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Ha fallecido Benedicto XVI (Joseph Ratzinger)

Sábado, 31 de diciembre de 2022
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T
en compasión de mí, oh Dios,

conforme a tu gran amor;
conforme a tu inmensa ternura,
borra mis transgresiones.
Lávame a fondo de mi culpa
y límpiame de mi pecado.

*

Salmo 51:1-2

***

Desde este blog en el que tantas veces tuvo que aparecer por sus posiciones poco empáticas, por decir algo en estos momentos, acerca de las personas LGTBI+ para las que fue de una gran dureza, tanto siendo Ratzinger como Benedicto, nos unimos al pesar de nuestros hermanos y hermanas de la Iglesia Católica Romana ante el fallecimiento de quien fue su cabeza durante 7 años. Se definió a sí mismo como “un simple y humilde trabajador en la viña del Señor”. No se lo discutimos pero cuántas ovejas se perdieron o fueron expulsadas…

Que descanse en Paz, que el Señor de la Misericordia le de el descanso eterno…

+++

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El emérito falleció a las 9,34. El día 2 su cuerpo será venerado por los fieles en San Pedro

Muere Benedicto XVI, el Papa que se atrevió a renunciar

Muere Joseph Ratzinger, el Papa de hierro que se atrevió a renunciar al trono del Vaticano

Estos fueron los hitos del pontificado de Benedicto XVI

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Juan Antonio Estrada: “Ratzinger fue un teólogo abierto durante el Concilio y luego se convirtió en un tradicionalista que combatía ideas que había defendido antes”

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¿Encubrió Joseph Ratzinger a un cura pederasta en Munich?

Miércoles, 12 de enero de 2022
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124121CF-F40A-4092-B0B0-7F316C11F719El secretario del Papa emérito niega las acusaciones, publicadas por la prensa alemana

Tal y como publica ‘Die Zeit‘, un decreto de un tribunal eclesiástico de Múnich de 2016 incrimina a Benedicto XVI por su gestión de los casos de abusos. El documento muestra que en 1980, como arzobispo de Múnich y Freising, Ratzinger había aprobado la admisión de un sacerdote diocesano de Essen, aunque sabía que había acusaciones contra el clérigo

Ratzinger “se abstuvo deliberadamente de sancionar el crimen”, asegura el semanario, que añade que tanto el hoy emérito como el entonces titular de Essen y sus vicarios generales “no cumplieron con su responsabilidad hacia los niños y jóvenes confiados a su pastoral”

Georg Gänswein aseguró que las acusaciones “son falsas” en nombre de Ratzinger, señalando que el Papa “no tenía conocimiento de la historia previa (acusaciones de agresión sexual) en la decisión de admitir al sacerdote”. Ratzinger “no renunció conscientemente” a sancionar a Peter H…. quien volvió a agredir a menores en Münich

La investigación también salpica al cardenal Marx, quien en 2008 abrió una investigación y apartó al clérigo, pero sin informar a las autoridades, ni reportar al Vaticano

Bilbao se desmarca de la CEE y abre una investigación tras conocer cinco casos revelados por El País. La diócesis reconoce al diario “la labor realizada” y agradece “el esfuerzo de las víctimas”.

¿Encubrió Joseph Ratzinger a un cura pederasta durante su etapa como arzobispo de Múnich? Una investigación de Die Zeit asegura que sí, mientras que el secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gäenswein, niega tajantemente unas acusaciones que, de ser ciertas, pondrían en la picota al mismísimo Papa emérito.

Tal y como publica el semanario, un decreto de un tribunal eclesiástico de Múnich de 2016 incrimina a Benedicto XVI por su gestión de los casos de abusos. El documento muestra que en 1980, como arzobispo de Múnich y Freising, Ratzinger había aprobado la admisión de un sacerdote diocesano de Essen, aunque sabía que había acusaciones contra el clérigo.

Trasladado de diócesis, siguió abusando

¿Y cuál es la historia? La de Peter H. un sacerdote de Essen, trasladado a la Archidiócesis de Múnich en 1980, después de haber sido acusado de varios delitos sexuales contra menores. Un traslado que tuvo que contar con el beneplácito expreso del entonces arzobispo de la diócesis alemana, a la sazón Joseph Ratzinger. El futuro Benedicto XVI, afirma la investigación, conocía la situación del sacerdote y, aún así, lo aceptó como clérigo en su diócesis, con la condición de someterse a terapia en Baviera.

Ratzinger “se abstuvo deliberadamente de sancionar el crimen”, asegura el semanario, que añade que tanto el hoy emérito como el entonces titular de Essen y sus vicarios generales “no cumplieron con su responsabilidad hacia los niños y jóvenes confiados a su pastoral”.

Ziet‘ quiso recabar la opinión del Papa emérito. Su secretario personal, Georg Gänswein, aseguró que las acusaciones “son falsas” en nombre de Ratzinger, señalando que el Papa “no tenía conocimiento de la historia previa (acusaciones de agresión sexual) en la decisión de admitir al sacerdote”. Ratzinger “no renunció conscientemente” a sancionar a Peter H…. quien volvió a agredir a menores en Münich.

El vicario asumió la responsabilidad por Ratzinger

Otra investigación de ‘The New York Times’, fechada en 2010, ya hablaba de los abusos del sacerdote, apuntando que una treintena de personas habían podido ser agredidas por el clérigo entre Múnich y Essen. El cura fue condenado en 1986 por el tribunal de Distrito de Ebersberg, pero al término de la condena fue reintegrado en una parroquia por el cardenal Friedich Wetter, sucesor de Ratzinger en Múnich. En 2020, Ratzinger desmintió que se hubiera reunido con el cura en el año 2000.

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En 2010, Gerhard Gruber, que fue Vicario General de la Arquidiócesis de Múnich en 1980, asumió la responsabilidad exclusiva de garantizar que H. pudiera volver a trabajar como pastor, exonerando a Benedicto XVI.

Las acusaciones también salpican al hoy arzobispo de Múnich, el cardenal Reinhard Marx, por incumplir su deber en el trato con el abusador. Según denuncian dos profesores de Derecho Canónico, Norbert Lüecke y Bernhard Anuth, Marx encargó en 2008 (nada más entrar en la diócesis), una valoración psiquiátrica del párroco, trasladándolo, pero sin denunciar el caso al Vaticano. En 2010, el cura fue retirado de la pastoral, y hoy vive en la diócesis de Essen. El proceso canónico contra el clérigo, reabierto entonces, está a punto de concluir.

La publicación del informe de ‘Diez Zeit’ coincide con la próxima publicación de un informe sobre el manejo de los casos de abusos en las diócesis de Múnich, que completa otra investigación culminada en 2010 pero que sólo se publicó parcialmente. El arzobispado, por su parte, ha preferido no hacer comentarios hasta la publicación del informe, el próximo 17 de enero.

Fuente Religión Digital

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El obispo ultra Joseph Strickland: “No podemos honrar a Dios, que es la verdad, intentando ofrecer bendiciones que van en contra de Su verdad”

Miércoles, 18 de octubre de 2023
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Joseph-Edward-Strickland-obispo-Tyler_2467863195_16128982_660x371Mons. Joseph E. Strickland, obispo de Tyler (Texas, EE.UU), ha escrito una nueva carta pastoral en la que ataca despiadadamente la homosexualidad y la transexualidad y advierte a quienes defienden los derechos de las personas LGTBIQ+ desde dentro de la propia Iglesia que la verdad no se puede cambiar.

Tras recordar que el hombre ha sido creado a imagen y semejante de Dios, varón o mujer, el obispo dice en su carta: “El hecho de que la comunidad humana está perdiendo este hilo de verdad es una de las tendencias más sorprendentes y devastadoras de nuestro tiempo. La confusión y el daño que surgen al abandonar nuestra identidad biológica y dada por Dios están arraigados en la tendencia moderna de negar la soberanía de Dios y, para muchos, incluso negar su propia existencia, convirtiéndonos así en «dioses» en nuestras mentes.

El prelado afirma que “en la cultura actual existe una preocupación por la propia identidad, que habla de un anhelo profundamente arraigado en el corazón y el alma de cada persona por encontrar un sentido a su vida. Intentamos expresar de algún modo, a través de la realidad física de nuestras vidas, las conmociones que sentimos dentro de nuestras almas”, pero advierte que “no podemos crear y no creamos nuestra propia identidad; nuestra identidad proviene únicamente de nuestro Creador”.

Mons. Strickland señala que “vemos muchas agendas en el mundo de hoy que se relacionan con la identidad humana, en particular con la «identidad sexual». Una que está muy ante nuestros ojos en este tiempo es la agenda LGBTI”.

Tras citar cínicamente la carta sobre la atención pastoral a los homosexuales por parte del por entonces cardenal Ratzinger a los obispos de EE.UU, afirma: “Debemos ser cariñosos pero claros, por lo tanto, en que aquellos que llevan la carga de la atracción hacia el mismo sexo no deben actuar sobre estas inclinaciones porque tales actividades son contrarias a la identidad biológica y dada por Dios del individuo, y por lo tanto contraria a la voluntad de Dios en todos los casos. Nosotros, como clero, familiares y amigos, debemos rodear a estas personas de amor y apoyo para que puedan abrazar sus cruces y vivir la auténtica identidad que Dios les ha dado”.

El obispo de Tyler reflexiona sobre, según el “el avance descontrolado de la transexualidad” en Occidente: “El movimiento transgénero es otra cara de la agenda LGBTQ, y también está en desacuerdo con la comprensión católica del ser humano. Este movimiento busca alterar fundamentalmente la forma en que nuestro mundo ve la identidad biológica y dada por Dios a cada persona. En estos tiempos, un número cada vez mayor de jóvenes se ven atrapados por el movimiento transgénero en lugar de que se les diga la verdad de quiénes son como hijos amados de Dios. Ciertamente podemos reconocer que hay razones complejas por las que una persona puede tener sentimientos de disforia de género, pero es importante que cada persona entienda que independientemente de los sentimientos, la identidad biológica de una persona es dada por Dios, y es inmutable por el hombre”.

Y defiende que “Los padres no deben tener miedo de abordar la falsedad de la ideología de género con sus hijos de una manera apropiada para su edad, y los padres también deben reforzar el hecho de que aunque las hormonas y las cirugías pueden cambiar la apariencia de uno, esos procedimientos médicos no pueden cambiar el sexo de ni siquiera una célula del cuerpo”.

De forma  incongruente con su discurso, exhorta a mantener la caridad en la verdad: “Es importante señalar aquí que SIEMPRE, SIEMPRE debemos tratar a todas las personas con respeto, compasión y reconocimiento de su dignidad intrínseca. Por lo tanto, los hombres y mujeres con tendencias homosexuales o con disforia de género deben ser tratados con amor y compasión y siempre deben ser respetados como los preciosos hijos de Dios que son. Esto incluye decirles la verdad con caridad”.

Mons Strickland  en un ataque direto al papa Francisco, denuncia el “intento por parte de muchos de cambiar la doctrina de la Iglesia en estos temas tan fundamentales. El sínodo sobre sinodalidad parece ser el instrumento que van a usar para ello”: “Todo esto nos lleva al próximo Sínodo sobre la Sinodalidad, que está surgiendo como un intento de algunos de cambiar el enfoque del catolicismo de la salvación eterna de las almas en Cristo, a hacer que cada persona se sienta afirmada independientemente de las elecciones que haya hecho o vaya a hacer en la vida. Uno de los temas que al parecer se debatirán durante el Sínodo es la bendición de las relaciones homosexuales. El arzobispo Víctor Manuel Fernández, Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, declaró en julio de 2023, al ser preguntado sobre las bendiciones a parejas homosexuales: «Si se da una bendición de tal manera que no cause esa confusión, habrá que analizarla y confirmarla».”

Con su habitual soberbia, afirma que hay que afirmar contra el error, la doctrina perenne de la Iglesia: “Sin embargo, debemos fijarnos en la enseñanza perenne e inmutable de la Iglesia: tal bendición no sería lícita y, por lo tanto, indudablemente causaría confusión. De hecho, la misma oficina, la Congregación (ahora Dicasterio) para la Doctrina de la Fe, publicó una declaración el 15 de marzo de 2021, titulada Responsum de la Congregación para la Doctrina de la Fe a un dubium relativo a la bendición de las uniones de personas del mismo sexo. En este Responsum, el anterior Prefecto de la Congregación, el Cardenal Luis Ladaria, afirmaba que Dios «no bendice ni puede bendecir el pecado» y que, «por las razones mencionadas, la Iglesia no tiene ni puede tener la facultad de bendecir las uniones de personas del mismo sexo en el sentido pretendido anteriormente».”

Porque, afirma, la verdad no puede cambiar: “Puesto que la verdad no puede cambiar, debemos reconocer que el Dicasterio no puede llegar ahora a una conclusión diferente que anularía la declaración original de la verdad del mismo oficio. La verdad se basa en la Palabra Divina de Dios, tal como se revela en la Sagrada Escritura y en la Sagrada Tradición, y tal como es custodiada por el Magisterio de la Iglesia. Por lo tanto, cualquier intento de permitir la bendición de uniones del mismo sexo sería un ataque al Sagrado Depósito de la Fe.”

Tras señalar las razones dadas por Doctrina de la Fe para negar el sacramental de la bendición de las uniones homosexuales, el obispo estadounidense pretende dejar claro que la verdad no discrimina a nadie: “Quiero reiterar que no se trata en modo alguno de discriminar a quienes cargan con el peso de la atracción hacia personas del mismo sexo, sino más bien de recordar la verdad del rito litúrgico y de la naturaleza de los sacramentales. No podemos honrar a Dios, que es la verdad, intentando ofrecer bendiciones que van en contra de Su verdad”.

El obispo de Tyler acaba su carta dando el siguiente mensaje a las personas homosexuales y transexuales, utilizando un lenguaje LGTBIQfóbico: “Para terminar, me gustaría decir a los que sienten atracción por el mismo sexo o disforia de género: Cristo os ama y la Iglesia católica os acoge. Todos luchamos por crecer en santidad. Os invito a que vengáis y os sentéis con nosotros, recéis con nosotros, celebréis el culto con nosotros, y experimentéis el poder abrumador del amor y la misericordia de Dios con nosotros. La verdad es que en el centro de nuestra existencia está el Amor, y no hay poder en el Cielo ni en la Tierra que pueda impedir que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo nos amen plena y completamente. En todo momento se nos invita a abrazar el amor que Dios nos ofrece, pero en su infinita sabiduría y bondad no nos obliga. El amor es una elección, y siempre es un sacrificio, pero es un sacrificio que Él hizo primero por nosotros, y es una elección que nos llama a hacer por Él. Que caigan las escamas de nuestros ojos para que podamos vislumbrar cuánto nos ama Nuestro Padre como a Sus Amados y corramos siempre hacia Él como fuente de nuestra plenitud última. «No temas, porque yo te he redimido; te he llamado por tu nombre, tú eres mío». (Isaías 43:1)”.

Fuente Diócesis de Tyler

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La obsesión de Ratzinger: El ‘Testamento espiritual’ de Benedicto XVI admite la existencia de “clubes de homosexuales” en varios seminarios

Viernes, 3 de febrero de 2023
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38AE2BB3-DE83-4927-A448-87D4D6052941Las evidencias de un  carácter eminentemente narcisista y neurótico con manía persecutoria. Hay que recordar que Joseph Ratzinger no desaprovechó una ocasión para cargar contra la equiparación de derechos de las personas LGTBI. En la biografía Benedicto XVI. Una vida, escrito por el periodista Peter Seewald, el difunto papa emérito se quejaba de que las opiniones homófobas tengan cada vez menos reputación. «Hace cien años, a cualquiera le parecería absurdo hablar de matrimonio homosexual. Hoy está socialmente excomulgado quien se oponga», se lamentaba Benedicto XVI quien advertía del «poder del Anticristo» en una «dictadura mundial de ideologías aparentemente humanísticas».

Nuevas revelaciones de ‘Qué es el cristianismo‘, el último libro de Ratzinger

En uno de los capítulos, tal y como adelanta ANSA, Ratzinger denuncia la existencia de “clubes de homosexuales” en varios seminarios, refiriéndose a grupos que “actuaban más o menos abiertamente y que claramente transformaban el clima” en las escuelas de sacerdotes

Un obispo llegó a permitir la proyección de “películas pornográficas a los seminaristas, presumiblemente con la intención de permitirles resistir comportamientos contrarios a la fe”

El Testamento Espiritual de Benedicto XVI: “Una condena absoluta del aggiornamento eclesial”

“Pide perdón, pero sin mencionar a ninguna persona dañada ni reconocer daño concreto alguno” 

Qué es el cristianismo‘. El último libro de Joseph Ratzinger, considerado su ‘Testamento Espiritual’, y que la pasada semana salió a la venta en Italia (pronto, en España), contiene textos inéditos escritos por el Papa emérito, tras su histórica renuncia, de la que el próximo 11 de febrero se cumplen diez años. Entre ellos, revelaciones de la existencia de “clubes de homosexuales” en algunas diócesis, un rumor muy extendido en aquellos meses, y del que no se había vuelto a hablar hasta ahora.

Así, en uno de los capítulos, tal y como adelanta ANSA, Ratzinger denuncia la existencia de “clubes de homosexuales” en varios seminarios, refiriéndose a grupos que “actuaban más o menos abiertamente y que claramente transformaban el clima” en las escuelas de sacerdotes.

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“En un seminario en el sur de Alemania, los candidatos al sacerdocio y los candidatos al servicio laico vivían juntos. Durante las comidas conjuntas, los seminaristas permanecían juntos con representantes pastorales casados, acompañados en parte por esposas e hijos, y en algunos casos incluso por novias. El ambiente en el seminario no ayudó en la formación sacerdotal, señaló el Papa emérito.

Benedicto XVI va más allá, y escribe que un obispo llegó a permitir la proyección de “películas pornográficas a los seminaristas, presumiblemente con la intención de permitirles resistir comportamientos contrarios a la fe”.

El lanzamiento del volumen se produce al mismo tiempo de la llegada a las librerías de un libro en el que el Papa Francisco, en conversación con Salvo Noé, comenta sobre la homosexualidad y afirma que “Dios no repudiará a ninguno de sus hijos”, destacando las diferentes visiones entre conservadores y progresistas en la Iglesia.

En la carta en la que pedía la publicación de estos textos sólo después de su muerte, Benedicto XVI afirmaba que ya no quería divulgar nada en vida debido a la oposición que sufría en su propio país. La furia de los grupos contrarios a mí en Alemania es tan fuerte que la aparición de cualquier palabra mía provoca inmediatamente un clamor asesino, dijo entonces. Parece que, al menos la última parte de la frase, resulta cierta.

Fuente Religión Digital

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Pederastia (y encubrimiento) en la Iglesia católica: Wojtyla, Ratzinger… ¿quién está libre de pecado?

Miércoles, 26 de enero de 2022
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abusos-Iglesia_2098300203_9807727_660x371¿Podría condenar un Papa a otro por su inacción ante los abusos?

Las acusaciones contra el Papa emérito destapan las dinámicas de ocultamiento de los abusos sexuales desde tiempos de Juan Pablo II y su política de protección de depredadores como Maciel, McCarrick o Figari, o encubridores como el cardenal de Boston, Bernard Law, o el mismísimo Benedicto XVI

Francisco está decidido a acabar con el flagelo de la pederastia, pero la dinámica del encubrimiento parece mucho más difícil de erradicar en una institución acostumbrada a lavar los trapos sucios en casa, y a acusar a las víctimas, y a los medios que destapan el horror de los abusos, de “falta de prudencia”

El mayor problema de la Iglesia en este tema es… que no se libra nadie. Nadie”. Con la voz temblorosa, un funcionario vaticano admite a RD que el informe elaborado por un equipo independiente de abogados y que ha destapado la implicación del Papa emérito, Benedicto XVI, en el encubrimiento de al menos cuatro casos de abusos sexuales a menores, no ha sido recibido con sorpresa en los muros de la Santa Sede.

Y es que el “largo camino hacia el abismo”, como ha definido la Iglesia alemana los resultados del informe –uno más, frente a la enésima negativa del episcopado español– que destapa medio millar de casos de abusos en las últimas décadas en la diócesis que dirigió Joseph Ratzinger antes de ser nombrado prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, es “una nueva muestra de que prácticamente todos los obispos que tuvieron responsabilidades pastorales hasta hace una década, de uno u otro modo, no hicieron lo suficiente para amparar a las víctimas, y sí para proteger al sacerdote o religioso implicado.

