


Desde las sombras de las Escrituras, la historia de un carpintero ordinario sale a la luz en el capítulo inicial del Evangelio de Mateo. El carpintero no pronuncia palabras; sus acciones, sin embargo, atraen toda la atención.

Descendiente de la casa del rey David, su linaje emana realeza, pero sus orígenes parecen humildes y, en ocasiones, objeto de burlas. “¿Puede salir algo bueno de Nazaret?” argumentó Natanael (Juan 1:46). En otra ocasión la multitud comenta: “¿No es éste Jesús, el hijo del carpintero?” (Mateo 13:55)

Pero a medida que el Evangelio de Mateo inserta más y más detalles en la narración, la dignidad del carpintero queda al descubierto. Y aprovechando la fe y la obediencia de este hombre, el extraordinario plan de Dios se desentraña.

Lo más impresionante de este personaje que de otro modo pasaría desapercibido es cómo este individuo divinamente inspirado desafió las costumbres y tradiciones sociales de su tiempo para llevar a María a su hogar.

Conocemos al hombre como San José.


 

Mateo 1, 18-24

La generación de Jesucristo fue de esta manera:

María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.

José, su esposo, que era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:

«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta:

«Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”».

Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.


 

PARA LA REFLEXIÓN

01.-  Como persona o aliado LGBTQ, ¿ha estado expuesto a la vergüenza o al ridículo? ¿La gente se ha “divorciado” discretamente de ti por lo que eres? Frente a tal rechazo, ¿quiénes eran los “justos” en su vida? ¿Quién estuvo a tu lado?

02.- “No temas recibir a María, tu esposa, en tu casa”. ¿Tienes que desafiar las costumbres y tradiciones sociales, o las leyes, para vivir tu vida como persona o aliado LGBTQ? ¿Cómo respondes a aquellos que censuran tu identidad y creencias? ¿Cómo te anima en tu camino el nombre Emmanuel, que significa “Dios está con nosotros”?

o3.- Dios confió a Jesús y María al cuidado de San José. Si es padre de niños LGBTQ, o si es padre LGBTQ, ¿dónde o cuándo ha sentido la necesidad de proteger a sus hijos, ya sean jóvenes o adultos? ¿Qué sentimientos o emociones surgieron a través de usted cuando prestó atención a sus instintos maternos o paternos?

04.- Si eres una persona “soltera”, ¿cómo te invita Dios a relacionarte con los demás? ¿Cómo explora la intimidad, el amor y el servicio del Evangelio?

05.- ¿Sientes que Dios te dirige a través de tus sueños? Comparta cómo Dios se comunica con usted a través de su subconsciente.

06.- “Llamarás su nombre Jesús”. ¿Quién te nombró? ¿Qué significa su nombre? ¿Cómo revela tu nombre la singularidad de quién eres? ¿Qué tan importante es su propia genealogía para usted? ¿Por qué?


E80CAA40-7064-4A02-A735-271BB371F401ORACIÓN

a San José

Glorioso San José,
cuyo poder hace posible lo imposible,
ven en mi ayuda
en estos tiempos de angustia y dificultad.

Toma bajo tu protección
las situaciones graves y preocupantes
que te recomiendo,
que puedan tener un final feliz.

Mi amado padre, toda mi confianza está en ti.
Que no se diga que en vano te invoqué,
y como todo lo puedes con Jesús y María,
muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder,

Amén


VÍDEO MEDITACIÓN

El video a continuación, “La notable historia de José el carpintero”, llena algunos de los vacíos en el Evangelio de Mateo e invita al espectador a profundizar en las costumbres y tradiciones sociales de la época en que se escribió la historia de Navidad.

A través de la evidencia de las Escrituras y un poco de imaginación, la relación entre María y José cobra vida, cumpliendo una profecía predicha desde hace mucho tiempo.

– Dwayne Fernandes, New Ways Ministry, 18 de Diciembre de 2022

Fuente New Ways Ministry

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“Dios está con nosotros”. 4 Adviento – A (Mateo 1,18-24)

Domingo, 18 de diciembre de 2022

María 04_4-Adv-A_1643053La Navidad está tan desfigurada que parece casi imposible hoy ayudar a alguien a comprender el misterio que encierra. Tal vez hay un camino, pero lo ha de recorrer cada uno. No consiste en entender grandes explicaciones teológicas, sino en vivir una experiencia interior humilde ante Dios.

Las grandes experiencias de la vida son un regalo, pero, de ordinario, solo las viven quienes están dispuestos a recibirlas. Para vivir la experiencia del Hijo de Dios hecho hombre hay que prepararse por dentro. El evangelista Mateo nos viene a decir que Jesús, el niño que nace en Belén, es el único al que podemos llamar con toda verdad «Emmanuel», que significa «Dios con nosotros». Pero ¿qué quiere decir esto? ¿Cómo puedes tú «saber» que Dios está contigo?

Ten valor para quedarte a solas. Busca un lugar tranquilo y sosegado. Escúchate a ti mismo. Acércate silenciosamente a lo más íntimo de tu ser. Es fácil que experimentes una sensación tremenda: qué solo estás en la vida; qué lejos están todas esas personas que te rodean y a las que te sientes unido por el amor. Te quieren mucho, pero están fuera de ti.

Sigue en silencio. Tal vez sientas una impresión extraña: tú vives porque estás arraigado en una realidad inmensa y desconocida. ¿De dónde te llega la vida? ¿Qué hay en el fondo de tu ser? Si eres capaz de «aguantar» un poco más el silencio, probablemente empieces a sentir temor y, al mismo tiempo, paz. Estás ante el misterio último de tu ser. Los creyentes lo llaman Dios.

Abandónate a ese misterio con confianza. Dios te parece inmenso y lejano. Pero, si te abres a él, lo sentirás cercano. Dios está en ti sosteniendo tu fragilidad y haciéndote vivir. No es como las personas que te quieren desde fuera. Dios está en tu mismo ser.

Según Karl Rahner, «esta experiencia del corazón es la única con la que se puede comprender el mensaje de fe de la Navidad: Dios se ha hecho hombre». Ya nunca estarás solo. Nadie está solo. Dios está con nosotros. Ahora sabes «algo» de la Navidad. Puedes celebrarla, disfrutar y felicitar. Puedes gozar con los tuyos y ser más generoso con los que sufren y viven tristes. Dios está contigo.

José Antonio Pagola

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“Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David”. Domingo 18 de diciembre de 2022. 4º de Adviento

Domingo, 18 de diciembre de 2022

04-advientoa4-cerezoLeído en Koinonia:

Isaías 7,10-14: Mirad: la virgen está encinta.
Salmo responsorial: 23: Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria.
Romanos 1,1-7: Jesucristo, de la estirpe de David, Hijo de Dios.
Mateo 1,18-24: Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David.

 Vamos a hacer en primer lugar un comentario litúrgico-pastoral a estos textos bíblicos en una línea más bien tradicional. Luego haremos una nota crítica.

En el pasaje de Isaías que escuchamos hoy resuena ese anuncio esperanzador del nacimiento de alguien que estará permanentemente inserto en medio de su pueblo. Al parecer estas palabras del profeta al rey Acaz se dieron en un contexto en el que las esperanzas del mantenimiento de la seguridad del reino de Judá se centraban más en el poder político y militar, dejando a un lado la confianza en el Dios YHWH. Isaías ha visto los afanosos intentos del rey para aliarse con sus vecinos en orden a defenderse de las amenazas del reino del norte, quienes a su vez se han aliado con otros para defenderse del poderoso de turno.

Para despertar de nuevo la confianza en Dios, el profeta se vale de un hecho probablemente histórico, el embarazo de alguna de las doncellas del rey. Así como esa joven dará a luz un primogénito, del mismo modo enviará Dios un descendiente davídico que asuma los destinos del pueblo, en medio del cual estará siempre; por eso su nombre “Emmanuel”, Dios con nosotros. Con base en esta profecía, se fue fomentando la idea de que el Mesías nacería de una virgen. Desde entonces, toda primeriza en Israel albergaba la esperanza de ser la madre del Mesías; todo ello debido a la misma terminología empleada tanto en el hebreo como en el griego y luego en nuestra lengua. Cuando Mateo relata la concepción de Jesús, se hace eco de esta profecía de Isaías y la cita textualmente.

La segunda lectura está tomada de la carta de san Pablo a los romanos, concretamente se trata del encabezamiento de la carta. Allí relata Pablo a los cristianos de Roma su propia vocación al apostolado, para lo cual fue elegido por el mismo Dios. Para Pablo está claro que el evangelio que él predica es Jesucristo mismo, su persona, su obra, su muerte y resurrección. Es muy importante para el apóstol subrayar que este Jesús es descendiente de David en cuanto a lo humano, pero que Dios le otorgó su Espíritu constituyéndolo en Mesías todopoderoso, Señor Único, resucitándolo de entre los muertos. Otra cosa que recalca Pablo es que su actividad evangelizadora le ha sido otorgada por puro don, por vocación; de ahí que su preocupación haya sido durante toda su vida el dar a conocer a la noticia de Jesucristo especialmente a los gentiles.

En el evangelio, Mateo nos narra el origen de Jesucristo. María estaba desposada con José, pero aún no vivían juntos. Ello indica que estaban en un período que llamaban desposorio o compromiso matrimonial, período que podía durar de seis meses a un año, tiempo prudente para el esposo construir o acondicionar la casa en donde recibiría a su esposa. En el entretiempo la novia seguía viviendo con sus padres, dependiendo de su papá hasta que pasara formalmente a depender de su marido. La promesa de matrimonio o desposorio implicaba completa fidelidad al novio; todo acto de infidelidad era adulterio, y como tal podía ser castigado conforme a la ley mosaica.

