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Arcópoli cifra en 35 los casos de odio hacia comunidad LGTB durante el Orgullo

Martes, 31 de julio de 2018
Comentarios desactivados en Arcópoli cifra en 35 los casos de odio hacia comunidad LGTB durante el Orgullo

logo-de-arcopoliLa asociación ha reconocido dos violaciones y múltiples agresiones físicas y verbales

El colectivo Arcópoli ha hecho público el balance provisional de incidentes de odio por LGTBfobia ocurridos durante la celebración del Orgullo LGTB en Madrid, un evento que se extiende durante varios días y que convertida ya en la principal fiesta popular de la capital moviliza a cientos de miles de personas. Arcópoli, promotor principal del Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, ha identificado al menos 35 incidentes, además de dos agresiones sexuales a dos chicos. Otro dato preocupante: la tasa de denuncias sigue siendo muy baja. Solo 5 incidentes fueron denunciados a Policía o Guardia Civil, aunque Arcópoli ha puesto varios más en conocimiento de la Fiscalía.

Arcópoli ha registrado un total de 35 incidentes contra miembros del colectivo LGTB durante la celebración del Orgullo, entre las que se encuentran violaciones, agresiones verbales y físicas.

Según ha informado la asociación en un comunicado, del 23 de junio al 8 de julio han registrado dos violaciones a dos chicos gays, tres agresiones físicas, 12 agresiones verbales, un abuso sexual y daños a la propiedad, entre otros episodios.

Arcópoli ha tenido constancia de dos violaciones a dos chicos de menos de 25 años en la ciudad de Madrid el fin de semana de la manifestación del Orgullo. Una fue denunciada ante la Policía y hay varios detenidos, puesto que fue una violación múltiple. La otra no ha sido denunciada aunque sí fue atendida en el hospital. “Seguimos investigando las condiciones en las que se produjeron ambas. Desde Arcópoli nunca habíamos tenido constancia de agresiones sexuales en el Orgullo”, añaden desde el colectivo madrileño con gran preocupación.

Además, la asociación ha registrado que en Rivas Vaciamadrid han apedreado una luna de un vehículo al ver la bandera arcoíris dentro; en Parla un chico de 18 años ha sido expulsado de su casa porque su madre se enteró de que era gay; en Algete han realizado varias pintadas homófobas a raíz de la primera celebración del Orgullo; y en Torrelodones por segundo año han llenado de pintadas homófobas la zona arcoíris con mensajes iguales como ‘Arcópoli not welcome’ y algunos dedicados a la alcaldesa.

También, Arcópoli ha afirmado que han aparecido pegatinas en Getafe, Algete y Galapagar contra el colectivo LGTBI. Del mismo modo, han tirado huevos a una bandera arcoíris en una fachada en el Escorial; y han aparecido pegatinas con contenido lgtbfobo en varios distritos de Madrid, así como una pintada amenazante en un local gay en Centro ‘tomate Orlando sodomita frito’ (en relación al ataque terrorista a una discoteca LGTB en EEUU) y un banco arcoíris de Vallecas.

Durante los días de la celebración del Orgullo en Madrid se han registrado varias agresiones verbales, con insultos y amenazas a personas LGTB, así como una tentativa de abuso sexual por parte de varios chicos heterosexuales a una pareja gay durante la manifestación “para humillarles públicamente”, según la asociación.

Hubo una agresión física a un trabajador en un restauranteun chico denunció que un taxista cuando vio que era gay, le bajó del coche, le agredió físicamente y le dejó tirado. Y la noche del Orgullo, en un local en Argüelles donde una discoteca celebraba una sesión ‘gay’, un chico sufrió una agresión física con fractura de mandíbula después de que otro chico le diera un empujón, le dijera que “los maricones no deberíais estar aquí” y le diera un cabezazo; además fue expulsado del local por estar “implicado en una riña”.

Para Arcópoli la tasa de denuncia de estos incidentes ha sido “bajísima”. A día de hoy, han registrado 179 incidentes de odio al colectivo LGTB en la Comunidad de Madrid en lo que va de año, un número “desgraciadamente” muy similar al de 2017 por estas fechas, por lo que nada apunta a que estén bajando los incidentes de odio. «Seguimos teniendo un gran rechazo a acudir a denunciar pese a las recomendaciones y a nuestra labor de asesoramiento y acompañamiento. Solo 5 de estos incidentes han sido denunciados a Policía o Guardia Civil. Además el Observatorio ha interpuesto 7 denuncias ante la Fiscalía por pintadas y discurso de odio». La existencia de entidades como el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, el Observatori contra l’Homofòbia de Catalunya o el Observatorio Valenciano contra la LGTBfobia, en este sentido, sigue siendo clave.

