Archivo

Entradas Etiquetadas ‘Francisco de Asís’

“Primero atender a los hermanos y después Orar contigo”. (S. Fco de Asís.) Amar, No es Amar como Amamos.

Miércoles, 17 de abril de 2024

Del blog de Alfonso J. Olaz El Rincón del Peregrino:

IMG_3404

Jesús,
Enseñanos a Amar,

Pues ya perdimos la inocencia del amado
Y Olvidamos el primer amor
El primer anuncio del amado

Primero atender a los hermanos y después Orar contigo.
(S. Fco de Asís)

Hermano

Rezamos sin darnos cuenta
Sin confianza, ni alegría
Más si la confianza es cierta,
Hay alegría verdadera-
Y ya teniendo esto,
Sabemos que Él Ora en nosotros.

Y así queremos amar al hermano Al que le llega nuestra oración por ser bien rezada.

¡Hermano eres Oración!

Porque hemos Orado bien,
¡Y gran pena da, que antes no lo supiéramos!

¡Jesús!

Incrústame en mi corazón, Ser Fraternidad con mis hermanos

Y si yo luego, Te negara, Tú que eres Misericordia, Haz lo que quieras conmigo.

¡Jesús, hermano!

Ahora sabemos contemplar tu amor,
Chispa de mil colores de misericordia que no cesa,
Y se difunde en tu fraternidad universal.

Fuego de amor que no se consume.
Y se fusiona en toda tu humanidad.

¡Jesús!

Haz que nosotros no nos consumamos en nuestra impaciencia.

Muéstranos nuestro rostro en la Fraternidad,
Haciendo que se funda con el tuyo
Y si así lo Viéramos, a TI te veríamos
Y así haríamos tu Voluntad.

Señor,

Haz que pasemos por esta Vida, la tuya, con tu sentido Orando.

Y así pasemos con sentido Obrando
Para llegar pronto el día
Para ser Fraternidad, la tuya.

De la Vida al Evangelio
Del Evangelio a la Vida.

Amar no es amar, como Amamos

Jesús,

Enséñanos a Amar
Pues ya perdimos la inocencia del amado
Y Olvidamos el primer amor
El primer anuncio del amado.

Jesús

Enséñanos al Amor,

Muéstranoslo Para ser alumnos de tu escuela divina.
Corre tu velo de Fraternidad

Abrázanos y fúndenos con tu espíritu que todo lo abrasa y lo transforma.

Jesús,

Cuando pedimos con sincero corazón,
Nuestros asuntos son los tuyos.

Jesús,

Enséñanos a Amar
Muéstranos al amado,
Para que descubramos nuestra vocación de enamorados.

Danos el sentido del amor
De la importancia de renacer otra vez
Para Ser Fraternidad Universal.

 *

 Alfonso Olaz
02.03.2024

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , ,

“Encuentro histórico de paz con el Evangelio en la mano”, por Gabriel María Otalora

Miércoles, 17 de abril de 2024

Hubo un tiempo, tan malo o peor que el nuestro, en lo que a la paz se refiere. Las Cruzadas del siglo XIII no estuvieron encaminadas a la recuperación de Jerusalén, ni a la protección de los cristianos, sino más bien a la conquista de nuevos lugares donde comerciar y dar rienda suelta a la codicia pensando enampliar los beneficios en Oriente. Lo religioso en casi todas las Cruzadas era un barniz más que otra cosa. La V Cruzada (1217-1221) pretendía tomar Egipto y desde allí avanzar a Palestina. Pero fracasó ante el sultán de Egipto en medio de enfrentamientos y disputas constantes entre los propios cruzados.

A Francisco de Asís no se le ocurrió idea mejor que embarcarse en una larga travesía para entrevistarse nada menos que con el sultán Al Kamil Muhammad al Malik,sobrino de Saladino, al mando de Egipto. Lo extraño fue que el sultán aceptara recibir a unos frailecillos insignificantes contra el consejo de su séquito que prefería matarles allí mismo.

Lo cierto fue que Al Kamil se encontró por primera vez con un cristiano pacífico y devoto de su fe sin fustigar a nadie, que no quería la guerra sino la paz. Quedó tan impresionado con el Poverello que exclamó: “Si todos los cristianos fueran como Francisco sería muy fácil ser cristiano”.

Francisco logró una paz temporal entre ambos bandos después que el sultán llegara a ofrecer a los cruzados una tregua que estos rechazaron. Solo tras desbordarse el Nilo, los cruzados terminaron pactando una tregua que duró 8 años. Desde entonces, los franciscanos custodian los Santos Lugares.

La mansedumbre del corazón del frailecillo logra cumplir su viaje, tocar el corazón del sultán y regresar sano y salvo como testigo de la paz, en nombre del Evangelio. Cuentan que al despedirse, el sultán dijo a Francisco “Ruega por mí, para que Dios se digne revelarme la ley y la fe que más le agrada”.

En el actual ambiente bélico mundial, especialmente centrado en la masacre en que se ha convertido Gaza, es necesario recordar un encuentro así. La foto de Francisco y el Sultán es la imagen poderosa que que ponga en valor al diálogo que vence a la lógica del conflicto. Diálogo a todos los niveles: en la familia, en el trabajo, en los Estados, pero también dentro de la Iglesia, ahora con el desafío de la sinodalidad. Y por supuesto, diálogo también entre el mundo cristiano y el mundo musulmán, saliendo al encuentro del Otro sin prejuicios.

La actitud de Francisco fue contra cultural, diríamos incluso ´poco eclesial´,frente a lo que se llevaba: ser “soldados de Cristo” para estar dispuestos a asesinar a los musulmanes y a ser asesinados por ellos como enemigos de la fe. Si la valentía del hermano de Asís fue sorprendente, no olvidemos la del sultán, que quiso colmarles de regalos a aquellos frailes, rechazando la opinión de sus asesores que preferían un baño de sangre. Un signo de que la paz construye. Yo echo en falta ensayos sobre las Escrituras y la historia de la humanidad, centrados en la paz y en las consecuencias de no haber apostado por ella; que es posible ganar más con ella que lo que se pierde.

Tras su experiencia, Francisco no volvió a su país de vacío. Frente a lo que se estilaba (morir y matar por Cristo era la mayor gloria que se podía conseguir), incluyó en su Regla la manera de evangelizar en territorios musulmanes junto al código de comportamiento a seguir en dichos lugares. No olvidemos que la actitud del sultán tuvo su importancia en la actitud posterior de Francisco hacia los musulmanes.

Un fruto reciente del corazón de paz de san Francisco lo tenemos en otro encuentro histórico de los frailes franciscanos de Betania, donde vivían María, Marta y Lázaro (los amigos de Jesús que siempre lo acogían). Se han reunido por primera vez en su convento con un grupo de musulmanes para compartir el iftar, el único momento del día durante el mes de ayuno del Ramadán en el que pueden comer. La preparación de la comida estuvo a cargo de Fátima Faroun, palestina musulmana,directora de la asociación Shoruq Society For Women, de Betania. Jesús resucitado, siempre invita al encuentro de paz.

Coda final para escépticos: El encuentro entre Francisco y el sultán se produjo, es histórico y está documentado en numerosas fuentes coetáneas. Son destacables dos textos del obispo de Acre, Jacobo de Vitry, fallecido en 1240, que confirman la historicidad del diálogo. A lo que hay que sumar otros relatos y las referencias a este hecho por parte de san Buenaventura (s. XIII).

Espiritualidad, General , ,

Seré Gusano para vivir con mis hermanos.

Miércoles, 6 de diciembre de 2023
Comentarios desactivados en Seré Gusano para vivir con mis hermanos.

Del blog de Alfonso J.Olaz El Rincón del Peregrino:

IMG_1317

Seré Gusano para vivir con mis hermanos

Para ser luz
Déjate fundir todas tus luces…
Y serás luz.

Para ser paz
Déjate vaciar
Y él te llenará de toda su paz.

Para ser Alegría
No busques la alegría
Y serás alegría.

Para encontrar lo que tu corazón ansia,
olvídate lo que ansia tu corazón.

¡Para encontrar ese tesoro!…
¡Deja, deja, deja de buscar!…
Y él se hará el primero en llegar

El loco encontradizo de sus playas abiertas
De tu faro en sus mares
Siempre en roca firme, con cimientos firmes.

Siempre ha estado ahí, a tu lado.
Para que seas su Farero de la confianza, sin haber visto
de todos los faros de su alta mar.

Para perdonar
Déjate perdonar
Y serás perdón.

Haz la experiencia de la humildad
Déjate llevar…
¡Y solo haz!…

¡Como hermanito menor que eres…!

Cuando él quiere que hagas…
Serás luz, paz, alegría y perdón.
Y vivirás en el filo de su amor.

Para ser dardo certero de su
corazón sangrante y alivio y
consuelo de los corazones de sus
hermanos, los tuyos.

Serás como el gusano,
que San Francisco de Asís apartaba
para que no lo pisaran en el camino,
Y tú harás lo mismo para que no pisen a tus hermanos,
ya que tu padre celestial te ha recogido del camino
para que seas siempre gusano.

*

Alfonso Olaz

IMG_1318

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , ,

Déjate, Déjate, Déjate llevar por Él. Con Jesús de Nazaret y Francisco de Asís

Sábado, 21 de octubre de 2023
Comentarios desactivados en Déjate, Déjate, Déjate llevar por Él. Con Jesús de Nazaret y Francisco de Asís

Del blog de Alfonso J. Olaz El Rincón del Peregrino:

IMG_0840

Para ser sentido del enamorado Déjate enamorarte por sus sentidos

Sé consentido con Él
para ser su sentido.Para tener sus sentimientos y emociones
Sé con Él,
Para vaciando tu consentimiento Ser agradecimiento.Y dejarás tu consentimiento imperfecto y serás solo agradecimiento.Para ser su mirada, Déjate llevar por Él.Bendito seas Padre
En tu mirada, que es la perfecta alegría, que todo lo deslumbras y transformas hasta el hermano Sol se arrodilla en tu presencia,

Y toda la creación se estremece, muere y vuelve a renacer en tu mirada de cada día.

Bendito seas Padre
Por todo hombre que te escucha con corazón sincero,
Y se abrasa, y se disuelve en el jardín de su creación
Haciéndose corazón del hortelano Del Maestro divino del pozo blanco.

Bendito seas Padre
¡Porque es fácil y posible el verte desde el corazón!

Bendito seas Padre,
¡Porque nos has regalado que es fácil, simple y posible creer en ti, si creyéramos!

Te pedimos perdón, Padre
Porque hacemos imposible lo que tú hiciste posible, Amar-

Haciéndonos nosotros creer, que es imposible por tu redención lo que a todos nos regalaste, para que fuera posible para todos, para todos.

Qué lo imposible no es Amarte,
Ni lo posible no quererte
Que en tu lógica todo es posible,- En la tuya que ya la has hecho- nuestra: Enamórate del buen Dios Padre

Te pedimos perdón, Padre,
Por tantas veces no besar tu carne, Cuando te has hecho el encontradizo en tu Evangelio- nuestro de cada día,
¡Como lo hizo tu hermano Francisco con el pobre de tu Evangelio!-

¡Con tu amigo el leproso!
Y con todos los leprosos de nuestro evangelio de cada día, en nuestras leproserías de nuestras periferias, en las orillas muy cercanas de donde vivimos.

Francisco!
Te rogamos que hagamos la experiencia del Amor,
De ese amor divino, y corazón muy humano que tú le entregaste, y tan bien lo conociste!

Francisco!
Te rogamos que en nuestra torpeza,
Dejemos de serlo, para encontrar la Verdadera Paz.
Ponernos ya en camino para ser- Humildes como tú y tus amigos: Jesús y María, y no buscar otra cosa.

Francisco!
Ser sencillos como tú y tu hermano Jesús y María.
Porque el que se deja encontrar por Él Amor, todo le sale bien… Y- jamás querrá desposarse.

¡Señor, alabado seas!
Por darnos todo y Creer que si creemos, ya lo veremos por haber creído.

¡ Señor, alabado seas!
Que permites todo, incluso caminar en tu presencia por desfiladeros de muerte
para bien nuestro y ser semejanza tuya.

¡Señor, alabado seas por todas las criaturas!
Que te reconozcamos en todo,
En Todo estás tú.

¡Te alabamos Padre!
Por la criatura más bella de toda la Creación, por ser hecha a imagen y semejanza tuya,
Tu muy querido hijo,
Nuestros hermanos y hermanas de la Fraternidad Universal.

