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Absueltas las dos adolescentes marroquíes detenidas por besarse y abrazarse en su propio domicilio

Lunes, 12 de diciembre de 2016
Comentarios desactivados en Absueltas las dos adolescentes marroquíes detenidas por besarse y abrazarse en su propio domicilio

free-the-girls-protesta-por-detencion-de-dos-adolescentes-en-marruecosSanaa y Hajar, las dos adolescentes detenidas en Marruecos tras ser sorprendidas por un familiar abrazándose y besándose, han sido absueltas finalmente por el tribunal de primera instancia. Personas de su entorno afirman, además, que las familias de ambas han logrado conciliar sus diferencias y encarar el juicio en buena armonía. Las asociaciones LGTB, por su parte, siguen reclamando la derogación del artículo 489 del Código Penal marroquí, que castiga los “actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo” con penas de hasta 3 años de prisión, además de una sanción económica.

Sanaa y Hajar, de 16 y 17 años respectivamente, fueron sorprendidas por un primo de la primera cuando se encontraban en la azotea de su casa de Marrakech y estaban abrazadas y besándose. El familiar las grabó con su teléfono móvil e, inmediatamente, enseñó las imágenes a su tía, quien se escandalizó por ver a su hija con otra chica, que además parecía ser una vagabunda. La madre puso el vídeo en conocimiento de la Policía, que procedió a la detención de las dos muchachas el pasado 27 de octubre.

Sanaa fue conducida a un centro de detención para menores, pero Hajar ingresó en la prisión local para adultos. Desde las asociaciones de defensa de derechos humanos se denunció que Hajar estuvo incomunicada, que su madre no tuvo información de su estado durante más de siete horas, que fue presionada para obtener una confesión y que se negó a tomar alimentos desde que fue detenida. Ambas fueron acusadas de haber vulnerado el artículo 489 del Código Penal de Marruecos, que castiga “los actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo” con penas de hasta tres años de prisión y una sanción económica.

El hecho de que se tratara de dos menores de edad, así como el conocimiento del trato recibido durante su detención, causó gran indignación entre la comunidad internacional. Se organizó una campaña bajo el lema Free the girls, en la que se recogieron más de 100.000 firmas que exigían su liberación. Tras permanecer detenidas varios días, el 3 de noviembre fueron puestas en libertad provisional con cargos, a la espera de juicio.

El 25 de noviembre se inició el proceso judicial, que ha concluido este 9 de diciembre con el fallo del tribunal. Durante este período, según palabras del abogado de las acusadas, las familias de ambas han convivido en armonía e incluso han desayunado algunos días juntas. Antes de conocer la sentencia, el letrado, facilitado por la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), expresaba su confianza en que todo concluyese satisfactoriamente para sus defendidas, con la esperanza de que quizás pudieran enfrentarse a alguna amonestación, pero quedaran libres de antecedentes penales. Su estrategia se ha basado en negar los cargos, y en aducir que entre ambas solo existe una relación amistosa.

El tribunal, finalmente, ni siquiera ha establecido una advertencia y ha absuelto a las dos acusadas de los cargos. Eso significa que la Fiscalía no ha logrado demostrar la acusación y por lo tanto no cabe declaración de culpabilidad. Un alivio para Sanaa y Hajar, pero una sentencia que no ha llegado a satisfacer completamente a los defensores de los derechos humanos. Omar Arbib, presidente de la sección local de AMDH, considera el veredicto “surrealista e incompleto”, pues el tribunal “no ha tenido el valor de decir que las dos niñas estaban exoneradas por homosexualidad”.

Desde la división para el Norte de África de Human Rights Watch se ha difundido el siguiente comunicado al respecto: “Esperamos que esta sentencia ponga final a un juicio que nunca deberían haber vivido las dos niñas. Este proceso demuestra una vez más que las autoridades marroquíes deben abolir el artículo 489, que penaliza las relaciones homosexuales”.

Recrudecimiento de la persecución a las personas LGTB

Como hemos venido informando de un tiempo a esta parte, parece darse un recrudecimiento de la persecución contra las personas LGTB por las autoridades de Marruecos, desmintiendo el tópico preexistente de que las leyes represoras no se aplican en la práctica. El artículo 489 del Código Penal marroquí, reiteramos, castiga los “actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo” con penas de hasta 3 años de prisión, además de una sanción económica. Y el artículo 483 establece penas de hasta dos años de prisión por “obscenidad pública”. Lo cierto es que cada vez llegan más noticias de detenciones y condenas por violar la ley.

Si bien en numerosas ocasiones se han procesado a hombres homosexuales, el caso de Sanaa y Hajar sería el primero relacionado con una pareja de lesbianas, con el agravante de que ambas son menores de edad.

En junio de este año, fueron juzgados dos jóvenes por mantener relaciones sexuales en el interior de un vehículo y fueron condenados a 6 meses de prisión, en un “juicio” exprés y sin una defensa digna (ningún abogado quiso representarles).

