“Gracias por mostrarle al mundo que no hay nada mejor que ser uno mismo y auténtico”, escribió un viejo amigo.

Un hombre trans de 36 años llamado Tee Arnold murió a principios de este mes después de que le dispararan afuera de un centro comercial en Hallandale Beach, Florida, en medio de la noche.

El capitán de la policía de Hallandale Beach, Aaron Smith, no cree que el asesinato haya sido un crimen de odio y dice que fue “un incidente aislado” provocado por un desacuerdo entre la víctima y el sospechoso.  Local 10 New informó de que el sospechoso es una mujer que conocía a la víctima.

La policía transportó a Arnold, que también se hacía llamar Lagend Billions, al Hospital HCA Florida Aventura después de que le dispararan alrededor de la 1:30 am del 3 de abril. Murió en el hospital el 7 de abril.

Arnold había publicado previamente en las redes sociales que su vida estaba en peligro y escribió que tenía una “recompensa” sobre su cabeza.

El Blog de Corresponsales Lesbianas de Pittsburgh escribió que Arnold tenía una familia numerosa y “era una figura adulta masculina importante en la vida de sus sobrinas y sobrinos”.

Continuó: “Amigos, ex compañeros de trabajo y vecinos parecen tener historias sobre este hombre que se tomó el tiempo para conectarse y escucharlos, para apoyarlos, especialmente en tiempos difíciles. Estos temas recurrentes de su compasión, amabilidad y presencia se encuentran en muchos de los innumerables tributos que llegan a las redes sociales”.

Una amiga, CeCe Gates, escribió en Facebook que Arnold estuvo allí para ella cuando era una nueva mamá aterrorizada. “Te agradezco por siempre contestar el teléfono cuando estaba perdido, por nunca tener miedo de decirme cuando me equivoco, por decirme que orara cuando estaba débil, por ofrecerme siempre palabras de aliento… a veces nunca tuve que decir nada… en el silencio supiste que solo necesitaba que alguien estuviera ahí… 15 años de amistad y nunca pensé que me estaría despidiendo así… gracias por bendecir al mundo con tu grandeza, risas y buena energía. Gracias por mostrarle al mundo que no hay nada mejor que ser tú mismo y auténtico”.

En un comunicado publicado por The Advocate, Victoria Kirby York, directora de políticas públicas y programas de la Coalición Nacional por la Justicia Negra, afirmó: “Tee Arnold es la cuarta muerte provocada por el odio a un hombre trans este año, lo que marca un aumento preocupante en la violencia fatal contra nuestros hermanos”.

“Semanas antes de su muerte, Tee publicó que su vida estaba en peligro, indicando que si la policía hubiera tomado medidas ante las amenazas contra su vida, esta tragedia podría haberse evitado. Tampoco podemos ignorar que este asesinato ocurrió en Florida, un estado que ha estado liderando la carga en legislación y retórica anti-trans. De manera similar, no podemos olvidar que, la mayoría de las veces, las solicitudes de protección policial de personas negras LGBTQ+/SGL no se atienden a pesar de que enfrentamos una violencia desproporcionada impulsada por el odio”.

Se ha ofrecido una recompensa de hasta 5.000 dólares a cualquiera que proporcione información que pueda conducir a un arresto por la muerte de Arnold. Aquellos que saben algo pueden permanecer en el anonimato si así lo desean y pueden llamar a la policía de Hallandale Beach al (954) 457-1400 o a Broward Crime Stoppers al (954) 493-TIPS.

The Human Rights Campaign ha documentado otras siete personas trans que murieron por medios violentos en 2024.

The Human Rights Campaign está entristecida y enfurecida por la muerte de personas transgénero y de género expansivo cuyas vidas fueron arrebatadas de manera trágica e inhumana por medios violentos, incluida la violencia con armas de fuego y por parte de parejas íntimas, en 2024.

Desde 2013, la Campaña de Derechos Humanos ha rastreado incidentes de violencia trans fatal (el mismo año en que la Oficina Federal de Investigaciones comenzó a informar sobre crímenes de odio motivados por prejuicios anti-trans) y proporcionó medidas de acción que pueden ayudar a poner fin a la violencia.

Estas víctimas, como todos nosotros, eran parejas, padres, familiares, amigos y miembros de la comunidad amorosos. Trabajaban, iban a la escuela y asistían a lugares de culto. Eran personas reales que no merecían que les quitaran la vida.