¡Padre, Por tu Alegría!
Haz que creamos en tu Madre,   Que nos alegremos con nuestra Madre
Porque somos de origen divino
De la misma familia que Jesús y Maria

Francisco, Te rogamos
Que siendo Humildad, es posible dar tu fe, al que no la tiene.
Para que siendo hijos de la Madre, Santa María de la Humildad,
Seamos Hermanos y hermanas de la sencillez-

Para que el que perdió la Fe vuelva a-Ti.

El que no te conoció te conozca bien.
Y el que te conoce y no de testimonio de ti, De ti ahora lo dé. 

*

Alfonso Olaz
07.10.2023

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , ,

“El hermano de Asís al hermano de Roma”, por José Arregi

Sábado, 21 de octubre de 2023
Comentarios desactivados en “El hermano de Asís al hermano de Roma”, por José Arregi

 francisco-reparaDe su blog Umbrales de Luz:

Nunca quise ser importante, sino el hermano menor de los más pequeños y de todos los olvidados. Pero, por circunstancias de la historia, el día en que pasé de esta vida mortal a la Vida plena se convirtió en un día señalado para muchas hermanas y hermanos de sueños evangélicos.

El tránsito –que quise consumar “desnudo en la tierra desnuda”– tuvo lugar tal día como hoy, 3 de octubre de 1226, hace casi 800 años, en aquella celdita de ramas y tierra en la Porciúncula de Asís, el lugar de mis amores y de mis sueños. En el atardecer del aniversario de aquel día os escribo, hermanas y hermanos todos de la Tierra. Al día siguiente me enterraron en la iglesia de San Jorge de Asís, fundida mi tierra con toda la tierra hermana y madre. ¡Qué descanso! ¡Qué libertad! ¡Qué plenitud! Uno con la tierra, el agua y el aire, con las alondras, las aves y todos los animales, uno con todos los seres humanos, sobre todo con los últimos y todos los desconocidos. Uno con Dios.

Desde niño fui soñador. Soñé con otro mundo en este mundo, donde no hubiera señores y siervos, ricos y pobres, palacios y tugurios, ejércitos y guerras y tanta miseria. Incluso antes de conocer de verdad a Jesús y antes de creer en las llamadas verdades del Credo, soñé vagamente con otra Iglesia sin papas con ejércitos y en guerra, sin clérigos poderosos, sin ambiciones ni riquezas ni monopolio de la verdad.

Luego, cuando aprendí a mirar a Jesús en aquel misterioso crucificado lleno de paz y de luz en la penumbra de la ermita de San Damián –¡aquellos atardeceres de Asís!–, entonces todo encajó en lo profundo de mí. Quería ser como aquel Jesús. Sentía a veces una irresistible rebelión y una paz invencible. Y quise ser rebelde y pacífico. Quise ser hermano de todos, incluso de los grandes señores, y transformar de raíz aquel mundo desgarrado. Y fui sintiendo un impulso intenso por reformar aquella Iglesia de señores de las conciencias y de la verdad, aliados con señores de las tierras y del comercio. Pero decidí no dedicarme a proclamar y promover directamente la reforma irrenunciable de la Iglesia, sino vivir la reforma que soñaba. Por eso no quise ser clérigo ni monje, sino peregrino y compañero de vida de los más pobres, como Jesús. Y todo me decía que la transformación del mundo y de la Iglesia eran inseparables.

Han pasado los siglos, y veo con pasmo que el mundo está más desgarrado que nunca y amenazado por peligros inminentes jamás sospechados. Y veo con tristeza que la institución que se presenta como Iglesia católica de Jesús, en tiempos de tanta gravedad, sigue aferrada al pasado en sus creencias e instituciones, dedica casi todas sus energías a asuntos internos, y limita sus proyectos de reforma a triviales cuestiones de fachada y de aseo. Por eso me permito dirigirme a mi hermano Francisco de Roma con respeto y libertad, como el más pequeño de sus hermanos:

Te deseo Paz y Bien, hermano Francisco de Roma y de las pampas argentinas. Hace 8 siglos, en mi Umbría medieval, me dirigí a “mi señor papa”, pero los tiempos han cambiado. La Vida nos lleva de transformación en transformación. La Vida es permanente novedad en su Fuente indecible y en todas sus formas visibles. El Soplo vital originario, que es también el Espíritu universal de Pentecostés, nos llama a transformar radicalmente la institución de la Iglesia para contribuir con la inspiración de Jesús a la urgente transformación del mundo.

Reconozco, hermano Francisco de Roma, tus esfuerzos, tu valentía y generosidad en medio de tantas resistencias políticas y episcopales. Tu voz resuena en todos los países en favor de la justicia y de la paz, en favor de la vida de todos los empobrecidos, de los pueblos oprimidos, de la comunidad de los vivientes sin respiro. Y me inclino ante ti. Pero déjame que, de Asís a Roma, de corazón a corazón, de hermano a hermano, te diga con humildad y libertad: no percibo la misma claridad y determinación en tu programa de reforma de la Iglesia católico-romana que presides. Los tres sínodos generales celebrados, con todo su fasto y su derroche excesivo, no han traído ninguna novedad de fondo, ningún avance decisivo, y nada anuncia que el cuarto, el “sínodo de la sinodalidad” cuya última fase se inaugura el día de mi tránsito a la plena liberad, vaya a arrancar la raíz principal de los males de la Iglesia: el clericalismo. El clericalismo que relega a la mujer, que reprime el cuerpo y la sexualidad en general y la homosexualidad y las diferencias de género en particular. El clericalismo que se traduce en dominación y en abusos y agresiones. El clericalismo que divide y separa, el clericalismo que se opone a las palabras de Jesús: “No haya entre vosotros ni padres, ni maestros ni señores, pues todos sois hermanas y hermanos”.

La Iglesia no podrá ser presencia inspiradora, sanadora, liberadora en este mundo en grave peligro, mientras no erradique de su seno la raíz clerical, ligada a la ambición de poder. Y, para erradicar esa raíz dañina, no bastará con dar la voz y el voto en el sínodo a dos o tres mujeres, ni con ordenar como sacerdotes a varones casados de virtud probada, ni con ordenar diaconisas de segundo orden. Es necesario derogar la idea misma del “orden sagrado” con el papado en su base, y la ideología patriarcal y la lógica del poder sagrado sobre las que descansa. Y la imagen de Dios que la sostiene.

Hermano Francisco, volvamos al camino y al espíritu de Jesús. Volvamos a la Fuente de toda fraterno-sororidad. Que la Vida te bendiga y te dé la paz.

Aizarna, 3 de octubre de 2023

 

Espiritualidad , , ,

Francisco de Asís, vestido de Evangelio

Miércoles, 4 de octubre de 2023
Comentarios desactivados en Francisco de Asís, vestido de Evangelio

En la fiesta del cristiano por excelencia, Francisco, el Poverello de Asís… Siguiendo su ejemplo, se nos invita a despojarnos  de todo lo superfluo y revestirnos con la desnudez del Evangelio:

S.Francesco'StripBenedetto

Francisco, hijo de un rico comerciante de Asís, nació en 1181 (o 1182). Disuadido de sus ideales de gloria caballeresca a raíz de las experiencias decisivas de su encuentro con los leprosos y de la oración ante el crucifijo en la iglesia de San Damián, Francisco abandonó su familia y comenzó una vida evangélica de penitencia. Con los numerosos compañeros que muy pronto se unieron a él, comprendió que estaba llamado a vivir el Evangelio sine glossa, como fraternidad de menores a ejemplo de Jesús y de sus discípulos. Al año siguiente a la aprobación de la Regla y vida de los hermanos menores en  1223 por el papa Honorio III, Francisco recibió los estigmas del Crucificado, sello de la conformidad con su único Señor y Maestro. Cuando murió, en 1226, Francisco era un hombre extenuado por la fatiga y por las enfermedades y, al mismo tiempo, un hombre reconciliado con el sufrimiento, consigo mismo y con toda criatura. Fue canonizado en 1228 y es patrono de Italia y de los ecologistas.

***

“Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.

Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.

Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.

Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.

Alabado seas, mi Señor por la hermana Agua,
la cual es muy humilde, preciosa y casta.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.

Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.

Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.

Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.

Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad…”

*

San Francisco de Asís.
Cántico de las Criaturas

lumic3a8redepaques

***

Su vida estuvo enteramente caracterizada -hasta el momento de la conversión- por la búsqueda de un modelo que pudiera educar y plasmar su natural propensión al canto.

Lo encontró de repente en el Señor Jesús, en la belleza de su vida narrada por el Evangelio y, en particular, en el luminoso canto nuevo de su muerte en la cruz.

Dejó que la pasión marcara cada uno de sus pasos y afinara de manera progresiva todas las fibras de su persona con la humanidad del Hijo de Dios, que se entregó por completo a sí mismo por nosotros.

Francisco oró así: «Te ruego, oh Señor, que la ardiente y dulce fuerza de tu amor arrebate mi mente de todas las cosas que hay bajo el cielo, para que muera yo de amor por tu amor, como tú te dignaste morir por amor a mi amor» (oración Absorbeat).

Su camino estuvo siempre acompañado por confirmaciones y consuelos. Su predicación y su ministerio tocaron el corazón de las personas y suscitaron decisiones de conversión y de reconciliación.

Su manera de seguir radicalmente al Señor se volvió, cada vez más, casa hospitalaria para otros muchos hermanos y hermanas, que encontraron en su itinerario personal una modalidad radical y actual de interpretar y vivir el Evangelio de la nueva estación histórica que avanzaba. Sin embargo, en el tiempo del monte Alverna, parece apagarse el canto fluente.

En esta estación encuentra Francisco la prueba más terrible: las fatigas originadas por un movimiento que se institucionaliza -que pierde en intensidad evangélica y llega incluso a dudar sobre la posibilidad de que sea integralmente practicable su estilo de vida- repercuten en su misma fe.

La pregunta sobre la verdad de sus intuiciones más profundas y la duda sobre el origen divino de su proyecto de vida resuenan en un silencio opresor en el que Dios no parece hablarle ya, a pesar de haberlo buscado con tanta tenacidad.

Francisco experimenta el abandono de Dios y se retira de los hermanos para no mostrar su semblante, que ha perdido la serenidad habitual. El canto nuevo, por consiguiente, no le fue dado en un momento de paz y consolación, sino en un momento en el que -como dice el salmista- «fallan los cimientos» (Sal 11,3) y todas las seguridades parecen hundidas

*

C. M. Martini – R. Cantalamessa,
La cruz como raíz de la perfecta alegría,
Verbo Divino, Estella 2002, pp. 15-16).

***

Leer también: Francisco de Asís, signo del futuro”, por José Arregi.

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , ,

“Francisco de Asís, en quien el ser humano resultó bien”, por Leonardo Boff

Miércoles, 4 de octubre de 2023
Comentarios desactivados en “Francisco de Asís, en quien el ser humano resultó bien”, por Leonardo Boff

san-francisco-de-asc3ads-y-el-hermano-leproso6Considerando el panorama mundial, la violencia bélica en varias naciones con terribles matanzas de seres humanos, o la violencia de estudiantes que, enardecidos, invaden una escuela y abaten a tiros a decenas de compañeros, por no hablar de las torturas y de los abusos que se cometen contra inocentes, nos surge espontánea la pregunta: ¿el ser humano ha resultado bien? ¿No somos una excrecencia del proceso evolutivo?

Nos cuesta identificar figuras ejemplares que nos desmientan esta tétrica impresión. Pero gracias a Dios existen, como un Don Helder Câmara, una Hermana Dulce, la Hermana Teresa de Calcuta, un Chico Mendes, un José Mujica, ex-presidente de Uruguay, un Gandhi, un Dalai Lama y un Papa Francisco, entre otras.

Pero quiero detenerme en una figura seminal en la que la humanidad resultó bien de un modo convincente: San Francisco de Asís. Uno de los legados más fecundos del “Sol de Asís” como lo llama Dante, actualizado hoy por Francisco de Roma, es la predicación de la paz, tan urgente en los días actuales. El primer saludo que dirigía a los que encontraba por los caminos era “Paz y Bien”, que corresponde al Shalom bíblico. La paz que ansiaba no se restringía a las relaciones interpersonales y sociales. Buscaba una paz perenne con todos los elementos de la naturaleza, tratándolos con el tierno nombre de hermanos y hermanas.

