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Luis Argüello, sobre la pederastia clerical: “Sólo son pequeños casos. ¿Por qué el foco sólo en la Iglesia católica?”

Miércoles, 24 de noviembre de 2021
Comentarios desactivados en Luis Argüello, sobre la pederastia clerical: “Sólo son pequeños casos. ¿Por qué el foco sólo en la Iglesia católica?”

telefono-conferencia-episcopal-espanola¡Cínicos! ¿será porque durante siglos se han instituido en guardianes de la moral?

La CEE saca pecho: no investigará abusos pero dice ser pionera en normas antipederastia

“¿Por qué el foco solo en la Iglesia católica? Hay casos en federaciones deportivas, ¿se ha pedido una investigación general al COE o a la FIFA?”

La CEE se proclama “la primera Conferencia Episcopal en el mundo que aprueba un conjunto de normas para afrontar los casos de abusos sexuales contra los menores de edad y personas que tienen habitualmente un uso imperfecto de razón”… pero admiten que no han escuchado directamente a las víctimas en asamblea

Todos los obispos son favorables al conocimiento, caso por caso, de las situaciones que se hayan podido producir, especialmente con el deseo de que no se produzcan más (…). No estamos por la labor de hacer investigaciones sociológicas o estadísticas”

Sauvé analizará el horror de los abusos en Francia con el Papa el próximo 9 de diciembre. El responsable del informe valora la respuesta de los obispos franceses.

Macron se reunirá con el Papa el 26 de noviembre, tras el demoledor informe Sauvé

Monseñor Leborgne: “Ya no podemos volver atrás”

La Iglesia de Colonia realiza un ‘oficio de penitencia’ como “confesión de culpa” por los abusos

Sólo son pequeños casos”, aunque “eso no disminuye su gravedad”. El portavoz de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, perdió este mediodía otra gran oportunidad -posiblemente la última-, de afrontar con decisión la investigación de abusos. Más aún: Argüello denunció que se haga ‘casus belli’ contra la Iglesia ante un problema, el de la pederastia en el que afirmó, sólo el 0,8% se dan en la Iglesia española

“Incluso sumando todos los casos que han salido en los medios de comunicación, los casos que se remontan a un período de 80 años, seguramente no pasan de mil (…) mientras que hay cientos de miles de sacerdotes, millones de niños y adolescentes, y sólo un número mínimo, pero desgraciadamente existente, de abusos”, apuntó el obispo auxiliar de Valladolid, quien recalcó que la mayor parte de los abusados piden “discreción, sin hacer de su propio caso un asunto mediático”.

Sin escuchar a las víctimas

El prelado se embaló, y siguió con una errática diatriba: “¿Por qué el foco solo en la Iglesia católica? Hay casos en federaciones deportivas, ¿se ha pedido una investigación general al COE o a la FIFA?”, añadió, pese a reconocer la “gravedad grande” de estos abusos en una institución de carácter moral como al Iglesia.  Tan grave, que a diferencia de lo que ocurre en toda Europa (salvo en Italia) en España ni habrá investigación histórica sobre la pederastia en la Iglesia, ni la Conferencia Episcopal escuchará, en Plenaria, a las víctimas. “No hemos hecho ese tipo de escuchas”.

Lejos de admitir su lentitud (su negativa, más bien) para investigar los casos de abusos en su seno, la Conferencia Episcopal saca pecho, y se autoproclama pionera en la creación de normas antipederastia. Desde Compostela, donde acudieron a peregrinar a la tumba de Santiago, el portavoz de la CEE, Luis Argüello, anunció que la Plenaria del Episcopado ha aprobado el Decreto General sobre la protección de menores.

Es la primera Conferencia Episcopal en el mundo que aprueba un conjunto de normas para afrontar los casos de abusos sexuales contra los menores de edad y personas que tienen habitualmente un uso imperfecto de razón”, se lee en la nota.

El texto, añadió Argüello, recoge en un único documento, la normativa canónica dispersa en varios documentos, y “tendrá validez en todas las diócesis españolas, en las instituciones religiosas de derecho diocesano”. 

No habrá investigaciones

Eso sí: nada de investigar, o abrir los archivos, para que otros puedan conocer la cifra real de víctimas de la pederastia clerical, y tampoco nada de indemnizaciones a las víctimas, en un mensaje muy alejado de las palabras del cardenal Omella en su discurso inaugural o las que, esta mañana, ha pronunciado en su ofrenda al Apóstol Santiago: “Los abusos cometidos por algunos miembros de la Iglesia nos causan dolor y vergüenza. Pedimos tu fuerza y tu luz para que, en todas las diócesis, podamos encontrar, acoger y acompañar, cara a cara, a las víctimas en la sanación de su dolor”.

