En más de una ocasión os hemos hablado de los peligros del dating gay a través de los chats de contacto. En Pakistán un asesino en serie estaba sembrando el pánico en la comunidad homosexual de la ciudad de Lahore. Tras ser detenido la semana pasada, confesó que había matado a tres hombres con los que había quedado a través de un popular sitio web de citas. Se trata de Muhammed Ejaz, un paramédico de 28 años de edad y padre de dos hijos, que aprovechaba sus conocimientos en medicina para sedar a sus víctimas y, luego, les rompía el cuello. Las investigaciones apuntan a que tenía relaciones sexuales con ellos antes de asesinarles. Activistas gays temen que Ejad pueda ser visto como un héroe en una sociedad conservadora islámica donde la homosexualidad es estigmatizada y la sodomía se castiga con hasta 10 años de cárcel.

Ejaz ha declarado ante las autoridades policiales que mataba a los hombres gays para que dejaran, según sus palabras, de ‘propagar el mal’. Las primeras pesquisas le señalan como autor de los crímenes ya que todas las víctimas tenían su número en sus respectivas agendas de contactos en los móviles.

Los homicidios tuvieron lugar entre marzo y abril, según el oficial de policía Asad Sarfraz, quien dirigió la investigación. Uno de los hombres a los que asesinó a sangre fría era un ex militar jubilado del ejército, mientras que los otros dos rondaban la veintena. Ejaz habría matado de nuevo si la policía no hubiera usado a la cuarta víctima potencial como reclamo para cazarlo y detener su macabra acción. Ejaz mantiene que es heterosexual pero la policía dice que había tenido sexo con su cuarta víctima, por lo menos, una vez antes de ser detenido.

Ejaz ha dicho a la prensa que estaba preocupado porque su ciudad, Lahore, estaba siendo ‘invadida por homosexuales’ así que decidió actuar. Buscaba a los hombres en un chat de citas gays y quedaba con ellos por teléfono: “Los gays están en todas partes, en Lahore. Ellos están extendiendo el mal y la transmisión de enfermedades. No pueden controlarse a sí mismos”, confesaba Ejaz a la prensa.

Este asesino en serie ha comentado a la prensa que su odio hacia los homosexuales viene de la infancia. Cuando tenía 10 años era acosado por un niño mayor que él: ‘Les he odiado desde lo que me pasó’, confesó Ejaz a AFP.

Aunque considera que su motivación era justa, había llegado a tener remordimientos: ‘Mi camino estaba equivocado. Es trágico para las familias que han perdido a sus familiares pero es que estaban propagando el mal en la sociedad y tuve que pararlo. Quería avisarles que se mantenga alejado de este mal”, aseguró el asesino confeso.

El caso ha llegado a tener una trascendencia vital para una comunidad gay paquistaní que, a menudo, tienen miedo de confesar su orientación hasta a sus propias familias y en ausencia de lugares de ambiente dependen de Internet y de las aplicaciones móviles para conseguir citas clandestinas.

La pedofilia y la homosexualidad a menudo se confunden en Pakistán y los más conservadores piensan que erradicar a los gays significa acabar con el maltrato infantil. Los que se mueven por el ambiente underground de Lahore aseguran que Ejaz era un miembro sexualmente activo de la comunidad gay desde hace varios meses. Ahora la preocupación es el ‘efecto llamada’ que inspire a otros radicales homófobos a hacer lo mismo.

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