Su primer biógrafo Tomás de Celano testimonia maravillosamente el sentimiento fraterno que lo invadía:

«Se llenaba de inefable gozo todas las veces que miraba el sol, contemplaba la luna y dirigía su vista hacia las estrellas y el firmamento. Cuando se encontraba con las flores, les predicaba como si estuviesen dotadas de inteligencia y las invitaba a alabar a Dios. Lo hacía con tiernísima y conmovedora candidez: exhortaba a la gratitud a los trigales y los viñedos, a las corrientes de los ríos, a la belleza de las huertas, a la tierra, al fuego, al aire y al viento».

Esta actitud de reverencia y de ternura lo llevaba a recoger las babosas de los caminos para que no las pisasen. Durante el invierno daba miel a las abejas para que no muriesen de escasez y de frío. Pedía a los hermanos que no cortasen los árboles por la raíz con la esperanza de que pudiesen rebrotar. Hasta las malas hierbas debían tener un lugar reservado en los huertos, para que pudiesen sobrevivir, pues «ellas también anuncian al hermosísimo Padre de todos los seres».

Sólo puede vivir esta intimidad con todas las cosas quien ha escuchado su resonancia simbólica dentro del alma, uniendo la ecología ambiental con la ecología profunda. Jamás se situaba por encima de las cosas sino a su mismo nivel como quien convive verdaderamente como hermano y hermana, descubriendo los lazos de parentesco que unen a todos.

El universo franciscano y ecológico nunca es inerte. Todas las cosas están animadas y personalizadas. Descubrió por intuición lo que sabemos actualmente por vía científica (a través de Crick y Dawson, que descifraron el ADN): que todos los vivientes somos parientes, primos, hermanos y hermanas, pues todos tenemos el mismo código genético de base.

De esta actitud nació una paz imperturbable, sin miedos y sin amenazas. San Francisco realizó plenamente la espléndida definición que la Carta de la Tierra encontró para la paz: «Es la plenitud creada por relaciones correctas consigo mismo, con las demás personas, con otras culturas, otras vidas, con la Tierra y con el Todo mayor del cual somos parte» (n.16 f).

El Papa Francisco parece estar realizando las condiciones para la paz, fundada en la compasión por los que sufren, por la valiente denuncia del sistema que produce miseria y hambre, y por la permanente búsqueda de la justicia social que deja atrás la filantropía para dar lugar a los cambios estructurales.

La suprema expresión de la paz, hecha de convivencia fraterna y cálida acogida de todas las personas y cosas está simbolizada por el conocido relato de la perfecta alegría, donde, a través de un artificio de la imaginación, Francisco presenta todo tipo de injurias y violencias contra dos cofrades, uno de ellos él mismo. Aunque habían sido reconocidos como cofrades, fueron vilipendiados moralmente y rechazados como gente de mala fama.

En este relato de la perfecta alegría, que encuentra paralelos en la tradición budista, Francisco va paso a paso, desmontando los mecanismos que generan la cultura de la violencia.

La verdadera alegría no está en la autoestima, ni en la necesidad de reconocimiento, ni en hacer milagros y hablar lenguas. En su lugar coloca los fundamentos de la cultura de la paz: el amor, la capacidad de soportar las contradicciones, el perdón y la reconciliación más allá de cualquier reclamación, retribución o exigencia previa. Vivida esta actitud irrumpe la paz, la paz del corazón, inalterable, capaz de convivir jovialmente con las más duras oposiciones, paz como fruto de un completo despojamiento. ¿No son estas las primicias de un Reino de justicia, de paz y de amor que tanto deseamos?

Esta visión de la paz de San Francisco representa otro modo de estar-en-el-mundo junto con las cosas, una alternativa al modo de ser de la modernidad y de la posmodernidad, asentado sobre el estar-sobre-las-cosas, dominándolas y usándolas de forma irrespetuosa para el enriquecimiento y el disfrute sin el menor sentido de sobriedad.

El descubrimiento de la hermandad cósmica nos infundirá un espíritu de respeto y nos devolverá la claridad y la inocencia infantil de la edad adulta, importantes para que salgamos bien de la crisis.

Leonardo Boff escribió Francisco de Asís: ternura y vigor, 6ª edición, Sal Terrae, 1995.

Traducción de MJ Gavito MiIano

Espiritualidad , , , , , , , , , , ,

El perdón siempre espera “… Se abrazaron y se besaron mutuamente”

Domingo, 17 de septiembre de 2023
Comentarios desactivados en El perdón siempre espera “… Se abrazaron y se besaron mutuamente”

hombres-abrazan-conocer-familiar-explosion_milima20140514_0199_11

 

Después de haber compuesto el bienaventurado Francisco las predichas alabanzas de los creaturas que llamó Cántico del hermano sol, aconteció que se produjo una grave discordia entre el 0bispo y el podestá de la ciudad de Asís. El obispo excomulgó al podestá, y éste mandó pregonar que ninguno tratara de vender ni de comprar nada al Obispo, ni de celebrar ningún contrato con él.

El bienaventurado Francisco, que oyó esto estando muy enfermo, tuvo gran compasión de ellos, y más todavía porque nadie trataba de restablecer la paz, Y dijo a sus compañeros:  “Es para nosotros, siervos de Dios, profunda vergüenza que el obispo y el podestá se odien mutuamente y que ninguno intente crear la paz entre ellos”. Y al instante, y con esta ocasión, compuso y añadió estos versos a las alabanzas sobredichas:

“Loado seas, mi Señor,

por aquellos que perdonan por tu amor

y soportan enfermedad y tribulación.

Bienaventurados aquellos que las sufren en paz,

pues por ti, Altísimo, coronados serán”.

Llamó luego a uno de sus compañeros y le dijo: “Vete al podestá y dile de mi parte que tenga a bien presentarse en el obispado con los magnates de la ciudad y con cuantos ciudadanos pueda llevar”.

Cuando salio el hermano con el recado, dijo a otros dos compañeros: “Id y cantad ante el obispo, el podestá y cuantos estén con ellos el Cántico del hermano sol. Confío en que el Señor humillará los corazones de los desavenidos, y volverán a amarse y a tener amistad como antes”.

Reunidos todos en la plaza del claustro episcopal, se adelantaron los dos hermanos y uno de ellos dijo: “El bienaventurado Francisco ha compuesto durante su enfermedad unas alabanzas del Señor por sus creaturas en loor del mismo Señor y para edificación del prójimo. Él mismo os pide que os dignéis escucharlas con devoci6n”. Y se pusieron a cantarlas.

Inmediatamente, el podestá se levantó y, con las manos y los brazos cruzados, las escuchó con la mayor devoción, como si fueran palabras del evangelio, y las siguió atentamente, derramando muchas lágrimas. Tenía mucha fe y devoción en el bienaventurado Francisco.

Acabado el cántico de las alabanzas, dijo el podestá en presencia de todos: “Os digo de veras que no solo perdono al obispo, a quien quiero y debo tener como mi Señor, sino que, aunque alguno hubiera matado a un hermano o hijo mío, le perdonaría igualmente”. Y, diciendo esto, se arrojó a los pies del obispo y dijo: “Señor, os digo que estoy dispuesto a daros completa satisfacción, como mejor os agradare, por amor a nuestro Señor Jesucristo y a su siervo el bienaventurado Francisco”.

El obispo, a su vez, levantando con sus manos al podestá, le dijo: “Por mi cargo debo ser humilde, pero mi natural es propenso, pronto a la ira: perdóname”. Y, con sorprendente afabilidad y amor, se abrazaron y se besaron mutuamente”

*

Espejo de perfección“, X,101,
en san Francisco de Asís. Escritos. Biografías. Documentos de la época,
Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1978, 773-774.

francesco-1

***

En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús:

-“Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?

Jesús le contesta:

-“No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo.” El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.

Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: “Págame lo que me debes.” El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.” Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido.

Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?” Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.

Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.”

*

Mateo 18, 21-35

***

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , ,

Clara de Asís, la Dama pobre…

Viernes, 11 de agosto de 2023
Comentarios desactivados en Clara de Asís, la Dama pobre…

Clara de Asís, mujer fuerte, fundadora de las Damas Pobres (Clarisas), espejo en el que Francisco de Asís se reflejaba como un igual… Que nos acompañe hoy en su fiesta y nos enseñe a vivir  siendo más humanos, con una mirada compasiva abierta al hermano sufriente…

*

san-francesco-liliana-cavani-1989-01

(Helena Bonham Carter en la película Francesco, de Liliana Cavani)

***

Clara nació en Asís el año 1193 (o 1194). Hija de noble familia, fue educada por su madre en la fe cristiana, pero al escuchar y ver a su conciudadano Francisco en la nueva vida evangélica que éste había emprendido  comprendió que quería llevar la misma forma de seguimiento de Jesús. Con su hermana, que la seguirá quince días después de su huida del palacio, vive en el monasterio de San Damián, situado fuera de los muros de Asís, «según la forma del santo Evangelio», obteniendo de los papas el singular «privilegio de la pobreza». Fueron muchas las compañeras que la imitaron. Juntas constituyeron la primera comunidad de «Hermanas pobres», para las cuales, y ya en sus últimos años, escribió Clara -primera mujer que lo hizo en la historia de la Iglesia- una Regla. Esta fue aprobada por Inocencio IV en 1254, pocos días antes de la muerte de Clara. Se conserva el Proceso de su canonización, que tuvo lugar en 1255. Es un documento de excepcional valor para conocer la experiencia de la «plantita de Francisco».

*

200px-simone_martini_047

 

***

Tanto para Clara como para Francisco, el primado se lo lleva el señorío de Dios sobre toda la vida y todas las cosas; la centralidad de toda la vida, la voluntad y la acción está constituida por Cristo; la dinámica de la vida de penitencia o de conversión sólo la da y sólo hemos de buscarla en el Espíritu Santo; pero esto es más que suficiente para definir la contemplación auténticamente cristiana […].

Clara no hace coincidir nunca contemplación y clausura, la contemplación como conocimiento amoroso de Cristo y un hecho material como la clausura. Tanto para Clara como para Francisco (es cierto, no obstante, que los acentos de Clara son femeninos), la contemplación es asiduidad con la palabra leída en las sagradas Escrituras, aunque también escuchada y recibida por los hermanos como comida y alimento de la fe y del alma; la contemplación es oración continua atendiendo al Señor y a todas las criaturas.

Es propio y específico de Clara haber dado a la contemplación una dimensión propiamente evangélica: no era para ella una actividad extraordinaria, reservada a una élite, a los privilegiados de la cultura, sino una actitud cotidiana en el ámbito de la humilde realidad de las cosas, de las labores cotidianas. La contemplación, para Clara, es vida en Cristo, es sacrificio vivo y espiritual ofrecido al Señor. Es significativo que la única referencia que hace Clara a la página del encuentro de Jesús con María y Marta [cf. Lc 10,38-42], que se había convertido en su tiempo en un lugar clásico para afirmar el primado de la vida contemplativa sobre la activa, determina lo único necesario de este culto de la vida a Dios [cf. Rom 12,1] y no entrevé ninguna oposición entre acción y contemplación.

La contemplación, por tanto, para Clara y Francisco, no es sólo conocer a Dios, sino también ver a los hombres y a las criaturas como los ve Dios. Clara llama a Inés «alegría de los ángeles »[Carta tercera 3, 11 ]y registra de un modo nuevo las cosas de Dios, las criaturas de las que siempre ve brotar una alabanza, una acción de gracias al Dios altísimo y creador

*

E. Bianchi,
La contenplazione in Francesco e Chiara d’Assisi,
Magnano 1995

***

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , ,

Francisco de Asís, vestido de Evangelio

Martes, 4 de octubre de 2022
Comentarios desactivados en Francisco de Asís, vestido de Evangelio

En la fiesta del cristiano por excelencia, Francisco, el Poverello de Asís… Siguiendo su ejemplo, se nos invita a despojarnos  de todo lo superfluo y revestirnos con la desnudez del Evangelio:

S.Francesco'StripBenedetto

 

Francisco, hijo de un rico comerciante de Asís, nació en 1181 (o 1182). Disuadido de sus ideales de gloria caballeresca a raíz de las experiencias decisivas de su encuentro con los leprosos y de la oración ante el crucifijo en la iglesia de San Damián, Francisco abandonó su familia y comenzó una vida evangélica de penitencia. Con los numerosos compañeros que muy pronto se unieron a él, comprendió que estaba llamado a vivir el Evangelio sine glossa, como fraternidad de menores a ejemplo de Jesús y de sus discípulos. Al año siguiente a la aprobación de la Regla y vida de los hermanos menores en  1223 por el papa Honorio III, Francisco recibió los estigmas del Crucificado, sello de la conformidad con su único Señor y Maestro. Cuando murió, en 1226, Francisco era un hombre extenuado por la fatiga y por las enfermedades y, al mismo tiempo, un hombre reconciliado con el sufrimiento, consigo mismo y con toda criatura. Fue canonizado en 1228 y es patrono de Italia y de los ecologistas.

