Oh Dios, tú eres bueno y tu misericordia no conoce limites;
a ti se eleva la alabanza de toda criatura.
Tú nos has dado una ley interior por la cual debemos vivir:
hacer tu voluntad es nuestra misión;
seguir tus caminos es conocer la paz del corazón.
Guíanos en todas las sendas por las que peregrinemos en esta tierra;
líbranos de todas las malas tendencias
que conduzcan nuestros corazones lejos de tu voluntad;
nunca dejes que nos alejemos de ti.
Oh Dios, autor d la paz y de la justicia, danos alegría verdadera
y auténtico amor, y una solidaridad duradera entre las personas.
Danos tus dones eternos. Amén.
Con mi bendición, un abrazo
D.G.;Zaragoza