El pasado mes de abril, dos jóvenes fueron sorprendidos en la cama por un grupo de hombres que habían irrumpido en su vivienda, fueron brutalmente agredidos, y, con el rostro ensangrentado y desnudos, llevados a la calle para su humillación pública. No podemos olvidar el cómo el pasado 25 de marzo, un vídeo grabado con un teléfono móvil comenzó a circular como la pólvora por la red: en él se veía cómo un grupo de personas asaltan un domicilio particular, sacan a dos hombres de la cama, los golpean e insultan y finalmente los sacan a la calle desnudos y ensangrentados. La Policía, en vez de perseguir a los agresores, detuvo a las víctimas, que fueron juzgadas y condenadas a penas de hasta 4 meses de prisión por practicar la homosexualidad. Este episodio puso a Marruecos en el foco de organizaciones internacionales, desde Human Rights Watch (HRW) a la feminista Femen, que envió a Beni Melal a dos activistas que trataron de desnudarse ante la puerta del tribunal, aunque la policía intervino con presteza e impidió su acción. HRW, que envió a un observador al proceso y ha publicado varios comunicados sobre el caso, se escandalizó por el hecho de que la Justicia marroquí procesara a las víctimas de una agresión antes que a los agresores. “Agredidos, ensangrentados, sacados desnudos a las calles y luego mandados a la cárcel por su vida privada (…) Este veredicto va a desanimar a las víctimas a la hora de buscar justicia y aumentará la probabilidad de delitos de homofobia” en el país, dijo la organización. Queda, no obstante, la preocupación expresada en numerosos medios por el carácter de la agresión: el allanamiento de un domicilio, la agresión colectiva y la vejación pública en plena calle contra dos seres indefensos. “El proceso de Beni Melal -decía Karim Bujari- interpela a todo el mundo porque también es el de la libertad individual opuesta a la resistencia violenta de la comunidad”.

En febrero nos hacíamos eco de la condena a 18 meses de prisión a dos jóvenes por cometer “actos con un individuo del mismo sexo” por un tribunal de Tiznit, al sur de Marruecos. Y poco antes, en enero, dábamos cuenta de la detención de dos jóvenes marroquíes por haber difundido un vídeo en el que se besaban en un lugar público.

También en el pasado año 2015 tuvimos conocimiento de varias condenas en Marruecos, en aplicación de ese artículo. En el mes de junio se produjo la detención de Lahcen y Mohsine, otros dos hombres que se besaron, fotografiaron y dieron muestras de afecto ante la Torre Hasán, uno de los entornos históricos marroquíes más prominentes. A pesar de conseguir más de 71.000 firmas de personas todo el mundo pidiendo su liberación, ambos fueron condenados finalmente a cuatro meses de cárcel y una sanción económica.

Ese mismo mes, se denunció la detención de 20 hombres homosexuales en Agadir, acusados de “difundir la corrupción”. Según el colectivo Aswat, no serían las únicas detenciones por ese motivo llevadas a cabo en ese año, que formarían parte de una campaña de arrestos dirigida por el Gobierno marroquí contra la población homosexual masculina para reafirmar su posición en el debate público sobre la despenalización de la homosexualidad.

Un mes antes, tres hombres más fueron condenados a la pena máxima, tres años de cárcel. Tras recibir una denuncia, la Policía capturó a dos de los hombres mientras mantenían relaciones sexuales en el centro de trabajo de uno de ellos. Al ser interrogados, informaron de que se habían conocido a través de un tercero, que finalmente también fue detenido y condenado.

También en años anteriores,nos hemos hecho eco de diversas detenciones a personas homosexuales. En mayo de 2013 publicábamos la condena a cuatro meses de cárcel a dos jóvenes detenidos en “delito flagrante” cuando se encontraban en el interior del coche de uno de ellos. En mayo de 2014 seis hombres fueron condenados a penas que oscilaban entre uno y tres años por cometer “actos contra natura”. En octubre de ese mismo año informábamos de que un británico de 69 años era condenado a cuatro meses de prisión por homosexualidad (aunque, finalmente, fue puesto en libertad).

Y es que, como dijera el joven marroquí Hamza (en el vídeo de la campaña que el colectivo Aswat lanzó para concienciar de la homofobia social marroquí) “ser homosexual en Marruecos es algo muy difícil, porque tienes que lidiar a diario con los estereotipos sociales preconcebidos, que no aceptan diferencias, especialmente el ser gay”.

La situación actual en Marruecos contrasta marcadamente con su posición histórica como refugio para hombres homosexuales, cuando eran perseguidos en Europa, el año pasado era España la que concedía asilo a 77 personas homosexuales. Actualmente, el problema no sólo afecta a la ley, sino a los valores sociales imperantes tan fuertemente conservadores y reaccionarios, que rechazan las relaciones homosexuales y no tienen piedad para denunciar aunque se trate de personas menores de edad y de su propia familia, como es este caso. El Gobierno marroquí, encabezado por el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), exclulía de la actual reforma del Código Penal los artículos más polémicos que tienen que ver con las libertades individuales y sexuales, como los que castigan la homosexualidad, el adulterio y las relaciones extramaritales.

Fuente Dosmanzanas/Cristianos Gays

General, Homofobia/ Transfobia. , , , , , , , ,

En libertad el español detenido en Marrakech por “conducta homosexual”

Lunes, 28 de noviembre de 2016
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repositorio_obj_8298_1432027474El artículo 489 del Código Penal marroquí castiga entre seis meses y tres años de cárcel los “actos contra natura con individuos del mismo sexo”.

Una nueva noticia de LGTBfobia de estado, procedente de Marruecos, pone de relieve la necesidad de que España, a través de sus instituciones diplomáticas, presione de una vez por todas al país vecino para que despenalice la homosexualidad. En este caso, un gay español de 73 años y su pareja sexual, de 23, han sido detenidos y se enfrentan a una pena de hasta tres años de prisión, tras ser delatados por una camarera de habitaciones del hotel de Marrakech en el que se alojaban. Desde la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) se exige al Gobierno de Mariano Rajoy que aplique la influencia política de España en Marruecos contra este tipo de injusticias sociales.

