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26.3.23. Catequesis pascual, catacumba de Lázaro: resucitar a los muertos, matar a los resucitados

Domingo, 26 de marzo de 2023

FF318F2C-4E1F-4837-9FD0-BB8D47A41B38Del blog de Xabier Pikaza:

Domingo 5 de Cuaresma: Jn 11, 1-45, catequesis de pascua. La más importante esMc 16 1-8: Entrar en la tumba de Jesús con las mujeres, culminar allí el camino (en las subidas cavernas de la roca: Juan de la Cruz, Cántico)…

Pero también esta catequesis de Lázaro (Jn 11) esmuy importante. Ella nos habla de morir con Jesús, quedar muriendo (con tristeza y protesta amorosa de las dos hermanas, Marta y María), para descubrir que él, Jesús, el gran Amigo (tu amigo está enfermo, le dicen) nos resucita…

Esta “enfermedad” de la tierra (sepulcro de roca)  no es de muerte eterna, sino de amor y resurrección.

Por eso, en el fondo, somos ya unos resucitados, en la tumba de Jesús, con Lázaro, en la Vida de Dios. Pero estamos en riesgo, porque los poderes del mundo pueden perseguirnos; no  qieren esucitados, necesitan súbditos,  muertos.

Catacumba de Lazaro… cavernas de la roca.

 Ésta es una imagen clave de la vigilia de pascua, conforme a Mc 16, 1-8: Entrar en la tumba de Jesús, con las tres Marías… para morir con él, para compartir su muerte, en el gran sepulcro, en la inmensa caverna de la roca…; y para resucitar de un modo màs alta, a la vida del banqute sin fin, con Jesus, como Juan de la cruz ha cantado al final de Cántico B 37-38:

  • Y luego a las subidas cavernas de la piedra
  • nos iremos, que están bien escondidas,y
  • allí nos entraremos,
  • y el mosto de granada  gustaremos.
  • Allí me mostrarías aquello que mi alma pretendía,
  • y luego me darías allí tú, vida mía,
  • aquello que me diste el otro día:

  Empecemos leyendo el texto de Jn 11, un prodigio de emociones y esperanzas, de retos y tareas… en silencio, sabiendo que Lázaro somos todos; sus hermanas y amigos, todos debemos asumir la gracia y desafío de la resurrección.

Jesús parece ausente y lloramos, hoy de un modo especial, un día en el que tántos que mueren sin sentido sobre el mundo, como si Dios no existiera… para comenzar desde aquí, ya, ahora (primavera/otoño 20237) el camino de la resurrección.

Dejemos que el texto nos hable. Su historia es la nuestra:Situémonos en una catacumba de Roma, el gran imperio, nosotros, aquellos que con Lázaro nos sentimos inmersos en la inmensa catacumba,bajo la gran piedra de la muerta.

Arriba está el Coliseo y el Vaticano (antiguo y moderno), arcos triunfales, palacios imperiales, senado y cuartel de la Guardia Pretoriana, falsa Ara Pacis y sepulcro de Adriano…

Abajo la catacumba… con el sepulcro de Lázaro, el nuestro, tapado  y sellado con una gran losa. Lázaro dentro, atado, envuelto en un sudario….

Jesús resucita a Lázaro… Pero las autoridades quieren matar a Jesúa y a Lazaro, porque es muy peligroso hacer que resucitan los muertoa.

(todas las imágenes están tomadas de la catabumbas de Roma, las primer imágenes cristianas).

Texto (Jn 119. Parte…) L

En aquel tiempo, [un cierto Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta, su hermana, había caído enfermo. María era la que ungió al Señor con perfume y le enjugó los pies con su cabellera; el enfermo era su hermano Lázaro.] Las hermanas mandaron recado a Jesús, diciendo: “Señor, tu amigo está enfermo.” Jesús, al oírlo, dijo: “Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.” Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro.

Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba. Sólo entonces dice a sus discípulos: “Vamos otra vez a Judea.” Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. [Betania distaba poco de Jerusalén: unos tres kilómetros; y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano.]

Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.” Jesús le dijo: “Tu hermano resucitará.” Marta respondió: “Sé que resucitará en la resurrección del último día.” Jesús le dice: “Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?” Ella le contestó: “Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.”…

 Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa. Dice Jesús: “Quitad la losa.” Marta, la hermana del muerto, le dice: “Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días.” Jesús le dice: “¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?” Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: “Padre, te doy gracias” Y dicho esto, gritó con voz potente: “Lázaro, sal fuera.” El muerto salió, los pies y las manos atadas con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: “Desatadlo y dejadlo andar.” Y Lázaro salió, corrida la piedra del sepulcro, rotas la vendas, caído el sudario…  Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho [resucitando a Lázaro]. 

Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron al Sanedrín y decían: –¿Qué hacemos? Pues este hombre hace muchas señales. Si le dejamos seguir así, todos creerán en él; y vendrán los romanos y destruirán nuestro lugar y nuestra nación.  Entonces uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote en aquel año, les dijo: –Vosotros no sabéis nada; ni consideráis que os conviene que un solo hombre muera por el pueblo, y no que perezca toda la nación (Jn 11, 46-50).

Un comienzo ¿Qué se puede hacer? Llorar por los muertos, consolar a los vivos, esperar la resurrección… y comprometerse a favor de la vida, aunque ello resulte peligroso apostar por ella, como Jesús, subiendo a los lugares conflictivos (¡Vayamos, y muramos con él, como dice Tomás).

Estamos ante el dolor de Jesús que (en un plano) llora y solloza impotente ante la muerte de su amigo, en un mundo que huele, mundo de asesinos concretos, de mentiras extensas, de llanto y de muerte. Es Hijo de Dios, pero no puede impedir que su amigo muera, porque la muerte pertenece a la ley de la vida. Por eso llora, porque ve al amigo muerto. Pero le ofrece (a él, a sus hermanas) la esperanza de la resurrección.

Lázaro murió de muerte natural y a muchos, en cambio, les matan, de muerte violenta, los diversos tipos de asesinos, traficantes de la muerte, precisamente aquellos que no quieren que Jesús resucite, dé vida a los muertos. … pensando que así pueden obtener ventajas políticas, sociales o de cualquier tipo que sea, ignorando que con la muerte sólo se consigue más muerte. El texto no acaba con la resurrección de Lázaro, sino con la decisión de Caifás y los sumos sacerdotes, que deciden matar a Jesús porque da la vida, porque resucita a los muertos.

Jesús no impidió la muerte de Lázaro. Esperó tres días antes de venir y Lázaro murió… Son los días de la vida y de muerte en este mundo, son los días de la dura realidad de la historia. Después vino, en el día de la resurrección que es tercer día (como dicen los judíos y decimos los cristianos: Resucitó, resucitará al tercer día, que es el tiempo de la culminación).

¿Por qué no vino antes para impedir que Lázaro muriera? Se lo preguntaron las hermanas y lloró. No pudo venir antes, pero lloró. No puede impedir un tipo de muerte en este mundo, pero sufre. También llora aquí, en nuestro día, en todos los hospitales y casas de difuntos, en los campos de concentración y en las cárceles, en los lugares donde siguen reinando las bombas y el hambre… ¿Por qué no impidió que muriera Lázaro? ¿Por qué no detuvo la muerte asesina de miles de matadores de este mundo? ¿Por qué no impide que fallen las balas que vuelen buscando la muerte?

¿Por qué no para la mano al terremoto, por qué no tapa la boca al tsunami que grita, produciendo olas inmensas? ¿Por qué no cierras las grietas de los agujeros negros de las cámaras atómicas que estallan? ¿Por qué…? ¿Por qué impide que los asesinos sigan matando directa o indirectamente…? Jesús lloró con sus amigas. Hay acontecimientos en la vida ante los que sólo tenemos el llanto y la condena y la libertad para cambiar

Nos queda la oración y el llanto y la solidaridad Nos queda orar con y por los muertos… pues la oración vincula a los vivos con los muertos. Una oración con voces y en silencio, porque creemos en la resurrección, como Jesús creía en la resurrección de Lázaro.