¿Va a haber una investigación de los casos de pederastia? No. “Todos los obispos son favorables al conocimiento, caso por caso, de las situaciones que se hayan podido producir, especialmente con el deseo de que no se produzcan más”

“Nuestro principal interés es que cada víctima pueda sentir que cada diócesis, cada congregación, está dispuesta a acoger su situación”, matizó Argüello, quien dejó claro que “no estamos por la labor de hacer investigaciones sociológicas o estadísticas, sino conocer a cada víctima (y posible agresor) con nombres y apellidos. Hemos tomado conciencia de la gravedad de los abusos, de la importancia de la prevención y la necesidad de mirar hacia adelante”.

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Juan Cuatrecasas, a los obispos:

“Su actitud no es ignorancia o incapacidad, ya es mala fe”

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Conferencia Episcopal Española

“Vergonzoso, inaceptable, intolerable y denunciable que sigan enmarcados en el negacionismo, en el ocultamiento”

“Hoy somos muchos y muchas quienes debemos exigir a la jerarquía eclesiástica de España que dejen de pecar de soberbia y asuman las responsabilidades de la institución en el tratamiento del respeto y la empatía, el resarcimiento y la reparación a las víctimas y supervivientes de pederastia en el seno de la iglesia”

“Saben ustedes en la calidez de sus sillones que no tienen ánimo ni actitud oculta o pública de responder, respetar, acoger y reparar a todas y cada una de las víctimas de pederastia en sede de la iglesia española”

“Hoy es el día universal de la infancia, hubiese sido un acto de humanidad y empatía, que ustedes lo hubiesen tenido en cuenta antes de volver a faltar al respeto de la infancia y de sus derechos”

Huperêphanía, ese es el flatulento hinchado de pecho con el que hoy la cúpula y el resto de obispos de la Conferencia Episcopal de España nos han premiado a todos los cristianos y las cristianas de España.

Para algunos y algunas pasará desapercibido, otros y otras incluso mirarán para otro lado, pero hoy somos muchos y muchas quienes debemos exigir a la jerarquía eclesiástica de España que dejen de pecar de soberbia y asuman las responsabilidades de la institución en el tratamiento del respeto y la empatía, el resarcimiento y la reparación a las víctimas y supervivientes de pederastia en el seno de la iglesia de Pedro, en aras de la verdad y la justicia, valores que pretenden seguir rehuyendo.

No es de recibo que saquen pecho en base a unas presuntas normas antipederastia en las que se anuncian como pioneros cuando es ya de sobra conocido que su actitud de no ser pro activos en la investigación de sus delitos intramuros les retrata y delata.

Es absolutamente falso que los casos de pederastia en el ámbito eclesiástico español den como fruto un 0,8%

Es absolutamente falso que los casos de pederastia en el ámbito eclesiástico español den como fruto un 0,8%, solo dando semejante dato tergiversado, manipulado, dejan la realidad colgando del botafumeiro balanceando la verdad a su gusto, en un gesto de prepotencia y autocomplacencia.

Resulta a estas alturas vergonzoso, inaceptable, intolerable y denunciable que sigan enmarcados en el negacionismo, en el ocultamiento, en algunos casos puede que incluso en la complicidad. Seguimos exigiendo transparencia, independencia y denuncia.

Que cumplan con la convención de los derechos de la infancia, tratado universal, con la ley de protección integral a la infancia y la adolescencia del gobierno de España, recientemente aprobada en este Estado Social y Democrático de Derecho, pionera a nivel internacional y con todos los convenios y tratados internacionales que desde el orden jurídico ordinario les obliga como al resto de los países de todo el mundo. Que dejen de poner excusas.

Nadie ha dicho que estos delitos sólo ocurran en la iglesia, eso se lo sacaron ellos desde debajo de la sotana, como mago de la chistera. Tengan respeto a los medios de comunicación, algunos de los cuales, no precisamente el suyo propio, han realizado durante estos últimos años un brillante, objetivo y muy profesional ejercicio laboral de información. Dejen de vender humo.

Tengan respeto a los medios de comunicación, algunos de los cuales, no precisamente el suyo propio, han realizado durante estos últimos años un brillante, objetivo y muy profesional ejercicio laboral de información

Saben ustedes en la calidez de sus sillones que no tienen ánimo ni actitud oculta o pública de responder, respetar, acoger y reparar a todas y cada una de las víctimas de pederastia en sede de la iglesia española. Y que no es por ignorancia o incapacidad, ya es por mala fe. En España ni habrá investigación histórica sobre la pederastia en la Iglesia, ni la Conferencia Episcopal escuchará, en Plenaria, a las víctimas.

Con eso ya lo dicen todo. El tiempo se les agota, aunque ustedes, aún no lo sepan o lo sepan y les de igual. Para entonces, ya será tarde. Tempus fugit, Nune aut nunquam. Las víctimas somos expertos en resiliencia, Fluctuat nec mergitur.

Hoy es el día universal de la infancia, hubiese sido un acto de humanidad y empatía, que ustedes lo hubiesen tenido en cuenta antes de volver a faltar al respeto de la infancia y de sus derechos. Verdad, Justicia y Reparación.