Ocurría el pasado lunes en el Hotel Medina de Marrakech (en el que, visto lo visto, desaconsejamos hospedarse). Una trabajadora del servicio de habitaciones, según publican medios locales, sorprendía a un gay español y a su pareja marroquí. Al parecer, la camarera se lo comunicó inmediatamente a su supervisor y este no dudó en llamar a la policía. Los agentes acudieron al establecimiento y detuvieron a los dos hombres, acusados de violar el homófobo Código Penal del país, que en su artículo 489 castiga “los actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo” con penas de hasta tres años de prisión y una sanción económica.

Aunque no han trascendido muchos más detalles del caso, las autoridades consulares españolas tardaron en ser informadas oficialmente (un derecho que debe exigir el propio afectado, en todo caso). La detención del ciudadano español era notificada a las autoridades españolas sólo 3 días después, el jueves, 24 de noviembre, mismo día en el que se le pone en libertad y se le otorga la “posibilidad de regresar a España cuando lo desee”. Las autoridades marroquíes no tienen la obligación de notificar la detención, a no ser que así lo indique el reo. Por el momento se desconoce si se mantiene algún cargo contra él ni si le han citado para comparecer en un futuro próximo.Atendiendo a lo ocurrido en detenciones de personas LGTB extranjeras anteriormente, al ser un caso con trascendencia mediática internacional era bastante probable que el hombre español acabeas siendo deportado. Sin embargo, el joven marroquí (así como los oriundos LGTB que se ven envueltos en situaciones similares) no podrá evitar el estigma social, con independencia de cuál sea la resolución judicial.

Según informan diversos medios, citando a la agencia EFE como fuente, el ciudadano español ya ha sido liberado. Nada dice, sin embargo, sobre la situación en la que se encuentra su acompañante marroquí.

El diario El País, por su parte, se ha puesto en contacto con Omar Arbi, representante de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), que confirmó a este diario que la detención se produjo después de que los dos detenidos alquilasen una habitación y fuesen delatados a la policía por empleados del establecimiento. “Probablemente se trate de un caso de turismo sexual y es probable que los dos detenidos hayan pasado a disposición judicial. En el caso del español, contará con la asistencia jurídica de la embajada española”, declaraba Omar Arbi, de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).

A pesar de que el artículo 489 del Código penal marroquí castiga la homosexualidad con penas de entre seis meses y tres años, Marrakech es, junto con Tánger y Casablanca, una de las ciudades donde existen lugares de encuentros para homosexuales. Lo que no quiere decir que la población sea completamente tolerante, ni que se excluya a los extranjeros de cumplir la pena, aunque suelen ser simplemente expulsados del país. Lo que no fue el caso de Ray Cole, un ciudadano británico, de 69 años de edad, que en 2014 era condenado a 4 meses de cárcel, aunque fue finalmente puesto en libertad, 6 días después de la sentencia, por las presiones del gobierno británico.

La FELGTB pide al Gobierno de Rajoy que exija a Marruecos la despenalización de la homosexualidad

El presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Jesús Generelo, ha invitado al Gobierno de Mariano Rajoy a que “intensifique sus esfuerzos para que los derechos humanos y las libertades de la población, incluidas las personas LGTB, primen sobre los intereses económicos” entre ambos países y a que aplique la influencia política de España en Marruecos para erradicar las persecuciones arbitrarias por orientación sexual o identidad de género. Asimismo, Generelo ha hecho un “llamamiento al Ministerio de Asuntos Exteriores y al consulado para que se movilicen y pueda resolverse esta situación cuanto antes”.

Por otra parte, la FELGTB señala que noticias como esta demuestran la “extrema vulnerabilidad del colectivo LGTB en muchos países del mundo”. Una realidad que no debe resultarnos indiferente, por lo que España debería “trabajar por la despenalización de la homosexualidad y de la transexualidad en el ámbito internacional”. Jesús Generelo también ha hecho hincapié en que “es necesario recuperar los niveles de cooperación internacional anteriores a la crisis. Entre ellos, apoyar a los colectivos LGTB en los países donde no se respetan nuestros derechos”.

Las leyes LGTBfóbicas sí se aplican en Marruecos

A diferencia de lo que proclama el tópico, la legislación antiLGTB es de plena aplicación en nuestro país vecino. A principios de este mes recogíamos, sin ir más lejos, la detención de dos adolescentes en Marruecos por besarse y abrazarse en su propio domicilio. Como ya anunciábamos entonces, precisamente mañana viernes tendrá lugar la vista del juicio contra estas chicas que, sorprendentemente, fueron denunciadas por la propia madre de una de ellas.

“La legislación de Marruecos es completamente medieval, desconectada de la realidad. Hay normas que prohíben las relaciones sexuales fuera del matrimonio, que prohíben la homosexualidad, castigan el adulterio. No hay que ser hipócritas, todo el mundo sabe que hay marroquíes que llevan una vida fuera del matrimonio y que existen homosexuales. Y mantenemos esa dicotomía porque eso le conviene al sistema. Yo creo que ya es hora de que los ciudadanos se rebelen contra esto, que no tiene ninguna relación con la religión (…). Es una cuestión de derechos del hombre, de derechos sexuales, de la dignidad y, en particular, de la dignidad del cuerpo de la mujer”, declaraba la escritora Leila Slimani, ganadora del premio Goncourt, a propósito de la detención de las Sanaa y Hajar dos adolescentes que fueron delatadas por un familiar después de sorprenderlas besándose en una azotea, cuyo juicio se celebra hoy viernes, 25 de noviembre.

