Jesús fue un laico, por eso a lo largo de su ministerio no se enfrentó con los sacerdotes, sino que se mantuvo fuera de su ministerio; ofreció el perdón sin acudir para ello a los ritos sacerdotales del templo, compartió con los hombres y mujeres de pueblo la comida sagrada sin pasar por el templo. En el momento clave, subió a Jerusalén mostrando que el templo había realizado su función y no tenía ya valor sagrado (Mc 11,15-17).
No tomó títulos sacerdotales, actuó como (hijo de hombre), sin ordenaciones jurídicas, ni documentos acreditativos. Fue um Judío marginal, un campesino Galileo, o un albañil o carpintero sin tierras propias.
Jesús tuvo la certeza de que Dios le impulsaba a proclamar e instaurar su Reino de perdón y concordia universal, empezando por los enfermos, los marginados y excluidos.
Comenzó a instaurar el Reino de Dios en Galilea, sin papeles ni sellos sagrados que lo acreditaran, simplemente como un Israelita consciente de su identidad y su tarea. Predicaba que Dios es Padre de todos y promovió un movimiento de sabiduría popular (enseñanza, curación (salud) y comunión entre los marginados a quienes despertaba, acompañaba y animaba, como destinatarios y herederos del Reino de Dios (Mt 5, 3;11,5; Lc 6, 20; 7, 22).
Por estado y vocación, era un marginal, y así podía estar en el centro de todo el pueblo: Estaba convencido que podía plantearse la obra de Dios, no solo desde el poder dominante. No apeló al dinero, ni a las armas, ni educo un plantel de funcionarios bien capacitados.
No necesitó edificios, ni oficiales a sueldo. Habló con ejemplos que todos podían entender. Se puso al servicio de los pobres por encima de las normas nacionales. Fue un profeta carismático al margen de la buena sociedad, para crear de esa manera un nuevo centro humano.
Los primeros destinatarios de su proyecto eran pobres, publicanos, prostitutas y los gays que siempre ha habido dentro de los armarios en todas las civilizaciones...Para ellos vivió, desde ellos quiso iniciar su movimiento, del que dependen todas las iglesias posteriores...
YOEL. Valencia