Jesús habla del Reino con la parábola del "novio". El Reino se va construyendo día a día, a través de nuestras lámparas "ardientes" cuyo "aceite" son el amor, la verdad y la fe, que ofrecemos a Dios y a nuestros prójimos.
El no conoce el día ni la hora hace imprevisto "el final" y además con esa sensación de retraso nos invita a la vigilancia. Frecuentemente no somos conscientes de la venida diaria del Señor que es la que nos prepara para ese "final".
YOEL
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. Me apena verlos dentro de la "burbuja" por mantener la mitra.
. El miedo a ser uno mismo, es un obstáculo para la libertad interior.
. No temas AMAR, supero miedos y prejuicios.
josemria
Todos somos invitados a pasar a la "sala de bodas", pero tenemos que llevar aceite.
Esta fiesta sucede en los pequeños encuentros con el Señor.