En esas circunstancias, nos narra el evangelio que María resultó embarazada; pero aclara diciendo: “por obra del Espíritu Santo”. El hecho haría sentirse muy mal a José; sin embargo, agrega Mateo, que como “era un hombre justo, y para no exponerla a la infamia, decidió abandonarla en secreto”. José hubiera podido hacer valer sus derechos, exigir el castigo previsto por la ley…; con todo, quizá sin darse cuenta, va colaborando también él con los planes divinos.

En estos planes divinos no todo está garantizado, pues en ellos también están involucradas la libertad y la voluntad humanas. Es una constatación que podemos hacer en toda la historia de la salvación partiendo desde el mismo paraíso. Parece que los planes de Dios caminaran sobre el filo de la navaja (!). Un ejemplo de ello lo tenemos en el relato que hoy nos cuenta Mateo.

Pero en esos planes hay siempre una cosa muy importante que se llama diálogo. Precisamente en el diálogo con el ángel que le habla en sueños a José se nos muestra cómo Dios va incorporando a su proyecto a sus mismas criaturas. El silencio de aceptación de José es la respuesta que Dios nos pide también a nosotros. Le ponemos muchas trabas y condiciones a la obra de Dios. A veces intentamos “corregir” la manera como Dios actúa; ¡no es necesario! Basta que pongamos nuestra fuerza y voluntad al servicio del plan de Dios, lo demás Él sabe cómo lo hace.

Aunque en nuestro pasaje se resalta la figura de José en su duda, en su aceptación de ser padre de Jesús y de ponerle el nombre, la verdad es que María, que apenas es nombrada, está también allí recordándonos su actitud de fe y sumisión a los planes de Dios que son vida para el hombre y la mujer de todos los tiempos.

El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 133 de la serie «Un tal Jesús», de los hnos. López Vigil, titulado «Una noche de dudas». El audio, el guión del texto, y su comentario bíblico-teológico, puede ser tomado de aquí: https://radialistas.net/article/133-una-noche-de-dudas/

Como nota crítica podríamos decir algo que hace mucho tiempo que es ya un «lugar común» en el mundo bíblico: los profetas no fueron en su tiempo adivinos del futuro, ni muchas de las cosas que los primeros cristianos creyeron ser «cumplimiento de lo anunciado por las Escrituras» realmente lo fueron. Ese esquema apologético de que lo sucedido en Jesucristo estaría previsto y anunciado en el pasado, hace tiempo que ha sido abandonado en los estudios bíblicos. Más. Desde hace apenas unos años, menos de veinte, se está hablando de una nueva ola, un «revolcón» en el tema de la historicidad bíblica. Ya sabíamos que había muchas cosas y figuras (importantes) de la Biblia que no eran literalmente histórica. Los grandes especialistas bíblicos ya exhibían hace tiempo una visión bastante matizada de la base histórica de la Biblia. Los planteamientos concordistas de La Biblia tenía razón, aquel famoso libro (1955), hace mucho tiempo que no gozan de audiencia. Pero en los últimos años, como decimos, se ha dado una vuelta de tuerca. Hay toda una corriente arqueológica última, la más actual, que se pronuncia ya con claridad por una postura bastante más radical sobre la historicidad. No quieren ya utilizar la arqueología para ornamentar con curiosidades la ciencia bíblica, sino que creen que debemos ser honrados y someter los estudios bíblicos a lo que la arqueología descubre y cree poder probar. Es, de alguna manera, una nueva edición del conflicto entre la ciencia y la fe, pero a estas alturas, la solución del conflicto está ya muy precocinada, y no caben componendas. Ya no vamos a condenar a Galileo… ni a los arqueólogos.

No podemos entrar aquí en más profundidad. Remitimos a un libro clave, de Finkelstein, La Biblia desenterrada. Una nueva visión arqueológica del antiguo Israel y de los orígenes de sus textos sagrados, Siglo XXI Editores, Madrid y Buenos Aires, 2003. O vean cualquiera de estos cuatro videos: https://vimeo.com/user10361814/videos, que son de toda calidad científica. Leer más…

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18.12.22: José, Hijo de David (depredador sexual, guerrero sangriento).

Domingo, 18 de diciembre de 2022

FCA7CCD8-A41B-43B7-BF77-1D6D78FF7C79Del blog de Xabier Pikaza:

David fue  rubio, de hermoso parecer y bello aspecto (1 Sam 16, 12), matador de gigantes y seductor de mujeres). José, su “hijo”  fue justo, compañero y amigo de María, padre fiel de Jesús.

Toda la Biblia, camino de humanización (salvación), se condensa en la historia que lleva de David a Jesús, Hijo de José), según Mt 1, 18-25, el evangelio judío de Jesús.

David (gran mito judío universal), fue en esencia un guerrero guapo, depredador de mujeres, pastor de ganado, matador de Goliat; fue guerrillero/terrorista al servicio del mejor postor (filisteo o israelita), rey/conquistador de Jerusalén. El Salmo 44/45 le dedica el más bello y doloroso (=falso) de todos los poemas de la Biblia: Canto de bodas del guerrero divino de Sion con la hija/mujer de Tiro, la presa sexual más rica y más codiciada.

 David no habla con mujeres, no dialoga con ellas, las domina, desea sexualmente y posee, poniéndolas al servicio de sus intereses de poder… Amar, lo que se dice amar, David sólo puede amar a un compañero de conquistas, guerrero con guerreros. Estamos muy cerca de una visión “griega” de la homosexualidad, donde los guerreros pueden amarse entre sí, pero a las mujeres no las aman, sino que las desean como presas sexuales o “peones” al servicio de su política.

Mt 1. 18-25  presenta a José, Hijo de David, como hombre fiel y pobre, a quien el ángel de Dios le pide que reciba en su casa y que ame (acoja, acompañe) a María, mujer embarazada de Dios, que corre el riesgo de ser  lapidada por los “claros” (oscros) varones. Sin un José “convertido” y sin una María que le acoge en amor y le eleva en humanidad no podría haber nacido Jesús, no habría futuro.

Texto:

 El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.” Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: “Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”.” Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer (M 1, 18-25).

Tema

 Este evangelio es el compendio mejor de la Biblia judía y cristiana, y de toda la historia pasada, presente y futura de la humanidad, una historia que está por cumplirse todavía y que puede resumirse así:
  1. Los judíos postbíblicos, que han debido pasar del David de sus leyendas a la Biblia de sus realidades rabínicas, han tenido y tienen mucha dificultad en aceptar el auténtico camino que lleva de David a José, y siguen llorando ante las piedras-ruinas del muro/templo de David, profanado por Herodes y destruido por los romanos el 70 d.C.
  2. Los primeros cristianos “alegorizaron” la historia que va David a José, porque tuvieron miedo de ella. Así espiritualizaron casi todo (es decir, lo confundieron “santamente”), y lo hicieron de manera falsa pero conservaron (recrearon) el machismo de David (guerrero sangriento, depredador), sin saber qué hacer con José. Ha seguido así vivo el “mejor” David de la nueva humanidad del re-nacimiento, con sus genitales al aire de Florencia, bella y falsa imagen del machismo moderno.
  3. Los cristianos actuales,año 2023. Quizá por vez primera, volviendo al verdadero José (con María) y a la verdadera comprensión de la Biblia (superando el mito del David macho, guerrero vencedor y mujeriego, podemos situarnos ante el Adviento de Dios, es decir, de la verdadera humanidad. El “mito” machista hecho de guerra y violaciones (Gen 1, 1-6) de los duros “ángeles custodios” y de David puede transformarse en historia de José, el justo, compañero y amigo de María, humanizados ambos en libertad, en amor mutuo, en acogida…
  4. Son muchos los están (=estamos) queriendo escribir con nuestra vida y nuestra comunidad (seamos judíos o cristianos) una historia como ésta, pasando de la exclusión a la acogida mutua, del varón-macho-David y la mujer-sumisa y violada, al varón liberado de su violencia y a la mujer, también liberada (José y María) mutuamente acogidos y elevado, varones y mujeres, para que llegue por fin el “hombre/mujer nuevo (Navidad).

Esta es una historia compleja, son muchas/muchos, las mujeres y varones que quieren escribirla con su pensamiento y con su vida… Desde algún tiempo he querido aportar mi pequeña reflexión, recuperando de forma algo distinta la figura y la historia de María y José, en obras como la Historia de Jesús y en la postal sobre José publicada en RD y en FB, el pasado…

Esta una historia que seguiré narrando, Dios mediante en Días sucesivos. Hoy empiezo contando la historia David Guerrero y Depredador para llegar después al “justo” José, esposo de María, que tuvo que reescribir con su vida, acogiendo en amor fiel a su mujer, y sufriendo siendo vencido y desterrado, fugitivo con ella, por Jesús, según el evangelio.

DAVID GUERRERO (Texto tomado de entradas de Gran Diccionario).

Un compendio. Nacimiento de la monarquía judía

F4149F3E-D0A2-4CD5-876A-C9383694B267El camino de Israel a la monarquía no se explica en la Biblia de manera mítica, como en otros pueblos del entorno (el rey es meta del drama creador) sino de forma histórica, vinculada al riesgo de los filisteos, que formaban una aristocracia militar que había conquistado las plazas costeras del sur de Palestina (Ekron, Gaza, Askalon, Gat, Asdod; cf. 1 Sam 6, 17), estableciendo allí su dictadura económico-social expansionista. Su poder estaba ligado a la táctica guerrera, dirigida por cinco seranim o tiranos de su pentápolis, que controlaban el comercio y, por su mayor tecnología, ligada al monopolio del hierro, ejercían un severo control sobre el armamento.

No se encontraba un herrero en todo el país de Israel, pues los filisteos se decían: ¡que los hebreos no fabriquen armas ni espadas! Por eso, los israelitas tenían que bajar adonde los filisteos para afilar sus arados, sus azadones y sus hachas, pagando… Aconteció, pues, que el día de la batalla no había en Israel lanza ni espada (1 Sam 13, 10-21).