Mientras continuamos trabajando por la justicia y la igualdad para las personas trans y de género expansivo, celebramos las vidas de aquellos que hemos perdido en 2024:

Emma Garcia, una mujer transgénero de 25 años, fue asesinada en el área de Santurce de San Juan, Puerto Rico, el 1 de febrero de 2024. Inicialmente, la policía y los informes periodísticos confundieron a Emma y la nombraron muerta. En los informes sobre su muerte, fue identificada por un nombre anterior y el género asignado al nacer. Desafortunadamente, HRC ha podido descubrir relativamente poca información sobre la vida de Emma en este momento.

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Meraxes Medina, una mujer transgénero latina de 24 años, fue llamada “hermana” por su amiga Alisha Veneno en una página de GoFoundMe, diciendo que Meraxes “era más que solo mi amiga”. Según su propia cuenta de Instagram account y una publicación de blog de Pgh Lesbian Correspondents, Meraxes era una maquilladora que también trabajaba en Universal Studios Hollywood, disfrutaba comprando y viendo la serie de películas Jurassic Park, y admiraba a Shakira y Karol G.

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Alex Taylor Franco, un hombre transgénero de 21 años, fue asesinado a tiros en Taylorsville, Utah, el 17 de marzo de 2024. En una vigilia celebrada en su honor, los seres queridos de Alex lo describieron como “un hombre atlético y alegre con una gran corazón”, quien era “mucho más que solo Alex”.

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Diamond Brigman era una mujer trans negra de 26 años. Su amiga la describió como “más grande que la vida”. Ella fue asesinada durante un tiroteo desde un vehículo mientras estaba parada en una calle de Houston. Su muerte, y la de otras personas trans en Texas, subrayan la necesidad de cambios legislativos significativos e inmediatos.

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Righteous TK “Chevy” Hill, un hombre trans negro de 35 años conocido por sus amigos y familiares como TK y Chevy, presionó por la inclusión de los negros LGBTQ+ en toda su comunidad. Chevy abrió ‘Evolusion‘, una peluquería de servicio completo dedicada a servir a la comunidad LGBTQIA+ en Atlanta, para ayudar a las personas negras queer a sentirse cómodas en un ambiente tradicional de barbería negra.

Chevy fue asesinado trágicamente a tiros en East Point, Georgia, el 28 de febrero de 2024, en el patio delantero de su casa.

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Nex Benedict era un estudiante de secundaria no binario que disfrutaba de la naturaleza y veía The Walking Dead. También disfrutaban dibujando y amaban a su gato Zeus.

Nex fue golpeado dentro del baño de una escuela y murió al día siguiente en un hospital local. Con sólo 16 años, Nex merecía verse vivir una vida plena.

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Kitty Monroe, que también se llamaba Marcos Lugo, era una persona transgénero latina de 43 años conocida por pintar, cantar y tener un gran sentido del humor. En abril de 2023, Kitty habló sobre sus experiencias como persona transgénero en una poderosa entrevista para el canal de YouTube Tales from the Streets. Trágicamente, Kitty fue asesinada en Phoenix, Arizona, el 1 de enero de 2024.

Fuente LGBTQNation/The Human Rights Campaign

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Como anunciábamos el pasado día 18,  este martes, dos mujeres tenían que ser sometidas a seis latigazos en Malasia, un país en el que día a día se incrementan las cotas de LGTBfobia de Estado. Las víctimas de esta inhumana tortura, además, tendrán que abonar sendas multas de 800 euros. «Estamos profundamente angustiados y absolutamente consternados por la inhumana sentencia de infligida a estas dos mujeres», denuncia la organización igualitaria The Human Rights Campaign (HRC). Asimismo, el grupo malasio Justice for Sisters y otras nueve organizaciones civiles han emitido una declaración conjunta en la que condenan la sentencia, al calificarla de «tortura». La declaración también dice que la dura sentencia viola tanto la Constitución de Malasia como la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El fiscal Muhamad Khasmizan Abdullah ha explicado, en declaraciones a los medios, que el pasado mes de abril agentes islámicos «encargados de hacer cumplir la ley» en el estado conservador de Terengganu, al noreste del país, descubrieron supuestamente a las dos mujeres musulmanas «intentando participar en actos sexuales en un automóvil»durante una de sus «patrullas». Para el director de HRC, Ty Cobb, en cambio, esto «debe ser detenido. Nos solidarizamos con los defensores de Malasia que están condenando esta sentencia y pidiendo que se revoque de inmediato».