***

“Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.

Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.

Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.

Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.

Alabado seas, mi Señor por la hermana Agua,
la cual es muy humilde, preciosa y casta.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.

Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.

Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.

Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.

Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad…”

*

San Francisco de Asís.
Cántico de las Criaturas

lumic3a8redepaques

 

***

Su vida estuvo enteramente caracterizada -hasta el momento de la conversión- por la búsqueda de un modelo que pudiera educar y plasmar su natural propensión al canto.

Lo encontró de repente en el Señor Jesús, en la belleza de su vida narrada por el Evangelio y, en particular, en el luminoso canto nuevo de su muerte en la cruz.

Dejó que la pasión marcara cada uno de sus pasos y afinara de manera progresiva todas las fibras de su persona con la humanidad del Hijo de Dios, que se entregó por completo a sí mismo por nosotros.

Francisco oró así: «Te ruego, oh Señor, que la ardiente y dulce fuerza de tu amor arrebate mi mente de todas las cosas que hay bajo el cielo, para que muera yo de amor por tu amor, como tú te dignaste morir por amor a mi amor» (oración Absorbeat).

Su camino estuvo siempre acompañado por confirmaciones y consuelos. Su predicación y su ministerio tocaron el corazón de las personas y suscitaron decisiones de conversión y de reconciliación.

Su manera de seguir radicalmente al Señor se volvió, cada vez más, casa hospitalaria para otros muchos hermanos y hermanas, que encontraron en su itinerario personal una modalidad radical y actual de interpretar y vivir el Evangelio de la nueva estación histórica que avanzaba. Sin embargo, en el tiempo del monte Alverna, parece apagarse el canto fluente.

En esta estación encuentra Francisco la prueba más terrible: las fatigas originadas por un movimiento que se institucionaliza -que pierde en intensidad evangélica y llega incluso a dudar sobre la posibilidad de que sea integralmente practicable su estilo de vida- repercuten en su misma fe.

La pregunta sobre la verdad de sus intuiciones más profundas y la duda sobre el origen divino de su proyecto de vida resuenan en un silencio opresor en el que Dios no parece hablarle ya, a pesar de haberlo buscado con tanta tenacidad.

Francisco experimenta el abandono de Dios y se retira de los hermanos para no mostrar su semblante, que ha perdido la serenidad habitual. El canto nuevo, por consiguiente, no le fue dado en un momento de paz y consolación, sino en un momento en el que -como dice el salmista- «fallan los cimientos» (Sal 11,3) y todas las seguridades parecen hundidas

*

C. M. Martini – R. Cantalamessa,
La cruz como raíz de la perfecta alegría,
Verbo Divino, Estella 2002, pp. 15-16).

***

Leer también: Francisco de Asís, signo del futuro”, por José Arregi.

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , ,

“Francisco de Asís, en quien el ser humano resultó bien”, por Leonardo Boff

Martes, 4 de octubre de 2022
Comentarios desactivados en “Francisco de Asís, en quien el ser humano resultó bien”, por Leonardo Boff

san-francisco-de-asc3ads-y-el-hermano-leproso6Considerando el panorama mundial, la violencia bélica en varias naciones con terribles matanzas de seres humanos, o la violencia de estudiantes que, enardecidos, invaden una escuela y abaten a tiros a decenas de compañeros, por no hablar de las torturas y de los abusos que se cometen contra inocentes, nos surge espontánea la pregunta: ¿el ser humano ha resultado bien? ¿No somos una excrecencia del proceso evolutivo?

Nos cuesta identificar figuras ejemplares que nos desmientan esta tétrica impresión. Pero gracias a Dios existen, como un Don Helder Câmara, una Hermana Dulce, la Hermana Teresa de Calcuta, un Chico Mendes, un José Mujica, ex-presidente de Uruguay, un Gandhi, un Dalai Lama y un Papa Francisco, entre otras.

Pero quiero detenerme en una figura seminal en la que la humanidad resultó bien de un modo convincente: San Francisco de Asís. Uno de los legados más fecundos del “Sol de Asís” como lo llama Dante, actualizado hoy por Francisco de Roma, es la predicación de la paz, tan urgente en los días actuales. El primer saludo que dirigía a los que encontraba por los caminos era “Paz y Bien”, que corresponde al Shalom bíblico. La paz que ansiaba no se restringía a las relaciones interpersonales y sociales. Buscaba una paz perenne con todos los elementos de la naturaleza, tratándolos con el tierno nombre de hermanos y hermanas.

Su primer biógrafo Tomás de Celano testimonia maravillosamente el sentimiento fraterno que lo invadía:

«Se llenaba de inefable gozo todas las veces que miraba el sol, contemplaba la luna y dirigía su vista hacia las estrellas y el firmamento. Cuando se encontraba con las flores, les predicaba como si estuviesen dotadas de inteligencia y las invitaba a alabar a Dios. Lo hacía con tiernísima y conmovedora candidez: exhortaba a la gratitud a los trigales y los viñedos, a las corrientes de los ríos, a la belleza de las huertas, a la tierra, al fuego, al aire y al viento».

Esta actitud de reverencia y de ternura lo llevaba a recoger las babosas de los caminos para que no las pisasen. Durante el invierno daba miel a las abejas para que no muriesen de escasez y de frío. Pedía a los hermanos que no cortasen los árboles por la raíz con la esperanza de que pudiesen rebrotar. Hasta las malas hierbas debían tener un lugar reservado en los huertos, para que pudiesen sobrevivir, pues «ellas también anuncian al hermosísimo Padre de todos los seres».

Sólo puede vivir esta intimidad con todas las cosas quien ha escuchado su resonancia simbólica dentro del alma, uniendo la ecología ambiental con la ecología profunda. Jamás se situaba por encima de las cosas sino a su mismo nivel como quien convive verdaderamente como hermano y hermana, descubriendo los lazos de parentesco que unen a todos.

El universo franciscano y ecológico nunca es inerte. Todas las cosas están animadas y personalizadas. Descubrió por intuición lo que sabemos actualmente por vía científica (a través de Crick y Dawson, que descifraron el ADN): que todos los vivientes somos parientes, primos, hermanos y hermanas, pues todos tenemos el mismo código genético de base.

De esta actitud nació una paz imperturbable, sin miedos y sin amenazas. San Francisco realizó plenamente la espléndida definición que la Carta de la Tierra encontró para la paz: «Es la plenitud creada por relaciones correctas consigo mismo, con las demás personas, con otras culturas, otras vidas, con la Tierra y con el Todo mayor del cual somos parte» (n.16 f).

El Papa Francisco parece estar realizando las condiciones para la paz, fundada en la compasión por los que sufren, por la valiente denuncia del sistema que produce miseria y hambre, y por la permanente búsqueda de la justicia social que deja atrás la filantropía para dar lugar a los cambios estructurales.

La suprema expresión de la paz, hecha de convivencia fraterna y cálida acogida de todas las personas y cosas está simbolizada por el conocido relato de la perfecta alegría, donde, a través de un artificio de la imaginación, Francisco presenta todo tipo de injurias y violencias contra dos cofrades, uno de ellos él mismo. Aunque habían sido reconocidos como cofrades, fueron vilipendiados moralmente y rechazados como gente de mala fama.

En este relato de la perfecta alegría, que encuentra paralelos en la tradición budista, Francisco va paso a paso, desmontando los mecanismos que generan la cultura de la violencia.

La verdadera alegría no está en la autoestima, ni en la necesidad de reconocimiento, ni en hacer milagros y hablar lenguas. En su lugar coloca los fundamentos de la cultura de la paz: el amor, la capacidad de soportar las contradicciones, el perdón y la reconciliación más allá de cualquier reclamación, retribución o exigencia previa. Vivida esta actitud irrumpe la paz, la paz del corazón, inalterable, capaz de convivir jovialmente con las más duras oposiciones, paz como fruto de un completo despojamiento. ¿No son estas las primicias de un Reino de justicia, de paz y de amor que tanto deseamos?

Esta visión de la paz de San Francisco representa otro modo de estar-en-el-mundo junto con las cosas, una alternativa al modo de ser de la modernidad y de la posmodernidad, asentado sobre el estar-sobre-las-cosas, dominándolas y usándolas de forma irrespetuosa para el enriquecimiento y el disfrute sin el menor sentido de sobriedad.

El descubrimiento de la hermandad cósmica nos infundirá un espíritu de respeto y nos devolverá la claridad y la inocencia infantil de la edad adulta, importantes para que salgamos bien de la crisis.

Leonardo Boff escribió Francisco de Asís: ternura y vigor, 6ª edición, Sal Terrae, 1995.

Traducción de MJ Gavito MiIano

Espiritualidad , , , , , , , , , , ,

Clara de Asís, la Dama pobre…

Jueves, 11 de agosto de 2022
Comentarios desactivados en Clara de Asís, la Dama pobre…

Clara de Asís, mujer fuerte, fundadora de las Damas Pobres (Clarisas), espejo en el que Francisco de Asís se reflejaba como un igual… Que nos acompañe hoy en su fiesta y nos enseñe a vivir  siendo más humanos, con una mirada compasiva abierta al hermano sufriente…

san-francesco-liliana-cavani-1989-01

(Helena Bonham Carter en la película Francesco, de Liliana Cavani)

Clara nació en Asís el año 1193 (o 1194). Hija de noble familia, fue educada por su madre en la fe cristiana, pero al escuchar y ver a su conciudadano Francisco en la nueva vida evangélica que éste había emprendido  comprendió que quería llevar la misma forma de seguimiento de Jesús. Con su hermana, que la seguirá quince días después de su huida del palacio, vive en el monasterio de San Damián, situado fuera de los muros de Asís, «según la forma del santo Evangelio», obteniendo de los papas el singular «privilegio de la pobreza». Fueron muchas las compañeras que la imitaron. Juntas constituyeron la primera comunidad de «Hermanas pobres», para las cuales, y ya en sus últimos años, escribió Clara -primera mujer que lo hizo en la historia de la Iglesia- una Regla. Esta fue aprobada por Inocencio IV en 1254, pocos días antes de la muerte de Clara. Se conserva el Proceso de su canonización, que tuvo lugar en 1255. Es un documento de excepcional valor para conocer la experiencia de la «plantita de Francisco».

*

200px-simone_martini_047

***

Tanto para Clara como para Francisco, el primado se lo lleva el señorío de Dios sobre toda la vida y todas las cosas; la centralidad de toda la vida, la voluntad y la acción está constituida por Cristo; la dinámica de la vida de penitencia o de conversión sólo la da y sólo hemos de buscarla en el Espíritu Santo; pero esto es más que suficiente para definir la contemplación auténticamente cristiana […].

Clara no hace coincidir nunca contemplación y clausura, la contemplación como conocimiento amoroso de Cristo y un hecho material como la clausura. Tanto para Clara como para Francisco (es cierto, no obstante, que los acentos de Clara son femeninos), la contemplación es asiduidad con la palabra leída en las sagradas Escrituras, aunque también escuchada y recibida por los hermanos como comida y alimento de la fe y del alma; la contemplación es oración continua atendiendo al Señor y a todas las criaturas.

Es propio y específico de Clara haber dado a la contemplación una dimensión propiamente evangélica: no era para ella una actividad extraordinaria, reservada a una élite, a los privilegiados de la cultura, sino una actitud cotidiana en el ámbito de la humilde realidad de las cosas, de las labores cotidianas. La contemplación, para Clara, es vida en Cristo, es sacrificio vivo y espiritual ofrecido al Señor. Es significativo que la única referencia que hace Clara a la página del encuentro de Jesús con María y Marta [cf. Lc 10,38-42], que se había convertido en su tiempo en un lugar clásico para afirmar el primado de la vida contemplativa sobre la activa, determina lo único necesario de este culto de la vida a Dios [cf. Rom 12,1] y no entrevé ninguna oposición entre acción y contemplación.

