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Arzobispo miembro del Sínodo se opone al fallo pro-LGBTQ+ del tribunal de Kenia que reconoce a grupo LGBTQ+ como ONG.

Viernes, 22 de septiembre de 2023
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IMG_0593Arzobispo Martín Kivuva Musonde

 Un arzobispo que será miembro de la próxima asamblea del Sínodo del Vaticano ha criticado el fallo de un tribunal de Kenia de que un grupo LGBTQ+ puede obtener reconocimiento legal. En una entrevista con la agencia de noticias ACI, el arzobispo Martin Kivuva Musonde, de la arquidiócesis de Mombasa, afirmó que la decisión del tribunal equivale a promover una agenda LGBTQ+ en Kenia.

Los comentarios del arzobispo Kivuva se produjeron tras la sentencia dictada el 12 de septiembre por el Tribunal Supremo, que desestimó un recurso contra una decisión anterior que permitía a la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Gays y Lesbianas (NGLHRC) registrarse como organización no gubernamental.

La semana pasada, la Corte Suprema de Kenia desestimó una impugnación de su fallo anterior de que la National Gay and Lesbian Human Rights Commission (NGLHRC) -Comisión Nacional de Derechos Humanos de Gays y Lesbianas, debe ser reconocida como una organización no gubernamental legal. Los fallos se producen después de una batalla legal de una década por parte del grupo para obtener dicho reconocimiento después de que se lo negaran..

Hace diez años, la Junta de Coordinación de ONG de Kenia, encargada de registrar a las ONG, denegó una solicitud del grupo alegando que “promueve comportamientos homosexuales”. En febrero, sin embargo, el Tribunal Supremo revocó esa decisión, y su reciente sentencia confirma que el grupo puede registrarse.

La sentencia provocó la celebración dentro de la comunidad gay de Kenia. “Las [sentencias] significan seguridad para organizarnos como comunidad, movimiento y organización. [Esta] victoria nos da la seguridad de que vamos en la dirección correcta”, afirmó Marylize Biubwa, de Queer Republic.

Androgenous Alpha, director general de Nadharia Kenya, una ONG que trabaja para promover los derechos de los homosexuales, lo calificó de momento “agridulce. Es dulce porque el sistema jurídico reconoce que estamos aquí. Que existimos”, afirmó. El aspecto amargo de la sentencia, según Alpha, se deriva del desajuste entre una decisión histórica como ésta y la ignorancia general de la sociedad en materia de derechos humanos.

Es una sentencia que puede no ser del agrado de los dirigentes políticos del país. El Presidente William Ruto ha expresado en repetidas ocasiones su desaprobación de las relaciones homosexuales, y afirmó que la decisión del Tribunal Supremo no cambiará eso. “Respetamos la decisión del Tribunal Supremo, pero eso no significa que tengamos que estar de acuerdo con ella. Nuestros valores, costumbres y cristianismo no nos permiten apoyar los matrimonios entre personas del mismo sexo. Tenemos leyes que nos rigen aquí en Kenia. Quiero decirles que eso no será posible… puede ocurrir en otros países, pero no aquí”, afirmó Ruto.

El vicepresidente Rigathi Gachagua también ha insistido en que la administración no avalará las relaciones entre personas del mismo sexo. “Aquí no vamos a permitir que se hable de eso. Eso es obra del diablo. El presidente de este país es temeroso de Dios; hará lo que haya que hacer. En cualquier caso, tenemos nuestras tradiciones y costumbres, y lo que están sugiriendo repugna a la moral y la justicia y a nuestra forma de vida”, dijo Gachagua.

“Decimos no a que las mujeres se casen con otras mujeres y viceversa. Como líder temeroso de Dios, no permita que esto ocurra”, afirmó la diputada Alice Ng’ang’a.

Kivuva dijo que no puede entender por qué, a pesar de la oposición de las más altas autoridades del país, el Tribunal Supremo sigue permitiendo a las personas LGBTQ+ el derecho a formar asociaciones. Crux  informó sobre la respuesta negativa del arzobispo Martin Kivuva Musonde de Mombasa:

“Es muy lamentable. Si legalizas algo, significa que lo estás promocionando Registrarlas (asociaciones LGBTQ) significa que estás dando vida a los comportamientos. Si te unes a un club de fútbol, significa que estás listo para jugar al fútbol”, dijo [Kivuva].

