Archivo

Entradas Etiquetadas ‘Comunidad de Grupos Católicos Loyola’

Pensamientos, guías y experiencias al modo de Jesús de Nazaret

Jueves, 20 de noviembre de 2014
Comentarios desactivados en Pensamientos, guías y experiencias al modo de Jesús de Nazaret

20140805_al_modo_de_jesusDe la página web de Crismhom:

Esta sesión de formación tuvo lugar el viernes 17 de octubre de 2014 a las 19h en Barbieri 18. En ella, Fernando Gálligo, sacerdote jesuita, compartió con nosotros un resumen de un año de experiencias espirituales propias y ajenas inspiradas al modo de Jesús de Nazaret. Es una formación de carácter vivencial que recoge pensamientos, guías y experiencias que puedan ayudarnos a despertar y continuar el encuentro y seguimiento de Jesús. A continuacion se presentan anotaciones sobre este tipo de guía para atisbar y alcanzar el modo de Jesús de Nazaret.

Archivo adjunto que se utilizo en la charla al final de esta página.

Para escuchar/descargar audio que incluye forum posterior pulse Aquí

Para ver vídeo de la charla pulse Aquí.

Esta charla tuvo lugar anteriormente en la Comunidad de Grupos Católicos Loyola que han tenido la amabilidad de dejarnos una crónica escrita de esta charla para quien prefiera el formato escrito en lugar del audio o vídeo. Nuestro agradecimiento a este grupo por compartir con nosotros la crónica.

PENSAMIENTOS, GUÍAS Y EXPERIENCIAS AL MODO DE JESÚS DE NAZARET

 Esta charla, a cargo de Fernando Gálligo SJ, tiene por objetivo hacernos querer mirarnos a nosotros y a los demás al modo de Jesús. La de Jesús es una manera de mirar muy particular. Y esto es un buen resumen, un buen hilo conductor de lo que ha sido el año: un intento de mirar la vida de otra manera. Porque hay varias miradas sobre el mundo, y a veces lo miramos de muchas maneras según nuestro estado de ánimo, nuestra situación… Tenemos que, poquito a poco – ojalá- ir convirtiendo nuestra mirada y aprender a mirar el Mundo como Jesús lo mira. Entonces se me ocurrió que en la presentación de hoy podría apoyarme en imágenes, portadas de revistas alguna foto, alguna escultura, e ir haciendo alguna reflexión.

 Generación “me, me, me”

En primer lugar tenemos una portada reciente de la revista Time, que habla de la generación del me me me (yo, yo, yo), a la que también llaman la generación “?” o la generación “yo”, que sería la traducción al español. Esta revista, si queréis, es fácil de encontrar en internet. Lo que termina de decir este artículo es que, sobre todo los jóvenes, vivís en un mundo tecnológico virtual muy rápido, en el que la imagen sigue siendo muy importante, en el que los jóvenes, como la chica de la portada, se están haciendo fotos para subirlas a las redes sociales. En esta generación “me, me, me” el yo es muy importante, cuando uno se hace una foto se la hace de sí mismo o de los suyos. Quizás es más una generación de Estados Unidos, no tanto de España, pero por lo menos allí la importancia de la fama es enorme, y todo joven desearía, de alguna manera, conocer a algún político importante, a algún artista con poder, notoriedad o influencias. Es una generación que a lo mejor conoce mucho de tecnología, de computadoras, de matemáticas…pero una cosa es tener mucha información y otra cosa es ser sabios. Muchas veces la redes sociales, que todos conocemos, tienen sus grandes ventajas, pero tienen también sus peligros. En la revista se comenta que un joven (en Estados Unidos) manda 88 whatsapps al día a través de los teléfonos móviles, 88 mensajes al día. ¿Cuál es el peligro? Que derivemos en el mundo de la superficialidad. Se habla de que la globalización ha traído grandes ventajas, pero puede darse una globalización de la superficialidad, que nos movamos en un mundo en el que no acabamos de profundizar ni de meternos en la hondura de las cosas.