La contemplación, por tanto, para Clara y Francisco, no es sólo conocer a Dios, sino también ver a los hombres y a las criaturas como los ve Dios. Clara llama a Inés «alegría de los ángeles » [Carta tercera 3, 11 ]y registra de un modo nuevo las cosas de Dios, las criaturas de las que siempre ve brotar una alabanza, una acción de gracias al Dios altísimo y creador

*

E. Bianchi,
La contenplazione in Francesco e Chiara d’Assisi,
Magnano 1995

***

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , ,

Santiago Agrelo: “Las sorprendentes afinidades entre Charles de Foucauld y Francisco de Asís”

Jueves, 19 de mayo de 2022
Comentarios desactivados en Santiago Agrelo: “Las sorprendentes afinidades entre Charles de Foucauld y Francisco de Asís”

FF61CA44-0113-4AE5-8D94-C0CA69F4C282“Sus vidas se parecen como la de dos hermanos pequeños de Jesús”

“No te sorprenderá si te digo que, entre Charles de Foucauld y Francisco de Asís encuentro afinidades sorprendentes”

“Los dos sienten pasión por lo pequeño y por la fraternidad. Uno soñó su mundo como un mundo de hermanos menores. El otro dejó tras de sí una estela “pequeños hermanos de Jesús”, “hermanitas de Jesús”

“Conocen a Jesús por el evangelio y lo representan desde paradigmas culturales propios del tiempo en que cada uno vivió el evangelio. Pero los dos se fijan en él, los dos lo aman, los dos lo imitan, los dos lo siguen, los dos se dejan transformar en él”

Querido José Manuel: no voy a escribir sobre Charles de Foucauld; no tendría nada personal que decir sobre él; tampoco conozco su vida como para decir sobre ella algo que valga la pena escuchar.

Desde mi juventud he conocido y admirado la Fraternidad de las Hermanitas de Jesús –Congregación de las Pequeñas Hermanas de Jesús-; pero ni siquiera sabría decir cuál es el vínculo que hay entre ellas y Charles de Foucauld; sólo sé que nacieron atraídas por su ideal de vida y que, para ellas, la canonización que se va a celebrar el próximo día 15 de mayo será un acontecimiento deseado, soñado, mil veces imaginado, e inolvidable.

No te sorprenderá si te digo que, entre Charles de Foucauld y Francisco de Asís encuentro afinidades sorprendentes.

Los dos conocieron una forma de vida que estaba muy lejos de ser piadosa. De Francisco de Asís, uno de sus biógrafos dice que, “aventajando en vanidades a todos sus coetáneos, mostrábase como quien más que nadie incitaba al mal y destacaba en todo devaneo”. Charles de Foucauld, por su parte, atravesó un largo período de increencia y de “fiesta” que, en días de lucidez espiritual él describirá “como un descenso hacia la muerte”.

Uno y otro conocen el vacío que la vanidad deja siempre tras de sí. Vacío, y también tristeza: “Una tristeza… que volvía a mí cada tarde cuando me quedaba solo en mi apartamento… que me dejaba mudo y abrumado durante lo que llaman fiestas”.

Uno y otro participan en expediciones militares. No sé lo que podían suponer para ellos los “enemigos” a los que tendrían que enfrentarse. Imagino que sería más importante la gloria que se esperaba alcanzar que las vidas sobre las que se había de pasar.

Dios parece ser el rostro que siempre se insinúa en el fondo sin fondo del vacío personal. Y la vida cambia cuando ese rostro insinuado adquiere consistencia. A dársela contribuirá la gracia de un encuentro.  En Charles de Foucauld será encuentro con creyentes musulmanes: “La vista de esta fe, de estas almas en continua presencia de Dios, me hizo entrever algo más grande y más auténtico que las ocupaciones mundanas”.

En Francisco de Asís será encuentro con leprosos: “El Señor me dio a mí, el hermano Francisco, el comenzar de este modo a hacer penitencia: pues como estaba en pecados, me parecía extremadamente amargo ver a los leprosos, pero el Señor mismo me llevó entre ellos, y practiqué con ellos la misericordia. Y, al separarme de ellos, lo que me parecía amargo se me convirtió en dulzura del alma y del cuerpo”.

Entonces empieza para Francisco y para Carlos algo nuevo, algo definitivo, algo último, algo que sabe a totalidad, a plenitud: “Tan pronto como creí que había un Dios, comprendí que no podía hacer otra cosa que vivir para él”. “Mi Dios, mi todo”.

Claro que el Dios en quien han creído tiene los rasgos de Jesús de Nazaret, y será en la forma en que Francisco y Carlos siguen a Jesús donde encontraremos que sus vidas se parecen como la de dos hermanos pequeños de Jesús. Conocen a Jesús por el evangelio y lo representan desde paradigmas culturales propios del tiempo en que cada uno vivió el evangelio. Pero los dos se fijan en él, los dos lo aman, los dos lo imitan, los dos lo siguen, los dos se dejan transformar en él.

Habrás observado, hermano mío, que los dos sienten pasión por lo pequeño y por la fraternidad. Uno soñó su mundo como un mundo de hermanos menores. El otro dejó tras de sí una estela “pequeños hermanos de Jesús”, “hermanitas de Jesús”, un mundo en el que nos resulta sencillo descubrir la presencia de Jesús, hermano de todos, siervo de todos.

Es todo lo que se me ocurre decirte. Pero no creo que valga la pena publicarlo.

Un abrazo de este hermano menor.

Espiritualidad , ,

Francisco de Asís, vestido de Evangelio

Lunes, 4 de octubre de 2021
Comentarios desactivados en Francisco de Asís, vestido de Evangelio

En la fiesta del cristiano por excelencia, Francisco, el Poverello de Asís… Siguiendo su ejemplo, se nos invita a despojarnos  de todo lo superfluo y revestirnos con la desnudez del Evangelio:

S.Francesco'StripBenedetto

Francisco, hijo de un rico comerciante de Asís, nació en 1181 (o 1182). Disuadido de sus ideales de gloria caballeresca a raíz de las experiencias decisivas de su encuentro con los leprosos y de la oración ante el crucifijo en la iglesia de San Damián, Francisco abandonó su familia y comenzó una vida evangélica de penitencia. Con los numerosos compañeros que muy pronto se unieron a él, comprendió que estaba llamado a vivir el Evangelio sine glossa, como fraternidad de menores a ejemplo de Jesús y de sus discípulos. Al año siguiente a la aprobación de la Regla y vida de los hermanos menores en  1223 por el papa Honorio III, Francisco recibió los estigmas del Crucificado, sello de la conformidad con su único Señor y Maestro. Cuando murió, en 1226, Francisco era un hombre extenuado por la fatiga y por las enfermedades y, al mismo tiempo, un hombre reconciliado con el sufrimiento, consigo mismo y con toda criatura. Fue canonizado en 1228 y es patrono de Italia y de los ecologistas.

***

“Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.

Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.

Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.

Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.

Alabado seas, mi Señor por la hermana Agua,
la cual es muy humilde, preciosa y casta.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.

Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.

Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.

Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.

Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad…”

*

San Francisco de Asís.
Cántico de las Criaturas

 

lumic3a8redepaques

***

Su vida estuvo enteramente caracterizada -hasta el momento de la conversión- por la búsqueda de un modelo que pudiera educar y plasmar su natural propensión al canto.

Lo encontró de repente en el Señor Jesús, en la belleza de su vida narrada por el Evangelio y, en particular, en el luminoso canto nuevo de su muerte en la cruz.

Dejó que la pasión marcara cada uno de sus pasos y afinara de manera progresiva todas las fibras de su persona con la humanidad del Hijo de Dios, que se entregó por completo a sí mismo por nosotros.

Francisco oró así: «Te ruego, oh Señor, que la ardiente y dulce fuerza de tu amor arrebate mi mente de todas las cosas que hay bajo el cielo, para que muera yo de amor por tu amor, como tú te dignaste morir por amor a mi amor» (oración Absorbeat).

Su camino estuvo siempre acompañado por confirmaciones y consuelos. Su predicación y su ministerio tocaron el corazón de las personas y suscitaron decisiones de conversión y de reconciliación.

Su manera de seguir radicalmente al Señor se volvió, cada vez más, casa hospitalaria para otros muchos hermanos y hermanas, que encontraron en su itinerario personal una modalidad radical y actual de interpretar y vivir el Evangelio de la nueva estación histórica que avanzaba. Sin embargo, en el tiempo del monte Alverna, parece apagarse el canto fluente.

En esta estación encuentra Francisco la prueba más terrible: las fatigas originadas por un movimiento que se institucionaliza -que pierde en intensidad evangélica y llega incluso a dudar sobre la posibilidad de que sea integralmente practicable su estilo de vida- repercuten en su misma fe.

La pregunta sobre la verdad de sus intuiciones más profundas y la duda sobre el origen divino de su proyecto de vida resuenan en un silencio opresor en el que Dios no parece hablarle ya, a pesar de haberlo buscado con tanta tenacidad.

Francisco experimenta el abandono de Dios y se retira de los hermanos para no mostrar su semblante, que ha perdido la serenidad habitual. El canto nuevo, por consiguiente, no le fue dado en un momento de paz y consolación, sino en un momento en el que -como dice el salmista- «fallan los cimientos» (Sal 11,3) y todas las seguridades parecen hundidas

*

C. M. Martini – R. Cantalamessa,
La cruz como raíz de la perfecta alegría,
Verbo Divino, Estella 2002, pp. 15-16).

***

Leer también: Francisco de Asís, signo del futuro”, por José Arregi.

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , ,

“Francisco de Asís, en quien el ser humano resultó bien”, por Leonardo Boff

Lunes, 4 de octubre de 2021
Comentarios desactivados en “Francisco de Asís, en quien el ser humano resultó bien”, por Leonardo Boff

san-francisco-de-asc3ads-y-el-hermano-leproso6Considerando el panorama mundial, la violencia bélica en varias naciones con terribles matanzas de seres humanos, o la violencia de estudiantes que, enardecidos, invaden una escuela y abaten a tiros a decenas de compañeros, por no hablar de las torturas y de los abusos que se cometen contra inocentes, nos surge espontánea la pregunta: ¿el ser humano ha resultado bien? ¿No somos una excrecencia del proceso evolutivo?

Nos cuesta identificar figuras ejemplares que nos desmientan esta tétrica impresión. Pero gracias a Dios existen, como un Don Helder Câmara, una Hermana Dulce, la Hermana Teresa de Calcuta, un Chico Mendes, un José Mujica, ex-presidente de Uruguay, un Gandhi, un Dalai Lama y un Papa Francisco, entre otras.

Pero quiero detenerme en una figura seminal en la que la humanidad resultó bien de un modo convincente: San Francisco de Asís. Uno de los legados más fecundos del “Sol de Asís” como lo llama Dante, actualizado hoy por Francisco de Roma, es la predicación de la paz, tan urgente en los días actuales. El primer saludo que dirigía a los que encontraba por los caminos era “Paz y Bien”, que corresponde al Shalom bíblico. La paz que ansiaba no se restringía a las relaciones interpersonales y sociales. Buscaba una paz perenne con todos los elementos de la naturaleza, tratándolos con el tierno nombre de hermanos y hermanas.

Su primer biógrafo Tomás de Celano testimonia maravillosamente el sentimiento fraterno que lo invadía:

«Se llenaba de inefable gozo todas las veces que miraba el sol, contemplaba la luna y dirigía su vista hacia las estrellas y el firmamento. Cuando se encontraba con las flores, les predicaba como si estuviesen dotadas de inteligencia y las invitaba a alabar a Dios. Lo hacía con tiernísima y conmovedora candidez: exhortaba a la gratitud a los trigales y los viñedos, a las corrientes de los ríos, a la belleza de las huertas, a la tierra, al fuego, al aire y al viento».

Esta actitud de reverencia y de ternura lo llevaba a recoger las babosas de los caminos para que no las pisasen. Durante el invierno daba miel a las abejas para que no muriesen de escasez y de frío. Pedía a los hermanos que no cortasen los árboles por la raíz con la esperanza de que pudiesen rebrotar. Hasta las malas hierbas debían tener un lugar reservado en los huertos, para que pudiesen sobrevivir, pues «ellas también anuncian al hermosísimo Padre de todos los seres».