“Kivuva, de 71 años, se encuentra entre los prelados elegidos por la Asociación de Conferencias Episcopales Miembros de África Oriental para participar en el próximo Sínodo de Obispos sobre la Sinodalidad en el Vaticano, del 4 al 29 de octubre, donde, entre otros temas, se abordará la cuestión de la bendición. Se espera que surjan uniones entre personas del mismo sexo”.

El arzobispo también cuestionó el fallo de la Corte Suprema en la forma en que lo hizo, dado que los líderes del gobierno se oponían a reconocer a los grupos LGBTQ+. Sugirió que la decisión podría deberse a preocupaciones financieras:

Tuvimos una [reunión] con el anterior y el actual presidente y estaban claramente en contra de esto. ¿Por qué ocurre esto ahora? ¿Hay dinero de por medio? ¿El dinero cambia de manos? ¿Es el dinero lo único que necesitamos?, se preguntó.‘”

La referencia al dinero podría deberse a lo sucedido en la vecina Uganda, donde el Banco Mundial ha retenido fondos críticos para el país con el argumento de que “promulgó leyes draconianas contra los homosexuales. Nuestro objetivo es proteger a las minorías sexuales y de género de la discriminación y la exclusión en los proyectos que financiamos. Estas medidas se están debatiendo actualmente con las autoridade”, declaró el Banco Mundial en un comunicado sobre la suspensión de la financiación en Uganda.

El arzobispo Kivuva ha hecho un llamamiento a los kenianos para que sigan defendiéndose, una declaración que refleja otras anteriores de los obispos del país en relación con la sentencia del Tribunal Supremo de febrero. En aquel momento, los obispos insistieron en que la homosexualidad “busca destruir la vida” y que va contra el “orden natural de los seres”.

A principios de este año, cuando la Corte Suprema de Kenia falló por primera vez en este caso, el arzobispo Anthony Muheria de Nyeri dijo que el resultado era peligroso porque podría normalizar a las personas LGBTQ+ en Kenia, donde la homosexualidad está criminalizada. En 2019, el cardenal John Njue y el obispo Alfred Rotich apoyaron abiertamente la continua criminalización de la intimidad entre personas del mismo sexo cuando la Corte Suprema de Kenia consideró el asunto.

La situación de las personas LGBTQ+ en Kenia y los países vecinos es terrible y genera miles de refugiados, muchos de los cuales, y quizás la mayoría, son católicos, como detalla un artículo reciente en el National Catholic Reporter. Varios sacerdotes y hermanos religiosos han ofrecido apoyo a las comunidades LGBTQ+ allí, y los católicos de todo el mundo han expresado su solidaridad. Sin embargo, en general, los obispos de la región han respondido bastante mal.

La inclusión LGBTQ+ probablemente surgirá en la asamblea global para el Sínodo programada para el próximo mes en Roma, en la que participará el Arzobispo Kivuva. Un sacerdote jesuita de Camerún escribió recientemente que los delegados africanos probablemente se resistirían a los esfuerzos por ser más inclusivos con las personas LGBTQ+, dados sus profundos prejuicios culturales. Si bien las cuestiones de relaciones, bendiciones e identidades pueden ser más complejas, una declaración básica a la que la asamblea debería comprometerse es que las personas LGBTQ+ no deben ser criminalizadas y merecen protección contra la discriminación. De hecho, hacerlo sería simplemente ponerse al día con la posición del Papa Francisco  antes y después de su reciente viaje a África,

Un pasado de persecución y LGTBfobia de Estado

kenyaSon varios los artículos del Código Penal de Kenia (modificado en 2003) que castigan las relaciones homosexuales (página 99 del informe Homofobia de Estado de ILGA 2017). El artículo 162 establece penas de 14 años de cárcel para quienes «tengan conocimiento carnal con otra persona contra el orden de la naturaleza» o «quien permita que un varón tenga conocimiento carnal con él o ella contra el orden de la naturaleza».  El artículo 163, por su parte, castiga a «quien intente cometer alguno de los delitos establecidos en el artículo 162 comete delito grave y será penado con prisión de 7 años».

