Sue Bird es una de las mejores jugadoras de baloncesto del mundo. Figura reconocida de la WNBA, ha sido hasta cuatro veces campeona olímpica con la selección de Estados Unidos. Con 36 años tiene la vida profesional que siempre soñó y una brillante carrera deportiva que sigue adelante. Ahora además, la de Nueva York ha querido sincerarse con la prensa y todos sus seguidores.

El carácter reservado de Sue no es ningún secreto. Desde que se le conociese como deportista su vida privada siempre estaba en un segundo plano. Una entrevista en ESPN ha servido para tantear a la estrella un poco más de cerca dónde, entre muchas otras cosas, habla sobre su homosexualidad y la relación que mantiene con la futbolista Megan Rapinoe.

La jugadora sabe de su lesbianismo desde la universidad. Como estrella del deporte pensó en dar el paso hace unos años pero tampoco vió el momento. La relación que mantiene con Megan Rapinoe, jugadora de fútbol profesional, le ha servido para comunicarlo a los medios: “Sucede cuando sucede y cuando uno se siente bien. Algunas personas creen que debería haberlo hecho antes, pero no era lo correcto para mi” relató en la entrevista.

“Soy gay. Megan es mi novia. No es ningún secreto para la gente que me conoce y no siento como que no estuviera viviendo mi vida. Creo que la gente asume que si no hablo de ello me estoy escondiendo como si tuviese algo que ocultar. Nunca fue mi caso” añadió Sue.

Rapinoe es abiertamente lesbiana y no ha ocultado su sexualidad para la prensa desde el principio. Muchas fuentes aseguran que Sue, de alguna forma, se ha visto influenciada por la libertad de su pareja. En cualquier caso, con la sexualidad de la estrella vemos como poco a poco la visibilidad es mucho más grande.

Fuente Actualidad LGTBI

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Candice Wiggins: “Sufrí acoso en la WNBA por ser heterosexual, el 98% de las jugadoras de allí son lesbianas”

Candice Wiggins dejó el baloncesto hace casi un año tras ocho temporadas en la NBA femenina.

Supongamos que por un casual no eres un varón blanco cishetero y que por tanto, no has disfrutado de sus privilegios adquiridos de forma inherente. Son cosas que pasan: la sociedad ha sido creada por y para ellos. Probablemente habrás sufrido algún tipo de discriminación e injusticia, mayor o menor, a lo largo de tu vida. ¿Pero qué pasa cuando comienzas a alzar la voz y reclamar una sociedad más justa y que respete la diversidad? Que los sectores del establishment se siente atacados y comienzan a denunciar cosas absurdas. ¿La última de todas? La heterofobia.

Seguro que en las redes sociales ya has leído a algun ignorante usar este término, pero esta vez ha sido la estrella de la WNBA – la NBA en su versión femenina – Candice Wiggins la que ha asegurado haberla sufrido durante su carrera porque el 98% de las jugadoras de basket profesionales son lesbianas. El porcentaje lo ha dicho ella, pero ya sabéis que inventarse los porcentajes para respaldar un argumento siempre aporta un je ne sais quoi que le da más empaque.

Candice Wiggins ya ha colgado las botas, pero antes jugó en la élite durante ocho temporadas para los Minnesota Lynx, Tulsa Shock, Los Angeles Sparks y New York Liberty equipo en el que puso fin a su carrera, donde según sus propias palabras sufrió bullying por ser heterosexual. Precisamente fue esa cultura “tóxica” (sic) la que le hizo retirarse. Abandonó el deporte por la presión que, según ella, se ejerce sobre las jugadoras en una Liga que define como de “supervivencia”. “No fue como si mis sueños se hicieran realidad, sino todo lo contrario. Hay un estado depresivo en la WNBA. No genera interés. Cada vez está más devaluada. Se hace cada vez más difícil. No me gustaba la cultura interna y aunque no puedo decir mucho más, era tóxica para mí. Mi alma se estaba rompiendo”, comentó al San Diego Union Tribune la exjugador del Ros Casares.

Su situación, según ella, era complicada desde el principio por su heterosexualidad. En su entrevista al San Diego Union Tribune declara:

No me gustaba la cultura que había en la WNBA, y sin querer dar muchos detalles, era tóxica para mi. Ser hetero abiertamente fue todo un hito en ese entorno. Diría que el 98% de las personas de la WNBA son lesbianas, y ellas aplican sus propias normas de juego. Había muchos celos y competitividad… y mi forma de jugar y competir generaba tensión. Me intentaban perjudicar todo el tiempo. Me afectó tanto que aunque quise estar otras dos temporadas más, lo dejé. (…) El estado actual de la WNBA es deprimente, nadie la ve, se ha devaluado. La gente de manera deliberada intentaba herirme constantemente. Nunca en mi vida me habían llamado puta tantas veces como en mi temporada de rookie. Hizo que cayera al suelo varias veces. El mensaje era: queremos que sepas que no nos gustas”.

Tras esos comentarios, varias jugadoras de la Liga norteamericana contestaron a Wiggins a través de la ESPN. “Nunca he visto el tipo de acoso que describe Candice en la entrevista. No significa que no haya sucedido, pero estoy orgullosa de formar parte de una liga que apoya la inclusión y acepta a todas las jugadoras sin importar su raza, religión o sexualidad. Somos una familia hecha de jugadora que amamos y respetemos el baloncesto”, declaró Monique Currie, jugadora con 11 años de experiencia en la WNBA.