Sólo puede vivir esta intimidad con todas las cosas quien ha escuchado su resonancia simbólica dentro del alma, uniendo la ecología ambiental con la ecología profunda. Jamás se situaba por encima de las cosas sino a su mismo nivel como quien convive verdaderamente como hermano y hermana, descubriendo los lazos de parentesco que unen a todos.

El universo franciscano y ecológico nunca es inerte. Todas las cosas están animadas y personalizadas. Descubrió por intuición lo que sabemos actualmente por vía científica (a través de Crick y Dawson, que descifraron el ADN): que todos los vivientes somos parientes, primos, hermanos y hermanas, pues todos tenemos el mismo código genético de base.

De esta actitud nació una paz imperturbable, sin miedos y sin amenazas. San Francisco realizó plenamente la espléndida definición que la Carta de la Tierra encontró para la paz: «Es la plenitud creada por relaciones correctas consigo mismo, con las demás personas, con otras culturas, otras vidas, con la Tierra y con el Todo mayor del cual somos parte» (n.16 f).

El Papa Francisco parece estar realizando las condiciones para la paz, fundada en la compasión por los que sufren, por la valiente denuncia del sistema que produce miseria y hambre, y por la permanente búsqueda de la justicia social que deja atrás la filantropía para dar lugar a los cambios estructurales.

La suprema expresión de la paz, hecha de convivencia fraterna y cálida acogida de todas las personas y cosas está simbolizada por el conocido relato de la perfecta alegría, donde, a través de un artificio de la imaginación, Francisco presenta todo tipo de injurias y violencias contra dos cofrades, uno de ellos él mismo. Aunque habían sido reconocidos como cofrades, fueron vilipendiados moralmente y rechazados como gente de mala fama.

En este relato de la perfecta alegría, que encuentra paralelos en la tradición budista, Francisco va paso a paso, desmontando los mecanismos que generan la cultura de la violencia.

La verdadera alegría no está en la autoestima, ni en la necesidad de reconocimiento, ni en hacer milagros y hablar lenguas. En su lugar coloca los fundamentos de la cultura de la paz: el amor, la capacidad de soportar las contradicciones, el perdón y la reconciliación más allá de cualquier reclamación, retribución o exigencia previa. Vivida esta actitud irrumpe la paz, la paz del corazón, inalterable, capaz de convivir jovialmente con las más duras oposiciones, paz como fruto de un completo despojamiento. ¿No son estas las primicias de un Reino de justicia, de paz y de amor que tanto deseamos?

Esta visión de la paz de San Francisco representa otro modo de estar-en-el-mundo junto con las cosas, una alternativa al modo de ser de la modernidad y de la posmodernidad, asentado sobre el estar-sobre-las-cosas, dominándolas y usándolas de forma irrespetuosa para el enriquecimiento y el disfrute sin el menor sentido de sobriedad.

El descubrimiento de la hermandad cósmica nos infundirá un espíritu de respeto y nos devolverá la claridad y la inocencia infantil de la edad adulta, importantes para que salgamos bien de la crisis.

Leonardo Boff escribió Francisco de Asís: ternura y vigor, 6ª edición, Sal Terrae, 1995.

Traducción de MJ Gavito MiIano

Espiritualidad , , , , , , , , , , , ,

Clara de Asís, la Dama pobre…

Miércoles, 11 de agosto de 2021
Comentarios desactivados en Clara de Asís, la Dama pobre…

Clara de Asís, mujer fuerte, fundadora de las Damas Pobres (Clarisas), espejo en el que Francisco de Asís se reflejaba como un igual… Que nos acompañe hoy en su fiesta y nos enseñe a vivir  siendo más humanos, con una mirada compasiva abierta al hermano sufriente…

san-francesco-liliana-cavani-1989-01

(Helena Bonham Carter en la película Francesco, de Liliana Cavani)

Clara nació en Asís el año 1193 (o 1194). Hija de noble familia, fue educada por su madre en la fe cristiana, pero al escuchar y ver a su conciudadano Francisco en la nueva vida evangélica que éste había emprendido  comprendió que quería llevar la misma forma de seguimiento de Jesús. Con su hermana, que la seguirá quince días después de su huida del palacio, vive en el monasterio de San Damián, situado fuera de los muros de Asís, «según la forma del santo Evangelio», obteniendo de los papas el singular «privilegio de la pobreza». Fueron muchas las compañeras que la imitaron. Juntas constituyeron la primera comunidad de «Hermanas pobres», para las cuales, y ya en sus últimos años, escribió Clara -primera mujer que lo hizo en la historia de la Iglesia- una Regla. Esta fue aprobada por Inocencio IV en 1254, pocos días antes de la muerte de Clara. Se conserva el Proceso de su canonización, que tuvo lugar en 1255. Es un documento de excepcional valor para conocer la experiencia de la «plantita de Francisco».

*

200px-simone_martini_047

***

Tanto para Clara como para Francisco, el primado se lo lleva el señorío de Dios sobre toda la vida y todas las cosas; la centralidad de toda la vida, la voluntad y la acción está constituida por Cristo; la dinámica de la vida de penitencia o de conversión sólo la da y sólo hemos de buscarla en el Espíritu Santo; pero esto es más que suficiente para definir la contemplación auténticamente cristiana […].

Clara no hace coincidir nunca contemplación y clausura, la contemplación como conocimiento amoroso de Cristo y un hecho material como la clausura. Tanto para Clara como para Francisco (es cierto, no obstante, que los acentos de Clara son femeninos), la contemplación es asiduidad con la palabra leída en las sagradas Escrituras, aunque también escuchada y recibida por los hermanos como comida y alimento de la fe y del alma; la contemplación es oración continua atendiendo al Señor y a todas las criaturas.

Es propio y específico de Clara haber dado a la contemplación una dimensión propiamente evangélica: no era para ella una actividad extraordinaria, reservada a una élite, a los privilegiados de la cultura, sino una actitud cotidiana en el ámbito de la humilde realidad de las cosas, de las labores cotidianas. La contemplación, para Clara, es vida en Cristo, es sacrificio vivo y espiritual ofrecido al Señor. Es significativo que la única referencia que hace Clara a la página del encuentro de Jesús con María y Marta [cf. Lc 10,38-42), que se había convertido en su tiempo en un lugar clásico para afirmar el primado de la vida contemplativa sobre la activa, determina lo único necesario de este culto de la vida a Dios [cf. Rom 12,1) y no entrevé ninguna oposición entre acción y contemplación.

La contemplación, por tanto, para Clara y Francisco, no es sólo conocer a Dios, sino también ver a los hombres y a las criaturas como los ve Dios. Clara llama a Inés «alegría de los ángeles » [Carta tercera 3, 11) y registra de un modo nuevo las cosas de Dios, las criaturas de las que siempre ve brotar una alabanza, una acción de gracias al Dios altísimo y creador

*

E. Bianchi,
La contenplazione in Francesco e Chiara d’Assisi,
Magnano 1995

***

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , ,

Mons. Leonardo Steiner: “La economía ya no es humana, es del mercado, y el mercado no tiene corazón”

Martes, 16 de marzo de 2021
Comentarios desactivados en Mons. Leonardo Steiner: “La economía ya no es humana, es del mercado, y el mercado no tiene corazón”

Economia_de_FranciscoDel blog de  Luis Miguel Modino, Misionero en Brasil:

Asís debe ser entendido “como un lugar que muestra que podemos corregir los caminos que estamos tomando”, y Francisco y Clara deben ser vistos “como un ejemplo de fraternidad que supera la economía de la desigualdad y la injusticia”

En Querida Amazonía, “el Papa Francisco nos ofrece un nuevo horizonte para la economía en la Amazonía”, presentándonos la “economía como cuidado de la casa común”

Con la Economía de Francisco y Clara, estamos ante un proceso que “confía a los jóvenes el protagonismo de una necesaria y urgente transformación en los paradigmas de la humanidad”

La Economía de Francisco y Clara es una llamada del Papa Francisco a repensar el sistema económico actual, a cambiar la economía actual y a dar un alma a la economía del mañana. Esto tiene repercusiones en todos los rincones del Planeta, también en la Amazonía. Es por ello que este sábado, 27 de febrero, fue convocado el 1er Encuentro Regional de la Amazonía Legal para reflexionar sobre este tema.

Estamos ante una economía de muerte, según Eduardo Brasileiro, que presentó la economía de Francisco y Clara como “un vínculo entre instituciones, que conecta puntos de lucha, de resistencia, de alternativas para este mundo”. Según el sociólogo, existe “la necesidad de buscar, de integrar todo lo que se propone en los diferentes ámbitos, en las prácticas, la necesidad de buscar lugares de inspiración”. Estamos ante la oportunidad de buscar nuevos modelos de economía, de educación, de búsqueda de tierra, techo y trabajo, realizados desde una perspectiva integral.

Según Brasileiro, Asís debe ser entendido “como un lugar que muestra que podemos corregir los caminos que estamos tomando, y Francisco y Clara deben ser vistos “como un ejemplo de fraternidad que supera la economía de la desigualdad y la injusticia. Al llevar la economía de Francisco y Clara a la Amazonía, Eduardo, que forma parte de la Articulación Brasileña, insiste en hacerlo a partir de los pueblos, la ciudadanía y la florestanía“. Propone un cambio de lógica, “una lógica de laeconomía solidaria frente a la lógica del mercado, del capital financiero”, dando algunos ejemplos que demuestran que esto es posible.

Esto nos tiene que llevar a superar la necropolítica y asumir una política que cambie la sociabilidad, para asumir el modelo de distribución del que habla el Papa Francisco, que hoy está marcado por la desigualdad que perjudica a la madre Tierra y a los más pobres. También se nos desafía a asumir que somos interdependientes y terradependientes. Eduardo también reflexionó sobre la espiritualidad económica, sobre una economía centrada en la vida, afirmando que la economía tiene que empezar en el reparto del pan“.

Monseñor Leonardo Steiner, arzobispo de Manaos, comenzó afirmando la necesidad de “recuperar la economía de los pueblos originarios, que no es de lucro sino de relación, porque es compartir, es cuidar. El reto es una economía al servicio de todos, una economía que tiene que ver con la fraternidad. Según el Arzobispo de Manaus, “vivimos hoy una injusticia económica, la desestructuración de las relaciones por causa de la economía“, afirmando que nos encontramos en una “verdadera desfraternidad”.  Hizo un llamamiento a “permanecer en la escucha de la realidad desde el sentido de ser persona”, subrayando que “estamos hablando de una economía de personas, no de objetos, estamos hablando de imagen y semejanza de Dios”.

Hablar de economía, según el arzobispo de Manaos, es hablar de ser casa, que es lo que abriga, lo que es necesario para el cuidado y el cultivo de nuestra casa común”, que no entiende como una estructura, sino “las relaciones que se establecen con todos los seres”. Monseñor Leonardo analizó la etimología de la palabra economía, insistiendo en la dimensión de los individuos que conviven y en las relaciones que se ocupan de la distribución, no sólo de las cosas, sino también del cuidado de las diferentes cuestiones que forman parte de la vida. Según el arzobispo, la economía expresa un modo de ser nosotros“, que nos lleva a cuidar la totalidad de las personas y su mundo.

chiara16ok_1867668_297667Francisco y Clara en el filme Francesco de Liliana Cavani, 1989.

Según Monseñor Steiner, el Papa Francisco pretende mostrar el valor de la economía en la deseconomía en la que vivimos, superando el modo en que hoy entendemos la economía como mercado, como lucro, insistiendo en la necesidad de volver al modo de ser del hombre, que es cuidar. Para el arzobispo de Manaus, “hablar de economía significa pensar en nosotros mismos, en nuestra humanidad, para no volvernos inhumanos, una cuestión importante hoy en día, cuando la economía ya no es humana, es del mercado, y el mercado no tiene corazón.

El Arzobispo de Manaos, que es franciscano, reflexionó sobre la forma de entender la vida de Francisco y Clara, que guiaron su vida por la gratuidad, que no indica intercambio, ni cálculo. En relación con la Amazonía, reflexionó sobre la codicia que existe sobre todo lo que contiene, destacando que “todo esto le quita la gratuidad a la Amazonía y a los pueblos originarios”. Según Monseñor Steiner, de la gratuidad nace la fraternidad, realizando una igualdad que no es pura nivelación y uniformidad. “En Francisco y Clara todo es hermano y hermana, permaneciendo dentro de la diferencia de su ser”, afirmó el arzobispo.