Una oración que acepta la muerte (porque es condición humana) y que condena a los que trafican con ella, con la guerra y el hambre, con la injusticia y la opresión. Una oración de cercanía, con las hermanos y hermanos de los muertos. Aceptación de la muerte, pero condena sin paliativos, sin distingos, sin comparaciones, para todos los que matan, aprovechándose de la muerte de los otros.

Después debemos ofrecer una palabra de solidaridad a las hermanas y familiares del muerto Solidaridad a los amigos, a los compañeros. No sé si podemos consolarles, pues a veces el único consuelo es el silencio con ellos. Muchas veces, no entiendo.

Tampoco Jesús entendía. No hizo un sermón explicando las razones de la muerte de Lázaro. Simplemente lloró. Lázaro ¡Sal fuera! Jesús lloró, pero creía (porque creía) en la resurrección. Y de esa forma habló, llegado el tercer día, culminado el tiempo del llanto (que es el tiempo de muerte de este mundo, un tiempo del que nadie vuelve a la historia anterior). De esa forma nos introduce (desde este mismo mundo) en el cuarto día (día pascual) de la resurrección, diciendo: “Sal fuera”.

¡Lázaro sal fuera! Esta palabra hay que decirla desde ahora, con Jesús. ¡Salgamos fuera todos, de manera que no vivamos más de muertes, de manera que no vivamos más aletargados, envueltos en sudarios y vendas, pactando con la violencia y la injusticia, dando cobertura a los que matan.

Esta palabra ¡sal fuera! es para todos. Tenemos que salir de un mundo en el que, de un modo o de otro, nos hemos acostumbrado a la muerte, de manera que muchos viven (vivimos) de la muerte de los demás. Salir fuera de la tumba significa vivir para la vida, en justicia y solidaridad. Que los educadores eduquen para la paz, que los políticos gobiernen para la justicia, que los trabajadores trabajen para el bien de todos… que todos podamos vivir para la concordia, condenando la violencia de un modo radical, total…

El riesgo de los resucitadores El camino de la resurrección empieza por el llanto y la conversión. Es un camino en el que intervienen muchos factores, un camino en el que tienen responsabilidad muchas personas, empezando por los políticos y los educadores, por los dueños de la economía y los creadores de opinión, por los dirigentes de las iglesias etc. Pero es, ante todo, un riesgo y camino nuestro, de los que creemos en la resurrección, de los que deberíamos dice: ¡Lázaro, sal fuera, caminamos! Este camino de la resurrección es hermoso, pero muy arriesgado.

Los que trabajan sin más por la vida, los que sacan a los hombres y mujeres de sus tumbas suelen ser perseguidos, porque hay intereses creados y muchos prefieren que las cosas sigan así. Con una lucidez impresionante, el evangelio de hoy sigue y dice, como he mostrado ya al citar el texto:

Es peligroso optar por la vida y promover la resurrección en este mundo de muerte. Hay muchos (personas e instituciones) que prefieren mantener las cosas así, traficando con la muerte. El evangelio supone que los primeros traficantes de la muerte (¡que Lázaro se pudra!) son los dirigentes religiosos y políticos que controlan el poder desde la muerte.

Por eso, para impedir que Lázaro resucite y viva y sea testigo de paz proponen matar al “mensajero”, al que habla a favor de la paz (¡recordemos a M. Luther King, a Mons. Romero, a Ignacio Ellacuría y a otros miles de testigos de la vida, empezando por Jesús !). Para vivir de la muerte de los demás, hay que matar a los que lloran y promueven la vida, como Jesús (hay que matar en el fondo a Jesús).

No quiero trazar ninguna condena general a poderosos sin más, como traficantes de muerte, ni acusar a los dirigentes religiosos (a los que acusa este evangelio), ni a los traficantes de la muerte (vendedores de armas, promotores de una economía que mata, pero….).

(Seguirá el tema de la entrada en la tumba/catacumba de Jesús en la vigilia y fiesta de Pascua). Buen día a todos, buena preparación de pascua)

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