El próximo verano se cumplirán tres años desde que Inglaterra y Gales se unieron al grupo de países en la que los gays podemos casarnos. Y ahora hemos sabido que la legalización del matrimonio gay causó gran frustración a la reina de Inglaterra, Isabel II. Así se publica al menos el diario Daily Mail, que recoge el testimonio de un amigo de su graciosa Majestad.

En este periódico británico se explica que la Reina, que también es la jefe de la Iglesia de Inglaterra, se contrarió con la aprobación de la ley de igualdad al ir contra sus creencias personales por sus convicciones cristianas y por considerar que el matrimonio debe ser inviolable y que debe celebrarse entre un hombre y una mujer.

Aún así, como bien sabemos, la soberana británica promulgó el decreto que autorizaba los matrimonios entre personas del mismo sexo el 17 de julio de 2013, tras haber recibido el visto bueno del Parlamento.

Rumores que no sabemos a ciencia cierta sin son verdad, o si simplemente, son ganas de notoriedad de un supuesto amigo al que la reina le confío estas confidencias en las que se declaraba contraria a la igualdad de todos sus conciudadanos.

Fuente | Têtu, vía AmbienteG

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