El ‘apóstol de la juventud’ que resultó un depredador

juan-pablo-ii-bendiciendo-a-marcial-maciel Juan Pablo II bendiciendo al siniestro depredador sexual Marcial Maciel

¿Nadie está libre de pecado? Muy pocos, sostienen fuentes vaticanas, que subrayan que el problema no viene tanto de la pederastia en sí, cuanto de la dinámica de encubrimiento que se suscitó en la institución durante décadas, y que tuvo en Juan Pablo II a su máximo exponente. Un Wojtyla que, durante años, no hizo caso a las denuncias de abusos contra algunos de los líderes de la restauración conservadora tras la apertura del Concilio Vaticano II y que amparó a pederastas tan famosos como el fundador de la Legión de Cristo, Marcial Maciel, al que llegó a llamar “apóstol de la juventud”.

Y es que, pese a que las acusaciones en su contra llegaron a Roma ya en 1988 (anteriormente, en 1954, siendo Papa Pío XII, ya habían aparecido denuncias, que finalmente cayeron en el olvido), Juan Pablo II no quiso abrir expediente alguno contra Maciel. Hoy, ambos han fallecido: el fundador de la Legión, como el mayor depredador de menores de la historia reciente de la Iglesia; el Papa polaco, como santo universal.

El caso de Maciel no fue el único. El líder del Sodalicio, Luis Figari, también campó a sus anchas durante años, como lo hizo Theodore McCarrick, uno de los cardenales más poderosos de Estados Unidos y al que Francisco arrebató la púrpura y hoy está siendo juzgado por tribunales norteamericanos.

Los Legionarios de Cristo tardaron más de tres décadas en reconocer los abusos de su fundador, protegido como en el caso de McCarrick por Juan Pablo II y su fiel secretario Estanislao Dzwisz, que hace pocos meses fue absuelto en una investigación sobre abusos en Polonia que amenazaba con implicar al propio Papa polaco.

La contrapartida, en ambos casos, era evidente: una fuerte financiación proveniente de México y Estados Unidos, y nuevas vocaciones sacerdotales para el proyecto de involución en la Iglesia católica. Roma cumplió, ninguno pisó la cárcel.

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El cardenal Law, refugiado en el Vaticano

Otros casos, como el de Fernando Karadima, uno de los formadores de buena parte del episcopado chileno, y abusador impune durante años, terminaron por juzgarse. La mayoría no corrieron con tanta suerte. Cuando en 2002 estalló el escándalo por la investigación del Boston Globe, que reveló miles de casos de pederastia y que llevó a la bancarrota a media iglesia católica de Estados Unidos, el cardenal de Boston, Bernard Law, dimitió de su cargo pero, en lugar de afrontar sus responsabilidades, viajó a Roma… y nunca regresó. La Santa Sede, primero con Juan Pablo II y después con Benedicto XVI, denegó las peticiones de extradición de la justicia norteamericana, y acabó muriendo entre los muros vaticanos.

De hecho, Law vivió a sus anchas hasta que el 14 de marzo de 2013, al día siguiente de ser elegido Papa, Francisco se lo encontró en la basílica de Santa María la Mayor, adonde había acudido a rendir pleitesía a la patrona de Roma. El cardenal tenía allí su residencia desde que Juan Pablo II lo nombrara, en 2004, arcipreste de uno de los templos más importantes (y más ricos) de la Ciudad Eterna. Al ver al cardenal Law, a Bergoglio se le desencajó la cara y se alejó inmediatamente de él.No quiero que siga frecuentando esta Basílica”, le espetó el argentino.

Fuentes vaticanas defienden que Francisco está decidido a acabar con el flagelo de la pederastia, pero la dinámica del encubrimiento parece mucho más difícil de erradicar en una institución acostumbrada a lavar los trapos sucios en casa, y a acusar a las víctimas, y a los medios que destapan el horror de los abusos, de “falta de prudencia”. No es una cosa del pasado, sino una afirmación del cardenal de Valencia, Antonio Cañizares, el viernes pasado, a cuenta del informe entregado por El País al Papa y al cardenal Omella.

¿Un Papa condenaría a otro Papa?

Pederastia2Con todo, nunca hasta la fecha una acusación, con pruebas, había llegado tan lejos. Ni más ni menos que contra Joseph Ratzinger, quien fuera Papa de 2005 hasta su renuncia, en 2013. Un Benedicto XVI que sí comenzó a investigar los abusos de Maciel, que abrió la puerta a los cambios en la legislación que Francisco está intentando culminar, pero que no supo, o no quiso, actuar con la dureza con la que ahora (por convicción o por la fuerza de los hechos) está haciéndolo el pontífice argentino.

La razón, tal vez, pudiera estar en lo ocurrido entre 1977 y 1982, cuando Ratzinger ejerció como arzobispo de Múnich. Según la investigación independiente, el hoy emérito sabía de la existencia de casos de abusos sexuales a jóvenes y menores cometidos por miembros de la Iglesia católica alemana cuando sucedían y tuvo, en al menos cuatro de ellos, una conducta reprochable. Entre ellos, el caso del sacerdote Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras haber sido acusado de pedófilo y que en su nuevo destino siguió cometiendo abusos.

Aunque el secretario de Ratzinger ha negado las acusaciones, y el Papa emérito ha entregado una respuesta de 82 folios a los investigadores, éstos no dan credibilidad a la versión de Benedicto XVI. El Vaticano, que ha mostrado su “vergüenza” ante los datos presentados, se ha comprometido a dar una respuesta una vez lea el documento. Pero la siguiente pregunta se antoja imposible de responder: ¿qué hará Francisco si se demuestra, como parece, que su antecesor encubrió a curas pederastas?

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¿Se atreverá Bergoglio a condenar al Papa emérito? Una decisión así, apuntan en la Curia vaticana, sería muy difícil de tomar, pues pondría en cuestión la infalibilidad papal. “Y, sobre todo, porque parte de la Iglesia no entendería que un Papa condenara a otro”, nos cuentan. Y añaden: Si de verdad nadie se libra… ¿alguien podría sacar algún dossier similar sobre Bergoglio?”. La pregunta, otra vez, se queda sin respuesta

Fuente Religión Digital

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Ratzinger, una pieza más del sistema: ¿Debería reconocer su culpa y cerrarse las puertas de la historia y de los altares?

Martes, 25 de enero de 2022
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Del blog de José Manuel Vidal Rumores de Ángeles:

“¿Será capaz de llegar a ese extremo de entrega y de generosidad con la institución a la que tanto ama?”

 “Joseph Ratzinger fue una pieza, una pieza más en el sistema eclesiástico generalizado de inacción y encubrimiento implícito y explícito de los clérigos abusadores”

“¿Y qué hizo el joven arzobispo? Lo que tenía que hacer, lo que hacían todos sus colegas, lo que mandaban las leyes no escritas, la costumbre y la prudencia: desdeñar a las víctimas, mirar para otro lado, tapar a los pederastas (tras alguna llamada al orden) y cambiarlos de lugar”

Me alegro de tener un hermano en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los otros obispos del mundo, ha preferido la prisión antes que denunciar a su hijo sacerdote”. Porque “un padre nunca denuncia a sus propios hijos”, concluía Castrillón, jefe de todos los curas del mundo

“Los cardenales lo eligieron, tras afirmar en la misa solemne previa al cónclave que los dos grandes peligros de la Iglesia eran el relativismo y la “suciedad” de la propia institución, que conocía mejor que nadie”

“Si asumiese su culpa, podría convertirse en un ejemplo vivo y práctico para todos los demás obispos encubridores del mundo. Si no lo hace, estaría dando munición a los que siguen resistiéndose a la tolerancia cero y al resarcimiento pleno de las víctimas, que preconiza el Papa Francisco”

Joseph Ratzinger fue una pieza, una pieza más en el sistema eclesiástico generalizado de inacción y encubrimiento implícito y explícito de los clérigos abusadores. Desde su más tierna infancia de seminarista y, después, en su juventud de cura, el prometedor teólogo alemán formó siempre parte del amplio funcionariado eclesiástico, que se rige por unas normas estrictas y que sólo permite discrepantes moderados. A los radicales, los escupe fuera y los estigmatiza, llamándoles herejes.

El joven Ratzinger se alineó, durante el Concilio, con el ala más liberal de la Iglesia, llamado como perito y asesor del progresista cardenal Frings, arzobispo de Colonia. En esa época estaba a partir un piñón con su amigo el también teólogo Hans Küng. Pero, mientras éste se mantuvo toda su vida fiel a los grandes principios conciliares, Ratzinger pronto comenzó a cambiar de dirección y, por una mezcla de miedo al futuro de la iglesia ante los tumultos del mayo del 68 y de convicción personal, cambió la chaqueta y se alineó con el sector más conservador.

El premio le llegó de inmediato. Pablo VI, el Papa del Concilio, estaba asustado del devenir eclesiástico y llegó a decir que “el humo de Satanás” había entrado en la Iglesia. Por eso, a la hora de buscar un arzobispo para Munich pensó inmediatamente en Ratzinger y le nombró primero arzobispo, el 24 de marzo de 1977, y sólo unos meses después, el 27 de junio, le concedió el máximo galardón eclesiástico de la púrpura cardenalicia. El otrora teólogo rebelde entraba en las filas prietas del sistema en cuerpo y alma.

En Munich, donde sólo estuvo cuatro años y 8 meses, tuvo que pasar de las musas teológicas al teatro pastoral directo. Y allí se encontró entre otros problemas, con el fenómeno de los curas abusadores. ¿Y qué hizo el joven arzobispo? Lo que tenía que hacer, lo que hacían todos sus colegas, lo que mandaban las leyes no escritas, la costumbre y la prudencia: desdeñar a las víctimas, mirar para otro lado, tapar a los pederastas (tras alguna llamada al orden) y cambiarlos de lugar. Porque la máxima vigente era que “los trapos sucios se levan en casa” y que “hay que evitar por todos los medios el escándalo de los inocentes” (no de las víctimas, sino de que la gente se entere) y proteger la buena fama de la institución por encima de todo y de todos.

La Iglesia siempre tuvo muy claro que tenía que transigir con los pecados sexuales de su clero, disculparlos y disimularlos, siempre que se mantuviesen en secreto y, por lo tanto, no provocasen escándalo público. A las víctimas se las culpabilizaba o, en caso de que amenazasen con hacer mucho ruido, se les tapaba la boca con dinero.

¿Y los curas victimarios? Se les reprendía, lógicamente, se les hacía prometer que iban a cambiar de vida y, a lo sumo, se les trasladaba de parroquia y, en casos muy sonados, se les mandaba a misiones (especialmente a Latinoamérica). Más o menos lo mismo que se solía hacer con los que mantenían relaciones sexuales consentidas pero siempre ocultas con mujeres o con hombres.

El funcionamiento del sistema lo explica perfectamente este caso. “Le felicito por no haber denunciado a un sacerdote [pederasta] a las autoridades civiles. Ha actuado usted bien”. Eso escribía en 2001 el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, entonces prefecto de la Congregación del Clero, en una carta dirigida al obispo de la diócesis francesa de Bayeux-Lysieux, monseñor Pican, en la que le felicitaba por haberse negado a entregar a los tribunales civiles a un cura acusado de abusos sexuales a menores y haber sido condenado por ello a tres meses de cárcel.

“Me alegro de tener un hermano en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los otros obispos del mundo, ha preferido la prisión antes que denunciar a su hijo sacerdote”. Porque un padre nunca denuncia a sus propios hijos”, concluía Castrillón, jefe de todos los curas del mundo.

En su época de arzobispo de Munich, Ratzinger comulga a fondo con esta misma mentalidad. Como lo hicieron todos sus predecesores y sus sucesores. De hecho, la información del Informe sobre los Abusos de Múnich se centra principalmente en los obispos diocesanos que aún viven: el Papa emérito Benedicto XVI, el cardenal Friedrich Wetter y el actual arzobispo, el cardenal Reinhard Marx. Pero el estudio se remonta a 1945 y, por lo tanto, abarca también los mandatos de los cardenales Michael von Faulhaber, Joseph Wendel y Julius Döpfner.

Pues bien, todos ellos, tanto los vivos como los difuntos, tanto los más progresistas como los más conservadores, respetaron y cumplieron a rajatabla el sistema establecido: insensibilidad total hacia las víctimas y generosidad y gracia con los victimarios.

Las cosas comienzan a cambiar para Ratzinger, cuando, el 25 de noviembre de 1981, Juan Pablo II le nombra prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, es decir su mano derecha teológica, el hombre que le iba a permitir encontrar bases teológicas y doctrinales sólidas para imponer a la Iglesia mundial el llamado “modelo polaco”: cierre ideológico, involución doctrinal, congelación de los principios fundantes del Concilio Vaticano II, ostracismo para los prelados más abiertos, condena de los teólogos progresistas y conversión de la Iglesia en un poder fáctico, capaz de hacer frente al comunismo e incluso de derrumbar el Muro de Berlín.

Aunque dedicado a justificar el modelo wojtyliano, el cardenal Ratzinger comenzó a palidecer al abordar, en su nuevo puesto, sobre todo el dossier de los delicta graviora, que son, entre otros, los que cometen los clérigos, cuando abusan de menores, y que están reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Es tal la podredumbre con la que se encuentra que ya manda poner al día estos delitos y recrudecer las penas.

Era la época en que llegaban a Roma denuncias contra un gran depredador: Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo, protegido por Juan Pablo II, que llegó a llamarlo “apóstol de la juventud”. ¿Llegaba esa información incriminadora a Juan Pablo II o se quedaba en los despachos de los secretarios: el secretario personal Dziwisz y el Secretario de Estado, cardenal Sodano? ¿Lo sabía el entonces prefecto de Doctrina de la Fe, cardenal Ratzinger, pero no podía hacer nada?

De hecho, una vez que Ratzinger se convierte en Benedicto XVI y sucede al Papa Wojtyla, está ya convencido de que el sistema generalizado de encubrimiento es no sólo un pecado, sino un enorme perjuicio para la institución. Y, por eso, pronto se convierte en elbarrendero de Dios.

De hecho, el Papa alemán se presenta con este programa. Los cardenales lo eligieron, tras afirmar en la misa solemne previa al cónclave que los dos grandes peligros de la Iglesia eran el relativismo y la “suciedad” de la propia institución, que conocía mejor que nadie. Por sus manos de guardían de la ortodoxia pasaron durante décadas los casos más sangrantes y dolorosos del peor pecado que pueden cometer los eclesiásticos: el escándalo de los inocentes. Para ellos, el propio Cristo dice que “más les valiera atarse una piedra al cuello y arrojarse al fondo del mar” (Mt. 18,6).

El ‘policía‘ del Papa Wojtyla convertido en dueño de las llaves de Pedro se encontró con una barca en peor estado de lo que él mismo creía. La pederastia era un misil en plena línea de flotación de la credibilidad de la institución, que vive precisamente de eso: de generar confianza en la gente, que le entrega a sus hijos desde la más tierna infancia. Una confianza hecha añicos por curas sin escrúpulos, personificados en el icono de Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo, uno de los nuevos grupos restauracionistas mimados por Roma, porque le aportaban vocaciones y dinero fácil.

Benedicto apartó a Maciel de la dirección de los Legionarios, lo suspendió a divinis y le impuso una vida de retiro y penitencia, pero no lo procesó ni lo llevó ante los tribunales canónicos, como exigían las normas de la Iglesia. y puso a la congregación bajo supervisión vaticana, camino de la refundación.

La limpieza no era nada fácil y, en la Curia, le pusieron todo tipo de trabas y zancadillas. El sistema de encubrimiento y de complicidad con los abusadores estaba incrustado en el alma de la institución. Benedicto tuvo que echar a obispos y mandar inspectores a varias iglesias nacionales. Pero la tarea era tan ingente que, al final, Ratzinger se vio sin fuerzas para culminar la tarea y efectuó su gesto más revolucionario: la renuncia al pontificado.

Pero, como nadie puede enterrar su pasado en vida, la memoria de los años de Munich, en los que, como todos los demás, comulgaba con el sistema del encubrimiento, le persigue. Ante las acusaciones de encubrimiento (bien documentadas) sólo le cabe reconocer sus errores, pedir perdón y resarcir a las víctimas de todas las maneras todavía posibles. ¿Lo hará o se encastillará en la negación numantina de responsabilidades? Si asumiese su culpa, podría convertirse en un ejemplo vivo y práctico para todos los demás obispos encubridores del mundo. Si no lo hace, estaría dando munición a los que siguen resistiéndose a la tolerancia cero y al resarcimiento pleno de las víctimas, que preconiza el Papa Francisco.

Eso, sí, al confesar y pedir perdón por sus actitudes, el Papa emérito mancharía su figura en la Historia y se cerraría el paso a la gloria de la santidad (como casi todos los últimos Papas). Un sacrificio máximo por el bien de la Iglesia. ¿Será capaz de llegar a ese extremo de entrega y de generosidad con la institución a la que tanto ama? Si fue capaz de renunciar, también podría asumir este último gran servicio a la Iglesia.

Lo haga o no, la repercusión del caso en el próximo cónclave es evidente: Los cardenales sólo podrán elegir como próximo Papa al que esté limpio de polvo y paja en este ámbito. Con lo cual el espectro de los eventuales candidatos se circunscribe a los cardenales curiales (sin responsabilidad directa en la pastoral) o en los purpurados elegidos en los últimos años, en los que el sistema ya está virando hacia la tolerancia cero. El próximo Papa tendrá que ser un hombre de manos limpias. Sólo así la Iglesia recuperará su credibilidad tan dañada. Pero, para eso, Benedicto XVI tiene que sacrificarse.

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Ratzinger se retracta y admite que sí estuvo en la reunión para admitir a un cura pederasta en Múnich

El Papa emérito, acusado de encubrimiento en cuatro casos de abusos.

No obstante, el Papa emérito aseguró que en aquella sesión no se habló de que el sacerdote en cuestión desempeñara labores pastorales, sino solamente de “hacer posible que contara con alojamiento en Múnich durante su tratamiento terapéutico”

Todo se debe, según Ratzinger, a “un error sin mala intención“, y asegura su “vergüenza y dolor” tras haber leído el informe

Cuatro días después de que se publicara el informe sobre los abusos en la diócesis de Múnich, que lo involucra en al menos cuatro casos de encubrimiento, el papa emérito Benedicto XVI se ha retractado de declaraciones centrales para el informe sobre el encubrimiento de abusos sexuales en la Iglesia católica en Alemania que fue presentado la semana pasada.

Ahora, Joseph Ratzinger reconoce que sí estuvo presente en una reunión del obispado de Múnich y Freising en enero de 1980 en la que se trató el traslado de un sacerdote acusado de abusos a menores, según informó hoy la Agencia Católica de Noticias (KNA).

No obstante, Ratzinger, a la sazón arzobispo de Múnich, aseguró que en aquella sesión no se habló de que el sacerdote en cuestión desempeñara labores pastorales, sino solamente de “hacer posible que contara con alojamiento en Múnich durante su tratamiento terapéutico”.

El sacerdote, identificado por los medios alemanes como Peter H., volvió a cometer abusos en la archidiócesis de Múnich, lo que llevó a que fuera trasladado de nuevo.

Faltó a la verdad: lo dicen las actas

Según un demoledor informe elaborado por un despacho de abogados a petición de la Iglesia católica en Alemania y que vio la luz la semana pasada, esmuy probable” que Ratzinger estuviera al corriente de ese caso y de otros tres similares y no actuase al respecto.

Además, según el informe, Ratzinger faltó a la verdad al afirmar en su posicionamiento que no estaba presente en la reunión de enero de 1980, ya que según las actas intervino en ella y no figuraba como ausente.

De acuerdo con las declaraciones del papa emérito citadas por KNA, ello se debe a un error sin mala intención” que ocurrió durante el proceso de redacción de su posicionamiento frente a las alegaciones, un texto de 82 páginas.

El secretario privado de Ratzinger, Georg Gänswein, agregó que más adelante el papa emérito presentará una reacción más elaborada ante el informe, pero que por el momento la lectura del documento le llena de “vergüenza y dolor “.

“Que asuma su responsabilidad”

En los últimos días se han sucedido las críticas al comportamiento del papa emérito, que el pasado viernes fue tildado de “desastroso” por el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Georg Bätzing.

