Señor, tú has sido admirable conmigo, durante toda la vida;
en adelante no me abandonarás: lo sé,
aunque no tengo derecho alguno ante ti.
No me dejes seguir mi camino sin pensar en ti.
Haz que todo lo examine ante ti,
que busque tu voluntad en cada decisión
y tu bendición en cada acción.
A ti me entrego totalmente.
Un abrazo
D.G.;Zaragoza