Relacionan el acoso infantil a LGTB con el desarrollo de patologías mentales
Las personas del colectivo LGTB que sufren acoso reiterado durante su infancia y adolescencia a causa de su orientación sexual o identidad de género son más propensas a desarrollar a lo largo su vida patologías mentales como la depresión severa y el trastorno de estrés post-traumático.
Aunque las generaciones más jóvenes han conseguido avanzar enormemente en el respeto a la diversidad en su entorno, la actualidad nos devuelve a la dolorosa realidad al registrar los repetidos casos de acoso homo, les, bi y transfóbico a cada vez más tempranas edades.
Ser objetivo de la discriminación, el acoso y la violencia por ser joven y LGTB está mucho más a la orden del día de lo que aparece en los medios de comunicación, una lacra social que atenta contra la seguridad de cerca de un tercio de adolescentes LGTB, y que por lo general impacta no sólo en su presente, sino también su futuro.
Tal y como afirma el reciente estudio de la Northwestern University de Illinois -EEUU- dirigido por el Prof. Brian Mustanski, vivir situaciones de LGTBfobia de manera repetida durante la infancia y adolescencia conduce a problemas de salud mental serios, como la depresión severa y el trastorno de estrés post-traumático.
Y si la situación ha mejorado de manera sostenida para la mayoría de jóvenes LGTB gracias al reconocimiento de los derechos igualitarios, todavía existe un sector de adolescentes que sufren el acoso de una manera más intensa, y que se convierten en principales dianas de estas patologías.
El estudio evaluó las respuestas de 248 jóvenes LGBT de la ciudad de Chicago desde 2007, y aunque la mayoría -84,6%- experimentó cierta disminución de los niveles de acoso durante el tiempo de la investigación, el 10,3 % experimentó un aumento significativo en la intimidación, y 5,1% experimentó un alto y consistente incremento de esta indefendible conducta.
La principal diferencia entre el estudio dirigido por el Profesor Mustanski y otros similares reside en que el recientemente presentado pone el foco en el análisis del acoso continuado y recurrente durante un periodo largo de tiempo, mientras que otros estudios lo han valorado de manera puntual.
Al tener en cuenta el crecimiento acumulativo del acoso, la investigación afirma que la depresión en los y las adolescentes y el trastorno de estrés postraumático se intensifican cuando las agresiones son tienen un caracter continuado en el tiempo.
En sus conclusiones, el equipo investigador también defiende que hay que tener en cuenta que la mayoría de jóvenes LGTB se enfrentan al acoso con buenas herramientas como la resiliencia, pero también que un significativo número de jóvenes todavía corren el peligro de convertirse en ”víctimas crónicas”, por lo que reclama soluciones urgentes.
Con los resultados del estudio, Mustanski espera que las escuelas comiencen a identificar los patrones de acoso LGTB e intervengan con programas de prevención específicos para su abordaje.
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