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Observar, callar, fluir (III): Síntesis fecunda entre Occidente y Oriente

Lunes, 25 de mayo de 2020
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joven-guapo-bronceado-mirando-observando-manteniendo-ojo-objeto-frente-o-mirando_1194-13136Stefano Cartabia, Oblato,
Uruguay

ECLESALIA, 07/05/20.- La tercera pata de nuestra mesa metodológica consiste en la síntesis entre occidente y oriente y especialmente sus cosmologías, su espiritualidad, su experiencia religiosa. Cuando hablo de “occidente” y “oriente” no me refiero simple y solamente a su dimensión geográfica. También porque hoy en día, con el fenómeno de la globalización y los movimientos masivos de personas, la distinción no es tan neta como antes. Hay mucho de “occidente” en “oriente” y mucho de “oriente” en “occidente”. Cuando me refiero a “occidente” y “oriente” me refiero esencialmente a dos posturas distintas de ver la vida y el fenómeno religioso, o sea, la relación con lo Trascendente y lo Absoluto.

También en este aspecto hay que reconocer que en la actualidad hay muchos más contactos e intercambios entre las dos posturas. Hay elementos occidentales en la visión oriental y hay elementos orientales en la visión occidental. Pero, sin duda, quedan los rasgos centrales y característicos de cada cosmovisión.

Nombramos brevemente estos rasgos esenciales.

Occidente: más racional, centralidad de la historia como proceso, concepción del tiempo lineal, religiones de la palabra y teístas: cristianismo, judaísmo, islamismo. Predomina la dimensión personal. Predomina el lenguaje y la palabra. Predomina lo masculino. Predomina el lado izquierdo del cerebro (análisis, control, orden, literatura, disciplina, numérico). Desde la visión taoísta: yang.

Oriente: más intuitivo, historia sujeta al momento presente, concepción del tiempo cíclica, religiones místicas y oceánicas: budismo, hinduismo, taoísmo. Predomina la dimensión oceánica (lo particular es expresión del Todo). Predomina la contemplación y el silencio. Predomina lo femenino. Predomina el lado derecho del cerebro (arte, emociones, holístico, intuitivo, creativo, música). Desde la visión taoísta yin.

Estamos llamados a una profunda y fecunda síntesis entre occidente y oriente. Ambas dimensiones expresan algo del misterio de la vida y del ser humano. Una experiencia integral y plena no puede prescindir de esta fecunda síntesis. Algunos teólogos ven en esta comunión un aspecto esencial en el futuro de la humanidad y yo comparto plenamente esta apreciación.

En este sentido, el funcionamiento del cerebro humano tiene una fuerza simbólica impresionante. Según parece los dos hemisferios desarrollan funciones particulares pero están unidos por el cuerpo calloso que da una profunda unidad al cerebro. Cuanto más los dos hemisferios interactúan más desarrollo y plenitud alcanza la persona.

La visión teológica que está a fundamento de mi propuesta ofrece una cierta síntesis de la experiencia, espiritualidad y cosmovisión de Oriente y Occidente. Se nutre de esta comunión e interrelación que es siempre nueva, en proceso y nunca algo alcanzado o definitivo. La síntesis es un fenómeno y un proceso siempre “in fieri” (haciéndose).

Esta comunión dinámica entre Oriente y Occidente alimenta y nutre la visión teológica y por ende el método pastoral.

Sobre el tema se escribió y se está escribiendo mucho. Es un tema interesantísimo y de una riqueza infinita. No puedo en esta instancia entrar detalladamente en un tema tan profundo, rico de vetas y aspectos a considerar.

Una última observación: las actitudes previas y necesarias para esta comunión y síntesis entre Occidente y Oriente son sin duda una gran apertura, disponibilidad y transparencia.

Sin estas actitudes no escaparemos del peligro de encerrarnos en nuestras creencias, apegos y fanatismo.

Es muy aconsejable que aquellos que quieran implementar este método pastoral dediquen un tiempo al estudio y a la práctica de una o más tradiciones orientales.

DEL “VER, JUZGAR, ACTUAR” AL “OBSERVAR, CALLAR, FLUIR” el 26/03/18
OBSERVAR, CALLAR, FLUIR I el 04/05/20
OBSERVAR, CALLAR, FLUIR II el 05/05/20

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

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En una Iglesia devastada oran dos niños. Feliz Navidad 2014

Jueves, 25 de diciembre de 2014
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10847778_4913784539103_3143312937479390174_nLa triste Navidad de los cristianos en Gaza: “No sabemos lo que nos deparará el futuro”

Dura pero esperanzadora felicitación  de Xabier Pikaza en su blog:

En una iglesia devastada de algún lugar de Oriente oran dos niños ante Jesús que nace. Con ese signo de inmenso dolor y esperanza aún más grande, Mabel y yo queremos felicitar la Navidad a todos los amigos, y a los lectores de este blog.

