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(4.2.24.Dom 5 TO). Marcos, un evangelio de milagros (Mc 1,29-39)

Domingo, 4 de febrero de 2024

Un evangelio-de-marcosDel blog de Xabier Pikaza:

El pasado 11.3.2023, en la Purísima de Salamanca, parroquia de mi amigo Policarpo Diaz, dirigí un pequeño curso sobre los milagros en el Evangelio de Marcos, partiendo de dos libros que he dedicado al tema: Evangelio de Marcos,  VD, Estella 2012 y Comentario al evangelio de Marcos, Clie, Viladecavalls 2013.   

 Los milagros en el evangelio de Marcos cumplen varias funciones:

(a) Son testimonio de la presencia de Jesús en la vida de los creyentes, para indicar que la vida entera del cristiano es un “milagro”, una transformación. (b) Son un lenguaje, una forma de expresar de presencia de Jesús, de recordar su pasado y actualizar su presente. (c) Tienen un fondo histórico, pero no pueden entenderse de un modo historicista. (d) Son una experiencia histórica y una esperanza pascual, abren un camino de conversión y transformación de vida.

La reflexión que sigue consta de dos partes:  (1) Tres milagros de este domingo. (2) Dos esquemas  de milagros en Marcos.

TRES MILAGROS: CASA DE SIMÓN, CALLE DE CAFARNAUM Y CAMPO ABIERTO (Mc 1, 29-39)

1.- Casa de Simón; curación y servicio de suegra (1, 29-34)

(a. Suegra de Simón). 29 Al salir de la sinagoga, se fue inmediatamente a casa de Simón y Andrés, con Santiago y Juan. 30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre. Le hablaron en seguida de ella, 31 y él se acercó, la agarró de la mano y la levantó. La fiebre le desapareció y se puso a servirles.

 De la sinagoga (ámbito comunitaria de la vida judía), donde se situaba el pasaje anterior de Marcos,  pasamos a la casa(espacio normal de la comunidad cristiana). Jesús viene con sus cuatro pescadores a la casa de Simón, cuya suegra está enferma. No se dice que tenga un espíritu impuro, como lo tenía el hombre de la sinagoga (cf. 1, 23), sino que está con calentura (pyressousa: 1, 30), una fiebre que le impide trabajar. Parece impotente, no puede hacer nada. Pero Jesús agarra con fuerza su mano, para levantarla, en gesto y palabra de evocación pascual.

Se completa así la pareja de enfermos primordiales: el endemoniado de la sinagoga, sometido a la impureza de una enseñanza opresora; la enfebrecida de una casa que parece invadida por varones. Jesús cura a los dos, pero sólo a la mujer la levanta o resucita, de manera que ella puede servir en la casa.

 − La casa (oikia: 1, 29) es espacio de reunión y grupo familiar, lugar privilegiado de la comunidad (cf. 3, 20.31-35). Estamos en la casa de Simón y Andrés, donde entra Jesús con sus cuatro. Es quizá la casa de pascua donde deberían reunirse las mujeres de la tumba vacía cuando vuelvan a Galilea (cf. 16, 7). Jesús toma la mano de la enferma y la levanta (êgeiren autên: la resucita: 1, 31; cf. 16, 6), para convertirla en servidora. Casa de evocación pascual y servicio mutuo será la iglesia de Jesús. La mujer curada, es la primera cristiana de la historia.

El sábado (cf. 1, 21). Para los judíos es día sagrado en que nadie se afana en hacer cosas externas (trabajos materiales). Parece irrelevante que una mujer enferme en ese día, pues ese día no tiene labor que realizar entre las obras o trabajos de la casa. Pues bien, Jesús la toma de la mano y la levanta. Ésta es una experiencia pascual:superada por Jesús la fiebre (signo de muerte), la enferma se levanta y transforma el sábado en día pascual de servicio a los demás. Jesús no le manda. Es ella la que asume la iniciativa y saca las consecuencias, descubriendo el valor del servicio mutuo, por encima de la sacralidad del sábado judío.