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Juan Cuatrecasas Asúa

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No es lo mismo, señor Argüello,

por Fernando García Salmones

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Luis Argüello, Portavoz de la CEE

Cada caso es mucho, la vida de algunas personas queda destrozada para siempre, sin arreglo, sin posibilidad de superarlo a pesar de muchos años de terapia

Los comentarios del obispo Argüello exigen una respuesta contundente
Es el colmo de la desvergüenza, repetir que son unos “pocos” casos,”pequeños” como si cada  infancia destrozada, cada inocencia rota, no fuese una barbaridad suficiente, en manos de los que repiten  sin cesar y sin creerlas, las palabras de Jesús

Sr. Argüelllo:

Soy Fernando García-Salmones, miembro de la asociación Infancia Robada y víctima de abusos, dentro de la Iglesia y eso me autoriza a responder a su burda intervención, en la que usted pretende justificar la falta de investigación en la iglesia española de los casos de abusos de menores..

La iglesia española, como institución, se niega a realizar una investigación seria y concreta porque sabe que los resultados pueden ser desastrosos, no solo por el numero de curas abusadores y casos de infancias destrozadas, sino por el vergonzoso encubrimiento hecho, con pactos y hermetismo, olvidando a sus víctimas y alimentando un silencio cruel y acusador.

Hay muchas más víctimas de las que ustedes quieren reconocer y motivados por intereses comerciales y de imagen, continúan manteniendo una postura negacionista.

Pero ya es el colmo de la desvergüenza, repetir que son unos “pocos” casos,”pequeños” como si cada  infancia destrozada, cada inocencia rota, no fuese una barbaridad suficiente, en manos de los que repiten  sin cesar y sin creerlas, las palabras de Jesús.

Cada caso es mucho, la vida de algunas personas queda destrozada para siempre, sin arreglo, sin posibilidad de superarlo a pesar de muchos años de terapia

Argumenta este señor, que se tiene especial inquina a la Iglesia, como si esto fuera una excusa, como si fuera justificante de un mal en medio de un entorno pecador mayor.

Maneja usted, unos porcentajes groseros, fariseos, que no aceptaría para temas como el aborto o la eutanasia.

No es lo mismo

No es lo mismo que un ciudadano cualquiera abuse de un menor, tremenda barbarie, en cualquiera de los casos, pero adquiere, mucha más gravedad, en el caso de que el abusador, sea del grupo de los “elegidos“, de los que se arrogan, históricamente, la defensa de la moralidad, los que pretenden marcar las pautas, de la pureza y la bondad, incluso en sociedades laicas.

No es lo mismo que un sacerdote, titular de la confianza familiar y con el ascendente de su posición social, abuse de un menor inocente, que confía en la elección de sus padres de una institución para educarle.

No es lo mismo, que un educador, titular de la calidad de enseñante y protector de la infancia abuse de un menor. TODOS LOS CASOS SON TERRIBLES, pero NO ES LO MISMO.

De la mano de partidos políticos e instituciones de mucho poder económico, a través de la santificación de defensores de la riqueza neoliberal, y ahora en actitud de mentir e ignorar los casos de abusos en su iglesia, avanzan, cabalgan, ustedes a toda marcha en contra de los principios que inspiraron su “iglesia.

Y yo le pregunto, señor Argüello, ¿sabe cuáles son los motivos por los que Jesús expulsó a los mercaderes del templo?

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Fernando García Salmones. El País

Fuente Religión Digital

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Cuatrecasas: “Ha llegado el momento de reconocer y acompañar a todos y cada uno de los supervivientes de pederastia”

Miércoles, 3 de noviembre de 2021
Comentarios desactivados en Cuatrecasas: “Ha llegado el momento de reconocer y acompañar a todos y cada uno de los supervivientes de pederastia”

abusos-Iglesia_2098300203_9807727_660x371“Basura. Basura negacionista, muy lejana a valores constitucionales y desde luego cristianos”

El tratamiento dado por quienes pudiendo hacer no hicieron, la actitud de quienes reconocieron los hechos en privado aplicando algunos increíbles tonos de barniz, la conducta inmunda de personas sin empatía alguna, el ninguneo, el negacionismo, los silencios eternos, solo pueden ser calificados así : basura

Y lo es porque quien ante una denuncia de abusos continuados y agresión sexual contra un menor y obtiene semejantes respuestas, no merece más comparativas. O tal vez sí. Tal vez la basura se vea incrementada con otro concepto más intenso aún, terror

¿O tal vez no es causar terror destrozar la vida de un niño o niña, reventar su identidad, integridad y estabilidad en pleno proceso de formación de su personalidad, y como aporte adicional y encima negarle su condición de víctima, humillarle hasta la extenuación, llamarle loco ó acusarle de falsos recuerdos, mientras incluso se llega a acusar a la madre de introducir las acusaciones en su cabeza y a su padre de publicar pornografía en internet a través de un blog cinematográfico?