El obispo de Aquisgrán, Helmut Dieser, reclamó en su sermón de este domingo que Ratzinger asuma la responsabilidad que le corresponde. No puede ser que los responsables se escabullan con referencias a que no sabían nada o a que entonces había otra situación u otros procedimientos,” afirmó. “Porque ése es el motivo por el que entonces no se detuvo a los perpetradores y se siguió abusando de niños,” agregó, según declaraciones citadas por la cadena pública ARD.

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Benedicto XVI, en el punto de mira: ‘Informe Múnich’: Ratzinger no actuó al menos en cuatro casos de abusos siendo arzobispo de Múnich

Viernes, 21 de enero de 2022
Comentarios desactivados en Benedicto XVI, en el punto de mira: ‘Informe Múnich’: Ratzinger no actuó al menos en cuatro casos de abusos siendo arzobispo de Múnich

Pederastia2El Papa emérito rebate “contundentemente” los resultados de la investigación

El informe documenta cientos de casos cometidos durante décadas, hasta prácticamente el presente, y responsabiliza a las sucesivas jerarquías eclesiásticas de no haber actuado en consecuencia, cuando menos, o incluso haberlos encubierto

En dos de los casos atribuidos al periodo en que Ratzinger estuvo al frente de esa archidiócesis, los abusos fueron presuntamente cometidos por dos clérigos que prestaban asistencia espiritual y contra los cuales no se actuó en absoluto

Los responsables del informe consideran “poco creíble” la reacción del ahora papa emérito rechazando esas inculpaciones y sostienen, en cambio, que por parte de Ratzinger no hubo “ningún interés reconocible” en actuar frente a ellos

El informe habla de 235 abusadores, 497 víctimas el 60% de ellas menores, y más de la mitad varones. La mayoría de los delitos se cometieron en las décadas de 1960 y 1970

La diócesis de Lyon retira los cuadros del ‘Picasso de las iglesias’, un sacerdote acusado de abusos sexuales

El informe sobre los presuntos abusos sexuales en la archidiócesis alemana de Múnich atribuye al entonces arzobispo y actual papa emérito Benedicto XVI no haber actuado al menos en cuatro casos conocidos ocurridos siendo arzobispo de la diócesis alemana.

El documento, encargado por la archidiócesis a un equipo de abogados y que fue presentado hoy, destaca, asimismo, que Joseph Ratzinger ha rebatido “contundentemente” estas acusaciones.

El documento contempla casos de abusos sexuales ocurridos en el seno de la Iglesia católica en esa archidiócesis desde la postguerra y hasta prácticamente la actualidad.

Arzobispo entre 1977 y 1982

Ratzinger fue arzobispo de Múnich entre 1977 y 1982, antes de convertirse en prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio) en el Vaticano.


El informe documenta cientos de casos cometidos durante décadas, hasta prácticamente el presente, y responsabiliza a las sucesivas jerarquías eclesiásticas de no haber actuado en consecuencia, cuando menos, o incluso haberlos encubierto.

Los abogados que presentaron el informe denominaron en repetidas ocasiones como un balance del horror” el análisis de los casos de abusos que abordaron en su estudio.

Ratzinger, “poco creíble”

En dos de los casos atribuidos al periodo en que Ratzinger estuvo al frente de esa archidiócesis, los abusos fueron presuntamente cometidos por dos clérigos que prestaban asistencia espiritual y contra los cuales no se actuó en absoluto.

Los responsables del informe consideran “poco creíble” la reacción del ahora papa emérito rechazando esas inculpaciones y sostienen, en cambio, que por parte de Ratzinger no hubo “ningún interés reconocible” en actuar frente a ellos.

Asimismo, se muestran convencidos los investigadores de que Ratzinger tuvo conocimiento del caso del párroco identificado como Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras haber sido acusado de pedófilo y que en su nuevo destino siguió cometiendo abusos.

Los abogados consideran “poco creíble” la afirmación de Ratzinger de que no estuvo presente en la reunión en la que se decidió ese traslado.

Ulrich Wastl, uno de ellos, aseguró que Ratzinger tenía “que haber conocido los acontecimientos” y que “muy probablemente” sabía qué pasaba en la archidiócesis.


Ausencia de Marx

Los autores del informe lamentaron en su presentación la ausencia en la rueda de prensa del actual cardenal de Múnich, Reinhard Marx, quien en 2008 encargó un informe psiquiátrico sobre H., aunque no abrió una investigación interna.

Marx presentó el año pasado su dimisión como gesto ante los abusos de menores cometidos en la Iglesia católica, renuncia que fue rechazada por el papa Francisco. Se espera que el cardenal se pronuncie esta tarde sobre los contenidos del informe.

235 abusadores, 497 víctimas

En su examen de los actos de abuso en la arquidiócesis, los expertos identificaron a 235 presuntos perpetradores entre 1945 y 2019. De estos, 173 eran sacerdotes, dijo Pusch. El número de víctimas fue de 497. De estas, 247 fueron hombres y 182 mujeres. No se pudo determinar el sexo de 68 personas. Esto confirma que los niños y adolescentes predominantemente varones se vieron afectados.

Casi el 60 por ciento de estos delitos se cometieron entre los 8 y los 14 años. En el caso de las mujeres afectadas, esto se aplica a un tercio de las personas. Según Pusch, la mayoría de los delitos se cometieron en las décadas de 1960 y 1970. Una cantidad sorprendente de denuncias solo fueron reportadas por los afectados a partir de 2015.

Los autores de los abusos son 235, de los que 173 son sacerdotes, nueve diáconos, cinco agentes de pastoral y 48 personas del ámbito escolar. Son estas las cifras del informe sobre los abusos del clero en la Iglesia de Múnich, elaborado por el bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl por encargo de la archidiócesis en febrero de 2020.

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Golpe duro, aunque esperado, para la Santa Sede, que dará “justa atención” al documento

El Vaticano habla de “vergüenza” ante el informe de Múnich y anuncia que estudiará la implicación de Ratzinger

Un golpe duro, aunque esperado. Así ha recibido la Santa Sede la publicación de informe sobre los abusos sexuales en la diócesis de Múnich, que implica al Papa emérito, Joseph Ratzinger, en al menos cuatro casos de encubrimiento o mala gestión de la pederastia clerical.

En un comunicado, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, mostró su “vergüenza” ante el estudio independiente, al que Roma dará “justa atención” una vez lo estudie, porque “por el momento no conoce el contenido”.

 Remordimiento y cercanía a las víctimas

Y es que Roma desea “reiterar el sentimiento de vergüenza y el remordimiento por los abusos sobre menores cometidos por el clero, confirma la declaración vaticana, que insiste en que “la Santa Sede asegura su cercanía a todas las víctimas y confirma el camino que ha emprendido para tutelar a los pequeños, garantizándoles espacios seguros”.

“El Vaticano considera que debe dar la justa atención al documento (…). En los próximos días, tras su publicación, lo podrá ver y podrá oportunamente examinar los detalles”, concluyó Bruni.

El documento encargado por la archidiócesis de Múnich a un equipo de abogados, que fue presentado hoy, atribuye a Benedicto XVI no haber actuado al menos en cuatro casos conocidos ocurridos bajo su jerarquía y destaca que el pontífice alemán ha rebatido “contundentemente” estas acusaciones.

El documento contempla casos de abusos sexuales ocurridos en el seno de la Iglesia católica en esa archidiócesis desde la postguerra y hasta prácticamente la actualidad. Ratzinger fue arzobispo de Múnich entre 1977 y 1982, antes de convertirse en prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

En dos de los casos atribuidos al periodo en que Ratzinger estuvo al frente de esa archidiócesis, los abusos fueron presuntamente cometidos por dos clérigos que prestaban asistencia espiritual y contra los cuales no se actuó en absoluto.

Sin “interés reconocible” en actuar contra los abusos

Los responsables del informe consideran “poco creíble” la reacción del ahora papa emérito rechazando esas inculpaciones y sostienen, en cambio, que por parte de Ratzinger no hubo “ningún interés reconocible” en actuar frente a ellos.

Asimismo, se muestran convencidos los investigadores de que Ratzinger tuvo conocimiento del caso del párroco identificado como Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras haber sido acusado de pederasta y que en su nuevo destino siguió cometiendo abusos.

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“Me siento corresponsable de lo ocurrido”: Cardenal Marx, ‘avergonzado’ por el informe sobre abusos en la archidiócesis de Múnich

El documento señala al papa emérito y al propio arzobispo

El cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich, se declaró este jueves “conmocionado y avergonzado” tras la publicación de un informe sobre el encubrimiento de abusos sexuales en esa archidiócesis alemana que también incluye al papa emérito Benedicto XVI.

Mis primeros pensamientos son para los afectados por los abusos sexuales, que han experimentado daño y sufrimiento a manos de representantes de la Iglesia, sacerdotes y otros empleados eclesiásticos,” afirmó, durante una breve comparecencia retransmitida en directo.

El informe, encargado por el propio Marx, expresidente de la Conferencia Episcopal alemana, determina que el papa emérito, responsable de la archidiócesis de Múnich y Freising entre los años 1977 y 1982, tuvo una conducta reprochable al no haber actuado ante los abusos en al menos cuatro casos. Según el despacho de abogados que elaboró el informe, de 1.700 páginas, existe una “elevada posibilidad” de que Joseph Ratzinger tuviera conocimiento de los casos, algo que el papa emérito rechaza.

El documento también señala, entre otros, al propio Marx por su comportamiento en relación con dos casos de presuntos abusos y además le atribuye no prestar suficiente atención a ese tipo de comportamientos.

El cardenal arzobispo presentó su renuncia al papa Francisco el año pasado ante las dimensiones de los abusos sexuales encubiertos por la Iglesia católica en Alemania durante décadas, pero éste la rechazó.

Marx explicó que, debido al volumen del informe, las instituciones eclesiásticas se hallan ahora analizándolo y presentarán un primer posicionamiento al respecto el jueves de la semana que viene.

“Me siento co-responsable de lo que ha ocurrido con la institución de la Iglesia en las últimas décadas,” afirmó Marx y añadió que “sabemos desde hace años que la Iglesia no tomaba en serio los abusos sexuales, que los perpetradores a menudo no fueron cuestionados y que los responsables miraron hacia otro lado”.

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Gänswein: “Benedicto XVI manifiesta su conmoción y vergüenza por los abusos a menores cometidos por clérigos”

“Benedicto XVI no ha conocido el informe del bufete Westpfahl-Spilker-Wastl, que tiene más de 1.000 páginas, hasta esta tarde”. Esta ha sido la reacción del secretario personal de Joseph Ratzinger, Georg Gänswein, ante la publicación del informe que señala el posible encubrimiento del Papa emérito en la gestión de cuatro casos de abusos mientras era arzobispo de Múnich.

“El Papa emérito, como ya ha repetido varias veces durante los años de su pontificado, manifiesta su conmoción y vergüenza por los abusos a menores cometidos por clérigos, y expresa su cercanía personal y su oración por todas las víctimas, algunas de las cuales ha conocido con ocasión de sus viajes apostólicos”, recalcó Gänswein, quien anunció que “en los próximos días (Ratzinger) examinará el texto con la atención necesaria”.

Sigue…

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Ratzinger, contra el matrimonio homosexual: “Es una deformación de la conciencia”

Lunes, 20 de septiembre de 2021
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4308ED57-36C6-4DA3-93FB-808D64766690El ex Papa Benedicto XVI criticó duramente el matrimonio igualitario como resultado de una “deformación de la conciencia” que está en “contradicción con todas las culturas de la humanidad anteriormente sucesivas“. En la introducción de una nueva antología de sus propios escritos sobre Europa, el ex Papa atacó el movimiento de las naciones europeas para expandir los derechos matrimoniales a las parejas del mismo sexo. Esa introducción se publicó en Il Foglio, una publicación italiana.

Tan cerca de tener que rendir cuentas… y sigue con su inmisericorde discurso homófobo. Recordemos que, en su momento, Ratzinger trató, hasta en tres ocasiones, de convencer a Zapatero para que no aprobara el matrimonio igualitario. Le aconsejamos cuidar  estos berrinches, sobre todo porque poco importa ya lo que diga o escriba, y menos con estos tintes milenaristas y apocalípticos. Y qué esta ensalada ultramontana, que coloca la Tradición sobre el ser humano, sea prologada por Francisco demuestra su auténtico talante.

Ya no existe criterio (…), todas las formas de sexualidad son equivalentes”

Ratzinger  publica su último libro, “La verdadera Europa: Identidad y misión, prologado por Francisco

“Con la legalización del ‘matrimonio del mismo sexo’ en 16 países europeos, el asunto del matrimonio y la familia ha tomado una nueva dimensión que no puede ignorarse“, asegura Benedicto XVI

El concepto de matrimonio homosexual es “una contradicción con todas las culturas de la humanidad que han seguido hasta ahora, y esto significa una revolución cultural que es opuesta a toda la tradición de la humanidad hasta hoy”

“La fertilidad, naturalmente, puede pensarse incluso sin sexualidad”, con un “plan de producción de humanos racionalmente”, con lo que el ser humano “ya no es concebido ni generado, sino hecho”

El siguiente paso, según Ratzinger, indica que si se puede planear hacer vida, también es verdad que se puede planear destruirla, alertando que el creciente apoyo al suicidio asistido y la eutanasia parece ser un “fin planeado para acabar con la vida de alguien como parte integral de la tendencia descrita”.

“Con la legalización del ‘matrimonio del mismo sexo’ en 16 países europeos, el asunto del matrimonio y la familia ha tomado una nueva dimensión que no puede ignorarse”. El Papa emérito, Benedicto XVI, vuelve a la carga Y lo hace con un libro, “La verdadera Europa: Identidad y misión”, prologado por Francisco, en el que califica el matrimonio homosexual de “distorsión de la conciencia“.

“Presenciamos una distorsión de la conciencia que evidentemente ha penetrado profundamente en sectores de personas católicas, escribe Ratzinger, quien cuestiona que la respuesta pueda darse “con un poco de moralismo o incluso con algunas referencias exegéticas”. “Este problema es más profundo y por lo tanto debe ser respondido en sus términos fundamentales”, precisa.

Revolución cultural opuesta a la tradición

En su introducción, Benedicto XVI sostiene que el concepto de “matrimonio del mismo sexo” es “una contradicción con todas las culturas de la humanidad que han seguido hasta ahora, y esto significa una revolución cultural que es opuesta a toda la tradición de la humanidad hasta hoy.

El Papa Emérito resalta que no hay duda de que las distintas culturas tienen diversas concepciones morales y jurídicas sobre el matrimonio y la familia, como las profundas diferencias entre monogamia y poligamia. Una cuestión, que en cambio, no ha cuestionado la procreación.

“La certeza básica de que la humanidad existe como masculina y femenina, y que la transmisión de la vida sirve a esta tarea y que, en esta, más allá de todas las diferencias, en esto consiste esencialmente el matrimonio, es una certeza original que ha sido obvia para la humanidad hasta ahora”, sostiene el Papa, quien arremete contra la píldora anticonceptiva y la separación de la fertilidad y la sexualidad.

Plan de producción de humanos”

“Esta separación significa, de hecho, que de esta manera todas las formas de sexualidad son equivalentes. Ya no existe un criterio fundamental”. Y es que, añade, desde la separación de sexualidad de la fertilidad, continúa, llega lo contrario: “La fertilidad, naturalmente, puede pensarse incluso sin sexualidad”, con un “plan de producción de humanos racionalmente”, con lo que el ser humano “ya no es concebido ni generado, sino hecho”.

El siguiente paso, según Ratzinger, indica que si se puede planear hacer vida, también es verdad que se puede planear destruirla, alertando que el creciente apoyo al suicidio asistido y la eutanasia parece ser un “fin planeado para acabar con la vida de alguien como parte integral de la tendencia descrita”.

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El último y sentido llamamiento de Benedicto XVI para que Europa redescubra y reafirme su verdadero origen e identidad que la han hecho grande y modelo de belleza y humanidad. No se trata de imponer las verdades de la fe como fundamento de Europa, sino de hacer una elección razonable que reconozca que es más natural y justo vivir “como si Dios existiera” que “como si Dios no existiera”. Así como en un tiempo no muy lejano el Papa Juan XXIII hizo un llamado a las grandes naciones de Europa y Occidente para evitar una guerra nuclear devastadora, así hoy el Papa Emérito Benedicto XVI se dirige a toda Europa y a Occidente por última vez porque, solo redescubriendo su propia alma, pueden salvarse a sí mismos y al mundo de la autodestrucción. “Con la claridad, la accesibilidad inmediata y al mismo tiempo la profundidad que le son propias, el Papa emérito aquí perfila magníficamente esa” idea de Europa “que sin duda inspiró a sus padres fundadores y que está en la base de su grandeza. y cuya ofuscación definitiva sancionaría su decadencia general e irreversible ”. (De la introducción del Papa Francisco)

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La presentación del ex Papa es desafortunada en dos niveles. Primero, simplemente está el asunto de que Benedicto continúe publicando en la era del Papa Francisco. Esta cuestión de cómo debe comportarse el Papa emérito, una cuestión que no se aborda desde el siglo XII, se está resolviendo en tiempo real, por lo que seguramente habrá dificultades. Pero cuando los nuevos escritos ocasionales de Benedicto son tan disonantes del énfasis del Papa actual en ser personas pastorales y acompañantes, es un problema.

En segundo lugar, cuando escribe o habla, Benedict parece obsesionado con las personas LGBTQ. El año pasado, llamó al matrimonio igualitario “absurdo” y lo vinculó con el Anticristo. En 2019, vinculó el abuso sexual en la iglesia con una “camarilla homosexual”. Una vez más, tal lenguaje y pensamiento contrasta fuertemente con el Papa Francisco, quien esta semana dejó en claro su apoyo a las uniones civiles entre personas del mismo sexo.

Tanto como Joseph Ratzinger como como Papa, Benedicto XVI ha sido un teólogo notable en el siglo XX, incluso si gran parte de su último trabajo es lamentable para las personas LGBTQ, defensores de la libertad académica y otros. Pero con su continua insistencia en denigrar a algunos del pueblo de Dios, asegura que el trabajo anti-LGBTQ será una parte definitoria de ese legado. En momentos como este, Benedicto XVI debería recordar su promesa sobre la elección del Papa Francisco de alejarse de la atención pública y optar por no decir nada en absoluto.

Fuente Religión Digital/Edizioni Cantagalli/NewWays Ministry

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El teólogo alemán Magnus Striet, tilda de “pura fantasía” las palabras de Ratzinger en su nueva biografía

Viernes, 8 de mayo de 2020
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Magnus StrietMagnus Striet, catedrático en Friburgo, contesta a Benedicto XVI

 “Joseph Ratzinger no entiende lo que son las sociedades modernas y el estado secular”

La afirmación de Ratzinger de una dictadura global es pura fantasía. Magnus Striet, catedrático de Teología Fundamental en la Facultad Católica de Teología de la Universidad de Friburgo, ha contestado al adelanto editorial del próximo libro-biografía que Peter Seewald ha publicado sobre Benedicto XVI.

En su escrito de respuesta, publicado por la web de la Iglesia alemana, el teólogo Striet lamenta la letanía que Ratzinger ha escuchado una y otra vez sobre la sociedad moderna. Con sus errores, como el de la “dictadura del relativismo” que hace aprobar el matrimonio homosexual, pues “en regímenes totalitarios o populistas, las condiciones de vida de las personas con orientación homosexual se deterioran”. Por tanto, añade Striet,la observación de una dictadura global es pura fantasía.

Del mismo modo, el profesor discute el planteamiento de Benedicto XVI sobre la existencia de un “credo anticristiano” en las sociedades modernas. “Joseph Ratzinger no entiende lo que son las sociedades modernas y el estado secular”, se cuestiona, insistiendo en que los ciudadanos “pueden vivir su credo cristiano, ya sea de forma individual o comunitaria, y lo mismo se aplica a personas con diferente credo. El único requisito es que no entren en conflicto con la ley vigente”.

“Por lo tanto -prosigue Striet-, a nadie se le niega el derecho a exigir una estricta legislación antiaborto o a creer en la buena tradición bíblica de que la homosexualidad es un pecado”. De ahí, a que eso sea norma, va un mundo.

Y es que, sostiene el teólogo de Friburgo, la sociedad de la que habla Ratzinger no existe o, al menos, “no es de ninguna manera anti-religiosa, porque las autoridades religiosas ya no son “autoridades culturalmente trascendentes”. “Joseph Ratzinger puede afirmar que en Alemania existe un falso y absurdo humanismo se opone al credo cristiano: recibirá críticas por pare de un país que practica la democracia, no por hostilidad”.