Ella les servía (diêkonei autois: 1, 31). La diakonía era el signo primordial de los ángeles de Dios que, en vez de descansar, servían a Jesús en el desierto (1, 13); ella define a las mujeres que al fin del evangelio aparecen como servidoras o diaconisas mesiánicas (15, 41). La suegra de Simón interpreta el don que ha recibido; su servicio no se puede entender como trabajo servil de la mujer, bajo el dominio de varones ociosos, sino como verdadero ministerio mesiánico, creador de la nueva familia de Jesús. Por eso, la curada es la primera servidora de Jesús (cf. esquema 6, 4). En el origen de toda obra eclesial se encuentra esta mujer, conforme a Marcos.

 El gesto de Jesús resulta sorprendente, y casi puede verse como anuncio pascual, pues Marcos utiliza el verbo egeirô, levantar, lo mismo que en 16,6 (cf. 2,11; 5,41; 9,27). La mujer está postrada, y Jesús la levanta, realizando el verdadero trabajo humanizante que debía distinguir al sábado, aunque los fariseos no compartan esa forma de entenderlo (cf. 3,1-6). Pero tan importante como el gesto de Jesús resulta en este caso el tipo de respuesta de la suegra: se puso a servirles (diêkonei autois).

Recordemos que el servicio es un tema clave del evangelio, como hemos visto en la escena de la tentación: Satanás pone a prueba a los hombres para destruirles, los ángeles sirven (1,13). Servidoras de Jesús, el siervo universal (cf. 10,45), vendrán a ser las mujeres de la cruz y de la pascua (15,51). Pues bien, como primera servidora de Jesús y sus discípulos, como mujer que desde ahora ha comenzado a ser el más perfecto o grande entre todos los discípulos (cf. 9,3), hallamos a la suegra de Simón.

Ella sabe y realiza desde ahora algo que Simón (al que Jesús llamará Pedro) no querrá aprender en el transcurso de su seguimiento histórico de Cristo (como indica 8,32; 14,29-31. 66-72). Pero hay todavía otro detalle significativo: estamos en sábado; conforme al ritual judío, se hallaban todos obligados al descanso; pues bien, esta mujer rompe ese rito, supera el sábado judío y comienza a realizar la obra mesiánica, sirviendo a Jesús y sus discípulos.

No ha hecho falta que Jesús la llame a través de una vocación especial al seguimiento (como en 1,16-20). No hace falta que le diga cómo debe comportarse. Jesús ya le ha enseñado todo en el momento mismo de curarle. Ella responde como auténtica discípula, rompiendo por Jesús la misma ley del sábado: sirve a los que vienen y convierte así su casa en primera de todas las «iglesias» (= de todos los lugares de servicio cristiano).

Milagros a la puerta de casa, milagros en la calle (1, 32-34).

 1, 32 Al atardecer, cuando ya se había puesto el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. 33 La población entera se agolpaba a la puerta. 34 Él curó entonces a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero a éstos no los dejaba hablar, pues sabían quién era.

A la puesta del sol, terminado el descanso sagrado de los judíos (escribas incapaces de curar), las gentes del entorno vienen trayendo ante la casa de Simón a sus enfermos para que Jesús les cure (1, 32-34), pues son muchos los que siguen oprimidos por el mal, endemoniados. Precisamente cuando acaba el sábado judío del culto y el descanso puede empezar para los pobres el tiempo mesiánico de las curaciones.

Le llevan a “todos” los enfermos y él cura a “muchos” (no se dice que a todos), a la caída de la tarde, en el tiempo “normal” de la vida, después del tiempo sagrado en que no se puede trabajar (ni traer enfermos en camillas). Éste es sin duda un texto irónico; es como si hubiera que esperar el fin del tiempo de la religión (santo sábado) para recibir el don de Dios. Ante la puerta de la casa de Simón se agolpa la ciudad, en culto de miseria (van trayendo a los enfermos) y esperanza que se expresa a través de la palabra y curaciones de Jesús.

Ese mundo de enfermos y endemoniados constituye la familia de Jesús, en el margen de la buena sociedad, en la misma calle, en el tiempo profano de la vida ordinaria, pasado el tiempo sagrado (más propio de los sacerdotes). Lo mismo que en el caso anterior (del poseso de la sinagoga: 1, 23-28), los endemoniados “conocen” a Jesús, desde su misma miseria. Pero Jesús no les deja hablar, para resguardar su secreto mesiánico (sólo se sabe quién es Jesús y cómo es Mesías cuando ha culminado su camino de cruz). La verdadera palabra debe brotar de otra fuente, no del lugar de la opresión diabólica.