Llega un día sin que lo esperes. Es como uno de esos fenómenos meteorológicos que aparecen en el mapa de predicciones como posible pero no cierto y que esperas que pase de largo movido por el viento sin que afecte a las coordenadas geográficas en las que habitas cargado de una saludable rutina.

Llega un día en el que por desgracia te das cuenta de que el mal que creías ajeno se hace realidad, cristalizando de un modo macabro en una de las personas que más quieres. Es ese el día que eso que algunos llaman destino se vuelve negro, aparatoso, doloroso, llevándote a un agujero sin fondo, profundo y que te hunde una daga en el corazón. Los daños que sufre un hijo son los peores para un padre. A los de una generación nos educaron con películas en las que el protagonista masculino nunca debía de expresar dolor, aunque este le comiera las entrañas.

Los delitos de abusos y agresiones sexuales contra menores, perpetrados en cualquier ámbito de esta sociedad, son graves no solo por el hecho de serlo, más allá suponen un ataque a seres indefensos, inocentes, que deben de aguantarlos sometidos a un proceso lacerante en donde se juntan miedos, sentimientos de culpabilidad e incomprensiones propias y ajenas

Los delitos de abusos y agresiones sexuales contra menores, perpetrados en cualquier ámbito de esta sociedad, son graves no solo por el hecho de serlo, más allá suponen un ataque a seres indefensos, inocentes, que deben de aguantarlos sometidos a un proceso lacerante en donde se juntan miedos, sentimientos de culpabilidad e incomprensiones propias y ajenas. A ello se suma el daño producido, que aparece en pleno proceso de forja de la personalidad de la víctima. La sexualidad es casi siempre una materia demasiado íntima, que la mayor parte de la gente vive desde el tabú, desde un respeto estanco, casi nunca compartido.

Porque es sencillo decir que la sexualidad es algo natural, que el ser humano lleva en su sello de identidad como los apellidos ó el resto de necesidades vitales. Pero no es así. Las escuelas hace ya un tiempo que llevan en sus capítulos formativos la materia relativa a la sexualidad, pero de modo habitual son aspectos teóricos, que como no podría ser de otro modo son explicados de un modo en exceso aséptico carente de excesivas profundidades divulgativas. Es por ello y por la adicción de una moralina consensuada en modo tácito por nuestra sociedad, por lo que a veces lo importante queda desdibujado, lo trascendente se diluye y la única conclusión es que el sexo es materia vetada a la normalidad.

En el caso de pederastia del colegio Gaztelueta (Leioa, Bizkaia) el director del centro en el año 2011, Iñaki Cires, admite en una primera reunión conmigo y con la madre de la víctima que el pederasta enseñaba al alumno en su despacho fotografías de mujeres ligeras de ropa o desnudas matizando que le mostraba imágenes de Emma Watson, la actriz de la serie Harry Potter, en diferentes etapas de la vida de la artista, para concluir que lo hacía con la idea de educar al niño en las diferentes fases del desarrollo sexual de una mujer. Previamente, el subdirector, hoy en día director del colegio, ya lo había reconocido en una conversación telefónica. Esto dicho con normalidad, sin motivar susto y zozobra. Quien ha recibido una educación abierta, amplia en conceptos y natural en cuanto a sexualidad sabe que semejante aberración carece de rigor, chirría y derrapa y que en caso alguno resulta lógico que un adulto, en la soledad de un despacho, proceda en esa dirección con un menor.

Salir de la cortina de humo que algunos moralistas pretenden interponer entre educadores y educados, no debería resultar una cruzada plagada de épica, dogma de fe, paradigma de tesis doctorales ó tratados científicos

Salir de la cortina de humo que algunos moralistas pretenden interponer entre educadores y educados, no debería resultar una cruzada plagada de épica, dogma de fe, paradigma de tesis doctorales ó tratados científicos. En ese sentido y al margen de las enseñanzas deslizadas desde la necesaria y comprometida ausencia de rubor en el calor del hogar, el modelo pedagógico del Flipped Classroom, saliendo del aula y usando el tiempo de la lección para facilitar y potenciar procesos alternativos de adquisición y práctica de conocimientos dentro del aula, sería más que relevante, muy recomendable.

Métodos constructivistas, mejora de comprensión conceptual, pero sobre y ante todo enseñar a vivir la sexualidad con la mayor dosis de naturalidad posible. Es evidente que los colegios religiosos, amparados por la cruz de cristal y la pedante y aburrida liturgia cargada de dobles juegos de moral y falsarias conclusiones a evitar, no han sido ni son ejemplo de transparencia, realidad y pragmatismo en esta materia. Anclados en el esperpento arcaico del pecado, en una obsesión por la sombra de la penitencia, la conciencia y el confesionario, son incapaces de abrir las ventanas para que un chorro de aire fresco inunde sus estancias, al menos cuando la sexualidad entra en escena.