Asimismo, el artículo 165 establece que «el varón que, en público o en privado, cometa un acto de indecencia grave con otro varón, o indujera a otro varón a cometerlo con él mismo, o intentara inducir la realización de un acto similar, incluso con terceras personas, es culpable de un delito grave y será penado con prisión de 5 años». Según los datos del propio Gobierno de Kenia, solo entre 2010 y principios de 2014 se procesó a 595 personas por estos cargos.

Kenia es un país mayoritariamente cristiano (aunque con una importante minoría musulmana), en el que a las leyes vigentes y a la agresividad de las fuerzas policiales se suma una marcada homofobia social. Según un estudio del Pew Global Attitudes Project de 2013, únicamente un 8% de sus 44 millones de habitantes estaba dispuesto a algún reconocimiento social de los homosexuales, y un 90% consideraba tal orientación sexual inaceptable. La prensa alienta esta homofobia social: en mayo de 2015 se publicaba, en la portada de un periódico keniano, un listado con el nombre y la fotografía de las que supuestamente eran las doce personas gais y lesbianas más influyentes en el país, poniendo en grave riesgo su vida.

Aun así, existe en Kenia un valeroso grupo de activistas LGTB. Entre sus miembros se encuentra por ejemplo Denis Nzioka, que en 2012 trató de presentarse a las elecciones presidenciales como candidato y así visibilizar a la población LGTB. También David Kuria Mbote se presentó entonces como senador, aunque tuvo que cancelar su campaña debido a las fuertes amenazas recibidas y la falta de fondos. Su breve campaña, sin embargo, sirvió para que por primera vez un político abiertamente gay pudiera dirigirse a sus conciudadanos. El de Kuria es, como no podía ser menos, otro de los nombres citados en la publicación.

La salida del armario del escritor keniano Binyavanga Wainaina y el que se desarrollaran sin incidentes las protestas convocadas en Nairobi en 2014 contra la legislación ugandesa alentaban incluso la esperanza de una mayor apertura en Kenia para los derechos LGTB. Esperanza que vio luego truncada, como muestra la detención en julio de 2014 de sesenta personas en un club de ambiente de Nairobi. Incluso se ha presentado una iniciativa ante el Parlamento de la nación, que pretende que los actos homosexuales sean sancionados con cadena perpetua para los kenianos y lapidación para los extranjeros. El propio presidente Uhuru Kenyatta declaraba en 2015 que, si bien no permitiría “cazas de brujas” contra la población LGBT de Kenia, tampoco derogaría las leyes que castigan la homosexualidad debido a su gran aceptación social. En junio de 2016, un tribunal de este país consideraba “legal” y “razonable” usar torturas anales para incriminar a sospechosos de ser gais.  Kenyatta se reafirmaba en su posición en abril de este año tachando los derechos LGTB de asunto «no aceptable» y «sin importancia para el pueblo de la República de Kenia».

Otro gran revés para la población LGTBI de Kenia fue la negativa de su Tribunal Superior de Justicia a derogar la criminalización de las relaciones homosexuales en mayo de 2019 (no deberíamos olvidar, en este sentido, la campaña que CitizenGO, la marca internacional de la organización ultraconservadora HazteOír, llevó a cabo contra la despenalización).

En 2020. Kenia prohíbía la innovadora comedia romántica gay de Bollywood Shubh Mangal Zyada Saavdhan, y animaba “ve a verla en India”

El pasado mes de enero, era asesinado el activista LGBTQ Edwin Chiloba, y conocíamos que  Varias personas trans de Kenia buscaban  refugio en medio de las represalias tras la muerte de dicho activista.

