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La casa de mis hermanos y amigos

(4 mensajes)
  1. Bernardo Yoel
    Miembro

    Toda la mañana llevo pensando en la casa prestada de mis amigos, que no es nada grande;
    la casa es pequeña.

    En la casa prestada de mis amigos ha habido mucha alegría, sana alegría.

    A todos ayudan y sus obras no tienen doblez, son rectas, no quieren mal a nadie.

    Siempre encontraran algunos que no los querrá;
    les cerraran la puerta. Los humildes lloraran su ausencia.

    Mis amigos conocen bien al Profeta de Nazaret y lo aman,
    anuncian su "buena noticia".

    Mis amigos se han encontrado con Jordi que los lleva de la mano,
    Jordi no abandona a nadie, Jordi es mensajero predilecto del Profeta de Nazaret.

    Por mi parte muchas gracias Jordi y a vosotros P. Abad, tantos años caminando juntos por los marginados. Dorian: no nos ha hecho falta mucho tiempo para sintonizar y que el afecto brote a borbotónes...tus llamadas son paternales y consoladoras.

    A más a más de felicitaros pongo mi ministerio diaconal a vuestro servicio.

    Bernardo YOEL c.g. Valencia.España

    Publicado hace 8 años #
  2. Mi hermano...

    Con mi bendición, un abrazo
    D.G.;Zaragoza

    Publicado hace 8 años #
  3. Hermano y maestro... Cuánto he aprendido de tí en estos años. Cuánta alegría me has regalado, qué cerca has estado hoy de nosotros...

    Bendigo a Dios por tu fraterna amistad

    Mudejarillo
    País Vasco

    Publicado hace 8 años #
  4. A punto de irme a pasar unos días a mi monasterio de Batuecas no quiero dejar de poner unas letras.

    Lo vivido ayer ha sido una experiencia del Espíritu. Allí reunidos en su nombre se hacía presente Jesús en medio. Cada uno de su padre y madre, pero el sentimiento común de ser y hacer la Iglesia de Jesús, el anticipo del Reino que esperamos.

    No soy yo muy dado a sentimientos espirituales, como buen hijo de Juan de la Cruz, pero algo prendió ayer en mi corazón. Sí ayer descendió el Espíritu, no sólo sobre los ordenados, sino también en este pobre corazón. Nuevas ansias, o más bien recuperar el fuego que un día me llevó a romper con ideales y amores por la causa del Profeta de Nazaret.

    Gracias a todos los que habéis hecho posible lo sucedido ayer. Es el comienzo de una historia que no sabemos donde acabará, o quizá sí, como decía nuestro obispo, tendrá el final que tuvo el Profeta de Nazaret, si es que vivimos lo que el vivió.

    Fray Bernardo, muy presente en todo momento, pone su diaconado al servicio; el hermano pone también lo que ha recibido que es el carisma carmelitano contemplativo.

    Estos días en la soledad de la ermita os tendré muy presentes. Que el fuego que se encendió ayer no se apague, sino que encienda más y más corazones.

    El hermano.

    Publicado hace 8 años #

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