No vemos el Belén, pero está delante de los dos niños que oran, a nuestras espaldas. Demos la vuelta, miremos y adoremos.

Jesús ha querido nacer entre las ruinas de una Iglesia casi devorada por el fuego, sin imágenes ni santos, sin altares… Entre las cenizas humeantes, María y José han limpiado un pobre espacio de amor para el Niño. Una vez más, sus enemigos (que empezaron por el viejo Herodes) no han podido matarle, ni han logrado destruir la Navidad, simbolizada en el gesto de estos niños que, como los viejos pastores y magos, miran y sufren, admiran, rezan y esperan.

Navidad en una Iglesia que renacerá de sus cenizas

Según el evangelio, Dios quiso venir a la posada de los hombres y no encontró lugar ni en la ciudad, ni en el hostal del barrio, ni siquiera en los bancos del arrabal… Más aún, sus adversarios querían quemar sus “iglesia”, destruyendo así sus huellas para siempre.

La familia de Jesús no tenía dinero ni influencias para comprarse una mansión segura, amurallada, defendida del fuego y de las armas… Pero era Dios y nació, aunque fuera en la iglesia quemada, o una cueva de pastores, un portal o puerta abandonada, una paridera de animales.

Quiso vivir entre nosotros y nació a pesar de que no hubiera lugar en la posada, a pesar de que sigan quemando su Iglesia. Decidió nace y nació, porque José y María estaban a su lado y le acogieron (como miles y millones de hombres y mujeres) y al menos dos niños fueron a rezarle (como se dice en la misma Biblia que fueron magos y pastores).

Nació Jesús y su Iglesia, es decir, la humanidad amante renacerá de sus cenizas, por encima de todas las bombas e incendios del mundo.

Cuatro felicidades

1. Felicidades a todos, en esta noche mágica del Dios que nació y sigue naciendo en Jesús y en cada uno de nosotros, aunque muchos se esfuercen en quemar el mundo, la Iglesia, la vida… Felicidades porque estuvieron allí María y José, dando la vida, manteniendo la esperanza… y porque estos niños de la Iglesia devastada han ido a verle y le rezan.

2. Felicidades a todos en esta “buena” noche, a pesar de que la mayoría seguimos ocupamos en la cosas que hacían antaño las gentes de Judá y de Roma, contando el dinero, fabricando bombas incendiarias, dejando morir de hambre a los pobres. Felicidades, porque Dios es Dios y quiere seguir viviendo en nuestra vida, aunque nuestros imperios o emporios no quieran recibirle, y le esperen con fuego.

3. Felicidades a todos en este Día de la Vida que nace, a pesar de que muchos de nuestros belenes “cristianos”, hechos de luces y lujos, no tengan lugar para aquellos que pasan hambre y quieren venir. Felicidades, a pesar de que a veces celebremos a un Jesús sin Jesús, a un Dios sin Dios, una Navidad sin nacimiento a la vida. Dos niños rezan en esta imagen de la Iglesia Quemada, porque están viendo nacer a Jesús entre las cenizas de un mundo que sigue ardiendo por culpa de los hombres como hace 2015 años.

4. Felicidades a pesar de que no haya casa para muchos niños. Belén se ocupaba entonces de sus cosas: los pisos eran caros, imposibles las rentas, todos los lugares estaban ocupados por los okupas de siempre. No había lugar para alguien que viniera de lejos, ni siquiera en las iglesias, olvidadas o quemadas… Pero estos dos niños llegaron, y otros miles y millones de niños siguen viniendo para adorar a Jesús que renace una vez de las cenizas de un mundo que nos empeñamos en quemar.

¡Felicidades a todos, con esos dos niños de la imagen!

Así nació fuera de la ciudad del mundo, en una puerta/portal abandonado donde a veces acampaban los pastores, en una paridera donde parían las ovejas, en una cueva donde anidaban las aves y tenían su cubil los animales. Así sigue naciendo en la iglesia quemada, en un mundo que corre el riesgo de incendiarse por todas partes… Se arriesgó a nacer y la acogieron José y María. Se arriesgó a nacer, y esta imagen la acogen y rezan por lo menos dos niños.

En un día como hoy, 24 de diciembre de 2015, en un mundo donde María y José vienen en pateras, en una tierra donde millones y millones de emigrantes y pobres no tienen casa…, cerca de ciudades y pueblos donde queman las iglesias, para que Jesús no nazca: ¡Felicidades a todos!

A pesar de todo, por el amor más grande de Dios y de la vida, queremos celebrar la venida de Dios para que cambie la vida de todos, hombres, mujeres y niños a los que Dios ama, con su mejor voluntad, a pesar de todo, porque ha querido nacer y ser para siempre nuestro huésped y amigo.

Mabel y Xabier

Navidad 2014

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Recordatorio

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