Monseñor Leonardo se preguntaba por qué hay tantos pobres en el mundo de hoy, y él mismo respondía que “porque no hay misericordia, porque la economía ya no es economía en su sentido etimológico”. El arzobispo afirmó que la fuerza histórica del cristianismo no proviene del poder, sino de la autoridad del no poder, del amor, de los pobres. En este sentido, se preguntó si no estamos traicionando el Evangelio en lo que respecta a la cuestión económica, “porque hemos elegido el poder y la fuerza como autoridad, y no el cuidado“.

Al hablar de Querida Amazonía, Monseñor Leonardo dijo que en ella “el Papa Francisco nos ofrece un nuevo horizonte para la economía en la Amazonía“, presentándonos la economía como cuidado de la casa común. Según él, “los cuatro sueños son cuatro dimensiones que nos ofrecen la totalidad de la forma de ser de los que viven en la Amazonía”, lo que nos ayuda a darnos cuenta de la importancia de todo y de todos. Cada una de las dimensiones está mostrando la totalidad, lo que somos como personas y la casa que nos permite ser personas. En la Amazonía somos cautivados por la admiración y el cuidado, insistiendo en que hasta que no cambiemos a la admiración y el cuidado, sólo veremos el beneficio“.

Por eso es necesario dejar de lado la dominación, la destrucción, el beneficio, el mercado, la esclavitud, la expulsión y la muerte. La economía basada en el mercado no ve la belleza de la Amazonía y de la gente que la habita, “es una economía que mata”, subraya Monseñor Leonardo Steiner, yla economía que tenemos hoy en relación con la Amazonía mata, perdimos la totalidad, vamos perdiendo todo, perdemos nuestra morada, nuestra casa, estamos entrando en el desierto”. Querida Amazonía, según él, “puede ayudarnos a despertar y a darnos cuenta de la urgente necesidad de cambiar nuestra concepción de la economía, algo que ya aparece en Laudato Si’, donde nos invita a no dominar sino a responsabilizarnos, más aún teniendo en cuenta que somos destructores.

Al hablar de los posibles caminos para el fortalecimiento de esta nueva economía en la Amazonía, Márcia Oliveira partió de la importancia de la propuesta del Papa Francisco que busca una economía más justa, más sostenible, asegurando una preeminencia para las poblaciones excluidas“. Según la socióloga, el tema tiene sus raíces en la Sagrada Escritura, algo que es recogido por el Vaticano II y retomado por el Papa Francisco en Laudato Si, quien hace la propuesta de “ecología integral como proyecto de sociedad pensado desde la casa común“, teniendo como referencia los conceptos de sobriedad, sencillez y buen vivir, algo que lleva a repensar los paradigmas de la sociedad capitalista y proponer nuevos modelos“.

En la Amazonía, todo esto fue asumido y puesto en práctica en el Sínodo para la Amazonía, estableciendo en el proceso sinodal, una forma de “pensar la Iglesia desde una ecología integral. Marcia Oliveira, perita en el Sínodo, destacó la importancia del momento de la escucha, que alcanzó oficialmente a 87 mil personas. Todo ello fue recogido en el Documento Final del Sínodo, donde se afirma que “es necesario buscar modelos económicos alternativos, más sostenibles, respetuosos con la naturaleza, con un ‘sólido sustento espiritual'”. También en Querida Amazonía, donde el Papa Francisco afirma que liberar a los demás de la esclavitud implica ciertamente cuidar su entorno y defenderlo“, destacando cómo “el Señor, que nos cuida primero, nos enseña a cuidar a nuestros hermanos y al medio ambiente que nos regala cada día”.

Articulacao_Brasileira_Economia_de_Francisco_e_ClaraEstamos, con la Economía de Francisco y Clara, según Márcia Oliveria, ante un proceso que confía a los jóvenes el protagonismo de una necesaria y urgente transformación en los paradigmas de la humanidad. Se trata de una verdadera revolución, no de una simple reforma. Según la socióloga, “el Papa Francisco confía a los jóvenes la tarea de cambiar radicalmente el rumbo de la humanidad”. También destacó el trabajo que Caritas Brasileira ha realizado en el campo de la Economía Solidaria y la Convivencia con la Amazonía, elementos que apuntan caminos para la Economía de Francisco y Clara”.

En estos nuevos caminos, Luis Fernando Novoa Garzón abordó la necesidad de aprender de los pueblos tradicionales lo que es la reciprocidad con otros seres. Esto es algo que, según el profesor de la Universidad Federal de Rondônia, “se traduce en la vida cotidiana en un entendimiento permanente. Insistió en la importancia de conocer la mitología de los pueblos originarios, algo que ayuda a comprender que existe un vínculo común entre todos los seres.

Espiritualidad , , , ,

Ilia Delio, teóloga: “¿Cómo le dice el Papa al mundo lo que debe hacer, cuando encabeza una institución basada en el patriarcado?”

Viernes, 13 de noviembre de 2020
Comentarios desactivados en Ilia Delio, teóloga: “¿Cómo le dice el Papa al mundo lo que debe hacer, cuando encabeza una institución basada en el patriarcado?”

callout-1Ilia Delio

“La evaporación de la religión o una religión de evolución”

El 3 de octubre, fiesta del transitus de San Francisco de Asís, el Papa Francisco firmó su nueva encíclica, Fratelli tutti, sobre el orden social y la hermandad universal

Como en su encíclica anterior, el Papa llama la atención sobre los problemas del mundo, la disparidad radical entre ricos y pobres, la cultura de consumo, el individualismo desenfrenado, el exceso de riqueza…

Pero sin una revisión teológica significativa y sin desmantelar el patriarcado de la iglesia institucional, el Papa está hablando con algunos amigos cercanos mientras el resto del mundo hace fila para el iPhone más nuevo

El mundo cambiará cuando cambien las personas humanas, cuando el ser humano sea empoderado por la chispa del amor interior, cuando la religión no sea asfixiante sino fuente de novedad y creatividad

(Espiritualidad Integradora Cristiana).- El 3 de octubre, fiesta del transitus de San Francisco de Asís, el Papa Francisco firmó su nueva encíclica, Fratelli Tutti , sobre el orden social y la hermandad universal. Como en su encíclica anterior ” Laudato Si ‘ , sobre el cuidado de nuestra casa común “, el Papa llama la atención sobre los problemas del mundo, la disparidad radical entre ricos y pobres, la cultura de consumo inflada que está afectando el calentamiento global y el individualismo desenfrenado, asociado con el exceso de riqueza. La encíclica tiene como objetivo promover un movimiento universal hacia la fraternidad y la amistad social basada en el amor compasivo, siguiendo la parábola del buen samaritano ( Lucas 10: 29-37 ).

¿Quién podría argumentar contra los valientes esfuerzos de un líder mundial que intenta restaurar el sentido de bondad moral y justicia en el mundo? De hecho, mi propósito no es desmentir al Papa, cuyo corazón parece estar en el lugar correcto; sino llamar la atención sobre el problema más profundo que subyace a los problemas del mundo, a saber, la evaporación de la religión.

En este sentido, la encíclica del Papa es alarmante. Jesús de Nazaret amonestó a sus discípulos a no sacar la astilla del ojo de su hermano sin antes quitar la viga de su propio ojo (Mateo 7: 3-5). Esta advertencia se refleja a la luz del consejo del Papa al mundo.

Santa Clara de Asís, quien fue la compañera espiritual de Francisco de Asís y conocida como la piedra más fuerte de todo el movimiento franciscano, escribió a sus hermanas: “Debemos ser espejos y ejemplos unos para otros para que podamos ser espejos y ejemplos para el mundo.”

Si predicamos los ideales evangélicos de Jesús, primero debemos estar dispuestos a ponerlos en práctica. Después de todo, si queremos que el mundo supere su adicción al poder, al dinero y al progreso, entonces debemos estar dispuestos a desvincularnos nosotros de estas cosas, porque ¿dónde sino encontrará el mundo su imagen?

Francisco de Asís era consciente de que para vivir una vida llena de Dios tendría que someterse a una conversión de corazón. Todas las grandes religiones del mundo promueven algún tipo de autodisciplina para reflejar la divinidad. Cada religión, a su manera, se da cuenta de que no cambiamos el mundo, nos cambiamos a nosotros mismos y la forma en que vemos el mundo. Una vida cambiada cambia el mundo. Ésta es la esencia de Francisco de Asís.

una-pareja-gay-polaca-viaja-al-vaticano-para-desplegar-una-bandera-gigante-del-orgullo-frente-al-papa-francisco-pidiendo-ayuda-0El Papa aboga por grandes ideas que no llegan a imponer políticas públicas: justicia, comunidad, compasión y, lo mejor de todo, sororidad y fraternidad. La ironía de su mensaje es que la Iglesia Católica Romana es la institución más homofóbica del mundo de hoy. Con un llamado a la solidaridad humana y a la fraternidad, el Papa busca establecer la equidad en el mundo, describiendo una visión de hermandad universal donde “todas las personas son mis hermanos y hermanas, y … el mundo realmente pertenece a todos”.

Sin una revisión teológica significativa y sin desmantelar el patriarcado de la iglesia institucional, el Papa está hablando con algunos amigos cercanos mientras el resto del mundo hace fila para comprar el último modelo del iPhone.

¿Cómo le damos sentido a esto en una iglesia que no considera a las mujeres como iguales? ¿Una iglesia que no permitirá la ordenación de mujeres o incluso la capacidad de las mujeres para predicar? ¿Una iglesia que insiste en mandar sobre los derechos del cuerpo de la mujer? ¿Una iglesia que excluye a las personas LGBTQ de la plena aceptación y no permite que las personas divorciadas y vueltas a casar participen en la liturgia?

joac-y-hoac-ante-el-dia-de-la-mujer-trabajadora_560x280¿Cómo le dice el Papa al mundo lo que debe hacer cuando encabeza una institución basada en el patriarcado, la jerarquía y las diferencias ontológicas?

Algunos de los mejores estudios críticos sobre el racismo hoy apuntan a la Iglesia Católica como la fuente misma del problema del racismo, los primeros cristianos distinguiéndose de los judíos como los puros y los salvados. ¿Cómo busca el Papa establecer un mundo de equidad cuando la doctrina teológica está arraigada en una metafísica de la sustancia, donde la masculinidad es ontológicamente superior a la feminidad y serblanco es salvífico?

Según un artículo reciente de Forbes , el Vaticano no es un modelo de fraternidad; más bien, está atrapado en luchas de poder, incluidas diferencias ideológicas, abuso financiero y una crisis de pedofilia clerical no resuelta que ha redefinido la justicia como una reprimenda o pérdida del trabajo sin enjuiciamiento penal.

El Vaticano está impregnado de secretismo y clericalismo y parece que no hay esfuerzos reales para limpiar las telarañas que asfixian a la institución. Si bien Francisco lamenta los problemas del mundo, no reconoce que, en muchas áreas, incluida la atención médica y la educación, la vida global ha mejorado . La tasa general de pobreza ha disminuido en los últimos 10 años y, aunque queda un largo camino por recorrer para equilibrar un nivel standard globalde vida, los esfuerzos para lograrlo no están del todo ausentes.

El hecho es que la tecnología ha acelerado la tasa de evolución en los últimos 30 años, y los países donde la tecnología ha crecido significativamente también han visto una reducción de la pobreza y mejoras en la educación y la atención médica. China es un ejemplo de ello; también lo es la India .

El hecho de que la tecnología informática haya cambiado el panorama mundial tan rápidamente merece consideración. Margaret Wertheim señala que el ciberespacio comenzó a llenar un vacío a mediados del siglo XX. Comenzamos a estudiar la materia, a aprender sobre física cuántica e inventamos formas de extender la inteligencia humana.

Vaticano-reformas_2272882722_14949607_667x375Es interesante notar que el Vaticano II y el nacimiento del mundo cibernético son eventos contemporáneos; sin embargo, el Vaticano II nunca se implementó lo suficiente como para lograr un cambio real en la iglesia. Los cibernéticos, por otro lado, engendraron una nueva filosofía de transhumanismo y una nueva cultura de trascendencia humana. A todos los efectos prácticos, la tecnología suplantó a la religión en el siglo XX.

Estamos en una marcación rápida tecnológica pero no sabemos hacia dónde vamos, si vamos juntos o si debemos avanzar en absoluto. El ritmo de la evolución tecnológica está superando la capacidad de reflexión humana y de elecciones críticas, y la velocidad del progreso es impresionante. El Papa quiere la fraternidad universal, pero la comunidad humana quiere una nueva vida.