Esta era la situación hacia el 1050 a. de C. Antes, las tribus de la zona montañosa habían sido capaces de enfrentarse con las ciudades cananeas, cuyos carros no podían maniobrar en las quebradas y/o llanuras pantanosas, donde se imponía la guerrilla. Pero ahora los filisteos controlan el hierro y disponen de armamento superior ligero e individual (cf. 1 Sam 17, 5 ss) que les enfrenta con ventaja sobre los israelitas, que responden buscando un jefe carismático: Saúl. En sentido estricto, Saúl no es aún rey (no unifica la administración ni tiene corte) sino general en jefe de unas tribus que convoca contra los nómadas de oriente, en Galaad (cf. 1 Sam 11), y contra Filistea (1 Sam 13-14). Antes los soldados volvían a sus casas al acabar la guerra, ahora no:

La guerra contra los filisteos fue muy viva… y en cuanto Saúl veía cualquier hombre fuerte o valiente lo atraía hacia sí… Y Saúl se escogió tres mil hombres de Israel: dos mil estaban con él en Mikmas…, y mil, con Jonatán (su hijo) en Gibea de Benjamín. En cuanto al resto del pueblo, los mandó a su casa (1 Sam 14,52 ; 13,2).

 Ha nacido un ejército profesional, pues la defensa exige una milicia constante, en cuarteles o campamentos, cerca de los puestos de peligro, dispuesta al pronto combate. Surge de esa forma una primera división de clases: los soldados se separan del resto de la población, de la que viven y a la que defienden. Lógicamente, hacen falta impuestos para su manutención y utillaje, pues el hierro es caro.

 

       Saúl fracasó, muriendo en Gelboe, en manos de los filisteos, hacia el 1000 a. de C.29. En su lugar surgió David, que había empezado como soldado y jefe particular (condottiero de guerreros profesionales), culminando para su provecho una brillante carrera político-militar que le hizo rey. La misma Biblia, que idealiza su figura, conserva claro el recuerdo de sus orígenes guerreros. Era, ante todo, estratega y soldado, ya en tiempos de Saúl:

Se le juntaron todos los hombres en situación apurada, cuantos tenían un acreedor y todos los individuos amargados; David hízose su caudillo, resultando sus acompañantes como unos 400 hombres (1 Sam 22, 2).

 Su ejército puede compararse a los modernos cuerpos de mercenarios guerrrilleros, con soldados que no tienen más oficio que la guerra: de ella viven, para ella se preparan. El mismo David había sido mercenario al servicio filisteo (1 Sam 27), sabiendo granjearse con regalos a los representantes de Judá (1 Sam 30) que le ungieron rey tras la caída de Saúl (2 Sam 2, 2-4). Su mandato fue eficaz y las restantes tribus de Israel también lo hicieron:

Vinieron, pues, todo los ancianos de Israel donde el rey, hasta Hebrón, y el rey David pactó con ellos alianza en Hebrón, delante de Yahvé, y ungieron a David como rey sobre Israel (2 Sam 5, 3).

       7CA9880A-E9ED-4DF0-9A0B-9142F60938F4David dirige la guerra de las tribus contra Filistea, unificando fuerzas y logrando liberar al pueblo; pero, al mismo tiempo, debe respetar la estructura y vida interna de las tribus que le prometen asistencia30. Él supo cumplir pacto y deseos personales:

 – Sigue siendo un condottiero, rodeado por antiguos compañeros de guerrilla (cf. 1 Sam 22, 2) que forman su guardia militar, centrada en los treinta héroes, oficiales mayores de su tropa (cf. 2 Sam 23)31.

Al enriquecerse como rey, David contrata soldados mercenarios de Creta y Filistea (cereteos y peleteos: cf. 2 Sam 8, 18; 18, 20) que pone a su servicio, no al servicio de las tribus o la guerra santa.

Por pacto con las tribus, él es jefe de la milicia popular de Israel, que debía reclutarse cuando fuera necesaria la defensa del pueblo, puesta ya bajo el mando de sus profesionales (cf. Cron 27).

 Con sus soldados particulares y sus mercenarios (sin la participación de las tribus), David conquistó un importante enclave cananeo-jebusita, incrustado como cuña entre Judá y el norte: se dirigió con sus hombres hacia Jerusalén…, tomó la fortaleza y habitó en ella, llamándola Ciudad de David (cf. 2 Sam 5, 6-9). La nueva capital no será parte de las tribus sino propiedad del rey, lugar donde residen sus mercenarios, convirtiéndose después en punto de confluencia del nuevo Israel (Judá) supra-tribal, unificado. De esta forma, el pueblo de las libertades tiende a centrarse en torno a una ciudad que es capital política, centro de culto religioso (con el traslado del Arca; cf. 2 Sam 6) y cuartel militar de un ejército mixto que logró vencer a los filisteos y conquistar las ciudades y reinos del entorno (2 Sam 5,10-21)32.

David conservó la estructura de las tribus, pero empleándola para fines no tribales. Ciertamente, conquistó la tierra cananea, en gesto que se interpreta como cumplimiento de las viejas promesas patriarcales (Gén 15)33. Pero, al mismo tiempo, creó una serie de problemas que serán casi insolubles para el yahvismo posterior: el centralismo administrativo, con la división de clases y un ejército profesional como signo de poder contrario a la antigua experiencia religiosa israelita. Además, la conquista indiscriminada de las ciudades cananeas será una amenaza para la pureza del yahvismo, como han visto los profetas.

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“El mejor regalo de Navidad”. Domingo 4º de Adviento. Ciclo A

Domingo, 18 de diciembre de 2022

imageDel blog El Evangelio del Domingo, de José Luis Sicre:

Este año 2022, lo que más preocupará a muchos el 18 de diciembre no será el 4º domingo de Adviento sino quién ganará la copa del mundo de fútbol. Quienes tengan más amplitud de miras, esperarán que les toque la lotería de Navidad dentro de unos días. Todos ellos, y también nosotros, debemos recordar que ya nos ha tocado la auténtica lotería, la que tocó y sigue tocando todos los días y en todas partes del mundo.

            El premio

        No son millones de euros. Es un premio mucho mayor: una persona. Al principio puede resultar decepcionante. Con este premio no se puede comprar un gran chalé, ni un coche de último modelo. No podemos permitirnos un crucero de lujo ni costear una operación en el mejor hospital del mundo. Pero es un premio personal, que redime nuestro pasado y garantiza nuestro futuro. Las lecturas dedican pocas frases a describir a esa persona: desciende del rey David, nace de una muchacha virgen. Pero, cosa extraña, recibe dos nombres, y cada uno de ellos expresa un regalo de Dios.

            El primer premio: la cercanía de Dios (Emmanuel) (Isaías 7,10-14)

            ¿Está Dios con nosotros, o estamos dejados de la mano de Dios? Esta pregunta no es moderna ni fruto de gente escéptica, casi atea. La formularon algunos israelitas ya hace muchos siglos. La respuesta la dio el profeta Isaías. En el año 734 a.C. los reyes de Siria y Efraím se coaligaron para conquistar Judá y deponer al rey Acaz de Jerusalén. Cuando llegó la noticia, «se agitó el corazón del rey y del pueblo como se agitan las hojas de los árboles con el viento». El profeta se presenta ante el rey y le ofrece una señal, un signo portentoso realizado por Dios, para mantener la calma. Acaz, que ha pedido ayuda a Asiria, confía en este imperio (los EE. UU de la época) más que en Dios, y responde que no quiere pedir señal alguna. Pero Isaías se la da: «la muchacha está encinta y da a luz un hijo, y le pone por nombre Emmanuel, que significa Dios con nosotros». El nacimiento del niño garantizará la salvación de Judá y de Jerusalén. Dios, aunque sea de forma misteriosa, aparentemente débil, está con nosotros.

En aquellos días, el Señor habló a Acaz:

—«Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo».

Respondió Acaz:

—«No la pido, no quiero tentar al Señor».

Entonces dijo Dios:

—«Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal:

Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa «Dios-con-nosotros».

            El segundo premio: la salvación (Mateo 1,18-24)

            En tiempos de Isaías, algunos pensaron que la muchacha encinta era la esposa del rey, y Emmanuel el hijo que nacería dentro de poco: Ezequías. Este niño fue un buen rey, pero no cumplió las grandes esperanzas depositadas en él. Pasaron los siglos y Emmanuel no llegaba. Hasta que los cristianos ven cumplida la promesa en el nacimiento de Jesús. Este viene del Espíritu Santo y José le pondrá ese nombre «porque él salvará a su pueblo de los pecados». No salvará de los asirios, ni de los romanos, ni de Putin, sino de nuestros pecados, muriendo por nosotros. Y Mateo añade: «Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el profeta». Ya no hay que seguir esperando. Ha salido el segundo premio, tan importante como el primero.

María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:

‒ José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”.»

Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.

           El evangelio del domingo pasado hablaba del desconcierto de Juan Bautista, y nos obligaba a pensar en el desconcierto y escándalo que podemos sentir ante la conducta y el mensaje de Jesús. El evangelio del cuarto domingo da un paso adelante. El desconcierto y el escándalo se pueden superar. El asombro se da ante el misterio y no acaba nunca, dura toda la vida.

             Los afortunados (Romanos 1,1-7)

             El regalo no se limita a unos pocos, todos lo reciben. Es lo que dice Pablo a los romanos. El regalo no es solo para los judíos, también para los paganos. Lo reciben no solo en Jerusalén o Belén, también en Roma. Allí, entre los paganos, se ha difundido el evangelio y se sienten «amados por Dios y llamados a formar parte de su pueblo santo». Igual que nosotros, al cabo de veintiún siglos, debemos sentir la alegría de haber sido beneficiados por Dios.

Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios. Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo, nacido, según la carne, de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo, nuestro Señor. Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos estáis también vosotros, llamados por Cristo Jesús. A todos los de Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

Complemento

Lo anterior es un sencillo esquema que ayuda a entender el mensaje del cuarto domingo y a prepararnos para la Navidad. Para comprender mejor el evangelio entresaco algunos datos de mi comentario El evangelio de Mateo. Un drama con final feliz (Verbo Divino, Estella 2019, pp. 52-56.

