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¿No ardía nuestro corazón? (Lucas 24,13-35). Crónica de un encuentro en Zaragoza

(9 mensajes)
  1. Ciertamente, hermanos, ardía nuestro corazón en el encuentro, una vez más, con el grupo de Zaragoza... Ardía nuestro corazón y éramos conscientes de la presencia del Señor entre nosotros mientras compartíamos el pan de la Palabra, el vino de la fraternidad y al partir del Pan... Como los discípulos de Emaús, como tantos y tantos cristianos y cristianas que a lo largo de los tiempos se han reunido para hacer memoria del Viviente...

    El lunes llegaba a Zaragoza y, junto con Dorian, pude conocer el espacio en el que vive una comunidad contemplativa que ora por nosotros... Día de encuentro, de comida fraterna y de compartir ideas, inquietudes y prometedoras novedades que seguro enriquecerán al grupo y a quien les acoja... Todavía es pronto para hablar de ello, pero ya huele a primicia y a esperanza.

    Ayer, era el encuentro por la tarde... En casa de Dorian que nos acogió con las manos abiertas, como las primitivas iglesias domésticas de los primeros cristianos ("... partían el pan en las casas y comían juntos con alegría y sencillez de corazón". Hechos, 2, 46b) nos juntamos en torno a una mesa... No éramos muchos... ¿o sí? Allí estában Dorian, Irimego, Abdías, Alamo, luis manuel, Ignaciano, Mudejarillo, En Arjé, que hizo lo imposible por estar allí consiguiendo llegar a la bendición, y... fray Bernardo Yoel, en esa preciosa vela que alumbraba el camino... ¿sólo ellos?, no, ciertamente estaban allí tantos hermanos y hermanas que a lo ancho de todo el mundo entran en la página, leen las aportaciones del foro, escriben, oran y permanecen unidos en esta comunión que rebasa fronteras, confesiones, vidas y experiencias... Sí, en esa pequeña sala había un mundo y, sobre todo, estaba Él, El Viviente, el Señor resucitado que nos ha convocado a esta comunidad virtual, a este espacio de encuentro de creyentes LGTBI para dar testimonio del amor y de la ternura de Dios y para la denuncia profética de la Homofobia y de todas las fobias... Y eso, queridos hermanos, desde la infinita confianza en este Dios que nos salva y que traducían las lecturas que fueron proclamadas...

    Po eso, leíamos Isaías 50: 4-10: "El Señor me ha dado lengua de discípulo..." Siendo conscientes de que hemos sido convocados no para quedarnos en el calor del hogar, ni en las tiendas del Tabor, sino para descender de la montaña para consolar al afligido, para construir fraternidad, para ser profetas que denuncien la injusticia aún a riesgo del insulto y la persecución...porque confiamos en el Dios de la Vida. Respondíamos alegres con el Salmo 121 (120): "Levanto mis ojos a los montes, ¿de dónde me vendrá el auxilio?" Y lo confirmábamos con Romanos 8:35-39: siendo conscientes de que "nada ni nadie nos separará del amor de Dios..." ni jerarquías, ni prejuicios obsoletos...

    Terminamos la Palabra proclamando la Buena Noticia de Lucas 7,1-10: El relato de la Curación del siervo del Centurión, sintiéndonos agradecidos con las palabras de Jesús: "Os aseguro que ni aun en Israel he encontrado tanta fe como en este hombre". Un relato que nos hablaba de esa diversidad de vidas, experiencias personales, trayectorias vitales, confesiones religiosas, que poníamos sobre la mesa y en esa "homilía" compartida entre todos como eco de esa palabra que se hacía realidad en nuestras vidas...

    Pusimos sobre la mesa nuestras inquietudes, peticiones y deseos... allí estábais todos y todas transmitiéndonos vuestra vida y vuestra fuerza... por eso surgió el agradecimiento, largo, discutido, compartido, por tanto beneficio recibido...

    Tras esta auténtica Eucaristía, el ágape fraterno nos unió entre risas, anécdotas y retazos de vida... Una vez más Vida, Vida, Vida... Y al final, las despedidas...algunos nos quedábamos en Zaragoza, otros hacia sus respectivos pueblos... Y sin embago alegres, sabiendo que la puerta está abierta, que más pronto que tarde volveremos a encontrarnos y conscientes de que, si se demora, el Espíritu nos ha unido y nos une en un mismo camino, en una misma tarea.

