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El poder de las palabras

(2 mensajes)
  1. Bernardo Yoel
    Miembro

    Las palabras en la familia, los amigos, el trabajo, los grupos y las comunidades....curan o hieren...

    El ermitaño comentaba a un visitante que terminaba de romper las relaciones con su novio de hacía años, sentados en el suelo en el interior de la cueva...

    En cierta ocasión, un sabio maestro se dirigía a su atento auditorio dando valiosas lecciones sobre el poder sagrado de la palabra, y el influjo que ella ejerce en nuestra vida y la de los demás.

    -"Lo que Vd. dice no tiene ningún valor"
    - lo interpeló un señor que se encontraba en el auditorio.

    - El maestro lo escuchó con mucha atención y tan pronto terminó la frase, le gritó con fuerza:

    - ¡¡Cállate y siéntate, idiota!!

    Ante el asombro de la gente, el aludido se llenó de furia, soltó varias imprecaciones y, cuando estaba fuera de sí, el maestro alzó la voz y le dijo:

    -"Perdone caballero, le he ofendido y le pido perdón; acepte mis excusas y sepa que respeto su opinión, aunque estamos en desacuerdo"
    El señor se calmó y le dijo al maestro:

    -"Le entiendo, y también pido disculpas y acepto que la diferencia de opinión no debe servir para pelear, sino para mirar otras opciones".
    El maestro le sonrió y le dijo:

    -"Perdone que haya sido de esta manera, pero así hemos visto todos del modo más claro, el gran poder de la palabra, con unas pocas palabras le exalté y con otras pocas le calmé".

    Las palabras No se la lleva el viento, las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente...

    Las palabras curan o hieren a la persona.

    YOEL. Valencia.

    Publicado hace 7 años #
  2. Visibles
    Miembro

    Te agradezco mucho este relato :)

    Creo que las palabras curan o hieren, pero no por sí solas, sino por la voluntad de quien las pronuncia. Por eso, Dios nos da un regalo maravilloso. Dios nos capacita a todos para crear la belleza a través del lenguaje. Mientras tengamos aire en los pulmones para hablar, todos podremos hablar. Pero la verdadera belleza está en vestir esas palabras con lo hermoso que cada cual de nosotros lleva dentro, en nuestro corazón. Manifestar el amor de Dios a través de nuestras palabras, implica un cierto esfuerzo más allá de hablar por hablar. Requiere una dosis de paciencia, muchísima humildad, y ternura en el diálogo con la otra persona.

    Muchísimas gracias, Bernardo Yoel, por esas bonitas enseñanzas. Ahora me marcho a una prueba de atletismo de ocho kilómetros, chicos :D
    ¡¡Un abrazo y adelante!!

    Valencia, 9 de julio de 2016.

    Publicado hace 7 años #

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