Fuente Agencias/Robert Shine (él/él), New Way Ministry, 19 de septiembre de 2023/Cristianos Gays

General, Homofobia/ Transfobia., Iglesia Católica , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

Líderes católicos en Kenia ofrecen respuestas mixtas al fallo LGBTQ+ de la Corte Suprema

Miércoles, 5 de abril de 2023
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Nyeri catholic archbishop Anthony Muheria addresses a press conference at Our Lady of Consolata cathedral in Nyeri town on behalf of Kenya Conference of Catholic Bishops on August 14, 2022. They urged Kenyans to maintain peace calling upon IEBC to hasten the tallying process. Photo I Joseph Kanyi  Arzobispo Anthony Muheria. Foto I Joseph Kanyi

Los líderes católicos de Kenia han ofrecido reacciones mixtas a un fallo de la corte suprema de su nación que confirmó el derecho de las personas LGBTQ+ a formar asociaciones.

El fallo de febrero puso fin a una batalla legal de nueve años sobre si los grupos de defensa LGBTQ+ pueden registrarse como organizaciones no gubernamentales (ONG). El fallo aseveró que prohibir la asociación de personas queer es inconstitucional.

El arzobispo Anthony Muheria de Nyeri argumentó que el fallo era peligroso porque podría normalizar a las personas LGBTQ+ en la sociedad de Kenia, que actualmente prohíbe la actividad sexual entre personas del mismo género. Según The Tablet, Muheria dijo:

“Los actos de homosexualidad nunca pueden ser aceptables. Son malvados, por lo tanto, si esta asociación se va a difundir, popularizar y atraer a más y más personas a este tipo de acciones y comportamientos, lo llamamos un comportamiento malvado y debe abordarse como tal”.

Otras denominaciones cristianas también emitieron declaraciones en contra de la decisión del tribunal, que permitirá que la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Gays y Lesbianas se registre como ONG luego de varias apelaciones derivadas del caso judicial original de 2012. El Foro de Profesionales Cristianos de Kenia (KCPF) argumentó que el fallo conduciría a la aceptación gradual de las personas LGBTQ+, según ACI Africa:

“KCPF está profundamente preocupado por el reciente fallo de la Corte Suprema. La sentencia abre el camino para el desmantelamiento gradual de nuestras prohibiciones legales, morales y culturales contra el comportamiento homosexual”.

La condena de Muheria y KCPF a la decisión del tribunal no fue compartida por todos los líderes de la iglesia en Kenia. El hermano Ambrose Kimutai, sacerdote diocesano en Kericho, apoyó la decisión del tribunal, según Tuko,  que informó:

“El clérigo dijo que apoyaba la decisión de la Corte Suprema y alentó a las personas a amar y respetar a la comunidad LGBTQ… ‘No fueron a la corte porque querían que se les permitiera casarse o casarse, fueron a la corte porque querían ser les permitieron tener una asociación y la junta de la ONG se había negado a registrarlos’”.

Kimutai argumentó que la decisión era consistente con las enseñanzas de la iglesia y el evangelio, contrarrestando a los críticos católicos y anglicanos de la decisión de la corte.

La decisión del tribunal asegura que las personas LGBTQ+ pueden crear ONG reconocidas por el gobierno, pero no significa que la homosexualidad sea legal en el país. La intimidad entre personas del mismo sexo sigue siendo un delito punible con hasta catorce años de prisión.

En particular, la ley de Kenia que criminaliza la intimidad entre personas del mismo género contradice el llamado del Papa Francisco para la despenalización de la homosexualidad en todo el mundo. En 2019, el cardenal John Njue y el obispo Alfred Rotich fueron partidarios abiertos de la continua criminalización de la intimidad entre personas del mismo género cuando la Corte Suprema de Kenia consideró el asunto. Aún así, varios sacerdotes y hermanos religiosos han ofrecido apoyo a la comunidad LGBTQ+.

Según Reuters, la retórica negativa LGBTQ de los líderes religiosos está provocando un aumento de la violencia contra las personas queer:

“Los keniatas LGBTQ+ dicen que viven con miedo después de que [el] fallo desencadenó una oleada de abusos y amenazas de muerte… Los activistas por los derechos de Kenia dijeron que algunos líderes religiosos y políticos están provocando una reacción homofóbica al fallo del tribunal, lo que ha llevado a pedir medidas más duras. leyes contra el sexo gay y una oleada de abusos contra las minorías sexuales”.