Lo cierto es que los latigazos estaban previstos para este martes 28 de agosto, pero el el Tribunal Superior de la Sharía en Terengganu, sin embargo, ha pospuesto el castigo físico hasta el 3 de septiembre, alegando «razones técnicas». El secretario del citado tribunal, Nurul Huda Abdul Rahman, dice que «varias agencias estarán involucradas en el castigo y hay algunos problemas técnicos que aún deben resolverse».

Las declaraciones del fiscal ejemplifican la situación en Malasia, que venimos recogiendo en las últimas semanas: no solo las tímidas expectativas de mejora de la realidad del colectivo LGTB han caído en agua de borrajas sino que, además, parece empeorar día a día. Muhamad Khasmizan Abdullah defiende que «las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo están prohibidas en el Islam. Es una ofensa y moralmente incorrecto». Además, agrega que es la primera vez que se dicta sentencia por relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en Terengganu.

Malasia: LGTBfobia política y social

Malasia, una de las economías emergentes del sudeste asiático, es un país de variada composición étnico-religiosa, aunque de mayoría musulmana, en el que conviven leyes civiles, de obligado cumplimiento para todos, y leyes islámicas, de aplicación a los ciudadanos musulmanes. Las relaciones homosexuales, en cualquier caso, son ilegales y se castigan con penas de hasta 20 años de cárcel. De hecho, en 2011 nos hacíamos eco de las intenciones de varios líderes musulmanes malasios de endurecer las medidas contra la homosexualidad y en 2015 el entonces primer ministro, Najib Razak, comparaba a las personas LGTB con el Estado Islámico, alegando que carecen de derechos humanos.

La LGTBfobia social y política imperante en Malasia ha llevado, de hecho, a situaciones que rozan el absurdo, y que hemos recogido en esta misma página. El pasado mes de febrero, en un vídeo promovido por el Departamento de Desarrollo Islámico de Malasia, se sugería a los homosexuales que “aprender” a ser hetero es igual que iniciarse en la equitación. Otros ejemplos son el anuncio de censura de programas con personajes homosexuales; la censura de una escena de La Bella y la Bestia y de una canción de Lady Gaga o la cancelación de un Festival que se celebraba desde 2008 para promover el respeto a la diversidad sexual. Especialmente preocupante fue lo sucedido en 2012, cuando un joven gay musulmán recibió amenazas de muerte por difundir un vídeo en el que animaba a otros homosexuales a salir del armario.

En junio del año pasado conocíamos la muerte de un adolescente, T. Nhaveen, después de cinco días en coma y sufrir una dura agresión de carácter homofóbica que le había dejado con varias heridas y quemaduras en la espalda, además de ser sodomizado con una barra. T. Nhaveen, de dieciocho años de edad, había quedado con su mejor amigo, T. Previin, de 19 años de edad, el sábado, 10 de junio, alrededor de las 11 de la mañana en una hamburguesería de Gelugor, un zona residencial de George Town, en Penang, para celebrar que iba a comenzar su vida como estudiante de música en Kuala Lumpur, pero falleció el jueves, 15 de junio, tras ser víctima de una dura agresión homofóbica que le deja en coma durante cinco días. Un episodio más de bullying homofóbico que en esta ocasión había consternado a la sociedad de Malasia por su dureza y violencia. Ante este escenario, podría pensarse que un suceso tan terrible como este debería servir de acicate para que el respeto a la diversidad gane posiciones en Malasia. Mucho nos temíamos que no iba a ser así, a la vista del hecho de que los mismos medios locales y autoridades que han reaccionado con horror ni siquiera precisan que el acoso que el joven sufría era de naturaleza homofóbica. Esperemos, al menos, que se haga justicia con los asesinos de  T. Nhaveen. Está claro, sin embargo, que ni siquiera un hecho tan terrible como este ha servido de acicate para que el respeto a la diversidad gane posiciones en Malasia, como ya entonces pronosticábamos. Y para corroborarlo, en julio radicales religiosos de Malasia e Indonesia se rebelaban contra Starbucks por su apoyo al colectivo LGBT…

En febrero de este año nos hacíamos eco de un artículo que ejemplificaba la estigmatización de la comunidad LGTB también desde los medios de comunicación. En abril, nos enterábamos de que la Universidad de Ciencias de Malasia (USM) celebró un concurso de carteles para “convertir”alumnos gays en heterosexuales. Y en mayo que el gobierno de Malasia ha comenzado a bloquear páginas LGTB+, incluido el portal Utopia-Asia que es la principal fuente de información para viajeros gais en la región.

Fuente Dosmanzanas/Cristianos Gays

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