Todo es escandaloso, todo atenta contra la imagen de las instituciones, todo debe ser tratado en silencio y de puertas para adentro, como si aquel lema de la porquería se limpia dentro de casa, adquiriese especial protagonismo. Tampoco sobra en esta latitud de la exposición el modelo complementario del Flipped Classroom, la denominada Enseñanza Just In Time, desplegada por el catedrático de la Universidad de Harvard, Eric Mazur, según cuyos patrones existe una comunicación previa entre alumnos y docentes a fin de que los profesores puedan preparar las materias y estrategias dirigiendo su esfuerzo a centrar el contenido lectivo y eliminar pérdidas de tiempo.

Entre las prácticas fuera de las aulas, en el Colegio Gaztelueta, existen los paseos y los contactos entre preceptor y preceptuados, puede que no siempre tan abrasivos como el que el pederasta condenado instauró sobre su víctima, pero en todo caso cimentados sobre una presunta asesoría espiritual.

Como señaló el genial Umberto Eco el diablo no es el príncipe de la materia, el diablo es la arrogancia del espíritu, la fe sin sonrisa, la verdad jamás tocada por la duda. Justo lo que muchos pudimos presenciar en las instalaciones de ese colegio y de tantos otros, que además de segregar por cuestión de sexo, juegan con las familias a crear aires de altanería y elitismo y evidencian una flagrante hipocresía, una doble moral y una visión parcial de la realidad, del mundo contemporáneo. Paseos en principio inocentes y estoy seguro que incluso en más de un caso trazados desde la buena fe, proselitista puede, pero no muy diferente a los que desde otras congregaciones religiosas, grupos juveniles o de ocio y esparcimiento, se realizan.

Por eso me causa hilaridad escuchar como a veces se utiliza el concepto adoctrinamiento como arma arrojadiza entre adversarios. Todos en algún momento de nuestras existencias sufrimos las consecuencias de un adoctrinamiento parcial o completo, directo o indirecto. Claro está que cuando ese ejercicio se realiza de un modo alevoso y premeditado, la propia esencia del concepto pasa de ser anecdótica a resultar abrasiva, a condicionar de un modo denunciable y condenable a quienes reciben desde la inocencia una alta dosis de tergiversación sobre lo que supone en realidad la ética y las virtudes humanas.

Es el caso, en los colegios concertados que segregan por cuestión de sexo, la vergüenza es triple. Primero porque reciben dinero público para financiarse, segundo porque atentan contra la letra de nuestra constitución y tercero porque como en el caso Gaztelueta se permiten el lujo con la complacencia de la inspección de la consejería de educación del gobierno autonómico, del amparo de la impunidad, haciendo valer una más que dudosa, jurídicamente hablando, cláusula de independencia normativa respecto a la jurisdicción y competencias que sobre ellos tienen los inspectores educativos.

Son colegios, la mayoría de ellos, que se permiten el lujo de juzgar al prójimo, de instaurar una conspiración de silencio que anule a quienes se enfrentan con su línea editorial, o a quienes pretendan denunciar delitos de acoso escolar o de abusos y agresiones sexuales perpetrados en sus instalaciones

Son colegios, la mayoría de ellos, que se permiten el lujo de juzgar al prójimo, de instaurar una conspiración de silencio que anule a quienes se enfrentan con su línea editorial, o a quienes pretendan denunciar delitos de acoso escolar o de abusos y agresiones sexuales perpetrados en sus instalaciones. Colegios que con la excusa de minimizar estos gravísimos delitos, comprando silencios y tapando la infamia en base a dos motivaciones, una la pretensión de no dañar su presunta buena imagen, otra que intentan negar y ocultar, el miedo al efecto llamada y a tener que hacer frente a responsabilidades civiles. Dobles raseros, siempre medias verdades y descaradas mentiras con el juego del trilero de fondo, marco apropiado para intentar ganar tiempo y hacer desaparecer la bolita pederasta, convirtiendo a la víctima en verdugo y al victimario en víctima.

Ni en los suburbios de la ficción una actitud frente al delito como esta puede causar mayor rechazo y desazón. Es como si de pronto, nada fuera lo que parece, como si lo que realmente importa fuera contemplado con soslayo, desde una deliberada ignorancia rodeada de niebla y una amnesia colectiva. Ataques contra los derechos humanos, graves agresiones contra los derechos de la infancia, cuestión de salud pública y sobre todo, delitos de mayúscula gravedad que nunca deberían pasar desapercibidos.

Algunas congregaciones titulares de esos centros, ante las denuncias, incluso han comenzado a actuar de oficio, con denuncias en la justicia ordinaria. Los menos, aunque la intención exista. Otros, sin llegar tan lejos, al menos cumplen con  los protocolos de actuación que marca la normativa.