Mateo da un título a lo que va a contar: El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera. Sin embargo, no es eso lo que cuenta, se limita a ofrecer una serie de datos sobre ese misterio.

El relato consta de los elementos típicos: planteamiento, nudo y desenlace. Como en cualquier novela policíaca. Pero existe una diferencia. Mientras Agatha Christie dedica la mayor parte al nudo, a las peripecias de Hércules Poirot en busca del asesino, Mateo es brevísimo en las dos primeras partes y pasa enseguida al desenlace. No se trata de un relato dramático, sino didáctico.

Planteamiento

Parte de unos personajes que da por conocidos para el lector, María y José, y de una costumbre que también da por conocida entre judíos: después de los desposorios (la petición de mano), los novios son considerados como esposos, con el compromiso de fidelidad mutua, pero siguen viviendo por separado. De repente, resulta que María espera un hijo del Espíritu Santo. Mt no deja al lector ni un segundo de duda. Con perdón del Espíritu Santo, y siguiendo el símil policiaco, el lector sabe desde el principio quién es el asesino.

Nudo

La duda es para José, hombre bueno. Según el Deuteronomio, si un hombre se casa con una mujer y resulta que no es virgen, si la denuncia, “sacarán a la joven a la puerta de la casa paterna y los hombres de la ciudad la apedrearán hasta que muera, por haber cometido en Israel la infamia de prostituir la casa paterna” (Dt 22,20ss). José prefiere interpretar la ley en la forma más benévola. La ley permite denunciar, pero no obliga a hacerlo. Por eso, decide repudiar a María en secreto para no infamarla. Mt escribe con enorme sobriedad, no detalla las dudas y angustias de José. Como mejor se advierte esto es comparando el relato con un fragmento del Génesis Apócrifo encontrado en Qumrán, en el que leemos algo parecido a propósito del patriarca Lamec: advierte que su mujer, Bitenós, está encinta, y duda de que ese hijo sea suyo (el estado fragmentario del texto no permite saber por qué duda). La angustia del personaje la refleja el autor de forma casi patética:

“Entonces pensé que la concepción era obra de los Vigilantes, y la preñez de los Santos, y pertenecía a los Gigantes […] y mi corazón se trastornó en mi interior por causa de este niño. Entonces yo, Lamec, me asusté y acudí a Bitenós, mi mujer, y dije […]: júrame por el Altísimo, por el Gran Señor, por el Rey del Universo […] que de veras me harás saber todo, me harás saber de veras y sin mentiras si esto […]. Júrame por el Rey de todo el Universo que me estás hablando sinceramente y sin mentiras […] Entonces Bitenós, mi esposa, me habló muy reciamente, lloró y dijo: ¡Oh, mi hermano y señor! Recuerda mi placer, el tiempo del amor, el jadear de mi aliento en mi pecho […] Yo te juro por el Gran Santo, por el Rey de los cielos, que de ti viene esta semilla, de ti viene este embarazo, de ti viene la siembra de este fruto, y no de ningún extranjero, ni vigilante, ni hijo del cielo. ¿Por qué está la expresión de tu rostro tan alterada y deformada, y tu espíritu tan deprimido?” (1QapGn Col. II, 1-17).

Ni siquiera con estas palabras de su esposa queda tranquilo Lamec; acude a su padre, Matusalén, para que le pregunte a Henoc y se informe de todo con certeza. Es una pena que la columna esté tan estropeada en algunos momentos capitales para la interpretación del argumento. El relato de Mt parece en muchos detalles como la antítesis del Génesis Apócrifo.

Desenlace

En cuanto José toma la decisión, se aparece el ángel que resuelve el problema. José obedece, y María da a luz un hijo al que José pone por nombre Jesús. En esta sección final, entre las palabras del ángel y la obediencia de José introduce Mt unas palabras para explicar el misterio: se trata de cumplir la profecía de Is 7,14 (que se lee hoy como 1ª lectura).

Mensaje

Este análisis literario demuestra que Mt no ha intentado poner en tensión al lector. Sabe desde el comienzo a qué se debe el misterio. Entonces, ¿qué pretende decirnos con este episodio? Tres cosas fundamentales a propósito del protagonista de su obra.

¿Quién es Jesús? Al comienzo del evangelio, en la genealogía, Mt acaba de indicarnos que es verdadero israelita y descendiente de David. ¿Significa que sea el Mesías? Para eso hace falta algo más según la tradición de ciertos grupos judíos. El Mesías debe nacer de una virgen, según está anunciado en Is 7,14. Este episodio demuestra que Jesús cumple ese requisito. Pero hay otro dato que no contiene el texto de Isaías: Jesús viene del Espíritu Santo, con lo cual se quiere expresar su estrecha relación con Dios.

¿Qué hará Jesús? Lo indica su nombre: salvar a su pueblo de los pecados. Salvar de los pecados no es lo mismo que perdonar los pecados. Perdonar los pecados se puede hacer de forma cómoda, sentado en el confesionario, o incluso paseando o tomando un café. Salvar de los pecados sólo se puede hacer ofreciendo la propia vida. Sabemos desde niños que Jesús, para salvarnos de nuestros pecados, dio su vida por nosotros. Pero no debe dejar de asombrarnos. Porque la actitud normal de un judío piadoso ante el pecado no es comprenderlo ni justificarlo, mucho menos morir por el pecador. Es condenarlo.

¿Qué repercusiones tiene su aparición? Mt, al escribir su evangelio, parte de la experiencia de su comunidad, perseguida y rechazada por aceptar a Jesús como Mesías. Mt le indica desde el comienzo que las dificultades son normales. Incluso las personas más ligadas al Mesías, sus propios padres, sufren problemas desde que es concebido. El cristiano debe ver en José un modelo que le ayuda y anima. No debe tener miedo a aceptar a Jesús y seguirlo, porque “viene del Espíritu Santo” y “salvará a su pueblo de los pecados”.

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Cuarto Domingo de Adviento. 18 diciembre, 2022

Domingo, 18 de diciembre de 2022

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“José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le podrás por nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de los pecados.”

(Mt 1, 18-24)

¡Ya viene! se puede decir que ya se oye el rumor de sus pasos… La Navidad ya está muy cerca recordándonos que Dios ha querido ponerse en nuestras manos frágil, pequeño y desnudo.

Y supongo que nos pasa un poco como a José: ¡que no acabamos de creerlo! Se nos llena el corazón de dudas…

¿Cómo es posible que Dios tenga algo que ver en esta historia nuestra? ¿Cómo lo vamos a reconocer envuelto en tanta fragilidad, con una apariencia tan vulnerable?

No tuvo que ser nada fácil para José reconocer el paso de Dios por su vida precisamente en la “irregularidad” del embarazo de su prometida. Porque, vamos a ver, no es fácil reconocer el paso de Dios en aquello que nos hiere y nos complica de quienes más cerca tenemos: una novia embarazada, un marido enfermo, una amiga con sida, un primo con cáncer… no parece, a simple vista, la tarjeta de visita de la felicidad, de la vida plena, del amor. No, no lo parece.

Pero Dios, Nuestro Dios Amor, nos sorprende haciendo brillar aquello que nos parecía una terrible oscuridad. Así viene Dios a nuestras vidas bajo unas apariencias sospechosas, que muchas veces nos dan miedo y nos llenan de dudas.

María y José pueden ser un ejemplo de cómo puede llegar a descolocarse la vida cuando Dios viene a tu historia. Muchas veces nos empeñamos en hacer de las grandes figuras bíblicas o de las personas con fama de santidad unas criaturas extrañas, especiales, que tenían muy claro lo que Dios quería de ellas y cómo tenían que llevarlo a cabo, pero no fue así. Todas ellas tuvieron sus dudas y dificultades. Pasaron por momentos de desconcierto, de no entender. Todas probaron el sabor amargo de tener que cambiar sus planes, sus vidas.

El evangelio de este domingo nos muestra la lucha de José. A nosotras que nos sabemos el final de la historia nos pasa casi desapercibido. Pero el texto dice claramente: “José, su esposo, que era bueno y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto”. Llegar a tomar esta decisión debió de costarle más de una noche sin dormir. A fin de cuentas, lo único en claro que podía sacar José era que María le había engañado. Ella estaba embarazada y él no tenía nada que ver…

Llevamos todo el adviento diciéndole a Dios que venga: ¡Maranatha, ven Señor Jesús! Hoy podemos pararnos a pensar si estamos dispuestas a dejarle venir como él quiera…

¿Le abriríamos la puerta si viene llenando nuestras vidas de dificultades? ¿Dejaremos que entre si viene poniendo en tela de juicio nuestra buena fama y la de nuestra familia? ¿Podremos dejarle entrar si viene con una enfermedad?

Quién sabe, tal vez este año tampoco encuentre posada y es que las cosas de Dios son bastante complicadas…

Oración

Si te decides a venir, Buen Jesús, no te olvides de traer algo de valentía, de esa que ensancha el corazón y abre los ojos a la luz que tú pones en toda oscuridad.

Si vienes, insiste, que aunque dudamos y no queremos complicarnos la vida, tampoco podemos vivir sin ti.

Ven que cuando ya estés aquí, se nos quitarán los miedos y desaparecen las dudas.

*

Fuente Monasterio de Monjas Trinitarias de Suesa

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En Jesús lo divino nunca se percibe por los sentidos.

Domingo, 18 de diciembre de 2022

hqdefaultADVIENTO 4º (A)

Mt 1,18-24

Hoy la clave nos la da Pablo: “Nacido, según la carne, de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu, Hijo de Dios.” Juan lo dice más esclarecedora, cuando Jesús propone a Nicodemo nacer de nuevo: “lo que nace de la carne es carne; lo que nace del espíritu es espíritu”. De la carne no puede nacer el espíritu ni del espíritu puede nacer la carne. Pablo considera normal la procedencia de la humanidad de Jesús. “nacido de una mujer”, pero lo importante es lo que hay en él de divino; y eso ha nacido del Espíritu.

