La ONU condena las persecuciones al colectivo LGBT en Egipto, Indonesia y Azerbaiyán
El portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, condena la arbitraria persecución del colectivo LGBT que se ha desatado recientemente en países como Egipto, Indonesia y Azerbaiyán.
El mismo día que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, confirma su intención de mermar los derechos de homosexuales, bisexuales y transexuales, este último viernes, 13 de octubre, el portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, condena las arbitrarias detenciones de miembros del colectivo LGBT producidas en Egipto, Indonesia y Azerbaiyán, alentando a los tres países a que tomen medidas para liberar a los detenidos y eliminen todos los cargos contra ellos.
Colville considera arbitrario «arrestar o detener a personas basándose en su orientación sexual o identidad sexual», además de violar «el derecho internacional, incluidos los derechos a la privacidad, la no discriminación, la igualdad ante la ley y la protección igual de la ley (…). Arrestar y detener a las personas para expresarse legítimamente, incluso exhibiendo la bandera del arco iris, también es arbitrario y viola el derecho de la persona a la libertad de expresión», refiriéndose a la persecución desatada contra más de 180 personas, que habrían sido víctimas de una cacería debido a su orientación sexual en países mayoritariamente islámicos en los que no está penada la homosexualidad, siendo víctimas de agresiones físicas y psicológicas.
El activista Javid Nabiyed sacaba a luz, a finales de septiembre, la persecución a la que están sometidas las personas homosexuales, bisexuales y transexuales en Baku, la capital de Azerbaiyán, donde son encarceladas arbitrariamente para ser víctimas de abusos verbales y palizas, obligándoles a pasar exámenes médicos y llegando incluso a rapar el pelo a las mujeres transexuales, para ser después liberados bajo cargos de «vandalismo» y «resistencia a una orden policial».
Largo es el listado de atropellos a la comunidad LGBT que se producen en Indonesia, donde en mayo condenan a 85 bastonazos a una pareja del mismo sexo en la provincia de Aceh, donde se aplica la ley sharia, pero no en el resto del país donde en septiembre arrestan a una docena de mujeres por ser lesbianas cuando están reunidas en un domicilio de Cigombong, y en octubre arrestan a 58 personas en una sauna en Yakarta, una semana después de que el gobierno anunciara su intención de aprobar una Ley de radiodifusión con el principal propósito de eliminar cualquier alusión al colectivo LGBT en los medios de comunicación.
Una ley que parece haber sido copiada en Egipto, donde se desata una ola de arrestos a cualquier personas sospechosa de ser homosexual a los que acusan de «incitar a la indecencia y al libertinaje», siendo algunos de ellos sometidos a exámenes anales, después de que un grupo de jóvenes ondeara una bandera arco iris en un concierto de Mashrou’ Leila. Mientras tanto, Rusia y Chechenia siguen también a lo suyo a pesar de que Nikki Haley, embajadora de los Estados Unidos en las Naciones Unidas se apresuraba a condenar las acciones de los funcionarios de Ramdan Kadyrov, quien daba un giro de 180 grados al votar en contra de una resolución de la ONU con el propósito de prohibir la pena de muerte por delitos de homosexualidad aunque luego Esyados Unidos tuvo que verse forzado a aclarar que se opone a la aplicación de la pena de muerte para castigar las relaciones homosexuales.
Fuente Universogay
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