Ya se sabe que la iglesia siempr e se ha preocupado por la educación de los jóvenes… o eso dicen…  sobre todo acerca de lo que hacen en la cama… pero la última estupidez nos ha llegado de la hermana Jane Dominic Laurel, de la Diócesis Católica del Instituto de Charlotte, a la que le preocupa mucho que los jóvenes conozcan los peligros de la masturbación. Nunca nos hubiéramos imaginado que se afirmase  que esta práctica podría volver gays a los hombres. Es lo que sostiene esta monja dominica de Nashville, en Estados Unidos, la hermana Jane Dominic Laurel, quien ha revolucionado la ciudad con su particular visión del onanismo.

El pasado viernes, la religiosa dijo en un instituto católico que masturbarse, ver porno o no tener padres puede convertir en gays a los hombres.

“La monja puso como ejemplo a uno de sus amigos homosexuales, que decía que solía ir a un cobertizo con sus amigos para ver porno, y que por eso era gay”, cuenta un estudiante al portal americano QNotes. “Y después habló de la estadística en la que los hombres gays tienen entre 500 y 1000 parejas sexuales”.

“También habló de una pareja gay australiana que abusaba de su hijo”, añade otro estudiante. “Nos trataba de explicar que los padres gays no son buenos”.

David Hains, portavoz de la Diócesis Católica del instituto de Charlotte, donde tuvo lugar la charla, ha salido al paso de la polémica. “La creencia de que la masturbación convierte en gays a las personas no es una enseñanza oficial de la Iglesia”, dice. “La Iglesia católica cree que la gente homosexual o que tiene atracción por personas de su mismo sexo, como quieras llamarlo, son personas que merecen vivir en paz y dignidad”, añade.

Hasta ahí bien. Pero continuó: “Al mismo tiempo, la Iglesia Católica enseña que el sexo fuera del matrimonio está mal”. O sea, que los homosexuales no deben tener sexo. Las parejas heterosexuales sí, cuando se hayan casado. Pero la masturbación, prohibida para todos. “La gente suele tener una idea equivocada sobre la postura de la Iglesia acerca del matrimonio y que los homosexuales con bienvenidos en las iglesias católicas”.

La hermana Laurel no ha hecho ningún tipo de declaración después de soltar semejante idiotez, a pesar de que tiene previsto regresar a la escuela para dar otra charla en mayo. Sin embargo, los estudiantes no quieren volver a verla por el instituto. Han iniciado una recogida de firmas en la que condenan los comentarios homófobos de la prelada y exigen una disculpa formal por parte del centro educativo.

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