Según eso, las curaciones resultan importantes (cf. 1,21-28), pero también es importante el contexto donde vienen a realizarse: los judíos van centrando su práctica ritual en torno a un sábado entendido de forma legalista; Jesús, en cambio, quiere liberar el hombre entero, mostrando de esa forma que sus curaciones sobrepasan el nivel del sábado judío. Jesús cura a los enfermos y los endemoniados, pero no permite que ellos propaguen de manera abierta sus acciones, viniendo a presentarle como un mago curandero.

Es evidente que los endemoniados saben algo, como hemos indicado en relación con 1,24-25. Pero Jesús no quiere ni puede hacerse famoso y fundar su mensaje en aquello que dicen los hombres que han sido curados. Tiene una tarea peculiar, y ha de cumplirla. Su visión del mesianismo incluye aspectos que desbordan el nivel de la palabra sumisa de los endemoniados y el nivel de la respuesta agradecida de aquellos que han sido curados. Se ha dejado servir por la suegra de Simón, en gesto mesiánico claro (1,31), pero no puede aceptar que los endemoniados (curados o no) definan su figura, dirijan su camino

3.- Aldeas del entorno: misión itinerante (1, 35-39)

             El texto recoge diversos motivos que explicitan, de algún modo, lo antes visto. Allí donde pretenden encerrarle, Jesús abre camino, rompe la atadura que le ponen y despliega un tipo de programa misionero creativo que se funda en la experiencia del mismo Dios que le ha enviado. En esa línea podríamos decir que este pasaje ofrece un paradigma eclesial. Marcos no quiere encerrar a Jesús en una casa, no quiere establecerle en un lugar, en contra de Simón y compañeros. Lo propio de Jesús es el mensaje abierto, su misión nueva de reino. Así lo muestra este pasaje, oponiendo los proyectos “eclesiales” de Simón y Jesús.

 (a. Salida) 35 Muy de madrugada, antes del amanecer, se levantó, salió, se fue a un lugar solitario y allí se puso a orar.

(b. Persecución) 36 Simón y los que estaban con él le persiguieron, buscándole 37 Cuando lo encontraron, le dijeron: Todos te buscan.

(c. Misión itinerante) 38 Y les contestó: Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para predicar también allí, pues para esto he venido. 39 Y se fue a predicar en sus sinagogas por toda Galilea, expulsando los demonios.

De la sinagoga (judaísmo) y de la casa de Simón (iglesia) pasa Marcos al servicio misionero, que viene a realizarse en el campo abierto. Queda en medio la noche de la división. Se han retirado los enfermos. Jesús y sus discípulos meditan, se dividen en la noche, de forma que al amanecer se enfrentan sus posturas. Éstos son los motivos que Marcos ha querido resaltar:

Oración de Jesús. Tanto los endemoniados como Simón y los otros discípulos quieren “fijar” a Jesús (apoderarse de él), para ponerle al servicio de sus propias ideas o intereses. En contra de eso, Jesús busca un principio orientador más alto, poniéndose en contacto con Dios en oración y actualizando así lo que hemos visto en el bautismo (1,9-11).

  • Simón y los que están con él (otros discípulos) quieren manejar a Jesús, en perspectiva de popularidad y triunfo externo. No le han comprendido todavía, no quieren servirle ni servir a los necesitados, sino solo triunfar: hacer de su maestro un tipo de taumaturgo popular, al servicio de sus propios intereses nacionales, económicos, sociales etc.
  • Declaración de Jesús: no ha salido (exelthan) para encerrarse en una casa. Es evidente que, en un primer aspecto, Jesús ha salido “físicamente” de Cafarnaúm, donde querían retenerle sus discípulos, pero él quiere extender su mensaje en las aldeas vecinas, y por eso ha salido. Pero en perspectiva más profunda, teniendo en cuenta el hecho de que habla desde un previo contacto con Dios, quizá ese verbo indique un gesto de salida teológica: Jesús ha salido “espiritualmente” de Dios y ha venido para predicar en todas partes el mensaje.