Los crímenes de odio contra las personas LGBTQ+ son un importante desafío para los derechos humanos en Kenia, especialmente en las regiones costeras del país.

Los comentarios del Arzobispo Muheria contradicen directamente el enfoque del Papa Francisco, quien ha defendido repetidamente la dignidad humana de las personas LGBTQ+ bajo la ley. Los comentarios del arzobispo también ponen en peligro a los kenianos homosexuales, que ya están profundamente marginados.

En contraste, la respuesta empática del Padre Kimutai a la ley y el recordatorio de que los cristianos están llamados a amar a los marginados es un paso importante. Para glorificar aún más a Dios, la iglesia debe profesar solidaridad con las personas LGBTQ+, especialmente en aquellas áreas donde su existencia todavía se trata como un acto criminal.

—Andru Zodrow (él/él), New Ways Ministry, 21 de marzo de 2023

Un pasado de persecución y LGTBfobia de Estado

kenya

Son varios los artículos del Código Penal de Kenia (modificado en 2003) que castigan las relaciones homosexuales (página 99 del informe Homofobia de Estado de ILGA 2017). El artículo 162 establece penas de 14 años de cárcel para quienes «tengan conocimiento carnal con otra persona contra el orden de la naturaleza» o «quien permita que un varón tenga conocimiento carnal con él o ella contra el orden de la naturaleza».  El artículo 163, por su parte, castiga a «quien intente cometer alguno de los delitos establecidos en el artículo 162 comete delito grave y será penado con prisión de 7 años».

Asimismo, el artículo 165 establece que «el varón que, en público o en privado, cometa un acto de indecencia grave con otro varón, o indujera a otro varón a cometerlo con él mismo, o intentara inducir la realización de un acto similar, incluso con terceras personas, es culpable de un delito grave y será penado con prisión de 5 años». Según los datos del propio Gobierno de Kenia, solo entre 2010 y principios de 2014 se procesó a 595 personas por estos cargos.

Kenia es un país mayoritariamente cristiano (aunque con una importante minoría musulmana), en el que a las leyes vigentes y a la agresividad de las fuerzas policiales se suma una marcada homofobia social. Según un estudio del Pew Global Attitudes Project de 2013, únicamente un 8% de sus 44 millones de habitantes estaba dispuesto a algún reconocimiento social de los homosexuales, y un 90% consideraba tal orientación sexual inaceptable. La prensa alienta esta homofobia social: en mayo de 2015 se publicaba, en la portada de un periódico keniano, un listado con el nombre y la fotografía de las que supuestamente eran las doce personas gais y lesbianas más influyentes en el país, poniendo en grave riesgo su vida.

Aun así, existe en Kenia un valeroso grupo de activistas LGTB. Entre sus miembros se encuentra por ejemplo Denis Nzioka, que en 2012 trató de presentarse a las elecciones presidenciales como candidato y así visibilizar a la población LGTB. También David Kuria Mbote se presentó entonces como senador, aunque tuvo que cancelar su campaña debido a las fuertes amenazas recibidas y la falta de fondos. Su breve campaña, sin embargo, sirvió para que por primera vez un político abiertamente gay pudiera dirigirse a sus conciudadanos. El de Kuria es, como no podía ser menos, otro de los nombres citados en la publicación.

La salida del armario del escritor keniano Binyavanga Wainaina y el que se desarrollaran sin incidentes las protestas convocadas en Nairobi en 2014 contra la legislación ugandesa alentaban incluso la esperanza de una mayor apertura en Kenia para los derechos LGTB. Esperanza que vio luego truncada, como muestra la detención en julio de 2014 de sesenta personas en un club de ambiente de Nairobi. Incluso se ha presentado una iniciativa ante el Parlamento de la nación, que pretende que los actos homosexuales sean sancionados con cadena perpetua para los kenianos y lapidación para los extranjeros. El propio presidente Uhuru Kenyatta declaraba en 2015 que, si bien no permitiría “cazas de brujas” contra la población LGBT de Kenia, tampoco derogaría las leyes que castigan la homosexualidad debido a su gran aceptación social. En junio de 2016, un tribunal de este país consideraba “legal” y “razonable” usar torturas anales para incriminar a sospechosos de ser gais.  Kenyatta se reafirmaba en su posición en abril de este año tachando los derechos LGTB de asunto «no aceptable» y «sin importancia para el pueblo de la República de Kenia».