Pero no es el caso Gaztelueta el único, simplemente me sirve de modelo por ser el que más conozco, por desgracia. En realidad, el tratamiento que se da en estos delitos intra muros, es parecido en todos los colegios religiosos. Hay una diferencia, eso sí. Algunas congregaciones titulares de esos centros, ante las denuncias, incluso han comenzado a actuar de oficio, con denuncias en la justicia ordinaria. Los menos, aunque la intención exista. Otros, sin llegar tan lejos, al menos cumplen con  los protocolos de actuación que marca la normativa. Algunos más.

Pero no olvidemos que la mayor parte de ellos, lejos de no actuar en dirección concreta, presionan y coaccionan a las víctimas denunciantes. Lo hacen con una sutileza envidiable, sin dejar huella o dejando un rastro que lo mismo da cuando se goza de impunidad. Todo se reduce a la incomprensible actitud de un capellán católico de un colegio que pretende ser un paradigma de dignidad, moral y educación en libertad que dice no ser interlocutor válido ante un delito de pederastia perpetrado en las instalaciones del centro escolar para acto seguido pedir perdón en voz baja y con la frase dirigida al pabellón auditivo izquierdo del padre de la víctima.

Todo se reduce también a un cuadro directivo que busca una reunión con el padre de la víctima con inconfesables intenciones. Todo se reduce a derrochar el dinero, contratando a una empresa para que ejecute una página web en donde se insulta y humilla de nuevo a la víctima y su familia, días antes del juicio en la Audiencia Provincial de Bizkaia, contratando a un teórico de la psicología para que ejecute una tesis llevada a sala por la defensa del delincuente en donde pretende marcar el sentido de la sentencia, alegando falso recuerdo, ello sin siquiera conocer a la víctima ó haberla evaluado presencialmente, eligiendo a un letrado que lleva en su currículo la defensa del asesino de Nagore Laffage, juicio en donde un jurado popular transformó asesinato en homicidio, ante la incomprensión racional de la sociedad, un motivo más de alarma social.

Nunca la jurisprudencia tuvo tanto peligro más allá del propio delito juzgado cuando un cráneo fracturado por múltiples partes consagra un asesinato en homicidio, teniendo además una madre que escuchar como con una aberrante falta de respeto se insulta a su hija, la víctima, con alusiones y aseveraciones vergonzosas sobre su vestuario, su modo de vida ó su presunta ligereza sexual.

He tenido que escuchar hasta la fecha todo tipo de aberraciones, todo tipo de juicios de valor, incluso aberrantes insultos y descalificaciones contra la víctima, superviviente, y contra sus padres y hermano

Uno que llegó al Congreso de Diputados tras largos años de camino por el desierto, con un auténtico caso de pederastia perpetrado contra mi hijo en el colegio Gaztelueta perteneciente al Opus Dei y que tuvo la suerte de coincidir con un equipo de profesionales que amparó y ayudó a mi familia de un modo certero, trabajoso y esforzado, no todo el mundo puede contar con ello en su andadura, ha tenido que escuchar hasta la fecha todo tipo de aberraciones, todo tipo de juicios de valor, incluso aberrantes insultos y descalificaciones contra la víctima, superviviente, y contra sus padres y hermano. Se han encendido en muchas ocasiones mechas que lejos de dirigirse a depósitos de pólvora, se han dirigido a contenedores de basura, preparados por las legiones de miserables cobardes negacionistas para intentar con un deseo irreprimible, silenciar y re victimizar.

Me gusta utilizar estas expresiones sólo cuando aparecen en su contexto exacto, cuando el calificativo responde con creces a la realidad y aporta un enfoque clarividente. Basura, esa palabra tan denostada y que sin embargo define con suficiencia casi todo lo que esta familia ha tenido enfrente. No es un insulto, es una depurada definición. No somos los únicos, testimonios hay de sobra que corroboran idénticos sentimientos de impotencia ante lo que supone denunciar este tipo de delitos. Basura. Basura negacionista, muy lejana a valores constitucionales y desde luego cristianos.

El tratamiento dado por quienes pudiendo hacer no hicieron, la actitud de quienes reconocieron los hechos en privado aplicando algunos increíbles tonos de barniz, la conducta inmunda de personas sin empatía alguna, el ninguneo, el negacionismo, los silencios eternos, solo pueden ser calificados así : basura. Y lo es porque quien ante una denuncia de abusos continuados y agresión sexual contra un menor y obtiene semejantes respuestas, no merece más comparativas. O tal vez sí. Tal vez la basura se vea incrementada con otro concepto más intenso aún, terror. ¿O tal vez no es causar terror destrozar la vida de un niño o niña, reventar su identidad, integridad y estabilidad en pleno proceso de formación de su personalidad, y como aporte adicional y encima negarle su condición de víctima, humillarle hasta la extenuación, llamarle loco ó acusarle de falsos recuerdos, mientras incluso se llega a acusar a la madre de introducir las acusaciones en su cabeza y a su padre de publicar pornografía en internet a través de un blog cinematográfico?