 Nuestro cansancio y la mirada de Jesús

La segunda imagen nos habla de una chica cansada. Puede ser una imagen de cómo nos sentimos a veces. A veces nos sentimos agotados y sin energía. Parece que hemos estado todo el día de un lado para otro trabajando duro y nos sentimos apagados, marchitos… un poco agotados. Nos sale a veces del corazón decir: yo no puedo más, ya no puedo más. Vivimos a veces también con altibajos: a veces lo damos todo y nos subimos a la cresta de la ola y, sin embargo, otras veces nos sentimos vencidos, como si estuviéramos rendidos. Sentimos que ya no hay fuerzas para seguir adelante, y a veces el peligro que tenemos es con qué mirada nos miramos en esos momentos: una mirada en que no nos aceptamos, no nos queremos; podemos sentirnos un poco hundidos, porque es difícil vernos como en realidad somos. ¡Qué difícil es ser justos con nosotros mismos! A veces somos demasiado optimistas y a veces nos rechazamos. Nos cuesta juzgar a los demás con claridad y honestidad, pero también nos cuesta hacerlo con nosotros mismos. ¿Qué nos dice la mirada de Jesús? La mirada de Jesús quiere que aprendamos a querernos tal y como somos. Y que descubramos que en todo ser humano en el fondo hay una vocación al Amor, que hay una gran belleza en todo ser humano, por mucho que estemos heridos, que seamos frágiles o que nos sintamos pobres. La mirada de Jesús nos quiere devolver la dignidad de hijos, nos quiere recordar que estamos hechos para Él, que somos suyos. Pero a veces nos sentimos agotados, sin capacidad de descubrir en nosotros esa vocación profunda al Amor.

 El hombre fragmentado y la mirada de Jesús

En la tercera imagen hay un hombre pensativo. Creo que a veces nos pasa como a este hombre pensativo, que está como a medias, parece un hombre  incompleto. Nos cuesta madurar, crecer, en cierta forma muchas veces nos sentimos a medio hacer, fragmentados. Dicen que la sociedad postmoderna, en la que vivimos, es una sociedad en la que vivimos fragmentados: un trozo de nosotros por un lado, otro trozo por otro, vivimos a medias, nos sentimos incompletos, a veces nos falta la cabeza, y a veces nos falta todo: la cabeza y el corazón. Sin embargo, la vocación cristiana es una vocación a vivir integradamente, integrablemente. No podemos vivir escindidos, separados, partidos en dos, divididos. ¿Qué nos dice la mirada de Jesús? La mirada de Jesús es una mirada distinta, que nos invita a aceptarnos y a ver la verdad de quién soy. Jesús nos invita a la madurez, que es acoger lo real: mi realidad, mi verdad. Es ver que hay mucha luz en mí, es vivir plenamente. La invitación de Jesús es a vivir plenamente hoy y aquí, en mi situación actual, en mi momento. Estoy llamado a vivir plenamente. Sin embargo a veces nos toca vivir en un mundo en el que la apariencia es muy importante, y nos tenemos que poner máscaras, no nos podemos mostrar tal y como somos, tenemos miedo de decir quiénes somos, de ser nosotros mismos, de defender nuestras propias ideas y opciones. Vivimos en un mundo que está a veces lleno de caretas y en el que no sabemos muy bien quiénes somos. Jesús nos dice: felices los pobres de corazón, felices los sencillos, los que se muestran tal cual son. Jesús me invita a ser yo mismo, a quitarme la careta. Jesús me dice: basta ya de pintarte la cara para parecer otro, para ser aceptado.

 Aceptar nuestros límites

Como el hombre que muestra la escultura, a veces vivimos en situaciones casi imposibles, obligados a hacer malabarismos. Con un ritmo de vida que nos pone en unas situaciones en las que es difícil mantenerse más de unos días o unas semanas. Parece como que alguien nos pidiera que nos estiráramos de tal manera que fuéramos más de lo que somos, como si alguien nos pidiera que fuéramos más que seres humanos, como si nos pidieran que no aceptáramos nuestros límites. Pero Jesús nos dice que ese no es el camino de la felicidad. El camino de la felicidad no es tratar de ser omnipotentes sino todo lo contrario: aceptar mis límites. Jesús me dice: feliz tú si te apoyas en mí, si te afirmas en mí, si construyes tu casa sobre mí, sobre la roca que soy Yo, sobre el Principio y Fundamento que yo te propongo. Leer más…

Espiritualidad, General , , , ,

“El perdón”, por María Dolores López Guzmán.

Sábado, 1 de marzo de 2014
Comentarios desactivados en “El perdón”, por María Dolores López Guzmán.

Jesús y la mujer adúltera

*

Esta charla tuvo lugar en la Comunidad de Grupos Católicos Loyola el 25 de noviembre de 2013. Estuvo a cargo de María Dolores López Guzmán, doctora en teología dogmática-fundamental por la Universidad Pontificia Comillas y licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente profesora de teología del Instituto Superior de ciencias religiosas San Dámaso de la Universidad Pontificia Comillas. Por gentileza de la ponente y los Grupos Loyola, tienes a tu disposición el registro de audio y una crónica escrita de esta excepcional charla sobre un tema que nos toca a todos de fondo: el perdón. Para más información sobre esta charla, pulsa AQUÍ.

Debido a la excepcionalidad de esta charla, se pidió a Dolores que facilitara en CRISMHOM un taller sobre perdón en octubre de 2014. Si estás interesado en este taller, pulsa AQUÍ.