Como hemos venido informando de un tiempo a esta parte, parece darse un recrudecimiento de la persecución contra las personas LGTB por las autoridades de Marruecos, desmintiendo el tópico preexistente de que las leyes represoras no se aplican en la práctica. El artículo 489 del Código Penal marroquí, reiteramos, castiga los “actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo” con penas de hasta 3 años de prisión, además de una sanción económica. Y el artículo 483 establece penas de hasta dos años de prisión por “obscenidad pública”. Lo cierto es que cada vez llegan más noticias de detenciones y condenas por violar la ley.

En junio de este año, fueron juzgados dos jóvenes por mantener relaciones sexuales en el interior de un vehículo y fueron condenados a 6 meses de prisión, en un “juicio” exprés y sin una defensa digna (ningún abogado quiso representarles).

El pasado mes de abril, dos jóvenes fueron sorprendidos en la cama por un grupo de hombres que habían irrumpido en su vivienda, fueron brutalmente agredidos, y, con el rostro ensangrentado y desnudos, llevados a la calle para su humillación pública. La Policía, en vez de perseguir a los agresores, detuvo a las víctimas, que fueron juzgadas y condenadas a penas de hasta 4 meses de prisión por practicar la homosexualidad.

En febrero nos hacíamos eco de la condena a 18 meses de prisión a dos jóvenes por cometer “actos con un individuo del mismo sexo” por un tribunal de Tiznit, al sur de Marruecos. Y poco antes, en enero, dábamos cuenta de la detención de dos jóvenes marroquíes por haber difundido un vídeo en el que se besaban en un lugar público.

También en 2015 tuvimos conocimiento de varias condenas en aplicación de ese mismo artículo. En el mes de junio se produjo la detención de otros dos hombres que se besaron, fotografiaron y dieron muestras de afecto ante la Torre Hasán, uno de los entornos históricos marroquíes más prominentes. A pesar de conseguir más de 71.000 firmas de personas todo el mundo pidiendo su liberación, ambos fueron condenados finalmente a cuatro meses de cárcel y una sanción económica.

Ese mismo mes, se denunció la detención de 20 hombres homosexuales en Agadir, acusados de “difundir la corrupción”. Según aseguró el colectivo Aswat, todas estas detenciones formarían parte de una campaña de arrestos dirigida por el Gobierno marroquí para reafirmar su posición en el debate público sobre la despenalización de la homosexualidad. Un mes antes, tres hombres más fueron condenados a la pena máxima, tres años de cárcel. Tras recibir una denuncia, la Policía capturó a dos de los hombres mientras mantenían relaciones. Al ser interrogados, informaron de que se habían conocido a través de un tercero, que finalmente también fue detenido y condenado.

También en años anteriores,nos hemos hecho eco de diversas detenciones a personas homosexuales. En mayo de 2013 publicábamos la condena a cuatro meses de cárcel a dos jóvenes detenidos en “delito flagrante” cuando se encontraban en el interior del coche de uno de ellos. En mayo de 2014 seis hombres fueron condenados a penas que oscilaban entre uno y tres años por cometer “actos contra natura”. En octubre de ese mismo año informábamos de que un británico de 69 años era condenado a cuatro meses de prisión por homosexualidad (aunque, finalmente, fue puesto en libertad).

Y es que, como dijera el joven marroquí Hamza (en el vídeo de la campaña que el colectivo Aswat lanzó para concienciar de la homofobia social marroquí) “ser homosexual en Marruecos es algo muy difícil, porque tienes que lidiar a diario con los estereotipos sociales preconcebidos, que no aceptan diferencias, especialmente el ser gay”.

Fuente Agencias/Dosmanzanas, Cáscara Amarga/Universogay

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Sanaa y Hajar, una pareja de adolescentes, es detenida y juzgada por besarse en una azotea de Marrakech

Miércoles, 9 de noviembre de 2016
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Lesbianas-musulmanasDos adolescentes han sido detenidas en Marrakech tras ser sorprendidas por un familiar abrazándose y besándose. Tras comunicar a la madre de una de las chicas lo que había contemplado, esta denunció el hecho a la Policía. Ambas fueron detenidas bajo la acusación de haber cometido actos contra la naturaleza con una persona del mismo sexo, y están a la espera de juicio enfrentándose a una pena de entre seis meses y dos años de cárcel. Desde las asociaciones de derechos humanos se denuncia tanto la detención, como el hecho de que una de las adolescentes haya sido ingresada en una prisión para adultos.

Sanaa y Hajar tienen 16 y 17 años respectivamente. Ambas se encontraban en la azotea de la casa de la primera, y estaban abrazadas y besándose cuando fueron sorprendidas por el primo de Sanaa, que las grabó con su teléfono móvil. Inmediatamente, enseñó las imágenes a su tía, quien se escandalizó por ver a su hija con otra chica, que además parecía ser una vagabunda. Lo puso en conocimiento de la Policía, que procedió a la detención de las dos muchachas el pasado 27 de octubre.

Sanaa fue conducida a un centro de detención para menores, pero Hajar ingresó en la prisión local para adultos. Desde las asociaciones de defensa de derechos humanos se denuncia que Hajar estuvo incomunicada, que su madre no tuvo información de su estado durante más de siete horas, que fue presionada para obtener una confesión y que se negó a tomar alimentos desde que fue detenida. Ambas fueron acusadas de haber vulnerado el artículo 489 del Código Penal de Marruecos, que castiga “los actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo” con penas de hasta tres años de prisión y una sanción económica. Hajar, además, se enfrenta a cargos por “vagancia”.