La entidad promovida por Arcópoli, por cierto, ha aprovechado el momento para destacar «la apuesta de varios Ayuntamientos por la integración y visibilidad del Orgullo LGTB, como Parla, Algete, Torrelodones, Móstoles, Bustarviejo, San Sebastián de los Reyes o Madrid» así como para dar un agradecimiento especial a la Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal de Madrid y a Metro de Madrid, «por su coordinación con el Observatorio y su compromiso todo el año, pero en especial en el Orgullo».

El coordinador general de Arcópoli, Yago Blando, ha declarado que la visibilidad es la “principal arma en la lucha por la igualdad”. “Seguiremos visibilizando nuestra diversidad y nuestra pluma como libre desarrollo de la personalidad de cada cual, necesitamos un mayor compromiso de las instituciones para que estos ataques a nuestra dignidad no provoquen ninguna marcha atrás en nuestro empoderamiento, que es lo que buscan”, ha añadido.

El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia: contacto

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El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, promovido por Arcópoli con el apoyo de la Fundación 26 de Diciembre, del colectivo Fuenla Entiende y del Movimiento Contra La Intolerancia, entre otros colectivos y asociaciones, se puso en marcha a principios de 2016. Ofrece acompañamiento y asesoramiento a las víctimas desde el mismo instante en que sufren la agresión y hace un seguimiento del recorrido de la denuncia en los juzgados.

Puedes contactar con el Observatorio a través del teléfono 618 54 71 66 (llamada o WhatsApp) y online en la dirección web http://contraelodio.org

Fuente Arcópoli/Cristianos Gays

General, Homofobia/ Transfobia. , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

“La Cruz del Nefando”, por Ramón Martínez

Sábado, 15 de noviembre de 2014
Comentarios desactivados en “La Cruz del Nefando”, por Ramón Martínez

cruz_del_nefandoUn artículo muy interesante, certero y contundente:

Muy cerca de la Casita del Príncipe, en el municipio madrileño de El Escorial, se levanta olvidada la Cruz del Nefando. En torno a esta cruz de término, que seguramente en su momento marcara el límite del pueblo, corre una leyenda, casi olvidada, que creo necesario rescatar.

Corría el año 1577 cuando el hijo del panadero de la reina Ana fue sorprendido junto a dos jóvenes, practicando lo que entonces se llamaba pecado nefando, “que no debe ser pronunciado”, y que hoy llamaríamos simplemente homosexualidad. La pareja con la que lo encontraron se salvó porque, en aquella época, de la sodomía se consideraba que quienes ocupaban el rol pasivo, “paciente“, se decía, eran menos culpables que el “agente” o activo. A éste lo quemaron, tras un brevísimo proceso, y en el lugar donde cayeron sus cenizas se levantó una cruz, primero de madera y más tarde esculpida en piedra, para que vecinos y vecinas del lugar recordaran, atemorizados, lo que les podría suceder a quienes se apartaran de la doctrina sexual.

De esta historia, quizá tan cierta como la de otros miles de personas que murieron en los fuegos de la Inquisición, queda el recuerdo no sólo de esa cruz, sino también las palabras de un cronista que habla del suceso de una manera especial, casi podría decirse que con pesar. No se sorprende además Fray Juan de San Gerónimo, en sus Memorias, del descubrimiento de los sodomitas escurialenses, porque, como nos indica:

“Este desventurado de mozo traía estos ruines tractos con los muchachos en este verano, en el cual tiempo nuestro Señor envió grandes señales en esta tierra, y enviando fuego del cielo a este monesterio, y espesos rayos y truenos, y gruesos granizos, con otros grandes trabajos dignos de ser temidos como lo esperimentamos los que lo vimos”.

Así, sabemos que uno de los rasgos del pensamiento de aquel entonces acerca de la heterodoxia sexual era achacarle la capacidad para convocar fenómenos atmosféricos, a través del enfado que le producían al dios del cristianismo, que mandaba aquellos granizos como señal de que el pecado se andaba practicando. Ya lo anunciaba Alfonso X, en el Título XXI de la Séptima Partida, donde nos encontramos, al hablar de la sodomía:

“Ca por tales yerros embia nuestro señor Dios sobre la tierra donde lo fazen fambre, e pestilencia, e tormentos, e otros males muchos, que non podría contar”.