Otro gran revés para la población LGTBI de Kenia fue la negativa de su Tribunal Superior de Justicia a derogar la criminalización de las relaciones homosexuales en mayo de 2019 (no deberíamos olvidar, en este sentido, la campaña que CitizenGO, la marca internacional de la organización ultraconservadora HazteOír, llevó a cabo contra la despenalización).

En 2020. Kenia prohíbía la innovadora comedia romántica gay de Bollywood Shubh Mangal Zyada Saavdhan, y animaba “ve a verla en India”

El pasado mes de enero, era asesinado el activista LGBTQ Edwin Chiloba, y conocíamos que  Varias personas trans de Kenia buscaban  refugio en medio de las represalias tras la muerte de dicho activista.

Fuente New Ways Ministry/Cristianos Gays

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Obispo keniata critica la resolución del Tribunal Supremo de permitir las organizaciones LGTBIQ+ afirmando que la orientación homosexual y la identidad de género van en contra del ”orden natural de los seres”,

Miércoles, 15 de marzo de 2023
Comentarios desactivados en Obispo keniata critica la resolución del Tribunal Supremo de permitir las organizaciones LGTBIQ+ afirmando que la orientación homosexual y la identidad de género van en contra del ”orden natural de los seres”,

850B3703-9410-468E-A1DE-68AC06D760B6Joseph Ndembu Mbatia

A pesar de que el Papa Francisco fue tajante en condenar la criminalización de la homosexualidad antes y después de su reciente viaje a África, sus obispos pretenden enmendarle la plana lanzando sus discursos de odio:

Joseph Ndembu Mbatia, obispo de la diócesis keniata de Nyahururu, ha criticado a quienes expresan su apoyo a las asociaciones que existen para defender los derechos de las personas LGTBI, afirmando que sus comportamientos van en contra del “orden natural de los seres”.

En una grabación de vídeo que Kenya Broadcasting Corporation (KBC) Digital publicó el domingo 5 de marzo, el obispo Mbatia también criticó la enseñanza de la diversidad sexual  a los alumnos en el Competency Based Curriculum– Currículo Basado en Competencias (CBC) propuesto en Kenia.

El apoyo a LGBTI va en contra del orden natural, el orden natural de los seres”, dijo el obispo Mbatia, añadiendo, con absoluto desconocimiento, que “incluso los animales, que no están dotados con el don del intelecto, el don de la razón, no van en contra de su orden natural. Si los que no tienen mucha razón pueden entenderlo, si a los animales no se les ocurre, ¿por qué a los seres humanos?”, planteó en un intento de preguntarse por qué los individuos elegirían ir contra el orden natural de las cosas desde la creación.

El obispo Mbatia hizo referencia de forma irracionalmente literal a los relatos de las Escrituras, que, según él, dan instrucciones sobre las relaciones apropiadas entre hombres y mujeres. “Los capítulos 1 y 2 del Génesis nos dicen por qué Dios creó al hombre y por qué creó a la mujer; Dios creó al hombre y a la mujer el uno para el otro”.

También expresó su preocupación por la iniciativa de introducir el respeto al colectivo LGBTI en las escuelas keniatas a través del plan de estudios propuesto: “Estaba mirando lo que se está enseñando y CBC ha venido con una charla indicando que hay muchos tipos de familias. Encuentras que hay una familia de dos mujeres y un niño. ¿De dónde han sacado al niño? Y luego hay una familia de un hombre y un hombre con un niño, pero ¿de dónde sacaron al niño? ¿En qué pensaba la persona que hizo esos dibujos para que se enseñaran en las escuelas? Ningún niño nace sin padre ni madre”.