Tras permanecer detenidas desde el pasado jueves, 27 de octubre, el pasado viernes, 4 de noviembre, estaba previsto el juicio en Marrakech de Sanaa y Hajar pero  sus abogados habían solicitado la libertad condicional, que el Tribunal de Primera Instancia de Marrakech les concedía este 3 de noviembre siendo ambas puestas en libertad provisional con cargos, a la espera de juicio con la obligación de que comparezcan. Una de ellas denuncia haber sido maltratada estando bajo custodia policial.  Al día siguiente, el Tribunal de Primera Instancia de Marrakech ha fijado para el próximo 25 de noviembre la vista para el juicio contra las dos adolescentes.

Omar Arbib, presidente de la sección local de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), ha comunicado que han proporcionado un abogado para que se encargue de la defensa de Sanaa y Hajar. Según denuncia el activista Omar Arbib, dada la frecuencia con la que las autoridades consiguen confesiones forzadas, incluso en juicios de esta naturaleza, asegura que es poco probable que Sanaa y Hajar reciban un juicio justo, a pesar de que cuenten con un abogado defensor de su asociación.  Arbib denuncia las irregularidades cometidas y exige “su liberación y la derogación del artículo 489 que penaliza las relaciones sexuales entre dos personas del mismo sexo, por respeto a las libertades individuales y los tratados internacionales. El hecho de que se las grabase es también una violación de esas libertades. Por otra parte, no fueron detenidas en delito flagrante y el incidente no ocurrió en un lugar público”.

La ley en Marruecos continúa penalizando la homosexualidad, a pesar de su constitución de 2011 consagra el derecho de todas las personas a la «protección de su vida privada». Una garantía que, según los defensores de los derechos humanos, debería contemplar la despenalización de los actos homosexuales privados, penados y castigados con hasta tres años de cárcel por el Código Penal en su artículo 489, que persigue lo que denominan «actos contra natura con individuos del mismo sexo».

Recrudecimiento de la persecución a las personas LGTB

Si bien en numerosas ocasiones se han procesado a hombres homosexuales, el caso de Sanaa y Hajar sería el primero relacionado con una pareja de lesbianas, con el agravante de que ambas son menores de edad. No podemos olvidar el cómo el pasado 25 de marzo, un vídeo grabado con un teléfono móvil comenzó a circular como la pólvora por la red: en él se veía cómo un grupo de personas asaltan un domicilio particular, sacan a dos hombres de la cama, los golpean e insultan y finalmente los sacan a la calle desnudos y ensangrentados. Este episodio puso a Marruecos en el foco de organizaciones internacionales, desde Human Rights Watch (HRW) a la feminista Femen, que envió a Beni Melal a dos activistas que trataron de desnudarse ante la puerta del tribunal, aunque la policía intervino con presteza e impidió su acción.

HRW, que envió a un observador al proceso y ha publicado varios comunicados sobre el caso, se escandalizó por el hecho de que la Justicia marroquí procesara a las víctimas de una agresión antes que a los agresores. “Agredidos, ensangrentados, sacados desnudos a las calles y luego mandados a la cárcel por su vida privada (…) Este veredicto va a desanimar a las víctimas a la hora de buscar justicia y aumentará la probabilidad de delitos de homofobia” en el país, dijo la organización. Queda, no obstante, la preocupación expresada en numerosos medios por el carácter de la agresión: el allanamiento de un domicilio, la agresión colectiva y la vejación pública en plena calle contra dos seres indefensos. “El proceso de Beni Melal -decía Karim Bujari- interpela a todo el mundo porque también es el de la libertad individual opuesta a la resistencia violenta de la comunidad”.

Y aún tenemos grabadas en la retina otras terribles imágenes, las de un intento de linchamiento de una mujer transgénero en Fez, ocurrido en junio pasado. Ocurrió lo mismo: solo gracias a que el vídeo se viralizó y desencadenó un escándalo que trascendió las fronteras de Marruecos, acabaron con una dos de los agresores fueron condenados a cuatro meses de prisión, y ello pese a que el propio ministro de Justicia; Mustafá Ramid, llegó a insinuar entonces que las personas LGTB son culpables de las agresiones que reciben.

Agresiones que ocurren en un contexto en el que, como hemos venido informando de un tiempo a esta parte, parece darse un recrudecimiento de la persecución contra las personas LGTB por las autoridades de Marruecos, desmintiendo el tópico preexistente de que las leyes represoras no se aplican en la práctica. El artículo 489 del Código Penal marroquí, recordemos, castiga los “actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo” con penas de hasta 3 años de prisión, además de una sanción económica. Y el artículo 483 establece penas de hasta dos años de prisión por “obscenidad pública”. Y lo cierto es que cada llegan más noticias de detenciones y condenas por violar la ley. Hace pocas semanas nos hacíamos eco de la condena a 18 meses de prisión a dos jóvenes por cometer “actos con un individuo del mismo sexo” por un tribunal de Tiznit, al sur de Marruecos. Y poco antes, en enero, dábamos cuenta de la detención de dos jóvenes marroquíes por haber difundido un vídeo en el que se besaban en un lugar público.