Sobre su condición de Papa emérito, Striet insiste en que los historiadores de la Iglesia afirman con rotundidad que no puede haber dos papas, aunque Ratzinger sí lo admite. Cabe señalar que no escribe si ha habido un Papa emérito, sino si puede haberlo, apunta entre signos de admiración.

Finalmente, Ratzinger afirma que las diaconisas y sacerdotisas nunca existieron. “Los historiadores están de acuerdo en esto, pero ¿no pueden existir en el futuro?”. “Imaginemos que nunca ha habido una aceptación moral-teológica de las parejas homosexuales en la historia de la iglesia y que Juan Pablo II ha enseñado una teología del cuerpo que excluye definitivamente el reconocimiento de tales parejas. ¿No puede, sin embargo, tener lugar tal reconocimiento en el futuro? Finalmente, también hay una razón teológicamente creativa para el hecho de que pueda haber el nuevo título y luego probablemente también el nuevo cargo de un Papa emérito, argumenta el teólogo.

“Personalmente -concluye- creo que Joseph Ratzinger tiene una buena dosis de auto-ironía, pues “es completamente imposible que él, que se describió a sí mismo como el “simple trabajador de la viña del Señor”, eligiera el título de Papa emérito por razones de vanidad”.

“Honestamente, me es indiferente si Dios considera razonable el oficio de un Papa emérito. Encuentro más urgente la pregunta de qué pasa con aquellos que tienen que vivir diariamente con el miedo existencial desnudo y qué tiene que decir la fe de la oración de Jesús al respecto. O cómo esta fe se relaciona con situaciones ‘problemáticas’ que éticamente ya no son decisivas”.

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50 años de ‘Ser cristiano’: En la historia de la teología contemporánea hay hitos que merecen ser recordados

Miércoles, 13 de marzo de 2024

IMG_2518Del blog de Ricardo Miguel Martí Pensar un cristianismo incómodo:

El texto del teólogo suizo Hans Küng, publicado en 1974, entre las obras teológicas más sorprendentes

“En 1974, el teólogo suizo, Hans Küng publica “Ser cristiano” (Christ sein, Piper, 1974), un libro que se cuenta entre las obras teológicas más sorprendentes, no sólo de la década de los setenta, sino de toda la época posterior a la segunda guerra mundial”

“Su mérito es haber roto con las normas que regían en la teología sistemática católica y que encontrará con el paso de los años, tenaz resistencia entre los especialistas de esta disciplina, una resistencia que muchas veces se ha agotado en la crítica global o en el silencio altanero”

“En su autobiografía, Küng hace una confesión reveladora: “¿Cuánto tiempo llevo trabajando ya en mi “Introducción al cristianismoʺ, que pronto me gustaría tener lista?”

“Dejo de lado por ahora el entrecomillado donde refiere a ‘su’ introducción al cristianismo, que oculta una larga amistad y enfrentamiento con Joseph Ratzinger, y me detengo en el surgimiento de la obra”

“Con “Ser cristiano” se inauguró un tipo muy peculiar de libro teológico, una síntesis muy pensada de narración y reflexión. Pero lo que Küng narra como historia dramática, lo que ha de ser narrado, deja ver que este teólogo no ha “entendido” (“se ha apropiado”) una figura como la de Jesús”

En la historia de la teología contemporánea hay hitos que merecen ser recordados.

En 1974, el teólogo suizo, Hans Küng publica “Ser cristiano (Christ sein, Piper, 1974), un libro que se cuenta entre las obras teológicas más sorprendentes, no sólo de la década de los setenta, sino de toda la época posterior a la segunda guerra mundial. Su mérito es haber roto con las normas que regían en la teología sistemática católica y que encontrará con el paso de los años, tenaz resistencia entre los especialistas de esta disciplina, una resistencia que muchas veces se ha agotado en la crítica global o en el silencio altanero.

En su autobiografía, Küng hace una confesión reveladora: “¿Cuánto tiempo llevo trabajando ya en mi ‶Introducción al cristianismoʺ, que pronto me gustaría tener lista? En efecto, para terminar un libro tan abarcador y elaborado hasta el más mínimo detalle, hace falta paciencia y más paciencia. Requiere sentarse al escritorio una y otra vez y trabajar hasta bien entrada la noche; y ello, en medio de todas las controversias y luchas” (H. Küng, Verdad controvertida. Memorias. Madrid, Trotta, 2009, p. 415). Quien por oficio se dedica a estos menesteres y se gana la vida con ello, puede entender “algo” de lo que estas palabras significan. Dejo de lado por ahora el entrecomillado donde refiere a “su” introducción al cristianismo, que oculta una larga amistad y enfrentamiento con Joseph Ratzinger, y me detengo en el surgimiento de la obra.

El itinerario de la obra en su gestación

En 1970 Küng había tenido una ponencia en un Congreso en Bruselas del “grupo Concilium” con el título “¿En qué consiste el mensaje cristiano?”, a la par, venía impartiendo varios seminarios en la Facultad de teología católica de la Universidad de Tubinga, relacionados con temas como: “la esencia del cristianismo” según los grandes teólogos del siglo XX, sobre “nuevos libros sobre Jesús” y “lo distintivamente cristiano en la ética contemporánea”. Ese año aparece su obra “La encarnación de Dios. Introducción al pensamiento de Hegel como prolegómenos para una cristología futura” (Menschwerdung Gottes. Eine Einführung in Hegels theologisches Denken als Prolegomena zu einer künftigen Christologie, Band 7, Verlag Herder, Freiburg im Breisgau, 2016), que ofrece su primera síntesis entre filosofía y teología.

Küng gestó el primer borrador de “Ser cristiano” en el marco de un viaje alrededor del mundo en 1971, que lo lleva por Afganistán y la India. En Bangalore toma contacto con el más importante teólogo evangélico indio, Medathilparampil Mammen Thomas, del United Theological College, por entonces moderador del Consejo Mundial de Iglesias y autor del muy difundido libro “El desconocido Jesús del hinduismo” (The Unkown Jesus in Hinduism, SCM, Press, London, 1969). En este centro de estudios, tiene una disertación sobre el tema desarrollado en Bruselas. La presencia de Küng en Bangalore inquieta a la jerarquía episcopal india, sobre todo al arzobispo de Bombay, el cardenal Valerian Gracias, a quien había conocido en época del Concilio. Afortunadamente su conferencia sobre la actualidad del mensaje cristiano es bien entendida y el debate resulta agradable y constructivo. Por aquellos meses, el conflicto desatado por su obra ¿Infalible? Una pregunta (1970), se halla en plena ebullición: correspondencia con Roma, obispos alemanes y teólogos de alto calibre.

En ese contexto álgido, avanza su investigación para la hechura del libro. La cuestión de fondo es presentar no un Jesús eclesiásticamente “domesticado” sino el verdadero Jesús. En la segunda parte de la obra, que Küng titula “lo distintivo”, desarrolla tres temas centrales: lo peculiar del cristianismo, el Cristo real y Cristianismo y judaísmo. En los tres capítulos ofrece una “cristología fundamental”, que incorpora los mejores estudios sobre el “Jesús histórico” hasta el momento conocidos. Autores del ámbito alemán, como: Schweitzer, Dibelius, Bultmann, Bornkamm Conzelmann, Jeremías, Cullmann, Marxsen, Lohfink, Haag, Fuchs y Käsemann; del mundo anglosajón, Dodd, Taylor, McKenzie, Robinson y un centenar de otros estudios en campo protestante, aparecidos a partir de 1933, en importantes comentarios bíblicos, como el dirigido por G. Kittel y G. Friedrich (Theologisches Wörterbuch zum Neuen Testament), o el Comentario teológico al Nuevo Testamento, dirigido por A. Wikenhauser y A. Vögtle (Herders Theologischer Kommentar zum Neuen Testament), en 1953.

El “horizonte”, primera parte de la obra, está planteado por Küng desde “El reto de las grandes religiones”, una cualidad de “su” enfoque cristológico y de la esencia del cristianismo que atraviesa “toda” su obra, particularmente lo que serán sus estudios sobre El cristianismo y las grandes religiones (Europa, 1987), El Judaísmo. Pasado, Presente, Futuro (Trotta, 20198), y El Islam. Historia, Presente, Futuro (Trotta, 20113).

Küng reconoce que el cristianismo, debido principalmente al Vaticano II y a la nueva mentalidad misionera del Consejo Ecuménico de las iglesias, ha cambiado en sentido positivo la actitud de la Iglesia católica con respecto a las religiones universales; al desprecio del pasado ha sucedido la alta estimación, a la desantención, la comprensión, al proselitismo; el estudio y el diálogo (H. Küng, Ser cristiano, Madrid, Cristiandad, 1977, p. 105-141). Küng ve la esencia del Ser cristiano en la persona de Jesucristo, verdadero hombre y verdadero Dios, Mesías y profeta del reino, muerto y resucitado, que en los días de su ministerio público, generó entorno a sí un “movimiento” de discípulos y discípulas, con el encargo de anunciar y descubrir el reino que ya operaba en ellos.

Se trata de comprender a Cristo desde su “indispensable” contexto judío, pero en la apertura cósmica de su figura y mensaje, que integra y abraza las culturas, religiones y sabidurías de la tierra. Aquí late mucho de lo novedoso de su aporte, que algunos verán como límite y cuestionamiento. Küng opta por un enfoque “ascendente” que considera más difícil que el “descendente”. La tarea en extremo fascinante, es poner de relieve con ayuda de la moderna exégesis bíblica, cómo el joven hombre de Nazaret, con su mensaje y su conducta, hace saltar por los aires todos los esquemas que la religión construye a lo largo del tiempo. La palabra “escándalo”, pequeña piedra en la que se puede tropezar, es una de las claves de su obra. Jesús en persona vino a ser la piedra de escándalo; todo lo que él dijo e hizo fue un escándalo ininterrumpido. ¡A qué tremendas consecuencias teóricas y prácticas le llevó su particular identificación radical con la causa de Dios que es la causa del hombre! Combativo hacia todas las direcciones, desde todas partes fue también combatido (Ser cristiano, p. 350).

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Con la vista puesta en la situación epocal (los 70’), Küng deja claro que este Jesús no anuncia una nueva teoría teológica ni una nueva ley, pero tampoco se anuncia a sí mismo. Anuncia el reino de Dios, lo cual para nuestro tiempo, quiere decir lo siguiente: la causa de Dios, la voluntad de Dios, es la causa del ser humano, el bien del ser humano. Si se acepta esto, se comprenden los reproches dirigidos contra él: ¿no se trata, como dicen los sacerdotes y los escribas, de un hereje, un falso profeta, un embaucador del pueblo, un blasfemo? En último término, la disputa gira, de hecho, en torno a Dios, en cuyo nombre, Jesús actúa y como cuyo enviado se presenta. Sin embargo, Jesús no apela a un nuevo Dios, sino al Dios de Israel, pero entendido de una manera nueva; no sencillamente como Dios de los devotos de la ley, de los “justos”, sino como padre de los perdidos, los débiles, los pobres, los oprimidos, los pecadores. A este Dios se dirige de forma totalmente insólita como “Padre” suyo y nuestro. Está claro que con este mensaje, el camino de Jesús debía ineludiblemente pasar por el “conflicto” con los poderosos en el ámbito del Estado como en el de la religión.

La detención, la condena y la muerte violenta de Jesús fueron consecuencia lógica de su actitud hacia Dios y el ser humano. Los guardianes de la ley, el derecho y la moral reaccionaron con violencia a su acción no violenta, su muerte en la cruz. Que Jesús de Nazaret fue ejecutado en una cruz es una de las realidades más ciertas de la historia que narran los relatos evangélicos. El sufrimiento al que se vio sometido con este suplicio extremo se interpreta como una maldición de la ley: aquel al que sus discípulos consideran Enviado y Mesías de Dios, aparece ante los fieles a la ley como representante del criminal, del “pecador”. Y así, Jesús muere abandonado de los hombres y de Dios. Pero Dios, el Padre de Jesús, “interviene” en la historia y como dice la fórmula antigua “lo hizo resucitar librándolo de las angustias de la muerte”. Los testimonios auténticos y decisivos de fe de la comunidad son inequívocos: ¡el Crucificado vive para siempre junto a Dios! Y al mismo tiempo, es el “Señor” presente por el Espíritu en su Iglesia y, en fin, el escondido Señor del mundo (“cosmocrátor”) con cuyo señorío ha empezado ya el reinado definitivo de Dios (Ser cristiano pp. 374, 395, 397, 400, 428, 442, 447).

Unas palabras sobre el “destinatario” del libro considero una primera “clave” para entender la propuesta de Küng: “Este libro ha sido escrito para aquellos que por una u otra razón quieren, honrada y sinceramente, informarse de lo que es el cristianismo, saber en qué consiste propiamente ser cristiano. También ha sido escrito para aquellos que no creen, pero preguntan seriamente; que han creído, pero están insatisfechos de su incredulidad; que creen, pero no se sienten seguros en su fe; que andan indecisos tanto frente a sus convicciones como frente a sus dudas en la fe. Ha sido escrito, pues, para cristianos y ateos, gnósticos y agnósticos, pietistas y positivistas, católicos tibios y católicos fervientes, protestantes y ortodoxos” (Ser Cristiano p. 15).

La segunda “clave” se halla al final del libro, en lo que enuncia como sugerencias: “Imitando a Cristo Jesús, el ser humano puede en el mundo actual, vivir, actuar, sufrir y morir realmente como ser humano: sostenido por Dios y ayudando a los demás en la dicha y en la desdicha, en la vida y en la muerte” (Ser cristiano p. 759). Un detenido examen de la obra, muestra que Küng intenta hablar del mensaje cristiano de manera científicamente responsable, para ello, considera como condiciones imprescindibles la exactitud histórica y la interpretación crítica de la historia. En este aspecto, se siente cercano y en plena sintonía con Edward Schillebeeckx, que acababa de publicar en holandés “Jesús. La historia de un Viviente” (E. Schillebeeckx, Jezus. Het verhaal van een Levende, Bloemendaal, Nelissen, 1974), obra que caerá recién en observación en 1980, una vez que fuera traducida al inglés, bajo el implacable control de la “Sagrada” Congregación para la Doctrina de la Fe, en manos del celoso doctrinero polaco el cardenal Franjo Šeper, el mismo, que el 15 de diciembre de 1979, firmará la declaración con la que Küng ya “no podrá ser considerado como teólogo católico, no pudiendo ejercer como tal el oficio de enseñar” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Documentos 1966-2007, Madrid, BAC, 2008, p. 185).

Tanto Küng como Schillebeeckx, consideran que la exégesis fundada sobre el método histórico-crítico exige una teología dogmática con responsabilidad histórico-crítica. Otro aporte de “Ser cristiano” absolutamente en línea con los avances del Vaticano II en el declaración “Nostra aetate”, es que el diálogo teológico serio con el judaísmo, sólo puede desarrollarse de manera razonable sobre la base de una cristología “ascendente”. Una idea que retoma Küng en su Teología para la postmodernidad (Theologhie im Aufbruch. Eine ökumenische Grundleguung, München, Piper, 1987, pp. 186-187) es que quien quiera dialogar con judíos o musulmanes a partir de las doctrinas clásicas helenísticas de la Trinidad y la encarnación comienza un diálogo aparente que en seguida llega a su fin.

Una palabra sobre el trabajo diario que implicó la redacción de “Ser cristiano”. Küng escribió cada página dos veces a mano, luego la dictaba al “magnetófono” y la volvía a controlar y corregir; a partir de allí, pasaba a ser leída y mejorada por sus colaboradores más cercanos, Hermann Häring y Karl-Josef Kuschel; el texto volvía de nuevo a sus manos para pulirlo literalmente y darle lustre. Cuando terminaba un capítulo, su amigo y compañero Walter Jens se encargaba de revisarlo con ojos críticos.

Dada la “amplitud” temática y los múltiples cruces con otras especialidades, procuraba que los capítulos difíciles fueran examinados por expertos en los distintos temas, por ejemplo, para las secciones sobre las grandes religiones, recurrió a su colega y amiga Julia Ching, nacida en Shangai que enseñaba en la Catholic University of America (Washington, DC) y que había adquirido fama mundial como experta en el neoconfucianismo; los capítulos sobre el Nuevo Testamento los hacía revisar por su amigo y profesor en Tubinga, Gerhard Lohfink; como también las secciones sobre ética teológica, las compartía con Alfons Auer y Wilhem Korff. Mientras tanto se ha clarificado el título del libro. Quien recorre la entera obra de Küng y sus centenares de capítulos sabe que le encantaban los títulos en forma interrogativa, de allí que su primera intención fue: “¿Ser cristiano? Una introducción”.

El editor Klaus Piper, con un certero instinto para los títulos, le propone “Ser cristiano” (Christ sein); un título poco habitual, que en alemán ni siquiera deja claro si se ha de añadir al final un punto o un signo de exclamación o de interrogación; o sea, si “Ser cristiano” alude a una forma de ser o un deber. Pero precisamente eso le confiere interés al título, y de hecho, éste se impone con tanta rapidez que pronto se hace usual hablar de “Ser cristiano”. El 3 de octubre de 1974, en Sursee (su patria chica), Küng ya tiene el primer ejemplar en sus manos, y el 10 de octubre, en el vigésimo aniversario de su ordenación sacerdotal, lo presenta a la opinión pública en una rueda de prensa en la Feria del libro de Frankfurt.

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Epifanía 1. “Reyes” magos, luminosa parábola (=leyenda) evangélica (U. Luz)

Sábado, 6 de enero de 2024
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Adoracion_Reyes_Magos_Hugo_Van_der_GoesDel blog de Xabier Pikaza:

La fiesta de la Navidad, que acabamos de celebrar, ha sido entendida  por la iglesia como “epifanía” o revelación de Dios, que nace en la historia de los hombres, para iluminar su vida y abrir en ella un camino de salvación divina o resurrección.

Esta fiesta de la epifanía de Dios en el nacimiento de Jesús ha sido y sigue siendo fundamental en el oriente cristiano, anterior a la Navidad, de manera que en sentido estricto Dios “nace” el 6 de enero más que el 25 de diciembre. Por eso, teniendo en el fondo ese interesantísimo “detalle” quiero presentar en RD y FB tres postales complementarias sobre la epifanía: (1) Un estudio histórico-crítico con U. Luz. (2) Un análisis teológico con Joseph Ratzinger/BXVI. (3) Una propuesta pastoral, de tipo propio.

LUMINOSA “LEYENDA” TEOLÓGICA (U. LUZ)

 Ulrich Luz, exegeta protestante de Suiza (*1938) es autor del estudio más denso e influyente sobre Mateo en la segunda mitad del siglo XX. Siguiendo en parte sus huellas, escribí yo mismo un extenso comentario a Mateo. Más que seguir mi comentario, que el lector de RD y FB puede tener a mano, pues normalmente lo cito en mis postales, quiero seguir aquí el luminoso comentario de Luz que interpreta el relato de los magos (Mt 2) como parábola o leyenda teológica, que sirve para entender el sentido del nacimiento de Jesús y para fundar la misión cristiana, en un contexto política y religiosamente conflictivo, en un contexto de apertura de la Iglesia al paganismo (y del paganismo a la Iglesia) desde una perspectiva oriental (persa), Este relato de los magos es una parábola/leyenda, propia de Mateo (con su estilo y sus preocupaciones pastorales).

Como protestante,, U. Luz ha destacado el carácter personal de la estrella (cada creyente tiene la suya), más que su carácter histórico y comunitario, y tampoco ha destacado la importancia de la figura de la Madre de Jesús como Gebirá, Iniciadora mesiánica

Como hombre de fe, U. Luz ha puesto de relieve el carácter “espiritual” de los dones de los magos. Como buen suizo, no ha entrado en las implicaciones económicas y sociales del tema, pues eso complicaría su propuesta.

Texto:

1 Nacido Jesús en Belén de Judá, en tiempo del rey Herodes, llegaron unos magos de oriente a Jerusalén 2 y dijeron: «¿Dónde está el recién nacido rey de los judíos? Porque hemos visto salir su estrella y hemos venido a adorarle». 3 Cuando el rey Herodes oyó esto, se sobresaltó, y con él toda Jerusalén. 4 Y convocó a todos los sumos sacerdotes y letrados del pueblo y se informó por ellos del lugar donde había de nacer el Mesías. 5 Ellos le dijeron: «En Belén de Judá; porque así está escrito por los profetas:

6 ‘Y tú, Belén, tierra de Judá, en modo alguno eres el menor entre los principales clanes de Judá, porque de ti saldrá un jefe que será pastor de mi pueblo, Israel’.