Los relatos “de la infancia” de Mateo y Lucas no son crónicas de sucesos, no son “historia”, son teología narrativa. Marcos no sabe nada de la infancia. Juan tampoco sabe nada de esas historias. La fuente Q tampoco hace alusión alguna a ellas. Por otra parte, los relatos de Mateo y Lucas solo coinciden en lo esencial. En los detalles, no se parecen casi en nada. Su intención no fue darnos información periodística. El interés por Jesús empezó con su vida pública, y sobre todo, con la muerte-resurrección. Antes de eso, nada extraordinario sucedió en él que se pudiera descubrir desde el exterior.

Para resaltar lo que Jesús fue para los cristianos, vieron la necesidad de hablar de las maravillas de su infancia. Fue una necesidad de comunicación, para hacer creíble lo que ellos habían descubierto en Jesús. Lo hicieron tomando ejemplo de otros personajes famosos. Los conocimientos que hoy tenemos nos hacen pensar que la infancia de Jesús fue de lo más normal. Nadie pudo adivinar lo que después iba a manifestar con su vida. Sus padres lo trataron siempre como un niño normal. La mejor prueba de ello es que, cuando empezó a salirse de la norma, creyeron que estaba loco y quisieron impedírselo.

Solo después de la experiencia pascual, se intentó explicar quién era Jesús, más allá de lo que se podía percibir. El modo en que lo hicieron era lo lógico para ellos. Ni se engañaban ni quisieron engañar. Nos engañamos nosotros al entender literalmente el texto, dando al relato un sentido distinto al que ellos le dieron. En todas las culturas se ha intentado explicar la grandeza de unos personajes, contando historias sobre su nacimiento. De más de cuarenta personajes anteriores a Cristo, se dice, que han nacido de madre virgen. No pretenden afirmar nada sobre sus madres sino sobre los personajes.

Es ridículo tratar de determinar, desde nuestra manera de entender el mundo, si es verdadero o es falso lo que dicen. Todas esas afirmaciones tienen su verdad. En todos los casos se habla de la infancia de esos personajes después de haber constatado que su vida sobrepasó lo que se puede esperar de un ser humano. Si lo que hacen es más que humano, tiene que ser divino. Es una manera de hablar que todos entendían y que no causaba conflicto alguno. Los cristianos, después de descubrir lo que Jesús significaba, razonaron: Si de tantas se pudo decir que son hijos de dios, de Jesús con más razón.

“María estaba desposada con José”. El matrimonio constaba de dos partes: el contrato y la boda. Lo importante era el contrato (desposorio). En la boda se celebraba la acogida de la esposa en la casa familiar del novio. Según el relato, María y José estaban casados a todos los efectos jurídicos. ¿Por qué ha tenido tan poca repercusión en nuestra religión este anuncio, comparado con el que ha tenido la Anunciación de María? El anuncio se hace a José. Vamos a dar un somero repaso al texto que acabamos de leer.

“Antes de vivir juntos”. Mateo quiere afirmar el origen divino de Jesús. Por dos veces lo dice sin rodeos. Todo lo que es y significa Jesús es obra del Espíritu. Pero, ¿creéis que eso queda explicado diciendo que Dios se hizo espermatozoide? El pensar que Dios garantiza su presencia en Jesús por vía biológica es una monstruosidad. Dios no puede manipular el material biológico. Dios no tiene actos puntuales. En Dios, ser y actuar son lo mismo. La presencia de Dios en Jesús se manifiesta en lo humano, no fuera de ello.

“Por obra del Espíritu Santo”. Dos veces hace Lucas referencia al Espíritu. En los dos casos está sin artículo. Al traducirlo con artículo determinado, estamos empujando a entenderlo mal. “Pneumatos Agiou”, hace referencia a Dios Espíritu (viento, aliento vital, fuerza, energía). Sería: “por obra de la fuerza de Dios”. “Agiou” tampoco coincide con nuestro concepto de santo; significa, más bien, separado, incontaminado, distinto, y además separador y purificador. Apunta a una absoluta originalidad. Jesús no es obra de la casualidad, ni de una evolución, sino que responde a la presencia en él de Dios.

“José, su esposo, que era bueno”. José es el centro del relato. Ni la palabra “bueno” ni la de “justo” traducen la riqueza del término griego. Significaría un israelita auténtico, temeroso de Dios y cumplidor de la Ley. Simboliza el “resto de Israel” fiel y María la nueva comunidad. En las dificultades que encuentran estos dos personajes, se está manifestando el conflicto que se vivía en la comunidad de Mateo, entre el judaísmo fiel al AT y la nueva comunidad. El origen divino simboliza la superioridad del NT. El encargo de recibir a María indica que todo israelita debe aceptar la novedad que Dios ha querido.

“El ángel del Señor, no es una naturaleza angélica como lo concebimos nosotros, sino la presencia misteriosa del mismo Dios. Es Dios mismo el que hace la invitación a dar el salto. Los judíos pueden sentirse seguros al abandonar lo antiguo y hacerse cristianos. “En sueño” es la manera de dirigirse Dios a los hombres en todo el AT. “Hijo de David”. La referencia a David deja clara la pertenencia al pueblo judío. José es el encargado de legitimar la transición. Se trata de deshacer toda prevención por parte de los judíos.

“Tú le pondrás por nombre Jesús”. Si conociéramos lo que significaba en todo el AT poner el nombre a una persona, descubriríamos la importancia de José en este relato. El nombre es resumen de lo que va a ser una persona. El innombrable va a tener nombre, y la imposición de ese nombre va a depender de otro hombre, José. Recordemos que en relato de Lucas el nombre se lo revela a María el ángel y ella será quien se lo imponga.

“Para que se cumpliera la Escritura. Mateo hace hincapié en el cumplimiento de lo anunciado por el AT. En el párrafo de Isaías citado, la palabra hebrea `almâ’, que significa joven, fue traducida de manera incorrecta por “párthenos” que significa (célibe, soltera, doncella, virgen). En hebreo hay una palabra (betûâ) que significa de manera precisa virgen, pero no fue la usada en el pasaje. El malentendido lo denunció ya Trifón (s II). El relato bíblico se refiere a la joven esposa del rey Acaz que va a tener su primer hijo, y que iba a suponer la salvación para el reino. Jesús será salvador, como aquel hijo.

“Enmanuel (Dios-con-nosotros)”. La ausencia de Dios era la causa de todos los males para Judá. Su presencia garantizaba que las cosas iban a ir bien. Jesús no será un enviado más de Dios. No podía tener padre humano, porque sería a quien tenía que imitar en la tierra. Su modelo será exclusivamente Dios. Será Hijo porque en todo imitará al Padre. Para nosotros es un lenguaje extraño, pero en aquella época, era lo normal.

 

Meditación

Tengo que nacer del agua y del Espíritu.
Nadie puede hacerlo por mí; ni siquiera el mismo Dios.
El Espíritu ya está dentro de mí.
Mi tarea es darle a luz; es decir, tomar conciencia de esa realidad
y manifestarla en mi vida, para que la descubran los demás.
Ese proceso me llevará a la plenitud humana.

Fray Marcos

Fuente Fe Adulta

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Obra del Espíritu Santo.

Domingo, 18 de diciembre de 2022

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Mt 1, 18-24

«La criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo»

Es notable el número de fecundaciones divinas que pueblan los mitos, por lo que añadir el nombre de María a esa lista (reduciendo la acción del Espíritu a lo biológico) es perder el sentido profundo del relato. Todos “venimos” del Espíritu Santo; todo es obra suya, pero sin duda Jesús es su obra más acabada y no hay forma de entender su vida y su legado de otro modo.

En un principio, ese Espíritu de Dios se cernió sobre la Tierra poniendo orden en el caos primitivo, se coló por las narices del muñeco de barro para que en el mundo pudiese haber amor, tolerancia, libertad, felicidad… suscitó profetas que guiasen a los hombres y mujeres por el camino de la vida y sopló como un huracán en Jesús de Nazaret. Sin duda ha sido también el espíritu de Dios el que ha mantenido su memoria hasta nuestros días a pesar de las innumerables barbaridades que hemos cometido sus seguidores, y albergamos la esperanza de que seguirá actuando hasta que la humanidad alcance su plenitud.

El capítulo segundo del Génesis concibe al ser humano como una combinación de arcilla y aliento de Dios; de barro y espíritu de Dios: «Modeló Yahvé Dios al hombre de la arcilla y le sopló en el rostro aliento de vida». Y esta definición formulada en el Génesis hace más de tres mil años sigue siendo hoy válida para muchos de nosotros. El cronista no tiene ni idea de genética ni de evolución biológica, y aunque la hubiese tenido, le habrían parecido totalmente irrelevantes frente el mensaje central que nos quiere enviar: “El mundo es obra de Dios, y en el ser humano alienta su Espíritu”.

En todo ser humano sopla el viento de Dios, su espíritu, aunque en algunos este soplo sea apenas perceptible y en la mayoría de nosotros no pase de ser una brisa que solo en ocasiones pone de relieve nuestra humanidad.

Pero a lo largo de la historia, ese soplo, ese aliento, esa acción de Dios, en definitiva, se ha manifestado de forma poderosa en muchos hombres y mujeres de cualquier tiempo, lugar o condición. Sin apenas remontarnos en la historia, podemos recordar a Pedro Arrupe, Vicente Ferrer, Mohandas Gandhi, Teresa de Calcuta, Martin Luther King, Oscar Arnulfo Romero… y tantos otros que decidieron “negarse a sí mismos” para entregar su vida a los demás.