            Los endemoniados de Marcos aparecen así vinculados con Simón y los discípulos (en una línea que culmina en 8,33, cuando Jesús llama a Simón Satanás), pues unos y otros (demonios y Simón) quieren mandar sobre Jesús, encerrarle de algún modo en sus conceptos y sus planes. Jesús, en cambio, rompe esa atadura, poniéndose al servicio de los necesitados del entorno, asumiendo y ampliando de esa forma el gesto mesiánico de la suegra de Simón, la primera servidora a la que alude el evangelio

Jesús sale para orar (1, 35). Las primeras palabras (kai prôi ennykha lian anastas: y de madrugada, levantándose) parece un anuncio de la resurrección (kai lian prôi: y muy temprano…: 16, 2; recordemos que en ambos casos nos hallamos en el día después del sábado: cf. 1, 32; 16, 1 ). Entre la noche y la mañana hay un gran cambio que el pasaje presenta como anastasis, en término de clara evocación pascual (cf. 5, 42; 8, 31; 9, 9.31; 10, 34; 12, 18.23; 13, 2). Desde aquí se entienden mejor las acciones de los personajes, en forma de intercalado concéntrico: Jesús, Simón, Jesús.

Jesús se levanta de mañana (resucita) para orar en un lugar desierto (1, 35). Es como si debiera retomar su experiencia de encuentro con Dios (Bautismo) y de compromiso mesiánico (tentación). No se queda en lo hecho, busca en Dios (en oración y discernimiento) lo que debe hacer.

Simón le persigue (1, 36-37). Persigue a Jesús, como cabeza de grupo (viene con los suyos: hoi met’autou: 1, 36) apelando a la necesidad de la multitud (todos te buscan: 1, 37). Es el primer enfrentamiento, la primera discusión mesiánica. Simón es signo de una iglesia que intenta utilizar a Jesús para servicio propio, convirtiéndole en curandero doméstico, establecido en su propia casa a la que acuden los necesitados y enfermos del entorno (cf. 1, 33-34). No quiere servir a los demás, como hizo su suegra, sino servirse de Jesús para su provecho, interpretando en forma egoísta la pesca que él le ha encomendado (1, 16-20). Evidentemente quiere hacerse “dueño” de Jesús, representante de su empresa, como cabeza de una Iglesia establecida.

            Estamos, sin duda, ante una imagen eclesial de Simón, a quien el evangelio de Marcos ha querido presentar de un modo ejemplar, para superarla. Éste es el Simón que intenta apoderarse de la obra de Jesús, para organizarla él, a su servicio, en el entorno de la buena sociedad de Israel, en el contexto de su casa. De ahora en adelante, la tónica de la acción de Simón, a quien Jesús llamará luego Pedro-Piedra (3, 16), será siempre la misma: apoderarse de Jesús, traerle a su terreno para así manipularle.

Jesús inicia una misión itinerante (1, 38-39). Jesús rechaza la propuesta y no se deja “establecer” en el entorno de la casa de Simón, para convertirla (convertir su movimiento) en negocio de milagros al que acuden en gesto de esperanza los de lejos y medran, egoístas, los de cerca (1, 38-38). En medio de la noche se ha escapado para orar en soledad de gracia ante Dios; en pleno día inicia un recorrido en el entorno, ofreciendo el don de Dios (kerigma, curaciones) en las sinagogas de los judíos y en Galilea.

            No quiere encerrarse en una estructura sagrada, fundando otro centro espiritual de sanación entre los centros que ya existen en el mundo (sinagogas, escuelas filosóficas, templos). Dios le ha enviado (exêlthon: he salido, he venido desde Dios, en sentido teológico) para ofrecer el kerigma a los necesitados; para que vayan con él ha llamado a Simón y a los suyos, no para establecerse con ellos (sea en la casa de milagros de Cafarnaúm, sea en una iglesia que Simón ha podido establecer en Jerusalén u otro lugar).

            Ha vuelto al lugar deshabitado, adecuado para la plegaria (erêmos: 1,35), a fin de iniciar desde allí un trabajo generoso, universal, para bien de los enfermos. No deja que los suyos le encierren, manipulando su misión a partir del éxito logrado (¡todos vienen…!). Toma distancia (encuentro con Dios), en soledad de tiempo (noche) y espacio (desierto), para redescubrir y recrear su entrega por el reino. Por eso, cuando Simón y los suyos pretenden encerrarle en el círculo cómodo y estrecho de lo ya sabido (como a un curandero doméstico y domesticado), desde la hondura de su propia libertad mesiánica, abre su camino hacia los necesitados del entorno. No ha caído en la tentación del éxito, no se ha dejado llevar por la inmediatez del triunfo; no ha creado una casa eclesial de milagros sino que ha ofrecido su poder de curación y/o de palabra a los más necesitados del entorno.

