Un joven vino a pedirle consejo al Abad Ferran. Todos me ningunean. ¡Era tan poca cosa! Si había que trabajar en equipo, nadie lo quería en su grupo. En los debates no le daban la palabra o pasaban de alto sus sugerencias. Nadie le escuchaba. Cuando escogían los equipos de deportes, siempre era el último en ser elegido. Era realmente un Don Nadie.
- El Abad lo tomo de la mano y lo llevó junto a la Abadía. Allí, entre las rocas, brotaba un hilillo de agua. Era tan débil, que no se podía denominar ni manantial, ni fuente, ni...nada. Era eso; un simple hilillo de agua. Más abajo el Abad había formado una pequeña represa donde recogía el agua de aquel humilde hilillo. Con ella regaba un pequeño huerto.
-¿Ves? Este hilillo de agua pensó mucho tiempo que no servía para nada y su escasa agua se perdía. Yo le hice ver que lo necesitaba. Y en su humildad, no sólo sacia la sed, sino que es capaz de hacer vivir verduras que nos alimentan.
. El Abad miró al horizonte y, dulcemente, dijo al muchacho.
- Anda vete. Tú eres como ese hilillo de agua. En tu humildad nadie te valora, pero con constancia, lograrás grandes cosas. Pon tu sencillez al servicio de los otros y verás como llegan a considerarte imprescindible...Y no lo dudes...hay alguien que te necesita.
Y el muchacho regresó animado a la ciudad.
YOEL. Felicidades Santo Padre por sus 84 años de vida "tranquila, religiosa, fecunda y gozosa"
-----------------Comentan unas personas-----------------------------------
.Dios llena nuestros vacíos si no nos obsesionamos nosotros en rellenarlos con "regalitos"
.Jesús cabe en cualquier establo, en cualquier pesebre en el seno de cualquier MADRE.
.La esperanza, mejora mi paz interior.
josepmaría