Sobre la ponente

Mª Dolores López Guzmán (1965): Casada y madre de familia. Doctora en Teología Dogmática-fundamental por la Universidad Pontificia Comillas y Licenciada en Filología Hispánica por la Univ. Complutense de Madrid. Profesora de Teología en la Universidad Pontifica de Comillas y en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Dámaso (sección a distancia), y profesora colaboradora en el Instituto Superior de Pastoral. Ha sido miembro del Consejo de Redacción de la revista Sal Terrae desde el año 2004 hasta febrero del 2012. Pertenece al grupo MARIA (MAdres de la Red IgnacianA) en Madrid, dedicado a la reflexión sobre la pastoral y vocación de la familia, y el papel de la maternidad en la Iglesia y en la fe. Imparte Ejercicios Espirituales y escribe habitualmente en varias revistas de carácter teológico-pastoral. Tres áreas centran su trabajo de investigación: los ministerios y carismas en la Iglesia, la espiritualidad ignaciana, y el perdón y la reconciliación tanto en su dimensión personal como sociopolítica. Entre sus publicaciones destacan: Cuando vayas a orar… Guía y ayuda para adentrarse en la oración, Donde la maternidad se vuelve canto. Apuntes para una teología de la maternidad; La desnudez de Dios; Desafíos del perdón después de Auschwitz (2010), Estrategias de diálogo y reconciliación (2012).

Introducción

A medida que cumplimos años vamos recibiendo –y propiciando- golpes, heridas, que tras curar a veces se reabren y algunas otras que son para toda la vida; así a veces hemos tenido que pedir perdón y otras veces hemos tenido que perdonar. Tenemos que reconciliarnos con nuestras heridas. Para ponernos en situación quiero contaros primero una historia auténtica sucedida en la Alemania nazi y contada por su protagonista.

Una historia de hombres.

Como todos conocemos, en aquella época y circunstancias se vivieron momentos y escenas terribles por su inhumanidad, y fue en los campos de concentración donde la crueldad fue elevada al máximo. Había dos tipos de campos, los de trabajo y los de exterminio; a estos últimos se llevaba a los prisioneros ya inútiles para el trabajo. La historia, auténtica, es referida por Simon Wiesenthal. Es de tres judíos, a quienes un día los soldados sacan del campo y son llevados a un hospital alemán donde los soldados heridos están ingresados. Allí son llevados estos prisioneros no para ser atendidos, sino para que se ocupen de las tareas de limpieza, sin duda – nos podemos imaginar- para limpiar lo más desagradable. Un día, mientras estaban limpiando, una enfermera coge del brazo a uno de ellos y le lleva a una habitación, sin decirle nada, abre la puerta, le empuja adentro y cierra la puerta tras el. La habitación estaba en penumbra y cuando sus ojos se acostumbran ve que hay una cama y en ella yace un soldado herido. El soldado se llamaba Karl. Karl le pide que se acerque y le dice que ha pedido a la enfermera que le traiga a un judío porque quiere pedir perdón –Karl siente que se muere- por las atrocidades cometidas contra los judíos, de las que hace un recuento, entre los que relata como en una ocasión incendiaron una casa con todos sus habitantes (mujeres, ancianos, niños) dentro y como acribillaban a los que huían del incendio. “Quiero pedirte perdón a ti como representante de este pueblo al que hemos masacrado” Cuando termina el relato se hace el silencio. El judío, en su relato, cuenta sus pensamientos: “Un superhombre2 le pide a un subhumano que haga algo sobrehumano” Al final del relato el judío se pregunta “…¿después de haber leído este lamentable y trágico episodio de mi vida, tu que habrías hecho en mi lugar?”

Con esto quiero poner sobre la mesa lo que puede llegar a significar perdonar y otras muchas cuestiones: ¿que relación hay ahí, que es una ofensa, de que se pide perdón, a quién se le pide perdón, quien hay detrás…? Este relato nos devuelve a una realidad en que la experiencia del perdón es real y nos transmite radicalidad y complejidad. Porque “perdón” se emplea con mucha frecuencia en el lenguaje cotidiano, es una de las palabras mas desgastadas en todos los idiomas; en español más aún, se utiliza como sinónimo de “disculpa” y no es lo mismo.

Complejidad y radicalidad del perdón: fragilidad y mezquindad

El perdón abarca un universo de complejidad y radicalidad; no hace falta llegar a los extremos del ejemplo propuesto, no hay que llegar a una situación tan extrema y límite para experimentar el límite en que nos puede llegar a poner el pecado; el nuestro propio o el de los otros, ya que uno de los rasgos del ser humano es la fragilidad y otro de los rasgos del pecado es la mezquindad. Leer más…

Cristianismo (Iglesias), Espiritualidad, General ,

Recordatorio

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Yo, por supuesto, a petición de los autores, eliminaré el contenido en cuestión inmediatamente o añadiré un enlace. Este sitio es gratuito y no genera ingresos.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un lugar de entretenimiento. La información puede contener errores e imprecisiones.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.