7 Entonces Herodes llamó aparte a los magos y se informó cuidadosamente acerca del tiempo de la aparición de la estrella, 8 los envió a Belén y dijo: «Id y averiguad exactamente qué hay de ese niño. Si lo encontráis, notificádmelo para que yo también vaya a adorarlo». 9 Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino. Y he aquí que la estrella que habían visto en oriente iba delante de ellos hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. 10 Al ver la estrella sintieron mucha alegría. 11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre. Y postrándose, le adoraron y abrieron sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. 12 Y avisados en sueños de que no volvieran donde Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.

Redacción y tradición. Históricamente estos  “reyes” magos no existieron

Esta parábola está muy elaborada por Mateo. Rara vez contiene un lenguaje no mateano.  Debemos suponer que él mismo la ha compuesto, y que no tiene un fondo histórico anterior.  Por eso, hay que decir, que históricamente los reyes magos no existieron, como los niños aprenden a los 5 ó 6 años. Los magos son los padres o iniciadores de los niños a lavida y a la ve. Los magos tenemos que ser nosotros.

Temas y analogías en la historia de las religiones

Mateo a “inventado” esta parábola de los magos, pero no la inventado de la nada, sino  recreando y adaptando poderosas y hermosas leyendas o parábolas de la historia anterior.

De los relatos afines sobre el niño rey, la haggadá de Moisés es la más próxima a nuestro relato y al texto de Mt 2, 13-23: los magos (TgJ a Ex 1, 15; ExR 1, 18 a Ex 1, 22) o los letrados (F. Josefo, Ant., 2, 205) anuncian al Faraón el nacimiento de Moisés; el Faraón se sobresalta (F. Josefo, Ant., 2, 206) y planea la matanza de niños. Las tradiciones mosaicas fecundaron probablemente nuestro relato… pero el texto de Mateo recibe también otros influjos.  

La estrella proviene de tradiciones más cercanas a Grecia y Roma.  En fuentes helenísticas se habla de un cometa en el nacimiento de Mitrídates y en el episodio de Nerón que cuenta Suetonio. También se habla de cometas u otros fenómenos luminosos en el nacimiento de dioses. En monedas de Alejandro, de los diadocos, de César, de Augusto, pero también de Alejandro Janeo y de Herodes, se encuentra una estrella como símbolo del rey.

Aparte de eso, está difundida la idea de que cada persona tiene su estrella, la gente rica una estrella brillante y los demás deslucida, que aparece con el nacimiento y se extingue con la muerte. En esta idea se basa la astrología popular de aquella época.

Más ardua es la cuestión de si hay que pensar en la profecía de Balaán sobre la estrella de Jacob (Nm 24, 17). La interpretación mesiánica de este pasaje fue muy frecuente. También en el relato de Balaán un profeta pagano frustra los planes de un rey malo al anunciar que Dios está con Israel (Nm 23, 21) y que en Israel surge un soberano. En tradiciones posteriores Balaán es caracterizado como mago. La historia de la exégesis muestra que los lectores cristianos pensaron en Balaán. Por otra parte, la estrella no se identifica con el Mesías, como en la exégesis de Nm 24, 17. Pero, la estrella de los magos de Mateo es una estrella subversiva (va en contra del rey Herodes, va a favor del niño opuesto a Herodes).

Historicidad.

Nuestro relato es una leyenda escueta y sobria que no sigue las leyes de la verosimilitud histórica. Esto lo muestran las preguntas desesperadas de los exegetas: ¿Por qué Herodes no agregó al menos un espía a los magos? ¿Cómo pudo todo el pueblo de Jerusalén y los letrados sobresaltarse junto con el odiado rey Herodes por la llegada del Mesías? Tampoco se describe la estrella de un modo realista, es decir, plausible a nivel astronómico.

En la abundante literatura astronómica sobre nuestro texto aparecen en primer plano tres posibilidades de explicación:

  • Una supernova, de la que no existen documentos de aquella época.
  • Un cometa. Pero el cometa Halley, el más mencionado, del año 12/11 a.C. llegó demasiado pronto para el nacimiento de Jesús. Más en serio hay que tomar un cometa (¿o una nova?) atestiguada por astrónomos chinos para el año 5-4 a.C..
  • La conjunción de Júpiter y Saturno, que se produjo tres veces el año 7-6 a.C. Llamó la atención y fue predicha por astrónomos babilónicos. No encajaba mal en nuestro relato, porque Júpiter es el astro de los reyes, y Saturno, como astro del sábado, fue considerado a veces como estrella de los judíos.

Hay que decir que todos esos intentos aportan muy poco a la explicación de nuestro relato. Mateo quiso describir una estrella milagrosa que apareció en oriente, precedió a los magos camino de Jerusalén y de Belén (de norte a sur) y se detuvo encima de la casa donde se encontraba el niño. Áster significa filológicamente una estrella concreta, no un grupo de estrellas (= astron). En las conjunciones de Júpiter y Saturno de los años 7-6 a.C., los dos planetas nunca se aproximaron lo bastante para verlos como un solo astro. Todo esto no excluye, obviamente, que el recuerdo de alguna aparición astral llamativa en la época del nacimiento de Jesús pudiera perdurar en la memoria de la comunidad.

La historicidad de la estrella queda descartada, en fin, por el hecho de que Lucas nada sabe al respecto; además, el episodio de los magos no podría encajar en el relato lucano del nacimiento. Parece que tampoco los padres de Jesús saben nada de los acontecimientos prodigiosos de su nacimiento (Mc 3, 31-35). No se detecta, en suma, un núcleo histórico; en cambio, las numerosas tradiciones paralelas en la historia de las religiones hacen más comprensible la elaboración del relato. Resumiendo: este relato no posee, a mi juicio, un núcleo histórico.

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La hermana Jeannine Gramick, cofundadora del New Ways Ministry, nombrada “Creadora de noticias de 2023”

Viernes, 29 de diciembre de 2023
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IMG_0975El Papa Francisco con la hermana Jeannine Gramick, SL, junto con miembros del personal del Ministerio New Ways (desde la izquierda) Matthew Myers, Francis DeBernardo y Robert Shine.

La hermana Jeannine Gramick, SL, cofundadora del New Ways Ministry, ha sido nombrada “Creadora de noticias de 2023” por el National Catholic Reporter, cuya revisión de fin de año destacó a los católicos marginados.

La designación de Gramick por parte de NCR se anunció ayer en un editorial, señalando que en 2023 hubo un “movimiento extraordinario, aunque tentativo, en un área en particular: cómo la Iglesia Católica incluye y ministra a sus miembros LGBTQ”. Acontecimientos como el que el Papa Francisco condenara las leyes de criminalización o se mostrara abierto a bendecir a las parejas queer “alguna vez habrían parecido obra de un novelista desconectado de la realidad”. El editorial de NCR continúa:

“Pero en las últimas cinco décadas de experiencia católica estadounidense, tal vez ninguna persona haya tenido el tipo de impacto para los miembros de nuestra comunidad LGBTQ como Loretto Sor Jeannine Gramick.

“Desde que lanzamos el Ministerio New Ways con el difunto Salvatoriano P. Robert Nugent en 1977, ha sido una defensora incansable, persistente y eficaz. Ha llevado las cicatrices del abuso por parte de las autoridades eclesiásticas con una dignidad poco común.

“En 1999, cuando el entonces cardenal Joseph Ratzinger, el futuro Benedicto XVI, les prohibió a ella y a Nugent cualquier trabajo pastoral con personas LGBTQ, Gramick se mantuvo en silencio y fue a Roma para ver si se revertía esa orden.

“Cuando el Vaticano en 2000 presionó a la primera congregación religiosa de Gramick, las Hermanas de la Escuela de Notre Dame, para que le ordenara que dejara de hablar públicamente sobre su ministerio LGBTQ, ella simplemente se mudó a otra congregación y, nuevamente, siguió adelante.

“Incansable es la palabra, ciertamente. Otro descriptor sería exitoso. Otra, quizás más importante, sería la astucia. Al sentir un cambio en los vientos romanos, Gramick y sus colegas de New Ways iniciaron una correspondencia directa con Francisco a principios de 2021.

“Sorprendentemente, respondió el Papa. Llamó a Gramick “una mujer valiente”, que había sufrido por su ministerio. También agradeció al conjunto del grupo su “trabajo vecinal”.

“Este octubre, Francisco y Gramick se reunieron personalmente en el Vaticano para un encuentro histórico de 50 minutos en la residencia del Papa. Gramick, siempre practicante de la construcción persistente de relaciones, se aseguró de alterar la disposición de la sala para acercar un poco su silla a la del Papa.

“No podemos decir exactamente qué ha hecho que Francisco esté más abierto y consciente este año de las necesidades de los católicos LGBTQ. Pero ciertamente, esa hermana que movió su silla hacia adelante ha tenido un impacto enorme. Por sus 50 años de exitosa defensa, ministerio e influencia, Loretto Sor Jeannine Gramick es la creadora de noticias de NCR de 2023”.

El editorial de NCR elogia brevemente a otros defensores LGBTQ+ de Estados Unidos, como Juan Carlos Cruz, sobreviviente de abuso y confidente del Papa; Francis DeBernardo, director ejecutivo del New Ways Ministry; Marianne Duddy-Burke, directora ejecutiva de DignityUSA; y al Padre James Martin, SJ, de Outreach por su comprometido trabajo. Los esfuerzos combinados de los católicos LGBTQ+ y sus aliados durante la era del Papa Francisco han significado, según el editorial, que “la iglesia de 2023 ciertamente no es la iglesia de 2013”.

En una columna separada, el editor de NCR, Joe Ferullo, y la editora de medio ambiente, Stephanie Clary, explican un poco cómo el periódico llegó a elegir a Gramick como su creador de noticias del año. Describen 2023 como “el año en el que las personas y los problemas de los márgenes católicos ocuparon un lugar central”, particularmente durante la Asamblea General del Sínodo de octubre. Ferullo y Clary escriben:

“Sin duda, la presencia de más voces dentro de la sala del sínodo desafió a aquellos que han estado protegidos por sus tiendas de campaña más pequeñas e insonorizadas, ninguna tanto como el testimonio de los católicos LGBTQ y sus defensores y aliados… El cambio incremental a veces parece pequeño e insignificante, pero debido a las valientes e importantes contribuciones de las mujeres, los laicos y los católicos LGBTQ en la asamblea sinodal, cualquiera de estos grupos podría haber sido nombrado noticia.

“Gran parte de este progreso hacia el bien común y la inclusión radical logrado en 2023 se produjo con el apoyo del Papa Francisco (a quien siempre se le podría nombrar un creador de noticias, aunque nos gusta elegir a un católico estadounidense). Finalmente acordamos elegir a Loretto Sr. Jeannine Gramick como la creadora de noticias del año 2023 de NCR. Dedicó años de defensa y sufrió años de adversidad en su ministerio LGBTQ. Durante demasiado tiempo fue una voz solitaria que gritaba al vacío. Pero todos sus esfuerzos fueron reconocidos por el propio Francisco en octubre pasado, cuando a Gramick se le concedió una reunión individual con el pontífice que generó titulares.

“En una iglesia siempre alerta por milagros entre nosotros, ese momento ciertamente calificaba. Ella fue escuchada”.

—Robert Shine (él/él), Ministerio New Ways, 15 de diciembre de 2023

Fuete New Ways Ministry

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¿Actualizar la Iglesia católica? SÍ. Pero ¿en qué y hasta dónde?

Martes, 8 de agosto de 2023
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Actualizar-Iglesia-catolica-SIPero_2575552421_16622330_660x371Teología para una Iglesia en salida

Reflexiones tras el XIII Coloquio Abierto del Foro “Curas de Madrid y Más”

Relato del “Porqué” y del “cómo” del XII y XIII Coloquio del Foro “Curas de Madrid y Más”, respuesta indirecta a la “Carta abierta” de José María Vigil al Foro hablando sobre ellos

05.07.2023 | Jesús María López Sotillo

El pasado día 19 de junio celebramos el XIII Coloquio Abierto del Foro “Curas de Madrid y Más”. Unas horas antes del inicio del acto, el teólogo José María Vigil dirigió a nuestro Foro una carta abierta, publicada en Religión Digital, comentando la información sobre el mismo que daba este medio. A título personal, pero con el conocimiento del asunto que me proporciona ser miembro de la Comisión Permanente del Foro, contesto a la carta mencionada, al tiempo que doy cuenta del “porqué” y del “cómo” de nuestro coloquio del día 19 de junio y, también, del “porqué” y “cómo” del que celebramos el día 27 de febrero, ya que a ambos se refiere Vigil en su escrito.

Debo empezar manifestando a José María Vigil la gratitud de los miembros del Foro y, expresamente, la mía propia, por habernos dedicado tiempo, pensamiento y palabras. Los dos coloquios que comenta, pese a que, curiosamente, han resultado ser los menos concurridos de la serie, han sido también los que han abordado problemas teológicos más complejos y difíciles de plantear y de resolver. Quisiera que estas palabras mías sirvieran para mostrar lo cierto de esta afirmación.

En el que celebramos el  27 de febrero la pregunta en torno a la que intercambiamos puntos de vista fue “¿Tiene la Iglesia libertad para actualizarse?”. En el del día 19 de junio  la cuestión a debatir ha sido “¿Se puede ser hoy a la vez fieles al Evangelio y a los signos de los tiempos?”. Al proponer sendos diálogos en torno a ambas cuestiones el objetivo era suscitar un debate sobre asuntos teológicos que en los lejanísimos tiempos del Concilio Vaticano II suscitaban enorme interés en millones de personas, dentro y fuera de la Iglesia Católica. Hoy muchas personas desconocen qué asuntos eran aquellos. Y otras no tienen interés alguno en dedicarles ni un segundo de su tiempo o de su pensamiento.

Son asuntos que tienen que ver con los numerosos y profundos cambios que la Iglesia Católica, para actualizarse, debería introducir en su doctrina teológica y moral, en su liturgia, en su estructura organizativa y en su articulación canónica de todo ello. A finales de los años cincuenta y durante los años 60 y 70 del siglo pasado, gracias a la convocatoria y a la celebración del Concilio Vaticano II, esos asuntos eran conocidos. Y se hablaba de ellos con claridad. Y había esperanza de que los cambios se produjeran. Y se trabajó mucho para que tal cosa acabara pasando. El adjetivo “nuevo” o “nueva” acompañaba a casi todos los ámbitos de la teoría y de la práctica del catolicismo: Nueva liturgia, Nueva Historia de la Iglesia, Nueva lectura de los textos bíblicos, Nueva moral… Y ese adjetivo era sustituido con frecuencia por el sustantivo “secularización”: Secularización de la liturgia, Secularización de la Acción caritativa, Secularización de la Teología, Secularización de la moral… Pero la llegada en 1978 del cardenal Karol Józef Wojtyła a la sede pontificia trajo consigo el empeño de acabar sin contemplaciones y hasta de forma cruenta con ese afán renovador y secularizador. Y, poco a poco, Juan Pablo II, el nuevo papa, y el cardenal Joseph Ratzinger, luego Benedicto XVI, prefecto desde 1981 de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo consiguieron. Y, a la vez, el joven papa no dejaba de proclamar que era necesario emprender y llevar a cabo con éxito una “nueva evangelización de Europa”, llamada a culminar con una nueva evangelización del resto del planeta. Aunque, pese al nombre, pronto se vio que no era para enseñar nada nuevo, sino para enseñar y asentar de nuevo la antigua doctrina preconciliar de la Iglesia.

Fruto de este exitoso empeño cercenador, a día de hoy es muy reducido el número de personas que guarda memoria viva de las ilusiones que despertó el Vaticano II. Su edad es avanzada. Y les pesa el cansancio acumulado en muchos años de lucha por materializar aquellos sueños de antaño sin obtener apenas éxito alguno. A la sociedad en general ya le da igual que la Iglesia cambie o no cambie. Bastantes católicos piensan que está bien cómo está. Muchos otros, por su parte, creen que los cambios a introducir están relacionados fundamentalmente con la moral individual o institucional. Y no entienden por qué la jerarquía eclesiástica no accede a ello. No entienden por qué no acepta la democratización de órganos de gobierno eclesial. No entienden por qué no acepta el celibato  opcional de los clérigos o la ordenación sacerdotal de las mujeres o una liturgia menos ritualista y más participativa y encarnada en la vida, o el divorcio o los anticonceptivos o la desculpabilización de la homosexualidad o la reproducción asistida o el aborto o la eutanasia. Ese tipo de cuestiones es el que aparece con frecuencia en las respuestas a los cuestionarios preparatorios del Sínodo de la Sinodalidad.

Ese era el objetivo de nuestro XII Coloquio abierto: sacar a relucir que lo que frena los cambios en la Iglesia, no sólo los de tipo moral, sino también y sobre todo los de tipo teológico, litúrgico, institucional y canónicos

Sabiendo que ese es el clima que reina en la Sociedad y en la Iglesia Católica, está justificada la pregunta “¿Tiene la Iglesia libertad para actualizarse?”. Muchos católicos conservadores dicen “NO”. Pero la mayoría contesta “SÍ”, y, como acabamos de señalar, no entiende por qué la Jerarquía se niega a ello. Desconoce que detrás hay razones teológicas que el papa y el resto de los obispos esgrimen como justificadoras de su cerrazón. La mayoría no cae en la cuenta de que esas razones “teológicas” son las que hay que poner en cuestión. La mayoría no comprende que hay que confrontándolas con otras razones que justifican pedir y promover los cambios demandados. En los tiempos conciliares y durante los primeros años del postconcilio todo esto sí se sabía. Ahora hay que volver a enseñarlo. Hay que volver a comprenderlo. Ese era el objetivo de nuestro XII Coloquio abierto: sacar a relucir que lo que frena los cambios en la Iglesia, no sólo los de tipo moral, sino también y sobre todo los de tipo teológico, litúrgico, institucional y canónicos, es la aceptación de que existe un conjunto de enseñanzas inmutables, porque son palabra divina revelada o que se sustenta en ella y la desarrolla.

El Concilio Vaticano II abordó este problema desde sus inicios. Finalmente volvió a proclamar como verdad cierta que la Revelación divina existe y que el contenido de la misma es en concreto el que la Iglesia, mediante su Magisterio, designa como tal. Pero instó a estudiar en profundidad los textos bíblicos, la “Palabra de Dios” por antonomasia, para conocer y comprender cuál es exactamente la palabra divina que contienen y transmiten. Y, además, frente a la tesis protestante, reafirmó la doctrina del Concilio de Trento de que mediante su Tradición y su Magisterio, la Iglesia, sus obispos, pueden interpretar y desarrollar el contenido de la palabra revelada. E instó a estar atentos a lo que dio en llamar “los signos de los tiempos”, pues pueden contener como un susurro divino, que, sin ponerla en cuestión, justifique nuevas interpretaciones o desarrollos de la Palabra revelada. Es una solución de consenso que sirvió para que el 18 de noviembre de 1965, recibiera el voto casi unánime de los padre conciliares y fuera promulgada por Pablo VI, la Constitución Dogmática “Dei verbum”. Habían pasado más de tres años desde que empezó a debatirse, y quedaban solo dos semanas para la clausura del Concilio.

Tomando esa vía de escape, que hoy nos parece muy estrecha, fue posible entonces llevar a cabo un cierto aggiornamento de la Iglesia, una cierta actualización. Pero inmediatamente se abrió otro debate. Tuvo inmerso en él a los padres conciliares y a sus asesores teológicos durante las cuatro sesiones del Concilio y entre los espacios intermedios. Y no hizo más que incrementarse en los primero años del postconcilio: ¿Actualización? SÍ. Pero ¿en qué y hasta dónde? Los documentos conciliares son un testimonio patente de los equilibrios, a veces totalmente forzados, a los que llegaron los padres conciliares en torno a los diferentes asuntos que fueron objeto de actualización. En nuestro XIII Coloquio abierto nos planteamos ese mismo problema. Aunque lo planteamos con otro tipo de pregunta, “¿Se puede ser hoy a la vez fieles al Evangelio y a los signos de los tiempos?