    Ese era el sentido y significado de las minúsculas semillas de mostaza, venidas de tierra Santa, que Dorian nos fue entregando a cada uno tras la eucaristía... de nosotros depende que fructifique...

    Esta es mi experiencia que,seguro, completarán quienes allí estaban...

    Gracias hermanos por este encuentro, más bien, reencuentro...

    P.D.: Podéis ver algunas fotografías en la portada de la web

    https://www.cristianosgays.com/2014/09/03/no-ardia-nuestro-corazon-lucas-2413-35-cronica-de-un-encuentro-en-zaragoza/

    Publicado hace 9 años #
  2. Pocas cosas puedo añadir. aun estoy dando gracias a Dios por estas "jornadas mañas", por estar con los hermanos y poder aprender de todos y cada uno que la infinita bondad de Dios ha puesto a mi lado en este caminar. Y no olvidemos el grano de mostaza: pequeño pero llamado a ser grande para dar cobijo y sombra. Esa es nuestra vocación...

    Laus Deo. Un abrazo
    D.G.;Zaragoza

    Publicado hace 9 años #
  3. ABDIAS
    Miembro

    Leyendo y saboreando a pequeños bocados el libro Vida en Comunidad de Dietrich Bonhoeffer, regalo de un querido hermano añado:

    Que dulce y agradable es para los hermanos vivir juntos y en armonía(Salmos 133,1).

    Yo he de dar gracias a Dios por que me permitís ser parte de esta comunidad, sabiendo mis defectos y carencias.Como pecador que soy, el poder llamaros Hermanos en el señor (Flp1,14)para mí es uno de los mayores regalos que me han podido hacer en este caminar como cristiano.

    Solo os pido que abundemos en el amor fraterno, que abundemos en ello más y más (1 Tes 4,9-10)

    Gracias Dios padre.

    Paz y bien.

    Abdías

    Publicado hace 9 años #
  4. JJoan
    Miembro

    Muchas gracias por compartir con todos esta experiencia tan profunda. Un abrazo. JJoan

    Publicado hace 9 años #
  5. xune mountain
    Miembro

    Dios os bendiga! Qué alegría y qué bien. Abrazos a todos.

    Publicado hace 9 años #
  6. jose ruben
    Miembro

    Que alegría leer esto, más aún saber de esa bella experiencia, mi corazón salta de gusto. Gracias a Dios por cada uno de ustedes-

    Publicado hace 9 años #
  7. Ignaciano
    Miembro

    desde luego una alegría poder encontrarnos en una Eucaristía en Zaragoza un grupo de cristianos gays de Zaragoza y de otros lugares de España que hemos podido contactar a través de este foro y a su vez sentirnos acompañados por vosotros, que nos escribís estas líneas.

    Un abrazo

    Ignaciano-Zaragoza

    Publicado hace 9 años #
  8. En arje
    Moderador

    Para mí, ha sido una gran alegría contemplar cómo crece y vive una comunidad creyente abierta, que vive y ora con la mirada de Dios.

    Predicar que cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre y que nos tenemos que querer es una cosa, pero ver cómo se quieren las personas con sus diferencias es otra cosa. Aprender juntos que es mucho lo que nos une, que precisamente lo diferente no es motivo de exclusión, sino todo lo contrario: de enriquecimiento personal y colectivo. Y lo más significativo: ni tocan las campanas, ni van por obligación, ni porque toca; sino que surgieron por la necesidad y se reúnen porque disfrutan.

    Ojalá hubiese llegado antes del amén. No obstante, os tuve presentes en la Eucaristía que celebrábamos en otra comunidad a las 18:00, y durante el trayecto en coche a Zaragoza me sentía presente desde la oración y el deseo.

    Sois un testimonio creyente y vivo del cristianismo aragonés inclusivo. Posiblemente la primera comunidad. Rezo para que los que os buscan os encuentren.

    Me viene a la memoria esa frase de Isaías: "Algo nuevo está naciendo, ¿no lo notáis? (Is. 43, 19)

    Un abrazo

    Publicado hace 9 años #
  9. Alamo
    Miembro

    Lo notamos, en arje, lo notamos...

    Parece que he dicho una línea del guión de los goonies. jajajaja.

    Paz y Bien.

    Un abrazo.

    Alamo. Zaragoza.

    Publicado hace 9 años #

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