PRACTICAS CUARESMALES
Las tres prácticas cuaresmales: oración, ayuno y limosna.
El ayuno: Uno de los mandamientos de la Iglesia es el de abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia, o lo que es los mismo: hacer ayuno y abstinencia el miércoles y de ceniza y el Viernes Santo y ayuno todos los viernes de cuaresma.
Yo hoy he comido pollo al curry; ayer me pasé por la pescadería y el pescado, hasta el congelado, tiene un precio prohibitivo. Yo lo como tres veces por semana por prescripción médica. Lo que come la gente es pollo, pavo, alguna vez ternera, carne picada, en una palabra carnes que no son excesivamente caras y de vez en cuando pescado.
Hago esta mención porque el ayuno y la abstinencia no está en comer carne o pescado. El ayuno esta en privarse de aquello que nos hace daño o hacer algo que nos hace bien con la finalidad de educar nuestro cuerpo , que a veces es indómito, y eliminar aquellos obstáculos que nacen de nosotros mismos que nos impiden acercarnos a Dios y a los demás, y como he dicho antes esas tendencias debemos educarlas con el fin de que nos faciliten amar. El vacío de los ritos de ayunos lo denuncian los salmos cuando dicen aquello “ Este pueblo me honra con los labios y no con el corazón,no quiero sacrificios y holocaustos, un corazón quebrantado y humillado es lo que yo quiero”. El pueblo de Israel ayunaba, hasta se revolcaban en cenizas como señal de penitencia, hecho que Jesús denuncia , y se opone frontalmente a esa moral farisaica cuando pone en evidencia los ritos propios de la ley que son estériles y que conducen a la hipocresía; o cuando dice que el sábado está hecho para el hombre y no el hombre para el sábado. En mi experiencia docente he visto la necesidad de disciplina, el alumno que se educa, que cumple con horario, que se esfuerza y no se deja llevar “por el me apetece” es el que consigue hacer algo y aprovechar la oportunidad que se le da para adquirir una formación. Lo mismo nosotros debemos educarnos, privarnos, renunciar a nosotros mismos en aquellas pequeñas cosas que nos alejan de Dios y de los demás. Debemos no solo renunciar sino hacer aquellas cosas que educan nuestra voluntad; en mi caso andar siempre que pueda dos horas y beberme tres litros de agua diarios para mantener a raya mi diabetes y retrasar lo mas posible la insulina. No quejarme cuando se me disparan las cifras sin causas justificadas y solidarizarme con todos los enfermos y sufrientes; y además dar gracias a Dios porque soy un privilegiado. Que me dejen en paz de pescado, que es una práctica obsoleta que no tiene sentido.
La oración: El cristiano siempre tiene que orar y más en este tiempo de cuaresma. En nuestro ajetreo diario debemos dejar espacios para la oración, para la adoración, de desierto que nos acerque al misterio de Dios Amor y a la solidaridad con los que nos rodean, cultivando la amistad con Dios y el servicio a la sociedad mediante nuestro trabajo. Haciendo de nuestra vida una oración. Ahora he puesto una varilla de incienso como signo de ofrecimiento de mi vida. La oración a veces es sequedad. En unas de mis vacaciones en Fuerteventura y en el Cabo de Gata en Almería se palpa la experiencia de desierto. Decía Unamuno de Fuerteventura esta tierra que sangra, pero que de sus surcos nace vida o lo que dicen los Majoreros Fuerteventura es la isla en la que cuando llegas te dan ganas de llorar, pero cuanto te vas lloras porque no te quieres ir. El desierto te embriaga, te posee, ves patente como de la aridez nace vida. Así son nuestras experiencias de sequedad, de aridez espiritual, cuando más seco te encuentras por dentro Dios se hace más patente y el encuentro con los demás necesario. De esta experiencia de soledad nace agua, agua fresca que hace que en uno mismo crezca la vida.
La limosna. Me dijo una Hija de la Caridad hace muchos años no deis limosna en la calle porque lo que estáis es fomentando las mafias de la mendicidad. Si dais limosna darlo a través de entidades u organizaciones que lo canalicen. No vamos a considerar la limosna como me dijo uno que se daba para la salvación de nuestra alma. La limosna tiene que ser un gesto que nos acerque a los demás, es decir un símbolo que represente nuestra generosidad, es decir con la limosna la iglesia está haciendo alusión o queriéndonos invitar a que hagamos actos de renuncia de nuestro egoísmo para acercarnos más a los demás; especialmente al que más pobre sea, mas marginado, al que mas necesidad de afecto tenga y mas necesidades materiales. Por otra parte nos está exhortando a que el dinero, el ídolo de nuestro tiempo, no sea el motor de nuestra vida. Nos está invitando a desprendernos de lo que nos ata, y lo que más nos ata es el dinero y el afán de poder. Ahí es donde tenemos que incidir, en la humildad y en ser generosos. Esto se logra empezando por lo principal: tocarnos el bolsillo, que es lo que más nos escuece; y además que lo que hagamos tal y como Jesús nos dijo “Que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda”. Seamos más generosos y avancemos en una comunión profunda con aquellos que nos rodean y que forman parte de nuestra cotidianidad
Un abrazo
HILARIO