Hay muchos católicos que consideran que la fidelidad no debe ponerse ni en uno ni en otro extremo, ni en “el Evangelio” ni en el supuesto susurro divino que puedan contener “los signos de los tiempos”, sino en la Tradición y el Magisterio de la Iglesia, proclamados solemnemente y principalmente en los Concilios ecuménicos del siglo IV, en el Concilio de Trento y en el Concilio Vaticano I. Pero entre los católicos que consideran que la Iglesia tiene libertad para actualizarse y que hay motivos bien fundados para hacerlo las posiciones sobre el “en qué” y en el “hasta dónde” son diversas y hasta contrapuestas. En la Introducción al Coloquio pusimos sobre la mesa, para dialogar sobre ellas, tres de dichas posiciones. Primero, la que defienden José María Vigil y el resto de autores del libro “Después de Dios. Otro modelo es posible”. Luego, la que ha defendido el profesor José María Castillo en muchos de sus libros, de la que ofrece una síntesis contundente en el último de ellos, “Declive de la Religión. Futuro del Evangelio”. Y, en tercer lugar, la que practican, por ejemplo, Javi Baeza y la comunidad de San Carlos Borromeo. En el curso del diálogo salió a relucir otra más, de la que luego hablaré.

José Manuel Vigil, autor de la Carta abierta al Foro, y el resto del grupo de teólogos y pensadores espirituales al que pertenece se sitúan claramente entre quienes piensan que hoy ya no es posible mantener de forma simultánea las dos fidelidades, al Evangelio y a los Signos de los tiempos, a los que ellos designan con otro nombre. Piensan y enseñan que la fidelidad a lo que hoy en día nos enseñan sobre el universo y sobre el ser humano las ciencias físicas y biológicas lleva a romper con buena parte de la doctrina eclesial, incluida la que encontramos en lo que Castillo llama “El Evangelio” o, dicho más precisamente, en la que encontramos en los escritos neotestamentarios. Hay que hacer emerger, piensan y enseñan, “otro modelo” de espiritualidad. Ha de ser un modelo en el que no tiene cabida, entre otras imágenes, la figura de un Dios personal y providente, pero en el que, curiosamente, se ha de mantener como un pilar fundamental la preocupación por los más necesitados, aunque las ciencias positivas no puedan decir nada definitivo al respecto. Pero eso sí, desprovista de las fundamentaciones y de las motivaciones mitológicas que, a su juicio, ofrecen los relatos bíblicos.

José María Castillo está en el polo contrario. En 2021 hizo en Religión Digital un comentario crítico al libro “Después de Dios. Otro modelo es posible”. A los autores les pareció infundado y ofensivo. Y dos de ellos, José Arregui y José María Vigil le respondieron públicamente en ese mismo medio. José María Castillo solo admite la fidelidad a lo que él, en singular, llama “el Evangelio”, no a la Tradición ni al Magisterio posteriores ni tampoco a los Signos de los tiempos actuales. Fidelidad única y exclusivamente a  los orígenes del cristianismo. Fidelidad a la palabra viva que fue y que transmitió Jesús de Nazaret. Una palabra opuesta por completo a la religión judía de su tiempo y, en general, a cualquier tipo de religión institucionalizada y regida por clérigos. Una palabra que induce a una vivencia de la fe sin ritos ni obligaciones religiosas inventadas por la clase sacerdotal para dotarse de poder y autoridad y acumular dinero. Fidelidad únicamente a la fe en Dios, en el Dios del que Jesús es “Verbo encarnado”, y al amor al prójimo, para aliviar en cada tiempo y lugar sus padecimientos. Todo lo que dentro de la Iglesia se salga de ahí debe ser desmontado.

El querido y admirado Javi Baeza y su asombrosa comunidad de San Carlos Borromeo huyen de los debates teológicos. Tanto si son del estilo del que suscitan los autores de la obra “Después de Dios. Otro modelo es posible” como si son del estilo del que abre la obra “Declive de la Religión. Futuro del Evangelio”. Y, también, por supuesto, huyen de los que suscitan quienes sostienen que por encima de todo hay que ser fieles a la Tradición y al Magisterio, tal como los conservan, transmiten e interpretan el Papa y el resto de los obispos en comunión con él. A ellos, como a muchos otros cristianos dentro de la Iglesia Católica, lo que les preocupa sobre todo es el sufrimiento de las personas, el maltrato que muchas padecen, la pobreza, el abandono, la marginación, la explotación… que menoscaban su dignidad y les hacen mucho daño. Lo que buscan por todos los medios es hacer algo para quitar o aminorar ese dolor. Y lo hacen en nombre de Dios. Seguros de que esa es su voluntad y de que les ayuda en dicha empresa. No tienen, sin embargo, interés en debatir si realmente ese Dios es el Dios del que habló Jesús o si existe realmente o si es como creen que es. Han abrazado y practican y enseñan como dadora de sentido esa fe. Y, coherentes con ella, aunque celebran liturgias, entienden que el verdadero culto a Dios es el ejercicio de la caridad y la defensa de la justicia. Sin querer enredarse en disputas teológicas o metafísicas, dirían ellos, sobre cómo fueron las cosas en los orígenes o cómo evolucionaron después o sobre qué nuevas mutaciones piden los signos de los tiempos que se lleven a cabo ahora.

Yo creo, y ésta es la otra postura que salió a relucir a lo largo del diálogo, que la Iglesia Católica, como las otras iglesias cristianas y las demás religiones vivas, confrontada con los saberes modernos, tanto de las ciencias positivas como de las ciencias históricas o filológicas, debe asumir que necesita una renovación profunda. Y considero que ha de llevarla a cabo mirando a sus orígenes, pero sin quedarse sólo en ellos, sino mirando, también, hacia lo que podemos aprender de los llamados “signos de los tiempos”. Pero, a la vez, sin prescindir por completo del resto de la historia cristiana, que se ha desarrollado entre uno y otro extremo. Creo, además, que a la hora de  transmitir todo esto se debiera hacer mostrando a quienes viven apoyados en una fe que llamaríamos tradicional que hay cierta continuidad entre dicha fe y la fe renovada que se les propone. Considero que no es necesario romper con todo, sino que algo importante se puede conservar. “El Evangelio” en singular, contrariamente a lo que da a entender José María Castillo, no ha existido nunca. Siempre, tras la muerte de Jesús, existieron diferentes modos de entender, de vivir y de transmitir la fe que él hizo suya y comenzó a esbozar con palabras y obras en su corta vida pública. El modo de articular el seguimiento de Jesús de los llamados “cristianos helenistas”, de quienes aprendió el cristianismo San Pablo, a quien tan duramente critica Castillo y de cuyas posiciones da testimonio en su Carta a los Gálatas, podría ponerse en valor. A mi juicio, permite establecer puentes entre el que pudo ser el núcleo central de la predicación de Jesús y lo que hoy demanda de nosotros la toma en consideración de lo que nos enseñan las ciencias modernas.

Son, como espero haber mostrado, cuestiones profundas y complejas las que nos planteamos en nuestros dos últimos coloquios. El debate sobre sus respuestas sigue vivo y habría de relanzarse con claridad y sin miedo.

Fuente Religión Digital

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Con el nombramiento de Víctor Manuel Fernández como nuevo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe , el Papa Francisco critica los “métodos inmorales” de la Oficina de Doctrina del Vaticano

Viernes, 7 de julio de 2023
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francisco-tucho-1024x847El arzobispo Victor Manuel “Tucho” Fernández visitó  y compartió actividades con el Papa Francisco (@Tuchofernandez)

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‘Tucho’ Fernández: “Hay grupos contrarios a Francisco que están enfurecidos, y que llegan a usar medios poco éticos para perjudicarme”

El último nombramiento curial del Papa Francisco es quizás uno de sus nombramientos más significativos hasta el momento. El sábado se conoció inesperadamente la noticia de que el Papa nombró al arzobispo Víctor Manuel Fernández como nuevo prefecto del Dicasterio (antes Congregación) para la Doctrina de la Fe (DDF). Fernández no tiene ninguna reputación, ni positiva ni negativa, sobre temas LGBTQ+, el nombramiento de este nuevo funcionario indica que una conversación más sólida y honesta sobre cuestiones de género y sexualidad en la iglesia puede estar en camino.

Cualquier nombramiento para este cargo, conocido durante mucho tiempo como la Inquisición, es notable dado que ha sido el más poderoso en la iglesia durante siglos antes de que se hicieran las reformas de la Curia romana de Francisco el año pasado. Sin embargo, el nombramiento del arzobispo Fernández es particularmente notable debido a ciertos pasajes en la carta de nombramiento del Papa, y también detalles de la historia del prelado.

Fernández, quien también se convertirá en jefe de la Comisión Bíblica Pontificia y de la Comisión Teológica Internacional, actualmente dirige la Arquidiócesis de La Plata, Argentina. Según Gerald O’Connell de America, Fernández es conocido como el “teólogo de confianza” y escritor fantasma del Papa, dada la relación laboral de la pareja durante décadas. Fernández fue probablemente el autor principal de dos de las exhortaciones apostólicas de Francisco, Evangelii Gaudium y Amoris Laetitia. Este último documento fue escrito después del Sínodo sobre la Familia 2014-2015, en el que el arzobispo participó a pedido del Papa. Y se sabe que Fernández también ayudó al entonces cardenal Jorge Bergoglio en asuntos relacionados con la conferencia episcopal latinoamericana. O’Connell explicó más:

“Se considera que [Fernández] está en armonía con el Papa tanto a nivel pastoral como teológico, y la elección de Francisco por él es la indicación más clara hasta ahora de la determinación del Papa de continuar en el camino de la renovación teológica y pastoral de la Iglesia Católica. en la implementación de las enseñanzas del Concilio Vaticano II”.

Quizás lo más importante es que la carta de nombramiento del Papa Francisco revela el deseo del pontífice de que el DDF se deshaga de su pasado opresivo, más recientemente sentido bajo la cruzada del entonces cardenal Joseph Ratzinger contra los teólogos y ministros pastorales con visión de futuro. En cambio, Francisco le escribe a Fernández:

“El dicasterio que presidirás en otras épocas llegó a utilizar métodos inmorales. Eran tiempos en los que más que promover el conocimiento teológico se perseguía los posibles errores doctrinales. Lo que espero de ti es algo sin duda muy diferente.”

El Papa le pidió a Fernández que aún se enfocara en salvaguardar la fe, pero enmarcó esta tarea como un acto de diálogo y evangelización, no como una búsqueda para suprimir o prohibir. Salvaguardar la fe hoy es abordar cuestiones “’que plantean el progreso de las ciencias y el desarrollo de la sociedad’ (Fidem Servare, n.2)” para que permitan a la iglesia estar en diálogo con “nuestra situación actual, que es en muchos sentidos sin precedentes en la historia de la humanidad’ (LS 17).” Francisco continúa:

“Además, sabéis que la iglesia ‘necesita crecer en su interpretación de la palabra revelada y en su comprensión de la verdad’ (EG 40), sin que ello implique imponer una forma de expresarla. Porque “las diferentes corrientes de pensamiento en filosofía, teología y práctica pastoral, si están abiertas a ser reconciliadas por el Espíritu en el respeto y el amor, pueden hacer crecer a la Iglesia” (EG 40). Este crecimiento armonioso ayuda a preservar la doctrina cristiana más eficazmente que cualquier mecanismo de control.

“Es bueno que su tarea exprese que la iglesia ‘fomenta el carisma de los teólogos y su esfuerzo por la investigación teológica’ de manera que ‘no se contenta con una teología de escritorio’ y con ‘una lógica fría y dura que busca dominarlo todo» (Gaudete et Exsultate, 39). Será cierto siempre que la realidad es superior a la idea. En este sentido, necesitamos una teología que esté atenta al criterio fundamental: considerar ‘todas las nociones teológicas que finalmente cuestionan la omnipotencia misma de Dios, y su misericordia en particular, son inadecuadas’ (Comisión Teológica Internacional: La esperanza de salvación para los niños que mueren sin ser bautizados: n.2).

“Esto sucede si ‘el mensaje se concentra en lo esencial, en lo más bello, más grande, más atractivo y al mismo tiempo más necesario’ (EG 35). Bien sabéis que hay un orden armónico en las verdades de nuestro mensaje, donde el mayor peligro se produce cuando las cuestiones secundarias acaban eclipsando a las centrales”.

Francisco concluye su carta, señalando que los documentos de la DDF deben “tener un soporte teológico adecuado, que sean coherentes con el suelo rico (humus) de la enseñanza perenne de la Iglesia y también recibir el Magisterio reciente”.

La carta del Papa es un poco densa y, sin embargo, ofrece una visión revolucionaria para el futuro del compromiso de la iglesia con la teología, en particular los temas en disputa. Christopher Lamb de The Tablet  dijo que el nombramiento “ha desencadenado un terremoto eclesial. . .[y] anunció una revisión total en la forma en que el departamento de doctrina hace negocios”.

https://twitter.com/vaticannews_it/status/1675089527294111744?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1675089527294111744%7Ctwgr%5E25b74f316873e36c429f5cbafffad9f2c6797372%7Ctwcon%5Es1_c10&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.religiondigital.org%2Fvaticano%2FFrancisco-Tucho-Fernandez-Doctrina-Fe_0_2574342545.html

Los métodos inmorales nombrados por Francisco se han utilizado durante mucho tiempo para suprimir una dirección más positiva LGBTQ en la iglesia. Esos métodos han incluido la represión de los líderes del ministerio LGBTQ+, como el Sr. Jeannine Gramick y el P. Robert Nugent, investigaciones de teólogos LGBTQ positivos, como Sr. Margaret Farley, RSM, y la remoción del ministerio de aliados LGBTQ+, como el p. Tony Flannery. Según Lamb, “cualquier persona sujeta a una de sus investigaciones dará fe del costo psicológico y emocional que conlleva”. La entonces Congregación para la Doctrina de la Fe bajo Ratzinger también fue la oficina de la iglesia que introdujo el lenguaje dañino de “objetivamente desordenados” sobre las personas lesbianas y gays en su carta de 1986, lo que también condujo a la expulsión de los capítulos de Dignidad de la propiedad católica.

¿Qué es probable que cambie ahora? Lamb cita al confidente papal Austen Ivereigh diciendo que el DDF no debe funcionar “vigilando y controlando la ortodoxia, sino abriendo nuevos caminos de reflexión teológica, sobre todo los que surgen de una iglesia sinodal”.

Es probable que el liderazgo del arzobispo Fernández no genere un repudio de las enseñanzas existentes sobre género y sexualidad, pero aún podría hacer mucho bien. Una nueva dirección para el DDF podría dar espacio a los teólogos para comprometerse pública y críticamente con la enseñanza católica en vista del conocimiento contemporáneo. Una nueva dirección podría detener el abandono de cualquier enseñanza formal sobre la identidad de género, lo que permitiría a los católicos el tiempo necesario para discernir de manera intencional y lenta cómo debe responder la iglesia. Una nueva dirección podría otorgar a los trabajadores pastorales la libertad de ministrar en los márgenes sin temor a la sanción.

Como mínimo, una nueva dirección evitará que los “métodos inmorales” del pasado vuelvan a causar daño. Aún mejor, una nueva dirección podría abrir la puerta para que la Iglesia Católica se convierta, tanto en la enseñanza como en la práctica, en una iglesia inclusiva lista para celebrar la gloria de Dios revelada en la vida de las personas LGBTQ+.

—Robert Shine (él/él), New Ways Ministry, 3 de julio de 2023

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Fuente New Ways Ministry/Religión Digital

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Papa Pablo VI y homosexualidad – rumores sobre amantes: Sobrino nieto gay de Pablo VI se casa con su pareja.

Lunes, 12 de junio de 2023
Comentarios desactivados en Papa Pablo VI y homosexualidad – rumores sobre amantes: Sobrino nieto gay de Pablo VI se casa con su pareja.

paolo-vi-nipote-gay-unione-civile-compagno-960x640Sobrino nieto del Papa Pablo VI recientemente se casó con su pareja. Hace casi medio siglo, su tío abuelo comentó sobre el tema de la homosexualidad: siguieron los rumores de su propio amante.

Un sobrino nieto del Papa Pablo VI (1963-1978), homosexualse casó con su pareja. El diarioCorriere della Sera informó sobre el evento en la ciudad de Capriano del Colle, en el norte de Italia, cerca de Brescia, durante el fin de semana. Alrededor de 250 invitados estuvieron presentes en el sí de derecho civil entre Giulio Montini y su pareja Matteo.

Una ceremonia con pocos invitados en el corazón de la Bassa Bresciana. Es el que se celebró en la tarde del 2 de junio en Capriano del Colle, en una encantadora casa particular del pueblo. Dos chicos de Brescia se juraron amor eterno, mientras que la ceremonia estuvo a cargo del alcalde de Capriano Stefano Sala. Sin publicación en el registro pretoriano, un círculo de un máximo de 250 personas para compartir lo que, muy probablemente, se puede definir como el mejor momento de la vida de los dos chicos.

A pesar de toda la discreción del caso, se ha difundido la noticia de que el sobrino nieto del santo Papa Pablo VI, o el bresciano (nacido en Concesio) Giovanni Battista Montini, ha decidido consolidar su vínculo afectivo con un joven ante la ley italiana, que no reconoce su posibilidad de contraer matrimonio, se ha difundido rápidamente en el país (y no solo). Así que el 2 de junio, pasadas las 15 horas, Giulio Montini (su abuelo Ludovico era hermano del Papa Pablo VI) se casó con su Matteo. Los dos, frente a la familia y emocionados invitados, pronunciaron el “sí”. Giulio Montini y su esposo Matteo, que trabajan en Brescia aunque en diferentes sectores, vivirán juntos en Capriano del Colle, donde normalmente pagarán impuestos como cualquier otra. ciudadano, a pesar de no tener derecho a contraer matrimonio en matrimonio regular.

El proceso causó un gran revuelo en Italia, porque el abuelo de Montini, Ludovico, era hermano de Giovanni Battista Montini, conocido como Pablo VI. Fue Papa de 1963 a 1978. En 1975, durante su mandato, la Congregación del Vaticano para la Doctrina de la Fe publicó un declaración “aprobada y reafirmada” sobre cuestiones de ética sexual.

41a6M1PK5NLEl Papa Pablo VI, nacido Giovanni Battista Montini el 26 de septiembre de 1897 en Concesio (BS), fue el pontífice de la Iglesia Católica de Roma de 1963 a 1978. De joven, Montini emprendió estudios eclesiásticos y se destacó por su brillante inteligencia. Ordenado sacerdote en 1920, trabajó en la Secretaría de Estado del Vaticano. Su carrera eclesiástica se desarrolló rápidamente y en 1954 fue nombrado arzobispo de Milán. Durante su pontificado, el Papa Pablo VI condujo a la Iglesia a través de un período de profundo cambio social y cultural, abordando temas como el control de la natalidad, el ecumenismo y el papel de la Iglesia en la sociedad moderna. Es conocida por haber albergado el célebre Concilio Vaticano II, que supuso importantes reformas en la liturgia y el diálogo interreligioso. Partidario del diálogo y de la paz, y promovió la apertura de la Iglesia al mundo contemporáneo. Murió el 6 de agosto de 1978 y sin duda es considerado uno de los papas más amados de la historia.

Durante el pontificado de Pablo VI, la Iglesia Católica mantuvo una posición firme respecto a la homosexualidad, considerándola moralmente inaceptable. El Papa Pablo VI, en línea con la enseñanza tradicional de la Iglesia, no aprobaba las relaciones entre personas del mismo sexo y consideraba la homosexualidad una desviación moral. En 1975, la Congregación para la Doctrina de la Fe, entonces dirigida por el Cardenal Joseph Ratzinger (el futuro Papa Benedicto XVI), emitió una declaración reafirmando la posición de la Iglesia sobre la homosexualidad, condenando los actos homosexuales como “intrínsecamente desordenados”.

La Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe también trata el tema de la homosexualidad. “Contrariamente a la enseñanza constante del Magisterio de la Iglesia y la sensibilidad moral del pueblo cristiano, algunos hoy, citando observaciones de naturaleza psicológica, han comenzado a juzgar con indulgencia e incluso a tolerar por completo las relaciones homosexuales de ciertas personas”, dice el comunicado. lee la introducción al tema.