Acusaciones ambas que quedaron suficientemente desacreditas por la justicia de este país. Primero en un auto de instrucción, después en la Audiencia Provincial de Bizkaia y después, pese a una cuanto menos peculiar rebaja de sentencia, por el Tribunal Supremo. Una sentencia que aplica el mazo de obligar a las víctimas y supervivientes de abusos y agresiones sexuales, en minoría de edad, a relatar los hechos punibles no cuando están capacitados para hacerlo, cuando pueden, sino cuando quieren algunos profesionales del derecho que por desgracia para ellos no saben a que se enfrentan, pensando bien. Como si en lugar de un delito, fuera una excursión en colonias de verano. Engrosar el detalle de los hechos a lo largo del tiempo. Eso es lo que un fiscal lanzó al aire en el juicio del Caso Gaztelueta en sede de la Audiencia Provincial de Bizkaia, eso es lo que argumentó el Tribunal Supremo de España en parte de su sentencia. Una sentencia que además desprecia la propia jurisprudencia del alto tribunal, que es justamente en donde los magistrados de la Audiencia Provincial de Bizkaia, basaba su sentencia de once años de condena.

Yo, a diferencia de muchos, creo con franqueza que el Reino de España es un Estado Social y Democrático de Derecho. Y lo creo porque decir lo contrario supondría tanto como blanquear el más negro pasado reciente de España y faltar al respeto de todos aquellos seres humanos que padecieron en sus propias carnes las terribles consecuencias del régimen franquista. Nunca saldrá de mi boca un alegato contrario, no obstante creo que ha llegado el momento de un reconocimiento y un acompañamiento, no solo para mi hijo, sino para todas y cada una de las víctimas y supervivientes de pederastia que han denunciado los delitos cometidos contra ellos y ellas, a lo largo del tiempo, en este país. Mientras tanto, siempre tendremos una deuda pendiente con ellos y ellas. Verdad, justicia, acompañamiento y reparación.

Fuente Religión Digital

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Infancia Robada avala la ‘ley Rhodes’: “Supone un antes y un después en la protección de los derechos de nuestra infancia y adolescencia”

Jueves, 15 de abril de 2021
Comentarios desactivados en Infancia Robada avala la ‘ley Rhodes’: “Supone un antes y un después en la protección de los derechos de nuestra infancia y adolescencia”

 Congreso de los Diputados cerca“Pone a nuestro Estado de Derecho en la vanguardia de los parámetros y estándares internacionales de salvaguarda de los derechos de la infancia y la adolescencia”

El  9 de junio de 2020 el Gobierno de España aprobó el anteproyecto de Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia. El anteproyecto se aprobó en el Consejo de Ministros en diciembre de 2018. … La nueva Ley de Infancia también se le conoce como “Ley Rhodes”, por el pianista británico James Rhodes, víctima de abusos sexuales en su infancia. El Congreso lo aprobó el pasado 7 de abril en Comisión con el rechazo de Vox y PNV.

La Comisión de Derechos Sociales del Congreso de los Diputados ha aprobado el pasado miércoles 7 de abril  por 27 votos a favor, 6 en contra y 2 abstenciones el informe de la ponencia sobre la ley orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, una medida que llegó a la Cámara Baja arrastrando muchas críticas (principalmente por la falta de perspectiva de género y de enfoque de infancia) y que ahora ha sido reforzada tras los acuerdos alcanzados por el Gobierno con los diferentes partidos políticos del arco parlamentario, exceptuando a Vox.

La iniciativa legislativa, que partió del departamento de Derechos Sociales, recoge que el plazo de prescripción de los delitos graves contra menores no empezará a correr hasta que la víctima haya cumplido 30 años y no 18 como ahora, crea unidades especializadas en las fuerzas y cuerpos de seguridad, y fomenta la formación para jueces y fiscales en esta materia.

Si bien, tal como han celebrado la mayoría de los portavoces de la comisión, los cambios introducidos durante los trabajos de la ponencia han “mejorado mucho” el texto legal. En este sentido, se han incorporado más de 200 enmiendas, de las cuales más de 60 han sido transaccionadas. Una de las principales mejoras es la prohibición del llamado Síndrome de Alienación Parental (SAP), una modificación introducida por los partidos que sostienen el Gobierno, y exigida por juristas y colectivos feministas. El SAP es un criterio que, pese a no tener aval científico y estar desaconsejado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), todavía sigue usándose en sentencias de custodia.

