Los acusados pasarán a disposición judicial casi cuatro años después de que se denunciase la agresión. Serán procesados por delitos de lesiones, constreñimiento y abuso de autoridad.

En diciembre de 2012, una mujer transexual denunció haber sido torturada por un grupo de policías que realizaban controles en la zona donde ella trabajaba. Cuatro años después, los presuntos agresores se enfrentan a varios delitos de lesiones, constreñimiento y abuso de autoridad. Será ante la justicia ordinaria y no ante su propia institución porque se considera que los hechos no sucedieron consecuencia de su labor, si no que hubo una extralimitación y una clara violación de la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales.

En la denuncia se citan agresiones físicas y verbales debido a la condición sexual de la víctima, que aseguró que los controles policiales que se realizaban en su zona de trabajo eran selectivos, ya que sólo la requerían a ella. La denunciante manifestó que los policías pasaron por la esquina donde se encontraba trabajando y le rociaron el cuerpo con una sustancia que le quemó los pechos, abdomen y parte de un brazo, entre otras graves agresiones y atropellos.

Cuatro años después, deberán responder ante la Justicia

Fuente Cáscara Amarga

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