También en el pasado año 2015 tuvimos conocimiento de varias condenas en Marruecos, en aplicación de ese artículo. En el mes de junio se produjo la detención de Lahcen y Mohsine, otros dos hombres que se besaron, fotografiaron y dieron muestras de afecto ante la Torre Hasán, uno de los entornos históricos marroquíes más prominentes. A pesar de conseguir más de 71.000 firmas de personas todo el mundo pidiendo su liberación, ambos fueron condenados finalmente a cuatro meses de cárcel y una sanción económica.

Ese mismo mes, se denunció la detención de 20 hombres homosexuales en Agadir, acusados de “difundir la corrupción”. Según el colectivo Aswat, no serían las únicas detenciones por ese motivo llevadas a cabo en ese año, que formarían parte de una campaña de arrestos dirigida por el Gobierno marroquí contra la población homosexual masculina para reafirmar su posición en el debate público sobre la despenalización de la homosexualidad.

Un mes antes, tres hombres más fueron condenados a la pena máxima, tres años de cárcel. Tras recibir una denuncia, la Policía capturó a dos de los hombres mientras mantenían relaciones sexuales en el centro de trabajo de uno de ellos. Al ser interrogados, informaron de que se habían conocido a través de un tercero, que finalmente también fue detenido y condenado.

También en años anteriores,nos hemos hecho eco de diversas detenciones a personas homosexuales. En mayo de 2013 publicábamos la condena a cuatro meses de cárcel a dos jóvenes detenidos en “delito flagrante” cuando se encontraban en el interior del coche de uno de ellos. En mayo de 2014 seis hombres fueron condenados a penas que oscilaban entre uno y tres años por cometer “actos contra natura”. En octubre de ese mismo año informábamos de que un británico de 69 años era condenado a cuatro meses de prisión por homosexualidad (aunque, finalmente, fue puesto en libertad).

Y es que, como dijera el joven marroquí Hamza (en el vídeo de la campaña que el colectivo Aswat lanzó para concienciar de la homofobia social marroquí) “ser homosexual en Marruecos es algo muy difícil, porque tienes que lidiar a diario con los estereotipos sociales preconcebidos, que no aceptan diferencias, especialmente el ser gay”.

La situación actual en Marruecos contrasta marcadamente con su posición histórica como refugio para hombres homosexuales, cuando eran perseguidos en Europa, el año pasado era España la que concedía asilo a 77 personas homosexuales. Actualmente, el problema no sólo afecta a la ley, sino a los valores sociales imperantes tan fuertemente conservadores y reaccionarios, que rechazan las relaciones homosexuales y no tienen piedad para denunciar aunque se trate de personas menores de edad y de su propia familia, como es este caso. El Gobierno marroquí, encabezado por el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), exclulía de la actual reforma del Código Penal los artículos más polémicos que tienen que ver con las libertades individuales y sexuales, como los que castigan la homosexualidad, el adulterio y las relaciones extramaritales.

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Fuente Universogay/Cristianos Gays/Dosmanzanas

 

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Víctimas tratadas como culpables: uno de los chicos agredidos en Marruecos por mantener relaciones homosexuales, condenado a prisión

Miércoles, 30 de marzo de 2016
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agresion_homofoba_marruecosEl joven ha sido encausado por el artículo 489 del código penal de Marruecos, que castiga explícitamente la homosexualidad.

La Policía solo ha detenido a uno de los vecinos autores de la agresión.

Las víctimas, convertidas en culpables. Así actúa el Estado marroquí contra las personas que sufren agresiones por su condición LGTB. Mejor ejemplo que el que acabamos de conocer, imposible: uno de los dos chicos brutalmente agredidos en Beni Mellal por mantener relaciones (agresión cuyas imágenes comenzaron a circular en redes sociales hace pocos días) había sido condenado, ya antes de que se difundiera el vídeo, a dos meses de cárcel. El segundo chico se ha presentado este domingo ante la justicia.

Lo contábamos anteayer mismo. El vídeo muestra cómo dos jóvenes, sorprendidos en la cama por un grupo de hombres que habían irrumpido en su vivienda, son brutalmente agredidos, y con el rostro ensangrentado y desnudos son llevados a la calle para su humillación pública. Inicialmente se desconocía tanto la fecha de la agresión como la identidad de los agredidos. Según una de las fuentes marroquíes que enlazábamos en nuestra primera entrada, los dos jóvenes habían sido detenidos horas después, acusados precisamente de mantener relaciones homosexuales. Pues bien, ya se dispone de más información. Según Al Huffington Post (la edición marroquí de este popular medio), citando al Conseil national des droits de l’Homme en la región de Beni Mellal, una de las víctimas ha sido ya juzgada y condenada por un delito de lesiones a dos meses de cárcel y una multa de 500 dirhams (unos 45 euros). La segunda víctima, que permanecía huida, se ha presentado ante la justicia marroquí este mismo domingo, cuando ya el vídeo de la agresión ha circulado.

No muy distinta, aunque algo más precisa, es la versión que ofrece El Mundo, que cita como fuente a la Asociación Marroquí de Derechos Humanos. La agresión se habría producido el 9 de marzo y el juicio a la primera de las víctimas el 15, habiendo sido condenada a  dos meses de cárcel y una multa de 500 dirhams (unos 45 euros). El Mundo explica que uno de los jóvenes regenta un pequeño comercio en Beni Mellal, con una habitación aneja, que sería en la que los agresores irrumpieron a la fuerza. Según esta misma noticia, el escándalo provocado por la difusión del vídeo ha conseguido que la policía marroquí se haya planteado investigar a los agresores, y de hecho uno de ellos, con antecedentes policiales, habría sido ya detenido.