 “Los poderes públicos tomarán las medidas necesarias para evitar que planteamientos teóricos o criterios sin aval científico que presuman interferencia o manipulación adulta, como el llamado Síndrome de Alienación Parental (SAP) puedan ser tomados en consideración”, recoge el texto. Y es que, tal como justifican estas formaciones en la enmienda, “resulta esencial prever una cautela explícita frente a la aplicación de criterios y teorías sin aval científico que actualmente se siguen aplicando y que, sustituyendo la investigación rigurosa y con todas las garantías, invalidan de partida el testimonio de la niña, niño o adolescente, especialmente en los casos de rechazo paterno, por presumir interferencia adulta”.

Asimismo, se incluye un nuevo artículo específico para proteger a la infancia en las situaciones de violencia de género en el ámbito familiar. También, se establece la garantía de una atención integral para la recuperación de los y las menores víctimas de delitos violentos de naturaleza sexual y/o de género; además de eliminarse la posibilidad de la custodia compartida en caso de que existan indicios de violencia de género.

Abusos-infancia-robada_2296880383_15175489_660x371El texto de la nueva Ley Rhodes, bautizada así por el pianista James Rhodes —víctima de abusos sexuales cuando era niño—, incorpora además varias de las demandas exigidas por los partidos en aras de asegurar la protección y no revictimización (o victimización secundaria) de los menores, garantizando el acceso a sus derechos sin necesidad de mediar consentimiento de los representantes legales; reforzar el acompañamiento de las víctimas en el proceso de denuncia; reconocer plenamente la violencia digital, es decir, la violencia realizada a través de las tecnologías de la información y la comunicación; y de salvaguardar los derechos de los niños, niñas y adolescentes con discapacidad.

No obstante, a tenor de los expuesto por varias portavoces de los distintos grupos, la norma es “mejorable porque contiene algunos déficits de especial gravedad”, ha señalado la diputada de EH Bildu Mertxe Aizpurua. En esta línea, destacan dos enmiendas transaccionadas que no han salido adelante como son las medidas para evitar los desahucios de familias con menores a cargo y la prohibición de la entrada de los menores a los espectáculos taurinos. Si bien, las dos propuestas seguirán vivas para el debate y votación de la norma en el Pleno, que será previsiblemente la próxima semana.

La Asociación Infancia Robada, de víctimas de abusos sexuales por parte del clero, considera que la nueva ley orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, aprobada el pasado miércoles en Comisión del Congreso de los Diputados, marcará “un antes y un después” en la protección de los menores.

09.04.2021 | Ana Cristina Cuevas Mazo:

Asociación Infancia Robada ANIR saliendo al paso de las aseveraciones que ha realizado en su propio nombre un miembro de la asociación quiere manifestar lo siguiente :

Esta asociación entiende y valora el esfuerzo y el trabajo realizado por los grupos del arco parlamentario en la elaboración y debate de la nueva ley orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a supuestos de violencia.

Estamos seguros que supone un antes y un después en la protección de los derechos de nuestra infancia y adolescencia y que pone a nuestro Estado de Derecho en la vanguardia de los parámetros y estándares internacionales de salvaguarda de los derechos de la infancia y la adolescencia.

Toda ley tiene una vocación y un objetivo y aunque de inicio siempre es una obra inacabada, porque siempre es mejorable, marca con profundidad, los cauces precisos, los raíles de rodaje, en lo que supone de defensa de los poderes públicos, de los derechos humanos, la salud Pública y la integridad de nuestras niñas y nuestros niños.

La ley tiene vocación transversal y es un punto de inflexión importante, fruto de muchas horas de trabajo, debate e intercambio de ideas con asociaciones y colectivos, en defensa y protección de los más vulnerables.

índiceY es que Miguel Ángel Hurtado, portavoz de la asociación Infancia Robada había afirmado que “es una reforma que sabe a poco, que llega tarde y que está mal hecha”  y pide que el plazo de prescripción comience a contar cuando la víctima cumple 40 años y no 30 como se recoge en el texto, según informa Europa Press. “Con esa cifra (30 años), el grueso de los casos de abuso sexual infantil prescribirían en cuanto la víctima tenga entre 35 y 40 años. Se tarda más en aceptar lo que te sucedió”, aseguran las víctimas que esperan que la próxima semana, cuando el dictamen llegue al Pleno, se rectifique la edad.

A su juicio, es “una reforma que sabe a poco, que llega tarde y que está mal hecha”. Toma como muestra el estudio realizado por la Comisión Real de Investigación sobre las Respuestas Institucionales al Abuso Infantil, realizado en 2017 por la Iglesia Católica Australiana, que analizó las experiencias vividas por 4.445 supervivientes de pederastia que fueron abusados durante cinco décadas, y estableció que las víctimas tardaron de media 33 años en denunciar el delito, cuando ya tenían una media de 44 años de edad.

Lamentablemente no podemos dar cifras sobre la realidad en nuestro país, porque España es un desierto estadístico. Tanto la Conferencia Episcopal como el Gobierno se niegan a realizar una investigación similar. Pero por pura lógica, las cifras no serían muy diferentes, probablemente incluso peores”, ha explicado Hurtado.

Fuente Agencias/Religión Digital

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