Además, la Congregación distingue a los homosexuales que, por diversos factores, viven esta sexualidad de forma transitoria y aquellos “que, por algún tipo de pulsión innata o por alguna disposición patológica, que se consideran incurables, lo son para siempre”. Algunos consideraban que la tendencia en estos últimos era tan natural “que debe considerarse como una justificación de sus relaciones homosexuales en una sincera comunidad de vida y amor similar al matrimonio”.

Es cierto que también los homosexuales deben ser atendidos con comprensión pastoral, pero no se puede utilizar ningún método pastoral que justifique moralmente a estas personas, continúa diciendo. “Según el orden moral objetivo, las relaciones homosexuales son actos privados de su regulación esencial e indispensable. Son condenadas en la Sagrada Escritura como graves aberraciones y presentadas como el triste resultado de un rechazo de Dios. Este juicio de la Sagrada Escritura, al no permitir la Conclusión de que todos aquellos que sufren de esta anomalía son personalmente responsables de ella, pero testifica que los actos homosexuales son intrínsecamente malos y no pueden tolerarse de ninguna manera”, concluye el párrafo.

El pontificado de Pablo VI fue criticado y atacado tanto por los demócratas cristianos conservadores como por los socialistas y comunistas progresistas. El escritor francés Roger Peyrefitte en 1976 denunció al Papa, declarando públicamente que el Papa Pablo VI era gay y tenía una relación homosexual con el actor Paolo Carlini. La historia se difundió, pero posteriormente fue desmentida por diversas fuentes, que consideraron una mentira la afirmación de Peyrefitte motivada por su descontento con la enseñanza de Pablo VI sobre la homosexualidad. A pesar de la negación, los rumores continuaron y Pablo VI decidió abordar el tema personalmente. Durante el Ángelus del Domingo de Ramos de 1976, declaró que era objeto de burlas e insinuaciones calumniosas, agradeció a quienes le habían mostrado solidaridad e invitó a considerar detenidamente un documento de la Iglesia sobre la sexualidad. Sin embargo, los rumores no disminuyeron por completo durante los últimos años del papado de Montini y después, y ni el Papa ni Carlini, que nunca se ha pronunciado sobre la acusación, pudieron volver a intervenir sobre el asunto.

Pablo VI abordó las acusaciones en la oración del Ángelus

70297_photo_scale_160x200pablo_vi_sacerdotePaolo VI y Paolo Carlini

Siguieron reacciones negativas, por ejemplo, del escritor francés Roger Peyrefitte (1907-2000). Este designó a Pablo VI. como homosexual. Afirmó saber que el Papa mantuvo una relación con un actor de cine italiano cuando era arzobispo de Milán. Las acusaciones se publicaron primero en un periódico francés y luego en un italiano.

Sorprendentemente, Pablo VI. en un rezo del Ángelus en el Vaticano, se refirió a “estos y otros incidentes deplorables” que “tienen su origen en una reciente declaración de nuestra Congregación para la Doctrina de la Fe sobre ciertas cuestiones de ética sexual”. Agradeció a los presentes la oración por su persona, que “ha sido objeto de burlas y de insinuaciones terribles y calumniosas por parte de cierta prensa que no respeta la honestidad y la verdad”. Ante unas 20.000 personas, agradeció “esta muestra de piedad infantil y de sensibilidad moral”.

Posteriormente, Pablo VI fue declarado beato el 19 de octubre de 2014 por el Papa Francisco. Cuatro años después, el mismo Bergoglio lo canonizó como santo en la Plaza de San Pedro el 14 de octubre de 2018.

Por Severina Bartonitschek (KNA)

Fuente katholisch.de

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“Tensión conflictiva en la Iglesia”, por José María Castillo, teólogo.

Miércoles, 15 de febrero de 2023
Comentarios desactivados en “Tensión conflictiva en la Iglesia”, por José María Castillo, teólogo.

Tension_2529957019_16398956_660x371De su blog Teología sin censura:

“La Religión está en declive creciente. Pero este declive no es una desgracia fatal”

“Es un ‘secreto a voces’ que en la Iglesia existe un profundo malestar. Esta situación, desagradable y peligrosa, se ha acentuado con motivo del fallecimiento del expapa Benedicto XVI… En la Iglesia, todos los papas representan la suprema autoridad. Pero no olvidemos que, en cualquier caso y sea quien sea, estamos hablando de la suprema autoridad ‘en la Iglesia'”

“En la Iglesia se ha producido una adulteración doble: desplazar el ‘seguimiento’ de Jesús a la ‘espiritualidad’, que es privilegio de selectos”

“Y la otra adulteración – la más determinante en la Iglesia – es la que brotó, ya en los primeros discípulos: Sin duda alguna, aquellos primeros apóstoles ‘seguían’ a Jesús. Pero ‘no habían renunciado al yo'”

“En este momento, estamos en el proceso de la transformación que urge recuperar lo que inició, quiso y quiere Jesús, tal como quedó patente en el Evangelio”

Es un “secreto a voces” que en la Iglesia existe un profundomalestar. Un malestar además que se ha destapado y es motivo de preocupación en los ambientes religiosos y eclesiásticos. Esta situación, desagradable y peligrosa, se ha acentuado con motivo del fallecimiento del expapa Benedicto XVI.

Por supuesto, los dos últimos papas, Joseph Ratzinger y Jorge Mario Bergoglio, han sido y son dos hombres muy distintos. Pero el problema no está en lo que han sido – o son – estos dos hombres. El problema está en lo que ambos representan.

Por supuesto, en la Iglesia, todos los papas representan la suprema autoridad. Pero no olvidemos que, en cualquier caso y sea quien sea, estamos hablando de la suprema autoridad “en la Iglesia”, que se tiene que ejercer “de acuerdo con lo que enseña el Evangelio”. Teniendo siempre en cuenta que, en la Iglesia, nadie puede tener autoridad para vivir o decidir “en contra de lo que enseña el Evangelio”. Por supuesto, en la medida y según las limitaciones inherentes a la condición humana.

Pues bien, esto supuesto, sabemos que Jesús les anunció a sus doce apóstoles, en tres ocasiones (Mc, 8, 31 par; 9, 30-32 par; 10, 32-34 par; J. Jeremias, Teología del NuevoTestamento. Salamanca, Sígueme, pg. 321-331), que en Jerusalén iba a ser condenado a la muerte más baja que una sociedad puede adjudicar: la de un delincuente ejecutado (Gerd Theyssen, El movimiento de Jesús, Salamanca, Sígueme, pg. 53).

c79437b55c5c9951dea9dd78facc22a7_XLAhora bien, a partir del momento en que los discípulos se enteraron de que el final de Jesús se acercaba, y todo aquello acabaría en un fracaso inimaginable, la conducta de aquellos apóstoles tomó un giro inesperado. Sencillamente, los que “siguiendo a Jesús”, habían abandonado todo lo que tenían (familia, trabajo, viviendas…) (cf. Mt 8, 18-22; Lc 9, 57-62), con una generosidad increíble, al ver que aquello llevaba al fracaso más cruel y vergonzoso, sin duda alguna y precisamente por eso, entonces fue cuando aquellos “seguidores” de Jesús se pusieron a discutir cuál de ellos era “el más grande” (meison) (Mc 9, 33-35, cf. 10, 43; Lc 22, 24-27) (cf. S. Légasse, Dic. Ex. N.T., vol.II, 207). Es decir, el que debía tener el máximo poder y tenía que aparecer como el más importante. Jesús, por el contrario, cambia semejante criterio radicalmente: el primero, entre sus discípulos, no ha de ser el más grande, sino al revés: el más pequeño, el que representa lo que es visto como un chiquillo (Mc 9, 37 par).

Pero no es esto lo más importante que enseñó Jesús a sus discípulos y apóstoles. Después del tercer anuncio de la pasión y muerte, cuando estaban ya subiendo a Jerusalén (Mc 10, 32 par), en vísperas del fracaso inminente, “los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan”, tuvieron el atrevimiento descarado de pedirle a Jesús que fueran para ellos los primeros puestos. A lo que Jesús respondió: “No sabéis lo que estáis pidiendo” (Mc 10, 34 par). Y sobre todo, el problema grave es que los demás discípulos se indignaron ante la petición de Santiago y Juan (Mc 10, 41). O sea, todos querían estar situados en los puestos de más importancia.

La respuesta de Jesús fue tajante. Los convocó a todos y les dijo que no podían apetecer lo que apetecen los “jefes de las naciones”. Tenían que apetecer y vivir como “doulei”, como “siervos y esclavos” de los demás (Mc 10, 42-45 par).

En la Iglesia se ha producido una adulteración doble. Ante todo, el Evangelio exigió el “seguimiento” de Jesús, que se realiza en el despojo de cuanto se tiene (Mt 8, 18-22; Lc 9, 57-52). Es decir, no vivir atados a los bienes que nos privan de la libertad, para hacer posible la bondad sin límites. Pero lo que hemos hecho ha sido desplazar el “seguimiento” de Jesús a la “espiritualidad”, que es privilegio de selectos.

Y la otra adulteración – la más determinante en la Iglesia – es la que brotó, ya en los primeros discípulos, cuando Jesús les informó de que tenían que despojarse, no sólo “de lo que cada cual tenía” (dinero, propiedades, casa, familia…), sino además y sobre todo, “despojarse del yo” (Eugen Drewermann). Esto explica por qué cuando Jesús informó a los discípulos – por segunda vez – del final que le esperaba (Mc 9, 30-32 par), aquellos fieles hombres se pusieron a discutir “cuál de ellos era el primero y el más importante” (Mc 9, 34-35 par). A lo que Jesús respondió que, en su proyecto, el que quisiera “ser el primero” tenía que “hacerse como un chiquillo y ser el último” (Mc 9, 33-37 par).

202012shutterstock_567724573-scaled-2-745x475Sin duda alguna, aquellos primeros apóstoles “seguían” a Jesús. Pero aquellos seguidores de Jesús “no habían renunciado al yo”. Es decir, querían seguir a Jesús, pero siendo los primeros, los más importantes, los que mandan. Y la verdad es que, cuando apresaron a Jesús, para matarlo, Judas vendió a Jesús, Pedro lo negó tres veces y, por supuesto, “todos los discípulos lo abandonaron y huyeron” (Mc 26, 56).

Desde aquel momento, quedaron puestos los pilares de una Iglesia que vive en tensión conflictiva. En el siglo pasado, el papa san Pío X dijo en una encíclica famosa (Vehementer Nos): “En la sola jerarquía residen el derecho y la autoridad necesaria para promover y dirigir a todos los miembros hacia el fin de la sociedad. En cuanto a la multitud, no tiene otro derecho que el de dejarse conducir y, dócilmente, el de seguir a sus pastores” (cf. Y. Congar, Ministerios y comunión eclesial, Madrid, Fax, 1973, pg.14).

Así se veía a la Iglesia en los primeros años del siglo XX. Un siglo después – ahora – una Iglesia así es insoportable. En este momento, estamos en el proceso de la transformación que urge recuperar lo que inició, quiso y quiere Jesús, tal como quedó patente en el Evangelio. La Religión está en declive creciente. Este declive no es una desgracia fatal. Es el paso inevitable para que el centro de la vida de la Iglesia no se realice en conflictos clericales, sino en la recuperación del Evangelio.

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Juan Pablo II y Benedicto XVI frente a la Teología de la Liberación: Encarnizamiento y hostilidad

Jueves, 19 de enero de 2023
Comentarios desactivados en Juan Pablo II y Benedicto XVI frente a la Teología de la Liberación: Encarnizamiento y hostilidad

bajar-de-la-cruz-a-los-pobres-cristologa-de-la-liberacin-1-638“La Teología de la Liberación no es una ideología o una teoría. Es una manera de vivir el Evangelio”

“El 6 de agosto de 1984 la Curia Vaticana dio a conocer la ‘Instrucción sobre algunos aspectos de la teología de la liberación’, firmada por Ratzinger que señalaba graves errores en la Teología de la Liberación. Se trataba de una interpretación subjetiva y equivocada de la misma”

“La Teología de la Liberación no es una ideología o una teoría. Es una manera de vivir el Evangelio en la proximidad y solidaridad con las personas excluidas y empobrecidas que tiene tres elemntos claves: la opción por los pobres y desvalidos, la memoria viva de los mártires y la esperanza de que otro mundo es posible”

“La Teología de la Liberación nació en las periferias sociales cristianas. Recoge el clamor de millones de pobres, de pueblos enteros oprimidos y excluidos”

“La liberación comienza por la transformación personal: Hasta que no hayamos derrotado el egoísmo, no habremos todavía realizado la liberación del ser humano”

“Los nuevos sujetos no nacen espontáneamente con las nuevas estructuras, sino que habrá que forjarlos al ritmo de la resistencia y de la lucha. La revolución ética es todavía una asignatura pendiente”

El 6 de agosto de 1984 la Curia Vaticana dio a conocer laInstrucción sobre algunos aspectos de la teología de la liberación”, firmada por el entonces cardenal Joseph Ratzinger, presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y ratificada por el papa Juan Pablo II.

Este documento señalaba graves errores en la Teología de la Liberación. Pocos días después un grupo de teólogos y teólogas (laicos y laicas, sacerdotes y religiosas) nos reunimos en la ciudad de México. Leímos y analizamos la Instrucción y llegamos a la conclusión que era un documento injusto, ajeno a la realidad, porque lo que ahí se condenaba no era realmente lo que es en sí la Teología de la Liberación sino una interpretación subjetiva y equivocada de la misma.

“No comprendemos este encarnizamiento y hostilidad de Juan Pablo II y del cardenal Ratzinger con respecto a la teología de la liberación. Tal vez viene bien recordar aquellas palabras de Nietzsche “no se piensa igual de Dios en un palacio que en una choza”

Consideramos que es indecente condenar a los creyentes que han consagrado su vida —y somos decenas de miles de laicos y laicas, religiosas y religiosos, obispos, sacerdotes y misioneros de todas partes— los que hemos seguido el mismo camino. Ser discípulos de Jesús es imitarlo, seguirlo y actuar como él vivió. No comprendemos este encarnizamiento y hostilidad de Juan Pablo II y del cardenal Ratzinger con respecto a la teología de la liberación. Tal vez viene bien recordar aquellas palabras de Nietzsche “no se piensa igual de Dios en un palacio que en una choza”.

Ese día se encontraba entre nosotros un catequista refugiado guatemalteco y animador de una comunidad cristiana. Escuchaba en silencio. Al finalizar el análisis que hicimos, expresó: “Como el papa Juan Pablo II y el cardenal Ratzinger no sufren lo que nosotros los campesinos sufrimos, por eso no nos entienden”.

En verdad no hemos necesitado leer a Karl Marx para descubrir la opción para los pobres
. Es el mensaje y la práctica de Jesús de Nazaret quien nos ha revelado que los pobres son un lugar teológico. Todo el Evangelio refleja la opción preferencial de Jesús por los pobres, los débiles y su oposición a los que abusan de ellos y los oprimen.

Un catequista refugiado guatemalteco: “En verdad no hemos necesitado leer a Karl Marx para descubrir la opción para los pobres. Es el mensaje y la práctica de Jesús de Nazaret quien nos ha revelado que los pobres son un lugar teológico”

La Teología de la Liberación no es una ideología o una teoría. Es una manera de vivir el Evangelio en la proximidad y solidaridad con las personas excluidas y empobrecidas. Esta teología tiene dos fuentes. Una es la experiencia de fe en el Dios de la vida, Padre y Madre de todos los hombres y mujeres, revelado en Jesús; y otra, el análisis de la realidad socioeconómica y política. Ha llevado a cabo una verdadera revolución metodológica al “incorporar las ciencias sociales y humanas en la epistemología teológica”, en palabras de Juan José Tamayo. Se mueve por el hambre y sed de Dios que hay en el pueblo y por el hambre de pan y de justicia. Es una teología que nace en el corazón del pueblo de Dios.

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Juan Pablo II y José Ratzinger

Hay tres elementos claves de la Teología de la Liberación:

*La opción por los pobres y desvalidos, siguiendo la práctica y el mensaje de Jesús. La parábola del buen samaritano (Lc 10, 30-23) ilumina esta opción, que es una exigencia evangélica: “Haz tú lo mismo”. Consecuentemente, existe siempre para el creyente una pregunta referencial: ¿Qué posición tomó Jesús frente a la realidad socioeconómica de su tiempo?

*La memoria viva de los mártires que nos desafía a continuar con la lucha y sueños por los que ellos dieron la vida. América Latina es tierra de mártires, tierra regada con la sangre de numerosos hombres y mujeres, laicos y laicas, religiosas y religiosos, sacerdotes y obispos, comprometidos con la justicia.

*La esperanza de que otro mundo es posible. Las comunidades cristianas son conscientes de que su causa es invencible porque es el sueño de Dios para la humanidad. Dios quiere hijos e hijas no esclavos, quiere hermanos y hermanas, no enemigos unos de otros. A veces las comunidades que han optado por la liberación integral de los pobres se sienten golpeadas, derrotadas e incomprendidas, pero siguen firmes en la esperanza. Como bien señalaba Pedro Casaldáliga, se sienten como soldados derrotados de una causa invencible. Es por eso que la esperanza es una característica fundamental del cristianismo liberador. La Teología de la Liberación manifiesta que el cambio que el mundo necesita exige hombres nuevos y mujeres nuevas que viven lo que proclaman y proclaman lo que viven.

La Teología de la Liberación nació en las periferias sociales cristianas. Recoge el clamor de millones de pobres, de pueblos enteros oprimidos y excluidos, indígenas, afroamericanos, campesinos, mujeres, pobladores de las barriadas marginales de las grandes ciudades…

El movimiento de la Teología de la Liberación cobró impulso con Juan XXIII y el Concilio Vaticano II y recibió reconocimiento oficial en la reunión del episcopado latinoamericano en Medellín, cuyo documento comienza diciendo que “No hay historia de la salvación sin salvación de la historia”.

 Los teólogos de la liberación no han hecho sino sistematizar la experiencia de fe del pueblo creyente. Recordamos entre estos, con especial admiración y respeto, a Gustavo Gutiérrez, padre de la Teología de la Liberación; a Leonardo Boff, a Ivone Guevara, Ignacio Ellacuría, Jon Sobrino, Carlos Bravo, Pablo Richard, Carlos Mesters, Giulio Girardi, José Comblin, Frei Beto, Oscar Beoso, Teófilo Cabestrero, Raquel Saravia, José Marins, Marcelo Barros, Benjamín Forcano, Juan José Tamayo…Y muchos más. Sería interminable mencionarlos a todos. Entre los teólogos y teólogas de la liberación los hay también de las iglesias protestantes, como Jorge Pisley, Elsa Támez, Julia Esquivel, Montiner… La teología de la liberación es de carácter ecuménico

El cristianismo liberador no tiene un proyecto socioeconómico propio, sino que analiza y descubre los signos del Espíritu de Dios en las distintas expresiones que buscan otro modelo económico alternativo y las apoya críticamente. Es consciente de que el mundo no necesita parches ni una refundación del capitalismo, sino que se requiere un cambio profundo y revolucionario, que comienza por uno mismo.

Al hablar de revolución muchos piensan en violencia. Las comunidades cristianas de América Latina entienden que la revolución es esencialmente defensora y promotora de la vida y la paz. No quieren la muerte. Quieren la vida, una vida digna para todos los hombres y mujeres. Si en una revolución hay violencia, ésta viene de los de arriba, de los que se resisten a que haya cambios. Por eso que defienden a capa y espada sus privilegios. La revolución hoy en América Latina apunta a cambios estructurales del sistema socioeconómico, que son interpretados como signos de la presencia del reino de Dios, cuya plenitud está más allá de la historia.

“Al hablar de revolución muchos piensan en violencia. Las comunidades cristianas de América Latina entienden que la revolución es esencialmente defensora y promotora de la vida y la paz. No quieren la muerte. Quieren la vida, una vida digna para todos los hombres y mujeres”

La conquista de una sociedad justa, libre y equitativa, sin explotados ni explotadores, no es el reino de Dios. El Reino es mucho más, infinitamente más. Pero el Reino exige pasar por ahí. Los procesos históricos de liberación son signos de la presencia del Reino. No puede haber reino de Dios si unos pocos acaparan los bienes de la tierra dejando en la pobreza a la mayoría, si hay gente que muere de hambre, si hay hombres y mujeres que son marginados por su condición social, étnica, cultural o religiosa.