Pero tampoco es preciso acudir a la biografía de estos personajes para sentir el soplo de Dios en los seres humanos; basta que miremos a nuestro alrededor para que lo veamos en ese pariente, o ese amigo, o aquel compañero de trabajo… Es muy difícil sustraerse a una realidad tan evidente si uno va un poco atento por la vida.

Ahora bien, por encima de todos, hubo un hombre en quien el soplo de Dios se manifestó de una forma tan extraordinaria que somos incapaces de entenderla o formularla. Según su amigo Pedro, pasó por el mundo haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el mal porque Dios estaba con él… y es que, como dijo el Ángel: «No dudes José, porque la criatura que hay en su seno es obra del Espíritu Santo».

Miguel Ángel Munárriz Casajús

Para leer el comentario que José E. Galarreta hizo en su momento, pinche aquí

Fuente Fe Adulta

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Enmanuel: Dios “en” nosotr@s.

Domingo, 18 de diciembre de 2022

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Mt 1, 18-24

18 de noviembre de 2022

Avanza el Adviento y en este IV domingo, la liturgia nos regala un relato interesante para comprender el sentido del cristianismo y su arraigo en un Dios profundamente encarnado en nuestra humanidad.

Pero antes de adentrarnos en el mensaje, conviene recordar algunos acentos del Evangelio de Mateo para conocer el contexto de lo que hoy se narra. Este Evangelio fue escrito, aproximadamente, ocho décadas después de los acontecimientos que relata, por tanto, la lectura literal y escrupulosamente histórica, no sólo nos puede despistar, sino desviarnos de su verdadero significado.

Fue escrito para cristianos provenientes del judaísmo de la segunda mitad del siglo I y su intención más importante consistía en demostrar que, efectivamente, Jesús era el Mesías esperado. Se zanjaría así toda esperanza mesiánica para vivir el cristianismo independientemente del judaísmo. Estamos ante una gran obra que irradia muchas referencias al profetismo israelita que anunciaba la llegada definitiva del Mesías.

Por otro lado, tengamos en cuenta que los dos primeros capítulos de Mateo retoman géneros propios del Antiguo Testamento y otras tradiciones, como la “Anunciación”, o la revelación divina a través del “sueño”, que es la que nos ocupa en el fragmento del evangelio que estamos comentando. Por tanto, mi invitación sincera es a entrar dentro de este texto de hoy conscientes del lenguaje metafórico y religioso, más allá de la historicidad de éste, aunque se necesite para comprender el papel de María y José.

En este texto hay 4 protagonistas que tienen una función esencial no sólo en el relato sino en su significado: María, José, Dios y tú, lector(a) que entras en contacto con este texto.

Por un lado, María, mujer que vive en un contexto de reduccionismo de la feminidad a una función de maternidad fecunda para que el pueblo de Israel siga creciendo, siempre sometida a la voluntad del marido y de su familia. Mujeres hebreas fácilmente repudiadas por razones ilógicas, mujeres sin palabra, sin espacio, sin independencia, sin valor social o religioso. Desde esta clave, sólo el sentido común nos lleva a percibir a María como desafiante de esta tradición y con una misión clarísima de liberar a la mujer de esta carga discriminatoria que las dejaba fuera del sistema social y religioso. María lidera, de alguna manera, una visión de la mujer que no necesita la tutela de un varón para tener dignidad, valor y sentido de la vida; no necesita de una autoridad religiosa o política, para vivir su misión y para colaborar con el proyecto de Dios desde su identidad sin mediaciones y sin mediadores. ¿Realmente esto ya no ocurre en nuestro mundo o en nuestra Iglesia de hoy?

El segundo protagonista es José, un buen hombre de la Casa de David, “hombre justo” como es definido en el texto y que se ve sometido a un desafío muy importante en su vida. El problema en este momento no es de María sino de José. Tiene que tomar una decisión de mucho calado porque la que va a ser su esposa espera un hijo. José debe discernir diferentes opciones, ninguna de ellas fácil, según el contexto socio-religioso judío: podría denunciarla para anular el desposorio, celebrar el matrimonio y llevarla a su casa, repudiarla en público o en privado, o irse de Nazaret dejando que las cosas se olvidasen y a María también. Pero su elección también es desafiante. No es una decisión tomada desde la ley, desde la posición y rol del varón en aquella sociedad regida por una religión patriarcal, sino desde la luz de Dios en su conciencia que le hace ver la mejor decisión en esta compleja situación.  José asume la paternidad legal de Jesús para vivir en el tiempo histórico y colabora con María para hacer posible el tiempo de Dios en nuestra humanidad.

El tercer protagonista es Dios representado en el ángel a través del sueño de José. Un Dios que se revela en lo más profundo del ser humano para hacerle consciente de que no es un Dios lejano, fuera de la historia sino un Dios que forma parte de la misma entraña humana; Enmanuel, es más que un Dios con nosotros, es un Dios en nosotros. Se cumple así el final del evangelio de Mateo que confirma el inicio de su relato: «Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el final de los tiempos» (Mt 28,20).

Y ahora tú, lector(a), cuarto protagonista de esta historia, ¿no te sitúa de inmediato frente a tu dignidad y tu responsabilidad como creyente? ¿Realmente la historia de la humanidad es una realidad separada de este Dios de Jesús? ¿Puedes mirar de una manera nueva a esta humanidad que necesita un arraigo en la fuerza y la luz del Enmanuel?

Como hoy también celebramos la fiesta de la esperanza de María, hagamos nuestra la ESPERANZA de que la PAZ sea la fuerza que cambie el rumbo y la energía de nuestro mundo de hoy.

¡Feliz domingo! ¡Feliz día a todas las Esperanzas!

Rosario Ramos

Fuente Fe Adulta

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El mito de la madre virgen.

Domingo, 18 de diciembre de 2022

44A9DCE5-93AD-435E-B37D-2FECBA5E7FDFDomingo IV de Adviento 

18 diciembre 2022

Mt 1, 18-24

El relato evangélico que habla de la virginidad de María no tiene nada de original. El mito de la “madre virgen” recorre toda la antigüedad, desde Egipto hasta la India. Horus, en Egipto, nace de la virgen Isis (tras el anuncio que le hace Thaw); Attis, en Frigia, de la virgen Nama; Krishna, en la India, de la virgen Devaki; Dionisos, en Grecia, y Mitra, en Persia, de vírgenes innominadas… Por cierto, de prácticamente todos ellos se dice que nacieron un 25 de diciembre, en el solsticio de invierno –en el hemisferio Norte-, justo cuando el Sol vuelve a “nacer”, venciendo a la noche.

El mito reclama una lectura simbólica. Entendido literalmente, produce confusión o provoca rechazo en una cultura que, como la nuestra, ha superado la etapa mítica. Se comprende que la consciencia moderna vea irrisoria la afirmación de que una mujer puede ser madre sin dejar de ser virgen.

Trascendida la literalidad, la lectura simbólica orienta en una doble dirección: ¿qué puede significar el arquetipo de la “madre virgen”?

Por una parte, habla de una disponibilidad total. La “virginidad” es la desapropiación del yo (del ego), que permite que Dios (la Vida, el Misterio) pase a través de nosotros, de nuestra “forma” individual, como cauce o canal por el que se expresa. La virginidad tiene poco que ver con lo biológico; es, más bien, sinónimo de disponibilidad.

Por otra parte, la “maternidad virginal” es un recurso para afirmar que el ser humano está naciendo en permanencia de la divinidad. Para entenderlo mejor, es necesario recordar que, en la antigüedad, pensaban que el hijo nacía exclusivamente de la “semilla” que el padre depositaba en el seno de la madre, el cual servía únicamente de receptáculo. En tal contexto, afirmar que en el embarazo no había existido intervención del hombre, equivalía a decir que el padre de la criatura era únicamente Dios mismo (o el Espíritu).

De ese modo, el símbolo de la “madre virgen” habla -no puede ser de otro modo- de cada ser humano. Crecemos en comprensión cuando reconocemos que en cada instante -en permanencia- estamos “naciendo” del Fondo que nos constituye y cuando nos vamos liberando de la falsa identificación con el yo.

¿Cómo leo los mitos?

Enrique Martínez Lozano

Fuente Boletín Semanal

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El problema no es tanto ser pecador, sino creerse justo

Domingo, 18 de diciembre de 2022

imagesDel blog de Tomás Muro La Verdad es Libre:

Para una celebración de” perdón.

01.- El Espíritu de Dios está sobre María.

La criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo.

La persona y la vida de María están presididas por el Espíritu de Dios.

Es el Espíritu del Génesis:

    La tierra al comienzo era confusión y caos, las tinieblas cubrían la tierra, y el Espíritu de Dios se cernía sobre las aguas y surgió la luz y el sentido (Gn 1,2-3).

    La evolución alcanzó un momento cualificadamente diverso y superior cuando Dios infunde aliento vital a la debilidad humana, al barro (Gn, 2,7) y así el ser humano llega a ser viviente.

  • ¿Soy consciente de mi debilidad, de que por mí mismo soy barro? El barro humano sin espíritu es un caos y confusión. La inteligencia, la libertad, la sexualidad, las capacidades humanas sin espíritu quedan en pura materialidad, sin “aliento vital”.
  • ¿Mi vida es un caos, una confusión de cosas, deseos y pulsiones sin espíritu? ¿Hay espíritu, aliento vital en mi vida? ¿”Soy viviente” o “vegeto” por la existencia? ¿Qué espíritu preside y guía mi vida?
  • Mi vida se me había vuelto un fruto seco, (Salmo 31). ¿Tal vez vivo un tanto inconscientemente?, ¿La vida se me escapa de entre las manos “sin enterarme”?

    El Espíritu es la fecundidad de María (Mt 1, 18)

  • Cuando el Espíritu de Dios preside nuestra vida, como la de María, brota vida, surge la Vida.
  • La “nube de Dios” por el desierto de la vida, su Espíritu protege y hace fecunda la existencia humana y la llena de sentido, de libertad y creatividad.