La novedad y la creatividad marcan la trascendencia humana. Siguiendo la tesis del fallecido historiador canadiense David Noble, la creatividad es la marca de la divinización. Llegar a ser como Dios es trascendernos a nosotros mismos, inventar, crear, ir más allá de lo que somos para convertirnos en lo que no somos. Esto es tan cierto en América del Norte como en Cochabamba o en Sudán.

Desafortunadamente, Occidente ha estampado su huella gigante sobre la faz del globo y quiere que el mundo siga su máxima: Dios está en la máquina y ya no en las iglesias. El resto del mundo lo sigue porque el Dios de la religión institucional es demasiado blanco, masculino, viejo y prácticamente muerto.

La tecnología impulsa los mercados hoy en día y frenar la economía neoliberal es replantear la tecnología a lo largo de líneas religiosas y éticas. Hacerlo requiere mucho más que proponer una ética del bien común o reorganizar las ideas de Tomás de Aquino para satisfacer las necesidades del mundo.

Necesitamos una metafísica que involucre adecuadamente a un mundo de proceso y cambio. Necesitamos una teología que se sienta cómoda en la evolución, como preguntó Teilhard de Chardin : “¿Quién dará a la evolución su propio Dios?”

Sin una revisión teológica significativa y sin desmantelar el patriarcado de la iglesia institucional, el Papa está hablando con algunos amigos cercanos mientras el resto del mundo hace fila para el iPhone más nuevo. La pandemia es un espejo de la disfunción global, como reconoce el Papa, pero también muestra un mundo privado de un Dios creíble y una fe vitalizadora, tan innovadora y creativa como la última tecnología.

Papa-Francisco5Sospecho que Francisco le está hablando al mundo porque nadie lo escucha en casa, o tal vez porque tiene miedo de hablar con sus propios hermanos, miedo de desmantelar el culto a un sacerdocio patriarcal y abrir las puertas de la iglesia a una comunidad real, en la que las mujeres gocen de plenos derechos y libertad.

El mundo pide algún tipo de dirección, un Dios creíble, una vitalidad de fe que no frene el crecimiento y el progreso. El mundo cambiará cuando cambien las personas humanas, cuando el ser humano sea empoderado por la chispa del amor interior, cuando la religión no sea asfixiante sino fuente de novedad y creatividad. Necesitamos una nueva religión de la Tierra, escribió Teilhard de Chardin, una religión de evolución, un Dios que se sienta en casa con lo incompleto, el caos y la complejidad. Estoy esperando que el Papa aborde esta preocupación.

Ilia Delio, miembro de las Hermanas Franciscanas de Washington, DC,  es catedrática de Teología en la Universidad de Villanova. Es autora de 22 libros, incluido Making All Things New: Catholicity, Cosmology and Consciousness (Orbis Books 2015), y editora general de la serie Catholicity in an Evolving Universe .

Traducción: Magdalena Bennásar y Carmen Notario

Publicado en National Catholic Reporter

Espiritualidad, General, Iglesia Católica , , , , , , , , ,

Francisco de Asís, vestido de Evangelio

Lunes, 5 de octubre de 2020
Comentarios desactivados en Francisco de Asís, vestido de Evangelio

Ayer, coincidiendo con domingo, se celebraba la fiesta del cristiano por excelencia, Francisco, el Poverello de Asís… Siguiendo su ejemplo, se nos invita a despojarnos  de todo lo superfluo y revestirnos con la desnudez del Evangelio:

S.Francesco'StripBenedetto

Francisco, hijo de un rico comerciante de Asís, nació en 1181 (o 1182). Disuadido de sus ideales de gloria caballeresca a raíz de las experiencias decisivas de su encuentro con los leprosos y de la oración ante el crucifijo en la iglesia de San Damián, Francisco abandonó su familia y comenzó una vida evangélica de penitencia. Con los numerosos compañeros que muy pronto se unieron a él, comprendió que estaba llamado a vivir el Evangelio sine glossa, como fraternidad de menores a ejemplo de Jesús y de sus discípulos. Al año siguiente a la aprobación de la Regla y vida de los hermanos menores en  1223 por el papa Honorio III, Francisco recibió los estigmas del Crucificado, sello de la conformidad con su único Señor y Maestro. Cuando murió, en 1226, Francisco era un hombre extenuado por la fatiga y por las enfermedades y, al mismo tiempo, un hombre reconciliado con el sufrimiento, consigo mismo y con toda criatura. Fue canonizado en 1228 y es patrono de Italia y de los ecologistas.

***

“Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.

Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.

Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.

Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.

Alabado seas, mi Señor por la hermana Agua,
la cual es muy humilde, preciosa y casta.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.

Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.

Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.

Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.

Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad…”

*

San Francisco de Asís.
Cántico de las Criaturas

lumic3a8redepaques

***

Su vida estuvo enteramente caracterizada -hasta el momento de la conversión- por la búsqueda de un modelo que pudiera educar y plasmar su natural propensión al canto.

Lo encontró de repente en el Señor Jesús, en la belleza de su vida narrada por el Evangelio y, en particular, en el luminoso canto nuevo de su muerte en la cruz.

Dejó que la pasión marcara cada uno de sus pasos y afinara de manera progresiva todas las fibras de su persona con la humanidad del Hijo de Dios, que se entregó por completo a sí mismo por nosotros.

Francisco oró así: «Te ruego, oh Señor, que la ardiente y dulce fuerza de tu amor arrebate mi mente de todas las cosas que hay bajo el cielo, para que muera yo de amor por tu amor, como tú te dignaste morir por amor a mi amor» (oración Absorbeat).

Su camino estuvo siempre acompañado por confirmaciones y consuelos. Su predicación y su ministerio tocaron el corazón de las personas y suscitaron decisiones de conversión y de reconciliación.

Su manera de seguir radicalmente al Señor se volvió, cada vez más, casa hospitalaria para otros muchos hermanos y hermanas, que encontraron en su itinerario personal una modalidad radical y actual de interpretar y vivir el Evangelio de la nueva estación histórica que avanzaba. Sin embargo, en el tiempo del monte Alverna, parece apagarse el canto fluente.

En esta estación encuentra Francisco la prueba más terrible: las fatigas originadas por un movimiento que se institucionaliza -que pierde en intensidad evangélica y llega incluso a dudar sobre la posibilidad de que sea integralmente practicable su estilo de vida- repercuten en su misma fe.

La pregunta sobre la verdad de sus intuiciones más profundas y la duda sobre el origen divino de su proyecto de vida resuenan en un silencio opresor en el que Dios no parece hablarle ya, a pesar de haberlo buscado con tanta tenacidad.

Francisco experimenta el abandono de Dios y se retira de los hermanos para no mostrar su semblante, que ha perdido la serenidad habitual. El canto nuevo, por consiguiente, no le fue dado en un momento de paz y consolación, sino en un momento en el que -como dice el salmista- «fallan los cimientos» (Sal 11,3) y todas las seguridades parecen hundidas

*

C. M. Martini – R. Cantalamessa,
La cruz como raíz de la perfecta alegría,
Verbo Divino, Estella 2002, pp. 15-16).

***

Leer también: “Francisco de Asís, en quien el ser humano resultó bien”, por Leonardo Boff

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , ,

“De vuestro hermano Francisco ”, por José Arregi.

Lunes, 5 de octubre de 2020
Comentarios desactivados en “De vuestro hermano Francisco ”, por José Arregi.

22Mensaje del Poverello de Asís para hoy 

A todas las mujeres y hombres del mundo, mis hermanos: Paz y bien.

Era un luminoso atardecer de otoño, el 3 de octubre de 1226, en la Porciúncula, al pie de mi querido Asís. Me dolían terriblemente los ojos, hasta el punto de no poder soportar la luz ni consolarme con los colores del cielo y del valle de Umbría, mi cielo y mi valle. Me dolían el bazo, el hígado y el estómago. Pero aun más me dolían todos los menores del campo y de los burgos, los campesinos pobres y mis hermanos leprosos, con los que quise convivir fuera de los muros de Asís. Y me dolía la Iglesia, estancada en el pasado, instalada en palacios, amiga de los señores, atada al poder, impulsora de cruzadas. Nunca la quise juzgar ni criticar, ni a ella ni a nadie, pero con toda mi alma deseaba otra Iglesia, al estilo del movimiento itinerante de Jesús.

Me dolían sobre todo mis propios hermanos, que se habían alejado de nuestro primer sueño, cuando queríamos ser simplemente los hermanos menores con los menores de la sociedad cambiante de aquel siglo XIII. Yo había soñado una fraternidad de hombres y de mujeres, yendo de aldea en aldea, sin casas de piedra ni morada fija ni propiedad ni privilegio, mensajera de la paz. Pero los hermanos aumentaron muy pronto y se convirtieron en Orden clerical, se volvieron mayores en la sociedad y en la Iglesia. Fue para mí un golpe mortal, pero no me enfrenté –no sé si hice bien, pero fue mi opción–, los quise aun más, y me retiré al monte Alverna con el hermano León y otros soñadores de la primera hora para vivir como ermitaño. Y acabé de despojarme del todo por dentro y por fuera, hasta ser pobre del todo, y libre de todo. Descubrí la verdadera alegría, la plenitud en el total vacío. Recuperé la paz que nada me podría quitar.

Los hermanos no me entendían, pero me querían y reverenciaban hasta el exceso como su “padre Francisco”, y sobre un asnillo me bajaron de mi eremitorio en la montaña para hacerme cuidar. El médico me dijo: “Vas a morir”. Tenía 45 años. El saberlo me llenó de pena, porque amaba la vida. Y lloré. Pero había aprendido que cada forma de vida nace de la muerte, y que cada muerte es paso a la Vida en formas nuevas, y que todos los vivientes son uno en la Vida. De modo que le dije a la muerte: “Bienvenida, hermana. Despójame de todo y hermáname con todo”. Y pedí que me pusieran desnudo sobre la tierra desnuda. Y, apagada mi conciencia individual, pasé al Todo Otro y no-Otro, me fundí en la Conciencia Universal o en el Alma de toda vida, llamadlo como queráis. Yo lo llamaba “Dios omnipotente”, pero lo contemplaba y adoraba con inmensa ternura en el hombre Jesús pobre y humilde, amigo de los últimos.

Perdonad que me haya extendido con el relato de mi tránsito de esta vida a la Vida, del tiempo al Presente, del fragmento al Todo. No quería hablaros tanto de mí, sino solamente dirigiros una palabra de aviso y de ánimo en este momento crítico de esta especie humana que llamáis Homo Sapiens, la época más crítica de toda su historia, larga o brevísima según se mire. Nunca el clamor de la Tierra y de los pobres –el mismo clamor– fue tan desgarrador debido a la codicia humana. Tened compasión.

También el tiempo que me tocó vivir a mí fue de enormes cambios, de transición del mundo antiguo al mundo moderno. Pero hoy os halláis inmersos en una verdadera mutación, que nadie pudo imaginar hasta hace bien poco: eso que llamáis inteligencia artificial y tecnología genética pueden mejorar a la humanidad de manera decisiva o convertirla en más esclava que nunca. En vuestras manos está. Despertad, hermanos.

Yo no podía soportar que se pisara a un gusano ni que se arrancara una flor, aunque bien sé ahora que también entonces matábamos sin cesar para vivir. Y pensábamos ingenuamente que el ser humano es el centro y el fin de toda la creación. Me felicito de que ya no penséis así, pero me duele en el alma ver cómo el ser humano se ha convertido en el peor enemigo de la hermana Madre Tierra. Solo la fraterno-sororidad os salvará.

La institución eclesial me sigue doliendo incluso más que en mi tiempo, pues soy más consciente de cuán lejos se halla de lo que soñó Jesús y de lo que el mundo reclama de ella: ser profecía de otra humanidad necesaria y posible. Solo si desmonta su estructura clerical y sus alianzas con el poder lo logrará.

A nadie puedo juzgar, pero a todos os ruego: sed hermanos, vivid en paz.

Vuestro pequeñuelo hermano, el poverello.

José Arregi

Espiritualidad ,

Recordatorio

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Yo, por supuesto, a petición de los autores, eliminaré el contenido en cuestión inmediatamente o añadiré un enlace. Este sitio es gratuito y no genera ingresos.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un lugar de entretenimiento. La información puede contener errores e imprecisiones.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.