No es posible creer en un Dios que ha querido compartir nuestra vida para restaurar todo lo humano, y al mismo tiempo colaborar con la deshumanización de nuestra sociedad, atentando de alguna manera contra la dignidad y los derechos de la persona.
No es posible creer en un Dios que se ha entregado hasta la muerte por defender y salvar al hombre, y al mismo tiempo pasarse la vida sin hacer nada por nadie.
No es posible creer en un Dios que se ha hecho solidario de la humanidad, y al mismo tiempo organizarse la propia vida de manera individualista y egoísta. ajeno totalmente a los problemas de los demás.
Con mi bendición, un abrazo
D.G.;Zaragoza