Simón ha dejado las redes, pero quiere hacerse administrador de las curaciones de Jesús, representante cualificado de su “grupo”. Es evidente que habría salido ganando. Pues bien, frente a ese riesgo de institucionalización eclesial (grupal: de Simón y los que estaban con-él) instaura Jesús su camino misionero, en gesto de fuerte gratuidad. No busca el honor propio, al servicio de un grupo, no establece en su casa (casa de Simón) un santuario de sagradas curaciones; no funda un negocio de reino, una iglesia establecida. Por eso ha rechazado el proyecto de Simón; no ha construido una casa de superioridad religiosa sobre los demás.

Simón le quiere establecer en una casa, fundando así una iglesia instituida. Jesús, en cambio, sale por toda Galilea, expandiendo su mensaje en las sinagogas de ellos (de los judíos, de los demonios: cf. 1, 23), expulsado los demonios (1, 39). Esta Galilea de la apertura misionera de Jesús es signo de un mundo poseído por espíritus impuros. Así expande Marcos el programa que había presentado en 1, 12-13: Jesús ha venido a luchar contra Satán, superando la impureza de galileos y de todos los humanos.

2. MILAGROS EN MARCOS. ESQUEMA TEMÁTICO

1.- Jesús taumaturgo, sumarios

  • – Mc 1, 32-39: los enfermos ante la casa de Simón
  • – Mc 3, 7-12: los enfermos a la orilla del mar
  • – Mc 6, 53-56: los enfermos en Gennesaret

2.- Controversia con religión establecida, enfermos y ley

  • – 1, 21-28: un endemoniado en la sinagoga
  • – 1, 40-45: un leproso en descampado; curación y control sacerdotal
  • – 3, 1-6: curación en sábado; el hombre de la mano seca.
  • – 6, 1-5: no pudo hacer allí ningún milagro; enfermos incrédulos de Nazaret

3.- Curación y transformación personal. Hombre y mujer

  • –  5, 1-20: el enfermo de la legión; curación humana, integración social.
  • – 5, 24b-34: Hemorroisa, flujo de sangre; curación y pureza de mujer

4.- Curación y comunicación de fe. Un paralítico y tres niños

  • – 2, 1-12: curación y perdón, la fe los amigos; paralítico de Cafarnaúm
  • – 5, 21-24a.27-42: Hija de Jairo: 12 años. Curación/resurrección de la hija del archisinagogo.
  • – 7, 24-30: La siro-fenicia y su hija; mujer pagana y y misión universal
  • – 9, 14-29: Fe del padre y curación del hijo mudo; impotencia de los discípulos

5.- Curación y catequesis

  • – 1,29-31: Empezando por una mujer; suegra de Simón, diaconía
  • – 7, 31-37: curación e iniciación cristiana 1: el sordomudo
  • – 8, 22-26: curación e iniciación cristiana 2: el ciego de Betsaida
  • – 10, 46- 52: un ciego en el camino; ver y seguir a Jesús.

6.- Curación de Jesús, curaciones de la iglesia

  • – 3, 13-15: les dio el poder de expulsar a los demonios
  • – 6, 6b-13.31: de dos en dos, expulsaban demonios, ungían con aceite a los enfermos…
  • – 9, 38-41: contra el monopolio de las curaciones; el exorcista no comunitario
  • – 13, 21-23: falsos cristos, falsas curaciones; el riesgo del engaño. No curar en falso

7Pascua de Jesús, la gran curación

  • – 15, 29-32.  Cruz” ¡A otros salvó, a sí mismo pudo salvarse! El milagro de dar la vida
  • – 16, 1-8. Tumba vacía: Resurrección: El milagro de la fe y misión de las mujeres
  • – 16, 17-18. Misión, final canónico: Exorcismos, glosolalia, coger serpientes en la mano, beber veneno, imponer manos a enfermos

ESQUEMA TEXTUAL. DIVISION DE MARCOS  

Marcos se puede dividir de diversas maneras, desde la vida de Jesús, desde su mensaje… Pero una división importante es la de los milagros…que forman la espina dorsal de su evangelio… No como árbol con raíz, tronco y extremidades… sino como rizoma (por ejemplo del jengibre…) que va avanzando en línea…. Nudos y nudos que serían los milagros.

