… convencidos de que Dios nos llamaba para
anunciar allí el Evangelio.
Hch 18, 1-10
Sé, Dios mío, que cuentas conmigo para vivir tu Evangelio.
Hazme receptivo a los signos que me envías.
Enséñame a percibir, en las fragilidades de mis hermanos, tu voz que me envía a ellos en tu nombre.
Permanece conmigo para que las palabras que digo, los gestos que hago, los silencios que comparto, sean transparencia creíble de tu ternura.
Un saludo