Cuaresma es tiempo de renovación, un itinerario de penitencia. Es tiempo de ayuno. Un ayuno que debe ser más profundo que el ayuno físico. Es tiempo de desprendernos de todo lo inútil.
Es un tiempo para compartir.
Es tiempo de limosna. No se trata de dar lo que nos sobra. Tampoco es tiempo de colocarnos por encima del que no tiene, para dar. Se trata de ponernos al mismo nivel del que no tienen y compartir algo de lo nuestro. Es comprometer nuestra vida con la justicia social.
Es tiempo de oración. No tanto de repetir fórmulas, como de sentarnos en silencio en su presencia.
Sentirlo en nuestro interior. Simplemente estar.
Vivir la cuaresma nos permitirá renovar nuestros compromisos bautismales.
Fortalecernos en el seguimiento de Jesús. Ser cada día más discípulos.
YOEL.
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. Conocemos santos sin altares que se dejaron y se dejan moldear por Dios.
. Optar por Cristo, es pasarse al bando de los pobres ,marginados, los que no quiere nadie, los que no tienen amigos...
josepmaria.
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