Los fariseos defienden la ley, Jesús prefiere hacer el bien. Este dilema está presente en la humanidad desde siempre. Ciertamente la ley es necesaria para el bien común, para que reine el orden. Pero este es el quid de la cuestión: el objetivo de la ley es el bien de todos; pero llega un momento en el que la ley se considera la fundamental y nos olvidamos de su objetivo: el bien de todos.
Jesús nos señala claramente, que hacer el bien está por encima de la ley. Esto, como a Él, nos causará problemas. Es más cómodo atenerse siempre a la ley.
YOEL.
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. No nos engañemos a nosotros mismos. Aceptemos nuestra realidad.
. Anunciar el Evangelio y la obsesión por acumular bienes. ES pretender que un camello pase por el ojal de una aguja.
. Muchos obispos y prelados ocupan más tiempo hablando del demonio que anunciando a Jesucristo.
. No se tiene respeto y confianza porque tienen poder, sino por que lo merecen.