Lo comentábamos anteayer mismo. Aún tenemos grabadas en la retina otras terribles imágenes, las de un intento de linchamiento de una mujer transgénero en Fez, ocurrido en junio pasado. Ocurrió lo mismo: solo gracias a que el vídeo se viralizó y desencadenó un escándalo que trascendió las fronteras de Marruecos, acabaron con una dos de los agresores fueron condenados a cuatro meses de prisión, y ello pese a que el propio ministro de Justicia; Mustafá Ramid, llegó a insinuar entonces que las personas LGTB son culpables de las agresiones que reciben.

13 ONG de Marruecos piden el fin de la criminalización de la homosexualidad

En un comunicado publicado ayer, trece asociaciones de derechos humanos y penitenciarios marroquíes han salido a la defensa del joven encarcelado pidiendo la derogación del citado artículo, y confirmando que su caso supone una ínfima parte de los frecuentes abusos que atraviesa el colectivo.

Las asociaciones han pedido la apertura de una investigación por las autoridades públicas y reclaman la paralización de su proceso y su urgente puesta en libertad. Finalmente, exigen la derogación del artículo del Código Penal que criminaliza la homosexualidad.

Entre las asociaciones firmantes se encuentran l’AMDH, l’OMDH, l’ALCS, l’Observatoire des prisons, Alternatives, Adala, Bayt Al Hikma y Aswat.

Recrudecimiento de la persecución a las personas LGTB

Agresiones que ocurren en un contexto en el que, como hemos venido informando de un tiempo a esta parte, parece darse un recrudecimiento de la persecución contra las personas LGTB por las autoridades de Marruecos, desmintiendo el tópico preexistente de que las leyes represoras no se aplican en la práctica. El artículo 489 del Código Penal marroquí, recordemos, castiga los “actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo” con penas de hasta 3 años de prisión, además de una sanción económica. Y el artículo 483 establece penas de hasta dos años de prisión por “obscenidad pública”. Y lo cierto es que cada llegan más noticias de detenciones y condenas por violar la ley. Hace pocas semanas nos hacíamos eco de la condena a 18 meses de prisión a dos jóvenes por cometer “actos con un individuo del mismo sexo” por un tribunal de Tiznit, al sur de Marruecos. Y poco antes, en enero, dábamos cuenta de la detención de dos jóvenes marroquíes por haber difundido un vídeo en el que se besaban en un lugar público.

También en el pasado año 2015 tuvimos conocimiento de varias condenas en Marruecos, en aplicación de ese artículo. En el mes de junio se produjo la detención de Lahcen y Mohsine, otros dos hombres que se besaron, fotografiaron y dieron muestras de afecto ante la Torre Hasán, uno de los entornos históricos marroquíes más prominentes. A pesar de conseguir más de 71.000 firmas de personas todo el mundo pidiendo su liberación, ambos fueron condenados finalmente a cuatro meses de cárcel y una sanción económica.

Ese mismo mes, se denunció la detención de 20 hombres homosexuales en Agadir, acusados de “difundir la corrupción”. Según el colectivo Aswat, no serían las únicas detenciones por ese motivo llevadas a cabo en ese año, que formarían parte de una campaña de arrestos dirigida por el Gobierno marroquí contra la población homosexual masculina para reafirmar su posición en el debate público sobre la despenalización de la homosexualidad.

Un mes antes, tres hombres más fueron condenados a la pena máxima, tres años de cárcel. Tras recibir una denuncia, la Policía capturó a dos de los hombres mientras mantenían relaciones sexuales en el centro de trabajo de uno de ellos. Al ser interrogados, informaron de que se habían conocido a través de un tercero, que finalmente también fue detenido y condenado.

También en años anteriores,nos hemos hecho eco de diversas detenciones a personas homosexuales. En mayo de 2013 publicábamos la condena a cuatro meses de cárcel a dos jóvenes detenidos en “delito flagrante” cuando se encontraban en el interior del coche de uno de ellos. En mayo de 2014 seis hombres fueron condenados a penas que oscilaban entre uno y tres años por cometer “actos contra natura”. En octubre de ese mismo año informábamos de que un británico de 69 años era condenado a cuatro meses de prisión por homosexualidad (aunque, finalmente, fue puesto en libertad).

Y es que, como dijera el joven marroquí Hamza (en el vídeo de la campaña que el colectivo Aswat lanzó para concienciar de la homofobia social marroquí) “ser homosexual en Marruecos es algo muy difícil, porque tienes que lidiar a diario con los estereotipos sociales preconcebidos, que no aceptan diferencias, especialmente el ser gay”.

España concedió asilo a 77 homosexuales marroquíes en 2015

Marruecos es uno de los 77 países del mundo que aún consideran delito ser homosexual y cuyo código penal prevé penas que pueden llegar a los 3 años de prisión por esta causa.

En medio de la cólera suscitada por la violenta agresión homófoba de Beni Mellal, el diario marroquí Assabah ha dado a conocer, citando fuentes de Kifkif, la Asociación para la Integración de Lesbianas, Gays, Bisexuales y transexuales Refugiados y Migrantes, y el Gobierno de Melilla, que España ha concedido protección a 77 marroquíes demandantes de asilo por orientación sexual o identidad de género.

Según Kifkif estos solicitantes de protección se enfrentan a muchos problemas a la espera de la ansiada carta de asilo. “Durante mucho tiempo los casos de asilo por orientación sexual o identidad de género de personas procedentes de Marruecos han estado en stand by, España no quería entorpecer con ello a sus ya de por sí accidentadas relaciones con Marruecos”, explica Samir Bargachi, presidente de Kifkif.

