Inicio > Biblia, Espiritualidad > “La esperanza viene en los Hechos”, por José Mª Otalora

“La esperanza viene en los Hechos”, por José Mª Otalora

Jueves, 16 de febrero de 2023

ApostolesDe su blog Punto de Encuentro:

Leyendo Hechos de los Apóstoles, podemos refrescar algunas claves para este desnortado tiempo, y hacerlo en torno a la primacía del Espíritu a la luz de las primeras comunidades cristianas y de cómo daban razón de la Buena Noticia en el incipiente movimiento organizado llamado Iglesia.

El evangelista Lucas escribe este texto cuando los fariseos comienzan a excluir a los cristianos de origen judío de las sinagogas. Lo mejor del libro es que la experiencia de Jesús resucitado ha traído un gran gozo a sus seguidores. Es un paralelismo con el gozo que tuvo Jesús en vida, volcado en implantar el Reino como la invitación a quienes venimos detrás en medio de las dificultades. Se ve mejor en forma de decálogo:

1 – Esa actitud liberadora ejemplar les trae problemas, pero sin que por ello dejan de actuar como lo hizo su Maestro. Irradian convicción y alegría provocando con su mensaje una esperanza y que nadie quede indiferente, algo que inunda toda la narración, como queriendo contagiar a todos los que seguimos sus pasos.

2 – Con su autoridad -que no poder- logran que muchos se conviertan en seguidores de Cristo, ofreciendo a todos el plan de Dios, como hizo Jesús, sin atender a purezas legales ni a la consideración de excluidos o pecadores oficiales, y desde una disponibilidad plena.

3 – Jesús no escoge a los mejores según el criterio humano. Resulta chocante que no elije a sacerdotes doctos en la Ley o ilustres levitas y fariseos. Incluso la elección de los Doce precede a la de un fariseo enemigo de cristianos para convertirlo en el más destacado misionero; se llama Saulo, conocido por sus persecuciones a cristianos con el permiso de las autoridades judías.

4 – Los apóstoles no se centran en condenar sino en salvar. Hablan de que mataron a Jesús por ignorancia y no se ensañan contra los que urdieron las infamias para colgarle en una cruz. No realizan cruzadas contra los que estuvieron involucrados en la muerte de Jesús, a pesar de que pendía sobre ellos un fin similar al de su Maestro.

5 – Pero cuando los apóstoles son acusados, también se convierten en testigos dando razón de su fe ante el Sanedrín y dejando a las autoridades judías religiosas en evidencia. Si se hubiesen dedicado a vivir su fe con un poco de diplomacia, las autoridades judías les hubiesen ofrecido una especie de pacto de no agresión para salvar sus vidas a cambio de no socavar el prestigio de aquellas autoridades protegidas bajo el poder teocrático.

ABF3861D-98B7-40CA-AA6C-58A0A38F5442

6 – En Hechos, Lucas muestra que la vida incipiente de la Iglesia giraba en torno al Cristo viviente, resucitado; y se apoya en dos pilares: a) La celebración de la fe como encuentro alegre de los hombres y mujeres que necesitan alabar y agradecer los dones de Dios. Era la fiesta que alienta el Espíritu más que una obligación ritual. b) El servicio a los pobres como actitud preferente a la manera de Jesús, característica propia de aquellos primeros cristianos.

7 – La Iglesia ha de tomar partido por la vida y comprometerse a minorar todo tipo de injusticia y muerte. En este sentido, me parece necesaria una revisión del actual estilo de nuestras comunidades para volver al principio de todo, a dejarnos amar por Dios como nos recuerda la primera carta de Juan; a dar y aceptar el amor de los otros -empezando por el de Dios- para aprender a amar. Nos examinarán del amor que hayamos puesto, no de otras cosas.

8 – La sinodalidad va precisamente de esto: de ir caminando juntos y escuchándonos entre diferentes en fraterna comunidad. Si la Iglesia se vuelve aburrida y monótona en su testimonio, temerosa de perder su poder mundano que nunca debió tener, es inconsecuente o se crispa ante quienes no piensan como ella, necesita volver urgentemente a la audacia esperanzada del libro de los Hechos y a las cartas de los apóstoles, sin hacer cálculos sobre las consecuencias de humanizar la vida a su alrededor.

9 – Entonces, ¿para qué la Ley de Moisés?, se pregunta el apóstol. Y él mismo se responde diciendo que la función esencial de la Ley no consiste en salvar, sino en llevarla a la práctica con el ejemplo, evangelizando. Que ella no salva -sólo es un medio-. Lo que salva es la promesa hecha realidad en la persona de Jesucristo. Si cumplimos la Ley como un fin estamos muy cerca de aquellos escribas y fariseos.

10 – Claro que la Iglesia estuvo en peligro de dividirse en más de una ocasión, y de hecho, eso  ocurrió más tarde. Pero somos el Plan de Dios, no nuestro plan, unidos en lo esencial, orando juntos, trabajando por derribar las exclusiones injustas y celebrando también unidos hasta provocar ese “mirad como se aman” cuando celebramos la vida de verdad.

Biblia, Espiritualidad ,

Comentarios cerrados.

Recordatorio

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Yo, por supuesto, a petición de los autores, eliminaré el contenido en cuestión inmediatamente o añadiré un enlace. Este sitio es gratuito y no genera ingresos.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un lugar de entretenimiento. La información puede contener errores e imprecisiones.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.