  1. Introducción: 1, 1-3, 12.Primeros “milagros”. Novedad Jesús frente a judaísmo rabínico.
  • – 1, 21-28: un endemoniado en la sinagoga. Liberar el ámbito sagrado. Enseñanza como curación
  • – 1,29-31: Empezando por una mujer; curar suegra de Simón en sábado, en casa, diaconía eclesial
  • – 1, 32-39. Sumario: Noche de curaciones en Cafarnaúm. Pueblo de enfermos ante la casa de Simón.
  • – 1, 40-45: leproso en descampado; curación contra control sacerdotal (el curado no va a sacerdotes)
  • – 2, 1-12: curación y perdón, la fe los amigos perdona y cura; paralítico de Cafarnaúm
  • – 3, 1-6: curación en sábado; el hombre de la mano seca. Salud por encima del sábado/religión formal.
  • – 3, 7-12. Sumario.  los enfermos a la orilla del mar

Primera misión. 3, 13-8, 26. Institución eclesial y primera misión

  • – 3, 13-15. Los Doce. Institución. Primer ministerio:Envío: expulsar a los demonios (misión iglesia)
  • – 4, 35-41. Tempestad calmada… Paso al otro lado
  • –  5, 1-20: Legionario de Gerasa; curación humana, integración social.
  •  – 5, 21-24a.27-42: Hija de Jairo: 12 años. Curación/resurrección de la hija del archisinagogo.
  • – 5, 24b-34: Hemorroisa, flujo de sangre; curación y pureza de mujer
  • – 6, 1-5. Sumario negativo: no pudo hacer allí ningún milagro; enfermos incrédulos de Nazaret
  •  6, 6b-13.31. Sumario, misión:  de dos en dos, expulsar demonios, ungir enfermos… (diarquía, no monarquía)
  • – 6, 35-44. Primeramultiplicación/alimentación, junto al lago. Curar y alimentar
  • – 6, 45-52. Paso al otro lado, hacia Betsaida. De nuevo Tempestad, Jesús caminando en las aguas
  • – 6, 53-56. Sumario: los enfermos en Gennesaret
  • – 7, 24-30: La siro-fenicia y su hija; mujer pagana y misión universal
  • – 7, 31-37: curación e iniciación bautismal 1: el sordomudo de la Decápolis: Abrir oídos y boca
  • – 8, 1-9: Segunda multiplicación, en Decápolis
  • – 8, 22-26: curación e iniciación cristiana 2: el ciego de Betsaida

Segunda misión: 8,27-16, 20, De “confesión en Cesárea a misión universal.

  • – 9, 1-9 Transfiguración. Milagro/experiencia pascual… y camino de crucifixión
  • – 9, 14-29: Fe del padre y curación del hijo mudo; impotencia de los discípulos
  •  – 9, 38-41: contra el monopolio de las curaciones; el exorcista no comunitario
  • – 10, 46- 52: un ciego en el camino; ver y seguir a Jesús.Milagro del seguimiento, ver
  • -11, 12-14.20-26. Maldición higuera, anti-milagro ¿Seca Jesús a higuera, o higuera se seca a sí misma
  • – 13, 21-23: falsos cristos, falsas curaciones. El riesgo de manipular milagros. No curar en falso
  •  – 15, 29-32.  Cruz¡A otros salvó, a sí mismo pudo salvarse! El milagro de dar la vida
  • – 16, 1-8. Tumba vacía: Resurrección: El milagro de la fe y misión de las mujeres
  • – 16, 17-18. Misión, final canónico. Señales: Exorcismos, glosolalia, tomar serpientes manos,
  • beber veneno, imponer manos a enfermos

Conclusión, 

Re-escribir la vida de Jesús desde sus milagros… Mt, Lc y Jn la escriben desde otras perspectivas

¿Cómo traducir los milagros en la actualidad… Milagros del diablo (tentaciones de Mt y Lc), milagros de la ciencia… El milagro principal es la vida… la Vida de Jesús en nuestra vida.

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