El obispo Mbatia hizo sus declaraciones en el contexto de las críticas a la sentencia mayoritaria del Tribunal Supremo de Kenia que permite el registro de Organizaciones No Gubernamentales LGBTI.

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Conferencia Episcopal de Kenia

El 24 de febrero, el Tribunal Supremo de Kenia dictaminó que las personas de orientación homosexual tienen derecho a formar y registrar asociaciones en la nación de África Oriental. Tres magistrados del tribunal, compuesto por cinco jueces, argumentaron que “a pesar de que la homosexualidad es ilegal (en Kenia), tienen derecho a asociarse”.

En la sentencia, en la que los magistrados Mohamed Ibrahim y William Ouko pusieron por escrito opiniones discrepantes contra la decisión mayoritaria dictada por los magistrados Philomena Mwilu, Smokin Wanjala y Njoki Ndung’u, las entidades LGBTQ pueden actuar libremente una vez registradas en Kenia.

El arzobispo de Nairobi se unió a otros líderes y grupos cristianos que han criticado la sentencia del Tribunal Supremo. Es el caso de los miembros del Foro de Profesionales Cristianos de Kenia (KCPF), el arzobispo Anthony Muheria, de la archidiócesis keniana de Nyeri, y el presidente de la Asamblea Nacional de Kenia, Moses Wetangula, entre otros.

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En una declaración que dio instrucciones a los miembros del clero de Nairobi para que la compartieran con sus respectivas congregaciones durante las celebraciones litúrgicas del domingo 5 de marzo, el arzobispo Philip Anyolo pidió a los cristianos “que estuvieran alerta. Animamos a todos nuestros cristianos a que sigan defendiendo, protegiendo y salvaguardando nuestras enseñanzas morales cristianas contra las atracciones, afiliaciones y asociaciones seculares y mundanas del mismo sexo, como LGBTI, que actualmente se promueven y fomentan de muchas formas diferentes, incluido el respaldo legal”, indicó el arzobispo Anyolo, quien expresó su oposición a lo que calificó de “tendencias malignas que pretenden introducir confusión y dañar su imagen en nosotros”.

”Que Dios, que nos creó con una clara diferenciación de sexos, según el libro del Génesis 1: 27, ‘varón y mujer, a su imagen y semejanza los creó’, fortalezca nuestra fe y nuestra posición moral contra estas tendencias malignas que pretenden introducir confusión y dañar su imagen en nosotros”, imploró el arzobispo católico keniano.

Pidió además que Dios conceda a los seguidores de Jesucristo en Kenia “la gracia suficiente para ser lo suficientemente vigilantes como para proteger, promover y hacer avanzar nuestra dignidad humana y cristiana. Como Iglesia nos oponemos firmemente a tales prácticas inmorales”, dijo el Arzobispo de Nairobi en su nota a los miembros del Clero que ejercen su ministerio en su Sede Metropolitana, titulada “Una llamada a estar vigilantes”.

Por su parte, el parlamentario por Homa Bay (Kenia), Peter Kaluma, se ha comprometido a luchar contra el registro de grupos de defensa de los derechos LGBTQ tanto en la Cámara de Agosto como en los tribunales keniatas.

El sexo gay en Kenia se castiga con hasta 14 años de prisión. Aunque rara vez se hace cumplir, los miembros de la comunidad LGBTQ del país enfrentan rutinariamente discriminación y estigma, y los esfuerzos para despenalizar el sexo gay se han visto frustrados.

El año pasado, el asesinato de la lesbiana no binaria Sheila Lumumba dio lugar a una campaña en las redes sociales para obtener #JusticeForSheila.

Hubo campañas similares en 2021 tras los asesinatos de la activista transgénero Erica Chandra y el activista LGBTQ Joash Mosoti.