Todo cambio sociopolítico exige transformaciones profundas en la conciencia de las personas. La liberación comienza por la transformación personal. Giulio Girardi se plantea: “¿Cuál es el objetivo fundamental de todo proceso liberador? Es conseguir la liberación humana. Que el rico se libere de la codicia que lo tiene alienado y que el pobre se libere de su indigencia y los egoísmos que pueda tener. La liberación del ser humano no significa sólo realizar la justicia social, no significa sólo derrotar la ignorancia. No podemos limitarnos a construir carreteras, viviendas, hospitales…

“Hasta que no hayamos derrotado el egoísmo, no habremos todavía realizado la liberación del ser humano”

Ciertamente, un día haremos posible el viejo sueño de construir casas para todo el pueblo… Esto, sin embargo, es sólo un aspecto de la liberación del hombre. Pero, hasta que no hayamos derrotado el egoísmo, no habremos todavía realizado la liberación del ser humano. Los sueños revolucionarios serán realidad cuando el ser humano viva para la comunidad, cuando no viva para sí mismo, sino que será capaz de abrir las puertas de su corazón y entregarlo a los demás.

Sólo los hombres y mujeres impregnados de actitudes éticas, serán capaces de aportar a la construcción de una nueva sociedad. Sólo los hombres y mujeres justos y libres podrán ser agentes de un mundo de justicia y libertad. Los nuevos sujetos no nacen espontáneamente con las nuevas estructuras, como bien señalaba Pablo Richard, sino que habrá que forjarlos al ritmo de la resistencia y de la lucha. La revolución ética es todavía una asignatura pendiente.

Fuente Religión Digital

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La hermana Jeannine Gramick escribe sobre el encuentro providencial con Benedicto XVI

Jueves, 12 de enero de 2023
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The Vatican this year barred Sister Jeannine Gramick and Father Robert Nugent from ministry involving homosexuals. The two had been involved in gay ministry in the United States for more than 30 years. (CNS photo by Nancy Wiechec) (Dec. 10, 1999) See YEAREND-ROUNDUP Dec. 10, 1999.

Hermana Jeannine Gramick y Robert NugentThe (CNS photo by Nancy Wiechec) 

Cuando Benedicto XVI fue enterrado esta semana, la hermana Jeannine Gramick volvió a contar su reunión casual con el ex Papa, quien en ese momento se desempeñaba como un alto funcionario de Curia que supervisa una investigación contra su ministerio.

Gramick escribió en Outreach sobre cómo se reunió por casualidad con el entonces cardinal Joseph Ratzinger, jefe de la congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), durante un vuelo en 1998. En ese momento, el CDF había estado investigando a Gramick y su cofundador del New Ways Ministry, el p. Robert Nugent, durante más de una década debido a su trabajo en el Ministerio Lésbico/Gay. Del encuentro, explicó Gramick:

“Tuve un encuentro casual con el cardenal Ratzinger en un viaje en avión desde Roma a Munich en 1998. El cardenal estaba sentado por una ventana con dos asientos vacíos a su lado, así que me senté a su lado y comencé una conversación. Cuando descubrió mi nombre, dijo con un brillo en sus brillantes ojos azules: “¡Te conozco desde hace 20 años!”, Había recogido varios archivos abultados sobre mí y mi ministerio durante esos años.

“Hablamos sobre mis antecedentes docentes, cómo me involucré en el alcance pastoral a las personas LGBTQ, la disminución de las vocaciones a la vida religiosa y un documento para los padres de niños lesbianas y homosexuales que los obispos estadounidenses acababan de distribuir en su reciente reunión. Cuando le dije que tenía una copia, él bromeó: “Todavía no tengo una copia”.

“‘Bueno, si hubiera sabido que iba a conocerte, ¡te habría traído uno! “.

Gramick le preguntó a Ratzinger si alguna vez había conocido a personas lesbianas o homosexuales, a lo que el prelado respondió que vio a algunos manifestantes LGBTQ+ en Alemania al acompañar al Papa Juan Pablo II allí. De esto, Gramick señaló: “Qué lástima que se haya encontrado con personas LGBTQ solo en entornos de confrontación” porque “las experiencias [p] ersonales extraen el corazón pastoral”.

La breve conversación en ese avión fue providencial; De hecho, Ratzinger usó el término “Providencia” tres veces durante su conversación para describir el encuentro. Hasta entonces, el Cardenal se negó a reunirse con Gramick a pesar de la intensa investigación a la que ella y Nugent habían sido sometidas. Por su parte, Gramick escribió que conocer al cardenal “pone una cara humana en la iglesia institucional”. Ella lo encontró como un hombre que era “cálido, sincero, amable, gentil y humorístico”. Ella agregó: “Experimenté la humanidad de alguien que tenía el poder de interrumpir mi vida”.

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Gramick también reflejó no solo sobre este encuentro casual, sino también sobre el legado del ex Papa y el funcionario curial de las personas LGBTQ+. Ratzinger supervisó la publicación de documentos dañinos que denigraron a las personas lesbianas y homosexuales, incluida la introducción del término “trastorno objetivo” sobre una orientación homosexual en 1986. Gramick declaró: “La carta de 1986 hizo una cantidad colosal de daño pastoral y, hasta hace poco, jugó un Un papel enormemente fuerte en reprimir la discusión de la ética sexual a nivel magistral “. También hubo otros textos, en los que Ratzinger causó daños pastorales. De todo esto, Gramick escribió ahora:

“¿Es de extrañar, entonces, que sus defensores lloren el daño pastoral irreparable causado por el legado del Papa Benedicto XVI?”

Gramick terminó su pieza uniendo su conversación en 1998 en vista del impacto más amplio del ex Papa. Ella concluyó:

“En mi reunión con el ex Papa, creo que cada uno de nosotros sintió que el otro tenía un profundo compromiso con la Iglesia, al servicio del pueblo de Dios. Aunque no estaba de acuerdo con su eclesiología o teología moral, sentí lo equivocado que es demonizar a alguien con quien no está de acuerdo. Ninguna persona es toda buena o todo malvada. Cada uno de nosotros es una combinación de luz y oscuridad. Y lo que juzgo como oscuridad en otro, alguien más puede percibir como luz…

“En su discurso con sus discípulos en la última cena, Jesús nos dijo que él es la vid y que somos las ramas (Jn 15: 1-8). El Papa Benedicto y yo estábamos en diferentes ramas, pero ambos estábamos arraigados en la misma vid: la vid de Cristo.

“En el análisis final, nuestras diferencias teológicas son menos significativas que la resolución que cada uno de nosotros tiene que cumplir con el llamado de Dios en nuestras vidas lo mejor que podamos, a pesar del desacuerdo o la opinión de los demás. Aprendí que es vital ver la humanidad de los demás, ver lo que nos une, en lugar de lo que nos divide “.

—Robert Shine (él/él), nuevas formas del ministerio, 7 de enero de 2022

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Defensores reflexionan sobre el impacto mayormente negativo LGBTQ+ de Benedicto XVI

Jueves, 5 de enero de 2023
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benedictopiensa-e1578956361292Hoy, en el día en el que se celebran sus funerales y ya  que algunos cardenales empiezan a pedir que sea declarado Doctor de la Iglesia y que, con toda seguridad, los movimientos eclesiales manipularán a los asistentes con su mantra de “Santo súbito”, como pide su “favorito” , y fiel secretario, George Gänswein, conviene recordar quien fue Joseph Ratzinger y su cruzada contra las personas LGTBIQ+:

Los defensores LGBTQ+ han marcado la muerte de Benedicto XVI, el papa emérito, con reflexiones sobre el impacto que tuvo, como teólogo y cardenal, además de papa, en temas de género y sexualidad en la iglesia. (Para ver la declaración del Ministerio New Ways sobre el fallecimiento de Benedict, haga clic aquí).

Jamie Manson, un católico queer que es presidente de Catholics for Choice, reflexionó en el National Catholic Reporter sobre el legado de décadas del entonces cardenal Joseph Ratzinger en la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe.

Manson se centró en los teólogos estadounidenses que enfrentaron investigación y censura debido a las intervenciones del prelado. Entre los destinatarios se encontraba la Hna. Margaret Farley, RSM, por su libro Just Love, que incluía una evaluación más positiva de las relaciones entre personas del mismo género y un nuevo paradigma de ética sexual basado en la justicia social. Manson escribió, en parte:

“El libro, como era de esperar, creó consternación en Benedicto quien, como Agustín, mostró una preocupación particular por la pecaminosidad del deseo sexual. Durante su tiempo en la CDF, algunos de los trabajos más destacados de Benedicto se produjeron en sus duras críticas doctrinales de las relaciones sexuales fuera del matrimonio y de las relaciones entre personas del mismo sexo

“A pesar de todos sus esfuerzos por controlar o suprimir la investigación teológica, el éxito de Benedicto sigue siendo cuestionable. Se podría argumentar que, durante sus 24 años al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe y sus ocho años como Papa, la teología realmente prosperó”.

Marianne Duddy-Burke, directora ejecutiva de DignityUSA, dijo en un comunicado que la muerte del ex papa “marca lo que es, con suerte, el final de una era larga y dolorosa para los católicos LGBTQIA+, nuestras familias y toda la iglesia”. Duddy-Burke agregó que mientras los miembros de Dignity oran por Benedicto, “su muerte también nos llama a reflexionar honestamente sobre su legado”, continuando:

Sus palabras y escritos forzaron a nuestra comunidad a salir de las iglesias católicas, separaron familias, silenciaron a nuestros partidarios e incluso costaron vidas. Se negó a reconocer incluso los derechos humanos más básicos de las personas LGBTQIA+. Muchos de nosotros experimentamos la discriminación justificada religiosamente más dura y flagrante de nuestras vidas como resultado de sus políticas. . .

“Oramos para que la iglesia aproveche el período de reflexión posterior a la muerte del Papa Benedicto XVI para reconocer que en muchos casos utilizó su poder en formas que no lograron promover el mensaje evangélico de amor, unidad humana y la responsabilidad de cuidar a los marginados. ”

La Global Network of Rainbow Catholics- Red Global de Católicos del Arco Iris emitió una declaración que afirmaba que el mundo “ha perdido a un gran teólogo y un hombre que amaba profundamente su fe” y, sin embargo, “Benedicto era una persona bastante tímida y no estaba bien versado ni se sentía cómodo al abordar el complejo emociones de la condición humana”. Christopher Vella, copresidente de GNRC, comentó:

“Si bien notamos que su historial con la comunidad LGBTQ no es positivo, su decisión inspirada de renunciar al Papado fue fundamental para el papado más inclusivo de su sucesor, el Papa Francisco, con su compromiso inequívoco de abrir la Iglesia a la gente de la periferia…”

FutureChurch, un grupo reformista católico de EE. UU., hizo referencia al legado del ex Papa en temas LGBTQ+ en una declaración más larga, que dice, en parte:

“Si bien lamentamos la pérdida del Papa Benedicto XVI, no debemos borrar el registro cuando se trata de sus muchos esfuerzos para mantener a las mujeres subordinadas y a las personas LGBTQI+ excluidas. Las políticas establecidas mientras se desempeñó como prefecto de la CDF y luego como Papa, importan hoy. Las mujeres y los católicos LGBTQI+ aún sufren los efectos de sus políticas en una Iglesia que continúa socavando su auténtico valor, dones, sabiduría y autoridad”.

LGBT+ Catholics Westminster Católicos LGBT+ Westminster, el ministerio de extensión pastoral en el Reino Unido, emitió un comunicado llamando a Benedicto “un ser humano sensible y vulnerable” que “a menudo no podía o tenía miedo de relacionar sus profundos principios teológicos con los problemas del día, sobre todo en las áreas de género y sexualidad”. Destacó sus esfuerzos como cardenal Ratzinger para dejar de recibir Misas en la Diócesis de Westminster y concluyó: “Su fallecimiento marca un punto de inflexión en la vida de los católicos LGBTQ+ de todo el mundo”.

El P. Tony Flannery, CSsR, un sacerdote irlandés censurado por la Congregación para la Doctrina de la Fe en parte por su apoyo a la igualdad LGBTQ+, reflexionó sobre el fallecimiento de Benedicto en su blog personal. Flanery escribió:

“Hay dos cosas que se destacan para mí de mi experiencia de lo que me gusta llamar ‘el Vaticano de Ratzinger’… La primera fue una convicción total sobre la rectitud de sus creencias y prácticas…

“La segunda fue su total falta de respeto por las personas que consideraban un error. Esto se expresó en mi caso al no permitirme ninguna oportunidad de ejercer ninguno de los derechos que los sistemas legales de todas las sociedades civilizadas otorgan a las personas acusadas. No se me permitió saber quiénes eran mis acusadores…

“Entonces, ¿lamento su muerte? Realmente no puedo decir que lo hago. Pero rezo por él y le deseo la paz eterna. Todos nosotros, papa y mendigo, nos enfrentamos al mismo final, sea cual sea exactamente”.

El P. James Martin, S.J., un defensor LGBTQ+, publicó elogios para Benedicto en su página de Facebook, destacando la humildad del pontífice al dejar el papado, así como sus libros sobre la vida de Jesús de Nazaret:

“Primero, su renuncia como Papa en 2013 fue uno de los actos de humildad más notables en la historia de la iglesia. Tomó a casi todos con la guardia baja, no solo porque fue el primer Papa en renunciar en siglos, sino también porque los actos de humildad de esa magnitud son cada vez más raros…

“En segundo lugar, su serie de libros ‘Jesús de Nazaret’, a la vez profundos, eruditos, sorprendentes, expansivos e inspiradores, son una importante contribución a la espiritualidad cristiana. Junto con su encíclica ‘Caritatis in Veritate’, se encuentran entre sus escritos teológicos más poderosos”.

Outreach, un recurso del ministerio LGBTQ+ producido por Estados Unidos, ofreció una oración católica tradicional por los muertos en Instagram:

“Outreach, junto con los católicos de todo el mundo, lamenta la muerte del Papa Emérito Benedicto XVI. Concédele el descanso eterno, oh Señor, y brille para él la luz perpetua. Puede él descansar en paz.”

John Casey, editor general de The Advocate, también reflexionó sobre el legado de Benedicto XVI. Casey, quien es sobreviviente del abuso del clero, cita las fallas de Benedicto para abordar el abuso sexual durante cada paso de su carrera eclesial. El autor describe a Benedicto como teniendo “una reacción de selección de cerezas y humo y espejo ante el escándalo”. En términos de temas LGBTQ+, Casey dijo que el ex papa “fue despiadado al amonestar y castigar a cualquiera en la iglesia que fuera LGBTQ+ o un aliado”. Señaló la censura de Ratzinger a la Hna. Jeannine Gramick,y el P. Robert Nugent,, cofundadores del New Ways Ministry, y la persistente oposición de Benedicto al matrimonio igualitario.

Además, Casey dijo que el enfoque de Ratzinger hacia la crisis del VIH/SIDA fue particularmente dañino y perjudicial para la vida:

“En 1987, mientras el virus se propagaba, abundaban los rumores de que la Iglesia Católica podría respaldar implícitamente el uso de condones para ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad. Ratzinger lo rechazó de inmediato y dijo que tal enfoque para proteger a los hombres homosexuales y el sexo homosexual “daría como resultado al menos la facilitación del mal”… ¿Te imaginas cuántas vidas podrían haberse salvado si los obispos respaldaran el uso de condones?”

Casey concluyó con lo que probablemente sea la evaluación más negativa de Benedicto desde una perspectiva LGBTQ+ que se haya visto impresa hasta ahora, afirmando que el pontífice “dejó tanta animosidad, desprecio y división a su paso”.

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Bondings 2.0 continuará presentando opiniones y perspectivas sobre el legado de Benedicto XVI en temas LGBTQ+ si salen a la luz más comentarios a medida que nos acercamos a su funeral el 5 de enero.

Para publicaciones anteriores de Bondings 2.0 sobre el fallecimiento de Benedict0:

31 de diciembre de 2022:  New Ways Ministry Marks the Passing of Benedict XVI. El Ministerio New Ways marca el fallecimiento de Benedicto XVI.

1 de enero de 2023:Benedict XVI in the Company of LGBTQ+ Saints . –   Benedicto XVI en compañía de los santos LGBTQ+.

2 de enero de 2023: Benedict XVI’s Death Highlights the Church’s Changes on LGBTQ+ IssuesLa muerte de Benedicto XVI destaca los cambios de la Iglesia en temas LGBTQ+.

—Robert Shine (él/él), New Ways Ministry, 4 de enero de 2022

Fuente New Ways Ministry

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Declaración de Francis DeBernardo, Director Ejecutivo del New Ways Ministry sobre el fallecimiento de Benedicto XVI

Martes, 3 de enero de 2023
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Ganswein-Benedicto_2044305604_9946088_660x371La siguiente es una declaración de Francis DeBernardo, Director Ejecutivo del New Ways Ministry sobre el fallecimiento del Papa Emérito Benedicto XVI.

New Ways Ministry ofrece oraciones por el descanso del alma de Benedicto XVI, el Papa Emérito, quien falleció el 31 de diciembre de 2022.

Antes de convertirse en Papa en 2005, Benedicto, conocido entonces como el cardenal Joseph Ratzinger, tuvo una gran influencia en el enfoque de la Iglesia hacia las personas y los problemas de homosexuales y lesbianas. Como autor principal de la “Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre el cuidado pastoral de las personas homosexuales de 1986, introdujo el término “trastorno objetivo” en el vocabulario de la Iglesia para describir una orientación homosexual. También supervisó la producción del Catecismo de la Iglesia Católica de 1994, que describía la actividad sexual entre dos personas del mismo género como “actos de grave depravación”.

Estos documentos causaron, y aún causan, un grave daño pastoral a muchas personas LGBTQ+ y a los católicos que ven la bondad, la santidad y el amor de Dios en las relaciones de las parejas queer. Si bien las declaraciones del cardenal Ratzinger tenían la intención de resolver el debate sobre la homosexualidad en la iglesia, simplemente ampliaron el debate. Muchos teólogos católicos, líderes y personas de base cuestionan esta enseñanza y buscan una renovación doctrinal sobre temas LGBTQ+. Lamentablemente, las palabras del Cardenal Ratzinger hicieron que muchos católicos abandonaran la iglesia, algunos se fueron a otras denominaciones cristianas u otras religiones, y algunos rechazaron cualquier tipo de religión institucional.

En 1998, la hermana Jeannine Gramick, cofundadora del New Ways Ministry, se encontró con el cardenal Ratzinger en un vuelo de Roma a Munich. La hermana Jeannine y su colega de ministerio, el padre Robert Nugent, estaban siendo investigados por la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el cardenal Ratzinger. Al año siguiente, a la pareja se le prohibió el ministerio con la comunidad LGBTQ+. Si bien el padre Nugent cumplió con la orden, la hermana Jeannine se opuso.

La hermana Jeannine describió su conversación en el avión como una experiencia de la humanidad del Cardenal: cálida y amistosa, amable, graciosa y afable. Si bien no estaba de acuerdo con sus puntos de vista sobre la homosexualidad, sintió que él era un hombre de profunda fe y profundamente comprometido con la Iglesia al servicio del pueblo de Dios.

En un momento de la conversación, ella le preguntó si alguna vez había conocido a lesbianas y gays. Él respondió: “Cuando el Papa Juan Pablo II y yo estuvimos en Berlín, hubo una manifestación de homosexuales”. Ella se entristeció porque su respuesta indicó que él no había tenido una relación personal con lesbianas y gays; su imagen de ellos era como manifestantes, no como los seres humanos completos, amorosos y llenos de fe que ella había llegado a conocer.

El enfoque de Benedicto sobre los problemas de gays y lesbianas se vio claramente obstaculizado por el hecho de que no comprendía la dimensión humana del amor y la relación que caracteriza a las parejas e individuos del mismo sexo. Se basó en ideas filosóficas y teológicas abstractas de siglos de antigüedad en lugar de aprender sobre entendimientos más recientes de la sexualidad. Lo más importante es que no pudo escuchar las experiencias vividas de personas reales.

Aunque claramente es un hombre de fe que busca actuar con buenas intenciones, su resistencia a comprometerse con la vida, el amor y la fe de seres humanos reales significa que será recordado como un líder de la iglesia que no escuchó pastoralmente a aquellos a quienes sirve la Iglesia. En contraste, el Papa Francisco, su sucesor, ha llamado a los líderes pastorales a ser oyentes y aprendices, particularmente en el ministerio con aquellos en los márgenes de la iglesia y la sociedad, como las personas LGBTQ+.

–Francis DeBernardo, New Ways Ministry, December 31, 2022

Fuente New Ways Ministry

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