No fue la única. “Nunca he vivido ni he visto que hayan acosado a otras compañera. No creo desacreditar su vivencia, en el caso de que se haya sentido así. Pero que nadie en la WNBA se preocupa y que el 98% de las jugadoras son lesbianas es completamente falso. Para mí es difícil darle credibilidad a esas declaraciones cuando los hechos son falsos”, aseguró Ticha Penicheiro, máxima asistente de siempre en el campeonato.

Posteriormente, y ante las reacciones desatadas, Wiggins aclaró ese porcentaje del 98%: “Era mi manera de ilustrar el aislamiento que sentía personalmente. Me sentí como el 2 por ciento frente al 98 por ciento”.

Actualmente Wiggins está escribiendo sus memorias tituladas Los diarios de la WNBA para dar a conocer ese mundo que en su día fue un sueño pero que terminó en pesadilla. “No trato de aplastar sueños o aspiraciones de nadie que quiera jugar en la WNBA. Quiero que todo vaya bien, pero al mismo tiempo es importante que sea honesta en mis reflexiones”.

Fuente PinkNews, vía AmbienteG/Cáscara amarga

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En España, el béisbol no es precisamente el deporte con más seguidores; sin embargo, el nombre de Yogi Berra ha llegado a ser conocido especialmente por luchar activamente contra la discriminación a las minorías sexuales en el mundo deportivo.

El pasado 22 de septiembre, el catcher, de nombre original Lawrence Peter Berra, fallecía a la edad de 90 años tras haber aprovechado su vida desarrollándose en múltiples facetas, como por ejemplo su lucha contra la homofobia y la transfobia en el mundo del deporte.

En el panorama deportivo, la mayor parte de su trayectoria profesional la hizo de la mano de los New York Yankees. Sin considerarse tampoco una de las mayores eminencias del mundo del béisbol, sí que obtuvo importantes logros, entre los que están las diez series mundiales que ganó con los Bombarderos del Bronx, lo que lo convirtió en el jugador que más títulos posee en la historia de la competición. También ha sido considerado en tres ocasiones el Jugador Más Valioso de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB). Como dato curioso, cabe mencionar que el deporte ha marcado su vida hasta el punto de morir en la misma fecha en que debutó en las Grandes Ligas, justo 69 años después de aquel momento.

La participación de Yogi Berra dentro de los New York Yankees siempre fue muy significativa para sus compañeros, y de hecho, en el encuentro contra Toronto Blue Jays el pasado 24 de septiembre, los actuales Yankees le rindieron un pequeño homenaje luciendo en la manga de su uniforme de visitantes el número 8, que es el que le correspondió como catcher en su momento. Como comentó Brett Gardner, el jardinero del equipo, siempre han tenido en consideración lo que Berra opinase: “Yogi desempeñó probablemente un papel tan grande como el de cualquier otra persona en la organización de los Yanquis para hacer de ésta lo que es hoy. Sé que si podemos jugar bien, no sólo hoy sino en lo que resta de la temporada, y si podemos alcanzar algunas de las metas que buscamos, él estará orgulloso”. De momento, su situación en las clasificaciones de liga americana de béisbol (cuarto lugar) les otorgan posibilidades de éxito con unas cuotas de 8.00.

Ganarse el cariño de sus compañeros es algo que le ha salido siempre natural. Ya en 1947, el apoyo brindado a Larry Doby de Paterson, quien terminó siendo el primer jugador negro dentro de la Liga Americana, convirtió a este en un gran amigo que, ocho años después, terminó además por ser su compañero dentro de los Yankees. Pero su labor por la integración social de los diferentes colectivos en el sector deportivo llegó a su punto álgido en el año 2013, cuando Berra pasa a formar parte de la fundación Athlete Ally como embajador y socio. Su lema dentro de la organización reza “Respetar el juego, respetar a los demás, que es lo que siempre he aprendido en los deportes. Cualquiera que sea de fondo o lo que seas, no importa tratar a todos por igual, así es como debe ser…”.

La colaboración de Yogi Berra con Athlete Ally comenzó con una exposición dentro de su Museo y Centro de Aprendizaje en Little Falls, Nueva Jersey, que se inauguró en el mes de Junio del año 2013, y cuyo nombre fue “Championing Respect”. La colección abarcaba momentos desde la inclusión de Jackie Robinson superando las barreras debidas a su color hasta los atletas actuales que viven abiertamente su homosexualidad.

Para aquellos que no conocen Athlete Ally, su misión es “educar y activar las comunidades deportivas para que ejerzan su liderazgo para defender la igualdad LGBT. Fundada en 2012, Athlete Ally ha trabajado con la NBA, WNBA, y MLB en materia de respeto y la inclusión; también ha liderado la campaña Principio 6, que convencióal ComitéOlímpico Internacional para incluir la orientación sexual en la cláusula de no discriminación de la Carta Olímpica; y cuenta con más de 130 universitarios, profesionales y atletas olímpicos entre sus embajadores dedicados y activos. Ya se han unido a este movimiento más de 22000 personas, aparte de los más de cien embajadores. Toda la información se encuentra en la web de la Fundación.

Fuente Cáscara amarga

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