Un pasado de persecución y LGTBfobia de Estado

kenya

Son varios los artículos del Código Penal de Kenia (modificado en 2003) que castigan las relaciones homosexuales (página 99 del informe Homofobia de Estado de ILGA 2017). El artículo 162 establece penas de 14 años de cárcel para quienes «tengan conocimiento carnal con otra persona contra el orden de la naturaleza» o «quien permita que un varón tenga conocimiento carnal con él o ella contra el orden de la naturaleza».  El artículo 163, por su parte, castiga a «quien intente cometer alguno de los delitos establecidos en el artículo 162 comete delito grave y será penado con prisión de 7 años».

Asimismo, el artículo 165 establece que «el varón que, en público o en privado, cometa un acto de indecencia grave con otro varón, o indujera a otro varón a cometerlo con él mismo, o intentara inducir la realización de un acto similar, incluso con terceras personas, es culpable de un delito grave y será penado con prisión de 5 años». Según los datos del propio Gobierno de Kenia, solo entre 2010 y principios de 2014 se procesó a 595 personas por estos cargos.

Kenia es un país mayoritariamente cristiano (aunque con una importante minoría musulmana), en el que a las leyes vigentes y a la agresividad de las fuerzas policiales se suma una marcada homofobia social. Según un estudio del Pew Global Attitudes Project de 2013, únicamente un 8% de sus 44 millones de habitantes estaba dispuesto a algún reconocimiento social de los homosexuales, y un 90% consideraba tal orientación sexual inaceptable. La prensa alienta esta homofobia social: en mayo de 2015 se publicaba, en la portada de un periódico keniano, un listado con el nombre y la fotografía de las que supuestamente eran las doce personas gais y lesbianas más influyentes en el país, poniendo en grave riesgo su vida.

Aun así, existe en Kenia un valeroso grupo de activistas LGTB. Entre sus miembros se encuentra por ejemplo Denis Nzioka, que en 2012 trató de presentarse a las elecciones presidenciales como candidato y así visibilizar a la población LGTB. También David Kuria Mbote se presentó entonces como senador, aunque tuvo que cancelar su campaña debido a las fuertes amenazas recibidas y la falta de fondos. Su breve campaña, sin embargo, sirvió para que por primera vez un político abiertamente gay pudiera dirigirse a sus conciudadanos. El de Kuria es, como no podía ser menos, otro de los nombres citados en la publicación.

La salida del armario del escritor keniano Binyavanga Wainaina y el que se desarrollaran sin incidentes las protestas convocadas en Nairobi en 2014 contra la legislación ugandesa alentaban incluso la esperanza de una mayor apertura en Kenia para los derechos LGTB. Esperanza que vio luego truncada, como muestra la detención en julio de 2014 de sesenta personas en un club de ambiente de Nairobi. Incluso se ha presentado una iniciativa ante el Parlamento de la nación, que pretende que los actos homosexuales sean sancionados con cadena perpetua para los kenianos y lapidación para los extranjeros. El propio presidente Uhuru Kenyatta declaraba en 2015 que, si bien no permitiría “cazas de brujas” contra la población LGBT de Kenia, tampoco derogaría las leyes que castigan la homosexualidad debido a su gran aceptación social. En junio de 2016, un tribunal de este país consideraba “legal” y “razonable” usar torturas anales para incriminar a sospechosos de ser gais.  Kenyatta se reafirmaba en su posición en abril de este año tachando los derechos LGTB de asunto «no aceptable» y «sin importancia para el pueblo de la República de Kenia».

Otro gran revés para la población LGTBI de Kenia fue la negativa de su Tribunal Superior de Justicia a derogar la criminalización de las relaciones homosexuales en mayo de 2019 (no deberíamos olvidar, en este sentido, la campaña que CitizenGO, la marca internacional de la organización ultraconservadora HazteOír, llevó a cabo contra la despenalización).

En 2020. Kenia prohíbía la innovadora comedia romántica gay de Bollywood Shubh Mangal Zyada Saavdhan, y animaba “ve a verla en India”

El pasado mes de enero, era asesinado el activista LGBTQ Edwin Chiloba, y conocíamos que  Varias personas trans de Kenia buscaban  refugio en medio de las represalias tras la muerte de dicho activista.

Fuente Agencias/Cristianos Gays

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