La entidad cuenta con pocos medios para poder atender todas las demandas de ayuda, entre ellos con un local en el centro de Madrid donde se realizan varias actividades de acogida para los refugiados LGBT, especialmente los procedentes de los países de mayoría musulmana. “De repente nos han empezado a llegar muchos casos y nos vemos desbordados”, se lamenta Bargachi.

En Marruecos, los sectores más conservadores y tradicionales insisten en que la homosexualidad es “ajena a las costumbres y tradiciones locales”, situándola al mismo nivel que la delincuencia y el terrorismo.

El código penal marroquí contempla, en su artículo 489, que fue introducido el 26 de noviembre de 1962, la criminalización de “actos licenciosos o contra natura con un individuo del mismo sexo”. Las autoridades marroquíes han aumentado la presión sobre la comunidad LGBT, aunque no suele haber juicios por el artículo 489, debido sobretodo a las presiones internacionales que provoca. Se prefieren las acusaciones de “escándalo público”, con menor repercusión internacional y, por lo tanto, menos señalada por los medios de distintos países. Desde la independencia de Marruecos en 1956, más de 5.000 homosexuales han pasado por los tribunales por delitos relacionados con el artículo 489.

Fuente Dosmanzanas, Cáscara Amarga, Cristianos Gays, Chueca.com, KifKif

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Marruecos promoverá una ley contra la violencia de género y contra la LGTBfobia

Sábado, 13 de diciembre de 2014
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Zapatero_MarrakechEl Forum Mundial de los Derechos Humanos celebrado en Marrakech ha sido el escenario donde, personalidades como Zapatero, han defendido la igualdad de género así como los derechos del colectivo LGTB.

Zapatero MarrakechMás de 5.000 personas, provenientes de casi un centenar de países, han protagonizado el 2º Forum Mundial de Derechos Humanos. ONGs, expertos, representantes de Gobiernos… han debatido sobre la situación de los derechos fundamentales en la sociedad. A través de 40 foros diferentes se ha analizado minuciosamente el nivel de respeto a los diferentes colectivos en los cinco continentes.

Con un coste cifrado en 12 millones de euros, el Reino Alauí se ha encargado de la organización del evento en un intento por demostrar los avances sociales del país en cuanto a su progreso democrático.

Varias asociaciones de Derechos Humanos estimulan las protestas

AMDH, la principal asociación marroquí en pro de los derechos humanos (con más de 14.000 afiliados) ha liderado una campaña para boicotear el Forum como una forma de denunciar los numerosos incumplimientos que a día de hoy siguen llevándose a cabo en el país.

Casi 300 manifestantes protestaron horas antes de que se inaugurara el encuentro. Un número que ha ido creciendo con el paso de los días sin que en ningún momento hayan sido disueltos o expulsados.

Mohamed VI, a través de un discurso leído por el ministro de Justicia Mustafá Ramid, reivindicó el papel de África en materia relativa a derechos humanos, haciendo hincapié en la igualdad entre hombre y mujeres que se contempla en la constitución de 2011. Además, Ramid anunció que el Gobierno prepara una ley contra violencia de género y la creación de una “autoridad para la paridad y la lucha contra todas las formas de discriminación”.

Zapatero, la voz española con más importancia en el Forum

Zapatero manifestó la importancia de reconocer los derechos de las mujeres y del colectivo LGTB.

José Luis Rodríguez Zapatero resultaba de gran importancia en un evento de estas características por la Ley Orgánica española con la Violencia de Género (una de las más avanzadas del mundo) que se redactó en su mandato. Zapatero protagonizó un discurso en el que marcó dos puntos clave a resolver: los derechos de las mujeres y los de los homosexuales. Todo ello en un país donde el Código Penal prohíbe de forma expresa la homosexualidad.

El expresidente del Gobierno también abogó por la creación de un Consejo de Religiones en el marco de la ONU con el fin de evitar el fanatismo y marcó su deseo de que en 2015 se promueva una movilización mundial por la igualdad de género: “La igualdad produce efectos positivos en el desarrollo global, es mejor y más rápido”.

Las Asociaciones de Derechos Humanos denuncian graves incumplimientos como la pena de muerte y las torturas.

Las asociaciones feministas de Marruecos estiman que el 50% de las mujeres del país han sufrido la violencia machista y sólo el 3% de ellas lo han denunciado. Además afirman que el actual Gobierno del país, compuesto en su mayoría por islamistas moderados, no favorece la igualdad entre hombres y mujeres. A ésto se suma la existencia de otros graves incumplimientos en materia de derechos humanos como la pena de muerte, la tortura, los presos políticos y de opinión en las cárceles, la falta de independencia judicial, la represión en las manifestaciones…

Marruecos, único país árabe transformado tras una transición pacífica interna

La llamada Primavera Árabe, gestada desde 2010, tuvo su culmen tras los movimientos de protestas del 20 de Febrero de 2011 en Marruecos. Fue entonces cuando desde la propia Corona, Mohamed VI propuso un debate constitucional que finalizó con la publicación de una nueva Carta Magna que aproximó el marco político marroquí al de los países occidentales. Sin embargo, los cambios promovidos (cesión de los derechos del Monarca, igualdad de género, reconocimiento de lenguas y culturas…) no llegan al país con la celeridad que la sociedad demanda.

Fuente Cáscara amarga

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