Sin el Espíritu de Dios, lo engendrado por la mujer galilea, es, sin más, hijo de María. Con y desde el Espíritu de Dios, el hijo de María es, Cristo, hijo de Dios.

  • Lo santo, lo noble nace de la epifanía (manifestación) del Espíritu que se encarna en nuestra humanidad de pecado y de gracia.
  • ¿Mi espíritu es de vidao de dinero, de patria, placer, de poder o de “nada”?

    Jesús vive una profunda alegría porque el Espíritu está en él. (Lc 10, 21).

    Cristo resucitado confiere su espíritu a la comunidad cristiana. Y ese Espíritu es paz, alegría e impulso e ilusión para vivir y para la misión. (Jn 20, 22).

  • El Espíritu es quien nos anima y consuela en nuestros desánimos y momentos difíciles. (Jn 16, 7).
  •  ¿Soy persona de calma y serenidad o transmito nervios allá por donde voy? ¿Cuál es mi espíritu, mi tono vital?
  • Los discípulos, los cristianos, se llenaron de alegría al ver al Señor: ¿es mi caso?
  • ¿Soy “buen compañero de viaje”, sé animar y apoyar una idea, un proyecto? Siempre en la discreción: ¿me preocupo y visito a los enfermos que me son más o menos cercanos, personas ancianas, etc.? ¿Doy limosna?

02.- Jesús: Dios salva / Emmanuel: Dios con nosotros

Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús (Mateo 1)

La virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”. (Isaías 7 / Mateo 1)

  • Cuando Dios decide acercarse a la humanidad lo hace salvíficamente y se hace Jesús: Dios salva. Dios se acerca a nosotros para ser con nosotros: Emmanuel.
  • Dios está con nosotros para salvarnos.
  • ¿Dios está en mi vida? ¿Dios cuenta algo en mi vida? ¿Dios está con nosotros, en mi vida?

Entonces pasó el Señor y hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebraba las rocas ante el Señor, aunque en el huracán no estaba el Señor. Después del huracán, un terremoto, pero en el terremoto no estaba el Señor. Después del terremoto fuego, pero en el fuego tampoco estaba el Señor. Después del fuego el susurro de una brisa suave” (1 Re 19,11-12).

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Adviento en Thomas Merton

Viernes, 16 de diciembre de 2022

Del blog Amigos de Thomas Merton:

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 “Para el hombre en Cristo, el ciclo de las estaciones es algo enteramente nuevo. Se ha convertido en un ciclo de salvación. El año no es simplemente un año más, es el año del Señor, un año en el que el paso del tiempo mismo no sólo nos trae la natural renovación de la primavera y la fecundidad de un verano terrenal, sino también la fecundidad espiritual e interior de la gracia” (55).

El año litúrgico… santifica nuestras vidas… nos llama la atención hacia la gran verdad de la presencia de Cristo en medio de nosotros… renueva nuestra redención en Cristo… nos muestra que, aunque estemos captados todavía en la batalla entre carne y espíritu, la victoria ya es nuestra.

“Para el creyente que vive en Cristo cada día nuevo renueva su participación en el misterio de Cristo. Cada día es un nuevo amanecer de esa “lumen Christi”, la luz de Cristo que no conoce poniente” (57).

“La liturgia es la gran escuela de la vida cristiana y la fuerza transformadora que vuelve a dar forma a nuestras almas y a nuestros caracteres en la semejanza de Cristo” (57).

Año de salvación, año de iluminación, año de transformación.

“Nunca podemos trepar hasta Él; Él ha de bajar hasta nosotros. Eso es lo más importante en el misterio del Adviento: el descenso de Dios a nuestra bajeza, por puro amor, no por ningún mérito propio” (71).

“Veló su claridad para acomodarla a nuestros débiles ojos… No hemos de ir muy lejos para encontrarle, está dentro de nosotros” (72).

*

Tomado de : “Tiempos de celebración”.

***

 

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Jesús de Nazaret, Hermanito Universal

Viernes, 16 de diciembre de 2022

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LLoreda de Cayón (CANTABRIA).

ECLESALIA, 21/11/22.- Ayer, último domingo del ciclo litúrgico, la Iglesia celebró a Jesucristo Rey del Universo. Yo, que no soy nadie para proponer cambios a tan ilustre institución, me atrevo a hacer una sugerencia por si alguna persona quiere tenerla en cuenta.

En lugar de ese título del que sabemos bien su origen (Pio XI y su época revoltosa en la que nació el fascismo y dio los frutos terribles que no sé si la gente quiere recordar…) yo me atrevo a sugerir (más en consonancia con las intuiciones del bienaventurado Papa Francisco) este otro título: Jesús de Nazaret, Hermanito Universal.

¿Por qué? No voy a insistir en la crítica de la institución monárquica (todavía vigente y decadente, no, lo siguiente) de la que estoy convencido de que Jesús nunca se sintió entusiasta (su vida y enseñanza lo demuestran claramente). Pero sí que quiero subrayar que el hermanito (sí, hermanito, con todas las connotaciones de cariño y amor a los pequeños que este diminutivo aporta) Jesús de Nazaret, desde su sencillez y experiencia vital, nos ayudó a ver con claridad cómo todas las personas, absolutamente todas y cada una, tenemos que cultivar esa amistad con Papá Dios que nos hace únicos e irrepetibles para Él. Los sufíes dicen que para llegar a Dios hay tantos caminos diferentes como corazones humanos.

Pues bien, este hermanito universal (de todos sin distinción) nos trae en su compañía a muchos otros hermanitos de diferentes culturas, religiones y épocas históricas, que juntos se complementan para enseñarnos a ser fieles a nuestro propio camino. Es por eso por lo que no sólo me atrevo a sugerir el cambio de título, sino también las lecturas para iluminar las celebraciones de este domingo.

El evangelio podría ser esa escena en la que la madre y los hermanos de Jesús van a rescatarle de su peligrosa locura que le hace itinerante y portador de un mensaje diferente al oficial y por lo tanto sospechoso. Ya sabemos que la escena acaba con esas palabras universales de Jesús: “Estos son mi madre y mis hermanos, los que escuchan la palabra de Dios y la hacen vida.”

Otra lectura interesante podría ofrecérnosla Mahatma Gandhi que en sus “Experiencias con la Verdad” escribe lo siguiente:

“Me hice periodista no por gusto, sino simplemente porque vi en el periodismo un medio para cumplir mejor mi misión en la vida.

De hecho Satiagraha (la Fuerza de la Verdad) es un proceso de educar a la opinión pública y abarca a todos los elementos de la sociedad y al final se vuelve irresistible ¿por qué?

Porque la propagación de la Verdad y la no violencia puede realizarse mejor viviendo realmente tales principios, que divulgándolos a través de los libros. La vida vivida realmente es más significativa que los libros.”

“Experiencias con la Verdad”, Mahatma Gandhi

Y si alguien quiere profundizar en esto, que investigue en lo que Gandhi llama “sarvodaya”, es decir, “la promoción del altruismo en el grado más elevado; la integración del individuo con la sociedad; el elevamiento de la sociedad humana entera hacia el plano más alto de la existencia, donde el amor y el trato limpio jueguen papeles cruciales.

Pues bien, si se quiere una lectura más (para completar las tres del ritual) le sugiero un poema de Rumí (1207-1273) que copio a continuación.

“Cada ser humano es una posada
que a diario recibe la inesperada visita
de un nuevo huésped.
Y cada recién llegado porta consigo
alegrías, tristezas, mezquindades
y un despertar insospechado.
Dales a todos la bienvenida y agasájalos,
aunque traigan consigo un vendaval de sufrimiento
que arrase violentamente tu casa
y la despoje de todos sus enseres.
Acoge amablemente a todo huésped
porque ignoras quién será el mensajero
de las nuevas alegrías.
Abre los brazos
A todo pensamiento oscuro, a la vergüenza
y a la malicia, e invítales a entrar.
Y no olvides dar las gracias a quien llame a tu puerta
porque todos portan consigo un mensaje del infinito.”

Rumí (1207-1273)

Nada más. Quedo contento si mis sugerencias pueden ayudar a alguien

 (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedenciaPuedes aportar tu escrito enviándolo a eclesalia@gmail.com).

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Adviento, realidad dinámica.

Jueves, 15 de diciembre de 2022

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El Adviento no es un tiempo de expectativas, aguardando a que pase algo que nos sorprenda y nos alivie, a alguien que nos proteja del sufrimiento, de los sinsabores y la desilusión, y que nos guíe sin incertidumbre alguna, con ideas claras y brazo poderoso, concediéndonos lo que creemos que precisamos.

Todo lo contrario. Porque el Adviento es una realidad dinámica, un tiempo de espera activa, de construcción permanente, de anhelo afanoso ante la realidad de cada día, de ilusión renovada, paciente y confiada.

 Una espera en rumoroso silencio, con la mirada puesta en nuestro interior, a nuestro alrededor y en el horizonte. En contemplación callada y profética. En permanente acción de gracias. Desde un compromiso vital junto a los más vulnerables y oprimidos, abiertos al encuentro, saliendo de nuestro confort para embarrarnos, cercanos siempre a quien está tirado, herido, marginado a la orilla del camino que recorremos cada día.

Pedimos en Adviento: ¡Ven, Jesús!, pero Jesús ya llegó, ya se hizo presente en nuestra historia, ya nos mostró la senda a recorrer, la buena noticia que vivir y transmitir con sus mismos sentimientos, que el Espíritu nos va sugiriendo a través de los acontecimientos y la realidad que nos rodea.

Sentimientos de humildad, sin creernos más y mejores que nadie, pensando que ya lo sabemos todo y que estamos en posesión de la verdad. Creciendo desde la duda y la búsqueda permanente.  Viviendo sencillamente y acallando la pasión por el consumo para que no nos domine. Esforzándonos siempre por lo colectivo, por lo comunitario, por el encuentro fraterno y festivo, por el decrecimiento personal para que otras personas crezcan y puedan vivir con dignidad.

