Del blog de la Communion Béthanie:

Bienaventurados los que pueden reírse de sí mismos:
no han terminado de divertirse.

Bienaventurados los que saben distinguir una montaña de un grano de arena:
se ahorrarán muchas preocupaciones.

Bienaventurados los que son capaces de reposar y de dormir sin buscar excusas:
llegarán a ser sabios.

Bienaventurados los que pueden callar y escuchar:
¡van a aprender, cosas nuevas!

Bienaventurados los que son lo suficientemente inteligentes como para no tomarse en serio:
 serán apreciados por quienes los rodean.

Bienaventurado eres Tú si sabes mirar seriamente las pequeñas
y pacíficamente las cosas serias:
irás lejos en la vida.

Bendito eres Tú si sabes admirar una sonrisa y olvidar una mueca:
La ruta será soleada.

Bienaventurado serás si eres capaz de interpretar siempre favorablemente actitudes de los demás,
aunque las apariencias sean contrarias:
pasarás como ingenuo, pero la caridad es el precio.

Bienaventurados los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar:
evitarán muchas cosas tontas.

Bienaventurados los que están atentos a la llamada de los demás, sin sentirse indispensables:
¡serán sembradores de alegría!

Bienaventurados los que saben tramar una sonrisa allí donde la palabra no pasa:
evitarán muchos malentendidos.

Bienaventurados los que se abstienen de juzgar:
pues su propia mirada tomará la dulzura de la miel.

Dichosos vosotros si sabéis callar y sonreír incluso cuando se corta la palabra, cuando
os contradigan o caminéis a pie:
el Evangelio comienza a penetrar en vuestro corazón.

Dichosos, sobre todo, los que sabéis reconocer al Señor en todos los que os encontráis:
habéis encontrado la verdadera luz, habéis encontrado la verdadera sabiduría.

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Según Joseph Follieten la web« Salésiens(nes) de Don Bosco »

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