Por ahora la investigación se centra en los símbolos de Facebook, aunque podría extenderse a las demás redes sociales, como a Twitter.

En Rusia ni los emoticonos se salvan de la persecución que el gobierno de Vladimir Putin tiene por los homosexuales, además de impedir la propaganda gay o los besos en público de las parejas del mismo sexo, ahora se “investigará” si estos símbolos lo promuevan a través de las redes sociales.

El Servicio Federal de Supervisión de Comunicaciones, Tecnologías de la Información y Medios de Comunicación será el encargado de investigar a los emoticones que “promuevan” a la homosexualidad, como aquellos donde personas del mismo sexo se besan.

El senador Mikhail Marchenko ha solicitado que se analice que dichos emoticones no violen la ley en contra de la propaganda homosexual emitida en 2013, la cual condena la difusión de información en favor de la homosexualidad dirigida a menores de edad y es castigada con multas y cárcel.

Hasta el momento la investigación se centra en los símbolos de la compañía de Mark Zuckerberg, sin embargo, no sería sorpresa que se extendiera a las demás redes sociales como Twitter.

Según Denis Davydov, líder de la Guardia Juvenil Rusa, se consultará a un psicólogo para determinar si los emojis son o no, una propaganda.

Cabe señalar que la legislación rusa permite que el Servicio Federal de Comunicaciones restrinja el acceso a sitios digitales que violen la ley por la promoción de la homosexualidad.

Fuente Agencias

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Un grupo denominado Liga de Internet Segura ha denunciado a los distribuidores de la película francesa La vida de Adèle por violar la ley contra la llamada “propaganda homosexual” a menores vigente en Rusia. La vida de Adèle, que narra una historia de amor entre dos mujeres, fue galardonada con la Palma de Oro del último Festival de Cannes.

Según, Denis Davydov, director ejecutivo de Liga de Internet Segura, la película francesa está “llena de escenas abiertamente pornográficas, que ocupan la mayor parte del tiempo en pantalla”, y se muestra especialmente preocupado porque uno de los personajes protagonistas sea menor de edad. “Dos mujeres se dedican al sexo lésbico”, resume Davydov, “y una de ellas es una niña de 15 años. El hecho de que la actriz que la interpreta sea mayor de 18 años no importa. Podría tener 40. El público la ve como una menor”, concluye.

La película relata la pasión amorosa entre dos jóvenes mujeres, y en especial el despertar al sexo y la maduración afectiva de la más joven de ellas, interpretada por una Adèle Exarchopoulos que fue objeto de encendidos elogios. Se trata de una adaptación de la novela gráfica El azul es un color cálido, de Julie Maroh.

Además del premio recibido en el festival de cine francés, La vida de Adèle fue elegida como mejor película por el público asistente al Festival Internacional de Cine LGTB Bok-O-Bok de San Petersburgo, que sufrió continuadas amenazas por parte de grupos homófobos en su última edición.

La Liga de Internet Segura pretende que la Fiscalía prohíba la exhibición de la película en territorio ruso, así como que tome medidas punibles contra sus distribuidores.

Fuente Dosmanzanas

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