Esta semana, ya en nuestro siglo XXI, que supuestamente ha superado la época oscura del fanatismo religioso, y mientras nos alegrábamos de la recuperación de Teresa Romero, que ha sobrevivido al ébola a pesar de la incompetencia de la Ministra Mato y el Consejero de Sanidad madrileño, el extraño Ron Baity, pastor de la Iglesia Bautista Berean en Winston-Salem, nos ha advertido de que, tras la aprobación del matrimonio igualitario en Carolina del Norte, el dios vengativo en el que cree nos enviará algo peor que el ébola como castigo. Este mismo personaje, en 2012, no sólo pidió que se enjuiciara a lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, sino que nos comparó con gusanos y nos regaló una gran frase: “nos hemos vuelto tan tontos que hemos aceptado una mentira como verdad, y hemos descartado la verdad”.

Yo no sé si soy capaz de asegurar con toda certeza que el señor Baity no es tonto, y tampoco me siento con fuerzas para interpretar qué es mentira y qué es verdad en su sistema de pensamiento, porque intuyo que podríamos sorprendernos ambos bastante al descubrir que lo que él acepta, con fe, como verdad, yo puedo rebatirlo, con ciencia, como mentira; y que lo que el “buen” pastor afirma ser falso y perjudicial es para mí, para todas nosotras, nuestra forma de ser y estar cotidiana. Y en esta nuestra verdad hay que destacar varios sucesos que han tenido lugar esta semana. En primer lugar, mientras este individuo nos amenazaba con algo peor que el ébola, se ha celebrado una besada multitudinaria para condenar el ataque que sufrió un joven gay la semana pasada en Castilleja de la Cuesta (Sevilla), del que supimos que había padecido acoso a lo largo de toda su vida, hasta el punto de necesitar ansiolíticos para poder conciliar el sueño, y que, cuando iba a recibir la enésima paliza, tuvo que escuchar a sus agresores decirle “nos reímos de ti y cuando nos riamos de ti, tú te piras, maricón”, dejando muy claro que cuando se comienza una agresión el agresor la lleva a cabo con una extraña autoridad que le otorga su particular visión de la Verdad, que tanto poder le ofrece.

Del mismo modo, no puedo pensar qué sufrimiento provocará a sus víctimas que el skinhead que las agredió en Castelldefels haya sido condenado únicamente a dos años de cárcel, disfrutando de una rebaja de la condena al entenderse como atetuante que haya indemnizado a los agredidos con 1.370 euros, indemnización que, dentro de lo poco que sé, entiendo como obligada dentro de la parte civil del procedimiento, y que por ello no debiera considerarse como hecha de buena fe por el delincuente. Y mientras, en Londres, dos jóvenes fueron salvajemente atacados en la noche de Halloween por dos hombres disfrazados, para más escarnio, con sendos tutús de color rosa.

Ésta es mi verdad, nuestra Verdad, la que el pastor Baity se atreve a llamar mentira. Durante siglos lesbianas, gais, bisexuales y transexuales hemos soportado los insultos, las palizas, las persecuciones, las torturas, las prisiones, los asesinatos. Hemos sido víctimas de la hoguera, de la horca, del electroshock. Aún hoy hay quienes son recluidos, en nuestra propia España, en centros especiales para ser “tratados” y reconvertidos en heterosexuales. Y en memoria de todo el sufrimiento que personas como el señor Baity nos han causado recibimos ahora la amenaza de que un nuevo mal vendrá por arte de magia a asolar la tierra. Mire, señor pastor, la verdadera plaga no son las langostas, ni la lluvia de fuego, ni siquiera el ébola. La plaga son todos ustedes, los que toman entre sus manos manchadas de sangre la imagen de un hombre crucificado como único argumentario para crucificar a otros hombres y mujeres. Tengo la absoluta certeza de que su propio Dios, en el que yo no creo, estaría avergonzado.

Por eso considero necesario rescatar historias, leyendas ya casi de un pasado oscuro y triste, que sigan ayudando a construir nuestra Verdad. Porque todas nuestras cruces, nuestras hogueras, nuestras torturas “terapéuticas”, no deben caer en el olvido. Y en la Plaza Mayor de Madrid, donde se celebraron tantos autos de fe, en la Puerta de Alcalá, donde se situaba el quemadero para los condenados, en la Cruz del Nefando de El Escorial, sigue sin existir ningún cartel, a modo de humilde monumento, que recuerde la historia de aquel joven, hijo del panadero de la reina Ana, y de tantos otros y tantas otras, que una vez se atrevieron, con el viento en contra, a ser como somos. Como somos de Verdad

ramon_martinez_observatorio_rosaFuente Cáscara Amarga

General, Historia LGTBI, Homofobia/ Transfobia., Iglesia Bautista , , , , , , , , , , , , ,

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