Adviento, tiempo de cambio, de preparación, de atenta mirada, de dicha profunda. Abiertos a valorar todo lo nuevo, todo que nace para que la vida sea más bella, más justa y pacífica, más compasiva, más humana y, por lo tanto, más divina. Que nuestra mirada sea la del niño o la niña que aún espera a renacer desde dentro.

*

Miguel Ángel Mesa
Blog Otro mundo es posible

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Adviento, motivación a un mundo diferente.

Jueves, 15 de diciembre de 2022

advientoIsaías nos invita a soñar. Los sueños, si no son fantasías ociosas, nos jalonan a vivir otros tiempos, otros nichos posibles. Podemos preñar nuestra espera de mundos que nos llamen desde un horizonte cercano y seductor.

Sigamos a Isaías:

El desierto y el yermo se regocijarán,
se alegrarán el páramo y la estepa,
florecerá como flor de narciso,
se alegrará con gozo y alegría…
Fortalezcan las manos débiles,
robustezcan las rodillas vacilantes,
digan a los cobardes de corazón:
sean fuertes, no teman.
Miren a su Dios que viene en persona…
Se despegarán los ojos del ciego,
los oídos del sordo se abrirán,
saltará como un ciervo el cojo,
la lengua del mudo cantará.

Adviento, tiempo para prepararnos para ello, tiempo para entrenarnos en cómo lograrlo, en cómo poner nuestras manos al servicio de un nuevo amanecer para nuestro alrededor inmediato y también para la humanidad entera.

Construir esa luz es animar con nuestra palabra y nuestro hacer, a quienes nos rodean, para trabajar por la vida en círculos concéntricos cada día más amplios; es animar a que emprendamos el camino de relaciones nuevas más hermanas… es animar a dar cobijo a aquellos que no tienen, a dar calor a quienes tienen frío, a dar apoyo a quien camina mal.

Pasan los días y las costumbres culturales -desarrolladas en los últimos tiempos- llaman al acelere y al desgaste de recorrer ciudades en trancones, en muertes, en violencias, en agresiones múltiples… Que nuestro adviento amaine las costumbres y nos llene de espera. Mirar al horizonte de manos enlazadas como las que sueña Isaías… y trabajar el hoy para levantar los cimientos de una ciudad distinta.

El niño de Belén es, en medio del frío y de la noche, la alteridad presente, la alteridad que llega, la alteridad que llama. Respondamos a ella y tejamos en torno la acogida. Que nuestros sueños llenen el espacio con luces de colores y sean la puerta de la preparación a nuestro aporte para un mañana equitativo de cuidado a los más vulnerables: a los y las necesitadas de comida y de amor.

Las escaleras se suben peldaño a peldaño; como los niños pequeños hay que aprender a hacerlo. Adviento tiempo para aprender, para grabar en nuestras pupilas el ansia de justicia, el deseo de un cielo luminoso, el camino hacia un paisaje armónico.

El camino a Belén es lento y escarpado, muchas veces desértico… acompasar los ritmos nos ayuda a llegar: tarde pero seguro. Adviento, tiempo de reposar en nuestros interiores y comprender qué senderos nos faltan, qué prácticas nos llaman, qué potencialidades guardamos y escondemos. Tiempo para vaciarnos y acoger las palabras de Jesús o de Gandhi, de María Magdalena o Hildegarda de Bingen… de todo los soñadores y soñadoras de la historia que nos han motivado a sembrar arco-iris en nuestras parcelas de vida.

La invitación es a moldear el barro de caminantes nuevos, de miradas que acompañen la búsqueda.

Carmiña Navia Velasco

Tercer domingo de adviento del 2022

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad

Hacia el desierto

Martes, 13 de diciembre de 2022

desiertoEste Adviento, Bondings 2.0 te invita a hacer un viaje espiritual a través de reflexiones guiadas sobre las lecturas de los cuatro domingos de la temporada. El ejercicio de reflexión a continuación se puede hacer individualmente, con un amigo cercano o en un grupo de intercambio de fe. Los reflejos están especialmente diseñados para personas LGBTQ y aliados.

Estos ejercicios de Adviento son parte de la serie Journeys de New Ways Ministry: una colección de selecciones bíblicas, preguntas de reflexión, oraciones y meditaciones en video.

Esperamos que estas ayudas espirituales los ayuden a todos en sus propios viajes. Para las lecturas de este domingo, haga clic aquí.

Si desea compartir algunas de sus reflexiones con otros lectores de Bondings 2.0, no dude en agregar las respuestas que tenga en la sección “Comentarios” de esta publicación.


El ambiente seco, cálido, árido y aparentemente desprovisto de vida del desierto o desierto ocupa un lugar destacado en las Escrituras. Fue en el desierto donde el Ángel de Dios se le apareció a Moisés en una zarza ardiente e inflamó su llamada a la misión. Muchos de los profetas hebreos fueron atraídos a estas tierras áridas para escuchar la Palabra de Dios. Jesús, inmediatamente después de su bautismo, fue conducido al desierto para prepararse para su ministerio.

Este páramo, paradójicamente, se convierte en el lugar de la intervención y presencia divina. En estos tazones de polvo, Agar e Ismael experimentan la liberación de la muerte (Génesis 21), Elías escucha la voz suave y apacible de Dios (1 Reyes 19), y los israelitas marchan hacia la Tierra Prometida guiados por columnas de nube y fuego (Éxodo 13). :21-22).

La moraleja del desierto pronto se hace evidente: Dios no abandona a la gente a su desesperación en estas tierras baldías. Más bien en esta nada, las personas y los paisajes se transforman. Las arenas ardientes se convierten en estanques de fuentes burbujeantes (Isaías 35, 7) y la persona humana, refinada como la plata, emerge a un lugar de abundancia (Salmo 66, 10-12).


Isaías 35, 1-6a. 10

El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrará la estepa y florecerá como flor de narciso, festejará con gozo y cantos de júbilo. Le ha sido dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Contemplarán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios.

Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes; decid a los inquietos:

«Sed fuertes, no temáis. ¡He aquí vuestro Dios! Llega el desquite, la retribución de Dios. Viene en persona y os salvará».

Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos se abrirán; entonces saltará el cojo como un ciervo. Retornan los rescatados del Señor.

Llegarán a Sión con cantos de júbilo: alegría sin límite en sus rostros. Los dominan el gozo y la alegría. Quedan atrás la pena y la aflicción


PARA LA REFLEXIÓN

01.- Isaías profetiza la futura restauración de Israel en términos que evocan el Éxodo original: un camino por el desierto conduce al regreso a la tierra. Comparta una experiencia en la que usted, como persona o aliado LGBTQ, se sintió espiritual o físicamente exiliado. ¿Cómo te guió Dios a través de este desierto? ¿Has entrado en tu “Tierra Prometida” o sigues esperando que las promesas de Dios se cumplan en ti?

02.- El contexto histórico de la lectura es la aflicción de la tribu de Judá que había sido exiliada de su Templo, tierra y gobernante. El sufrimiento de la tribu se describe como manos débiles y rodillas débiles, un corazón temeroso, visión oscurecida, problemas auditivos, cuerpos quebrantados y lenguas silenciosas. La descripción de Isaías de un cuerpo humano abrumado por la desesperación y el cansancio lleva al lector a la fatiga del exilio. En tu propia experiencia de vida como persona o aliado LGBTQ, ¿cómo reacciona tu cuerpo ante los exilios sociales o eclesiales? ¿Se siente silenciado, roto o agotado? ¿Dónde encuentras curación, esperanza y rejuvenecimiento?

03.-  Isaías 35 nos invita a reflexionar sobre el Adviento no solo como la venida de Dios en Cristo, sino también como nuestro regreso a casa. Saltamos y gritamos y cantamos; nos reunimos con gozo y alegría y juntos caminamos a casa. Como persona o aliado LGBTQ, ¿qué es “hogar” para ti? Si “hogar” sigue siendo un concepto esquivo, ¿cómo y dónde encuentras vivienda y descanso?

04.- “Aquellos a quienes YHWH ha rescatado, volverán y entrarán en Sion cantando, coronados de alegría eterna”. ¿Dónde fue la última vez que experimentó alegría pura? ¿Qué circunstancias en tu vida como persona o aliado LGBTQ te llevaron a este punto?

05.- Aquí está vuestro Dios que viene a salvaros con vindicación y recompensa divina”. El Papa Francisco marcó el comienzo de una nueva era de inclusión LGBTQ con su famosa pregunta: “¿Quién soy yo para juzgar?” A medida que el Papa continúa abriendo las puertas de la Iglesia Católica a la comunidad LGBTQ/aliada, especialmente a través del proceso sinodal, ¿cómo imagina la recompensa de Dios? ¿Dónde ves florecer abundantes flores?


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ORACIÓN

Salmo 146: 6-10

YHWH, tú mantienes la fe para siempre:
Tú aseguras la justicia para los oprimidos;
Tú das de comer al hambriento;
Liberaste a los cautivos.

Tú das la vista a los ciegos;
Tú levantas a los que estaban encorvados;
Amas a los justos.

Tú proteges a los extraños;
Sostienes a los huérfanos y a los afligidos,
pero tú obstruyes el camino de los impíos.

YHWH reinará para siempre –
tu Dios, oh Sión, por todas las generaciones.

¡Aleluya!


VÍDEO MEDITACIÓN

Desde los cuarenta años de vagar por el desierto de los israelitas hasta los cuarenta días de ayuno de Jesús en el desierto, el desierto ha servido durante mucho tiempo como un paisaje para el crecimiento personal y el encuentro divino.

En el video a continuación, Andy Cook presenta un breve vistazo al desierto e insiste en que es en estos lugares difíciles donde aprendemos las lecciones más importantes de fe y confianza.

-Dwayne Fernandes, New Ways Ministry, December 11, 2022

Fuente New Ways Ministry

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Recordatorio

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